Segmento 1Objetivos:
•Definir lo que es deseo.•Considerar por qué son importantes.•Identificar las emociones que nos indican que estamos desalineados con nuestro deseo.•Enunciar estados de alineación con nuestros deseos.
La RAE define deseo de la siguiente forma:
•Aspirar con vehemencia al conocimiento, posesión o disfrute de algo.
•Anhelar que acontezca o deje de acontecer algún suceso.
•Por qué son importantes los
deseos?
• Por qué a través de los
siglos la humanidad les ha
dado tanta importancia?
• Podríamos tomarnos horas
en reflexionar al respecto,
pero yo me voy a ir por el
camino que aborda
Abraham-Hicks y que tiene
una connotación más
espiritual y filosófica del
asunto porque me parece
que es donde radica la
importancia de ello.
Con el paso de los últimos 7 años,
he aceptado que lo que pedimos
con nuestro pensar, como vibramos
a raíz de esos pensamientos que
piden, -o sea nuestros deseos, son
la médula de la expansión de este
Universo.
Dios ES a través de sus creaciones:
nosotros y todo cuanto nos rodea.
Por lo tanto, nosotros, lo que
hagamos, lo que alcancemos, lo
que manifestamos y nuestra
jornada hacia ello, -más ruda, más
dulce, con más o menos contraste
es esencial para Su expansión y , a
su vez, para Todo lo que Es.
Por ello es que también he
aceptado que no existe la
compasión, la misericordia, la
pena, la lástima o cualquier otra
cosa que se cuestione el porqué
de las cosas, puesto que todo
cuanto creamos desde antes de
pisar este suelo surge a raíz de
un deseo sagrado, individual y
útil para quien lo gesta basado
en la expansión Divina de la
Conciencia, de Dios. Nada que
ha salido de sus manos es digno
de ningún otro sentimiento que
no sea regocijo y celebración.
Recuerdo al muy renombrado
Dr. Francis Collins que atiende
casos de niños que envejecen
prematuramente, -progeria.
En un especial que pasara la
cadena TLC hace unos años,
relataba en una ocasión que
cuando le preguntan si siente
lástima por ellos, su
contestación es rotunda: NO.
“De sentir lástima por ellos
nunca podría interactuar con
ellos.” – concluía.
Como el desear está atado a nuestro
propósito de gozar en la expansión
de Dios porque somos Uno con Él,
cuando nos sentimos mal,
simplemente estamos
experimentado una emoción de
desalineación con nuestros deseos.
Aprecio y utilizo mucho una
definición de “estrés” que conocí a
través de Abraham: el estrés no es
otra cosa que tu lucha entre un
deseo profundo por algo y tu
creencia temporera de que no
puedes obtenerlo.
Y creo que en general, es lo
mismo con TODO. Cualquier
emoción negativa es indicio de
que dejaste de alinearte con tu
deseo y lo que te rodea te está
haciendo pensar que no
puedes alcanzar lo deseado.
Hemos otorgado realidad a lo
que esta a nuestro alrededor,
que aunque atraído, existe sólo
para quienes lo crean y no por
eso tiene que serlo para ti.
Mi deseo por tener una casa me
ha llevado a lugares de una
felicidad absoluta y tan placentera
que he sido capaz de verme a días
de cerrar en la compra de la casa
en la que he vivido por los últimos
5 años. Recuerdo claramente el
primer día que la vi. Me pareció un
palacio porque es una casa que se
extiende a lo largo. Cuando
abrieron la puerta para
mostrármela y entré, confirmé
que era un palacio y sentí
exactamente lo mismo que me
advirtió Marti que sentiría cuando
encontrara la casa que me iba a
hacer feliz.
Han sido 5 años de una felicidad
plena. Sin embargo, este último año
ha habido momentos en los que he
estado en desalineación con mi
deseo por vivir en una casa donde
me sienta como aquí. He
experimentado duda, desazón,
coraje, frustración, decepción y
hasta hoy mismo (sábado, 9 de
sept.) –aún con todo lo que sé y
hablo acerca de todo esto, no me
percaté de lo que he estado
haciendo y lo que ha provocado
todas las situaciones de pesar de los
últimos días.
Dejé mi deseo, mi adorado y dulce
deseo en una orilla de la calle.
Estando en la cocina, mientras
me preparaba un sandwichito,
me asaltó el pensamiento de
luz: he prestado tanta atención
a lo que otras personas
conciben como su realidad con
relación al dinero, a la venta de
la casa, que me he olvidado de
lo que YO concibo como mi
realidad. He hablado tantas
veces del desconcierto que he
atraído con mi distracción que
se ha magnificado.
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economía
Y, ahora qué hago?
Pues, alinearme, qué más??!!!
Aquí les van algunos de los enunciados que inmediatamente vociferé mientras iba caminando de un lado al otro de la casa:
Quiero volver a acariciar el mismo sentimiento de nuestra primera vez aquí.
Quiero volver a sentir lo que sentí entonces: paz, tranquilidad, deleite…
Aprecio estos techos tan altos, sus arcos en las puertas, esta claridad milagrosa que le habla directamente a mi espíritu y que deslumbran a otros cuando vienen a verme.
Quiero sentir nuevamente la nobleza de estas paredes, se siente tan bien recordar la paz que me dio saber que me acogían.
Aprecio la calma de este vecindario, el silencio, el verde en mi patio, las mariposas que me visitan, mis vecinos, la posición de mi casa resguardada siempre del sol en una calle casi sin transitar.
Éstas son sólo algunas de las cosas que me vinieron a la mente. Sé que cuando me vuelva a sentar a meditar esta noche y mañana en la mañana activaré más y más de lo mismo hasta completamente alinearme con mi deseo profundo de tener una casa que se siente como esta esencialmente.
Segmento 2
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