REGIONES FOLKLÓRIC
AS ARGENTINA
S
Región Pampeana
Sureña
Trabajo práctico de Música
Alumnos: Lucas Cejas, Simón Carignano,
Valentín Vallini y Pedro Mujica.
Curso: 1° C
Colegio: Sagrado Corazón
Año: 2015
Profesora: Liliana Margutti
DANZAS
El Triunfo
El triunfo es una danza de estilo musical folclórico de Argentina y el sur de
Bolivia. Surgió al final de la Guerra de Independencia Hispanoamericana
(1809-1824), en coincidencia con la derrota española definitiva en la
batalla de Ayacucho, para celebrar el triunfo independentista, de donde
viene su denominación. Tiene un carácter vivaz y exultante. Es
característico del folclore surero. La danza es un baile de pareja suelta. La
pareja se coloca en diagonal, dentro del cuadrado imaginario por el que
bailará. La coreografía tiene tres grandes partes: introducción, baile y
cierre, en períodos de seis compases.
Durante la introducción, ambos bailarines permanecen en la esquina
durante seis compases. Finalizada las ocho etapas del baile, y a la voz de
"aura!", el baile se cierra en una etapa final de seis compases, en el que
los bailarines dan una media vuelta sobre sí y el hombre corona a la
mujer.
La Huella
La huella es una danza folclórica argentina, nacida hacia 1820. Esta
danza fue bailada principalmente en Argentina, aunque también su
práctica se extendió a Bolivia, Chile y Uruguay. Se caracteriza por ser
picaresca por sus giros y zapateos, señorial por el leve contacto de las
manos, aparecida durante la etapa de las guerras civiles.
Al no enlazarse los bailarines, es danza de parejas sueltas y como la pareja no
evoluciona en armonía con las otras parejas (es una danza independiente), a
excepción de la que se baila en cuarteto que es interdependiente, los
movimientos son suaves y armoniosos, incluidos los del zapateo. Los temas
coreográficos de las danzas picarescas pertenecen al ciclo de los minués y
gavotas del siglo XVIII.
La milonga
La milonga es un género musical folclórico rioplatense típico de Argentina y
Uruguay. El género proviene de la cultura gauchesca. El origen de la milonga se
suele discutir. Se sabe, sin embargo, que contiene elementos afro en su
constitución rítmica e influencias de danzas criollas y europeas llegadas a
Buenos Aires y Montevideo a través de varias vías, principalmente de Perú,
España, Brasil y Cuba. Se daba en aquella época el fenómeno que se conoce
como "de ida y vuelta" ya que los géneros viajaban de América a Europa y
viceversa sufriendo transformaciones y adaptaciones en cada región.
El Malambo Sureño
Nació en las soledades pampeanas allá por el año 1600
es una excepción que carece de letra; la música de un Bombo legüero
( para el norteño) y las guitarras (sureño) acompaña a esta danza
ejecutada, únicamente por hombres. No hay reglas para realizar un
zapateo, depende de la originalidad del gaucho que lo ejecute, es una
danza constituida casi exclusivamente por los movimientos de los pies
y las piernas, la postura del cuerpo es muy importante, tanto a efectos
de equilibrio como de imagen.
En cada pierna y en tanto hacían los movimientos, producían
acompasados golpes por entre choques de los cuchillos.
Otra variante para los gauchos más valientes era clavar sus facones en
el suelo con media hoja afuera y zapatear a su alrededor, lo cual
significaba un gran peligro.
El calzado era la bota de potro una especie de funda de Tiento (cuero
duro y delgado) que envolvía el pie, y dejaba los dedos al aire. El mérito
del danzante era mayor si afrontaba el cotejo sin quitarse las espuelas.
El malambo norteño posee una música más rápida y un rasguido
diferente de guitarra, a diferencia del malambo sureño que tiene una
música algo más lenta. Sin embargo en la actualidad esta diferencia casi
ha desaparecido. En el norte argentino se incorporó el bombo,
instrumento de percusión; en la zona del Litoral es muy popular el
«fuelle» (bandoneón o acordeón
LA CIFRA
La Cifra es una melodía tradicional con acompañamiento que se
asocia con textos generalmente improvisados y pertenece a la
música folklórica argentina. Encuentra sus orígenes en el Canto
Surero argentino de los siglos XIX y primera mitad del XX.
La Cifra nació como ritmo y melodía de guitarra destinado a las
improvisaciones o el contrapunto (competencia de dos cantores y
guitarreros que improvisan), al igual que el Relato por Milonga.
Las pampas bonaerenses y del Litoral argentino fueron los
escenarios de nacimiento, desarrollo y expansión de este antiguo
género folklórico criollo. Las viejas pulperías pampeanas fueron la
inspiración de la gran mayoría de los cifreros.
Su música tiene como introducción un ritmo de malambo o de
triunfo.
Pericón Nacional
Esta danza tradicional fue en sus comienzos una variante del
Cielito, al igual que la Media Caña.
Según algunos autores, una de las variantes del Cielito de muchas
parejas, se bailó con la ayuda de un bastonero al que se le daba el
nombre de “pericón”, de ahí que la variante de la danza se llamó
Cielito Apericonado; con el correr de los años, esta forma de bailar
el Cielito fue cobrando importancia y se distinguió de aquél como
danza independiente tomando el nombre de Pericón.
En 1880, decae la popularidad del Pericón, pero afortunadamente,
los hermanos Podestá lo encumbran como Danza Nacional (1880)
al incluirlo en su espectáculo circense en la obra "Juan Moreira¨
Cielito
Es el más antiguo de los bailes criollos de conjunto. Tuvo su origen
en la Country Dance - danza del campo o campera - que antes de
1600 predominaba en los ambientes rurales de la Gran Bretaña y
cuyo nombre fue deformándose en el lenguaje popular, hasta
transformarse en Contradanza; llegó a Buenos Aires hacia 1730 y
su historia está bien documentada hasta 1746, época en que las
autoridades eclesiásticas aplicaron severas medidas a quienes la
bailaran.
Fue canción de guerra, en cuanto sus versos contaban los
sucesos de la campaña militar. El ambiente colonial gauchesco
del Plata adoptó modalidades y recursos propios de las danzas
picarescas, lo cual explicaría las castañetas y la vivacidad de
alguna figura. Se mantuvo vivo hasta mediados de la cuarta
década del s. XIX.
Refalosa Pampeana
Pasó hacia Argentina a través de Chile, alrededor de 1835, de allí a los
salones y a la campaña cuyanos donde tuvo vigencia hasta 1860 y, más
débilmente, a las provincias de Córdoba, Catamarca, Santiago del Estero
y Tucumán.. Su nombre alcanzó finalmente a resonar en las llanuras del
Plata, en los primeros años de su expansión, agregándose a la Media
Caña, en 1839 o 1840 (llegando incluso a sustituirla entonces) y con auge
hasta 1880.
En algunos pueblos andinos de las provincias de La Rioja y Catamarca se
cultivó hasta 1900 y algo después.