RELIXIÓN
2º ESO: Construción dunha igrexa románica mediante Minecraft.
Ler os textos para ter claras as características das igrexas románicas.
(Exterior: características románicas)
(Interior: Partes do templo, obxectos litúrxicos, etc).
Sesións: 4-6 semanas.
1. Obxectivos didácticos:
◦ 1. Coñecer o significado do templo católico e a súa importancia na
relixión cristiá
◦ 2. Valorar a riqueza do noso pais cunha abundante presencia de igrexas e
a calidade da súa arquitectura
◦ 3. Interpretar o significado das distintas opcións arquitectónicas a hora de construír un templo católico
◦ 4. Recoñecer cada unha das partes dunha igrexa, a súa función e
significado, así como saber situalo correctamente
◦ 5. Aprender o manexo de Minecraft en modo creativo, así como seu
instalación y copia de seguridade
◦ 6. Deseñar y construír un templo católico con todos os seus elementos
característicos en Minecraft
◦ 7. Gravar un gameplay para a páxina web do centro escolar do proxecto explicando a construción realizada.
◦ 8. Valora as construcións dos compañeiros, ponderando a creatividade,
enxeño, exactitude e presentación, así como sinalando as melloras posibles.
ARQUITECTURA ROMÁNICA.
Características generales.
Aunque también se dan representaciones escultóricas y pictóricas, es la
arquitectura la manifestación artística que predomina entre todas ellas
Dentro de la arquitectura, fundamentalmente encontramos inmuebles de tipo
religioso, aunque es cierto que también hay algunos ejemplos de edificios civiles,
pero no es lo habitual.
La iglesia románica es, por denominación, el edificio principal del momento.
En ella se observa un claro predominio de los muros frente a los vamos, dando
como resultado una sensación de oscuridad en el interior y cierta seriedad y
robustez del edificio desde el exterior. Es cierto que esto responde a las
necesidades constructivas (posteriormente, con el gótico, se depuran mucho
más las formas), pero también casa con ese interés por mantener un ambiente
austero y de recogimiento propio de la época.
En el caso de que existan ventanas, siempre son pequeñas y estrechas y muy
anchas por culpa de la anchura de los muros; y son en gran medida abocinadas.
Predominan las formas horizontales frente a las verticales, algo que se ve muy
bien reflejado en los primeros momentos de este estilo. Con el paso de los años
cobraría más fuerza el sentido vertical de los edificios.
La simplicidad es otra de las características fundamentales; en general hablamos
de un arte en cierta medida austero, pero como ocurre en el punto anterior,
conforme pasa el tiempo se tiende paulatinamente a la ornamentación.
Los volúmenes son muy precisos, definidos y claramente articulados.
La planta que predomina es la planta de varias naves de tipo basilical y con
inspiración latina, donde los brazos del crucero se proyectan físicamente hacia el
exterior (planta de cruz latina)
Es un estilo internacional, sí, pero con variantes según la zona donde nos
encontremos.
En la construcción del cualquier iglesia románica, uno de los problemas más
comunes a resolver era la cobertura de los espacios con bóvedas de piedra.
Elementos constructivos de la arquitectura románica
El arco de medio punto (o 1/2 punto) es uno de los más empleados para cubrir
las naves y para realizar la estructura de la bóveda, pero también lo vemos en las
portadas y en los vanos; llegando a emplearse a veces incluso como un elemento
decorativo más.
La cubierta normalmente es abovedada y está hecha de piedra.
La bóveda más usada es la bóveda de cañón, que no es más que la repetición
paulatina de varios arcos de 1/2 punto a lo largo de la nave. En algunas ocasiones
puede aparecer también la bóveda de arista.
Como hemos adelantado, la bóveda de cañón es la más empleada, surgiendo
esta de la sucesión de arcos de 1/2 punto apoyados en dos líneas paralelas y a
lo largo de un eje longitudinal (nave). Dado su gran peso, deben tener buenos
elementos sustentantes, por ello se emplean las columnas y/o los pilares y los
muros son de gran anchura y de escasa altitud; además de tener pocos vanos.
Para hacer que la bóveda de cañón sea muy fuerte, se emplean arcos de fajón o
arcos fajones, que no son más que un refuerzo de todo ello.
En el exterior destacan los grandes contrafuertes, que son los encargados de
recoger el peso de todo el muro (recordemos que en el muro descansaba a su vez
todo el peso de la cúpula y las naves, con lo cual los contrafuertes ejercen una
función muy importante).
La bóveda de arista también se emplea en la arquitectura románica. Se forma
por el cruce perpendicular de dos bóvedas de cañón y se divide en 4 cuartos. Las
aristas forman la intersección. Para que sea eficaz, lo normal es que se emplee
para cubrir espacios cuadrados y el grosos de las dovelas debe ser lo bastante
grande. Es, al igual que la anterior, un elemento de gran peso.
Durante el románico se puso de moda la sobre elevación del crucero en planta
respecto al resto de la iglesia. De esta forma la nave central, una vez llegaba a
la zona del crucero, se alzaba de forma notable y se formaba la habitual cúpula
o linterna, las cuales eran muy vistosas desde el exterior.
Normalmente se empleaban las cúpulas sobre pechinas o trompas, elementos
indispensables para poder pasar de la planta cuadrada del crucero a la circular de
la cúpula.
Como hemos dicho anteriormente, los muros eran muy gruesos, tenían escasos
ventanales y bastante contrafuertes en su exterior. Los pilares por su parte son
mucho más usados que las columnas.
Lo normal es el templo de una o tres naves, aunque evidentemente existen
variedades, y en su interior podemos encontrar tanto pilares como columnas a
modo de elementos sustentantes.
La columna románica tiene una función especial. Es, además de un elemento
sustentante (hacia ella descarga parte del peso de la techumbre), un mecanismo
para dividir y distribuir el espacio en zonas. Pero además de eso, el capitel se
"reaprovecha" y se convierte en un lugar primordial para el desarrollo de la
escultura. En ellos se tallaban auténticas obras de arte y pasajes bíblicos de lo
más diverso, algunos de ellos con una riqueza ornamental muy exquisita.
A modo de resumen y de forma general, podemos concluir que el templo
románico más generalizado es de planta de cruz latina compuesto por una o
varias naves longitudinales, terminando su cabecera con un ábside semicircular
y un crucero o nave transversal.
En los grandes templos existía la girola o deambulatorio, que no era más que una
nave externa que recorría el perímetro de la cabecera para poder transitar por ella
en el caso de acudiese mucha gente al templo y evitar la interrupción de la liturgia.
ESCULTURA ROMÁNICA
Características generales.
La escultura está subordinada a la arquitectura. Eso debemos tenerlo en
cuenta. Sin embargo, también es cierto que la escultura ocupa algunos de los
lugares más importantes del templo, como son la portada y los capiteles.
También encontramos esculturas de tipo exento, como Cristos o Vírgenes o
miniaturas de todo tipo, aunque no son lo habitual.
La temática de la escultura gira en torno a la religión y tiene una clara
finalidad didáctica.
Podemos observar multitud de representaciones bíblicas y/o apocalípticas.
Conviene recordar que gran parte de la población no sabía leer ni escribir,
por lo tanto la única forma de "enseñar" a los fieles era a través de la
contemplación visual de los pasajes religiosos y predicarlos de forma oral
durante la liturgia.
Sin embargo también es cierto que parte de toda esa iconografía era a veces
inteligible a los ojos de un ciudadano de a pie y sólo podía ser entendida por
aquellos clérigos que poseían los conocimientos religiosos y simbólicos
suficientes como para interpretar aquellas formas. Sería un error considerar el
románico como un arte exclusivamente didáctico y sólo dirigido hacia la
población común.
A pesar de todo ello, también vemos algunas escenas que se alejan del mensaje
religiosos; estas son las representaciones geométricas, vegetales o incluso de
animales fantásticos y monstruosos muy en relación con el arte oriental.
Las esculturas destacan por su expresividad, su antinaturalismo y su grandísimo
simbolismo. Los criterios de proporción y de belleza prácticamente no existen.
No se persigue el realismo pleno.
El objetivo es transmitir un mensaje y que este sea trascendente hacia los
fieles. Para ello se basan en algunos medios.
Las imágenes se deforman
Las formas se exageran
Se busca la expresividad anímica
Los cuerpos se alargan (las manos y los ojos fundamentalmente, pues son las
partes más expresivas)
Las piernas forman posturas extrañas para conmocionar al espectador
Como la escultura debe ajustarse al marco de la arquitectura, algunas figuras se
deforman o directamente se le "amputan" partes del cuerpo.
Todo ello da como resultado unas representaciones que se alejan bastante de lo
que dicta la realidad.
Se crea un mundo lleno de simbolismo plagado de signos y alegorías que se
repiten con frecuencia y que hay que conocer de antemano para poder llegar
a comprender adecuadamente todo ese mensaje. Para enseñar ese mensaje
estaban los encargados de ofrecer la liturgia y el mensaje evangélico.
Existe una repetición de esquemas y tipos iconográficos procedente en gran
medida del arte bizantino, el prerrománico y el paleocristiano.
La figura humana raras veces tiene un tratamiento individual, sino colectivo.
Raras veces aparecer retratos concretos y si aparecen suelen ser de personajes
destacados dentro del panorama religioso, lo que predomina es el "grupo" con el
que se pretender representar a toda la humanidad.
Por ese motivo muchas veces tenemos la sensación de que las figuras del
románico se parecen mucho entre sí.
Existe una cierta tendencia al horror al vacío, lo que se conoce como "horror
vacui".
Como hemos dicho, las portadas eran uno de los lugares más destacados para
plasmar en ellas representaciones escultóricas. Veamos a continuación las partes
más destacadas de una portada románica.
Tímpano. Es el lugar donde se despliega el tema escultórico, muy amplio y
dividido en escenas. Suele estar presidido por un Pantocrator en forma de Cristo
Majestad y viene acompañado de los Cuatro Tetramorfos, es decir, de la
representación simbólica de los cuatro evangelistas: Mateos (representado por un
hombre), Marcos (león), Lucas (toro) y Juan (águila).
Arquivoltas. Son cada uno de los pilares yuxtapuestos en perspectiva formando
una serie de arcos concéntricos y que le dan una decoración extraordinaria a la
fachada. A veces tienen decoración geométrica o vegetal o incluso en ocasiones
tiene pequeñas figuras dispuestas radialmente.
En el parteluz, que no es más que una fina columna que divide en dos el acceso
al templo, suele colocarse una imagen de Cristo, la Virgen o un santo. Este
elemento puede que no exista, pues en las pequeñas iglesias las portadas de
acceso eran relativamente pequeñas y era absurdo colocarlo.
Las jambas son una proyección en vertical de las arquivoltas y se encuentran a
ambos lados de la puerta de acceso. En ellas podemos encontrar columnas
desnudas, capiteles decorados o figuras alargadas, normalmente de apóstoles o
santos y superpuestas a los fustes.
El dintel es el elemento horizontal que sostiene el tímpano. También se emplea
para proyectar en él escenas esculpidas.
PINTURA ROMÁNICA
Características
Como ocurre con la escultura, la pintura también está supeditada al marco
arquitectónico y se tiene que adaptar a él.
Normalmente la mayor parte de los ejemplos se concentran en el siglo XII, donde
se recupera poco a poco su uso tras su declive durante siglos anteriores.
Los precedentes más claros de la pintura románica los encontramos en las
miniaturas desarrolladas durante el período mozárabe, las cuales se
seguirán haciendo durante este tiempo con una clara influencia francesa y
bizantina.
La técnica más empleada es la pintura mural al fresco, aunque existen algunos
ejemplos donde se emplea el temple sobre tabla y miniaturas.
Si nos centramos en la composición, podemos observar tres cuestiones
fundamentales:
Existe una adaptación a las formas de la arquitectura, lo cual se traduce en
posiciones forzadas y cuerpos deformados para ocupar recónditos espacios como
los tímpanos o los ábsides.
Hay una cierta ley del esquema interior, es decir, se tiende a colocar las figuras
siguiendo una clara distribución geométrica.
Y tal y como sucede con la escultura, también se aprecia esa tendencia de "horror
vacui" o al vacío, es decir: no quieren dejar espacios "en blanco" dentro de las
composiciones; todo debe estar lleno.
Además, el espacio no existe como tal. La perspectiva aún no se conoce, con
lo cual el sentido de profundidad se aplica bien usando la ley teológica (los
personajes más importantes en mayor tamaño y el resto más pequeños) o
aplicando algún otro tipo de jerarquía.
En cuanto a los colores, la luz y las figuras, predominan las tintas planas, colores
claros, concisos y luces marcadas, lo cual desemboca en un cierto antinaturalismo
que tiene poca importancia, pues su objetivo fundamental era el de transcender,
enseñar. Raro es encontrar una figura que presente una variación de tonos de color
con el fin de dar la sensación de perspectiva.
Además, los colores también son muy simbólicos.
Predomina claramente el dibujo y la línea. Las figuras presentan un trazo muy
seguro, conciso, delimitadas perfectamente, lo que le resta sin embargo mucho
volumen al cuerpo.
No interesa la perspectiva, o no son pintores, o no son capaces de llevarla a
cabo, ya que lo único que se buscaba era trascender el espacio de lo "real" para
trasladar al espectador a ese mundo simbólico y completamente abstracto.
Las figuras divinas tienen una peculiaridad especial: raras veces muestran
sus "sentimientos". Son completamente hieráticas, que no transmiten
ningún estado de ánimo; aunque esto tampoco es del todo cierto, pues en
algunas ocasiones vemos Cristos románicos en posición de Juez y da la sensación
de estar extremadamente serio y distante con el espectador. Esto también tiene
bastante influencia con los mosaicos bizantinos.
Las figuras que representen al pecado o al demonio sí son expresivas,
hablándose incluso de una estética de "lo feo". ¿Para qué? Para que el
espectador, al observarlas, les cause un rechazo hacia ellas y, en definitiva
hacia esos dos conceptos.
Las figuras humanas en general apenas tienen un tratamiento anatómico
cuidado, son muy similares entre sí, a veces incluso desproporcionadas y en la
mayor parte de los casos están cubiertas por unos amplios ropajes plagados de
pliegues muy marcados y geométricos.
Casi siempre se localiza en el interior de los templos por razones lógicas de
conservación.
No conocemos el nombre de ningún pintor de este período, por lo que han
pasado a denominarse como "Maestro de (y el nombre de la iglesia donde se
localizan sus obras). Según hemos podido saber, estas personas a diferencia de
los arquitectos tendrían una vida ambulante y podrían trabajar en varios sitios
durante toda su vida ya que no necesitaban transportar demasiados materiales de
un lugar a otro para trabajar y sus obras requerían menos tiempo de realización.
Además debían adaptarse a unos patrones y unas líneas de actuación muy rígidas,
lo cual le confiere a este estilo una gran unidad estilística.
Los monasterios
Los monasterios, que como grandes centros de poder y producción que son, serán
muy extensos y estarán dotados de construcciones como la iglesia, el claustro,
que es una especie de patio o jardín de planta cuadrangular, rodeado por un
pórtico, y desde el que se accede a las principales dependencias del monasterio:
el refectorio o comedor, la sala capitular, las celdas o dormitorios, los talleres y
los almacenes.
En el Románico, la escultura tendrá casi exclusivamente un carácter religioso.
Estará vinculada a la arquitectura de iglesias y monasterios. Por eso, se realiza en
piedra y se desarrolla en elementos arquitectónicos tales como portadas (tímpano,
arquivoltas, dinteles , jambas y parteluces) de iglesias y en capiteles. También
hay ejemplos de escultura exenta, generalmente realizadas en madera, que
pueden ser tallas de la Virgen con el Niño (En las que Ésta aparece rígida y sin ningún gesto de cariño hacia el Niño que presenta frontalmente a los fieles)o de
Cristo Crucificado.
La escultura se atañe a la ley del marco, esto es, las figuras se adaptan a los límites
del espacio en el que están situadas, aunque para ello haya que torsionarlas o
deformarlas.
El marco arquitectónico es un elemento constitutivo de las representaciones de figuras. La representación no es nada naturalista. Las posturas y gestos son
rígidos y las formas se geometrizan. Se tiende a una inexpresividad.
Se da muy poca importancia al parecido natural, se reproducen los rasgos por
convencionalismos y estereotipos.
Todavía pervive, interpretada por San Agustín, la idea platónica que establece la
primacía de lo espiritual sobre lo material . Por ello, se supedita lo natural a lo espiritual. Se considera que lo percibido por los sentidos en imperfecto, engañoso
y puede llevarnos al pecado, por ello, habrá un desinterés por la representación
fiel de lo percibido por los sentidos. Además, en el románico se alcanza otra fase
de anti naturalismo . La cultura feudal, que es esencialmente anti individualista,
prefiere en el arte lo homogéneo y en la representación todo está reducido a tipos
y convenciones. En las representaciones , la referencia a lo trascendental es tan
predominante que las formas se convierten ya en símbolo y signo. Los temas son de índole religiosa siendo el más extendido en los tímpanos de las
iglesias el del Juicio Final.
Con este tema se pretendía crear en el fiel el estado de ánimo pertinente para
poder entrar en la iglesia. El fiel se encuentra con la imagen frontal de un
imponente y rígido Cristo Pantokrator (Sosteniendo un libro con una mano
mientras bendice solemnemente a los fieles con la otra) insertado en una
mandorla (especie de orla de forma ovalada) que, como una especie de Señor feudal ultraterrenal, ejerce sobre el fiel, antes de entrar en la iglesia un temor y
un respeto reverencial. Rodeando al Pantokrator aparece el tetramorfos
(símbolos de los cuatro evangelistas: ángel, símbolo de Mateo, león, de Marcos,
buey de Lucas y águila de San Juan). Este Cristo, por tanto, aparece como un
Juez implacable que, invariablemente, acogerá a los justos en el Cielo y enviará
a los pecadores a un infierno.
Paraíso e Infierno aparecen mostrados en el dintel o en la parte inferior del
tímpano. Tomando a Cristo como referencia, a su derecha aparece el Cielo en el
que los ángeles acogen las almas de los justos y a su izquierda el Infierno en el
que monstruos demoníacos torturan con todo tipo de padecimientos a los
pecadores.
Distribuidos por otras partes del pórtico pueden aparecer los apóstoles, otros
santos, los 24 ancianos del Apocalipsis o escenas de la vida de Cristo. También
pueden aparecer representados otros temas del Antiguo Testamento e incluso en las arquivoltas, temas profanos como los meses del año simbolizados por las
labores agrícolas que se realizan en ellos o los símbolos del zodiaco.
También en los capiteles se solían representar temas del Antiguo Testamento o
evangélicos y en ocasiones se verán imágenes profanas. En estos casos,
llamamos a dichos capiteles, historiados. Los autores de estas esculturas
pertenecían a talleres o logias que se irán desplazando en busca de encargos.
Dentro de la iglesia encontramos los siguientes lugares:
El presbiterio:
Dentro de la iglesia existe un lugar más elevado que se llama presbiterio porque ese es el recinto de los presbíteros o sacerdotes que en nombre de Jesús
proclaman la Palabra de Dios y nos dan el Cuerpo y la Sangre de Cristo. En el
presbiterio están el altar, el ambón, la sede y la credencia.
El altar:
Es una mesa rectangular, pero no una mesa cualquiera, ya que allí se colocan las
ofrendas y se realiza la consagración. Es la mesa del banquete que representa a la persona de Jesús. Por eso el sacerdote la besa cuando comienza la misa y
todos, cada vez que pasamos frente al altar, hacemos una reverencia inclinando
la cabeza.
La sede:
Es la silla más grande que está en el presbiterio. En ella se sienta quien preside
la celebración de la misa.
El ambón:
En el ambón se apoya el libro que contiene la Palabra de Dios, y desde allí se
leen las lecturas bíblicas durante la misa. Se suele vestir el ambón con los
colores del calendario litúrgico.
La credencia:
Es una mesita pequeña en la cual se apoyan los elementos que se utilizan
durante la misa.
El sagrario
Es el lugar donde se encuentra el Cuerpo de Jesús. El término proviene de “sagrado”; es el lugar más santo de la iglesia.
Los sagrarios tienen diversas formas, pero podemos localizarlos fácilmente en
los templos porque muy cerquita de ellos hay una vela o luz.
Fuente o Pila Bautismal:
En la iglesia se destina un lugar, con forma de fuente, para realizar los
bautismos. Allí se derrama el agua bautismal durante la celebración del sacramento.
La cruz:
En todas las iglesias siempre hay una cruz en un lugar importante.
Retablo:
Es una construcción que suele ser de madera, es para decorar y poder colocar allí las imágenes de los santos.
Nave central:
Es el lugar reservado a los fieles, con los bancos colocados de tal forma que
todos puedan participar en las celebraciones, para que puedan adoptar las
distintas posturas recomendadas para los diversos momentos de dichas
celebraciones.
Confesionario:
Lugar donde confiesa el sacerdote.
Vía Crucis:
Todas las iglesias tienen representadas de alguna forma las 14 estaciones del
Vía Crucis para que los fieles puedan seguirlas mientras rezan.
Agua bendita: La mayoría de las iglesias disponen de pequeños recipientes para el agua
bendita, de manera que el que entra o sale pueda santiguarse con ella.
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