REPÚBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY

ESTADO HAYOR DEL EJERCITO

DEPARTAMENTO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS

"División Historia"

BOLETÍN HISTÓRICODEL EJERCITO

NROS. 205 - 208

MONTEVIDEO

1977

attsvÁMX<BS3>vdEms

\

Comandante en Jefe del Ejército

Tte. GraL Julio César Vadora Rozíer

Jefe del Estado Mayor del Ejército

GraL Luis V. QueiroJo

Jefe del Dpto. Estudios Históricos

Cnel. Walter Güila

Jefe de la División Historia

Mayor Ángel Corrales Elhordoy

REPÚBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY

ESTADO MAYOR DEL EJERCITO

DEPARTAMENTO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS

"División Historia"

BOLETÍN HISTÓRICODEL EJERCITO

NROS. 205-208

MONTEVIDEO

• 1977

La División Historia delDepartamento de EstudiosHistóricos del ESTADOMAYOR DEL EJERCITO,consciente de la significa-ción del periódico "EL PI-LOTO" de Buenos Aireseditado por el militar, es-critor y periodista don An-tonio Díaz, en el procesode los acontecimientos queencamaron la Orientalidadde 1825, prácticamente ol-vidado y aun desconocidopara la mayoría de los his-toriadores, emprendió la ta-rea de reunir y completarsu colección, a través deintensa búsqueda en archi-vos y bibliotecas rioplaten-ses. Cumplido con éxito suempeño, tiene el privilegiode ofrecer al conocimientopúblico, gracias al apoyode la "COMISIÓN NACIO-NAL DE HOMENAJE ALSESQUICENTENARIO DELOS HECHOS HISTÓRI-COS DE 1825", su reedi-ción facsimilar.

i/.- i-:

i. v '.i. .¡i

" r

• . ' y ; • • • < • r , .

, i i ; ,(,<•-. . , . i.)

. , i ' ¡ i i >U

\ r.,J • i- , , ¡ •-

< . • • • ,

1 i

• • ' . ' / [ • • . / • : " • ' •

. . " . ' • . . " • • v . , ; •

' i ' • • • . ' • ' 1 i : > • , i .* . . f . : i .

- ; , ¡

P R E S E N T A C I Ó N

I) PERIÓDICOS RIOPLATENSES DE 1825.

El panorama periodístico de 1825 en el territorio de lasProvincias Unidas del Río de la Plata ofrece una amplia ga-ma de publicaciones que informan y encauzan la opinión pú-blica de su época. Entre ellas sobresalen las siguientes, enorden de antigüedad, por el interés que ofrecen para la co-bertura de los acontecimientos • históricos ocurridos en. la Pro-vincia Oriental en pro de su liberación, de la hegemonía lu-so-brasileña:

— EL ARGOS DE BUENOS AIRES

1821-1825

Su último número corresponde al sábado 3 de diciem-' • bre de 1825.

— LA GACETA MERCANTIL

Buenos Aires, 1823-1852.

— EL ECO DE LOS ANDES

Mendoza, 23 de setiembre de 1824 - 25 de diciembrede 1825.

— EL ARGENTINO

Buenos Aires, 17 de diciembre de 1824 - 10 de di-ciembre de 1825.

— EL NACIONAL ,

Buenos Aires, 23 de diciembre de 1824 - 30 de mar-zo de 1826.

No apareció en el1 lapso del 23 de junio al 6 dé oc-tubre de 1825.

— EL AMERICANO IMPARCIAL

Buenos Aires, 7 de enero - 29 de setiembre de 1825.

— EL PILOTO

Buenos Aires, 8 de junio de 1825 - 6 de febrero de1826. Precisamente el periódico que se reedita enla presente divulgación facsimilar.

— EL MENSAJERO ARGENTINO

Buenos Aires, > 18 de noviembre de 1825 - 9 de ju-lio ¿e 1827.

Fue casi unánime la preocupación de ésta prensa, yatuviera la limitación de su carácter oficial o ministerial;ya emitiera su libre e imparcial pensamiento; o militaraen filas francamente de oposición; en apoyar la causa delos orientales, e inclinar a sus lectores y formar opiniónen favor de la Provincia Oriental. Total fue el elogio (conalgunos silencios circunstanciales) y el homenaje periodís-tico en adelanto histórico a la acción y hazañas de los"33 Orientales".- Así como general fue también la promo-ción y el deseo de reintegrar a aquella al antiguo núcleode extracción virreinal, compartido en los primeros ensa-yos revolucionarios a partir de 1811. En la prevención gu-bernista de conducir en forma cautelosa un enfrentamien-to que la mayoría fustigó hasta lograr su efectividad, éxitosmilitares de los orientales, mediante. (1)

En el grupo se destaca con facetas especiales ELPILOTO, editado en forma anónima, con el objetivo pri-mordial de apoyar a la Provincia Oriental en su liberaciónde ia coyunda cisplatina.- Anonimato develado desde el pri-mer instante para la opinión pública, a través de las indi-rectas de los colegas de su tiempo. Pero sólo reconocido,

1) GARCÍA FLAVIO A. "LOS Acontecimientos de 1825 en la ProvinciaOriental a través de la prensa rioplatense", Montev;deo 1976.Publicación de la Coirtfisión Naconal de Homenaje del Sesqui-centenario de los Hechos Históricos de 1825. Tomo 1, ps. 29 y 30.-

— II —

en la modestia de Don Antonio Díaz, su autor, ai dar tér-mino a su labor de ocho meses" en pro de la libertad, loshombres-e intereses dé la Orientalidad. (2)- , ._. '"

II) EL AUTOR DE "EL PILOTO"

Don Antonio Díaz, calificado ciudadano," nacido jen laCoruña, donde fue bautizado el 26 de mayo' dé 1789, fueun personaje trascendente de nuestras filas militares, nuestroperiodismo, y nuestras letras.- •

Entró en contacto con el medio desde Montevideo, enel que vivió en su adolescencia y luego de diversos perío-dos bonaerenses hizo de la Banda Oriental su tierra adop-'tiva, su segunda patria.-

Su biografía esencial lo señala participando en la de-fensa del Rio de la Plata durante las invasiones inglesasarriesgó su vida en la toma de Montevideo de 1807, reci-bió grave herida en la frente - (peculiar cicatriz que lo dis-tinguió y honró en vida): participó en la batalla del Cerri-to (donde fue igualmente herido); en la batalla de Ituzain-gó (de la que redactó el parte dé batalla); en múltiples ac-ciones de la Guerra Grande en la que actuó en filas delCerrito, para culminar en 1859 en la máxima jerarquía déBrigadier General. (3)

Sus estudios de origen español fundamentaron su ca-pacidad de escritor, que desde sus comienzos le asignó lasecretaría de "los ejércitos en que revistó. En esa calidad es-

2) JEL NACIONAL N? 26 (B. Aires, 16 de junio 1825) aíude eoforma indirecta a Diaz, al hablar de la "aurora" (nombre delperiódico montevideano que dirigió en 1823) y de "Galicia",la provincia de FU nacimiento revelando en esa forma al au-tor del artículo que lo criticaba. -

3) FENANDEZ SALDAÑA JOSÉ M. "Diccionario Uruguayo d«Biografías", Montevideo, 1943. YABEN JACINTO R. "Biogra-fías Argentinas y Sudamericanas", tomo IV. Ediciones Históri-cas Argentinas, B. Aires, 1954. ZUBILLAGA BARRERA CAR-LOS "Gallegos en el Uruguay", Montevideo, 1966. Cap. II.

— m —

tuvo en la asesoría de Rondeau y Alvear, de quien fueigualmente edecán, amigo personal, y compartió muchasde sus ideas y destierros. En momentos de entendimientoy fraternidad rioplatense, y acuerdo entre Rondeau y Arti-gas, tuvo el honor de ser el secretario del inolvidable Con-greso de Tres Cruces, cuyos actos y .principales resolucio-nes aparecen autorizadas por su firma.-

Fue periodista de valor excepcional, pionero en todosentido de la prensa nacional. Su iniciación se produjo enEL SOL DE LAS PROVINCIAS UNIDAS, ensayo frus-tráneo originado en el Montevideo de 1814, como conse-cuencia de la ocupación porteña ^dirigida por Alvear. (4)Las peripecias de éste, por él compartidas, le llevaron pri-mero a Río de Janeiro, y luego a regresar a la ciudad deSan Felipe y Santiago, entonces dominada por los luso-bra-sileños. Aquí formó parte de los cuadros logistas que efec-tuaron los preparativos de liberación provincial de la do-minación extranjera. Redactó así en exclusividad LA AU-RORA (fines de 1822 a abril de 1823) y en compañía deSantiago Vázquez y Juan Francisco Giró, EL PAMPEROy EL AGUACERO, vanguardia promocional de los acon-tecimientos de 1825, de trascendente gravitación.-

Nuevamente en Buenos Aires, asumió la responsabili-dad de EL PILOTO (junio 1825 a febrero 1826); para de-dicarse seguidamente, de marzo de 1826 a marzo de 1827 aEL CORREO NACIONAL (5); luego de lo cual pasó conAlvear, a actuar militarmente en la Provincia Oriental has-ta después de Ituzaingó.

Al formalizarse la creación del Estado Oriental delUruguay, pasó a radicarse én él en forma definitiva, e ini-ció la publicación del mejor órgano montevideano del pe-

,ríodo 1829 - 1838 EL UNIVERSAL que durante diez añosse constituyó en valor ejemplar y es testimonio imprescin-

4) ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA "EL SOL DE LAS. PROVINCIAS UNIDAS" Reproducción facsimilar, con introdu-

ción de Guillermo FURLONG y Enrique DE GANDÍA B. Aires1961.

5} Juan Antonio Lavalleja estuvo suscrito a ese periódico.

dible de consulta historiográfica (6) -Identificado en la ges-tión de Oribe y el Partido Blanco, tanto durante su pre-sidencia, la Guerra Grande (durante la cual fue, conjunta-mente con Carlos Villademoros y Eduardo Acevedo. Re-dactor de EL DEFENSOR DE LA INDEPENDENCIAAMERICANA, compuesto-en la imprenta Oriental'del Mi-guelete) • y los acontecimientos subsiguientes, durante lar-gos períodos desempeñó cargos de importancia civil así co-mo fue su ministro (Presidencias de Berro, Pereira, Aguirre) •dirigió sus fueraas y fue el inspirador de la creación de laEscuela Militar Oriental. (7)

Su intervención al. lado de Alvear motivó su remi-sión ante Artigas en 1815, - en el núcleo de siete prisione-ros enviados al Jefe de los Orientales a Paysandú, a losefectos de su pretendido juzgamiento. De ese importanteinstante histórico, Antonio Diaz escribió emocionantespáginas de su vivencia, a las que agregó la mesura y. equi-librio, la tolerancia y comprensión de que hizo gala en susestudios y en su existencia. Sus memorias inéditas o publi-cadas en forma fragmentaria, conforman una fuente con-siderable a considerar.- '

La reedición de EL PILOTO, por encima del valoihistórico imponderable que supone, señala una de las fa-cetas características de la vida y obra de Antonio Díaz, envía de perfección periodística. Desde los inicios de 1814,los embates de 1823, a su presentación de 1825, se observauna interesante continuidad y afinidad temática de títulosy preferencias de promoción, información y formatividad.-Que habrá de cristalizar en progresividad, antes de un lus-tro, en EL UNIVERSAL.- Con la sola diferencia de lostiempos, luchas, urgencias y calmas reales o fictas.

6) Para EL UNIVERSAL y EL DEFENSOR DE LA INDEPEN-DENCIA AMERICANA, puede consultarse Antonio ZINNY "His-toria de la Prensa Periódica de la Repúb'ica Oriental del Uruguay".B. Aires, 1883; Antonio PRADERIO "índice Cronológico de laPrensa Feriódipa del Uruguay", Montevideo, - 1962, publicacióndel Instituto de Investigaciones de la Universidad de la Re-pública.

7) FERNANDEZ ARIOSTO "La Escuela Militar Oriental, 1858-1863 y sus antecedentes históricos". Escuela Militar, Montevi-deo, 1940, p. 17. .

_ v —

Las razones ^ue lo llevaron a quedar en el anonimato,tueron explicadas por Díaz, bajo su firma en el últimonúmero de su publicación. (8) "Yo soy efectivamente elautor de éste periódico [respondió al articulista de ELNACIONAL que había ironizado a su respecto] Mé heservido del anónimo porque no me consideraba con talen-tos suficientes para desempeñarme con crédito en el ejer-cicio de escritor de un pueblo ilustrado; por lo demás,ningún otro motivo ha habido ni hay para ocultar minombre; bien o mal, me parece que he llenado mi compro-miso con el público, y mi conciencia me asegura que nohe tocado con mi pluma, ni a la vida, ni a las pasiones deningún ciudadano. El objeto escribiendo EL PILOTO fuepromover la libertad y reincorporación de la ProvinciaOriental, cuya esclavitud era ya un baldón para el nombreargentino. Mi doctrina, la de nacionalizar, atacando a laanarquía, y recordando a los orientales los males que su-frieron por ella, a fin de icomunícarles todo el horror quela sola idea de su renovación es capaz de¡ inspirar en el

corazón de un buen ciudadano: a esto es que tiene alusiónel epígrafe de los primeros números de - mi periódico, ydel cual hacéis en vuestro artículo un juego pueril, a lavez para ridiculizarme injustamente " . . . mi objeto... pues,fue promover la adopción de las vías de hecho contra elusurpador de la Banda Oriental al de la República, convencidode que todo otro recurso era ya inútil, y de que el sufrii mástiempo la insolencia de aquel déspota era la mayor igno-minia de un pueblo libre." (9)

En verdad que estas últimas líneas conforman escuetay objetivamente la evidencia de su publicación, llevada confirmeza y altura de miras, en consecuencia con el pensa-miento de su autor, puesto siempre en claro al adoptar po-sición ante las variadas circunstancias y acontecimientospresentados. -

8) • Ver N<? 33 de EL PILOTO, correspondiente al lunes 6 de fe- -brero de 1826. Artículo "Variedades". Al anuno'ar la suspensiónde la publicación.

9) El subrayado pertenece al prologuista.

— VI —

III) CARACTERÍSTICAS DE LA COLECCIÓN

La invalorable colección que se reedita, alcanzó el númeroverdaderamente simbólico de treinta y tres entregas.- Aunquees de advertir que además de sus ejemplares cabalmente nu-merados (en los que hay que incluir el extraordinario N9

30 sin foliar (con el manifiesto del bloqueo brasileño) yagregar tres suplementos no foliados, correspondientes a losnúmeros 19 (Sarandí), 28 (remitido sobre Zapiola y Brown) y 33(elección del Presidente Rivadayia), con un total de 40Spáginas numeradas y cuatro sin numerar, éstas de formatoalgo mayor. (10)

Su aparición fue regular y continua, desde el número1 de fecha 8 de junio de 1825, aunque sus últimos númerosfueron espaciándose hasta su desaparición a partir del 7 defebrero de 1826, con el suplemento N9 33.

En la mayor parte de su trayectoria salió los jueves,algún miércoles, hacia fines de diciembre los sábados, y suúltima entrega, un lunes. (11)

Sus ejemplares por lo general fueron de pliegos de docepáginas; salvo una de veinte (N9 14), tres de ocho, y desdemediados de noviembre menudearon (según sus propósitos),pliegos de dieciseis carillas.

A la altura del N° 23 anunció que próximamente daría

10) Aidemág de las erratas advertidas en el propio periódico, por di-versas razones se produjeron otras como las siguiente?. En elN9 11, las páginas 134 y 135 han sido mal numeradas con lasc fras 334 y 335, respectivamente; posiblemente por falta detipos de composición. En el N*? 13 la carátula corresponde alnúmero de la página 149, que vuelve a repetirse en la siguiente.-En el N9 17, la página 213 ha ¿ido señalada con la cifra 113.En el N^ 23, la página 288 ha sido numerada erróneamente279,- En el número 25 dice 300 por 307.- En el N9 27, repite lanumeración 321 a 328 (que corresponde al N? 26) y'con posteriori-dad se continúa con la misma.-Por tal, en realidad, la colección consta de 420 páginas1 en sutotalidad.-

11) El lector puede advertir en el "índice Cronológípo y de Títulos",errores cronológicos elementales referidos a fechas de apariciónde los diversos números.-

__ v i l —

término al ler. tomo de la colección, iniciando su 2o. tomo;error que admitió en el No. 25, con la promesa del oportunoanuncio y publicación del índice.- En realidad su aspiraciónno tuvo andamiento y todos los ejemplares forman un único•primer tomo.-

Compuesto y armado en la imprenta de Hallet (al igualque su colega EL ARGENTINO), se vendió en la libreríade Jaime Marcet al,precio de un real el pliego.- Consta sureparto domiciliario.- Los suscritores abonaban en formatrimestral dos pesos por dieciocho pliegos), bajo recibofirmado por el propietario de la impresora.-

Su lema característico fue: "Marcaremos la roca, y en-señaremos el. peligro reconocido a costa de nuestra nave."Lució en su página inicial en todos los números (salvo el 7)basta el 21 inclusive. Desde el 22 hasta el 33 dejó de usarlo.Tal vez porque a esa altura el propósito de "reincorporaciónde la Provincia Oriental a las Provincias Unidas del Ríode la Plata, constante en su prédica, ya había sido logrado.-

Debe señalarse la coincidencia de forma y de fondo conel pensamiento expuesto por "Un Cosmopolita" a raíz de iosbrindis publicados en los periódicos del momento y re-mitido a EL ARGENTINO, proponiendo a su vez otro: "Yobrindo pues, Sr. Argentino, del modo siguiente; sirvan V.•publicarlo. Salud, paz y prosperidad a los pilotos que hansalvado la nave del estado de la tempestad; y a quienes leshayan tan generosamente marcado camino." (12) Que hacepresumir que el remitente bajo seudónimo y Antonio Díazsean la misma persona y los señaladores del rumbo, quienesse encontrarán en su afinidad de pensamiento político.- Demodo que será preciso ceñir la investigación y< detectar po-sibles colaboraciones afines en la prensa contemporánea,para penetrar mejor la actuación y la personalidad delpersonaje. *

El ya explicado objetivo publicista de Díaz, aunado asus convicciones unitarias, determinó en los primeros númerossu apreciación negativa de la "Patria Vieja" en coutrastecon la actividad impulsada por los "33 Orientales" y Lava-

12) EL ARGENTINO N<? 11, Buenos Aires, viernes 4 de marzo de1825. Artículo "Un brindis", páginas 208-209.

— v m —

lleja,, a, quienesa;alentóiL,en consecuencia hasta, el, ditirambo.-Dej,ahí •su.1prpclamadpj

iantiartiguismo y las^alusiones directase indirectas de subestimación: de Jos ensayos -artiguistas ,deigualdad y soberanía, de aplicación de una "federación mal-entendida",!^: .sus .(críticas-, a principios/'demagogos-' que el"protector" habría _ conducido- en. su sistema., "anárquico", conTtra Buenos,.Aires, ^arrastrando iasimismo^a.jsui provincia natal;( 1 3 ) ] , . - ; . ; , ) ' ' ) " ' . ' M ' I Í . - ' I T M . i f ; i - ' » . i , 1 . ' L . l ' . r i , , - ' ; / ' - ; ; ' Í 1 ] ' •.'•'-

- • • • ' , l . " . . s V. ' E ' i •"•.:' ' • • T * t : . ? < t [ . • » ! • [ ! , ( > ' , , c ' i , . , l . > , t . f . ' i ; a " ; • • ' ' i ;•'

;,. Esa posición.tfuetlcomún en';la mayoría , de, sus• ¡colegasde,Jaj:hora.-! Que ,por.¿ptra,,parte, no' fue contestada tpor-.*laprientalidad,, deseosaf de-sacarse ,de', encima la. dominaciónextranjera.- Sufrió la. injusticia ide. las apreciaciones.; y hubode admitir el silenciamiento del nombre de Artigas, etideario;.!Ja acción;^ las, * realidades de ¡. la; década?* anterior.Cuota de-sacrificio^que,se aceptó, •. para [la, consagración delos ,ideales jpatrióticp-proyinciales que.« pudieran encauzarse.

( • • < } ' ¿ ' - . ' r : : • f i • > . T .'•' t ' v . j L _ V ( > . - ; , o . i ' f ' > •! . , ; *í"»t >"]<.•'< n * v . j . ' t í j : j ' ¡

..(,{:fEn'consecuencia, con¡ sus.-.propósitos/^evidencia .asimismopreferencia1. por r lps r éxitos.] militares'••y/ifi\ .espiritu-.de ordende -la (/revolución-oriental.r,; EnL tanto ¡j q u e . silencia., (podrápensarse, en la ,brevedadf:de,;sus .páginas?),, la 'trascendenciade ¿las .declaratorias, de «'la 'Flpridaí del 25 de Agosto, en-i loque no, interese - a (sus propósitos,, unitarios:,-,, >:,;-.T» Ifi.'-v

KP.dríai llamarse., su; credo ,periodístico,..aparececlaramente manifestado en sus números 4 y .23.-,'(14): Enubicación de defensa de sus postulados, libertad de prensa,crítica ,y censura, [erijlíneairde equilibrio-,-moderación, "niministerial,^ni opositpriaV.-,".->las;,buenas costumbres,de unpueblo civilizado piden que un periódico sea un conductorhonesto de la ilustración, y no un canal indecente de laspasiones del resentimiento."

• ( Aur/srs¿3. / . :ri¡/¿;/io vnDíaz planificó su periódico en secciones de Política, Va-

riedades y Noticias Generales, que mantuvo al compás de los.acontecimientos; la^ayuda, de,¡sus colaboradores¡.fijosiiV ¡ espon-táneos, remitentes,*)el! espacio disponible, Jas preferencia-^de

\13) Esa composición de lugar anti .Artigas ,se ofrece desde ,sir jpri-

mera página y artículo, en los números 1, 5, 6 y 7.'• • , • : • > , r •_ ) !< t j j n f i ' . I * ; " f . ' U í > " ' t ( , r Ú i <>'• t i , 1 • ? • / ' . • O " * l ' ; T , ,14) N? 4, 30. junio artículo ,'Papeles ministeriales, opositores .. ,p.

I | ' 1 J l ' 43 'W T 23Í 17pde •noviembre;'"Ávisodel^Éaitór"' P : ' '287 ' J l j* '' 43 'W T 23Í 17pde •noviembre;'"Ávisodel^Éaitór",' P:' '287.

temas, las urgencias impréntenles, etc.- La insistencia, opor-tunidad, armado de secciones, y publicación de los artículosy notas, sufrió ese alea y contingencias. -

Su propósito de apoyo a la causa de los orientales (en suparticular forma e interpretación) fue cabalmente cumplido.-Prueba de ello lo constituyen los títulos de sus artículos, enlos que priva la información y la opinión conducente al ob-jetivo proclamado, tal como lo destacan los índices aquí ofre-cidos. Prácticamente en todos sus números estuvo presenteese interés por la Banda y la Provincia Oriental, el estímuloy el elogio de sus hombres y triunfos, la significación de suestrategia y economía rioplatense, etc-

La Banda Oriental, la actividad legislativa nacional yprovincial, la forma y bases constitucionales a adoptar la crí-tica federal y unitaria, la guerra en ciernes, el ejército y lamarina en formación, las victorias patriotas, recibieron aten-ción preferencial.- Sin olvidar los temas de su convicción libe-ral, la justicia, las cárceles, la pena de muerte, el juicio porjurados, la cultura, la universidad, el teatro,, la asamblea dePanamá, la "ciencia sublime" de la economía (exportaciones,importaciones, bancos, permuta de fondos, empréstitos, papelsellado, crédito público, puertos), etc.- Ni sus pintorescos diá-logos, e himnos en portugués, sus fábulas y su inconclusa"Mixtigocia", en irónica apreciación del momento histórico.interplatense.-

En calibre y diapasón evaluatoria de los temas, segúnsu criterio, convicción, interés, preocupación, y propósitos.-

IV) DINÁMICA. ESENCIAL

Al iniciarse a la vida periodística EL PILOTO ya ha-bían transcurrido cincuenta días del desembarco de los"33 Orientales" en el Arenal Grande.- Tuvo oportunidadde sumarse a la serie de colegas anteriormente citados, quea su manera; apoyaban tibia o cautelosamente, encendidao entusiastamente su causa.

El periódico recibió de inmediato el saludo de su com-pañero de imprenta EL ARGENTINO, que lo recomendó

— X —

a sus' lectores y "a todos los hombres que amen la libertad yla ilustración. Sus conceptos, sus lenguajes, y sus opinionesson dignas del pueblo en que escribe- para nosotros él prome-te la esperanza de que será imparcial, de que su guía és la ra-zón - Es preciso que traten de. sostenerlos los hombres li-bres y los orientales, cuya defensa se propone sobretodo"(15) Recomendación y cumplido que agradeció de inmedia-to, bien dispuesto y pertrechado para cumplir sus fines.-

EL PILOTO desde su iniciación fijó su' posición cons-titucionalista a realizar en forma lenta y prudente, sinapresuramiento y con estudio, lo que aun no había estadoen la preocupación de EL NACIONAL-"con toda su lógi-ca", ni de EL ARGOS "con todas sus noticias". (16)

En su primer número comenzó su denuncia contra elartículo sobre la Banda Oriental producido por EL NA-CIONAL en su N? 24 "que tiene por objeto patentizar lahistoria de los servicios que la administración de BuenosAires hizo en favor de la libertad de aquel país en los cin-co años que corrieron desde la disolución del estado hastael día, pasando en silencio, los tres que habían corrido del17 al 20, antes de aquella disolución..." que calificó deinexacto en las épocas, en los hechos, y en los medios, "enhonor a la verdad ofendida", cerrada defensa de sus na-turales y exhortación a que se detuviera esa • explicación quésu colega había iniciado en el N° 22 del 19 de mayo, pu-blicando el MEMORÁNDUM presentado por José Valen-tín Gómez en nombre del Gobierno de Buenos Aires ante

el departamento de Relaciones Exteriores de Río de Ja-neiro.

A la vez anunció "la reunión de los diputados electos pa-ra formar la Sala de Representantes de los pueblos libresde la Provincia Oriental, que habría de nombrar sus re-presentantes ante el Congreso General de la Nación.-

Tal la plataforma proclamada desde el primer instan-te, e indeclinablemente sostenida hasta su postumo -N° 33.

15) EL ARGENTINO N<? 24, sábado 11 de junio de 1825, p. 435.i ' • •

16) EL PILOTO N9 1. B. Aires, 8 de junio 1825. Artículo "Con-greso Constituyente".

— XI —

Se incorporó en consecuencia en ese momento, un verdade-ro puntal para-la causa de los "patrias", que sirvió de arie-te eficaz para animar e impulsar las decisiones políticasnecesarias que coadyuvasen en su favor según se ha destacado,-

En su polémica con EL NACIONAL, llegó a calificarcinn "imprudente", "impolítica y falsa narración de lossucesos" de 1822 y 1823, basada en la versión del "Memo-rándum," y del gobierno provincial porteño de entonces"cuando unos estápamos contando responsos; andaban otrosperdiendo, el tiempo en las estrellas, y otros iban a la escue-la, él exponía su vida, no por la Galicia, sino por la liber-tad de este estado de que EL NACIONAL y EL PILOTOgozamos, y de que es decente no abusar con ingratitud".Encendida autodefensa, e irónica acusación a los tres re-dactores de aquel, en especial al Dr. Agüero, posible autordel mismo. En la que se señalan olvidos de la postura an-te la invasión portuguesa, y la utilización del mismo len-guaje de los lecorianos en la Provincia Oriental. "En bocade ellos era una traición, en la vuestra, un sacrilegio." Yse defiende la actitud de los comprometidos en los movi-mientos fracasados de 1822 y 1823, entre los cuales Díazse había encontrado.

Sólo una vez aparecido el N9 8 puede señalarse docu-mentalmente la comunicación entre Antonio Díaz y JuanAntonio Lavalleja. En los días decisivos y finales del mesde julio de 1825, aquel le escribe por vez primera, felici-tándolo por su empresa libertadora y deseándole su coro-nación exitosa. "Yo nada puedo ofrecer a V. por que mi .utilidad es muy poca, y yo sería mal soldado para una em-presa tan valiente como la que V. va siguiendo y lo que V.necesita por ahora son buenos guerreros". Tampoco puedodar consejo a quien ciertamente no los necesita, porqueen el ramo de la guerra, particularmente de la que convie-ne hacer en esa campaña, me persuado que nadie puedetener mejores ideas que V. mismo en toda la América -(es-timable elogio de militar a militar)- y sólo me limitaré aadvertir que cualquiera que sean las apariencias que pre-sente éste Gobierno respecto a auxilios V. no pierda oca-sión de batir al enemigo toda vez que pueda hacerlo, sinconfiar jamás de la realidad de aquellas, pero sin perjui-

— x n — .

ció de sacar todas las ventajas posibles de aquella' disposi-ción con que éste Gobierno se presentare." (17)

Estímulo a la actividad, que en bien próxima ocasiónhabría de poner al pie de la práctica y de la letra, ante laperplejidad de la planificación ministerial al respecto. 'Paraconcluir: "Como yo no puedo hacer a ese País ningún ser-vicio de importancia a pesar de mi buen deseo, por no de-jar de hacer por él lo posible, me" he contraído a escribirsemanalmente un Periódico que, bajo el título del PILOTOtiene por objeto promover los intereses de la Banda Orien-tal, y animar la Guerra Nacional contra el Imperio, reco-mendar el orden y elogiar el que felizmente reine bajo ladirección de V. ""Reiteración, pues, del contenido apareci-do en las ya casi centenar de páginas de -pequeño formatode su publicación. Sin alusión directa a uniones, incorpo-raciones e integraciones.-

Entrado agosto arrecia su' campaña: "La voz desfalle-ce de tanto clamor en vano, ty el eco solo responde vaga-mente como el del esclavo del monte jura en el desierto...cuatro meses hay que los orientales se. sostienen con tresmil hombres, contra todos los recursos del imperio". (N9 9,4 de agosto) "Todos los periódicos han hablado de la ne-cesidad de recuperar ya la Banda Oriental, y algunos hanprobado la urgencia de la guerra de un modo incontesta-ble, todas las sociedades se ocupan como el más privile-giado para el interés y el honor nacional; todas las opinio-nes están de acuerdo en el deber y en la ocasión de escar-mentar al usurpador de la Banda Oriental. (NQ 11, 18 agos-to) Prédica en la que cuenta como principal aliado a ELARGENTINO, con su misma combatividad y pasión.- Talvez al margen del manejo de Trápani, Muñoz y Gomenso-ro con el ministro de gobierno Manuel García, y tal vezalgunos legisladores de la mayoría, para llegar al mismoobjetivo, por los característicos procedimientos de la di-plomacia, carioca de 1816. Que haría decir a Trápani en suhabitual correspondencia con don Juan Antonio Lavalle-ja:" ...deje hablar al tal PILOTO y al tal ARGENTINO,

17) REVISTA HISTÓRICA, tomo XI, N<? 31, documento 197, pá-gina 1389. El N? 8 de EL PILOTO salió el jueves 28 de julio1825.

— XIII — .

cuyos periódicos, tal vez con la mejor intención, nos hacenun daño grande." (B. Baires, 20 agosto 1825).

Para proclamar enseguida (al margen de las preocupa-ciones que ocasionaba su entusiasmo): ""Al fin han empe-zado a moverse por todo el territorio argentino los hombresy los elementos para la guerra; las tropas destinadas al Uru-guay van marchando a su destino."" (N° 12, 25 de Agosto).

No es preciso seguir en la indicación de las sucesivasetapas de opinión e información, pues prosiguió enfrascadocon tenacidad e insistencia invariables, en sus planes, has-ta presenciar la concreción de sus aspiraciones -triunfosorientales de Rincón y Sarandí mediante- a través de lasdecisiones del Congreso, la lenta formación del EjércitoNacional que habría de colaborar con aquellos patriotas,y la inminencia de la guerra, determinada por el cambioforzado de la actitud ministerial. (18) Aunque Antonio Díazseguiría vigilante los pasos de movilización y ajuste delejército de Martín Rodríguez sobre el Uruguay, publica-ba las proclamas provinciales y nacionales militares queindicaban la nueva posición y literatura guerrera para conlos orientales "vanguardia" en la "guerra sagrada", recor-daba la victoria del Cerrito en ,1813, de la cual había sidosufrido protagonista, que le hacía establecer paralelo y se-ñalar: ''Los vencedores del Cerrito, los que rindieron aMontevideo y cuantos sobre el territorio oriental han con-sagrado a la libertad sus sacrificios, son hoy particularmen-te provocados a la lid contra los nuevos tiranos. "(N° 29, 31diciembre 1825).

En la corta vida restante, principió 1826 dando cuentade la deelararción de bloqueo del vicealmirante Ferreira Lo-bü y objetándolo según el derecho público, ofreció la seriede leyes producidas por el Congreso General Constituyente,autorizando al Poder Ejecutivo para resistir las agresiones delemperador del Brasil. (N° 30, 2 enero 1826) Su número 31,

18) El lector puede hacerse una visión panorámica del proceso pe-riodístico en general, consultando la publicación del prologuistaindicada en la nota l._ Simultáneamente podrá superar los de-sajustes que fallí se han deslizado en el ordenamiento de fichasde EL PILCHTO, en especial ¡os corre; 'pondientes a las series do-cumentales 121 (ensambladas) y 130 (entremezcladas)t efectuan-do el cotejo de ésta reedición.

TTV

además, del estudio de la posición adecuada a ocupar por par-te del Ejército Nacional al penetrar en la Provincia Oriental,dio la información importantísima, ampliatoria en realidad,de la nómina de los veintitrés "33" orientales, brindada porEL ARGOS DE BUENOS AYRES.a fines de noviembre, laprimera completa (hasta ese momento) que alcanzó divulga-ción impresa y estado público. (7 enero 1826)

"Al fin la política del ministerio respecto a los negociosde la Banda Oriental' ha salido de entre las sombras queantes la oscurecían a nuestros ojos: él ha señalado la sen-da por la que debe dirigirse, y es lisonjero ver que estáde acuerdo con la opinión pública; en ella es preciso quetodos le ayudemos; nosotros lo hemos de hacer segura-mente del mejor modo que nos sea posible, aunque en sunueva marcha haya de sufrir que unas veces lo mortifica-remos con verdades, y que otras lo censuremos por igno-rancia, acaso sin motivo." (id)

En el siguiente transcribió y tradujo la "Declaraciónde guerra" ofensiva y defensiva del Imperio del Brasil al"Estado de Buuenos Aires", justificado con lo que aquelcalificó de "verídica exposición", a la consideración mun-dial, Manifiesto que Díaz apostrofó Ó.& Jabelo que nocontenía un solo período de verdad, ni una línea que nofuera injuria o calumnia. Y denunció la transformación delgobierno imperial en el sofocamiento de la libertad, lamarginalidad constitucional y el ejercicio de la más abso-luta, autocracia. Documental y comentario que agilitó en"Variedades", con la transcripción del llamado "HimnoNacional del Imperio del Brasil", amena serie de treintay cinco cuartetas y ciento cuarenta versos en total, rezu-manetes de ironía y mordacidad. (19)

En su último N9 33, como se ha explicado, salió delanonimato y defendió su honor, maltratado por los arti-culistas de EL NACIONAL. Explicó allí que hacía tiempohabía anunciado a sus amigos la suspensión de su perió-dico (seguramente porque ya se habían conseguido losobjetivos propuestos); a la vez .que, como militar se había

19) EL PILOTO N9 22 de 13 de enero de 1826, traducido del DIA-RIO FLUMINENSE N1? 147 de Río de laneij-o.-

— XV —

puesto a las órdenes del gobierno: conviene que . sepáis,que ni este empleo, ni ninguno de los que he servido enla revolución ha sido nunca solicitado por mí; ni que hevuelto la espalda al Sol que declina (alusión al debilita-miento y caída política del Ministro García), para adorarvilmente al sol que nace; si sabéis algo contrario a ésterespecto, podéis echármelo en rostro con franqueza, asícomo habéis revelado que soy el autor del PILOTO....cuando me puse a las órdenes del Gobierno de la Repú-blica, sea él amigo o sea enemigo mío, fue con conceptode servir a la patria en esta guerra que tanto he aconse-jado, y en cualesquisiera destino que me crea útil, aunquesea con el grado de capitán a que os ha parecido bienrebajarme." (20)

Para rematar con la última noticia importante queinsertó el siete de febrero de 1826 en el suplemento N° 33.-Porque ese mediodía se reunió el' Congreso GeneralConstituyente, y eligió como primer Presidente de lasProvincias Unidas del Río de la Plata a Don RernardinoRivadavia, ciudadano a quien, precisamente, la Junta deRepresentantes de la Provincia Oriental reunida en SanJosé, había elegido con anterioridad (3 de febrero), paraasumir su representación en Buenos Aires.- La informacióndestacaba los treinta y dos sufragantes de la pluralidad,así como los tres que habían votado por las candidaturasde Alvear, XAVALLEJA, y, Arenales, respectivamente. (21)

Un año más tarde, luego de nueva experiencia similarcon EL CORREO NACIONAL, Antonio Díaz ingresaría enel ejército nacional, para pelear, ahora sí, en defensa de laProvincia Oriental en los campos del Paso del Rosario, enla batalla de Ituzaingó.-

20) En su N9 45, B. Aires, 2 de febrero de 1826, el autor del ar-tículo "Ejército del Urugujay" (Dr. Agüero?), aludiendo a. lasuspensión de EL PILOTO y a la presunta propuesta del generalRontíeau de un secretario militar (por enfermedad del coronelIriarte) en favor del "capitán don Antonio Díaz".-

21) La representación de la Provincia Oriental no pudo en conse-cuencia ser aceptada por Rivadavia, y en tal sentido respondió

el ministro Agüero, a la legislatura oriental, el 18 de febrero de 1826.

— XVI

V) EVALUACIÓN FINAL

Surge de la presentación, en forma incuestionable, elvalor e interés de la reedición que se ofrece. En su trascen-der general de lo histórico rióplatense. En lo concreto desu cuota de animación, estímulo y divulgación de los acon-tecimientos de 1825 en nuestro medio, según su panorama,visión y luces. En su calidad de contribución al estudio delperiodismo regional y a la biografía del Brigadier GeneralDon Antonio Díaz. A integrar con el documentarlo e igualesde su contemporaneidad.-

El repaso y revisión de sus piezas olvidadas o desecha-das, al impulso de los enfoques y orientaciones actuales,afirmará y|o descartará, conceptos y posiciones tradicionaleslargamente defendidos y debatidos, y permitirá una apro-ximación histórica más ajustada a su tiempo, espacio y verdad.

Profesor FLAVIO A. GARCÍA

XVII

A continuación se inserta la carta del luego Bri-gadier General don Antonio Díaz, fechada en Bue-nos Aires el 25 de julio de 1825, existente en el Ar-chivo del General don Juan Antonio Lavalleja (ArchivoGeneral de la Nación, de Montevideo).

Dicha carta fue el germen de esta publicación,fue • la que provocó una fructífera discusión de laque surgió lo que hoy es una realidad: la ediciónfacsimilar de "El Piloto". Fue la que nos llevó a latesonera labor por archivos y bibliotecas.

Para la presente reedición se utilizaron los ejem-plares existentes en el Museo de la Biblioteca Nacio-nal de Montevideo, fondo Luis Melián Lafinur, nú-meros 1 al 32. El número 33 y su Suplemento fueronobtenidos en la Biblioteca del Colegio Nacional Cen-tral de Buenos Aires, así como el N9 30, dado que eiexistente en el fondo Melián Lafinur se encontrabadeteriorada. Las páginas 13 y 14 (El Piloto Nc 2)son también de la Biblioteca del Colegio NacionalCentral- El suplemento al Nc 28 se debe a la aten-ción del prologuista, Inspector don Flavio A. García.

Reiteramos nuestro agradecimiento a la Comi-sión Nacional de Homenaje del Sesquicentenario deHechos Históricos de 1825, sin cuyo apoyo no hubie-ra sido posible la realización de esta obra, así comoa los funcionarios de las instituciones citadas por sucolaboración, 16 mismo que a los artífices anónimosdel Ejército Nacional que con su trabajo, desinte-rés y abnegación llegamos hoy a puerto.

El Jefe de la División Historia

Mayor Ángel Corrales Elhordoy

r.

W v r » « o A / ' « * - <»«.- Ar/. V.j • " ' '

L'W " • ',

Sr. D. Juan Antón1? Lavalleja

B.s Ay.s Julo 25, 1825

Muy S.r mió:.Aunque nunca hé tenido, el honorde tratar á V. me tomo la confianza sin embargo de distraer-lo de sus atenciones con está carta que tiene p.r. objeto es-pecial felicitar a V. p.r la empresa, á la verdad heroica enque sé há empeñado p^ libertar á su Patria del yugo indignoen que há gemido. Confió en que el valor y la fortuna leproporcionarán a V. el mas completo triunfo.

Yo nada puedo ofrecer. aV, por que mi utilidades muy poca, y yo seria mal soldado para una empresa tanvaliente como la que V. vá siguiendo, y lo que V. necesitap.r ahora son buenos guerreros. '

Tampoco puedo dar consejos á quien ciertamenteno los necesita, porque en el ramo de la guerra, particular-mente de la que conviene hacer en esa campaña me persua-do que nadie puede tener mejores ideas que V. mismo en to-da la América, y solo me limitare a advertir que qualquieraque sean las apariencias que presente este Govn° resp~ecto áauxilios V. no pierda ocasión de batir al Enemigo toda vezque pueda hacerlo sin confiar jamas, en realidad de aque-llas pero sin perjuicio de sacar todas las ventajas posibles deaquella disposición con que este Govn9 se presentare.

Como yo (no) puedo hacer á ése Pais ningún servi-cio de importancia, á pesar de mi buen deseo; p.r no dejar

de hacer p.r él lo posible, me hé contraído a escrivir sema-nalmente un Periódico q.e bajo el titulo del Piloto tiene porobjeto promover los intereses déla Banda Oriental, y animarla guerra Nacional contra el Imperio, recomendar el orden yelogiar el que felizmente reine bajo la dirección de V.

Yo me consideraré bastante satisfecho con saberque mis débiles esfuerzos puedan contribuir en algo ala li-bertad de esa Provincia, y que los orientales cuenten eri miun amigo verdadero y consequente.

Deseo ver a V. quanto mas antes coronado con eltriunfo, y que tenga el placer de verse premiado con la gra-titud de los Pueblos Orientales dignándose aceptar la consi-deración y affto.

Deeste su atento Servidor Q B S M[firmado] Antón9 Diaz

RD.

Como considero que otros amigoshabrán dirigido a V. los 8 núme-ros q.e han sabido del Piloto hastala fha. emito el hacerlo yo en estaocasión.

[A la vuelta de folios 2] Al S.r General D. Juan Ant?Lavalleja

Banda Oriental

ÍNDICE CRONOLÓGICO DE TÍTULOS

EL PILOTO Buenos Aires 1825 - 1826

N? 1. Junio 8 ' PáginaBANDA ORIENTAL - 1CONGRESO CONSTITUYENTE • 5FEDERACIÓN. 6EL NACIONAL • 7LIBERTAD DE CULTOS - 12NOTICIA OFICIAL 12

k ' :1 Miércoles, Junio 15

CONGRESO GENERAL 13DIALOGO ENTRE JUAN VI Y SU MINISTRO 16ECONOMÍA POLÍTICA ' 18LIBERTAD DE CULTOS 20EL ARGENTINO 24NOTICIAS 24COMISIONADOS Al, PERÚ 24

N? 3 Jueves, Junio 22 :

BANDA ORIENTAL ' 25GUERRA NACIONAL 27AL NACIONAL 31SOBRE LAS BASES DE LA CONSTITUCIÓN 34NOTICIAS 38

• COMISIONADOS AL PERÚ 36N" 4 Jueves, Junio 30

GUERRA NACIONAL 37PAPELES MINISTERIALES; OPOSITORES 43VARIEDADES 41BANDA ORIENTAL 46POLÍTICA 47

Sobre la interposición de una potencia extranjera con lacorte del Brasil para que restituya la Provincia Oriental

N? 5 Jueves, Julio 7-POVINCÍAS DEL RIO DE LA PLATA 49PROVINCIA DE SAN JUAN ' 52BANDA ORIENTAL 53LIBERTAD DE CULTOS • , 5 4ARGENTINO 58TEATRO , \ 59

_ XXV — •

N9 6 Jueves, Julio 13 " ' "

CONGRESO GENERAL ' 6 1ADMINISTRACIÓN DEL RAMO DE GUERRA 63RENUNCIA DEL PODER EJECUTIVO NACIONAL 66OTRA RENUNCIA , 68DEPARTAMENTO DE GOBIERNO 69Inviolabilidad derecho de culto 69BASES DE LA CONSTITUCIÓNANARQUÍA 71BANDA ORIENTAL 73Estado de las fuerzas imperiales 74DEPARTAMENTO DE RELACIONES EXTERIORES 74OBRAS DEL PUERTO \ . 7 5NOTICIAS 76AVISO

N9 7 Jueves, Julio 21 T .

PROVINCIAS DEL RIO DE LA PLATA - 77GUERRA NACIONAL 79BANDA ORIENTAL " 82VARIEDADES 83NOTICIAS • - . 8 4

N9 8 Jueves, 28 de Julio

GUERRA NACIONAL 85OBSERVACIONES SOBRE EL DECRETO DE RECLUTA-MIENTO . 88DIPLOMACIA 89REMITIDO 90Orden general "del día 21 a la Escuadra Imperial.BASES DE LA CONSTITUCIÓN .. 92Continuación del Diálogo entre Juan VI y su ministro. 93DEPARTAMENTO DE RELACIONES EXTERIORES 94CONTESTACIÓN • 95

Ñ? 9 Jueves 4 de Agosto

IRRUPCIÓN A LOS ARAUCANOS 97ALTO PERÚ . 99DIPLOMACIA 101ECONOMÍA- POLÍTICA 102INGLATERRAESTADOS UNIDOS •; 103BANDA ORIENTALBENEFICENCIA, PRISIONES , ' 105

; GUERRA NACIONAL ' 106• MINISTERIO DE MARINA , ' ' 107

REMITIDO . . ' • io8*.: PREFACIO 109

— XXVI —

N? 10 jueves 11 de Agosto • • '

GUERRA NACIONAL 113POLÍTICA . 117PRISIONES " 118REMITIDO 121

N9 11 Jueves, 18 de Agosto

BANDA ORIENTAL ' ' 125MINISTERIO DE LA GUERRA Y MARINA 129DIPLOMACIA 130PINCHEIRA 131COMUNICADO TEATRO 132VARIEDADES • ' • 335REMITIDO 336OTRO

N1? 12 Jueves, 25 de Agosto •

POLÍTICA 137Consideraciones Generales . • 137PRISIONES 140LINEA DEL URUGUAY 144COMUNICADO ' ¿45VARIEDADES . 146

' NQTICIAS • • * • 148MONTEVIDEO • 148AVISO 148

N9 13 Jueves1, 1 de Setiembre

AVISO ' ' . "MINISTERIO DE MARINA 148RANDA ORIENTAL ' 151VARIEDADES • ' 152REMITIDO 154.CONTESTACIÓN

N^ 14 Jueves, 8 de Setiembre

BANDA ORIENTAL " 158PRISIONES ' , 159ASAMBLEA DE PANAMÁ 162NOTICIAS • - 164.REMITIDO • ' 165TEATRO ' 166

x OTRO 169REPÚBLICA PERUANA 171SAN JUAN ' 172EL CAUDILLO PINCHEIRA 173COMUNICADO _ 174

— XXVII —

N<? 15 Jueves, 15 de Setiembre • •

ALTO PERÚ 177SOBRE LA FORMA DE GOBIERNO -, 178MARINA ' 181LINEA DEL URUGUAY 182NOTICIASCOMUNICADO-TEATRO ' 183

N*? 16 Jueves, 22 de Setiembre

ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA 189ALTO PERÚ 192INSTRUCCIÓN PUBLICA 194REMITIDO 196Proyecto de habilitación de puerto para la provincia deBuenos Alires 197REMITIDO 198BANDA ORIENTAL 199PRISIONES • 200ASAMBLEA DE PANAMÁ 201

>C REMITIDO 2Ü3*?' COMUNICADO-TEATRO ' 202

VARIEDADES ; 203EL PILOTO . , 2 0 3

N? 17 Jueves 29 de Setiembre : " •

AVISO OFICIAL ' ' : • 206BANDA ORIENTAL ' " P 208

. IMPORTANTE 208Artículo de carta de Bolívar 208PROVINCIA DE CÓRDOBA 209Proclama de Bustos.ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA » 209PROCLAMA-DE M. RODRÍGUEZ , - 210COMUNICADO-TEATRO , 21J

• INGLATERRA " " 2 1 3REMITIDO 215

N$ 18 Jueves, 6 de Octubre - ,' ';

REPÚBLICA PERUANA"El Sol del Cuzco" . ' • ' 'T 217Debates en la Sala de la Provincia , 220LINEA DEL URUGUAY , 225DIPUTADOS ORIENTALES AL CONGRESO 22fi

• ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA 227BANDA ORIENTAL , '229COMUNICADO t 230OTRO - 2 3 0OTRO 232

* ; OTRO _ , ' ••

— XXVIII —

N1? 19 Jueves, 20 de Octubre

OBRAS DEL PUERTO. Remítelo. '. 233PENA CAPITAL . . 236GUERRA NACIONAL 240BUENOS AYKES 242Libertad de cultos : 242REMITIDO . 243VARIEDADES - 243BANDA ORIENTAL 243

Suplemento al PILOTO N? 19 Buenos Aires, 21 Octubre.

N<? 20 Jueves, 27 de Octubre •

BANDA ORIENTAL • • 245DIPLOMACIA • 243'GUERRA NACIONAL 252

N9 21 Jueves, 3 de Noviembre

PODER EJECUTIVO NACIONAL 253CALCULO POLÍTICO Y MILITARRELATIVO A LA POSICIÓN ACTUALDEL EMPERADOR DEL BRASIL Y DELA REPÚBLICA ARGENTINA REMITIDO. 256DIPLOMACIA 258GUERRA NACIONAL 201VARIEDADES 264

N9 22 Jueves, 10 de Noviembre

MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES 263PROVINCIAS DEL RIO DE LA PLATA 268ECONOMÍA POLÍTICA . 270VARIEDADES 271EJERCITO ESPAÑOL 273ASAMBLEA DE PANAMÁ , 274BRASIL . 274BANDA ORIENTAL 274REMITIDO -Correspondencia interceptada 275

23 Jueves, 17 de Noviembre

REPRESENTACIÓN • NACIONAL - . - - . . 277GUERRA NACIONAL ' 280CAMPAÑA ORIENTAL • . 282MONTEVIDEO ,-. , 288

— XXIX —:

VARIEDADES 28 iLADRONES > 284ALTO PERÚ 28,3ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA 285AVISO DEL EDITOR 283

H? 24 Jueves, 24 de Noviembre

REFRESENTACION NACIONAL 290EXPLOTACIÓN ¿9JADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA 291REMITIDO. CORRESPONDENCIA INTERCEPTADA 295PERMUTA DE FONDOS 297BANDA ORIENTALProclama de Lavalleja ' . 299

N? 25 Jueves, 1 de Diciembre

AL EDITOR DE LA GACETA DE CHUQUISACA 301EMPRÉSTITO NACIONAL 302ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA. Remitido. 305REMITIDO 308GUERRA NACIONAL 309CÓRDOBA , 311NUEVA YORK 312

N? 26 Jueves, 8 de Diciembre

EMPRÉSTITO NACIONAL 313ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA. Remitido. 318VARIEDADES La Mvxltgocia. (sicj 320AVISO A LOS EDITORES DEL ARCOS 324ELECCIONES 3-25BANDA ORIENTAL 328

N? 27 Sábado, 17 de Diciembre •

EMPRÉSTITO NACIONAL " 331 (sic)ABUSO ESCANDALOSO ' 322 (sx)VARIEDADES La Mixtigocia 331CRÉDITO PUBLICO : 332

N<? 28 Sábado, 24 de Diciembre

PROCLAMA DE LAVALLEJA • 333•GUERRA NACIONAL " 334REMITIDO 339PROYECTO DE UN BANCO DE HABILITACIÓN 340BRASIL 34].REPRESENTACIÓN NACIONAL 343VALOR DE LOS FONDOS EXTRANJEROSEN INGLATERRA

— XXX _

EN INGLATERRA . • J ' ' ' 346MINERALES DE FAMATINA .• . 345

• " REPÚBLICA DEL PERÚ , . 347BUENOS AIRES 347MINISTERIO DE LA GUERRA 347

- MONTEVIDEO ' 347" VARIEDADES. Fábula Troyana. 348

—Suplemento al PILOTO N9 28

N<? 29 27 de Diciembre

REMITIDO. Incorporación de Brown. -.,• - ' i

N? 29

PUEBLOS DEL RIO.DE LA PLATA.. > ,.GUERRA NACIONAL , " ' 349PROYECTO DE BANCO DE HABILITACIÓN.Continuación ' 353SEÑOR EDITOR DEL PILOTO , • 355COMUNICADO ' . 356LINEA DEL URUGUAY . 357REMITIDO. Papel sellado. . 361CONGRESO GENEBAL CONSTITUYENTE 362DECLARACIÓN DE BLOQUEO " 363MARINA • 36431 DE DICIEMBRE 'AVISO .

N1? 30 Extraordinario . ' , !

MANIFIESTO DEL COMANDANTE DE LA''ESCUADRA IMPERIALPREGUNTAS AL PEREGRINO DOCUMENTOLEY DEL CONGRESO GENERAL CONSTITUYENTE

N<? 31 Sábado 7 de Enero de 1826

LINEA DEL URUGUAY ' 365PARA LA HISTORIA. "Relación exacta de los 33." 367MENSAJEROREMITIDO 368SEÑOR EDITOR DEL PILOTO. Respuestas sobreel papel sellado 369DIPUTADOS AL CONGRESO 374GUERRA NACIONAL ; 375

W 32 Sábado, 13 de Enero

EXTERIOR : ' • S7 7

_ XXXI —

Declaración de guerra de la Curte delBrasil contra la República ArgentinaVARIEDADES 388"Himno Nacional del Imperio del Brasil"BRASIL • 390REMITIDO. Papel sellado. 392AVISO .ESCUADRA NACIONAL

N9 33 Lunes, 6 de" Febrero

PODER EJECUTIVO NACIONAL 393Ley de 'instalación del Poder. Ejecutivo,Nacional. -OTRA 394VARIEDADES . 396A los Señores Editores encargados actualmente de ' "llenar las últimas páginas el Nacional" 396MOVIMIENTOS DE LA'ESCUADRA 398REMITIDO 399PROYECTO DE UN BANCO DE HABILITACIÓN 401Repite el remitido de "Un Americano",publicado en los números 28 y 29PAPEL SELLADO 404

—S-iplemento AL PILOTO . N1? 33

PRESIDENCIA DE LAS PROVINCIAS UNIDASDEL RIO DE LA PLATAVOTACIÓN realizada en el CONGRESOGENERAL CONSTITUYENTE en favor deBERNARDINO RIVADAVIA como PRESIDENTEDE LAS PROVINCIAS UNIDAS DEL RIO DELA PLATA

•xxxn

ENo. I.—HUESOS AIRES. M"S\O 8 DE tn?.5.

Jfarcartmn$ la roca, y uutñ-tratvu el peligro rtevmrkln a tutUt de nue*trn nn>e.

Este periódico no pertenece alo f¡nt se llama Ministerial ni a lo t/ntse entiende por O|>o*ir¡on. No es enemigo He la autoridad que go-bierna con arregló á la h¡f ; pero aborrece el ahut>o del poder 1/ /// ííra-n'm de «no tanto como la /¡renda de muchos. Ellos son sus principios,Üi,faltare Ó dios, la imprenta és libre, y tos tribunales están f U

BANDA ürtIKNTAL

La pro%'incia Orimlnl ilel Rio <le la Pinta condenada,por su localidad á sor <*l blanco de la envidia de uiwi na-ción que le avocíndó el acaso : destinada por su posicióngeográfica, y por los fnvoreR de la naturiiU'Za a ser una delas ina< ricaa y íéliers; y dispuesta por el carácter dV susnatumloH. por sus habitudes y amor á la libertad á dar mo-tivos di* admiración, no será ciertamente la qur contribuyacon llenos materiales a la reunión (|ue el bisloriadpr re-c ja para tos anales,do nuestra revolución.

Valientes en 11 guerra, constantes en la fatiga, faertesen la-adversidad, y capaces de los mas heroicos hechospara conquistar su independencia, los orientales despuésde cuatro años de sacriucios se hallaban en 81 I libren desus antiguos opresores, y en aptitud de entrar al goce deIu3 derechos, cuya posesión era el objeto de sus al'aued.;l*or que fatalidad este pueblo, digno por tantos títulos de.ios bienes de. la libertad, Vio malogrados su.-* est*urrzt>3para conseguirlo? ¿Por que dejó entonces de organizarsebr¡tjo los auspicios de la paz en unión <le las demás pro-vincias, ó du olro modo: y dio lugar á que ese extranjeroquo boy la oeupa se gozase tantos aftos en el fruto de MIusurpación? j Por qué? los prelcitos mismos con ipie i-Iusurpador ha pretendido encubrir el escándalo respondená esta cuestión. 'La provincia Oriental h.ibia dado ungran paso hacia su felicidad : era libre; poro, es pcvewo

2d.*p¡r toda IR verdad p^ra no rolvex-R en^nOtnio*'; no esbastante recobrar la libertad para ser feliz, porque n<>puede serlo mí pueblo que no sabe hacer, ó tolera qu* sebajea mal uso de ella. L i escuela de la adversidad debehaber dado lecciones muy saludables que fnrmtMi la remitíde conducta de lo«* hombres que hayan de aparecer en lanueva escena, y su acierto tnl vez consiste, cu ño apartarlos ojos de aquellos cuadros, cuya realidad pueda recor.dar objetos de dolor; porque las lepi-io'ies de la experien-cia si; pierden lacilmeule con los nlha^os de la prosperi-dad. El f*i!nto que se propone indicar loó medio-» porquedebe loiiducir^e el pueblo oriental en la reconquista deMI-, derechos, d' jnr ia ¿u pían imperfecto si omitiese el rr-curnlo de los medios con que se inutilizan los esfuerzosdel patriotismo, derramándole en vano la sangre-de. lo-*hniDbrus; y los ejemplos pura su doctrina serán tomadori l t i |»iiis misino a cuyo bien se consagra.

(Ciertamente; no hay un rio en la Bíind » Oriental"queno híiyíi l lrr iulo en sus corrientes sanare de lc»s ilelViisorcs«le. su Mbeiiad, ni hay cerro ó llanura que no haya sidounido de t i la. • Que snerifirios pueden hacer lo« hombre»fpie !<H oriintfiU's hayan omitido por sacudir el yuyo de»iis opresores! No: ningún pueblo 'puede lisougnarse deq»it» el patriotismo !c haya inspirado un entusiasmo mas>!ildiiiio, pero todos ¡sus esfuerzos, todas sus rirtudes fue-ron iuociMitrmeute consagradas ft la ambición de un cau-dillo incupiíz hasta de saber aprovecharse <lel prestigióde bu fortuna para evitar que los mil cetros de la anarquí ile disputasen su dominio Uránico: estos triui jftrou al .fin,y la provincia Oriental quedó borrada de la lisia de lospueblo? libres. No lo disimulemos. Las falanges bárbarasde Atila (|ne la hi>tória nos refiere no hicieron mas estra^

la- regiones que talaron, que los que hizo elqnieo sobre los pueblos orientales en los H<j*

afffs qiic corrieron tiende la doiuinacion de un rey tirano,a l a de un rey usurpador.

rero hay una verdad importante que ep pre<riso recor-ilar. La provincia Oriental no estaba- perdida aun cuando

3un caudiUo inepto *\n mtis sentimiento* q«ip p] do IR am-bición, siti talentos para conducirse, sin recursos ni jr^i.iopara producirlos podía dirigir anárquicamente una porciónde hombres sin otro sistema que el do U tolerunct.i detodos los excesos en cambio del goce de un dominio ab^o.luto. Kstn extremada desviación de principios, rstti siiua-cio i violenta, v por lo mi-mo tan insubsistente como eracrítica, podría conducir al cuerpo político ha-*U el últimoprado del delir io: p:-ro el delirio de la annrqnli no es hmuerto de. la esclavitud. Cuntido en un p:»is I;» masa Ir*sillo cu su mayor parto ni;¡lad:t por l:is convulsiones deidesorden; cuiuilo In mayor y la inejiir porción de.un pue-blo ha ¡sido atormentada con 1.4 anarquía; cuando ^us ¡igen-tes lleiran á su vez a ser víctimas de sus mismos princi-pios, entonces elln corre á su término: porque lo« bom-bres no sou indii'crí'iitet? á. las lecciones terribles, y ellosal tu i adquieren * 1 ^onveneiiiiiento de que la libertad, elorden y la felicidad pública no pueden fundarse niño so.bre la justicia y la razón. Kilos ven qu" sus derechos solonon respetados bajo l.t protección de la fuerza común, yno ni arbitrio de uno ó de cien caudillos.

La provincia Oriental no miaba pprdida repetimospor mas que se baya querido alguna vez persuadirlo: clincorría, es verdad, rápidamente á Hit esclavitud cuandodesprendida de hecho del todo a que habia pertenecido.y llevando ya por lo misino el principio de conjunción,no ofrecía sino la imagen del caos: cuando su«= puertos sohallaban desiertos como el Océano por falta de orden, deprotección y de leyes: cuando sus pueblos estaban aban-donados por falta de seguridad individual: cuando loscampos destinados á la labranza estaban cubiertos de es-pina?, las estancias yermas, los tribunales sin ju-ticia, elerario desconocido basta de nombre : cuando el gele óv.los orientales rdiücaba el pueblo del Hervidero osjrl^-»brazos de los mejores propietarios padres de familia:cuando el terror era la orden deldiá, y el capricho h úni-ca ley del cstudo: cuando la población estaba dividida enhombres armados vin err «oldados, v cu alirunos rcciihis

4tí todos los tormentos de la anarquía. Lu

pnn i ic ia en tin tocaba á su ruina cuando D. José Artigaspodía, con sacrilega irónia. Mamar patria á aquel desierto,a í-ijfí habitantes ciudadanos, y á sus principios libertad.

Tocaba á su ruina: •*». poro no estaba pérdida. Ella em-pr/aha á dejar uV existir desde que su inexperiencia ysus errores midieron hacerse entrar en la balanza deldéspota causador de ellos, desde que sus desentejas nopudieron inspirar ya el sentimiento de salvarla sino el decompadecerla; y estaba perdida desde que la corte delBrasil pudo entrar ú hacer también «I papel de compasi-va, y ocupar impunemente un territorio cuya independen-cia no habia en los regí-tro* de la repreheutae.ion nacio-nal ningún acto que acreditase su sanción. Esta usurpa-ción escandalosa está acompañada de algunas circonsiiri-cias posteriores que no es á nosotros sino ú la historia áquien corresponde referir.

Enüu> los pocos orientales qué se decidieron por la cau-sa deiusurpador en los momentos de su incursión, cree-mos que hay algunos, ó tal vez IH mayor parte, que lo li i-cierou de buena ié, persuadidos que no era posible ya. re-generar su patria cuando s:i lórluna iba á caer en m¡;-nos de su rival. Kilos ut> conocían ciertamente el poderde un pueblo que está en la aurora de su libertad. Eltí'i'nmt't que ellos decian inevitable ya de la anarquía á la cs-rfavifud, puede experimentarse alguna vez y sin remedioen una república que haya pasado por todos Ion gradosde lelicidad. á quien sus glorias hayan arrastrado á la cor-rupción, y que 1,1 guerra civil y la anarquía vayan al fin á{litigar en MI dff:r¿pihid aniquilando en ella el sentimien-to ya débil de la libertad y la independencia: un puebloque haya pasado por talen i ¡siciludes, podrf: acaso comoKotna, no hacer votos por los buenos días de su libertad,y solo por los de uua'quietud indiferente. Pero los pue-blos que no han tenido lugar aun-dc. gozar aquellos hiene3

> picrdcii.'-asi MIS sentimientos i ¡ sus esperanzas de reco-nohrarlos. Kilos hacen lo que Ion nri^utali s están haciendoíOiiducidos por vi inmortal Luvalleja/y es de esperar que

scoronen eus heroico? hecho* con el sublime ejemplo deperdonar el extravio que la inexperiencia ha causadoá alíanos de sus conciudadanos.

CONGRESO CONSTITUYENTE.

¿ Que forma de gobierno conviene mejor á las provin-cia* del Uto de la flota ? La comisión encargada delproyecto de constitución ha propuesto á la Sala quesobre aqtiel punto se consulte la.voluntad délos pueblospor medio de sus representaciones provinciales.. . V vedahí lectores un problema, cuya solución es algo mas difí-cil de lo que la proposición parece. Ved allí un puntoque siendo de los mas importantes por ser la bnse de laobra que afirme l'< felicidad de los pueblos, que destierropreocupaciones é inspire confianza a cada una de las par-tes di-1 todo no ha sido profundizada ni por el Nacionalcon toda su lógica por el Argentino con todo su coraje, nipor el Sirgos con todas sus noticiad. ¿Sera que estos órga-nos de la opinión pública esperan que ella se pronunciepara explicar luego su doctrina? Pero como ha de pro-nunciarse aquella si los publicistas no sallan. & la arena.¿ Será, que vacilen al ver que en una provincia se cometeun error, olro en otra, y se pública un extravagante bandoen otra? Si es por algunas de estas razones que nada tie-nen que ver con el problema en cuestión, no hay dudaqu:> los escritores tienen una moderación admirable. ¿Perono sería mejor, yo sería digno de su ejercicio y de un in-leres mas positivo que combatiesen el error donde se pré-senle, que elogiasen el acierto del mismo modo, y diesenen ñu publicidad é ilustración a todo? . . Ellos lo dirán.

Pero el Piloto que está forzado á navegar aunque seacontra viento y marea va á engolfarse en este Océano, ypor ahora aventurará algunas reflexiones sobre la consti-tución que conviene a la república. El examinará con ri-;

porosa imparcialidad en pro y en contra caila una de lasdos bases so1>re que puede rodar la cuestión, y dirá des*pues su opinión francamente; que siempre sen primero

nup H ffno la de 11* provincias, y acaso no, In <\ne desdi*Uuy pueden alguno» e.-per«ir. y

FEDERACIÓN.

El srobi'-rno de los Estados (jimio*, cjin» es sin «fu'rlu' «!•*tn'lus ios tiepuMicnitos ijue han existido el t{ti" mas se liant*#*rcado á lo» verdaderos principios, ota fundad" sohreaipicll.i bise. Ksu- gobierno tienp CÍISÍ 4atito< ;uhnirtulo-re.-> v tiintos par:iJ in-.- romo hay ti losólos y hombres que

b la líbt*ita<l. £1 Punto e± uno il^ ellos, pero él taiiibirn'iirri* que asi como lu-* Komaiios luvieron liastü ol rstrt-Íiijipnto de o»ta Rrpúhlira cu-iros enlusinstas do lo<t.i«

inslituriories ns\ ella de^put^ de bab**r puesto en |»r¡ic-lien lo? principio!* de la representación del purhlo dcsro-noiiila en nqtiellos liempos. v In división <!*' lo^ poderes,couociJi solo imperlVclHine .te, Im excitado una tiurvn yjiiólu admiración, y un eittti.>i¡iiíina tal por «•! t»vlo d«* suobra <pjc en b«ibl;mdose-de consiiluir un p;>U sea la l'olo-iii¡i ó el ilustrado pueblo del \irn>\\ no h\y mts que npli-c trie, <-in o4ro*ex<)inen. la constitución í'edt'ral de K-t¡nlcsUnidos, y allí c*U su fflici.laJ, com:i!i¡uJo> lodo* sus in(<>-rrnes cutí ÜU CIÍUIH, SUS costumbres, su iudiiütrin. su loca-lidad, produccioued, &c. v r^lo se siente mucha-* veces'aunque no todas se di^a. Tan cierto es (pie I.» lilo-olinlidie tainMcii su parle de lauatUnio como lo licué la in-tolerancia.

No se entienda, sin embargo, que osle modo de disciir-rir importa ya una opinión enunciada contra el áísiomaiWJeral por parte del EiHlor. por^ui* pudiera eii^añart-t'el «|.ue tul imaginara. Se ü*alu de rclutbilítur la Nación,de bacer de la Kepública In l'atriu común, y poner sulibertad y su dicha b»jo la guardia do todo*. , Se trepidu«•ti las bases, y el Editor ha de decir su opinión, mas ha<le ser dcsuue* que:-Iwjra presentado <íl prisma por todas

liVolvamos pues á la cuestión y pre^nulcinos & los parti-

darios <lc lu F^lcrucuin del Norte: ¿llubcis rcílcxiomulor

1 •»

l»r»«tnutp sobre 11« enM^s que coucirr^n p-m qu*» 1;» (*"!>«-l i l j ' i o . i de aquellos eMido* *m p¡»rn Hlo- l:i w j o r »«';i--o *pi'í piifde concebir el espíritu human»* ; lUbew re-uVxiomida 'pie el principal y .único ínteres. co-nunes el de11 paz y la ¿(ierra f ¿Qiin c¡id:t uno de lo- K-tados tic l.i:»Jrr:irif»:i iiene su< prmlurcioiies y s»i> iniMli«¡s de IIMIIJH.iri.i -j'ie í»-»i4'iraii su iii|iii"Z-i?. ¿QMC no !i.Tcsii:iii exigir*)il**;rí.*fit#? protcrrioii nims que otros .•* <¿ii;B su lur:ilid;idht-i poutí al iliriijo «I»* i;iV:tsioiif^ *y.w anvinz'-n »» exisleii-v\+f ¿t¿u«í iio siendo vrrino!* de una Nariou polleronacpie euvi lie los favores qiií^ |i»s haya hecho U nn(iirnl*'Xii,ni lema e.l inHujo de f»u-i principios, no neee.<*i(¡ni que \H-ÍiVoütem» de uno sean gn mi idas con eit'nritos inim-roso-íni l»s roblas de otro con grande?* esruidran.* ¿Que lodoócasi ludóesiú en u i p rl'-clo equilibriodcbt<J<> ala iiRlura-lez.» en parte, y" á otrw P.IUÍ ís. hijas del tiempo, y del pro-greso lento de la rnzon m:m bien ((iie. á Ir» previsión de \t*^liotn'ires? Kl partidario de lodo enjuto «elUCe la ifirtgi-nacioti y le parece estar de ncuérílo con los yerd»de>o*»iuter"S(.»3 de la sociedad dirá, que todo lo h i reilexionado,y so decidirá por los principios que en una parie-del aloho-V<Í nplicndod con tan maravilloso sucedo (*rry et íi.ibi-tador de. un simio inmenso que i\o tiene fíi"r3sáS'~p:iM cul-tivar por folla de !>fazos y de industria, qu^ no ítem* tod:U'vi:» riqneza nl^nna.propia, que. reconoce, en fin su debil i-dad y su tniseria, ¿ remjüciará ln» ventajan de la asocia*cio:i por evilnr las p«*(|iifn»s e n r i s q u e elU'dptniude. v<pi*» nunca «lehorfin ser superiores á sus fuerzas ? • Uehu-sara estrechar los laxos y confundir ¿us interese* con i lqtl•» posee innx para reportar las ulilidades que aislado iiopuede conseguir por ahora, y que en necesario para lo-j ; r rio esperar del tiempo lo qui; solo el tiempo puede dar-le? En el siguiente número veremos la cuestión por e-telatió. r

FX N ACIÓN AL.

KTI el iirt:nero 21 de cstP periódico se ha registrado nnarticulo pobre l:i 13 inda Oriental <¡ne tipiíe por objeto pa-

trimzar la historia de los sen icios que la administraciónde Buenoá Aires hizo en favor de la libertad d« aquel p.,¡4

en los cinco anos que. corrieron desde la, disifTurion delestado hasta el día, paaando en silencio Ibs tres que ha-bían corrido desde el 17 al 20'antes de aquella disolución,y verdaderamente, ya que el A o r m W haya creído queeste laudable trabajo era propio del dio, hubiera sido dede.-ear que >e limitase a la justificación* que diré ser supro|MÍsito, sin adelantarse a observar la conduela-de IONhabitante* de Li provincia oriental en el montante que susopresores .se dividieron entre si r¡» el año-IK'J'2. Kstn» ob-servaciones subre ser intem'peslivas en r l concepto dell'itolo carecen de exactitud en las épocas, mucho mas enlos licchos, v sobre todo en lo* ititcrcüey y t-n los mediosponqué so conducían los vecinos di; Montevideo que si»pusieron ul tiente de IÜ opinión en el tiempo ñ que h>ii e

l* i l 1 se Tiallab * d lp p prelación. l*opqiiv, ni el c-t;u1o se Tiallab * di-suelto ylos vínrtilo? de la unión cuantío los portugueses ocuparonla plíi/u do Monlev ideo, ni Tstaba pendiente la negocia-ción en la corte del Brasil oriundo sucedió \n división «Mi-tre portugu^^s americanos y europeos ; ni los 5¡) ó H)0 milpeMis <pio en los vittiim» moinentos se pidie.ron ¡il gobier-no de l'Mieiios Aires debían ir á s;Ui>iacer las nece>idadesilo la divi.^iun de v.iluntarií»^, como el 'jVnríonol a*e«ura conbtí tono ;t la vez do'compasión y majíisierio. Ni esto e*cierlu en nii^nua de sus parles, ni os sufrible quo su opi-iiion íurrteiiiente pioininciado. rospeeto ú la necedad, óliie.ii sea cawl'tr i ih>prwlcvf*a de. lo* oii<:iilales que so pu-biernit ;» la cabeza del sentiini'-nto público pase a*í no mas;• la posteridad acoiirpHliando unos documentos quo ten-drán sin duda IITI lunar cu la historia. ' A esui es :i quiencree el Pihfu que debía dejarse el cuidado que gratuita-'me f • se toma el J\'nrt'ntaL: HM lo manitio?-(a en el J»«"•'nier artículo de e^te número, porque su deber es diri j ir,así como el dn| Aurr'ohnf nacionali/.ar.y de ninguno de nin-bos trastornar la marcha del tiempo, ni desenterrar h» q11*'ha fenecido. Pero como la verdad aparece cmiurntemtnte

l d y nada menos que cu la pluma de. un i

9Dice el Nacional, (después de otras cosas,) tt que ht-

Uíi.idoi»e aun pendiente en la corte del Brasil la negocia-ción para solicitar la reintegración de la Banda Orientalpor ha vías de la razón y del convencimiento sucedió ladivisión entre los portugeses; y que algunos vecinos res-petables de Montevideo creyeron candorosamente a las tro-pas Portuguesas, que les ofrecieron entregar la plaza; yque su candor los llevó a un compromiso que les costómuy caro." La primera de e^tas piernones e6 inexacta,porque la división entre los portugeses tuvo lugar el 10de Septiembre de 1822, y la diputación de Buenos Avrc*salió para el Brasil «ti Julio del siguiente afto. Pero si laprimera es inexacta, la segunda es rigorosamente l'ucomo vamos á probarlo.

La Provincia Oriental se hallaba guarnecida por'mil soldados portugueses cuando la seperarion del Bra-sil de su metrópoli hiao trascendental la división al ejér-cito que ocupaba aquel territorio. Entonces las provin-cias <le Bahia, Pernambuco y Para estaban de^ídentes,la corte del Brasil agitada, y exclusivamente contraída ala guerra contra los pueblos refractarios.

Divididos en la Provincia Oriental los portuguesesamericanos y europeos se presentaban dos fuerzas enhostilidad : u;ia en la campaña de brasileros; otra en Ucapital de europeos. En tal cojuntura no era posible, niconveniente, ni digiio de los sentimientos del pueblo ori-ental permanecer indiferente; y habiendo de decidirseno podía trepidar en su marcha. Las tropas del Brasileran ya los verdaderos usurpadores, y el destino de la di-visión de voluntarios, aislada a sí misma, dentro de un re-cinto, disminuida á poco mas de 1000 hombres, y á unaenorme distancia de MIS recursos, era forzosamente reti-rarse á Europa ó & Bahía de Todos Santos: Sus votospues, ya no eran por la conservación del territorio usur-pado, sinopor su propia salvación.

En estos momento* fue que esos vecinos respetable» deMontevideo, que el Nacional caliñea de candorosos é im-prudentes, tom iron mi partido: este fue el de no resolvernada hasta no ponerse de acuerdo con el gobierno deBuenos Avres, explorar BU animo y someterse á bus conse-

PUoto, fie. U 1

jos en conformidad del respeto que los merecía su pru-dencia y los recursos del pueblo de Buenos Aytvs. ¿v'o-mo puede ignorar el ¿Yaciotiai, que se apropia el carácterde historiador de aquellos hechos, que este fue el primerpaso que dieron aquellos habitantes? Si. este thé el pri »e-ro, y en su consecuencia, habiendo obtenido las mejoresesperanzas, ó oías bien diremos, reglas pam'conducirse,emprendieron la obr.i que el JVaciunai htstoriiulor llama im-prudente. La opinión pública entre los orientales esta-ba ya formada. Los habitantes de la campaña y de lacapital se pusieron en el grado de electricidad que hoyconfirman. Solo se necesitaba dirija' esta opinión y ha-cer que se pronunciase en la capil.il. Tales eran hastaentonces los deseos del ministerio de Buenos Ayres: ellos'fueron cumplidos con toda exactitud en esla psirte. Pe-ro entonces, por nuevas reglas del mismo ministerio seexigió de ellos una medida que debía chocar neersarta- 'mente con la autoridad de los portugueses que ocupabanla guarnición y debía ponerla en una alarma perjudicial.Tal era la de exijir de los habitantes de Montevideo quepara ser tratados y atendidos debían constituir una auto-ridad absolutamente independiente. I¿a necesidad erabien dura, y no ciertamente^ para salir de ella, en mediode las bayonetas extrangeras, un puñado de hombres can-dorosos: Pero la instalación de dicha autoridad fue sinembargo promovida, y organizada una representación po-pular, en que los habitantes de la capital depositaron susvotos y facultades del modo mas libre y regular que pu-diera hacerse en otras circunstancias. Entonces se ins-truyó al gobierno de Buenos Aires de la nueva situaciónde Montevideo y se le pidió que decidiera de su suerte.En esta ocasión el estado de aquella plaza era ya apura-do: la división cstrangera había perdido su moral, y lasublevación de uno de sus regimientos estaba señalandoel peligro que se corría en la tardanza. Los momentoseran críticos para los Portugueses y lu coyuntura para losnaturales la mas feliz.

En ellos fue que el cabildo representativo envió una di-putación cerca del gobierno de Buenos Aires instruyen-

IIdolé de haberse llenado sus indicaciones de la uniformidaddel espíritu público demasiado conocida,- y de la posicióndifícil en que se hallaban las tropas extranjeras; pero ladiputación obtuvo por toda respuesta que mientras el em-perador del Brasil no decidiese sobre una comunicaciónpasada al cónsul agente del imperio no alteraría el gobier-no su conduela, y que por consiguiente no quería tom:ir ásu cargo la dirección de la guerra. Las solicitudes'de Joshabitantes de Montevideo entonces descendieron en razónde la repulga inesperada, y del conlliclo y desesperaciónd< su estado. Pidieron recursos, ya que no podían e?po-r:.r su libertad por los medios que habían solicitado, y úl-timamente a* limitaron á suplicar se les auxiliase con eliullujo moral; pero todo les lité rehusado.

Kstu es la realidad de los hachos. Si el Aracional no losabia, era utas político no se hubiese aventurado á desfi-gurarlos llamando poca destreza y candor a lo que fueinspirada, y compromiso imprudente á lo que fue infortu-nio, t'or lo dernas, lo.* habitantes ilustrados de Montevideono fueron jumas tan iiisonsatos que creyese» que los por-tu^urses habrían de abandonar los intereses de su naciónpara proteger los de la provincia oriental, ni tan impruden-tes que hubiesen puesto en sus manos lapintidad que pi-dieron en el último de ¡sus conflictos, como el Nacional ase-gura eíii otro antecedente para deducirlo, que las ideasequivocadas que ha acreditado tener sobre este olvidadonegocio.

El Hiloto pudiera adelantar aquí algunas reuVxion.es sobreel artículo Nacional, que se ha creido obligado a observaren honor á la verdad ofendida, y podría explanar lamhien.sus ideas sobre si las vias de la razón eran ó no preferiblesá las que él dice hubiera sido el colmo de la torpeza ha-ber adaptado. Pero el Piloto no cometerá la imprudenciaque ein duda ha cometido el Nacional en su núm. 24, y es-pera que este escritor al leer este artículo se dignará cor-tar la continuación que anuncia en el suyo, y convertirsus talentos al interesante objeto que anuncia t*u título.De pMtc modo el Hiloto no PC vera en el raso de faltar alíiloiicio que sobre esta materia se propone.

LIBERTAD DE eULT,O9MPeriódico de Córdova Cristiano viejo. Aunque pensábamos dejnr

este apunto al Xacionatcontra quieu aquel periódico se dirige, por su.ductrina sobre la libertad de cultos, ya porque se ha empezado á tra-tar por el Nacional con profundidad é ilustración, y ya porque el ob-gcto del Piloto era navegar por mares menos borrascoso* que los de 1%intolerancia, no ha podido sin embargo,.resistirse á la tentación de to-rnar una parte en favor de uno de los derechos mas sagrados del hom-l>r* no en favor de la tolerancia, porque esta voz que dá la idea del per-don de un crimen, no es conocida y A en el diccionario de la ilustracióncuando se aplica en el sentido injusto que lo hace el Cristiano viejo.

Los principios de este escritor, son á la veidad, tan viejos como«ti título, y fus máximas y argumentos, quitándole lo poco que tienendel siglu, ion las miomas que ha predicado siempre el Tribunaldel santo oficio. "Todo culto que no sea precisamente el Cató-lico, debe ser prohibido por cuanto es antisocial y ataca el ordenpúblico." Esta es siib>tanciahnente la doctrina del Cristiano viejo«n>u núm. 2. Pudiera haber agregado, que para preservar la socie-dad de la turbación y perjuicio que puede causar la manifestación delas opimones contrarias á la creencia del Cristiano viejo, convendríaerigir un tribunal de vigilancia que inspeccionase el pensamiento deloa hombres.

K¡ Piloto A la verdad no puede avenirse con estas ideas de Felipe 2,y muy diñante de las del crisuauo viejo cree—

Que la libertad civil que consiente al hombre hacer todo cuantono perjudique á los otros, le permite también adorar á"un Dios üulnimio mas acomodado á su razón y á su conciencia.

Que la libertad de la opinión es el mas sagrado de todos los dere-chos, común ¿i todos, y absolutamente igual para todos. Que prohibirai hombre la libre proíésiou de su culto es atacar su conciencia, ytjüf: ei¡te ataque es un sacrilegio.

Li*íos son los principios con que el Piloto va á entrar en la cues-tión, y que desenvolverá en los números siguientes para bdlUfaccioadeí cristiano viejo de Córdova,

NOTICIA OFICIAL.Kl Domingo 12 del corneóle debe verílicant en la Provincia

Orieiital la reunión del cuerpo de Diputados pléclo» regulaimeine eolodos ios pueblos libres, con el objeto de crear autoridades legales•:uii arreglo á \m principios de nuestra organización, y sqgun lo per-miten tas ciicuutitncias. En el mismo día deben quedar nombradosios Representantes de aquella provincia que haa de incorporal¿c al

iigreíü Uenerul de la nación.

IMPRENTA DE IIALLET. ! '

BUENOS AYRES:No. 2.—MIÉRCOLES, JUNIO 15 DÉ 1895.—Ton. T./

tfmoM la mrn, y erutrñaretiiüx el ptiigro reomncitln á ct/xtn (te mte.<ttrt no»^.

CONGRESO GENERAL. ;

Sin perjuicio de ta continuación de las reflexiones qneel Piloto empezó á explanar en el número l.° á cerca de laforma de Gobierno que oían conviene á las Provincias delRio de la Plata, le será permitido hacer algunas observa-ciones acerca del proyecto de. la Comisión que propone< ousultar á los Pueblos sobre aquel objeto; y observar laopinión contraria que se.presentó en la Sala; es decir, lade que el Congreso, proceda ya á dar una Constitución ulEstajo sin aquella consulta previa.

El Piloto cree que una y otra son desacertadas, perola última, sobré desacertada, peligrosa. Dar así no otas,la Constitución al 'Estado!. . . Puede ser que el Piloto seequivoque, y contra sus alcances sea evidente la necesi-dad de formarla ya, como se ha solicitado, pero en su con-cepto, esta necesidad seria imperiosa cuando los Pueblosse hallasen sufriendo el conflicto del desorden y de lannarqüín, cuando estuviesen rotos los lazos de subordina-ción, y los poderes no estuviesen organizado*; en estecaso, en que puede verse sin duda una nación cu indoen el tumulto de las pasiones hace el tránsito arriesga-do de una forma de gobierno tiránica á otra forma libre,entonces la coustitucion es el primer objeto de deseo pa-ra los timantes del orden, así como pura el naufrago lo esuna tabla en que salvarle. El Pifoto, es verdad, no et» le-gislador ; mas él entiende.que no estamos en aquella an-gustia, y que la obra que todos deseamos necesita paraestablecerse mucha lentitud y mucha prudencio : ,que an-te-, conviene adoptar medidas que triunfen de todo» losobstáculos, y que si hay preocupaciones las vayan des-

14truyrndo, ü fin do que laconstitucion que Re hnga,nn tengael destino que otras tuvieron, aun Hiendo mejor que rilas,porque en vnno es. Representantes, hacerla si lia de serincierta, y fi\ h;m de aparecer obstáculos imprevistos quedinVullen una buena legislación. No es esto decir queprepnreis r I minino á una constitución excelente y per-"

. .durable :. por buena que ella sea, ninguna sera perfecta nieterna; pero al menos, todos deseara-1 que sen bien medi-tada para que sea durable.- Ln opinión del Piloto es deque vuestros trabajos para ser seguros deben ser gradua-les, aunque no hubiese olra razón que I;t de que, s i la re-

• forma útil de un sulornmo, mucho tiempo preparada, dis-cutida y publicad;» su conveniencia, se estrella regular-mente contra un muro de ideas encontradas, la reformainstantánea de varios ramos á la vez debe chocar conmayor resistencia. •

Ésto no obstante, las bases de la constitución debenya sentarse para Haber á que orden pertenece el Ediíi-cio y proporcionarle el cimiento. La comisión que pro-pone consultar á las Provincias, obra con prudencia, masno llenarü ciertamente su objeto, porque ellas se lijaráncu tal ó tal base unas, otras en ninguna, y tal vez las masse' remitirán á la ilustración de sus Diputados para quedecidan corno mis convenga al ínteres general; que estoes de esperar mas bien de su patriotismo y de las saluda-bles lecciones de la experieucia que no el que indiquenexclusivamente la forma que mas convenga á sns particu-lares intereses: al menos respecto á los Diputados de laProvincia Oriental que deben llegar^ este mes, cree y aunestá autorizado el Pilólo para asegurar que tal será el fu»**(lamento de sus instrucciones.° L a opinión que se ha pronunciado contra nquel pro-

yecto de la comisión es de que se proceda á fonnar l.iConstitución, y se avise lue<;o á los pueblos. No explicóel ?r. Diputado si esta obra del Coügie^o delña preson-tarMí á los-pueblos como definitiva, ó si el darles avisod'íiípups de hecha importa someterla ¡\ su ratificación.Eu cualquiera \\v Un dos casos, dispo^'uidntne el Sr. Di-putado, no ha discurrido como el Piloto t|ui?ivra. Pura el

15jirimero era preciso que sobre el cariicter.de confianzade que seguramente está revestido c:ida .eprc-eiüa itepor parte de MIS comitentes su-» facultades fuesen omití*iiMidiis. ó que comprendiesen los poderes suficientes parar«M-ono<:er, decl.ir ir ó establecer los futid.miento* <|e laconstitución, y es probado *|*Ji* «•! Con^re-o no reviste e<-te carácter como be ha manifestado en alvunr^de MI-* sc-sio'ifá. Sus deliberaciones por (auto en a'jiiHta niítieí-iano ptipflen pasar de proyectos, y si pasan se uve.utur.in ála nuiidad. .

KM el secundo cnso, que no puede existir «ir» las indi-cadas facultades; pero que p.ira vei.ir á la cuestión se su»ponen dadas.generalmente á los diputados, la ratificación«je los pueblos no es inm mcditJa bien calculada, y ellaabre un círculo tan dilataüo que no es facil preveer hduitde í>e unfrtn sus líneas. ¿ 0 los representantes nicre-c»:n la eouí'nnzr» de los pueblos n no? ¿O han de tenerinstrucciones que les prevengan hacer lo que mu* con-venga á los intereses generales de la Nación o no? Sipor la negativa, ¿ para que hacer la constitución previ-niendo la voluntiui mal esplicada de los pueblos con unaobra expuesta á su repulsa? V si estíin provistos, co-mo se supone deben estarlo cu-nulo llegue el casó de ba-ct.-rla ¿ á que fin aventurar una obra, acaso buena, á l¡isobjecciones del capricho, á las sutilezas de la metafísi-ca, al indujo Je las opiniones interesadas en desacreditar*Lt ? ¿A que exponerla á volver á nueva deliberación,luego á nueva ratificación, luego á nuevos reparos, y tiiial--nx*ute á la pérdida del tiempo;¿

La constitución, Representantes, no será probablemen-te hecha con la celeridad que;\|trunos de vo>ótros manifes-táis desean por que vuestra ilustración ha de tocar el con-vencimiento; mas, si hallándoos plenamente fucultmtos lohiciereis, düdsclíi á la nación que ha depositado en vues-tra sabiduría y patriotismo toja su COIHÍ uiz i, sin cuidaros,de la ratificación: por que si ella no es mala, y ha sido bienpreparada no necesitará ser rntíticaJa; Us .perfeccionesde que sea susceptible serán obra del tiempo y de la re-flexión ile otros icgiaUdores. Si na cu buena, t>i se

16i** ensiH cimi^ntoCelh tendrá h suerte de la* conMitu-CÍOI.-Í ind orgmiz» 11-, y bij> sus ruin K |ti»«i1;trá perdi-da la glí-rin tut;az de lo» que h:icen monumentos paracu II:;Í» '!i •<-

Kl /V-to en ronrlu-ion. opim qn° M lo* Representan-te- no-* h:iH:i;i b istintr aniorizado-; p»ra r-tablecer lacuM-ii^ii-ion qii" 'ii:i* «vuivoum h li»>• inlrn^ns ijPM^r.ilrsco.,-iiltt'fi h -!j> fíriiiteni*»-*, no «iobn*. l i lonni i|«»1 muépti"d i íi-l ipi.ir á un piiebb» 011 parlirnl.ir. sino |>¡ li<>n<lol-iruliid.— pan iMiirjir á di-rutir il«^i:ili*res:if| unente lo(jü • CMIM i f i i " á la nación, y rero'iocpr y d"cl i r i r la U:\>vqii'1. íii'^un la-* bir'^. la e\peri«»nri i y il:'rnis C ÍHK- Í -niifiito-' i|iii* del»*1 n-uuir la represt'iitucioa nacional, re-sulte coiiiu la mejor a pluralidad.

Diálogo cnlre IX JiianilVI, rey de Portiiíja!, Hmsil y Al-garbi's, y su ministro de estado el conde da Harca ; sa-cado de una bistoria secreta del iíabinete del Hra^il;el cual se insoria en el ini-'iio idiom-i portugués á lindeque no pierda el valor de la expiebion.

Ministro. Agora .que a paz do continente fina para rnoitoglempos assetfiíradit coin a proscripram de líunaparte eos lasso-* fritrrnaes da Santa Alianza : n^'ini <JIHI osespanhoes están enirei;ues ao combate iiitcrior de par-tidos, e ns Provincias do Uto da l*ratn cur«'eeni MÍndade urna opp;ani**.i.ssaiii recular, ó eh"tía<ío o (razo de queV. ft. :\1. recobre os derrito-* que tanto teuipo p'rlain.i-ram e:n vam da cortn d " MadriJe. pe las vías pacijicas osaügustos prof£eniloros de V. M.

Rey. CerluiTjfiHe (jueri lo conde, iiam UIP lirm prevenido,nem na ¡«lea. nein na conjuiictur». Dios b i que inenro-pa este mesmo pens-unfiilo, e aínda qu«" nao tenlio muípresentes as trauza^oeus que lein bavido a Vespeitode liiuiies entre ambas cortes com os IIUMIH mayores,me acoinpnnba por-em a sc¡>'iic¡:i moral de que os deeste grande imperio eslam demarcados pelo bul por

17üin caudaloso rio que banha cinco provincias que dé-bera pertencer a esta coroa. peta razara de que sobroserení ricas 6oatn dentro diquella grande barreirae dado Amazona: aminha duvida únicamente está sobre soroen* dereitos acabara na quelle rio, ou se e>tendetnroa» alero; e como era materia de enleressés e precisoobrar era ordeno a conciencia, nam quiscru gravar aminha tomando mais do que n:im poder. Tu quoridoconde, que de ves saber o que inais convntn a metí* inte-resees e gloría, dame um conselho conforme a Justina

¡ com que sabes desejo conducirme.M- Milito roe lisonjea augusto Seuhor que minuas idea*

coincidan» com as de V. M. á cerca da conjuiiclura, cpois que ésta é favorabel. a vista do mapa da Americadirei a V. M. a niinha opiniam.

Aquí vé V. M- o rio das Amazonas que divide polomeio o mundo de que, segundo está escrito te.ni de «rrSeuhor V. M.,ou sua posteridade: Aqurlleque está \\ácima é o famoso rio da Pro la. V. M. domina a maiorparte do territorio que estas ditas grandes chaves fo-cham: fica so um bocado de térra fora do seu dominio;e o Ser Supremo que lia ordenado como ley eterna qnotoJos os corpos graves atraynm aos menores, ó imperiode V. M. por aquella ley divina, e por mu i las razoenshumanas deve alrahir asi cssas fraesoens que se nchnmcomo despegadas do todo a que convem a V. M. quep» rteiisam.

/?. O teu argumento me convence, e por elle vejo se dé-duz a profecía do dominio universal de esta coroa; masdis-me; esse ouíro rio que observo maU ácima do Trataj como se chama?

M. Gsse e o Desaguadeiro que divide o Perú da novaRepública do Prata.

R. Dis-ine ¿cnam seria bom este rio para fuzer urna deessas chaves que tu dizos ?

M. Sim, Senhor; mais essa fecha os limites da república./í. ¿Nam julgas tu porem. amado conde, que se podesse-

mos apnnhar lainbem aquella chave fícava eutam maisreligiosamente observada a ley da atracsaui a que teuho

1Spor «»»r d.virn. e a*«im mosmo nviisf

e p pfiiti:int:iil--iH a- profecía de in-u-» tuju-slodd:*lndn« de-de ó campo de Ourique? .

M V. VI «lis be;n. roa* **^:l atnu -..iin " a t n <*s|'» «inda «vir¡»z-irn do eorpo e da diManeia; ¿iiiuin na do lempo e daprnximidn'de.

/ / Kfinm. ,i(«dn mm ¿lempo?..4/. Niini St-uhor: p(ir ae»>ra * ncreisarin estar no que cuv

conrifMM'in po<sa a/ifiuharse. e iiiiin a-* protrci.is./í. |->tn» roKliinnp ronde: mn^dtividií porein me ocorre,

e é fine diiá o gobernó de v**n republi<:n vendóme lan-zar maiii da-jíiia Ierra, e temo que v*>&¿ leis divinas eiu

, que *e fü'idm» meus din'ilos nam alcáfizurán n evitarqíie o> republicanos resUlaui• co'in as armas este actode benevolencia.

M. Qual re-i^lencia Senhor! As provincias Oriental t?Kutre-Kios estiiiu bridando en inei« da anarquía: <> noscombamos por aquella, n titulo de preservar este es-tado do r.iiita<¡io iinarqniro.

/?. Mas, se bein efisiis provincias se achem no cnso quetu me ilises. ó de prt?Mi:iiír qtie o gobernó de BuenosAires.nam st?j<\ indiferente a esta ocupa^ao.

-1/ O üobemo «le iiuenoé Ajres, augusto• .Senhor, porbora nain entapara tomar sentido en isso. Af? tropas es-tam na guerra do Perú, e o Director, secundo disse aG izeta. queimouse una mam matando furuiigau na bUüchácara.

Í?. Mas si denois de imtnr as formigas pertende outrogobernó recuperar a térra por forza.?

M. Antes da lorza ba de• preceder a vía da razana e doconvencimiento, e nos nos deli'ndoremos con o conven-cimiento e cuín a razara: e ein ultimo casso *>u a con-sciharei ;i V. M. • . Continuará.

ECONOMÍA POLÍTICA.Siempre que los gobiernos puedan conducirse en este

importante ramo de la administración de un modo que nodeje Jugar á la crítica de censores mal intencionados, y .

19las mas veces ignorantes de las profundas rombinacionesde e«ta ciencia sublime, obrarán con tanto mas prudemi.icuanto será mas asombroso el acierto en el resultado im-previsto de sus cálculos; pimple á la verdín I, ni todos es*táu <#bt ¡dos de ese laclo y previsión que cu un profundoeconomista es muchas veces equivalente á una demostra-ción geométrica, ni es concedido á esloa por mas eminen-te ^ne sea su mérito t iv i r resguardados de tos tiros de la'absurda maledicencia..

A-í que el empréstito de1 cinco millones de pesos quenuestro ministerio de hacienda negoció con una sociedadde empresarios para que esta lo negociase en Iui¡lrtterra,vii-iie como á la mano p:ira confundir á esa multitud deAristarcos que se estrellaron contra el ángulo que hizo elministerio cu la empresa; en lugar, decían, de h^ber mar-chado directamente, según lo hacen otros Gobiernos, ne-gociando el empréstito á la par, si podia, ó con poco que-branto y con arreglo á sus necesidades; que esto hubieradado mis crédito al estado; que hubiese embolsado todalá suma con • mas prontitud, y, el erario He hallaría con1. 500 OOO.pegqp mas en sus cajas Ate. A estas observa-ciones, ni á otras en que la ignorancia y el descontentohallan desahogo, no perderá su tiempo el Piloto en con-testar. El ve el rebultado, y á pesar de las reflexionesdel representante analizador del tnensage, le satisface.Ve un caudal puesto en uno de los giros mas lucrativosque conoce eT comercio de las naciones. Ve que este ne-gocio (salvo las quiebras á que todos los que pasan porla mano flaca del hombre están sujetos) debe producir83,000 pesos; no en 42 días, que esta fue una equivoca-ción conocida de la nota del Ñacionnl, la cual debió con-siderarse asi, y uo echarse eu rostro; pero sí a los 6 me- .ees, que es loque quiso decir: por consiguiente si 1,647,023pesos producen en 6 meses 83,000 pesos, en veinte añoshan de producir 3,:)37,5tíO pesos, ain calcular el aumentoi\c la incorporación progresiva del rédito de cada semes-tre; por la mis i na razón, estas utilidades unidas á todo elcapital harán la suma de (3,264,230 pesos, la cual en otro*veinte tifio» descontada ni nueve por ciento producirá na»tu ral mente 11.36/»,C0O pesos de utilidades. • .

¿oL» verdad que la embira po Irá a«irs« de futilezas, y

o b j e t a r e l n e g . i v i o p o r n o l » i i t - r t o J in I I - ^ : I ; ; * Í I I U > q u e

I I U Í - U T Í I u n j u l i o b u e n m - r o c i . ' d o r : v «¡íi** M >f m u e r e n l a s

p r i r l i - t i r m a i i l r r s PÍ.1.1 t x | ' t ¡ t > l o n r « ' d t i r i r > v u n a p - r í e d e l

c a u d a l ;i e x p e d i e n t o » : q u e e l e s l a b l * * i m i t - n l o i l t ' l t > ; i n r o

d«* [)»•>•(*uriiiu- .-»• i i r r i i i . u t r . i t«H! u n c ' * i i » t i r n - u i i * n s u m i s .

r u ó i i í ' tMi r io l ; in | io«l-T*«-.i . v <|uv n i l o i l u i ' ; i - i t v . t l i l r i a m a s

i i u p ••'• i i n ' o r Í H H M » i * ;t t i r < r ¡ n ' i : i t ' f ' i o ' i i - i . i . I ' I T O t ' s l a s o l » .

-f r v : n n i . c - l i i - iH-i i - t : - n ' - j n i . ' - i i~. v r l 1 ' i U i i u p r o i m M c < l n r -

l;i» -i \n |>ro\M<;iu r o n ••II.t ••. *••••: un I •- ¡HHV-* I n r e s <|uct i fuc en la n u t t i i . i . | n r u con i;i^oro»a l i l d

Libertad de Cttffos. (1)

l 'l I'ifofo « P Im Cítin|»roinrl¡(!i» :\ \r-.\\ \v o-( i m i t r r i a , ynr» i**' con 'jH)v:;i p-"i;i <|ii" «• a i ' c r r a :il HM?ji«'iito <-\r r i ini-plir su pal ibr.i I- .-HHÍIICIMIIIO i n . n |n»riw |)>d'¿r<-;(H \i,\ lio-clio la rnz' iu hnuian i rjuc fC-Á procist» toMivia p o n e r enrjorcH'io los auxilios «I** la l»u<rni lógica pnra convencermía venlad en favor uV la cu.ti üirl.t val»; aun cu el enlen-(Innionlo de algunos hombres ni el ejemplo de los rrrorortv dpsürur.ias d<" nue->t,'»^ p.ülro», ni la lar¡ju y sangrientaoxnprieneia de I j ?>i¡ los. ¿SÍMM do btion.i lo que estospartidarios de la sinrazón creen en su conciencia esospeü^ro** de (pie v\ orden social se ani'(ii¡Ía C(»u la libertadde cultos:* ,.0 >PIM ipie esta tenacidad,esta pu^ua eternacontra los verdaderos principios; esta, que ya es una delas mayores ver^iienz is de la especie humana sea efecto<!e amor propio? Ello; no hay duda, hay muchas clasesde fanatismo.

Se trata de probar que las leyes prohibitivas del libre

(I) Este artículo preñar* el discurso únio» (jue h;t ile oc«tp;ir aleditor -obre esl(; asunto: como el periódico e- reducido será trat-adoen v«rio? número*:: no se exlniñc por tanto ijne no.entre ¡IMII al l'oti-do de los principio^ que ha sentado en su núm. I. -Kt autores solo, yno puede comprometerse fí dar mas de ducc p;í¿Íuas bemaualca paradejar lugur á otras atenciones. .

- 1

ejercicio del culto, fruto de la barbarie, sofocando el (íe-recho imprescriptible de la libertad de la opinión, y ha-ciendo un conl'rasle ridiculo con el majestuoso lindo delihcriad civil, son anti.-oci.iles aohre tiranas, y sobre bár-b.ir.is'inicii'i-í, ¡ (¿ue -rsombroaa divergencia dé opinionesentre el (.'nslwnn '"iV/i V fl Piloto !

Q,ile el error es UÍI crimen. / que la profesión del errorc- ui\<-acrilcgio que ultraja á la Magcstad Divina. ,Ved~ahi hombres ilustrados, el principio sobre que aquellas le-yes e^tmi fundadas. Leyes que si antes fueron honor del.i especie humana, hoy son el escándalo de la razón y la'ignominia de sus sectarios. Mas tales cuales se muestranb ill.tn todavía un apoyo en la doctrina del cristiano es-critor de Cúrdova.

•• Todo culto, dice, que no sea precisamente el católicod-'be-prohibirse por ser antisocial y porque, ataca el or-den publico.*' y estas solas palabras encierran lodo el fuu-d-uneiílo sobre que aquellas leyes están formadas.

l'ero .-i los ejemplos pueden algo en el entendimientodf l l'.t.iititco insensible, el Piloto va á preparar el desenla-ce •!•• -u^ principios con dos ó tres de los mas solemnes,v orrpMido t*ido el nes.ro de (pie el Cristiano vi'rjo le man-!,'*• e-iudiar la Kscritura Sagrada como lo hizo con el7\"a-• •••r-.ii.

l.o- judíos que apesar de ser el pueblo de Dios era sin-Iijtii en otro tiempo uno de los mas bárbaros é intoleran-te-, y hoy de los m;is desgraciados y envilecidos por laimplacable persecución que nuestros majo'res le decre-taron, adoraban á su Dios, y es conplante que no solo nole- impon aba que los otros pueblos tuviesen el suyo, sinoqiif «MI el misino distrito de sus tribus consentían la ado-ración de otros Dioses, y el Cristiano viejo no debe ignorarque L/t/jíta tenia su Dios, y Jacob tenia el suyo sin quepor e^to dejasen de vivir en buena armonía.

Kl gran Turco, que sin hacerle agravio es fambicn bas-tante bárbaro, gobierna en sus estados seU sectas á la vezy tojos piensan en ganar dinero, y en emularse el mejorcumplimiento de sus respectivos preceptos morales, y noen disputar si el Musulmán es supersticioso en iio beber

Piloto* Ao. 2. , '2

i : " r- n >-:-¡¿iía..u Jü-r'.-ii-rüiü en í l r r i r MI - culpas á otro pe

ondor.Los Romanos permit ían en su repúbl ica y aun en el im-

perio, si la ht- loria no miente . t:i prot r - i . io de lodos loscultor hasta lu< nías de sp rec i ab l e s cuino el d e lo> e^ipcio^.v «'i Dios del capitol io veía -in celus ot ros 7l) d io -es :ulo-Vá'los por oíros lan ío- puchí"^ rMii"jfii;t¡i(lo>. iin ijin1 porv~lo *.'l ;i'lor:i(!or tlcl Nilo rorro:ii | i i»^c cim ,-n cut io al l ío-;ii;iiio ol i 'crvi idur ri^uru^o t\v MI iuniuicnh». ni el Ju.lii»p-Tturbusí* al f'iiipcio. con ir :"i mcilit;ir n i la >in.'i^o^:i: \[la ruz.,'ii era sin JuJ;» pon ju r ni los K/ ipc ids s r r?i¡prfr»-h¡i:i fu liHcer-t* pros¿lilos tnms tlr lu> oi ro- ; . ni ih.tn cotírjércilo» por mar y t ierra ít tritiul.tr del e r ro r v la c recn-í:i.i ilo los mortales , convencidos ¡tenso, como no lo cMri t\(,'fi*ti(iho vir-jn* ite que c¿tu cu in<lo áe le a t a r a «o r e c o c e al^anluario adunde a nadie e¿ dudo pene t ra r , y allí ¿e h a c einvencible.

La empresa de rpirrer reducir tbrzo^nmcnto el univer-so á un solo y un mismo culto es exclusivamente de no*-u-tros los ípio proferirnos la verdadera religión. rSu^- trosabuelos se atribuyeron un derecho 'de que el Ser Supre-mo no lia querido- lit quiere hacer uso^ y nu(*»t'n>H padreshan derramado por este empeñito UÍHS sanare liuui.uu»,que agua lleva el Kio de la Plata.

Lo» romanos, coino se Im dicho, eran tolerantes comolo son los Norte-A me rica nos; ambas repúblicas-muy bienorganizadas, y ?i aquellos dejaron de serlo con lo* cristia-nos, si han perseguido y martirizado á tantos fieles cre-yontPSj i'ue porque algunos de estos qui.sieron á todo tran-ce hacerla^ dominante empezando la conversión por loaromanos miamos, y exigiendo que Júpiter descendiese delcapitolio [tara ceder al verdadero Dios su trono, y esteespíritu a la verdad piadoso, pero imprudente, lia cerradoá la cristiandad la entrada de yus luces evangélicas entrelos í-cctarios del error mas que las llama;* de Nerón, masqur- la.espada, de Dioclecia.no, y .nas que la lanza de Ma-huiiin.

Ll Piloto no r< Te,'.lo.f;o: lmi¡!a filnscificaniPiit*1. y rn r s -c-i, q¡ie ÜC permití.1 pre-uiitar al Cristiano ¡'ifjv

23•. jur le importa que r l ¡rran1 turro erra de hnrna fé qne. I .ni^fi (J.t'»ri«*i era el correo qir- traia dr^ le t í f.'it lit áM;ilr.«n • i¿i> página- d"l ¡ilrora'i? ni que le importa que<1 c Jila tle Ba¡jdá *Í;i¡Tiudi> p>r t'órdov:» novara a la pro-rt--.ion.del encurntr-t de .fe-us con \Jrwia H el cauta no s*;empí ü i on que el cristiano vi» ju vaya á la Meca? ¿QuéIr importa, que r l ju lio descontador de letras en IÍI ICIIOÍAyres no crea qu-.: J^-ucri-*to esel ver.latlero Medias. >i el¡«i lio se Cüll.i cuando <-| cri^líano lo ati»jra como á tal? Yíjití'; eiriprfjíj .nídra tenor en que el irÍMa crea t\\¡c vi

culto es obra de Dio-* y no de lo-, híinibre» cuando él no f ceaipeña en que el cri-lLtno vieju Jó al pobre la limosnaqut.; ¿I It; d.t. y HiH-ovr* d bujiiluio y á la viuda que ¿| so-rorrr? • Kí i ! Crítlittuo t7'-/o, abjura tus vejeces, y empleatu elocuencia en coiivencer al insensato ruya doctrinal i rudf ¿i de-.rr tdar e! ;"*<pirilu Innn tno. y á aprimar on ¿1 lus

•¿\- tnd"ó id.-1> ;¡¡imles sobre el priiicipio aiili.^ocial de queel declino lo conduce. Al suíi-ta que se emprña en cou-lund'r l i ia/u;i d--l inórente., aniiiiándolo á hi ¡n^ralitud yal ciuiieii <un l.i n i - l r idea di* la iada que le espera : aique desconsuela al desgraciado desesperándolo de. un pervenir rteriiíinvíiite iliclmso; á ese cuya doctrina b¡.rbaracnipifza por. hacer indiferente la virtud y termina pordi-olvrr lodos los lazos sociales precipitando al hombreal estado de>e¡if'renado df la naturaleza, hacia ese queningún culto proí'cóa; que riiu^u:» Dios adora conviertetoda la e.¡ior»;ia de tu elocuencia, no como i teólogo quepi"rdliras el tiempo, pero sí como íiltísolb que es lo quepu.'ile conveiicerlu; p.*ro al protestante', al judío, á aque-líu>, cuya moral es en el fondo i«(iutl á la luya ; que comolu .niniten un Dios que remunera y que verija, un Dioseivnioy justo que recompensa las buenas obras y cae-ti-Í£.I los cirneues ocultos, déjalos vivir en tu sociedad go-/ indo los derechos que tu ^ozas, y de que ellos no inten-'i:i:i privarte. Toléralos Cristiuno viejo y oye lo que lai'-zo:i dice en lo* siguientes números del Piloto sobre si' • hftrc profesión del culto puede* ó no turbar el orden pü-'•¡i o, . Continuará.

fX AROK\fI\O.VA Vil>t*> norruíece úa«)ucl |>rriu*li?l«i lo^

con a\w ti* la\ orcce en su iniínero 21. . Como e-.(Ti[ur nue-vo nect'sitit si'p ¡iniin:ulo en SU G;irrt»ra. > ) i (|u<- MI> cor-tos conocimiento-* no !e pmnil :»n ¡UTÍMIÍUI- M T di^iu» «lo

lo* lavore- , l»;»rá Jo pn?ib|p por in:ftiiit(vsl'ir>e r c r u n o -, y robara & Dio» que d ' i re el concep to 4110 le ilcU-

al Argentino..V Ó TIC 1.1 S.

Las (jue se han recibido de la Provincia OrienH! alcanzan h:i-f.;el 10. No ha habido ningún hecho de armas que pueda inutv-ar !;tcuriosidad pública, sino la guerrilla t)iie anuncio laiíacita, ni por piu-le de los usurpadores ha habido 'movimiento ¡il^uno. Kl coniitndanio-en yete Lavalle|a h:i recibido todos lo-* atixilto> \ pertrechos doiiiirr-ra '|iie le han sido remitidos ú: timamente. Toda> las coinunitacio.iL'-íde aquelia campaña están de acuerdo en que el orden de lo< patrio-tas al mando de aquel ¿efe es admirable: sus fucr/.as ascienden \:t ami número respetable, y tudas se hntlau regularmente armadas.. ,Knel numero =i^u¡ente afa-o dará el Pilólo un estado exacto de aquellas,y ác ocupará con mas detención sobre aquel nuia.politicamente.

COMISIONADOS AL PKRU.Uno de estos dias parece <¡ue debe salir en comisión al Perú el Dr. I").

Jo?*1 Miguel í)iaz Vele/ con e! objeto de invitar á las » u.iim unniu-cia-. lúe ante» pertenecieron al estado, y acaban Je f>er hhí:fl.i.la> >i»t.yntto e>pnñol. |V»ra su reincorporación á esta*.: al mismo ticin-io dt.-bes;>iir un l>li':ial General á felicitar al héroe Libertador de ('olo:))h..i yde. Perú por MIS jjoruwos triunfos sobre. IOÍ últimos cneun.'o- i|t: u-tes-tra independencia. Quisiera el Piloto poder deponer ai irn.no- deuna página mas en este número para ocuparla con aigunas refle\i"iesjeerca de la primera dt; esias embajadas, pero en el siguiente numerotendrán su lu^ar, ya que en este no lo hay.

VA núm. 1." del Piloto ha salido á luz con algunas erratas de consi-(lertcion en e! artículo Nacional, las cuales se corrigen aquí sc¿un laslínea-i ;'( que corrfvnonden.

- Pagina 8 última líne.i (pie concluye "en la pluma de un escritor'*debió continuar k"acre:üta;|f» reclama explicaciones, el Pilólo vá íi dar-Jai por una sola vez"—i'.i¿ina 11 linea 17 á lo quo íúe ins-pirada. léa-se, "á lo que fné cootiaúza ¡nspiradi." En la inania pagina Ütiea ,2Í),el artículo Nacional, léase, *'e! artículo del Nacional,"

IMPRENTA DE IULLET.

N MRIAf í ¡AF'

BUENOS AYRES:No. 3-—JUEVES, JUNIO Q2 DK 1825.—T\M. I.

¿htrearetñut la titea, y en*ih'trtMn* et jtrlixro rtfHi<*'iil'> ñ n>4tt ilrnursltrn tmrr.

BANDA ORIENTAL.

En el número primero de este periódico se lin dado tinalii£*ra idea del estado de anarquía que precedió ft.ltt usur-pación de aquel país por la corte del Brasil, persuadidosque el cuadro de aquel caos espantoso debe ser una ile lasm:is titiles lecciones para los pueblos.- Después de aquellaí poca ha seguido otra de nueve años de la mas ignominio-sa esclavitud ; y esto es todo lo que respecto á ella pue-de decir el Piloto. Otras plumas mas elocuentes que lasuya se han ocupado estos dias de la historia de la usur-pación, y de los eventos mas notables de aquel periodo, sinduda con el noble fui do estimular por el'recuerdo de losfecúndalos el odio justo de todos los hombres libres con-tra el agresor; pero este trabajo digno, y sobre manera«preciable, en aquellos escritores no es sin embargo delos que deban ocupar las tareas del Pifólo hablando porlos orientales. Kl sabe que su patriotismo no necesita serexaltado por la historia de sus desgracias; y recordarlesla necesidad de sor libres, por'la -razón de sor hoy escla-vos de un usurpador, seria un agpaifito,- Kl Piloto sabe queun sentimiento, sobre todos, es cqi^(H á los orientales; es-•e es el ílo la libertad, restableciendo con las demás pro-v¡..rias los lazos fraternales que el genio dt* la discordialia despedazado, y que un pesar podrá acaso llenar sus co-razones del mismo modo: el do que sus esfuerzos para re-cuperarla scau otra vez inútiles por no ser oportunamentesocorridos.

Euscñitdos hoy por la triste experiencia de sus males, yconvencidos por los seutiinicntos dcmaVmdu acreditad»*

2Gyá n*e los gefe« qtw? han tomado el heroico emprfio dedneirlo* á su gloria* el Piloto no duda que* todo-* lotales verán que es llegado el momento de unir los lazos desu estimación recíproca, cualquiera que haya sido la opi-nión que lo» hubiere disuelto ó debilitado, y que sacrili-rnndo á la libertad el olvido de pasados agravios uniránSM« votos contra el usurpador deponiendo generosamentesobre el altar de la patria las armas que el odio anticuo, úel error de opinión haya podido colocar en sus manos.

En estos momentos, no hay ni debo haber un orientalculpable; todos aman su libertad : todos conocen y sabenapreciar sus derechos, y todos detestan al usurpador quelo» ha despojado de ellos. Los que puedan aparecer re-misos en unirse á sus libertadores no será ciertamente elcrimen quien los retraiga: será la idea equivocada de ha-berlo cometido; y puede ser también (por parte de otros)el temor y las desconfianzas iujastas, pero disculpables,quien los haga vacilar en su resolución.

Hablaremos con toda la claridad que conviene á los in-tereses de aquella provincia; esta irresolución puede exis-tir en los individuos de la clase ilustrada mieutras no veangarantías de la libertad á que son invitados, y de su con-servación bajo priiKMpiofl de orden y fraternidad- Mas ¿quie-nes son tos que pueden dar estas garantías ? ¿ Los que sehallan a la cabeza de las fuerzas patriotas en aquella cam-paña ? No por cierto: ellos podrán darla de sus sentimien-tos de uniformidad, y de una conducta arreglada á los bue-nos principios; podrán darla y llenar honrosamente suscompromisos; pero la debilidad de sus fuerzas, su aisla-miento en medio de un enemigo que puede aumentar con-siderablemente los recursos para su defensa, no les permi-te responder del éxito de la guerra, mucho menos de llevar-ía al cabo con aquella regularidad que es necesario pa»'*asegurar el triunfo sin desquiciar todos los fundamentos. Nohay remedio, los recursos de l<t nación son indudablemen-te los que pueden remover todas las dudas. L:i guerra na-cional contra los usurpadores es la que debe vengar el ho-nor de todos los pueblos insultados por la corte del Brasil;la que debe recuperar el territorio ocupado, ¿ garantir su»

2 7 • . •libertades, y sns deseos. Sobre estos principio.*:. en queparecen estar de acuerdo las autoridades nacionales, e.sque vamos á considerar esta importante cuestión.

GUERRA NACIONAL.

Un escritor público (I) acaba de decir en estos días, «quepara que el gobierno general sea autorizado ú hacrr l;iguerra, y para que esta pueda hacerse legal y útilmente»deben preceder garantías de parte de los que se han pro-pueMo libertar á la provincia oriental del yugo de sus opre-sores." Tales son á lo que el P/'/u/o entiende, dar legali-dad á sus operaciones, revestir sus solicitudes del carác-ter oomcnicnlcí y acompañarlas de testimonios irrefraga-bles de la uiiilbrinidad de sentimientos é Ideas de naciona-lización, til Htloto está de acuerdo con los deseos de aquelescritor; lo están todos los orientales, y espera qué enbreves dias se verán realizados con la solemnidad á queden lugar las circunstancias.

Mas si por algún accidente los sucesos de la actual guer-ra en la Banda Oriental no permitiesen verificar el esta-blecimiento legal de las autoridades que han de Ber el ór-gano de esos sentimientos públicos, y que deben dar y di-rigir esas garantías ¡ti seno de la representación nacional,¿que es lo que entonces deberá hacerse? Si mientras elCongreso espera todos aquellos datos para deliberar (co-mo es preciso por la doctrina del Nacional) los enemigosbatiesen a los patriotas orientales, los persiguiesen, los sa-crificasen, y reforzando la guarnición de la provincia concuatro ó seis mil hombres sofocasen con el terror el espí-,r¡lu público que boy lo anima ¿que es lo que deberá ha-cerse entonces? ttesponderemos con lo que se deducede la opinión del Nacional: tener paciencia los orientales.Si, tenerla por cuanto sus pueblos no se han hallado expe-ditos para deliberar y reproducir sus votos; porque sobretodas sus desgracias tuvieron la de no poder acreditaroportunamente que sus sentimientos y sus idea* eran uni-formes con la marcha actual de lus demás provincias: uur

(I) Eljutcioaq Nacional,

3 0 " " • ' •guerra ha de sor irremediablemente necesaria ¿porqueesperar los momentos de hacerla demasiado sangrienta,dejanHo pasar la secunda rntuntura que han facilitado pa-ra el triunfo esos orientales que se han arrojado á su pu-tria para vendarla en su propio seno? ¿Ks acaso creibb*que las den»a* provincias reunidas en Congreso rehusencontribuir en el acto á la libertad de aquel territorio consus recursos bajo la dirección del gobierno nacional ? ,<iel escritor que lleva este nombre asi se lo persuade, el /V-luto cree que para nada serán menos remisas, y que l;isola invitación pira tan glorioso objeto obraría eficazmen-te en su patriotismo mas que los decretos para la organi-zación de un ejército con el objeto indefinido de defender,el territorio.

Es preciso pues que el A'acionai que mbr qnt tratamos dévanprovincia perteneciente á nuestro estado* y no de h Galicia con-venga en que la guerra es necesaria ya para salvarla delyugo extranjero cualquiera que sean sus ideas mientra-*sus principios no sean opuestos, muy particularmente cuan-do la ilustración que es preciso conceder á aquella provin-cia y los desengaños que ha adquirido per la experienciason garantes de su uniformidad: porque adonde hay sabery experiencia no puede ser el error muy duradero. Todolo que no sea asi; todo lo que en estos momentos sea pu-blicar doctrinas á medias lleva el sello de la indiferencia:todo lo que sea dar esperas a la ejecución en materia tangrave como es la ocupación de un punto que nos pertene-ce, por un usurpador extnmgcro, es contrario á los eleva-dos sentimientos que hacen la gloria y el honor de las pro-linciasdcl Rio de la Plata. Mientras los pueblos estu-vieron desunidos tal vez no era posible dar á la guerra elimpulso conveniente. Pero hoy que existe una nación, de-jar que el extranjero se gozase un momento mas en el fru-to de nuestias pasadas desgracias seria profanar un dogmanacional y echar^á.tierra-ios-fuüílameütos sob?er<íue-ni>s-

• hemo* conducido para romper el yugo ignominioso do ¡mes-tros abatidos tiranos.

31

AL NACIONAL.Si e\ Jfmiwmt imprudente no hubiera provocado en su

niírn.2t U justa vindicación de los oricnt tinque ha retra-tado, como á 110 dudar, en su impoli ( ¡o y fals¡i lurracioude lo* SUCHOS de aquella desgracíala provine! i en losaños 22 y 23—-»i en el mu no número se hubiera limitadoa la justificación, que nadie le pedi i, de la conducta delgobierno de Buenos A y res, sin extender su mu no molestasobre las llagas del corazón recién cicatrizadas; el Pilo-to no se hubiera ocupado en dar explicaciones de la ver-dad que aquol escritor había vulnerado: El las dio, yaunque forzado á luchar entre el agravio y la prudencia,cree que lo hizo con bastante moderación. Pero el Na-cional en MI número 26, {contra las esperanzas, y no contralas regla* del Piloto,) uniendo la pífi* á BU fastidioso ma-gisterio, Im ratificado todos sus errores, y se ha pensadoque, cubriendo con un par de sátiras el bochorno que hasufrido su amor propio al verse observado, podía pasarpor muy verídico cuando historiador inexacto, y por muy

. chistoso cuando satírico adocenado._ Lo peor es que, por la manía que le tro entrado de er-rar, zahirió equivocadamente y con poca delicadeza pormedio de frases que no pueden desconocer los orientales

. a una persona, cuyos compromisos contra el usurpador sin; ser oriental ni Piloto todos ellos consideran; y puesto que, el gracioso Nacional lo tuviese por autor en su concepto,podía tener presente antes de escribir BU mal disfrazadainvectiva, que cuando unos estábamos cantando responsos;andaban oíros perdiendo el tiempo en las estrellas, y otrosiban á la escuela, él exponía su vida, no por IH Galicia, si-no por la libertad de este estado de que el Nacional y o\Piloto gozamos, y de que es decente no abusar con ingra-titud.

Pero dejando al cargo del interesado su defensa, que síquiere puede hacerla, oiga el Nacional chusco, lo une d ilugar a que le digan, y entienda aue al hablar con rl.Pilo-tojio lo hace con ningim siervo nnmildi* d<? olr»w siervos

32El Piloto en su réplica al Nacional, (sin dwla poco res-

petuosa por cuanto le hn ofendido.) no ha hcc-ho cargo áeste escritor de haber pasado en silenciólos años que cor-rieron del 17 al 20 cuando se propuso vindicar la adminis-clon de Buenos Ayres como provincia. Extrañar nó esacusar, lx>s cargos del Piloto fueron otros que no se hancontestado. .Extrañó, es verdad, que el Nacional que ha-bía hecho la historia rompida, como el dice, de la usur-pación de la Banda Oriental por los portugueses, no hicie-re mención siquiera de que en tales circunstancias exis-tia un gobierno general en el estado, lo que no es del todoinsignificante: esto no fue increpar al Nacional que noabrazase la defensa del directorio; asi como lo hizo delgobierno de Buenos Ayres en particular: fue extrañar quehablándose de uña provincia no se habí tse de los otrospuntos que tenían correlación con ella; precisamente enel momento de perderse; le» el cual, si es que no añilába-mos por Saturno, ó de viaje por Santo Domingo, nos acor-daremos que había nación y gobierno encargado responsa-blemente de la seguridad, integridad y defensa del país, ysin duda (acuitado por la ley para disponer de todos losarbitrios para oponerse al agresor: Gobierno, que comotal hizo una reclamación al general de la» tropas portu-guesas á su ingreso en el territorio, que recibió y despi-dió una diputación del Cabildo de Montevideo, y otras co-sas con que un historiador curioso hubiese podido ameni-zar la narración. Ved ahí, amoroso padre mío, porquésencilla razón dijo el Piloto que habíais hecho ceros de lamejor partida de la cuenta. Mas como esto no se os pue-de ni debe reprochar, porque según vuestra doctrina y lamía cada cual habla de lo que mas le acomoda, es asuntosobre que'creo haberos satisfecho.

Pero decís que habéis logrado el objeto de vindicar $ laProvincia de Buenos Aires de las imputaciones que se lehicieron, aun supuesta (como quien no dice nada) la ine-xactitud délos hechos. Dale con la majadería de errar, Sr.Maestro; lo que justificasteis, Sr., fue la administración, nola Provincia que esta justificada se estaba. El PitotoÁpio-ra las imputaciones que ya por tres veces sacasteis á luz»

33y pirnsa que muchos se hallarán en igpal caso; ¿I se con-trae á la justificación que emprendisteis del deber o de laimposibilidad enque se hallaba el gobierno de Buenos Aire»para hacer la guerra al usurpador, después de quedaraisladas las Provincias: sobre e«to es que ruedan "estrosargumentos; para corroborarlos es, que habéis hechadomano de lo del candor y de la imprudencia y de los 100,00*»pesos; vuestra causa sin duda será muy justificable, mas nopor cierto suponiendo exactas algunas equivocaciones detrascendencia. ,

¿Quien os ha dicho que para vindicar al gobierno podensuponer lo que no ha existido? ¿Por que os habéis de que-rer colar cou tabulas que dicen bien á vuestro propósito ydeprimen el honor, y desmienten la prudencia de los orien-.tales que se comprometieron á-facilitar la libertad de supatria, respetando la sabiduría del gobierno que justificáis,y empeñados por las reglas y esperanzas que por él mis-ino les fueron dadas? ¡Que la exaltación, que la locura,mas bien, según vos los favorecéis, fueron su guia, y queesta los arrastró al compromiso mas imprudente! Nacional:esc lenguage es el mismo que mas de una vez ocupó eltiempo en los concilios de una facción dé amigos de Lecoren ía desgraciada Provincia Oriental. En boca de ellosera una traición, en la vuestra es un sacrilegio. Los orien*tales creyeron «jn ej año 22 llegado el momento de recu-perar sus derechos: lo consultaron, _y no hicieron mas queseguir las reglas que se les dio al efecto.

Y ¿por que cálculo de astronomía podréis ojustar con larerdad que conviene para asegurar la justificación aquellode la negociación pendiente con el Brasil cuando sucedióla división entre los portugueses, y que sin consideración áaquel paso se comprometieron loa imprudentes orientales ?Lsto no es justificar al gobierno de Buenos Aires, esto esjustificar una imprudencia quo no ha existido : es confun-dir el patriotismo con la insensatez, la confianza con ol in~fortuno. Esto es conchar contra ios patriotas que J pu*sierou á la caben de la opinión en el alto 22 el desprec o«lelos hombres que fueron sus doctrinas. No hay duda!

34ira historieta, la justificación quedaría sin replico, y a, la.verdad que al veros tenaz en no restablecer las cosas allugar donde las habéis sacado, mas bien parece que bus-cáis el descrédito de aquellos orientales que no la justifi-cación del tpbierno- y mas parece que queréis dividirlosque animarlos- En vano es que ahora, después del errorcometido, y que no queréis confosar, digáis irónicamenteque si os hubierais halhilo en -V(ut'll,i posición habríaissido mas candidos, y acaso mas imprudentes. Vos SeñoraTrinidad de escritores podrías ser tan simple como todoeso que decís; pero á buena cuenta volved á esos vecinosJe Montevideo el crédito que les quitasteis con vuestradesgracia de no decir la verdad, y no cometáis la imper-•lonable imprudencia ú"' persuadir á una porriuti de mikd•le hombre» que se comprometieron por el influjo y las in->itmaciouc5 de aquellos, que han sido víciiums de la indis-creción de estos y de una vergonzosa credulí»! K!.

¿Habeisme por fin cnten<li>lo. síñons reuVxionadores¿empiteruo» del traUdo con la Gran Bretaña:' ,Os habéishecho cargo de cuín poco le imponéis al Piloto con sátirasgroseras cuando escritores chistoso», ni con doctrinas olvi-dadas cuando gravea dogmatizadores ? Pues estaos quie-to» si queréis paz con el Piloto, que en cuanto á regla?, nipregunte darla» al Nacional ni se las pide; pero advertidque no tratáis con lo.s editores de que habla vuestra sala-disinút comedia de />. Leandro.

SOBRE LAS BASES DE LA CONSTITUCIÓN".

Habiéndose propuesto el Editor, antes de dar su opi-nión sobre este importante asunto, considerar cada unade las bases del Gobierno sobre que se supone indecisa,ó no bien esplicada la opinión de las Provincias, ha pre-sentado en su núm. I", la constitución de los Estados Nor-te Americanos como el mejor modelo de las federacionessimples que hasta hoy se conocen relativamente a 6Upoblación, su industria, y la localidad respectiva de sus

35tríes, reservándose examinar después ávraciones la identidad, ó ítisparhliul d*

i(> pueda existir entre las Provincias del Rio de la PtaiA. los tetados del Norte, ya con relación, en esie caso, nii-tenia federal, y,ya respecto á otra forma que en lo &u-

i «-Hvo pondrá en cuestión. (I)Si pues, como en el número I", se ha observado, en da

uno de los Estados Luido?, por su posición natural, porsu población numerosa, y su riqueza propia se halla alabrigo y en aptitud de defendersede las pretensiones deun extrangero vecino: si stis producciones próximamente-on las mismas; si sü comercio río se halla en concurren-< i;i.y l.ts necesidades de unos no exigen una especial pro-tección de los otros; en esle caseyque parece exacto, es{•vidente qnr su constitución es adecuada a sus intereses,y <|iie puede subsistir tranquilamente Robre las bases deuna simple federación. Y si algún pueblo hay sobre latierra en un caso semejante, ó próximo HO es cuestionable elque aquella misma forma pueda convenirle. Mas si aque-lla nación se bailase por el contrario en las circunstanciasen que están otros pueblo* del nuevo inundo que aspiraná constituirse; es decir, que alguna de sos Provincias (aunsuponiendo en sus habitantes igualdad de costumbres ycarácter) se hallasen con una población excesivamentecorta respecto á su territorio, sin riqueza propia por dis-favor de la naturaleza, faltade ilustración, de brazos y de in-dustria; si otras al mismo tiempo por su ventajosa locali-dad fuesen ricas y pobladas, y de su mercado tuviesenque surtirse aquellas: que otras teniendo un terreno férti-lísimo no pudiesen aun por faltade hombres y de indus-

, tria beneficiar el fruto de sus cosechas en tal abundanciay perfección que disputasen, por ejemplo, las hf»bid=»s al

(1) El Piloto llama pimple á la federación de los E. L. en el con-cepto de ser una alianza limitada á la defensa generat y al compro-miso de concurrir con los auxilios estipulado» en los tratados de aso-ciación, y cree debe hacer ahora esta explicación habiendo de tratar*n el discurso de sus consideraciones de otra forma poco diferente,pero en la que los lazos son mas estrechos, y .todas las partes de launión participan mas inmediatamente de las ventajas, y eatáu i¿ua!--icnte sujetas 6 las cargas.

30txtrancero; que otra tuviese al lado una nación rival\codiciosa de su riqueza, obligada a guardar etemaraeiu'tsu frontera con ejércitos poderosos y resguardar sus eostas con escuadras, entonces seguramente la felicidad y Useguridad de los Estados Uitidos up estarían bien garan-tidas con una simple asociación como la que hoy conser-van: y la paz interior que gozan habría sido ya mil vecesagitada; los estados pobres siempre lo serian: la indife-rencia de unos sobre la suerte otos compromisos de susvecinos seria consiguiente, y los auxilios que se diesen se-rían dados interesadamente. Al fin estos diferentes pun-tos en tan diversas situaciones tocarían la necesidad depasar de una simple alianza á una asociación mas estre-cha en que tos vítiqulo? estuviesen mas ealazados; haríansus intereses comunes y establecerían autoridades quereglasen los intereses de la sociedad en general. Enton-ces la federación que hoy constituye el fundamento do BUestabilidad vendría á ser' un absurdo, y un principio dedisolución el sostenerla. Continuará.

N O T I C I A S .Las de la campaña Oriental alcanzan al 16; y anuncian la proximi-

dad de un acontecimiento, que tal vez decida la suerte de la provincia.La división del mariscal Abréu, fuerte de 300 hombres, se suponía

efectivamente en movimiento para reunirse al cuerpo de Barrete,componiendo entre ambos un total de 700 portugueses; y las tropasorientales en consecuencia marchaban ya en dirección del Queguayen dos divisiones al mando de los comandantes La va I leja y Riveracon cerca de 1500 hombres de caballería completamente armados ymunicionados, resueltos á arrojar del territorio aquellas fuerzas impe-riales. Según las mismas comunicaciones quedaban en Santa Lucía400 hombres al mando del teniente coronel Zufriatcgui, y sobre Mon-tevideo y la Colonia los mismos cuerpos que aiHes estaban destinadosá su bloqueo.

El Barón de la Laguna ha sido autorizado por el Emperador conlas facultades de preboste de la Ban^a Oriental para ahorcar á todo*los patriotas. —__

COMISIONADOS AL PERÚ.Aunque el Piloto habia anunciado en su número anterior ocuparse

en este de aquella comisión, ha creído conveniente, después de lallegada del último correo del Pera, suspender sus reflexiones ó C*tCrespecto. IMi'iiEiNTA l)K Á "

BUEMOS AYRttS:No. 4-,—JUEVES. JUNIO 30 HK 1825—Ton. !.

la roca, y eñtemareavis el peSjgnt recaaoñtta ñ cntbt Hemmtdra miet.

GUERRA NACIONAL.

El Hitólo ha dicho en su número anterior, que la guerrano debe en ningún casó declararse inconsideradamente ;que antes es preciso meditar los recursos y calcular MISconsecuencias. El añade ahora que toda guerra es fúñen-la, y a mas de funesta es indigna cuando lleva el carácterdo agresión, y se hace con desprecio de Ins leyes del quela ejecuta, y de los pactos y derechos que haya reconoci-do en el pueblo que va á invadir. Una guerra movida portan innoble impulso merece la execración de todos loshombres, y el que.la aconseja es digno de sufrir todo élpeso de sus maldiciones. Pero las provincias del Rio dela Plata, cuya decisión por la guerra contra un usurpadores el objeto de estas consideraciones, están en bien dife-rente caso: el impulso a que son incitadas es el mas dig-no de cuantos pueden armar á un pueblo por mas pacífi-cos que sean sus sentimientos; y el Piloto se propone pro-barlo ; no por medio de las fraees exageradas del entusias-mo, porque está pasión, ni debe ser escuchada por los le-gisladores de un pueblo libre, ni puede acusarse hoy á unescritor, después que la provoenciony los insultos del ene-migo contra quien se dirije datan ya nueve años de impu-nidad por una parte; de paciencia y de sufrimiento por laotra. El quiere probar razonablemente "qtle desde que lasProvincias se hallan reunidas en Congreso formando en elhecho una nación, y el Emperador del Brasil continúa ocu-pando la Provincia Oriental están comprometidas por suprnpia-seguridad, por su honor y por mi dignidad mi>ma áhacerle la guerra si r"hu*»are verificar su evacuación. ít

Tres sou los motivos poderosos é imprescindibles por

3Sque un tetado libre debe hacerla guerra. El de la conser-vación integra de su territorio contra la ambición de unusurpador Tel de la defensa de su constitución contra lasempresas del extranjero que quiera destruirla ó alterarla,y el dé vengar la* injurias que se hicieren á su dignidad.Tales son la» neones que ptwdeo jubtilícar la guerra, ylas que en nuestro caso respecto « la corte del Brasil sedeben considerar tan meditadas por todas las autoridadesy por lodos los individuos que el creerlo contrario serianegar todos los sentimientos que hacen nuestra honra ynuestro decoro. • . \v No sé trata ahora de contraernos precisamente í» líi rein-tegración dé la Banda Oriental; }>orque también es evi-dente que las miras ambiciosas del Emperador del lira*-i Ino terminan eu los líiniles de aquella provincia. -Sircodi-cia e>tá en razón de su carúcter.de las inveteradas pretcn-siones de sus mayores, y del orgullo y la rivalidad de laiiariou que gobierna, y sus operaciones serán on ra/on delos progresos que la i.npuuidad de los atfiitadus lo permi-ta y la ocasión dé los pretesto?. |t 'larilile; porque es ne-cesario derir toda la verdad hoy para no llorar mañana so-bre los triste» ci'ecíos del candor ó la imprudencia. Se sa-be por nías de un motivo, que las a^piraciulies de la corledel Brasil se extienden aun mas alia de lo que los critica-dores de su ambición fijenernlrnf'ute.han señalado, i'erp va-mos á seguirlo por los hechos mas de cerca.

Resuelto el Emperadora no transigir con la justicia dolas pretensiones del gobierno de Buenos Aires cual tifio 2,'í,ha despreciado toda reclamación respecto á la ProvinciaOriental, y lejos de manifestar la menor consideración á laprudencia con que se conducía el gobierno <lc un pueblolibre, magnánimo y ¡lilamente ofendido, entonces mismoéráxuaiidodabaÓFdenes á su Procónsul en la Banda Orien-tal para que por medio de una nueva burla semejante á ladel año 21, se acabase de sellar la ignominia de aquellospueblo* haciéndolos parecer como suplicante» de la mer-ced de ser Vasallos: entonces era cuando muy distante depensar éu restituir jamas aquélla Provincia hacia ostenta-ción del escúndalo, y tenia la impudencia de hacer ver á

los ojos de la Europa asombrada ¿e nuestra nulidad ó nues-tra ra i ye ría que su inn<JiJa estaba iu-li(ic *•!» en la incapa-cidad misma de la organización at la república.

Pero cu-íl punta ser su tmf»Pve«»CMi por lo* agravios quesin cesar ha hecho á eslos pueblo* dVwle *u aparición enel tro i o; cuan poco sea su temor «Je Injusta veugmutii'quelia provocado, puede juzgante por el nuevo atentado quearaba de cometer sobre las provinci.w iV .If yo* y Cht'qui-tos, y esta audacia encubierta también con un pruteato tauinicuo como el de la ocupación de la B>imU Oriental, aun-,que sin consecuencia por la t«'iD'TÍd»d del hecho y la inex-actitud del calculo. prueba al menos cuales son Iris inten-ciones que lo aniñan, y de cuanto « capas de emprenderaquel déspota si, como pretende, consigne uniformar al yu-go todos lo* pueblos del Bra»il.)('Si hoy que su trono estátodavía amenazado de los ataque* con que lo ¿m<tga esasombra de libertad que existe en algunos, pueblos del Im-perio : hoy que un ministerio puramente europeo respiran-do toJas las máximas del mundo decrepito se vé forzado &contemporizar aun coi) los sentimientos de lo» natura les,tantas vece» manifestados cuantas fueron reprimido» conviolencia; si boy, mira asi los derechos de uu pueblo ve-cino que á su vista ha dado leccioties tan terribles á losenemigos de su independencia, ¿que es lo que dejará de.emprender entonces? ¿Quien pondrá diques razonablesá su ambición y al óJio «jue como, buen Urano educado enla cuna de loe reyes profesa á la soberanía de los pueblos?.Si á la fuerza iwíca üe que podrá hacer u¿o desde el mo-mento que todoa los pueblos del Brasil pleguen á su arbi-trio se agrega la consideración de la fuerza moral que de-be darle un avenimiento favorable con la corle de Portu-gal de que en la actualidad se ocupa ¿romo será entoncespermitido dudar que el Emperador atente contra la liber-tad de otros pueblos que boy reposan tranquilos acaso enla confianza de sus virtudes cívicas para ni» caso extre no,q tal vez en la interposición dí* otros amigos poderosos?

L» provincia Oriental conmovida boy por el heroísmode los que se han propuesto romper su? cadenas ó moriraj pie de ella?, va á producir indudablemente couaccueu-

40cías que desde ahora conviene calcular: porque ú ellos secoronan de gloría arrojando tie su territorio «I agresor, ósucumben en la empresa porque este refuerce las divisio-nes <)e la campaña con tropas ile caballeril»: en este caso'el refugio do Ion vencidos es natural y no es dudoso; y vedahí al eíiemiíO a pretexto de la persecución derramarsepor todos lo-» pueblos y los campos del Entre-flios, npodt».rarse y guarnecer hoy lodos los puntos sofocar mañana elclamor de los uaturníc*, y elaborar pasado un congresocon elementos semejante» a aquel con que en el uño 21pretendieron consagrar eu la provincia Oriental su inicuausurpación. ,

No es esta uní paradoxa: el hecho *9, que el Empera-dor del Brasil con la sol» noticia del movimiento patriótico«le la campana Oriental ha convertido A tu retuerzo laatención y')o8 recursos que destinaba A la traiujuilisncionde las provincias del N. del imperio: tía cubierto de bu-ques dé guerra el Rio de la Plata, ha anunciado IH remesade otros y de mayores refuerzos terrestres; ha dado órde-nes terminantes ni general Lecor para que no omita cuan-ta» medida» pueda sugerirle toda la aciivid id oVI despo-tismo á fin de sofocar el fuego renaciente de la libertad.¿ Hubieran tomado acaso medidas inna activas para enca-denarnos los hijos de los aventureros del siglo 16 ? Perosí ellas son indudables no lo es menos el que desde el mo-mento que el Emperador hubiere reunido en aquella pro-vincia cinco ó seis mil hombres con las miras ostciihtbU'3da pacificarla, es bien consiguiente que nos hará la guerraliiijo pretexto ile haber armado clandestinamente la insur-rección de aquel país.

Después de unas medidas tales como en la actualidadha desplegado "sin respetó nía nuestra nueva actitud na-cional, ni al carácter guerrero de estas provincias ni á lostriunfos de la libertad en el Perú, sería un delirio pensarque ellas no condujesen at objeto de la guerra indieadn;y no considerarlas romo un aviso demasiado elocuentepara lodos los pueblos def Rio de la (Mata de que es lle-gado el caso >:i inevitable de tomar las» arma* piirasu pro-pia seguridad y defensa. ^

. _ . 41Mns si el ínteres de conservarse, exige «*Ma resolución

heroica* el honor nacional ultrajado por tanta* y tan repe-l i d a injurias lá reclama ya imperiosamente; porqrie ni uose puede ya por rnas tiempo ser espectadores indiferente*de l;i suerte de los infelices orientales, no se puede tam-poco sufrir sin desdoro y sin condenarnos al envilecimien-to el que el pabellón bicolor que tantas veces nos hn con-ducido á la victoria sea hoy insultada en la babí* de Mon-tevideo por los esclavos del Emperador del Brasil: quesus b;iqoes de guerra ocupando en todas direcciones elRio de la Piala, vengín á presentarse casi á ouentr* vi«taen actitud amenazante, é impidan, como parece indudable,a una embarcación nacional la entrada É estas valizas sinprevia declaración de hostilidades: estos hechos recien-tes, sobre tantos, son signos infalibles de la inmediata re-solución de cometer otros ultrajes mas considerables. Noes de este lugar hacer la historia de las injurias que en eldiscurso de nueve años se nos hin hecho por el gobiernodel Brasil iiOpuMetneute, ¿pero quien hay que fas ignore?¿Y quien que necesite ser estimulado por su recuerdo paradisponerse k la venganza? ¿Como es tac i I olvidar la de-portación que en diferentes épocas han hecho de la po-blación de la campaña Oriental, y quo llegan ya á railesde hombres desde la primera remesa del año 19, conde-nándolos á una muerte probable en los climas ardientes delÁfrica, ó a la esclavitud no menos mortífera de los buquesde guerra portugueses? ¿Como se puede ser indiferenteal saqueo de toda la riqueza de aquella hermosa provinciaorganizado por los gofos brasileros y repartida hoy en lacapitanía del Rio Grande y demás provincias comarcanas?¿Corno al escandaloso robo dos veces cometido en el Arro-yo de la China, y autorizado por el pacificador Ventus,Muuuel? ¿Como a la ocupación de algunos pueblos deMisiones sin haber siquiem d;ido el menor pretexto,}- obli-gar por la fuerza a su población á servir como soldadosimperiales bajo las órdenes del brigadier Bárre lo .^Sitantas violcncinn, ei toles desprecios de los derechos delos pueblos y lo» nmeiinzrts insolentes qm* ostenta ol usur-pador de trotarnos de ijrual modo en el porvenir no fueren

42bastantes íi la resolución de vengar nuestra dignidad, ¿quéconcepto formarían; de nosotros las naciones de Europa ávista de la indiferencia con que contemplásemos, ya l asuerte de la provincia Oriental, y ya nuestra propia segu-ridad y nuestro honor?

Ello, no hay 'disculpa: cuando las provincias estaban in-dependientes y, disueltos todos los vínculos es problemáti-co si debieron ó no socorrer al pueblo Oriental, por lasobligaciones que habí tu dejado tos lazos de la antiguaunión.y por los sentimientos, siempre imprescindibles deuna fraternidad social. Si este compromiso glorioso les,era ó no posible, podrá ser cuestión; pero el tiempo hadecretado que su resolución quede consignada al siglo ve-nidero, y el Piloto cree ingenuamente que no hubo posibi-lidad. Mas hoy que las provincias están reunidas en Con-greso; hoy que los pueblos gozan el primero de lo*]o- losbienes, que es el de la paz interior, y se hallan en plenaposesión de |a independencia, ¿in recelo de que Hla pue-da ser amenazada por. site antiguos opresores: boy queninguna otra urgencia reclama interiormente su atencióny sacrificios sino la de organizarse tranquila y sabiamentebajo los auspicios inas favorables: hoy en lin, que las Pro-vincias Unidas han vuelto cubiertas d * ¿loria, de expe-riencia y desgracias á enumerarse en la lista de las nacio-nes libres; porque desde que h«y Congreso la nación exis-te, y porque desde que hay un peligro común no puededejar de existir: hoy decirnos, ¿ podrán sus autoridades sindesdoro permanecer aun indiferentes á la suerte ignomi-niosa de los desgraciados orientales? ¡Que se diría de supatriotismo! ¿Que dirían los pueblos europeos que bajoel yugo del despotismo nos contemplan con envidia, ó nosmiran con odio respetuoso? ;Que diría ese gabinete mis-rao del usurpador que en el año 12 humilló su insolenteorgullo delante de la sublime coutineiüa del patriotismo<le estos pueblos? . . ¿Pues que, las deshacías qutídebeuImber tortiticudo en nuestros pechos todas las virtudes cí-vica» habrían extinguido ó debilitado la mas noble <Jc to-dniMiUitHf ¿Dejaríamos pasar a la posteridad los analesfiel afio 10 llenos d i l brillo del Ueroiamo, y obscurecidos

43los dol a&o 25 con la negligente inercia ó el abyecto sufri-miftto? No, Representantes: es llegado el caso de re-solver la atormentadora inquietud que agita todos los vo-tos v toóos los pensamientos sobre la conducta del usur-pHilur.- No es la guerra contra un pueblo la que habéisde declarar; es al contrario la de un pueblo ofendido, yamenazado en su libertad, cojitra uu déspota osado la quehabéis de decretar .^ Continuará.

PAPELES MINISTERIALES; OPOSITORES.

En otras partes donde se goza la misma libertad queaquí disfrutarnos, y donde sin duda ha tenido origen aqueldistintivo que se da á lo« escritores iro ministeriales retie-ne por verdad muy sabida que lo que ilustra al público ycontiene en su cauce el torrente del poder, es la censurapor medio de la libertad de l;t prensa, no poniéndose todoslos escritores de la Banda de Moma porque entonces Car-fago perece; si no combatiendo sus doctrinas entre sí conmoderación y con decencia, y criticando del mismo modolos abusos ó los errores de la autoridad. Entonces el ciu-dadano compara y se decide por lo que es mas comineen*te: los prestigios de la elocuencia no eluden, porque SU3resortes regularmente quedan á un-lado en el debate y láverdad se descubre patente al otro Entonces el campeónque se llamaba dueño del circo por falta dé competidorbaja tal vez de la estatura aparente de Briarco al estadonatural, si es que no se reduce á la de un pigmeo : porqueen efecto pitra hacerse respetar no hiiy cosa mejor quemantenerse en posición que nadie pueda acercarse y pro-fundizar lo que. respeta. Lo< e-cntore¿ pues que censu-ran con imparcialidad, y notan los abusos se llaman de laoposición; pero no se lea insulta: nnics bien se IOÜ conside-ra por HU drsinU.M'cs y patriotismo, según el laudable ob-jeto que so proponen, á no ser que escriban en apoyo ávuna facción ó tengan por liu desorganizar : cu tul cuso nose llama o^msictún niño deaurgnuizutiun.

Hay otros que no tienen mas declino que el de recibirlos rayos de la lu/ uniii?kTÍal por incidencia y dituudirln

44ol público pr.r reflexión : es;os por lo recular se llaman sa-bio-, ello** mi-ñios': «Je»-it«-n»ii el entrar (n discusión conotros que considerui corno cuerpos opacos inca pace? dedar luz, ó *olo c.ipacr* d" darl» muy turbia, y renuncian-do ñ la gloria del triunfo de sus doctrinas debatida» conun opositor privan al -público de lu ilustración qué debe re-sultar del choque literario de opiniones. Su sistema ordi-nariamente es el deanmiciir al público, las medidas de las-autoridades, y explicarlas á HUS.lectores apoyándolas conlos mismos argumento" con que aquellas* las han fundadoen la tribuna, ó en el encabezamiento de sus decretos. Sihay alguna qtte de puro absurda no pueda oirse se la ca-llan ó la observan con mucho tirulo por no desacreditarlamas, y si algún otro escritor profano la critica—eh! igno-rante majadero ¡ quien le motera á el muy n**cio en esteniaremagnum de la sabiduría! le dicen; y encapillándolemedia docena de sarcasmos groseros se quedan mas era-ves que un jumento cuando da dos roce*. Estos escrito-res son los que rigorosamente gozan el elevado título deserviles, explicadores elocuentísimos de loque se les man-da explicar. Si no entrañen lid con otros escritores es porque el combate singular les está prohibido por los precep-tos de su regla, y ante» pretieren huir de Filipes cómo tío-ratio que morir en ere mona como el hijo de JWanlio.

Felizmente no hay por ahora en esta capital ni periodis-tas desorganizadores m serviles; pero como alguno ha detomar el cuidado de hacerlo saber al público, el Hiloto creeque sus coescritores le agradecerán esta explicación paraque todos quedemos a cubierto de loa electos de ana malainteligencia.

VAR1EÜADF.S.

En una «dos sociedades iluMrndan de esta capital se haliado una interpretación tnn siniestra al artículo liben A 4de cultos del ndm. 2 del t*ibto que se puso a MI aulor enun punto de vista semejante poro menos al que debeocupar un aloisia, pretendiendo que *u introducción a!ns reflexión*» hobre libertad de cultos encubren una doc-

45trína que tiende al desprecio de la Verdadera religión, de-jando cuando menos en problema sus principios religiososcutre la moral evangélica y la simple razón.

No es ponible que el autor del Piloto pueda ser indife-rente al concepto que discursos tan malignos, y vacíosde túndame uto pueden adquirirle entre la gente que oye yno lee. El ha reflexionado con la mayor detención sobretodos los periodos y sobre todas.las palabras de sir intro-ducción, agitado por el temor de que un error involuntariole hubiese I tocho producirüe de un modo contrario á suopinión y & su conciencia; pero' nada. ha encontrado quela contradiga, y mucho menos que deje entrever aquellasuleab que con tal injusticia se le han atribuido-

La mayor parle de aquella introducción >on tjeinplo*que preparan lu cuestión : en ellos poco ó nada hay origi-nal, porque son hechos que pertenecen & la historia unos;otros conjjoca diferencia son penaamiéntoa que pocos íi-lósojbs modernos han dejado de producir, y 6 ninguno deellos por cierto se tes ha notado JMJI «ectariofl del ateísmo.Fuera de loe ejemplos citados, lo poco doctrinal que haydel Hblo es lo que se lee en esta líotá. (I)

Hubiera querido el Piloto que los que tul explicaciónhicieron d« sus principios se hubieran dignado tnanifestar-

(I) " Cristiano viejo, abjura, tu»; vejeces, y emplea tu elocuenciaen convencer al insemato cuya doctrina tiende A degradar el espírituhuinüiin, y á apagar e» él la» grandes ideas inórale* sobre el principioantisocial de que el destino lo couduce. Al sonata que se empeña enconfundir la raion del inocente animándote á la ingratitud y al crimen

(¿on IH tríate itleit de la ínula que le eppera : al que dosconsueU al des-graciado dcKenurr;í tulo lo de un .porvenir eterna metí te dichoso; ó CMcuya doctmiH bárbitru cnipiesÁ por hacor indiferenta la virtud* y ter-nunn por disolver todos los Unos nocíales prccipiuMtlo al homltre alestado deflenfrenedo «te la mturalexa: hfcia «SQ qao imitan cultoprofesa, que nintiun Utos adora, convierte toda U energía de tu elo-cuencia no cotnu leútogo, que pcrdenis el tiempo,. pero s( comofilA-sofo, que es lo o/es puede cotivenc^rlu *, perú atLprole*tanle, al judift»>"> aquello* cuya nonti es en el fondo %ual A la Unra; que como tú ad-miten un Dio* que remunera y que vengan, un f)to* «ten» y justo

u rccmnpeiHHi IRR bucun» ohrna y castiga los crímenes ocultos, dó-vivir en la sociedad gOMiido loa durechos que lú gotas, y desqueno intentan privarle.

Pihto AMIII. •!. íí

46la por la prensa, porque desea Satisfacer sobre este puntotan luego como t»e le haga tocar el convencimiento, y su-plica á aquellos señores se dignen complacerlo, ó reformaren esta parte su concepto.

BAÍNDA ORIENTAL.A vista de los progresos que la cau«a <le la libertad va

haciendo cu aquella provincia,}' según las esperanzas quedejan ver todos los auspicios, parece que no es infundadoel presagio de su pronta recuperación.

El Piloto reservando para aquellos momentos el tributoal heroísmo de los guerreros que ahora &<• emplean, y losque vayan á emplearse en tan gloriosa «impresa, se ocupa-rá desde ahora en ofrecer-á la consideración de los orien-tales algunas observaciones hijas de la experiencia, y á lascuales espera no serán del todo indiferentes.

La Pfovindia Oriental perdió su libertad en el ano 16,de resultas del triunfo sangriento de la licencia y el desor-den sobre Jos principios, y fatigada al fin por do» años con-tinuos de la mas doforosa anarquía dobló la cerviz al pri-mero que osó presentarle un yugo, porque ya sus votostendían mas al reposo, que a* la regeneración. Los hom-bres no pueden vivir por mucho tiempo aislados en mediode una agitación general, ni cien marineros en cien bar-quillas pueden sub^t i r sobre las olas agitadas del Océa-no que mirarían con desprecio reunidos en una nave biengobernada. '>

La Provincia Oriental vuelve hoy á la carrera de sufelicidad ; pero para llegar á ella no basta triunfar del ene-migo sobre el campo de batalla : es preciso que la razóny el convencimiento auxilien la obra del tiempo, y que lasúlceras que la anarquía hizo en los corazones, quedenpara siempre cicatrizadas. E* preciso que las institucio-nes sigan el último paso" de la victoria, y que la unión ge-nernl la mus sincera nptane las dewiffUíildades que deje so-bró el terreno el carro violento de la guerra. Es precisoconquistar hoy la libertad con el sacrificio de la vida y

4?y mañana «oroelerse á sus leyes subordinando el

n al fnt.'ndimiento. y apoyar la estatua de aquellapiu -a con instituciones, no precisamente pura apagar lastras «1** la discordia, sino pnra infundir horror al iiueinlio,i acostumbrar á los hoinhres al amor de la paz. y á lacoii-

,ii:<nz;» en las leyes qu*1 protejen la libertad. Es preciso nili». sujetarse á aprender ahora lo que antes no supimoá :,cr libree. Continuará.

POLÍTICA.

Sobre la interposición de una potencia ertrangera con la corte delBrmil pttru que restituya la Provincia Oriental.

. Al hacer algunas observaciones el Pihto sobre esta ma-teria protesta que su espíritu no es el de criticarla: bienIrjns está de eso. y Confiesa que para respetarla él, b as ta-ri, i h idea ventajosa que tiene formada de los talentos yhabilidad diplomática de la persona que sobre mil servi-cio* que merecen nuestra gratitud se ha dignado irá negó*ciarla en beneficio de su patria : fus observaciones tienensolo relación con el sistema de actividad que según mani-lirsta en el articulo primero de este número debe adoptar-se en razón de las circunstancias; y aunque ellas no con-tribuyan al objeto que se propone, no por eso serán deltodo inoportunas.

Se ha dicho, y se espera que un amigo poderoso, quetodavía no se ha dignado reconocer mientra independencia,y que en el concepto del Piloto no la reconocerá por masque arguya el Nacional* mientras no vea un gobierno esta-blecido sobre bases sólidas capaces de garantir por su esta-bilidad las relaciones que entablare sobre los intereses co-merciales de sü nación. Se ha creído repelimos, y el Pt-luto cree también que algún paso podrá dar á este respecto.Pero contra su eficacia se presentan dos consideraciones,á saber. O el amigo poderoso ha de mediar de pura gra-cia que quien hacernos, ú ha de ser por el ftlimulu deproposiciones que le compensen el compromiso que pueda

: 48contraer en su medhcion. una voz que sea despreciada.En ei primer ca*>. no hay cuestión; porqur la dt-bili lad «le.hti empeño será proporcionada á la debilidad que acom-paña nuestra solicitud. Kn el segundo. ;sobre que ftindii-menlos que no sea el del reconocimiento de nuestra inde-pendencia puede entrarse á establecer convenios, ni atma avanzar promes is? ¿ Que garanli i tiene el auii^o pode-roso de la subsistencia ó l:i inviolabilidad de aquellos, sitodavía no se considera con loa suficiente-!* para recono-cernos capaces de entrar al rol de las naciones y relai;i«>-liarnos con ellas por medio de pactos solemnes ? ¿ Seráque las proposiciones que se le liagitii hayan de IÍMIIT *•!lleno de su electo cua.idn nos hubiéramos constituido yseamos reconocidos por él independientes ?. Siemlo a«tf;<juicii dudará (jue su inftlíacian será empcñixla tainlucijcon eficacia cuando ll^jjue aquel caso? Pero antes d** 01no es de presumir que sea tal que al Emperador del Bra-sil no le sea indiferente despreciarla; y aun después esbien probable que según su carácter la mire del mismomodo.

Estas observaciones que tal vez serán destituidas de fun-damento ha creído el Piloto sin embarco que no son deltodo inoportunas; porque cuando menos enseñan una ver-dad, y eá la de que las provincias deben convencerse dela necesidad de sacrificar preocupaciones y pequeños ómalentendidos intereses á la coiiveaieneia de organiKíircuanto mas antes la nación, y darse el carácter respetableque la discordia fm degradado, y hacernos de una vez dig-nos de la consideración de las naciones y del respeto denuestros enemigos.

AVISO.—£*te periódico se publica los Jueves de cadasemana: se vende eit h libreril de D. Jaime Marcela realcada pliego: y en la misma se admiten subscripciones »dos pesos por cada trimestre.

EL PILOTO.V

: j r r ^ ' 1 'BUENOS AIRES: jNo. 5.—JUEVES. .K LIÓ 7 Di: l8jfe=-1oM.

la r«n, y eiuñnmmu* ti pcJifro re^oiocitl» ñ ctrfi'Hr nua.*/r-i

PROVINCIAS DEL RIO DE LA PLATA, '

Por las reflexiones explanadas en el artirulo guerra na-cional de los número? anteriores cree el Piloto haber pro-bado que si las Provincias del Rio de la Plata se liilluiicomprometidas á vengar con l.i guerra MI lionor y di^nidmlde los insulto» dé la corte del Bra-il, su propin segunda;)amenazada en tas circunstancias ardíale? por hi ambicióndel gefe del imperio, ó bien sea por otras causas de mnadistante origen, reclama también con urgencia una resolu-ción digna de los sentimientos que hacen t*u gloria y sudecoro. El Piloto podría agregar varias otras razones, masó menos concluientes en apoyo de e«ta opinión, que sinembargo no juzga necesarias por cuanto lo*» u ti rajes hechosal honor nacional por el usurpador están demasiado xenli-dos pnr todos los corazones, y el riesgo de que él avancesn osadia es como un convencimiento que ocupa todos losespíritus.

Resta pues ahora mirar esta cuestión por el lado deliiiteres y de la conveniencia propia, examinando lew intere-ses de las Provincias del Rio de la Plata respectivamentecon I03 de la Banda Oriental separada de la .unión de estas,y dominada por el extranjero, ó de algún otro modo. Ha-blaremos con franqueza, porque en este caso, como en to-ilos, es la que puedo conducirnos & la verdad.

Se ha creído al^ma vez (y muchos saben que el Pilotono habla destituido de fundamentos) que la ProvinciaOriental, ya en los tiempos deplorables de yu pasada anar-quía, como en épocas posteriores aspiraba á uu.t inde-pendencia absoluta, tina vez que lograse verse libre y or-ganizada ; y que este espíritu, si no era general, prevalecía

50al meno» en la clase mas numerosa que tenia en su poderla fuerza física.—No hay duda que admitida la realidadde esta tendencia, y de un modo invariable, quedaría eneran parte justificado el abandono á sus solos recurso»para reconquistar los derechos de que se halla despojada,* deponer como quinera de su suerte. Porque en semc-imite caso, aunque las demás provincias no se hubiesen'hallado suirieudo cinco años continuos las agitaciones pro-ducidas por el espíritu de revolución, no sería prudenteque aventurasen por uti ínteres absolutamente extrañosu fortuna, su sosiego, y los recursos precisos para conser-var su propia independencia. Y si fuese bastante averi-guado (ío que luego hemos de ver) que las Provincias dela Union no tienen un interés propio y positivo en que'laBanda Oriental deje, ante todo otro caso, de pertenecerá lo que hoy es imperio, y puede mañana ser república ; úpuede serles indiferente su incorporación al Brasil, ó ¡>u in-dependencia absoluta; entonces es evidente que el com-prometerse esta república en una guerra destructora conun estado vecino, nada mas que por establecer la indepen-dencia de la Provincia Oriental, sería una verdadera im-prudencia, ó ya sea una torpeza; porque al fin no se repor-tan;» otro interés cierto que el <le la gloria del triunfo; ycon empresas puramente gloriosas y sangrientas no es quebe hace la felicidad de las repúblicas nacientes.

Pero sin entrar abora á una averiguación muy detenidax<del fundamento de aquellos recelos, asentaremos como

bases para nuestras reflexiones, que, ni es cierto que lamayor y mejor.parte de la población oriental haya jamasestado, ni lo esté, poseída de aquel espíritu, sino del de launión nacional, sujetándose a la constitución republicanaque lu pluralidad determinare; ni ella puede racionalmenteespirar a esa independencia quimérica en la imposibilidadabsoluta en que esta de conservarla, por rail razones quediremos; ni a las demás Provincias del Rio de la Platapuede convenirles que aquel territorio deje de pertenecera la nación, bajo pena de tener que renunciar a una granparte de su prosperidad y de su riqueza. Vamos a demos-trarlo.

5 1 . _ . . . • •Es verdad que hubo algunos momentos durante el rv¡»i-

Hien anárquico en la Banda Oriental que varios caudillo*,exiliado1! por las teorías agradables con que un demagogoquijotesco lisonjeaba sus pasiones, proclamaron la indo,pendencia, rvo solo de las Provincias (Deciéntales sino detodo el universo, y aun de todas las leyes con que se man-tienen las sociedades; pero estas ideas fuertemente incul-cadas en medio del torbellino de la anarquía desaparecie-ron con ella y con sus autores.

Los habitantes de la Provincia Oriental, es decir, I»parte organizadora y pacífica, sabían entonces mismo, sinnecesidad de la experiencia adquirida, y saben hoy todostilo» que su patria no puede ni en un siglo ser independicn-1P sino de un modo relativo cuando otas; porque aquellatt-licidad no siendo conciliable ni con su posición geográ-fica, ni con su población, su industria y riqueza no puedeser hoy sino ideal. Saben que para ser independientesabsolutamente es necesario tener medios para triunfar delenemigo ahora: mantener luego el orden interior contralor- ataques de la anarquía, y después recursos constantesy numerosos para hacerse respetar del enemigo; y queestos extremos no es fácil ni posible que un pueblo na-ciente y aun no poblado pueda conservarlos al lado de unagrande potencia tan rival de su engrandecimiento comoenvidiosa de los favores que le ha dispensado la naturaleza.Saben que un estado pequeño pierde tanto aislado cuantogana unido, y que aunque una revolución en todo el impe-rio les diese lugar á organizarse y constituirse pacíficamen-te, al fin su existencia no seria sino precaria: víctimas hoyde una convulsión intestina; presa iDjñann de la ambicióndel extrangero. Esto saben todos los orientales, inclusoslos que hoy derraman su sangre por dar libertad á su pa-tria, y el Piloto al asegurar estos sentimientos no teme serdesmentido en ningún tiempo por los hechos.

Pero aun suponiendo al pueblo oriental eti posesión,detodos los recursos, de que carece, para mantenerse inde-pendiente de un modo respetable, capaz de imponer si-lenc'o k las aspiraciones del imperio, ¿ puede suponérselotan poco ilualruJo, tan ignorante de sus verdaderos intere*

52se* hite no previese los compromisos á que lo sujetaba <M,IocJi.la.1 ••:, cualquiera caso de una guerra ulterior euirrel Brasil y las repúblicas de esta parte? ¿Igíftmu» losoriehUles'que su patria sería el circo de los combates, si.riqueza la proveedora forzosa de las necesidades de \otcjt:n-iio» exrrongero-. y *'»•* haciendas, con tal ocnnon, de-predadas por la ius -riaWe coilirift drl portugués * ¿Queat !ii cualquiera que fuese el motivo de la ¿urna, el twliuta«e vori* cuinprnmeiiilo á tomar parte en ella ? ¿Que auren este <UM> SUS rjim|«M* serian miados. auHharieiid.iHqur-d trUudpsicrias.r» bi«*n por el influjo funesto de In guerra, ubien |Kir U^ r.tlrriab que a su nombre li-irí;» iiupuni'inenleun veiino qup niti cesar lia otilado saqueándolas dt'^de lu>

.prinicro-i moniPiitos en que lijé poblada? ¿Y que Ümilineu-te. v\ tínico modo de precaverse de e^tos incultos es per-tenecer ñ una nación gran Jo, cuya fuerza mural infundarespeto ni extrangrro?

Ea preciso no engañarse, y convencerse «I fin de que losorientales están en el «ño 2¿>, y no en el de 15 y 16; queellos se uniforman con la marcha del actual, y dote&tan lamemoria de los horrores de aquellos; y supuesto que laf-reÜVxiones que preceden pueden dnr una idea bastanteluminosa del espíritu de nacionalidad que los anima, y deBUS sentimientos en todo hemogéneos con la marcha de las.luces y lu experiencia de las provincias hermanas, restademostrar que á estas aun mas que á ella misma conviene6u reincorporación al todo. Tal será el asunto de esteartículo en el número siguiente.

PROVINCIA DE SAN JUAN.

El Argos 164 ha insertado íntegro un proyrcto de l.'ydel gobierno de aquella provincia sobre la dr-claraciu» de^sí/credioí Mkosnbn y el ciudadano en 20 artículos prece-didos de nua exposición que los motiva. Este proyectoq-ie sin duda será sancionado j.or la legislatura, y que ento.!:.s pnriese» la obra que precede á la constitución como<a priucipal base de ella es muy honorífico para el ilustra-

do gobierno de San Juan, porque sobre est;ir fundado obv*los v<*rd»'lei-os principios compreiKte pfir el nr(H^tlo 17 \iX

libertad de caitos con tuda plenitud; y solo le liiltu. eu t-Jroncepto del Piloto. para ser un» ohrn «rompleln. el IUIM ragregado á aquella declaración los siguientes artículos:

I. Kl orden interior deberá estahlit'ersc de modo tiitepueda ser siempre servido por una fueras* legnl, sin -juei»maH lint a necesidad de recurrir al auxilio del soldado.

'1. J>a fuerza militar no tendrá otroeinpltM» que el de ser-tir a la palria contra su* enmuigus en las rolurioues poli*licns del exterior.

3. Tudu ciudadano jiuodr ter ocupado en los c-tnploosJe la república, y s«ilo la incapacidad debe excluirlo.

4. [Ningún ciudadano tiene derecho á recompon»:^ pe-cuniarias, ni la |-y deberá acón I a Has & ninguii bninh'<¡t

-tea empleado, militar ó civil, bino cuándo después d ;. i.tier hecho bervtcio^ distinguidos ft la patria be hulK: ciitiupuibiiidüd de continuar siéndole útil.

BANDA ORICNTAL.

Lnfi noticias de aquella provincia que alcanzan ni 2¿prnxiino pasado nos instruyen de haberse instalado en Incampaña una junta gobernativa provisoria, coiopueota deun diputado de cada departimento, cuyo primar paso hasido el de convocarla representación provincial para queni uso de RUS facultades nombre un gobierno efectivo, ydiputados ni Congreso nacional. La reunión de los repre-sentantes deberia verificarse el día 10 del corriente. b)n-tretanto la junla gobcrnaiivn ha dado provworíame"U* hD. Juan Antonio L-ivallej» el grado de brigadier, con elcargo de comandante en grfe de las divisiones* orientülrs;y el de inspector general de armas al de la UI'IHIDU claseD. Fructuoso Rivera.

La junta estableció su residencia en la villa de la Flori-da, 20 leguas distante de Monipvideo en las m&rgpnet* deSanta Lucía chica; y ha enviado a esta capital doa dinn-

54tartos do bu seno (1) con el objeto de ponerse 6 las orde-nes del poder ejecutivo nacional, rogándole que en conse-cuencia regularize la guerra, y dé a las operaciones deaquella provincia el carador correspondiente.

Los individuos que forman dicha junta gobernativa sonD. Manwl Calleros, presidente. D. Francisco Muñoz,ü. Lorelo Gomenzoro, IX Manuel Üuran, D. Juan J. Váz-quez y D. Gabriel Pereyra, vocales : Div D. José Revuelto,secretario, y suponemos que tumbiuu vocal.

Las fuerzas Orientales constan un la actualidad de losruernos de caballería siguiente?.— 1000 hombres en laFlorida bajo lab inmediatas ordeños del comandante cugefe LavaUrja; 1300 en el paso del Durazno del Yi á lasórdenes de Rivera; 3tH) en el bloqueo de Montevideo alo rgo de D. Manuel Oribe; 250 en el de la Colonia al deV.. Leonardo Olivara; 100 en Cebollali al mando de D. Pa-blo Pérez, y 100 en el Cerro Largo al de D. Ignacio Ori-be; que hacen un total de 3050 hombres.

£1 traidor portugués Quiros que abandonó la causa dePortugal por seguir la del Brasil en 822, y que. dejó des-pués la del Brasil por seguir la de la patria, acaba de de-sertar esta para volverse á tas banderas del usurpador; pa-rece que de resultas del susto que le entró al leer una car-ta del General Lecor en que le aseguraba que Abreu ve-nia con 4000 Ferasá cabalo^ y él había recibido en Montevi-deo otras 4000/erasapéyCOu las cuales iba a limpiar la cam-paña de rapaces: qne en tal virtud ó se volviese á la Colt*nía, ó rezase ya el Credo como dándose por muerto: Qw-ros como buen portugués tomou medo efoise en boro.

El total de la fuerza portuguesa en la provincia ascien-de a 4200 nombres, cuyo detalle be dar&'eu el número prú-XltBO.

LIBERTAD DE CULTOS.Ai tratar esta materia en el num, 2 íle este periódico ha

dicho, el Pilólo que la consideraré filosóficamente comocree que debe hartirsej Parque K)j)Ut^«e bus** es *l con-

(t) t>. Fr.iiK:irfflñ7 L

oovencimiento, y un convencimiento que se, haga sensible étodos. La Teología es para un determinado número depersonas, y no tiene la virtud de hacerse entender del res-to. Vamos pues á la cuestión, que harto pesada es ella, ymucho mas desde que el Nacional ha agotado casi todo loque puede decirse en lo mucho y bien que sobre ella haescrito. Pero el Piloto le ha empeñado la palabra al Cris*iano Viejo y es forzoso cumplirla.

"Ningún gobierno católico (dice aquel escritor) puedetolerar un culto falso, porque «ate, sea el que fuere, atacael orden público y es anti-social.'*

Esta conclusión dá lugar á varias deducciones que elPiloto irá analizando poco ú poco, porque sus límites BOUextrechos; pero desde ahora avanza que de todas ellas noaparecerán sino muchos temores de pura imaginación, yun solo riesgo posible; y en el cual va desde luego á po-nerse de acuerdo el Piloto, porque aunque remotísimo pue-de justificar alguna vez al Cristiano Viejo. Tal seria elde qye sancionada la libertad de cultos, sucediese que al-gunos sectario» de un dogma falso, (por ejemplo el Maho-metano) residentes en Córdova se empeñasen en que elCristiano Viejo adoptase por la fuerza su opinión religio-sa; porque entonces la violencia es un crimen y la necesi-dad en que él se vería de repeler la fuerza con la fuerzacausaría una turbación positiva en el orden público; por-que ó bien el Moro quedaba descalabrado en la gresca, óbien el Cristiano Viejo se quedaba meneando entre Mu-sulmán y Cristiano. Vea ahí como también el Piloto, pormas opuestos que sean sus,principios desea convenir conci en algo.

Fuera de este tínico riesgo, que se guardara muy biende promover nadie adonde quiera que haya leyes y justi-cia; muy particularmente el que no se crea con derecho a.desengañar al que opina con error, (1) pasaremos a los otrospeligros, como por ejemplo;. el de que los diferentes dog-mas y doctrinas de los que no profesan la Religión Católi-ca puedan con el contacto debilitar la fé de los creyentes, y

'M Ahí e»tii la

mmoverlos H deWrUrla religión venla«1era en que uncieron.

Kslos temores en una alma tuerte- dueíu de moderarMIS pasiones y dispuesta á la toleraiici:», pueden pasar pordefecto de ilustración y aun mas por ignorancia d<l cora*Koa humano; pero en la pluma de uti escritor que á unbuen juicio reúna conocimientos exacto-» no se pueden ad*mitir bino como un insulto hecho á todos sus conciudada-nos. ¿ IJe donde iüfiere el Cristiano Viejo que la fe peli-gre en el seno del que profosa la verdadera religión comoía única capaz de hacer ¡su felicidad eterna por el ejem-plo á la opinión del que sigue un dogma falso que en suconcepto le condena á una pena perpetua? Ysi en mate-ria de actos y deliberaciones internas nadie puede juzgarla nviyor ó menor fortaleza del individuo y el grado de feque acompaña á su creencia ¿ por que no hemos de dedu-cir que el que teme una abjuración tan fucil de los verda-deros principios en los otros hablará con concepto á la fla-queza que siente en su conciencia misma? Por que de otromodo ¿sobre que fundamento puede atribuir á los demásuna debilidad que él protestará mil veces morir antes decometerla ? ¿ Es por ventura en la parto ilustrada do susconciudadanos que el Cristiano Viejo teme aquella absur-da apostasia, ó es en el vulgo ignorante? Dividiremos lacuestión, y asi arribaremos con mas prontitud al fin que*nos propusimos. (1)

El hombre que no es ignorante, el que realmente es ilus-- trido podra tolerar la falsedad, porque la tolerancia es' í'ucto do la ilustración, pero no es fácil que ella pueda«onvencerlo; porque las cualidades que elevan el entendi-miento á la sabiduría y á la verdad son precisamenteaqiie-Uis que le impiden someterse á los sofismas del error. ElPiloto supone ilustración en el Cristiano Viejo y en ella *&

^ j ' g a r a n t e dcgiinsii opinión religiosa jamasj( i ; Kl hombre ilustrado, que es la menor puite de la sociedad,iin emburro en quien puede esnernive ó temerse una abjuracioo, sique |>«ie<lr hacerse de I* v«?rdnd ; no en el ignorante que no disnir-

re, porque la opinión t» e.*ie es el hóbilo que ha contraído desde lantfanci.i, y el cua! so ¡(luitilkíi cun él de tal suerte que llega á serini-

blc ílcslniirlo: ¡i,í L¿ que el faimtwmo cstíí siempre del lado de la

57vacilará aunque se vea combatida por los mas bellos ar-gumentos de los sectarios de un dogma falso.

Pero supónganlos que la razón y la conciencia de un ciu-dadano ilustrado de Córdova registe los principios de laverdadera religión en que fue educado. ¿Quien puedecreer que la libertad de cultos en eu patria ha de ser elagente de su extravio? Si el hombre ilustrado no quiereser católico no necesita por cierto del ejemplo del protes-tante. El será judio, protestante, ó lo que mejor Concibaen el seno misino de sus conciudadanos. Si el culto de sureligión está prohibido ese será un motivo mas para queBU error se fortifique, porque tal es el efecto de la coacción;gu espíritu estará continuamente angustiado viéndose pri-vado de un derecho que la libertad civil concede á susconciudadanos, encadenada su opinión, y la libertad desu conciencia atacada injustamente; porque este es elcaso de decirlo, y el Piloto lo probará oportunamente, queproclamar la libertad de conciencia sin conceder el ejer-cicio del culto es un título vano que en lugar de favorecerinsulta; porque ¿ que quiere decir en un pais libre, uyo teconcedo que pienses como quieras en materia de religión,pero te prohibo que obres como yo puedo hacerlo segúnmi modo de pensar; y aquello que yo quiero para mi guár-date tú de intentarlo."? Esto es exigir de un ciudadanotodos los sacrificios que como tal debe á la sociedad, y pa-garle con una ingratitud; esto es obligarlo & desertar unapatria injusta, ó á burlar sus leyes ejerciendo en uua sole-dad el cello que en el público le está prohibido.

¿Y quien que conozca el corazón humano; quien quecalcule sobre los efectos de una prohibición tiránica pue-de dudar que un ciudadano así reprimido hará mas prosé-litos de su doctrina que el ejemplo de mil judíos orandopúblicamente en la sinagoga? . . No es la libertad, Crw-.Hano viejo, la que relaja la fé, pero *í puede serlo la absurdaprohibición: los argumentos que emplea el hombre ofen-dido para mostrar la ridiculez y tiranía de la ley, soo losque pueden hacer el efecto funesto que queréis precavercon ella, y estos argumentos que forma el agravio ó la des-esperación, y que tienden á franquear la barrera puerta &

Piloto A»» . 5. . ' 2

58su conciencia, no hay ínteres en derramarlos desde luegoque cada cual puede profesar el culto de su Dios libre-mente. Continuará.

ARGENTINO.

En el No. 2 de este periódico hay un artículo remitido,por el cual se queja BU autor de que el Piloto pudo expo-nerlo a compromisos de tracendencia con la contestaciónal Nacional, que se halla en su número 3, y siendo así, esjusto satisfacerlo.

El Piloto no habló ni con D. A. ni con D. S. ni D. L.: ha-bló con el Nacional: su ánimo no fue comprometer á nadieindividualmente, ni aun designar persona alguna. Si com-prometió, lo siente, tenga ó no tenga parte eu el Nacionalclquc se subscribe en el Argentino.

Pero Señor: decís que yo he personalizado la questionhasta el extremo; y que falté á las reglas de la lógica....¡Válgame'Dios! JÉS posible que una persona del buen en-tendimiento de V. diga tales cosas? Y ¿qué diría V. Sr. sicon toda la gravedad del docto Nacional le hubieran echadoencima sin motivo, una frase en que están unidos a la vezel sarcasmo y la injuria? pues eso no se dice a nadie, y elescritor que ío hace se expone á una respuesta algo maspesada de la que llevó el Nacional. Déjelo V. que sevuelva á pronunciar en el mismo sentido que lo hizo, y V.verá á donde va a parar la cosa. Entretanto si V. quierenosotros seremos amigos y si V. pertenece acaso á susautores hágame en sus páginas toda la crítica y la guerraque quisiere, que para bastante darán materia los defectosde U3i periódico; pero no se me venga V. con injurias por-que es contra las reglas de la lógica, y trae por lo regularmuy malat* consecuencia. Acrpto agradecido la oferta devuestra consideración y os saluda con la raisma.-£/ Pilota

59TEATRO.

Este establecimiento á que los habitantes de esta capi-tal dispensan una protección decidida acreditando en ellasu buen gusto, va adelantando conocidamente, y el Pilotose ocupará de ti una que otra vez para elogiar ít sus acto-res en los electos de su esmero por la perfección, asi comopara advertirles Lis impropiedades que alguna vez puedancometer por descuido ó por absoluta ignorancia; Nuestroteatro sin embargo está á una enorme distancia de la per-fección cómica, lo cual estamos muy distantes de criticarni aun de extrañar, porque sobre que aquella requiere mu-chos conocimientos y talentos naturales no se puede llegará ser buen profesor, sino con mucha dificultad, ruando lasideas generales que deben poseer no son adquiridas desdela primera educación, porque mal puede dar en la escenaun modelo de bien habí,ir por ejemplo el hombre que noconozca su idioma, ni el valor de las palabras que profie-re, ni la fuerza y "modulación que debe dará las voceaoportunamente: lo mismo es respecto á la acción delicada &.

El Sr. Morante es buen cómico y habla bien. El Sr. Ve-larde tiene las mejores disposiciones para la tragedia, aunque no siempre sus actitudcsfson rigorosamente acomoda-das á la situación respectiva,y suele padecer uno que otrodescuido en la acentuación; pero es lo mejor del teatro enaquel género, y hay muchas tragedias que las desempeñaperfectamente v. g. el Orestes, la Jaira, la que dio en subeneficio último &¿c.

Hay otros que dicen cualesquiera cosa para salir delpaso como maríitío en lugar de martirio ; .tal vez por no ha-ber oido bien al apuntador. Los espectadores se rien unos;otros se disgustan del disparate ; pero ellos se quedan muyformales no habiendo conocido el valor de lo que han di-cho; pero romo nadie esta obligado á saber lo que no haaprendido w»n harto disculpables.

Otros, n mas de muchos defectos, en un pnsage querequiere la arción mas delirada unida ni Ipn^uago expre-sivo del corazón, cual es el de solicitar (a uianu de una d;>-

60 .na en el momento decisivo le .presentan la suya izquier-da con guante, y el brazo tendido en tu misma posición enque previene la ordenanza que se ponga para mandar to-car ataque*

Eti honor sin embargo de la pluralidad de tos actores eapreciso decir que la comedia del Abate de l'Epée ha sidotan bien ejecutada en los dias 16 y 20 del pasado que na-da habrá dejado que desear á los espectadores en el con-cepto del Piloto. Los diferentes papeles que la formanhan sido tan generalmente bien desempeñados que no ca-be un elogio particular. Solo se hizo notable el trage conque ee presentó la Sra. Campomanes, porque no hay dudaque, el de una sirvienta francesa en su país no es el que vis-tió dicha Sra. en la escena, y esto se hizo tanto mas nota*,ble cuanto los demás actores estaban perfectamente ves-'ti dos.

Otro día traeremos ajuicio á las SS. Actrices entre lasCuales no es poca fortuna poder contar con la Sra. Trini-dad Guevara para primera daiua, con la Sra. Antoniua pa-ra el papel de anciana, y la Sra. Campomanes para el dedoncella.

Entretanto terminaremos este artículo rogando á los ad-ministradores del teatro á quienes corresponde que des-tíerren de él ai saínete de la bodegonera, y otra multitud'Semejantes, que lejos de divertir ni público, ofenden su de-coro, y si fuere conciliable con el ínteres ó delicadeza delos señores asentistas tratar de restablecer en el teatro alas señoras Tannis, sería un paso seguramente agradableal público aficionado.

AVISO.—Hoy 6 están á la vista 8 buques de guerra por-tugueses teniendo á su bordo al Almirante D. R. Lobo conuna pretensión graciosísima que el Piloto no publica por¿alta de datos exactos: lo hará oportunamente acompañan-do sus reflexiones.

En el número siguiente continurá el Dinlo^uito entreS. M* el Rey D. Juan, y el Sr Conde su ministro.

BUENOS AVRKS:No. 6 ^ - J I K V K S . J I I J O \;\

t, y tfitiá irrm"t ti ,*•"?;*

CONGRESO GENERAL.

Sesión wtrresnntt—El día 8 «leí comente fue aprobada unañola de comunicación presentad.-! a la S.IIÜ por H .Y\Jtrmro exijieii'lu 411c el poder eji*cutivo. dé citcnU del mí-riiu «le alguno* -suceso* ulteriores capaee* de. nlartmtr.H larrpreM'iilíiciori uaciunal. y muy especialmente de la* uirdi-da- t|iif haya tomado para «lar riimpliuiienfo a la ley de 11tlf AínifO respecto ú Li e->taciun de una linea uiititar !»ohrol;t> niiir^eiic> del Lru«;u;¡y.

s Kii el tli^fur^o de la di-nision, do* tic los S°. Diput-idossostuvieron *• ipie la contr-itarinii del ¡joljieriui tjue habíade sprcoiis.i uK-nlcVA ;i«|ii'Ha nota debia considerari*e en »e--itoit secreta por la ru/nh de que rei-pt'ctu.ú no lialier puer-to aun en ejeciumu l¿t ley de II de .Mayo podría exponer.ali;!iitn«¡ caucas ipie hiciesen patente nm^tra <!ebitidiat (nivez por la no cooponcrioii de las provincias á »'«le olijeío;n<;re^Hndo uno de (Üe.liu^ i-rñures, que la pul;l¡ciil¡»d de.estas dificultadas ú otras tjiíe á ca«o podrían dtducirse dola rontestacion del froiitcrnu causaría» desalíenlo en el espí-ritu público, y harían tal vez perder la opinión Unto Jeaquella autoridad como del Congrego/'

Esta idea, a la verdad equivocada, y <*» concepto *J*rlPiloto diametralmente opuesta á aquella cuya práctica re-comiendan'las circunstancias rnisina* en que tuc apovada.dio ocasión á un largo é inttTeáantísi¡»o debato:: en i\ b:i-Hurón una porción de ideas sabias al lado do los fienli-mieiilos que forman el decoro y la d¡;ri¡ídad de los repre-sentantes de un pueblo libre. Todo lo que el pairioi¡*inopuede inspirar de elocuente en l¡«*fnno¿* difíciles t\iv dichoron energía por los SS. dgüero y Gome;, y eí Piloto temería

62degradar el valor d<* sus concepto^ y expresión, si liado enla simple memoria intentase aquí extractarlos.

Contrayéndose únicamente á las consideraciones-es-puelas por el Diputado que mas sostuvo In necesidad do¡a reserva dirá, que la opinión moral de las autoridadesque su laudable celo quiere escudar con el sigilo, empe-zaría & comprometerse allí ini*mo donde empezase a cu-brirse del misterio: que la publicidad en circunstanciascriticas como las presentes es el mejor garante de su firmeza,y que la reserva solo tiene lugar en la combinación de Insmedidas para hacer la guerra al enemigo del modo que.puoda serle mas funesta.

Pero respecto al desaliento que la manifestación donuestra debilidad pne ' i causar en el espíritu público á lavista del peligro, e'. /'¿/o/o confiesa humildemente, quecuando tal cosa dijo el Sr. Diputado los oídos se le quisie-ron caer de su lugar: porque, ¿á donde estamos señor.1

¿ Ep por ventura allá en una tierra de esclavos á donde elhombre desnudo de todos los sentimientos que ennoblecí)el corazón de un libre no conoce otro móvil que el interésy la vóluut-id de un amo? ¿ Es allá donde el vasallo nadapierde al perderse su patria sino una cadena vieja que leli;ih de reemplazar por otra nueva los vencedores ? ¿ Don-de el que puede huir huye de una guerra que nada le in-teresa, y donde otro emigra con sus comodidades para ser<le&de lejos espectador estoico de' la desolación de unatierra que solo considera físicamente.? ¿O estamos en la&Provincias del Kio dr la Plata, donde hay patria, ciuda-danos, libertad, derechos, honor y dignidad ? En dondecada homhrc es un ciudadano, cada ciudadano un soldado,y en donde todas las pro\ incias animadas de un mismo es-píritu que nada puede gubdividirlo á la vista del peligrocomún, forman una nación y un ejército que al fin ha deI&niihiiir In faz política de ose pueblo mismo del Brasil aquien hemos de dar el presente inestimable de la libertadque un déspota le ha usurpado? (I)

[ i j Kl Sr .Ifrurru <li;d tun tmicha propiedad <jue la «tierra li»hiado harer.-'c contra UÜ:I horda de esclavos. El Piloto repite lo <J"P dij°.•o *u iiútnoro -1. v UÍÍA'U: '¡ni; o t a guerra tan sagrada como es por

\l:»- ; que r» lo que qni*» decirle ron la ocmu,,.hi- circunstancias ruque >e hallan mdavia las 1'iovimia-*, Quf no podríamos defendernos dt'l agresor? .No drlie*»*.r (al <*l cwicepio. ;que será nece>nrio recurrir a stcrili-tio^r A>i debe suponerse, , y (HK que disimular en se-nicjaii'e caso nuestra situación á los qtir por e¡ bien cointini individual les interesa ronocerla? ¿.Seria esto prudente ?; Seria contoriiH* con H palriolismo, |u ilnslracion. el valorv la coiiblancía htTnka de los habitantes del Kio de t;i¡Matar' ; Lo seria con la dignidad y la gloria dfl nombronmcricano? . . Que sepan lodos <jtie #*Ü necesario com-batir y vencer, que sepan las Provincias que bus derechos.MI libertad y todo cuanto puede hacer dichosa su exilienria esta amenazado por la espada del Usurpador, y que lospueblos se conven? i de que el destino de muchas gene-raciones depende del éxito de la lid á que lo» provoca esctirano. El peligro que nos amenaza no es relativo ñ talf*só tales puntos de la tierra; si lo hay, como en evidente, lanarion es la que está amenazada; el ultrajo es hecho á to-dos los ciudadanos de la república; ellos no pueden dejarde sentirlo, y desde que lo sienten no pueden dejar devendarlo, porque no hay medio entre tomarlas armas paraescarmentar al mas osado de los d¿$pous, ó tender infa-nte mente el cuello a la cadena. Ni aun es honroso enca-recer el deber de los sacrificios: pelear.para ealvar la pa-tria de la esclavitud, es una necesidad que no merece en-trar en la clase de los sacrificios de que es digno el bagraúoobjeto que la reclama.

ADMINISTRACIÓN DEL RAMO DE GUERRA.

El mismo Sr Diputado que opinó'por la reserva en Insesión del 8 dijo durante la discusión **que¿l estaba convencido de que el gobierno había hecho lodo cuanto babiasitio posible para llenar el cumplimiento de la ley de 11de Mayo; y que en igual convencimiento suponía & todosparte de la íieptihlica se ni be mi cuita por miu* dubitable* oji«l«ie esperan de H h lo* efectoi c!i¡l Irianíu tic un pticbtv libre.

los «Añores Reprrsnntmttes:** á lo mal repuso -el Sr. *i¡riicto(y nos es :i¿radahle publicarlo, porque su lenginge-ltuVelún la franqueza del patriotismo) •* qn#» él. lejos «le tal con-vpiiciinientii, creía que el gobierno no h-ibia hecho lo queh-líiria podido hacer rc-peclo á la ejecución de la lev ci-tada, y que á juzgar ñor los efeclos de sus medida? pública?nada había hecho aun á los cincuenta y tantos dias de bu-bér-He comalido olicialnicnlp su cumplimiento."

YA lJHoto respetándola sabiduría «leí ministerio en esteramo, ageuo de sus conocimientos, va á observarlo sin em-bargo, y por lo que respecta a la ley en cuestión cree quehizo mucho menos todavía de lo que el señor Diputado busostenido; porque no solo no se le vio hacer algo en cin-cuenta y,tantos días, bino que la inacción á este respectopudo dejar enterar, nte fruMrados los importantes objetosque ella consulta. El principal de todos es uiu duda hacerrespetar al enemigo U integridad del territorio por la p.»rtedel Entre-Ríos con una fuerza militar en el Uruguay, cuprecaución de la guerra encendida en vi lado Oriental.

Si aquella guerra hubiese sido insignificante en tal ma-nera que no hubiese alarmado gradualmente al extranjeroen todas sus posiciones basta en el Imperio mismo; si masclaro ella no hubiera sido mas que una explosión momen-tánea del patriotismo impotente de 33 hombres. Si las no-ticias diarias de su incremento no hubiesen dejado esperarque ella al fin seria bastante á dar un pretesto al extran-gero pnra cruzar después el Uruguay, entonces la inactivi-dad del ministerio quedaba cubierta con la extinción deuna guerra fugaz y sin consecuencia; pero ella lejos de ex-tinguirse, muy desde sus principios dejó sentir los progre-sos de que la hacia susceptible la disposición patriótica dolos orientales y la valentía del emprendedor; progresosque iban reclamando la ejecución de la |py en razón de, loquv iban ascendiendo, y los cuales no debió ignorar el mi-nisterio, porque aunque las.exageraciones del entusiasmoquisieran elevarlos al nivel del deseo, el ministerio debiósaberla rc:ilidad de los suchos, ;is¡ como el Pilólo sin talobligación la sabe; y \.\\ v *z. tal vez si ülgo ha evitado elque los Imperiales invadiesen antes do hoy el Entre-Kios

6 5

«-.-$ la respetabilidad instantánea que lian tomado las fuer-ras orientales; pti*»s si ella hubiese sido lenta el enemigoh.thrií» lenido facilidad de batirlas y de perseguirla* » \Hprovincia misma que debía estar j a resguardada en Ki po-bible por el cumplimiento de la ley.

Después de 54 días de sancionada esta, el primer pasohacia su ejecución con que el ministerio responde á la ex-pectación de los representantes del estado, y a la esperan-za pública es uií decreto de alistamiento voluntario queapareció fijado en 5 del curie ite,y ordenes at mis,no licm-pu, según nu dice, para que un cuerno de caballón» de laprovincia v.iya a reforzar la línea del Uruguay. ¿Cuanto me-jor hubiera sido que estas medida», si eran las ma** efic.n-ce> que pudo tomar e| ministerio, se, hubiesen adoptadoiiirmvlijttaiHente de:;.i.es de U ley sin perjuicio de Iits ór-denesqu*1 ¡»l nistno liempo se huhit'scn expelido ft las pro-viiHtiaá'pnri concurrir al Uruguay con su respectivo cupo?Vucs el ministerio ¿no preveía -que lis dificultades quepresentaba la estación y las distancias de las provinciaseran inconciliables con la urgencia de bríey. y mas auncon el imperio de las circunstancias? ¿ Y que era preci-sg empezar por lo que hizo á los dos meses, aunque no fue-se sino por tt ejemplo ? V esa tropa que ahora euvia alUruguay,'y que ya forzosamente debe ir por tierra, hacien-do un viage dilatado y costoso en caballos por la distanciay e| rigor de la estación ¿no hubiera podido entoncesmarchar por el rio en tres di as sin ninguno de aquellos in-convenientes, y aun también sin ningún peligro ?

No es por cierto el espíritu de crítica tomado en malaparte lo que conduce la pluma del Piloto en estas observa-ciones : la imparcialidad mas rigorosa dicta sus opiniones,y es con ella misma.que va á observar la conducta del mi-nisterio en el ramo de la marina. ¿ Que ojos por mas nu-blados que ellos eslubiesen por las sombras de una impru-dente conñanza han p-idido dojar de ver después del triun-f" de Ayacucho que la guerra con el usurpador de la Ban-da Oriental era inevitable? JQuien que haya observadola marcha del Emperador del Brasil desde su ^x^Ilaciottal trono pudo desconocer la política indigna que preside

su» conejos .* ¿No «*ra bastante claro qiir vit-ndoniHlibres de los enemigos do nuestra iiidepctitJencm h,il>u

• de suponer que se aproximaba ti hora de volitarnos di;los insultos que á su placer nos Li/o impunemente ? ,; Nolo era bastante que él había de reforzar activamente ef ter-ritorio que nos ha usurpado, y que para herbar cl-iíltiinovelo á su iniquidad bubia de prevenirnos en la'guerra ha-ciéndola sin declararla, á prelesto de detVndcr su Imperiocontra los principios y las empresas de la República ? ¿ Soera sabido hasta del menos curioso que el timprradoor lu-bia sol'ocado í:* insurpcccion de Lis provincias del N. di:l

ra naval se le ha visto prevenir? Pues es* bien cierto quehay una escuadra Imperial sobre las valizas exteriores, yque su objeto no puede ser ya desconocido ; pero hay co-sas que, vale mas callarlas, no porque influyan en el desa-liento público, $1110 porque no nos es digno que en el ex-terior sean sabidas.

RENUNCIA DEL PODER EJECUTIVO NACIONAL.

Sería indecoroso que esta ocurrencia inesperada' se pu-blicase por la prensa sin ser acompañada de los antece-dentes que la han motivado, y que los enemigos de la pa-tria se gozasen en el concepto equivocado de la debilidadque ella mi tna lleva por signo, al paso que los extranjerosque observan atentamenie nuestra marcha viesen empezará desmentirse la merecida opinión que nos han ganadocuatro afios de sabiduría práctica, después de tantos con-sagrados al error y la anarquía. La puerta del templo dela libertad eatá hoy felizmente resguardada con institucio-nes que pueden honrar al pueblo mas ¡lustrado de la lierra,y el íntimo convencimiento que sus electos saludables hanformado ya cu la masa hacen uuu de suVinejurcd garantías

07p(»ro-¡3». *i '»» niomenlo uV error deja la puerta ¡ibaitiJu-K;I:IÍI ! .Muchos querrán H I I dtula ir ú estudiarla, pero h¡u-chos mas querrán penetrar al templo y proiánar el sanlua-rio.

La renuncia del Gobierno Nacional fue pedida al Con-greso el dia 11, y en el siguiente 12 fue rehusada. La con-ducta de los representantes del estado sin duda no mereceelogio, porque llenaron un deber demasiado sencillo; perotal vez esta repulsa oportuna libró á las patria de las ca-donas del extranjero ó de un nuevo lustro de anarquía ydisolución—Si en. estas circunstancias hay algo que debe '

.renunciarse no es la autoridad suprema del estado.El Piloto ni aun quisiera ocupar sus páginas con (al

ocurrencia, pero al verla publicada ya como anuncio enl:i Mercantil sin que la acompañe la menor idea de los an-tecedentes, ha quji ido reservarle este lugar para queá donde quiera que llegue este número puedan los lecto-res deducir por el extracto déla minuta de comunicaciónque se ve en la página primera, que no el tensor sino senti-mientos muy distintos bon los que deben haber decidido ála renuncia.

El Piloto no por esto defiende al gobierno en lo concer-niente al ramo de guerra, y con la imparcialidad que lo di-rige protesta que nada ve aun que pruebe que el ministe-rio encargado de este departamento haya hecho todo loposible para dar ejecución antes de ahora á la ley de 11de Mayo: cree que Jo que ahora hace debió hacerlo in-mediatamente después de la ley, sin embargo de sus medi-das ulteriores, sin que esto pueda llamarse un ataque alministro; él podrá como tal, ser impecable, roas como hom-bre, está sujeto al desacierto, á la imprevisión y ia inacti-vidad. El Congreso exigió del poder ejecutivo una. noticiaespecial He los motivos porque no se había puesto en eje-cución la ley. £1 ministro la dio razonadamente; si el Con-greso no le manifestó de un modo, expreso su desaproba-ción, ei por el contrarío sé ha callado significando confor-midad ó convencimiento, ¿a que viene la renuncia? El Con-greso pudo y puede, cuando bien le parezca, exigir del go-bierno aquello* conocimientos, y toda vez que con ellos que-

«8desalietrclio el cuerpo representativo á Invista de los ciiui».Jallos,' \i\ verdadera ar:ni>ni.» existe, el orden no lime motivode alteración, y el gobierno adquiere nuevos títulos á la ron-tnuza pública U jos de tener un motivo para descargarsede la obligación de corresponder á ella cuu los desvelos áque le sujeta su importante cár-jo.

Pero ¡en que circunstancias es que la autoridad ejecu-tiva encargada de la defensa del estado quiere dejar supuesto! Cuando el usurpador de la Banda Oriental lepide explicaciones sobre l:i insurrección de aquella pro-vincia ; con 13 buques de guerra encima de la*** valizan átituló nada menos que de los vehementes indicios que dicetener el Emperador de ser fomentada por el gobierno dela nación: cuando la provincia de Chiquitos está ocupadapor las tropas de aoj1 'déspota, en virtud de un tratadohecho con su padre el rey de Portugal, según se explica elgeneral ocupador: cuando las provincias del estado no sepenetran aun del riesgo inminente que va corriendo su exis-tencia : cuando es preciso pn fin que Buenos Aires la madreantigua de lágrimas presente otra vez mas el pecho al ene-migo, y desplegue el carácter guerrero que es preciso paraaterrar á un usurpador atrevido.

QTRA RENUNCIA.

Los periódicos que preceden al Piloto han anunciado ladel General D. Francisco de los Sautos Cruz, de los cargosde Ministro de la Guerra y Marina. Esta renuncia no estáciertamente en el caso de la anterior, pero es sin embargosensible que se haga, y siendo admitida, las circunstanciasexigen que su reemplazo se verifique en persona de.cono-cida actividad, conocimientos del ramo é impuesto en elestado actual de la administración militar, 6 fin de que so-bre esta base pueda marchar ya ain necesidad de entrarpor pequeños detalles. La elección no puede ser dudosa.

69DEPARTAMENTO DE GOBIERNO.

Proyecto de ley presentado á Ut S. de f{. en 1 dtl corrietUf.

Articulo único,— Es inviolable en ol territorio de In Pro-vincia el derecho que todo hombre tiene para dar cullo ála divinidad según su conciencia.

BASES DE LA CONSTITUCIÓN.

El Piloto no hizo hasta ahora mas á este respecto une ex:planar ligeramente algunas ideas sobre el sistema federaltomando por punto <'e examen el pacto de los estados deNorte América, y se ¿.próxima ya al caso de entrar mas decerca en.la cuestión. Antes cree conveniente hacer unaexplicación exacta de la palabra federación, 'y de los tris-tes efectos que algunas veces lia causado la mala inteli-gencia del verdadero sentido de esta voz, la acepción enque muchas otras sé ha tomado maliciosamente, y la mara-villosa elasticidad que en ella encontró el espíritu de par-tido para hacerla servir á sus intenciones. Él Piloto nohabla ahora á los hombres ilustrados, habla para todos losque necesitan esta explicación, porque en materia do inte-rés general conviene que todos estén al corriente de |¡isvoces. Muchas veces se armó con la mala inteligencia dela que ahora nos ocupa á los pueblos inocentes para, des-truir á los mejores patriotas que tal vez pe¡rah»n contrauna federación desorganizadora tle que se, le» imputabaser partidarios: por federalistas es que subieron eirFrnu-<:in al cadalso'algunos que aspiraban á la dictadura y oírosque pretendían la diadema tle los royes absolutos.

,l*i palabra federación que en su rigoroso sentido quiero,decir, liga ó unión de personas ó pueblos no era conocidahay medio higlo en casi ninguno dé los diccionarios. L.\Francia ilustrada no In conocía en los primeros ufuw de MIrevolución, que e» cuanto puede decirse; y v* di» supom-rque í» aplicación práctica de 'J*U pulido polilu-o hinha por

Pitotñ A'ttm. TK . ^

70los fatailos Unidos de Anurir.i es lo que l.i fot Ktío. (,'onw quiera que sea, la voz federación 'Mi nuestro*-di-ifi explica ln idea de una forma de gobierno republicano opucs-fn al t/e unidad indivisible que son los dos únicos modos conocido»de existir en república. (

El primero, ó el de Federación supone la unión de vario*estados pequeños como los de Norte América y los de Hr\-becia gobernados interiormente por leyes distintas ó seme-jantes, según mas les acomode liárselas, y cuyos estadosindependientes entre sí se obligan por un pacto á darseuna protección mutua para conservar su independenciacontra los ataques de un enemigo poderoso, del cual nopodría uno solo defenderse. E^tos pequ-ños estados seobligan por consiguiente a contribuir proporcjonalnienle.con las necrr! .ides que exige un sistema de defensa gene-mi. Delegan á este efecto sus poderes á uña representa-ción de Diputado*, y nombran un poder ejecutivo con eltítulo que ñus. les acomode pira vel.ir por la seguridadCOTITI. y otr;is facultades «egun U naturaleza del píelo.

El s?<r'in-lo, ó el 1? ttnidiiinltoísi^ie supone la existenciade ua solo cuerpo forn t lo d ?I lo Jo d • la ilición, goberna-d i .i-jr u.ii-* mismis leyes, y m -vido pop un solo centrócono el Jn li mtigu-t repiíbÜca íí>'nir»u Gjnova. V<MIOII-cia, la actual de Columpia ¿¿c. co.Htituirloü por los mismospri icipioí qu ' c»-Híituyen \\ ii I »p:?nd >nria de cada uno ,d:1 lo* p-*| J 'fl'M esti Ion en f-íler?icio:i, c n\ l i diferenciade. j a - a |U-->II.>- por su debilid id tienen que darse la minoluciendo lepe-iJienle su existMjci-i política de la religio-sidad de IM picto, qim sien Jo conliciouul deja en peligrosu seguridad.

Hecb:i la explicación que cabe en la estrechez de laspáginas del Piloto, y antes de entrar ni examen detenido deuna y olra forma, volvamos la vista por un momento hacialos tiempo» deplorables en que un espíritu de federaciónmil entendida, y de soberanía ilimitada, usurpando todo»il dominio de h razón, tíos fue precipitnnüo 6 unos 6 lamuerte, a o " i á Us cadenas y lu proscripción, y & todosúltimamente al mos dH ano 20 en que, cada c<ml corrió laborrasen & merced de los vi en loa. Loa pueblos van acons-

71títuir^n. E* precia qnft el lengüino qpncdlo y nuíín^u »li:

t d l f i U V l V i itítuir p q g y í{» v*rtad le- fi IL'-I " i r U voz uV la Vxperiruriá, y qne ouella vean I» leri inn I|H tndus los siglos. Kl i'ilnfo nhorreeüIÍI anarquía, co'iio Itoy la aborrecen tojos lo- h.il>ÍJaiii-jdel liio di1 la Plata: y vícliaia mas de una vez :!.• >us turo-res ;*•• cree con derecho a rntratarLi, y pn\st>ni.ir sij I IUTÍ-b\v iniáií'Mi |»ar« <|ue l»i"it co'iycid.t *>IM rihu^adn á dondfquiera i|ti<.'-pueda presentarse.

ANARQUÍA.

Kl primer eco do federación reril entcu<!ída sali¡i entro no^ntroá de un lto-"|iie de una de la-í Provincia-hi-ta lioy lainas tlesgracr- « de la Union, y auu-jue a la verdad ningu-no de. lu* que á su iuuiedMcioii oyeron pronunciarlo ente.i-dieron p*»r enUmces lo que con 61 quería decirse, lo repi-tieron con aquel ¡nocente entusiasmo que inspira on |<jicorazones sencillos el amor de la patria, y el prestigio do;Ia¿ virtudes aparentes de un caudillo sagaz. Al principionadie trató de indagar éi signiüVado de la padbra. Kl

1 vulgo, entre quien cxpresnmentv t'uú lanzada aquella chis-pa, suponiu (júe era alguno de los genios» benélicos de lájtadiü, tal como el de libertad, uníon, ¿:e.y los que no erantan vulgo; ó no se «/tildaban de ;-auerlo. ó lo sabinn v locallaban. Ll resultado luú que la palabra, fetleraciun se»->ució <lesde cntomres á las de patria, libertad y soberaníade tal modo, que nutic t so oía prolciir la una sin Lis otras.l*óco á poco se l'ué haciendo Oüleuder el valor' qu« querinilursclc, y lo« deinagogns de la secta anárquica aplicándolaá su placer a) lado de lo que en realidad querían decir conella, lograron al titi conjurarla. •• No necesitamos, decían,

\ que el gobierno central envié á nuestra provincia fuerza*para batir a los enemigos de nuestra independencia; «i lohace lia de ger para (jno las mande nuestro general preci-saínente: ( I ) no siendo »si no debemos unirnos con ese'j que vu^á4«iÍi:arteC£y_iJo i>|mjWl(í»::A«urtl

^vííTigirñ la provincia debe m.iudarta nuestro'íjeueralKl rroluclür.

72p q lii prouucia c¡ nuestra y no del gobierno que en,lia va' rjrreilo. lira la frtirrucion; IVró sin embargo queito& mande dinero, vesíiiari-irí y municiones pura pefeiiT porh.i p:itri:i; si no lo hace es nn gobierno tirano que quiereoprimir y dominar nue-tra provincia.1" l'ira h federación.YA americano que no quiera dar sus caimitos HUS bueyes,agarrar un fusil para seguir á nuestro peiicnil al tnonte detal parte, trayendo MIS carretas y en ellas a MI muger y uMIS hijiUs, es un grandísimo godo, y se le debe tirar al,blanco, porque y¡» se. acabó el tiempo del despotismo. Vivah soberanía delpncbfa. 1'udo el que tenga fraque y sepaleer viniendo del otro lado, es sospechoso y no es federal:mucfwefifis, no bu V que fiuráe. P'iva la soberanía* y otea laigualdad.

Así con estas doctrinas el gauebo infeliz, el inocente ve-cino laborioso, que abandonando la azada había tomado£ustoso el fusil para defender su patria, iba cada dia acos-tumbrándose en tal escuela A entender lo que quería decirfederación y soberanía en boca de Eos demagogos, en &uconcepto patriotas los mas puros. Muchas Unciones depst¡is al lado de mucha miseria en una multitud de hom-bres vagando de monte cu monte á la inclemencia de lasestaciones, no tardaron en surtir su inmediato efecto. Focoa poro fueron desencadenando lod.iK las pasiones, y aque-llos principios albngüofíos sostenidos por una impunidadsistemática suscitaron el furor en la práctica. El mis alre :

t ido ó el mas depravado empezó naturalmente á hacer suapliraeion echando mano á la hacienda del vecino pararusiynr tí ejercicio-dé la soberanía sostenida por la puntade su cupiída.' " Ain'mo, lo dijo al mas inmediato, esa cha-'qiii'la, fruto nca^o del sudor con que regaste un mes elarado para cubrir tu desmides t|e la intemperie: ese man-tel miserable cu que tu muger.y tus hijos comen el pan dela fatiga y el agua del dolor, dámelos neá, y lniM'a lü otrospara que quedóme* iguales. Si lo rehusas le doy un bala-7.a. y esa tu linda bija me la Kcvo cu ancas, porque yn es-rrmioí^eiKel tiempo^ do-la igualdad. Kira la soberanía. . . .\quel forastero que vuíñe ílól otro lado delirio1 con fraque

* icbe» ser de los que quieren oprimirnos, ecguu dicen los

73filíenos patriotas» pues venga el fraque y la camisa,) srreplicas le mato, ó te mato ya para qué no repliquen. / iVnfa frdcrtuion"

¡)e este modo los hombres que eran habitadores par JU-COS, de inocentes costumbres y excelente patriotismo, iue-ron gradualmente perdiendo el respeto á la sociedad. y¡elamor al orden por la doctrina de un anarquista insensato:v al tiempo que cometían todas las violencias á título deüobrrniios, comunicaban con su fatal ejemplo el {¿¿riñende la disolución y la anarquía á las otras provincia» a fuerile federales.

l'or desgracia el espíritu de e9le sistema, mas ó menosbien entendido del vulgo en otros pueblos, cundió con lavelocidad del r»vo. Las llamas de la federación rodearon•k la provincia <iu Buenos Aires, modificado ya el sentidoabsurdo cu que al principio luú tomada* y la imprudenteresistencia de alburio de I03 gobiernos centrales contra«quel voto universal, fuese ó no bien entendido, desplomóc\ edificio del estado, y es bien problemático saber que hacontribuido mas á su disolución; si el impuUode una fede-ración mal combinada, ó la resistencia de una centralidadinsostenible, después que el fuego de la federación habiapenetrado á la capital misma de Buenos Aires disfrazada-monte, y desde mucho tiempo estaba siendo el fecundoproductor de recursos para lúdás las facciones.

BANDA ORIENTAL.

Después de las últimas noticias publicadas en el númeroanterior sobre el establecimiento de la junta de gobiernoprovisorio y sus primeras medidas á efecto de organizarsedel mejor modo que las circunstancias lo permiten, nada»o lia sabido de nqurtla campana b¡i?ta boy 13, vino queuna lancha cnñonnra imperial tiene bloqueados los botesque CHIAII en el puerto de tus Higuorítas con destino deconducir comunicaciones & esta capital. Se dice que uncuerpo do milicias activas de las provincias drl Rio Gran*

(le y comarcanas coya lVrza no se sabe rxaci¡imnm\ •,,clUpoiti.i * entrar al territorio do U nación, y p»uelr.;r allado Occidental del Uruguay : no tiono el-l'iloto «lutos MU.ficieutes de la realidad y rircimMancias do tal expedición.y no se atreve |n*fa no adquirirl.is á aventurar ningunarenYxion á este respecto. t

Estado de fot fuerzas imperiales cu la Hunda Oriental.

En la plíizade Moiitrvidp». Iufan*. C a b \Di» lo guarnición anterior al refuerzo. 700 200Peiienrcienteri al refuerzo . . . . 110(1 400d<*inon

En SMUipuedcs entr« Rio Negro y Uruí;uay. XHÚOUA las órdenes dol marUc:il Abréu. . „ 600A las de Bar- ' , . . . . * . . . „ 500A las de Bentus Manuel ,. 230-E n l a C o l o n i a . . . . . . . . . 1 . r r t ) 1 0 0En el Llincon de las Gallinas . . . „ l >0En Mercedes . . - „ 70

1950 22tfO

-DEPARTAMENTO DE RELACIONES EXTERIORES.

Ayer se han publicado en un pliego suelto las contesta-ciones entre el vice almirante Lobo y el Ministro de Esta*do <l*l Gobierno Nacional, relativas al objeto con <jue S.i\]- í. ha enviado sobre nuestras aguas 13 buques de gucr-

-ra en comisión diplomática. Es de suponer cjue esta pn-Llícacíon haya tenido por fin satisfacer la ansiedad públi-ca que tan nuevos y extraordinarias circunstancias han ex-citado en la capital; y verdaderamente, aunque la curio-»-idad baja quedado satisfecha, no es f«cM que lo rstó eldeseo a vista de la üllima nota del ministerio. Pues quévite ha fi«rinndo el Emperador del Dnwil que trata con losfíela de MnrrurcoH, ú con tm pueblo de salvajes para pedir-IIOH explicncíonvH por medio do un. militar desnudo de to-rio rnrftcior di|>lomátiro,y pin mus tMTdnnciíiles rwr el apa-

75r«lo fanfarrón de 13 buques de guerra? Es por ventura laKepública Ai^entiná en el concepto de su amo como pue-de serlo rl reyno de Argel liabilado por bárbaros, encini-gos de la ilustración, perjuros, é incapaces de respetar las•\ryea de la» naciones para que nos envié en misión unaarmada navnl con un gefo inchadu de arrogancia, y ame-nazas del modo mismo que las naciones eurupp¡i< lunacostumbra -o siempre á tratar con los africanos? Si fuesecierto que esta embijad i procediese originalmente delgabinete del Brasil, acreditarla que el Emperador era, ó elmas ignorante de los hombres, ó el mas atrevido de los dés-potas, poro algunos hechos sobre que pide explicación elarrogante Lobo diplomático datan de un tiempo menordo] que es prec'so para que se hubiesen sabido en el Ja-neiro, y hubieiri en consecuencia aparecido en estas valí*zafc como negociador el jYelsoa jJrgeiino.

Pero sea o no fidedigna bu misión, el Ministro de rela-ciones exteriores hubiera desempeñado mejor su po-eicion, 6Í en la áltim.i nota hubiese sostenido el carácterlegal y firme que manifestó en U primera, sin descender ádar explicaciones satisfactorias á uñ ministro de Ja tiraníaimperial, después de habérselas rehusado en otra comuni-cación por falta de carácter competente, y por la incompa-tibilidad de su actitud hostil con las leyes vigentes en larepública á este respecto. ¿Qué menos importa el contestode la última Nota que una completa satisfacción de los car-gos que R. Lobos ha tenido la audacia de hacer al gobier-no, invocando el nombre de í-u amo? ¿Hubittra podido de-cirse mas á un Embajador, ó á un enviudo extraordinario,provisto de patentes legales para reclamar explicaciones?

Continuará.

OBRAS DEL PUERTO. i

Kn el Argos 160 se ha publicado unn propuesta hechaal gobierno por varios comerciantes del país para tomar a*MI cargo la rubricación de aqu- II is ohm». No sabemos silos artículos que cctnpre.den aquellas proposiciones son las

?bases que ha fijado el Ministerio para la celebración d.-lcontrato; ó si ellas yon condiciones presentadas por la so-ciedad para llevarlo á efecto. Pudiera aquel escritor, yaque su intención era publicar el documento deslindo de to-da observación, haberse explicado con mas claridad,, y i-lPiloto se hubiera tal vez ahorrado el trabajo, no poro mo-lesto, de hacer uit análisis del proyecto que publicará otrodía; a fin de que los ciudadanos se Acostumbren á discur-rir detenidamente sobre una especie de negocios, que aun-que nuevos en el pais son adoptados en otras partee comoel mejor sistema para realizar las grandes obras pública-;con mas prontitud y menos perjuicios. De este modo seva tomando gusto á esta clase de empresas de indudableconveniencia para el estado, ya por lo que se economiza vya por lo que j^-ii ellas adelanta la industria. Como quie-ra que sea, el proyecto es útilísimo; y solo resta saber si úlha sido bastante calculado por una y otra de las parteacontratantes, lo cual nos dirá oportunamente y con exacti-tud el análisis; estando hasta ahora todas las presuncio-nes en favor del cálculo del ministerio en razón de haberabrazado las primeras proposiciones que se le han hechoal efecto, y haberlas pasado ya á la Sala pidiendo autori-zación para contratarlas.

NOTICIAS.Hoy ha llegado á esta capital un particular de la Capi-

lla Nueva diciendo: que el general Barreto pasó el RioNegro por Mercedes con -0OO hombres con ánimo de sor-prender á Rivera en el Yí, pero que este prevenido delmovimiento de la fuerza imperial lo esperó con precaucióny lo derrotó completamente* y que lo persigue hasta elmismo punto por donde había pasado el rio. No sabemosel valor que tenga esta noliciu, y no somos responsablesHe la verdad.

AVISO.Los artículos pendientes en el I numero anterior, y cuya

continuación se anunció para este, tendrán lugar en einumero 7.

"IMI'KKNTA DK ÍIA

BUENOS AYKES:X». 7.—TI'F.VKS. :M'T,IO 31 DE 1 8 3 5 . - , T O N . I.

PROVINCIAS DEL RIO DE LA PLATA.

El Piloto está obligado á demostrar que la incorporaciónilo la Banda Oriental á las Provincias de U Union es imi-cho mas conveniente á estas que no á ella misma, y esperaque oara Henar este compromiso no le será necesario nirecurrir,á los resortes de la elocuencia ni ocupar muchaspáginas con un largo y meditado discurso.

Se ha diclu, t.i el nüiuero 5, que la Bamla Oriental delUruguay, por una decisión unánime de sus habitantes, ga-rantida, entre otros motivos, por sus sentimientos de avér-bion al extranjero, no quiere ser parte de esa nación quela casualidad adhirió á su territorio; ni pudiendo, comono puede, constituirse independiente, qui re dejar de per-tenecer á la» Provincias ¿*'\ Kio de la Plata bajo la furniagubernativa que la mayoridad determinare; y esta dispo-sición fortificada por el espíritu de nacionalidad que el in-flujo de los hombres ilustrados ha generalizado.en la ma-lograda época de íl-2, ha formado ya como una resolucióninviolable. No es del caso amontonar aquí nuevas pruebasde esta verdad : si fuese necesario' darlas hablaría en suapoyo ése entusiasmo mismo conque los orientales insis-ten hoy en sacudir de su patria el yugo del extraugero,olvidando generosamente los sacrificios que se les hizoconsagrar.en vano á este mismo objeto cuando en el año 2;lsu heroísmo sucumbió á la tiranía irritada, por no huberpodido quebrantar ellos solos la cadeua.

Lo» oricntalea no desconocen ]t»¡n embargo I» que maspuede,convenirles,y saben que,«u felicidad iio está vincu-lada precisamente tt aquel objeto a que BU,corazón los in-clina, pero BUS sentimiento» hacia los pueblos hcrmunoason radicales, y-triunfan sobre todo otro interés. Así es

7 8 ' ' • ' • . - .

como en el número 5 lo bemos asegurado sin temor de serdesmentidos nunca por uua decisión general y pura con.traria á aquel aserto.

Mas respecto & las provincias Occidentales que es elpunto de la cuestión, ¿quien, por poco que huya discurridosobre su localidad y el influjo que ella ejerce en la pros-peridad de los pueblos, no vé que si ellas perdiesen la po-senioti de la Banda OrienUl les quedaría cerrado entera-mente el canal de su riquexa, perdido el fuerte antemuralque laa resguarda de las asechanzas del extranjero, y ron-d**nada« irremediablemente á la incomunicación con escgeneroso amigo de la tierra que facilita un camino igual i\toda** la snacionee que la habitan* sin excluirse de esta inco-municación misma a esas regiones dichosas que fertiliza el

• Paraná con un r'v p eterno, y en I» distancia fie 500 legua*les da con SUR corrientes uua via segura para su comercioy relaciones? QQuien no vé que dueña entonce» la rcpii-blica de un solo puerto, lleno de peligros en la paz, tnde-feuso en In guerra; quedaría algún dia sujeto en sus reía-cioriVs mercantiles al arbitrio del poseedor tle la llave delRio de la Plata ? En la paz, la mayor parte del comercioexterior no pasaría de los puertos orientales; y estos ha-ciéndose los depósitos inmensos de la república, recibirioude ella todos los efectos de cambió sujetándola a una ver-dadera dependencia. En la guerra, la república queda-ría absolutamente aislada, ó si quería conservar su comu-nicación con el mar se vería forzada á sostener duranteella uua escuadra en la boca del río siempre mas fuerteque la del enemigo; poro una escuadra, que no teniendoningún puerto de refugio para los eventos «le In guerra,

Apronto se vería forzada á batirse, con desventaja 6 a aban-donar al enemigo el dominio de las' aguas, y ella huir alOccéano para buscar un asilo lejos de su patria; porqueel puerto de Buenos Aires es de tal naturaleza que losjuques á proposito para su defensa interior son ab&oluta-

^ineiite inútiles para la guerra del Occéauo. y las naves ca-paces de batirse en la embocadura del rio no tienen re-curso alguno en un caso que la desgracia ó la prudenciaioéxtján. No asf por cierto poseyendo la Banda Oriental

79que ofrece puertos de seguridad para fragatas en Monte-video, y para navios en Maldouado.

Lo miíiDo que por la mar sucedería por tierra en casode una guerra con el Imperio. Perteneciendo la BandaOriental a la república (cualquiera que sea la forma cons-tituida que esta *e diere) la Provincia Oriental está por;u localidad sujeta á presentar la primera el pecho al ene-nigo, hacer de su territorio el teatro de la lid,y disputarleel paso á costa de no pocos sacrificios. Al paso que noperteueciendonos, ó encendiéndose: la guerra antes tle re-cuperar la provincia, el enemigo dueño de ella lo es tam-bién del rio, y esta* circunstancia!» lo habilitan para dnrprincipio a sus hostilidades sobre la república al tiempomismo de declararlas; porque e» poseaioii de la puerta delestado nada es en"\z de impedirle la entrada repentina.La* provincias uim I rúenle no pueden sin la incorporaciónde la Banda Oriental contar con la posesión del rio, y nocontando con él, las épocas de su felicidad serau senaladu*con la lentitud con que marchan los úglotf.

E¿tas reflexiones fugitivas, dejando en silencio una mul-titud que sería importuno hacer por domaniado sentidasde todos los hombres que piensan, han sido explanadaspor el Piloto con el fin especial de ¡lustrar mas las obser-vaciones biguiehtes.

GUERRA NACIONAL.

La guerra de la república con et Imperio esi ñcvitabte,y ñ no ser que la paz haya de comprarse á costa de sacri-ficios indecorosos, ella no puede dejar de suceder si noes en el caso de que un.purtido republicano destruyeseahora el trono, y en su lugar estableciese uú"gobierno li-beral, fundado sobre las bases de la razón y la justicia.Kii este caso que sin duda llegará, aunque no tan pronto,ni aun sería tal vez necesario disparar un tiro para reco-brar la Banda Oriental so pena de, que los regeneradoresse harían dignos de volver al yugo en que los tiene el,Em-perador. Pero se supone que la guerra es inevitable, y se-

80gun el aspecto que boy presenta todo el horisonte poéti-co qtjrrer proíiar lo contrario «em tan vano como .«esa»brar trigo en la corriente de fas ríos; y en este, concepto¿como pueden ocnltaráe á los encargados de la defati*adel Estado, aun con respecto solo al territorio actoniiiten-te unido, las ventajan íiunen**» que no» resultarían de re*cuperar ahora la Baitda Oriental ante» que un golpe de mn-I» fortuna destruya esa obra que tanto ha adelantado yo rlvalor de los Orientales? Si su empresa, que cuando oic-no* ha llegado a términos He potlor sostenerse en medio dema* de cu jiro mil enemigos; porque rsta es un» verdadqur nadie puede conioslnr. sean ó no exn^erailas hm noti-cias. Si esta empresa decimos, «)uc lia fran<|unndo las har(-reras principalett oara marchar a In victoria, se malograanohora ¿cuanta sb.tgre no nos costaría volver alisar mjutrlterritorio que hoy domina el general Lavalleja r e* Por queno aprovechar *¿ta coyuntura para recuperar la provinciay esperar la* hostilidades en las fronteras del Uraail ó lle-varlas á su territorio mismo antes que el extranjero ne pre-pare a hacerlas con recursos que seguramente no tiene to-da via, y |ue tendrá buen cuidado dé prevenirlos en pro-porción del tiempo que la vayamos dejando f Si la BandaOriental ha de recuperarse ha de ser por medio de las ar-mas, y no por ef de razones y convencimientos de que elEmperador se rie altamente, y seria necesario que todos

Emperador? Las señales a lo menos no abonan ésta espe-ranza, ni ¿como alimentarlas eu reclamaciones pacíficascon quien ucaba de tener la osadía de amenazar á la re-pública á título de indicios de haber fomentado el gobier-no la insurrección de los orientales? Pues si la indefercú-cia de la autoridad nacional respecto a clin h;i alarmadotanto al Emperador ¿con queoidóv escuchara S. M. unareclamación en respuesta de la misión de Rodrigo Lobo?Porque rs.de supoiierque la diputación que anuncia la úl-tima uot;i pagada á este, ten» i por objeto reclamar definí*tivameule del Euipciador la devolución del territorio Usur-

n»do, cuyos habitantes se han ruello a pronunciar Je ounótlo que no deja, locar A la evasión que ya otra vque no deja, locar A la evasión que ya otra ves,se le ba tolerado* aqoel gáfamete cmi harto desdoro déladignidad de la república y demasiado sacrificio a la rer*dad de los oprimiiloe orientales. Que este debe ser el ob-jeto décimos y no otro' porque la raaoo tampoco lo hall*aunque se extienda * lo infinita

No se crea por esto qne tales refleiiones tienden a ridt-mlüar la medida indicada por el •niuislerio j al contrarioel Piloto observa en ella un paso decente y necesario bajocieno aspecto: pero, si la guerra de lodos modos ha d©ser muftana, y ha de ser preciso entonce* hacerla con cua-tro ¿por que no prepararse a ell« cuando puede hacerte •con do»? ¿ Pa*a que*jejar tiempo á los usurpadores deMtitiacrefucrxeii } arrojen á Lavatteja de aquel territoriojprivaiidoooH dé dos ó tresjnü hombres útiles y victimasuc^so.de la desesperación a qu«* los condena la inutilidadde^üs clamores ? .,; Para que -dejar al enemigo ocasión deoc'opar. el>JEntre Ríos y que si qnr con tres mil hombrea

ípi^dWri(;hfcharIos'1de'una proviiuia, sean mañana necefla-r i i^^ ismi | para arrojarlos de dos? Sefk»r,ó el Piloto es el.mas'ciegod¿ loshoinDres«ó,es palpable la conveniencia deprevenirlas miras del enemigo y aprovechar una coyuntu-^ i | i i e hoy es evidente,!y una vez perdida ¡quien subeiurifido volverá! Si la guerra ba de sobrevenir a los even-to» del dia^ísi ella como parece cicrto.es necesaria tam*bjrn al Emperador del Brasil para sostener la usurpaciónyiavorecér la ejecución de sus planes ulteriores deuiasia-do bien conocidos, la república debe propararse & ella, ysi cátenla el gobierno con la profundidad que conviene hade cbésiderarla dividida, en dos épocas para asegurar uuresaltado mas seguro y menos costoso; la de recuperarahíwa«; provincia Oriental y ponerle luego en aptitud deesperar al enemigo con lan inmensas veiitajas que nos oíre-ce UpMcnon-de nquel territorio. ...

82

BANDA ORIENTALCtmtiamaon de bu wtáximas suspendidas m tstt articulo del Hu-

mero cuarto.La palabra federación tomada en un sentido equivoco,

como se vio en el número precedente, fue el talismán deque los detforganisndorei* se sirvieron para establecer enlos desiertos un dominio precario. Felizmente los peruo-iiages han desaparecido dejando ensangrentadas las hue-llas de «u carrera, pero la palabra quedó sin embargo mu*cho tiempo haciendo en el oi«Jo de los buenos el efecto mis-mo que hace el eco de la borrasca que todavía va mugien*do a lo lejos. Ahora que esta se ha disipado bajo un Cié*lo mas sereno; ahora que la constitución del estado ha deestablecerse 9w¡ e las bases eje centralidad ó federación,conviene que esta sea conocida en su significado exacto, yque los pueblos vean que tanto como fue funesta en unuacepción violenta puede acaso convenir con BUS deseos,consultados si su aplicación corresponde con HUB interesesy demás objetos que deben considerar antes de decidirse,

Tal es el objeto que el Piloto tuvo en vista al poner lafederación mal entendida bajo el aspecto que se vé en el num.6, pero 110 por cierto reprobar absolutamente este sistema:haciendo como hizo antes una explicación de su verdadera¿dea quiso desvanecer el horror que pudieron imprimir loamalos efectos del anterior abuso, y que los que aun no co-nociesen el sentido genuino de la palabra.se desnudasende la prevención que pudieran conservar respecto á ella,j se detuviesen á discurrir circunspectamente sobre unode los dos sistemas que hoy están en cuestión, y el cual tan-tos motivos dio de temor en otro tiempo desgraciado.

El Piloto, fiel observador de la imparcialidad que debeformar el carácter de un escritor público, manifestó conclaridad en el artículo anarquía del num. 6, el punto dondetuvo origen laque bajo el velo federal afligió a su patriahaciendo á un tiempo mismo con la profanación de aquellaspalabras un trono sangriento á la anarquía, y un duelo hi-pócrita á la libertad; y seguro del escarmiento, que ha de-jado á sus compatriotas el pasado error, cree que hacer

ahora ana confesión de él les es mas honroso y convenienteque no el disimularlo. ,

La Banda Oriental vá marchando a su gloria por mediede mil di6cultades sobre las cenisas todavía humeantes dela anarquía y sobre las ruinas recientes del despotismo.Es de esperar que las lecciones de la pasada experiencia,y Us imágenes con que eo este periódico nos hemos esfor-zado á hacer revivir la memoria de aquellos días de escán-dalo y Je lágrimas sean bastantes á infundir un amor reli-gioso al orden y un convencimiento de que sin él no puedehaber patria, libertad ni dicha: que la sociedad no puedeexistir tranquila ni un solo día sin instituciones legales quesostengan su armonía y hagan nacer en la masa nuevascostumbres, porque la felicidad de los orientales ahora, yla de todos los pueblos siempre,consiste en someterse alasleyes de la vertedera libertad desde el momento mismode recobrarla : sumisión la mas noble y honrosa por cuao-to procede del sentimiento de la fuerza propia que se ino-dora después del triunfo, y de la voluntad que se sometelibremente eh obsequio del bien común.

La libertad puede comprarse muchas veces á costa délos sacrificios de una sola batalla; pero ella puede perecerpor diferentes motivos, todos procedentes de la falta desubordinación & las leyes, y la Banda Oriental no debe ol-vidar jamas la clase de vecinos que le dio la casualidad;porque un mes solo de anarquía bastaría siempre para traera su casa las cadenas portuguesas, cualquiera que sea lasolidez de las relaciones de unión que contraiga con lasdemás provincias. La población mas útil abandonaría sushogares al primer amago de la anarquía, é iría á estable-cerse donde no le amenazase el peligro de un volcan queno cesa de vomitar llamas en el seno de su patria, y untorrente en la del vecino siempre pronto á desbordarse óinundar la provincia a p re testo de apagar el incendio."

VARIEDADES.En el número precedente se publico un estado del total

de las fuerzas imperiales que guarnecen la provincia Orien-tal, y el cúmulo de ocurrencias que exigían un lugar pre-

84 . .ferente en sus páginas no permitió darlo a una reflexiónjusla y oportuna, y es que del total de 4.230 hombros qUccomponen el ejército imperial, 1650 que están en las g U u vniciones de Montevideo y, la Colonia pertenecientes ni re-fuerzo procedente del Janeiro, no pueden entrar en can».pnlin hasta no hallarte estacionados, por la impresión mor-tal que les causarían los hielos, de U estación á trop;is acl¡.matadas en una de las regiones mas nrdicutes de este'hemisferio: de ellos 100 son de caballería que ce hallan des-montados en la plaza de Montevideo, y cuya impericia enel caballo respecto á los cuerpos montados de nuestras pro-vincias y las del Sud del imperio que nos rivalizan en estadentrez i, los hace inútiles para la guerra de nuestras cam-pañas no solo por la rigidez de la estación, sino por suineptitud para sostenerse en marchas rápidas delante doenemigos einetcs.

NOTICIAS.. El Piloto no tiene detalles de la que anunció en el núme-

ro anterior respecto á la acción en que fue batido Bárrelo:cree sin embargo que la derrota de este es cierta, porque

1 varias noticias particulares asi lo aseguran, y tan prontocomo obtenga una verdadera confirmación la publicará por

; : u n e x t r a o r d i n a r i o . - . ! ' . * • • •.. ->: " El ejecutivo nacional ha ordenado á los Gobiernos provinciales que

la recluta que les corresponde por la ley militar, la pongan á ditpoú-ciou del Coronel La Madrid, para que este la conduzca á la línea es-tacionaría del Uruguay, y á quien se libran los fondos necesarios pa-ra los gastos de la marcha, evitando de este modo el inconveniente quepudieran hallar algunas Provincias en el modo de verificar la remisión.

Los ludios han sido completamente batidos, en la reciente incur-sión, por el comandante Morel.' •, • .

El Ministerio de Guerra ha sido provisto el 16,del corriente en elGeneral D. Marcos Balcarce. El Piloto desea ocaciones de celebraren sus págiuas la marcha del nuevo Ministro.

El Sr. Hallet documentará ron BU recibo á los Srs. subscriptores drrste Periódico, cuando se verifique la cobranza del trimestre.

\ IMPRENTA DK HALLÍ5T:

BUENOS AYRES:J r i J O DK 1835.—Ton. I.

GUERRA NACIONAL.

Se dice que el Congreso constituyente se ha ociipido es-tos días en sesiones secretas de los asuntos 4le U ProvinciaOriental con motivo (le una 'comunicación del goniérno.pro-visorío instalado en aquella campan \. por la cual ofrrc<* su-mi?íon á las autoridades nacionales, y pide que, considerán-dose aquel país, como lo es, parte de la república, sea auxi-liado en su actual empresa por los recursos y dirección d«Ipoder ejecutivo: ó lo que es mas claro, que la guerra quecon tanta felicidad han emprendido contra los, usurpado-Tes, y han llevado ya á un grado tan respetable, se haganacional por el ínteres de todos, y que la república puedacon t;il coyuntura .hacer ahora lo que malograda esta eabastante ilificultoso poder hacerse. E¿te es según nuestromodo de explicar, el extracto y el comentario á un mismotiempo (iel asunto importante que ocupó reservadamentela atención délos representantes del estado; y aquí suofrece una cuestión que nos conducirá fácilmente a una ver-dad que se ha dicho y se ha repetido por los escritorespúblicos que nos contemporizan con lo que propiamenteparece inercia, aunqu^ ejr la realidad sea el letaigo temi-ble del león.

La resolución del cuerpo representativo en este asunto¿puede ser de modo•••alguno problemático cónsul/ando su patriotis-iño, ti honor y ¿os intereses nacionalis? Cualquiera que sedetenga á meditar un instante sobre el asunto en cuestiónhallará que ¿I es Un sencillo que ni aun admite discusión,y haciendo justicia al Congreso creemos que su voto^ro-hunciáiidose uniformemente no daría lugar H rila. Pero lasesión secreta supone pcrplexidud, y lo que con mucha ra-

86ason debe causarla es la admirable, lentitud con que hamarchado el ministerio en el sistema militar para la deten.ea del paia:. es la falta de elementos para Ta guerra queuna fatal imprevisión de los sucesos del día ha descuidadohasta este momento en que todo respira veugouza contrael usurpador por una parte.,impotencia y nulidad por luotra, río lo dudemos. El Gobierno Oriental seria hoy re-conocido por el Congreso de la nación, y mnñana se haríaya la guerra con todas las ventajas y seguridades cou queestá brindando la empresa de los orientales; poro aquéllascircunstancias trabiin necesariamente su resolución, y con-tra sus deseos se verá tal vez obligado á decidirse por pro-videncias mezquinas acomodadas fortuitamente a nuestrasituación. El Piloto cree sin embargo que aun en medio deella misma una resolución enérgica produciría un manan-tial de recursos, y mas adelante dirá los fundamentos enque apoya esta opinión. Hasta ahora nada sabe del resul-tado de las sesiones del Congreso; pero entiende que ¿Ino reconocerá explícitamente-al .gobierno provisorio de laBanda Oriental, porque de hacerlo, la guerra está en el.he-cho mismo provocada; y este cuerpo no querrá compro-meter su dignidad en las incertidumbres de una lucha pa-ra la cual ni él ni nadie por mas perspicaz que sea, vé lospreparativos necesarios para emprenderla en el acto couaquel impulso qiic exige la prudencia y el honor de la re-pública, y de aquí se seguirá fácilmente lo que con propie-dad ha dicho el Argentino en su número 5 : que el gobier-no y las fuerzas orientales-quedarán fuera de lay leyesabandonados como un puñado de rebeldes y expuesto» álos furores de/un vencedor implacable, y que las ventajasque tu valor ha adquirido ya en favor dé su libertad yde-rnas pueblos de ¡a república se perderán por falta de auxi-lios oportunos.

Se dice, con cierto aire de confianza, que hoy grandespreparaciones de recursos para desplegar mas adelanteuna actividad imponente y hacer la guerra al usurpadorcon dignidad y connobleza ; Sea asi en buenbora. El Pilotono lo duda, y ciertameule jamas desmentirá a nudio sobrecosas que hayan de suceder en tiempos futuro-: mas sobro

87los de pretérito y presente no es fácil persuadirle lo con-trario de lo que se está palpando con las manos y tuertosconvencerlo de que ese grande dése ni:» ce tendrá lugar an*te* que puedan ser destruidos los orientales, porque esto

1 puede suceder hoy ó mañana, y hay cerca de cuatro mesesy» que van corriendo el mismo riesgo.

Antes de ahora hemos dicho (y deseáramos que se nosprobare el error de nuestra opinión) que desde la victoriade Aya cucho que removió para siempre loa cuidados de15 años debió suponerse que el Emperador nos habría deconsiderar convertidos á los que ¿I noa está dando; y,des-de que en la misma época justamente ac reunieron todasImpartes dif persas para formar In Nación, debió el roinis-icri» conocer que el Emperador se prepararía a las conse-cuencias que debían traerle aquellos sucesos; porque pru-dentemente había de juzgar que la Nación iba á reclamarcon las armas lo que la anarquía h ibin desgajado del todoy \i iniquidad había usurpado impunemente: y que cuan-do menos este nuevo teatro había de alarmar al emperadorobligándolo á prepararse á sostener con la guerra lo queretuvo injustamente á la sombra de una paz que acaso noshabrá sido en otro tiempo necesaria, pero que hoy ya noses ignominiosa. ' f

Si tales debían considerarse respecto al extranjero loso fe dos de nuestra prosperidad nada era mas necesario queprepararse por igual razón á defender el territorio, ya queno fuese á recuperar el que está perdido, y prevenir al usur-pador en sus disposiciones hostiles. Esto parece bastanteclaro, como lo es, que el delecto no ha estado todo de parteÍIPI ministerio de la guerra. Pues, si estas consideracionesso hubieran tenido á la vista y hallándose el eatado, ó biensea la provincia de Buenos Aires con un caudal suficientepara hacerse de uua escuadra acomodada á In» necesida-des de la guerra presumida ¿ habríamos de haber pasadopor la humillación con que nos amenazan aun cuatro bu-ques despreciables que el usurpador ¿obtiene á nuestra fren-te? Que la rnzoi) pese estas reflexione», y que la impar-cialidad disculpe con justicia la vehemencia con qun lasetiuuciamos. . •

88Pero *TÍtnN9Dos la repetición molesta de lo que yn se

ha dicho: hay algo ina*. Nada es lan conocido como Unmiras ambiciosas del Emperador <M Brasil sobre el terri-torio de UP Provincias Unidas, y este conocimiento que porcierto para nadie es nuevo, debe serlo mucho menos pararl mínbteria Al fin, es un estado extranjero vecino, go-bernado por principios opuestos y regido por un monarcaque es cuanto-basta; y un conjunto tal de elementos en mipunto contiguqiM son los mas a pro pósito pnra iuspirarcon.fianza á una república na cien le que se conduce por prin-cipios de justicia al lado de quien no coitoce sino los de. lausurpación y la perfidia. Siendo esto-asi: ¿«obre que ba-*« ha podido estar fu mi a do la confianza que supone la in-diferencia con que we dejó pasar el tiempo sin ponerse enaquel pie de guerra que. con veriiiotan peligroso convienea todo pueblo e»tar aun en medio de un» paz octavia nn ?•Sobre que fundamentos no eMar prevenido», para un ac-cidento. inesperado tal como una nueva usurpación, ó uncompromiso como el que presentan los sucesos de la Bnn-da Oriental? Sobre ninguno ciertamente; y está demasia-do probndo por las mismas medidas que ahora se han pro-movido 6 vit¡(ade Ja necesidad, y las cuales aunque bienpoco fticacesestiirían adelantadas en su efecto t»i alguno*meses ha se hubiera adoptado.——Continuará,

OBSERVACIONES SOHRE EL DECRETO DERECLUTAMIENTO.

Por fortuna abora, como antes y en todo tiempo, el triun-fo oVIa república está virtoalmente asegurado en el patrio-tismo y en las Hemas viríudesguerreras, de los ciudadanos;pero respecto á la medida tomada para la formación delejercito, es sabido hay mucho tiempo ya que ál estímulo duun enganche, por exorbitante que s«a, nadie concurre sinoarrastrado de la miseria, ó del deseo de satisfacer los vi-tíos con ánimo resuelto delirar el fusil y la casaca tanpronto como vea una ocasión, y es bien extraño que el mi-nisterio no conociese que el enganche es un resorte que setoca ordmartameute en tiempo de paz para reetAplazor los

89pocos vacío que deja la deserción ó la muerte, y suele sereficaz en guarniciones lejos de la guerra ; pero peí.Mr fir-mar un ejército con enganche para ir a estacionarse, es conloi)a propiedad obra de romanos. . ' .

El Piloto no indicará los verdaderos recursos para for-mar con prontitud el ejército, porque no entiendo de mili-cia, pero está sin embargo persuadido que habiendo reso-lución de hacer la guerra, una declaración enérgica y ino-livada de ella es lo que formará los batallones necesario:»en me no» de 40 días: porque hay alguna diferencia en de-cirle á un ciudadano tu pfrfria está ett ptügroyy vas áser esciu-ro def portuguet.si no pífeos^ 4 decirle, toma 40 pesos por«er soldado del ejército, y h»y mucha diferencia tambiénentre fijar un simple decreto de recluta en tiempo aun deniz, ¿ publicar un bando de guerra, y manifestar con *'\ 4los hombres de influjo, y i\ los propietario** l>» necesidad dearmar un ejército que detiehda su fortuna y libertades.

El dinero es necesario sí, para pagar puntualmente alsoldado, y proveerle sus necesidades, pero para llamar á\oá hombres á las armas no es aquel aliciente el mas eficaz,,sino el patriotismo excitado por los resortes ordinarios. ¡Quediga el general Lavallcjasi ha dado algun enganche á tresmil soldados que en dos meses puso sobré las armas parapelear contra los portugueses! Pues todos tenemos patrio-tismo, y estamos en el mismo caso desde el momeuto quese nos quiera poner en él. .

DIPLOMACIA.

D. Bcrnardino Rivadavia Ex ministro de estado de estegobierno; el que desterró la anarquía y red i tico sobre susruinas el altar de la libertad; el que promovió la ley deOlvido, y dio garantía á la seguridad individual ha sido re-conocido por el gobierno de Inglaterra Ministro Plenipo-tenciario de la Nación Argentina, y es el primero que aque-lla potencia ha reconocido con igual carácter entre todoslos estados Ame rica nosque han pertenecido antes á la Es-paña.

90

REMITIDO.

Orthn ginerut del dia 21 á la Escuadra imperial.

Sendo conrespondente ao deco'ro de S. M. o Imperadornu»soiiuio, tanto coinpé digno do carácter brioso e terrí-vel da nassam |Wrfíí¡;iirTÍn fiTrr huma raostra da forsa e dapericia dos csquadiotns nava.es do meu cunando no Kioila I'rala, e mns litxiriufios vertentes, ordeno que u n odía de a manliam 22 dé Julhio, 1825 da paiiam de Nos?obehlior Je«u Christo -te fossa huma salva gorul en estas es-qu adras para que em ar de ceremonia a esae goveruo deBuenos Aires possam jul^ar os povo» da república pelabÍHBaria de esle simulacro da guerra aquille que tein deaturar infalivelmenle cuando chocar ó futuro día tremendode mortciuevitavel para oa miseraveis iuimigos do Impe-perador doa Braseid e mais reinos Cisplalinos (idj acentos.

Por tanto ordeno que a manham ao tiro da alvoradnlogo que a armada vír no pao da flámula Almiranla aa centoe oitenla e cuatro bandeiras de signaes indicadas paraarranjamento da linha contra as naos inglesas que perten-derem violar este bloqueió, cada um • va lomar posto pelaordem siguinte.

A prime ira divisam.as.ord^ms do General Traga/errocomporta das Pirámides do Egipto, o Cum Cerbeiro, o Lirt-gotim dos Diabos e o Jtfedo de Jorge IV* ¡rain mollar la défronte da Recolleta cstribordo pura Ierra; porein eemprecom cautela de nam se rom sorpreheudidos pelo ínimígo, ede nam tocar no fundo.'

AsigundadivÍHam do Senfiór" Banduüm Godemi (alias)Mam de Guia composta do Monte Vcsiéio ó Arpara de Ca-routs os Maríeths de Fakuno, é a Cahkira do Inferno, iram&earranjar la de fronte do Porto Piollo bombortío para térra,porexn tendo sentido com dois lanchoens inimigos quecBtam la-dentro do Uiachueio, e afasiandosse tta térra 4legoae compridas para se precaver de «ualquer maro-íetra.

á f i i ó centro da linha como

91Pcnh e Gi&raÍtary6 Jmzo final, a Pasarinha do Gm, 6 AóssoSenhor das tres pateadas na chaga das Costas, « á Virgtm dmjijada adoogada dos ame tem memo,

Ordenasee assim mesmo que á manfaam tenha cutnpri*mentó em todas suas partes ¿ nova ordenanssa do no$¿oImperador á respeíto de días de combate, mandando quenam se fassa Iume nos fogoens das naos nem, se coma.teiiam,farinba de pao, nem galliuha, se nam serpentes amamm tpólvora grossa de pesia. Que se vibta farda comprida, e quetodo ó mundo fansa vigodes de orelia a orclla, com pichepreto, ou fumasse negra.

Logo cuando o sol v& por perto do meridiano todos es*taram 6 olhar par:i a nao Almirauta, é quando ella fisser &primeiro truboen en aquelle menmo ponto é lempo impre-terivel toda a armada fará Brueuium-putumptum-truum-purro»eutum-tumtumtum La vai ess< infenio.de fogo comseis centón mil e tres cenU>s diaros. Porem, tudos tíquemformes no seoI posto; ninguem tenha medo, que Ulo porora nam é unáis que fomassa. Maís olha, se iato e a*aim emar de brinquedo, ¡que será cuando & roorle mesma sai asilvorando pelas bocas de estos volcoens! Nam tero du-vida, é moilo fbrraidavel ó poder do IIOJÍSO Imperador. Oracomo fícaram tremendo os coitados portenhos.

Tendo porem compaixam de esses mis se rayéis, orde-nasse que antecipadamente ó digiiissirao tenente que foide sua Magestade fidelissima no regimentó do Chinchorrode Pernambuco, e que actualmente e de mar e guerra noImperio Senhor Joaquim Manuel Quetano da Costa SilvaSilveira de Ferro e Meiroles va la á térra, é diga á o goiberno da república que fassa saber pelos telégrafos á ludosos povos é a todas as.campanhas que uam fujam quandoou virera tremer á térra, fragar as cordilheiras peto estre-pito da nossa artillería e fique noite ó me i o día pelafomaasa do inxofre.

Depoia do logo cada comandante de divisara é mesmodas naos darme ha hum parte moito detalhado do com por-ta toento briosso dos servidores do seu inmediat^comando

^ & o conhecimento do trono com as recornen-naa d« taes servissos.

92Ebpera á iiassatn finalmente (segundo diz la em Trafagar

aquolle menino no^so disipulo) que cada qual cumprira &sua deber, e de uain ó que liver niedo vasse ja einbura.

BASES DE LA COiNSTITUClQN.

Hemos" presentado a I terna ti VA mente en nuestros núme-ros anteriores las dificultades y las ventajas del gobiernof»de'raI sin entrar todavía á examinar del mismo modo elde unidad : resta algo aun qnc decir sobre el primero, enfavor del, cual solo conocemos un ejemplo practico enEstados Unidos: pero que así mismo hay contra él opinio-nes de mucho peso que manifiestan el justo temor de suinstabilidad en aquella república, y aun la pronostican.El que leyere atentamente lae consideraciones que el Pilo-to hiciere en los diferentes artículos de esta materia lashallará bien indicadas sin necesidad de dar una particularexplicación de ellas.

Entretanto observaremos, que un estado compuesto dediferentes partes asociadas, con gobiernos y leyes distin-tas debe estar expuesto al efecto de las preocupacionesparticulares de que cada una puede bailarse afectada, por-que aquellas solo se consigue desterrarlas por medio deinstituciones uniformes.

La diferencia dé intereses al mismo tiempo entre cuer-pos independientes los pone comunmente en oposición, yaunque asociados por un pacto, cada cual querrá sacarlas mayores ventajas que pueda, sea 6 no en perjuicio deotro: los zeios seguirán por consiguiente & la desagrada-ble experiencia de que uno a quien la naturaleza no ha fa-vorecido no puede ser tan dichoso como el otro a quienha titífisjflo de beneficios. El estado que no tenga puer-* ^ W ^ con envidia la actividad del comercio de aquel

posee, y mientras que otro se fatigue en herir un.t&freno ingrato contemplará zelosamente al que goce lasriquezas *-• uno campos oprimidos de ganado. Los sa-crificios que exije (a conservación de la unión empezaránluego a hacerse \penosos; después se soportaráu murmu-

93raudo; el espirita publico desapareceré y los decretosdel cuerpo federativo ya no serán respetados. Ser* pre-ciso entonces aumentar sus prerrogativas, y este es un nue-vo mal, porque en razón de ellas crecerá ¿u importanciasin aumentarse su respetabilidad. Las rivaklades al finocasionarán querellas peligrosas entre los estados, y si setrata de apagarlas con imprudencia ú de prevenirlo» sincautela el pacto está d¡suelto, y la guerra civil y. la anar-quía ocupaudo el templo de la libertad jr «I trono de lasleyes. • Gmtmxard.

Continúa el Diálogo entre S. M. el Rey D. Juan VI, y el Condesu ministro.

Rey. Nam obstante querido Conde eu quisera ter um con-hecimento demostrativo das vantagens reaes que resul*tarara á minba coróa do dominio cfessas provincias quebanha ó magestoso Rio da Prata, a fim de que os povosque ham de prestar seus sacrificios em qualquer casoque esta empresa produza a guerra como consecuenciasuporten) sem murmurar o pezo della pelas considera-9oens do proveito que a mais da gloria deve resultar-Ihes. •

Aftnist. Respeito a o primeiro nam julgue V. M. que eutenha sido omisso em p re muñirme d'aquelles conheci-mentos bastantes a por em um só ponto de vista as im-mensas vantangens que debe reportar a coroa da posse-cam daquelles paises; os qúaes te re i a honra de apre-sentar tí V. M. por roe i o de huma memoria scientifica.que comprehende huma deserlassam geográfica, políticarural e mercantil daquelles paises boje desgrassados, eos quaes só a magnanimidade de V. M. pode fazer dito-sos trasendoos debaixo de sua augusta protec,am e ape-tecido vassallagem; e respeito a o segundo, nam ha mo-tivo algum para temer a guerra por agora, e cuando estecazo sucederá a mais das utilidades que a coroa repor-tará daquelles territorios, o desprendtmentod'estes namterá lugar se nam por compénsameos Equivalentes á pos-

Piloto. Mm.B. 2

94se áe dúos reculos; e Uto depois de haberlos exhauridocom paternal política. _

ROÍ. Sendo isso assim, eu quisera ler ja esses cooheci-mentos, e que me digas porque meio adquiriste e*sainestimavel obra: asáim que coiívem igualmeute a minhadignidade ter semper algums garantes de que miubastropas nam hajara de ser molestada» coro huma resisten,cía inesperada e vigorosa por parte dos republicanoscapas de comprometer desde já o decoro da minha co-roa em huma guerra sanguinolenta e porfiosa; porquede certo eu nam quero a guerra aínda que nam najade lansar mam cm nada. ,

M De ludo darei conla á V. M. fiel e oportunamente.R. Nam será máo entretanto que tu deitases o olho ero al-

gum d'csses espanhoet» do Sul que se acham aquí nacorte, e que estam richados com os governos da quellastérras. , '

M. Tudq se andará, Soberano Senhor, a mala do que aeste respeito estaja andado. Continuará.

DEPARTAMENTO DE RELACIONES EXTERIORES.En este- artículo del núm* 6 ha dicho el Piloto (y lo mismo sostiene

en el presente) que la misión del V'ce Almirante Lobo no ha procer-do de la corte del Brasil sino del gefe de las fuerzas - imperiales en laBanda Oriental con el fin de ver si arrancaba del Poder Ejecutivo dela república un documento cual lo obtuvo en la última nota del Minis-tro de relaciones exteriores para difundirlo sobre todos los puntos deaquella campana con el ño de sofocar el patriotismo excitado por laesperanza de una pronta cooperación de las provincias á un • impulso,tan digno á la verdad de ser ayudado.

Esto era tan presumible cuanto ahora será fácil probar que en la ac-tualidad están circulando por la campana Oriental mas de diez milejemplares Je la indicada nota reimpresa en la oficina de Montevideo.

Pero lo que menos importa es el origen y legalidad de la misión; loque sf importaría era sí, que el ministerio hubiese sostenido, aquellafirmeza que manifiesta la primera de sus notas, y puesto que» circuns-tancias á cuyo alcance no todos estemos, le obligasen á descender deaquel digno lenguage bastaría haberse limitado 1 protestar que hastaaquel momento ninguna interferencia habla tenido el Gobieroo Nacio-nal en la empresa del general patriota oriental sin pasar á indicacio-nes de cual habría de ser su conducta en el porvenir.

95CONTESTACIÓN

A los señores editores del Argos al artículo, Instruccioudel Miércoles 13 del corriente, en que ponen en conoci-miento del público el resultado de los exámenes que rin-dieron los niños de las diferentes parroquias de la ciudad.y en cuyo final extrañando, que las del Hospicio y la Re-coleta no lo hayan verificado, con respecto á esta última.'dicen lo siguiente. u Probablemente se hará igual recon-vención al de la Recoleta; pues no es justo que él estadoemplee una suma considerable de las rentas públicas ensostener preceptores, que no rinden el servicio que deben."

Es muy plausible desde luego el zelo que cualquier pe-riodista, d otro ciudadano desplegue por la enseñanza pú-blica, y progresos de las primeras letras; pero el Argos, ycualquiera otro está en el deber de no censurar la con-ducta de los maestros de escuela, mucho mas por la prensa,sin imponerse antes de los motivos d obstáculos que puedanhaber impedido el presentar jóvenes á exámenes públicos,ó haber cometido una omisión semejante; lo primero por-que esto lo exige el verdadero zelo por el bien público, yuna critica imparcial, y lo segundo por no prevenir ó di-famar con injusticia la buena conducta de un ciudadano.

Esto es cabalmente lo que sucede con relación al pre-ceptor de la escuela dé la Recoleta. Los examenes se acor-daron sin que los maestros tuviesen un antecedente, y auncuando ninguno de ellos debía esperar estimulo para cum-plir con sus deberes, y rendir sus servicios, por los que re*cibe su prest del estado; yo como todos los demás precep-tores tenia seis jóvenes en aptitud de examinarse; pero sumismo adelantamiento díó causa á que se saliesen en elpróximo mee dé Enero, y en el de Marzo se nos dio ordenpara los exámenes. Yo di cuenla luego a! señor prefecto,y le expuse, que á pesar de esto tenia aun al niño D. Ro-sendo Fraga, qae era el que me bábia quedado de los seismas aprovechados. Llegó el dia señalado para los exáme-nes, esperaba que viniese el que debía acreditar mi ense-ñanza, pero un raro accidente roe privó de esta vindica-ción. £1 joven Fraga tenia savañones; su padre por mas

96aseo le lavó los piesja noche anterior, j esto le cansó unpasmo, que lo puso en imposibilidad absoluta de concurrirá e>te acto. Ésta casualidad, y la de haberse retirado loscinco jóvenes D. Ignacio Vega, D. Guillermo Loaano,D. Francisco Hornos, D. José del Lion, y D. Francisco delLion, son las que han dejado en descubierto al preceptorde la Recoleta; ambos hechos puede justificarlos con todoslos datos que pueden desearse, y con este objeto es quepone 4o» nombres de los niños para que los señores edito,res del Argos, si gustau averigüen la verdad. Mientrastanto el preceptor de la escuela de la Recoleta no puedemenos que sentir profundamente la facilidad con aue se hazaherido su delicadeza, y el problema, que cuando menosse ha establecido en la opinión pública sobre su buena

1 conducta, y el cumplimiento de sus primeros deberes. Asies, que ruega & los SS. editores, que si desean hablar conla circunspección con que debe hablarse en la prensa so-bre materias, que tocan al honor de un conciudadano, seacerquen á la escuela de la Recoleta, vean la enseñanza,y si quieren convencérsele que su preceptor no es de losque sostiene el estado, sin rendir por su parte los servicios,que este le exige, puede examinar los jóvenes que han es*tu diado bajo su dirección, y que se habrían presentado alacto publico del 7 y 8 de Julio, ni el tiempo corto que me-dió desde Marzo en que se salieron los cinco, que estabanen esa actitud, lo hubiera permitido, y si fuera menos difí-cil para niños tiernos, y en la escuela de la Recolota, re-gularmente pobres, ofrecerse a la expectación pública, sinuna pericia tal, que les permitiese sobreponerse al rubormismo de la censura.

Esta exposición creo, que puede templar el ardor zelo-20 de Jos SS. editores, la prueba de los hechos, que asien-to lesees muy. fácil; el Argos tiene ojos suficientes parainspeccionarlo todo, mas el preceptor de la escuela de'la Recoleta les ruega, que en otra vez no sea igual la fa-cthdad de censurar agriamente la conducta Ófi un ciuda-dano á la que tiene para mirar y escribir un articulo en superiódico. Buenos Aires, Julio 18 de 1825.—

. Francisco Zambrano.JMPRKÑTA n

EL PILOTBUENOS AYRES:

Ño. 9^->UKVES, 4 DE AGOSTO DE IC3S.—To«. I.

IRRUPCIÓN DE LOS ARAUCANOS.

, Días hay que se ha renovado con calor la noticia deuna irrupción de bárbaros del estado de Chile A este ladode los Andes, a los que se dice venir incorporados nadameaos que 1000 desertores de caballería con tercerola ysable al mando del caudillo Pinchnira,y est.i noticia, ami-gue no ha/ suficientes datos de su certidumbre sabe-mos sin embargo que no es del todo vulgar. A la verdad,una qomitiva til para caballeros andantes, como parecenserlo, es mucha gente, según la humilde opinión del Piloto.y si de Chile se desertan los soldados, por millares es ne-cesario cerrar la Cordillera en tiempo, ó poner en elloun cordón sanitario. Lo mas asombroso que hay en elraso es la moderación con que se comporta ese ejército*de cuyo gefe no tenemos la mas favorable idea, y que has-tnt ahora sin embargo no se sabe que haya invadido po-hlucion alguna del territorio, apesar de haber pasado porla jurisdicción de Mendoza, que no tiene fusrzís capacesde resistirlo, v poco después por la de S. Luis que tienemuchas menos. Es de suponer que si el-genera) Pinchci-ra tiene tanta gente, traiga uno dr estos dos objeto-i ó ro-b:*r á diostro y siniestro a lo? pueblos inerme» que hallareá la mano, ó buscar aventuras según la antigua usanza pn-ra ganar fama de buen guerrero. E*lá visto que en n\primer caso fulla el problema, porquo hasta ahora no 9a-bemos.qtie haya cometido la menor violenrin, trias por siestíi en el segundo no se perder i.i tiemno en iuvitnrlo á (fuese neeresse a la ribera del Utngwitfy qurpasara, si asi pra«le su gusto, & la Banda Oriental donde la ocasión le vie-ne como anillo al dcJo pira adquirir inmortal renombro.

9 8

pecando contra los portugueses. Pero, sin que por esteiiio i« de dar la noticia tengan los malos interpretadoresderecho & pensar que la despreciamos, de lo que estamosmuy distante, lo cierto es que, sea ello lo que fuere,Ué tropas destinadas al cordón dpi Uruguay se han en-viado al Salto, con otras mas de la campaña en precau-ción de los mil de Pincheira con sable, y de los mil arau-canos con lanza, que bien sumados hacen 2000 hombresde guerra, auuquebiu Patria, Rey, ni Roque. Medida pru-dr ule y sin duda imprescindible, si los tales deserton-s sonde tanto bulto. Pero vaya; repetimos que 2000 hom-bre nos parece mucha gente. Es cierto que el Pilotono los ha contado, y apuesta á que tampoco los contóel que trajo la noticia, y ni tal vez se puso a unalegua de distancia de ellos.- nías si esta gente, sean 2000. ó sean trescientos, están

efectivamente en el territorio de Ja república, no es bas-tante el estacionar un ejército en él Salto: ¡ pues qué, unejercito <te dos mil hombres de línea que tenemos en lafrontera, á mas de las milicias de la campana, debe limi-tarse a una medida precaucional hallándose tales hues-pedes dentro del estado! El ejército debe buscarlos, ydestruirlos enteramente ó disolverlos por varias conside-raciones de importancia; la primera es porque si tienenrealmente la fuerza que se dice, nada les es mas fácilque arrasar las provincias que no se hallan en aptitud deresistirlos, v que, abandonados al furor del pillage, y á to-dos los excesos que promete la inmoralidad que debe su-ponérseles, den a los pueblos en un solo día mas horror,mas lágrimas y luto que el que les dieron cinco años deanarquía. La segunda. razón es, porque ese grupo que,en el concepto del Piloto^ no merece otro nombre ni otraconsideración, puesto que son reliquias de 500 anarquis-tas que fueron batidos en Concepción de Chile y algunosindios que se le hayan agregado, es probable que tenganpor objeto incorporarse a los pampas que nos están hciendo la guerra; ya porJa seguridad de poder cohlinu.entreeiio^ eUjerc.cio desús costumbre* impunemente,6 ya Mamados por el incentivo del gran ¿otiu que aquello*

• 99¿celen repartirse á nuestra costa,y que la fama habrá lle-vado á su noticia con toda la exageración de que ella sue-le acompañarse. Sería pues ana lástima que el ministe-rio no pudiese adquirir sobre el particular noticias b is-tante exactas para expedirse de un modo que concillasecon la seguridad del territorio respecto al Pincheira, lanecesidad de que esa ley de 11 de Mayo, sobre la lineadel Uruguay, tuviese cumplimiento en lo posible, porquelo peor de todo seria que Pinche ira se nos viniese por unlado y loe Portugueses por el otro.

ALTO PERÚ.

No podemos disimular el asombro que pos ha causadola lectura de un documento que ha insertado el Argos, ensu No. 172. Por él se vé que el Libertador Bolívar, refi.riéndose á un decreto del congreso de la república peru-ana de 23 de Febrero, somete las cuatro provincias delAlto Perú, últimamente libertadas, á la autoridad supre-ma de aquella república hasta la instalación del nuevocongreso peruano, dejándola entretanto bajo U inme-diata autoridad del Gran Mariscal de Ayacucho, y ha-ciendo inefectivas hasta la sanción de aquel cuerpo las

. deliberaciones de la asamblea convocada por el-misrnogran mariscal ¿ 6n de decidir de su suerte y destinos ; desdecuyo momento, según las expresiones del decreto para sumisma convocación, debían quedar independientes de laautoridad del ejército libertador. Pero el documento aque hacemos relación destruye aquella garantía por unode sus artículos, declara sin virtud las deliberaciones déla asamblea por otro, y atacando por ambos de un modoviolento un derecho de que ya estaban en posesión las cua-tro provincias, y que es la suma de la soberanía de lospueblos. les impide que decidan en su propia causa defi-nitivamente como mejor parezca á sus deseos é intereses.

Tres son sin,duda los extremos que se pusieron al ar-bitrio de las cuatro provincias en el concepto del decreto

utodel Gran Mariscal de Ayacucbn,« el de reincorporarsea la antigua unión de U república argentina, ó el de agre.*ar*e • U del Peni, ó el de declararse independiente» deuno y otro estado constitayéudose • su arbitrio. Talesneo tos objeto» qoe debió tener en vista el Gran Mariscal,y para qu- se d«*ciJ«aen por alguno de ellos es que biaoreunir Liexpresiufi de lo» pueblos por medio de su* lesgttinios repre*«ntaute*. Ksn «* lo qué importa decir-para q*e h* p*M* decidan *gu/, ftanfaa v rot**pdeuttnunttde tu//TW/MO trtuftrS ni *ra, ni es d«- •»pcrnr un conceptocontrario dv uiw uuloridail en cu/as sienes sudUputanla preferencia el laurel de la victoria y U corotiu do lu*Virtudes chicas.

Reunida la asamblea con poderes de los pueblos para unobjeto preocipto y aimnciudo en su convocación, cons-tituida en ana forma legal y pura, si no ha adolecido dolos vicios de Buplenciná itej aleft, de exclusiones víoltMitu*ú de otras informalidades escandalosas en su fonn:icioi)primaría, sos decreto* tienen toda la validea quv le acuer-dan sus derechos y los principios práctico* de laa repú-blicas de Colombia, Perú y demás del nuevo mundo.

l'ero de«cendaúios algo mas acia lo practico cu esteparticularísimo uegocio. El Argos ha dicho (juu cu;il-(¡níera que fiiesen las hitencionett que han movido á vT')ivdir aquel.decreto 110 podían dejar de sor dignay á sujuicio.* No basta que sean dignas las intenciones y gran-des su» consecuencias: es preciso que siempre sean lega-les, porque en materia de derechos de los pueblos no hayremedios justos contra la voluntad de los pacientes: ellosllevan siempre el carácter de la violencia, y aun que re-eulten en un beneficio indndable, dejan al tin el ejemplode ta degradación, y la costumbre innoble de liumillar&e.

Supóngase por un momento que después de reunida laasamblea de las cuatro provincias, «I calor de las opinio-nes divididas entre los tres puntos en cuestión, agitase lamasa de los ciudadanos en otros tantos partiJos, pronun-ciados iguhlmente por cada uno de aquellos extremos, yque la deliberación de la asamblea decidiéndose preci-«jrnentc por uno de ellos, dejase frustrados los deseos de

IOSdos terceras partes de los comitente*; aun en estelan difícil de calentarse, cuanto lo es analizar exaclameu-le las opiniones diversas de la multitud, el decreto, sobredepresivo, es a todas luces contrario a los medios verda-deros de conducir las opiniones al acierto de la felicidad.¡ Que importaría que la política considerase juntamentecomo un mal verdadero un estado de cosas semejante alque hemos presupuesto, si la política misma y la pruden-cia debían contemplarlo como uno de aquello* males sa-grado* de la libertad, los cuales nunca pueden remediar**-con medidas que hieren su origen directamente!

Si en U deliberación de la asamblea prevalecía el votode la minoridad pública, porque los comitentes hubiesenreformado su opinión de un momento á otro, bien por su-gestión ó bien por resolución propia, el remedio lo tenían*• n sí mismos, y si ejerciendo el derecho de la soberauf*Inbiaii errado en sus intereses, ejerciendo ese innato de-recho buscarían legitímenle el acierto sin necesidad quete le dictase*.

DIPLOMACIA.

En el número anterior hemos publicado que el Sr. D.Bernardino Kiradavía Ex-ministro de estado había sidoreconocido por el gobierno de Inglaterra en el carácterde ministro plenipotenciario de la república, porque asise nos había asegurado por personas respetables proce-dentes de aquella corte, fio es ciertamente una equivo-

. cacion padecida lo que mas nos ha afectado en este ne-gocio porque ella, contando cou la iudufgencia del públi-co, quedaría remediada con la declaración franca queahora hacemos: pero es sí de sentirse el verdadero orí-gen de nuestro engaño, mucho mas cu ¡indo otras perso-nas de importancia lo han padecido antes que nosotros.

Se dice como indudable que los diplomas remitidos al Sr.Rivadavia por el ministerio de relaciones exteriores denuestro gobierno le daban efectivamente el carácter detal ministro plenipotenciario: pero'según las reglas de la

102diplomacia (á cuyo alcance no deja de estar cualquierab* mitre de mrdiána instrucción) e» preciso qu<* el c-f«del gobierno comitente dirija al mismo tiempo una cartaautógrafa al de h otra nación acreditando loa diplomasespedidos al embajador, enviado extraordinario ó Minia.tro plenipotenciario; y de Mi.itstro á MhUtro cuandoel carácter cometido es inferior, como lo na hecho muyrecientemente el ministro Cnning respecto al caballeroParish como encargado de negoctm de S. M. B.

En resultado, bien fuese por una equivocación natural,(5 la que tan sujetos estamos Dos mortales,) bien que fue-se por olvido, ó bien porque el mencionado documentotuviese la desgracia de extraviarse, lo cierto es que elrey de Inglaterra no Bo ha recibido, y que los diplomasse quedaron sin efecro, del mismo modo que no lo tienenlas letras giradas a ultramar cuando no las acompufte car-ta orden. ; _ _

ECONOMÍA POLITÍCA.Desde el 29 del pasado Julio empezó á tenor cumpli-

miento la ley que prohibe la introducción de harinas ex-trangeras; y no es tanto de eiitrannr el que ella fuese san-cionada en el año de 24, como el que haya llegado a suefecto en el de 25. •

Toda prohibición para el comercio es absurda ; en lasrestricciones al extrangero es donde puede hollarse lamedida que debe reglarlos intereses respectivos de cadapaís; y esto mismo es preciso hacerlo con prudencia,después de haber calculado sobre la profundidad, y nosobre la superficie de las cosas. Hablar mas en materiade prohibiciones sería poco honroso para nuestro país.

Las Gacetas de aquel pais anuncian estar perdida enel parlamento por 45 votos, y por tercera vez, el proyectode emancipación de los católicos de Irlanda para colo-carlos en el pleno goce de los demás ciudadanos de lanación. Esta medida, cuya adopción intere&aría al go-

fiar© atuja? todas las entradas á las.... d e i s feiflSa A>haiiffnB Be es poco digno el Jila-

-. i . nr re í maas&racsa coutrasge que bace con los pon-er píos de sabidoria ^ d)é jastic&a que lo rigen, retener enverdadera esckuróüid ana gtorcsoo tan considerable deeos ©ompatriottao. ,

ESTJDOS UMDOS.fflaakingtost. 24 <& Mttrzo.—-Jayme Aflonro?, último presi-

dente de los Eétodos Uuidca, salió ayer de esta ciudadescoOtodo por eO emayoe de dragones Ándrenri, y acompa-ñado ipoo1 el ptresódenie, empleodlos princi poleo, y muclioociudaoonofl qve Co visitaron por b maña no en prurbn de lacontinuación de su respeto, despidiéndose de ¿I «I misinotiempo. Entre km intereseo peculiares ü nuestra repúblicano es este de los menos interesantes, aunque asi lo pares-ca a la distancia. Mr. Moaroe, que poco ha era el m*tgú*tradoy gefe de h CU3<OA, £ que ha guiado el timón del estadoJurante los ocho Últimos anos, se retira ahora de unpuesto que no conoce primero en dignidad en todo elmundo, para mesclarse otra ves con sus conciudada-nos, y ser de nuero uno del puebla Nada se veía depompa ni ostentación en este acto: iba á caballo en sutrage sencillo de costumbre; y mientras marchaba lacomitiva, recibía y contestaba las 8alutac;onet> de mu-chos que aprovechaban esta última oportunidad.de maní-testar respeto y estimación hacia aquel que; por tantotiempo había servido al público fiel y honorablemente,fc'/ Diario Nacional . ^__^

^ BANDA ORIENTAL.. El pueblo oriental desea ser libre y ha 13 aftos que em-

pezó á trabajar para serlo, sin haber gozado hasta ahoraun dia de libertad verdadera y pacífica. La suerte noha querido concederle un momento de intervalo entre eldesorden y el despotismo para conocerla práctica mente;así es que sus luces benéficas no han pasado sino rápida-mente sobre su superficie, ó han llegado á ella envueltascutre las sombras tempestuosas de la anarquía.. Uua par-

104le *\e la población oriental no sabe aun con el cm.ronci.miento necesario, que la libertad es «/ trote de todas tos i/ctechos del hombre eM d árém sóñáL y no aquella espantosaimagen a quien l«s anarquistas lia ronrón libertad en losnftns 14 y 15. y cubriéndola con su T* IO sagrado UeVarurtel horror y la desolación por todas nartes^¿Hombres s¡n

"UuBtmcioo á quienes se presentó como un^tmio bonificoel causador de tomos males, no pueden conservarle unadevoción noy religiosa; porque á la verdad, valiéndonosdel concepto de un sabio, cuando los pueblos se proa-temaron por la primera ves delante del Sol para Ha,marle padre de la naturaleza, no seria curan Jo él estabaencapotado con los ce Ingés de las borrascas niño cuandose avanzaba en la inmensidad del espacio brillante* tna-geetuoso y derramando sobre el universo la lúa y la fe.eundidad.

El Piloto pues confín que los orientales ilustrados dis-culparan por su buon deseo el tono didáctico que una úotra vez adopta hablando sobre aquel pata, en considera-ción a que solo se dirije & la parte ño ilustrada que nece-sita lucen, que ellos no ¡Mieifeii difundirlo por la tristeopresión en que hoy eslá su patria.

La palabra libertad no exphea lo facultad de hacer ca-:1a cual lo que mejor le pareciere, porque él que la pose-yera tendría por consiguiente el derecho de perjudicar aotro: todo* se conducirían por l i violencia y los hombre»se devorarían unos a otros. La libertad pues consiste enpoder hacer b que noda&e á otro: para impedir el abuso sedeterminan los derechos y tas obligaciones detodoa: seprohiben las acciones perjudiciales y se establecen penaspara los que las cometan. Para determinar aquellos de-rechos se fijan reglas que todo* conozcan y se conformer»con ellas, y estas reglas son lo que se llama leyes: ellasson lasque aseguran la libertad de los pueblos: ellas, las que prote-gen los derechos del infeJiz contra el poderme: elhsr las que Oestru-j * É el imperio de U lacrea adquirida itegalmeüte; "tai qae descon-ciertan las enpresw de I* unrquia, y Ua « i t»cea feiiz, y pacificala «xistepcia de lot pqcblot. Sin leyes ao Jar patria *¡oo aiutquía,/«ando Qgm ateaU nfaeraar &in observases no tay bbertad BÍ-•o topofemo. * . . Cmtimtmá.

105

BENEFICENCIA, PRISIONES.

Entre tos diferentes objetos que se disputan la aten*de un gobierno liberal, hay uno que debe interesar

especialmente su cuidado: este es el de socorrer y ali-viar al hombre desgraciado en cualquiera de las diferen-tes situaciones a que puede condenarlo el infortunio WMtiabla de los establecimientos dé piedad; y reservando pa-ra otra ocasión hacer justicia á los que se hallan estable*cid os ya con honor del país, cree el Hilólo que en este ar-tículo es que corresponde tratar de las prisiones, hacia cu-yo mejoramiento desea llamar la atención de la autoridad»recordándole que no es solo a la seasihUiilad del hombre,sino ú la moral y á la previsión del magistrado á quienaquel interesante deber ae recomienda. El Piloto e» Un*parcial, y asi como respecto.al ministerio 4* guerra y re-laciones estertores ha ejercido el derecho de censura coaarreglo ¿ su opinión, se limite «a esto caso como hará enotros muchos 6 aquellas observaciones de donde no lepermite pasar el conocimiento que tiene de que la admi-nistración de justicia no ha podido aun recibir aquellasreformas por que tanto clama, y at convencimiento en queestá de que este (alta no es tanto inherente & loe hombrescomo lo es todavía a kwvosaa. Pero foere de estas con-sideraciones hay ciertos defectos cuyo remedio está en elarbitrio del gobierno. Es preciso que en todos los casos sehaga ver que el reyno de la libertad es el dé la felicidad ;general, y que desde el primero al último de los ciudada-nos relativamente deben gozar tes efectos de un régimenbienhechor.

Varios establecimientos de beneficencia, tales como elde la sociedad de aquel nombre, expósitos &c. se hallan enesta capital bien asistidos, y sobre todos extenderemos su-cairamente nuestras reflexiones; pero es preciso acor-darse que el indigente lo es, no solo eu la debilidad y en •la miseria de la infancia, ó en los achaques de la senectud;no solo también cuando en la edad de la (berza se ve pos-trado en el lecho del sufrimiento por alguna de tantas eu-

10Gferrordades en que la d¿bil naturaleza está sujeta; sii*que lo es con igual derecho á la asistencia y socorros delhombre sensible, cuando eligiendo el orden público su so-gurtdad es condenado por la justicia á un encierro. Ental situación, harto infeliz es el hombre en la privaciónde su libertad, y es una de las primeras obligaciones pro.veer á su comodidad y aseo tanto como á la salubridad )seguridad de sus prisiones. £1 hombre dotado de alguniiligera dosis de filosofía i»o puede contemplar bin horrore& espectáculo de un calabozo en tinieblas donde elsemblante miserable del delincuente esta diciendo que suespíritu sufre todas las angustias de un suplicio coniinun.do. Esa clase de encierros mas parecen cavernas de tusras que aposentos destinados para la seguridad de racio-

ÍNos es entre tanto muy agradable saber que el go.bierno, llamando 6 la empresa de un Panóptico, se pro-pone aliviar la suerte de los criminales, cuanto está en sumano, mientras una administración de ju&tícia arregladaá nuestras necesidades no provee como esperamos todfif-ias mejoras concernientes á este ramo; pero la idea delPanóptico tal como la anunció el Argos con relación alsistema de Mr. Beuttau es defectuoso, y lo notará el Pilo-to en el siguiente numero, esperando poder probar qui-no és un atrevimiento observar en esta materia a aquelcélebre escritor. ' • . ' Continuará.

GUERRA NACIONAL.

La voz desfallece de tanto clamor en vano, y el ecopolo responde vagamente como el del esclavo del montejura en el desierto, y mientras el oriental guerrero pre-seuta á la espada usurpadora un pecho de bronce, y ofre-ce á la patria el corazón ardiente de vivíalo todo respirapaz en el Occidente, los eslabones de la puerta del tem-plo de Xano están tan firmes cual se estaban. La plumamisma se cae de la mano después de haber andado todoel circulo que podía describir la razón para iuclíuar al

107poder en atnilío de los abandonados orientales. ¡Quéresta que decir! Una tristísima verdad que ojalá el lie tu-po no publique cuando ja no haya, remedio para evitaría.

Cuatro meses hay que los orientales se sostienen contres mil hombres contra todos lo» recursos del imperio;y ese usurpador, cuya guerra tanto respeto nos iul'uitde,; no ha podido en cuatro meses mandar a la Banda Orien-tal refuerzos capaces de apagar la insurrección ? No Unpodido ciertamente. £1 Piloto publicará otro dia un es-tado de todas las fuerzas activas existentes en el Brasil ysu* destinos actuales, por la cual se vera claramente fiaimposibilidad en que está el gefe del imperio de traermas cavallería de linea á la Banda Grieuul: todo lo que .puede hacer á algunas milicias 6 entrar ella, y esto con¡a esperanza de saquear pacíficamente. Maa estos pe-queños recursos innígnificantes respecto al poder de larepública, son considerables sin embargo para los orien-tales en el abandono en que se hallan; bastantes tal vespara destruirlo?, y quien sabe si también para hacerlosrenunciar a lo que ahora con tanto heroísmo solicitan.Malograda esta empresa la desesperación ocupará por lopronto todo el lugar del patriotismo; pero luego seguirála reflexión tranquila sobre sus inte re bes, J fatigados desacrificios y desengaños ya sera ineficaz el influjo de loopatriotas ilustrados para desviarlos de una resolución,cuyas ventajas no siempre tal vez estarán palpando aciegas. Continuará.

MINISTERIO DE MAMNA.

Parece que el señor ministro ha mandado construirdoce cañoneras con toda prontitud, sin duda para defen-der las va lizas interiores; no está malo: ha mandado tam-bién armar uno ó dos bergantines, y reparar el Aranzazu,que con el Bdgrano hacen cuatro: tampoco está malo, ydicen que se han de comprar alguno» man, también noestá malo, algo es algo, y cuando menos.es mas de lo queera. Pero seüor, coa bergaotines uo se puede sostener la

ÍÓ8Mcrra con el imperio, ni aun se puede salir de las male,del banco, mucho menos dominar todas las aguas del ri0desde su embocadura, que es el principal objeto que Ue.ben consulUr las medidas navales. El modo de couse.giiirto no es con bergantines de construcción mercante,sino mandando á Norte América comisión con letras, ó sinellas, pora comprar fragatas de 50 cañones, como lo hahecho el Libertador para la república de Colombia porcuenta de la cual, según noticias particulares que tenemosde Estados Unidos, se estaban construyendo cuatro naviosde 70, que ya tal vez estarán flotando.• Por otra parte sabemos que en el puerto de Valparaísotiene el estado de Chile siete buques de guerra anclados,& cuatro, y sin destino, fuera de los que están en el Callao,entre aquellos dos fragatas de construcción, otro buquede 40 piezas, la corbeta Chacabuco y otros menores; ysegún se nos ha afirmado por persona respetable queAcaba de llegar de aquella república, su gobierno gustaríavender ó fletar unas embarcaciones que en la actualidad,y probablemente en mucho tiempo, no harán sino ocasio-narle gastos inútiles.

Puede ser que todo esto se haya prevenido ya por elministerio, y que tales 6 mejores disposiciones esténadoptadas; mas como el tiempo va volando sin tocar«lia efectos, y romo por otra parte nada hay en estas me-didas que exija reserva, es un dolor que si se han tomadolas ignoremos; pero el Pibto sin embargo se conforma conla iguoraucia siempre que ellas estén tomadas.

REMITIDO.

Movido del deseo de que se generalice en el país elconocimiento de la interesante obra de Mr. Cottu sobrela administración de la justicia criminal en Inglaterra, mehe reetieto á traducirla en nuestro idioma con ánimo depublicarla bajo el titulo de uu Ciudadano de k Repúblicaargentina, 6 acaso con mi propio nombre, y poco confiado

109en mi capacidad pare tal empresa he determinado; pre-sentar al público, antes de invitarlo directamente a lasubscripción, ana idea de la traducción que tengo el ho-nor de ofrecerle en el siguiente prefacio del autor de laobra referida, y que suplico & V. quiera insertar en superiódico. Como la traducción está bastante adelan-tada los SS. que gusten adquirir mayores conocimientosque loa que dá el prefacio, podrán satisfacerse acercán-dose á ésta imprenta, porque mi objeto es costear la im-presión y nada mas. Si aquella es buena tendré un pla-cer en haber hecho esté pequeñísimo servicio á mis con-ciudadanos; si es mala no quiero comprometerlos á quecontribuyan ciegamente á un monumento vergonzoso; muyparticularmente sabiendo cómo sé, que este siglo ha sidofecundo en traducciones indignas de llamarse tales.

En caso de que la subscripción se ponga al alcance delos costos de la obra, ella se publicará en noventa días,puesto que el Sr. impresor cumpla como es de esperar desu acreditada eficacia, y no sea el traductor impedido pa-ra la continuación de BU trabajo por algún accidente. Lasubscripción solo se cobrará cuando se entregue la obratraducida, y los nombres de. los SS. que favorecieren laempresa serán insertos al fin de ella. La encuademaciónserá en papel cortado, y el precio veinte reales. La sub-scripción está abierta en la librería de D.Jaycae Marcety en la oficina de esta imprenta.

PREFACIO.• f . • ' •

Enviado por el' gobierno á Inglaterra con el fin deaprender en ella el sistema y la marcha del juri, publicohoy el resultado de, mis tareas. La institución del juriingles, según podrá juzgarse por la lectura de esta obra,se halla ligada de tal modo á las demás instituciones po-líticas, que me ha parecido imposible conocerla con al-guna profundidad sin penetrarme antes del espíritu gene-ral de la constitución inglesa. Mi primer cuidado puesha sido tratar de acercarme Alas personas mas versadasen el conocimiento de las leyes de su país; y entonces

lio.fue cuando conocí mas particularmente el valor-de lascartas de introducción que el Sr. Marques °de Lansfhwnme había dado. Este ilustre Par, cuya casa ofrece lareunión de tos mas distinguidos personages, tuvo la bon-dad de relacionarme cou el señor de ScarUit, uno de losprimeros abogados del circuito dé Jíortt, miembro en laactualidad del parlamento, y llamado por sus talentos areemplazar algún dia á su célebre amigo Sir Samuel Ro-milly. £1 señor de Scarlelt me empeñó & seguir el cir-cuito & que él pertenecía, como el medio ma9 seguro, deinstruirme en todos los detalles que desease conocer,prometiéndome ayudarme con sus consejos, y aclarar to-das las dudas que pudieran ocurrirme en el estudie queyo me proponía. El gobierno ingles al mismo tiempo sedignó recomendarme á los señores jueces Wood y Baileyque debían celebrar las juntas del circuito del Norte; yestos magistrados, a mas de las particulares atencionesque me dispensaron, dieron las órdenes necesarias paraque se pusiesen a mi disposición todas las piezas que de-sease examinar. Los señores abogados del circuito sesirvieron también ofrecerme las explicaciones que pudie-ran serme necesarias, y el hijo del señor de Scarlett final-mente, tuvo la particular bondad de servirme de intérpre-te, de acompañarme á casa de los Under-shcriffs para im-ponerme de tos libros de los jurados, y visitar conmigolas diferentes prisiones que se hallasen en el camino.

El trabajo pues que hoy ofrezco al público es menosel fruto de mis propias reflexiones, que la colección delas opiniones con que me lian favorecido las personas masinstruidas sobre las materias que he tratado. Hice loposible para no equivocarme sobre el sentido de sus pa-labras; les he consultado separadamente unas mismasdudas, y tuve cuidado de aclarar los puntos sobre que semanifestaron de opinión diferente: al fin, después de ha-ber concluido mi trabajo lo sometí al examen de M. Gray,uno de los abogados jóvenes que dan mejores esperanzas,

Í r en seguida lo presenté al señor de Scarlett; quien tuvoa bondad de dejar un momento sus numerosas ocupacio-

nes para notar los errores que se me habían escapado, y

111«ara suministrarme también algunos apuntes sobre el es-Sritii de la constitución inglesa. s ;

Puedo pues presentar al público esta obra con la con-fianza de no haber descuidado nada de cuanto, depen-

, diese de mí para hacerla digna de su atención, -y creopoder asegurar que a falta de todo otro mérito, encontraraen eila el de una grande exactitud; pudiendo añadir contoda la sinceridad de mi conciencia, que creo no haberlisonjeado á los ingleses; y que si he manifestado upa es-timación de su carácter é instituciones, que acaso pare-cerá exagerada, según las prevenciones que tenemos con-tra ellos, esta estimación ha sido el resultado de la intimaconvicción que he adquirido de que ése pueblo ha ade-lantado mas que otro alguno la ciencia de la verdaderalibertad, y las virtudes cívicas necesarias para mantener-la. En la comparación-que fui encargado de hacer de susistema criminal con el nuestro, he debido decir la verdadtal como ella se presentaba ít mis ojos, sin examinar si sunaturaleza tendía á fortalecer ó á alterar la alta opiniónque tantas otras ventajas nos dan tan justamente de]a grandeza de nuestra nación; y jamas concebiré que laadulación, considerada oomo una bajeza respecto de unparticular, haya de ser un deber respecto de su país*

He creído también que seria útil trazar un ligero bos-quejo de las costumbres públicas y privadas déla nacióninglesa; porque no pueden ser bien conocidas las leye.«de un pueblo cuando.se ignora el espíritu en que esténejecutadas. Por otra parte, siendo efecto de la influenciade su constitución m/s bien que de su clima, lo que tie-nen de recomendable las costumbres inglesas, me ha pa-recido que ese cundro podría tener un ínteres particularpara nosotros. El nos hará ver por la práctica diaria denuestras instituciones nuevas lo que necesariamente de-berán ser algún día nuestras costumbres actuales; ó bien,si estas instituciones habían de hallar grandes obstáculosque vencer en nuestras antiguas preocupaciones, nos pre-sentará las costumbres nuevas que debomos adoptar porun esfuerzo valiente sobre nosotros mismos? á fin de con-servar nuestra Libertad.

112He terminado por una exposición rápida de las mejo-

ras que me parece podrían hacerse en nuestra» leyes cri-minales. He señalado francamente todos loe abusos queexisten, sin detenerme por el temor del descontento, 6 talvez de las animosidades que iba a excitar contra mi Hequerido que en el momento en que la atención de las cá-maras iba á dedicarse á la revisión de la judicatura crimi-nal conociesen su verdadero estado, sin ocultárseme quési este trabajo parecia, bajo alguu respecto, digno del ín-teres público, sería probablemente el objeto de la criticade todos tos partidos. Los unos verán en él una intención,de preparar los espíritu* al yugo de una nueva aristocra-cia ; los otros, por el contrario, lo miraran como escritocon el designio de excitar al pueblo á pedir nuevas garan-tías á la corona; pero yo me consolare con la idea de ha-ber hecho una cosa digna de un buen ciudadano, y queacaso el ejemplo de una nación sumisa desde tanto tiem-po á un sistema criminal lleno de dulzura y conmisera-ción íieia los acusados, tendrá alguna influencia sobrenuestras antiguan y bárbaras costumbres; que suavizaránuestro rigor, y nos conducirá á reformas que el honor denuestro carácter nacional reclama imperiosamente. Si mehe engañado en la esperanza de las ventajas que hallaría-mos en adoptar ciertas formas de la judicatura inglesa, lohice de buena fé, y sin ninguna especie de preocupaciónpor las instituciones extrangeras. Pero la marcha rápida¿le estas instituciones, comparada con la dificultad quetienen las nuestras para moverse, ha producido en mí unaimpresión tan jíVa que no he podido contener el deseoardiente de que pudiésemos apropriarlas en parte, con elfin de que nuestra instrucción criminal pudiese a su vezllegar á ser un objeto de envidia y de emulación para lo»extrangeros. . •

IMPRENTA DE HJiLLET.

ILOTO.a " ^ BUENOS AY1U2S:

No. HV-JUEVES. II DE AGOSTO DE 183Marearan** ia ruta* y en*ñaremo$ el peligm r*^mnrjf*n ¿ cn*t<i de nut-ttm JI«M.

GUERRA NACIONAL.

Córdoba, Julio \Qde 1825,-Cuando ha visto este gobier-no por la circular de V. E. fecha 9 del corriente que esepuerto el santuario de la libertad está amenazado de unbloqueo de fuerzas navales del orgulloso emperador bra-silero; se ha inflamado todo su amor patrio, y el de todaesla provincia que tiene el honor de presidir. Si entrela» angustias de la patria, y en medio de que flameaba elpabellón español en la mayor parte de nuestro territorio,Be declaró ha nueve años nuestra carta de emancipacióngeneral de todo poder extrangero. ¿Que debe esperarese ambicioso .emperador abori que nos vé libres de esepoder (igual al suyo) y con otros recursos, que antes nocontábamos? Si sola la carta de nuestra independenciaprodujo efectos maravillosos para estar hoy libres de todopoder, ¿ que miras le quedan á este nuevo usurpador.para que quinientos cincuenta mil habitantes libres de quese componen las Provincias Unidas le dejen llenar -us in-fame* deseos de esclavitud y de horror? Este gobierno,.y su provincia no encuentra mas objeto, ni aspiración enesta testa corona Ja, que el placer con que siempre venestos déspotas derramar la sangre humana, aunque cier-tamente eatéu convencidos de no poder lograr jamas sustiranas empresas. Para este caso de obstinación, los ame-'ricanos hemos jurado antes morir que ser esclavos, sinpermitir ver á ninguna provincia hermana en poder al-guno extrangero. Asi es que por lo pronto puede V. E.disponer de loe regimientos de línea, cuyas tropas tengoel honor de anunciar &. V. E., que son ensayadas muchasveces en escarmentar a lo» tiranos. Bajo esta confianzay seguridad pueden ser colocados en loe puntos mas in-tcrenantett que convengan ser defendido?«-Mientra*1 tanto.

114yo en persona misma partiré á ta mayor brevedad a JaCíiinpfifii do esta provincia á formar la- muirías que seannecesarias para tan interesante defensa; y estoy en elCMSO de poder asegurar á V. E. que en cireuii*taii<ias tanafluentes, mí provincia no estará sujeta á tasa alguna quecorresponda por su padrón, antes bieiutengo p| pUrerde anunciar á V. E. que ella se compone de noventa milhabitantes, pnrn que si urgen aquellas en la defensa dela integridad de, nuestro suelo, pnctlti contar el P. E. N. D.con todo el número que le sea suficiente; bien entendido,que todos son hombres libres, y deseosos á porfía decooperar y tener parte en un escarmiento tan honroso, ytan.digno de los hijos que se cuentan deSud-Amério».

El único dolor que acompaña a este gobierno en mediode los ardorosos deseos con que se halla en este sucesoes de uo poder en el acto concurrir con todo el armamen-to y apresto suficiente, por no dejaren descubierto laprovincia a la incursión de los bárbaros, y de cuales,quier olro acontecimiento que pudiera sobrevenir. A masde esto, eptus pocas armas, que deben quedar en estapara cubrir estos objetos, serán también útiles para for-mar la disciplina de los milicianos que se prepara adíes-trar este gobierno al objeto de que sucesivamente sirvanestos de apoyo á la fuerza que se promueve. A esfuerzostan sin limites que desea hacer este gobierno á nombrede su provincia, solo se opone la pobreza de su erario, ysu total agotamiento en fuerza de haber mantenido tanlarga época un pie de ejército, cuyo resto total quedaofrecido á S. E. como S. P. E. D. Mas sin embargo, aun-que por el presente no tiene cantidad alguna con quecontar, para contribuir con algún pecuniario, pero ellaquedaría con el deber de reconocer la pute que le cor*responda de todos los gastos que se originen en empresatan interesante. ¿Qué mas puede exigirse de este go-bierno ? Si aun resta que ofrecer su persona misma, yBUS esfuerzos personales, el P. E. O. debe saber que alocuparlo en defender la libertad del país, é independen-cia de todo su territorio, recibiría el mayor placer, conque lo ha tenido siempre en caso semejante. J¿1 que subs-

• 1 1 5 .crÍbe ti^ne el honor d^ e-lor/ar estos sus votos con luaco-- ' i . : ; ' r * d i r o - ^ i ' l f i ; i r i ( i : i . y respeto t i 6. t* iC.N J.

J-j-jt '<-'J'•'->•(" Mustas.—iJnrtisio Centeno* Secretario i;iteri-II.-¡ --\i\\"--'-t >u¡Mí*.'!io potii'r «'j'vutivú nacional delegadode Jan Provincias Unidad.—Es copia.

Es bien extraño que el Argos tan noticiador di? los su-CPSO4* |>oiíiicu>s de tañías partes del mundo, y ijue uianí-íiíísln tener corresponsales en casi todas ellas le htyn i i l*ti*do P;I Córdova uno que le comunicase el anterior oficio¿t! t/obernador de aquella provinci i por cuya fecha seinfiere que hay 15 días a lo menos que se ha recibido enes-ta capital; pero sea cual fuere el motivo porque nos haprivado de aquel documento interesante, (o cierto es que elgener-d Bustos ha resucito ya una de las dificultades pa-ra declarar la guerra al Imperio, si es que" puede admitir-se alguna; y ha hecho ver que si el ministerio al tiempode circular la ley de I I de Mayo hubiese manifestado alos gobiernos provinciales una urgencia tal como pareceh:tber expresado en comunicación de 9 del pasado, se-gún se deduce del contesto de la nota del General Bus-tos las provincias se hubieran pronunciado indudable-mente ha tiempo con la misma energía y patriotismo alque hoy acredita la de Córdova por aquel documento.Así opinaba el Piloto en su número 3, como hoy opina,que la sola invitación á la guerra con un objeto tan glo-rioso como el de librar de la esclavitud á una provinciahermana y vengar el honor nacional, obrará en el patrio-tismo de los pueblos más eficazmente que los decretospara la organización de un ejército con el objeto indefi-nido de defender el territorio.

Pero hoy hace tres meses justamente que la ley de 11de Mayo fue sancionada; ella todavía no está ejecutada,¿y como puede dudarse que ya lo estaría si la medidaaJoptada por el ministerio en 9 del pasado hubiese teni-do lugar dos meses antes? Si la creyó urgente cuando seacercaron á estas valizas 13 buqucs.de fuerza en actitud

116amenazante ¿por que no considerarla del mismo modocuando toilos preveían que la guerra venia, cuino se vie-ne encima á pasos acelerados ? Cuando las mismas ar-Inas enemigas que nos amenazan por valizas amenazabanantes por otros punios deLterritorio, derramaban ya enlos campos orientales la sangre desús defensores, y te»nian en fin usurpada una de las provincias mas ricas ypor mil razones la mas conveniente para la prosperidadde la nación? ¿Que otra cosa importa la ley de 11 deMayo, considerada como debe serlo, sino una prevenciónal gobierno de que se disponga á la guerra, con la urgen-cia que reclaman los acontecimientos de la Banda Orien-tal ? Pues que, ¿era preciso que el usurpador viniesetodavía á amenazurnos con indicios de hostilidad y esti-Vmilaníos ó la venganza con nuevas injurias aun despuésde tantas?. Recien el Domingo acaban de cometer unaViolencia con una lancha dentro casi del puerto, como lasque todos los dias están cometiendo, ya registrando todosNuestros buques, ya sacando de ellos marineros sobre lasValizas unas veces, ó fuera de ellas, pero dentro siemprede la rada, y no reclamar de estos insultos cometidos so-bre las aguas de nuestra jurisdicción hasta es darles lu-gar á que se persuadan que ignoramos las leyes de lasnaciones respecto al dominio de las aguas. ;

Todavía las tropas destinadas á la estación del Uruguayi io tenian el 8 del corriente sino órdenes preventivas parala marcha, y se halla aun en esta capital el general quedebe mandarlas: entre tanto, los orientales luchan soloscon todo el poder del enemigo; y la causa sagrada de to-cios los pueblos, la guerra de toda 1* república pesa so-lamente sobre tres mil hombres armados por el patriotis-mo, y abandonados al íuror de un lirnno'que hasta ahoratiene derecho a tratarlos como rebeldes si sucumben úsus armas. ¿Corno es posible que las provincias de laUnion fuesen indiferentes á este cuadro desde el instanteque el ministerio lo presentase a sus ojos con la invitacióna hacer la guerra ? La de Córdova acaba de decirlo, yel lenguage enérgico en que está concebida la nota de sugobierno deja ver cual habría sido antes, ei & coneecuen-

117cía de los sucesos que existen desde cuatro meses se lehubiese indicado la resolución de salvar á un pueblo her-mano de las cadenas que amenazan á lodn la república, yvengar el honor nacional del ultraje que aun hoy subsisteimpune después de nueve años que el usurpador lo hacometido.

POLÍTICA.

El asunto de preferencia que hasta hoy ha tratado elPiloto, ha sido el de la guerra nacional, bien persuadidode que el ínteres público lo hacia digno de ella, y aunqueno lo desterrará de mis páginas hasta que no haya dichocuanto pueda decir en el particular, y el ministerio hayahecho cuanto deba y pueda hacer; va 6 ocuparse sin per-juicio de él con igual constancia de otra materia de nopoco interés, y por el cual espera que el público le disi-mule no se ciña muy estrictamente, por algunos números,5 las reglas del buen gasto que piden variedad y ameni-dades en esta clase de escritos.

Tal es la de hacer algunas consideraciones generalessóbrelos trabajos de los ministerio** de las ¿os últimasadministraciones, y los bienes indudables que en conse-cuencia de ellos estumos disfrutando; haciendo á uno yotro aquelta justicia imparcial y rigorosa que la razón nosdictare, recomendando a la gratitud de nuestros concia*dadanos loque creamos digno de agradecerse,y mandan-do al olvido con generosa indulgencia aquellos pocos er-rores que puedan hallarse en medio de tan vasta carrera.En el fondode este cuadro sembraremos aquella» reflexio-nes que haya lugar a hacer, acompañándola* (si tanto esdado á la escasez del talento del Piloto) de las luces queen los diferentes puntos de la esfera que vá á discurrirencuentre emanadas de Ta experiencia y del progreso quecada dia. va haciéndola razan aunque con pasos muy len-tos: bajo el título pues de política dará otro día pftnci-|>io a dichas consideraciones.

118

PRISIONES. (•)

Cuando el gobierno invitó ala formación oV uní.mentó de C'-rreerKM b*jo el wmbro de ua p

tk% tjin? en d -cir un edñVio de tt^nra circular ó de UQp- -'í(t:«>. eri de supo<i*»r que «MI I» oficial del ministerio§e ateten, como *•* anuicíó en lo* p*ri5 lieos, Jas bises•oure que deseaba p'iner en práctica atjoel útil e^U-ble-CÍtuíetao; |K*ru se dice que lo* ifie ocurrieron a solicitar*l»n no pudieron alcanz tr otra cosa mas sino que el go-bierno quería hacer una casa de corrección. Esto a Uver<Ud e* muj vago, porque ningún empresario que ten-ga idea» exacta» «obre los bueno» establecimientos dee»ta clase ha de proponerlas »in saber con que númerode personan ha de ser ocupado; que cantidad se destinapara el edificio, j la eubsiatencia y muebles del estable-cimiento después de hecho y ocupado. Estos proyectosB* presenta» formados ya a los particulares con el regla-mento que ha de observarse en la casa de corrección, ysobre tales datos cada cual propone hacerlos y adminis-trarlos por una cantidad* y el gobierno aprueba la masConveniente a los intereses públicos. Lo demás parecemas bien que tiende a adquirir ideas que no empresariosque lleven & efecto el establecimiento.

El Püoto, como escritor público, como deseoso de losadelantemientos del país, y como interesado en que lahumanidad reciba todos los alivios que la ilustración pue-de procurarle, vá á publicar los conocimientos que. tieneá este respecto, haga ó no uso de ellos la autoridad áquien se los dedica, y puedan tal vez los empresarios,perfeccionándolos, dirijirle proposiciones que le seanadaptables. Desearía áeste fin poder entrar en detalles

(*) Este artículo coqip muchos otros del Piloto serán unas vecesIfien vistos por los sabios y ridiculizados por los necios, y otras ve*ees seráq apreciados por estos y despreciados por aquellos. Tal esel destinó de los escritores público*, tener que ocultar la cara aunpara decir verdades cforas como las a u si ornas.

119cobre la materia* pero los límites del periódico son dema-siado* <*ir**cbo» y se reducirá únicamente & bases.

la figura de un Polígono ó bien sea Panóptico, como|o había propuesto el célebre Bentham, era indudable-mente mejor para prisiones que la figura informe deaquella* horribles hábil aciones que por lautos siglos hi-cieron nwtt víctima» que las leyes mismas por el abando-no y la ferocidad con que eran regidas en los tiempos<H absurdo y negligente despotismo; mas ella esta sinembargo muy distante de las que BOU mejores, como lonotaremos oportuna rae uto.

Es digno de observarse que aun en esta época no ha-ya recibido en el vi<jo mundo sino muy débiles reformas«Hte ramo del servicio público en una que otra nación, ylax cuajes solo datan desde el tiempo en que el fuego dela revolución francesa redujo á cenizas todas las institu-ciones barbaras de sus mayores. La Inglaterra misma,que es cuanto puede decirse, adolecía de esta imperdo-nable f.ilU á.principios de este siglo, y solo al carácterprofundamente filantrópico de loa habitantes de EstadosUnidos, y ni régimen bienhechor de su gobierno es que sedebe el ejemplo que hoy empieza a imitarse en algunospueblos ilustrados de la decrepita Europa. Las casasde corrección de aquellos estado* son las únicas que entodo el mundo se acercan a la perfección por cuanto en.ellas se consulta á un mismo tiempo la seguridad, el aseo,la salubridad, el zelo de las buenas costumbres, el ejer-cicio útil para el hombre y para el estado, el reposo ne-cesario, el alivio y aun el recreo del ser desgraciado á;quien la ley conduce á ellas. • •

No recomienda el Piloto aquellos modelos para que se,establezcan otros semejantes en este país con rigorosa;ideulídad; esto no es posible por ahora, ni lo será mi en itras la administración de justicia no avance de un modocorrespondiente, ó con mas claridad, mientras las ins-<titucioues no hagan costumbres como las de aquellospueblos, y podamos entonces como ellos conciliar el ordenpúblico mas perfecto, con el goce libérrimo de los dere-chos del hombre en sociedad. Bastaría por tanto imitarlo*

120en lo mas posible, j en eüo haríamos una carrera lie g¡.gantes.

Pero volviendo 6 lo principal del asunto. La figura cir-cular no es comparable coo otras que facilitan la ins-pección y demás necesidades de una casa de corrección.Tales son las de figura de una estrella ó de una cruz, des-de cuyo cení i o un hombre solo reúne bajo un punto devista toda» las partes del edificio interiormente; al mismotiempo que todas las personas y demás objetos que loocupan, y esto es tanto mas cierto cuanto lo es que-laopinión del célebre Bentham ha oído destruida por otrosescritores moderno;* con observaciones que sería imper-tinente repelir después de ellos.

Dado que la figura de una estrella sea ó no prefe-rible, ella debe rodearse de altas y fuertes muraba» ex*teriores entre las cuales y el edificio se construyen todaslas oficinal* de lo* empleados; los talleres eii qiíe*(Jetenocuparse todos los detenidos, los jardines en que'debenrecrearse, los baños necesarios al aseo y conservación desu salud, almacenes de provisión y ropas, enfermerías,capilla, &c. Sobre la construcción del edificio y su dis-tribución dará otro dia el t'itoto ideas mas detalladas, porla» que aparecerá que cada preso por criminal que seagozará toda la claridad del medio dia, toda la ventilaciónnecesaria, y las comodidades que son conciliables con suseguridad.

Por ahora haré un resumen de los objetos que un go-bierno benéfico debe facilitar á esta clase -de estableci-mientos ¿ fin de hacer menos sensible el influjo que tienesobre la moral del hombre la pérdida de su libertad, yque solo puede contenerse proporcionándole ert aquellasituación desgraciada los recursos que se llaman de pri-mera necesidad para no tomar tedio á la existencia, ó noabandonarse á algunas- habitudes indignas déla especiehumana.

£1 alimento en una casa de corrección debe ser el pre-ciso, pero suministrado con nseo y ron exactitud.

Las camas deben tener un culchun ó un jorijon de pojacuando menos con fau correspeudiente almohada, y cubi*

121jas con arreglo á las estación, s: no en un caire ni en la-rim-i* H''•' '" a :r: '""** *lae s o b r e contraer menú» hume-daJ por su taavítuícuto facilitan el sacarse á recibir veu-til:" ¡o» jÜariami'iilt1.

C-jJa preso Jebe muJarse (odas sus ropas una vez en|a ««un na «'UÍW.IO menos, y el establecimiento debe pro-vt"-rlf Í;i qutf es indispensable para su abrigo y aseo.ft;i.|ie di*:**? csUr ocioso desdo el momento en que fuere >

cnmlucMo allí por la ley, y á eble fi.i debe haber en eles-tfinli'CHnienio diferentes talleres, á los que se les aplicageni 11 la* profesiones que hayan ejercido ó á las que sua|>:iiU'l -indicare.

Co no al hombre de facultades que vaya a una de estascasas, (y para el cual hay otras comodidades que ¿I paga)no rs juslo obligarlo á ocuparse en aquellos trabajos rae-cínicos, es preciso proporcionarle otras distracciones con-tra el abatimiento en que como hombre de honor, ó ilus-trado, ó sensible debe caer cuando de repente vé perdi-cli su libertad, ausente de una familia que tal vez hacialas delicias de su existencia; cuando la imaginación alwr-ie aislado lo abandone á una cruel inquietud, y á re-flexiones acaso mas tristes pnra el hombre de honor queIts angustias mismas del suplicio. Tales presos necesi-tan objetos mns grandes para dar expancion á su espíriiu,-v una rasa de corrección debe prevenirlos. El Hilotu losst-ndará en otra ocasión.

fcstas ideas como las demás que ofrece publicar sobreeste apunto, y que todas están en prática en otros paísescon pocas diferencia?, tienen por 6n principal el bien pú-blico v de las cuales, una vez que la autoridad piense ocu-parse de este ramo, podrá hacer el uso que le convinie-re; despreciarlas si las halla inaplicable?, ó reducirlas ála práctica en lo posible si le parecen útiles.—Continuará-

REMITIDO.. Después de 15 anos de servicios en la revolución he-

cho» con honor, y si no me engaño dé un modo-digna dela KMütu.l do mié conciudadanos, pues que ellos me han

Piloto. Aid». 10. . 2

122premiado coo el grado de coronel, y con otras distincio-nes de mérito adquirido en los campos de batalla, es hoyla primera tez «jue me dirijo al público forzado por la ne-cesidad de vindicar mi bonor contra la mancilla que sele ba inferido poniendo mi nombre al lado de los de unaporción de facinerosos en el indecente periódico llamadoBolttin di PóHeia. Estaba reservado para su redactor quelo es el oficial de policía Basavílbaso, el íntimo amigo delcélebre Cabrera Nevares, aprovechar la coyuntura que ledá su puesto para desahogar la pasión del resentimientopor medio de un conducto que la policía pone en su ma-no para hacer público él zelo de aquel ministerio contralos criminales por robo, asesinato y nulas costumbres, y.no por cierto para que atrevidamente confunda con ellos& un hombre que era patriota ya antes del año 10, y nodesde los de 14, 18 ó 20: que hay ahora 15 años fue ex-portado por los españoles con una barra de grillos por sudecisión por la causa de estas provincias, que ha ocupa-do en fin la mitad de su vida en la guerra de la indepen-dencia de ellas, y hoy vive como un ciudadano honrada

£1 hecho que dio ocasión á Basavilbaso, y probable-mente también á los comisarios Saenz y Cas tañer, paraque de un modo tan indigno ajasen mi reputación es elsiguiente.

El 21 del mes pasado hallándome d las 8¿ de la nocheen la fon la italiana con D. Benito Auspurua, me faltó alrespeto un criado de la rasa, y reconvenido por mí pasóde la falta de respeto á la insolencia lo que dio lugar áUn choque con su patrón D. José Migoni que ocurrió á ladefensa de aquel; resultando de esto que yo me armasede un cortapluma para mi defensa, y recibiese un golpe

^áe Migo ni sobre un ojo. Al dia siguiente pasó este &la policía con dos testigos de su parcialidad que produ-jeron una información; pero habiendo yo quedado impo-sibilitado mandé una persona que en mi nombre se acer-case á la policía y suplicara al comisario Saenz ú otro al-guno tuviese la bondad de pasar á mi habitación para oír-me como era ju^to, en virtud de que la otra parte habíadado un paso que solo á mi correspondía como ofendido,

123* qoe 6Ío embargo no había pensado dar. Al mismo tiem-

unmTie rogaba que en virtud de que el asunto pasase ijuicio formal ordenase al médico de policía fuese á reco-nocer mi herida y practicar la primera cora. Esta recla-mación no tuvo sin embargo efecto alguno: la policía note dignó tomar ninguna de aquellas medidas, y posterior-mente el médico de sanidad del puerto a mi solicitud hi-zo aquel reconocimiento, y dio cuenta 6 la policía acom-pasando jo un parte en que pedia se tomase informacióná i). Benito Aspurua y otros testigos respetables, prece-diéndose en consecuencia á la prisión de Mígoui; perotodo fue igualmente inútil; ni la policía bisóla menor pre-gunta a los testigos ni se dignó mandar un comisionadopara que me oyese; y solo supe después de siete días debacer reclamaciones en vano que. los comisario? Casta*fter y Saenz se lisongeaban de aquella ocasión para hu-millarme. \

Entonces D. José Migoni pasó á mi casa con una perso-na respetable manifestándome BU arrepentimiento y ro-gándome desistiese de toda querella; asi lo hice, y nom-brando á D. Juan J. Canavens por mi apoderado hizo es-.te presente al gefe de policía que toda reclamación cesa-ba por mi parte, y acompañándole una representación fir-mad i por íos dos interesados con la protesta de haberdesistido y darnos por satisfechos & fin de que se sobre-seyese en el asunto. JVb te hizo lugar ; y acto continuo pa-saron ios antecedentes al juzgado del crimen, dándoseme porrespuesta lo que se vé de la carta de D. José María So-malo num. J. Entonces dirijí al mismo gefe la nota num. 2que fue contestada con el num. 3. Esta es la narraciónsencilla y verdadera del suceso.

A vista de ella, y de la particular omisión que el minis-terio de policía ha demostrado en el deber de oírme envirtud de mis reclamaciones; en no haber tomado la me-nor declaración a los testigos de mi parle, y despreciarúltimamente nuestro avenimiento, y súplica para sobre-seer en aquel asunto, podra el público juzgar si ha habi-do mérito para que mi nombre se envilezca, como ha que*rido hacerse, colocándolo entre los facinerosos a que de-

124be contraerse Hn pape! que por el interés particular dejuanear el zclo del minisierío de polnít au.\i U ... ,|y la» costumbres públicas; y juzgara también si so r«»- uadado suficiente motivo para que yo busque contra el uire-vido que lo redacta aquel desagravio que M honor recla-ma* y el decoro mismo de mi profesión exige Ht-choámas ruidosos y recientes ^como de desafíos), y n'rob t>¡ennotorios podría hacer salir al público, pero mi inod. ra-ción y decencia los sofoca. Francisco Montes Larrea.

JV. 1. Sr. /). José María Somato.Muy señor mío de todo mi respeto, sin embargo que no

he tenido contestación á U que dirijí con el objeto de so-focar el suceso del 21 del pasado, repito ahora esta, ypor ella ruego a Vd. que habit-ndo pusado los anteceden-tes al juzgado del crimen, se sirva mandar que no salgami nombre en el Boletín de la Policía, puee interesa ratomucho & mi honor, y quizás al mismo de la Policía, cuyogefe actual es Vd., de quien quedo con la mayor condi-ae rae ion muy atento y seguro servidor Q. B. S. M . —Francisco Montes y Larrea—--Julio 3.1 de 1825.

JV. 2. Sr. D. Francisco Montes y Larrea*Muy señor mío: ac.abode recibir la muy apreciable de

Vd. fechu de hoy, y siento no poder acceder á lo que enella solicita, respecto á haber pasado ya la información

£ue Vd. quiere sobreseer al señor juez de 1,°. instancia*r. D. Bartolomé Cueto, y & no tener yo por este motivo

intervención en este negocio.Me resta solo ofrecer á Vd. como lo hago todos los res-

petos y consideración con que le distingue su afectísimoservidor Q. B.S. M.~José María Sornalo.-) ulio 29 de 1825.*

»/V" 3 . Sr. D. Francisco Montes y Larrea.Muy s ñor mió: el oficial encargado de la formación

del Boletín de Policía lo remitió á la itnprenta antes querecibiese yo su apreciable carta fecha de ayer; y de ahes que me encuentro ya en la imposibilidad de no servilá Vd. como desea su atento servidor Q. B. S. M—Jos*M somato.—Agosto l.° de 1825.

£sta carta-faé recibida el 31-

IMPBENTA DE HALLET.

EL PILOTO* -

BUENOS AYRES: ¿ ??• "y

H.—JUEVES, 18 DE AGOSTO PE 18?£^-TOM.

Mnrraremn* lo r**"* V enseñaremos el peligro rramorido á corta de nmntra non*

BANDA ORIENTAL.

Todos los periódicos han hablado de la necesidad deccuperar ya la Banda Oriental, y algunos han probadoa urgencia de la guerra de un modo incontestable: todasas sociedades se ocupan de este asunto como el mas pri-¡Irgiado para el ínteres y el honor nacional: todas lasipiníones están de acuerdo en el deber y en la ocasión!c escarmentar al usurpador de la Banda Oriental; 6 eseléspota insolenté que desde que ha subido al trono nolescansa sino en el sueño de Nerón respecto á los oprí-melos brasileros, y en la vigilia de Cromwel hacia los pue-JIÜS argentinos. El espíritu público está agitado por eluomento de la venganza, y el eco de todas las provinciasesponde á este clamor con los acentos mas enérgicos delentusiasmo. Todo en fin es un volcan que moral menteirroja un diluvio de fuego sin cesar. ¿Y solo el ministerioia de aparecer poco agitado en medio de esta conflagra-ron universal ? ¿ Será justo creer que él se imagine aunroder conseguir por medios pacíficos la restitución delerritorio usurpado, y vengar el honor nacional de los re-metidos ultrajes que ha recibido? ¿Nos persuadiremospiecon proponer una nueva misión al Janeiro se ha hechoodo, lo que en las circunstancias podía hacerse? ¿Que-on eludir a costa de una debilidad poco honrosa las ame-tazas de la escuadra imperial se ha dado un paso seguroíara evitar á lo menos la necesidad funesta de la guerra?..Ojalá pudiera la imaginación descubrir alguna luz deesperanza capaz de consolarnos con la ¡dea de que aque-la terrible plaga podría, evitarse sin desdoro, aunqueuese á costa de muchos sacrificios,, si ellos podían conci-iar&e con el honor de un pueblo profundamente agravia-do! ¡Ojalá que el cruel azote de la guerra pudiera des-

126lerrarse de las felices regiones de la libertad ! Ellas sinduda gozaran esta dicha, pero eera después que los qU e

defienden la causa sagrada de la humanidad hayan bor-rado de la lista de los pueblos del nuevo mundo al impe-rio del Brasil, y den la libertad ¿ BUS oprimidos habitan-tes ; pero mientras este momento no llegare, en vano seraagotar los recursos del genio y de 6a política para que elemperador entregue lo que ha usurpado, y no es por cier-to á este ministerio ni al de ninguna república de la tierraá quien esté reservada la particular habilidad de hacerreñir a la razón & los reyes sin poner en movimiento lafuerza, ó siu hacer sacrificios indecorosos. No : la historiade los sucesos políticos, en la variedad dé las relacionesentre la libertad y el despotismo no ofrece un solo ejem-plo de que un pueblo libre haya hecho respetar sus de-rechos de un tirano sino reclamándolos con las armas.

Mas, si la razón es ineficaz cerca de los tronos; si por. experiencia propia sabemos cuan despreciable es ellapara el emperador del Brasil, ¿en que puede consistir lairresolución para hacerle la guerra? Sera arapo porque&e cree que la república no tiene recursos suficientes paradeclararla en el acto, y sostenerla con aquel impulso queconviene a su dignidad ? ¿ Será por que el espíritu públi-co no se crea bastante dispuesto á esta decisión heroica?En el primer caso, ¿ como es posible suponer un cálculotai: equivocado por parle de quien se halla encargadodé un ramo de la administración, á cuya vigilancia no de-be escaparse el conocimiento exacto del estado políticodel imperio en *us relaciones exteriores, tanto como desu situación interior, su población, su riqueza, su moral yfuerzas públicas? ¿Como suponer que ignora que todala población del Brasil diseminada en un territorio inmen-so no asciende sino á poco mas de un millón de habitan-tes, la mayor parte de los cuales son de castas miserables,dedicados á los labores de la agricultura y explotación;imbéciles los mas de ellos, y envilecidos todos por el sis-tema atroz del antiguo despotismo colonial que todavíahoy se observa en aquel desgraciado país respecto, á laesclavatura? ¿Como ignorar que todas sus fuerzas ter-

127restres de línea DO asciemlea á 20 mil hombres en tola-|a- guarniciones del imperio, inexpertas, y contraídas áei.ü'í'n.ir la hidra de la rebelión, siempre renaciente enla- provincias del Norte del imperio ? ¿ Que sus fuerzasi,av :les. reunidas todas oo pueden sostenerse 6 la vistade 6 fragatas de guerra ? ¿ Que su marina, hija legítimaJe la desu metrópoli, es la mas inepta de todas las mari-nas conocidas desde que se inventó la náutica, y peor queh.argelina, que antes de la portuguesa era la suma de láineptitud ?

Ño es de presumir que el ministerio ignore la realidadde este cuadro, ni es creíble que dude de la disposicióndel gran pueblo, cuyos des I i nos preside: de un pueblo,que mil veces ha hecho ver que quedaría reducido a unvasio desierto antes que la tiranía consiguiese hacer re*trogradar su libertad un solo paso: de un pueblo justo ycircunspecto, pero sensible profundamente á los ultragesdel despotismo: amigo de lá paz, pero afectado hoy en lomas intimo de los sentimientos del patriotismo, y ansiosoindudablemente de que el gobierno abra la carrera ¿ losmovimientos de indignación y venganza de que se hallaanimado contra el usurpador que tiene en cadenas á 5Qrail ciudadanos de la república, y tiene la osadía de ame-nazar aun el resto de ellos.

No se diga que no hay recursos para hacer la guerra,los sentimientos de tod.is las provincias no pueden serequívocos: hágaseles ver por una resolución pronta, ymotivada la necesidad de ella, y que el gobierno despre-cia á los usurpadores, y todos los despreciarán tanto co-mo en la realidad son despreciables. Recuérdeseles quesiempre fuerou'inv'encibtes, y los enemigos huirán á la vistade un pueblo libre, que se prepara á escarmentarlos. Noes pues creíble que el ministerio se proponga aun sacarpartido del gabinete det Brasil por medios pacíficos, pormas que la lentitud con que marcha el nuevo ministerio,de la guerra y el abandono en que siguen los orientalesden lugar á pensar que aquella idea paradóxica tenga aunen sus consejos la preferencia que tuvo en otro tiempoque ya ha pasado.

128Nosotros no por esto culpamos la marcha del ministe-

rio; ni nos al reveremos á hacerlo: en el caos de ¡«noran-cia porque vamos discurriendo sobre este interesante ne-gocio, lo que tratamos es de hallar algo real que calme eldeseo ardiente que nos anima por la libertad, del territo-rio perdido y las demás ventajas accesorias: nos falta unhilo como el de Aríadna, y es preciso que vayamos exa-minando todas las probabilidades hasta tocar coit el acier-to; entonces callaremos.

¿ Sera acaso que este desenlace haya de obrarse con laejecución de un plan mas vasto sobre el todo, en que porconsecuencia quede comprendida la pane ? Muy bien pu-diera suceder: el lengtiage enfático de algunos seres fa-vorecidos con el conocimiento que no todos tienen, asi lodeja entrever; y la razón se complace en creer que lododebe esperarse del genio de Colombia, y que los vencedo-res de Ayacucho han de ser algún día los vengadores deuna serie de agravios de nueve anos. Idea consoladora,tanto mas, cuanto su realidad se prevee en el orden infa-lible de los sucesos; lo que es preciso examinares, si elgrande y digno objeto que aquel héroe se proponga en loeuccesivo influye en la necesidad, ó bien sea en la conve-niencia de que la república argentina emprenda ahorauna guerra que le es como peculiar: y la cual puede sos-tener gloriosamente, con evidencia del triunfo. Si estaguerra, qué debe limitarse á la recuperación del territo-rio oriental, puede influir en un sentido contrario álos pla-nes ulteriores para hacer desaparecer de este emisterio,á ese gobierno monárquico, según hemos dicho anterior-mente. Si es conveniente esperar aquel suceso de la mar-« ha del tiempo, lenta, por rápida que ella sea, respecto ála urgencia de las circunstancias en la Banda Oriental;, i es digno de la república dejar de hacer loque le fací'Jitan las ventajas adquiridas por Lavalleja, y si es pruden-te dejar que el Emperador yaya reuniendo recursos queliagan cada dia mas difícil una empresa que hoy puedellevarse al cabo sin grandes sacrificios. Esta cuestión queno pire ce Jo! todo insignificante nos ocupará en lo su-resiro. * . •

MINISTERIO DE L.A GUERRA Y MARINA.

La ley de II de Mayo ha empezado á ponerse y« enejecución con 9a salida del general del ejército el 16 delcorriente, y aunque las (ropas destinadas á la linea delUruguay se hallan todavía en la frontera, es natural quesigan la marcha de su gefe.

La marina vá también recibiendo algún fomento: se hanombrado al Sr. D. Matías Zapiola, comandante en gefedo IHS fuerzas marítimas y aunque no se lia dado lod. viaprincipio a la construcción de las doce lanchas cañonerasque anunciamos hay 15 días, parche cierto sin embargoíju" piensan hacerse, y se solicitan operarios al efecto.

.Se ha mandado fortificar la boca de la Ensenada concuatro piezas de á 24. V & la verdad esta medida, según seno;* ha dicho, es tal, que no puede pasar así no mas sin que.le acompañemos un par de observaciones.

Toda batería sobre costas de desembarco que se halledictante de guarniciones capaces de socorrerla en casode al¡»que. es perdida cuando no es fuerte por eu mismaco'infracción, y está dotada de un número de infanteríasuficiente para sostenerse el tiempo necesurio hasta serauxiliada; porque de lo contrario el enemigo desembarcados ó tres cientos hombres, y se apodera de ella fácil-mente.

Por esta razón es, que las defensas de las costas enpuntos distantes y precisos tal como el de la Ensenada sehacen, no con cuatro piezas colocadas en una simple ba-tería, sino con castillos bien guarnecidos, ó al menos condefensas capaces de impedir un asalto repentino, y cuan-do la localidad lo permite como en la Ensenada, se esta-blecen dobles baterías que crucen los fuegos, porque estáprobado que mas efecto hacen cuatro piezas de este mo-do, que ocho establecidas en un solo punto. Según esta-mos informados, la embocadura de la Ensenada permiteponer en práctica esta regla, y ya que no se puedan cons-truir fortalezas respetables es preciso á lo menos resguar-dar las que se hicieren con buenos fosos y parapetos, enprecaución del riesgo que antes hemos indicado, y por el

130cual sabemos se han perdido otras baterías de costas porpoca seguridad propia.

Como estamos hablando del ramo de marina haremoscon esta oportunidad una observación apoyada en la ex-periencia.

Aunque para la defensa de las radas, y buques fondea-dos en ellas, como los que están en valizas, es convenien-te ci uso de lanchas cañoneras hay ademas otro mediosencillo de contribuir á la defensa en defecto de bateríasque puedan alcanzar desde la tierra con sus fuegos hastadonde sería conveniente.

Tal es el de pontones fondeados á medio tiro ó algomas de las baterías de tierra formando triángulos entre sí,y con cada «los de aquellas, á fin de protegerse recípro-camente. Estos pontones se fornan de buques grandes,aunque sean viejos, con tal que resistan artillería gruesa;se atrincheran sus costados lo mejor posible, como queninguna maniobra tienen que hacer que se lo impida, yestando bien situados describen coa sus iuegos una lineadilatada bastante para resguardar á toda la población delos fuegos del enemigo, y a los mismos buques fondeadosa so inmediación. Al mismo tiempo, sirven de refugio álas lanchas cañoneras cuando se ven acosadas por fuerzas'superiores; y en ningún caso puede el enemigo acercarseá incomodar al vecindario sin sufrir antes un combatesangriento. Este medio es bien sencillo, y su ejecuciónmas pronta qtre la de poner flotantes las cañoneras quevan ahora a construirse.

DIPLOMACIA.

Parece que el Libertador de Colombia y Perú ha invi-tado definitivamente al gobierno de la república para con-currir al congreso convocado en Panamá, que debe abrirsus sesiones.en el próximo Octubre con los diputados deMéjico, Colombia, Perú y Chile; y en algunas sociedadesse asegura que el Sr. P. Manuel José García será ñora-

131brado para la diputación por parte de eeíe gobierno: mere-ce toda nuestra aprobación su nombramiento,si se realiaa.Otros dicen que recaerá en el Dr. D. J. Ugarteche.

Se asegura también que D. Manuel Sarratea debe salirpara Londres con el carácter de encargado de negocios dela república cerca de aquella corte.• Con el mismo carácter se dice estar nombrado cerca

del gobierno del Brasil el General D. Francisco Cruz; esdecir, cerca del violador de loa derechos de los pueblos, ydel usurpador de la Banda Oriental. La política dictara aiad utia esta medida; nosotros la respetamos hasta ver «Q re-sultado ; pero entretanto no podemos dispensamos de de-*cir que se ven paso* eo la carrera política de los puebloslibres que hacen sufrir hasta a la moral oúsma de su causa.

£1 Sr. Steward mediador comisionado por parte de laInglaterra para el avenimiento político de las cortes dePortugal y Brasil, ee halla actualmente en Río Janeiro)y se asegura debe paaar & esta capital donde hará unaresidencia de dos meses.

PINCREIRA.

Nadie se acordaba ya de este caudillo que nos ocupó«n el número 8, ni hay noticia de que ningún pueblo delas comarcas, por donde se decía hallarse, haya sido inva-dido por él, ni sabemos que caminante alguno lo encon-trase, ni se haya alojado en algún punto del territorio dela república. Sin embargo. Pinche ira ha resucitado enel Morro ó en los Morros, según vuelve á cootarse, contoda su comitiva. ¡ Raro personaje debe ser este, que asíno mas se nos viene y se nos vé con dos mil hombres á lacola! ¡ Si estará encantado! Por si, ó por no; bueno aeróque las tropas destinadas á la linea del Uruguay se esténquietas otro mes mas para exhorcismar aquella visión side repente se les apareciere, y los orientales entretantoque aprieten los puños contra los portugueses, que a laverdad no son visiones, sino hombres que liau hecho mas

132¿ano a la república en on día, qae el qae Piocheire pue-de hacerle en todo un siglo.

Jigosto 6 de 1825.*

Por Dios, Sr. Piloto, por Dios: déjese V. por un mo-mento de política, y adopte por otro momento el tono dela alabanza; y alabe, y encomie, y ensalce, lo que portantos títulos, motivos, y razones, merece alabarse, enco-miarse, y ensalzarse en este pueblo, y en cualquiera quetenga á apenas un si es no es de gusto, de civilización, yde decencia. ¿ ''ues le parece & V. que no hay por qué?Ni tal diga, ei tal le parece: tienda la vista a nuestro tea-tro, y verá maravillas de maravillas.

Personas hay de tan cerrada mollera, de tan escasosconocimientos en esto de drama, y de gusto tan endiabla*do, que se atreven á asegurar en el mas asegurante tonodel mas impávido asegurador, que la parte dramática denuestra escena, marcha tan veloz, y magestuosamente, co-mo dicen que marcha el rápido cangrejo. Alegan en prue-ba de ello que aunque los teatros extrangeros están rebo-sando en excelentes comedias, y que aunque en el mismoteatro español de los siglos 17 y 18, sin contar el de Mo-ratin, hay infinitos comedias a las que nada falta para serperfectas, sino un talento regular, que las puliese, con to-do y sin embargo, ni se ponen medios para conseguir esto,ni para obtener traducciones de aquellas. Agregan, quelo que es aun mas, habiendo en nuestro teatro una muybuena colección, se sepulta á Moliere, a sus discípulos, yaun á los mejores de Vega, Calderón y Moreto, para ha-cer salir a baylar á los rancios personages de Cornelia,Zavala y su* secuaces. Añaden; que aunque todos loa queintervienen en esto de la escena, deben procurar naciona-

(*) Con esta fecha se remitió ai Arueu io este comunicado; ysu editor roe hizo la gracia de juzggfiUHfíeu el no insertarle. Se nfon laa gracias*

133litar el teatro, se cree mejor llenarle <1e mamarrachos, queasi dicen con los gustos y costumbres «le Buenos Aires,como con los de los Turcos ó Japotes. Coiiii^íían quepor un efecto admirable de este admirable órder, de cosas*debido á ciertos talentos admirables, ha entrado tal furorJe resucitar piezas enterradas ba tiempo por el buen gus-to, que ya no se veo en el teatro sino espectros de come-dias. Y concluyen; con que se confirman en que ¿ dichaparte dramática, se ba hecho dar un cuarto de conversióntan rápido, que ha avanzado cuatro pasos al frente 6 losmas ilustres ¿aynetes de los mas ilustres teatros de Bar-celona y de Madrid.

Pero todo esto es charla Sr. Piloto, charla y nada mas;y lo cierto de lo cierto es que es indudable que nadie pue-de negar, que nuestro teatro, como se está viendo, tocaya en la raya de lo pasmoso de lo bueno. ¿ Pues quienha dicho hasta ahora el gran desatino de que en una co-media debe buscársela mas de otras cosas, la moralidad 'y la decencia ? ¿ No ven esos menguados que al teatrono se va sino & reír y bostezar, bien asi como se puede irá un bodegón ? ¿ Ni á quitn se le ocurre asegurar que IHdramática es un arte sujeto á reglas ? ¡ Pues fuera bueña«jue al público se le antojase q.¿ se representasen bue-nas piezas, y cayera asi eu la ridicula mai>úi de exigirquesu dinero fuese bien cobrado! ¡ En qué trabajos se ve-rian entonces ciertas personas, que fo me sé!

Mas si aun no se desengañan ««os criticones por las só-lidas razones, que be dicho, que me digan por su vida,cuales son las piezas, no digo majas, medio malas tan si-quiera, que han visto dar? Limité monos* á solo el ultimomes de Julio. ¿ Quieren nna cosa mas hermosa y acaba-da que El Pintor Fingido, y un cuento mas salado y moralque el de la campattilla 9 ¿ Hay en lo descubierto una co-media mas sujeta á ese duende que llaman reglas, que elsecreto á voces,y del cual pueda sacarse una moralidad masprofunda? ¿Podra nadie tildar ni en un ápice á la Dantasutil, sutil fruto del mas sutil talento, que parió madre?; Hay acaso alguno que niegue haber cosa mis conformecon nuestras costumbres que ese Celoso Carrizales f ¿Yquien podrá decidir entre el mérito de Loa <M¿ VUtUVVUA, Jlese Hijo reconocido t á quien apenas conocemos, por repre-

s o JY.U 2

334sentarse solo de. diez en diez años? . ¿Ni que hombre,que tenga apenas medio dedo de fren le, desconocerá elgran mérito cómico, que embellece de los pies a la cabe-za a Los amantes generosos ? Y advierto que esta pieza.esdel teatro francés,en*que hay tanto y tantísimo; y asi,es- •ta es una prueba esclarecida de que el talento para ele-gir no puede ser mas consumado.

Pero aun suponiendo por un momento Ib que nadie pue-de suponer; esto es, que todas esas piezas, representadas«n solo un mes, fuesen defectuosas en algo, todo ello sedispensaría por el inefable placer de haber visto á la ¡siopar comedía de Los falsos amigos... ¡Salve, producciónincomparable ! ¡Salve, obra maestra nacida para olvidoy vergüenza de cuantas comedias se han escrito desdeEsc hiles hasta Terericio, desde Terericio hasta Moliere,desde Moliere,hasta Moratin! ¡Salve, prototipo, tipo,símbolo, figura, modelo, y norma del buen gusto y morali-dad ! ¡ Salve, prueba ilustre del talento de vuestro autor,del gusto ilustrado de quien os eligió, y de la pacienciadel mas paciente público, que jamas se conoció! Yo adnmiro atónito Vuestras morales pinceladas.—¡ Con que arte

. procuráis hacer concebir al bello sexo una alia idea desí mismo, y elevar sus sentimientos ! ¡ Con que arte pro-cura aumentar el respeto, que los hombres deben, tribu-tarle, y la influencia, que solo de este modo, puede ejer-cer ese sexo en las costumbres públicas! ¡Con que arteprocuráis alejar de las solteras y casadas todo lo que pu-diera ultrajarlas, humillarlas y degradarlas! ¡Conquecandor las hacéis peores que una perra podenca^ sin duda,para ejercitar su humildad cristiana! ¡Con que inocencialas comparáis con una muía manchegay y las. sacáis cien ve-ces mas detestables, que aquel precioso animal! ¡Peroque digo de estas bellezas, cuando aun tenéis otras nomenores! Y en efecto; ¡ que> excesiva sobreabundanciade talento cómico rebozaría en el sublimemente desorga-nizado cerebro de vuestro autor, cuando le hizo concebirla incomparable idea, escapada hasta hoy a. los llamadosmaesUos del arte, de inventar un amigo, que roba en ladespensa de su amigo, y saca al teatro una sarta de chorizos]»,¡Salve, genio feliz ! que aunque no niego que en esa her-mosa aarta mereció ser ensartado alguno, que yo conozco-

tampoco puedo negar qoe habéis dado ejemplo de de-cencia teatral, ^o os seriado asombrado en ese dltirooesfuerzo, en ese aborto del gusto; como os habrá saluda*¿o ese seso, en los transportes de BU gratitud.

Sí, Sr. Piloto, esto es indudable, y aun hay audacia parahablar mal de maestro teatro, que solo merece alabanzasy loores inmortales.—Yo Qpuntaria de cuando en cuando(as bellezas» que nos muestre en adelante, si estuvieracierto de que algún periódico, oe había de dignar inser-tar mis humildes euo6mios.° Entretanto, besa vd. justiciaal mérito, alabe ¿ nuestro teatro, alábele, alábele sin ter-pidsr, y sin creerse jamas que ¿I ha llegado al non plusultra de la quinta esencia de lo sublime de lo peslsimo.—

Un ettupefado admiradorde ciertos admirabla talentos.

VARIEDADES.£1 patrón de la zutnaca San Sera pió, Vicente Cárter,

perteneciente á esta matricula dio parte al capitán delpuerto el dia 28 del pasado de haber sido visitado por elbergantín de guerra brasilero Pirachá y haberle sacadopor fuerza un marinero natural de Corrientes matricula-do en Buenos Aires.

En los mismos dias fue reconocida una balandra de lapropiedad de D. Jaime Casa novas, también de esta matri-cula, por uno de los buques de guerra imperiales que es*tan en las valizas exteriores,-y el oficial que practicó estadiligencia se llevaba dos marineros de ella con el mismoderecho qne lo hizo el del Pirachá; pero el patrón de labalandra después de haberle hecho varios cargos y pro-testas contra semejante violencia, riendo que todas eraninútiles le ensenó entonces una onza de oro; al principiodicen que el ofíicial no abrió mas que un ojo en señal deque era preciso darle otra; pero como el patrón no latuviese, convino aquel en recibirla dejando a los marine-ros en libertad.

Lo peor es que, como sobre estas violencias no se re-clama por el Sr. Ministro de Marina ¿ pesar de que losimperiales lo hacen con todo atrevimiento y á menudo ya, (*) £1 Pitoto no reu«a á nadie sus páginas uara cualquiera clasede producciones que vengan garantidas» aunque le insulteu á él misino.

336d e e la escfatdra y 7a desde la casa del consol por coauquiera indicio ó preteslo, Be irán cebando en hacerse p*.gar á media onza cada marinero de nuestra matricula, éittn sabiendo luego a tal precio que se queden con mariñeros y baques sino se les paga.

REMITIDO.. Sr. Editor del Piloto. Tres muy lacónicas preguntas

me tomo la confianza de suplicar & V. inserte en su próxi-roo número. Un Señor Mansilla en el número último delArgos, proclama a los escuadrones 2.» y 3.° de coraleros,antes entre-ríanos: les remite un regalo que ha reunidopor subscriptos, y con él cuatro sables con inscripcionespara los gefes, alegóricas á la última acción que aquellostuvieron con los bárbaros: V. mas al cabo que yo, puessoy un viejo soldado, me dirá, si lo primero es cisma deautoridad suprema, ó este Sr. Mansilla ha podido abro-garse tal autoridad, sin comisión, de la que puede hacer-lo, ó delegarla: si lo segundo, ataca la delicadeza de losSS. Gefes, y oficiales á quienes considera sin ponchos, yotras cosas para su decencia, y si lo tercero es absoluta-mente ridiculo, y sin autoridad competente—-Es deV.&c. UN MILITAR. (Se contestará)

OTRO.El general D. Martin Rodríguez, nombrado para el

mando del ejército que ra á organizarse en la linea delUruguay se le ha dotado con seis mil pesos de sueldoanual, y el ministro de la guerra, ( que tiene tanto quehacer) no goza roas que la mitad de seis mil que son tres,en medio del cúmulo de atenciones á que está contraído.¿ No le parece á vd. una desproporción monstruosa ? ¿Yno cree vd. que la misma razón que hay para dar seis milal general de aquel ejército, como nacional, ta hay tam-bién para dárselos al general del ejército de la provinciaque tiene á su cargo ahora la inspección nacional, y ladefensa del territorio por estas costas, lo miamo que aquella tiene por la del Uruguay, porque si hay guerra nadiesabe que punto elegirá el enemigo para hostilizarnos J£sde vd. &c.—Un Reparador.' Se contestará.

IMPRENTA DE HALLET.

BUENOS AYKBS:V.i. i3*-jrEVES.83 DE AGOSTO DE

y , POLÍTICA.Considtraciones gtneraies.

Recordar el estado deplorable & que nos había reduci-do la inexperiencia ó la ignorancia en medio del espíritude revolución que acompañó al ano 20 de triste memoria,.-•eria un trabajo demasiado doloroso para e! autor de es-te periódico, y capaz al mismo tiempo de lastimar* la i roa*ginacion de sus conciudadanos, sensible aun, como debesu pone rué, a las impresiones de un cuadro animado porlas furias deja anarquía. En él sería necesario presentar(para ser fiel) desencadenadas todas las pasiones delhombre, y á impulso de ellas rasgando con una mano sa-crilega la imagen de ta libertad; atacando con otra la pro-piedad del ciudadano, vilipendiar su honor y desesperarsu existencia. No: que otra pluma mas valiente que la delPiloto se ocupe en la tarea honrosa de disertar para lahistoria aquellas imágenes elocuentes: llévese ella enbuen hora todo el lauro que la posteridad agradecida pue-da tributarle en recompensa de las útiles lecciones queIc transmitiere. El Piloto solo tomará á su cargo excitarsu admiración por ideas mas a la güeñas, haciéndole ver losmedios por que hemos llegado & gozarlos bienes de lapaz y de la libertad verdadera, recomendando á su bene-volencia los genios que del seno mismo de las agitacionespolíticas que le precedieron han hecho nacer la,felicidadque cita tía de gozar algún día, asi como en otro tiempo,caliendo la divina Venus de entre las espumas borrasco-sas del Océano, dejó habitable para siempre el reinotempestuoso de Nentuno.

La paz interior, la seguridad de los individuos y delas propiedades, el establecimiento del crédito, el horror& la anarquía, el respeto de las naciones extranjeras, el'íínufode la ilustración sobre el £*Dati¿mo,/ la reincorpo-

138ración de todas las fracciones d¡sueltas por un exceso derevolución. Ved ahí el cuadro que tenemos el placer dediseñar. Ved el resultado práctico de los trabajos de losencargados de la administración pública de Buenos Airesen loa últimos momentos del imperio de la anarquía.

La grandeza del asunto es seguramente digna de otrapluma, y de un campo mas vasto que el que ofrecen laspaginas del Piloto, pero él cumple un deber que se haimpuesto haciéndolo que sus límites le permitieren.

Antes de entrar á la observación de los medios adop-tados para el establecimiento sólido de aquellos bienes;y antes de discurrir sobre la resistencia que sus autoreshan experimentado al acercarse al foco del fuego moralque abrasaba el edificio del estado; y cuyas chispas to-davía de tiempo en tiempo han ido dando aisladamenteel estallido precursor de su fin, una reflexión importantefija nuestra atención, y sobre ella llamamos la de nues-tros conciudadanos.

Generalmente hablando, los hombres no pensadores sedetienen poco en la idea del origen de la felicidad pre-sente, y cada cual se limita a atribuir su gocé á aquellamedida que mas directamente influye en el objeto de la fe-licidad que está palpando. El propietario dá la preferen-cia al sistema de hacienda establecido sobre principiossabios, que desahogando al erario de la mortal penuria enque yacía, no expone como antes sus bienes á repetidasexacci'ones para socorrer las necesidades públicas. ,

El comerciante se complace en atribuir el orden actualá la exactitud <le los pagos por parte del gobierno: el ex-trangero á las garantías sociales; el artesano miserable ála franqueza que ahora le dá la seguridad individual paradedicarse.á su industria &c. &c. Cada cual se,dice felizpor el principio que tiene relaciona su ínteres. Peroesto es inexacto : los bienes particulares no son sino elresultado de las medidas en general'. &n vano sería queel ministro de hacienda,- por ejemplo, tuviese las mejoresintenciones de cumplir con exactitud sus compromisos «h seguridad individual rio hubiese nniínado al capitalista &verter en el giro un caudul que de otro modo se guarda-

139r¡a bien de emplear, en precaución de ana violencia, y detodas las necesidades domésticas en un caso de destierroú otros accidentes a que la sociedad está expuesta cuan-do oó tiene aquella garantía; y sin la cual es evidenteque todas las fuentes de la prosperidad pública secierran; porque de cierto nadie es tau insensato que siem-bre trigo en los bordes del Versubio. Asi que el pagarexactamente hoy no es una virtud cuando las institucio-nes han inspirado ya confianza al ciudadano, y lo animaná poner en movimiento las materias que enriquecen íosestados, y llevan a las cajas del tesoro público un ingresoseguro. . . .

Por iguales principios el hacendado que antes era tris-te espectador de los extragos con que la guerra civil aso-laba sus campos, y se veía forzado acaso á lanzarse él mi a-moensu torrente para no perecer; hoy vé BUS ganadospacer y procrear tranquilos, rindiéndole el fruto de susafanes. Este hombre bendice la paz interior que reinaactualmente en el estado; pero esta paz dichosa no exis-tiría sino precariamente, ni el ministerio podría consera-yarla sin las instituciones que han hecho que la justiciasea ahora una virtud práctica, y no un título vano consi-derada moralmente, y que ya no es fácil que el poder searroje á violarla con impunidad.

Las instituciones entrelazando todo el cuerpo políticono Bolo proporcionan al pueblo la fruición de los bienesque se propone la sociedad, sitio que aseguran la estabi-lidad legal del gobierno en el hecho mismo de impedirleque traspase una linea los límites de sus atribuciones.Para sostener ahora el orden sobre principios estableci-dos no es preciso mucha habilidad : basta tener la pru-dencia de respetarlos por. conveniencia propia: mas parahaberlos establecido con solidez en medio de las convul-siones de la anarquía, contra la tenacidad de la ignoran-cia, y el furor del fanatismo, ha 8Ído necesario tener ta-lentos no comunes, acompañados de un espíritu de que lanaturaleza dota á pocos nombres; el que reúne estas ca-lidades entre nuestros conciudadanos, según ha hechover la experiencia, de pocos ó de ninguno debe ser des-conocido. Continuará.

140PRISIONES.

imAtinMion w» &•"*« «I con«iderar cono este ramo<M **rvit'lo IMÍMMHI Iwy» *«!ot y «ea aun descuidado porI** «ulrtriiliuirM «WHIO «no de lo* principales qoe e | de.t*r y h mornl ivriMiiiwidan fi *u zelo. No testa proponerlo* mrilitM* pitra HII reforma. Un ministerio medianamenteUiinirudó no dchcru ignorarlos en este si^lo, ni es discul.pahlr. que por el estado de confusión en que se halla la«dmitiiitirhcion de justicia se h lya descoidado en mejo-rar H ietti-m- irriicioiial<|<ic aun seobserrn en las casasde pri>i6n. I«A reforma del código es obra del tiempo, rí?U r%poríoiiriii y do una porción de conocimientos que no«tí fácil combinar eu un dia ni en muchos; y el Piloto seatreve á decir que no es tan sencillo entre nosotros como«lijitiKW se lo persuaden, pero las reformas deben empe-txr por algo, y nada clama tanto por ella como las casasdr irrisión. (I)

No basía como decimos, clamar vagamente, eegtin al-gunas veces lo han hecho los gaceteros ministeriales estorrigf una reformas es necesario reformar oqwiío^ y que ha-blando francamente, casi siempre lo dijeron después quesabían que la autoridad iba 6 reformarlo. El escritor debeal público sus conocimientos y su ilustración; y si no tie-ne la bastante para discurrir profundamente sobre las ma-te ñas que censura, vale roas que no las toque; con deciraquello es malo nada adelanta la sociedad; es precisodecir, esto es lo mejor y fundarlo.

EÍI el asunto del presente artículo no solo es poco cla-mar, pero ó vista de la pasmosa indiferencia con que semira, lo es aun proponer los medios de mejorar. Para

(I) El Argos debe haberse equivocado cuando en el artículo Pa<. nópticos habló de casas de correccioa en el coocepto de eocenor

también en ellas á los criminales y á los acusados; j la misma equi-vocación padecen los encargado» en el ministerio de recibir propues-tas al efecto» Hay casas de corrección á que ee destinan IM personascondenadas por infracciones que la ley comidera simples detitos dig-nosfolo de una pena correccional} laa hay de prisión de*twada á loscondenados por ciíineiiei, y las hay para los acusados qw pueden «rinocentes; peí o es preciso no confundir como hasta aquí los uuos co>ilos otros,

X /

qoe esto se baga de no modo digno de la humanidady del pueblo en que escribimos, es preciso antee hacersentir I» necesidad-ofreciendo á 4o» ojos de los hombresel Ifwle cuadro de su naturaleza envilecida por la bar»bondad, y degradada por la corrupción en esas moradasdetestables que con titulo de cárcel y presidio son el ta-ller de los crímenes y de la inmoralidad en ves de serlode la corrección y el escarmiento; y que en lugar de re-primir los atentados, los fomentan y siembran entre la so-cieilad una porción de malvados. . .

Es tal la influencia del método bárbaro y absurdo delas priaiones actuales que si tá autoridad tuviese por ob-jeto 'corrom{»er á la inocencia inconsiderada no podríahaltar un recorso mejor ni un medio mas poderoso queel práctico de encerrar en una misma casa toda clase deindividuos cuya seguridad' por diferentes causas exige elorden público. , • •

Cualquiera qpe -haya meditado con un poco de deten*ciotv sobre sus consecuencias,deducirá que aquella reu-nión indistinta trae inevitablemente la pérdida de Las Cos-tumbres, y la enseñanza dé los crímenes. ¿Que cosa masinmoral puede imaginarse-que la -de unir al hombre queha faltado 6<una orden de policía oon el facineroso, coyaprofesión ha sido siempre fa de Vivir robando? ¿ Al hom-bre de bien que en un momento de exaltación faltó al res-peto de un ciudadano con el que aguarda la pena de losasesinos ? J Al joven que por inexperiencia eatra rocíenen la vida del vicio con los que son consumados en lapráctica de todos los crímenes ? ¿ Al acusado con presun-ciones de inocencia con tos criminales convencidos? ,; Alque solo debe ser corregido por una ligera falta con otmalvado qwe debe sufrir una pena infamante? ¿Que co-sa mas imprudente y perniciosa pudo haber intenta-do la ignorancia que de unir en las prisiones delas mugeres. aquellos que solo son sospechadas decomplicidad en un delito civil con las maestras de la pros-titución mas desenfrenada ? Pues que ¿ asi tío mas seconfunde el inocente, ó el individuo de bneim costum-bres en la sentina de los exersos mas abominables con

,"•1*2personas depravadas que no tienen otra emulación quela del crúnen? Es preciso repetirlo; la imaginación sefatiga-al considerar.como este.ramo del servicio publicosea. tan descuidado por las autoridades. Como á la visudel cuadro humillante que él presenta al hombre pensa-dor puede el ministerio dejar de prevenir con su zelo losdeberes de la sociedad hacia el hombre desgraciado quele ha ofendido, mientras quejjna legislación sabia funda-da como es dé esperar en los principios de la razón y lajusticia dé á este ramo las reglas fijas porque debe admi-nistrarse. . ' • • • • •

Al discurrir sobre este, como sobre todos los objetoa,cuya naturaleza tiende al bien inmediato de la sociedad,quisiera el Piloto no dejar la pluma de la mano hasta nohaber explanado todas sus ideas en un solo discurso, ysiente que la necesidad (le arreglarse a los límites del pe-riódico se lo impido, pero este asunto tendrá sin embargoun lugar constante por algunos número», y por ahora, des-pués de haber señalado rápidamente algunas causas mo-rales que re prueban la práctica de unir en un solo puntotoda clase de presos* hará notar como aqutjl imprudentemétodo.tiende á relajar las costumbres, á cebar el crimen,y & convertir en un eer. abominable, al hombre de bren óacaso inocente, cuya .seguridad ha sido necesaria por al-gún tiempo. . . • -• '• . . . . . .

La reunión de muchos hombrea en fln encierro, crimi-nales la mayor parte, y de toda clase de inclinación, pri-vados de la comunicación con la sociedad,.y.especialmen-te con la del otro sexo, abandonados casi todas las horasdel dia y la noche a una ociosidad engendradora de to-dos los vicios, respirando disolución y miseria, es bien sa-bido que tiene por primer resultado la habitud horrorosade una mutua y repugnante depravación. Allí, se aban-donan jóvenes y ancianos a todos los excesos de ln deslio-.nf etidüd, y un furor cínico al tin viene ú suplir el útil y sa-ltdablc trabajo a que en otros establecimientos bien re-gidos se leu destina. Allí por otra parte el joven que nonecesitaba sino una corrección por alguna fulla leve nosolo esta expuesto & contraer aquellas costumbres deles-

143tables; pero lo mas doloroso es que se aficiona insensi-blemente á los crímenes del monstruo con quien se rela-ciona, al principio aplica un oído incauto al idioma lison-jero de la disolución;. luego al del crimen adornado contodas las probabilidades de la impunidad ; escucha aten-to los estratagemas de un ladrón atrevido; oye la reputa-ción y el respeto que un asesino adquirió entre otros mal-vados; el modo como aquel perverso ha violado una don-cella; como el otro corrompió á una muger honrada ó sela robó y huyó con ella al monte &c. &c. y en esta escue-la infame aprende todos los crímenes que la licencia y eldesenfreno pueden inspirar á un corazón perdido.

Si esto.es lo que ocasiona la práctica imprudente dereunir en una prisión á todos los culpables de nuestro sexo;la reunión del otro origina mayores males tódavia en laparte de la disolución. El Piloto habla filosófica mente;'y aunque sensible es forzoso decirlo. La reunión de lasmu ge res en las casas dé prisión, según lo comprueban to-das las observaciones que la filosofía ha hecho en ellas,prodyee una relajación mas pegudicial para la sociedad .en orden á las costumbres que no la dé los hombres. Es-tos al fin pueden perder una habitud barbara adquiridaen una prisión cuando salen á gozar la libertad y el tratode ambos sexos; pero la muger que una vez se ha rela-jado en una prisión, nada puede contenerla fuera de ella;la experiencia ha hecho ver que en las corceles de lasmuge res es mas frecuente aun que en las de los hombresesa alianza repugnante de que antes hemos hablado, conla circunstancia de que en su sexo las-afecciones sonmas violentas, y por lo regular se, guardan una lealtaddigna de un amor mas noble y decente. A la vista de es-ta» consideraciones cualquiera podra convencerse, si re*

.fleiiona sobre la causa de tales vicios, que el remedidprincipal está en la separación individual de las encarce-ladas,.y luego en otros medio» que indicara el Pilotooportunamente. No quiere él hacer este ligero bosquejoUn animado como pudiera, y acaso convendría hacerlo:porque conoce que es necesario en muchos casos, subor-dinar al pudor las verdades útiles de la fiUwulí.v Concluye

144por ahora nociendo & la consideración de los lectores,•cual ¿era el rebultado de conducir a on» pmion, dondeé*tán reunida* las nías prostitutas y delincuentes ¿ unamucer pobre, pero de buenas costumbre», que por sospe.chas de complicidad en un delito es necesaria Mi^rUion,% que baza una larga residencia entre aquellas disolutas"por lentitud en el eipedienie de so causa, ú otros motivosserneiantes. hijos de* estado miserable de nuestra legi».l a t u r a ü ! . . . Cmttiavará.

LINEA DEL URUGUAY.Al fin han empezado á moverse por todo el territorio

Argentino los hombres v los elementos para la guerra;las tropas destinadas al Uruguay van marchando a su des-tino. Las de Córdova deben seguirlas inmediatamente,y las de Salta v demás provincias según el entusiasmo queacreditan las coramiicaciones de los gefes encargados desus gobiernos,y según las noticias particulares que tene-mos de ellas no tardarán en emprender el camino que de*be conducirlas á la gloria: no hay remedio, la libertaddel pueblo oriental está decretada, y después que todaslas provincias lo han dicho unísonamente nada es capazde suspender ni ami de retardar el día de la venganza.1-as tropas de las provincias marchan al Uruguay parasalvar según su voto á sus compatriotas oprimidos. -Queperspectiva tan consoladora para esos valientes que des-de el centro de la campana oriental hay cuatro meses es-tán desaliando á todo el poder del usurpador! • Que es-peranza tan lisongera pnra los infelices que todavía jif-roen bajo su opresión ! Esto sin embargo, todavía no exi-me al ministerio de una porción de careros & que ba Jadolugar, sea cual fuese la actividad que ahora desplegue:tengan sus consejos en lo succesivo toda la prudencial to-da la energía, y todo el ocie río que tuvieren. ¿ Por queoslas medidas no fueron adoptadas por el desde el 12 delya olvidado Moyo ? Mal hemos dicho: porque no lo fue-ron desde que se puso ft su dirección el estado, y ?e en-cargó no solo de velar por la defensa dr la integridad delterritorio eino que se le ¡acuitó eu el hecho para propo-

¿ recu-prov in-

para queorno no debió dudar, segúnpor que haber tardado lán-cela visto por la experiencia ¿ por que haber tardado

to para proponerla ? ¿ Y por que aun después de propta y sancionada, haber dejado pasar dos meses de n>er dejado pasar dos meses de inac-

? La ley estaría hoj cumplida, y sido al país mas fatales consecuencias

cion para ejecutarla isu defecto no ha traído al país mas fatales consecuenciassolo es á la impotencia del usurpador y al patriotismo delos orientales á quienes se debe.

COMUNICADO.

Sr. Editor—Un soldado viejo, acostumbrado á la vigilia,es asaltado de continuo por ideas que siéndole extrañas,por lo mismo le mortifican, y obligan á consultarlas congentes como Vd., que generosamente se presenta á satis*lacerias; entre vanas que con el tiempo-irá remitiendo& su ilustrado periódico, la que mas le agita es el sistemade compañías ó empresarios que se va generalizando ennuestro pais; él bien sabe que en su regimiento las hay,pero en el sistema militar tiene aquella expresión una ín-tima relación con las leyes del estado, por las que se hacerecíproco el bien de este con el de ios soldados que lesirven; pero Vd. se dignara decir, si esas gentes que vie-nen para colonias, son traídas para hacer Ta felicidad delpais y de ellas, por una ley que concille uno y otro; ó sies del modo que se traían de costa de África los infelicesclíopes: si lo primero, bueno sería que se publicase elcontrato, para que los viejos aristócratas olviden la espe-ranza de venirse a la una sobre los republicanos; paraque mas se persuadan dé que nuestros gobiernos resistendisentir de los principio*, y ningún lugar hacen & estable*cer cimientos que atacan su naturaleza y doctrina. Si losegundo, ya Vd. ve, Sr. Piloto, que semejante traspié nosconduciría a otros, y vendríamos a ser mas infelices queen el antiguo estado de colonias; porque ciertamente por

Piloto num. 12. 2

146aqm no hemos conocido el feudalismo, tampoco lo qu*Saman mitas, y sí lo orneo que podría «semejarse & [^puesto, gracias al amigo del paw que en eQ fastuoso abo5T2O hwo U señal y lo extinguió; subrogando a los gas.tos del culto divino medios mas dignos, hablo del ínclitoR;»I1*VÍ&. ES UD agradecido a sus bondades.—

UN MlUTJiH

El Piloto siente qp poder satisfacer al señor militar quesubscribe el anterior artículo, por no hallarse en la actúa-lidad con conocimientos sobre el particular 6 que se re.fiere, pero supone que el Argos, entre la multitud de BUSnoticias debe tenerla de los términos en que esté conce-bido el contrato hecho con los colonos, asi como el nú-mero de los que han arribado hasta la fecha, y de quetolo anunció la primera remesa. Respecto á lo de feuda-lismo parece que el señor militar deberá aquietarse, por-que esto, ó cosa que se le parezca, sobre imposible, eiopuesta enteramente a los principios de la república; 7por otra parte, siendo el contrato directo entre el gobier-no y los colonos es de creer que cuando mas los terrenosque se les dieren, sea en enfileusis; y para que el enfiteu-sis sea feudo completo le falta la condición del obsequiopersonal inmediato y jurado del que recibe al que da;pero de tales dudases t\ Argot omnividente el que puedesacar al señor militar. A él endosamos su remitido, n«dudando se digne satisfacerle. /

VARIEDADES.

El Piloto al articulo firmado por un militar en el nüm-II respecto á las cuestiones que le propone sobre la subs-cripción, proclama, é inscripciones del Sr. D. Lucio Man-silla & los esc uadrones de corazeros, contesta; que lo pri-mero le parece estar en las facultades de cualquiera ciu-dadano que quiera gratificar a un individuo por un servi-cio distinguido á la patria, ó una acción de virtud reco-mendable, j también hacer extensiva su liberalidad a

147aquellos soMadovqne por hechos heroicos se hiciesendignos de igual demostración; pero respecto a los seno-res oficíales cree el Piloto, sin agraviar al ciudadauo queba praoiovido la subscripción, que ni en este, ni en nin-gún caso, es propio gratificarles con talclase de regalos,unos servicios que el honor prescribe, y cuyo verdaderopremio es el de la distinguida consideración a que se ha-gan acreedores; esto es, si como el militar asegura, con*siete en poncháis, y otras prendía semejantes lo que porvía de obsequio se les ha remitido; excepto las armas queeste es un regalo digno de los valientes.

Acerca de lo segundo es verdad que solo parece pro*pió de la autoridad suprema, ó de la inmediata de los ejér-citos el dirigirles proclamas; pero como el Piloto no 69militar, no puede discernir si el contesto de la del Sr. Man-sitla la coloca en la clase de las que solo competen a lasautoridades; ó si debe tomarse simplemente en el concep-to de una alabanza.

Respecto a lo tercero, no tiene duda que las inscripcio-nes de los sables conferidas como premio de un hecho doarmas, para que llevasen el carácter de la dignidad y delmerecimiento, era preciso que procediesen de autoridadcompetente, encargada por la nación de distribuir sus gra-cias con justicia. , .

El Piloto observa en resultado que este asunto» siendoen la substancia muy sencillo, y muy laudable la intención,viene ¿ ser, por el modo, algo extravagante, cuando no searidículo; y siempre se persuadirá que el estímulo del di-ñero para los militares, es enteramente opuesto al funda-mento de su institución; y que e\ principio sostenido consuceso por el anterior ministerio de la guerra, de que eldinero era el mejor premio para loe militares es uno de loamayores absurdos que han podido proferirse por los hom-bres del arte, desde la guerra de los titanes Wta la quePincheira está haciendo en ios Morros.

La carrera militar es la de la gloria: en ella no debehaber, ni hay otro estimulo que es el del honor y el pa-triotismo, y sos servicios tiene la consideración públicapor recompensa á mas de los ascensos de que se hicieren

148dignos. Después qué el militar ha dejado su carrera poriim»o»¡bílidad física de continuarla, entonces es cuandu |«patria reconocida á sus servicios, los premia pecuniaria-mente, vi lo hubiere merecido.

NOTICIAS.Las déla Banda Oriental alcanzan hasta el 22 del corriente. La

representación Je la provincia está ya reunida, y el día 20 abrió suswione*. Kl Piloto extractará sucesivamente las que fueren dignasdel conocimiento público.

VA capitán Caballero, arredilado por sil valor, ha sido hecho pri-t¡ouero por una partida del cuerpo de D . I«n*cio Oribe en el RioTacuart.' Esta división se halla en la misma frontera.

MONTEVIDEO.F.l coronel Ferrada que fue tomado por el general Lavalleja ca

M.iyo, y puesto en libertad, acaba1 de regresar del Rio Janeiro cotípliegos de aquel gobierno para el de esta república (noticias parti-culares.)

En la capitanía de aquel puerto se ha dado orden á los maestreÍde los paquetes de esta matrícula para que no admitan 6 su bordoen citas valizas ningún pasagero, cuyo pasaporte no vaya visado porel tónsul del Brasil en sena) de haberle pagado seis reales, so penaile no dar entrada á los buques que lo? admitiesen sin este requisito.F.n consecuencia todos los pasaderos del pais que fueron en la PepaI leva ron .antes su pasaporte al cónsul, y pagaron seis reales por sufirma. Este derecho es de práctica, pero en estas circunstancia?, ycon el agente del usurpador dá lugar á una observación que harár\ Piloto en el próximo número.

AVISO.Con el primer pliego de este número se han completado los líl

del primer trimestre. El editor está agradecido á los señores queU> favorecieron, y los que gustasen no continuar, tendrán la bondadde advertirlo al repartidor, ó en la oficina de esta imprenta.

IMPRENTA DE I1ALLET

EL PILOT0.BUENOS AYR£S:

13.-JUEVES. I DE SEPTIEMBRE PE 1835—To«. I.

AVISO.Este numera del Piloto ha sufrido on trastorno míe haboJe privar

«a salida en el día. Tal faé el que un señor abonado retirase uotugo artículo coando ya estaba muy próxima MI publicación: parahacerle lugar, había snspeodido el editor un discurso sobra el con»creso de Panamá y otro sobre prisiones resultando oo quedar tiem-po dé imprimirlos después de aquella ocurrencia. Cou este motivoruet(a el Piloto á sus corresponsales piensen en tiempo lo que deseenpublicar, pues arrepintiéndose tarde perjudican al periódico,

No se admiten remitidos sino en la oficina de U. Esteran Hajfrt,Al Editor del Piloto* y no con otro títulrfxhocaote, como ha tenidoia llaneza de hacerlo el Abonado Amigo,

El remitido subscrito por «í, tendrá lugar en el numero 14. lo mis-mo que el del Militar activo. .

MINISTERIO DE MARINA.

La construcción de las lanchas cañoneras de que ha-blamos en otros números, se ha rematado ya por empre-sarios, comprometiéndose á ponerlas flotantes en 80 días:pero tenemos el disgusto de no saber que el mii ¿tile ríohaya tomado alguna otra medida de tantas como exije laneces'ulád'de prepararse a ta guerra naval del mismo mo-do que se haga para la de tierra; ó con mas propiedad,prepararse á aquella que en el caso de un rompimientoha, de sernos mucho mas sensible por sus efectos, y porla imposibilidad de evitarlos, si desde ahora no nos pre-venimos; porque hay ciertas cosas que solo cerrandolos ojos pueden dejar de verse. Nos supondremos en elcasó de la guerra por un momento, y así examinaremossus consecuencias, considerando que el enemigo hadehacerla por mar mas probablemente, que por lierm.

En este último caso, aun poseyendo los enemigos laBanda Oriental, y suponiéndoseles una fuerza lerrc»tr«fque por ahora no tienen} capaz de einprr-mlíu- la ofcnsi-

149ra, es demasiado claro que en ningún caso pueden veri-ficar una invasión en cualquiera punió de la repúblicasi» que sean con toda probabilidad batidos por las fuer.zas nacionales, ó al menos bien disputado por lo prontoel terreno, y después arrojados; porque para destruir utiejército como el imperial, siempre tiene U república re.cursos suficientes, en sus tropas organizadas, y en el pa-triotismo y valor de sus ciudadanos; de que resultaríaque aunque el enemigo tuviese la temeridad de atacarnuestro territorio, sí los efectos no eran funestos para h\de un modo absoluto, la guerra solo sería sensible 6 larepública en el poco terreno que pisase el enemigo, y estomuy precariamente, porque de cierto no han de ser & lashuestes dejos esclavos del emperadora quienes hubiesede estar reservada la gloria de triunfar en el territorioArgentino.

Pero respecto a la guerra marítima es el caso muy dife-rente; y no sabe comprender el Piloto como el ministe-rio, si piensa en la guerra, puede consultar la seguridaddel territorio, la recuperación de los puertos orientales yla libertad del comercio tío l¡i república con las providen-cias, a la verdad mezquinas, que hasta la fecha hemos vis*to; por que no es tan sencillo formar naves donde no hayastilleros, como organizar batallones donde hay hombre»y fusiles. En otro de nuestros números hemos indicadolos medios de adquirir una fuerza naval correspondiente6 la guerra esperudaj y ahora fundaremos nuestra opiniónhaciendo ver la necebidad en que se apoya.

El enemigo tiene una escuadra que, buena ó mala, C3muy superior á la que puede armarse en estas valizas, yt.i cual puede aumentar indudablemente con algunos bu-ques mas de los que mantienen en el Rio de la Plata* Encaso de abrirse las hoá Lili «lude» el puerto de Buenos Ai-res está desde el acto mismo bloqueado por la escuadrasurta en las valizas exteriores, y por consiguiente cerra-do el único canal del comercio de toda la república, y tancompletamente cerrado que quedarán todas las provin-cias en incomunicación con lo* puertos de ultramar sinexcepción Je ninguno; porqué los ingleses han de ser los

130pntnerós qóe respeten el bloqaeó mientras no vean fuer-xas ma/ores eo el puerto bloqueada Cste ataque porparte de la mar es el que el ministerio debe considerar(le primera importancia por sos consecuencias inmedia-tas y trascendentales, j contra el cual hay tiempo debióprevenirse; no con lancha? cañoneras cuyo servicio biensabemos todos que este limitado á va lisas ó ¿proteger elpaso de alguno que otro rio si son sostenidas de las cos-tas* que en otro caso ui aun para eso sirven; tampoco conbergantines U otros buques mercantes qué se quieran ar-mar aquí, porque ni el enemigo dará lugar á tal armamen-to ni hay los elementos precisos para formar una escua-dra capas de batir la que puede preseutar el imperio, &pesar ele ser bien despreciable.

Por estas consideraciones, y por las medidas que has-ta ahora se ha visto adoptar al ministerio se deduce queú hay seguridad de que la guerra no ha de ser precian, óque en caso de no haber tal seguridad, el Estado hadetener durante la guerra, cerradas con el Occeano las úni-cas comunicaciones que le dá la naturaleza, y de esto se-rian consecuencias inevitables; que las rentas publicascesando el giro empezasen a disminuirse, luego a desa-parecer; que el dinero huyese.á las sepulturas del egoís-mo, que el poco metálico saliese fuera del país precipi-tado por la mano del extrangero; que el crédito empe-zase & comprometerse, luego á aniquilarse, y que roto allin este resorte de la fuerza social fuese preciso recurrira otras medidas para dar al cuerpo político un movimien-to forzado y siempre destructor .

La guerra terrestre finalmente no es la que puede ha-cer grande impresión á los.intereses de la república; yaun la marítima debiera ser fatal al imperio sí el mi t liste- .rio lomase las medidas que dicta la prudencia para do-minar todo el Rio de la Plata, dejando al cuidado de losparticulares fatigar y destruir el comercio enemigo consus corsarios; pero mientras no Adopte otras providenciaspara hacerse de una verdadera escuadra, cuando rae*nos de seis fragatas, la república sufrirá todas las pri-vaciones de un bloquea» y la plaza de Montevideo, BÍ no

151se asalta, necesitará para rendirse de utt *iúo como el

de Troja . B A N D A ORIENTAL.Son las 7 de b oochey acabo de recibir el oficio q»c encopé

acompaño del brigadier D. Fructuoso ttivcri, y al dirigirme & V, icniecoM; «rra mandarlo imprimir para satisfacción del publico, y de

i l l jomad! del ™ del cnrnrnto en SanduniecoM; «rra mandarlo imprimi pa plos ii.terc«ulos en la jomad.! del ™ del cnrnrnto en Sandu.

Los orientales por («das partes, van demostrando al tmno.de cuan-lo son capaces los libre». , , V ,* Dio* guarde íi V. mucho* anos. Cuartel general en la Laguna de los

ar.,aac A

Sr. Comisionado deT Kvrno. (¡(«bienio Oriental.'

Exento. Señor:—Acabo ele recibir parte del señor coronel D . Ju-lián Laguna, quien entre otras cosí* dice lo si»mcnte : ' •

Tengo el honor de anunciar á V. K. que el 31 del corriente entre6 Paisaudú : la fuerza que allí se hallaba había Frtlido al campo á dor-'mir, la que fue batida por-uno de los escuadrones que había desta-rado sobre mi derecha en una canuda inmediata á Sai* Francisco, laque á pesar de su resistencia no pudo contener la carga, siéndole pre-ciso ponerse en fuga y en desurden, dando con e?to lugar á ser acu>chillada perfectamente, hasta que lograron ocupar el monte; que-dando tu nuestro poder 18 prisioneros, 13 muertos, y heridos debenir muchos, pues que en la primera vez que se entreveraron lo* nues-tros, sin embargo de no haber aclarado aun el dia, no se dejó de ha-cer alguna cosa. D . Ramón Mansilla se había emboscado esa nochealas 10. Hasta esta hora, que son las 12 del dia, se me está reu-niendo mucha gente de la derrotada; llegan al número de 200 entremilitares y paisanos. Se están reuniendo las caballadas en bastantenúmero; se recoje bástante armamento y municiones, de modo que,según veo, anles de la noche debo (cncr 300, que,-con los 400 quetrage, formaré 700. El Coronel Jardin se halla en San José con 300hombres. Pienso hacer una retirada falsa por ver si logro hacerlopasar el Qucguay y cargarlo deven». Entretanto yo hago seguiruna fuerza sobre el rincón de Acdo, pura donde también marcharéluego que mis atenciones por acá ño me llamen con la fuerza.Lo comunico á V. E.saludándole á nombre de la patria.—San Fran-cisco. 52 de Agosto de 1355. JULIÁN LAGUNA.

Lo que tengo la satisfacción de anunciar (x V. E . para su superio.rconocimiento. - -

La columna de Abreu no ha hecho movimiento de Mercedes;aun se halla en el mismo puerto hasta esta hora, que son las 12, te-£un el parte de Caballero que acabo de recibir. Yo me hallo en eltotrtrodt; Rivera, pero .boy pienso pasarlo en lo de ¿Mayo, en

152Coquimbo, para dar descanso 3 mis caballadas y recojcr las que pue-da de Sao Salvador, Soríano &a. &a.

El enemigo está muy aterrado. Ayer llegaron afeamos heridos deSandú, de la columna de los derrotados, entre estos el cu pitan D.Lioo Peres, con 12, que escapó «obre San Francisco, y lo persi-guió una partida hasta el Arroyo.Negro, según las declaracionesde lo* chasques.

Tengo la mayor satisfacción en saludar á V. E. á quien Diosguarde muchos anos.—Agosto 26 de Ift-25.6 FRUCTUOSO RIVERA.

Escmo. Señor Brigadier General en Jefe del ejército.Es copia. LAVALLEJA.

. VARIEDADES.

La comunicación que se nos ha remitido subscrita porun Patricio sobre las banderas del 71, no puede publi-carse si su autor no da garantía. Sin embargo la contes-taremos en lo substancial sin perjuicio de hacerlo en to-das sus partes cuando se acompañe nquel requisito.

"El Patricio increpa al autor del Piloto con expresio-nes bastante enérgicas el silencio que dice ha notado enrl sobre un hecho tan escandaloso como el de habersesubstraído las banderas del 71 ingles, qué estaban en eltemplo de Santo Domingo, 6 pesar de que hay muchosdias que este suceso es público."

El Piloto ha oído ciertamente referir esta ocurrenciade algunos dias á esta parte, y aunque alguna vez lo oyóasegurando el hecho, confiesa.que no ha podido persua-dirse de la realidad de un paso tan notable hasta que laevidencia no lo confirmase; todavía no tiene el Piloto losdatos necesarios, y hablando francamente no cree quecomo dice el Patricio hayan sido entregadas tas banderasdel 71 en obsequio al ministro de relaciones exterioresde Inglaterra ni de otro modo alguno, por muchas razo-nes: la primera es, porque trofeos de tal naturaleza nopueden ser dados por ninguna de las autoridades consti-tuidas, sin la voluntad expresa desús verdaderos dueños,que las han adquirido & costa del precio mas subido quese conoce entre ios hombres.

En segundo lugar, porque el presente de una caja &nuestro ministro de relaciones exteriores por el Sr. Can-ning, a que hace referencia el patricio, es de costumbre

153harerw de ministro a ministro cuando se celebra algúntratado, como ha sucedido en esta ocasión; y la recom-pensa debe también ser del ministro, y uo de la nación.

Por otra parte, aun aponiendo que ese tratado fueseventajoso eii algo ó en mucho á la república, y el gobier-no de esta quisiese hacer en su nombre un obsequio aldo la nación inglesa ¿había de ser tan luego el de unostrofeos que el pueblo ha ganado gloriosamente en su de-fensa, y que lince justamente el primero de sus blasones?¿llabiude sor destruyendo >m monumento de aquellosijíie todas las naciones conservan con un noble orgullo ?

¿Como ha de creer el Piloto que el poder ejecutivohaya dispuesto de aquellas prendas inestimables cuando

, sabe que no tiene autoridad para hacerlo ni cree que ha-ya en la historia ejemplo de que ningún gobierno lo hayahecho? No decimos por un tratado de comerció, peropor ninguno de cuantos pueden pactarse, cualesquiera quepudiesen ser sus ventajas para la república. ¿ Han dadoacaso nunca los ingleses ni una sola pieza del armamentode la grande escuadra y ejército que Felipe Segundo en-vió contra la Gran Bretaña, y la cual naufragó en sus cos-tas? Pues han pasado ya tres siglos, durante los cualesalgunos tratados se han celebrado entre ambas naciones,pero aquellos trofeos están muy cuidadosamente deposi-tados en Londres, en la torre llamada de España ; y esoque fueron debidos á los elementos, y uo así las banderasdel 71, que por cierto lo fueron al valor y á la sangrederramada en estas calles por el pueblo.

Otros tres siglos hay que la espada de Francisco I, to-mada con él en la batalla de Pavia se hallaba en el Esco-rial de Madrid desde el tiempo de Carlos V, y los gobier-nos españoles á pesar de habérsela pedido muchas veceslos reyes de Francia, y á pesar de que hubo un tiempoen qne Godoy todo lo daba a los franceses jamas la en-tregaron sin embargo, hasta que Murat con cuarenta milhombres la tomó de donde estaba.

Los portugueses sacan todos los anos en la procesióndel Corpus detrás de los santo» un trofeo ganado en labatalla de Ouriquo, que es la mas eminente prueba que

uede darse del alto ajirtcio que justamente hacen los

154meblos de esa clase de monumentos de su gloria.

Por tales raxones e* que el Piloto no puede pereuadír-e del hecho qde asienta el Patricio en su remitido; pu-liendo asegurarle que tratará de averiguar la verdad, yíara público el resultado de su averiguación.

REMITIDO.

ñ editor dd Pilote:—(•) —u~¿.~~~i~ dijo uno, y quien U-nu,~.Dr. C..»«,diio

>tro. Vos Señor que entendéis latín construiréis y me di-réis lo que quiere decir, pero digan ó no digan no es porros ni por vuestro periódico de quien se habla, y de cu-po lindo pincel con que lo pintáis soy aficionado no me*,nos qué de vuestra ilustración y elocuencia, pero señor,lanto os iréis amareando de mar cu marque habéis de daren algún varadero. ¡ Cnanto mejor estarse en puerto se-,guro!. Ya distéis una guiñada en otro vi age, y temo buenamigo que en este deis un mil Conoced, Señor, que soischiquito que salisteis del crepúsculo y no podéis llegar almedio día y' por el rumbo que lleváis....... vi age eterno.Miraos, Señor, al rededor, y no os anticipéis & la posteridad,alo que ella tardará en atreverse y cuidadito no deis enla emadura por dar al clavo. ¡Eh! Adiós, Sr. Piloto.adiós, tenéis un ociante demasiado largo y.por eso no podéisfijar al sol. Un abonado amigo que desea no o» hagan agua

en tanto viajar.

COJYTESTJiCIOW.

Vue&tra comunicación señor Abonado, a pesar de los fa-vores con queme regaláis no merecía mi respuesta desdeque puedo comprender por ella todo lo que habéis que-rido hacerme comprender; pero insertada en mi periódi-co (en lo que creo manifestaros bien mi deferencia )debo al fin contestarla, no por vos, señor miuisteriaüsirao,Bino por el público ante quien queréis ridiculizarme, y ami entender con poca justicia.

No me importa cuanto podáis decirme sobre mi igooa

(*) En el lagar de eitot puntos hay en el original una fra*e Utina.que indica una personalidad, y el Piloto no admito mas comunicadodel Abonado raigo, concebidos como el pretente.

155rancia é incapacidad. ¡Ojalá no me dijerais mas que eso'Me cwnozco, señor, sin que vos me mandéis conocerme,y no presumo tener el pincel de Apeles que vos creéistener; bien que*vuestra profesión siempre h« sido dibu-jar ; pero á lo menos os aseguro que sé juzgar hay tiempodel mérito de los cuadros que vos pintáis.

Sobre mis observaciones el público juzgara y no vos,señor, que parecéis aquejado del dolor de la verdad, y lahistoria á quien decís que tengo la audacia de anticipar-

. me, comparará mi crítica con sus reflexiones, y la despre-ciará, ó no la despreciará.

Entretanto hacedme mas honor, y creed que mi plumaincapaz de envilecerse lo es también de escandalizar con

,una crítica directa ó personal. La vida ó las pasiones delos liombies son sagradas para el Piloto:.cuando yo cen-suro á los funcionarios no hablo ni hablaré jamas sino desus faltas como administradores, y guardando hacia laspersonas aquella reserva que la educación y la moral pre-vienen, solo me veréis ocuparme de las cosas : pero ve-réis hacer todo el uso de la libertad de imprenta. Misideas podrán ser erradas alguna vez; pero hecho criti-codo por el Piloto, nunca será maliciosamente alterado:no temáis pues, porque así se lo he jurado á mi conciencia.

Tampoco os cuidéis de averiguar quien me m... yo os •perdono la insolencia, y si ámais el país, agradeced masbien al escritor que advierte al público las faltas queco-mete un ministro, y tal vez que prevenga algunas de ellas:dejad que presente sus operaciones cuales son ante eltribunal de la opinión pública, y que las analice en elmomento do salir de la oficina, ó eri él instante mismo deproyectjirlas si es posible; y no temáis repito porque tam-bién el Piloto alabará lo digno de alabarse, y una buenamedida la sostendrá contra los abusos, la preocupación y ;

la ignorancia. . . /.-.ÍW lo demás, dejadme no mas navegar, que si yo me

perdiere no hab..¡8 de ser vos, señor, el que me saive,pero rogad siempre porque no me convierta enagua, co-mo decis, porque si tal sucede es probable que vos osahoguéis C0I1 d | a > A h u r > 8 p n o r m | l l ¡ 8 | e r ¡ a | / l

t e n e i s . u noctave mm/j^uflin.jH^^o ,10 p o ( i c Í 8 yCp |

Íl'lilI.VÍW ¿i ; HALl.KT.

\

PILOTBUENOS AYRES:

No. 14—JUEVES, 8 DE SEPTIEMBRE DE 1895 To», ?.

jtartartmot la roca, y auemaremotei peligro rtamoádoátoda defUKafntnmv.

BANDA ORIENTAL -'

Él nombramiento de los diputados por aquella provin-cia al congreso nacional ha tenido al 6u efecto, despuésde la instalación del cuerpo representativo; recayendo enlosSS. D. José Vidal y Presbítero Oomensoro: este paso,preparado y resuelto con la mayor solemnidad posible,colocando 6 aquella provincia dentro de la línea nacional,ha removido todas las dudas y todos los inconvenienteslegales que retardaban una decisión por parte del con-greso general; es decir, una decisión qué, estando pro-nunciada ya por la razón, por la conveniencia, y por lossentimientos de todos los pueblos americanos, está deacuerdo con los principios establecidos en la ley funda-mental, sin que motivo ni consideración alguna puede yajustamente retardarla.

Cuando las provincias del Rio de la Plata, por el des-graciado efecto de disensiones puramente domésticas sedesligaban temporariamente del haz en que hoy lian vuel-to á unión, la patria de los orientales estaba sometida yaal yugo del usurpador, después que, por idénticos moli-tivos á los que agitaron á los otros pueblos se habia, co-mo ellos desgajado de hecho del todo á que estaba uni-da ; sin que un acontecimiento semejante, hijo de las pa-siones y del error, pudiera, sin embargo, creerse selladocon el carácter de una perfecta separación. Ni la Ban-da Oriental habia renunciado jain&s á las bases de unidaddel territorio de la república cuando cayó en poder desu rival, ni las otras provincias renunciaron antes ni des-pués á la reincorporación de aquella parte integrante.Mas, felices éstas, pudieron, sin embargo, sosteuec su iut

158dependencia gobernándose bien ó mal por sí misinos,del propio modo que lo habría hecho la oriental ^ t a n -do libre) basta que (lepase «•' momento de la reorgani.zacion polílira que ahora se ha verificado.

.Al fin. rompió sus. cadena*, y es bien sabido que elGeneral Lavalltjn- boinelientfo desde los primeros mo-mentos de su heroica empresa, la dirección de el.a al p0.der ejecutivo de la república, había dado una pruebaeminente del espíritu de orden y nacionalidad que lo guia-ban. Este compromiso no fue, sin embargo, aceptado,y la resistencia de las autoridades nacionales h tomarcualquiera inU-nencion explícita quedó legitímente es-.cudada con los términos proscriptos por la ley tundu-roental, que era preciso llenar solemnemente. Contraella se estrellaron los clamores del pueblo usurpado, lasinsinuaciones del espíritu público y cuantos argumentospudieron dictar á algn>>os publicistas la razón y el pa-triotismo. < ,

Era necesario qné el heroísmo de los orientales, bi-chando, solos con el enemigo común, rompiese aquellabarrera, y al fin ellos la rompieron: era necesario quelos pueblos confirmasen Ubre y espontáneamente los vo-tos protestados por su libertador, y también lo hicieronpor medio de un acto tan'solemne como lo requierennuestras instituciones. Instalada la representación de laprovincia de un modo legal y competente, abrió sus se-hiones, y el primer paso fue rasgar los documentos in-fames con que la intriga y la traición intentaron justificarla usurpación del cstrnngero, y al mismo tiempo-enviarrepresentantes al Congreso General que juren obedien-cia a \a» deliberaciones de esta corporación augusta, yMjmwioiial Poder Ejecutivo Nacional en lo relativo á ne-gocios generales. En el hecho se ha uniformado á lamarcha de los pueblo de la asociación, ha renovadorasantiguos voios, reconociendo las mismas obligaciones yha perfeccionado la obra que se lo requería para inperi-hireie en la iistn de los pueblos de la república. N Hizoh'nalájente iodo lo que las demás hicieron p"aru la'reha-lülitaciun del estado, y cslñn ya en esta capital sus dipü-

jados encargados de consagrar sus volos ante la represen*ticioii augiuta de todos los pueblos; ¿Que es lo quéreala ? £i que ellos sean admitidos ahora en su seno.

PRISIONES.

Con lo que el Piloto ba dicho en el número 12 creehiher sido ¡o bástanle para demostrar y aun para con-vencer de cuan perricioso es encerrar en una misma ha-bi;j -ion á los criminales con los acubados, a los de buenasco*íii'tnbres con los de una vida depravada, &c.

Ahora observará ligeramente cuales deben ser Inscon-se. uencias del uso bárbaro de mantener en la desnudez,en la roisoría y en el envilecimiento á los hombres des-graciados que la ley condena por algunos ario;* al encier-ro del presidio. No es preciso renovar aquí el triste es-pectáculo que cada dia ofrecen los presidarios (festinadosá obras públicas ú otros objetos en que se entretienen

i timante su condena. Gl hombre observador, el alma quejes capaz de elevarse por algún sentimiento de humaui-d;»'I, iuegó vé en el semblante y en el ropaje de esoa in-felices la expresión vviva del profundo abatimiento de HUestado; al paso que la ley solo decretó su castigo, y no sUdegradación. " \

La relación sagrada que existe entre la sociedad y elhombre que la ha ofendido, exije no solo el que aquellalo alivie en lo posible del peso de la pena que ha mere-cido, sino también que procure por medio de un trata-miento digno de la humanidad hacerlo salir del envileci-miento en que lo sepulta la conciencia del crimen y laafrenta del castigo, manifestándole interés porsü en.mcu-dn. y aun si así puede decirse estimación de su per-tona.

El principal objeto de las leyes es prohibir y castigaral delincuente, y el primer ínteres de ¡a sociedad es evi-tar la necesidad del castigo, procurando hn^er á los indi-viduos virtuosos; pero cualquiera que eotu.tie un poco alhombre conocerá que para inclinarlo á tus buenas oos-tmnlires nada se adelanta con envilecerlo como á un ani-mal, sino inspirándole el Ínteres que el mismo tímoen -rr

160honrado; y el régimen que se ha observad» y observa eoel presidio, lejos de atraer á la virtud á-uu delincuente,es a propúsilo para hacer criminal al mas dispuesto á servirtuoso. . . .

Prescindamos por ahora de todos los vicios que se ni.vergan y fomentan en aquella terrible habitación, y dis-culpemos en cierto modo á los hombres que en tal estadobe abandonan á filos: lodo les arrastra á la disolución, yhablando con mas propiedad, el envilecunipnto en que seÍes tiene loa estimula á buscar en los vicios una engañosacompensación de su suerte des^raci »da. Raro es el pre-bidiirío que tiene camisa1, y el que posee alguna no laaparta de su cuerpo sino cuando el.excesivo uso la hadespedazado. La mayor parte de ellos no tienen para,cubrir su desnudez bino un poncho andrajoso, ó una jergallena de insectos asquerosos, y este equipaje es lo quelince el lecho para su descanso durante la noche en toiliisestaciones. Así el miserable presidario pasa los años entrela cadena y la desnudez, entre los palos, el hambre,' y ladesesperación.

El uso de los grillos y la cadena; es uno de los que níascontribuyen á BU degradación, ese uso bárbaro, que con-siderado como una garantía de la seguridad de un preso,.es una de las ideas mas indignas que ha podido concebirél espíritu humano. La ley jamás ha ordenado que paraasegurará los delincuentes se hagan ultrajes á U huma-nidad ; nM es que toda severidad y toda opresión corporalno solo debe considerarse inútil cuando la razón dictaotros medios de responder de la seguridad, pero escomohemos dicho indigna entre racionales. ¿ Será posible qu&el hombre haya encontrado arbitrios para mantener sincadenas á los tigres y á los leones, y no hubiese podidohallarlos en tantos siglos para sujetar a un criminal sinellas ? ¿ Y es posible que unos pueblos los encontrasen,y los oíros no se hayan apresurado á imitarlos ? Esto es,sin duda, porque la ignorancia hace muchas clases detannlismo: esto es porque el carácter feroz que ha acom-pañado ordinariamente á los ministros de la tiranía pudopor machos siglos contemplar los abusos eo las prisiones

1Ó1como una sobrepena digna de los culpables, hasta per-suadirse de que la sociedad se ofendería de v;>r tratar álos delincuentes como á racionales, y por desgracia eslabarbaridad de nuestros'antiguos opresores parece haberquedado consagrada enlre nosotros hasta hoy que yacontamos 15 años de libertad, y1 que haciendo un contras-te monstruoso con el régimen bien hechor proclamado ennuestros principios, viene á ser una excepción vergonzosaá los ojos del extrangero filósofo que por otros motivosnos admira.

No quiere el Piloto profundizar sus reflexiones sobreel trato que se observa en el interior de las cavernas lla-madas presidio: lo dicho antes basta para formar unaidea que evite los detalles que no permite un periódico.De ella resultan consideraciones que los legisladores nodeben perder de vista cuando llegue el momento de re-formar este ramo del servicio público.

£1 objeto de la sociedad repetimos, es evitar con lasbuenas costumbres la necesidad del castigo, y el de la I--yss castigar al delincuente; pero de ningún modo puede•crio el degradar con ultrajes hasta el último término doa abyección al hombre, que por malo que sea harta des-gracia le acompaña con el peso del crimen y el de la>ena. La falta de consideración que se tiene hacia los)residarios, les dá una pruebo manifiesta de que la socie-lad ya no espera que se enmienden jamas, y que todos,uantos los rodean los contemplan con los ojos terriblesleja odiosidad, y les infunden la idea de que su destinos sufrir un castigo durante su prisión, y un desprecio úorror universal en saliendo de ella: de un hombre áuien el abatimiento y el indigno trato que recibe le di-en que no debe concebir otra esperanza, ¿ podrá la so-iedad racionalmente aguardar una reforma de.conducta?Podrá extrañar que este hombre al salir del presidiola un monstruo mas insociable y mas perverso de lo quera antes de haber sufrido aquella pena? ¡Que los en-irgauos de mejorar este ramo lo contemplen! Y quesan cuanto mejor será sentar por .principio de que á losresidarios es necesario (sin perjuicio de la pena mere-

162cilla) desvanecerles la funesta persuacion en que esíánde que se \es cree incapaces de volver á la virtud; y estosolo puede hacerse por los medios q»c dicta la filamro.pía y ia ilustración. Continuará.

ASAMBLEA DE PANAMÁ,

El Argos 121 ha publicado los documentos relativos &la nueva invitación hecha, al gobierno de la repúblicapara concurrir á dicha Asamblea, y al frente dé ellos hücolocado una nota del mismo gobierno al congreso coná-tituyrutc en la qu(? se versa este grande asunto. Dos sonlos documentos que ella contiene: el primero es Una co-municación razonada de los motivos que en la actualidadfe impulsan-a'-rio disentir de las otras repúblicas que de-

-beñ congregarse (?in embargo dice de no estar persua-dido de la oportunidad): el segundo un proyecto de leyque contiene unas bases, al parecer de instrucción,para los plenipotenciarios qire deban comisionarse. Unoy otro documento ha sido clasificado por el Jirgos comopiezas de un mérito extraordinario. El Piloto no niégalo delo extraordinario; pero en cuanto ato del mérito va a dis-currir para ver si puede hallárselo.

Tres son las. consideraciones que sé ofrecen en la cues-tión; el objeto de la grande asamblea, la oportunidad desu reunión, y el proyecto de ley propuesto por el minis-terio cíe relaciones exteriores. Él Piloto, por guardar pro-porción con sus páginas, dando lugar á otras materias, sereserva para tratar en el número siguiente como asuntogofo los dos primeros puntos, y contrayéndose hoy al ter-coro asentará, sin intención de agraviar al señor ministroni al &i\ ,frgos, que el proyecto es en primer lugar extra-vaganlo. y que en segundo choca en la liberalidad de loaprincipios reconocidos como bases de la ásociacióu detodos los estados llamados a la asamblea.

£1 Piloto cree por supuesto que el objeto de ella es in-teresantísimo, y creo también que la época es ya oportu-»n. Todos saben que el ministerio del año 22 resistió estamism invitación por razones que el actual no sepersua-

de bajan desvanecido los sucesos posteriores, pero porrespelo, dice, a la opinión de las repúblicas pronuncia*das por la reunión, juzga no ser prudente manifestarse en,absoluta disidencia*: por consiguiente, que es necesariomandar plenipotenciarios á la asamblea: ahora bien, paraverificarlo, ¿ tiene otra cosa que hacer el ministerio masque nombrarlos a eu placer, y pedir los fondos (que nopide en el proyecto) para sus dietas? ¿O no es de suatribución mandar diputados & cualquier punto dondeconvenga á los intereses de la república ? j Que tieneque ver el cuerpo legislativo con esta ni con ninguna otramisión hasta que no llegue el caso de aprobar y ratificarlo que se pactase ? Mas, supóngase que fuese precísalaautorización para proceder a la concurrencia a la asam-blea, ¿es el congreso el que debe dar las instrucciones & 'los enviados por medio de un articulo de ley ? No segu-ramente; los cuerpos legislativos no dan instruccionet* nidecretos que importen su efecto. Ellos dan leyes que sir-ven de base á la asociación, y con arreglo á ellas es que elpoder ejecutivo se expide en los negocios de esta natu-raleza. El congreso podrá tener toda la condescendenciaque quiera en esto asunto, pero no será menos cierto queteniéndola ¿I saldrá de su esfera, tanto como el ministeriose quiere reducir adentro del círculo de la suya ; y estoes lo que constituyo la extravagancia, en que respetuosa-mente creemos que lia incurrido. r

Pero, dado que sea necesario autorizarlo, ¿ lo ha de sertambién decretar con el carácter de ley las instrucciones fó mas claramente, ¿revalidar por el congreso Jcyes sin lascuales no estaría él ocupando rl augusto 'lugar que ocu-pa ? ¿ A qué conduce pedir ahora que se declara solem-nemente que las provincias unidas reconocen la voluntadgeneral por único origen del gobierno, que ningún hombrepuede constituirse legislador contra aquel principio, yque ningiio gobierno de un estado puede intervenir enel orden que otro estableciere•' pues ¿hay en toda la re-pública quieu-lo ignore ó quien lo dude? ; Puede ha-berlo en ninguno.de esos estados republicanos que van árepresentarle en Panamft, cuyos principios son rigorggR-

Ítt4itirnte idénticos d lo^ nuestros, como la suma de las lucety h eiperifiíiciu di-l/iglo, y el cínico cimiento de los'edi-ficio» sociales del nuVvo mundo ? Pedir ahora que cllotsean confirmados por los mas ilustres enemigos áelimpe-rio tfe la fuerza parece que es darles en rostro con la dudade que se aparten tle un principio cuya inmutabilidad nupodrá en este «misterio alterarse ya en muchos siglos; yque ningún hombro, ninguna corporación es bastante po-derosa para emprenderlo sin estrellarse en el primer pa-so dé su carrera. ¿Si será énta parte del proyécteloque el Argos encuentra de un mérito extraordinario, pue?es cabalmente lo que el Piloto cree muy ordinario, y loque cree chocante con la liberalidad de los estados queconstituyen la asamblea.

Una cosa es dar á los plenipotenciarios instrucciones

Í>ara óir, proponer, discutir y pactar lo que conviniere áos intereses de la república sin agravio de sus leyes fun-

«damentales, otra es ir á la asamblea a pedir que estas le-yes sean reconocidas por otros estados que no han dado,ni dan el menor indicio de desconocerlas.

Si la asamblea quiere establecer la autoridad sublimeque indica la nota de comunicación del ministerio, losplenipotenciarios oirán como esta autoridad se pruponr.si ella ha de ser individual ó representativa, cual su na-turaleza, y las'atribuciones que quieran dársele; qurciertamente no hn d e ser lo primero; pero' sea lo quefuere, para saberlo no es preciso ir armados de leves, ?inode buena razón y patriotismo, pues al fin lodo lo que sehiciere ha de ser discutido aquí antes de ser ratificado.

• Continuáis

NOTICIAR

hns mn< recientes di» In Banda Oriental Anuncian que' I (icnrrnl Barrólo sr dirían con uim t'uersa de 800 nom-bren coutrn Li división dnlGonornl Lavnlleja.

K-IR mnn:iiMi, til nmnnri rr. nr hnn oído mal <tei ¡cutos tiro* dt'.Ciinun h&ciu la Colvitin.

165REMITIDO.

Sr. Editor dd Piloto:—Una duda que hace algunos diaslenco, deseo que roe haga V. el gusto rl absolverla, porquehasta ahora nadie me ha podido dar una respuesta queoie satisfaga.

El Domingo 28 del ebrriente he asistido ft la pinza dela Victoria á la revista que ha tenido la Milicia Activaque se trata de entablar; y he aqui roi duda. j Por queno han de ser enrolados en ella los Españoles Europeos,estrangeros y demás que están establecidos en la Provin-cia ? ¿ p°r qué principio se nos ha de obligar solamentea los hijos del país a llenar el hueco del ejército perma-nente, cuando aquellos gozan los mismos privilegios queestos? ¿acaso por no igualarnos con ellos, y damos masmérito? No por cierto: porque tanto los Españoles Euro-peos y demás estrangeros son llamados en nuealro comi-cio público á gozar del mismo derecho que nosotros: es-,to es, á votar como libres ciudadanos y ponernos al nivelcon ellos en el sufragio que presentan a la mesa electoraladonde pertenecen. Mas: ellos son unos verdaderosvecinos como nosotros, porque están afíneado?, • tienensus créditos abiertos, y por último han hecho y están' ha-ciendo su suerte en nuestro país: ¿ por enemigos de lácausa ? por esta razón tampoco serian llamados á ocuparla Milicia Pasiva, adonde se dice pertenecen, porquetanto mal pueden hacer en esta como en aquella. Des-pués de esto; la ley no los ha excepciotiado, porque ter-minantemente ha dicho. "Que se enrolarán lodos losque habiendo cumplido 17 años- de edad no excedan de45; y que recaerá preferentemente en los mozos solteroscon arraigo en el pais." Esta ley está terminante y noadmite ambigüedad ni restricción. Yo no sé por que sequiere que nosotros hagamos servicio activo y ellos lohagan pasivo. Quisiera que V. como diestro Piloto yque conoce bien e&ta nave, me diera una respuesta queme convenciera, y le aseguro á V. que si me la da raedaré por satisfecho, ©tra no de menos valor V pesóseme ocurre, puede que. V>cayga,en .ella por lo.que no

Piloto Jf. 14. '2 ' ' ,

170nados, ciertamente que tal cumplimiento por parte delPiloto, nos habría sonado muy mal en las campanillas delos oído»—Nosotros pues, tan celosos de la utilidad pú-blica, cotfto del buen nombre del Piloto o,ue la procura,le rogamos quiera admitir nuestra consejos amistosos, ytegnir como al principio, dando una absoluta preferenciaá todas aquellas cuestiones útiles a la república. Entreellas, seria de desear que continuase sus reflexiones sobrela forma de gobierno; pues aunque trató sobre la de feikraaon, nunca concluyó, ni menos dijo nada *obre la for-ma de unidad^ siendo así que uno y otro prometió.—Elgran congreso de Panamá es también á nuestro juicio una

.materia digna de la pluma del Pitólo, y al decirlo, crea-nos que no somos capaces de lisongearlo, y que solo habla-mos con nuestro sentir.

Entretanto, un asunto del mayor ínteres es el que ahorareclama la salud pública, ¿y por el que interpelamos todoel celo posible del Piloto. La Universidad de BuenosAires, señores editores, la Universidad, ¡quien lo creyera!esta casi sumida en un completo caos del desorden: elArgos comenzó a proponer algunas reformas : el valerosoArgentino hizo sus increpaciones, pero nada se ha ade-lantado. Cinco meses hay que el reglamento de aquel es-tablecimiento duerme empolvado en la secretaría de go-bierno, v mientras el ministerio sigue tan sereno como laVenus de la mañana, la dolorida Minerva se conduele envano de sus injustos desdenes. Esto, señores, ex i s pera &todo amigo de las luces, y exalta las pasiones de todo pa-triota que las considera como el mas firme baluarte de lasinstituciones regulares. Es mucha la ra2on con que s»

. oye a varios padres de familia quejarse de la indolenciacon que se mira actualmente la educación; V lo que esmas, a los mismos jóvenes lamentarse de aquella cruel in-diferencia. En todo este a fio no se ha abierto una solaves la aula de Derecho: sobre mas de 20 alumnos con-cluyeron curso en Diciembre pasado, y van corridas lasdos terceras partes del año, y apenas cuatro han podidoexaminarse. Esto es asombroso, señor editor, pero ana-diré por complemento, que ni aun asi pueden hoy aque-

171líos estudiantes conseguir se les examine; porque todavíano ban podido proponerse mil ó dos mil pesos para quehaya quien quiera suceder al ilustre fundador de la Uní-versidad, que servia gratuitamente el destino de rector ycancelario, á pesar de ser un empleo al mismo tiempo quegravoso, muy odioso. El está encargado provisoriamenteal doctor Castro, pero este se excusa con justicia dicten-do que no tiene tiempo; pues & la ves es director de laacademia de practica, camarista, congregante &a En fin,señores editores, Vds. ya perciben donde esta el mal;habla aquí solo hemos hecho observaciones muy genera,les, y tememos ser quizá muy extensos para el Piloto; Vds.tendrán la bondad de insertarlas, y 6i nos lo permiten, se-guiremos con otros detalles en el número siguiente.—

Unos patriotas cebaos.

REPÚBLICA PERUJUM.

En el periódico Estrella de JJi/acvcho ee lee lo siguientecon respecto al decreto' del Libertador Bolívar sobre elCongreso del Alto Perú; dice-

u El decreto del Libertador contiene y desenvuelve elespíritu del congreso constituyente, accediendo igualmen-te con las miras del gobierno del Rio de la Plata, y conlos deseos dé los habitantes del alto Perú: todo lo conci-lia á nuestro ver. El congreso Be reserva la decisión paraotra época, y mientras tanto quiere que aquel territoriose liberte y se ponga bajo de un gobierno provisorio, sinque ee pierda no obstante por nuestra parte, aquella de-pendencia que es inherente á la naturaleza de unaocu-pacion militar. El congreso quiere que el Libertadorevite todo peligro que pueda perturbar la tranquilidaddel Perú; por consiguiente el Libertador no puede dejaraquellas provincias a su arbitrio sin que la tranquilidadde las nuestras limítrofes, sea perturbada por la anarquíaque inmediatamente se establecerla allí por resultado dela» controversias políticas, y de las aspiraciones militares.

Por otra" parte querríamos preguntar, ¿posee el con-'greso del Perú, ó el Libertador algún derecho para con*

172sacrar las resoldctones del pueblo del alio Peni? Si estepueblo se declara independiente, ¿ podra nuestro gobier-no reconocerlo tal, sin un convenio previo con el del Riode la Plata? Si la asamblea del alto Perú declara que suvoluntad es incorporarse á la república peruana, ¿deberánuestro gobierno incorporarla inmediatamente ¿ l a repú.Mica? Si la asamblea del alto Perú, decide su reunión &las provincias del Rio de la Plata, ¿podro nuestro go-bierno entregarlas iomedialamenje, sin una sanción pre-via del poder legislativo ?

SAN JUAiN.

Aunque el Piloto es siempre de opinión de dar publi-cidad 6 todos los sucesos prósperos ó adversos que inte-resen Ala república, habia determinado sin embargo nodaría en su periódico & la ocurrencia desagradable tle laprovincia de S. Juan," porque siendo una cosa doméstica*T sin duda pasagera; á la distancia crece en razón de lasleguas que camina y cada cual le dá el valor que su ima-

. eínacion le dice. Por otra parte se persuade que si el si-lencio está de acuerdo con la prudencia. la publicidad nolo está con el remedio; porque seguramente* ni ese puña-do de revolucionarios han de calmarse ni volver al cami-no de la ley por los consejos de un periodista (Á lo menosdel Piloto) ni han de deponer las armas que el fanatismoA la seducción puso en sus manos, porque con expresio-nes muy vehementes los rete desde 300 leguas y les echeen rostro su delito ó su desacierto. Pero el Argos ha da-do ya por segunda vez esta noticia y el Piloto hablará

• respecto á la causa de ella.No tiene ¿I corresponsales en S. Juan que como al Ar-

gos hayan podido comunicarle los antecedentes ciertosque dieron lugar á la revolución, pero en su conceptocree que el pretcsto ó la causa arranca del articulo 17 dela cartn de Majo que declaró plenamente la libertad decultos > lo que siendo exacto prueba que, o la ilustraciónen aquella provincia no estaba aun en estado de recibirde golpe un rayo de luz tamaño, y que la autoridad contó

173coa ua poder moral que no tenia, ó que no ee tuvo cuidado,de preparar el espíritu público & una novedad que enciertos pueblos es de fa mayor consideración, y <jue oírosgobiernos de pueblos ilustrados no se han atrevido 6 in-troducir sino después que las instituciones les han dad»gradualmente respetabilidad, y les han convencido de queU libertad de la prensa, la ilustración y el amor al ora enhan cerrado las entrada á toda clase de fánastismo.

La libertad de cultos en favor de la cual habló el Pi-loto como hablaría en San Juan si allí estuviera! es justa-mente, una de aquellas instituciones que tienen dos épocasseñaladas para establecerse; ó en los momentos de unaregeneración en que, así como todo, es licito destruirlo to-do lo es también crearlo, ó despue»-que la ilustración hahecho ya en la masa un muro impenetrable a las tentati-vas de los que, á nombre de la divinidad, quieren destruirel imperio de la razón y satisfacer sus venganzas.

Sin duda, las bases de las reformas esenciales debenefetitarse desde luego, pero ni todos los abusos deben des-truirse á la vez, sino con lentitud y ron justicia, no olvi-dando repentina y absolutamente los intereses de los in-dividuos por los intereses generales, ni las institucionesque pueden chocar fuertemente con la opinión y la igno-rancia, deben darse inoportunamente cuando no hay fuer-za moral que las sostenga.

La ocurrencia de San Juan es, en el concepto del Pi-loto, efecto de aquella medida inoportuna, y ella cesarámas ó menos pronto según el remedio que se le aplicare.Parece, según la noticia del «Argos, que en Mendoza, sepreparaban á atacar a Ws revolucionarios.

• j - -

EL CAUDILLO PINCHEIRA.

Se ha observado que las apariciones de este campeónse verifican periódicamente cada quince días, y que enunas trae mas gente que en las otras: van ya cinco apa-ricioues, y es Se presumir que haya sentado su campa-mento en algún parage inaccesible de las cordilleras, co-mo el viejo de la montaña, desde donde debe salir a ha-.

P&jYo. 14 • . » •

174cer 6us incursiones. La primera fue por la jurisdicionde San Luis, y tan cerca de la capital que hasta se dyoque estaba á la vista de la población; pero desapareciósiii hacer novedad ni en las personas ni en las cosas. Lasegunda vez se dejó ver con dos milhotahres de chispa ¡/ fc«-za en dirección de nuestras fronteras; pero, aiu Hegur áellas, desapareció con toda la comitiva. En la terceraesturo en los morros con 600 hombres, y también se per-dió de vista. En la cuarta se descubrió en el cerro ne-vado, y dicen que de allí lo dispersó un temporal de nie-ve, pero se reunieron en los valles, y mataban nueve re-ses cada día para comer se entiende, y no hacían daño ánadie, y luego se desaparecieron,y luego, por quinta vez-

i y con mucha seguridad, dicen que, por distintas vias, sefueron hacia los toldos del Tia Pablo, divididos engrupo»de 30 hombres cada uno: que 300, a mas de lo* grupos,debe entenderse, y algunos con tercerola, amenazaron lafrontera de San Luis, pero desaparecieron también luegoque vieron que los esperaban: Esta es noticia del Argos,refiriéndose á comunicación oficial del gobierno de aque-

rlla provincia.

De manera que, tanto han de decir algunos, que Pin-cheira está en el territorio de la .república, que, al üu lohan de creer todos, y hasta el Piloto misino, sin embargodeque le dicen de Mendoza, que todo lo ile Pincheirues fábula, y que tanto lo han visto por allá como nosotrospor acá. Sin embargo, la noticia del Argos es oficial, ybueno es esperar la sexta aparición.

COMUNICADO.

Sr. editor.-Vor Dios y su lu^Ulre que no se entretengaVil. en refutar especióos de los escritores; no endose lesuplico ía resolución de mis dudas á otro como sucediópoco hace: me es suficiente el modo en que Vd. las satis-face para sacarme de ellas: mire Vd. que lo principal entodo escritor público debe ser laconizur sus conceptos, ysin dejarlos obscuros, librar su resolución á los comenta-dores por<|uc no es lo mismo hablar,hoy en Buenos Aires

17$que cuantío el editor del Argos y otrua andaban en la vs-cuela-la fruta debe tomarse sazonada, y les falta machoá esos niños para hacer otra cosa que copiar papelee deFrancia, Inglaterra, la Grecia, &c. y ya ve Vd. que cabe-zas y que principios cuando se arrojan a discurrir aleo,como lo hicieron en el delirio de critica al decreto delLibertador Bolívar, y como siempre lo hacen cuandoquieren salir de los pnñalets y ponerse callones, ó algúnestudiante mayor les hace una señal para que griten mos-trándoles un proyecto de aumento de sueldo. ¡Cuantomejor sería que esos niños fuesen unos de los que el go-bierno debe mandar á países extranjeros conforme a laley que ha quedado como casi todas desde que el iusignecreador de nuestras instituciones se akjó del pais! Tíoobstante, será siempre útil hacerles conocer que los niñosdeben ser moderados, que han de preguntar lo que noles he dado Babor, pero que deben preguntarlo no a estu-diantes mayores, sino a gente sana, juiciosa y republicana,y que hagan honor en serlo; porque los estudiantes ma-yores, siempre se aberran mucho al ergo y distingo* y ha-cen interminables sus silogismos; deducen consecuenciasilegítimas, porque han hecho un hábito de malos antece-dentes, ó lo que se llama falso supuesto, y asi observaráVd. que nuestra junta de provincia He ha dormido discu-tiendo sobre la nota de renuncia del gobierno general.Que dice Vd., Sr. Piloto! Será posible que las nacionesconciban de nosotros bien, que vean semejantes sesione*en las circunstancias de leer en todos los periódicos, ton-to de este país como extrangeros que el emperador delBrasil nos bloquea con una fuerte escuadra, que se estánbatiendo los orientales día á dia por quitarle á ese ladrónlo' que les ha usurpado, que las provincias se esfuerzan ,en prestar al gobierno recursos á ese mismo fin, y entre-tanto nuestros representantes de provincia discutiendosobre la nota de renuncia de una comisión qnc el congresohizo recaer en el gobierno, y que la pudo cometer a Pe-rico de los palotes, sin que, nuestra junta pudiese estor-barlo solo en el caso de recaer sobre un individuo de susempleados, pero aun a*í después que lo consintió en el

176caso de que hablamos, si esto ha sucedido de que hastaahora no hay constancia, ¿que tiene que ver la Junta dela provincia si el congreso le admite ó no le admite la re-nuncia, si lo quita ó lo continúa ? J Pues que ella lo cons-tituyó para poderlo quitar ó reprobar que lo dejen eu lasatribuciones que el congreso le constituyó ? ¿ Y que diceVd. del congreso tratando de dietas para los diputados,también dormido hace dos meses en esto ? ¿ Pues queasi puede responderse de negocios tan arduos y ejecuti-vos como los que movieron a los pueblos á reunirse encongreso? ¿Que es esto, señor? Que después de ochomeses en que casi nada se hace, se pasa asi el tiempo dis-curriendo y empleando los talentos para acomodar el bienestar de tos representantes mieutras el país cada día miramas incierto eu destino? ¿ Pues que estamos aun ciegospara na ver ni pesar nuestra debilidad, y la dispersiónde nuestros pueblos, sin leyes, bin tranquilidad interior ysin seguridad exterior ? ¿ Pues que sin esto bastará te-ner congreso, Gobierno General sin un estatuto proviso-'rio que deslinde sus atribuciones ? J Donde vamos, señorPiloto i i Cual el punto de nuestro destino ? j Cuales sonlos medios que han de conducirnos á este? Vaya,señor,esto es tan ridiculo como la orden que me dio ayer micapitan-Vaya Vd. destacado á la batería de la Ensenada,ni me dijo que objeto tenia ni que armas llevaba, ni masnada; de suerte que vino un bergantín portugués nos tiróalgunos balazos, y yo y mis compañeros nos sentamostras del parapeto y gracias.—ÜJS MILITAR.

IMPREJYTJ DE RALLET.

EL PILOTÉBUENOS AYRES: t

No. 15.—JUEVES, 15 DE SEPTIEMBRE DE 1825.—Ton. T.

Jturtaremt» la nw*, gautmmrtmottipeHgro rtnmoátto éwtn dtmn»tramxx.

^ ALTO PERÚ.

El Argos 187, dice "que después de instalada en laciudad de ja Plata la Asamblea de Diputado* del AltoPerú, se asegura por cartas respetables, que la opinióngeneral de aquellas Provincias es por su separación abso-luta, y establecimiento en ellas de una república inde-pendiente, anunciándose también como indudable el quetal será la resolución de la asamblea."

Después de esta introducción sigue el Argos justifi-cándose de la imputación que dice senos hace del deseode dominar, y para desvanecer este temor genernt entraen la demostración de. que á las Provincias Uñidas, noles conviene la agregación de aquellos pueblos, sino suamistad, por que son partes heterogéneas, por que nc tienen ilus-tración, y por otras reflexiones que hacen los editores.Pero Señor, ¿a qué vendrán todas estas cosas, que dice elArgo?, después que supone que el Alio Perú se decideya por la independencia! Si su agregación nos había d<:ocasionar tantas dificultades y todos esos peligros, paraconservar el orden público en pueblos no ilustrados, ¿ por-qué deflde que se vieron libres de la opresión española nopublicó su opinión y su doctrina ? ¿ £1 lenguage de queahora usa echándoles en cara su ignorancia, no dice, ó almenos no parece que está diciendo un pesar de que ellasno se nos agreguen ? Si ya el Argos sabia que por eupoblación, sus costumbres, falta de luces y situación geo-gráfica .no. nos conventa que aquellos pueblos pertene-ciesen & la república ¿ á qué aguardaba para explicarse t¿a que ellos se hubiesen agregado para decir entoncesque no nos convenía? ó para callarse sobre los inconve-

178mentes que ahora manifieMa ? Dice que solo k buena yfranca amistad de aquellas provincias nos interesa : ¿yserau discursos tales como el suyo lo* mes a propósitopara cimentarla? Ellas, ciertamente, no serán ilustra-das, pero ¿ les enseña algo útil este escritor con seme-jante declaración de su ignorancia? ¿ no han hecho ya loque él mismo dice que nos convenía ? ¿ no estamos exen-tos del trabajo y del peligro que él temía? Pues, si elloshan deliberado ya de un modo conforme a su opinión po-lítica, Jo que ahora corresponde es que los felicite por elacierto, y que los invite suavamenle a estrechar los laso»íle la amistad, sean ellos sabios ó sean ignorantes.

SOBRE LA FORMA DE GOBIERNO.

Sin embargo de que á las luces de la filosofía es a quiense deben todas las reformas con que la sociedad ba-per-feccionado su existencia política; y aunque solo ella es tuverdadera enemiga de las preocupaciones vulgares, no esmenos cierto el qué la justa prevención del filósofo contrael despotismo y la ignorancia, suole conducirlo en suasistemas mas allá de lo que es posible en la práctica. To-dos los literatos saben cuantas bellezas teóricas ha pro-ducido el espíritu humano sobre instituciones políticas,que seduciendo la imaginación por algún tiempo se hancreído capaces de hacer tu felicidad verdadera de lospueblos, hasta que dejaron <;n su aplicación.el desengañode que solo en las librerías es donde pueden existir lamayor parte de sus sistemas.

Hasta ahora no se conoce ni se conocerá jamas un go-bierno perfecto. Sus Jaitas se aumentan con la compli-cación de los medios que las luces y la civilización vanexigiendo diariamente para mantener el orden público.Todo lo que prácticamente cabemos es que el mejor mo-do de exi-t:r en sociedad consistí* en el sisetma represen-tativo republicano para algunos pueblos, y en el de re-presentativo monárquico para otros; especialmente paraesas grandes masas que pueblan la-Europa, madre de lasluces que bonrau á la especie humana, y* madre de todos

179los crímenes y los vicios que la afligen. Pero es evidenteque, aquel gobierno será mejor para un pueblo, que estúmas bien calculado sobre la experiencia de sus necesida-des, sus pasiones, y demás circunstancias físicas y mora-les, y no precisamente sobre las demostraciones filosófi-cas de los moralistas, debiendo considerarse no soto loque los pueblos son en el momento sino lo que han de seren lo sucesivo, particularmente en el nuevo mundo dondeiodo es infancia ahora, pero donde todo sin embargo mar-cha rápidamente & la virilidad.

¿ Cual es pues la mejor forma de gobierno conocida paraun pueblo? ninguna en general, y si cualquiera» donde la le /es superior á toda autoridad. ¿ Cual ee la mejor base parala constitución de una república entre la de unidad y fe-deración? Ninguna puede decirse mejor, ni la de EstadosUnidos como federal, ni la de Colombia como indivisible.Solo puede llamarse tal la que sea mas análoga ¿ la loca-lidad, a lá civilización, á la industria, población, costum-bres y comercio del pueblo que va á constituirse. ¿ Quegobierno conviene pues 6 la república Argentina ? . . . .

La disertación hecha en los números anteriores sobreel sistema de federación es suficiente para hacer naceralgunas reflexiones sobre la cuestión;, sin embargo, rea-sumiremos los principios establecidos en ella /haremossu correspondiente aplicación.

Las Provincia** Unidas no cuentan hoy sino 500 mil ha-bitantes sobre un territorio capaz de contener una pobla-CÍOQ de bastante» millones: algunas de ellas puede decir-1

se qué todavía son desiertas, sin riqueza propia, ni otrogénero de industria que el de la pastura: Casi ninguna deellas es agrícola; la mayor parte carece de puertos y detodo conducto de navegación: una» son ricas por su lo-calidad, su ilustración y comercio, la» otras son pobrísi.mas; algunas por su posición natural están expuestas alas invasiones del extrangeroi otras & las depredacionesde los barbaros. La mayor parte de ellas no tienen to-davía ni o un las renta» precisa» pnr a sufragar los gastosde su administración: unée son ¡lustradas; otras por susituación y euá relaciones no han podido aun recibir lae

180luces qne tienen nqucllas. Ahora bien: en una diversidadtal de circunstancia? y de intereses, ,-que forma de go-bierno es mas análoga á las necesidades de esto3 pueblosconsiderando el bien general ? Examinemos si la de fede-ración puede serconciliablecon ellas. Supongamos que la»provincias organizándose independientemente establecenuna unión federativa sin otro interés común que el de lapaz y el de la guerra, formando un congreso permanentepara velar por la defensa general, y reservándose cadaestado dispouer de sus fuerzas particulares y de sua ren-tas, a excepción de lo que deban contribuir por el tratadofederal. Este tratado'es necesario que sea sostenidoprácticamente, y que las provincias tengan recursos efec-tivo»» para no hacer imaginaria la asociación. Pero ;hoyprobabilidad de que pueda serlo por parte de aquellasque, como hemos dicho, ni aun tienen las rentas necesa-

' rías para pagar á sus empicados, ni población ni comer-cio capaz de producirlas? ¿ l'odrá serlo sin hacerse gra-vosa á los asociados aquella que ademas de pobre nece-site mantener un ejército en sus fronteras ? ¿ Podrá con-venir este sistema á aquellas provincias que están situa-das á centenares de leguas de las costas del Rio dé laPlata sin ninguna clase de relación comercial con el ox*Irangero? No por cierto; estas provincias estarán nece-sariamente á merced de las marítimas, que duefias delcomercio reducirán á aquellas á no hacer otro negocioque ebde cambio, y á permanecer por consiguiente enuna verdadera dependencia; no solo hoy que están des-pobladas; pero aun después que dejen de estarlo. Unospueblos semejantes bajo el sistema federal no pueden«lejrtr de quedar reducidos á la mayor pobreza: ellos allin se han de ver forzados á exigir mayor protección dela que el pacto federativo les concede, al paso que otrosmenos desgraciados querrán también Bacar de él las ma-yores ventajas posibles: la diferencia de intereses y denecesidades hará nacer pretenciones avanzadas que em-pezando por destruir el espíritu público nacional termi-narán por la disolución del pacto. Muchas de las pro-vincias están por su posición geográfica lejos de todo pe-

jigro inmediato de ser invadidas por mar ni por tierra,pero están obligadas sin embargo en la federación & con-tribuir á la defensa de las costas y las fronteras de oirá©que han sido privilegiadas tal vea por la naturalesa parahacer un comercio productor, y es preciso que haya mu-cha ilustración, mucho espíritu de nacionalidad y mucha,despreocupación para que aquellas concurren gustosasni sustento de una escuadra que defienda costas por dondeellas no reportan el menor beneficio.

Pocas son las provincias de la República ft quienes pu-diera convenir el sistema de federación, pero estas no oonciertamente las del interior; y siendo aquellas las más, capreciso no engañarse y convenir en que según la diversi-dad de circunstancias que queda demostrada, no ee pue-de conciliar con la forma federativa ni el grande y princi-pal ínteres de hacer de toda la república un estado comei*ciante, capaz de darle algún influjo sobre los intereses delas otras naciones, ni respetabilidad ni medios ciertos demantener la paz general Continuará*

MARINA.

Según estamos informados las cañoneras que se esténconstruyendo tienen un defecto de consideración. Tales el de hacerles corredera paralela para el UBO del ca-ñón, y no circular ó giratoria como debieran tener parahacer fuego en todas direcciones. Las razones en quese apoya la conveniencia del último método son demasia-do conocidas pan» repetirlas, sin embargo las pondremosen observación. El uso del cañón á proa de una cañone-ra, colocado entre correderas paralelas exige que el bu-que^se ponga siempre en la misma dirección que quieredarse al tiro, para loque es necesario que el buque orzeó arribe según las circunstancias; maniobra torpísima ysujeta & mil accidentes del mar, del viento, y del gobier-no del buque. La corredera giratoria por el contrariopermite dirigir los fuegos casi en todas las direcciones delvírenlo, y din necesidad de subordinar su manejo & losacontentes que antes hemos indicado. Puede por ron-

182siguiente bacer fuego en retirada» y G los costados cuan-do leconveniere hacerlo, j facilita maa el andar del bu-que. En vano es que á popa se les ponga una piezade á 6, se«un se dice que debe ponerse a nuestras cu-fvoneras: eslo no sirve sino para hacer una débil resis-tencin en una retirada peligrosa, cuando es evidente quecon la corradera giratoria no solo puede usarse del ca-non de proa atacando, sino también en retirada, a masdel cafion de popa; pero para la cual viene a ser del to-do inútil el de proa colocado del modo que parece quevá á hacerse en las cañoneras que están en construcción.Esto no es sin embargo criticar los conocimientos del mi-nisterio de marina que respetamos en este ramo, sino eshacer una observación por lo que ella valga, y por quetodavía está el mal en tiempo de remediarse.

L1JVÉJ DEL URUGUAY.

El general Rodríguez, con la infantería que se hallabaen S. Nicolás, salió de aquel puerto el 3 del corriente, yja se sabe que arribó al Kntrerios sin novedad. Loscoraceros se embarcaron el 8, y el 9 habían dado la velapara el mismo destino: todavía no sabemos su arribada.

Por fin, una parte de las tropas que corresponden alcontigente de esta Provincia yá marchando á cumplir laley de ] 1 de Majo, y es de esperar que las otras se apre-suren á llenarla con la prontitud posible. Cuando estose veriüqucel Piloto continuara su artículo Guerra Nució-nat.

NOTICIAS >

Se han recibido de la Banda Oriental, con lecha deantes de ayer del ejército del Geueral Lavalltja en mar-cha sobre la columna imperial del mando de los Genera-les Abreu y Bárrelo. El General LavalUya lleva 20**0hombres, con resolución de atacar al enemigo donde

quiera que lo esperase. Si Abe-cu no se ha pueato enretirada muy pronto deberán estar en contacto.

COMUNICADO—TtMTRQ.

Sr. Piloto—Continúo según el plan que me he (razado-Si este sale algo extenso, es a causa del trastorno, quesufrió su número 13.

El Ayo de su hijo, comedia en dos actos.-—Esta piezaadolece de algunos defectos que seria muy fácil remediónEl descubrimiento de ser D. Nicolás el hijo de D. Poli-carpo, no solo en nada conduce al éxito, pues para este,basta el carácter de D. Policarpo, sino queda a la con-clusión de la pieza un viso de novela, qae le aleja de laverosimilitud. El que cuando la esposa de D. Nicolás sedesmaya al verá este, los circunstantes nada sospechany en especial la condesa, ni es propio, ni natural. Elcarácter de una vieja enamorada de un joven que ladesprecia, es sumamente cómico, y fecundo en resultadosmorales: pero llevado al extremo, es ridículo, y pierdetodo su mérito: asi, no me parece lo mas propio los ex-tremos que hace en la representación la -Sra. Antonina.Ksta distinguida actor a nada de esto necesita, ni para elbuen desempeOo de esta pieza, ni para lucir la gracia ypropiedad con que désempella estos papeles, como otrosmuchos. Aquellos ademanes, aquel juego de ojos, aque-llos suspiros, aquel atracadero de sillas tan sin disimulo,aunque hagan reír, repugna y desvanecen la ilusión: algomas; eso no es representar a una vieja que, aunque ena-morad n, es honrada, y solo aspira a un fin honesto;' ¿yque mitger honrada hace eso? Eso solo es representarlos halagos, y requiebros seductores de la mas desfacha-<la muger pública; y esto, ui es cómico ni decente—Tam-bién deben suprimirse ó reformarse ciertas frases yo frió?,

ya groseras; como

no eres ui¡ bija,de tu padre tampoco...¿as hembras ya no sou Arm¿ro»&<v

J.S4Por lo deniaa; esta pieza es muy regular: tiene carac-

teres opuestos, bien dibujados y sostenidas algunos rasgosmorales, y muchos jocosos; como cuando D. Poli carpodice en dicho desmayo, hablando del cuadro que formanlas circunstantes: ,

azorada la condesa:1 la niña con pataleta:

el ayo papando moscas,y vo con la cruz á cuestas.

Eduardo en Escocia, ó la noche mas terrible de un proscripto,drama en tres aclos—Esta excelente composición debeocupar siempre un lugar distinguido en nuestras tabla».Fundada en un para ge histórico, lomando de prototónicaá un personaje tan ilustre, -como conocido en la historiamoderna, sembradas de escenas tiernas é interesantes, yadornada con el lengua ge y rasgos de peligro, del orgullo,del amor patrio, del valor y la genorosidid, forma untodo animado, arrebatador y casi completo. El útiieo de-fecto que yo le encuentro es los amores episódicos deMalvina y el comandante. Parece que el autor se dejollevar de la costumbre de introducir precisamente en todapieza al amor; y ese amor cuando el objeto es solo !a si-tuación y salvación-de Eduardo en aquella noch'e, y cuan-do no es agente de esta, no podia menos que ó ser frió, óproducir una duplicidad de acción. ¿ De que sirven esosamores? De nada. ¿En qué influyen en el desenlace ennada. ¿ En qué quedan al iin. No se sabe. ¿Y enton-ces? ¿Ni para que quería el autor un cuadro maspatético é interesante que el del nieto desgraciado deJacdbo Segundo ya arrodillado pidiendo un pedazo depan; ya rodeado y oyendo á sus perseguidores; ya ago-viaiío del temor, ya alentado por la esperanza, ya doblegándose & las circunstancias, ya manifestando losdestellos de su noble orgullo, y ya salvado por mediode todos sus enemigos? Hasta esta rápida y viva suce-sión de circunstancias, de situaciones, y de afectos; y elautor encontrara cu la pintura de b situación y salva-

cion del último reato de la infausta dónootco de los Eatuar-dos, Ha fuente de sublin&ea bellesas, ein tener que mendi-gar los auxilios de los osos insuSéos amoreo—-Todos, todoslos actores merecen alabausos, y en especial el Sir. COOÍOÍpero sería mejor que el Sr. Culebras no oaBiese tan bien'veotsdo: no está vestido así el que llega recién & su casadespués de aira navegación, y saliendo apenas de un nau-fragio.

Los dos Mendosas* comedia en tres actos—Esta comediano es, propiamente hablando, ni de carácter ni de cos-tumbres; por consiguiente es de segundo orden, y puedellamársele comedia dávertida. El fondo de su combinacióndramática, es algo parecida á la de los Manemos áe Plauto.refundida por Regnard, y tiene mucho de la de Sos (reshermanos rivales de Lafont—El autor* sin duda por soste-ner la unidad de lugar* cae en el defecto de hacer saliren el tercer acto á todos á la calle, y tratar allí del casa-miento y demás; cuando lo natural era, que con cualquierpretexto entrase Mendoza á la casa. Éste defecto es bae*Unte general en las comedias francesas—Todo el méritode esta pieza está en el carácter de un calavera; pero esecarácter está tan perfectamente desenvuelto y sostenido,y el Sr. Cosió se desempeña con tal propiedad, que lapieza no'puede menos que agradar siempre.

Tevúsiocks, comedia en tres actos por Metastasto*— Asíse anunció esta pieza. En cuanto a que es de Metastasio,no tengo duda; pero en cuanto á que esta ópera por sotorefundirla pueda ser una comedia, tengo algunas. Expon-dré en dos palabras la principal—la comedia no es paradesenrollar el carácter de un héroe—Es verdad que el re-fundidor debe haber tocado grandes dificultades; á causade que todas estas piezas solo son óperas; pero mejor hu-biera hecho en convertirla en comedia heroica^ que es unode los géneros modernos, como la de D. Sancho da Aragónde Cornelie; y para ello, no tenia nías que suprimir elpapel insulso é impropio del gracejo. Por no haberloLecho, ha resultado un todo, que solo es una mésela mons-truosa de todos los géneros dramáticos—Su mérito con-siste en solo en en el fondo del argumento, y en algunos

Pifoft>Ab.l5. 2 '' •

186hermosos rasgos de Temistocles—De su combinación dra-mática nada digo; porque la ópera no es eu esto rigorosa,y las mejores de Metástasis como Zenobia, Ezio y otras,son uoa prueba de ello: pero si es rigorosa en eso la co-media, y el refundidor no debió olvidarla Metastasio esuno de los mas sobrecalientes poetas italianos; y en todassus piezas está derramada tal ternura y tal niego, que, &mi juicio, no le exceden en esto, ni Rapiñe ni Voltaire.¡ Que difereucia entre su lenguage tierno y elevado, y eseverso detestable en que se ha traducido ei Temietoclesí¡ Usar del octosílabo asonantado y adecimado en una pieza,que, por su argumento, por su.carácter, por el verso mis-mo del autor, estaba diciendo que solo admite el lenguajesublime del verso trágico, y la pompa toda de la apopeya!

El Duque da Viseo, tragedia en tres actos, por D. Ma-nuel J. Quintana. El teatro español, tan escaso de tra-gedias, aun regulares, cuenta por honor suyo al Duquede Viseo. Creo en vano recomendar el mérito de unacomposición, siendo, como es, reconocida por toda clasede personas, y lo será, sin duda, mientras se conserve enel mundo el habla castellana, y las nociones de la verda-dera tragedia. Creo que solo se podrá notar alguna obs-curidad, no en la conducción, sino en la explicación dela fábula. Así, al oír que Atayde, después de contar áMatilde cual fue la suerte de los padres de ella, y comoViolante fue salvada, le agrega :—

A la heredera del Duque de Viseo,£1 nombre de Matilde y de PereiraLa tranquila mansión dieron asilo.£1 vuestro padre ha sido; y ai secretaNo pudo ser á sus expertos ojosDel joven conde la pasión sincera,£1 la miró como seguro medioDe restaurar vuestra fortuna excelsa, ¿uu

al oír esto, vuelvo á decir, quisa no todos los espectadoresentiendan que lo que quiere decir es: que, uespues deaquel suceso, para encubrir á Violante, se le hizo pasarpor hija del viejo Pereira, á cuya casa sé le llevó, y se lehizo mudar su nombre en el de Matilde; y que penetran-do Pereira el amor que inspiró Matilde al conde de Oren,

miró este amor como el medio de &a. Pero repito queestos defectos tan triviales 8on los únicos, a mi ver, quela mas severa critica pueda descubrir en esa ptezit; yella, con buen argumento, con una intriga interesante ynatural, y con un lenguagc de magest&d y de fuego, nopodía menos que ser perfecta. El estilo, que es sin dudasuperior al del Pélalo del mismo autor, no tiene rival enla dramática española; y el paso del sueño compite conlas mas grandes escenas de los mejores trágicos franceses.

El Café, 6 La Comedia nueva, comedia, en dos actos porD. Leandro F. Moratin. Aunque esta pieza se represen-tó después de la de Eduardo, hablo de ella á lo último,por merecerme una atención particular. Basta el nom-bre de Moratin para formar la apología-de ella. Su mé-rito, que resulta mas por lo bien que se desempeñan losactores todos, es tanto mayor cuanto que, siendo su ob-jeto el mas seco y árido, esto ea criticar el estado delteatro español á principios de ente siglo, lo ha llenadocompletamente, y ha formado al mismo tiempo una co-media divertida. Cada escena, cada diálogo, cada frase,

i encierra un mérito t&l que sería imposible analizarlo sinrepetir siempre las alabanzas. Pero la prenda que musresalta es esa mezcla, feliz y constante de lo moral y lojocoso; esa gracia, no fundada en el mero lenguaje, co-mo en casi todos los cómicos españoles antiguos, sino enla propiedad^ en la naturalidad:

D. Antonio. ¿ V qnien es ese que cantaba, poco há, y daba aque-llos gritos tan descompasados?

Pipi, ¡Oh! Esees D. Sera pío.D.Antonio, Pero ¿qué e? ? ¿qué ocupación tiene ?Pipi. £1 es . • . . ¡ Mire V.! A él le llaman D. Se rapio.Parece que este hombre singular, sin cuidar como se

ha de fxpresar, solo atiende á la acción, y la naturale-za escribe por él. En todas sus piezas reina este mismoestilo: siempre verosímil, siempre, moral, siempre joco-so, siempre natural: en una palabra, siempre Morntin.A estñy calidades reúne Ja mas feliz disposición púa laformación deia fábula y una gran fecundidad de inven-ción. Por ejemplo: al principio del acto segundo de di-cha pieza, se va a representar ya ta comedia nueva: IX

18bAntonio y O. Pedro han ido a verla: todos los domas per-sonages debían ir también como que eran los interesados.Por consiguiente, la escena quedaba vacía y la acción cor-tada : era pues indispensable inventar algo para que nofuesen dichos peroonages; se inventó, y solo Moratin po-día inventarlo. Esto es: aun no era hora, seguí» el reloxde 1). Hermógenes: se quedan pue3 á esperar á que senhora. Entretanto se representa el primer acto: entraD. Antonio que le ha visto, á contar lo que ha pasado: yentonces recién se advierte que el tal relox, el infalible, e^taba parado. ¿Podría intentarse un medio mus verosí-mil mas natural, mas cómico ?

Pero esta pieza ha sufrido una crítica por el autor delas lecciones de Blair: ella se reduce á que Moratin hniiecho caer todo el peso del ridículo sobre un hombre qu<no lo merecía—un hombre honrado y engañado. O yome alucino mucho, ó esta crítica es justa. Porque, enverdad, queriendo el autor solo criticar y ridiculizar esacáfila de pendantes y autores adocenados que infestabanel teatro, no,debió tomar por blanco á un hombre cernoD. EleUterio, que era la primera vez que escribía una co-media, y que la escribía, no por presunción ó pedantería,sino engañado vilmente por D. Hcrmógenes, y, sobre to-do, para buscar así un pan para sus }ájos\ tanto mas cuan-to que no había necesidad de ello, y Moratin hubiera Do-nado también su objeto haciendo que el autor de la co-media fuese un erudito á la violeta—un D. Hermógenes.

No obstante, á ese defecto debemos la tierna escenacon que concluye la piozn. El es nada respecto sus be-llezas; y, como dice Quintana, "es privilegio concedidoá todos los que abren una nueva carrera, el poder errarsin que su gloria padezca." El ilustre Moliere, español,ha cimentado su fama sobre bases indestructibles. Solocuatro comedías compuso: la bárbara tiranía que haasolado á su patria infeliz, ha privado al inundo literariode nuevas producciones suyas; pero ellas solo» y aun notantas, bastan para monumento de su gloria inmortal. . f

IMPRENTA DE~UALU-:T.

EL PILOTO.BUENOS ÁYRES:

No. 16—JUEVES, 2í DE SEPTIEMBRE.VormmMt ¿u n-ra, 1/aitriutranot el peligro reconnciiio ñ enría d* mu.tic; Í:«I*.

ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA.

Al traer á consideración este ramo el mas importantepara la sociedad, y ol que ejerce sobre ella una iniluen-fia la mas ilimitada, no es con el objeto de repetí reí'cla-mor general por la necesiJad de su reforma.. ¡ Cual es elciudadano que no haya tenido mil motivos de conocerlo,y otras mil razones de sentir su deplorable estado !! Pon»el hombre á todo se acostumbra, y seguro de esta verdadel Piloto lleva por objeto dnmostrar en este discurso queel desorden y los abusos de las formas en la judicaturatienen una influencia, en el destino de los pueblos no asicomo quiera, pero mayor tal vez de lo que puede demos-trarse. Ellos bastan por su influencia para desnaturalizarel carácter y la dignidad del pueblo mas enérgico y m;islibre de la tierra, para impedir el progreso de la civiliza-ción, para corromper las-costumbres mas vigorosas, y ha-bituar á los hombres al envilecimiento y á la apatía, paradestruir los efectos de la mejor constitución política, ygeneralizar en la masa las mas serviles inclinaciones

La administración de justicia tiene una relación cons-tante con todas las acciones del ciudadano, y no hay cosamaB averiguada en la historia de los pueblos como el queella es el principal resorte para elevarlos á las virtudesile la verdadera libertad, ó para arrastrarlos a los vicio-*de la esclavitud. Si las leyes y las formas so cumplen, olpueblo mantiene su dignidad, y el vigor conveniente paramantener su constitución política; si-ellas so desprecianpur abuso, por dosónlen ó falta di; energía ol pueblo corrofácilmente ú KU degradación.' Tanta os su influencia: y••'ÜT\ c i p r i o < | i i f l o « ^ u t ' 1 . 1 ' " ^ d e - n ' t ' N i J u N i i J o ¿ ; : i ; t i J i ! } j | n i o i ; i « -

192no tiene garantía» ? Un estado tal en la judicatura nosolo causa el descontento, pero el temor y todos los viciosque le son consiguientes. Continuará*

ALTO PERÚ.

¿Conviene ó no á la república del Rio ele la Plata laAgregación a ella de las cuatro provincias del alto Perú ?Sobre esta cuestión habló y sigue hablando el Argos delmodo que le parece. El Argentino la ha promovido fun-damentalmente, y es como debe tratarse.

Nada parece mas cierto que las prevenciones que haform.ido la intriga y ha sostenido la inexperiencia enaquellos pueblos acia los de la actual unión en ct Riode la Piala, y como dice el Argentino, es indudable quela impresión es profunda, y el remedio hijo solo del tiem-po y el desengaño; y esta dificultad no es de las menoresen que el legislador se hallaría embarazado á cada paso..

Fuera de esto. Si és indudable que el poder y la feli-cidad real de un estado los constituyen la población y lariqueza, no es menos cierto el que su extensión debe sepcalculada relativamente á aquellas circunstancias. Gene-ralmente lo que se hace notable por su excesiva latitud,su«le pecar por defecto de profundidad, y los legislado-res que calculen sobre la verdadera y rápida prosperidadde los pueblos, no empiezau por unir desiertos á desier-tos, no por aumentar bosques espinosos,-- sino por hacerdesmontar los que tío ha penetrado aun la mano del hombredc&ie que el mundo existe. Lis Provincias Unidas hoycu Congreso tienen un territorio excesivo respecto á sushabitantes actuales, y a, los que han de tener en bastantetiempo, perotl es el suficiente para formar un estado deprimor orden cuando llegue á tener la población corres-pondiente. Tiene riqueza propia, y una fertilidad de pri-vilegio, buen clima, buenas instituciones, y por consi-guiente todos los alicientes para la población; ella puededecirse que es lo único que le falta para tomar un rápidouiHn á hi\ prosperidad, y también.puede asegurarse por

h circunstancias que lia de obtenerla con mas pronti-

193tud qoe oíros estados del nuevo mundo; pero la agrega-ción de las cuatro provincias del Alto Perú le aumentaríamucho mas terreno que.población comparativamente; y9¡n tocar aun los inconvenientes que existen para colocarpor ahora el todo al nivel de una misma constitución, ob-servemos que la área de las Provincias Unidas, con laagregación de las del Alto Poní, comprendería la prodigio-sa cantidad de mas de 600,000 leguas cuadradas, con unapoblación de solo 1,300,000 habitantes,de ellos 500,000in-digenas.*que este, cuerpo tendría en sí por su enormidad,un principio de incompatibilidad con la base de los go-biernos americanos, y que esta incompatibilidad iría au-mentándose en razón de los progresos de la población.El gobierno necesitaría resortes mas vigorosos para darua movimiento uniforme á toda la máquina, porque latranquilidad pública en una grande extensión exije unavigilancia mas contjnua y mas eficaz: las infraccionesde las leyes no se descubren sino ¿difícilmente y las con-vulsiones en ella son mas peligrosa?. Sería necesariopues confiar mas fuerza al poder ejecutivo, y esto no pue-de hacerse en una grande república sin uti riesgo inmi-nente de trastornar sus fundamentos. Si esa fuerza nose le confiaba, es cierto que los principios republicanosson débiles para sostener una grande masa, y no hayejemplo en los anales del mundo de una sola repúblicaque haya podido mantenerse cuando ha llegado á'ser muypoderosa. Ella tiene en sí las causas ciertasde su ruinadesde que empieza á ser desproporcionado el peso á ladébil palanca que debe equilibrarlo. 600,000 leguas deterritorio poblado harían una sociedad demasiado numero*sa para vivir bajo un gobierno republicano, y seria preci- •so hacer de ella secciones independientes ó exponerla áperder su libertad; y en el grado actual de su poblaciónconstituyan un estado disforme pero lánguido, sin fuerzani acción, semejante á esos monstruos del marque por latorpeza & que los sujeta su criu» volumen son atacadosimpunemente por cualquiera pez.

No puede dudarse al mismo tiempo que todas las cir-cunstancias difiercii.cntrc las Provincias del Alto Perú y

194las de esta república; la ilustración de aquellas no es DÍpuede ser por varias razones igual a la nuestra en muchotiempo; sus costumbres se resienten de aquella debilidadiiihereute & la larga esclavitud de tres siglos; y aun a sulocalidad que las ha tenido privadas del comercio y deltrato de las naciones ilustradas de la Europa: sus prin-cipios en la ciencia social serán exactos pero es induda-ble que careceu de lo eesncial para hacer fructífera suaplicación; tales la experiencia d olorosa, pero saludableque nosotros hemos adquirido en las vicisitudes de quinceaños de independencia. Es pues evidente que las Pro-vincias del Alio,Perú no pueden resistir por ahora unaconstitución tan vigorosa como conviene al carácter y Alas costumbres fuertemente pronunciadas que se recono-cen en los ciudadanos de esta república ; y el legisladorhallaría un obstáculo insuperable en cada paso de su car-rera,-marchando entre desigualdades que no están en elpoder del hombre sino,en el del tiempo nivelar.

Continuará.

f> INSTRUCCIÓN PUBLICA,

£1 clamor contra la indiferencia con que es miradopor el ministerio este poderoso creador de la ilustración¿y de las virtudes sociales, es ya tan general como bienfundado. Hemos hecho las indagaciones convenientespara conocer el estado actual de la Universidad, y deellas ha resultado la identidad de los hechos que \os pa-triólos celosos se han servido comunicarnos en nuestro nú-jnero 14, y los que el Argentino ha observado en su últi-ma emisión: parece increíble que el ministerio de un pue-blo libre pueda ser así indiferente á la triste opinión depoco celoso de la instrucción pública, descuidando lasmedidas capaces de sostener aquel establecimiento en elpie en que se hallaba, ya que no lo fuesen para promoversus adelantamientos.

En viino sería repetir ahora lo que se pierde con eldescgídVcfe aquel ramo, y lo que gana la sociedad cuan-do, es bien atendido: bastara decir, que la ¡ustrucciou

195pública hace de los hombres, ciudadnnos capaces de serlibres, de mantener las instituciones y de ser útiles á supatria y á sus bijos: pero que el abandono 6 el aniquila-miento de aquellos establecimientos hace de los ciuda-danos hombres embrutecidos, y predispuestos a andar to-da la vida de rodillas.

No es tan sensible el que no se creen algunos estable-cimientos que reclama el bien público, cuanto es dolorosoque la negligencia deje destruir los qae se hallaban bieninstituidos. i .

Todos los hechos que antes de ahora se han publicadoacerca del desorden de la Universidad son constantes.Algunas de sus cátedras han estado cefradas durantetodo el presente año: en otras se han dado solo dos lec-ciones; las únicas en que se ha hecho y parece quesohace algo son las de medicina, química é ideología; perolas de jurisprudencia, matemáticas, idiomas, economía.derecho, estudios sagrados y griego no existen. Esto etestar la Universidad en algo mas que en una completadesorganización; es estar absolutamente abandonada.porque no es creíble que á la autoridad le falten arbitrio*para poner remedio á tal desorden. Si como se dice estámalo el edificio, ¿ faltarán en la capital otros que. puedandestinarse a aquel interesante objeto mientras se refar-ciona? ¿Alguno de los templos que están vacíos 6 algu-nas cusas no podrían suplir aquella falta provisoriamentepara que la juventud no sufriese en el curso de sus estu-dios un ataoso tan sensible? Pero c\mal va todavía ma«adelante: hay efectivamente varios alumnos que conclu-yeron su curso en el ano anterior, y todavía* no han con-seguido ser examinados. Ceta falta ?e atribute í. uo ha-ber quien quiera suceder al benemérito rectoi* qrte hafallecido; si esto fuese cierto seria vergonzoso decirlo rnBuenos Aire?.' Lo que si es verdad, ea que aquel empIt-<<es odioso y gravísimo; que no tiene ninguna dotncion se-n,linda, y que es preciso que la tenga: este defecto no e>de los particulares qge pueden encargarse de aqnel des-tinó, sino de la autoridad que do be provea su dotación.y la asombrosa indiferencia que olla mniñficMa sobre

196lodo to relativo a este ramo nos es tanto mas extrañocuanto tenemos el convencimiento de que la creación dela Uuivereidad ha sido cimentada sobre bases bastanteregulares, y que para sostenerla no era necesario gran-des esfuerzos sino aquella protección solícita y constanteque los gobiernos benéficos dedican en los pueblos libresá esta clase de establecimientos.

El Piloto se reserva para hablar con alguna detenciónsobre este establecimiento, cuando el Argos publique elplan de instrucción pública que anunció anteriormente,con el objeto de ver si en él se hallaban algunas ideannuevas después de las muchas que hay escritas sobre elparticular, y que á la verdad pocas han producido en suaplicación los adelantamientos que su método prometía.El mejor sistema que tal vez se ha escrito en el mundo yel mas moderno es el de Mr. Talleyrand : sin embargo, ¿Ino ha conseguido hacer un plan de instrucción públicaperfecto. Pero siendo, como es, indudablemente lo me-jor, el Piloto publicará lo substancial de él en extractos srel Argos tardase en dar á luz el suyo.

REMITIDO.

Sr. Editor.—Es demasiado práctico que la voluntad pre-side los actos de la razón y juicio del hombre; este con-cibe las cosas, aquella las acomoda, y la primera resuel-ve unas veces bien, y otras mal, según el interés ó capa-cidad del que ejerce una atribución exclusiva a todo ra-cional, é indefinidamente absoluta. Este principio incon-cuso relativamente al hombre, es absolutamente en losministros de un gobierno tal como el que se dice Quere-mos establecer restringido por las leyes, que dicta la co-munidad; de ellas resulta que ningún ministro puede ha-cer uso de su voluntad por otro ínteres que el determi-nado en aquellas, ni de su razón para acomodar lo quesu juicio propio le persuade sin que la ley se lo acuerde:de suerte que bien pudiera un ministro delirante aspirara un proyecto mal concebido, y acomodado a un interés,que simulado con apariencias de bien público, solo fuese

197una especulación, y llevando mas al cabo su delirio» se de-cidiese á pla-itilicarlo. De esta naturaleza CUÜCIÍKÍ elsoldado viejo el proyecto del ministro de gobierno, parala habilitación de puerto en la provincia. El es initece-fnrio á un pais que no tiene buques de alta mar, ni lostendrá en muchos tiempos; véase el célebre tratado he-dio por el mismo ministro con la Inglaterra y estas pro-vine i us, en que ni se acuerda que Montevideo tiene puer-tos, y que el Paraguay es un astillero para subvertir á Janavegación de las Provincias Unidas del Sud, cuyas cir-cunstancias harían muy pronto nulo semejante tratado,y Dios quiera que no nos cueste la torta un pan. pero yasabemos la callejuela para salir de compromisos, se rele-va el ministro, y el que le suceda lo d esa ha ce y a otra cosa;sin embargo que ya hemos llevado muchos chascos, y nossucede que deseando mejorar empeorarnos, y después detanto escribir y murmurar, venimos á caer en una deci-sión por contrata, &c. &c. &c. El soldado viejo reclamade la Honorable Sala su profunda meditación en el talproyecto de canal, puerto y dársena, y le presenta elque á su juicio cree mas conforme á los intereses nacio-nales, y á las consideraciones debidas á nuestros aliados,y limítrofes del Rio de la Plata.

Proyecto de habilitación de puerto para la provinciade Buenos JÍires.

Una isla en el banco de la ciudad que deje canal alSud, y Sud Oeste de ella.

Comunicar el riachuelo con él Salado y lagunas inme-diatas a este, para que dando, mas caudal salga mayó**columna de agua por su confluencia con el rio, y la com-presión de estas por aquel estorbo, facilite la limpiezadel fondeadero, y lo mejore. '

Habilitar el puerto de la Ensenada para buques mayo-res : resguardándole con un castillo ó dos, que sería me-jor, y no una batería de cuatro piezas que es ridiculo.

Un muelle frente de la isla que fortificado haga I* dr-(enea del nuerUrv de In riudnd.

Pit.A\ Ifi ' 2

198Una dársena para carga y descarga en lugar que indique

la inmediación del muelle con el edificio necesario pirala aduana y demás oficinas anexas, depósitos &c.

3 TIN MILITAR.Continuará.

REMITIDO.

Sr. Editor del Piloto:—Aunque el curso de derechocivil se dicta en español, y aunque los exámenes corres-pondientes se exhiben en el misino vulgar inteligible idio-ma, el señor presidente de la academia de práctica, mi*rando por la dignidad misteriosa que debe caracterizar laprofesión del abogado, ha resuelto que el examen previo& la incorporación á dicha academia sea én la lengua deCicerón y de memoria.

Algunos mozuelos ignorantes y «studiantillos charlata-nes se han atrevido á criticar acaloradamente esta medi-da* diciendo que valdría mas que los exámenes fuesen enfrancés ó ingles, porque al cabo, asi se daría una pruebade que se conocían idiomas en que estaban originalmenteescritas las mejores obras de jurisprudencia, y aun muybien traducida y esplicada ta instituía, y que sé yo quemultitud de desatinos de este jaez. Tienen todavía elarrojo algunos de ellos de asegurar, y sostener con la ma-yor impavidez que ce tatito mas ridicula semejante resolu-ción, cuanto que el mismo presidente, que la expide nosolo no será capaz de escribir una página en regular la-tín, pero ni aun de entender lo que se halla en el mismoidioma, y se fundan (como si esto pudiera servir de prue-ba) va en la dificultad y poca usanza del latín, y ya en elpoco tiempo que el Señor Presidente, según él mismo, h*empleado en su estudio.

Ésto es intolerable, Sr. Editor del Piloto, y yo esperoque V. reprenderá, como merecen, ft esos mozuelos*Soy de V. UJf POBRE HOMBRE.

199BANDA ORIENTAL

No bay nn espectáculo mas interesante para todos losamigos de la libertad que el de ver 6 un pueblo esclavi-zado romper eñ un momento los lazos de la opresión yarmarse para combatir á sus tiranos sin considerar la des-igualdad de sus fuerzas sino el impulso irresistible de supatriotismo. Un pueblo que posee tales virtudes bienmerece ciertamente ser libre y ayudado por los libres ensu empresa. La revolución del pueblo oriental, tan he-roica por sus circunstancias cuanto es indigna y vil lausurpación del extrangero que lo oprime, es capaz de in-flamar de entusiasmo á todos los hombres que no tenganun interés en su ruina; y es indudable que á dondequie-ra que llegue el conocimiento de este suceso político, loshombres que aman la libertad, y todos los papeles públi-cos responderán con Jos sentimientos de la admiración ydel entusiasmo yy acaso, también con los del asombro deque una empresa tan gloriosa, tan justa y altamente na-cional aparezca después de cinco meses fiada aun á losaccidentes del heroísmo de los oprimidos orientales, y noal impulso directo del gobierno de la república, sean cua-les fueren las razones desconocidas en que se funde lapolítica del ministerio, y sobre la cual ya no pareceprudente importunar; ella aparecerá á su tiempo, y en-tonces la opinión la hará la justicia que se merezca, y elPiloto, sin retractarse de la suya, no le rehusará sus ala-banzas ó su censura conforme el resultado.

Entre tanto, los orientales siguen manteniendo la cam-pana contra todas las fuerzas del imperio, y dando fun-dadas esperanzas de que triunfarán y harán del triunfoel buen uso que la experiencia les ha enseñado, y de locual es preciso decir en honor suyo, que ban dadoya bastantes pruebas desde los primeros momentos de suempresa. Acaso no hay ejemplo de que se haya verifi-cado en ningún pueblo una reunión momentánea de hom-bres armados por el patriotismo, como los orientales, queno abusasen poco o mucho de las circunstancias; ni quemas pronto se hayan aubordiuado como ellos a las regina

200que dicta la prudencia y la modcradion: El General La-valija, en medio del coiífliclo de sus primeros pasos, enmedio de todas las incertidumbres y las dificultades desu situación, ha tenido el incomparable mérito de mante-ner, cuatro meses antes de organizarse las autoridades,y.antes de poder establecer reglas de disciplina, una masade tres mil hombres, llamados á la defensa de la patriade lodos los puntos del territorio, en un orden tal, y conun respeto á las personas y propiedades del vecindarioque no pudiera]observarse mayor bajo las mas sólidas ins-tituciones. No hay constancia de que se haya cometidoun solo acto de arbitrariedad por las tropas de sus divi-siones contra los intereses ni contra la seguridad de loshabitantes, sin exclusión de los brasileros pacíficos esta-blecidos en la campaña: ellos han merecido por el con*írario una protección especial; y tenemos la satisfacciónde saber que los mismos enemigos dan el testimonio mashonroso para el General Lavalleja de su comportacion yde su zelo por conservar el orden aun en los momento-que cstexarecía de reglas.

PRISIONES.

De todo cuanto se ha dicho y puede decirse acerca dt;los abusos que han introducido la ignorancia y la feroci-dad en estas casas, nada es tan chocante, nada mas ca-paz de excitar el clamor de la humanidad como el bár-baro método de encerrar con los delincuentes al hombreacusado con presunciones de resultar inocente. La si-tuación moral de este individuo debe ser la de li deses-peración. ¡Inocente, y tratado como.criminal! ¡ como esposible que un hombre en tal estado deje de tener mo-mentos de despecho ni verse forzado como el mas vil .1beber en su misma copa lentamente loda la amargura quese encierra en nuestras cárceles ! Consideremos al hom-bre inocente' acusado, esperando por Mistantes que suproceso se entable; pero que el estado deja administra-ción, y mil otras circunstancia? dilatan una porción detiempo antes uVI juicio. c* No t;s evidente que este hpin

201bre debe sufrir una nueva irritación en cada utrero ins-tante que te retarde la bora de declararse sa inocencia?¿ Y no lo es *l que un largo intervalo es capas de desva-necer en él toda la esperanza que lo animaba i soportara<|tiel indigno tratamiento qoe recibe?

Es inconcebible como los encargados de la administra,cío» de los pueblos, indiferentes al clamor de la razón yInjusticia, ito hagan en obsequio de la faomauidad aque-llo al meno* que eslá en sus facultades sin perjuicio dela» leyes; muy particularmente donde ellas están en elmayor desorden y confusión imaginable, y que todo ha-yan de esperarlo de la reforma general de la legislación.; Que le cuesta ¿ la autoridad ordenar, mi en Iras no lleganqucj caso, el que los acusados senn tratados con la ma-yor consideración posible, hasta donde ella pueda serconciliable con su seguridad ? ¿ Por que ha de consentir(|uo se le hnga sufrir una pena que la ley no le ha apli-cado todavía? Si la prisión es para el culpable un .casti-go, ¿ por que hacer participar'de él al inocente encer-rándolo indistintamente con el primero? ¿Hay acasopara este hombre alguna compensación de los males quese le hnn hecho sufrir luego que se declara su inocencia ?No, sino la de aconsejarle que tenga paciencia hasta quese reformen todos los ramos de la administración de justi-cia. • Continurá.

ASAMBLEA DE PAMAMA.

£1 Argos ha redactado en tres números la alocucióncon que el Sr. Gómez ha fundado el dictamen de la co-misión del Congreso sobre el proyecto presentado por elPoder Ejecutivo. Después de lo que aquel elocuenteorador ha dicho seria por demás que el Piloto cumpliesesu compromiso. £1 se remite al discurso del orador so-bre un asunto en que no podría decir mas, ni tatito.

REMITIDO.

De valde la policía ha mandado que se prive $ los mu-chachos el juego de la paodorg* para que 119 rompan las

Icios f no eocfcdan otras desgracias. Todas las semanassin embargo eale dos Teces a volar ana de papel de es-traza con* ODA cola por delante que si no rompe las tejas,es capaz de romper los oídos de una estatua (A) ¡Qoehacen los zeladore*, senos-! ¡ Asi se gana la plata! Señoreditor, suplico a Vd. que inserte este articolo en su N.° 16par» ver eí llegando A noticia de la policía aquel aboso,hace cumplir con lo que está mandado.—Un J&i&tar.

COMUNICADO.—TEJITBQ.

El huérfano de ¡a China, tragedia en cinco actos—Estatt -redia es de las mas distinguidas del insigne Voltaire:et> i., aquellas piezas de que sin valerse del amor comoagente principal, interesan y conmueven; y en esto, y,sobre todo, en la posición y peligros del niño, tiene algode común con la Italia de Kaciui.—Pero el mérito delhuérfano de la China, aparece en las tablas infinitamentemenor, a cnusa de la pésima t; aducción de D. TomasIriarle.—Parece que el autor de un poema, y de fábulasexcelentes, no había nacido para traducir piezas dramá-ticas. En varías traducciones que hay de él, pe encuen-tran unas faltas de lenguage, una inexactitud, una frialdadimperdonables—Daré algunas muestras:

Ce peut-il qu'-cn ce tempsdedeeolation,en se jour de cama ge et de destruclion,qunhd ce palais sauglant ouvert a defl Tartanes,tambe avec lyunivers sous ees peuples barbares,dans cet amas affreux &c '

Traducción de Iriarte.En el día infeliz de nuestra ruina,

dia de mortandad, dia de estragos,cuando á feroces Tártaros expuesto,este palacio, que la sangre riega,al dominio de bárbaros se entregacomo el resto del orbe: en el conjunto &C.

He bien: dia de mortandad, dia de estragos, ¿ es verso ó

(A) No se nombra á los niños que la juegan para que nadiesepa de quien se habla.

203liremo* de la hermosa expresión de tom-

at>ec Ptmiver*, esto es, se desploma con el universo, mu-dada en se entrega wmo d redo dd orbe?

En otra parte se lee:Mais d'un plus grand desastre on nous roeoace encoré»

On pretend que ce roí des fiera enfants du mort,Gengís-Kan, que le ciel envoya pour detntiré»doot les seule lieütenants oppriment cet empire &c

Traducción de Iriarte.Pero ¡ ah! que todavía nos espera

mayor adversidad. Dicen que Gengis,que para estrago nuestro crió el culo,rey de esa cruel nación, bija del Norte,a cuyos generales nos rendimos &rc.

El verso que para estrago nuestro crió ti ciclo, no solo esprosaico* sino que envuelve una idea equivoca y absurda;pues por la mala colocación del pronombre que, pareceque el criador del cielo fuese Gcngia-^í cuyos generalesnos rendimos, no expresa la idea del autor; pues que estaes ensalzar el gran poder de Gengis, en el hecho de quesolo sus generales bastaron a destruir el imperio chino.

No doy mas muestras por no cansar ¡ pero estoy ciertode que cotejada cualquier parte de la traducción con eloriginal, se verá cuanto dista aquella del fuego y digni-dad de este. - Continuará

VARIEDADES.

* El Piloto ha recibido el Bosquejo de la Sociedad deLondres sobré la Reforma de (parceles con que se ha ser-vido obsequiarlo el cavallero que se subscribe Un Amigodel Pais. El Piloto lo agradece, y no duda que la autori-dad del pais procurara poner en práctica aquellas pro-posiciones dictadas por la moral y la filantropía,

EL PILOTO,

Al anunciar en BU número 11 por una nota al remitido"obre Teatro qné no rehusaba sus páginas ft ninguna co.

204tDutiicacíon qne vihiese garantida, DO tuvo por objeto cho-car de manera alguna al escritor que no había queridodarle lugar en su periódico; solo sí anunciar un ofreci-miento al público que no había hecho por olvido.

No puso limites a los términos de los escritos remiti-dos; no porque pueda parecerle bien que por su con-ducto fe fulminen personalidades, sino porque hay unaconveniencia pública en que aquel ofrecimiento sea ili-mitado, y aaí se hace en todos los países donde la liber-tad de escribir es sólidamente practica. El ciudadanoque se halla afectado de algún, resentimiento, y buscadesahogo por la prensa, al dirigirse á un periódico, tem-pla en gran parte la causticidad de sus expresiones, yapor la desconfianza de que sean recibidas, y ya tambiénponqué siempre guarda alguna consideración al que fran-camente le ofrece sus páginas. Al mismo tiempo el in-lérvnlo que corre hasta el dia del periódico deja lugar áln reflexión, y muchas veces una insinuación oportuna deleditor, basta para que renuncie á la publicación del re-mitido; ñero si este arbitrio se le cierra, entonces sobreel agravió vá en derechura á la imprenta, y á costa desu dinero vierte en el papel sin consideracion-alguna todoel veneno de que está animado, y este es un mal mascierto que el de permitirle escribir en un periódico. Loque 110 es bueno es permitir á unos el ataque, y privar áotros la defensa.

ERRATAS.

Púg. Lín. Dice. Léase.19Ó 9 desesperación indignación" 34 auto tanto

191 32 rescindirse rescindirse arbitrariamente195 28 ataoso atraso

IMPHEm\i DE HALLET.

2L PIL.BUENOS AYRES:

No. 17-^IUEVES, 29 DE SEPTIEMBRE PE 1823.—TOM. !.Martnrtmm ta mea, jr emeemaremto» el peligro retmneiéo é caria

REPÚBLICA PERUANA.

En el periódico Soldd Cuzca, Mo. 27, se ballaregistredoel siguiente

AVISO OFICIAL.** Estoy autorizado para desmentir la* calumnias con-

tenidas en los diarios de Buenos Aires, el Nacional del 14de Abril y el Argos del Sábado 1Ü del mismo mes de esteaflo.

"El Libertador jamas ha recibida directa ó indirecta-mente ninguna propuesta dé Buenos Aires ó de otra par-te relativa a formar un solo gobierno de toda la América.El Libertador sí, ha sido instado oficialmente por los go-biernos de Méjico, Guatemcla y Colombia para que se ace-lere la celebración del congreso general de los america-nos que ya debe estar reunido en el istmo de Panamá.Cuzco, a 4 de Julio de 1825.—ESTENOS, secretario ge-neral interino."

A continuación de este artículo, el editor del Soly en undiscurso lleno, & la verdad, de la mas fuerte acrimonia,descarga una tempestad tan furiosa sobre el Argos, y so-bre el Nacional, que por cierto no le bastaran A aquel loscien ojos para leerla, y bien valia la pena de que este re-sucitase para ver como PUS ceniza* son tratadas allá don-de yacen las del yuca. Pero el Piloto, que se peleó con¿I en la vida, ahora honrara su memoria en la muerte.

til sol dei Cuzco ha pasado excesivamente los limites dela moderación al impugnar al Nacional, y se ha quedadomuy adentro de la línea de la ilustración del día al con-vertir en causa de una pluralidad la que nunca puede serpino de un escritor, puesto que su opinión ó BUS QO ti OÍ as

206liara" **ido.equivocadas. El Nacional no era mercenariocomo inju*tameiite lo Iratá el escritor del Cuzco, ni aquíen Buenos Aire», donde la verdadera libertad de escribiren practica, donde cada cual publica su opinión como masle acomoda, se sorprende nadie al leerla, por extraña queella sea, ni se supone jamas que la pluma de un,escritor»e.i precisamente el órgano de la opinión de la mayori-dad. Si la cuestión del Sol del Cuzco es con dos escri-tores de Buenos Aire*, ¿ft qué separarse de ella para hacerun ataque general? y ¿a q»é viene protestar en un dis-curso muchos deseo» de estrechar las relaciones de amis-tad y en otro llenarnos á todos de improperios ? ¿Quién leha dicho ni Sol del Cuzco que en Buenos Aires rueda lamanzana de Id discordia en vez del árbol de la libertad, nique necesitamos de los consejos particulares que se adelanta& damos para que ñus constituyamos ? Se conoce que elautor del Sol no tiene bastante práctica en la instituciónde que ahora empieza 6 hacer uso, ó que, si la ha tenidote desentiende de ella por el placer de dar vuelo á lasfuertes preocupaciones que esláu resaltando en cada ras-go de su. pluma.

Si nosotros pudiésemos leer sus discursos con ojos tanprevenidos como ¿I tenia sin dud.i los suyos al formarlos; sihubiésemos de juzgar de su papel con la extensión que ¿Ih¡i juagado el del Nacional y el Argos, y lo considerásemosórgano íiel de las miras del Libertador por las opinionesque vierte respectó al modo de constituirse las provin-cias argentinas, seguramente podrían alarmarnos algunacosa los periodos que vamos á transcribir de sus consejos;pero sabemos loque vale la opinión de un escritor entrehombres ilustrados, y, calculamos por esto lo que puedenvaler las del Sol del Cuzco cerca del Libertador Bolívar,que ha hecho su carrera entre el humi de la pólvora y noentre el de tos, inciensos que aquel editor consuma.

*• El ¿>W del Cuzco en el mismo núm. 27, reflexionando sobrela legación que hatdo cerca del Libertador ; dice. ¿ Habrá quiend i t al Libertador Bolivur un poder casi irresistible

l bl f lp

pura ganarse los pueblos, sofocar la anarquía, y poner áriiya las dciü.isius de los díscolos ? Para uo ir ú tiempos

207mas lejanos hable el Perú, y digan cuantos hombres sen-satos le habitan que sucedería hoy sino fuese por la espa-da y consejo de Bolívar? La tranquilidad, precursorasiempre de ta abundancia y la ventura, rey na en este país,que *in aquel sufriría por mucho tiempo los furores de laanarquía. Quien niegue estas verdades será porque deso-yendo la razón, escucha solo los gritos de sus pasionesvenenosas, ó antepone su engrandecimiento y orgullo albien estar de sus conciudadanos.

Lejos estamos de acriminar á nadie en particular, perottuben todos que después de mil desastres no se halla aunconstituido en las Provincias del Rio de la Plata un go-bierno á quien (odas obedezcan. Tal estado no puedellamarse nación, ni los hombres sabios y patriotas que locomponen creemos dejarán de trabajar por formarle so-bre bases estables. Sabemos no somos capaces de pene*trar, ni los secretos de los gobiernos, ni las miras del Li-bertador ; y asi al dar nuestra opinión sobre la futura suer-te de las provincias que compusieron, el antiguo vireiuatoHe Buenos Aires, ha de mirársenos solo corno los amigosdel país. En las aras de la patria deben »acri6carse todaslas pretcnsiones parciales, todos los prestigios, y todos losrcnscnliniiehtQs; cuando el bien común hable, las pasio-nes enmudecen. Tengan á la vista estas verdades los di-putados de los congresos de Buenos Aires y Chuquisaca,y harán el bien de sus comitentes; y este bien no podránconseguirlo sin constituirse sólidameule, sin formar un es-tado libre de vaivenes y aspiraciones ambicionas. ¿Y co-mo podrá conseguirse taugrandioso objeto? Nosotros lodecimos con toda la efusión de nuestro corazón: buscandouno y otro congreso por mediador de la suerte del país al Liber-tador Bolívar. No vemos otro camino en circunstanciastan espinosas. El Libertador posee, y nadie le disputa eldon de gobernar, el acierto en las resoluciones, y un en-canto mágico para atraer en rededor de tú los hombres alparecer inconciliables. Su voz be hace oír sin ser inter-pretada cuando habla como gobernante, y sus resolucionescomo llevan siempre el carácter de la justicia son obede*cidas con la celeridad del royo. ¿Sou precisas esta» cali-

208dados en e\ homhre que haya de constituir Bas provinciasde que hablamos.' Hace días que sus necesidades lo de.mandan en vano, y cuando la suerte se lo prepara, desa-cordados andarán sus representantes en no agarrar, como.

. »e díce * ulgarroente, la ocasión por bs cabellos. De Bo con-trario (; quiera el cielo sean fabos nuestros pronósticos!)De lo contrario las disenciones civiles seguirán corriendode provincia en provincia, y el país destinado por Ba na-turaleza á ser uno de los roas grandes de este hemisferio,por largos ano* arrastrará la cadena de los infortunios.Cese, cene ese clamoreo infundado de que Bolívar tienetales ó cuales pretensiones. Las pretensiones que Bolívarha demostrado tenor son las de marchar ala par del siglo,y caminar de frente al templo de la libertad de'que siem-pre Un sitio celoso adorador. El que crea otra cosa ignoracuanto ha hecho el héroe, y no sabe de lo que es ca-paz."

Después de leer estos consejos del Sol del Cuzco, nadatenemos pin embargo que decir á su autor sino que puedeseguir escribiendo todos los que le parezcan buenos enBU opinión, sin recelo de que lo insultemos cuando no loscreamos necesarios.

BANDA ORIENTAL.

Un cuerpo de caballería de 1500 hombres ha marcha-do como una legua fuera de Montevideo, y allí se hanacampado. El general Lecor queda todavía en la plaza.

I M P O R T A N T E .Articulo de carta de un individuo al lado del General Bolívar,

á un sugeto en esta ciudad.

La Paz, Agosto 21 de 1825-" El general Bol i va r espera diariamente los Diputados

de Buenos Aires. En el acto piensa marchar con su ejér-cito a libertar la Provincia Oriental: ha dado nuevas ór-denes para reclutar 20,000 hombres, armarlos, y unifor-narlos, y todo queda aprontándose,"

PROVINCIA DE CORDOVA

PROCLAMA.SOLDADOS s—\. Cuando o» anuncié legalmente instalado el Soberano

Congreso Nacional, disteis el virtuoso ejemplo de recono-cimiento, y obediencia entre aclamaciones y salvas. Hi-cisteis lo que debíais; y al dirigiros ahora la palabra, yome propongo excitar vuestras virtudes marciales para quehagáis lo que debéis. Un lusitano titulado, emperadoroprime á una de las mas preciosas provincias de la unión:insulta el pabellón nacional y amenaza la línea de nues-tro territorio. ¿ Cual de vosotros al oír tan irritante in-sulto, no corre á tomar sus armas, en defensa de los dere-chos nocionales ? Ved allí el deber sagrado que exigede vuestro patriotismo ni Soberano Congreso General, élestá encargado de nuestra defensa y de nuestro honor:no intenta provocar ft la guerra: pero sí escarmentar al'tirano usurpador, si tuviese la osadía de atacarnos.

SOLDADOS :—Después de tan largo tiempo de descanso,vais á entrar de nuevo en la carrera que tantas veces osllenó de gloria en los campos de Marte. Que nunca osfalten esas virtudes guerreras que hicieron tan elevadosvuestros servicios, la subordinación y el cora ge. Por lodemás el Supremo Gobierno Nacional proveerá de unmodo justo a todas vuestras necesidades; seréis vestidos,equipados y mantenidos abundantemente; vuestrps suel-dos serán satisfechos con puntualidad y exactitud, y losservicios que hiciereis á la patria, serán premiadlos envosotros, en vuestras muge res, y en vuestros hijos.

SOLDADOS :—Cuando algo os prometí, jamas os engañé,y ahora os garantizo estas ofertas con mi palabra de ho-nor, y la mano sobre mi espada.

JUAN BAUTISTA BUSTOS.

ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA.

Los graves defectos de la. administración de justiciaen nuestro paie son inherentes a la legislación, y también

210á IÍI magistratura. Sobre lo primero no hay por ahoraotro recurro que el de resignarse con la esperanza deuna reforma que por mas que la necesidad clame porelfo, no es sin embargo trabajo que puede hacerse de ungolpe, sitio con mucha circunspección; macha lentitud yprudencia. Es nuestra legislación un edificio monstruosocompuesto de mil materia* diferente», f in regularidad, yque «*e está apiolando bajo el petto de una porción desiglos de ignorancia; pero al fin es mi edificio delante delcu.W el hombre común *e inclina con una santa preocu-

1 pación, y que el filósofo mismo está obligado á contemplarcon respeto. Su reforma PB indispensable, pero esjusla-monte en su» cimientos donde esta la mayor dificultad—

Ícuando el tiempo y la ilustración allane esta, el legis-

idor ontonces tiene aun que ir subiendo paso á paso porentre la escabrosidad de todos los intereses humanos, veeitn no es obra que deba precipitarse.

So lia hablado por algunos de nuestros coescritores so-bre la conveniencia de establecer en el país el juicio porjurados. ¿ Qué cosa puede haber mas deseable? ni cualpodrá ser el genio capaz de inventar en mucho tiempoun sistema de justicia criminal que mas confianza inspireal inocente ni infunda mas respeto al culpable? pero eljury es necesario conocerlo, y generalizar su conocimien-to; es» preciso que las instituciones le preparen ante» to-do el lugar que necesita para que puedan ser oostenidas'sus reglas en la práctica, y que la ilustración, perfec-cionando las costumbres forme en los ciudadanos ciertaindependencia de los intereses particulares que no le sir-van de obstáculo para consagrarse á los intereses públi-

. ros. La existencia de estas dificultades es cierta; perotambién lo es el que los males no deben abandonarse sinla aplicación del remedio posible. La práctica del ju i-cio por jurados es casi desconocida de la generalidaden nuestro pais, y el primer paso debería ser, en concep-to del Piloto, difundir el conocimiento de su sistema entretodas las clases. Con este fin, sin duda, es que Un Ciu-dadano anunció, en nuestro nú mero. 9, publicar una traduc-ción regular del Coítu sobre la aun in i atrae ion de justicia

211criminal en Inglaterra; pero «abemos coa pesar quesoempresa uo bailó en el público la protección que mereceel interesante fio que se ha propuesto. **"

PROCLAMA

Del General del ejército tabre el Uruguay á

del Euirt-Rios.

CIUDADANOS:—La República envía un ejército a vuestro territorio; aun

los sabios se fatigan para uniformar las instilucione*,y ya aparece entre nosotros el simulacro de la uni-dad nacional!—Yo os felicito, porque la suerte sena-la hoy a vuestra provincia como la vanguardia de lanación.

ENTRE*RIANOS :— \El ejército de la república, provisto de todo, lleno de

recursos, tiene por divisa el orden y el respeto á las leyes ;no es su destino atormentar, sino defender, la I ierra y vues-tro reposo: sus armas no ofenderán sino á los enemigos,de la nación : é su voz, todos a la vez marcharemos á don-de nos llame el honor, cuyas sendas os son harto conoci-das.—Villa del Paraná, 14 de Septiembre de 1826.

M. RODRÍGUEZ.

COMUNICADO.—TEATRO.

El Triunfo de la Filosofía, comedia en tres acto*.—Mien-tras que el asunto y lenguaje de una composición hablenal oído y al corazón, no podía menos que interesar. Ebtosucede con el Triunfo de la Filosofía, que, ndemas, tieneuna intriga tan bien combinada como desenvuelta. Noobstante, adolece de un defecto, que es inevitable en ar-gumentos de esta clase—presenta un espectáculo seduc-tor. •* Una falla grande, #» verdad, pera reparable por el hime-neo" se repite mucho en la pieza; y yo repilo lo que dije

212á este respecto hablando de CeaHajf Dona*. Nada diréi»obre si el sacar á las tablas ana criatura de pechos sea unbuen medio ó resorte; pero sí, diré qoe hasta ahora le hevisto usado, y que lo que él produce en esta comedia essolo el distraer la atención y hacer perder, con la risa delos espectadores, la escena mas interesante que ella tiene.Es de notarse, ademas, que el título no corresponde alasunto. Cl perdón que el buen Simón otorga á su hijacriminal no es un triunfo de la JUosofia. Si se me dice queesa filosofía es la de Gemer, me callaré la boca: pero yoestaba creyendo que meras reflexiones, como las que Ge-mer hace & Símon, y reflexiones tan naturales que cual-quiera la* hará sin ser filósofo, no son filosofía, 6 pesar delas muchas acepciones de esta voz. Agregúese que esasreflexiones solo contribuyen, son un medio, j no la causa deque Simón perdone, sin que este jamas se muestre filóso-fo. Üe lo que nace verdaderamente el perdón, es delenternecimiento de Simón, de la naturaleza, y nada mas: élperdona, no por ser filósofo, ni por mero convencimiento,bino por ser padre; y véase aquí como el tal perdón, deque ha totnado su nombre la pieza, lejos de ser un triunfode la filosofía, solo es el triunfo de los sentimientos pater-nales sobre los principios de una austera virtud.

Oesormes y CumenNna, comedia en cinco actos.—Todoslos rasgos que caracterizan esta composición, la naturale-za y conducción de la intriga, y aun los incidentes mismos,la colocan fuera de la esfera de la verdadera comedia.Prescindiendo de algunas impropiedades, como la de queel padre de Desormes no conozca á este, ni sospeche si-quiera, cuando Desormes conoce á su padre, apenas esteabre Itís labios, y cuando esa mudanza de facfioncs debiónaturalmente haber sucedido en ambos; y como laquedespués de los extremos que hace el padre de Clementina,porque ya se lemuere, se vea salir & esta incontinenti muyviva, y muy por BUS pies, prescindiendo de todo esto, re-pito, es (a pieza es un drama excelente, en que reina lasensibilidad, y la viveza y fina pintura de los afectos, uni-da á escenas tiernas y. delicadas.—Las mejores, en miopinión, son la del encuentro y descubrimiento de Desor-

113ITICS con PU padre, en la que los señores-Culebras5 y Ve-Inrde nada dejaron que desear, y la del robo que haceSaint—Alme. Esta especialmente no solo es original, sinoque también está manejada con tal 'arte, que, al tiempomismo que viene á ser de grandes resultados, tanto inó-ralo*, como trascendentales á ¡a conducción de la ímriiju,evita e\ odioso que debería recaer sobre Saint-'Aluir;obligando así al espectador á compadecer á este, lejos deaborrecerle, como de otro modo sería natural—Esta belle-za es tanto mayor cuanto que salva un defecto, que, sinella, sería imperdonable: esto es; el teatro no es para re-presentar acciones viles y hojas, y un robo lo es ciertamente;pero el tino con que se ha conducido el autor, no solo haquitado al robo ese carácter, sino que le ha dado un as-pecto imponente y atractivo. Así es como el arte sabetirar un velo delicado sobre los mas torpes errores delgenio.—»#.

INGLATERRA.

El 6 de Julio, el parlamento imperial del reyno unidofiló pro rogad o por una comisión en nombre del rey.

Del Courier de Londres del 6 de Julio de 1825.El Sr. Secretario Canning manifestó, que sentía no ha-

ber estado en la sala cuando un honorable miembro(Mr. A. Bariug) propuso una cuestión con respecto alenviado de Buenos Aires. A fin de que el honorable miem-bro pudiese oír la respuesta, el Sr. Canning manifestó queél aludía al asunto de aquella noche, y que sentia el ob-servar que el honorable miembro no se hallase en aquelmomento en su,lugar. La cuestión que se propuso fue¿porqué un caballero que ha sido nombrado como en-viado de Buenos Aires á este pais no ha sido presentadoíi S. IV].? Y ladcducciou que se hizo de esta circunstanciafue una injuria que difícilmente podia haberse esperadoaun de una persona que ignorase los hechos :-& saber quetal conducta debia atribuirse á la intervención de algunospoderes europeos. El comenzó por negar directamenteaquella suposición.—Ninguna intervención de ninguna

PiLXÍo. 17, 2

214clase lian tenido, ni han podido tener esos poderes paraarreglar la conduela de este país en lo que dice ordenarJo* e.-l;»dow de América. Bit cuanto á la cuestión de hecho,cae caballero no ha tenido las credenciales necesarias,que autoricen a U» oficiales de la corona para introducirloa .S. M., porgue aunque puedan f-er suficientes para intro-ducirlo i*» la corte de Francia nosotros pretenJemos elpritilrgto de tener un ministro entero en nuestra corte.Que él (el Sr. Caiining) sabia que había sectas de gentesque d''fiim que los nuevos estados no debían establecerseen el pió de los antiguo*, sino en otro mejor y. mas venta-joso.—Sin embargo duiulc los estados puedan llegarámirar en la comunidad de las naciones ¿I aconsejaría al.i corona de Inglaterra que exigiera de ellos las mismaspráctica*, y lu* mismas .etiqueta*, que de las mas antiguas,*}c lúa fijas despóticas, y de las mas bien establecidas moti irquías de Europa. A menos que tal conducta fuese pun{•mímente observada, era absolutamente imposible quefuesen aJmilidos al minino rango que los ministros que es-inban rcvcaliJos con los símbolos convenientes de auto-ridad. '

Cuando tuvo lugar la negociación entre este pais y losK-tados de Sud América, era agradable esperar que eílosadlieriríanálas formas, usos, costumbres y ceremonias queestaban establecidas para reglar nuestras relaciones conotras naciones. Que ¿I (el Sr. Can ni no;) hubiera deseadoque el honorable caballero hubiese aludido á otra tran-sacción unida con este asunto -• tal es el que en los prime-ros periodos de nuestra conexión con esos Estados, un ca-ballero que es un socio en una casa de comercio en Ingla-terra, haya sido nombrado en ella cónsul general por unode los Estado-, y haya pretendido entrar en este oficio yejecutar su comisión, y aunque el reconocimiento no ha-bia tenido lugar entonce?, el caballero, que es altamenterespetable, hubiere deseado entrar en la discusión de im-portantes transacciones políticas. Que él (Mr. Canning)rehusó positivamente oírlo y volverlo a ver con aquel ca-rácter. Todo pais tiene el derecho de rehusar recibir elCónsul que nosotros hubiésemos nombrado, y nosotros

215teníamos derecho para tomar uñ alto tono con respecto ft sosagentes diplomáticos. LA sala no necesita que se diga quenuestras relacionen con estos nuevos estados tenían una masgrande parte de regulaciones de comercio que de políti-ca ; que cuando se consideró cuantías fluctuaciones habíanoccurrido en estas regulaciones, no fue ninguna ofensa algobierno de Buenos Aires que él hubiere declarado queningún ministro británico se empeñase personalmente enasociaciones mercantiles; precaución que pareció necesa-ria para asegurar l.i reputación del gobierno: que él ha-bía en consecuencia escrito al Encargado de Negocios,que una tal práctica no sería permitida. Que había inti-mado también á todos los Agentes de S. M. en aquellaspartes, que no se empeñasen en ningunas transaccionesmercantiles, y que cuando se tuviere razón de creer quese hubiesen empeñado en ellas, serian llamados inmedia-,lamente. Que ellos habían sido igualmente prohibidos derecibir de ninguno de los nuevos estados ningún favor, nipara si, ni para otros.

REMITIDO.

Sr. Editor.—Continuando el plan.presentado en su nú-mero 1G sobre habilitación de puerto de la provincia se-ría muy fácil demostrar que él es absolutamente mejorque el del señor ministro de gobierno puerto á la consi-deración de la Sala, pero respetando como es regular lostalentos de este caballero, el militar se reserva las expla-naciones del suyo, para darlas al público tan luego quenparezcan las otras, ó la Sala demuestre en sus discusio-nes si lo adopta ó desecha;, lo demás, señor editor, secreería un deseo de prevenir él juicio de la Sala, y denuestros amigos; nada de eso, y si, el que por una com-

1 paracion juiciosa, profunda é ilustrada se decida cuál de" ambos abraza objetos mas genérale?, mas necesarios á lo

presente y,futuro; de recíproca utilidad entre los estadosindependiente^ y de estos con los eslrangeros: de rigo-rosa necesidad & los* primeros para garantir sus derechos,y libertad; y finalmente mas nacional, robusteciendo la po-

lírica, ese quinto elemento de los gobiernos ilustrado» quedisponiendo fielmente los de la naturaleza, les subordinaen beneficio del hombre. No se crea por esto que el mi-litar buye del compromiso en que parece le ha estableci-do la publicación de su proyecto, porque no siendo mi-nistro, ni representante, está fuera del caso, ni sería pru-dente anticiparse para que le llamasen, como es costum-bre, alevoso, opositor del ministerio, personal, anarquiza,¿ce. fcc. SLC. ^ %

Cede pues el militar un puesto ocupado del señor mi-nistro mucho antes: si por la esplauacion del suyo, nodeja lugar al del que subscribe, DOS declararemos venci-dos, sin medir nuestras armas; pero en caso contrario,saldrá al frente el militar y se batirá del modo quepueda, aun con armas desiguales. Si, Sr. Piloto, desi-guales, porque lo son las de un militor aisladamente,con relación á un ministro universal que por la naturalezade sus encargos, principes de nuestra administración,también subordina al de la guerra'. V aquí tiene Vd. unincidente, que me precisa a vertir una opinión tal vezoriginal, ¿ creerá Vd. que me parece innecesario tal mi-nisterio de guerra ? Pues si señor; desearía que algunome probase lo contrario, porque á mi juicio es de purarutina el que nuestros gobiernos lo tengan, al menos yono daría mas que un ministro general con los departamen-tos necesarios & gobierno, guerra y hacienda. En fin estoes tal vez otro motivo para que me traten de reformador,extirpador, anarquista; pero digan lo que quieran j o lohe dicho ya, y lo repito, es innecesario tal ministro deguerra, ni debe haber mas que un ministro general; yvolviendo al propósito concluiré, para tomarlo en la opor-tunidad que se ofrezca, y se dejó indicada, esperando queno sea predicar en desierto, y como indebidamente suce-de, á los que sin ser negros, salimos del sermón, con lacabeza caliente, y los pies fríos. Se repite de Vd. afectí-simo. EL MILITAR.

IMPRENTA D£ UAIXET.

T~