Reutilización de aguas residuales en el riego de campos de golf: aspectos económicos
(Versión provisional) Autores: Miquel Salgot, Amelia Díaz, Gerda Priestley, Montserrat Folch, M. Mar Doménech Persona de contacto: Amelia Díaz ([email protected]) Departamento: Economía Pública, Economía Política y Economía Española Universidad: Universidad de Barcelona Área Temática: Economía del Agua
Resumen: El deporte del golf ha sido el motor del desarrollo en algunas regiones y su implantación ha contribuido al desarrollo del turismo en varias de ellas, no sólo por sus indudables beneficios económicos sino por su efecto desestacionalizador sobre la demanda. Sin embargo, en España este deporte ha sido fuertemente contestado por diversos grupos de opinión en base a consideraciones ecológicas, de consumo de agua y de planteamientos de clase. En consecuencia -y dada su importancia económica- es esencial analizar su verdadero impacto económico y, en especial, su relación con los recursos hídricos. De hecho, en los lugares con escasez de recursos hídricos hace tiempo que se ha recurrido al uso del agua residual regenerada para el riego de los campos e instalaciones anexas. Aún deben estudiarse en detalle tanto la implantación de sistemas de regeneración y reutilización de aguas residuales, como los procesos de sustitución de recursos convencionales por agua regenerada y los costes de gestión del “sistema golf” –campo y anexos- regado con agua residual. Aparte de las consideraciones precedentes, la legislación existente requiere una analítica detallada y compleja, difícil de interpretar. También debe estudiarse el coste de la aplicación de los sistemas de seguridad de la reutilización. Para los desarrollos indicados se requiere aplicar un análisis económico que vaya más allá de los costes y beneficios privados y ponga el énfasis en los costes y beneficios sociales. Palabras Clave: golf, impacto económico, análisis coste-beneficio, recursos hídricos,
reutilización de agua residual Clasificación JEL: Q25; H7
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1. Introducción
Un campo de golf es aquel espacio físico que, mediante su adecuada ordenación,
planificación y gestión, permite el desarrollo de tal deporte y que incluye forzosamente
la presencia de ciertas extensiones de hierba bien cuidada e incluso de césped de gran
calidad.
En España y Portugal el golf tuvo sus orígenes en la segunda década del siglo XX,
cuando se fundaron los primeros clubes. En 1932, se creó la Federación de Clubes de
Golf de España; sus funciones se fijaron en el establecimiento de las reglas de juego y
en la promoción de dicho deporte. Seguidamente, en el período de la Guerra Civil y la
Post-Guerra, el crecimiento de este deporte en España se detuvo para volver a
incrementarse hacia finales de la década de los 1940. En los años 50 se produjo un
punto de inflexión: los clubes empezaron a funcionar de forma más organizada y
coordinada gracias al trabajo realizado por la Federación. En la década de los 70 y 80 se
produjo un salto cualitativo cuando algunos jugadores nacionales participaron y
destacaron en la alta competición a escala mundial, generando así un gran reclamo
mediático. Este proceso se culminó con la celebración en 1997 de la prestigiosa Ryder
Cup (desafío bianual de EE UU contra Europa con la participación de los 12 mejores
jugadores profesionales de cada ámbito geográfico) en Valderrama, siendo ésta la
primera ocasión que se elegía un campo fuera de las Islas Británicas como escenario
europeo. Para los anfitriones, tenía dos objetivos claros:
• Impulsar el mercado del turismo de golf en España en general y en Andalucía en
particular;
• Realzar este campo y su resort como destino turístico de calidad, para
convertirlo en un destino icónico.
En cualquier caso, el golf no puede ser considerado en la actualidad únicamente como
un deporte que se practica al aire libre para ocupar el tiempo libre de los ciudadanos, ya
que están involucrados en él intereses económicos muy importantes, principalmente de
índole urbanística y turística. Por ejemplo, hace algunos años la Comunidad Autónoma
de Cataluña (España) propuso mediante la Agencia Catalana de Turismo el desarrollo
del golf como una herramienta para promocionar el turismo de interés especial
(Priestley y Sabí, 1993). En 2005, Turespaña afirmaba que en el atractivo mercado
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europeo de golf, España gozaba de una clara y destacada posición de liderazgo con una
cuota de mercado cercana al 35% y un volumen de negocio de casi mil millones de
euros, muy por delante de Portugal que ocupaba el segundo lugar.
La temporada alta del turismo de golf en España es marzo, abril y octubre, muy
diferente de la temporada alta tradicional del producto ‘sol y playa’. La mayoría de
turistas de golf se alojan en hoteles (45%) y apartamentos (17%), y un 12% en segundas
residencias de su propiedad. Cabe destacar asimismo el alto interés del turista de golf en
realizar otro tipo de actividades durante su estancia, sobre todo disfrutar de una buena
gastronomía. Ésta, juntamente con hacer compras y realizar excursiones, son las
principales actividades asociadas al turismo de calidad (Salgot et al., 2012).
2. Tipología de instalaciones de golf
Existen varias fórmulas para financiar la implantación y explotación del deporte de golf
así como una variedad de ubicaciones. En primer lugar, los campos se pueden clasificar
según la gestión de su actividad (es decir, el tipo de clientela / jugadores que atraen), tal
como se indica en la Tabla 1. Entre todos, sirven para socios, jugadores locales que no
están vinculados a ningún club en particular y turistas.
Tabla 1. Clientela de los campos de golf
PRIVADO COMERCIAL MIXTO PÚBLICO
Uso prácticamente
limitado a socios.
Puede ser accesible a
invitados o previo pago
de un “green-fee” o sea,
derecho de juego
(normalmente muy
restringido).
No suele haber socios
federados.
Modalidad muy
frecuente en zonas
turísticas.
Intenta maximizar el uso
mediante diseños
relativamente fáciles de
jugar.
Se combina la
presencia de socios
con usuarios
eventuales que pagan
un green-fee
(explotación
comercial).
Capital de
administraciones
públicas (municipios,
gobiernos regionales,
estado, …)
Green-fees asequibles o
gratuitos.
Fuente: Elaboración propia a partir de Aguirre Newman, 2011, Salgot et al., 2012 y Navarro y
Ortuño, 2013.
Por otra parte, es interesante localizar geográficamente los campos en relación con el
territorio en el cual están implantados y, en particular con los núcleos de población más
próximos, según se indica en la Tabla 2.
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Tabla 2. Localización de los campos de golf
ÁREA
METROPOLITANA
LITORAL
TURÍSTICO
AREA RURAL DESTINO DE GOLF
ESPECÍFICO
(puede emplazarse en
las tres ubicaciones
anteriores)
Próximo a una gran
área urbana
densamente poblada
Zona turística del
litoral sin vinculación
clara con una área
urbana o metropolitana
Incrustado en una
zona rural o
próximo a
pequeños núcleos
urbanos de interior
Conjunto de campos
relativamente
próximos que se
comercializan
conjuntamente
Demanda de
proximidad desde el
área metropolitana
Demanda turística Demanda mixta:
local, de áreas
metropolitanas y
turística
Demanda turística
Fuente: Elaboración propia a partir de Navarro y Ortuño, 2013.
Se puede realizar una tercera clasificación basada en el tipo de explotación del campo
en función de la oferta asociada de productos inmobiliarios-turísticos tal como se
muestra en la Tabla 3.
Tabla 3. Morfología de los campos de golf y sus instalaciones complementarias
CAMPOS
EXENTOS DE
OTRAS
INSTALACIONES
CAMPOS DE
GOLF CON
VIVIENDAS
CAMPOS DE GOLF
CON COMPLEJO
HOTELERO O
RESORT
CAMPOS DE GOLF
MIXTOS
Con el campo no
coexisten viviendas,
hoteles ni otras
instalaciones
asociadas
Campos de golf
rodeados de
viviendas, con el
mismo promotor o
con otro(s)
Campos que forman
parte de un complejo
donde existen otras
infraestructuras o
equipamientos
turísticos (promotor
único)
Con el campo
coexisten viviendas,
complejos hoteleros,
otras ofertas lúdicas o
turísticas
Fuente: Elaboración propia a partir de Navarro y Ortuño, 2013.
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En definitiva, queda patente que la implantación en el territorio de los campos de golf
tiene una relación bastante estrecha con planteamientos urbanísticos y de negocio
inmobiliario. La casuística es tan variada que escapa del planteamiento de este trabajo.
En todo caso, sí que cabe destacar cuál es la “lógica” de los beneficios obtenidos por el
promotor. Se puede tratar de iniciativas privadas independientes de una planificación
del territorio y en las que el campo de golf construido o previsto actúa como anzuelo
para la comercialización de viviendas. En algunos casos el campo no ha llegado a
construirse o se ha cerrado después de la venta de la mayor parte de las viviendas
asociadas, ya que los gastos de funcionamiento del campo no han sido asumidos por el
promotor o los compradores o sufragados por los usuarios. Actualmente la legislación
vigente o las condiciones del permiso de obras suelen prever fuertes sanciones para
actuaciones de este tipo. El grado de privacidad de los campos con viviendas asociadas
varía mucho, llegando al extremo de máxima exclusividad en los llamados “gated
communities” (complejos con verja), en los que el acceso está controlado y prohibido a
los no residentes, y los espacios colectivos están privatizados y restringidos a los dueños
y sus invitados. Suelen ser campos con estándares muy elevados y en los que el acceso
generalizado se suele permitir tan solo con ocasión de competiciones de relevancia.
Existe un último factor que influye sobre la demanda turística y que está relacionado
con el diseño de los campos y su historial. Los campos varían de dificultad según su
diseño, ya que los hoyos pueden ser más o menos largos y con más o menos obstáculos
para complicar el juego. Así, los más difíciles se publicitan como “de campeonato”,
aunque nunca hayan albergado ningún campeonato de relevancia y son éstos los que
resultan más atractivos para la mayoría de los turistas, con independencia de su nivel de
juego-. Pero hay otros factores con mayor poder de atracción, relacionado con el
historial e implantación de ciertos campos: los antiguos; los que albergan anualmente o
han albergado grandes campeonatos; los que se sitúan en zonas turísticas muy atractivas
por si solos; los que tienen instalaciones de alojamiento y una oferta complementaria de
alta calidad; y, finalmente, aquellos lugares que reúnen varios campos en un área
relativamente reducida de modo que constituyen una oferta amplia y diversa que
conforma una verdadera “región” de golf.
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3. Evolución de la demanda de golf
El mercado del golf a nivel europeo, si bien resultó afectado por la crisis, presenta una
tendencia creciente en el periodo comprendido entre 1985 y 2013. Como puede verse en
la Figura 1 entre 1985 y 2010 el número de golfistas en Europa creció aproximadamente
una media de un 5% anual. Entre 2010 y 2014 la media descendió un 1,2% anual, con
un decrecimiento del 2,4% en 2013, que sin embargo disminuye ligeramente a un 2% en
2014. Teniendo en cuenta que en 2014 no se produjo prácticamente ningún cambio en el
número total de campos de golf, existe cierta confianza en que en 2015 se mantenga
dicha estabilización. (KPMG, 2015).
Figura 1: Desarrollo del golf en Europa (1985-2014)
Fuente: KPMG, 2015
La mayoría de campos de golf y de golfistas registrados en Europa se concentran
básicamente en los mercados más establecidos. Inglaterra y Alemania ocupan los dos
primeros puestos. España aparece en sexto lugar en lo que se refiere a golfistas, con un
7% del total, y en séptimo lugar en campos de golf, con un 5%, como puede verse en las
Figuras 2 y 3.
Figura 2. Distribución de golfistas registrados por países en Europa (%)
6
Fuente: KPMG, 2015
Figura 3. Distribución de campos de golf por países en Europa (%)
Fuente: KPMG, 2015
4. Importancia económica de la industria del golf
La importancia económica del golf es considerable y abarca a diferentes subsectores.
Algunos de ellos están relacionados directamente con el juego del golf: las operaciones
realizadas en las instalaciones, las inversiones en campos de golf, los suministros y los
torneos. Otros hacen referencia a otras industrias que tienen alguna relación con el golf:
el turismo y el sector inmobiliario.
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El valor económico total del sector del golf se mide por la suma de los efectos directos,
indirectos e inducidos de sus actividades en cada uno de los subsectores anteriormente
mencionados. (KPMG et al., 2006).
Por efectos directos se entiende el impacto directo de la industria del golf. Dicho
impacto se produce en las propias instalaciones, en la fabricación y distribución del
equipamiento, en las empresas de difusión y comercialización de los torneos, en el
transporte, hoteles y restaurantes utilizados por los turistas de golf. Asimismo, se
considera que las actividades inmobiliarias vinculadas al campo de golf también crean
valor económico.
Por efectos indirectos se entiende el impacto indirecto de la industria del golf. Dicho
impacto se produce en la cadena de proveedores de la industria del golf. Un mayor gasto
en el sector del golf implica mayores ingresos para sus proveedores que pueden
traducirse en mayores beneficios, mayor nivel de empleo.
Finalmente, por efectos inducidos se entiende lo siguiente: la industria del golf y las
empresas proveedoras pagan salarios a sus empleados. Una parte de dichas rentas se
gasta en bienes y servicios. Los impactos económicos inducidos son los efectos sobre el
resto de la economía de estos gastos de los consumidores.
A continuación se muestra en la Tabla 4 los efectos directos, indirectos e inducidos para
cada uno de estos subsectores en Europa en el año 2006.
Tabla 4. Indicadores de la economía del golf por grupos de industrias
Directos Indirectos Inducidos Total Operaciones en las instalaciones Ingresos (millones €) Contribución al PIB (millones €) Empleo Total rentas salariales (millones €)
7,321 72,069
159,400 2,056
4,841 1,385
22,400 840
6,386 1,813
29,300 1,064
18,528 5,267
11,100 3,960
Inversiones en campos de golf Ingresos (millones €) Contribución al PIB (millones €) Empleo Total rentas salariales (millones €)
1,915 665
16,400 475
1,097 372
9,900 256
1,065 357
9,200 254
4,057 1,394
35,500 985
Suministros Ingresos (millones €) Contribución al PIB (millones €) Empleo Total rentas salariales (millones €)
1,949 334
7,500 293
736 114
2,600 101
1,134 172
4,000 155
3,820 620
14,100 549
Torneos
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Ingresos (millones €) Contribución al PIB (millones €) Empleo Total rentas salariales (millones €)
361 286
1,500 249
165 45
1,000 32
294 83
1,600 53
820 413
4,100 333
Turismo de golf Ingresos (millones €) Contribución al PIB (millones €) Empleo Total rentas salariales (millones €)
2,737 8,6
25,500 604
1,801 538
16,200 387
1,995 592
18,100 443
6,533 1,935
59,800 1,433
Inmuebles Ingresos (millones €) Contribución al PIB (millones €) Empleo Total rentas salariales (millones €)
6,891 2,435
59,900 1,269
6,326 1,621
35,200 728
5,553 802
26,400 558
18,770 4,858
121,500 2,555
Total economía del golf Ingresos (millones €) Contribución al PIB (millones €) Empleo Total rentas salariales (millones €)
21,174 6,597
270,300 4,945
14,967 4,074
87,200 2,342
16,388 3,818
88,600 2,525
52,529 14,489
446,100 9,816
Fuente: KPMG et al., 2008
5. El contexto golf y turismo en España
En España, la industria turística se ha basado tradicionalmente en el producto de sol y
playa. La diversificación de esta oferta se ha centrado en tres líneas de actuación: la
diversificación hacia productos poco desarrollados y zonas menos frecuentadas (ofertas
culturales, gastronómicas, enológicas, etc.); la diversificación del producto básico
mediante el desarrollo de ofertas complementarias y especializadas, como el golf,
parques temáticos, puertos deportivos y actividades acuáticas, por ejemplo; y una
mejora de la calidad en general con el fin de aumentar el gasto diario por turista, a la
cual contribuyen las opciones ya enumeradas.
En algunos casos, las propuestas son altamente demandantes de recursos y han
conllevado importantes desarrollos urbanísticos asociados, con el efecto perverso de que
en ocasiones se incrementa aún más la demanda. Asi, la reconversión y diversificación
de la oferta turística en esta línea supone -casi inevitablemente en algunos casos- una
extensión de la misma, con el consiguiente incremento de las presiones e impactos
sobre los recursos naturales y las zonas afectadas. Por lo tanto, el impacto de la
transformación del sector turismo en esta dirección puede resultar en una reversión de
las tendencias y el incremento de las presiones sobre el medio hídrico.
El turismo de golf realiza dos aportaciones importantes al sector turístico. En primer
lugar, contribuye a la desestacionalización de la demanda, dado que la temporada alta
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de este turismo en España es primavera y otoño -e incluso invierno en ciertas regiones-.
En segundo lugar, su contribución desde el punto de vista económico es también muy
importante, como se verá posteriormente, ya que el turista de glof es un turista con un
nivel adquisitivo superior al del turista medio.
En este contexto, tiene sentido analizar el perfil del usuario de los campos de golf en la
geografía española (Priestley, 2006; Navarro y Ortuño, 2013). Aparte del aficionado
español, es importante destacar que existe un “turismo residencial”, denominando así a
las estancias de media o larga duración de inmigrantes europeos –en especial jubilados
acomodados- en zonas residenciales. España, con 600 clubes de golf a principios de
2015, se sitúa como el segundo país del mundo en recepción de turistas de golf
internacionales, superada únicamente por Estados Unidos. Así, España es el principal
destino de turismo de golf en Europa y el preferido por los europeos para practicar este
deporte (28,5%), seguido de Portugal (17%) y Reino Unido e Irlanda del Norte (16%).
Además, según datos de la Real Federación Española de Golf, nueve clubes figuran
entre los 20 primeros en el ranking de mejores clubes de golf europeos, en la primera
posición de la lista, seguidos de Austria y Alemania. Por Comunidades Autónomas, el
60% de los 600 clubes de golf que existen en España en el 2015 se concentra en cinco
de ellas, con el siguiente reparto: en primer lugar Andalucía con un 20,50%, seguida de
Cataluña con un 11%, Madrid con un 10,3%, la Comunidad Valenciana con un 9,5% y
Castilla-León con un 8,5%, tal como puede verse en la Figura 4.
Figura 4. Comunidades Autónomas con mayor número de clubes de golf (%)
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la Real Federación Española de Golf (2015)
10
Como se ha mencionado anteriormente, el turista de golf tiene unas características
diferenciales respecto al turista medio, que tienen un claro reflejo en el terreno
económico. Según datos del “European Spotlight on Golf Tourism to Spain. 2013”1, la
duración media de la estancia de este tipo de turistas fue de 7 noches, preferentemente
en hoteles de 4 ó 5 estrellas, y su gasto diario se situó entre los 170€ de los turistas
británicos y los 230€ de los turistas escandinavos, que contrasta con el gasto medio
diario por turista que en ese mismo año ascendió a 108 euros.
Hasta el año 2014, la actividad relacionada con el golf en España generó unos
beneficios cuantiosos que se sitúan actualmente alrededor de 2.300 M€/año, cantidad
que se ha incrementó más de un 200% desde 1997 (Hosteltur, 2014), mayoritariamente
mediante las actividades relacionadas tanto directa como indirectamente con el golf:
incluida su repercusión en el sector inmobiliario, el turismo en general, etc. (Aguirre
Newman, 2011). La reciente crisis económica -con una crisis inmobiliaria paralela-
cambió las circunstancias descritas, llegándose a cerrar algunos campos pero, según
parece, a partir de 2014 la tendencia ha cambiado. Otra prueba de la contribución del
turismo de golf a los ingresos turísticos en general es la distribución media del gasto
(Santori):
● 30%: alojamiento
● 25%: green-fees y otros gastos directamente relacionados con la práctica del golf
● 30%: gastronomía
● 15%: otros gastos.
El turismo de golf se articula bajo diversas formas. El formato más sencillo consiste en
un campo de golf con un hotel adjunto, un producto que se ve revalorizado con la
presencia de uno o más campos adicionales y actividades complementarias (otras
instalaciones deportivas o un balneario, por ejemplo). Pero la forma que suscita más
críticas por parte de los detractores es la implantación de un campo o campos de golf
con una urbanización. En la Tabla 5 se presentan las principales combinaciones de las
1 Véase: http://www.igtm.co.uk/media-centre/press-releases/New-Survey-Spain-still-Europes-No1-golf-destination/
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instalaciones de turismo y golf y un breve resumen de los respectivos condicionantes
implicados.
Tabla 5. Combinaciones de golf y turismo
FACTOR OPCIÓN 1 OPCIÓN 2 OPCIÓN 3 Tipo de implantación
Golf + Hotel Resort (incluye uno o varios campos) y otras actividades adjuntas o cercanas
Golf + Urbanización
Inversión La inversión inicial es considerable
La inversión inicial es alta
Inversión inicial menor que la de un resort: la venta de viviendas suele financiar la construcción del campo / los campos
Rentabilidad Rentable a largo plazo
Rentable a largo plazo La rentabilidad de la inversión es mayor y suele ser más inmediata
Impacto Ambiental
Relativamente reducido impacto ambiental y territorial
Ocupación importante de espacio
Mayor espacio ocupado por las casas construidas y los servicios anexos
Mercado turístico
Sujeto a factores del mercado turístico
Aumenta la calidad de la oferta y permite competir con otros destinos (por las actividades complementarias sobre todo cuando hay más de un campo)
Hay garantía de clientela fiel: los residentes juegan. Ingresos regulares pero, una vez desarrollado, ofrece pocas opciones de nuevos negocios.
Fuente: Elaboración propia a partir de Priestley, 2006.
Lo que está claro es que, en función de lo expuesto anteriormente, el turismo de golf se
perfila como un sector turístico de gran envergadura e importancia en el mundo en
general y en España en particular. Lo que queda ahora por analizar son sus
repercusiones, impacto y costes ambientales y la dimensión de su impacto económico,
con el fin de aproximarse a una valoración de los costes y beneficios sociales.
6. El campo de golf como sistema
Los campos de golf son infraestructuras que, desde la perspectiva ambiental y
agronómica, deben gestionarse como si fueran terrenos de cultivo en los que las plantas
están sometidas a un estrés continuo. Esto crea la necesidad de suministrar al
(eco)sistema campo de golf la cantidad de nutrientes y agua necesarios para la
supervivencia del monocultivo césped (Salgot et al., 2012). Evidentemente, el campo de
golf establece unas relaciones cambiantes con la zona que lo circunda, drena recursos de
ella, especialmente agua para el riego, y crea unos vertidos o interferencias con este
12
mismo ecosistema en el que está instalado. Universidades, centros de investigación,
organizaciones de golf y asociaciones ambientales como la National Audubon Society o
Committed to Green, trabajan conjuntamente para investigar cómo se puede conseguir
que los campos sean más compatibles con el ambiente que les rodea (ver más adelante).
Naturalmente, los campos más integrados en el paisaje o los instalados en zonas
degradadas son más populares “ambientalmente” y también hay que pensar que la
comunidad que practica el golf asiduamente es bastante sensible a las preocupaciones
estéticas y ambientales.
Aunque en los últimos años los parámetros de construcción de campos han variado,
determinados campos “naturales” han mantenido a lo largo de decenios la vegetación
nativa, forma del territorio, suelos y hábitats originales.
Las preocupaciones ambientales de gestores, jugadores y federaciones se han mantenido
a lo largo del tiempo y ello ha facilitado que en gestión ambiental, tanto en el ámbito
general como en el particular del golf, aparezcan agencias y sistemas de certificación de
la calidad, por ejemplo:
• Environmental Management System (EMS): incluye el Eco-Management and
Audit Scheme (EMAS). Es de tipo voluntario. Puede también incluir la ISO
14001, del año 1996, también sobre gestión ambiental continua y eficiente
• Environmental Management Programme (EMP): tiene dos programas
específicos para el golf, Audubon Cooperative Sanctuary Programme (ACSP) y
Committed to Green programme, basado en el anterior.
En resumen, los campos de golf se pueden considerar como sistemas agrícolas formados
por el complejo suelo-planta-atmósfera, con el agua como base del ciclo biogeoquímico
de los elementos presentes. Para algunos autores, el golf es una modalidad de
agricultura intensiva, pero a diferencia de ésta, los posibles ingresos son mucho
mayores. Se puede equiparar con una actividad agrícola intensiva y especializada
(monocultivo) que puede proporcionar importantes beneficios sociales y económicos.
Por otra parte, lo que se obtiene en agricultura se consume a posteriori, mientras que en
los campos de golf la “producción” se emplea al mismo tiempo que se está generando.
Adicionalmente, el sistema golf tiene parte de su superficie que no se dedica al
juego/cultivo de césped; manteniendo zonas naturales y jardines, por ejemplo. Aparte de
los beneficios fácilmente valorables en el mercado, en un campo de golf tienen que
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considerarse otros para los cuales la valoración no resulta tan sencilla ni inmediata:
paisaje, mantenimiento de especies amenazadas, gestión de aguas residuales, etc.
No debe olvidarse considerar los campos de golf como generadores de impactos
ambientales que pueden ser positivos o negativos. En este sentido puede indicarse que
en el caso de los campos de golf que riegan con agua regenerada pueden definirse
ambos tipos de impacto, tal como se describen en la Tabla 5.
Tabla 5. Impactos ambientales asociados al riego de los campos de golf
ACTIVIDAD CALIFICACIÓN DESCRIPCIÓN OBSERVACIONES
Uso de recursos de agua naturales
Neutro a 3- Sistemas clásicos de riego Problemas de aceptación pública
Cambio de recursos utilizados
2+ a 4+ Cambio de recursos superficiales o subterráneos por agua regenerada
Se requieren cambios en los sistemas de gestión y quizá en las especies de césped
Recarga de acuíferos*
+ a 4+ El campo se emplea para recarga de acuíferos Sistemas MAR, “water banking”, ASR, etc.
En parte se puede “sobrerregar” el campo para mejorar la recarga
Sistema de eliminación de aguas regeneradas
2+ Se emplea el campo para eliminar las aguas regeneradas
Sustituye los vertidos a corrientes de agua
Aerosolización del agua regenerada*
- a 3- Según el sistema de riego se pueden producir aerosoles
Distancia e impacto dependen de los vientos y el tipo de aspersor
Escorrentía superficial*
Neutro a 3- Arrastre de nutrientes, plaguicidas y otros compuestos utilizados
Eutrofización de cuerpos de agua
Flujo hipodérmico*
Neutro a 3- Puede provocar deslizamientos de terreno (incluye zonas de juego), malos olores y anaerobiosis en la zona de las raíces de la vegetación
Desestabiliza pendientes, se crean condiciones anaerobias en el subsuelo, surgen aguas anaerobias
Fauna asociada a aguas libres
3+ a 3- Efecto llamada de fauna (salvaje y animales abandonados/ asilvestrados)
Problemas por aumento de deposición fecal
Cambios del microclima
3+ a 3- Más humedad local Modificaciones de flora, fauna, humedad ambiental, nieblas, etc.
Mayor disponibilidad de agua para la flora
3+ a 3- Puede modificar la vegetación natural de zonas asociadas al campo
Mayores crecimientos, cambios de especies
Seguridad sanitaria
Neutra a 3- Aerosoles, escorrentía contaminados por patógenos (y nutrientes)
Riesgos sanitarios para humanos y ecosistema
Fuente: Elaboración propia.
Leyenda: Impactos positivos: + (bajo) a 4+ (importante); Impactos negativos: - (reducido) a 4- (importante). *Puede producirse también con aguas de otro origen (no regeneradas)
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7. Golf y agua
Todo lo mencionado en el apartado anterior puede relacionarse con el riego con aguas
residuales en los términos que siguen:
• La falta de previsión sobre la necesidad de disponer de agua de riego en cantidad
suficiente para la demanda del campo
• La consideración inicial de uso de agua subterránea, extraída mediante bombeo
y con un coste relativamente reducido
• La falta de previsión de costes asociados al uso de agua regenerada (costes de
regeneración y control)
• La necesidad de que la gestión del agua regenerada y su uso se lleve a cabo
profesionalmente, con los costes asociados. Hay que considerar que en
determinadas zonas de España sólo se puede regar un campo de golf con estas
aguas.
El consumo de los campos de golf en España es de unos 100 hm3 por año, lo que
representa el 0,5 % del consumo agrícola y un 1% de las pérdidas producidas en el
regadío del país (sin considerar las pérdidas en el consumo de agua para usos
industriales, energéticos y urbanos).
Sin embargo, en el caso de España el verdadero problema de consumo de agua en
relación con el golf no parece tanto el derivado del uso del agua en los campos, como el
hecho de que uno de los datos más relevantes y que mejor muestran la situación actual
del golf en España es el desarrollo de los mismos al amparo de proyectos inmobiliarios.
Más del 58,8% de los campos de golf españoles se construyeron en paralelo a
desarrollos inmobiliarios, y son precisamente las urbanizaciones que rodean a dichos
campos de golf las que consumen más agua que el campo en sí mismo (Aguirre
Newman, 2011).
Por lo que respecta al uso del agua, se estima que un campo de golf utiliza la misma
cantidad que una superficie comparable con un cultivo de alfalfa; sin embargo, la
rentabilidad por hectárea es muy superior en campos de golf con un éxito razonable en
diversos términos económicos. En la Tabla 6 se detalla el consumo medio de agua por
hectárea de distintos cultivos y de los campos de golf y el número de empleados por
hectárea.
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Tabla 6. Uso medio de agua por superficie según tipo de cultivo
CULTIVO CONSUMO MEDIO DE AGUA/HA (m3) EMPLEADOS/HA
Media campos de golf 8.000 0,81
Arroz 12.000 0,125
Flores y plantas
ornamentales
9.000 5,5
Cultivos herbáceos
5.648 No disponible
Frutales (en general) 5.465 0,20/0,60
Patatas y Hortalizas 5.297/5.606 0,35
Olivar 2.887 No disponible
Olivar de secano - 0,10
Cultivos industriales
5.159 No disponible
Viñedo vinificación 4.000 0,12
Maíz 7.239 No disponible
Fuente: Elaboración propia, adaptada del INE (2006) y de Navarro y Ortuño (2013).
Según estos datos, el consumo medio anual de los cultivos de regadío es de 4.950
m3/ha, muy superior al de un campo de golf, que está sobre una media de 1600 m3/ha,
con máximos de hasta 2500 m3/ha en zonas muy áridas.
El agua de riego que se usa en un campo de golf puede proceder de recursos
convencionales o no convencionales (agua regenerada principalmente). Se entiende
como agua regenerada aquella agua residual depurada que, en su caso, ha sido sometida
a un proceso de tratamiento adicional o complementario que permite adecuar su calidad
al uso al que se destina, en este caso el césped y otras especies vegetales de un campo
de golf (RD 1620/2007).
En determinadas zonas y comunidades autónomas, es prácticamente necesario u
obligatorio que se emplee agua regenerada si está disponible. Cuando no se dispone de
este recurso, se puede recurrir a los recursos convencionales típicos extraídos de
sistemas naturales (aguas superficiales y subterráneas) o a otros recursos no
convencionales (agua desalada, escorrentía).
Debe considerarse si la necesidad de agua de riego es constante a lo largo del año o es
únicamente estacional. También si el riego es complementario o total; es decir, si parte
del agua necesaria o toda ella procede de la lluvia o hay que complementarla con riegos.
Obviamente esto depende de la pluviometría del lugar en que está instalado el campo.
Debido al volumen de agua que requiere, los beneficios que se obtienen y el tipo de
agua empleado, es necesario considerar el riego de los campos desde diversos puntos de
16
vista, que en el caso presente se va a centrar en el uso de agua regenerada. Hay que
examinar los problemas involucrados en el uso del agua regenerada en los campos de
golf para conseguir el mayor rendimiento posible con un riesgo sanitario aceptable. Para
ello, es necesario analizar los impactos (Tabla 5) peligros y los correspondientes riesgos
derivados del uso del agua regenerada (Salgot, 2002), así como la legislación que
gobierna o desgobierna el uso de esta agua.
8. Riego de campos de golf con agua regenerada: indicaciones básicas
La legislación española sobre reutilización de aguas residuales se promulgó
teóricamente para establecer un marco que permitiera la reutilización de una forma
segura. No obstante, la calidad técnica del RD 1620/2007 se ha discutido desde su
promulgación, debido básicamente a algunas imprecisiones técnicas y a un posible
exceso de tareas analíticas obligatorias. Estas obligaciones tienen una repercusión
económica que se calculó en hasta 0,5 €/m3 de agua regenerada en el caso más
desfavorable.
Por otra parte se supone que los gastos de la regeneración deben recaer sobre el usuario
final, aunque esta aproximación sea discutible desde varios puntos de vista que no son
objeto de este trabajo y que se estudian en detalle en un estudio publicado por la FAO
(Winpenny et al., 2010).
En consecuencia el uso de agua regenerada no es gratuito, y el coste que deben
satisfacer los usuarios depende de circunstancias variadas. La tendencia es repercutir los
costes según establece la legislación europea, pero en la práctica no se suele cumplir
exactamente esta legislación. Esto puede ser cierto para determinados usuarios, como
los agrícolas; bastante falso cuando el usuario final es la administración y se ha llegado
a indicar (MIMAM, 2010) que cuando el usuario es un campo de golf debería pagar el
agua regenerada más cara debido a su capacidad económica.
Existen otros conceptos o circunstancias importantes en el binomio campo de golf/agua
regenerada: pasos a determinar y puntos que estudiar, partiendo del punto de entrega del
agua a la ERA (Estación de Regeneración de Aguas). Todos ellos pueden repercutir en
los costes, partiendo de la premisa teórica de que la depuración de aguas residuales está
cubierta por los procedimientos habituales de financiación de la depuración. Son:
regeneración, transporte, distribución y almacenaje del agua regenerada, riego, estudio
de los impactos ambientales (positivos y negativos) y controles.
17
7.1. Valoración económica y social del golf
Aparte de los efectos económicos comentados en apartados anteriores, cabe señalar que
la industria del golf también puede tener efectos tanto positivos como negativos desde el
punto de vista ambiental y que deberían ser incluidos si lo que se pretende es hacer un
análisis económico que incorpore los costes y beneficios sociales.
En ese sentido es preciso tomar en consideración, entre otros factores, la importancia
del agua en los campos de golf, ya que, como se ha descrito anteriormente, los campos
de golf son grandes consumidores de agua y en el caso de España además una parte
importante de ellos se encuentra en zonas con déficits puntuales del recurso. Todo ello,
como ya se ha comentado, ha hecho que se planteen opciones diversas como la
utilización de agua procedente de recursos no convencionales (agua regenerada
principalmente).
De acuerdo con todo ello, para realizar un análisis económico del sector golf que
incluya no solamente los costes y beneficios internos sino también los externos, sería
necesario incluir, además de los efectos directos, indirectos e inducidos anteriormente
citados, otros como:
• Impactos ambientales positivos y negativos: si bien los negativos como el
consumo de agua son los más conocidos por el público en general, también es
cierto que los campos de golf pueden generar beneficios ambientales, tales
como mejorar el paisaje de determinadas zonas y por lo tanto su imagen, y
pueden ayudar a proteger ecosistemas. (KPMG et al. 2008).
• Impactos negativos como la afectación a zonas potencialmente agrarias.
• Generación de empleo estable (al romper en parte con la estacionalidad del
sector turístico).
• Turismo de calidad, con el impacto positivo que ello puede tener en la población
autóctona.
Si en el análisis suponemos ahora que se utiliza agua procedente de recursos no
convencionales como el agua regenerada, se podría añadir a lo anterior:
• Menor consumo de agua
• Recarga de acuíferos
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• Disponer de agua en cualquier momento con independencia de las
precipitaciones
• Mejora ambiental al no verter las aguas residuales a los cauces receptores
• Costes de control y seguimiento de la calidad de las aguas
9. Conclusiones
El deporte del golf ha sido el motor de desarrollo en algunas regiones puesto que su
implantación ha contribuido al desarrollo de un turismo con una capacidad económica
superior al turista medio y que por lo tanto aporta un nivel de gasto considerablemente
superior.
El impacto económico del golf se evidencia no solo a través de los efectos directos
derivados de la propia actividad y de los entornos inmobiliarios que acostumbrar a ir
asociados, sino también a través de los denominados efectos indirectos e inducidos:
mayor nivel de empleo y mayor nivel de consumo de bienes y servicios en las zonas
cercanas.
El mercado europeo del golf, si bien se ha visto afectado por la crisis, se estabilizó 2014
y la tendencia parece mantenerse en el primer semestre de 2015.
En España el deporte del golf ha sido fuertemente contestado por diversos grupos de
opinión por consideraciones ecológicas, de consumo de agua y de planteamientos de
clase. Si bien es cierto que los campos de golf son grandes consumidores de agua, el
problema mayor parece derivarse del desarrollo de proyectos inmobiliarios que han
crecido al amparo de dichos campos.
Desde hace algún tiempo en los lugares con escasez de recursos hídricos se recurre al
uso de agua residual regenerada para el riego de los campos e instalaciones anexas. El
uso del agua regenerada no es gratuito y lleva asociado algunos costes que es preciso
tener en cuenta, tales como costes de control y seguimiento de la calidad de las aguas.
Para realizar un análisis económico del sector golf que incluya los costes y beneficios
sociales, será necesario tomar en consideración no solamente los efectos directos,
indirectos e inducidos ya mencionados, sino también los impactos positivos y negativos
desde el punto de vista ambiental, ya se utilice agua regenerada o no, y sobre la
población.
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