Ruta literaria de francisco de Quevedo
Esta ruta literaria esta enfocada hacia Don Francisco de Quevedo, esta ruta
comenzara en la parroquia de san Ginés donde fue bautizado. Pero donde de
verdad comienza la aventura es en las Lagunas de Ruidera, el parque natural
de las Lagunas de Ruidera, ahora se encuentra en un momento “histórico”
porque las lluvias de los últimos meses, después de tantos años de sequía,
muestran bastante llenas y en plena belleza las lagunas y es un espectáculo
digno de ver.
Cerrado el primer paréntesis acuático seguiríamos a la búsqueda de Quevedo
hasta La Torre de Juan Abad en la que se exilió y también el lugar en el que
falleció Quevedo, Villanueva de los Infantes, que tuvo semejante honor por
disponer de médico y boticario, servicios muy demandados por el escritor en
los últimos años de su vida.
La casa de Quevedo en La Torre de Juan Abad, es una casa señorial en la que
pasó, entre 1610 y 1645, unos siete años entre destierros y retiros voluntarios,
y en los que, se dedicó, tanto a escribir, Retirado en la paz de estos desiertos /
con pocos, pero doctos libros juntos…, como a pleitear duramente por sus
bienes que habían sido adquiridos por su madre. Los primeros objetos
originales del escritor se pueden ver en estas salas, un tintero de cerámica
talaverana, el sillón que utilizaba en esta casa en la que escribió 27 de sus
obras.
Mas tarde después de este fantástico rato viajaríamos hasta la Hostería Real
de Quevedo en Villanueva de los Infantes, pueblo en el que murió y cuya celda
se puede visitar, eso sí después de dar cuenta del almuerzo que se sirve
durante la ruta.
Mas tarde seguiríamos en Villanueva de los infantes con sus bellas casa
blasonadas que andan empatadas a iglesias y conventos otro tanto se puede
disfrutar de la cultura, también gastronómica, que afortunadamente es
patrimonio nacional, las migas en la Plaza de Almagro, con la cerveza y el sol
en la cara, los duelos y quebrantos- de nuevo, Cervantes saliendo al
encuentro- el lomo de orza, el queso, el pisto… en el hermoso Parador.
Mas tarde se visitaría El Corral Comedias de Almagro, situado en su Plaza
Mayor, tiene el aire de los mejores teatros, porque sigue en activo, el único
que se conserva en España tal y como era en el siglo XVII, salvado
seguramente porque conservó su uso como mesón. Del toro que le dio origen.
Lo curioso de esta plaza es que no hay una iglesia sino una estatua de don
Diego de Almagro, conquistador español.
También visitaríamos en Almagro, el Museo Nacional del Teatro, bello, bien
montado, didáctico y educativo puesto sobre la advocación de un santo laico
del teatro del mundo, William Shakespeare: “Todo el mundo es teatro y todos
los hombres y mujeres no son sino actores…”
En esta ruta también se podría disfrutar del paisaje, porque el paisaje también
forma y crea y lo interesante es ver cómo era el paisaje que Quevedo
contemplaba cuando llegaba a La Mancha, qué clima, cómo estaban las aguas,
acuíferos y humedales de estos dos ríos “no encajados” que son el Tajo y el
Guadiana, cómo era el relieve, qué plantas veía don Francisco cuando abría su
ventana, qué cultivos como el cereal, la vid y el olivo.
Después disfrutaríamos de una fantástica degustación-cena que se nos
ofrecerá en una espaciosa bodega-museo de Valdepeñas en la que se puede
degustar los caldos de esta tierra de vinos siempre conocidos pero ahora,
además, muy apreciados.
Y finalmente se visitaría Las Tablas de Daimiel, que los expertos habían dado
por muertas, estaban renacidas, y se pueden visitar como quien visita a un
enfermo recién recuperado que no sabe cuánta vida le queda.
1. parroquia de san Ginés:
2. lagunas de Ruidera:
3. Torre de Juan Abad:
4. Hosteleria Real en Villanueva de los Infantes:
5. Villanueva de los Infantes:
6. Plaza de Almagro:
7. Museo Nacional del Teatro :
8.Pasisajes de Castilla La Mancha :
9. Bodega museo de Valdepeñas:
10. Las tablas de Daimiel:
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