El salario mínimo en México ha sufrido ya varios desajustes, pues en el año de
1952 se vio favorecido hasta en un 10.8% , esto sin inflación, pues nos
ubicábamos en un país que crecía y se modernizaba de manera sorprendente.
En los años sesentas sufrió un segundo desajuste creciendo hasta en un 4.5%
anual lo cual contribuyó a formar la clase media, pero estos cambios no duraron
mucho, como consecuencia de la crisis económica de los años sesenta a finales
de esta década el salario mínimo creció solamente un .3%, situación que fue
empeorando hasta que en los años ochenta el salario cayó en un ritmo anual de
6.9% y posteriormente en la década de los noventa llego a caer hasta un 3.2%
anual.
El salario mínimo actual en México es de 63.77 a 67.29 pesos diarios según la
zona geográfica, es decir se ha reducido en un 71% entre 1976 y 2014, según las
mediciones del Coneval para adquirir una canasta básica rural de una familia
promedio de cuatro personas, se requieren 1.7 salarios mínimos y, para una
canasta básica urbana, 3.2 salarios mínimos, es decir 2.9 millones de personas en
México no tienen la posibilidad de adquirir una canasta básica. Sin mencionar que
después de la crisis de 2008 el grupo que gana más de tres salarios mínimos
disminuyó hasta el 24% mientras que el grupo de asalariados subió del 60% al
67%
Esto y un sin número de situaciones nos llevan a preguntarnos ¿Está el salario
mínimo realmente ajustado al término salario digno que tanto utiliza nuestra
legislación?
México es el país con el salario mínimo más bajo de todos los países
pertenecientes a la OCDE y también de la Comisión Económica para América
Latina y el Caribe, a lo largo del siglo XXI varios países tales como China, Brasil y
Turquía implementaron medidas para evitar la caída de su salario, siendo México
el único país con una economía estática y que nunca incrementó políticas para la
recuperación de este monto.
Es importante señalar que el salario mínimo tiene en primer lugar un carácter
constitucional, pues es obligación del estado mantener la equidad económica de la
población, el velar por los intereses de los menos favorecidos no es solo tarea de
nuestros gobernantes, si no su principal misión. El salario también debe ser de
carácter remunerativo, no solo reglamenta el mínimo de dinero que debe recibir
una persona, sino más bien se debe buscar que este mínimo sea suficiente para
cubrir las necesidades de la persona en cuestión.
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