TEMA 3: EL SECTOR SECUNDARIO
1. El sector industrial.
2. La industria agroalimentaria.
3. La industria energética
4. La construcción
1. EL SECTOR INDUSTRIAL
Aunque a menudo se suele identificar industrialización con desarrollo económico,
Andalucía ha alcanzado cotas notables de éste último sin que se haya producido un
intenso proceso de expansión industrial.
Tras el fracaso de algunos intentos pioneros en la industria siderúrgica y textil a
comienzos del siglo XIX, se desencadena una desindustrialización que culmina en la
situación actual, marcada por una débil industrialización, a su vez muy polarizada en
determinadas zonas y muy concentrada en un reducido número de sectores o ramas.
La deficiente industrialización es una de las principales características diferenciales de
la economía andaluza. Durante 2009 el sector industrial andaluz ha perdido peso en la
economía andaluza, tanto en términos de producción como de empleo. La
participación del sector industrial ha pasado del 12,4% en el año 2000 al 9,7% en el
2009 (unos 14.200 millones de euros).
La producción industrial de Andalucía en noviembre de 2010 decreció un 4,4% respecto al mismo mes de 2009.
INDICE DE PRODUCCIÓN INDUSTRIAL 2010
Evolución
En el siglo XIX se localizaron en nuestra región las primeras industrias siderúrgicas y
textiles del país. Ello permitía prever un favorable desarrollo industrial, de hecho, a
mediados de siglo Andalucía era, tras Cataluña, la segunda región industrial española.
La revolución industrial, que había tenido su origen en Inglaterra durante las últimas
décadas del siglo XVIII, alcanzó España concluido el primer tercio del siglo XIX aunque
su gran impulso se produjo en la década comprendida entre 1840 y 1850. Inicialmente
Andalucía se mantuvo a la cabeza del proceso industrializador, debido a la confluencia
de una serie de factores favorables:
Alto crecimiento demográfico, por encima de la media española.
Estrecha y antigua vinculación comercial con el Reino Unido a través de
Gibraltar, del comercio de los puertos de Cádiz y Málaga y por la presencia de
un importante grupo de industriales británicos en Sevilla y Jerez de la Frontera.
Relación tecnológica con el Reino Unido: a Cádiz llegaron algunas de las
primeras máquinas de vapor de Watt a fines del siglo XVIII.
Grandes recursos mineros, especialmente de minerales de plomo, cobre y
hierro.
Acumulación de capitales, provenientes de la agricultura.
Mano de obra barata y abundante, proletarizada por el fracaso de la
desamortización, para la creación de una clase media propietaria y rural.
Notable burguesía comercial, avanzada en ideas, fundamentalmente establecida en Cádiz y en Málaga.
Sin embargo, a pesar de unas expectativas iniciales muy prometedoras, la
industrialización en Andalucía fue desequilibrada, dispersa en pequeños núcleos muy
separados entre sí, prematura y no respondió a las necesidades reales del mercado.
Los primeros años del siglo XX se caracterizan por una cierta reactivación de la
siderurgia y el sector textil algodonero. Pero esta recuperación no respondía a un
proceso de reindustrialización, sino que fue el resultado, de nuevo, de una situación
favorable de carácter temporal. Durante estos años se fue acentuando además la
orientación de la industria andaluza hacia la transformación de productos agrarios.
A finales de los años cincuenta del siglo XX se inicia en España una cierta
industrialización, proceso en el que Andalucía ocupó un papel subsidiario y
dependiente, ya que, mientras otras regiones se especializaban en la producción de
manufacturas, nuestra región se dedicó a potenciar sus recursos agrarios, alimentarios,
pesqueros y mineros, sin una adecuada planificación territorial o sectorial. Andalucía
participa en la industrialización española suministrando mano de obra procedente de
la agricultura.
Las pocas empresas que se instalaron estaban productivamente desvinculadas entre sí
y escasamente ligadas a las fuentes de suministros y a las demandas de su entorno. De
esta forma, surgieron industrias de carácter básico (química y petroquímica,
fertilizantes, construcción naval, material de transporte, papeleras,…), intensivas en
capital, con elevada utilización de materias primas naturales, muy dependientes de
energía derivada del petróleo y altamente contaminantes.
Solo en los años más recientes el sector industrial detiene su caída para convertirse en
un protagonista significativo del crecimiento de la economía andaluza. Aunque
perviven notables deficiencias, hoy se observan signos de modernización y de
adecuación de las estructuras empresariales a marcos competitivos más abiertos, que
anticipan un esperanzador futuro. Destaca, en este sentido, el importante papel que
desempeñan los parques tecnológicos.
Ligados al estudio, desarrollo y aplicación de las nuevas tecnologías (informática,
electrónica, telecomunicaciones, biotecnología, medio ambiente, etc.) y con la valiosa
función de transferir las innovaciones a sus entornos industriales, los parques
tecnológicos son un destacado instrumento de desarrollo regional. Esto es así no tanto
por la creación directa de puestos de trabajo, sino porque, a largo plazo, la mejora
tecnológica lleva a mejores condiciones de competitividad y ésta hace que se genere
empleo.
Nuestra región cuenta con dos centros de este tipo: el Parque Tecnológico de
Andalucía (PTA), en Málaga, que pasa por ser uno de los proyectos más vanguardistas
del sur de Europa, y el de Sevilla Tecnópolis, instalado en la isla de La Cartuja.
7.1.1. Establecimientos industriales según rama de actividad por provincia. Año 2009
Almería Cádiz Córdoba Granada Huelva Jaén Málaga Sevilla Andalucía
05. Extracción de antracita, hulla y lignito 1 3 4 2 3 - 3 5 21 06. Extracción de crudo de petróleo y gas natural - - 2 - 2 - - - 4 07. Extracción de minerales metálicos 4 1 2 5 5 1 1 4 23 08. Otras industrias extractivas 182 108 87 127 76 73 90 127 870 09. Actividades de apoyo a las industrias extractivas 3 2 2 7 2 3 4 8 31 10. Industria de la alimentación 496 762 1.110 1.080 536 1.129 1.110 1.561 7.784 11. Fabricación de bebidas 53 192 137 96 59 40 127 103 807 12. Industria del tabaco - 1 1 1 - - - - 3 13. Industria textil 57 108 136 125 57 112 279 249 1.123 14. Confección de prendas de vestir 53 143 283 236 51 143 298 461 1.668 15. Industria del cuero y del calzado 4 280 31 21 58 20 19 67 500 16. Industria de la madera y del corcho, excepto muebles; cestería y espartería 206 297 325 304 219 254 361 538 2.504 17. Industria del papel 25 26 39 20 10 17 19 72 228 18. Artes gráficas y reproducción de soportes grabados 156 355 266 321 101 186 526 692 2.603 19. Coquerías y refino de petróleo - 3 - 1 2 - - - 6 20. Industria química 59 78 107 114 67 79 139 224 867 21. Fabricación de productos farmacéuticos 30 49 41 55 35 45 62 79 396 22. Fabricación de productos de caucho y plásticos 55 65 93 67 32 99 111 156 678 23. Fabricación de otros productos minerales no metálicos 518 244 507 381 150 354 413 566 3.133 24. Metalurgia; fabricación de productos de hierro, acero y ferroaleaciones 14 45 80 22 19 29 41 123 373 25. Fabricación de productos metálicos, excepto maquinaria y equipo 527 672 1.014 844 375 766 1.097 1.844 7.139 26. Fabricación de productos informáticos, electrónicos y ópticos 42 58 61 74 26 48 143 182 634 27. Fabricación de material y equipo eléctrico 15 24 44 41 8 38 64 88 322 28. Fabricación de maquinaria y equipo n.c.o.p. 60 75 176 90 35 110 108 305 959 29. Fabricación de vehículos de motor, remolques y semirremolques 17 25 46 47 9 129 42 93 408 30. Fabricación de otro material de transporte 21 93 17 8 34 23 39 62 297 31. Fabricación de muebles 205 245 885 324 105 540 478 779 3.561 32. Otras industrias manufactureras 74 195 846 198 68 115 340 442 2.278 33. Reparación e instalación de maquinaria y equipo 186 364 190 196 155 185 489 550 2.315 35. Suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado 281 213 523 751 111 244 499 1.198 3.820 36. Captación, depuración y distribución de agua 128 40 34 79 26 105 75 82 569
37. Recogida y tratamiento de aguas residuales 14 22 17 12 7 9 21 39 141 38. Recogida, tratamiento y eliminación de residuos; valorización 113 137 76 78 42 39 155 182 822 39. Actividades de descontaminación y otros servicios de gestión de residuos 4 13 5 4 6 4 23 14 73
Total
3.603 4.938 7.187 5.731 2.491 4.939 7.176 10.895 46.960
FUENTE: IEA. Directorio de establecimientos con actividad económica en Andalucía
Características
No obstante, y con carácter general, hoy siguen siendo válidas las notas que han
caracterizado tradicionalmente a la industria andaluza:
Excesiva especialización en ciertas actividades de carácter básico, muy
vinculadas a la base agraria o a los recursos naturales, destacando las ramas de
alimentación, energía, industrias extractivas e industria transformadora de
minerales no metálicos.
Utilización de procedimientos tecnológicos poco complejos y despreocupación
por la innovación, que se manifiesta en un reducido esfuerzo en investigación
y desarrollo (I+D).
Fruto de lo anterior es el predominio de una industria tradicional, donde
escasean los proyectos empresariales capaces de ser competitivos en una
economía abierta (economía que mantiene intercambios frecuentes con el
exterior, compitiendo libremente sin proteccionismo ni aranceles de ningún
tipo) y globalizada. La inexistencia en el interior de la región de una clase
empresarial moderna e innovadora ha actuado como un freno para el
despegue del sector industrial en Andalucía.
Marcada orientación exportadora. Los productos industriales representan el
72% de todas las ventas de Andalucía al exterior.
El sector industrial andaluz ha realizado, durante el primer semestre del año 2010,
exportaciones por valor de más de 5.000 millones de euros, un 35% más que en el
mismo período de 2009. Por subsectores, los que más crecieron en esta etapa han
sido la industria química (97%), la metalurgia (67%), las manufactureras (67%), la
maquinaria (36%) y las de equipos eléctricos, ópticos y electrónicos (33%).
Dependencia, en cuanto a financiación y toma de decisiones, del exterior de
la región. Buena parte de las principales empresas han sido impulsadas por los
poderes públicos o por empresas de ámbito nacional o internacional.
Débil integración o interconexión con el resto del tejido productivo
(distribución espacial de los recursos económicos –materias primas, mano de
obra, industrias, bienes de capital- que, de forma articulada, hacen posible la
actividad productiva), ante la gran presencia de industrias enclave (son
industrias cuya localización en una región se presenta como una isla, con escasa
vinculación con el entorno próximo y dependiente del exterior) y el predominio
de actividades básicas. Sólo la mitad de los productos intermedios (bienes y
servicios que las empresas adquieren para someterlos a un proceso de
transformación) que precisan las empresas andaluzas proceden de la región y
apenas una tercera parte de la producción manufacturera regional es
demandada por otras empresas del interior de Andalucía para su posterior
transformación industrial.
Escasa formación de la mano de obra. Las empresas industriales se quejan,
frecuentemente, de las dificultades para encontrar obreros especialistas y
personal cualificado.
La dimensión inadecuada y la concentración espacial son otras características
que, por su importancia, se tratan detenidamente a continuación.
Dimensión de la empresa industrial
El inadecuado tamaño de las plantas industriales es una de las notas más
características de la industria regional. En Andalucía existe, respecto al tamaño, una
situación dual con dos tipos de establecimientos industriales:
I. Por un lado, unos pocos de gran tamaño, con elevadas producciones,
generalmente orientadas al comercio extra regional, de escasa relación con el
entorno y casi siempre vinculados a capitales exteriores.
Se trata de industrias básicas, intensivas en capital, con reducida capacidad de
generar empleo, de consumo energético considerable y, en ocasiones,
altamente contaminantes.
Predominan en los sectores siguientes: química, petroquímica, minería,
cemento, construcción naval y en algunas ramas alimentarias (tabaco, cerveza y
azúcar), y se localizan principalmente en las provincias de Cádiz, Huelva y
Sevilla.
REFINERIA CEPSA-BAHIA DE ALGECIRAS CEMENTOS PORTLAND-ALCALÁ DE GUADAIRA
II. Por el contrario, el resto de los establecimientos son a menudo diminutos, más
pequeños aún que el reducido tamaño medio nacional, con escasa capacidad
innovadora, orientados al mercado interior y que desarrollan actividades
manufactureras sometidas a gran competencia y a reducidos excedentes
empresariales.
Esta atomización supone en la mayoría de los casos una serie de inconvenientes y
dificultades en la negociación de precios de compra de materias primas o en el
establecimiento de condiciones de venta, crediticias, etc.
Las empresas sin asalariados representan el 52% del total y si se les unen las empresas
que no exceden de 10 empleados, se alcanza el 94,5% de la población empresarial
andaluza, cifras superiores a las obtenidas para el conjunto nacional y de la UE.
Además, existen únicamente 99 empresas mayores de 500 empleados en Andalucía, lo
que representa un pobre 0.02% de la población empresarial regional.
Por otro lado, es importante hacer hincapié en la significativa diferencia de
productividad. En términos generales, la productividad del trabajo en Andalucía
es en torno al 20 por ciento inferior a la media nacional, diferencia que es
increíblemente elevada y que no se ha reducido con el paso del tiempo. Explicar el
porqué de esta diferencia es una tarea difícil. Indudablemente, la propia
estructura productiva de la economía andaluza, centrada en sectores de bajo valor
añadido, explica en parte esta menor productividad, pero sólo en parte. Los
menores niveles de cualificación de la mano de obra junto con niveles
organizativos a todos los niveles menos eficientes, son factores adicionales que
explican esta menor productividad.
En definitiva, el mercado de trabajo en Andalucía sigue arrastrando los mismos
problemas del pasado, fundamentalmente problemas de cualificación y de
adaptación al entorno económico internacional, que en el actual contexto de crisis
van a provocar un aumento importante en la tasa de paro en la región.
Distribución territorial
A la debilidad del panorama industrial andaluz se le suma la desigual localización
de las actividades industriales, ya que un porcentaje relevante de su valor
añadido se obtiene en un área muy reducida, que apenas se ha modificado en el
último cuarto de siglo.
La industria se concentra fundamentalmente en Andalucía occidental, en el
triángulo formado por Huelva, Sevilla y el Campo de Gibraltar, donde existe un
cierto complejo industrial, tanto químico como de transformados metálicos. En el
resto de la región, la actividad industrial de halla dispersa y localizada en unas
pocas comarcas o en torno a algunos centros urbanos.
En el siguiente mapa puede apreciarse el peso de cada provincia en la industria
andaluza, así como la importancia del sector en sus respectivas economías,
circunstancias que se detallan a continuación:
ALMERÍA
La industria en esta provincia es muy limitada, suponiendo tan solo el 9% de su VAB
provincial y el 6% del VAB industrial andaluz.
Destacan en su interior las ramas de minerales, productos no metálicos y algunas
actividades alimentarias. Las zonas más industriales se sitúan en torno a la capital, el
poniente y el valle del Almanzora (industria del mármol).
CÁDIZ
Puede considerarse la provincia más industrial de Andalucía, aportando esta actividad
en torno al 18% del VAB provincial y andaluz.
.
SAN ROQUE-CADIZ
Sus ramas más importantes son la alimentaria y los productos metálicos de transporte
(industria naval). Aunque existe una concentración de industrias en torno a su capital,
Jerez de la Frontera y el Campo de Gibraltar, también es digna de mención la
manufactura del cuero en Ubrique
MANUFACTURA DEL CUERO-UBRIQUE
CÓRDOBA
En una situación intermedia, el peso de la industria cordobesa asciende al 15,5% del
VAB de la provincia, alcanzando el 11,5% del VAB industrial regional.
Destacan la industria alimentaria, los productos metálicos y la maquinaria. Su
localización se concentra al sur de la provincia (Montilla, Puente Genil, Cabra, Lucena,
Rute…).
FABRICA DE MAQUINARIA AGRICOLA
GRANADA
La industria alcanza el 10% del VAB provincial y representa el 7,5% de la industria
andaluza.
Concentrada en torno a la capital, destacan las ramas alimentaria, minerales y
productos no metálicos.
ESTERILIZACIÓN DE SALSA DE TOMATE ENLATA
HUELVA
Aunque la actividad industrial supone sólo el 9% del VAB total andaluz, es, con un 18%,
la provincia donde alcanza mayor importancia relativa.
Localizada en sus dos terceras partes en las comarcas costeras, destacan las
actividades alimentarias, químicas, metales y minerales.
POLO QUÍMICO DE HUELVA
JAÉN
El VAB industrial aporta el 9,5% del regional, mientras que su peso relativo sobre el
VAB provincial se eleva al 16%.
Sobresale la industria agroalimentaria (aceitera), de material de transporte
(automóvil), productos metálicos, maquinaria, minerales y productos no metálicos.
Junto a su capital, Linares, Úbeda, Martos y Alcalá la Real encabezan las comarcas más
industriales.
SANTANA MOTOR-LINARES (JAEN)
MÁLAGA
Aunque su industria es más diversa, se trata de la menos industrial de las provincias
andaluzas, ya que el sector aporta menos del 8% al VAB provincial y significa el 12% de
la industria regional.
Sus ramas destacadas son: alimentación, productos metálicos, maquinaria y textiles.
La franja costera concentra la mayor presencia industrial, si bien hay que citar también
la comarca de Antequera, de industrialización emergente.
SEVILLA
Primera provincia industrial en valores absolutos, representa una cuarta parte de toda
la producción andaluza; sin embargo, el sector sólo supone el 15% del VAB sevillano.
Agroalimentación, productos metálicos, maquinaria y minerales son sus ramas más
relevantes.
Finalmente habría que destacar el insignificante peso que tiene al respecto Andalucía
oriental, pues sumando la producción industrial de las provincias de Málaga, Granada y
Almería no se alcanza la que ofrece Sevilla.
2. LA INDUSTRIA AGROALIMENTARIA
La industria agroalimentaria andaluza es el sector industrial más importante de la
comunidad autónoma. Es un pilar básico para el futuro de la economía regional,
tanto por ser generadora de empleo, como por aportar valor añadido a los
productos de la tierra. Se la puede considerar el motor económico de las zonas
rurales ya que actúa de vínculo entre la producción agraria, el territorio y el medio
rural.
En cifras, cerca del 16% del Producto Interior Bruto (PIB) andaluz procede de la
agricultura y la agroindustria. Su volumen de ventas está cifrado en casi 14.000
millones de euros y cuenta con cerca de 5.000 agroindustrias.
Del mismo modo, este sector es uno de los que más empleo genera, alcanzando
datos más que positivos. De hecho, el 25% del empleo industrial corresponden a
este sector, que ocupa a cerca de 60.000 personas.
33,38%
25,53%
1,57%
3,19%6,69%
1,74%
5,24%
10,85%
2,41%1,09%
4,99%
3,32%
Cifra de negocios por grupo de actividad. Andalucía
Industrias extractivas, energia, agua y residuos
Alimentación, bebidas y tabaco
Textil, confección, cuero y calzado
Madera y corcho, papel y artes gráficas
Industria química y farmaceutica
Caucho y materias plásticas
Productos minerales no metálicos diversos
Metalurgia y frabricación de productos metálicos, excepto maquinaria y equipo
Material y equipo eléctrico, electrónico y óptico
Maquinaria y equipo mecánico
Material de transporte
Industrias manufactureras diversas, reparación e instalación de maquinaria y equipo
En el ámbito nacional, nuestra industria agroalimentaria ocupa el segundo lugar,
por detrás de Cataluña, aportando el 15% de la facturación.
Cuenta además con una clara vocación exportadora; las exportaciones andaluzas
de alimentos representan el 36% del total exportado por Andalucía en 2008. En el
año 2009, los más de 5.400 millones de euros de exportaciones agroalimentarias
andaluzas, han contribuido a la balanza comercial con un saldo positivo de más de
3.000 millones de euros. Por último, durante el primer trimestre del año 2010, la
balanza agroalimentaria de Andalucía obtuvo un saldo positivo de 1.101 millones
de €, al alcanzar las exportaciones un valor de 1.666,5 millones de €, mientras que
las importaciones sumaron 559,5 millones de €. Este dato supone un incremento
de las ventas de alimentos y bebidas de la comunidad autónoma de un 10%
respecto al mismo período de 2009. Así mismo, las exportaciones
agroalimentarias representan casi el 40% del total de productos vendidos por la
comunidad andaluza durante dicho trimestre.
Los destinos principales de los productos agroalimentarios andaluces son:
El 85% de ellos va dirigido a países de la Unión Europea: Italia, Francia,
Alemania, Reino Unido y Portugal.
El 15% va destinado a otros países como Estados Unidos, Japón, Libia, Suiza,
India, Rusia, Argelia o Arabia Saudita.
Entre los principales
0%
50%
100%
Destino geográfico de
ventas
Origen geográfico de
compras
DESTINO Y ORIGEN GEOGRÁFICO DE LAS VENTAS Y COMPRAS EN ANDALUCÍA
Resto del mundo
Unión Europea
Resto de España
Misma comunidad autónoma
0%20%40%60%80%
100%
DISTRIBUCIÓN DE LA CIFRA DE NEGOCIOS
Actividad industrial Actividades comerciales Actividades de servicios
Indicadores
Entre los principales productos agroalimentarios exportados, habría que destacar
los siguientes:
Transformados: bebidas (19%), conservas vegetales (15%), industrias
cárnicas (14%) y aceite de oliva (12%).
Frescos: Tomates, pimientos dulces, pepinos…
Las principales provincias exportadoras son Almería y Sevilla, que concentran el
62% de las ventas. Les siguen Córdoba, Huelva, Málaga, Granada Cádiz y Jaén (en
este orden).
Según la Encuesta Industrial Anual de Empresas, la principal agroindustria
andaluza en el año 2009, según su valor, fue el sector de los aceites y las grasas,
con 4.827.599 millones de euros. En segundo lugar, se encuentra la industria
cárnica con 1.371.916 y en tercer lugar las bebidas alcohólicas con 1.217.265
millones de €. Destacan también los sectores de bebidas no alcohólicas con
1003.726 millones de € y el de preparación y conservación de frutas y hortalizas
con 1.113. 252 millones de €.
Entre los subsectores de la industria andaluza, es necesario señalar la situación
que atraviesan los sectores de la remolacha y el algodón. Debido a las últimas
reformas comunitarias, ambos se enfrentan a graves crisis, que necesitarán de una
profunda reestructuración.
Más allá de los datos productivos, Andalucía está realizando un encomiable
esfuerzo por destacarse en el apartado de la excelencia alimentaria. Fruto de este
afán es la creación de Calidad Certificada, el distintivo con el que la Junta de
Andalucía reconoce los productos con calidad garantizada en producción y
elaboración.
De esta marca pueden disponer, tras la pertinente solicitud de autorización, los
productos amparados por Denominaciones de Origen, Indicaciones Geográficas
Protegidas, Especialidades Tradicionales Garantizadas, Agricultura Ecológica, etc. En la
actualidad existen más de mil marcas reconocidas por este distintivo.
Entre las numerosas empresas de este subsector, podemos mencionar: DANONE, S,A.
(Sevilla), PULEVA FOOD (Granada y Alcalá de Guadaira), COOSUR (Baeza-Jaén), ZUMOS
PASCUAL (Palma del Rio-Córdoba), GONZALEZ BYASS (Jerez de la Frontera), FEDERICO
PATERNINA (Jerez), SANCHEZ ROMERO CARVAJAL (Jabugo-Huelva), etc.
Por su parte, la industria derivada de la pesca tuvo en Andalucía, en épocas no muy
lejanas, una importancia destacada; sin embargo, en la actualidad apenas representa
el 1% de la producción industrial de productos agroalimentarios.
Unas pocas empresas de nuestro litoral, principalmente en las provincias de Cádiz y
Huelva, transforman industrialmente la materia prima procedente del sector
pesquero. Los principales productos manufacturados, que en su mayor parte se
venden fuera de Andalucía, son el atún y la caballa, seguidos de la melva y la sardina.
Esta industria está constituida por pequeñas y medianas empresas, casi todas de
carácter familiar y de reducida dimensión, características que contribuyen de forma
decisiva al mantenimiento del empleo en el sector.
El proceso productivo de elaboración puramente artesanal, caracterizado por el
pelado manual del pescado, sin intervención de productos químicos ni similares, y las
excelencias de las materias primas empleadas, la melva y la caballa, fueron los
elementos fundamentales para iniciar una estrategia de diferenciación de estos
productos.
La aprobación, el 16 de julio de 2003 del Reglamento de las Denominaciones
Específicas ‘Caballa de Andalucía y ‘Melva de Andalucía permitió la constitución del
Consejo Regulador de las Denominaciones específicas Caballa de Andalucía y Melva de
Andalucía, y posteriormente ,con fecha de 7 de abril de 2009 ,se inscriben en el
Registro de la Unión Europea de Indicaciones Geográficas Protegidas la Caballa de
Andalucía y la Melva de Andalucía.
La obtención de este distintivo comunitario tiene una especial importancia en el
sector pesquero, tanto andaluz como a nivel nacional, ya que se trata del primer
distintivo de calidad europeo que obtiene el sector de la conserva de productos de la
pesca en España y que permite que estas conservas sean reconocidas no sólo por su
calidad sino también por su origen geográfico.
Las conservas acogidas a la IGP, Caballa de Andalucía y Melva de Andalucía, son
conservas genuinamente andaluzas, elaboradas a partir de una materia prima de
excelente calidad y mediante un proceso artesanal transmitido de padres a hijos desde
hace muchas generaciones, siendo el elemento diferencial de este proceso y causa de
su excelente calidad, el pelado y envasado manual del pescado
Las empresas que disponen de marcas con el distintivo de Caballa de Andalucía y
Melva de Andalucía, están ubicadas en Ayamonte, Isla Cristina, Chiclana, Barbate y
Tarifa, y han sido renovadas casi en su totalidad, aprovechando los fondos
comunitarios (estas empresas han recibido una subvención de casi 20 millones de
euros), de forma que hoy nos encontramos con fábricas de producción artesanal,
perfectamente adaptadas a la normativa higiénico-sanitaria y dotadas de la más
moderna tecnología.
Toda política que estimule la transformación industrial de la producción agraria es muy
adecuada en regiones como la nuestra. Así lo entiende el Plan estratégico de la
Agroindustria Andaluza- Horizonte 2013, que tiene como objetivo global mejorar la
posición competitiva del sector e industria agroalimentarios. Concretamente, la
agroindustria andaluza debe alcanzar los siguientes objetivos específicos:
Aumentar la dimensión y el tamaño de las empresas, mediante fusiones y
alianzas empresariales.
Incrementar el valor añadido de la oferta agroalimentaria, por ejemplo
incidiendo en mejorar la calidad.
Mejorar el acceso a la financiación de las empresas agroalimentarias, mediante
convenios con entidades financieras.
Potenciar la I+D+i, impulsando la colaboración con las universidades y centros
de innovación.
Incorporar medidas para la mejora medioambiental, ganando en ahorro y
eficiencia en el uso de los recursos (energía y agua).
Impulsar la creación y mejora de empleo y la formación de los agentes del
sector.
Fomentar los productos de calidad, apoyando la implantación de sistemas de
calidad.
Mejorar la comercialización para fortalecer la posición del sector en los
mercados.
3. LA INDUSTRIA ENERGÉTICA
Además de poseer un incuestionable valor estratégico, esta actividad es destacable en
sí misma por el valor de su producción. Pertenecen a este subsector:
CEPSA (Compañía Española de Petróleos, S.A.)
REFINERIA DE CEPSA EN LA LINEA-CADIZ 1
La filial SEVILLANA-ENDESA, integrada en el Grupo Endesa, la mayor empresa
eléctrica de España.
La mitad de la energía que consumimos procede del petróleo, recurso del que carece
la región y cuyo constante encarecimiento significa un serio condicionante para
nuestro desarrollo. El crudo importado es transformado en gasolinas y otros derivados
en las refinerías ubicadas en Algeciras (la primera del país por petróleo refinado) y
Palos de la Frontera (Huelva).
La energía eléctrica, que supone un 22% del consumo energético final, es producida en
Andalucía en 86 centrales hidráulicas –de pequeño tamaño en su mayoría- y sobre
todo, por una treintena de centrales termoeléctricas que, partiendo de la combustión
de carbón y, en menor medida, de fuel, generan el 90% de este tipo de energía.
El mayor incremento reciente del subsector energético corresponde al gas natural,
pues Andalucía es el punto de entrada a Europa del gas argelino y dispone de
importantes instalaciones, como la planta de gas licuado de Palos de la Frontera o la
central de ciclo combinado de San Roque (Cádiz) (la primera central de ciclo
combinado de España).
PLANTA DE GAS LICUADO DE PALOS DE LA F.
CENTRAL TÉRMIC CICLO COMBINADO SAN ROQUE
Andalucía ha aumentado la demanda de gas natural habiéndose triplicado las
infraestructuras para su distribución en la última década. España, que importa casi
todo el gas que consume, tiene muy diversificada la llegada de este cada vez más
preciado fósil energético, tanto en modo de transporte como en origen.
A nuestro país llega gas de al menos una docena de países diferentes: desde Nigeria a
Noruega, incluyendo Egipto, Libia o Trinidad-Tobago, aunque el principal suministrador
es Argelia (37%).
El gas es transportado mediante dos sistemas. Bien en barco como gas licuado o a
través de gasoductos. Para ambos procedimientos, el gas se extrae del yacimiento a
presión y en estado gaseoso. En una planta de tratamiento se filtra y se comprime
para su transporte por tubo hasta la planta de gas natural licuado (en el caso de que
vaya a ser transportado por barco) o a la planta de comprensión (si va a ser conducido
por un gasoducto).
Andalucía, que cuenta con los únicos yacimientos de gas natural existentes en España
actualmente, se ha convertido también en un eslabón primordial del sistema gasista
nacional y del sur de Europa, al ser la puerta de entrada de la conexión internacional
Magreb-Europa, que une los yacimientos argelinos de Hassi R`Mel con la Península a
través del municipio de Tarifa (Cádiz); y del enlace directo que traerá el gas de los
mismos yacimientos desde Beni Saf (en el norte de Argelia) hasta Almería (Proyecto
Medgaz).
Hasta que no comience a suministrar este último gasoducto, casi el 70% del gas que se
consume en España viene por barco. De las seis regasificadoras que hay en el litoral
peninsular una de las más importantes se halla en Palos de la Frontera (Huelva). La
planta, propiedad de Enagas, se abastece en la actualidad de países como Argelia,
Libia, Australia, Qatar, Trinidad-Tobago y Nigeria. Esta planta, con capacidad de
450.000 m3 con la construcción de un cuarto tanque recientemente, efectuó su
primera descarga en el verano de 1988. Es la fecha de arranque de las infraestructuras
de gas natural en Andalucía. Un comienzo lento, que en una década daría un vuelco.
Hasta 1996 la única infraestructura en Andalucía era el gasoducto Huelva-Sevilla-
Córdoba. En la actualidad, salvo Almería, todas las provincias cuentan con redes de
transporte y distribución del gas, contabilizándose ya más de 5.600 kilómetros de
tubos en la Comunidad que llevan el preciado metano al resto de España y a cien
municipios andaluces.
Lo que dio el empujón definitivo, además de una decidida apuesta de la Junta por
propiciar el uso de esta energía, fue la entrada en funcionamiento en noviembre de
1996 del gasoducto Magreb-Europa. Se trataba del primer enlace internacional en
España para la recepción de gas natural y en su día supuso una proeza de ingeniería y
presupuesto, más de 300.000 millones de las pesetas de entonces.
El gasoducto, desdoblado en dos tuberías, parte del yacimiento argelino de Hassi R'
Mel, pasa por Marruecos (540 kilómetros), llega a Tánger, donde se encuentra la
planta de comprensión. Desde esta cruza el Estrecho a 400 metros de profundidad
hasta Tarifa (47 kilómetros) y de ahí hasta Córdoba (256,2 km), donde conecta con la
red nacional y pasa a Portugal.
Con una capacidad de diez mil millones de metros cúbicos, el gasoducto Magreb-
Europa fue clave en la diversificación de la estructura española. Fuentes de la Agencia
Andaluza de la Energía subrayan que la puesta en servicio de este gasoducto supuso
una mayor seguridad de suministro, sin que este se viera sujeto a las inclemencias del
tiempo o al retraso de los buques metaneros. Aún más, responsables de esta agencia
dependiente de la Consejería de Innovación e Industria, admiten que gracias al hecho
de ser la puerta de entrada del gasoducto magrebí, el sistema gasista de la Comunidad
recibió un gran impulso.
El proyecto Medgaz
Tal es así que en el periodo 2000-2007 la longitud de la red de transporte se vio
incrementada en un 73,5%, llegándose a un total de 1.803,42 km de conductos.
Respecto a la red de distribución, el aumento fue de un 150,2% en el mismo periodo,
contabilizándose más de 3.800 km de red. Todas las provincias, salvo Almería, cuentan
con gas natural. Esta situación cambiará con la entrada en funcionamiento del segundo
gasoducto procedente del Magreb, el que construye la empresa Medgaz, integrada por
cinco compañías del sector (Sonatrach (36%), Cepsa (20%), Iberdrola (20%), Endesa
(12%) y GDF Suez (12%).
Si grande fue la proeza del Magreb-Europa, esta no se queda atrás. El viejo sueño que
empezó en Francia en los setenta, el de conectar directamente Argelia con Europa con
un tubo submarino, es ya una realidad. Ya ha concluido la compleja fase de instalar
210 kilómetros de tubería a una profundidad marina de 2.160 metros. Ésta parte de
Beni Saf, en el norte de Argelia, y desemboca en la playa almeriense de El Perdigal. La
inversión ronda los 900 millones de euros. Se trata de un gasoducto con una capacidad
de 8.000 millones de metros cúbicos de gas natural para inyectar a la red nacional y
pasar a Francia después.
Por el camino permitirá que Almería, donde ya hay planificados varios gasoductos de
transporte, disponga también de gas natural.
De momento, las energías eólica y solar, apenas aportan el 5% del consumo
energético andaluz. Los parques eólicos de Tarifa y de Enix (Almería) tienen un
potencial aún por desarrollar y, aunque la obtención de calor para agua y calefacción a
través de la radiación solar se va abriendo paso, la generación de electricidad (energía
fotovoltaica), tropieza aún con limitaciones tecnológicas.
PARQUE EÓLICO DE TARIFA
PARQUE EÓLICO DE ENIX
Hay que subrayar el protagonismo de la provincia de Almería, tanto por la relevancia
internacional que tiene la plataforma solar de Tabernas para la investigación como
por el hecho de que la primera central solar andaluza de suministro eléctrico se haya
construido en el Parque Natural de la Sierra de María
PLATAFORMA SOLAR DE TABERNAS (ALMERÍA)
El tratamiento industrial de las energías alternativas que se realiza en la región se
completa con la generación de electricidad con biomasa del olivar .
PLANTA DE BIOMASA EN VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN)
Andalucía es la región española que cuenta con una mayor potencia eléctrica generada
por el aprovechamiento de la biomasa, con 143 megavatios (MW) de los 500 que
existen en España.
COMPLEJO DE BIOMASA DEL OLIVAR (PUENTE GENIL – CÓRDOBA)
En septiembre de 2009 se inauguró en Puente Genil (Córdoba) el Complejo Integral de
Biomasa del Olivar. La central cuenta con una planta capaz de procesar entre 150.000
y 300.000 toneladas al año de orujos de aceituna, con equipos para almacenamiento,
secado y extracción de aceite de orujo.
Andalucía cuenta con un importante potencial de biomasa procedente de residuos
agrícolas, especialmente del sector del olivar, en torno al 20% del consumo eléctrico
de la comunidad.
Andalucía lidera la generación nacional de electricidad con biomasa con 15 plantas que
suman 164,2 megavatios (MW), el 44% del total nacional. Esto supone electricidad
suficiente para el abastecimiento anual de más de 246.300 viviendas.
4. LA CONSTRUCCIÓN
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