UNA TEOLOGA REDIVIVA
En memoria de Camilo Torres
Carlos Enrique Restrepo
UniNmada, Medelln
www.uninomada.co
A cincuenta aos de la clausura del Concilio Vaticano II, signada por hechos memorables
como el Pacto de las Catacumbas (1965); a casi otro tanto del asesinato del padre Camilo
Torres (1966) y del acontecimiento del Pequeo Concilio que fue Medelln (1968); tras
movimientos genuinamente revolucionarios como el de Sacerdotes para el Tercer Mundo
(1967), Golconda (1968) o los Curas Villeros en Argentina (1970), nos encontramos en una
nueva situacin teolgica en la que resurge como en una reivindicacin tarda y con una
renovada vigencia la Teologa de la Liberacin. De esta nueva situacin teolgica,
ciertamente, es un signo la eleccin del Papa Francisco, cuyo pontificado est fuertemente
marcado por las gramticas de la teologa latinoamericana, retomadas en documentos como
el de Aparecida (2007) y en la Exhortacin Apostlica Evangelii gaudium (2013). Pero no
hay que confundir los efectos con las causas, ni los signos con el espritu que las nima,
cayendo bajo los efectos de la bruma mass-meditica que, embelesada en la sola persona
del Papa, invisibiliza el autntico sentido, los reales alcances y el contenido de esta nueva
situacin. Para captarla, requerimos una mirada ms comprensiva, una evaluacin
cuidadosa del momento actual de la Iglesia Catlica en el mundo, una puesta en perspectiva
que recoja los antecedentes de los cincuenta aos transcurridos, proyectndolos al momento
presente y al porvenir.
Es lo que han hecho recientemente, y de manera ejemplar, los padres argentinos Carlos
Mara Galli (diocesano) y Juan Carlos Scannone (jesuita), durante la conmemoracin del
primer ao del pontificado de Francisco, celebrada el 27 y 28 de marzo de 2014 en la
Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, bajo el ttulo de Le radici di Papa Francesco.
Un anno di Pontificato1. Segn sostienen los padres argentinos, la nueva situacin
teolgica est asociada a un momento peculiar de la Iglesia en el que se reconoce a su vez
la gestacin de un nuevo tiempo, un nuevo Pentecosts. Para pensarlo en su real magnitud, que incluye las dimensiones proftica, soteriolgica y eclesiolgica, el padre
Galli propone con insistencia la imagen del viento del sur, retomada del telogo alemn Walter Kasper, con la cual se designa un acontecer de Dios en la historia, en el modo
radical de un desplazamiento del centro de la Iglesia Catlica hacia las periferias del sur:
Filsofo. Miembro de la Red Universidad Nmada. Profesor del Instituto de Filosofa de la Universidad de
Antioquia. Correo electrnico: [email protected] 1 El encuentro fue organizado por la Pontificia Universidad Gregoriana, la Revista Civilt Cattolica y el
Colegio Sacerdotal Argentino. Las aludidas conferencias de Galli (Teologa Pastoral Latinoamericana a 50 aos del Vaticano II) y Scannone (La Teologa del pueblo: una perspectiva argentina), cuyo gesto sugerente fue el de ser ledas en espaol, se pueden seguir en los respectivos enlaces:
https://www.youtube.com/watch?v=tes1vUX8WKM
https://www.youtube.com/watch?v=lHWPbVf8Nlg
Para una gnesis de la Teologa del Pueblo, de la que hablaremos ms adelante, remitimos tambin al texto de
Galli, C. M. Tres precursores de la eclesiologa conciliar del Pueblo de Dios. Teologa, Revista de la Facultad de Teologa de la Pontificia Universidad Catlica Argentina, 52 (1988) 171-204.
El espritu de Dios sopla donde quiere, pero por cierto est soplando con una fuerte rfaga de viento (Hechos 2, 2) desde las iglesias del sur, a saber, frica, Amrica Latina, Asia y
Oceana (Galli). Este giro teolgico, para designarlo en su deriva excntrica, tiene una impronta trimilenaria, ya que si el primer milenio estuvo signado por las iglesias orientales, y el segundo milenio estuvo marcado y dirigido por la iglesia occidental, se
puede avizorar un milenio donde estarn ms presentes las iglesias del sur en el seno de la
catolicidad (Galli). De este modo, segn Galli, las periferias del orbe se hicieron presentes en el corazn de la urbe, acontecimiento que hay que interpretar a la luz de una
pneumatologa. En dicho desplazamiento, la Teologa de la Liberacin representa un lugar
teolgico preponderante, en la medida en que el viento del sur, el giro que depone la centralidad milenaria de Roma, proviene principalmente de la Iglesia de Amrica Latina y
de su teologa, lo cual se ratifica por la novedad de Francisco: Hoy la Iglesia latinoamericana, siendo periferia, se torna de algn modo centro, pero no para que haya un
nuevo centro, sino para que el centro de la catolicidad promueva una iglesia policntrica (Galli).
Esta deriva excntrica, descrita por Galli, implica por tanto una reformulacin del concepto
de Iglesia, ya establecido en la letra por el Concilio Vaticano II, pero que sigue siendo un
concepto por realizar. Se trata de la Iglesia comprendida como Pueblo de Dios, en los trminos de la documentacin conciliar, y en particular, de la Constitucin Lumen gentium,
cuyo desarrollo en perspectiva latinoamericana ha tenido lugar, segn Juan Carlos
Scannone, en la denominada Teologa Argentina del Pueblo2. Para establecerla, Scannone
distingue las que l considera las cuatro corrientes caractersticas de la Teologa de la
Liberacin, a saber: la Teologa desde la praxis pastoral de la Iglesia (presente en Medelln
y Puebla); la Teologa desde la praxis de los grupos revolucionarios (defendida por Hugo
Assmann); la Teologa desde la praxis histrica (iniciada por Gustavo Gutirrez); y
finalmente, la Teologa desde la praxis de los pueblos latinoamericanos, a la que
pertenecera la Teologa del Pueblo3. Esta teologa, influenciada por teoras como la de la
dependencia y por la gramtica del Documento de Puebla (1979), adopta la opcin por los
pobres y excluidos, planteando la liberacin de las formas de opresin sufridas por las
clases populares, considerando que son los pobres quienes mejor conservan lo comn del pueblo, sin los privilegios del tener, del poder o del saber (Scannone).
2 Segn Scannone, la primera generacin de esta corriente est conforma por Lcio Gera, Justino OFarrell,
Gerardo Farrel, Rafael Tello, Enrique Angelelli, Fernando Boasso, Alberto Silli, Martteo Perdia y otros. Al
respecto, remitimos a los siguientes escritos del padre Scannone: Teologa de la liberacin y praxis popular.
Aportes crticos para una teologa de la liberacin, Sgueme, Salamanca, 1976; La teologa de la liberacin. Caracterizacin, corrientes, etapas. Stromata 38, 1982, pp. 3-40; Perspectivas eclesiolgicas de la Teologa del Pueblo en la Argentina, en: Chica, F. (et al, eds.). Ecclesia tertii millenni advenientis. Omaggio al P. ngel Antn. Casale Monferrato, Piemme, 1997, pp. 686-704; La filosofa de la liberacin: historia, caractersticas, vigencia actual. Teologa y vida, 50, pp. 59-73. Tambin remitimos al libro de Sebastin Politi. Teologa Del Pueblo: Una Propuesta Argentina a la Teologa Latinoamericana, 1967-1975, Ediciones
Castaeda, 1992. Adems de la conferencia de Scannone en la Universidad Gregoriana, puede verse una
buena sntesis de la teologa argentina en una reciente entrevista concedida por l en Brasil, disponible en:
https://www.youtube.com/watch?v=TvBf4RgBzPI#t=567 3 En cuanto a la clasificacin de las corrientes, Scannone dice diferenciarse de la ofrecida por el tambin
jesuita Joo Batista Libanio, de quien recomendamos su artculo: Panorama da teologa da Amrica Latina nos ltimos 20 anos, Perspectiva Teolgica 24, N 63, 1992, 147-192.
Las lneas de esta teologa son las que se reconocen en el pontificado de Francisco, durante
el cual se reactualiza la opcin por los pobres en el contexto mundial de coronacin del
capitalismo, que en su expansin planetaria ha endurecido todas las formas de opresin.
Para Francisco, la realidad poltica del pueblo hoy es la de verse sujeto a una dictadura de
la economa causante de la exclusin social que confina a las mrgenes enormes masas de
poblacin, aquellos que no entran en la red del consumo y que, por tanto, quedan relegados
a la condicin infrahumana de desechos y sobrantes (Evangelii gaudium, 53). El giro hacia la Iglesia en cuanto Pueblo de Dios implica responder a esta situacin estructural
mediante una accin pastoral que, necesariamente, lleva consigo la adopcin de una
posicin poltica. Para Francisco, esta posicin debe ser pensada desde el punto de vista de
la Misin en la forma de una Iglesia en salida, de un Pueblo que se autocomprende en un escenario de praxis liberadora, cuyos derroteros estn trazados por las consignas que
encabezan los apartados de Evangelii gaudium: No a una economa de exclusin! No a la
idolatra del dinero que gobierna en lugar de servir! No a la acedia egosta! No a la
guerra! No a la inequidad que genera violencia!
En este escenario se entiende mejor la situacin teolgica que atravesamos hoy. Para los
telogos argentinos, animado por el viento del sur, el pontificado de Francisco tiene por reto y tarea completar las reformas de la Iglesia iniciadas por el Concilio Vaticano II, lo
cual slo es posible en la medida en que la Iglesia encarne la realidad del Pueblo de Dios,
en el espritu de la opcin fundamental de la Teologa de la Liberacin. En este escenario,
figuras como el padre Camilo Torres, pero tambin centenares de mrtires cuya
enumeracin sera aqu interminable, resultan reivindicadas. Llegada al solio pontificio, la
Teologa del Pueblo nos devuelve as a un concepto de Iglesia que ya haba sido formulado
por la escuela franciscana en la figura de Ockham: Ecclesia est multitudo fidelium, la
Iglesia es la multitud de los fieles. El llamado a una Iglesia en salida, laica, pobre, popular, debe convocarnos a formas renovadas de praxis liberadora. Encomendados al
amor eficaz de Camilo y de los padres aragoneses, de Mugica, de Romero, de Ellacura y
los jesuitas de la UCA, la Liberacin vuelve a ser la tarea.
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