APROXIMACIÓN CURIO-ONTOEPISTEMOLÓGICA PARA LA MEDIACIÓN
HEUTAGÓGICA DE TESIS DOCTORALES DESDE LA PEDAGOGÍA DE LA
AUTONOMÍA
Autor: Dr. Alberto J. Rojas G. Docente ordinario Área de Odontología – UNERG
“Uno ve lo que ve, no ve lo que no ve y no ve que no ve lo que no ve”
Humberto Maturana
Resumen
La investigación desarrollada tiene como tema principal la mediación
heutagógica de tesis doctorales acercándose a la visión que propone Humberto Maturana sobre la complejidad vista desde la neurociencia. El funcionamiento de los hemisferios cerebrales orienta los caminos seguidos por el autor de este proceso heurístico en el marco de la metáfora del viaje como se concibe en la obra cimera de Miguel de Cervantes Saavedra: El Ingenioso Hidalgo, Don Quijote de la Mancha. A través de esta investigación se construye la Teoría de la Mediación Heutagógica que presenta un proceso de transformación mutua de los actores de la mediación como posibilidad epistemológica la cual se inicia con un acto de curiosidad ingenua para progresivamente transmutar en un nivel de conciencia mayor o curiosidad epistemológica inspirada dicha transformación en Paulo Freire a partir de uno de sus últimos libros Pedagogía de la Autonomía. Lo epistemológico se constituye en una de las sendas que la curiosidad activa para aproximarse heutagógicamente a lo ontológico. La mediación heutagógica traza una relación entre el sujeto investigador y su hacer mientras está haciendo lo que está haciendo cuando lo está haciendo a través de la reflexión consciente sobre la propia praxis, y en comunión con la experiencia de otros en un mundo de objetos percibidos fenoménicamente en su contexto cultural. El proceso de mediación heutagógica se concibe aquí como un transitar hacia el horizonte y tal experiencia de aproximarse a éste propone la construcción de los significados emergentes más allá del sentido propio generado desde el contenido de la narración como revelación humana, exitosa, siempre cambiante; por tanto, dinámica y compleja. Palabras claves: heutagogía, curio-ontoepistemología, mediación.
TEORÍA DE LA MEDIACIÓN HEUTAGÓGICA
Presentación
El proceso de relación tutorial ha incrementado su importancia en los últimos
diez (10) años en el país dado el incremento registrado en el interés por los
estudios de posgrado; en especial, por los estudios doctorales. Este incremento
en el número de estudiantes de doctorado ha generado la necesidad de incorporar
tutores con poca experiencia en tan delicado rol. Posiblemente, la falta de
madurez intelectual generada por la ausencia de reflexión crítica sobre la praxis
tutorial lleva al recién iniciado a tratar de controlar el proceso tutorial propiciando
una postura bancaria, como lo propone Freire, basada en certidumbres pre-
establecidas que impiden la reflexión del tutorizado-investigador (TI) y, por tanto,
bloquean la posibilidad de problematizar la realidad en estudio y empujan al
investigador a contexto de seguridad como el sentido común y el aprendizaje
acrítico que devienen en obstáculos epistemológicos.
Por otra parte, la rigidez reglamentaria existente en muchas de las
instituciones universitarias mantiene hábitos de pensamiento y conducta
intelectual que giran alrededor del pensamiento memorizador y mecanicista que
no logran superar los contextos de curiosidad ingenua. Estos espacios de
pensamiento se fundamentan en la certeza y en la separación de elementos
esenciales al devenir universitario como la docencia y la investigación.
Los procesos tutoriales que se amoldan a los señalamientos anteriores van
consolidando estudiantes doctorales con mentalidad fatalista, superficial e
ideológicamente inmóvil que llegan a creerse dueños de la verdad a partir de
saberes hechos sólo de la propia experiencia. Estos procesos forjan modelos de
pensamiento rígidos, verticales y aislados incapaces de generar creatividad e
innovación que pueda ser transpuesta al aula de clase y socializada de manera
crítica.
La aproximación teórica sustentada en la pedagogía de la autonomía como
punto de partida en el marco de un proceso curio-ontoepistemológico implica la
superación y el distanciamiento de procesos tutoriales ingenuos, castradores y
paralizantes con la finalidad de presentar un constructo teórico explicativo que
visualice la relación tutorial como un acto creativo de posibilidades, de caminos
abiertos a la creatividad donde la incertidumbre proyecte relaciones emergentes
que despierten inquietudes, curiosidad, humildad, persistencia y dibuje caminos de
autotransformación del investigador como sujeto reconstructor del saber
sacralizado.
Justificación de la Aproximación Teórica
Justificar el “propio” trabajo no resulta sencillo; ya que es difícil discernir entre
aquello que pudiera ser realmente propio y las ideas prestadas consciente o
inconscientemente. Quizás a nivel doctoral, el mayor aporte que se puede dar
como investigador radica en la selección azarosa de las palabras que componen
las oraciones y el orden en que se escriben para darle estructura a las ideas que
se desea expresar.
Es bien sabido que a nivel doctoral se espera la producción de una teoría
inédita que construya una explicación plausible, que mejore la comprensión de
procesos como la mediación heutagógica, que construya saberes y conocimientos
o que genere la autotransformación del investigador a través de la reflexión del
hacer mientras se hace lo que se hace y de la reflexión de lo que hace que se
haga de una manera determinada y no de otra; es decir, de los fundamentos del
propio hacer.
En este sentido, una aproximación que parte de la curiosidad ingenua para
transitar los caminos ontoepistemológicos abriendo posibilidades de reflexión que
nieguen posturas dogmáticas y potencien la fuerza indetenible del libre
pensamiento se propone describir un viaje sin final definido tal cual como el
transitar emprendido por Don Quijote y Sancho Panza en la incomparable obra El
Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha escrito por Miguel de Cervantes
Saavedra. En este contexto, la curiosidad como elemento común a todo
investigador se constituye en el impulso inicial para conocer el mundo y propicia la
posibilidad de desbrozar pasajes hacia una curiosidad onto-epistemológica donde
la realidad, parafraseando a Rorty, se funda en una narración exitosa.
Estructura de la Aproximación Teórica
La aproximación teórica que se pretende construir está orientada a partir del
entretejido de los principios que propone Freire (2002) en su obra Pedagogía de
la Autonomía y los principios del pensamiento complejo. De la conjunción y
encuentro de estas dos visiones de mundo se configuran nuevos principios como
constructo explicativo-comprensivo del proceso de mediación heutagógica que
propone Hase y que fueron emergiendo en las conversaciones desarrolladas con
tres investigadores de la Universidad Rómulo Gallegos quienes amablemente
accedieron a compartir sus experiencias para darle estructura a la teoría que aquí
se pretende despejar.
La investigación vista desde esta perspectiva curio-ontoepistemológica es
una mirada reflexiva sobre la existencia humana que se vincula indisolublemente
con los haceres y que parte de la necesidad humana de conocer su realidad
construyéndola heutagógicamente.
Los caminos propuestos en el marco de la Teoría de la Mediación
Heutagógica (TMH) crea un tejido indisoluble que vincula de forma dinámica la
complejidad vista desde la perspectiva de Maturana, la pedagogía de la autonomía
de Freire y los procesos heutagógicos propuestos por Stewart Hase. La Teoría
de la Mediación Heutagógica no pretende descartar los méritos de las ideas que le
sirvieron de base sino re-organizar sus supuestos ampliando sus espacios de
acción proponiendo nuevas connotaciones e interpretaciones de las teorías
fundantes que emergieron de su interrelación sumadas a los planteamientos
señalados por los sujetos de estudio. La organización de los caminos aquí
presentados no es jerárquica ni definitiva sino circular y dinámica. Los significados
propuestos en la TMH son meras aproximaciones que me parecieron adecuadas
al propósito general de esta investigación.
Algunas Definiciones
La visión global de la Experiencia tutorial y configuración del espacio de
mediación heutagógica consiste en la creación de las condiciones de
comunicación y espacios de producción de ideas, saberes y conocimientos que
permitan generar un constructo explicativo-comprensivo de una situación de
interés para el investigador basado en los haceres. El espacio de mediación
heutagógica es una ubicación virtual o real en la cual o a través del cual tanto el
Mediador Investigador (MI) y el Tesista-Investigador (TI) pueden comunicarse
para intercambiar pareceres, ideas, visiones o creencias. El elemento organizador
del espacio de mediación heutagógica es la cultura común que comparten los
individuos y donde surgen los significados probables consensuados socialmente.
Los espacios de mediación heutagógica varían en tamaño y en el número de
componentes ya que esto depende de los intereses involucrados y del número de
personas interesadas en participar en la producción de conocimiento. El concepto
general que estructura el espacio de mediación es la libertad y la definición
concreta es la autonomía, especialmente, en la generación de ideas creativas.
Los caminos que se describen a continuación no ocurren de manera aislada
durante el proceso de mediación de tesis doctoral sino que su operar se presenta
entrelazado de manera circular haciendo difícil saber dónde establecer límites, tal
cual ocurre al probar una merengada de lechosa que nos resulta cuesta arriba
discriminar cada uno de los ingredientes y sabores que componen dicha bebida
dado que forma un todo único.
CAMINOS DE LA TEORÍA DE LA MEDIACIÓN HEUTAGÓGICA
1. Camino de autonomía e interdependencia como proceso axiológico: la
autonomía se visualiza aquí como un valor. Hacer ciencia implica un hacer
ético que involucra ambos hemisferios cerebrales como un todo entrelazado
e indivisible que invita a mirar todas las perspectivas posibles conociendo la
imposibilidad de verlas todas. En palabras de Maturana pudiéramos indicar
esta idea así: “No vemos que no vemos lo que no vemos” (2003; p. 8)
Saber que solo es posible conocer heutagógicamente crea espacios de
autonomía sin apegos ideológicos paralizantes que solo dependen de los
haceres como narrativa exitosa consensuada socialmente. El acto de
reflexión es en sí mismo un acto de liberación y, por tanto, de autonomía
intelectual.
2. Camino de circularidad heutagógica: este principio se puede explicar
metafóricamente a través de la trama de la novela Don Quijote de la
Mancha” en esta Don Quijote y Sancho Panza emprenden una aventura en
la cual el propósito del primero es idealista (hemisferio cerebral derecho)
conquistar islas y salvar doncellas mientras que en Sancho Panza priva lo
práctico (hemisferio cerebral izquierdo) obtener dinero y poder. Durante el
viaje, ambos personajes sufren una transformación de afectación mutua, de
conversión de doble vía: en otras palabras, generan una dinámica
operacional interna y externa que los transforma dialógicamente (uno al
otro) tendiendo hacia la unidad sin alcanzar la completud. Don Quijote se
sanchopanziza y Sancho Panza se quijotiza, tal cual ocurre en la relación
de mediación heutagógica donde en el proceso de tutoría los actores
involucrados mientras hacen lo que hacen experimentan un proceso de
transformación no consciente que los convierte en sujetos investigadores.
3. Camino de reflexión heutagógica: se refiere al proceso relacional que se
presenta entre los diversos sistemas o realidades, convergentes o no;
antagónicos o no pero que de alguna manera inicia la reflexión sobre los
fundamentos del hacer mientras se hace lo que se hace ampliando los
espacios heutagógicos o de haceres donde se desenvuelve la mediación
tutorial y desde el cual se revisan los fundamentos de aquello en lo que se
cree, durante la reflexión heutagógica me pregunto que hace que crea en lo
que creo y esta pregunta es esencialmente liberadora: abre caminos de
confianza hacia la autonomía intelectual.
Por medio de la reflexión heutagógica, uno tiene la oportunidad de
escucharse, de sentirse, de pensarse, de verse viendo que se ve mientras
se da cuenta de que hay cosas que no puede ver, que el mirar es limitado y
que para ver mejor lo que estoy viendo, en ocasiones, es conveniente quitar
algo de luz como cuando me llevo la mano abierta a la frente para ver a la
distancia hacia el horizonte.
Ahora bien, rememorando a Heisenberg, el acto reflexivo cambia el hacer y
autotransforma a quien reflexiona mientras hace lo que hace cuando lo está
haciendo. En este proceso se despiertan emociones sobre los sentires
íntimos (hemisferio derecho) que orientan el reflexionar consciente
(hemisferio izquierdo) y de la conjunción del sentir y de la reflexión emergen
teorías o constructos explicativos que sirven de argumentos a mis haceres
y, por tanto, a mi pensar.
4. Camino de revitalización del sujeto investigador: la tentación de que la
ciencia lleva a certezas evita la reflexión sobre los fundamentos del hacer y
esto es así; ya que la certeza crea la ilusión de tener poder y el poder
induce al control y el control evita la reflexión que genera conocimiento.
Solo se es sujeto cuando podemos reflexionar sobre nuestro hacer mientras
hacemos lo que hacemos cuando lo hacemos; es decir cuando ejercemos
la reflexión como proceso heutagógico. El sujeto es más una dinámica que
un ser. El sujeto no es una esencia; es más bien una construcción mientras
se recorren los caminos de la reflexión heutagógica. Cuando el sujeto mira
su hacer, haciendo visible lo visible que por visible no se ve, crea nuevas
dimensiones en su mundo de vida que lo transforman y revitalizan como
sujeto con autonomía intelectual. Es en este momento cuando el sujeto
puede liberarse de las ataduras epistemológicas y superar los obstáculos
que plantea la curiosidad ingenua para hacer suya su praxis creando
nuevas dimensiones ontológicas.
La revitalización del sujeto investigador incrementa la autoconfianza y
legitima la confianza en el otro potenciando el respeto por el pensar ajeno y
por el propio pensar. Este proceso habilita caminos de libertad y de
autonomía dado que, una vez revitalizado, el sujeto se atreve a pensar sin
ataduras paradigmáticas, a creer que mi pensar no debe encadenarse al
hecho de tener la razón sino presentar una visión ética; es decir, una
mirada multidimensional que mira desde el mayor número de perspectivas
posibles.
Esta visión recorre caminos distintos a la propuesta sobre el sujeto de
Heidegger del ser ahí (Dasein) y va más allá de lo señalado por Morin
sobre el mismo punto; dado que la visión de ambos es objetiva y por tanto
parcial mientras que el carácter heutagógico de la revitalización del sujeto
en razón a sus haceres amplía el espacio de mediación cognitiva hacia
dentro (hemisferio derecho) y hacia afuera del sujeto (hemisferio izquierdo).
5. Camino sistémico u organizacional: este principio plantea que el contexto
donde ocurre lo que ocurre mientras está ocurriendo o contexto
heutagógico genera un espacio único; pero abierto y estimula la
organización de elementos que parecen relacionarse por azar (aunque no
es así) para hacer emerger sistemas relacionales ontoepistemológicos que
nos vemos tentados a llamar realidad creyendo que podemos pensar el ser-
en-sí al estilo kantiano. La organización sistémica, la relación de espacios
de mediación y la contextualización plantean la posibilidad de construir
conocimientos desde la reflexión heutagógica.
El camino organizacional es un periplo de ida y vuelta, es dinámico de
adentro hacia afuera y de afuera hacia adentro; por tanto, con estructura
biológica o de ser vivo que se mueve entre la emoción y la razón. Sin
embargo, este proceso organizacional no usa la razón como un arma para
obligar al otro a conceder poder a través de la ordenación racional de las
ideas; dado que el itinerario heutagógico abre espacios de reflexión que
permiten superar la mera logicidad como camino único de pensamiento y
apunta hacia la construcción de conocimientos sin la necesidad de justificar
desde un contexto de verdad constituida y acabada que tiende a atraparnos
en cárceles epistemológicas o mundo de certidumbres aunque pudiera
utilizarse el cierre ontoepistemológico - como vía de organización - para
mirar con mayor detenimiento como cuando entrecierro los ojos tratando de
ver mejor o cuando la mirada es hacia dentro del propio investigador para
organizar desde la duda..
6. Camino holónico: el holón es una de las imágenes que representa con
mayor claridad la circularidad que caracteriza el proceso heutagógico.
Maturana (2003) dibuja tal figura con el siguiente aforismo: “Todo hacer es
conocer y todo conocer es hacer”. (p.13). el holón es un elemento
sustantivo en dinámica y constante relación sistémica. Un ejemplo pudiera
ser: un letra tiene un significado por sí misma y, sin embargo, permite
construir palabras y con éstas oraciones y a su vez párrafos donde su
evocación semántica cobra nuevos matices.
7. Camino conversacional: Las ideas y, por tanto el conocimiento, son vistas
desde esta proposición como seres vivos, dinámicos y, en consecuencia,
cambiantes que se configuran heutagógicamente en razón a los haceres
que las generan. Cada sistema heutagógico se configura de acuerdo a las
relaciones que emergen como procesos conversacionales.
El camino conversacional desde la perspectiva heutagógica genera la
posibilidad de escucharnos y de escuchar al otro y en este proceso crea de
manera consensuada nuevos espacios de mediación y, a la vez, nuevas
dimensiones de reflexión de los haceres propios y ajenos en el intercambio
que permite la conversación hacia caminos de historia o diacrónicos y, por
consiguiente, generadora de cultural. El camino conversacional se mueve
en al menos tres espacios de diálogo incesante sin límites claros o más
bien borrosos: el interior, personal o psicológico, el social, cognitivo o
interpersonal y el cultural donde se consolidan las creencias colectivas, las
costumbres, las normas y el lenguaje todos ellos configuran el espacio de
mediación heutagógica como se explica más adelante. En este punto, es
importante resaltar la posibilidad de que la cultura puede constituirse en un
obstáculo epistemológico tal cual el sentido común.
Los significados que emergen en el camino conversacional son
consensuados (TI MI), cambiantes y configurables culturalmente
“como una narración exitosa” (Rorty citado por Vásquez Roca, 2011)
tomando en cuenta la naturaleza de nuestra existencia; es decir, la
experiencia como punto de partida y no desde el ser objetivo o realidad
independiente de mí como tesista-investigador (TI).
8. Camino de ampliación del espacio de mediación heutagógica: El
espacio de mediación heutagógica es una ubicación virtual o real en la cual
o a través de la cual tanto el Tesista-Investigador (TI) como el Mediador-
Investigador (MI) pueden comunicarse para intercambiar pareceres, ideas,
visiones o creencias. El elemento organizador del espacio de mediación
heutagógica es la cultura común que comparten los individuos y donde
surgen los significados probables consensuados socialmente. el
entrelazamiento dinámico de factores sobrevenidos; ya sea que emerjan de
las relaciones endógenas o que se incorporan a posteriori al proceso
heutagógico, amplia, modifica, transforma la configuración y significado
sistémico de los haceres creando nuevas realidades fenoménicas.
9. Camino de autotransformación autopoiética: Esta máxima de
experiencia propone que la reflexión crítica sobre los fundamentos de lo
que se hace cuando se está haciendo genera un tejido fenoménico de
eventos, acciones, interacciones, retroacciones, determinaciones y azares
que redunda en la transformación necesaria del sujeto investigador donde
la organización, el establecimiento de relaciones emergentes y la
contextualización generan la condición de existencia necesaria para la
producción de sí mismo como ser intelectual.
10. Camino de metaforización ontoepistemológica: este principio explica la
contextualización que el investigador realiza a partir de relaciones
heutagógicas de sistemas consensuados y que permite arrojar luces para
la comprensión de la realidad desde una estructura ampliada del espacio de
mediación. La metaforización como proceso orienta el camino investigativo
en la selección de palabras y significados desde el contexto de la metáfora
permitiendo el desbrozamiento de obstáculos ontoepistemológicos
utilizando la comparación, la ejemplificación u otros recursos literarios.
La presentación de los caminos que se proponen como constructo teórico
explicativo-comprensivo amplia y modifica las propuestas teóricas generadas
hasta ahora por otros autores en el ámbito de la complejidad como forma de
pensamiento y enfoque investigativo en el campo de la mediación heutagógica de
tesis doctorales a través de un proceso curio-ontoepistemológico. El planteamiento
aquí expuesto considera que el mundo de la vida donde ocurre la dinámica
humana se transforma heutagógicamente de manera constante y circular cuando
los sujetos que lo componen reflexionan sobre su hacer para consensuar
realidades fenoménicas y generar nuevos significados que a la vez servirán de
sustrato para reiniciar el proceso heutagógico de manera indefinida en el tiempo y
en el marco de un espacio de mediación heutagógica determinado lo cual implica
un proceso de desapego y un eventual cierre ontoepistemológico.
Esto es así dado que el proceso de aprender, en general, impone el dominio
de un idioma o/y un vocabulario básico del tópico o tema a aprender. El idioma
como crisol cultural señala consensos compartidos por los sujetos (TI MI) y
que sirven de punto de partida para iniciar el proceso heutagógico por vía del
itinerario investigativo necesario al emprender el viaje que se concreta en la
mediación heutagógica de una tesis doctoral.
Cada uno de los caminos sugeridos actúa de manera holónica y en relación
circular de interdependencia complementaria generando la posibilidad del
surgimiento de nuevo derroteros cognoscitivos que amplíen el espacio de
mediación heutagógica. Estos caminos no son rutas obligatorias que el Tesista-
Investigador (TI) o el Mediador-Investigador (MI) deben necesariamente recorrer
en un orden determinado o que guardan una cierta jerarquía sino que se
constituyen en posibilidades de reflexión que pueden ser acompañadas con otros
recursos de concientización sobre el propio hacer que se determina en razón a la
organización, a relaciones emergentes y un contexto consensuado, tales como:
1. El contra-argumento o visión ético-empática del problema
2. Erotética o arte de hacer preguntas.
3. Reflexión Heutagógica o revisión de los fundamentos de los haceres.
4. Contrastación de experiencias (propias y ajenas).
5. Argumentación entre paréntesis o búsqueda de la contextualización
relacional argumentada.
6. Experimentos o ejercicios mentales.
Estos recursos de reflexión consciente potencian la mediación heutagógica
como posibilidad de mirar el propio quehacer desde el hacer mientras se conoce lo
que se conoce cuando se está conociendo con la finalidad de lograr mayor insight
o comprensión del propio proceso de conocer apoyándose en la experiencia del
otro desde una dimensión ética para problematizar la realidad en construcción.
Esta reflexión ética apunta a hacer visible lo visible que por visible no se ve
estando consciente de “que no vemos que no vemos lo que no vemos” (Maturana
2003; p. 8) y posibilita la autoconciencia de nuestras limitaciones.
Ahora bien, los caminos propuestos supra requieren de un conjunto de
espacios que se detallan a continuación:
1. Espacio de mediación tutorial: en este espacio real o virtual se conjugan
actores tales como el Tesista-Investigador (TI) y el Mediador-Investigador
(MI) como compañeros de viaje en el itinerario investigativo y otros sujetos
que se incorporan de manera temporal o más o menos permanente durante
el tránsito investigativo hacia el horizonte propuesto. También pueden
formar parte de este espacio elementos tecnológicos como las Tecnologías
de Información y Comunicación (TIC`s) que coadyuven a la construcción
de los procesos heutagógicos y de autoconciencia. Este espacio reúne de
manera concéntrica y en relación sinérgica al menos tres espacios que los
constituyen: el espacio psicológico o individual, el espacio cognitivo o
relacional y el espacio físico o ambiente.
2. Espacio psicológico o interno: este espacio podemos describirlo como el
mundo fenoménico del sujeto investigador donde bullen los contenidos de
la conciencia o noemas tales como sus creencias, miedos, incertidumbres,
certidumbres, emociones, posibilidades de la lengua como competencia
humana, lógicas, percepciones, experiencias, pensamientos, conocimientos
y saberes, entre otros elementos.
3. Espacio cognitivo o social: es el ámbito donde se interactúa con los
otros sujetos y donde se genera el consenso de conocimientos, la
construcción de significados, la contrastación de experiencias, el uso del
lenguaje o habla, concientización, la socialización, y los procesos de
reflexión heutagógica.
4. Espacio físico o ambiente cultural: en este ámbito se dinamizan las
normas y reglas de comportamiento y control social, el sentido común, el
lenguaje como norma, las costumbres, las verdades consagradas y
exitosas, los objetos físicos en sí y las instituciones.
Estos espacios no presentan unos límites claros que permitan diferenciarlos
de manera definitiva sino que se solapan en franjas fronterizas que se
superponen y hacen borrosa la línea divisoria. En estos espacios se da el
mundo de la vida en su conjunto y en tal mundo ocurre la construcción de
conocimientos consensuados emocional (hemisferio derecho) y racionalmente
(hemisferio izquierdo) a través del uso del lenguaje técnico o cotidiano.
Engranaje del Espacio de Mediación Tutorial
Fuente: Rojas (2011)
El proceso de mediación heutagógica visualiza al menos dos momentos de
reflexión: uno, de reflexión individual donde el tesista-investigador (TI) afina la idea
de investigación metaforizando, categorizando y estructurando relaciones entre
elementos emergentes para hacer visible lo visible que por visible no se ve; y, un
segundo momento de reflexión donde se socializa el proceso de investigación con
Espacio Físico o ambiente cultural
Espacio Cognitivo o
social
Espacio Psicológico o interno
otros investigadores, como el mediador-investigador (MI), para el intercambio
entre pares o con otras personas que pudieran estar interesadas en las
potencialidades de la teoría generada con una actitud autonómica abierta a la
autotransformación creativa. La dinámica heutagógica impulsa un proceso circular
de mutua transformación entre los actores participantes que permite la
construcción de estrategias de organización, relación y contextualización de la
información que, a su vez, mantiene revitalizado al sujeto investigador.
Finalmente, podemos señalar que el proceso de mediación heutagógica en el
marco de una aproximación curio-ontoepistemológica se desarrolla, como se
explicitó supra, en dos vertientes: una personal y otra social. En lo personal, el
investigador tiene la posibilidad de desarrollar una estructura de pensamiento
relacional profunda y crítica que le abra caminos y horizontes para afrontar
situaciones y problemas a lo largo de toda su vida en la producción de
conocimientos o aprovechando intelectualmente los ya existentes.
Y, por otra parte, en lo social, el proceso heutagógico de reflexión se constituye
en un medio que potencializa los conocimientos habidos y por haber para la
comprensión consensuada del mundo de la vida con la posibilidad de
autotransformación y/o de mutua transformación como proceso consciente
(praxis).
Ambas vertientes operacionales de la Teoría de la Mediación Heutagógica
ocurren en el marco de un contexto cultural que configura sus significados y
permite su transposición a otros contextos pudiendo ser considerada como un
constructo teórico ontoepistémicamente abierto a modificaciones, cambios e
intercambios que permite cierres para reestructurarse o reconfigurarse en un
proceso de la incesante dinámica de conocer.
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