8/20/2019 Tierras Mayas Arribar
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A tres años que partí de España para en tierras mayas arribar, viví en D.F. pisé Veracruz,
pero acabé quedándome en Micoacán. Estuve en More!ia "rande y ermosa, con
esp!éndida catedra!, pero no #ue sino en $ruapan, donde e! destino me ubo de !!amar.
Fue en una noce de %ctubre, que a !a centra! !!e"ué en un cami&n, donde encontré a
'uan (unto a Mary, recibiéndome con i!usi&n, también a su i(a )ar!a, bonita a más no
poder, con !a sonrisa de !os niños, que asta a! cie!o ace estremecer. En carro #uimos a
su casa, donde con cariño me aco"ieron*sin tardar muco mis o(os*asta que nuevos
ami"os vieron. +onocí a ancy caparra a!ocada, que en una tiendita anima!es cuidaba,
conocí a -eto a!e"re e inquieto, también un "a!án y un poquito prieto. +onocí a !as
#ami!ias, padres, tíos y ermanos, de aque!!os que entonces me estaban cuidando. Era
asombroso como me trataban, en una ciudad a! parecer despiadada. Eran de E!
/rá#ico0 aque!!as noticias, que más re#!e(aban crue!dad e in(usticia. 1eres umanos
decapitados, sur"ían en cunetas tras ser secuestrados. A todo e! mundo parecía norma!,
que a diario ocurriese !a barbaridad. e"ro encontré desti!ado e! umor, de !a mayoría
de personas de esa ermosa re"i&n. Aí contemp!é !a cara y !a cruz, de! "énero umano
su sombra y su !uz. Era norma! que ante aque!!a barbarie, rieran !as "entes y no ubiera
nadie, que contemp!ando aque! orrib!e escenario, iciera a!"o más que !eer e! diario.
Duros destinos están reservados, para aque!!os que amor c!aman en so!itario, ya seas
cristiano, ateo, testi"o o morm&n, si buscas (usticia irás a prisi&n, ese es e! precio que
ay que pa"ar, cuando invade a! "obierno !a corrupci&n, pero me(or no protestes y ponte
a rezar, que sin muco cuidado !a puedes cin"ar. En este punto ante tanta crudeza, es
cuando $ruapan !evanta cabeza, con una sonrisa me mira a !os o(os, me in#unde i!usi&n,
a!e"ría y arro(o. 2e aquí !a "ran parado(a que en estos versos aora se deso(a, entre !a
indi#erencia de !a mu!titud, destaca de $ruapan su "ran actitud. 3aso #irme y mirada a!#rente, cariños y risas entre !a "ente, educaci&n y #orma!idad, pero con distensi&n y
vivacidad, nunca sobraba un beso o abrazo, aunque como te pases te dan un "uantazo.
3ero de(ando a un !ado bromas y umor, que a!!í abundan también y a"radézca!o yo,
diré desde aquí a vuestro pueb!o entero, por qué $ruapan "an& e! coraz&n de este "4ero,
#ue porque siendo españo! y via(ero, (amás me sentí*como un e5tran(ero. E! carco de
nuevo no quise cruzar y poco después empecé a traba(ar. En e! tian"uis de carros un día
tortas vendí y sin muca #ortuna casi todas comí. +iertamente de emp!eos, no estaban
!as ca!!es !!enas y en !os pocos que abía, no "ustaba mi me!ena, pero me resistí tenaz a!
cabe!!o cortar, mientras ubiera otra opci&n que pudiera aceptar. Fina!mente y "racias a
mis ami"os, pude encontrar esa "ran bendici&n, !a de un buen puesto de traba(o y un no
menos cido patr&n. +on ciento cincuenta pesos por día, en casa prestada me mantenía
y no demasiado más tarde, a!"o "enia! sucedería* Encontrándome en e! tian"uis, donde
ropa y cácara vendía, #ueron cuatro ermosas mu(eres, !as que muy pronto
aparecerían. +ristabe!, 6ocío, -renda e 75ce!, eran !os nombres de !as me5icanas, que
muy pronto me secuestraron, entre !as brumas de !a mañana. 8ras un bonito paseo que a
su !ado recorrí, no pude evitar e! deseo, de a su cita más tarde acudir. Era #eria y me
esperaba*a!"o que no me ima"inaba. Encontrándome a!!í con e!!as, tuve una !una que
aun oy me !!ena, concededme so!o un momento y os presento e! resto de! cuento.
9oce: 9;uces: 9E5pectaci&n: 9M
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pude ver, a esas "ráci!es bai!arinas que acababa de conocer, eran ta!es sus movimientos,
su pasi&n, arte y acer, que con"e!áronme e! sentimiento, sin a razones poder atender.
9>ué ener"ía: 9>ué emoci&n: 9+uánto derroce de devoci&n: ;o que aque!!os pasos
"uiaba* 9!a per#ecci&n misma envidiaba: Eran !os miembros de 'itterbu" 9que en mi
coraz&n acían su debut: 3!asmar con ma"ia y ensueño canciones, #ue esa !a #irma de
sus actuaciones. /racias !e doy a! señor Ervin 6ivas y también a su c!ase por dar!e más
vida, a esa ciudad tan !inda y entrañab!e, a! !ado de un cerro que #ue ino!vidab!e. A!!í !e
atacaron a un par de carna!es, una orda de abe(as 9con pocos moda!es: $no era yo y e!
otro 6ubén, que acab& a!!í más #rito que una sartén. Día tras día crecía y aumentaba, !a
cantidad de tesoros que e5perimentaba. De! parque naciona! !a increíb!e be!!eza, donde
a!"
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