REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELAFEDERACIÓN DE IGLESISAS EVANGÉLICAS LIBRES PENTECOSTALES DE VENEZUELA
CONVENIO IGLESIA RENOVADA SIÓN-CAGUAINSTITUTO BÌBLICO. FIELPV. IBF-TSU-CAGUA.
DIRECCIÓN NACIONAL
LAS SETENTA SEMANAS DE DANIEL
AUTORES: Mayerlis García Yulman Hurtado
Resumen
Daniel es uno de los profetas con una disciplina bien definida en cuanto a su convicción. Este ensayo busca explicar una serie de elementos que conllevaron a Dios a revelar acontecimientos esenciales, los cuales debía pasar el ser, hasta llegar a hechos Escatológicos que definen el destino de la especie humana. Se presenta un contenido revestido de un rico ropaje simbólico, siendo comunicados en forma de visión a su autor, el vidente. Este recibe a veces, a causa del mensaje un fuerte impacto emocional, que puede llevarlo al desvanecimiento o a sufrir algunas clases de trastornos o dolencias físicas de importancia. Así el profeta establece términos generales, haciendo referencia a la historia como si se tratara de un drama resuelto en dos actos. El primero de ellos se desarrolla en el mundo actual y el mundo presente; el segundo, dada desde una perspectiva fundamentada en el fin del mundo. De esta manera se abordan las setentas (70) semanas, encontradas en Daniel 9:24; “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad para determinar la prevaricación, poner fin al pecado y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, sellar la visión y la profecía y ungir al Santo de los santos” La profecía identifica varios momentos, tales como: un decreto oficial para la reconstrucción de Jerusalén, la aparición y ejecución de un Príncipe, la destrucción de Jerusalén y su templo, el establecimiento de un tratado entre un príncipe que habrá de venir y la nación de Israel y el rompimiento subsiguiente de dicho tratado. Con el quiebre del tratado viene la suspensión de la adoración judía en el templo y un brote de intensa persecución a los judíos. Al término de las setenta semanas, se introduce un tiempo de bendición sin precedentes para la nación de Israel. Descriptores: profetas, acontecimientos, destino, escatológicos, fin, semanas, Setenta, prevaricación, pecado, expiar, iniquidad, justicia, aparición, ejecución, Príncipe, destrucción, Jerusalén, templo, establecimiento, tratado.
TABLA DE CONTENIDOS
Capítulo I
Las Setenta Semanas por el pueblo de Israel
Terminación de la Prevaricación
Fin al Pecado y Expiación de la Iniquidad
Traer la Justicia Perdurable
Sellar la Visión y la Profecía
Ungir al Santo de los santos
Capítulo II
Momentos de la Profecía
Decreto Oficial para la Reconstrucción de Jerusalén
Aparición y Ejecución de un Príncipe
Destrucción de Jerusalén y su Templo
Establecimiento y Rompimiento de un Tratado
Capítulo III
Suspensión de la Adoración Judía en el Templo
Persecución a los Judíos
Un Tiempo de Bendición para Israel
Conclusión
Bibliografías
CAPÍTULO I
Las Setenta Semanas del Pueblo de Israel
Este pasaje comienza con un hecho del profeta, el cual se hallaba orando y confesando
su pecado y el del pueblo de Israel, derramando su ruego delante de Jehová, por el monte
santo de Dios. En ese instante se hace presente el varón Gabriel a quien había visto en la
visión volando con presteza a la hora del sacrificio de la tarde. Le es dada la sabiduría y el
entendimiento para comprender el propósito del Señor en su amor.
Es importante destacar que, la profecía señala que el tiempo dado por Dios para estos
eventos relacionados a la nación judía y su capital, Jerusalén, es de setenta sietes. Es decir,
que la palabra traducida para “semanas” es simplemente “sietes” es el plural de la palabra
siete, pero no especifica si la unidad de tiempo es días, semanas, meses o años. Sin
embargo, al analizar Levítico 25:8 donde explica: “Y contarás siete semanas de años, siete
veces siete años, de modo que los días de las siete semanas de años vendrán a serte
cuarenta y nueve años.” Lo que explica con detalles que en la ley de Dios se trata Semanas
de años, como un hecho de santificar la tierra que había sido impura; cada tiempo era
necesario hacer un sacrificio en el año del jubileo; palabra derivada del hebreo yobel que
significa carnero, era una forma de proclamar libertad en todo el espacio terrestre y sus
habitantes (Lev. 25: 10); después de la llegada de Cristo la libertad tiene un aditivo
llamado salvación, la cual es percibida por gracia. Y la segunda llegada otro elemento que
es la purificación de toda la tierra para la santificación del hombre.
Evidentemente, La Escritura toma en cuenta dos elementos importantes en esta
profecía: una de días y la otra de años. Una gran parte de los eruditos concuerdan en que
la unidad de tiempo que debe usarse para las semanas de Daniel es años. Sin embargo, es
necesario sustanciar esta forma de interpretación de los “setenta sietes.” ¿Por qué es que
los “sietes” se toman como años y no como días? Hay varias razones que le permiten al
estudiante de la profecía bíblica la libertad de tal interpretación. Primero, como se indica
en el contexto inmediato de Daniel 9:1-2, el profeta había estado pensando en términos
de años. Además, había estado pensando en múltiplos de “sietes” de años. Por eso
después del cautiverio Dios envía un mensaje al profeta Daniel, argumentando este que
había entendido el mensaje de Jeremías.
Daniel 9:1-2 (NVI) Corría el primer año del reinado de Darío hijo de Jerjes, un medo que
llegó a ser rey de los babilonios, cuando yo, Daniel, logré entender ese pasaje de las
Escrituras donde el Señor le comunicó al profeta Jeremías que la desolación de Jerusalén
duraría setenta años. En este sentido, se puede explicar: cuando apenas se cumplía el
plazo del cautiverio, Dios envía al profeta Daniel una revelación mediante un arcángel. Esa
revelación profética se llama las Setenta Semanas, es decir comenzaría un proceso
necesario para poder perfeccionar la obra del Señor. Entonces explica (Dan. 9:25-27) que
desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe,
habrá siete semanas para la restauración de Jerusalén, con el decreto de Artajerjes, el cual
reinó desde el 465 hasta el 424 a.C. Por lo tanto, el año en que da la orden para la
reconstrucción de la ciudad de Jerusalén fue en el 445 a.C. Este es el año que la mayoría
de los académicos, tanto conservadores como liberales, aceptan como el punto de inicio
de las setenta semanas de Daniel. Partiendo de este hecho se tiene que los judíos
tomaban años de 360 días; (Apo. 12:6, 13-14; 13:4-7) son algunos ejemplos del uso de
años de 360 y 365 días respectivamente, en cálculos cronológicos en la Biblia, lo que hace
una diferencia importante, ya que existe una diferencia de 6 años y medio, los cuales
explican claramente la diferencia con respecto a este hecho importante:
Cuadro Nº 1
7 Semanas desde la orden de edificar Jerusalén
62 Semanas desde la entrada de Cristo a Jerusalén Como el Mesías
2.000 años desde la crucifixión de Cristo. La destrucción de Jerusalén (Año 70. D.C) Formación de la Iglesia de Cristo, hasta el Rapto.
1era Semana desde la firma del pacto. La gran tribulación, hasta la segunda venida de Cristo
49 años. 14 de marzo del 445. A.C,(Neh. 2:1)
434 años 6 de abril del año 32. D.C. (Dan. 9:26)
2.000 años.(1 Tes. 4:16-17)
Hasta que llegue el tiempo en que digáis: Bendito el que viene en nombre del Señor”(Lucas 13: 35)
Tabla comparativa de las 70 Semanas (Dan. 9:24-27)
Terminar la Prevaricación
Prevaricación, delito que consiste en el incumplimiento de las obligaciones propias del
cargo por parte de un funcionario, un juez o un abogado, es decir no llevar a cabo lo que
se le ha encomendado. O faltar, a sabiendas del cumplimiento de los deberes de su puesto
de servicio. Por lo tanto, al tomar en cuenta la palabra terminación, existe una resolución
que se toma sobre este hecho y tiene que ver con una decisión, es decir la valentía que se
asume al tomar una postura, para ponerle fin a alguna cosa.
En este sentido, Daniel 9:24b, explica claramente cómo se le pondrá fin al
incumplimiento de la ley de Dios. Este elemento se fundamenta en quitar ese delito que
se cometió desde un principio, cuando el pueblo de Israel no acató las normas e incumplió
con los mandamientos emanados de la mano poderosa de Jehová.
Es importante destacar, que uno de los primeros fundamentos cimentados en la
historia del pueblo de Israel fue la obediencia, Deuteronomio 6:3 “Escucha, Israel, y
esfuérzate en obedecer. Así te irá bien y serás un pueblo muy numeroso en la tierra donde
abundan la leche y la miel, tal como te lo prometió el Señor, el Dios de tus antepasados”
Esta promesa fue olvidada y Dios, entonces, pronuncia el mensaje necesario por medio de
Daniel explicando que le pondrá fin a la prevaricación, es decir al incumplimiento de sus
obligaciones y deberes como pueblo escogido.
El fin de la prevaricación será el estado de un pueblo futuro, perfecto, obediente,
manso, sin ninguna mancha, donde prevalecerá la alabanza a Dios y la justicia que será
instaurada por el Rey de reyes y Señor de señores.
Efectivamente, hoy cuando se observa una serie de hechos que se están cumpliendo
con la visión dada a Daniel 9:24-27, se evidencia con claridad que existe una esperanza
para aquellos que aún creen en un Dios verdadero y que sus promesas se anidan intactas
al pacto hecho con Abraham. Porque la heredad está relacionada con esta promesa;
necesaria para escoger al hijo de Dios de una línea consanguínea estipulada aún desde el
principio cuando Adán desobedeció al Señor, debido a que la heredad había sido
manchada y la purificación vendría por un hombre intachable simiente de una mujer, la
cual le hollaría la cabeza a la serpiente y esta a su vez el calcañar. (Gen. 3:15) Porque “El
gran Dios sujetó todas las cosas bajo los pies del hombre, y porque en cuanto le sujetó
todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él” (Hebreos 2:8).
Es por ello, que Dios busca establecer, en su tiempo, el orden definido desde el
principio del mundo, buscando la perfección del ser humano mediante el fin de la
prevaricación y así empezar un nuevo fundamento cimentado sobre buenas bases.
Fin al Pecado y Expiación de la Iniquidad
Para abordar este tema, se hace importante definir el pecado, expiación e iniquidad.
Elementos esenciales para tomar puntos de vistas esenciales al momento de explicar
detalladamente el mensaje de Dios al Profeta Daniel 9:24-27. Pecado proviene de
latín peccātum, es la transgresión voluntaria de un precepto tenido por bueno. Para
los griegos al pecado se le decía hamartia: fallo de la meta, no dar en el blanco. En hebreo
la palabra común para "pecado" es jattáʼth, que también significa “errar” en el sentido de
no alcanzar una meta. En Jueces 20:16 se utiliza la forma verbal jatá en una frase negativa
para referirse a los benjamitas como personas que podían tirar piedras con honda a un
caballo y no erraban. En arameo la palabra para "pecado" es khata.
De esta manera, el concepto religioso aún vigente de pecado como delito moral que
alude a la trasgresión voluntaria o involuntaria de normas o preceptos a precisarse para
analizar el daño que le precede. Dios no interviene si hay pecado (Isaías 59:2b) “pero
vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados
han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.” Por lo tanto el pecado es ajeno a
Dios (Efesios 4:18) “A causa de la ignorancia que los domina y por la dureza del corazón,
oscurecido estos tienen el entendimiento y están alejados de la vida que proviene de
Dios” Este pasaje toma en cuenta que el pecado hace que el hombre se aleje de Dios
porque, la dureza del corazón no permite una comunicación efectiva; al contrario dificulta
la relación con el Señor y por falta de conocimiento somos llevados hasta la muerte.
Efectivamente, cuando Dios transmite su mensaje a Daniel 9:24-27, y le informa que
pondrá fin al pecado, toma una posición clara de limpiar y quitar lo que obstaculiza e
impide desarrollar un proceso que de por sí debe cumplirse. Lo cual indica una línea de
comunicación directa en la profecía de Dios; se hace imperativo limpiar todo lo malo para
instaurar un nuevo gobierno, lo cual implica una serie de acontecimientos para quitar,
arrancar, desplazar aquello que desde un principio opacó, atrasó e impidió avanzar en el
propósito original de Jehová Omnipotente.
Dios busca entonces, la pureza, la santidad, la obediencia, la comunión e integridad, lo
cual lo conseguirá mediante la expiación de la iniquidad, lo cual se fundamenta en
principios únicos definidos por Dios desde que toma como canal principal a su pueblo
Israel, para tener a la santidad; libre de esclavitud, sin embargo, se hace importante llevar
a cabo los acontecimientos definidos en su mensaje profético.
Al definir La iniquidad como tal, es la injusticia. Es la condición de no ser recto, ya sea
en relación con Dios, en base a su norma inamovible de justicia y santidad. Es un elemento
esencial para que el ser humano no avance, el cual no puede florecer cuando existe esta
forma de transgresión.
Además, la expiación demuestra que Dios es benevolente (ofrece un camino al
pecador) y justo (demanda un castigo por el pecado). Quien se somete a la expiación,
limpia su pecado, accede al perdón de la culpa y se libera de la opresión.
Traer la Justicia Perdurable
El término justicia ha sido un elemento de controversia en todo el mundo, debido a que
algunos no han tenido la claridad suficiente para definir esta palabra de una manera
adecuada, tratando de tomarla figurativamente como ciega, o describirla como neutra.
Dios la muestra de una manera diferente para acabar con esa neutralidad, la cual refuta
Jehová en su sabiduría eterna.
El diccionario bíblico Wikicristiano (2014), lo define de la siguiente manera:Estado en el que existe una correcta relación entre el hombre y Dios, dentro de los límites de la comprensión finita del hombre de la voluntad y del propósito divino. La Justicia de Dios es absoluta, y equivale a la plenitud e infinita perfección del carácter divino. Pero el hombre no tiene absolutamente ninguna Justicia por sí mismo.
De esta manera, se explica que la justicia representa un estado en el cual, el hombre
está en perfecta comunión con Dios, en un entendimiento inmediato, manifiesto, posee
un punto de partida y uno de llegada, sin otra medida, es la reciprocidad justa que define
la intención y el fin último de Jehová sobre la perfección del hombre.
Así mismo, justicia proviene del latín, iustitia Nació de la necesidad de mantener la
armonía entre sus integrantes, es decir no toma el hecho divino de Dios, lo que conceptúa
una norma entre los hombres, lo cual hace buscar entre ellos una verdad que no les
pertenece y así viene un rompimiento porque en algún momento infringen la ley porque
es una legalidad humana, lo que indica que todo lo hecho por el hombre tiende a
corromperse.
En este orden de ideas, Dios vendrá a traer esa justicia para el ser humano, debido a
que una vez limpiado el mundo de la maldad, entonces será propicio llevar a cabo este
hecho para hacer en el hombre una justicia como la de Jehová de los Ejércitos.
Sellar la Visión y la Profecía
Sellar la Visión y la Profecía, Daniel 12:4, aquí se tiene dos cosas, que si bien están
juntas, pudiendo verlas por separado: a) sellar la visión, implica darle a lo que Daniel vio,
un corte, un principio y un fin determinado, pero además la imposibilidad de que nadie
agregara nada más a lo ya revelado. b) sellar la profecía, implica lo mismo que lo anterior,
pero además, nos da la seguridad de que de esta manera, estando atentos a los días y los
años, podremos velar sin temor a ser atrapados como los que duermen.
Una vez que le fue dado el entendimiento a Daniel entonces Dios le ordenó que sellara
la visión, es decir que la guardara y no dijera más nada al respecto, además la profecía
quedaba también sellada para que no se estableciera más opiniones a este punto. Sólo
debían tomar su puesto y esperar los días para que el reloj de Dios diera su propia
opinión. Aunque han pasado dos mil años, la visión y la profecía siguen selladas,
esperando el tiempo del Señor para que se cumplan todas estas cosas. Despidiéndose de
esta manera: vv 12 Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco
días. Vv 13 En cuanto a ti, tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu
heredad al fin de los días.
Ungir al Santo de los santos
Y entonces veremos a Cristo (Mateo 24: 29-31) “en su segunda venida sobre las nubes
del cielo, con poder y gran gloria y enviará a sus ángeles con gran voz de trompeta y
juntará a sus escogidos de los cuatro vientos desde un extremo del cielo a otro”. Que
importante es para el mundo entero que Cristo venga al mundo a juntar a sus escogidos y
tomar posesión de lo que le corresponde llevar a cabo una vez dada a conocer la profecía,
debido a que representa un momento de cambio y perfección, la cual tomará vida para
que la justicia perdure grandemente en la vida del ser humano y así poder comenzar de
nuevo el diseño original dispuesto para el hombre desde el inicio de todas las cosas. Es en
sentido práctico un nuevo amanecer con algunos acontecimientos antes de que las cosas
cambien, pero al fin la hora de la siega ha llegado como lo expresa Apocalipsis 14: 14-16
“Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está
madura” Es el tiempo de Dios y la hora de cumplir con la profecía. En ese tiempo Dios
sabrá escoger entre sus amados para que habitemos con Él en Sión para siempre.
En este sentido, la Enciclopedia Wikicristiano (2014) explica que “el verbo ungir
proviene de ungir, untar, consagrar”. Este es un verbo común, tanto en hebreo antiguo
como moderno, que también se encuentra en antiguo ugarítico. Aparece unas 70 veces en
el Antiguo Testamento hebraico.
Cristo, el título neotestamentario, se deriva del griego (Xristos, Jristos) que es el
equivalente exacto del hebreo massiaj, pues también tiene el significado básico de untar con aceite, un elemento sorprendente de cómo esta palabra puede fundamentar el propósito de este hecho: Consagrar al Santo de los santos, posicionarlo y afianzarlo para siempre y así la justicia perfecta vendrá a ser parte de los hijos de Dios.
CAPITULO II
Momentos de la Profecía
Un decreto oficial para la reconstrucción de Jerusalén
Artajerjes I (465-424 A.C.) desarrolló su mandato en el período en el cual se emite el decreto para reconstruir a Israel y se cree que fue, según lo eruditos en el 445 A.C. Además este monarca persa tenía un copero muy piadoso (Ver Nehemías 1:11-2:1). Permitiéndole a ir a Jerusalén para reconstruir los muros de la ciudad (Nehemías capítulo 2). Este hecho se hace necesario para comenzar a contar el comienzo de las siete semanas de años o los 49 años para la reconstrucción de Israel y su templo. Efectivamente, en este tiempo solo un remanente había vuelto a su patria a reconstruirla, Esdras 7:6-9. Sino que también se iniciaría un período el cual menciona claramente Daniel 9:24-27; explicando la estructura de las 70 semanas. Con sietes semanas de años para la reconstrucción de Jerusalén y su templo. En este orden de ideas, se puede tomar en cuenta Esdras 7:11, para analizar el escrito
que le entregó Artajerjes; Dios en su sabiduría había hecho que Esdras recibiera todo lo
que le pidiera al rey. Así Esdras logró salir de Babilonia el día primero del mes de Abib, del
séptimo año del reinado de Artajerjes. Llegó a Jerusalén el día primero de dicho mes de
ese mismo año. Lo acompañaba un grupo de judíos, entre los que había sacerdotes, sus
ayudantes, cantores, guardianes y servidores del templo de Dios. Así mismo, Nehemías toma todas las precauciones en su petición al rey para que
emitiese cartas a los gobernadores al otro lado del río, y franquearan el paso hasta que
llegara a Judá.
Aparición y Ejecución de un Príncipe
En este análisis se podría tomar una serie de elementos conducentes a definir sobre la
aparición y ejecución de un príncipe; pero, ¿qué indicio será el conducente a ver a Jesús
como aquel que debía morir? La respuesta está claramente en el versículo 26: “Y después
de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un
príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y
hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones, es decir después de 434 años se
quitará la vida al Mesías, lo cual era necesario para poder llevar a cabo la profecía
completamente, debido a que después en el año 70 el pueblo de Dios fue destruido como
castigo por el rechazo de Jesucristo. Mateo 23:37 - 39 y 24:1 – 2; el cual explica claramente
cómo Jerusalén rechazó a los profetas y cómo Dios quiso juntarlos como gallina a sus
polluelos, sin embargo también explica la desolación del pueblo del Señor. De esta manera
se juntan dos elementos: el amor de Dios por mantener unidos a sus hijos y por otra parte
la reprensión a la desobediencia consumada mediante la muerte a los mensajeros de Dios;
la muerte de Cristo estaba anunciada “Porque os digo que desde ahora no me veréis,
hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor” Anunciaba su muerte
dándole espacio a una segunda venida, es como una porción de tiempo para cambiar la
conciencia de un pueblo, debido a que la palabra “Hasta” implica un espacio temporal, y
ello conduce a la imperiosa necesidad de fundamentar el hecho insustituible de que los
acontecimientos futuros serán dado por un condicional donde el Israel debe bendecir al
que viene en nombre de Dios y ese es Jesucristo.
.
Destrucción de Jerusalén y su Templo
Este punto en la profecía tiende a confundir a muchos; leyendo los versículos 26 se
podría hacer un pequeño análisis al respecto: “Y después de las sesenta y dos semanas se
quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir
destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra
durarán las devastaciones” Una vez cumplidas las 62 semanas la vida del Mesías es
quitada como es conocido, sin embargo, vendría en el año 70 después de Cristo, un
General llamado Tito, por órdenes de su padre Vespasiano, cumpliría exactamente la
destrucción del pueblo de Dios; es impresionante como después de 1900 años de
dispersión Dios volvió a juntarlos el 14 de mayo 1948, en Ezequiel 37:21 explica. Y diles:
Así dice el Señor DIOS: “He aquí, tomaré a los hijos de Israel de entre las naciones adonde
han ido, los recogeré de todas partes y los traeré a su propia tierra” Después de los
acontecimientos de la destrucción de Israel han pasado casi 2.000 años, es el tiempo de
los gentiles mencionado en el estudio anterior. Tiempo mencionado por pablo (Romanos
11: 25) “Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis
arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en
parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles” Es decir que será necesario que
aquellos que no siendo del pueblo amado de Dios también entren en la promesa con un
período de espera más largo, siendo imperativo la salvación de estos mediante la
predicación del evangelio por todo el mundo para que nadie se quede sin conocer del
Señor y solo así vendrá por segunda vez Jesucristo y todo ojo le verá.
Establecimiento y Rompimiento de un Tratado
Este hecho es conocido como la semana de pacto y rompimiento; Dan 9.27 “ Y por otra
semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y
la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el
desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre
el desolador” De siete (07) años después del cumplimiento exacto de las 69 semanas y el
período de los gentiles de 2.000, años, entonces vendrá una semana más donde la mitad
de este período o tres años y medio (3 ½) será para establecer un pacto con muchos,
cuando se habla de pacto, se hace necesario definir esta palabra y saber que se usa para
indicar las relaciones entre Dios y el hombre, entre el hombre y hombre, entre nación y
nación. En este caso Dios no está inmerso en dicho pacto por el contrario, el anticristo es
el elemento inmerso en este pasaje. Al analizar el Salmo 55:20-21: “Extendió el inicuo sus
manos contra los que estaban en paz con él; Violó su pacto. Los dichos de su boca son más
blandos que mantequilla, Pero guerra hay en su corazón; Suaviza sus palabras más que el
aceite, Mas ellas son espadas desnudas” Se refiere a este acontecimiento y en definitiva
es el anticristo.
Efectivamente, los otros tres años y medio (3 ½) serán cuando se rompa el pacto y el
sacrificio y la ofrenda sean suspendidos. Para engañar al pueblo santo y hacerle ver que la
expiación de la iniquidad ha llegado y confundirlo con el Mesías, sin embargo la palabra se
está refiriendo al inicuo, al desolador, al anticristo, el que destruye y quita.
Capítulo III
Suspensión de la Adoración Judía en el Templo
Según las escrituras, el anticristo, en un acto de profanación, suspenderá la adoración
judía en el templo para buscar la adoración de él mismo; Daniel 9:27 “Y por otra semana
confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la
ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta
que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador”
Además Daniel 11:31. Toma en cuenta de una manera directa cómo se levantarán las
tropas del anticristo para profanar el santuario y la fortaleza, quitarán el sacrificio
continuo y pondrán la abominación desoladora, la cual se fundamenta en Daniel 12:11
cuando explica que desde el tiempo que sea quitado el sacrificio continuo hasta la
abominación desoladora transcurrirán mil doscientos noventa días es decir tres años y
medio (31/2). Después del rompimiento del pacto, vendrá entonces satanás con su
maldad hasta que se haya consumado todo lo escrito por los profetas y entonces vendrá
el fin derramándose lo que está determinado sobre el desolador. Además, 2
Tesalonicenses 2:3-4, explica claramente como el día del Señor no vendrá sin que antes
venga la apostasía, y se manifieste el hombre del pecado, el hijo de perdición, el cual se
opone a todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo
de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.
En este sentido, este pasaje se hace ver cómo el anticristo se sienta en el trono de Dios
en el futuro templo a edificarse.
Persecución a los Judíos
Es importante destacar que después de la muerte del Mesías amado, pasará un
tiempo en el cual llegaría la destrucción del pueblo de Israel y su dispersión duró
alrededor de 1900 años, tiempo en el que dicho pueblo sería perseguido y atribulado
constantemente como lo ha dicho la historia a lo largo de estos diecinueve (19) siglos. Por
lo que se hace necesario explicar que en uno de los apartes de la profecía de Daniel 9:26
explica “y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones” Lo que hace claro que hasta
el último momento Dios ha dejado que su pueblo amado sufra persecuciones, sin
embargo algunos creen que estas tribulaciones terminaron en 1948 cuando se nombra a
Israel como Estado agregado y se le devuelve parte de su territorio. Hecho este contado
en el reloj de los acontecimientos.
Por otra parte, satanás ha determinado contraponer la voluntad de Dios tratando de
engañar al mundo y destruir lo que el Señor tiene determinado para sus hijos y desde
tiempos ha estado confundiendo a multitudes para dispersar el propósito del Santo de
Israel. Por lo tanto solo hasta que venga la consumación y lo que está determinado y se
derrame sobre el desolador. Entonces vendrá una bendición sobre los judíos.
Un Tiempo de Bendición para Israel
Tomando en cuenta Daniel 12: 1e, el cual dice: “pero en aquel tiempo será libertado tu
pueblo, todos los que se hallen inscritos en el libro”. Y en el vv 2 explica “Muchos de los
que duermen en el polvo de la tierra serán despertados: unos para vida eterna, otros para
vergüenza y confusión perpetua”
Este tiempo de bendición se afirma en Isaías 66: 12. “Porque así dice Jehová: “He aquí
que yo extiendo sobre ella la paz como un río y las riquezas de las naciones como un
torrente que se desborda; y mamareis, en los brazos seréis traídos y sobre las rodillas
seréis mimados. Este será un tiempo de bendiciones para su pueblo y de todas las
naciones vendrán a su monte santo de Jerusalén como una ofrenda para Jehová. Habrá
cielos nuevos y tierra nueva, porque Dios trae a Jerusalén alegría y a su pueblo gozo, es
decir, la bendición que habrá después de la gran tribulación será inmensa porque el lobo y
el cordero serán apacentados juntos y el león comerá paja con el buey; y todo será justo y
bueno. Además ser “Árboles de justicia” “Plantío de Jehová” para la gloria suya.
Conclusiones
Finalmente, se demuestra mediante este estudio, cada una de las épocas vividas por los
seres humanos en la visión de Daniel donde Dios le muestra una serie de acontecimientos
basados en semanas de años, las cuales tienen su fundamento en la ley del Señor;
argumento indicado para la purificación de la tierra y que sin duda alguna prevalece a la
hora de instrumentar una serie de hechos que corroboran el proceso por el cual debe
pasar el ser humano para llegar a la purificación total de la tierra y por lo tanto de un
nuevo cielo y la renovación del individuo mediante la justicia eterna de Jesucristo.
Desde este punto de vista, las primeras siete semanas de años para la restauración de
Israel con Nehemías, seguidamente de las sesenta y dos semanas; la muerte del Mesías y
un largo período de los gentiles, con una duración (hasta ahora) de 2000 años como un
tiempo de gracia para que el mundo pueda conocer el evangelio de Dios y por último un
pacto por tres años y medio, el cual será roto; por otros tres años y medio se profanará el
templo; con la muchedumbre de la desolación vendrá el engañador y este hará confundir
a muchos suspendiendo el sacrificio y la adoración del templo, pero todo se consumará y
el fin vendrá acompañado del Cristo inmolado.
Bibliografía
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desde http://www.jesucrist.o.net/70Daniel.htm.
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4- Santa Biblia. Versión Reyna Valera 1960. Profetas Mayores. Daniel Capítulo 9: Versículo 24 al 27. 03 de marzo de 2014.
5- www.estudiosmaranatha.com/faq/faq252.html Recuperado el 3 de marzo de 2014. desde http://www.jesucrist.o.net/70Daniel.htm.
6- www.ivoox.com/profecia-de-las-70-semanas-de-daniel-congregacion-au.3/9/2013 Recuperado el 3 de marzode2014.Desde http://www.jesucrist.o.net/70Daniel.htm.
7- Religion. (n.d.). En Wikipedia. Recuperado el 03 de Marzo, 2014, de http://en.wikipedia.org/wiki/Religión.
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