TRAVESÍA EN FE HACIA EL SINAI
“ESCUCHA Israel ( TERESITAS) , los mandatos que hoy les predico para que los
aprendan, los guarden y los pongan en práctica” (Deut 5,1,b)
“ Yo soy el SEÑOR TU DIOS” (Deut 5,6)
De prisa… nos espera una gran experiencia
“ El Señor , nuestro Dios, hizo una ALIANZA con nosotros en Horeb . No la hizo con nuestros padres, sino con los que estamos vivos hoy” ((Deut 5,3)
“ Yo te saqué de Egipto de la Esclavitud” (Deut 5, 6b))
Partiendo desde Ramsés a Sucot.
P. Patrick, Carmelita, acompañante espiritual,
preparando el Mensaje de entrada.
Hemos iniciado una travesía en FE por los inicios de la historia de la
Salvación, será en fe, meditación, contemplación
Entramos y penetramos en el Desierto… el mismo que recorrió el
Pueblo de Israel con su Caudillo Moisés.
“El Desierto, lugar donde el hombre se siente impotente. No
hay nada, es la desnudez del hombre frente a su Dios” (P.Patrick)
El Espíritu Santo llevó a Jesús al Desierto. Es también el lugar de la
soledad de la tentación…
Mar Rojo , cierra el paso a los fugitivos de Israel que han emprendido una aventura, sólo obedeciendo a la voz de la nueva
Deidad…
El haber escuchado la Palabra de Yahvé, lleva al pueblo de
Israel a una situación de casi aniquilamiento…
El obedecer a Dios más que una situación insoportable en que se
encontraban, aparece como el motivo de la aventura que ahora se presenta
trágica
En la marcha por el desierto, la tierra inhóspita, habría de
faltarles TODO…
Les falta en el largo caminar, el alimento, el agua, el pan, se abocan a los peligros de las serpientes y de los
gigantes… Y, ¿cuál es mi situación?
Pero el DESIERTO sigue siendo una pieza clave de estilo salvífico de Dios que se repite, sin cambios a través de las edades y los tiempos. ( Heb
6,4-6; 1ª. Cor 1,8-9)
.... el comienzo de la subida el calor de día y el frío de
noche que penetra hasta los huesos …
Ponte en camino, porque este peregrinar por el desierto, esta “noche oscura del alma” te prepara, te purifica
para un encuentro más profundo y personal con Dios.
Comenzamos la subida, en plena oscuridad, eran las dos de la mañana, la
primera parte algunas subidas en camello, la segunda a pie, pero
content@s era un experiencia en Dios…
Llegamos llenos de júbilo, después de recorrer los incontables escalones hechos por los monjes Ermitaños , y a nuestros ojos a las cinco de la mañana, el regalo maravilloso y multicolor del amanecer .
En soledad se dio el encuentro con Dios y consigo mismo. Allí no hubo diferencia de credos todos se unían a los cánticos, a las
alabanzas al Creador autor de tantas maravillas…
Nuestro Moisés, entona el Salmo 23: ¿Quién subirá al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sagrado? El de manos inocentes y corazón puro que no suspira
por los ídolos ni jura en falso…
Si Moisés baja radiante del Sinaí es porque había
permanecido largo tiempo con el Señor (Ex 34,29).
Necesitamos reposo, sosiego, paz: "Marta, Marta, estás muy nerviosa“ (Lc. 10,41).
A Dios hay que saborearlo para saber a qué sabe. (San Juan de
Ávila).
“Todos los que actualmente están buscando lo esencial, que presienten la dimensión
interior de la persona humana, que buscan el soplo capaz de suscitar una verdadera oración, que se vuelvan a Teresita de
Lisieux…”
“Dichoso el pueblo que sabe aclamarte, que camina a la luz de tu rostro, Señor…” ( Sal 89,16 )
La Pascua a era la celebración de los orígenes del pueblo, la ocasión de renovar la Alianza con Dios y de confesar la fe en su providencia
Paternal.
Monte Sinaí, lugar de la Teofanía de Dios y lugar de la Alianza entre Dios y los hombres. En un inicio, Elías emprende este viaje como
una fuga (1 Re 19,3),
«Noche oscura» no es más que el crisol del amor. El alma sumergida en él va dejando todo lo que le sobra y revistiéndose de lo que le falta, como esposa enjoyada para
sus Bodas con el Rey” (Is 61,10).
Dios llevó a su pueblo de la tristeza al gozo, de la oscuridad a la luz, de la
esclavitud a la libertad.
El Dios que lo sacó de la esclavitud y lo constituyó como pueblo, estará a su
lado para siempre.
El amor es un misterio. El amor es fuego, el amor verdadero desconcierta,
rompe esquemas.
El amor supera la razón, no es conocido en plenitud por el hombre,
salvo si Dios lo quiere.
El amor es lo que necesitamos para quemar el mundo. El amor no se improvisa, es fruto de un esfuerzo continuo, de un trabajo escondido y
generoso, es dar sin recibir y seguir dando después de no recibir, y seguir dando aunque nos cueste.
Hoy el mundo necesita místicos porque tiene graves problemas
que sólo ellos pueden solucionar.
La experiencia profunda de Dios supera todo cálculo y todo sufrimiento, el hombre purificado por el dolor, se encuentra con el rostro de Dios
misericordioso, con esa suave brisa que le explica tantas horas de sed y le devuelve la ilusión de
vivir, de sufrir y de donar su vida como una misión particular.
Yo antes (de sufrir) te conocía sólo de oídas, pero ahora mis ojos te
han visto (Job 42,)
Estaba tan embebido, tan absorto y ajenado
que se quedó mi sentido de todo sentir privado
de un entender no entendiendo toda ciencia trascendiendo (S. Juan de la Cruz).
Cuando todos las gentes lo buscaban para hacerlo rey y para celebrar su triunfo, Cristo se retira en soledad a la montaña. Se retira a orar,
pues es consciente de su misión y de las renuncias que debe hacer para cumplirla.
“Tú no eres un Dios que salva con facilidad. Sino que, como el guía de
montaña, nos das seguridad... Porque Tú eres el Amor.
Señor, cuando los vientos son contrarios y sobre el mar cae ya la
noche...Que tu voz llegue hasta nosotros: “Soy
yo, no tengáis miedo”
Señor, a cada uno de nosotrosdinos: “Ven a mí”.
Alza un poco tu vozcuando nos mandes ir a ti”. (P.Talec,)
La vocación es una iniciativa divina. Es una llamada de amor, porque Dios es
Amor; es una llamada sabia porque Dios es Sabiduría
Dios que nos ama y es Amor, es " quien llama" (Rom 9,11)" .
“Experimentar la vocación es un acontecimiento único, indecible, que sólo se percibe como suave
soplo a través del toque esclarecedor de la gracia; un soplo del Espíritu santo que, al mismo tiempo
que perfila de verdad nuestra frágil realidad humana (...)
Es tras amanecer y emprender el descenso, cuando se puede observar la belleza de esta montaña sagrada en toda su
plenitud.
El descenso aún guarda una última sorpresa: el Monasterio de Santa
Catalina, el más antiguo del mundo.
Entonces Moisés y los israelitas cantaron este cántico a Yahvé. Dijeron: "Canto al
Señor pues se cubrió de gloria:arrojando en el mar caballo y carro. (Ex
15,1)
Mi fortaleza y mi canción es Yahvé. El
es mi salvación (. (Ex 15,2a)
El, mi Dios, yo le glorifico, el Dios de mi padre, a quien exalto.
(Ex 15,2b)
¡Un guerrero Yahveh, Yahveh es su
nombre! (Ex 15,3b)
¿Quién como tú, Yahvé, entre los dioses? ¿Quién como tú, glorioso en santidad, terrible en prodigios, autor
de maravillas? (Ex 15,11)
Guiaste en tu bondad al pueblo rescatado. Tu poder los condujo a
tu santa morada. ( 13)
Tú le llevas y le plantas en el monte de tu herencia, hasta el lugar que tú te has preparado para tu sede, ¡oh Yahvé! (Ex 15,17)
Después descendió Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del Testimonio
en sus manos.
Al descender del monte, la piel de su rostro resplandecía por haber estado hablando con Dios, pero Moisés no lo sabía» (Éxodo 34.29)
Estar en la presencia de Dios había transformado el rostro de Moisés y él ni
siquiera lo había notado.
Jesús, pasaba regularmente tiempo con Dios, orando y escuchando.
Marcos 1.35
«Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se
fue a un lugar desierto, y allí oraba». Lucas 5.15-16
Tu tiempo con Dios debe durar lo suficiente como para que puedas
decir lo que quieras decir y que Dios te diga lo que te quiera decir.
¡Qué variadas son tus obras, Señor…! Sal 104,24)
¡Gloria al Señor para siempre, alégrese el Señor por sus obras!
(Ex 15,31)
Cantaré al Señor toda mi vida; mientras yo exista, celebraré a mi
Dios. (Ex 15,33)
“Que mi canto le sea agradable, y yo me alegraré en el Señor”. ( Sal 104,
34)
Convento de Santa Catherine