Turismo Sostenible: una utopía o una realidad
MSc. Alina Sánchez Valdés.
Escuela de Altos Estudios de Hotelería y Turismo FORMATUR
El presente trabajo tiene como objetivo hacer algunas reflexionar acerca del turismo sostenible
tomando como muestra el Centro Histórico, de Ciudad de La Habana que si bien no es un
modelo de turismo sostenible si es el comienzo de una practica positiva, que como inicio al fin,
adolece aún de muchos de los elementos identificables para un desarrollo de turismo sostenible.
La muestra transmite la lección de que el turismo puede proporcionar una contribución
económica, social, cultural y ambiental independientemente del entorno donde se desarrolle,
disminuyendo así los impactos negativos del mismo, brindando una protección continuada e
imprimiendo un valor añadido al patrimonio tanto natural como cultural en las localidades donde
se despliegue. En el terreno del urbanismo, la sostenibilidad se ha estudiado muy poco, aunque
son muchos los planes que se consideran a sí mismos sostenibles, como si ello fuese simplemente
un adjetivo, sin más compromisos. Cuando se ha abordado realmente, se ha hecho desde la
corriente del ecourbanismo, son proyectos o planes donde se intenta controlar los aspectos que
harían posible que nuestras ciudades fuesen más sostenibles, que hiciesen posible que ese
consumo de capitales fuera menor, para poder así reducir nuestra huella ecológica. Están por
tanto relacionados con el control sobre la movilidad, la convivencia de usos, el consumo de los
recursos, la revitalización de tejidos históricos, la mejora de los canales de participación, de la
calidad urbana, alternativas al espacio turísticos, etc.
Aquí me permito hacer una breve reseña histórica de la sostenibilidad en el turismo, de hacer
algunas referencias a la ciudad y el turismo, mencionar algunos impactos y tomar de ejemplo al
Centro Histórico de la Ciudad de La Habana para hacer algunas reflexiones acerca del tema.
Sostenibilidad:
Me gustaría comenzar refiriéndome al término de sostenibilidad. Al comienzo de los años
setenta aparecen nuevas aproximaciones al tema turístico desde perspectivas críticas y
medioambientales. Sin embargo, no es hasta principios de la década de los noventa cuando se
plantea la sostenibilidad en el turismo. En efecto, el 41 Congreso de la Asociación Internacional
de Expertos Científicos en Turismo (AIEST) celebrado en 1991 bajo el epígrafe de Turismo
cualitativo se plantea la complejidad del estudio de la sostenibilidad del turismo, y en tal sentido
el turismo sostenible fue descrito como un turismo que mantiene un equilibrio entre los intereses
sociales, económicos y ecológicos. El turismo debe integrar las actividades económicas y
recreativas con el objetivo de buscar la conservación de los valores naturales y culturales.
La profusión de información y de aportaciones desde todos los ámbitos (político, científico y
empresarial) en relación con el turismo y la sostenibilidad tienen su mayor auge a partir de la
Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro en 1992, en la que el desarrollo sostenible es el eje para
cualquier estrategia de los sectores de la economía, y en este caso el Turismo.
Con posterioridad, el World Widlife Fund (WWF) , el Tourism Concern y la Unión Europea ,
incluyen al turismo como uno de los sectores clave hacia el que deben de encaminarse todas las
medidas en material de medio ambiente y de desarrollo sostenible.
Por otro lado, en septiembre de 1993, se inicia el proceso de aplicación de la Agenda 21 y de la
sostenibilidad al ámbito turístico de la Cuenca Mediterránea con la celebración de la Conferencia
Euromediterránea sobre Turismo y Desarrollo Sostenible (Hyeres-Les Palmiers, Francia).Dentro
del mismo año sería la Organización Mundial de Turismo (OMT) en el documento titulado
Tourism the year 2000 and beyond qualitative aspects definió el concepto de Turismo Sostenible:
"El turismo sostenible atiende a las necesidades de los turistas actuales y de las regiones
receptoras y al mismo tiempo protege y fomenta las oportunidades para el futuro. Se
concibe como una vía hacia la gestión de todos los recursos de forma que puedan
satisfacerse las necesidades económicas, sociales y estéticas, respetando al mismo tiempo la
integridad cultural, los procesos ecológicos esenciales, la diversidad biológica y los sistemas
que sostienen la vida".
Al año siguiente la OMT (1994) considera fundamentales para la implantación de la Agenda 21
en los centros turísticos los siguientes requisitos:
1. La minimización de los residuos.
2. Conservación y gestión de la energía.
3. Gestión del recurso agua.
4. Control de las sustancias peligrosas.
5. Transportes.
6. Planeamiento urbanístico y gestión del suelo.
7. Compromiso medioambiental de los políticos y de los ciudadanos.
8. Diseño de programas para la sostenibilidad.
9. Colaboración para el desarrollo turístico sostenible.
La Carta Mundial del Turismo Sostenible (1995) establece 18 principios que tratan de poner los
fundamentos para una estrategia turística mundial basada en el desarrollo sostenible. La Carta de
Lanzarote supone la acepción definitiva de los lazos de la sostenibilidad, la conservación y el
desarrollo de los recursos, y el papel central del turismo para el desarrollo de muchas localidades
a nivel de la geografía mundial y muy particularmente de los países menos desarrollados con una
variada riqueza de flora, fauna, paisajes y elementos culturales.
Posteriormente cabe reseñar la Conferencia HABITAT II (Estambul) y el Plan de Acción del
Mediterráneo. En la reunión de Malta (1999) las delegaciones española y griega presentaron una
propuesta para el turismo sostenible en la Cuenca Mediterránea. El tema es de vital importancia y
urgencia, teniendo en cuenta las condiciones medioambientales del mar Mediterráneo y que sus
costas reciben a más de 150 millones de turistas al año con previsiones de un crecimiento anual
del 3 por 100 hasta el 2020.
Por último, a instancias del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y
en colaboración con la UNESCO y la OMT , se presentó en Berlín a comienzos de marzo de
2000, la iniciativa de los touroperadores para el desarrollo de un Turismo Sostenible, diseñada
por el propio sector empresarial. Se trata de una iniciativa voluntaria y abierta a todos los
touroperadores, que pretende la aplicación de las mejores prácticas en la gestión ambiental,
basadas en la información e intercambio de experiencias, la implantación de nuevas tecnologías,
la realización de auditorias ambientales y la colaboración con los gobiernos, la industria del
turismo y otros agentes.
Hoy en día existe un consenso internacional a la hora de reconocer que el turismo se ha
convertido en uno de los principales motores generadores de empleo e ingresos económicos a
escala mundial, como lo demuestra el dato de que no existe localidad, región o Estado del mundo,
cualquiera que sea su nivel de desarrollo, que ponga en duda la necesidad de impulsar el sector
turístico como base de su política económica.
Las cualidades del desarrollo de la actividad turística son cada vez más valoradas. La actividad
turística es una de las acciones económicas con mayor capacidad de promover un desarrollo
equilibrado y sostenible, convirtiéndose cada vez más en sector estratégico para todas las
economías. No sólo se trata de un sector con un acusado efecto de arrastre sobre el resto de
actividades productivas, generando así empleo indirecto sobre un amplísimo espectro de
subsectores sino que el turismo contribuye decisivamente al reparto de la riqueza mundial,
convirtiéndose uno de los motores de la globalización económica y suponiendo, en no pocas
ocasiones, la única alternativa al desarrollo de regiones y países.
En el campo de lo urbano el desarrollo sostenible se traduce en el diseño, desarrollo y gestión de
comunidades urbanas sostenibles o lo que algunos autores han dado en llamar Ecourbanismo.
Sumergidos en este término, las ciudades empiezan a considerarse como complejos ecosistemas
artificiales, construidos en primera instancia para satisfacer las necesidades humanas, pero
también, y no por ello es menos importante, con capacidad para facilitar el hábitat a otras
especies y cuyo impacto sobre el entorno natural debe ser cuidadosamente gestionado.
La creación de ciertas áreas turísticas, aunada al desarrollo urbano y el crecimiento de la
población del lugar donde se establecen, crean un fuerte impacto en el ambiente. Para que estas
áreas funcionen, se necesita un mantenimiento intenso y constante que permita conservar los
atractivos naturales en el mejor estado posible para el turista, ya que de éstos depende su éxito.
La destrucción de los ecosistemas naturales que provoca el turismo es una situación palpable, y
es obvio que todos los conocimientos sobre el ambiente y su conservación que existen
actualmente no han sido aplicados correctamente a los planes de desarrollo turístico, los cuales
deberían tener como objetivo principal la conservación del ambiente, así como el desarrollo
económico y social de las regiones donde se llevan a cabo.
El turismo no debería tomar en cuenta únicamente los intereses económicos, sino que deberían
tomar en cuenta el buen funcionamiento del ecosistema en donde se desarrolla, ya que, en última
instancia, es de los espacios naturales del cual depende totalmente su éxito en el corto y en el
largo plazo.
Algunos de los fundamentos para lograr los principios básicos del desarrollo sustentable podrían
ser entre otros:
-Realizar estudios sobre la capacidad de carga de la región, determinar el impacto que los seres
humanos provocarán en el entorno, así como la de utilizar racionalmente los recursos del lugar.
-Realizar análisis y estudios de economía ambiental
-Hacer participe a la comunidad local en lo que al desarrollo se refiere; tomar en cuenta su
cultura, sus costumbres, sus opiniones y aspiraciones. Así como trabajar con ellos.
-Integrar al proyecto teniendo en cuenta la biodiversidad de la región, así como su flora y su
fauna.
Es importante entender que la ecología puede aportar muchos conocimientos al turismo para
permitir el desarrollo permanente de las actividades de este sector, manteniendo en primera
instancia los recursos naturales y culturales de la localidad. En las últimas décadas el ambiente ha
tomado una gran relevancia en todos los campos y actividades del hombre y la actividad turística
no es una excepción. Si tomamos el caso del turismo sustentable, la demanda aumenta cada vez
más, y por sus características particulares, es específica, ya que el principal interés común de los
demandantes, es el ambiente y su conservación.
Los principios del turismo sustentable son:
-Proporcionar experiencias de la más alta calidad a los turistas, ya que las necesidades actuales
de los visitantes son más exigentes y requieren de un trato personalizado con servicios altamente
calificados.
-Promover el desarrollo de la riqueza natural y cultural de cada región.
-Difundir las ventajas y oportunidades que la actividad turística brinda a la economía y al
ambiente.
-Mejorar el nivel de vida de las comunidades receptoras, creando fuente de trabajo y
oportunidades de crecimiento a la población.
Estos principios contemplan algunas ventajas a tener en cuenta:
-La conservación y el uso sustentable de los recursos naturales, culturales y sociales es
fundamental para que los negocios en el largo plazo tengan éxito.
-Al reducir el sobre consumo y los desperdicios, se evitan costos de reparación de los daños al
ambiente en el largo plazo.
-Mantener y promover la diversidad natural, cultural y social para el largo plazo, es esencial para
el turismo sustentable.
-Un desarrollo turístico integrado al marco de planeación estratégica nacional y local que
contemple a su vez los impactos ambientales, aumenta la capacidad del turismo.
-Un turismo que apoye un amplio rango de actividades económicas locales y tome en cuenta los
valores y los costos ambientales, protege a dichas economías y evita los daños al ambiente.
-La completa participación de las comunidades locales en el sector turístico, no sólo beneficia a
éstas y al ambiente, sino que también mejora la calidad del servicio turístico y preserva la cultura
local.
Los problemas de la Comunidad Local en cuanto a su participación en los proyectos turísticos.
Uno de los errores relevantes en la mayoría de los emprendimientos turísticos, es que no se
valorizan a las comunidades de los lugares donde se instalan y tanto los empresarios como el
gobierno, parecen olvidar que el motor que llama al turismo a un determinado sitio y origina el
éxito de los proyectos es la esencia misma de estas comunidades. La idea fundamental al realizar
un viaje es la de conocer el ambiente del lugar, así como las costumbres, la cultura y la religión
de sus habitantes.
Esta es la causa principal por la que no se le da a las comunidades ningún tipo de participación en
el proceso de planificación de los proyectos a hacerse, y además se las despoja de las tierras que
originalmente les pertenecían para trabajar y que son su único medio de subsistencia,
generalmente sin ofrecerles ninguna otra alternativa viable. Así mismo, es común que los
ingresos generados por el turismo no sean repartidos equitativamente. Por lo general, la
comunidad local se ve excluida de los repartos económicos y las ganancias recibidas se quedan
en los bolsillos de los grandes empresarios y el gobierno. Si continúan estas actitudes que
desprecian el valor de las comunidades, pronto desaparecerá su esencia y el motivo que lleva a
los turistas a viajar a estos sitios. Pero lo más doloroso, es que estas comunidades, que han
mantenido sus valores y sus costumbres a lo largo de los años, se encuentran en peligro de
extinción. Se les está quebrando su derecho a existir preservándose tal y como han sido, faltando
así a un derecho básico de la sustentabilidad.
En que forma debería participar la Comunidad Local.
Las comunidades receptoras son un componente importante para el desarrollo sustentable en
general y específicamente para el desarrollo turístico sustentable. La participación local se puede
definir como: La habilidad de las comunidades locales de influir en el resultado de los proyectos
de desarrollo turístico que tienen un impacto sobre ellos.
Las comunidades locales deben participar en los proyectos turísticos en todas las etapas, desde:
1) Planificación: Este proceso incluye ciertas tareas como la identificación de problemas, el
conocimiento de las costumbres y el modo de vida local, la formulación de alternativas y las
actividades a realizar y asignación de recursos.
2) Implementación y Funcionamiento: En este caso la participación de las comunidades incluye
acciones como administración y operación de los programas.
3) Ganancias: Esto significa que las comunidades locales recibirán los beneficios económicos,
sociales y políticos del proyecto, ya sea de manera individual o colectiva.
El desarrollo local sostenible mantiene la calidad general de vida, asegura un acceso continuado a
los recursos naturales y evita la persistencia de daños ambientales.
Como reza el proverbio indio la Tierra no es una herencia a nosotros de nuestros padres, sino un
préstamo temporal que nos han hecho nuestros hijos. Nosotros somos simplemente los que la
protegemos hasta que ellos se hagan adultos. En ese mismo sentido, el desarrollo sostenible es
aquél que satisface las necesidades de la generación actual, sin comprometer la capacidad de las
generaciones futuras para satisfacer las suyas propias. Es una cuestión de solidaridad
intergeneracional.
Pero cómo se mide esta necesidad que tiene cada generación. Porque, es evidente, que el gasto en
naturaleza no es igual en todo el planeta. Éste varía en el tiempo y en el espacio. La capacidad
que tenemos hoy en día de despojar un territorio con urbanizaciones residenciales, de destruir un
paisaje por la inadecuada colocación de un hotel, o el derroche en el consumo de agua que se
hace necesario para mantener en nuestro clima un campo de golf, son ejemplos que nos ponen en
evidencia que las necesidades no son para todos las mismas. Se hace preciso un marco de
entendimiento, en el que podamos comenzar a trabajar.
Significado cultural del turismo.
El desarrollo social logrado en el siglo XX ha permitido el auge espectacular del turismo hasta
transformarlo en un fenómeno de masas. Las vacaciones pagadas, el mejoramiento de los niveles
de ingreso personal en los países desarrollados, los avances tecnológicos en el transporte y las
medidas de flexibilización para el cruce de fronteras han sido, entre otros, factores fundamentales
que propiciaron su avance. El turismo se ha ido convirtiendo en una actividad de suma relevancia
para muchos países, para otros -especialmente los países insulares del Caribe, el sector se ha
consolidado como una actividad productiva estratégica, para el conjunto de la economía y la
sociedad. Su contribución al Producto Interno Bruto y a la Balanza de Pagos es cada vez más
representativa, al igual que sus aportes fiscales. Esto se debe a la capacidad demostrada por el
turismo para crear empleos para todos los niveles de la población: tanto para jóvenes, adultos y
personas de la tercera edad, como para hombres y mujeres, cualquiera que sea su grado de
escolaridad. De igual manera, el turismo es capaz de activar cadenas productivas en otros
sectores, puede promover el desarrollo regional y brinda atractivas oportunidades de inversión, en
territorios donde otras actividades económicas difícilmente obtendrían ventajas comparativas. Sin
embargo, el turismo también tiene una relevancia humana, social y cultural difícil de cuantificar,
pero que es inmediatamente reconocible. El turismo ofrece una de las opciones más ricas para
aprender sobre el mundo que nos rodea, para interiorizar experiencias y promover el desarrollo
humano, el aprendizaje de lo distinto y lo diverso y el valor de lo único.
Desde 1980, en la Declaración de Manila sobre el Turismo Mundial, quedó establecida la notable
función social que lleva a cabo el turismo:
"El derecho a las vacaciones, la posibilidad de que cada uno conozca su propio medio, la
reafirmación de su conciencia nacional y de la solidaridad que le une a sus compatriotas así
como el reconocimiento de su pertenencia a una cultura y a un pueblo son otras tantas razones
imperiosas para facilitarle, por medio de su acceso a las vacaciones y a los viajes, su
participación en el turismo nacional e internacional".
En consecuencia con este apartado de la Declaración, el turismo es unificador por excelencia,
facilita la comprensión entre grupos de diferentes perfiles lingüísticos, étnicos y religiosos,
promoviendo la identidad nacional y el intercambio cultural.
Asimismo, en la Declaración antes mencionada se reconoció que:
"...los recursos turísticos de que disponen los países están constituidos por espacios, bienes y
valores. Se trata de recursos que no pueden utilizarse sin control, sin correr el riesgo de su
degradación, incluso de su destrucción. La satisfacción de las necesidades turísticas no debe
constituir una amenaza para los intereses sociales y económicos de las poblaciones de las
regiones turísticas, para el medio ambiente, especialmente para los recursos naturales, ni para
los lugares históricos y culturales. Todos los recursos turísticos son patrimonio de la
humanidad".
El panorama del patrimonio histórico, cultural y natural es un recurso importante para cualquier
país o región, representa la herencia natural y cultural y es altamente apreciado, tanto por su
belleza estética, como por su importancia al ser contribuyente a la identidad regional y al sentido
de pertenencia. Los impactos en el patrimonio cultural, natural e histórico como resultado del
desarrollo del turismo y sus actividades asociadas, incluyen aquellos que afectan a la trama
social, al carácter y a la calidad de ese panorama, en adición a los impactos visuales relacionados
con los cambios físicos en la comunidad local y en su entorno.
El impacto del turismo sobre el medioambiente se ha hecho evidente, como también es evidente
que el turismo constituye un vector de la mundialización, capaz de provocar cambios radicales e
irreversibles en la cultura, la sociedad, la naturaleza y la economía en las comunidades de
acogida. Uno de los fenómenos más destacables en las últimas décadas, a nivel mundial ha sido
el fuerte crecimiento de la actividad turística, como toda actividad social y económica, el turismo
ha tenido unos efectos notables sobre el entorno en el que se desarrolla, tanto físico, como
económico, social y cultural. Hasta hace pocos años, la atención se centraba en los beneficios
económicos del turismo, reflejando así la actitud optimista con la que se ha valorado durante
mucho tiempo la actividad turística. Sin embargo, a partir de la década de los 70, la constatación
de la importancia de los impactos negativos infligidos por el turismo en muchos destinos puso de
manifiesto los problemas ligados a un desarrollo rápido y espontáneo, llevando a las
comunidades receptoras a replantearse la rentabilidad real de la actividad turística en sus regiones
y obligando a los investigadores del sector a adoptar un nuevo enfoque, más equilibrado, flexible,
multidisciplinario e integral que tomara en consideración, asimismo, los costos de la actividad
turística.
Turismo e Impactos.
Hoy día son numerosos los planes y programas para utilizar los atractivos naturales, culturales y
recreativos en atraer un creciente número de visitantes, no obstante, a pesar de la planificación, la
experiencia dice que no siempre se actúa de la manera correcta, pues muchas veces la balanza se
inclina hacia lo económico, se rompe el equilibrio entre el cumplimiento de los objetivos
primarios de las áreas, como es la conservación, la recreación y la armonía con el medio. Es
cierto que el turismo aporta divisas, pero también es cierto que si no existe un control sobre los
recursos que la proporcionan, los impactos negativos acelerarán la destrucción del medio y con
ello la no obtención de las divisas.
La tendencia de la demanda confirma el hecho de que dentro de uno años será muy difícil
ofrecer a lo consumidores producto que no respondan a criterios de preservación del entorno.
Naturaleza y raíces socioculturales y antropológicas, desde mil distintas formas de aproximación,
se hallan en la base de numerosas demandas del turismo contemporáneo. El turismo y el medio
ambiente son interdependientes: si esta bien planificado, desarrollado y gestionado, el turismo
ayuda a justificar y financiar la conservación de importantes áreas naturales, de lugares
arqueológicos e históricos como atracciones turísticas, contribuye a mejorar la calidad
medioambiental de las áreas, debido a que los turistas quieren visitar lugares atractivos, limpios
y no contaminados. En el caso contrario, generan numerosos efectos medioambientales
negativos, entre los que se pueden enumerar los siguientes:
• la contaminación del aire resultante del uso excesivo de motores de
combustión interna, la contaminación acústica, la contaminación visual,
problemas para el tratamiento de residuos sólidos.
• la erosión de las costas
• el excesivo consumo de agua con respecto a la capacidad de los embalses y de
las bolsas subterráneas.
• Daño a conjuntos arqueológicos e historicos.
• Contaminación de la flora y la fauna.
• Intensiva urbanización en determinadas áreas y la consiguiente contaminación
del agua, como resultado de un inadecuado desarrollo de los sistemas de
alcantarillado y de recogida de residuos sólidos en hoteles y otras
instalaciones.
Otros efectos negativos en el entorno cultural son:
• perdida de identidad cultural
• desaparición de las ocupaciones tradicionales de la zona
• desmotivación profesional en otros sectores.
• subordinación cultural a los objetivos turísticos.
• subordinación a decisiones tomadas fuera de la zona.
• enfrentamiento entre el sistema de valores de los residentes y el de los turistas.
• Inmigración de los estratos más marginales.
• Negocios ilícitos.
• Entre otros.
El turismo puede crear puestos de trabajo y relanzar economías deprimidas, pero también
puede ir en detrimento de otras actividades económicas, destruir el entorno y contribuir al
desmembramiento del mercado de trabajo, no hay que ceñirse a planificar el turismo en sí
mismo, sino que hay que enfocar los costos de oportunidad que tiene el desarrollo de esta
importante actividad económica y las estrategias alternativas que se presentan a la región o
lugar de destino. El esfuerzo debe centrarse, pues en la gestión integral de todos los productos
que operan dentro de un destino, en manos de los operadores del lugar, proyectándola a lo
largo de su ciclo de vida. Los cuatro grandes agentes económicos del sector, administración
estatal y regional, administración local, instituciones, y sector privado, tendrán así su cometido
preciso y consensuado, dentro de su ámbito de actuación y en cada fase del proceso de
creación de la experiencia turística, actuando definitivamente en un proceso integrador en
torno a las marcas geográficas y temáticas.
La nueva era del conocimiento está cambiando el tipo de recursos que precisan las empresas para
sobrevivir. La mayor parte de las compañías han dejado de ser meros centros de producción o de
gestión financiera para convertirse en entidades sociales que se mueven en un entorno cada vez
más cambiante y competitivo. Sus directivos no sólo precisan ser magníficos gestores con un
amplio bagaje de conocimiento, sino auténticos líderes capaces de crear valores y motivar a
equipos humanos en un entorno económico donde la competitividad y la colaboración son la cara
de la misma moneda.
La nueva era del conocimiento en la que estamos inmersos, presenta entre otras las siguientes
características:
- internacionalización de las empresas.
- Globalización de los mercados.
- Aparición de nuevos competidores.
- Desarrollo de nuevas formas organizativas.
- Disminución de los ciclos de vida de productos y procesos.
- Implantación de nuevos modelos de negocio, a mayor complejidad de los
problemas empresariales.
- Necesidad de disminuir los tiempos de desarrollo de nuevos productos.
- Elevada velocidad en que se producen los cambios en el entorno empresarial.
- Creciente sofisticación de la demanda.
- Mejora en la atención al cliente que propicia un cambio en la orientación de la
gestión empresarial, enfocándose hacia el servicio en lugar de hacia el producto.
- Necesidad de dominar las tecnologías de la información y de las comunicaciones.
- Importancia del conocimiento como recurso clave en la actividad económica.
En este nuevo escenario, tanto desde el mundo académico como desde la empresa se coincide en
valorar la gestión del conocimiento como factores claves para la obtención de ventajas
competitivas empresariales. La misma se fundamenta en la integración de tres factores claves: la
cultura corporativa, los procesos y la tecnología. De cómo una organización oriente su cultura
para disponer de presunciones básicas y valores tales como compartir el conocimiento, favorecer
su adquisición, no tener miedo a los errores, posibilitar la comunicación directa y transparente,
enfatizar en la acción, disponer de información cuando se desee, etc. Va a depender en gran
medida de una gestión eficaz del conocimiento. Un producto, un destino turístico, un negocio
turístico no serán competitivos si, además de la rentabilidad económica que producen, no son
capaces de producir una rentabilidad sociocultural y medioambiental en la zona, de manera que la
preservación de un paraje, de una actividad o de un monumento sean la consecuencia directa de
ellos. La obtención de estas rentabilidades, según criterios estrictos de preservación, al margen de
la estrictamente económica, es, en definitiva, la garantía de continuidad y de sostenimiento del
sector.
LA CIUDADES Y EL TURISMO
Las ciudades constituyen un sistema dinámico de actividades interrelacionadas e
interdependientes donde el turista o visitante también forma parte de ella y que se caracterizan
por una gran diversidad, donde se aprecia una especialización económica, un desarrollo social y
cultural y ejercen una determinada función institucional. Las ciudades se deben de analizar con
un enfoque sistémico: sus atributos, ( población, área de influencia, actividad social, económica,
forma, cultura, etc.) y las relaciones que existen entre ellos y sus características (flujo de
transporte, prestación de servicios y empleo, etc.) se consideran además las relaciones de
dependencia social, económica, y política, valorada a través de la jerarquía del lugar, permitiendo
expresar la interrelación con el desarrollo ambiental, social, cultural y económico, a partir de sus
capacidad de articulación territorial, lo que permitirá potencial el desarrollo de la actividad
turística dentro de ellas. Las posibilidades que tienen las ciudades para asimilar el desarrollo y la
localización de inversiones de actividades productivas y de servicios, se evalúan mediante el
análisis interno, determinando sus debilidades y fortalezas, así como las fuerzas que actúan sobre
ellas, en la medida que el turismo ejerza su papel dinamizador impulsando nuevas inversiones en
otros sectores de la economía para su posterior utilización de los mismos en su desarrollo,
teniendo en cuenta el crecimiento físico y utilización del suelo, el desenvolvimiento económico,
estado del medio ambiente, el equipamiento, el desarrollo social, el habitad e infraestructura
urbana, la historicidad y cultura, la infraestructura vial, el transporte y la imagen urbana.
El crecimiento del turismo tiene efectos multiplicadores sobre actividades económicas variadas,
ligadas directa o indirectamente a él. Repercutiendo en el transporte, las comunicaciones, la
hoteleria, la restauración y en las ciudades, sin hablar de todos los insumos necesarios para su
funcionamiento y equipamiento, ni los servicios diversos y por supuesto, el empleo que todo ello
genera. El turismo no solamente repercute en esto, sino también, sobre el equilibrio ecológico de
las ciudades, sobre el patrimonio cultural y local, etc., en reiteradas ocasiones, una masividad
excesiva de turistas ha ocasionado la depredación de monumentos y lugares que constituyen
símbolos de las culturas nativas de las ciudades. También el turismo trae aparejado impactos en
todas las esferas de la vida de la ciudad, tanto positivos como negativos.
Un ejemplo de cómo la comunidad ha ido potenciando sus valores a favor del turismo y puesto
en marcha un plan de cooperación entre las instituciones involucradas lo tenemos, en la Ciudad
de La Habana en su Centro Histórico.
EL CENTRO HISTÓRICO
Un ejemplo de cómo la ciudad ha ido potenciando sus valores a favor del turismo y mitigando
los impactos negativos del mismo en la comunidad, y puesto en marcha un plan de cooperación
entre las instituciones involucradas lo tenemos, en Ciudad de La Habana, en su Centro Histórico,
y como ha ejercido su papel dinamizador del desarrollo turístico en la actualidad.
En los primeros años de la república se acentúa la marginalización del centro histórico de la
ciudad, con un alto grado de deterioro y superpoblación, lo cual motiva al historiador Emilio
Roig de Leuchsering y más tarde a su continuador, doctor Eusebio leal, a trabajar en su rescate.
En la década de los 80 sobre la base de las leyes de patrimonio formuladas en 1976 las dos
primeras promulgadas por la asamblea nacional, constituida ese propio año, y de los estudios
territoriales y urbanos realizados por la Habana Vieja, y el calor de las inscripción por la
UNESCO de este Centro Histórico en la lista de Patrimonio Mundial, se puso en marcha un
amplio plan de recuperación de los valores monumentales y de su uso social.
Por primera vez, se enfocaba en la práctica la rehabilitación de una zona histórica con tal alcance
y con el respaldo de un presupuesto significativo. Los esfuerzos mancomunados del Ministerio de
Cultura, el Gobierno Provincial y la Oficina del Historiador de la Ciudad se multiplicaron durante
dos quinquenios de restauración: 1981-86 y 1986-90. A ello se sumo la Academia de Ciencias, el
Comité Estatal de Finanzas y el Ministerio de las Fuerzas Armadas.
En los planes de investigación y en los proyectos de Instituto de Planificación Física, del Centro
Nacional de Conservación, Restauración y Museológica, del entonces Instituto de turismo, de las
universidades y otras instituciones, se incluyeron valiosas propuestas para la explotación racional
y culta de los entornos monumentales y paisajísticos.
Con la conmoción de carácter económico que por causas bien conocidas ha sufrido Cuba a partir
de 1990 y con la jerarquización del turismo como pieza fundamental del desarrollo, la conexión
entre cultura y turismo adquiere en estos años una importancia sin precedentes. Desde el
momento mismo de la reestructuración del sistema turístico, en 1994, se crearon nuevas
entidades, en este y en el sistema de cultura para reforzar todo el trabajo promocional y de
comercialización de los atractivos culturales de interés para el turismo. Se suscribió un convenio
de cooperación entre los Ministerios de Cultura y Turismo y se retomo, con creciente énfasis, el
valor de la herencia patrimonial como atracción turística de primer orden.
Dentro de estas nuevas realidades tiene lugar, en 1994, una paradigmática experiencia, novedosa
no solo a escala nacional sino también en el ámbito regional: el decreto ley 143 de la Oficina del
Historiador de la Ciudad de la Habana, que otorga a esta entidad el mas alto nivel institucional, a
la par que establece un efectivo mecanismo de retroalimentación económica para la recuperación
y la preservación patrimoniales, a partir de los ingresos generados por el turismo. Los frutos de
esta iniciativa ya son bien visibles. En una primera etapa fueron rehabilitadas más de sesenta
edificaciones, entre las que se destacan las plazas de Armas, de San Francisco, de Santo Cristo
del Buen Viaje y la de la Catedral; las calles Oficios, Mercaderes, Tacón y Obispo, el Convento
de Santa Clara y otras edificaciones, otras experiencias destacadas y de incidencia directa en la
economía turística, ha sido la recuperación de los principales hoteles que hicieron historia en La
Habana y a finales del siglo XIX y durante las primeras décadas del XX, este es el caso de los
hoteles “Inglaterra”, “Plaza”, “Sevilla”, Ambos Mundo”, cuyos índices de ocupación y
consecuentes niveles de ingresos, ratifican la aceptación que para crecientes segmentos de
mercados tienen estos agradables sitios patrimoniales. El trabajo desarrollado en el Centro
Histórico ha tenido como centro a los residentes de La Habana Vieja, que se han sumado laboral
y socialmente al proceso restaurador, cómo no tener en cuenta su población , uno de sus
principales atractivo y para quienes el turismo ha dado nuevas posibilidades ya que son ellos
quienes llevan en alza esta bandera. El principal atractivo del Centro Histórico es cultural e
histórico, su desarrollo urbanístico y arquitectónico, así como los eventos y festividades que en el
se despliegan. A través del desarrollo turístico, estos recursos con que cuenta este centro
histórico, se han conservado y rescatando valores arquitectónicos ya perdidos y olvidados, a
través de la restauración integral, el mantenimiento de los aspectos deseables de las tradiciones
culturales es un elemento importante en la conservación del patrimonio cultural ( la música, el
baile, trajes de época, gastronomía, artes manuales, la plástica, etc), la conservación de los
mismos han contribuido a que los residentes sean más conscientes de su patrimonio y colaboren a
su protección, para ello una de las acciones que se ha acometido es la creación de aulas en los
museos de la localidad para los niños de enseñanza primaria, donde se imparten clases sobre la
importancia que tiene el turismo en el país y para su localidad, cuáles son los valores históricos,
culturales y naturales de su comunidad y como ellos aportan para un mejor cuidado de los
mismos, de esta manera se enriquecen culturalmente y se contribuyen a que lleven vida sanas y
productivas en armonía con el desarrollo de la comunidad.
La creación de nuevos empleos con el desarrollo de la actividad turística ha generado beneficios
reconocidos por la sociedad en la comunidad, empleando de esta manera a gran cantidad de
mujeres y jóvenes en general, ampliando la red de servicios y de comercio que dan respuesta a las
necesidades de los turistas y de la comunidad.
Entre estos servicios podemos mencionar el Hogar materno infantil Doña Leonor Pérez, donde
cuidan de las embarazadas con necesidades de apoyo nutricional, como parte de uno de los
programas priorizados del país, este hogar también ofrece un cuidado diferenciado a las
adolescentes, realiza acciones de grupo, visitas escuelas y prepara promotores de salud para
atender problemáticas como la actividad sexual precoz y las enfermedades de transmisión sexual.
También podemos mencionar el centro de Rehabilitación Pediátrica Cenen Casas Regueiro donde
se le brinda atención médica y pedagógica a la totalidad de los niños con discapacidades físicas y
motoras de La Habana Vieja, de uno a 18 años de edad.
El centro Diurno de Atención al Adulto Mayor Santiago Ramón y Cajal, instalación esta única
de su tipo en el país, al brindar la rehabilitación integral a los ancianos valorados como frágiles o
en estado de necesidad social, sicológica, biomédica o funcional. Entre otros centros e
instalaciones que ofrecen su servicio a la comunidad. Uno de los grandes retos que se tuvo que
enfrentar fue la grave situación de la vivienda, para la cual se actuado de manera progresiva y
muy diversa, desde la fórmula ideal, que es la construcción de nuevas viviendas, pasando por la
rehabilitación de otras, hasta acciones sobre problemas estructurales específicos, para disminuir
el hacinamiento, más de mil familias, con su previa aceptación, fueron mudadas hacia Alamar
donde se construyeron alojamientos con una concepción urbanística diferente a la que caracteriza
esa zona. El turismo en esta zona ha incentivado las relaciones empresariales locales y
nacionales, ya que para tener éxito ha tenido que congeniar, pactar, con otras empresas que le
brindan suministros y apoyo para su desarrollo, como es en actividades culturales, deportiva,
restauración, etc, y para ello han colaborado el Ministerio de Cultura, el INDER, Recreación
,Educación, entre otros que a su vez, se han favorecido y desarrollado en la medida que se han
perfeccionado para dar mejor servicio a la actividad turística. Las inversiones extranjeras han
sido necesarias en esta zona ya que la conservación y la restauración del lugar necesita de un
capital grande con el que no contaba, además de ser zona atractiva para las inversiones
extranjeras por su potencial, seguridad y desarrollo futuro, en la construcción de hoteles,
administración extranjera compartida, proyectos de alianzas, etc.. Se ha mejorado y dado nuevos
usos a algunas áreas para parques, zonas verdes, tienda, servicios y áreas de vivienda
La aplicación de tecnologías ambientales que armonizan con el entorno han ayudado en gran
medida a reducir los efectos adversos del desarrollo del turismo, se ha mantenido la escala
apropiada en cada construcción y ampliación de instalaciones respetando la arquitectura del
lugar, todo esto se a hecho con empresas e instituciones implicadas y el Instituto de Planificación
Física en conjunto acuerdo con el MINTUR (Ministerio de Turismo), en cada paso a dar se a
tenido en cuenta la opinión pública, respetando el criterio de los intereses privados, así como
teniéndolos en cuenta a la hora de la comercialización. Las cadenas hoteleras que allí coinciden
llevan a cabo un plan de control y medidas ambientales y de calidad de vida, ayudan y asisten a
instituciones como, hogar materno, casa del abuelo, policlínicos, hogares de impedidos y
escuelas. Además de los programas para niños de primarias en los museos, se cuenta con el
apoyo de los programas de formación profesional en las escuelas de la Oficina del Historiador de
la Ciudad y las escuelas de FORMATUR, donde se prepara al personal que trabaja en las
instalaciones turísticas formándolos y desarrollando, en él, habilidades que apoyan la
sostenibilidad del turismo, entrenándolos adecuadamente en las técnicas de conservación,
mejores prácticas ambientales, seguridad y en el uso de las más modernas herramientas del cómo
hacer, logrando un trabajador más integral y comprometido con la actividad que realiza.
Los clientes y los residentes de la comunidad al igual que el personal de las instalaciones
turísticas constituyen elementos claves en el desarrollo del turismo. El cliente y la comunidad
local se sienten estimulados ya que en gran medida la imagen y el desempeño de las entidades
turísticas proyectan beneficios percibidos por sus habitantes.
En el Centro Histórico también se mantiene un equipo de investigación de la Oficina del
Historiador que dedica su tiempo a estudiar y proyectar los distintos segmentos de turistas que lo
visitan y los potenciales, para un mejor desarrollo del producto según demanda y necesidades de
la misma asociada al tipo de atractivo que tiene la zona. Las alianzas entre el gobierno, la
industria, y la comunidad protegen el entorno, brindan experiencias placenteras a los visitantes
que a la vez le aportan beneficios económicos.
En el Centro Histórico de la Ciudad los impactos positivos del desarrollo del turismo en la
localidad son reconocidos a través de la sociedad en el:
• Rescate de las labores artesanales y tradicionales.
• Conservación del patrimonio cultural, histórico y natural de la zona que redunda en
beneficios y mejor calidad de vida para sus habitantes.
• Entrenamiento y desarrollo técnico- profesional del personal trabajador.
• Asociaciones para el desarrollo del turismo.
• Buenas relaciones entre turistas y comunidad.
• Beneficios económicos percibidos tanto en el orden estatal como privado.
• Inversiones en otros sectores de la economía que brindan su servicio al turismo, (en la
industria de los alimentos, comunicaciones, muebles, artesanías, entre otros.)
• Disminución de hechos delictivos.
• La presencia de la cultura en el producto turístico se reforzó en amplitud y profundidad.
• Mejoró la calidad de las manifestaciones artísticas, apoyados en el trabajo del rescate de
las tradiciones.
• Aumentó la venta de libros, obras de arte, discos, y otros bienes que refuerzan el
componente cultural del producto turístico cubano.
• Las autoridades reconocen el ascenso del nivel cultural en todos los sectores de los
trabajadores vinculados a la industria del ocio.
• Eliminación de niños que pedían a los turistas en las calles.
• Control y disminución de la prostitución.
• Educación Ambiental, integración de la comunidad a programas ambientales y culturales.
Las principales debilidades- restricciones que debe vencer la ciudad en su interés turístico para
aprovechar sus potencialidades ,y proyectarse hacia un turismo sostenible, en mi opinión, son en
primer lugar, las afectaciones al medio ambiente en cuanto a los problemas de higiene comunal,
la contaminación del aire y las aguas como los más significativos: los problemas del habitad
deteriorados por las deficiencias e insuficiencias de los servicios de acueducto y alcantarillado y
por último las limitantes naturales para el crecimiento físico externo, y en otro orden de cosas la
falta de coordinación y cooperación entre las empresas e instituciones implicadas en el desarrollo
del turismo en la ciudad, que a pesar de los pasos significativos que se han dado aún se puede
hacer mucho más. En este escenario cambiante que ha traído la globalización, los planificadores
urbanos no escapan. Se dice que el nuevo planeamiento es menos codificado y técnico, y mas
innovador y negociador. Debe ser también más participativo y concierne tanto a los proyectos de
escala detallada como al conjunto del sistema urbano. En estos momentos, los expertos del
planeamiento urbano están siendo utilizados de forma incrementada no solo por el estado, sino
también por el sector cooperativo y la sociedad civil, por ello deben llegar a acuerdos a través de
negociaciones y mediaciones entre las partes.
A pesar de todos los avances expuestos y los logros alcanzados por la localidad del Centro
Histórico, hoy no se puede concluir diciendo que el desarrollo del turismo en la zona es
sostenible y se que con esto me opongo al criterio de algunos colegas que así lo consideran, mis
conclusiones al respecto son las siguientes:
-La infraestructura básica es insuficiente.
-Existe una centralización de las autoridades competentes en el sector en la toma de decisiones,
así como en la creación de políticas y supervisión de las mismas.
-Existen intereses creados que influyen en el otorgamiento de permisos que van en contra de las
políticas ambientales.
-No existe una planeación correcta en el desarrollo de nuevos proyectos.
-No hay una consistencia entre el número planeado y el número real de turistas en base a la
capacidad hotelera.
-Hay poca prevención de riesgos de provisión de aguas contaminadas.
Falta de coordinación para la elaboración de planes de manejos integrales y para la definición de
políticas sectoriales.
-Carencia de planes efectivos de capacitación y concientización a la población.
Creo que cuando vamos hablar de turismo sostenible tanto en espacios urbanos como naturales es
importante tener en cuenta todo una serie de elementos como los que he tratado de esbozar aquí,
de una forma breve, el Centro Histórico es una muestra de lo mucho que se hace por lograr
practicas positivas, pienso que es un ejemplo a citar para un buen comienzo, pero me pregunto,
será posible el desarrollo de un turismo sostenible en los espacios urbanos con características
similares al expuesto , que crecieron y se desarrollaron bajo otra óptica de desarrollo, donde la
actividad primaria no fue el turismo, donde un gran porciento de sus habitantes adultos ya
formados o deformados bajo otras condiciones y concepciones son emigrantes de otras zonas o
provincias del país, convirtiéndose así en población flotante difícil de controlar y” educar”, donde
los sistemas de alcantarillado y desagües son trazados para un numero de pobladores hoy superior
a la prevista, donde la materia prima para la restauración y conservación es traída fuera del
contorno de la ciudad, donde no se utiliza como complemento a las bondades del Centro
Histórico las áreas protegidas que rodean la ciudad(solo a 20-25min) . Solo llamo a reflexionar
respecto al vocablo sostenibilidad hoy convertido en moda y cual es la realidad, sobre todo en la
actividad turística, identificada con dinamismo, interrelación, intercambio, conservación,
protección, satisfacción, viaje, inversión, cultura, naturaleza, población, etc. Hasta donde lo
podremos conjugar todo.
Creo en la inteligencia del hombre del mañana que tendrá que innovar bajo las condiciones que
hereden de nuestras actuaciones, pero me preocupa la actuación de hoy ante situaciones aun
salvables.
CONCLUSIONES
• La sostenibilidad del turismo puede ser una realidad si es concientizada por todos los
actores que participan en el sistema del turismo. Una práctica positiva de desarrollo puede
ser el inicio de un desarrollo sostenible.
• El turismo puede favorecer una conciencia sobre la singularidad histórica y cultural de
una comunidad, contribuyendo a la rehabilitación y conservación de sus monumentos,
edificios y lugares históricos y a la revitalización de sus costumbres, tradiciones,
artesanía, folklore, etc.
• La actividad turística suele acelerar los cambios sociales, en términos de mayor tolerancia
y bienestar, permitiendo una mayor movilidad social y haciendo tomar conciencia a la
población, a través de efectos demostrativos, de la legitimidad de ciertos derechos de los
que quizás carece.
• El turismo puede representar el vehículo para practicar un intercambio cultural entre las
distintas colectividades que entran en contacto durante el transcurso de la experiencia
turística.
• El desarrollo del turismo en el Centro Histórico ha contribuido de una manera notable al
bienestar de sus pobladores y al desarrollo de su cultura en la localidad. El desarrollo del
turismo en áreas naturales puede ser controlado, planificado y gestionado de forma
racional, dando lugar así, a prácticas positivas.
• El turismo y su relación con el medioambiente es mutuamente ventajoso, para ambos, no
pasando por alto las consecuencias de realizar inadecuadas intervenciones; en esa
dirección es necesario seguir un riguroso proceso de evaluación y control de los efectos
de cualesquiera inversiones que se realicen en entornos e inmuebles de valor histórico o
natural, lo que impone determinar el grado de intervención permisible a fin de conservar
su integridad.
RECOMENDACIONES
Que los planes de desarrollo turísticos del área expuesta tengan una continuidad en el
tiempo y en la calidad de sus ejecuciones.
Que se creen foros de discusiones sobre el desarrollo de la comunidad en la medida que
los proyectos avancen.
Que haya una contribución frecuente y continuada a la educación cultural,
medioambiental y turística de la comunidad.
Que se tenga una cobertura informativa en los medios de difusión de estas prácticas y
los beneficios que se generan de ella.
Que se controle de forma continua y responsable, sobre bases científicas y sólidas el
cumplimiento de las normas técnicas ambientales en las diferentes áreas.
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