1
UMBRAL
CONCIENCIA PLANETARIA, INTEGRACIÓN DE LOS PRINCIPIOS
FEMENINOS Y MASCULINOS EN LA CONSTRUCCIÓN DE UN NEVO PARADIGMA
CIVILIZACIONAL
Ensayo: Ana Luisa Muñoz Flores
Imágenes: Ana Luisa Muñoz Flores
2
PRESENTACION
Al ver las imágenes de Anita para su libro “UMBRAL”, lo primero que
fue que coincide con la propuesta escrita, lo cual da una unidad entre texto e
imagen.
Sus imágenes, plásticamente tienen un desarrollo de claro-oscuro
como elemento plástico de expresión. En ciertas pinturas más dramático como
“Altos Muros”; “El Poder y la Diferencia”; “La Salida”; “Umbría” y otras coinciden
con la visión plástica del Romanticismo.
Sin embargo, otra serie de imágenes, en que aparece la mujer como
presencia, se vuelve más sensual, menos dramática, se ve una conexión fuerte
con lo femenino.
Y cuando aparecen los niños, es cada vez más suave, más gentil,
colores más apastelados. Pero lo que me parece más interesante, son las
pinturas más cósmicas como “Beso estelar”. Hay una búsqueda más universal,
obligando a los recursos del Photoshop para buscar una nueva identidad
plástica.
FERNANDO ALLENDE
07-01-2010
3
Prólogo
Este libro es la obra de una mujer chilena que está preocupada
por el destino de la humanidad. La mujer chilena que lo escribió y que
es la misma que produjo sus imágenes se llama Ana Luisa Muñoz y es
alguien que se ha dado cuenta de que la humanidad va por un muy mal
camino o, mejor dicho, que el camino por el que se está deslizando en
la actualidad conduce al despeñadero de una manera inevitable. Un
mundo socialmente injusto, económicamente desigual, genéricamente
inarmónico, ecológicamente insensible, eso es aquello con lo cual los
humanos de este tiempo debemos entendernos cada día que pasa.
Todas las informaciones que obran en nuestro conocimiento o, más
precisamente, las que obran en el conocimiento de cualquier persona
medianamente educada en los tiempos que corren, nos/le confirman lo
mismo.
Estamos en umbral, como dice Anita Muñoz, pero en un umbral
que es (para reescribirlo con otra metáfora) un cuchillo con un filo malo
y otro bueno. Si el umbral es un sitio liminar, si es el puente, esto es, el
espacio que abre el desplazamiento de la persona hacia otra cosa, en lo
que a la gente de nuestro tiempo respecta esa otra cosa bien pudiera
ser el fin. No es que uno quiera dárselas de apocalíptico. Ocurre que el
apocalipsis se anda anunciando entre nosotros desde hace ya un rato
largo. Tanto es así que a veces nos preguntamos cómo es que no se ha
desatado todavía. Cuando a la segunda guerra mundial, que ya había
matado cincuenta y cinco millones de personas, se le quiso poner fin
matando a otras ciento sesenta mil y de una vez, en Hiroshima y en
Nagasaki, el futuro quedó escrito con letras de molde. El reino de la
insensatez se había instalado sobre la tierra. La aniquilación de todo y
de todos había llegado a ser, por primera vez en la historia de la
humanidad, un suceso que cabía dentro del ámbito de lo que era
posible. Y hoy, reconozcámoslo, con mucha más eficiencia que en
Hiroshima y en Nagasaki.
4
Con todo, no es esa la clase de aniquilación que más preocupa a
la autora de este Umbral. A ella la inquieta sobre todo la otra, esa que
no por ser más despaciosa es menos mortífera. Me refiero a la que está
teniendo lugar cotidianamente, en el marco contemporáneo de las
relaciones de los seres humanos con los seres humanos, por una parte,
y en el de los seres humanos con su entorno natural, por otra. En el
primero de estos dos escenarios, Anita Muñoz privilegia las relaciones
de género, y tiene toda la razón para hacerlo. El desequilibrio social y
económico lo conocemos bien, sabemos cuáles son sus causas y cuáles
sus dimensiones y hasta hemos logrado desarrollar estrategias y
tácticas para enfrentarlo desde hace ya un par de siglos. Que no siempre
hayan sido esas estrategias y esas tácticas todo lo eficaces que a
nosotros nos hubiese gustado, es otra historia, por supuesto, una
historia de desencuentros y torpezas políticas deplorables que yo por lo
menos creo que se podrán remediar alguna vez. No acontece lo mismo
con la relaciones de género. Su teorización es más reciente. El segundo
sexo, el libro de Simone de Beauvoir que en el campo del feminismo se
equipara con El capital de Marx en el de las relaciones sociales, está
cumpliendo sesenta años, apareció recién en 1949.
Después ha habido otros, es verdad, pero todavía queda un largo
camino por recorrer al respecto, muchas certidumbres por descubrir,
numerosas batallas que ganar. Y lo mismo ocurre en el ámbito
ecológico. Me dirán que el bueno de San Francisco se nos adelantó en
esta materia. Y es cierto, pero no menos cierto es que ni en sus peores
pesadillas el buen santo de Assís soñó con algo parecido a lo que ahora
nos está sucediendo. Las depredaciones del ecosistema que hoy se
producen en unos pocos minutos habrían tardado años en producirse en
un pasado que está harto menos lejos de lo que se suele pensar.
He ahí pues las preocupaciones de Ana Luisa Muñoz en su
Umbral. Para dárselas a conocer al público en general (aunque yo tiendo
a sospechar que para dárselas a conocer a los jóvenes especialmente),
escribió ella el libro que el lector tiene ahora en sus manos y produjo las
impactantes imágenes que lo ilustran. Pero no sólo eso. También es
detectable en su trabajo una propuesta. Más arriba escribí que en el
5
libro de Anita se alojaba un cuchillo con un filo malo y otro bueno. El
malo es el de todo aquello que Anita denuncia y que creo que ha
quedado de manifiesto a estas alturas con suficiente claridad. En cuanto
al bueno, siguiendo aquí una perspectiva filosófica que a la autora la
pone en contacto con gente tan honorable como el teólogo de la
liberación Leonardo Boff (el mismo un fiel discípulo de Francisco de
Assís) y el científico chileno Humberto Maturana, lo que ella nos
propone es un retorno a la tesis de la armonía cósmica. Aceptemos, nos
dice Anita Muñoz, que el universo es uno, que constituye un todo
integrado y que tiene sentido. Sepamos, por lo tanto, que destruir
cualquiera de sus partes constituye un atentado que compromete a
todas las demás. Que es igualmente pernicioso explotar al trabajador
que oprimir a la mujer o que instalar centrales hidroeléctricas que
destruyen el ecosistema. Si percibimos eso, si tenemos la lucidez
suficiente para darnos cuenta de que con tales acciones nos estamos
suicidando, ella confía en que podremos dar vuelta atrás.
Yo espero que Anita tenga también en esto la razón.
Grínor Rojo
6
INDICE
INTRODUCCION: 8
DERROTA DEL SISTEMA REPRESENTACIONAL FEMENINO 10
AMÉRICA LATINA Y CHILE: EL CHOQUE ENTRE DOS CULTURAS 11
MASCULINO-FEMENINO. REINVENTAR EL SENDERO 13
FEMENINO: LOS NUEVOS ACTORES 14
NUEVOS ÓRDENES SOCIALES A PARTIR DE LAS INTEGRACIONES
DE LOS GÉNEROS 15
UNA NUEVA COSMOVISION 17
SOMOS PARTE DE UN TODO MAYOR 18
NO HAY TIEMPO PARA RESENTIMIENTOS 19
SOMOS PARTE DE UN TODO MAYOR
ESPECIE HUMANA: CONCEPTO FUNDAMENTAL QUE ENGLOBA UNA
VISIÓN DE FUTURO 22
COMO HUMANIDAD CRUZAMOS UN GRAN UMBRAL. APOSTEMOS
POR EL SUEÑO COLECTIVO Y DEMOS NACIMIENTO A UNA
NUEVA HUMANIDAD. 23
BIBLIOGRAFÍA 25
7
“Ensancha el espacio de tu tienda y
extiende en ella sus alfombras, pues
te has de mover en todas las direcciones”
Isaías
8
INTRODUCCIÓN
- Henos aquí frente a frente, peripuestos solo por una herencia
común. Deshererados inocentes del verbo. De vez en cuando este puente
antiguo, atávico como ley violenta nos reúne en un extremo, pero nos deja
mirando desde sentidos opuestos; debilidad, fortaleza, dios y serpiente.
Debemos avanzar y completar el designio o podemos si queremos, hablar con
otras miradas, abandonar la torre y su augusto minarete, dejar yo la caverna
tibia y telúrico vientre. Henos aquí con cuerpos similares, historias
mancilladas, superpuestas, oraciones abortadas. Henos aquí, toda posibilidad
sin expropiarnos nada, salvo la caricia y los besos, cogiendo signos nuevos
para hacer nuevos silabarios, evadir la oscuridad o la luz, sumar claroscuros.
El arte, es una representación simbólica de nuestro propio ser
interior. Toda la humanidad entendida como cuerpo, está presente en cada
uno de nosotros, cada pensamiento, cada cultura, cada mito, cada arquetipo
se hace presente una y otra vez en nosotros mismos en nuestros actos
cotidianos y en cada noche al dormir.
A veces en la armonía relacional con los niños, con el viento, con las
montañas. Otras en la impotencia de la subyugación de otros seres humanos,
de los animales, de la atmósfera, o de la entrañas de la tierra.
La conciencia humana se encuentra en una nueva fase, en que se
hace urgente una espiritualidad que ponga la vida en el centro de sus
preocupaciones, la vida con su espléndida diversidad, el futuro común de la
tierra y de la humanidad, y también con el cuidado de todo lo que exista y
vive: una espiritualidad que emerge desde dentro del proceso cosmogénico
9
que ordena todo a partir del caos, hacia formas cada vez más complejas,
conscientes y co-responsables.
En la fase matrística de la sociedad que duró aproximadamente un
millón y medio de años, las relaciones humanas se desarrollaban en relaciones
de armonía y equilibrio: Hombres y mujeres vivían integradamente.
La mujer estaba considerada más próxima a los dioses, porque de
ella emanaba la vida en toda su acepción.
Hace solo 8000 años, con las sociedades cazadoras se define un
modelo de autoridad y sumisión entre los sexos que conlleva a la enajenación
de la conciencia, donde se llegó a reducir a la mujer casi solo en su función
procreadora.
Hoy en el siglo XXI, la mujer es el 50% de la fuerza del trabajo
mundial. Esto cierra el ciclo de la era patriarcal, con mucho conflicto entre los
sexos y en la esfera privada y pública.
Valores como el amor, la solidaridad y el compartir, siempre han
estado asociado a la femineidad.
El presente artículo e imágenes incorporadas, constituyen un todo
vivencial y personal y no pretenden ser palabra última acerca del tema. El
modo subjetivo de voz desde quien carece de plataformas oficiales, pero de
quien necesita expresar y plasmar experiencias emocionales por medio del
lenguaje escrito y visual.
10
DERROTA DEL SISTEMA REPRESENTACIONAL FEMENINO
Los estudios arqueológicos, demuestran que otro sistema simbólico
prevaleció antes de las sociedades cazadoras, un mundo relacional, sin
jerarquizaciones, centrada en la creatividad y en la cual se daba acogida a
todos sus integrantes, relacionales, integrados, unificados a la naturaleza.
Esta es una etapa sin héroes, sin guerras y sin historias de guerra, en
concordancia con las leyes naturales.
Algunos creen que esto correspondería a la etapa paradisíaca, donde
no se tendría nociones “del bien o del mal”.
Esta noción de lo “femenino”, como el ser que “acoge”, “consuela”,
“escucha”, “regocija”, “acuna”, “protege”, “nos alimenta” lo encontramos
nuevamente cada uno de nosotros, en el vientre de nuestra madre.
Todos estos recuerdos inconscientes primitivos de un sentimiento de
bienestar, que se rompe abruptamente al incorporarse a una sociedad
competitiva, perdiéndose las confianzas y dando paso al miedo. Y
paradójicamente, es nuestra propia madre quien nos advierte y alerta de los
peligros circundantes.
El arquetipo femenino, lo encontramos en antiguas diosas: Diosa
pájaro del Neolítico, las palomas pertenecientes a la diosa sumeria Innana, Isis
la egipcia, Afrodita griega, la dama de pazardzik, entre muchas diosas
antiguas, las cuales derivaron arquetípicamente en el culto mariano, lo cual a
su vez, no es percibida de la misma forma en las diferentes culturas, para
algunos patrona de guerras, para otros consoladora de los oprimidos. En fin,
hay un amplio espectro de interpretaciones para una misma identidad.
Después del vientre y de la vida, somos recibidos por un segundo
vientre: la tierra y el volver a nacer en un nuevo ciclo. Lo femenino, como
sentido de unidad y en permanente renovación.
11
El útero oscuro de la diosa había sido la cueva templo, y se escondía
en las profundidades de la tierra.
Los pueblos cazadores dieron una feroz guerra a las representaciones
simbólicas femeninas del mundo, por el solo hecho que su cuerpo
representaba los misterios de la creación cuando da a luz.
Por aquel tiempo se la dotaba de poder mágico, para encarnar la
relación existente entre los órdenes visibles e invisibles, ayudando a los
cultivos a crecer, a los árboles a dar frutos y a los animales a permanecer
fértiles.
Todas eran actividades de la diosa para alimentar, formar, tejer y
transformar la vida.
Con el sometimiento de los pueblos agrícolas por parte de los feroces
guerreros y sus respectivas cosmologías, comienza una nueva era,
conmocionando toda la historia de la humanidad y transformándola en una
historia dramática de guerras, héroes, dominantes y sometidos y
concentración de las riquezas, que amenazan a la humanidad a sucumbir.
AMÉRICA LATINA Y CHILE: MESTIZAJE. CHOQUE ENTRE DOS CULTURAS
Las nuevas cosmovisiones, posteriormente, se extendieron a través de
los siglos hacia el continente americano. Las cuales, a su vez, poseían las
suyas propias. Como resultado de este choque entre culturas diversas, se da
nacimiento al mestizo, donde la cultura española pasa a ser la dominante.
Esto ha dado origen a una construcción sexual propia, un constructo
social muy particular y un soporte cultural muy diverso.
Una sociedad construida por cruces de linajes y estirpes, a veces
equívocos, a veces prístinos. Los varones latinoamericanos, tampoco están en
una posición de poder en relación a sus homólogos del norte.
12
Hombres y mujeres transcolonizados por los mismos sistemas
simbólicos.
Esto ha dado como resultado relaciones entre los sexos equívocos y
ambivalentes. Coexistiendo en una misma relación “lo uno y lo otro”.
Dominación y subordinación, amores y desencuentros.
En Chile y Latinoamérica un sistema representacional religioso donde
la imaginería mariana relaciona “lo mater” con lo femenino y “lo hijo” con lo
masculino, omitiendo el sentido de sexualidad. Fuga del “pater”, que se llena
con el “machismo”. Padre que en el estereotipo latinoamericano se reemplaza
por una figura masculina de un “Dios Todopoderoso”, un caudillo, un militar,
un equipo de futbol, un político, etc.. La figura masculina ausente adulta, se
troca así en presencia teñida de potestad y autoridad. La figura simbólica
masculina (conquistador) y la figura simbólica femenina (conquistada), ambos
coexisten en nuestra mentalidad, partiendo por el padre de la patria Don
Bernardo O’Higgins.
Se puede hablar de una existencia de una identidad sexual propia de
una síntesis cultural mestiza.
La “ilegitimidad jugó un papel esencial en la formación de nuestra
sociedad, y esto ha sido transversal a todas las capas sociales. En todos estos
países, incluyendo Chile, la necesidad de sentirse “hijos” es representada por
vírgenes madres que consuelan a sus vástagos oprimidos y sufrientes.
La sociedad latinoamericana fuertemente jerarquizada desde sus
inicios, ha reproducido patrones de comportamiento sexual donde la
masculinidad es exacerbada y se relaciona con la prepotencia y agresividad.
Masculinidad que se ve menoscabada al tener que someterse, a su vez a
relaciones de sumisión cada vez más crecientes, en su propio entorno laboral
para la conservación de sus empleos, dadas las crisis de pánico que ocasionan
a su vez las crisis económicas.
El creciente número de niños abandonados en Chile por sus
progenitores masculinos, constata una realidad que se generó desde el tiempo
de la colonia: padres ausentes, hijos de tal o cual español, las instituciones
denominadas “amancebamiento”, “barraganía” y hoy sumamos la propia
13
institución del matrimonio. Todo lo cual ha dado origen que el estado no
puede ya hacer caso omiso de esta situación y ha tenido que intervenir
legislando y sancionando a los varones que no se quieren hacer cargo de sus
hijos económicamente.
MASCULINO-FEMENINO. REINVENTAR EL SENDERO
Esta obra es solo el comienzo de una larga reflexión temática llevada
a la expresión artística: la relación de hombre – mujer. Pues la cultura, que
confiere a cada uno una confirmación de su identidad como individuo, atañe
en la misma medida a su identidad sexual.
Hoy en día existe una gran grieta en la interacción habitual y en la
articulación social, debido a una larga historia de subordinación femenina a
los cánones establecidos.
Mi cotidiano contacto con mujeres, a través de la educación, me
permite percibir la reproducción de un sistema de representaciones de
apropiación de las ideas, control abierto o sutil del pensamiento, de cánones
impuestos conscientes o inconscientes.
Se hace necesario crear sistemas de pensamientos “posesiónales”
desde diferentes puntos de referencia social, que permitan afirmar la
diferencia sexual no como “el otro”, en oposición binaria convenientemente
dispuesta para sostener un sistema de poder, sino como el proceso activo de
potenciar la diferencia que la mujer establece en la cultura y en la sociedad.
La mujer no es ya “diferente de”, sino “diferente para” poner en
práctica nuevos valores. La diferencia sexual, en primera instancia, representa
la positividad de las múltiples diferencias, en oposición a la idea tradicional de
la diferencia como “peyorativización”.
14
La historia ha mostrado que el sexo ha servido de soporte a la
organización social y a la elaboración de valores.
Una reformulación completa nos transitará por lugares históricos,
donde ya no será necesario transitar por una supervivencia hostil y objetivar a
otros, sino mostrar que el dominio de colaboración y dulzura que le era
propio a la mujer, es una experiencia social, digna de ser vivida.
FEMENINO: LOS NUEVOS ACTORES
Nos encontramos en el “umbral”, de un proceso creciente de cambios
estructurales, por una parte, producto de las condiciones objetivas de
relaciones de producción, que ha tenido que incorporar obligadamente a la
mujer como fuerza laboral y, por otra, el desmoronamiento de un sistema
simbólico donde la mujer se encontró privada a su derecho de
autodeterminación.
En este sistema simbólico, la mujer ha tenido poca prominencia en el
mundo del arte.
En general, la doble labor de proveedora económica de las mujeres
de diferentes estratos económicos, las labores de dueña de casa u
organización del hogar y dedicada a sus hijos, no le deja espacios para
replantearse nuevas representaciones y valores culturales, en contraposición a
tener que perpetuar por diferentes vías la administración de “las crisis” de los
tiempos posmodernos.
Nos encontramos en el umbral, en que se desmoronan las certezas y
se disuelven las identidades.
El inicio de mi obra, habla sobre el mundo íntimo y privado de la
institución primaria de la sociedad, donde los valores de la sociedad matrística
no han sido sometidos en su totalidad: el valor al respeto mutuo, la
15
solidaridad entre las mujeres y sus espacios colaborativos, la intuición el
apoyo mutuo ante la adversidad, la belleza del cuerpo, la armonía de lo
natural.
El éxtasis por el universo, la vida y la trascendencia, entendida como
proyectos humanos infinitos, continuando “la caverna del desatino”: imágenes
aparentes de realidades fragmentadas.
NUEVOS ÓRDENES SOCIALES A PARTIR DEL GÉNERO
A partir del siglo XX, se comienza a hablar de la emergencia del
mundo social de una nueva conciencia, el de la era globalizada, un
pensamiento unificador. Pero cuál sería éste. Se observa que crecientemente la
raza humana (principales responsable los que sustentan los diferentes
poderes) se va separando de la naturaleza, al instrumentalizar y objetar su
entorno. Esto incluye, sus relaciones sociales, económicas, personales, con la
tierra y todo lo que se mueve sobre su faz.
El concepto de dominio y apropiación está implícito en todo el
proceso de socialización, y esto es lo que permite perpetuar el actual orden
social económico, desde la más tierna infancia, por medio de la velación de la
mente y a través de las diferentes instituciones de la sociedad.
La especie humana, se construye a sí misma y cada individuo,
hombre o mujer tiene responsabilidades sobre ella. La era tecnológica es un
umbral de mutación. Los geólogos concuerdan en que después del año 2050,
la especie humana habría sobrepasado el punto de retorno y sería
extremadamente difícil revertir el proceso de destrucción: el calentamiento del
clima, el derretimiento de los cascos polares, el saqueo de los recursos
naturales, el agotamiento de las energías no renovables, etc., de seguir en
esta carrera depredativa. En épocas anteriores, existían alternativas, ya que la
crisis no era globalizada. Hoy en día, es estructural y terminal.
16
Es Global, ya que abarca todo el planeta, y ningún segmento de la
humanidad hoy está libre, ni tampoco ninguna forma de vida. Es terminal, ya
que la depredación de ninguna especie, incluida la mujer y todos los seres
humanos explotados no puede ser ilimitada.
Las mujeres debemos tomar conciencia no sólo de género, sino
de “ESPECIE HUMANA”. Vale decir, que nuestra mirada hacia el futuro no sólo
involucra paridad, sino modificar desde dentro los soportes emocionales y
cognitivos que sustentan una cosmovisión de un mundo desequilibrado y
caótico construido en base a guerras y depredación de las especies, incluidas
nosotras mismas.
Nosotras, hemos sido instrumentalizadas por miles de años. El
sexo ha servido de soporte a la organización social y a la elaboración de
valores. La mujer funciona, en la norma social, como una señal semejante al
lenguaje, señal que realiza la sociabilidad. Esto implica necesariamente que
hemos sido objeto de reproducción de patrones de sociabilidad ambivalentes,
dadas las condiciones objetivas de los sistemas patriarcales. Hadas y brujas,
habitan en nosotras, diosas benefactoras o diosas vengativas.
Ambivalencias que conducen a disfunciones sexuales. Por
medio de la socialización acrítica, fomentamos el afán de poder, de la
competencia y del dominio en las nuevas generaciones. Reproductoras de
sistemas sociales que en la actualidad van en desmedro de nosotras mismas:
- El 98% de las riquezas de la tierra, está en manos de varones y sólo
el 2%, pertenece a las mujeres.
- En el año 2003 de los 225 varones más ricos del mundo que posee
el capital de 2.500 millones más pobres, de esos 2500 millones más pobres,
el 80% son mujeres.
- Se gastan en armamento 780.000 millones de dólares, frente a
12.000 que se gastan en la salud reproductiva de las mujeres.
Los Estados y los mercados no son neutros en géneros. Operan
a partir de desigualdades, en dinámicas asimétricas, con respecto a los
ciudadanos y ciudadanas.
17
Cualquier discurso, a partir de nuestro género es considerado
“sospechoso”. Incluso al interior de los mismos hogares. El feminismo ha sido
degradado y despierta suspicacias incluso entre las mismas mujeres. Las
iniquidades en contra de la mujer institucionales o por medio de otras vías, no
sólo afecta al género, sino a toda la especie humana. Cualquier violentación
vía palabra, omisión o hecho repercutirá tarde o temprano en toda la raza
humana, en nuevos ciclos de deshumanización.
Por el contrario, una conciencia basada en la solidaridad,
reciprocidad mutua, sin afanes de dominación, acumulación,
instrumentalización elevará a la raza humana a un mundo sin fronteras
inimaginados al ser humano contemporáneo.
UNA NUEVA COSMOVISION
Una cosmovisión, basada en la reciprocidad y la solidaridad. No está
referida a grupos, instituciones u otros de dicha índole propiamente tal. La
paridad, sólo adquiere sentido, si los valores de la institución primaria, tales
como el afecto, el cuidado, la protección, la justicia, se introducen como forma
de vida y no ser absorbidos por los patrones de conducta que se reprueban.
No se trata de adherirse a causas irreflexivamente, ya que los grupos y
organismos institucionalizados por lo general absorben mucha energía
femenina, las cuales debemos ser doblemente más eficaces para ser
reconocidas en un mundo fuertemente competitivo.
Se trata de encontrar en nuestras propias profundidades del SER
aquellos símbolos y signos que nos permitan transitar por lugares luminosos y
nutrientes. Un nuevo lenguajear, cambiará nuestras maneras de relacionarnos
y junto con ello, la humanidad se hará a sí misma, incluso sus códigos
genéticos. Todo se hereda, incluso nuestros rencores. Si somos capaces de
mirar desde más alto, no nos veremos como enemigos unos con otros y el
afán de posesionarse de las cosas materiales o las personas, ya no tendría
18
sentido, puesto que ese mismo afán nos ha hecho infelices como seres
humanos.
Esta cosmovisión, sólo se puede adquirir al margen de intereses
personales y de grupo, independiente de nuestras afinidades. Sólo así posee
solidez.
Esta cosmovisión, exige ver a todos los seres humanos y la tierra
como una unidad, ya que no somos al margen de ella. Quien es capaz de
maltratar y explotar a la tierra, maltrata y explota a la mujer: sacar desde
dentro de sus extrañas todas sus riquezas y reemplazarlo por un útero estéril.
Una sociedad que no se preocupa del bienestar de las mujeres, tampoco se
preocupa de los niños, ni nada que pueda parecer más débil o sin
importancia.
SOMOS PARTE DE UN TODO MAYOR
Existe una solidaridad cósmica entre los seres humanos, los seres
vivientes y la tierra. Todos somos parte de un todo mayor. Hay una
interdependencia mutua de unos con otros y de todos entre sí.
El hombre y la mujer concebidos como responsables de las leyes
cosmogenéticas que rigen el curso de la vida.
Vida que se viene generando hace 3.800 millones de años.
Y todas se entrelazan entre sí con redes de Inter.-retroconexiones,
conformando una totalidad única, compleja y diversa.
Así, la sexualidad emergió hace mil millones de años como un
momento avanzado de la vida. El universo conoce bifurcaciones y es un
sistema abierto cargado de sorpresas.
19
Pero también existe la llamada flecha del tiempo, que apunta siempre
hacia delante y hacia arriba, constituyendo órdenes cada vez más complejos e
impregnados de espíritu.
El hombre y la mujer como resultado de esa flecha y la construcción
histórico-social de los sexos. Tendencia que apunta a la reciprocidad y a la
complementariedad.
NO HAY TIEMPO PARA RESENTIMIENTOS
De acuerdo a las investigaciones arqueológicas las relaciones
masculinas-femeninas armónicas fueron las más largas.
Duró un millón y medio de años, en equilibrio con la naturaleza y
permanecen en el inconsciente colectivo. Es nuestra permanente añoranza de
un al parecer paraíso perdido. La raza humana como especie, fue producto de
la solidaridad mutua. La violencia es reciente en la historia evolutiva humana.
En las primeras etapas de la humanidad, hombres y mujeres
vivían integradamente. Con el advenimiento de la fase patriarcal y la
introducción del sometimiento por medio de la violencia, donde lo masculino
se apropia del dominio público y lo femenino supeditado a espacio privado.
(No se habla de hombres agresores o mujeres víctimas propiamente tal. Sino
de sociedades patriarcales estructurales que dan origen a un tipo de
pensamiento y que generan condiciones opresivas).
En la cosmología androcéntrica los valores misóginos adquieren
soberanía, como una manera de perpetuar los nuevos órdenes de dominio.
Sin embargo, nadie se queda ajeno al sufrimiento. Más o
menos, todos heredamos las heridas de nuestros predecesores:
hiperracionalidad, resentimientos, angustias, racismos, heridas mentales,
disfunciones, soledades, ambiciones desmedidas, hambres de venganza,
hambres desmedidas de acumulación, etc. Ricos y pobres, hombres y mujeres,
20
niños y adultos todos víctimas y victimarios de una percepción de mundo que
nos está asesinando como especie humana.
No hay ya tiempo de resentimientos. Todos conocemos las grandes
desigualdades, podríamos adentrarnos en tomos y tomos de estadísticas. No
se pretende aquí cambiar o adaptar las herramientas ideológicas del “opresor”
para que puedan se usadas en contra de éste y a favor del “oprimido”.
Lo que se sugiere es cambiar a través de todos los medios
pertinentes y existentes un cambio en los símbolos que reflejan los valores de
nuestra sociedad, incluyendo los símbolos religiosos, políticos, educativos,
etc. La mayoría, han servido para justificar la opresión. Los símbolos opresivos
se desvanecen cuando ya no poseen los sustentos y pilares que los erigen.
Es necesario hacer conciencia que tanto los que manejan los poderes
y los que son objetos de él mismo recurren a los mismos símbolos para
definir sus relaciones sociales y divinas: una compleja interrelación de roles de
autoridad y sumisión, en los diferentes estamentos, en que nos encontremos
ubicados. Ambos papeles son igualmente destructivos en una interacción
saludable, puesto que los unos y los otros se sitúan en calidad de objetos. Los
unos siendo objetos de su propio poder, para poder mantenerlo y perpetuarlo
y los otros desautorizados en su propia autoestima.
Un cambio sustantivo y cualitativo de los códigos que legitiman
concepciones que mantienen a la humanidad sometida a un estado infantil,
como estado de velación de la humanidad es un punto de partida, para
reconstruir los senderos que en la actualidad se han tornado brumosos.
No hay tiempo para resentimientos o venganzas, por muchas
heridas que individualmente hayamos recibido a través de nuestras vidas,
sean nuestros padres, hermanos, vecinos, profesores, grupos políticos u otros
enemigos declarados o tácitos.
La mujeres como seres humanos contamos con toda un bagaje
orgánico, perceptual y sensorial que nos abre a la experiencia del ser. Ser es el
verbo que establece las relaciones de profundidad en todos los verbos, tales
21
como intuir, razonar, amar, imaginar, hacer, actuar, así como la valentía, la
esperanza y el juego que están siempre ahí cuando realmente estamos
viviendo.
Desde dentro del actual sistema de cosas, siempre seremos
marginales y tendremos que “pelear” nuestra cuota de poder, participación o
paridad.
No es desde aquí que yo planteo vivenciarnos. Sino desde otro plano
que nos valide por nosotras mismas, sin tener que acudir a entes ajenos, para
ello. Un replantearse, no desde un segmento de la humanidad, sino como
especie humana, que no puede sobrevivir individualmente y ajena a la
totalidad del planeta.
La globalización depredadora, como se tiene conocimiento, ha
nacido por la necesidad de las comunicaciones instantáneas, vía red de
trueques comerciales, que enriquecen al minuto a personas individuales y
empobrecen a millones de personas simultáneamente. También es capaz de
bombardear simultáneamente millones de mentes acríticas, hegemonizando
razonamientos y manipulando mentes.
Sin embargo, esta era global, también da la posibilidad que otros
seres humanos críticos, propongamos con más fuerza nuestra conciencia
colectiva de “ESPECIE HUMANA”, la cual fue la que dio paso del estado animal a
ser humano, provistos de emociones, creatividad, reciprocidad, intercambio,
inteligencia, libertad, etc..
Es por esta razón, que las mujeres como género, tenemos
muchas tareas por delante: debemos velar no solo por nuestra integridad,
sino el de toda la raza humana, la cual no se sustenta a sí misma sólo como
especie, sino que está interrelacionada con todas las especies y el planeta en
general. Lo cual no significa, un estado de neutralidad ideológica, como
algunos entienden o un estado pasivo y cómodo de enfrentar la vida. Por lo
general, somos utilizadas por todas las concepciones, en beneficio de
segmentos de la humanidad. Por el contrario, esta manera de percibir nuestra
realidad nos hace comprometernos más en la gestación de un futuro común a
la humanidad y a la tierra, casa de todos los vivientes
22
ESPECIE HUMANA: CONCEPTO FUNDAMENTAL QUE ENGLOBA UNA
VISION DE FUTURO
Dice Humberto Maturana: “No es el conocimiento, sino el
conocimiento el que obliga. No es el saber que la bomba mata, sino lo que
queremos hacer con la bomba lo que determina que la hagamos explotar o
no. Esto, corrientemente, se ignora o se quiere desconocer para evitar la
responsabilidad que nos cabe en todos nuestros actos cotidianos, ya que
todos nuestros actos, sin excepción, contribuyen a formar el mundo en que
existimos y que validamos precisamente a través de ellos, en un proceso que
configura nuestro devenir. Ciegos ante esta trascendencia de nuestros actos
pretendemos que el mundo tiene un devenir independiente de nosotros que
justifica nuestra irresponsabilidad en ellos, y confundimos la imagen que
pretendemos proyectar, el papel que representamos, con el se que
verdaderamente construimos en nuestro diario vivir”
Todas las especies vivas funcionan por medio de mecanismos que
favorece a toda su especie. No ocurre así en la raza humana.
La especie humana está sumamente dividida, motivo por la cual los
intereses de un grupo es diferente con el de otro e incluso antagónico hasta la
muerte.
Es el momento ya de ascender a una nueva conciencia, no parcial,
sino planetaria, tanto como género humano como seres que habitamos en una
misma casa “nuestro planeta tierra”. El hecho de adoptar una conciencia de
género humano podríamos llegar a ascenderá a modos de vida inimaginables.
Observando las leyes del universo tales como la solidaridad cósmica,
porque todo está interrelacionado e interconectado.
Nada queda excluido, ni un miserable polvo del planeta. Cada cual es
cómplice y responsable de la vida del otro. Es en esa sinergia que la vida
funciona.
23
Cada ser humano, desde su propia perspectiva, en el lugar en que se
encuentra ubicado, puede hacer la nueva sinergia, las asociaciones, las redes.
COMO HUMANIDAD CRUZAMOS UN GRAN UMBRAL. APOSTEMOS POR
EL SUEÑO COLECTIVO Y DEMOS NACIMIENTO A UNA NUEVA HUMANIDAD.
Las nuevas investigaciones acerca de genética y cultura demuestran
que existe la posibilidad de realizar cambios favorables para todo el género
humano. Por el contrario, cuando hay una falta de adecuación entre un factor
u otro se produce un desajuste biogénico y antropogénico. Estudios entre
genética y cultura dicen que:
“Esto es, la constatación desde las ciencias biológicas, la genética y
las ciencias sociales y psicología del desarrollo, de que los cambios en los
niveles físicos, biológicos, sociales, culturales y psicológicos se integran de
manera dialéctica en una reorganización sistémica que transforma todo el
programa genético. Gottlieb (1996) ha propuesto el nombre de epigénesis
para caracterizar ese proceso integrado y flexible, continuamente renovado,
que se da en cada organismo humano. Elder y Glen (1996) sostienen que los
cambios socioculturales históricos que estamos viviendo están de hecho
transformando el proceso y el producto mismos del desarrollo humano”.
El comportamiento sexual, con las armonizaciones y conflictos que
comporta, se forma y se desarrolla a medida que el ser sexuado, dotado de
determinadas características genéticas, entra en interacción con el medio
socio-cultural específico y sus estímulos singulares. Cuando ocurre una
sintonía entre equipamiento genético y medio se instauran algunos
comportamientos benéficos.
Una de las principales funciones que hemos tenido las mujeres a
través de la historia de la humanidad, ha sido dar a luz y cuidar del nuevo
vástago. En la actualidad, el llamado no es solo a las mujeres, es también a
todos los hombres a dar a luz una nueva humanidad. Ampliar nuestras
concepciones , propios de un segmento y ampliar nuestras percepciones al de
categoría “GÉNERO HUMANO”. Este en total dependencia con nuestro planeta
24
Tierra. En el UMBRAL, corremos grandes riesgos. Pero en tiempos críticos, ha
sido demostrado que se pueden desplegar todas las energías de reserva, para
hacer conciencia que los unos con los otros somos interdependientes en todos
los aspectos y como raza humana tenemos un destino común. Se hace
necesario una sociedad global sostenible, en armonía con la naturaleza y con
todos los seres humanos.
ES NECESARIO CONSTRUIR UNA CIVILIZACION DE PAZ. El amor, el
cuidado recíproco, la compasión y todas las cualidades que por miles de años
se han reservado solo a unos pocos elegidos, o que son cualidades de
mujeres, es una experiencia posible de ser compartida por todo el género
humano. Hombres y mujeres unidos en un destino común, en una conciencia
planetaria, elevará a la raza humana a horizontes inimaginados, asevera
Humberto Maturana, en su libro “El árbol del conocimiento”.
Una de las principales funciones que hemos tenido las mujeres a
través de la historia de la humanidad, ha sido dar a luz y cuidar del nuevo
vástago. En la actualidad, el llamado no es solo a las mujeres, es también a
todos los hombres a dar a luz una nueva humanidad. Ampliar nuestras
concepciones de intereses parciales, propias de un segmento y volcar nuestras
energías al de categoría “GÉNERO HUMANO”. Este en total dependencia con
nuestro planeta Tierra. En el UMBRAL, corremos grandes riesgos. Pero en
tiempos críticos, ha sido demostrado que se pueden desplegar todas las
energías de reserva, para hacer conciencia que los unos con los otros somos
interdependientes en todos los aspectos y como raza humana tenemos un
destino común. Se hace necesario una sociedad global sostenible, en armonía
con la naturaleza y con todos los seres humanos.ES NECESARIO CONSTRUIR
UNA CIVILIZACION DE PAZ. El amor, el cuidado recíproco, la compasión y
todas las cualidades que por miles de años se han reservado solo a unos
pocos elegidos, o que son cualidades de mujeres, es una experiencia posible
de ser compartida por todo el género humano. Hombres y mujeres unidos en
un destino común, en una conciencia planetaria, elevará a la raza humana a
horizontes inimaginados. Dice Humberto Maturana, en su libro “El árbol del
conocimiento”.
25
BIBLIOGRAFÍA
1. “Femenino y masculino”, Leonardo Boff y Rose Marie Muraro. Edit.
Trotta, 2004
2. Tiempo de Trascendencia. El ser humano como un proyecto infinito”.
Leonardo Boff. Ed. Sal Tarrae,
3. “Ética y Moral. La búsqueda de los fundamentos, Saltarrae Santander,
2003, Leonardo Boff
4. C. Duve, Pollera vital: a vida como imperativo cósmico, Campus, Sao
Paolo, 1997.
5. “El sentido de lo humano”, Humberto Maturana, Dolmen Mundo abierto,
1996.
6. Humberto Maturana y Francisco Varela. El árbol del conocimiento.
Editorial universitaria. 1986
7. “Dios nació mujer”, Pepe Rodríguez, Ediciones grupo zeta, 1999
8. “El mito de la Diosa” Evolución de una imagen, Anne Baring y Jules
Cashford, 1991
9. “Mujeres en la era global”. Contra un patriarcado neoliberal, Victoria
Sendón de León, Icaria Más madera, 2005
10. “Madres y Huachos”. Alegorías del mestizaje chileno. Ed. Cuarto
Propio- CEDEM, 1991
11. “Género y Globalización” Feminismo, Paridad, Discriminación, Violencia
y Sexismo. Ed. Aún Creemos en los Sueños”, 2004
26
12. Ministerio de Educación y Ciencias. Serie Informes. Informe
Pigmalión.
27
HALLAZGO Me encontré este niño Cuando al campo iba: Dormido lo he hallado Sobre unas gavillas… (“Hallazgo”, Gabriela Mistral)
28
SUAVIDADES Cuando yo te estoy cantando, en la tierra acaba el mal: todo es dulce cual tus sienes:
29
la barranca, el espinar. (“Suavidades”, Gabriela Mistral)
LA PEQUEÑA PANADERA Me busco un verso que he perdido, Que a los siete años me dijeron. Fue una mujer haciendo el pan
30
Y yo su santa boca veo. (“Cosas”, Gabriela Mistral)
EL VERSO DE LA MARIPOSA
Yo no quiero que a mi niña La vayan a hacer princesa. Con zapatitos de oro
31
¿cómo juega en las praderas? (“Miedo”, Gabriela Mistral)
TITIRITERO Apacenté los hijos ajenos, colmé el troje Con los trigos divinos, y solo de Ti espero, ¡Padre Nuestro, que estás en los cielos!, recoge Mi cabeza mendiga, si en esta noche muero. (“Poema del hijo”, Gabriela Mistral)
32
LA OFRENDA ROSA Porque en sus hierbas me apaciento Mi Dios me guarda de sus vientos Como a los linos en la flor (“Serenidad”, Gabriela Mistral)
33
VALENTINA Junta sus hojitas para sostenerlo y esquiva los vientos Por no desprenderlo (“ROCÍO”, Gabriela Mistral)
34
JAVIERA Y EL GANZO Esta que era una niña de cera; Pero no era una niña de cera, Era una gavilla parada en la era. Pero no era una gavilla Sino la flor tiesa de la maravilla. Tampoco era la flor sino que era Un rayito de sol pegado a la vidriera. No era un rayito de sol siquiera: Una pajita dentro de mis ojitos era. (“La pajita”, Gabriela Mistral)
35
PUNTO CERO ¡Nada te han robado! La tierra se extiende, verde, en un ancho brazo en torno tuyo, y el cielo existe sobre tu frente… (La ilusión, Gabriela Mistral)
36
VIDA Miro correr las aguas de los años, Miro pasar las aguas del destino. Antiguo amor, te espero todavía: Ta tierra está ceñida de caminos… (“Canciones De Solveig”, Gabriela Mistral)
37
MATERNIDAD A la casa de mis niñeces Mi madre me llevaba el agua. entre un sorbo y el otro sorbo la veía sobre la jarra. La cabeza más se subía Y la jarra más se abajaba. Todavía yo tengo el valle, Tengo mi sed y su mirada. Será esto la eternidad Que aún estamos como estábamos. (“Beber Al Dr. Pedro Alba”, Gabriela Mistral)
38
MUJERES APRENDIENDO ESTAMPADO En la tierra seremos reinas, Y de verídico reinar, Y siendo grande nuestros reinos, Llegaremos todas al mar (“Todas íbamos a ser reinas”, Gabriela Mistral)
39
PAREJA Lámina tendida de oro, y en el dorado aplanamiento, dos cuerpos como ovillos de oro,…(“Paraíso”, Gabriela Mistral)
40
COMIENZA SU TÉRMINO …de matorrales, gredas, caminos, Y desnudos volveremos al abra cuya luz nos muestra desnudos: Y la patria del arribo Nos mira fijo y asombrada.(“El regreso”, Gabriela Mistral)
41
PRINCIPIO En torno al bendecidor hierven cien cosas trocadas; fiestas, bodas, nacimientos, Risas, bienaventuranzas, y se hecha una Muerte grande, al umbral, atravesada…(“Nacimiento de una casa”, Gabriela Mistral)
42
PAISAJE BRUMOSO La niebla tiene pliegues de sudario dulce en el palpo, en la boca salobre Y volverás a ir al canto mío. (“Electra en la niebla”, Gabriela Mistral)
43
ENSOÑACION Nubes que pasáis, nubes, detened sobre el pecho mío la fresca merced. ¡Abiertos están Mis labios de sed! (“A las nubes”, Gabriela Mistral)
44
ENSUEÑOS Me voy de ti con tus mismos alientos: Como humedad de tu cuerpo evaporo. Me voy de ti con vigilia y con sueño, Y en tu recuerdo más fiel ya me borro. (“Ausencia”, Gabriela Mistral)
45
SILENCIO Y ESPERA Se va de ti mi cuerpo gota a gota, Se va mi cara en un óleo sordo, Se van mis manos en azogue suelto: Se van mis pies en dos tiempos de polvo. ¿Se te va todo, se nos va todo! (“Ausencia”, Gabriela Mistral)
46
TANIT Ya en la mitad de mis días espigo Esta verdad con frescura de flor: La vida es oro y dulzura de trigo, Es breve el odio e inmenso el amor. (“Palabras Serenas”, Gabriela Mistral)
47
ES Quiero, al resplandor del pino, Tener y besar tu cara, Y hallarla limpia de tierra, Y con amor y con lágrimas. (“Coplas”, Gabriela Mistral)
48
LATENTE Hace tanto que masco tinieblas. que la dicha no sé reaprender; tanto tiempo que piso las lavas que olvidaron vellones los pies; tantos años que muerdo el desierto que mi patria se llama la sed. (“Nocturno de la Consumación A Waldo Frank”, Gabriela Mistral)
49
FLORACION NOCTURNA Mi oído está cerrado, Mi boca está sellada ¡Qué va a tener razón de ser ahora Para mis ojos en la tierra pálida! ¡ni las rosas sangrientas Ni las nieves calladas! (“Éxtasis”, Gabriela Mistral)
50
51
CRISALIDA -“En esa cueva nos nació, Y como nadie pensaría, Nació desnuda y pequeñita Como el pobre pichón de cría. (“Historias de Loca”, La muerte-niña a Gonzalo Zaldumbide, Gabriela Mistral)
52
ALTOS MUROS Pienso en el umbral donde dejé Pasos alegres que ya no llevo, Y en el umbral veo una llaga Llena de musgo y de silencio (“COSAS”, Gabriela Mistral)
53
“HOLOCAUTO DE ASTARTE” No te escupirán por creerte loco, No fueran capaces de amarte tampoco Así, con sus ímpetus laxos y marchitos. (Al oído de Cristo, Gabriela Mistral)
54
BESO ESTELAR Por si no hay después encuentros En ninguna Vía Láctea, Ni país donde devuelva Tu piedad de blanco llama, En el hoyo que es sin párpado Ni pupila de la nada, Oigas tú mis dobles gritos, Y te alumbren como lámparas Y te sigan como canes: -¡Gracias, gracias! (Gracias en el mar, A Margot Arce,”Gabriela Mistral)
55
ALLÁ ARRIBA Algo viene de muy lejos, Algo acude, algo adelanta; Sin forma ni rumor viene Pero de llegar no acaba. ¿Y aunque viene así de recta Por qué camina y no alcanza? (“Madre Mía” Gabriela Mistral)
56
EL PODER Y LA DIFERENCIA
Aquí me estoy, Señor con la cara caída Sobre el polvo, parlándote un crepúsculo entero, O todos los crepúsculos a que alcance la vida, Si tardas en decirme la palabra que espero. (“El ruego”, Gabriela Mistral)
57
LA SALIDA De aquel hoyo salió de pronto, Con esa carne de elegía; Salió tanteando y gateando Y apenas se la distinguía. (“HISTORIAS DE LOCA “a Zaldumbide, Gabriela Mistral)
58
KHTHÓNIOS Beso que tu boca entregue a mis oídos alcanza, porque las grutas profundas me devuelven tus palabras. (“Dios lo quiere”, Gabriela Mistral)
59
INFARTO DEL ALMA Ya sudó sangre bajo los olivos, Y oyó al que amaba negarlo tres veces. Mas, rebelde de amor, tiene aún latidos, ¡aún padece! (“Viernes Santo”, Gabriela Mistral)
60
UMBRALES Los umbrales y dinteles se casan en cuerpo y almas, y unas piernas de pilares Bajan a paso de danza (“Nacimiento de una casa”, Gabriela Mistral)
61
CLAROOSCURO Esta alma de mujer, viril y delicada, Dulce en la gravedad, severa en el amor, Es una encina espléndida de sombra perfumada, Por cuyos brazos rudos trepara un mirto en flor. . (“La Encina”, A la maestra señorita Brígida Walker”, Gabriela Mistral)
62
DESPUES Pasta de nardos suaves, pasta de robles fuertes, Le amasaron la carne rosa del corazón, Y aunque es altiva y recia, si miras bien adviertes Un temblor en sus hojas que es temblor de emoción. (“La Encina”, A la maestra señorita Brígida Walker”, Gabriela Mistral)
63
UMBRÍA Lávalo, mar; con sal eterna; lávalo mar, lávalo mar; que la Tierra es para la lucha y tú eres para consolar.(“Canciones en el Mar”, Gabriela Mistral)
64
MUNIFICENCIA DE ASTARTÉ Como el racimo azulado, me traspasó la luz para la dulzura que entregaría. Este que en el fondo de mí está haciéndose gota a gota de mis venas, éste era mi vino (“Sabiduría, Gabriela Mistral)
65
LUMINESCENCIA La pradera aprendió el otoño Y la nieve su hipocresía, La bestezuela su cansancio, La carne de hombre su agonía. (“Historias de loca” a Gonzalo Zaldumbide, Gabriela Mistral)
66
LUMINESCENCIA La pradera aprendió el otoño
Y la nieve su hipocresía, La bestezuela su cansancio, La carne de hombre su agonía. (“HISTORIAS DE LOCA” a Gonzalo Zaldumbide, Gabriela Mistral)
67
VISITACION Entre los gestos del mundo recibí el que dan las puertas. En la luz yo las he visto o selladas o entreabiertas Y volviendo sus espaldas del color de vulpeja. ¿Por qué fue que las hicimos para ser sus prisioneras? (“Visitación”, Gabriela Mistral)
68
PAISAJE CON MUJER Apresúrate, Orestes, ya que seremos Dos siempre, dos, como manos cogidas O los pies corredores de la tórtola huida. No dejes que yo marche en esta noche rumbo l desierto y tanteando en la niebla. (“ELECTRA EN LA NIEBLA”, Gabriela Mistral)
69
TODAS IBAMOS A SER REINAS Y Lucila, que hablaba al río, a montaña y cañaveral, en las lunas de las locura recibió reino de verdad.(“Todas Íbamos a ser Reinas”, Gabriela Mistral)
Top Related