1. Un curso de milagros PREFACIO Este Prefacio se escribi en
1977 como respuesta a las muchas solicitudes recibidas para que se
incluyera una introduccin a Un curso de milagros. Las primeras dos
partes de este Prefacio, Cmo se origin? y Qu es? las escribi la
misma Helen Schucman; la ltima parte fue escrita mediante el
proceso de dictado interno descrito ms adelante. Cmo se origin? Un
curso de milagros dio comienzo con la sbita decisin de dos personas
de colaborar en el logro de un objetivo comn. Esas dos personas
fueron Helen Schucman y William Thetford, catedrticos de psicologa
mdica de la Facultad de Medicina y Ciruga de la Universidad de
Columbia en la ciudad de Nueva York. No es realmente importante
quines fueron esas personas, excepto que lo ocurrido muestra que
con Dios todo es posible. A ambos se les poda haber calificado de
todo menos de personas espirituales. La relacin entre ellos era
difcil, a menudo tensa, y a ambos les preocupaba en gran medida su
reputacin y aceptacin tanto a nivel personal como profesional. Sus
vidas, que en su mayor parte estaban regidas por valores mundanos,
apenas coincidan con lo que el Curso postula. He aqu como Helen, la
persona que recibi el material, se describe a s misma: Psicloga,
educadora, intelectualmente conservadora y de ideologa atea, estaba
trabajando en una institucin acadmica de gran prestigio, cuando de
repente ocurri algo que precipit una cadena de acontecimientos que
yo jams habra podido predecir. El jefe de mi departamento anunci
inesperadamente que estaba cansado de los sentimientos de ira y
agresividad que nuestras actitudes reflejaban y concluy diciendo:
"tiene que haber otro camino". Como si hubiera estado esperando esa
seal, acced a ayudarle a encontrarlo. Al parecer este curso es ese
otro camino. Aunque su propsito era firme, tuvieron gran dificultad
en comenzar su empresa comn. Pero le haban ofrecido al Espritu
Santo la "pequea dosis de buena voluntad" que, como el propio Curso
habra de subrayar una y otra vez, es suficiente para permitirle al
Espritu Santo utilizar cualquier situacin para Sus propsitos e
infundirle Su poder. Continuando con el relato de Helen: Tres
sorprendentes meses precedieron al inicio de la redaccin en s,
durante los cuales Bill me sugiri que anotara los sueos de elevado
simbolismo que estaba teniendo, as como las extraas imgenes que me
asediaban. Aunque para entonces ya me haba acostumbrado un tanto a
lo inesperado, aun as me llev una gran sorpresa cuando me vi
escribiendo: "ste es un curso de milagros". se fue mi primer
contacto con la Voz. Era una voz que no emita ningn sonido, pero
que me presentaba una especie de dictado rpido interno que yo
anotaba en un cuaderno de taquigrafa. La redaccin no fue nunca
automtica. Poda interrumpirla en cualquier momento y despus
reanudarla. En muchas ocasiones me hizo sentir muy incmoda, pero
nunca pens seriamente en suspenderla. Pareca ser una misin especial
que de alguna manera, en algn lugar, yo haba acordado llevar a
cabo. Termin convirtindose en una verdadera empresa de colaboracin
entre Bill y yo, y estoy segura de que gran parte de su importancia
estriba en ese hecho. Yo anotaba lo que la Voz "deca", y al da
siguiente se lo lea a Bill y l lo pasaba a mquina. Supongo que l
tambin tena una misin especial, pues sin su aliento y apoyo yo
nunca hubiese podido llevar a cabo
2. la ma. En total, el proceso dur alrededor de siete aos.
Primero lleg el Texto, luego el Libro de ejercicios, y finalmente
el Manual para el maestro. Al material recibido slo se le han hecho
unos ligeros cambios sin importancia. Al Texto se le aadieron los
ttulos de los captulos y los subttulos, y se omitieron de l algunas
de las referencias de carcter personal recibidas al principio. Por
lo dems, el material no ha sido alterado en absoluto. Los nombres
de las personas que colaboraron en la transcripcin del Curso no se
mencionan en la portada de los libros porque el Curso puede, y
debe, descansar sobre sus propios mritos. Su objetivo no es sentar
las bases para iniciar un culto ms. Su nico propsito es ofrecer un
camino para que algunas personas puedan encontrar su propio Maestro
Interno Qu es? Como el propio ttulo indica, el Curso est organizado
de principio a fin como un recurso de enseanza. Se compone de tres
libros: el Texto, que tiene 754 pginas, el Libro de ejercicios, con
522, y el Manual para el maestro, que consta de 100. El orden que
el estudiante debe seguir al usar los libros y la manera de
estudiarlos depende, en cada caso, de sus necesidades y
preferencias personales. El programa de estudios que el Curso
propone se plane meticulosamente y se explica paso a paso, tanto en
el orden prctico como en el terico. El Curso pone ms nfasis en la
aplicacin prctica que en la teora, y ms en la experiencia que en la
teologa. Seala especficamente que "una teologa universal es
imposible, mientras que una experiencia universal no slo es posible
sino necesaria" (Manual, pg. 83). Aunque su enfoque es cristiano,
el Curso aborda temas espirituales de carcter universal. Subraya
que no es ms que una de las muchas versiones del programa de
estudios universal, y que difiere de las dems slo en su forma. En
ltima instancia, todas conducen a Dios. El Texto es
fundamentalmente terico y expone los conceptos en los que se basa
el sistema de pensamiento del Curso. Sus ideas contienen los
cimientos de las lecciones del Libro de ejercicios. Sin la
aplicacin prctica que el Libro de ejercicios provee, el Texto
quedara reducido, en su mayor parte, a una serie de abstracciones
que no tendran la fuerza necesaria para producir el cambio de
mentalidad que es la meta del Curso. El Libro de ejercicios consta
de 365 lecciones, una para cada da del ao. No es necesario, sin
embargo, hacer las lecciones siguiendo ese ritmo; se puede, si se
desea, dedicar ms de un da a una leccin determinada. Las
instrucciones slo recomiendan que no se intente hacer ms de una
leccin por da. El carcter prctico del Libro de ejercicios queda
subrayado en su propia introduccin, donde se da ms valor a la
experiencia lograda con la prctica que a cualquier compromiso
previo de carcter espiritual: Algunas de las ideas que el libro de
ejercicios presenta te resultarn difciles de creer, mientras que
otras tal vez te parezcan muy sorprendentes. Nada de eso importa.
Se te pide simplemente que las apliques tal como se te indique. No
se te pide que las juzgues. Se te pide nicamente que las uses. Es
usndolas como cobrarn sentido para ti, y lo que te demostrar que
son verdad. Recuerda solamente esto: no tienes que creer en las
ideas, no tienes que aceptarlas y ni siquiera tienes que recibirlas
con agrado. Puede que hasta te opongas vehementemente a algunas de
ellas. Nada de eso importa, ni disminuye su eficacia. Pero no hagas
excepciones al aplicar las ideas expuestas en el libro de
ejercicios. Sean cuales sean tus reacciones hacia ellas, salas. No
se requiere nada ms. (Libro de ejercicios, pg. 2). Finalmente, el
Manual para el maestro, escrito en forma de preguntas y respuestas,
contesta algunas de las preguntas que con mayor probabilidad pueden
hacer los estudiantes. Incluye as mismo aclaraciones de algunos de
los trminos que el Curso utiliza, y los explica dentro del marco
terico del Texto.
3. El Curso no afirma ser de por s el final del aprendizaje, ni
es el propsito de las lecciones del Libro de ejercicios llevar a
trmino el aprendizaje del estudiante. Al final se deja al lector en
manos de su propio Maestro Interno, Quien dirigir el resto del
aprendizaje a Su criterio. Si bien el alcance del Curso es muy
amplio, la verdad no puede limitarse a ninguna forma finita, como
se indica claramente en el prrafo con que finaliza el Libro de
ejercicios: Este curso es un comienzo, no un final. Ya no se
asignarn ms lecciones especficas, pues ya no son necesarias. En lo
sucesivo, oye tan slo la Voz que habla por Dios ... l dirigir tus
esfuerzos, dicindote exactamente lo que debes hacer, cmo dirigir tu
mente y cundo debes venir a l en silencio, pidiendo Su direccin
infalible y Su Palabra certera. (Libro de ejercicios, pg. 521) Qu
postula? Nada real puede ser amenazado. Nada irreal existe. En esto
radica la paz de Dios. As comienza Un curso de milagros, el cual
establece una clara distincin entre lo real y lo irreal, entre el
conocimiento y la percepcin. El conocimiento es la verdad y est
regido por una sola ley: la ley del amor o Dios. La verdad es
inalterable, eterna e inequvoca. Es posible no reconocerla, pero es
imposible cambiarla. Esto es as con respecto a todo lo que Dios
cre, y slo lo que l cre es real. La verdad est ms all del
aprendizaje porque est ms all del tiempo y de todo proceso. No
tiene opuestos, ni principio ni fin. Simplemente es. El mundo de la
percepcin, por otra parte, es el mundo del tiempo, de los cambios,
de los comienzos y de los finales. Se basa en interpretaciones, no
en hechos. Es un mundo de nacimientos y muertes, basado en nuestra
creencia en la escasez, en la prdida, en la separacin y en la
muerte. Es un mundo que aprendemos, en vez de algo que se nos da;
es selectivo en cuanto al nfasis perceptual, inestable en su modo
de operar e inexacto en sus interpretaciones. Del conocimiento y de
la percepcin surgen dos sistemas de pensamiento distintos que se
oponen entre s en todo. En el mbito del conocimiento no existe
ningn pensamiento aparte de Dios porque Dios y Su Creacin comparten
una sola Voluntad. El mundo de la percepcin, por otra parte, se
basa en la creencia en opuestos, en voluntades separadas y en el
perpetuo conflicto que existe entre ellas, y entre ellas y Dios. Lo
que la percepcin ve y oye parece real porque slo admite en la
conciencia aquello que concuerda con los deseos del perceptor. Esto
da lugar a un mundo de ilusiones, mundo que es necesario defender
sin descanso, precisamente porque no es real. Una vez que alguien
queda atrapado en el mundo de la percepcin, queda atrapado en un
sueo. No puede escapar sin ayuda, porque todo lo que sus sentidos
le muestran da fe de la realidad del sueo. Dios nos ha dado la
Respuesta, el nico Medio de escape, el verdadero Ayudante. La
funcin de Su Voz -Su Espritu Santo- es mediar entre los dos mundos.
El Espritu Santo puede hacer eso porque, si bien por una parte
conoce la verdad, reconoce tambin nuestras ilusiones, aunque no
cree en ellas. El objetivo del Espritu Santo es ayudarnos a escapar
del mundo de los sueos, ensendonos cmo cambiar nuestra manera de
pensar y cmo corregir nuestros errores. El perdn es el recurso de
aprendizaje excelso que el Espritu Santo utiliza para llevar a cabo
ese cambio en nuestra manera de pensar. El Curso, no obstante,
ofrece su propia definicin de lo que en realidad es el perdn, as
como tambin de lo que es el mundo El mundo que vemos refleja
simplemente nuestro marco de referencia interno: las ideas
predominantes, los deseos y las emociones que albergan nuestras
mentes. "La proyeccin da lugar a la percepcin" (Texto, pg. 497).
Primero miramos en nuestro interior y decidimos qu clase de mundo
queremos ver; luego proyectamos ese mundo afuera y hacemos que sea
real para nosotros tal como lo vemos. Hacemos que sea real mediante
las interpretaciones que hacemos de lo que estamos viendo. Si nos
valemos de la percepcin para justificar nuestros propios errores,
nuestra ira, nuestros impulsos agresivos, nuestra falta de amor en
cualquier forma que se manifieste, veremos
4. un mundo lleno de maldad, destruccin, malicia, envidia y
desesperacin. Tenemos que aprender a perdonar todo esto, no porque
al hacerlo seamos "buenos" o "caritativos", sino porque lo que
vemos no es real. Hemos distorsionado el mundo con nuestras
absurdas defensas y, por lo tanto, estamos viendo lo que no est ah.
A medida que aprendamos a reconocer nuestros errores de percepcin,
aprenderemos tambin a pasarlos por alto, es decir, a "perdonarlos".
Al mismo tiempo nos perdonaremos al mirar ms all de los conceptos
distorsionados que tenemos de nosotros mismos, y ver el Ser que
Dios cre en nosotros, como nosotros. El pecado se define como una
"falta de amor" (Texto, pg. 12). Puesto que lo nico que existe es
el amor, para el Espritu Santo el pecado no es otra cosa que un
error que necesita correccin, en vez de algo perverso que merece
castigo. Nuestra sensacin de ser inadecuados, dbiles y de estar
incompletos procede del gran valor que le hemos otorgado al
"principio de la escasez" el cual rige al mundo de las ilusiones.
Desde este punto de vista, buscamos en otros lo que consideramos
que nos falta a nosotros. "Amamos" a otro con el objeto de ver que
podemos sacar de l. De hecho, a esto es a lo que en el mundo de los
sueos se le llama amor. No puede haber mayor error que se, pues el
amor es incapaz de exigir nada. Slo las mentes pueden unirse
realmente y lo que Dios ha unido, ningn hombre lo puede desunir
(Texto, pg. 396). No obstante, la verdadera unin, que nunca se
perdi, slo es posible en el nivel de la Mente de Cristo. El "pequeo
yo" procura engrandecerse obteniendo del mundo externo aceptacin,
posesiones y "amor". El Ser que Dios cre no necesita nada. Est
eternamente a salvo y es eternamente ntegro, amado y amoroso. Busca
compartir en vez de obtener; extender en vez de proyectar. No tiene
necesidades de ninguna clase y slo busca unirse a otros que, como
l, son conscientes de su propia abundancia Las relaciones
especiales que se establecen en el mundo son destructivas, egostas
e "infantilmente" egocntricas. Mas si se le entregan al Espritu
Santo, pueden convertirse en lo ms sagrado de la tierra: en los
milagros que sealan el camino de retorno al Cielo. El mundo utiliza
las relaciones especiales como el ltimo recurso en favor de la
exclusin y como una prueba de la realidad de la separacin. El
Espritu Santo las transforma en perfectas lecciones de perdn y las
utiliza como un medio para despertarnos del sueo. Cada una
representa una oportunidad de sanar nuestras percepciones y de
corregir nuestros errores. Cada una es una nueva oportunidad de
perdonarnos a nosotros mismos, perdonando a otros. Y cada una viene
a ser una invitacin ms al Espritu Santo y al recuerdo de Dios. La
percepcin es una funcin del cuerpo, y, por lo tanto, supone una
limitacin de la conciencia. La percepcin ve a travs de los ojos del
cuerpo y oye a travs de sus odos. Produce las limitadas reacciones
que ste tiene. El cuerpo aparenta ser, en gran medida,
auto-motivado e independiente, mas en realidad slo responde a las
intenciones de la mente. Si la mente lo utiliza para atacar, sea de
la forma que sea, el cuerpo se convierte en la vctima de la
enfermedad, la vejez y la decrepitud. Si la mente, en cambio,
acepta el propsito del Espritu Santo, el cuerpo se convierte en un
medio eficaz de comunicacin con otros -invulnerable mientras se le
necesite- que luego sencillamente se descarta cuando deja de ser
necesario. De por s, el cuerpo es neutro, como lo es todo en el
mundo de la percepcin. Utilizarlo para los objetivos del ego o para
los del Espritu Santo depende enteramente de lo que la mente elija.
Lo opuesto a ver con los ojos del cuerpo es la visin de Cristo, la
cual refleja fortaleza en vez de debilidad, unidad en vez de
separacin y amor en vez de miedo. Lo opuesto a or con los odos del
cuerpo es la comunicacin a travs de la Voz que habla en favor de
Dios, el Espritu Santo, el cual mora en cada uno de nosotros. Su
Voz nos parece distante y difcil de or porque el ego, que habla en
favor del yo falso y separado, parece hablar a voz en grito. Sin
embargo, es todo lo contrario. El Espritu Santo habla con una
claridad inequvoca y ejerce una atraccin irresistible. Nadie puede
ser sordo a Sus mensajes de liberacin y esperanza, a no ser que
elija identificarse con el cuerpo, ni nadie puede dejar de aceptar
jubilosamente la visin de Cristo a cambio de la miserable imagen
que tiene de s mismo.
5. La visin de Cristo es el don del Espritu Santo, la
alternativa que Dios nos ha dado contra la ilusin de la separacin y
la creencia en la realidad del pecado, la culpabilidad y la muerte.
Es la nica correccin para todos los errores de percepcin: la
reconciliacin de los aparentes opuestos en los que se basa este
mundo. Su benvola luz muestra todas las cosas desde otro punto de
vista, reflejando el sistema de pensamiento que resulta del
conocimiento y haciendo que el retorno a Dios no slo sea posible,
sino inevitable. Lo que antes se consideraba una injusticia que
alguien cometi contra otro, se convierte ahora en una peticin de
ayuda y de unin. El pecado, la enfermedad y el ataque se consideran
ahora percepciones falsas que claman por el remedio que procede de
la ternura y del amor. Las defensas se abandonan porque donde no
hay ataque no hay necesidad de ellas. Las necesidades de nuestros
hermanos se vuelven las nuestras, porque son nuestros compaeros en
la jornada de regreso a Dios. Sin nosotros, ellos perderan el
rumbo. Sin ellos, nosotros jams podramos encontrar el nuestro. El
perdn es algo desconocido en el Cielo, donde es inconcebible que se
pudiese necesitar. En este mundo, no obstante, el perdn es una
correccin necesaria para todos los errores que hemos cometido.
Perdonar a otros es la nica manera en que nosotros mismos podemos
ser perdonados, ya que refleja la ley celestial segn la cual dar es
lo mismo que recibir. El Cielo es el estado natural de todos los
Hijos de Dios tal como l los cre. sa es su realidad eternamente, la
cual no ha cambiado porque nos hayamos olvidado de ella. El perdn
es el medio que nos permitir recordar. Mediante el perdn cambiamos
la manera de pensar del mundo. El mundo perdonado se convierte en
el umbral del Cielo, porque mediante su misericordia podemos
finalmente perdonarnos a nosotros mismos. Al no mantener a nadie
prisionero de la culpabilidad, nos liberamos. Al reconocer a Cristo
en todos nuestros hermanos, reconocemos Su Presencia en nosotros
mismos. Al olvidar todas nuestras percepciones errneas, y al no
permitir que nada del pasado nos detenga, podemos recordar a Dios.
El aprendizaje no nos puede llevar ms all. Cuando estemos listos,
Dios Mismo dar el ltimo paso que nos conducir de regreso a l.
6. MANUAL DE TEXTO 1. EL SIGNIFICADO DE LOS MILAGROS
Introduccin 1. ste es un curso de milagros. Es un curso
obligatorio. Slo el momento en que decides tomarlo es voluntario.
Tener libre albedro no quiere decir que t mismo puedas establecer
el plan de estudios. Significa nicamente que puedes elegir lo que
quieres aprender en cualquier momento dado. Este curso no pretende
ensear el significado del amor, pues eso est ms all de lo que se
puede ensear. Pretende, no obstante, despejar los obstculos que
impiden experimentar la presencia del amor, el cual es tu herencia
natural. Lo opuesto al amor es el miedo, pero aquello que todo lo
abarca no puede tener opuestos. 2. Este curso puede, por lo tanto,
resumirse muy simplemente de la siguiente manera: Nada real puede
ser amenazado. Nada irreal existe. En esto radica la paz de Dios.
I. Principios de los milagros 1. No hay grados de dificultad en los
milagros. No hay ninguno que sea ms "difcil" o ms "grande" que
otro. Todos son iguales. Todas las expresiones de amor son mximas.
2. Los milagros -de por s- no importan. Lo nico que importa es su
Origen, El Cual est ms all de toda posible evaluacin. 3. Los
milagros ocurren naturalmente como expresiones de amor. El
verdadero milagro es el amor que los inspira. En este sentido todo
lo que procede del amor es un milagro. 4. Todos los milagros
significan vida, y Dios es el Dador de la vida. Su Voz te guiar muy
concretamente. Se te dir todo lo que necesites saber. 5. Los
milagros son hbitos, y deben ser involuntarios. No deben
controlarse conscientemente. Los milagros seleccionados
conscientemente pueden proceder de un falso asesoramiento. 6. Los
milagros son naturales. Cuando no ocurren, es que algo anda mal. 7.
Todo el mundo tiene derecho a los milagros, pero antes es necesario
una purificacin. 8. Los milagros curan porque suplen una falta; los
obran aquellos que temporalmente tienen ms para aquellos que
temporalmente tienen menos. 9. Los milagros son una especie de
intercambio. Como toda expresin de amor, que en el autntico sentido
de la palabra es siempre milagrosa, dicho intercambio invierte las
leyes fsicas. Brindan ms amor tanto al que da como al que recibe.
10. Cuando se obran milagros con vistas a hacer de ellos un
espectculo para atraer creyentes, es que no se ha comprendido su
propsito. 11. La oracin es el vehculo de los milagros. Es el medio
de comunicacin entre lo creado y el Creador. Por medio de la oracin
se recibe amor, y por medio de los milagros se expresa amor. 12.
Los milagros son pensamientos. Los pensamientos pueden representar
el nivel inferior o corporal de experiencia, o el nivel superior o
espiritual de experiencia. Uno de ellos da lugar a lo fsico, el
otro crea lo espiritual.
7. 13. Los milagros son a la vez comienzos y finales, y as,
alteran el orden temporal. Son siempre afirmaciones de
renacimiento, que parecen retroceder, pero que en realidad van
hacia delante. Cancelan el pasado en el presente, y as liberan el
futuro. 14. Los milagros dan fe de la verdad. Son convincentes
porque proceden de la conviccin. Sin conviccin degeneran en magia,
que es insensata, y, por lo tanto, destructiva; o ms bien, el uso
no creativo de la mente. 15. Todos los das deberan consagrarse a
los milagros. El propsito del tiempo es que aprendas a usarlo de
forma constructiva. El tiempo es, por lo tanto, un recurso de
enseanza y un medio para alcanzar un fin. El tiempo cesar cuando ya
no sea til para facilitar el aprendizaje. 16. Los milagros son
recursos de enseanza para demostrar que dar es tan bienaventurado
como recibir. Aumentan la fortaleza del que da y simultneamente le
dan fortaleza al que recibe. 17. Los milagros trascienden el
cuerpo. Son cambios sbitos al dominio de lo invisible, ms all del
nivel corporal. Por eso es por lo que curan. 18. El milagro es un
servicio. Es el mximo servicio que le puedes prestar a otro. Es una
manera de amar al prjimo como a ti mismo, en la que reconoces
simultneamente tu propia vala y la de l. 19. Los milagros hacen que
las mentes sean una en Dios. Se basan en la cooperacin porque la
Filiacin es la suma de todo lo que Dios cre. Los milagros reflejan,
por lo tanto, las leyes de la eternidad, no las del tiempo. 20. Los
milagros despiertan nuevamente la consciencia de que el espritu, no
el cuerpo, es el altar de la verdad. Este reconocimiento es lo que
le confiere al milagro su poder curativo. 21. Los milagros son
expresiones naturales de perdn. Por medio de los milagros aceptas
el perdn de Dios al extendrselo a otros. 22. Los milagros se
asocian con el miedo debido nicamente a la creencia de que la
obscuridad tiene la capacidad de ocultar. Crees que lo que no
puedes ver con los ojos del cuerpo no existe. Esta creencia te
lleva a negar la visin espiritual. 23. Los milagros reorganizan la
percepcin y colocan todos los niveles en su debida perspectiva.
Esto cura ya que toda enfermedad es el resultado de una confusin de
niveles. 24. Los milagros te capacitan para curar a los enfermos y
resucitar a los muertos porque tanto la enfermedad como la muerte
son invenciones tuyas, y, por lo tanto, las puedes abolir. T mismo
eres un milagro, capaz de crear a semejanza de tu Creador. Todo lo
dems no es ms que tu propia pesadilla y no existe. Slo las
creaciones de luz son reales. 25. Los milagros son parte de una
cadena eslabonada de perdn que, una vez completa, es la Expiacin.
La Expiacin opera todo el tiempo y en todas las dimensiones del
tiempo. 26. Los milagros representan tu liberacin del miedo.
"Expiar" significa "des-hacer". Deshacer el miedo es un aspecto
esencial del poder expiatorio de los milagros. 27. Un milagro es
una bendicin universal de Dios a todos mis hermanos por mediacin
ma. Perdonar es el privilegio de los perdonados. 28. Los milagros
son un modo de liberarse del miedo. La revelacin produce un estado
en el que el miedo ya ha sido abolido. Los milagros son, por lo
tanto, un medio, y la revelacin un fin. 29. Los milagros alaban a
Dios a travs de ti. Lo alaban al honrar a Sus Creaciones, afirmando
as la perfeccin de las mismas. Curan porque niegan la identificacin
con el cuerpo y afirman la identificacin con el espritu. 30. Dado
que los milagros reconocen el espritu, ajustan los niveles de
percepcin y los muestran en su debido lugar. Esto sita al espritu
en el centro, desde donde puede comunicarse directamente.
8. 31. Los milagros deben inspirar gratitud, no reverencia.
Debes dar gracias a Dios por lo que realmente eres. Los Hijos de
Dios son santos, y los milagros honran su santidad, que ellos
pueden ocultar, ms nunca perder. 32. Yo inspiro todos los milagros,
que en realidad son intercesiones. Interceden en favor de tu
santidad y santifican tus percepciones. Al ubicarte ms all de las
leyes fsicas te elevan a la esfera del orden celestial. En ese
orden t eres perfecto. 33. Los milagros te honran porque eres digno
de ser amado. Desvanecen las ilusiones que albergas acerca de ti
mismo y perciben la luz en ti. De esta forma, al liberarte de tus
pesadillas, expan tus errores. Al liberar a tu mente de la prisin
de tus ilusiones te restauran la cordura. 34. Los milagros le
devuelven a la mente su llenura. Al expiar su sensacin de carencia
establecen perfecta proteccin. La fortaleza del espritu no da
cabida a intromisiones. 35. Los milagros son expresiones de amor,
pero puede que no siempre tengan efectos observables. 36. Los
milagros son ejemplos de recto pensar que armonizan tus
percepciones con la verdad tal como Dios la cre. 37. Un milagro es
una correccin que yo introduzco en el pensamiento falso. Acta como
un catalizador, disolviendo la percepcin errnea y reorganizndola
debidamente. Esto te coloca bajo el principio de la Expiacin, donde
la percepcin sana. Hasta que esto no ocurra no podrs conocer el
Orden Divino. 38. El Espritu Santo es el mecanismo de los milagros.
l reconoce las creaciones de Dios as como tus ilusiones. Separa lo
verdadero de lo falso mediante Su capacidad para percibir
totalmente en vez de selectivamente. 39. El milagro elimina el
error porque el Espritu Santo lo identifica como falso o irreal.
Esto es lo mismo que decir que al percibirse la luz la obscuridad
desaparece automticamente. 40. El milagro reconoce que todo el
mundo es tu hermano as como mi hermano tambin. Es una manera de
percibir la marca universal de Dios. 41. El contenido perceptual de
los milagros es la plenitud. De ah que puedan corregir o redimir la
errada percepcin de carencia. 42. Uno de los mayores beneficios que
se deriva de los milagros es su poder para liberarte de tu falso
sentido de aislamiento, privacin y carencia. 43. Los milagros
surgen de un estado mental milagroso, o de un estado de estar listo
para ellos. 44. Los milagros son expresiones de una conciencia
interna de Cristo y de haber aceptado Su Expiacin. 45. Un milagro
nunca se pierde. Puede afectar a mucha gente que ni siquiera
conoces, y producir cambios inimaginables en situaciones de las que
ni siquiera eres consciente. 46. El Espritu Santo es el medio de
comunicacin ms elevado. Los milagros no entraan ese tipo de
comunicacin, debido a que son medios temporales de comunicacin.
Cuando retornes a la forma original de comunicacin con Dios por
revelacin directa, los milagros dejarn de ser necesarios. 47. El
milagro es un recurso de aprendizaje que reduce la necesidad del
tiempo. Establece un intervalo temporal fuera de lo normal que no
est sujeto a las leyes usuales del tiempo. En ese sentido es
intemporal. 48. El milagro es el nico recurso que tienes a tu
inmediata disposicin para controlar el tiempo. Slo la revelacin lo
transciende al no tener absolutamente nada que ver con el tiempo.
49. El milagro no distingue entre diferentes grados de percepcin
errnea. Es un recurso para sanar
9. la percepcin que es eficaz independientemente del grado o
direccin del error. En eso radica su verdadera imparcialidad. 50.
El milagro compara lo que t has hecho con la creacin, aceptando
como cierto lo que concuerda con ella, y rechazando como falso lo
que no. II. La revelacin, el tiempo y los milagros 1. La revelacin
produce una suspensin completa, aunque temporal, de la duda y el
miedo. Refleja la forma original de comunicacin entre Dios y Sus
creaciones, la cual entraa la sensacin extremadamente personal de
creacin que a veces se busca en las relaciones fsicas. La
proximidad fsica no puede proporcionarla. Los milagros, en cambio,
son genuinamente interpersonales y conducen a un autntico
acercamiento a los dems. La revelacin te une directamente a Dios.
Los milagros te unen directamente a tu hermano. Ni la revelacin ni
los milagros emanan de la conciencia, aunque ambos se experimentan
en ella. La conciencia es el estado que induce a la accin, aunque
no la inspira. Eres libre de creer lo que quieras, y tus actos dan
testimonio de lo que crees. 2. La revelacin es algo intensamente
personal y no puede transmitirse de forma que tenga sentido. De ah
que cualquier intento de describirla con palabras sea intil. La
revelacin induce slo a la experiencia. Los milagros, por otra
parte, inducen a la accin. Por ahora resultan ms tiles debido a su
naturaleza interpersonal. En esta fase del aprendizaje, obrar
milagros es importante porque no se te puede forzar a que te
liberes del miedo. La revelacin es literalmente inefable porque es
una experiencia de amor inefable. 3. La reverencia se debe reservar
slo para la revelacin, a la que se puede aplicar perfecta y
correctamente. No es una reaccin apropiada hacia los milagros
porque un estado de reverencia es un estado de veneracin, lo cual
implica que uno de rango inferior se encuentra ante su Creador. T
eres una creacin perfecta y deberas sentir reverencia solamente en
presencia del Creador de la perfeccin. El milagro es, por lo tanto,
un gesto de amor entre iguales. Los que son iguales no deben sentir
reverencia los unos por los otros, pues la reverencia implica
desigualdad. Por consiguiente, no es una reaccin apropiada hacia m.
Un hermano mayor merece respeto por su mayor experiencia, y
obediencia por su mayor sabidura. Tambin merece ser amado por ser
un hermano, y devocin si es devoto. Es tan slo mi devocin por ti lo
que me hace merecedor de la tuya. No hay nada con respecto a m que
t no puedas alcanzar. No tengo nada que no proceda de Dios. La
diferencia entre nosotros por ahora estriba en que yo no tengo nada
ms. Esto me coloca en un estado que en ti es slo latente. 4. "Nadie
viene al Padre sino por mi" no significa que yo est en modo alguno
separado de ti o que sea diferente, excepto en el tiempo, y el
tiempo no existe realmente. La afirmacin tiene ms sentido desde el
punto de vista de un eje vertical que de uno horizontal. T ests
debajo de m y yo estoy debajo de Dios. En el proceso de "ascensin"
yo estoy ms arriba porque sin m la distancia entre Dios y el hombre
sera demasiado grande para que t la pudieses salvar. Yo salvo esa
distancia por ser tu hermano mayor, por un lado, y por el otro, por
ser un Hijo de Dios. La devocin que les profeso a mis hermanos es
lo que me ha puesto a cargo de la Filiacin, que completo porque
formo parte de ella. Tal vez esto parezca contradecir la afirmacin
"Yo y el Padre somos uno", pero esa afirmacin consta de dos partes
en reconocimiento de la mayor grandeza del Padre. 5. Las
revelaciones son indirectamente inspiradas por m debido a mi
proximidad al Espritu Santo y a que me mantengo alerta para cuando
mis hermanos estn listos para recibir la revelacin. De esta manera
puedo obtener para ellos ms de lo que ellos podran obtener para s
mismos. El Espritu Santo es el mediador entre la comunicacin
superior y la inferior, y mantiene abierto para la revelacin el
canal directo de Dios hacia ti. La revelacin no es recproca.
Procede de Dios hacia ti, pero no de ti hacia Dios. 6. El milagro
reduce al mnimo la necesidad del tiempo. En el plano longitudinal u
horizontal el
10. reconocimiento de la igualdad de los miembros de la
Filiacin parece requerir un tiempo casi interminable. El milagro,
no obstante, entraa un cambio sbito de la percepcin horizontal a la
vertical. Esto introduce un intervalo del cual tanto el que da como
el que recibe emergen mucho ms adelantados en el tiempo de lo que
habran estado de otra manera. El milagro, pues, tiene la propiedad
nica de abolir el tiempo en la medida en que hace innecesario el
intervalo de tiempo que abarca. No existe relacin alguna entre el
tiempo que un milagro tarda en llevarse a cabo y el tiempo que
abarca. El milagro substituye a un aprendizaje que podra haber
durado miles de aos. Lo hace en virtud del reconocimiento implcito
de la perfecta igualdad que existe entre el que da y el que recibe
en la que se basa el milagro. El milagro acorta el tiempo al
producir su colapso, eliminando de esta manera ciertos intervalos
dentro del mismo. Hace esto, no obstante, dentro de la secuencia
temporal ms amplia. III. La Expiacin y los milagros 1. Yo estoy a
cargo del proceso de Expiacin, que emprend para darle comienzo.
Cuando le ofreces un milagro a cualquiera de mis hermanos, te lo
ofreces a ti mismo y me lo ofreces a mi. La razn por la que te lo
ofreces a ti mismo primero es porque yo no necesito milagros para
mi propia Expiacin, pero estoy detrs de ti por si fracasas
temporalmente. Mi papel en la Expiacin es cancelar todos los
errores que de otro modo t no podras corregir. Cuando se te haya
restituido la conciencia de tu estado original pasars naturalmente
a formar parte de la Expiacin. A medida que compartas conmigo mi
renuencia a aceptar error alguno en ti o en los dems, te unirs a la
gran cruzada para corregirlos. Escucha mi voz, aprende a
deshacerlos y haz todo lo necesario por corregirlos. Tienes el
poder de obrar milagros. Yo proveer las oportunidades para
obrarlos, pero t debes estar listo y dispuesto. El obrarlos trae
consigo conviccin en la capacidad, ya que la conviccin llega con el
logro. La capacidad es el potencial, el lograrlos es su expresin, y
la Expiacin -la profesin natural de los Hijos de Dios- es el
propsito. 2. "El Cielo y la tierra pasarn" significa que no
continuarn existiendo como estados separados. Mi palabra, que es la
resurreccin y la vida, no pasar porque la vida es eterna. T eres la
obra de Dios, y Su obra es totalmente digna de amor y totalmente
amorosa. As es como el hombre debiera pensar de s mismo en su
corazn, pues eso es lo que realmente es. 3. Los perdonados son el
medio de la Expiacin. Al estar infundidos por el espritu, perdonan
a su vez. Aquellos que han sido liberados deben unirse para liberar
a sus hermanos, pues se es el plan de la Expiacin. Los milagros son
el medio a travs del cual las mentes que sirven al Espritu Santo se
unen a m para la salvacin o liberacin de todas las creaciones de
Dios. 4. Yo soy el nico que puede obrar milagros imparcialmente
porque yo soy la Expiacin. T tienes un papel en la Expiacin que yo
te dictar. Pregntame qu milagros debes llevar a cabo. Ello te
ahorrar esfuerzos innecesarios porque estars actuando bajo
comunicacin directa. La naturaleza impersonal del milagro es una
caracterstica esencial del mismo, ya que me permite dirigir su
aplicacin, y bajo mi direccin los milagros conducen a la
experiencia altamente personal de la revelacin. Un gua no controla,
pero s dirige, dejando a tu discrecin el que le sigas o no. "No nos
dejes caer en la tentacin" significa: "Reconoce tus errores y elige
abandonarlos siguiendo mi direccin." 5. El error no puede amenazar
realmente a la verdad, la cual siempre puede resistirlo. En
realidad, slo el error es vulnerable. Eres libre de establecer tu
reino donde mejor te parezca, pero no puedes sino elegir
acertadamente si recuerdas esto: El espritu est eternamente en
estado de gracia. Tu realidad es nicamente espritu. Por lo tanto,
ests eternamente en estado de gracia. Desde este punto de vista, la
Expiacin deshace todos los errores, y de esta forma extirpa las
races del temor. Cada vez que experimentas las palabras
tranquilizadoras de Dios como una amenaza, es siempre porque ests
defendiendo una lealtad mal situada o desencaminada. Al proyectar
eso sobre otros los aprisionas, pero solo en la medida en que
refuerzas los errores que ellos ya han cometido. Eso los hace
vulnerables a las distorsiones de los dems, ya que la percepcin que
tienen de s mismos esta
11. distorsionada. El que obra milagros tan slo puede
bendecirlos, lo cual desvanece sus distorsiones y los libera de su
prisin. 6. Respondes a lo que percibes, y tal como percibas as te
comportars. La Regla de Oro te pide que te comportes con los dems
como t quisieras que ellos se comportasen contigo. Esto significa
que tanto la percepcin que tienes de ti como la que tienes de ellos
debe ser fidedigna. La Regla de Oro es la norma del comportamiento
apropiado. Tu no puedes comportarte de manera apropiada a menos que
percibas correctamente. Dado que t y tu prjimo sois miembros de una
misma familia en la que gozis de igual rango, tal como te percibas
a ti mismo y tal como lo percibas a l te comportars contigo mismo y
con l. Debes mirar desde la percepcin de tu propia santidad a la
santidad de los dems. 7. Los milagros se dan en la mente que est
lista para ellos. Dicha mente, al estar unida, se extiende a todos
aun cuando el que obra milagros no se d cuenta de ello. La
naturaleza impersonal del milagro se debe a que la Expiacin en s es
una, lo cual une a todo lo creado con su Creador. Como expresin de
lo que verdaderamente eres, el milagro sita a la mente en un estado
de gracia. La mente, entonces, naturalmente da la bienvenida tanto
al husped interno como al desconocido externo. Al invitar adentro
al desconocido, ste se convierte en tu hermano. 8. El hecho de que
el milagro pueda tener efectos en tus hermanos de los que ni
siquiera eres consciente no debe preocuparte. El milagro siempre te
bendecir. Los milagros que no se te ha pedido que hagas no dejan de
tener valor. Siguen siendo expresiones de tu estado de gracia, pero
dado mi absoluto conocimiento del plan en su totalidad, yo debo
controlar su ejecucin. La naturaleza impersonal de la mentalidad
milagrosa asegura tu gracia, pero slo yo estoy en posicin de saber
dnde pueden concederse. 9. Los milagros son selectivos nicamente en
el sentido de que se canalizan hacia aquellos que los pueden usar
en beneficio propio. Puesto que esto hace que sea inevitable el que
los extiendan a otros, se suelda una fuerte cadena de Expiacin.
Esta selectividad, sin embargo, no toma en cuenta la magnitud del
milagro mismo, ya que el concepto de tamao existe en un plano que
de por s es irreal. Dado que el milagro tiene como objeto
restablecer la conciencia de la realidad, no sera eficaz si
estuviese limitado por las leyes que gobiernan el error que tiene
como objeto corregir. IV. Cmo escapar de la oscuridad 1. Escapar de
la obscuridad comprende dos etapas: Primera, el reconocimiento de
que la obscuridad no puede ocultar nada. Este paso generalmente da
miedo. Segunda, el reconocimiento de que no hay nada que desees
ocultar aunque pudieses hacerlo. Este paso te libera del miedo.
Cuando ya no ests dispuesto a ocultar nada, no slo estars dispuesto
a entrar en comunin, sino que entenders tambin lo que es la dicha y
la paz. 2. La obscuridad, de hecho, jams puede ocultar a la
santidad, pero t puedes engaarte a ti mismo al respecto. Este engao
te hace temer porque te das cuenta en tu corazn de que es un engao,
y realizas enormes esfuerzos por establecer su realidad. El milagro
sita a la realidad en el lugar que le corresponde. A la realidad le
corresponde estar nicamente en el espritu, y el milagro reconoce
nicamente la verdad. De este modo desvanece las ilusiones que
albergas con respecto a ti mismo, y te pone en comunin contigo
mismo y con Dios. El milagro se une a la Expiacin al poner a la
mente al servicio del Espritu Santo. As se establece la verdadera
funcin de la mente y se corrigen sus errores, que son simplemente
una falta de amor. Tu mente puede estar poseda por ilusiones, pero
el espritu es eternamente libre. Si una mente percibe sin amor,
percibe tan slo un armazn vaco y no se da cuenta del espritu que
mora adentro. Pero la Expiacin restituye el espritu al lugar que le
corresponde. La mente que sirve al espritu es invulnerable. 3. La
obscuridad es falta de luz de la misma manera en que el pecado es
falta de amor. No tiene cualidades nicas propias. Es un ejemplo de
la creencia en la "escasez", de la cual slo se pueden derivar
errores. La verdad es siempre abundante. Los que perciben y
reconocen que lo tienen todo
12. no tienen necesidades de ninguna clase. El propsito de la
Expiacin es devolvrtelo todo, o ms bien, devolvrselo a tu
conciencia. Se te dio todo cuando fuiste creado, exactamente como
se les dio a todos los dems. 4. El vaco que el miedo engendra tiene
que ser substituido por el perdn. Eso es lo que la Biblia quiere
decir con "Ya no habr muerte", y por lo que yo pude demostrar que
la muerte no existe. Vine a dar cumplimiento a la ley al
re-interpretarla. La ley en s, si se entiende correctamente, slo
ofrece proteccin. Son los que an no han cambiado su manera de
pensar quienes han introducido en la ley la idea de "las llamas del
infierno". Te aseguro que dar testimonio a travs de todo aquel que
me lo permita, y en la medida en que me lo permita. Aquello de lo
que das fe demuestra tus creencias, y de esta manera las refuerza.
Aquellos que dan testimonio de m estn expresando, por medio de los
milagros que obran, que han dejado de creer en la carencia en favor
de la abundancia que han aprendido les pertenece. V. Plenitud y
espritu 1. El milagro es en gran medida como el cuerpo, en el
sentido de que ambos son recursos de aprendizaje para facilitar un
estado en el que finalmente se hacen innecesarios. Cuando se
alcanza el estado original de comunicacin directa con el espritu,
ni el cuerpo ni el milagro tienen objeto alguno. Pero mientras
creas que ests en un cuerpo, puedes elegir entre canales de
expresin sin amor o canales de expresin milagrosos. Puedes fabricar
un armazn vaco, pero es imposible que no puedas expresar nada en
absoluto. Puedes esperar, demorarte, paralizarte o reducir tu
creatividad a casi nada, pero no puedes abolirla. Puedes destruir
tu medio de comunicacin, pero no tu potencial. T no te creaste a ti
mismo. 2. La decisin bsica del que se ha decidido por el camino de
los milagros es no esperar en el tiempo ms de lo necesario. El
tiempo puede causar deterioro y tambin puede desperdiciarse. El que
obra milagros, por lo tanto, acepta gustosamente el factor de
control del tiempo. Reconoce que cada colapso de tiempo nos acerca
ms a todos al punto en el que finalmente nos podemos liberar de l y
en el que el Hijo y el Padre son uno. Igualdad no quiere decir
igualdad ahora. Cuando cada cual reconozca que lo tiene todo, las
aportaciones individuales a la Filiacin dejarn de ser necesarias.
3. Cuando la Expiacin se haya completado, todos los Hijos de Dios
compartirn todas las aptitudes. Dios es imparcial. Todos Sus Hijos
disponen de todo Su Amor, y l da todos sus dones libremente a todos
por igual. "Excepto que os volvis como nios pequeos" significa que
a menos que reconozcas plenamente tu completa dependencia de Dios,
no podrs conocer el poder real del hijo en su verdadera relacin con
el Padre. El que los Hijos de Dios sean especiales no procede de
una condicin de exclusin sino de una de inclusin. Todos mis
hermanos son especiales. Si creen estar privados de algo, su
percepcin se distorsiona. Cuando esto ocurre, toda la familia de
Dios -la Filiacin- sufre un deterioro en sus relaciones. 4. En
ltima instancia, todo miembro de la familia de Dios tiene que
retornar. El milagro le llama a retornar porque le bendice y le
honra, aun cuando est ausente en espritu. "De Dios no se hace
burla" no es una amenaza, sino una garanta. Dios habra sido burlado
si alguna de sus creaciones careciese de santidad. La creacin es
plena, y la seal de la plenitud es la santidad. Los milagros son
afirmaciones de Filiacin, que es un estado de complecin y
abundancia. 5. Todo lo que es verdadero es eterno y no puede
cambiar ni ser cambiado. El Espritu es, por lo tanto, inalterable
porque ya es perfecto, pero la mente puede elegir a quin desea
servir. El nico lmite en su eleccin es que no puede servir a dos
amos. La mente, si as lo elige, puede convertirse en el medio a
travs del cual el espritu crea en conformidad con su propia
creacin. De no elegir eso libremente, retiene su potencial
creativo, pero se somete a un control tirnico en lugar de a uno
Autoritativo. Como resultado de ello aprisiona, pues tales son los
dictados de los tiranos. Cambiar de mentalidad significa poner tu
mente a disposicin de la verdadera Autoridad.
13. 6. El milagro es seal de que la mente ha elegido dejarse
guiar por m en el servicio a Cristo. La abundancia de Cristo es el
resultado natural de haber decidido seguirle. Hay que arrancar
todas las races que estn a flor de tierra porque no son lo
suficientemente profundas como para prestarte apoyo. La ilusin de
que las races superficiales pueden arraigarse ms y as prestarte
apoyo, es una de las distorsiones en las que se basa lo opuesto a
la Regla de Oro. A medida que se abandonan esos falsos puntales, se
experimenta temporalmente cierta inestabilidad en el equilibrio.
Sin embargo, no hay nada ms inestable que una orientacin invertida,
y nada que la mantenga invertida puede conducir a una mayor
estabilidad. VI. La ilusin de las necesidades 1. T que quieres la
paz slo la puedes encontrar perdonando completamente. Nadie aprende
a menos que quiera aprender y crea que de alguna manera lo
necesita. Si bien en la creacin de Dios no hay carencia, en lo que
t has fabricado es muy evidente. De hecho, sa es la diferencia
fundamental entre lo uno y lo otro. La idea de carencia implica que
crees que estaras mejor en un estado que de alguna manera fuese
diferente de aquel en el que ahora te encuentras. Antes de la
"separacin", que es lo que significa la "cada", no se careca de
nada. No haba necesidades de ninguna clase. Las necesidades surgen
debido nicamente a que t te privas a ti mismo. Actas de acuerdo con
el orden particular de necesidades que t mismo estableces. Esto, a
su vez, depende de la percepcin que tienes de lo que eres. 2. La
nica carencia que realmente necesitas corregir es tu sensacin de
estar separado de Dios. Esa sensacin de separacin jams habra
surgido si no hubieses distorsionado tu percepcin de la verdad,
percibindote as a ti mismo como alguien necesitado. La idea de un
orden de necesidades surgi porque, al haber cometido ese error
fundamental, ya te habas fragmentado en niveles que comportan
diferentes necesidades. A medida que te vas integrando te vuelves
uno, y tus necesidades, por ende, se vuelven una. Cuando las
necesidades se unifican suscitan una accin unificada porque ello
elimina todo conflicto. 3. La idea de un orden de necesidades, que
proviene del error original de que uno puede estar separado de
Dios, requiere correccin en su propio nivel antes de que pueda
corregirse el error de percibir niveles. No te puedes comportar con
eficacia mientras operes en diferentes niveles. Sin embargo,
mientras lo hagas, la correccin debe proceder verticalmente, desde
abajo hacia arriba. Esto es as porque crees que vives en el
espacio, donde conceptos como "arriba" y "abajo" tienen sentido. En
ltima instancia, ni el espacio ni el tiempo tienen ningn sentido.
Ambos son meramente creencias. 4. El verdadero propsito de este
mundo es usarlo para corregir tu incredulidad. Nunca podrs
controlar por ti mismo los efectos del miedo porque el miedo es tu
propia invencin, y no puedes sino creer en lo que has inventado. En
actitud, pues, aunque no en contenido, eres como tu Creador, Quien
tiene perfecta fe en Sus creaciones porque l las cre. Creer en algo
produce la aceptacin de su existencia. Por eso puedes creer lo que
nadie ms piensa que es verdad. Para ti es verdad porque t lo
fabricaste. 5. Todos los aspectos del miedo son falsos porque no
existen en el nivel creativo y, por lo tanto, no existen en
absoluto. En la medida en que ests dispuesto a someter tus
creencias a esta prueba, en esa misma medida quedarn corregidas tus
percepciones. En el proceso de separar lo falso de lo verdadero, el
milagro procede de acuerdo con lo siguiente: El amor perfecto
expulsa el miedo. Si hay miedo, es que no hay amor perfecto. Ms:
Slo el amor perfecto existe. Si hay miedo, ste produce un estado
que no existe. Cree esto y sers libre. Slo Dios puede establecer
esta solucin y esta fe es Su don. VII. Las distorsiones de los
impulsos milagrosos 1. Tus percepciones distorsionadas producen una
densa envoltura alrededor de los impulsos
14. milagrosos, dificultndoles el que lleguen a tu conciencia.
La confusin de los impulsos milagrosos con los impulsos fsicos es
una de las distorsiones bsicas de la percepcin. Los impulsos fsicos
son impulsos milagrosos mal canalizados. Todo placer real procede
de hacer la Voluntad de Dios. Esto es as porque no hacer Su
Voluntad es una negacin del Ser. La negacin del Ser da lugar a
ilusiones, mientras que la correccin del error nos libera del
mismo. No te engaes a ti mismo creyendo que puedes relacionarte en
paz con Dios o con tus hermanos a travs de algo externo. 2.
Criatura de Dios, fuiste creado para crear lo bueno, lo hermoso y
lo santo. No te olvides de eso. El Amor de Dios, por un breve
perodo de tiempo, todava tiene que expresarse de un cuerpo a otro,
ya que la visin es an muy tenue. El mejor uso que puedes hacer del
cuerpo es utilizarlo para que te ayude a ampliar tu percepcin, de
forma que puedas alcanzar la verdadera visin de la que el ojo fsico
es incapaz. Aprender a hacer esto es la nica utilidad real del
cuerpo. 3. Las fantasas son una forma distorsionada de visin. Todas
ellas, no importa de qu clase sean, son distorsiones, ya que
siempre tergiversan la percepcin hasta convertirla en algo irreal.
Los actos que proceden de distorsiones son, literalmente, las
reacciones de aquellos que no saben lo que hacen. Las fantasas son
un intento de controlar la realidad de acuerdo con necesidades
falsas. Si deformas la realidad de cualquier forma que sea, estars
percibiendo destructivamente. Las fantasas son un medio para hacer
asociaciones falsas y tratar de derivar placer de ellas. Ms si bien
puedes percibir asociaciones falsas, nunca podrs hacerlas reales
excepto para ti. Crees en lo que inventas. De igual modo, si
ofreces milagros creers en ellos con igual intensidad. La fuerza de
tu conviccin sostendr entonces la creencia del que recibe el
milagro. Las fantasas se vuelven totalmente innecesarias cuando la
naturaleza completamente satisfactoria de la realidad se vuelve
evidente tanto para el dador como para el receptor. La realidad se
"pierde" por usurpacin, lo cual produce tirana. Mientras quede un
solo "esclavo" caminando sobre la faz de la tierra, tu liberacin no
ser total. La nica meta del que se ha decidido por el camino de los
milagros es restaurar completamente la Filiacin. 4. ste es un curso
de entrenamiento mental. Todo aprendizaje requiere atencin y
estudio en algn nivel. Algunas de las secciones posteriores de este
curso se basan en tan gran medida en estas primeras secciones, que
es necesario un estudio muy detallado de las mismas. Tambin las vas
a necesitar a modo de preparacin. Sin esta preparacin, lo que sigue
podra infundirte demasiado temor, imposibilitando as el que
pudieses usarlo de manera constructiva. A medida que estudies estas
primeras secciones, no obstante, comenzars a percatarte de algunas
de las conexiones que ms adelante se ampliarn. 5. Se necesitan
slidos cimientos debido a la confusin que hay entre el miedo y la
reverencia, a la que ya hice referencia anteriormente, y en la cual
incurrimos con frecuencia. Dije que la reverencia no es apropiada
en conexin con los Hijos de Dios porque no deberas experimentar
reverencia en presencia de tus semejantes. No obstante, puse de
relieve asimismo que la reverencia es apropiada en presencia de tu
Creador. He tenido mucho cuidado al clarificar mi papel en la
Expiacin sin aadirle ni restarle importancia. Estoy tratando tambin
de hacer lo mismo con el tuyo. He subrayado que la reverencia no es
una reaccin apropiada hacia m debido a nuestra inherente igualdad.
Algunos de los pasos posteriores de este curso, sin embargo,
entraan un acercamiento ms directo a Dios Mismo. No sera prudente
iniciar esos pasos sin una preparacin cuidadosa, pues, de lo
contrario, la reverencia se confundira con el miedo, y la
experiencia acabara siendo ms traumtica que beatfica. La curacin,
en ltima instancia, procede de Dios. Se te estn explicando
cuidadosamente los medios. La revelacin puede, de vez en cuando,
revelarte cul es el fin, pero para alcanzarlo, los medios son
necesarios.
15. 2. LA SEPARACIN Y LA EXPIACIN I. Los orgenes de la
separacin 1. La capacidad de extenderse es un aspecto fundamental
de Dios, que l le dio a Su hijo. En la creacin, Dios Se extendi a S
Mismo a Sus creaciones y les infundi la misma amorosa Voluntad de
crear que l posee. No slo fuiste plenamente creado, sino que fuiste
creado perfecto. No existe vacuidad en ti. Debido a la semejanza
que guardas con tu Creador, eres creativo. Ningn Hijo de Dios puede
perder esa facultad, ya que es inherente a lo que l es, pero puede
usarla de forma inadecuada al proyectar. El uso inadecuado de la
extensin -la proyeccin-, tiene lugar cuando crees que existe en ti
alguna carencia o vacuidad, y que puedes suplirla con tus propias
ideas, en lugar de con la verdad. Este proceso comprende los
siguientes pasos: Primero: Crees que tu mente puede cambiar lo que
Dios cre. Segundo: Crees que lo que es perfecto puede volverse
imperfecto o deficiente. Tercero: Crees que puedes distorsionar las
creaciones de Dios, incluido t. Cuarto: Crees que puedes ser tu
propio creador y que ests a cargo de la direccin de tu propia
creacin. 2. Estas distorsiones, relacionadas entre s, son un fiel
reflejo de lo que realmente ocurri en la separacin o "desvo hacia
el miedo". Nada de eso exista antes de la separacin, ni existe
realmente ahora. Todo lo que Dios cre es semejante a l. La
extensin, tal como Dios la emprendi, es similar al resplandor
interior que los Hijos del Padre han heredado de l. Su verdadera
fuente se encuentra en su interior. Esto es tan cierto con respecto
al Padre como al Hijo. En este sentido la creacin incluye tanto la
creacin del Hijo por Dios, como las creaciones del Hijo una vez que
su mente ha sanado. Esto requiere el libre albedro con el que Dios
le dot, ya que toda creacin amorosa se otorga libremente en una
lnea continua, en la que todos los aspectos tienen el mismo rango.
3. El Jardn del Edn -la condicin que exista antes de la separacin-
era un estado mental en el que no se necesitaba nada. Cuando Adn
dio odos a "las mentiras de la serpiente", lo nico que oy fueron
falsedades. T no tienes por qu continuar creyendo lo que no es
verdad, a no ser que as lo elijas. Todo ello puede literalmente
desaparecer en un abrir y cerrar de ojos porque no es ms que una
percepcin falsa. Lo que se ve en sueos parece ser muy real. Lo que
es ms, en la Biblia se menciona que sobre Adn se abati un sueo
profundo, mas no se hace referencia en ninguna parte a que haya
despertado. El mundo no ha experimentado todava ningn despertar o
renacimiento completo. Un renacer as es imposible mientras sigas
proyectando o creando falsamente. No obstante, la capacidad de
extender tal como Dios te extendi Su Espritu permanece todava
dentro de ti. En realidad, sta es tu nica alternativa, pues se te
dio el libre albedro para que te deleitaras creando lo perfecto. 4.
Todo miedo se reduce, en ltima instancia, a la bsica percepcin
errnea de que tienes la capacidad de usurpar el poder de Dios. Por
supuesto, no puedes hacer eso, ni jams pudiste haberlo hecho. En
esto se basa el que puedas escaparte del miedo. Te liberas cuando
aceptas la Expiacin, lo cual te permite darte cuenta de que en
realidad tus errores nunca ocurrieron. Slo despus del sueo profundo
que se abati sobre Adn pudo ste experimentar pesadillas. Si de
repente se enciende una luz cuando alguien est teniendo un sueo
aterrador, puede que inicialmente interprete la luz como parte de
su sueo y tenga miedo de ella. Sin embargo, cuando despierte, la
percibir correctamente como su liberacin del sueo, al que dejar
entonces de atribuir realidad. Esta liberacin no se basa en
ilusiones. El conocimiento que ilumina no slo te libera, sino que
tambin te muestra claramente que eres libre. 5. Sean cuales sean
las mentiras que te hayas credo, para el milagro son irrelevantes,
pues puede sanar cualquiera de ellas con la misma facilidad. El
milagro no hace distinciones entre diferentes percepciones falsas.
Su nica finalidad es distinguir entre la verdad por un lado y el
error por otro. Algunos milagros pueden parecer ms difciles de
obrar que otros, pero no te olvides del primer principio de este
curso: no hay grados de dificultad en los milagros. En realidad
eres perfectamente
16. invulnerable a toda expresin de falta de amor. Estas
expresiones pueden proceder de ti o de otros, de ti hacia otros, o
de otros hacia ti. La paz es un atributo que se encuentra en ti. No
puedes hallarla fuera de ti mismo. La enfermedad es una forma de
bsqueda externa. La salud es paz interior. La paz te permite
mantenerte ecunime ante cualquier falta de amor procedente de
afuera, y te capacita, mediante tu aceptacin de los milagros, para
corregir las condiciones que resultan de la falta de amor en los
dems. II. La Expiacin como defensa 1. Puedes hacer cualquier cosa
que yo te pida. Te he pedido que obres milagros, y he dejado claro
que los milagros son naturales, correctivos, sanadores y
universales. No hay nada que no puedan lograr, pero no pueden
llevarse a cabo con un espritu de duda o de temor. Cuando tienes
miedo de algo, ests admitiendo que ello tiene el poder de hacerte
dao. Recuerda que donde est tu corazn all tambin estar tu tesoro.
Crees en lo que consideras valioso. Si tienes miedo, es que ests
equivocado con respecto a lo que es valioso. Tu entendimiento
inevitablemente evaluar errneamente, y al otorgar el mismo poder a
todos los pensamientos, destruirs inevitablemente la paz. Por eso
es por lo que la Biblia habla de "la paz de Dios que supera todo
razonar". No hay error que pueda alterar esa paz en lo ms mnimo.
Dicha paz no permite que nada que no proceda de Dios te afecte.
Este es el uso correcto de la negacin. No se usa para ocultar nada,
sino para corregir el error. Lleva todos los errores ante la luz, y
puesto que el error es lo mismo que la oscuridad, corrige todos los
errores automticamente. 2. La autntica negacin es un poderoso
mecanismo protector. Puedes y debes negar toda creencia de que el
error puede hacerte dao. Esta clase de negacin no oculta sino que
corrige. Tu mente recta depende de ella. Negar el error es una
slida defensa en favor de la verdad, pero negar la verdad da lugar
a creaciones falsas: las proyecciones del ego. La negacin del
error, puesta al servicio de la mente recta, libera a la mente y
re-establece la libertad de la voluntad. Cuando la voluntad es
realmente libre no puede crear falsamente porque slo reconoce la
verdad. 3. Puedes defender la verdad as como el error. Los medios
son ms fciles de entender despus de que se ha establecido
firmemente el valor del objetivo. Pero lo que hay que tener en
cuenta es cul es su propsito. Todo el mundo defiende su tesoro, y
lo hace automticamente. Las preguntas esenciales son, pues: qu es
realmente importante para ti?, y cun importante lo es? Una vez que
hayas aprendido a tener en cuenta estas preguntas y a tenerlas
presentes en todas tus acciones, tendrs muy poca dificultad en
clarificar los medios. Los medios estn a tu disposicin siempre que
los pidas. Puedes, sin embargo, ahorrar tiempo si no aplazas
innecesariamente este paso. Un enfoque correcto lo acortar
enormemente. 4. La Expiacin es la nica defensa que no puede usarse
destructivamente porque no es un recurso que t mismo hayas
inventado. El principio de la Expiacin estaba en vigor mucho antes
de que sta comenzara. El principio era el amor y la Expiacin fue un
acto de amor. Antes de la separacin los actos eran innecesarios
porque no exista la creencia en el tiempo ni en el espacio. Fue slo
despus de la separacin cuando se planearon la Expiacin y las
condiciones necesarias para su cumplimiento. Se necesit entonces
una defensa tan esplndida que fuese imposible usarla indebidamente,
aunque fuese posible rechazarla. Su rechazo, no obstante, no poda
convertirla en un arma de ataque, que es la caracterstica intrnseca
de otras defensas. La Expiacin, pues, resulta ser la nica defensa
que no es una espada de dos filos. Tan slo puede sanar. 5. La
Expiacin se instituy dentro de la creencia en el tiempo y en el
espacio para fijar un lmite a la necesidad de la creencia misma, y,
en ltima instancia, para completar el aprendizaje. La Expiacin es
la leccin final. El aprendizaje en s, al igual que las aulas donde
tiene lugar, es temporal. La capacidad para aprender carece de
valor cuando ya no hay necesidad de cambiar. Los que son
eternamente creativos no tienen nada que aprender. T puedes
aprender a mejorar tus percepciones y puedes convertirte
progresivamente en un mejor alumno. De este modo habr cada vez ms
armona entre la creacin y t, pero la Filiacin en s es una creacin
perfecta y la
17. perfeccin no tiene grados. El aprendizaje tiene sentido
nicamente mientras se crea en diferencias. 6. La evolucin es un
proceso en el que aparentemente pasas de una etapa a la siguiente.
Corriges tus previos tropiezos yendo hacia delante. Este proceso es
realmente incomprensible en trminos temporales, puesto que retornas
a medida que avanzas. La Expiacin es el medio a travs del cual
puedes liberarte del pasado a medida que avanzas. La Expiacin
desvanece los errores que cometiste en el pasado, haciendo de este
modo innecesario el que sigas volviendo sobre tus pasos sin avanzar
hacia tu retorno. En este sentido la Expiacin ahorra tiempo, pero
al igual que el milagro al que sirve, no lo abole. Mientras siga
habiendo necesidad de Expiacin, seguir habiendo necesidad de
tiempo. Pero la Expiacin, en cuanto que plan que ya se ha
completado, tiene una relacin nica con el tiempo. Hasta que la
Expiacin no se complete, sus diversas fases evolucionarn en el
tiempo, pero la Expiacin en su totalidad se encuentra al final del
tiempo. En ese punto el puente de retorno ya se ha construido. 7.
La Expiacin es un compromiso total. Puede que an asocies esto con
perder, equivocacin sta que todos los Hijos de Dios separados
cometen de una u otra forma. Resulta difcil creer que una defensa
que no puede atacar sea la mejor defensa. Eso es lo que se quiere
decir con "los mansos heredarn la tierra". Literalmente se
apoderarn de ella debido a su fortaleza. Una defensa de doble filo
es intrnsecamente dbil precisamente porque tiene dos filos, y puede
volverse contra ti inesperadamente. Esta posibilidad no se puede
controlar excepto con milagros. El milagro convierte la defensa de
la Expiacin en tu verdadera proteccin, y, a medida que adquieres ms
y ms seguridad, asumes tu talento natural de proteger a otros,
reconocindote simultneamente como Hijo y como hermano. III. El
altar de Dios 1. Slo puedes aceptar la Expiacin dentro de ti
liberando la luz interior. Desde la separacin, las defensas se han
usado casi exclusivamente para defenderse contra la Expiacin y
mantener as vigente la separacin. Generalmente esto se manifiesta
como una necesidad de proteger el cuerpo. Las mltiples fantasas
corporales a las que las mentes se entregan proceden de la creencia
distorsionada de que el cuerpo puede usarse como un medio para
alcanzar la "expiacin". Percibir el cuerpo como un templo es
nicamente el primer paso en el proceso de corregir esta distorsin,
ya que slo la altera en parte. Dicha percepcin del cuerpo
ciertamente reconoce que la Expiacin en trminos fsicos es
imposible. El siguiente paso, no obstante, es darse cuenta de que
un templo no es en modo alguno una estructura. Su verdadera
santidad reside en el altar interior en torno al cual se erige la
estructura. Hacer hincapi en estructuras hermosas es seal de que se
teme a la Expiacin y de que no se est dispuesto a llegar al altar
en s. La autntica belleza del templo no puede verse con los ojos
fsicos. La visin espiritual, por otra parte, al ser una visin
perfecta, no puede ver la estructura en absoluto. Puede, no
obstante, ver el altar con perfecta claridad. 2. Para que la
eficacia de la Expiacin sea perfecta, a sta le corresponde estar en
el centro del altar interior, desde donde subsana la separacin y
restituye la plenitud de la mente. Antes de la separacin la mente
era invulnerable al miedo, ya que el miedo no exista. Tanto la
separacin como el miedo son creaciones falsas que tienen que
deshacerse a fin de que se pueda restaurar el templo y abrir el
altar para que reciba la Expiacin. Esto supone el fin de la
separacin, al poner dentro de ti la nica defensa eficaz contra todo
pensamiento de separacin, haciendo de este modo que seas
absolutamente invulnerable. 3. El que todos acepten la Expiacin es
slo cuestin de tiempo. Tal vez parezca que esto contradice su libre
albedro, dada la inevitabilidad de la decisin final, pero en
realidad no es as. Puedes aplazar lo que tienes que hacer y eres
capaz de enormes dilaciones, pero no puedes desvincularte
completamente de tu Creador, Quien fija los lmites de tu capacidad
para crear falsamente. Una voluntad aprisionada engendra una
situacin tal, que, llevada al extremo, se hace completamente
intolerable. La resistencia al dolor puede ser grande, pero no es
ilimitada. A la larga, todo el mundo empieza a reconocer, por muy
vagamente que sea, que tiene que haber un camino mejor. A
medida
18. que este reconocimiento se arraiga ms, acaba por
convertirse en un punto decisivo en la vida de cada persona. Esto
finalmente vuelve a despertar la visin espiritual y, al mismo
tiempo, mitiga el apego a la visin fsica. Este alternar entre los
dos niveles de percepcin se experimenta normalmente como un
conflicto que puede llegar a ser muy agudo. Aun as, el desenlace
final es tan inevitable como Dios. 4. La visin espiritual
literalmente no puede ver el error, y busca simplemente la
Expiacin. Todas las soluciones que los ojos del cuerpo buscan se
desvanecen. La visin espiritual mira hacia adentro e inmediatamente
se da cuenta de que el altar ha sido profanado y de que necesita
ser reparado y protegido. Perfectamente consciente de la defensa
apropiada, la visin espiritual pasa por alto todas las dems y mira
ms all del error hacia la verdad. Debido a la fuerza de su visin,
pone a la mente a su servicio. Esto re-establece el poder de la
mente y hace que las demoras le resulten cada vez ms intolerables
al darse cuenta de que lo nico que hacen es aadir dolor
innecesario. Como resultado de ello, la mente se vuelve cada vez ms
sensible a lo que antes habra considerado slo pequeas molestias. 5.
Los Hijos de Dios tienen derecho al perfecto bienestar que resulta
de tener perfecta confianza. Hasta que no logran esto, se agotan a
s mismos y desperdician sus verdaderos poderes creativos en ftiles
intentos de obtener un mayor bienestar valindose de medios
inadecuados. Sin embargo, los medios reales ya les han sido
provistos y no requieren esfuerzo alguno por su parte. La Expiacin
es la nica ofrenda digna de ser ofrecida en el altar de Dios,
debido al valor que el altar en s tiene. Fue creado perfecto y es
absolutamente digno de recibir perfeccin. Entre Dios y Sus
creaciones existe una perfecta interdependencia. El depende de
ellas porque las cre perfectas. Les dio Su paz para que nada las
pudiese alterar ni engaar. Siempre que tienes miedo, te engaas a ti
mismo, y tu mente no puede servir al Espritu Santo. Eso te deja
hambriento, pues te niega el pan de cada da. Dios se siente solo
sin Sus Hijos, y Sus Hijos se sientes solos sin l. Tienen que
aprender a ver el mundo como un medio para poner fin a la
separacin. La Expiacin es la garanta de que finalmente lo lograrn.
IV. La curacin y la liberacin del miedo 1. Vamos a hacer ahora
hincapi en la curacin. El milagro es el medio, la Expiacin el
principio y la curacin el resultado. Hablar de "una curacin
milagrosa" es combinar impropiamente dos rdenes de realidad
diferentes. Una curacin no es un milagro. La Expiacin -el ltimo
milagro- es un remedio, y cualquier clase de curacin es su
resultado. Es irrelevante a qu clase de error se aplique la
Expiacin. Toda curacin es esencialmente una liberacin del miedo.
Para poder llevarla a cabo, t mismo debes estar libre de todo
miedo. No entiendes lo que es la curacin debido a tu propio miedo.
2. Un paso importante en el plan de la Expiacin es deshacer el
error en todos los niveles. La enfermedad o "mentalidad-no-recta"
es el resultado de una confusin de niveles, pues siempre comporta
la creencia de que lo que est mal en un nivel puede afectar
adversamente a otro. Nos hemos referido a los milagros como un
medio de corregir la confusin de niveles, ya que todos los errores
tienen que corregirse en el mismo nivel en que se originaron. Solo
la mente puede errar. El cuerpo slo puede actuar equivocadamente
cuando est respondiendo a un pensamiento falso. El cuerpo no puede
crear y la creencia de que puede -error bsico- da lugar a todos los
sntomas fsicos. Las enfermedades fsicas implican la creencia en la
magia. La distorsin que dio lugar a la magia se basa en la creencia
de que existe una capacidad creativa en la materia que la mente no
puede controlar. Este error puede manifestarse de dos formas: se
puede creer que la mente puede crear falsamente en el cuerpo, o que
el cuerpo puede crear falsamente en la mente. Cuando se comprende
que la mente -el nico nivel de creacin- no puede crear ms all de s
misma, ninguno de esos dos tipos de confusin tiene por qu
producirse. 3. Slo la mente puede crear porque el espritu ya fue
creado, y el cuerpo es un recurso de aprendizaje al servicio de la
mente. Los recursos de aprendizaje no son lecciones en s mismos.
Su
19. propsito es simplemente facilitar el aprendizaje. Lo peor
que puede ocurrir cuando se usan indebidamente es que no lo
faciliten. De por s, un recurso de aprendizaje no tiene poder para
producir verdaderos errores en el aprendizaje. El cuerpo, si se le
entiende correctamente, comparte la invulnerabilidad de la Expiacin
en lo que respecta a las defensas de doble filo. Ello es as no
porque sea un milagro, sino porque, de por s, no da lugar a
interpretaciones falsas. El cuerpo es sencillamente parte de tu
experiencia en el mundo fsico. Se puede exagerar el valor de sus
capacidades y con frecuencia se hace. Sin embargo, es casi
imposible negar su existencia en este mundo. Los que lo hacen se
dedican a una forma de negacin particularmente intil. En este caso
el trmino "intil" significa nicamente que no es necesario proteger
a la mente negando lo no-mental. Si uno niega este desafortunado
aspecto del poder de la mente, est negando tambin el poder mismo.
4. Todos los remedios materiales que aceptas como medicamento para
los males corporales son re- afirmaciones de principios mgicos. ste
es el primer paso que nos conduce a la creencia de que el cuerpo es
el causante de sus propias enfermedades. El segundo paso en falso
es tratar de curarlo por medio de agentes no-creativos. Esto no
quiere decir, sin embargo, que el uso de tales agentes con
propsitos correctivos sea censurable. A veces la enfermedad tiene
tan aprisionada a la mente que temporalmente le impide a la persona
tener acceso a la Expiacin. En ese caso, tal vez sea prudente usar
un enfoque conciliatorio entre el cuerpo y la mente en el que a
algo externo se le adjudica temporalmente la creencia de que puede
curar. Esto se debe a que lo que menos puede ayudar al que no est
en su mente recta o al enfermo es hacer algo que aumente su miedo.
De por s ya se encuentra en un estado debilitado debido a ste.
Exponerle prematuramente a un milagro podra precipitarle al pnico,
lo cual es muy probable que ocurriese en aquellos casos en que la
percepcin invertida ha dado lugar a la creencia de que los milagros
son algo temible. 5. El valor de la Expiacin no reside en la manera
en que sta se expresa. De hecho, si se usa acertadamente, ser
expresada inevitablemente en la forma en que le resulte ms
beneficiosa a aquel que la va a recibir. Esto quiere decir que para
que un milagro sea lo ms eficaz posible, tiene que ser expresado en
un idioma que el que lo ha de recibir pueda entender sin miedo. Eso
no significa que se sea necesariamente el ms alto nivel de
comunicacin de que dicha persona es capaz. Significa, no obstante,
que se es el ms alto nivel de comunicacin de que es capaz ahora. El
propsito del milagro es elevar el nivel de comunicacin, no
reducirlo mediante un aumento del miedo. V. La funcin del obrador
de milagros 1. Antes de que los obradores de milagros estn listos
para emprender su funcin en este mundo, es esencial que comprendan
cabalmente el miedo que se le tiene a la liberacin. De lo
contrario, podran fomentar inadvertidamente la creencia de que la
liberacin significa aprisionamiento, creencia que, de por s, ya es
muy prevaleciente. Esta percepcin errnea procede a su vez de la
creencia de que el dao puede limitarse slo al cuerpo. Ello se debe
al miedo subyacente de que la mente puede hacerse dao a s misma.
Ninguno de esos errores es significativo, ya que las creaciones
falsas de la mente en realidad no existen. Este reconocimiento es
un recurso protector mucho ms eficaz que cualquier forma de
confusin de niveles porque introduce la correccin al nivel del
error. Es esencial recordar que slo la mente puede crear, y que la
correccin slo puede tener lugar en el nivel del pensamiento. Para
ampliar algo que ya se mencion anteriormente, el espritu ya es
perfecto, y, por lo tanto, no requiere correccin. El cuerpo no
existe, excepto como un recurso de aprendizaje al servicio de la
mente. Este recurso de aprendizaje, de por s, no comete errores
porque no puede crear. Es obvio, pues, que inducir a la mente a que
renuncie a sus creaciones falsas es la nica aplicacin de la
capacidad creativa que realmente tiene sentido. 2. La magia es el
uso insensato o mal-creativo de la mente. Los medicamentos fsicos
son una forma de "hechizo", pero si tienes miedo de usar la mente
para curar, no debes intentar hacerlo. El hecho mismo de que tengas
miedo hace que tu mente sea vulnerable a crear falsamente. Es
probable, por lo tanto, que no entiendas correctamente cualquier
curacin que pudiera producirse, y
20. puesto que el egocentrismo va normalmente acompaado de
miedo, tal vez no puedas aceptar la verdadera Fuente de la curacin.
En tal caso, es menos arriesgado depender temporalmente de
artificios curativos fsicos, ya que no puedes percibirlos
errneamente como tus propias creaciones. Mientras tu sensacin de
vulnerabilidad persista, no debes intentar obrar milagros. 3. He
dicho ya que los milagros son expresiones de una orientacin
milagrosa, y una orientacin milagrosa no es otra cosa que una
mentalidad recta. Los que poseen una mentalidad recta no exaltan ni
menosprecian la mente del que obra milagros ni la del que los
recibe. En cuanto medio de correccin, sin embargo, el milagro no
tiene que esperar a que el que los ha de recibir goce de una
mentalidad recta. De hecho, su propsito es restituirle su mente
recta. Es esencial, no obstante, que el obrador de milagros est en
su mente recta, aunque sea brevemente, o, de lo contrario, ser
incapaz de re-establecer la mentalidad recta en otros. 4. El
sanador que confa en su propio estado de preparacin pone en peligro
su entendimiento. Ests perfectamente a salvo siempre que no te
preocupes en absoluto por tu estado de preparacin, pero mantengas
firme confianza en el mo. Si tus inclinaciones a obrar milagros no
estn funcionando debidamente, es siempre porque el miedo se ha
infiltrado en tu mentalidad recta y la ha invertido. Toda forma de
mentalidad-no-recta es el resultado de negarte a aceptar la
Expiacin para ti mismo. Si la aceptases estaras en una posicin
desde la que podras reconocer que los que tienen necesidad de
curacin son simplemente aquellos que an no se han dado cuenta de
que la mentalidad recta es en s la curacin. 5. La nica
responsabilidad del obrador de milagros es aceptar la Expiacin para
s mismo. Esto significa que reconoces que la mente es el nico nivel
creativo, y que la Expiacin puede sanar sus errores. Una vez que
hayas aceptado esto, tu mente podr solamente sanar. Al negarle a tu
mente cualquier potencial destructivo y restituir de nuevo sus
poderes estrictamente constructivos, te colocas en una posicin
desde la que puedes eliminar la confusin de niveles en otros. El
mensaje que entonces les comunicas es el hecho irrefutable de que
sus mentes son igualmente constructivas y de que sus creaciones
falsas no pueden hacerles dao. Al afirmar esto liberas a la mente
de la tendencia a exagerar el valor de su propio recurso de
aprendizaje, y la restituyes a su verdadero papel de estudiante. 6.
Debe subrayarse nuevamente que al cuerpo le resulta tan imposible
aprender como crear. En cuanto que recurso de aprendizaje se deja
llevar simplemente por el estudiante, mas si se le dota falsamente
de iniciativa propia, se convierte en una seria obstruccin para el
mismo aprendizaje que debera facilitar. Slo la mente es capaz de
iluminacin. El espritu ya est iluminado, y el cuerpo, de por s, es
demasiado denso. La mente, sin embargo, puede hacer llegar su
iluminacin hasta el cuerpo al reconocer que ste no es el estudiante
y que, por lo tanto, no tiene la capacidad de aprender. Es muy
fcil, no obstante, poner al cuerpo en armona con la mente una vez
que sta ha aprendido a mirar ms all de l hacia la luz. 7. El
aprendizaje que verdaderamente corrige comienza siempre con el
despertar del espritu y con el rechazo de la fe en la visin fsica.
Esto frecuentemente entraa temor, ya que tienes miedo de lo que tu
visin espiritual te mostrara. Anteriormente dije que el Espritu
Santo no puede ver errores, y que slo puede mirar ms all de ellos
hacia la defensa de la Expiacin. No cabe duda de que esto puede
producir incomodidad, mas la incomodidad no es el resultado final
de la percepcin. Cuando se le permite al Espritu Santo contemplar
la profanacin del altar, l mira de inmediato tambin hacia la
Expiacin. Nada que l perciba puede producir miedo. Todo lo que
resulta de la conciencia espiritual simplemente se canaliza hacia
la correccin. La incomodidad se manifiesta nicamente para traer a
la conciencia la necesidad de correccin. 8. El miedo a la curacin
surge, en ltima instancia, de no estar uno completamente dispuesto
a aceptar que la curacin es necesaria. Lo que el ojo fsico ve no es
correctivo, ni tampoco es posible corregir el error mediante ningn
medio fsicamente visible. Mientras creas en lo que tu visin fsica
te muestra, tus intentos de corregir procedern de un falso
asesoramiento. La verdadera visin queda nublada porque te resulta
intolerable ver tu propio altar profanado. Mas como el altar ha
sido
21. profanado, tu estado se torna doblemente peligroso a menos
que percibas que as ha sido. 9. Curar es una habilidad que se
desarroll despus de la separacin, antes de la cual era innecesaria.
Es temporal al igual que todos los aspectos de la creencia en el
tiempo y en el espacio. Mientras el tiempo contine, no obstante, la
curacin seguir siendo necesaria como medio de proteccin. Esto se
debe a que la curacin se basa en la caridad, y la caridad es una
forma de percibir la perfeccin en otro aun cuando no puedas
percibirla en ti mismo. La mayora de los conceptos ms elevados que
ahora eres capaz de concebir dependen del tiempo. La caridad, en
realidad, no es ms que un plido reflejo de un amor mucho ms
poderoso y todo-abarcador, el cual est mucho ms all de cualquier
forma de caridad que te hayas podido imaginar hasta ahora. La
caridad es esencial para la mentalidad recta aun en la pequea
medida en que ahora puedes alcanzarla. 10. La caridad es una manera
de ver a otro como si ya hubiese llegado mucho ms all de lo que en
realidad ha logrado en el tiempo hasta ahora. Puesto que su
pensamiento tiene fallos, no puede ver que la Expiacin es para l,
pues, de otro modo, no tendra necesidad de caridad. La caridad que
se le concede es a la vez una confirmacin de que necesita ayuda, as
como el reconocimiento de que la aceptar. Estas dos percepciones
denotan claramente su dependencia del tiempo, haciendo patente el
hecho de que la caridad opera todava dentro de las limitaciones de
este mundo. Dije anteriormente que slo la revelacin transciende el
tiempo. El milagro, al ser una expresin de caridad, tan solo puede
acortarlo. Hay que entender, no obstante, que cuando le ofreces un
milagro a otro ests acortando su sufrimiento y el tuyo. Esto
corrige tanto retroactivamente como progresivamente. A. Principios
especiales de los obradores de milagros 11. El milagro elimina la
necesidad de tener preocupaciones de rango inferior. Puesto que es
un intervalo de tiempo que est fuera de las coordenadas temporales
en las que normalmente operamos, las consideraciones normales con
respecto al tiempo y al espacio no le afectan. Cuando obres un
milagro yo har los arreglos necesarios para que el tiempo y el
espacio se ajusten a l. 12. Es esencial hacer una clara distincin
entre lo que se crea y lo que se fabrica. Toda forma de curacin se
basa en esta correccin fundamental de percepcin de niveles. 13.
Nunca confundas la mentalidad recta con la mentalidad errada.
Reaccionar ante cualquier clase de error de cualquier forma que no
sea con un deseo de sanar es una expresin de esa confusin. 14. El
milagro es siempre la negacin de ese error y la afirmacin de la
verdad. Slo la mentalidad recta puede corregir de forma que sus
efectos sean reales. De hecho, lo que no produce efectos reales en
realidad no existe. Sus efectos, por lo tanto, son nulos. Al no
tener contenido substancial, se presta a ser proyectado. 15. El
poder del milagro para ajustar niveles genera la percepcin correcta
que da lugar a la curacin. Hasta que eso no ocurra ser imposible
entender lo que es la curacin. El perdn es un gesto vaco a menos
que conlleve correccin. Sin ella, lo que hace es bsicamente juzgar,
en vez de sanar. 16. El perdn que procede de una orientacin
milagrosa tan slo ofrece correccin. No posee elementos de juicio en
absoluto. La frase "Padre, perdnalos porque no saben lo que hacen"
no evala en modo alguno lo que las personas en cuestin estn
haciendo. Es una peticin a Dios para que sane sus mentes. En ella
no se hace referencia al resultado del error, pues eso es
irrelevante. 17. El precepto "Sed de un mismo sentir" es la
aseveracin que exhorta a todos a que estn listos para la revelacin.
Mi ruego "Haced esto en memoria ma" es una peticin a los obradores
de milagros para que colaboren conmigo. Estas dos aseveraciones no
pertenecen a un mismo orden de realidad. Slo la ltima entraa una
conciencia de tiempo, ya que recordar es traer el pasado al
presente. El tiempo est bajo mi control, pero la eternidad le
pertenece a Dios. En el tiempo
22. existimos unos con otros y unos para otros. En la eternidad
coexistimos con Dios. 18. Puedes hacer mucho en favor de tu propia
curacin y la de los dems si en situaciones en las que se requiere
tu ayuda piensas de la siguiente manera: Estoy aqu nicamente para
ser til. Estoy aqu en representacin de Aquel que me envi. No tengo
que preocuparme por lo que debo decir ni por lo que debo hacer,
pues Aquel que me envi me guiar. Me siento satisfecho de estar
dondequiera que l desee, porque s que l estar all conmigo. Sanar a
medida que le permita ensearme a sanar. VI. Miedo y conflicto 1.
Tener miedo parece ser algo involuntario y no estar bajo tu
control. Mas he dicho ya que slo los actos constructivos deben ser
involuntarios. Mi control puede hacerse cargo de todo lo que no es
importante, mientras que, si as lo decides, mi asesoramiento puede
dirigir todo lo que s lo es. Yo no puedo controlar el miedo, pero
ste puede ser auto-controlado. Tu miedo me impide darte mi control.
La presencia del miedo indica que has elevado pensamientos
corporales al nivel de la mente. Eso los pone fuera de mi control y
te hace sentir personalmente responsable de ellos, lo cual es una
obvia confusin de niveles. 2. Yo no fomento la confusin de niveles;
t debes, no obstante, elegir corregirla. T no justificaras un
comportamiento demente por tu parte diciendo que no pudiste
evitarlo. Por qu, entonces, condonas pensamientos dementes? Hay una
confusin en esto que te convendra examinar detenidamente. Tal vez
creas que eres responsable de lo que haces, pero no de lo que
piensas. La verdad es que eres responsable de lo que piensas porque
es solamente en ese nivel donde puedes ejercer tu poder de decisin.
Tus acciones son el resultado de tus pensamientos. No puedes
separarte de la verdad "otorgndole" autonoma al comportamiento. ste
lo controlo yo automticamente tan pronto como pongas tu pensamiento
bajo mi direccin. Siempre que tienes miedo es seal inequvoca de que
le has permitido a tu mente crear falsamente y de que no me has
permitido guiarla. 3. De nada sirve pensar que controlando los
resultados de cualquier pensamiento falso se pueda producir una
curacin. Cada vez que tienes miedo es porque has tomado una decisin
equivocada. sa es la razn por la que te sientes responsable de
ello. Tienes que cambiar de mentalidad, no de comportamiento, y eso
es cuestin de que ests dispuesto a hacerlo. No necesitas orientacin
alguna excepto a nivel mental. La correccin debe llevarse a cabo
nicamente en el nivel en que es posible el cambio. El cambio no
tiene ningn sentido en el nivel de los sntomas donde no puede
producir resultados. 4. Deshacer el miedo es tu responsabilidad.
Cuando pides que se te libere del miedo, ests implicando que no lo
es. En lugar de ello, deberas pedir ayuda para cambiar las
condiciones que lo suscitaron. Esas condiciones siempre entraan el
estar dispuesto a permanecer separado. A ese nivel t puedes
evitarlo. Eres demasiado tolerante con las divagaciones de tu
mente, y condonas pasivamente sus creaciones falsas. El resultado
particular no importa; lo que importa es el error fundamental. La
correccin es siempre la misma. Antes de decidir hacer algo,
pregntame si tu eleccin est de acuerdo con la ma. Si ests seguro de
que lo est, no tendrs miedo. 5. El miedo es siempre un signo de
tensin que surge cuando hay conflicto entre lo que deseas y lo que
haces. Esta situacin se presenta de dos maneras: Primera, puedes
elegir hacer cosas conflictivas, ya sea simultnea o sucesivamente.
Esto da lugar a un comportamiento conflictivo, lo cual te resulta
intolerable porque la parte de la mente que quiere hacer otra cosa
se enfurece. Segunda, puedes comportarte de acuerdo a como crees
que debes, mas sin querer hacerlo realmente. Esto da lugar a un
comportamiento congruente, pero conlleva gran tensin. En ambos
casos, la mente y el comportamiento estn en desacuerdo, lo cual da
lugar a una situacin en la que ests haciendo algo que realmente no
quieres hacer. Esto suscita una sensacin de coercin que normalmente
produce furia, y es muy probable que tambin d lugar a proyecciones.
Siempre que
23. tienes miedo, es porque an ests indeciso. Tu mente se
encuentra, por lo tanto, dividida y tu comportamiento
inevitablemente se vuelve errtico. La correccin a nivel de
comportamiento puede cambiar el error del primer tipo al segundo,
mas no elimina el miedo. 6. Es posible alcanzar un estado en el que
dejas que yo gue tu mente sin ningn esfuerzo consciente por tu
parte, ms ello requiere un grado de buena voluntad que t an no
posees. El Espritu Santo no puede pedirte que hagas ms de lo que
ests dispuesto a hacer. La fuerza para hacer lo que l te pide
procede de una firme resolucin por tu parte. Hacer la Voluntad de
Dios no produce ninguna tensin una vez que reconoces que Su
Voluntad es tambin la tuya. La leccin en este caso es muy sencilla,
aunque muy fcil de pasar por alto. Voy, por lo tanto, a repetirla,
y te exhorto a que escuches atentamente. Slo tu mente puede
producir miedo. Hace eso cada vez que est en conflicto con respecto
a lo que quiere, lo cual inevitablemente produce tensin, ya que
existen discrepancias entre lo que quiere y lo que hace al
respecto. Eso slo puede corregirse aceptando un objetivo unificado.
7. El primer paso correctivo para deshacer el error es darse
cuenta, antes que nada, de que todo conflicto es siempre una
expresin de miedo. Dite a ti mismo que de alguna manera tienes que
haber decidido no amar, ya que de otro modo el miedo no habra
podido hacer presa en ti. A partir de ah, todo el proceso
correctivo se reduce a una serie de pasos pragmticos dentro del
proceso ms amplio de aceptar que la Expiacin es el remedio. Estos
pasos pueden resumirse de la siguiente forma: Reconoce en primer
lugar que lo que ests experimentando es miedo. El miedo procede de
una falta de amor. El nico remedio para la falta de amor es el amor
perfecto. El amor perfecto es la Expiacin. 8. He subrayado que el
milagro -la expresin de la Expiacin- es siempre un gesto de respeto
del que es digno para con otro que tambin es digno. El
reconocimiento de esa dignidad lo restablece la Expiacin. Resulta
obvio, por lo tanto, que cuando tienes miedo, te has colocado a ti
mismo en una posicin en la que necesitas la Expiacin. Has actuado
sin amor, al haber elegido sin amor. sta es precisamente la
situacin para la que se instituy la Expiacin. La necesid