UN NUEVO GÉNESIS
Jarama de Pisuerga. Agosto de 2013.
Se despertó. Bruscamente. Todavía recordaba, entre brumas, los colores chillones y fuertes de su sueño. En él habitaba en altas montañas, frías y plácidas. Allí donde los gongs eran su única banda sonora. Intermitentes, hipnóticos. Fue consciente de que un vínculo, indeleble y sutil, le unía a aquellos parajes tan lejanos, tan distintos de su monotonía. Familiar y desconocido. Incongruente. Así fue el sueño. Un ruido en la puerta le distrajo. Al mirar vio tres cartas aletear sobre el rellano. Perezoso, se obligó a dar cumplimiento a esa curiosidad diaria y las buscó. La del medio destacaba por su diseño, su color naranja y por unos sellos grandes, demasiado grandes. Empezó por ella, de abajo arriba, leyó “NEPAL” y, con un escalofrío, supo que su vida actual finalizaba bruscamente. Su sueño seguía. FIN
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