UNA RELIQUIADEMASIADO ARCAICA:LOS VERDIALES-MALAGUENOSMIGUEL ROMERO E8TEO
De mozo, solía ir yo el día 28 dediciembre al ventorrillo del Túnel, ala entrada de los montes de Málaga,a la salida de la mismísima Málagahacia la comarca de sus malagueños montes, y allí asistía a la anualfiesta de los verdiales. La organizaban las campesinas gentes de la talcomarca malagueña como un anualconcurso entre sus diversas pandascampesinas de verd iales . Competían ruidosamente las pandas porver cuál de ellas finalmente se llevaba el premio. Había un jurado intervillorios de ancianos varones que ensu juventud habían sido miembro depandas de verdiales en sus villorrios.y el acto de concursar consistía enun choque de pandas al modo másprimitivo y prácticamente neolítico: lapanda que en el frenético ritmo de lamúsica armaba un mayor ruido pormitad del horr ísono estruendo delsonar y competir simultáneamentetodas las pandas -estoy sintetizando, el asunto era un ritual muchomás complicado-, pues era la queganaba el premio. Al tiempo, y enmesas en torno al ventorrillo , o enmanteles sobre la tierra y yerba delmonte por allí mismo, mucho familiartrasiego campesino y montañés decomid as y vinos. De vinos de losmontes como es lógico, o vinos delterreno si dicho a la vieja usanzacastellana. De paso, y tras el concurso al final de la mañana, y tras elalmuerzo ritual muy a filo del mediodía, ya por la tarde las mozas ymozos de los cort ijillos ocultos pormitad del laberinto de los tales montes -que no son precisamente montañas alpinas pero sí laberinto decerros muy plantados de almendroshasta arriba del todo- y de sus minivillorrios, pues por allí organizabanjuegos del muy arcaico corro -al queeran muy aficionados los más omenos proto-andaluces tartesiosprerromanos, y al respecto el geógrafo griego Estrabón en tiempos del
nacim iento de Cristo- en el que ,cog idos de la mano , mozos ymozas, formaban la rueda y la hacían girar luego a toda velocidad, altiempo que cantaban viejas canciones campesinas más o menos verdialeras. De las cuales recuerdo unaque parece tener una especie dehermosura brutal: Has comía caracoles / has bebía vino blanco / hastumbao a la Dolores / a la vera deun barranco / has comía caracoles.
La brutal hermosura de esta canción del corro moceril concordabamuy bien con la no menos bruta lhermosura de los grandes sombreros festivos de la fiesta de los verdiales. Y no sólo de la fiesta sinoque del ir las pandas con sus músicas, de cortijillo en cortijillo, a todo lolargo de las fiestas de la Navidad, enuna para lela celebración paganacon respecto a la celebración cristiana. Los sombreros -también llamados moñas según creo recordarson cada uno una especie de granexplos ión barroca y dionis iaca deflores y frutas y espejitos, y orladosde largu ísimas cintas de colores-cada cinta su color- que cuelgandesde el florido borde del sombrerocasi hasta el suelo. De ahí que loscampesinos no se lo quieran poneren la veraniega celebración de losverd iales si es diurna porque-dicen- con el tal sombrero de granfiesta sudan mucho, y con las calores del verano resulta muy molesto.En fin, en la tal fiesta del choque deverdiales los mozos de las pandasvenían con su discreto traje ritua l- largo pantalón negro, camisa blanca, y chalequillo negro, muy abiertopor delante normalmente- y lasmozas y mujeres que iban a intervenir luego en el baile de verdialesvenían también con su traje ritual yantiguo, un poco al estilo del que seha venido usando en otras tierrasespañolas, y con un gran pañuelo decolores echado sobre los hombros y
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cruzadas las puntas por encima delpecho, y un delantalito blanco sobrela amplia falda osc ura y co rta devuelo. Tanto detalle etnográf ico espara decir que luego, tras el concurso , y previamente tambi én por lamañana antes del conc urso - lascampesinas gentes son de un despertar muy tempranero, poco menosque al canto del gallo en la madrugada, y con lo cual pues a la diez dela mañana ya estaban allí cas itodos, o al menos bastantes- pueshabía ya bailes de verdiales, que sebailaban con pañueli tos blancos,uno en cada mano, y tanto el mozocomo la moza. Y al tiempo que lospies en la danza trenzaban y destrenzaban pasos -así se dice en lajerga campesina del asunto- losblancos pañuelos aleteaban en elaire lo mismo que blancas palomasun poco demasiado a revuelo. Hayque decir que de la tal fiesta de verdiales había sido en la llegada de las
/pandas eliminado ya el resoplar de. las grandes caracolas de la mar.
O sea, cuando en su muy arcaicay verdialera fiesta pagana paralela ala cristiana semana de las fiestas dela Navidad iba cada panda de cortiji110 en cortijillo -de una campes inacasita perdida en mitad de los montes a otra campesina cas ita nomenos perdida en mitad de los montes: la comarca de los montes deMálaga es una zona de muchominúsculo caser ío disperso , y quelos etnólogos averigüen el porqué-,pues por delante de cada panda ibaun mozo de mucho fuelle en los pulmones y resoplándole a la caracola .Que, con el caracolil y marinoestruendo, avisando iba de que ya lapanda se les acercaba, así que enel cortij illo las mozas se pusieranguapas y prepararan los pestiños deharina y miel y las copitas del anís, ylos chorizos y las morcillas, y la candela a la puerta, una gran candela, yque ya rápidamente por allí llegabala panda con sus músicas, y la fiesta
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iba a comenzar. Y que prepararan elagu inaldo poco o mucho, para lacaja de la panda. Y que, aparte depara una comida de hermandad, ibatambién a servir luego para renovación de los atavíos y de los instrumentos musicales, si es que ello eranecesario. Y no sé si hasta inclusopara mercarse otra caracola, si esque la anterior se les había cascadoa mitad de algún barranco, que al finy al cabo las caminatas de la fiestade los verdiales se hacían de noche,y allí hay barrancos por todas partes.
Explayando un poco más el asunto, hay que decir que cada panda deverdiales es como una sagrada hermandad de música y baile en la quehay un jefe, el alcalde, que es comouna especie de director de orquesta,con su batuta cor respond iente. Omás bien que batuta, una larga varade olivo o de avellano, y oficia de labatuta. Y que la autoridad del alcaIde es máxima y que la obediencia alalcalde es total. De hecho, y comoinstitución, la panda de verdiales esuna orquesta de tipo muy arcaico, yresidual de muy arcanos tiempos alo que parece. O si se quiere, unaorquestina muy primitiva si en comparación con las grandes y actualesorquestas sinfónicas. En concreto ,en la panda de verd iales entrancomo componentes una guitarra -oa veces dos- y un viol ín, un granpandero enorme y un minúscu locímba lo o mini-plat illos de bronce ,que aqu í se llaman chinchines. Ycomo parte de las muy primitivas omuy arca icas sinfon ías de los verdiales entra también de componentebásica la voz humana, el canto delmacho. Con los fandangos de verdiales , como es lógico. Aparte deque, en mitad de la noche y junto alas candelas de los cort ijillos , mesupongo que también a veces entraba a modo de basso ostinato lacaracola de la mar, y que los mozosla resoplaban con mucho fuelle. Laverdad es que hasta mitad o finalesdel siglo XIX no había violín en lapanda-orques tina sino que un muyprimitivo rabel de tres cuerdas. Yque, tras morirse en el pueblecito deCasabermeja el anciano instrumentista artesano que fabr icaba losrabeles y no querer su hijo asumir elnoble oficio, y al ir sucumbiendo losrabeles -que al trepidante ritmo frenético y su estruendo se cascan losinstrumentos musicales con bastante facilidad, y sucumben y hay que irreponiéndolos buenamente- puesse los fue sustituyendo con violines.A los que se les viene tocando lógicame nte como si fueran un rabel:sólo se les hace sonar las tres cuer-
das más agudas. Que al fin y al cabono hay por qué hacerles sonar lascuerdas bajas, que ya el bajo lleva lamúsica de la guitarra , y no hay porqué ofrecerlo reduplicativamente. Oen suma, un gran estruendo musicalen el que por enc ima del oscuroretumbar del pandero, y por encimadel grueso y bronco danzón que marcando va la guitarra, y por encima dela aguda percusión de los chinchines, y por encima de los chillonasflorituras melódicas frenéticas quesalen de las tres cuerdas agudas delviolín, vuela majestuosamente la vozhumana en lo más alto de la tesituravocal del varón . Majestuosamentepero a toda velocidad, y con diseñomelódico en cascada de notas quedesde lo más alto de la tesitura vocaldel varón descienden hasta lo másbajo, y en un tour de force vocálicono sólo a toda velocidad sino quetambién a todo volumen. Y al respecto, valga una típ ica y tópica coplafamosa de los verdiales: adiósMálaga la bella / tierra en la que yonací / para todos fuiste madre / ymadrastra para mí. Y que se la cantaban mucho cuando los mozoscampesinos de los verdiales se ibana trabajar de obreros a Alemania.
Con respecto al nombre de verdiales pues hay que decir que provienedel distrito y villorrio de Verdiales enla comarca de los montes de Málaga,comarca que no tiene existencialegal en ningún mapa pero sí y tradicionalmente en la tal zona y sus alrededores. En concreto, la comarca esel amplio y abrupto macizo montañoso -mucho barranco pero de nomucha alt itud las cumbres de loscerros- que, con su enredo de caminos terrizos, y sus mini-villorrios, quea veces son unas cuantas casas y nomás en cualquier cruce de caminos,se había venido quedando un poco atrasmano de los sucesivos progresoscivilizatorios malagueños. Y con loscampesinos ceceando todos y finalizando en -u las castellanas palabras,al estilo Pericu ha traíu el chotu yque era motivo de gruesos chistespara los urbanitas de Málaga-ciudad.y que finalmente ha ido desapareciendo el tal dialectismo fonéticodemasiado arcaico. Aparte el distritode Verdiales -que terminó dándolenombre a la arcaica fiesta y susmúsicas- está también el distrito delBarranco del Sol , de muy sonoronombre, y otra serie de montesinosdistr itos con sus mini-villorrios. Unpoco o un mucho la cabeza de todala comarca era la aldea de Almogía,finalmente ya un pueblecito , y encuyo térm ino municipal queda lamayor parte de la coma rca de losmontes de Málaga, así a primer ojeo.
Hay que anotar que las gentes deAlmogía se han venido autodenominando moriscos y no precisamentealmogienses o almogineros. Lo quenos pone sobre la pista de cómo unritmo tan demasiado arcaico como elde los verdiales haya podido venirsobreviviendo en la muy cerradacomarca de los Montes de Málaga-que inmediatamente a la espaldade la ciudad de Málaga- y desdemuy remotos tiempos. Especialmente si tenemos en cuenta que ,según historiadores del tema , lafamosa rebelión de los moriscos casia finales del siglo XVI -que estabanya castellanizados de lengua y nombres y apellidos, y al menos nominalmente de religión, o no tan nominalmente en bastantes casos , o sea ,eran unos cristianos nuevos yesoes lo que significa el morisco: cristianos amoriscados- se realizó en granparte del muy amplio ámbito malagueñosos y sus macizos montañasun plan de rebelión bastante singular: en los pueblecitos y aldeas loscristianos viejos -la emigración castellana , pobre o rica- asaltaron lascasas de los cristianos nuevos omoriscos, y les robaron todo lo quepudieron. Al respecto, los muy detallados historiadores del asunto . Osea, que en la tal rebelión el caso demacizos montañosos malagueños-zonas de mini-villorrios, a los quehabía que llegar por veredas o caminos de mulas- no es exactamente elmismo que el de los macizos montañosos de Granada y Almería, en losque había grandes aldeas y caminoscarreteros. Y en los que la sublevación de la ya castellan izada población previamente islámica fue general. Y generales también luego la .expulsión, el despoblamiento y elrepoblamiento en base a gentes cristiano-viejas llegadas de diversaszonas pobres del norte peninsular.
Hubo deportación mas iva demoriscos malagueños a la zona delos montes de Huelva . Y acaso de
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ahí el origen de los fandanguillos deHuelva , que en cuanto al modomelódico -no al estilo del cante- esel mismo que en los fandangosmalagueños , el muy arcaico mododorio o la escala diatónica y naturalde la nota Mi, que en cuanto queescala ascendente va con las notasFa y Sol subidas en un semitono, osea, con un sostenido Si dicho enjuerga musiquera. Y que, eliminadasen la escala descendente las talessubidas semitonales, pues resulta lafamosa cadenza andaluza tan propiadel cante flamenco. Cuyos inicialescantes o cante jundo son diversostipos de fandangos malagueños deRonda, de nombres varios. Y fandangos en cuanto que en el ámbitomalagueño todos los viejos cantescampes inos de varones -Ios solosdel varón- eran fandangos en elsentido más general de tal palabra,en el sentido de viejos cantes campesinos precisamente. Y la polémicade si al origen del cante flamencoestán o no están los fandangos deMálaga - inclu idos los fandangosserranos de la malagueña Rondaviene de lejos e irá lejos. En concreto, rastreando el origen de los fandangos de verdiales y sus montesinas fiestas y músicas no hay másremedio que apuntar que, del mismomodo que la aculturación cristiana ycastellana de los macizos montañosos malagueños no fue total e implacable -se salvaron las comidas, lasmúsicas, la agricultura especializadaen hosticultura, pero su-cumbieronlos miles de moreras para el gusanode seda y los malagueños tejidos deseda , famosos en toda la EdadMedia europea, y sucumbió también
Sombreros de Verdiales
la famosa loza dorada malagueña,que hacia el final de la Edad Mediase exportaba ya a medio mundopues así también la aculturaciónislámica tampoco fue total e implacable. Y valga de ejemplo que de talaculturación islámica sobre la previay malagueña población cristiana ymozárabe -que le dio mucha guerraal califa de Abderramán 111 y su califato de Córdoba- y que fue aculturación muy tardía, de hacia finales delsiglo XII , pues en contra de los preceptos corán icos se salvaron losmontesinos viñedos malagueños ysus vinos, con muchos sabor a mosto de uvas. Y que tal cual han perdurado hasta hoy, vinos naturales denatural agricultura biológica que losecologistas debieran proteger. Ycurioso que los malagueños viñedoshayan venido desde antiguo plantados en lo más alto de los cerros,costeros o no costeros, para que asílas cepas agarren mucho el sol.
Tengo la idea de que, con respecto a los abruptos y laberínticos macizos montañosos malagueños -enlos que todavía subsisten muyamplias zonas despobladas, una alas espaldas de Marbella, la otra alas espaldas de Nerja- y en cuantoque era zona más bien paupérrimapara las sucesivas oleadas de invasores, pues sus correspondientes yno menos sucesivas aculturaciones-cartaginesa, romana, cristiana, visigótica, islámica, y luego otra vez larecristian izac ión- siempre fuerontardías y muy lentas, y no demasiado profundas. Con respecto a la tardía y no muy profunda aculturaciónromano-latina, valga el dato de quegran parte de toda la toponimíamalagueña sigue teniendo raícesprerromanas, e incluso sorprendentemente de lengua vasca al menordescu ido. Valga el dato de que elmalaqueño pueblo de Arriate , amitad de la serranía de Ronda, esde la misma muy arcaica familiaonomástica que los topónimos vascos Arriaga, Arrigorriaga, Arrizabala,Arrizabaleta, etcétera. O en otraspalabras, que como también enotros muchos lugares de este planeta los macizos montañosos laberínticos y abruptos siempre vinieron quedando más o menos a salvo de lassucesivas aculturaciones invasoras.y al respecto, que en el siglo IX unilustre escritor viajero yemení, muyislámico y arábigo , oyera por lasnoches en la ciudad de Málaga unaestruendosa orquestina de muchosinstrumentos musicales en simultáneo y en el verano -y todo apuntahacia que el comienzo del verano, lafiesta arcaica del solsticio veraniego,la famosa noche de San Juan en
vers ión residual cristiana- y enmanos de malagueños indígenasmozárabes. Finalmente al ilustreescritor yemen í arábigo un señormalagueño de estirpe árabe se lo llevó a su palacete en las afueras deMálaga, y el ilustrado viajero yemeníescribe que allí por primera vez consiguió oír música árabe e islámica entierras malagueñas, y que por primera vez consiguió dormir en las malagueñas tierras. Ni que decir tiene queel tal estruendo musical de musicales instrumentos varios en mitad dela noche en manos de los indígenasmozárabes remite en directo haciaque la malagueña y arcaica orquestina musical de los verdiales es residual del tal mozárabe y cristianoasunto indígena.
y retrotrayendo más hacia atrásesta somera indagación sobre el origen de la malagueña celebración ymúsica de los verd iales , saltamosahora hacia tiempos de la mitad delfamoso Imperio Romano. Tiemposen los que en un colorinesco e imperial mosaico romano de no sé exactamente qué época - la noticia asomó en la prensa malagueña, yesoes lo que yo sé del tal asunto- asoma un indígena o indígenas con eltal sombrero ubérrimo malagueño yverdia lero de frutos y flores , y conborrosos instrumentos musicales enlas manos, según creo recordar .Evidentemente, la tal iconografíapuede remitir en general a presuntasy borrosas usanzas dionisiacas existentes a todo lo largo del Mediterráneo, y más o menos residuales entiempos del Imperio Romano. Yesoes lo que en general suele hacersecon arcaicos datos etnográficoslocalizados en talo cual punto mediterráneo, que se los generaliza atodo el Mediterráneo en base a unapresunta civilizac ión arcaica panmediterránea, o cosa similar. Pero elhecho de que el tal asunto de losubérrimos sombreros de flores sobrelas cabezas de los varones hayasólo sobrevivido -y con sus larguísimas cintas de colores- en el ámbitode los macizos montañosos malagueños, al menos significa que enel ámbito malagueño la tal celebración de los solsticios del sol estabamuy arraigada y en forma bastantepeculiar. Y que en la misma peculiarforma lo estuviera también a todo lolargo del Mediterráneo, sea homogéneamente o sea en forma dispersaun poco por aquí y por allá, pues nopasa de ser una mera inferenciamás o menos presunta, si es que noobviamente ideológica. En el ideológico sentido de que en tiempos precartag ineses y prerromanos lapoblación ibero-peninsular era pre-
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suntamente una especie de paupérrima plasta indígena, un poco anivel del Paleolítico y de las selváticas gentes del americano ríoAmazonas. Y que luego de la manode los fantasmales fenicios y de losno tan fantasmales griegos y romanos -que más bien bastante fantasmones, dicho sea de paso, ya queno exactamente fantasmales- nosfue llegando gradualmente la culturay la civilización, incluidos los verdiales con sus larguísimas cintas decolores, y con su gran caracola dela mar. Dicho sea también de paso,hasta todavía no hace mucho, enlas huertas del malagueño ríoGuadalhorce, a los varones o hembras que andaba n trabajando enmitad de los campos , a golpe deresoplar la caracola se les avisabaal mediodía que el almuerzo yaestaba prepa rado en la hortelanacasa. Así en las huertas de Álora,por ejemp lo. En fin, en figuritascerámicas que se presentabancomo exvotos en prerromanos santuarios tartesios o ibero-tartesios, enlas lindes de las ahora tierras andaluzas concretamente , asoman aveces larguísimas cintillas que cuelgan de la cabeza y fluyen a lo largode las espa ldas de la figurill a debarro, y que debían colgar de uncapacete encasquetado en la cabeza, o sombrerete, por más que a losexpertos de tal detalle arqueológicoel asunto más bien les resulta untanto enigmático. Así en las ruinasde algún prerromano santuario en elfamoso desfiladero de Despeñaperros, que milenariamente ha venido siendo la puerta de entrada para,desde las llanura s de la Mancha ,pasar a las tierras del río Guadalquivir. De algún modo, las taleslarguísimas cintillas -con el correspondiente sombrerete apeado de lacabeza de la figurilla cerámica, a loque parece- remiten a su continuación residual en el milenariamente
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muy aislado ámbito interior de losmacizos montañosos malagueños.
Finalmente , que las dos celebraciones ritualmente tradicionales delos verdiales malagueños hayanvenido milenariamente vinculadas alos solsticios, tanto al de inviernocomo al del verano -y milenariamente, teniendo en cuenta las noches deestruendo verdialero que el muy cutto e ilustrado Ahmad ibn Muhamad alYamení se tuvo que chupar enMálaga y sin dormir en el siglo IX acomienzos del verano-, remite elasunto a la más bien proto-tartesiacivilizac ión ciclópea habida en elámbito malagueño hacia el año 2000antes del nacimiento de Cristo, conel colosal templo-dolmen antequerano denominado la cueva de Menga.y en el que hay una gruesa losa deunas tresc ientas setenta toneladasque implica mayor esfuerzo quecualquiera de los habidos para construir las pirámides famosas deEgipto. Y que no hay forma humanade saber cómo la tal gran losa demasiado colosal, desde la cantera de unmonte cercano, situada en lo másalto del monte pudo ser traída con unbarranco de por medio. El tal dolmen-templo, y templo en cuanto queorientada su puerta de entrada haciala salida del sol, estaba enlucido deyesería por dentro, y se supone quecon pinturas los enlucidos muros delyeso, o al menos los arqueó logoshan encontrado residuos del talasunto. Y se da por hecho que lamuy redonda colina artificial quecubre el tal dolmen-templo de muyaltos techos - a los arqueólogos mástradicionales no les gusta la idea deldolmen-templo, tampoco les gusta laidea de que en algún momento el solpenetrara por el pasadizo-boca de laentrada e iluminara el inter ior deltemplo- tenía alrededor el círculo devert icales estelas de piedra , cada
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una con su respectiva hendidura, decuyo efecto de sol y sombra se ibacalculando a meses el año solar ycon bastante exactitud. Por otra parte, el asunto parece tener relacióncon la gran ciudad- isla excavadarecientemente en la desembocaduradel malagueño río Guadalhorce-que viene de Antequera y de lostales dólmenes capitalinos precisamente- y que remite hacia el año1300 antes del nacimiento de Cristo--como mínimo- y que con sus aproximadamente cien mil habitantes-dicen- era una especie de la capital de todo el Mediterráneo occidental, al menos para tal época. O nomenos relación con la monstruosaplanta urbanística -de una ciudad devarios cientos de miles de habitantes, o al menos ésa es la hipótesishacia la que o apunta o pareceapuntar una reciente prospecc ióngeo-eléctrica del inmediato subsueloen la malagueña costa de Almayate.y cuyas implicaciones tienen unpoco asustados a los arqueólogos.En el sentido de que para la tal época sería prácticamente la oculta grancapital de todo el Mediterráneo. Locual es demasiado. O en suma, todoesto es lo que parece haber al trasfondo de los malagueños verdialescomo muy arcaica reliquia de losremotos tiempos. Y al asunto yo letengo dedicado un libro tituladoHistoria y musicología de los verdiales del que este artículo viene a seruna especie de resumen. Con todoesto pues resulta bastante lógicoque hace un par de años , en elFestival Folklórico Inter-nacional deSayona , en Francia, los verdialesmalagueños fueran presentadoscomo el plato fuerte del folkloreeuropeo : el probab lemente másarcaico folklore existente en Europa,y curio samente vivo, demasiadovivo.