UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL
LISANDRO ALVARADO
INGESTA DE ENERGIA, NUTRIENTES Y ADECUACION DE LA
ALIMENTACION EN LA ADOLESCENTE EMBARAZADA QUE
ASISTE A LA CONSULTA PRE-NATAL DEL SERVICIO DE
GINECOLOGIA Y OBSTETRICIA DEL HOSPITAL
CENTRAL ANTONIO MARIA PINEDA
BARQUISIMETO, ESTADO-LARA.
CARMEN LUISA HERREA U.
Barquisimeto, 2010
2
UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL LISANDRO ALVARADO
DECANATO DE CIENCIAS DE LA SALUD
MAESTRIA DE SALUD PÚBLICA
MATERNO INFANTIL
INGESTA DE ENERGIA, NUTRIENTES Y ADECUACION DE LA
ALIMENTACION EN LA ADOLESCENTE EMBARAZADA QUE
ASISTE A LA CONSULTA PRE-NATAL DEL SERVICIO DE
GINECOLOGIA Y OBSTETRICIA DEL HOSPITAL
CENTRAL ANTONIO MARIA PINEDA
BARQUISIMETO, ESTADO-LARA.
Trabajo presentado para optar al grado de
Magíster Scientiarum en Salud Pública Materno Infantil.
Por: CARMEN LUISA HERREA UTRERA
Barquisimeto, 2010
3
APROBACIÓN DEL TUTOR
En mi carácter de Tutor del Trabajo t i tulado: Ingesta de energía,
nutr ientes y adecuación de la al imentación en la adolescente
embarazada que as is te a la consul ta pre -natal del Servicio de
Ginecología y Obstetr icia del Hospi tal Central Antonio María
Pineda, Barquis imeto Estado -Lara, presentado por la ciudadana:
Carmen Luisa Herrea Ut rera, para optar al Grado de Magíster en
Salud Públ ica Materno Infant i l , considero que dicho t rabajo reúne
los requis i tos y méri tos suficientes para ser sometido a la
presentación públ ica y evaluación por parte del jurado
examinador que se designe.
En Barquis imeto, a los 3 días del mes de Febrero del 2010.
____________________________
Dra. Mariela Monti lva de M.
Tutor
4
INGESTA DE ENERGIA, NUTRIENTES Y ADECUACION DE LA
ALIMENTACION EN LA ADOLESCENTE EMBARAZADA QUE
ASISTE A LA CONSULTA PRE-NATAL DEL SERVICIO DE
GINECOLOGIA Y OBSTETRICIA DEL HOSPITAL
CENTRAL ANTONIO MARIA PINEDA
BARQUISIMETO, ESTADO-LARA.
Por: CARMEN LUISA HERREA UTRERA
Trabajo de grado aprobado
_______________________ ____________________
Dra. Mariela Montilva de M. Dra. Marysol Fernández
Tutor Jurado
__________________
Dr. Jesús Rojas
Jurado
Barquisimeto, 12 de Marzo de 2010
5
DEDICATORIA
A DIOS Todopoderoso, por ser mi norte,
guía y fortaleza y por la Luz, Paz y Amor
de su divina presencia en mi vida.
A mis hijos Luis Enrique y Luisa Daemicir
fuente y razón de ser de mi vida, llenan mi
existencia, los amo.
6
AGRADECIMIENTOS
A DIOS, por ser maestro, guía constante en mi vida y por darme la fuerza
necesaria para lograr esta meta en su honor.
A mis padres por darme el ser, a Alida y a todos los que hicieron posible mí
llegada hasta aquí.
A la Doctora Mariela Montilva de Mendoza, mi tutora, por su comprensión,
paciencia, gentil disposición, excelente calidad y calidez humana, alto grado de
exigencia y espíritu de perfección siempre dispuesta a orientarme con sus
conocimientos y amplia experiencia. Dios le bendiga.
A las adolescentes embarazadas, motivación constante para lograr ésta meta, y por
quienes siento gran preocupación.
A mis compañeras en este camino: Dulmar, Mercedes, Migdalis y Milesky por su
estímulo permanente.
Al Decanato de Ciencias de la Salud, por brindarme la oportunidad de ésta maravillosa
formación integral.
A mis Docentes de la Maestría, por transmitirme su valioso caudal de conocimiento,
muy especialmente los Drs.: Marisol, Jesús, Leonardo, Rafael, Tatiana y Mariela, por
su respeto.
A Damelis Daza y Marialida Mujica, por su valiosa ayuda metodológica.
A Eunice por su eficiente apoyo técnico.
A mis Colegas, quienes dedicaron parte de su valioso tiempo para cubrir mis
ausencias.
A cada uno de mis compañeros de trabajo, por su apoyo incondicional.
A la Abuela Mery y la familia Méndez Parra, por llenar con amor, ternura y
alegría mi vida, en los momentos más difíciles y esperarme siempre. Gracias por
su apoyo.
A Ana Tulia y la familia Quintero, Molina, Ruíz, gracias por u apoyo
incondicional.
A Lourdes, por dejar huellas dignas de seguir e imitar en mi vida profesional.
A Victorina, Ángeles, Francisca y Carolina, por el apoyo y servir de guías espirituales
para mi y mi familia.
A Sahina y la Infancia Misionera, por su presencia y su espera.
A las Familias Salcedo-Garrido, Linarez-Torres y Pacheco por su apoyo
incondicional.
A Juana Torres por su amor y calor humano, siempre que lo necesité, estuviste
allí.
A Mariem, por tu paciencia y apoyo.
A todos aquellos que hicieron posible la culminación de esta meta.
A todos que Dios se los recompense.
Amen.
7
ÍNDICE
PAG
DEDICATORIA V
AGRADECIMIENTO vi
INDICE DE CUADROS ix
INDICE DE GRAFICOS x
RESUMEN xi
ABSTRACT xii
INTRODUCCIÓN 1
CAPÍTULO 2
I EL PROBLEMA 2
Planteamiento del Problema 2
Objetivos 5
Generales 5
Específicos 5
Justificación e Importancia 6
II MARCO TEORICO 8
Antecedentes 8
Bases Teóricas 11
Bases Legales 19
III MARCO METODOLOGICO 21
Tipo de Investigación 21
Población y Muestra 21
Procedimiento 22
Técnica e instrumento de recolección de datos 24
Técnica de procesamiento y análisis de datos 25
IV RESULTADOS 26
V DISCUSION 46
VI CONCLUSIONES 52
VII RECOMENDACIONES 53
8
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 54
ANEXOS 57
A. Currículum Vitae del Autor 58
B. Carta de Consentimiento Informado 59
C. Gráfica de Índice de Masa Corporal/Edad 60
D. Gráfica de Índice de Masa Corporal/Edad Gestacional 61
E. Ficha de Recolección de Información 62
F. Alimentación de la Embarazada (Tríptico) 64
9
ÍNDICE DE CUADROS
Cuadro . Página
1 Adolescentes Embarazadas Según Etapas de Adolescencia. 26
2 Adolescentes Embarazadas Según Procedencia de
Municipios del Estado Lara y Otros Estados.
27
3 Adolescentes Embarazadas Según Características
Sociodemográficas
28
4 Adolescentes Embarazadas Según La Paridad y Etapa de la
Adolescencia.
29
5 Adolescentes Embarazadas Según Edad de Menarquia,
Gestacional y Talla.
30
6 Adolescentes Embarazadas Según Índice de Masa Corporal
Preconcepcional.
31
7 Adolescentes Embarazadas mayores o igual a 18 años Según
Índice de Masa Corporal Gestacional.
32
8 Adolescentes Embarazadas Según Ingesta y Frecuencia de
Consumo
39
9 Adolescentes Embarazadas Según Etapa de la Adolescencia
y Frecuencia de Consumo de Comida Rápida.
40
10 Adolescentes Embarazadas Según Etapa de la Adolescencia
y Frecuencia de Consumo de Bebidas Gaseosas.
41
11 Adolescentes Embarazadas Según Etapa de la Adolescencia
y Frecuencia de Consumo de Golosinas.
42
12 Adolescentes Embarazadas Según Aporte Porcentual de
Macronutrientes a la Ingesta Calórica por Etapa de la
Adolescencia
45
10
ÍNDICE DE GRÁFICOS
Gráfico Página
1 Adolescentes Embarazadas Según Frecuencia de Consumo
Por Grupos de Alimentos.
33
2 Adolescentes Embarazadas Según Frecuencia de Consumo
por grupo de alimentos.
34
3 Adolescente Embarazada Según Frecuencia de Consumo
Diaria por Grupos de Alimentos.
36
4 Adolescentes Embarazadas Según Frecuencia de Consumo
Diaria.por Grupo de Alimentos y Etapa de la adolescencia
37
5 Adolescentes Embarazadas Etapa de la adolescencia e Índice
de Adecuación de Energía y Nutrientes de la Ingesta.
43
11
UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL LISANDRO ALVARADO
DECANATO DE CIENCIAS DE LA SALUD
MAESTRIA EN SALUD PÚBLICA
MATERNO INFANTIL
INGESTA DE ENERGIA, NUTRIENTES Y ADECUACION DE LA
ALIMENTACION EN LA ADOLESCENTE EMBARAZADA QUE ASISTEN
A LA CONSULTA PRE-NATAL DEL SERVICIO DE GINECOLOGIA Y
OBSTETRICIA DEL HOSPITAL CENTRAL UNIVERSITARIO
ANTONIO MARIA PINEDA BARQUISIMETO, ESTADO-LARA.
AUTORA: CARMEN LUISA HERREA
TUTOR: Dra. MARIELA MONTILVA DE M.
RESUMEN
Con el fin de identificar la ingesta de energía y nutrientes y la frecuencia de consumo
de alimentos en la adolescente embarazada que asiste a la consulta pre-natal de Alto
Riesgo Obstétrico del Hospital Central Antonio María Pineda de Barquisimeto se
realizó una investigación de campo, descriptiva, transversal. La muestra fue no
probabilística, intencional constituida por 84 adolescentes embarazadas que asistieron a
la consulta en el lapso de Octubre-Diciembre y cumplieron con los criterios de
inclusión: ausencia de patologías asociadas y firma de un consentimiento informado. Se
diagnosticó el estado nutricional pre-gestacional según Índice de Masa Corporal (IMC)
y en las de 18-19 años en el 2do y 3er trimestre de embarazo según IMC/edad
gestacional; se determinó la frecuencia de consumo por grupo de alimentos, la ingesta
de energía y nutrientes por recordatorio de 24 horas para obtener la adecuación
nutricional. Los datos obtenidos fueron analizados en porcentajes, y pruebas
estadísticas Chi2, t de Student, con una p < 0,05. Se observó que los alimentos
consumidos con mayor frecuencia fueron: cereales y azúcares (100% ambos), grasas
(96,43%), frutas (82,54%) y lácteos (78,87%); los menos consumidos: vegetales
(27,4%), huevos, (19,05%), raíces y tubérculos (15,48%); con alto consumo diario de
golosinas (61,90%) y bebidas gaseosas (72,62%). La alimentación fue adecuada en la
distribución porcentual de nutrientes; en la adecuación de calorías (88,76% de
adecuación), con alto consumo de fósforo, vitaminas A y C; se apreció déficit en la
adecuación de proteínas (81,61% de adecuación), hierro (65,36%), calcio (53,91%) y
ácido fólico (44,63%). Según el IMC pregestacional el 15,15% de las adolescentes
presentó déficit y 7,58% exceso de peso. En conclusión, la alimentación de las
adolescentes embarazadas estudiadas es deficitaria en varios nutrientes y grupos de
alimentos, un porcentaje importante de ellas presentan malnutrición con incremento de
riesgos de morbimortalidad de la madre y el niño.
Palabras Clave: Adolescente, nutrición, consumo, requerimiento, adecuación.
12
MIDWEST UNIVERSITY LISANDRO ALVARADO
DEAN OF HEALTH SCIENCES
MASTERS IN PUBLIC HEALTH MATERNAL AND CHILD
INTAKE OF ENERGY, NUTRIENTS AND ADEQUACY OF FOOD TO THE
PREGNANT ADOLESCENT ATTENDING THE PRE-NATAL CONSULTATION
SERVICE OBSTETRICS AND GYNECOLOGY AT CENTRAL HOSPITAL
ANTONIO MARIA PINEDA BARQUISIMETO, STATE-LARA.
AUTHOR: CARMEN LUISA HERREA
TUTOR: Dr. MARIELA MONTILVA OF M.
SUMMARY
To identify the energy and nutrient intake and frequency of food consumption in
pregnant adolescents attending prenatal consultation of High Obstetric Risk
Hospital Central Antonio Maria Pineda Barquisimeto was conducted field
research descriptive, transversal. The sample was not random, intentional formed
by 84 pregnant teenagers who attended the consultation in the period of October-
December and met the inclusion criteria: absence of associated diseases and
signing an informed consent. Nutritional status was diagnosed as pre-gestational
body mass index (BMI) and those of 18-19 years on 2nd and 3rd trimester of
pregnancy according to BMI / gestational age was determined by the frequency of
food group consumption, the energy and nutrient intake by 24 hour recall for
nutritional adequacy. The data obtained were analyzed as percentages, and
statistical tests Chi2, Student t, with p <0.05. It was noted that the foods consumed
most frequently were: cereals and sugars (100% each), fat (96.43%), fruits
(82.54%) and milk (78.87%) less consumed: vegetables (27.4%), eggs (19,05%),
roots and tubers (15.48%), with high daily consumption of sweets (61.90%) and
soft drinks (72.62%). The food was adequate in the percentage distribution of
nutrient adequacy in calories (88.76% adequacy), with high consumption of
phosphorus, vitamins A and C. It was observed deficit in the adequacy of protein
(81.61% of adequacy), iron (65.36%), calcium (53.91%) and folic acid (44.63%).
According to pre-pregnancy BMI 15.15% of girls were below 7.58% and
overweight. In conclusion, the feeding of pregnant adolescents studied is deficient
in several nutrients and food groups, a significant percentage of them are
malnourished with increased risks of morbidity and mortality of mother and child.
Keywords: Adolescents, nutrition, consumption, demand, adequacy.
13
INTRODUCCIÓN
Los adolescentes están en fases de maduración física, cognitiva y psicosocial, viven
en busca de una identidad, tratan de lograr aceptación e independencia que los lleva a
adquirir patrones alternativos de consumo de alimentos, caracterizados por comidas
irregulares, refrigerios e ingesta de alimentos fuera del hogar; como lo refiere Krausse
(2001) la encuestas de consumo han demostrado que los adolescentes tienden a ingerir
menor cantidad de vitaminas, minerales y fibra de lo recomendable.
El embarazo en la adolescente constituye uno de los momentos de mayor
vulnerabilidad médica y nutricional, con una actividad anabólica que exige un aumento
en el aporte de nutrientes; la malnutrición antes y durante la gestación en la adolescente
es un factor de riesgo importante tanto para la madre como para el feto, constituyendo
un problema de salud pública y un desafío para el equipo de salud., entre otras , la
presencia de gestosis, hidramnios, deficiencias nutricionales crónicas, hipertensión
arterial, obesidad, resistencia a la insulina, diabetes, enfermedades cardiovasculares,
recién nacido pretérmino, con bajo peso, retardo global del desarrollo, incremento de la
contribución a la morbimortalidad materna, fetal, neonatal e infantil. Mataix (2006)
Una dieta equilibrada y suficiente produce un aumento de peso adecuado durante el
embarazo y suministra los nutrientes necesarios para el mismo. (Krause Ob. cit.). La
determinación de la ingesta de energía y nutrientes de la adolescente embarazada,
permite tener una visión de lo que sucede en materia alimentaria en este grupo
poblacional y cuales serían los nutrientes que ingieren en forma inadecuada, determinar
los condicionantes y consecuencias, lo que sirve de base para una intervención
nutricional oportuna y adecuada a fin de implementar medidas que adecuen el patrón de
consumo para así corregir los nutrientes que se encuentran en déficit en su alimentación
y mejorar su condición nutricional a corto, mediano y largo plazo.
En base a todo lo mencionado y a la escasa información que a nivel nacional,
regional y local existe, se consideró analizar la ingesta, frecuencia de consumo y
adecuación de energía y nutrientes de la alimentación en las adolescentes embarazadas
que asisten a la consulta prenatal del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital
Central Universitario Antonio María Pineda.
14
CAPITULO I
EL PROBLEMA
Planteamiento del problema
La adolescencia, según la Organización Mundial de la Salud citado por
Ministerio de Salud y Desarrollo Social MSDS (2003) comprende el grupo
poblacional desde los 10 hasta los 19 años y la subdivide en tres etapas: la
primera, abarca desde 10 hasta 13 años y la define como temprana, la etapa media
desde 14 a 16 años y una tercera que define como tardía, desde los 17 hasta los 19
años. Constituye un período de transición, crecimiento, maduración, desarrollo
psicológico, biológico y social que le permite entre otras cosas sedimentar los
hábitos y costumbres en especial los alimentarios, asumiendo a veces, conductas
que les ponen en situación de riesgo.
Una de las consecuencias de las situaciones de riesgo que enfrenta la
adolescente es el embarazo como producto de la influencia de una serie de
determinantes. Para Mendoza (2001) es una condición en la que se conjugan dos
estados fisiológicos en la vida de una mujer, como son la adolescencia y el
embarazo, que implican la máxima expresión de demanda de energía y nutrientes,
para afrontar los grandes y rápidos cambios por el crecimiento y el desarrollo
materno, uterino y fetal.
Mataix (2006) refiere que en el comportamiento de la adolescente embarazada
se acentúan conductas propias de la edad como frecuente ingesta de alimentación
fuera del hogar con alto contenido de grasas, carbohidratos refinados, bebidas
carbonatadas y cantidad considerable de aditivos en la comida rápida los cuales se
consideran hábitos alimentarios inadecuados que aunado a los elevados
requerimientos nutricionales, las conduce a una inadecuada ingesta energética y
de nutrientes.
Ortega (2001) coincide con otros autores en que el feto para desarrollarse se
nutre de la madre y la alimentación inadecuada de ésta, antes y durante el
embarazo es causa frecuente de complicaciones y enfermedades que pudieran
15
manifestarse por parto pretérmino, malformaciones congénitas, enfermedades del
recién nacido, mortalidad materna, fetal o neonatal. De igual forma repercute el
estado nutricional preconcepcional y la edad de la madre en su bienestar durante
el embarazo, razón por la cual entre los criterios epidemiológicos para identificar
el alto riesgo obstétrico se incluyen edad materna menor de 20 años, talla menor
de 150 cm, peso materno menor de 45Kg o sobrepeso que podrían condicionar la
aparición de anemias, hipertensión, diabetes, obesidad o desnutrición.
El interés en este tema se ha incrementado en los últimos tiempos,
desarrollándose investigaciones relacionadas con la adolescente embarazada y el
estado nutricional tanto de la madre como del producto de la gestación. En el
mundo según el MSDS (Ob. cit.) 10 a 12% de los nacimientos vivos anuales son
productos de embarazos menores de 20 años y de acuerdo al Fondo de Población
de las Naciones Unidas (FNUAP) (2005) en el mundo aproximadamente 85% de
la población entre 10 y 19 años tiene alto riesgo nutricional en países en
desarrollo.
En el continente Europeo, en Rusia, para el año 2001, 40% de las madres que
culminaron el embarazo eran adolescentes, mientras que el continente americano,
en Estados Unidos, del total de embarazadas adolescentes 40% corresponde a
menores de 18 años. Munsterman (2004)
En América del Sur, Ferreira (2002) en Uruguay cita que 19% de los niños
nacidos por año en el Sistema de Salud Pública son hijos de madres adolescentes,
en Argentina 15% de los nacimientos proviene de madres menores de 20 años.
Mientras que en Brasil, para 1998, 3% de los partos atendidos por el Servicio de
Salud Pública Nacional en adolescentes, correspondió a menores de 14 años.
Tomando como base información emanada del MSDS la situación planteada
se magnifica en Venezuela porque este país se ubica en el cuarto lugar en
Latinoamérica, y el primer lugar en América del Sur en cuanto a embarazos en
adolescentes, siendo superada por Guatemala, Honduras y Nicaragua. Para el año
2002; 22 de cada mil embarazos correspondió a mujeres entre los 15 y 19 años, y
21.10% de los nacidos vivos registrados (NVR) correspondió a mujeres menores
de 19 años, de estos 1% en el grupo de 10 a 14 años; los estados que mas
16
contribuyeron con nacimientos dentro de este grupo poblacional, fueron Zulia
13,4% Carabobo 8,5%, Bolívar y Lara 7,4% de los NVR.
El estado Lara en el año 2006, según población proyectada por el Instituto
Nacional de Estadística (INE) contaba con una población de adolescentes femenina
entre 10 y 19 años de 172.523 y se registraron en el Sistema de Vigilancia
Epidemiológica del Estado Lara, (SISVEL) 32% embarazadas menores de 19 años.
En el Hospital Central Universitario Antonio María Pineda en el mismo año, se
atendió 12% del total de partos atendidos a adolescentes en el estado Lara, también se
observó un incremento en la tasa de mortalidad materna en este grupo de edades de
30,4 en el 2005 a 31,9 por 100.000 NVR en el 2006. En cuanto a la mortalidad
general por causas, las obstétricas, ocuparon el séptimo lugar, con la contribución
importante de la adolescente a la mortalidad materna global.
De igual forma aumentó la mortalidad neonatal de 12,2 en 2005 a 13,1 por
1000 NVR en el 2006, ocupando las afecciones del período perinatal y anomalías
congénitas el primero y segundo lugar respectivamente. De acuerdo a lo expuesto
por Arias (2005) en el estado Lara, las tres primeras causas de mortalidad materna
son: hipertensión arterial o eclampsia, sepsis y hemorragias, las que están
relacionadas entre otros factores con el estado nutricional de la madre como
consecuencia de la inadecuada ingesta de energía y nutrientes en su alimentación.
Como lo plantea el MSDS (Ob. cit.) la ingesta inadecuada de energía y
nutrientes es un factor de riesgo importante para las complicaciones del embarazo,
parto y puerperio, para el binomio madre-hijo, pudiendo llegar hasta comprometer
la vida de ambos, por lo que la malnutrición, como principal manifestación de
dicha ingesta en la adolescente embarazada antes y durante la gestación es un
problema de salud pública, condicionado por factores biológicos, psicológicos,
sociales y ambientales.
De allí la importancia de realizar un diagnóstico nutricional adecuado y
conocer la ingesta durante el embarazo en este grupo poblacional de alto riesgo
nutricional. Por estos motivos se planteó analizar la ingesta y adecuación de
energía y nutrientes así como la frecuencia de consumo y los hábitos de
alimentación de las adolescentes embarazadas que asisten a la consulta prenatal
17
del Hospital Universitario Antonio María Pineda de Barquisimeto por constituir el
centro de referencia del Estado Lara y la región.
Con el propósito de conocer si las adolescentes embarazadas tienen una
ingesta alimentaria adecuada, se plantean las siguientes interrogantes: ¿Se
encuentran las embarazadas adolescentes en condición nutricional eutrófica o
normal durante el primer trimestre de gestación? ¿Tienen las adolescentes
embarazadas de 18 a 19 años un estado nutricional en peso y talla acorde a su
edad?, ¿Ingieren las adolescentes embarazadas una alimentación balanceada?, ¿Es
la proporción de energía y nutrientes ingeridos, adecuados a los requerimientos
establecidos por el Instituto Nacional de Nutrición para este grupo poblacional?,
¿Cuáles son los hábitos alimentarios de los grupos de adolescentes a estudiar?,
para dar respuestas a esta interrogantes se plantean los objetivos que a
continuación se describen.
Objetivos
Objetivo General
Analizar la ingesta de energía, nutrientes, adecuación de la alimentación y
frecuencia de consumo de alimentos de las adolescentes embarazadas que asisten
a la consulta pre-natal del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital
Central Universitario Antonio María Pineda de Barquisimeto, Estado Lara, en el lapso
Octubre-Diciembre de 2008.
Objetivos Específicos
Determinar el estado nutricional según indicadores antropométricos de las
adolescentes embarazadas al inicio del embarazo.
Diagnosticar el estado nutricional, según indicadores antropométricos, de las
adolescentes embarazadas con edad mayor o igual a 18 años durante el segundo y
tercer trimestre de embarazo que asistan a la consulta prenatal, del Servicio de
Ginecología y Obstetricia del Hospital Central Universitario Antonio María
Pineda Barquisimeto-Estado Lara.
Determinar la frecuencia de consumo, según grupos de alimentos, de las
adolescentes embarazadas que asistan a la consulta prenatal, del Servicio de
18
Ginecología y Obstetricia del Hospital Central Universitario Antonio María
Pineda, Barquisimeto-Estado Lara.
Determinar la ingesta y distribución de energía según cantidad de alimentos
consumidos por las adolescentes embarazadas que asistan a la consulta prenatal,
del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Central Universitario
Antonio María Pineda, Barquisimeto-Estado Lara.
Determinar la ingesta de macro y micronutrientes según cantidad de alimentos
consumidos por las adolescentes embarazadas que asistan a la consulta prenatal,
del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Central Universitario
Antonio María Pineda, Barquisimeto-Estado Lara.
Comparar la ingesta de energía y nutrientes de la embarazada con lo
recomendado por el Instituto Nacional de Nutrición según adecuación nutricional.
Justificación e importancia.
Entre los grandes retos que deben afrontar los países en vías de desarrollo se
encuentran la malnutrición en la población infantojuvenil y el embarazo en
adolescentes, por lo que la atención nutricional en la adolescente embarazada es
un tema fundamental para la salud pública, tomando en cuenta que de acuerdo a
estudios en otros países y regiones, la mayoría, ingiere con frecuencia y
abundancia una alimentación fuera del hogar, a base de comida rápida, con un alto
contenido de grasas saturadas, azúcares refinados, bebidas carbonatadas y aditivos
químicos, que ingerida con frecuencia, podrían llevar a la aparición de
enfermedades por malnutrición como: hipertensión, anemias, dislipidemias,
diabetes, entre otras, así como complicaciones del embarazo que afectan al niño y
a la madre: Preeclapsia - eclampsia, disminución de la velocidad de crecimiento y
desarrollo de la adolescente y del feto, recién nacido pretérmino, bajo peso al
nacer, retardo global del desarrollo, entre otros. Mataix (2006)
Por lo antes expuesto juega un papel importante, las acciones preventivas para
mejorar el estado nutricional de este grupo poblacional a corto, mediano y largo
plazo; dentro de éstas, el estudiar la ingesta de energía, nutrientes y frecuencia de
consumo, así como, la adecuación de la alimentación en relación a los
requerimientos establecidos por el Instituto Nacional de Nutrición en las
19
adolescentes embarazadas que asisten a la consulta prenatal del Hospital Central
Universitario Antonio María Pineda, Barquisimeto-Estado Lara, es necesario para
detectar los hábitos alimentarios inadecuados y los nutrientes en déficit o exceso
que ingieren; además los resultados servirán para fortalecer los programas
nutricionales orientados a atender a este grupo poblacional, todo lo cual justifica
el desarrollo de la presente investigación.
20
CAPÍTULO II
MARCO TEORICO
Antecedentes
En los últimos 20 años el interés por las adolescentes embarazadas ha
aumentado desarrollándose numerosas investigaciones relacionadas con ingesta
de energía, nutrientes y adecuación de su alimentación con énfasis en la
importancia para el binomio madre-hijo que se refleja en la velocidad de
crecimiento, desarrollo del niño y la salud de ambos, debido a la alta demanda
nutricional que experimenta la madre durante la gestación. A continuación se
presentan algunas de estas investigaciones que servirán de base para el análisis de
la presente investigación.
Dos Santos y Cols. (2003) evaluaron la relación entre la ingesta de calcio y el
Índice de Masa Corporal (IMC) en adolescentes embarazadas, en el Centro de
Atención y Apoyo del Adolescente de Sao Paulo, Brasil, para ello se registró:
peso, talla, 3 días de alimentación y una encuesta de frecuencia de consumo de
alimentos a 121 adolescentes, con una edad promedio de 12 y 17 años. En
conclusión, aproximadamente 98% de las adolescentes presentaron una ingesta
media de calcio inferior a los valores propuestos, y una relación negativa
significativa entre la ingesta de éste mineral con el peso corporal y el IMC en las
adolescentes estudiadas.
Irles y Cols. (2003) describieron la adecuación nutricional de la dieta en
gestantes de 18 años, en el primer trimestre, en el Servicio de Obstetricia y
Ginecología del Hospital Universitario de Valme, España, a 49 gestantes se les
valoró la ingesta diaria por recordatorio de 24 horas y por encuesta de consumo
semanal, comparando éstas con la ingesta diaria recomendada. Concluyeron que
la dieta habitual de las gestantes del área estudiada es deficitaria en hierro, calcio,
ácido fólico y fibra dietética, adecuada en calorías, aunque excesiva en proteína y
grasas.
21
En el ámbito nacional, Peña y Cols.(2000) en Valencia: realizaron un estudio
sobre la evaluación dietética en adolescentes embarazadas durante el primer,
segundo y tercer trimestre; evaluaron el consumo de energía y nutrientes por
trimestre, en 75 adolescentes embarazadas entre 14 y 18 años, con 12 semanas
de edad gestacional al ingreso, de bajos recursos y aparentemente sanas, asistentes
a la consulta de una Maternidad de Valencia, Estado Carabobo, basados en dos
recordatorios de 24 horas y el patrón de frecuencia de consumo de alimentos. El
estado nutricional lo determinaron según el IMC, dando como resultado que la
adolescente embarazada está en un alto riesgo nutricional, 34,6% de las
adolescentes iniciaron el embarazo con peso bajo y solo 5,3% con exceso, la
mayoría, no alcanzó la recomendación de energía, ácido fólico, calcio y zinc para
la población venezolana.
Barón, y Cols. (2001) con el objeto de evaluar el estado de la vitamina A, en
adolescentes embarazadas estudiaron 75 adolescentes embarazadas de 15 a 17
años, en el primer trimestre de embarazo, que acudieron a control prenatal, en la
Maternidad del Sur Dr. Armando Arcay, Valencia, Estado Carabobo. El retinol
sérico lo determinaron en cada trimestre de embarazo. El consumo dietético de
vitamina A en cada trimestre de la gestación, se evalúo mediante dos recordatorios
de 24 horas. Como resultado, el promedio de retinol sérico disminuyó a medida
que avanzó el embarazo, en el tercer trimestre 30,3% de las embarazadas mostró
niveles marginales, el consumo dietético de vitamina A mostró un aumento
estadísticamente significativo a medida que avanzó la gestación, aún así, el riesgo
de deficiencia se incrementó al final de la gestación.
Suárez y Cols. (2003) para estudiar el efecto de las deficiencias de hierro,
ácido fólico y vitamina B12 en la aparición de anemias en 100 adolescentes en
edades entre 12 y 19 años, en el Instituto Venezolano de Investigaciones
Científicas, realizaron un interrogatorio de antecedentes personales, hábitos,
examen físico y recordatorio de 24 horas, tomando muestra de sangre para
determinar hemoglobina y hematocrito, concentración de ferritina, ácido fólico y
vitamina B12, encontrando alta prevalencia de anemia y deficiencia de hierro,
ácido fólico y vitamina B12 que se podrían explicar por consumo insuficiente e
inadecuados hábitos nutricionales.
22
Rached y Cols. (2003) estudiaron la adecuación de nutrientes en gestantes y su
relación con el recién nacido en 124 adolescentes y sus neonatos. Se realizó la
evaluación dietética, el cálculo de la adecuación de la ingesta de calorías y
nutrientes en la dieta ingerida, con los resultados de un alto porcentaje de
gestantes en rango de exceso de adecuación para las vitaminas A y C. También se
encuentra un alto porcentaje de adolescentes embarazadas con adecuación
nutricional en rango de déficit con las calorías, proteínas, carbohidratos, acido
fólico, hierro y calcio.
La autora antes mencionada en el (2005) realizó otra investigación de
evaluación y situación nutricional de la embarazada, que incluyó 881 embarazadas
adolescentes atendidas en el Centro de Atención Nutricional Infantil de Antímano,
Caracas (CANIA), evaluó su estado nutricional con el IMC, en un período de 6
años, desde 1999 hasta el 2004 observando en 19,4% malnutrición por déficit,
11,7% por exceso, mientras que predominaron las gestantes eutróficas (68,9%).
Dos Santos y Cols. (2003) en su investigación corrobora que hay una baja
ingesta de nutrientes en la alimentación de adolescentes específicamente de calcio,
en tanto que en las investigaciones realizadas por Peña y Cols; Barón y Cols.
concluyeron que la población adolescente embarazada representa un grupo de alto
riesgo nutricional debido a un déficit en la ingesta de alimentos que repercute
tanto en la antropometría del recién nacido como en el IMC. Suárez y Cols.
(2003) ratifican que hay déficit nutricional por baja ingesta en la adolescente
embarazada que se manifestó por un déficit de ácido fólico, hierro y vitamina B12.
Mientras que Rached (2003) determina que la adecuación de la ingesta de energía
y nutrientes en adolescentes embarazadas es deficiente y en el (2005) observó que
la mayoría de las embarazadas estudiadas tenían una condición nutricional
eutrófica o normal, seguidas por las de malnutrición por déficit luego por exceso.
Con lo que se reafirma la importancia y repercusión que tiene la alimentación
balanceada, la ingesta de energía y nutrientes en cantidad suficiente y adecuada a
este grupo poblacional de gran vulnerabilidad y alto riesgo nutricional, de lo cual
se fundamenta la importancia de determinar las características de la alimentación,
cantidad y calidad tanto de energía como de nutrientes ingeridos por las
adolescentes embarazadas de la región y su adecuación al relacionar la ingesta con
23
los requerimientos establecidos por el Instituto Nacional de Nutrición en
Venezuela, aplicables a las que asisten a la consulta Prenatal del Hospital
Universitario Antonio María Pineda, lo que se logrará conocer con el desarrollo
de esta investigación, basando el análisis de variables afines con las
investigaciones presentadas como antecedentes.
Bases Teóricas
A continuación se presentan las bases teóricas relacionadas con la Ingesta de
energía, nutrientes y la adecuación de la alimentación en las adolescentes
embarazadas, basados en la definición y clasificación de la adolescencia; el
embarazo, como un problema de éste grupo poblacional, la valoración nutricional,
las necesidades nutricionales de la adolescente embarazada y los métodos para
evaluar la ingesta.
1- La adolescencia
Como lo describe Rísquez, CANIA (2007) la adolescencia corresponde al
período de transición entre la niñez y la adultez, abarca todos los fenómenos
biológicos característicos de la pubertad incluyendo la adquisición de la capacidad
reproductiva y los eventos psicológicos, sociales y culturales necesarios para que
el adolescente sea independiente y autosuficiente. El ser humano particularmente
el adolescente está estrechamente ligado a factores que inciden en su maduración
y determinan su actitud ante los alimentos, determinando los hábitos alimentarios
que se relacionan con satisfacción de necesidades y apetencias, mediante
mecanismos de aceptación y rechazo, que lo conducen a omitir comidas, ingerir
golosinas, gaseosas, alcohol y comidas rápidas abundantes y frecuentes con la
consecuente ingesta inadecuada de energía y nutrientes, que lo podrían colocar en
situación de riesgo nutricional. Dulanto (2000)
En esta etapa del ciclo vital están dispuestos a hacer cualquier cosa que los
haga verse mejor o que mejore su imagen corporal, reafirme su liderazgo, poder y
dominio sobre los que le rodean, llegando a asumir ciertas conductas con
repercusión en su bienestar nutricional y calidad de vida, entre las consecuencias
de estas conductas puede ocurrir el embarazo.
24
2- El embarazo en la adolescente
Según Dulanto (Ob. cit.) el embarazo en adolescente es aquel que ocurre en la
mujer joven menor de 19 años, se presenta como evento no programado, lo que
determina una actitud de rechazo y escondite de su condición, también puede
representar el objetivo principal en su vida; la mayoría no estudian ni trabajan,
provienen de familias desintegradas, son solteras y abandonadas por sus
compañeros, sin apoyo de sus padres biológicos, sin independencia ni seguridad
financiera adecuada para satisfacer las necesidades propias y de su hijo,
conformando un circulo vicioso de pobreza, salud, enfermedad, que se refleja en
un estado nutricional con deficiencias.
Constituye un problema tanto para la joven como para su entorno, tomando en
cuenta los factores condicionantes: socioeconómicos, culturales, psicobiológicos;
el embarazo es mas complicado cuanto mas cerca de la menarquia se encuentra, si
ocurre antes de cumplir los 3 años post-menarquia, es un embarazo de alto riesgo
médico y psicosocial, por lo que pasa a constituir un estrés adicional sobre el
estado nutricional de la joven que aún está creciendo, poniendo en riesgo el
desarrollo del feto y el suyo propio lo que se asocia a complicaciones durante la
gestación, parto y puerperio, por ello la adolescente gestante debe tratar de
alcanzar y mantener un estado nutricional adecuado, lo que se logra con una
ingesta de energía y nutrientes acordes a su doble condición de adolescente y de
embarazada.
3- Nutrición en la adolescente embarazada
Según Mataix (2006) una alimentación adecuada en la adolescencia permitirá
un desarrollo somático adecuado en diversos aspectos y en el género femenino
permitirá posteriormente un buen desarrollo del feto, así como un parto en
condiciones óptimas garantizando un buen estado de salud materno-fetal. Los
hábitos alimentarios que pueden conducir a malnutrición en este grupo están
influenciados por conductas inherentes a su edad, entorno social y condición de
pobreza, lo que dificulta su manejo.
La ingesta de energía y nutrientes en cantidad adecuada en el adolescente es
de vital importancia, y se incrementan en la embarazada, pues sus necesidades
nutricionales serán la suma de lo que requiere para su propio crecimiento y
25
desarrollo más la adecuada para el crecimiento fetal, una vez completado el
crecimiento que corresponde aproximadamente 4 a 5 años post menarquia o hacia
los 19 años de edad.
Entre las complicaciones que experimenta el binomio madre-hijo cuando la
madre es adolescente con déficit de energía y nutrientes se encuentran entre
muchos otros: anemia, aborto, parto pretérmino, aumento de la probabilidad de
mortalidad materna y fetal, debido a la incapacidad de cubrir las necesidades
nutricionales que se encuentran elevadas por su condición de adolescente y
gestante.
4- Necesidades nutricionales de la adolescente embarazada
Las recomendaciones dietéticas en la adolescente embarazada pretenden
cubrir sus necesidades de energía y nutrientes, para alcanzar el crecimiento y
desarrollo acorde a su edad, satisfacer las exigencias nutritivas del crecimiento
fetal, para garantizar un peso adecuado al nacer, preparar al organismo materno
para afrontar mejor el parto y promover la lactancia materna exclusiva, tomando
en consideración que como lo expone Rached, CANIA (Ob. cit.) muchas de ellas
suelen tener inadecuados hábitos alimentarios que se manifiestan por
desequilibrio en cantidad y calidad de energía y nutrientes, por lo que se han
establecido los requerimientos tomando en cuenta los criterios que se describen a
continuación.
4.1- Requerimientos de energía en la adolescente embarazada.
Las necesidades energéticas de este grupo vulnerable están bajo la influencia
de múltiples factores, entre otros: peso preconcepcional, talla, composición
corporal, estado nutricional, semanas de gestación y nivel de actividad física, el
costo energético adicional del embarazo ha sido estimado tomando en cuenta la
energía contenida en el feto, placenta y tejidos maternos por lo que se propone
una ingesta adicional que varía entre 150 y 300 Kcal. extras diarias, dependiendo
del estado nutricional a partir del segundo trimestre del embarazo. El mejor
indicador para valorar que la ingestión calórica es la adecuada, es el aumento de
peso satisfactorio según el trimestre del embarazo. Rached, CANIA (Ob. cit.)
4.2- Requerimientos de proteínas en la adolescente embarazada.
Las proteínas son esenciales ya que constituyen las bases estructurales para los
26
nuevos tejidos y células de la madre y el feto. Los requerimientos proteicos
durante el embarazo se basan en las necesidades de la adolescente no embarazada,
las cuales se utilizan como referencia, agregándose un monto extra que oscila
entre 1,2 y 1,7 gr/Kgr/día. Para un incremento total de 10 y 15 gr/día Las
proteínas deben proporcionar alrededor del 15% del requerimiento calórico total,
esto corresponde a aumentar las necesidades proteicas. Rached, CANIA (Ob. cit.)
4.3- Requerimientos de grasas en la adolescente embarazada.
No existen recomendaciones específicas en relación al consumo de grasas en
la adolescente embarazada, sin embargo, el Instituto Nacional de Nutrición (INN)
recomienda, para la población venezolana entre 20% y 30% del requerimiento
calórico total, proveniente de lípidos. Debe asegurase el consumo adecuado de
ciertos ácidos grasos, entre ellos, el araquidónico y el ácido docosahexaenoico
para la formación de membranas en todos los órganos, especialmente en el
cerebro. Para garantizar el aporte de éste ácido es necesario que incluya el
pescado en el plan de alimentación de la embarazada al menos dos veces por
semana.
4.4- Requerimientos de carbohidratos en la adolescente embarazada.
No se han establecido recomendaciones especiales en relación con la ingestión
de carbohidratos para la adolescente embarazada, deben proporcionar entre 56% y
69% del requerimiento calórico total, de acuerdo a recomendaciones del INN. Los
azúcares refinados no deben representar más del 10% del total energético.
En el caso particular de las adolescentes embarazadas y para el desarrollo de
éste estudio, se toma como requerimiento lo estipulado por el Ministerio de Salud
y Desarrollo social (MSDS) y el Instituto Nacional de Nutrición (INN) para la
población adolescente por grupos de edad y se incrementa otra porción de energía
y nutrientes por embarazo, con el resultado que se muestra a continuación: Para
las adolescentes en etapa temprana: 1950 calorías/día; 81 gr. /día de proteína; para
las de la etapa media de la adolescencia: 2160 cals/día y 83 grs./día de proteínas;
para las que se encuentran en la etapa tardía de la adolescencia: 2187 cals/día y 78
grs./día de proteínas; cabe destacar que el INN. recomienda para grasas de 20 a
30% de las calorías totales y de 56 a 69% de las calorías totales provenientes de
los carbohidratos.
27
4.5- Requerimientos de vitaminas en la adolescente embarazada.
Los requerimientos de vitaminas también se encuentran aumentados por lo
que es necesario mantener una alimentación variada para poder cubrirlos. Según
Mataix (Ob. cit.) las vitaminas que tienen mayor riesgo de deficiencia, tomando
en cuenta el estilo de vida de alto riesgo nutricional en la adolescente, son las
siguientes: vitaminas A y C, acido fólico, entre otros; necesarias para el
crecimiento y diferenciación celular y normal desarrollo del feto y sus necesidades
se cubren por transferencia desde el plasma materno. Cabe destacar que el acido
fólico es uno de los nutrientes con mayor demanda, debido a su participación en la
síntesis de ADN que propicia el desarrollo fetal, además de mantener los
depósitos maternos, por lo que es fundamental suplementarlo, ante el peligro
potencial de no ser ingerido en cantidades adecuadas.
4.6- Requerimientos de minerales en la adolescente embarazada.
Los minerales susceptibles de deficiencia en esta doble condición fisiológica
son: Calcio, hierro y fósforo. Mataix (Ob. cit.) refiere que el feto retiene alrededor
de 250 mg/día de calcio y el resto lo utiliza la madre para asegurar su crecimiento
y mantener sus depósitos, el fósforo es el que menos presenta deficiencia,
probablemente por formar parte de muchas sustancias y aditivos químicos,
consumidos con frecuencia por este grupo poblacional. También refiere que el
hierro, junto con el calcio constituyen los minerales de mayor demanda durante la
gestación, para la formación de células sanguíneas, depósito hepático y
crecimiento en general, fundamentales para los primeros meses de vida postnatal,
por lo que se debe suplementar. A continuación se presentan los requerimientos
diarios, establecidos por el MSDS y el INN, para las embarazadas: vitamina A
800 ER, 70mg para vitamina C, Acido Fólico 600 µg; 1000 mg. de calcio, 700 mg
de fósforo y 30 mg de hierro.
De lo anteriormente expuesto, se desprende que el embarazo es una condición
fisiológica que demanda una importante cantidad adicional de energía y
nutrientes, que se deben añadir a los requerimientos establecidos para su edad,
peso, talla, actividad física y estado nutricional a fin de garantizar un crecimiento
y desarrollo óptimo del binomio madre-hijo, por lo que se recomienda la
evaluación nutricional de la gestante, al inicio lo antes posible y evolucionar en
28
cada consulta, lo cual permite conocer su alimentación, detectar a tiempo
situaciones de riesgo y realizar las modificaciones necesarias.
El aporte nutricional adecuado es aquel que permite observar un aumento de
peso fetal adecuado sobre las bases del tamaño corporal, ritmo de crecimiento,
edad y actividad física de la madre; entre los riesgos que enfrenta la adolescente
embarazada está la exigencia de nutrientes en el feto que va en aumento junto a la
edad de la madre, su organismo que no está desarrollado por completo, y no ha
alcanzado un grado óptimo de mineralización así como de ciertas reservas de
nutrientes entre ellos hierro, ácido fólico, vitaminas A y B12. Mataix (Ob. cit.)
5- Valoración de estado nutricional
Según Rached, CANIA (Ob. cit.) las adolescentes embarazadas pertenecen a
un grupo vulnerable y sus patrones alimentarios no parecen modificarse durante la
gestación, por lo que en la mayoría de ellas, su alimentación es inadecuada para
alcanzar las recomendaciones de energía y nutrientes. También refiere que The
American Collage of Obstetrician and Ginecologists en conjunto con The
American Dietetic Association, han establecido entre los factores para catalogar el
riesgo nutricional en la embarazada: escaso conocimiento sobre nutrición,
insuficientes recursos financieros para una alimentación adecuada, consumo
habitual de dietas inadecuadas tales como vegetarianas o con alimentos poco
nutritivos, algún tipo de intolerancia, enfermedades crónicas con dietas
terapéuticas, adolescentes con edad ginecológica menor de tres años, peso inferior
al 85% y superior al 120% y cuando el incremento de peso no se encuentra dentro
de los rangos previamente establecidos, basados en el estado nutricional materno
y el trimestre de gestación en que se encuentre la embarazada.
La valoración nutricional de la adolescente embarazada nos orienta en la
situación nutricional materna antes y durante el embarazo, determina el grado de
riesgo tanto obstétrico como nutricional para las intervenciones tempranas.
Tomando en cuenta que el embarazo nos permite hacer observaciones en corto
período de tiempo, los parámetros antropométricos cambian rápidamente por lo
que la valoración debe ser continua e individualizada, es difícil establecer un
patrón nutricional de aplicación general, por lo que al respecto Mataix (Ob. cit.)
plantea que la evaluación nutricional a este grupo poblacional debe comprender en
29
primer lugar: determinación del estado nutricional por la combinación de
parámetros antropométricos: peso, talla, edad gestacional e IMC, en segunda
instancia, la determinación de la ingesta nutricional por medio de frecuencia de
consumo de alimentos y recordatorio de 24 horas (R24H) y por último la
evaluación bioquímica con especial atención a los nutrientes de posible alteración
y riesgo nutricional, tomando en cuenta los ajustes por condición fisiológica.
Las combinaciones de indicadores utilizados para la evaluación
antropométrica son: Talla/Edad, IMC/Edad, IMC/Edad gestacional. Sin embargo,
desde el punto de vista práctico, cuando la evaluación es realizada en el primer
trimestre de la gestación se recomienda utilizar el indicador IMC para la edad
aplicando valores de referencia de Frisancho quién categoríza el peso
preconcepcional materno según la edad de la madre o los valores del Proyecto
Venezuela en menores de 20 años. Si la evaluación inicial se realiza en
embarazadas de 18 y 19 años, durante el segundo o tercer trimestre del embarazo,
se recomienda el uso del indicador IMC según la semana de gestación, utilizando
los valores de referencia de la gráfica de Atalah; hasta los momentos no se han
publicado valores de referencia validos de IMC/edad gestacional para
adolescentes menores de 18 años. Rached (2005)
La efectividad del IMC en el diagnóstico nutricional de gestantes fue
confirmada por Rached y Cols. (2002) quienes estudiaron 314 gestantes adultas,
sanas en el primer trimestre, de estrato socioeconómico IV, que asiste al CANIA,
para la clasificación nutricional se aplicaron dos métodos: el diagnóstico
nutricional integral y el índice de masa corporal utilizando los valores de
referencia del Instituto de Medicina FAO/OMS, Frisancho, Bray y Atalah.
Resultando que los criterios de clasificación de Frisancho fueron los mejores para
diagnosticar el estado nutricional de gestantes en el primer trimestre por lo que se
recomienda su uso en estudio de poblaciones.
6- Evaluación de la ingesta
La determinación de la ingesta nutricional orienta, junto a la recolección y
análisis de los datos clínicos y alimentarios de éste grupo poblacional, a un
diagnóstico dietético integral, la misma reúne diferentes técnicas que son
conocidas para determinar las características de la alimentación, relacionadas con
30
hábitos alimentarios, apetito, conductas alimentarias y evaluación funcional, que
llevan a una intervención dietética además de identificar factores condicionantes
de la ingesta de nutrientes.
Para conocerlos y evaluar la ingesta de alimentos en un pasado mas o menos
inmediato así como los hábitos alimentarios que repercuten en la calidad de la
alimentación en lo que a contenido de energía y nutrientes se refiere, se aplican
los métodos de recordatorio de 24 horas y frecuencia de consumo diaria, semanal
y mensual de alimentos con lo que se puede estimar la ingesta dietética de
nutrientes específicos cuya concentración varía mucho en un mismo alimento por
almacenamiento, procesamiento, preparación y diferencias geográficas; también
permite registrar los alimentos consumidos esporádicamente.
Mataix (Ob. cit.) comenta, que el recordatorio de 24 horas es un método de
registro de los alimentos consumidos cualitativa y cuantitativamente durante 24
horas precedentes y de la encuesta de consumo refiere que constituye un método
de estimación de la ingesta de un individuo a partir de un formato estructurado, de
importancia en estudios epidemiológicos nutricionales para establecer relación
entre ingesta y enfermedades. Urteaga y Cols. (2003) investigaron en tres ciudades de
Chile con el objetivo de comparar los resultados de encuestas nutricionales por
medio de dos métodos: recordatorio de 24 horas y frecuencia de consumo y ambas
encuestas reportaron resultados similares a nivel poblacional; al respecto Rached,
CANIA (Ob. cit.) opina que es necesaria al menos una determinación de ingesta
de alimentos por encuesta, tomando en cuenta que la evidencia indica que un gran
porcentaje de mujeres gestantes ingieren cantidades significativamente bajas de
varios nutrientes respecto a las recomendaciones establecidas.
En referencia a las bases teóricas expuestas, se puede inferir que analizar la
ingesta y adecuación de energía y nutrientes, así como la frecuencia de consumo
de alimentos de las adolescentes embarazadas que asisten a la consulta prenatal
del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Central Universitario
Antonio María Pineda, servirá de base para conocer la situación nutricional actual
de este grupo poblacional, para mejorar eficiencia, eficacia e impacto de la
orientación nutricional de las adolescentes embarazadas y por ende del producto
de la gestación.
31
Bases Legales
Entre los instrumentos jurídicos que le confieren carácter legal a la presente
investigación sobre la ingesta de energía, nutriente y adecuación nutricional de la
adolescente embarazada, se encuentran; en primera instancia La Constitución de
la Republica Bolivariana de Venezuela (2000) que en su Artículo 83 señala:
La salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado que lo
garantizará como parte del derecho a la vida. El Estado promoverá y
desarrollará políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar
colectivo y el acceso a los servicios. Todas las personas tienen el derecho a
la salud así como el deber de participar activamente en su promoción y
defensa. P 97.
También en su artículo 84 expresa:
Para garantizar el derecho a la salud, el Estado creará y ejercerá la
rectoría y gestionará un sistema público nacional de salud de carácter
intersectorial, descentralizado y participativo, dará prioridad a la promoción
de la salud y a la prevención de enfermedades garantizando tratamiento
oportuno. P 98
La ingesta de energía, nutrientes y adecuación nutricional de la adolescente
embarazada forma parte de las actividades, programas y políticas de promoción de
salud e involucran atención directa e indirecta a este grupo poblacional.
En segunda instancia la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente LOPNA (1998). Expone en su Artículo 43 Derecho a información en
materia de salud: “todos los niños y adolescentes tienen derecho a ser informados
y educados sobre los principios básicos de prevención en materia de salud,
nutrición, ventajas de la lactancia materna, salud sexual y reproductiva”. Y en su
Artículo 44 indica Protección de la maternidad:
El estado debe proteger la maternidad. A tal efecto debe garantizar a
todas las mujeres servicios y programas de atención gratuitos y de la más
alta calidad y calidez durante el embarazo, el parto y la fase post natal.
Adicionalmente debe asegurar programas dirigidos específicamente a la orientación
y protección del vínculo materno-filial de todas las niñas y adolescentes embarazadas
o madres. P 61
En tal sentido las actividades nutricionales que incluyen la valoración
diagnóstica, tratamiento, educación nutricional y medidas higiénico dietéticas
tanto en población como individualizada, están enmarcadas en la actividades de
información y educación en materia de prevención para lo cual es necesario
32
conocer la situación actual, lo que constituye el objetivo de ésta investigación, al
determinar la ingesta de energía, nutrientes y adecuación de la alimentación a los
requerimiento establecidos para las adolescentes embarazadas.
33
CAPITULO III
MARCO METODOLÓGICO
En el presente trabajo se estudió la ingesta de energía, nutrientes y adecuación
de la alimentación, así como la frecuencia de consumo de las adolescentes
embarazadas que asistieron a la consulta pre-natal del Servicio de Ginecología y
Obstetricia del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda de
Barquisimeto Estado Lara durante el período Octubre-Diciembre del 2008.
Tipo de investigación
El presente estudio se ubicó en la modalidad de investigación de campo,
descriptivo, transversal, de fuente de datos primaria con registro de información
aportada por las adolescentes y secundaria con información tomada de las
historias clínicas de las mismas. Se considera descriptivo, porque solo pretendió
conocer la ingesta de energía, nutrientes, la adecuación de la alimentación,
frecuencia de consumo y estado nutricional en las adolescentes embarazadas.
Población y muestra
La población fue finita, y estuvo constituida por las adolescentes embarazadas
que asistieron a la consulta pre-natal de Alto Riesgo Obstétrico del Hospital
Central Universitario Antonio María Pineda en el lapso Octubre-Diciembre 2008,
cabe destacar que esta consulta atendió en lo últimos seis meses del año 2007 un
total de 1279 embarazadas, de todas las edades, de las cuales 441 correspondió a
adolescentes embarazadas, para un promedio de 18 adolescentes embarazadas en
cada día de consulta.
La muestra fue de tipo no probabilística, intencional y estuvo constituida por
84 adolescentes embarazadas que asistieron los días martes de cada semana, de 7
am a 1 pm, a la consulta pre-natal del Servicio de Ginecología y Obstetricia del
Hospital Central Universitario Antonio María Pineda en el lapso Octubre-
Diciembre 2008. Se entrevistó a todas las adolescentes embarazadas que
34
asistieron a la consulta con edad comprendida entre 10 y 19 años, y firmaron el
consentimiento informado.
Procedimiento
Para llevar a cabo la presente investigación se solicitó ante el médico y
enfermera, jefes de la consulta mencionada, permiso para su realización.
Posteriormente la autora asistió a la misma, el día martes de cada semana, en el
lapso descrito, se explicó a las adolescentes asistentes el objetivo y procedimiento
de la investigación, se solicitó la firma de consentimiento informado, luego se
llenó la ficha de recolección de información, finalmente se les midió el peso y la
talla con el fin de realizar evaluación antropométrica y se tomaron datos de la
historia clínica, referentes a edad gestacional por fecha de última regla y
ecosonograma.
Para las medidas antropométricas a cada una de las adolescentes embarazadas
asistentes se les tomó peso y talla sin zapatos y con el mínimo de ropa, para el
peso se utilizó la balanza del servicio marca Detecto y con peso mínimo de 25 grs.
con escala graduada, la cual fue calibrada antes de cada pesada, tomándose el
registro dos veces. La talla se midió con una cinta métrica no extensible plástica,
fijada en la pared, la adolescente embarazada con los hombros en posición
relajada y los brazos colgantes con palmas dirigidas hacia los muslos, la cabeza
levantada con la mirada dirigida al frente, señalando el tope con una escuadra en
ángulo recto, expresándose los valores de talla y peso en centímetros y kilogramos
respectivamente, El peso pregestacional registrado, fue el correspondiente a la
primera consulta durante el primer trimestre.
Para determinar el estado nutricional pregestacional a las embarazadas con
registro de peso durante el primer trimestre de embarazo se aplicaron los
indicadores de peso y talla según edad de la madre expresados en el Índice de
Masa Corporal (IMC) que consiste en el resultado del peso en Kg. dividido por la
talla en mts. elevada al cuadrado; (IMC= peso Kg./ (Talla mts.)2). Los valores
fueron llevados a la tabla de referencia elaborada por Fundación Centro de
Estudios Sobre Crecimiento y Desarrollo de la Población Venezolana
(Fundacredesa), Proyecto Venezuela 1994, la cual categoríza en déficit para
aquellos con un IMC menor al percentil 10, normal o eutrófica entre los
35
percentiles 10-90, sobrepeso entre los percentiles 90-97 y obesidad mayor al
percentil 97 (Archivos Venezolanos de Puericultura y Pediatría) (1998). (Anexo C).
Se determinó el estado nutricional de las embarazadas adolescentes, mayores o
igual a 18 años en el segundo y tercer trimestre de gestación usando IMC de
acuerdo a las semanas de embarazo utilizando los valores de referencia de la gráfica
de Atalah (Anexo D) quién lo clasifica como bajo peso, normal, sobrepeso y
obesidad. CANIA (Ob. Cit.)
En cuanto a la frecuencia de consumo de alimentos fueron recolectados por la
autora según el método de recordatorio de 24 horas; la información se obtuvo
directamente de las adolescentes embarazadas; para la estimación del tamaño de
las porciones de alimentos se utilizaron tazas, vasos, cucharas de medidas
prácticas, alimentos modelados y figuras geométricas, se hizo énfasis en los tipos
de alimentos, las cantidades y preparaciones registrados en medidas e ingredientes
utilizados; la información obtenida de los recordatorios de 24 horas fueron
llevados a gramos de alimentos; a cada uno se le calculó la cantidad y distribución
de calorías y nutrientes: proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas A, C, ácido
fólico y los minerales: hierro, calcio y fósforo. Se aplicó una regla de tres simple
partiendo de la base de datos de la Tabla de Composición de Alimentos de
Venezuela que expresa la cantidad de calorías, macro y micro nutrientes
contenidas en 100 gramos de alimentos (INN. 2000), excepto por el ácido fólico
que por no encontrarse en la tabla de composición antes mencionada, se utiliza la
de México para su cálculo, que a su vez ha sido referido por el INN en folletos en
relación a este nutriente.
Para evaluar el consumo de energía y nutrientes se calculó el índice de la
adecuación, el cual consiste en la relación entre la ingesta promedio diaria de cada
nutriente y la recomendación nutricional o valor de referencia establecidos por el
INN. Se consideró en déficit las adolescentes con consumo inferior a 85% de lo
recomendado y en exceso las que tengan un consumo mayor a 115% de las
recomendaciones nutricionales, para los que se usaron los valores de referencia
nacional establecido por género y edad, INN. (2000) según se explica a
continuación.
36
Para el grupo de adolescentes en etapa temprana/media: 2040 Cals./día, 82 Gr.
/día de proteína; para aquellas que se encuentran en la etapa tardía de la
adolescencia 2187 Cals./día; 78 Gr./día de proteínas. Para ambos grupos
establece: 20-30% de las calorías provenientes de grasas, 56-69% de
carbohidratos, vitamina A 800 ER, 70mg para vitamina C, Acido Fólico 600 µg; y
minerales: 1000 mg. de calcio, 700 mg de fósforo y 30 mg de hierro.
El grupo de adolescentes estudiado se estratificó en dos categorías: Temprana-
media y tardía debido a que el grupo de adolescencia temprana representaba sólo
el 8,33% de la muestra.
Posterior al registro de los datos y llenado de la ficha de recolección de
información, a las adolescentes embarazadas se le hizo entrega de material
divulgativo tipo tríptico con información de la alimentación adecuada de este
grupo poblacional según las pautas establecidas por el INN. (Anexo F)
Técnica e Instrumentos de Recolección de Datos
La recolección de los datos se hizo por medio de la aplicación de ficha de
recolección de información, que fue llenado por el investigador. (Anexo E)
Descripción del instrumento
Tomando en cuenta los objetivos planteados en la presente investigación se
diseñó un instrumento de recolección de información estructurado en seis partes,
en 14 ítems; la primera de identificación e incluyó 4 ítems, fecha, nombre, edad, y
dirección; la segunda registró los datos antropométricos para la posterior
evaluación nutricional, en 5 ítems, peso pregestacional y actual, talla, IMC, y
diagnóstico antropométrico; la tercera parte incluyó los datos ginecológicos 3
ítems, edad de la menarquia, fecha de la última regla, edad gestacional según
ecosonograma.
La cuarta parte conformada por el recordatorio de 24 horas en 6 ítems, lugar,
hora y tipo de comida según desayuno, almuerzo, cena y meriendas con el registro
de alimentos y cantidades; la quinta parte fue el formato para registrar la
frecuencia de consumo con 10 ítems, grupos de alimentos tales como: lácteos,
vegetales, raíces y tubérculos, frutas, cereales, carnes, grasas, leguminosas,
golosinas, comida rápida, azúcar y bebidas gaseosas, para registrar el consumo
diario según, desayuno, almuerzo, cena y meriendas, así como semanal, quincenal
37
y mensual; la sexta y última parte el formato que registró la cantidad de: calorías,
proteínas, lípidos, carbohidratos, hierro, calcio, fósforo, vitaminas A, C, y ácido
fólico. Ver anexo
Técnicas de Procesamiento y Análisis de Datos
Todos los datos obtenidos fueron procesados con el paquete estadístico SPSS
versión 10.0 para Windows, presentados en tablas y gráficos, luego analizados en
base a la determinación de la ingesta de nutrientes que incluyó aporte y
distribución calórica de macronutrientes, aporte y adecuación de nutrientes de
cada sujeto de estudio así como la frecuencia de consumo de los mismos e IMC.
Los datos fueron analizados posteriormente en porcentajes, mediana, intervalo
intercuartilar, se aplicaron las pruebas estadísticas Chi Cuadrado, t de Student, con
una p < 0,05 y 95% de confianza.
38
CAPITULO IV
RESULTADOS
Cuadro Nº 1
Adolescentes Embarazadas Según Etapas de Adolescencia. Consulta Prenatal de
Alto Riesgo Obstétrico del Departamento Ginecobstetricia. Hospital Universitario
Antonio María Pineda. Octubre – Diciembre 2008
Etapas N %
Temprana 7 8,33
Media 33 39,29
Tardía 44 52,38
Total 84 100,00
El cuadro Nº 1 muestra la distribución de las adolescentes embarazadas estudiadas
según grupos de edades.
Del total de las 84 adolescentes 8,33 % se ubican en la etapa tempana de la
adolescencia; 39,29 % en la etapa media y 52,38 % en la etapa tardía, siendo ésta
última la que mas predomina.
39
Cuadro Nº 2
Adolescentes Embarazadas Según Procedencia de Municipios del Estado
Lara y Otros Estados. Consulta Prenatal de Alto Riesgo Obstétrico del
Departamento Ginecobstetricia. Hospital Universitario Antonio María Pineda.
Octubre – Diciembre 2008
Municipio y otros estados
N %
Estado Lara Iribarren 67 79,77
Simón Planas 5 5,95
Crespo 2 2,38
Morán 2 2,38
Palavecino 2 2,38
Jiménez 1 1,19
Torres 1 1,19
Andrés Eloy Blanco 1 1,19
Otros Estados
Yaracuy 2 2,38
Portuguesa 1 1,19
84 100,00
El cuadro Nº 2 se observa que la mayor cantidad de las adolescentes proceden de
los municipios Iribarren (79,77 %) y Simón Planas (5,95 %) del estado Lara y
3,57 % vive en los Estados Yaracuy y Portuguesa.
40
Cuadro Nº 3
Adolescentes Embarazadas Según Características Sociodemográficas. Consulta
Prenatal de Alto Riesgo Obstétrico del Departamento Ginecobstetricia. Hospital
Universitario Antonio María Pineda. Octubre – Diciembre 2008
Características N %
Procedencia
Urbana 55 65,48
Rural 29 34,52
Estado Civil
Soltera 53 63,10
Casada 9 10,71
Unión conyugal
estable 22 26,19
Escolaridad
Primaria 16 19,05
Secundaria 68 80,95
Paridad
Primípara 66 78,57
Multípara 18 21,43
El cuadro Nº 3 señala a las adolescentes embarazadas según características
sociodemográficas.
Del total de la muestra, 65,48% residen en el área urbana; 63,10% manifiesta
estado civil soltera, mientras el 26,9% conviven en unión conyugal estable.
Asimismo se observa que 80,95% es estudiante de secundaria, y 19,05% estudia
primaria; en cuanto a la paridad 21,43% es multípara y 78,57 es primípara.
41
Cuadro Nº 4
Adolescentes Embarazadas Según La Paridad y Etapa de la Adolescencia.
Consulta Prenatal de Alto Riesgo Obstétrico del Departamento Ginecobstetricia.
Hospital Universitario Antonio María Pineda. Octubre – Diciembre 2008
Etapa de la
Adolescencia
Paridad
Primípara Multípara Total
N % N % N %
Temprana 7 100,00 0 0 7 100,00
Media 29 87,88 4 12,12 33 100,00
Tardía 30 68,18 14 31,82 44 100,00
Total 66 78,57 18 21,43 84 100,00
La totalidad de la adolescentes embarazadas en etapa temprana eran primíparas;
de aquellas en media el 87,88% eran primíparas y 12,12% multíparas; en cuanto a
la etapa tardía 68,18% fueron primíparas y 31,82% multíparas.
42
Cuadro Nº 5
Adolescentes Embarazadas Según Edad de Menarquia, Gestacional y Talla.
Consulta Prenatal de Alto Riesgo Obstétrico del Departamento Ginecobstetricia.
Hospital Universitario Antonio María Pineda. Octubre – Diciembre 2008
Mediana II*
Edad
Menarquia
(edad en años)
12,00 11 – 13
Gestacional
(1ª consulta)
(semanas)
28,00 22 – 34
Talla (mts.) 1,55 1,55 – 1,60
* Intervalo Intercuartilar
La edad media de la menarquia fue de 12 años, y el 50% tenía entre 11 y 13 años
de edad; la edad gestacional media fue de 28 semanas y la mitad tenía entre 22 y
34 semanas de gestación; la talla media fue de 1,55 mts. Y el 50% se registró
entre 1,55 y 1,60.mts. Cabe destacar que 5 adolescentes registraron talla menor
de 1,50mts.
43
Cuadro Nº 6
Adolescentes Embarazadas Según Índice de Masa Corporal Preconcepcional.
Consulta Prenatal de Alto Riesgo Obstétrico del Departamento Ginecobstetricia.
Hospital Universitario Antonio María Pineda. Octubre – Diciembre 2008
Índice de Masa
Corporal
Preconcepcional
N %
Déficit 10 15,15
Normal 51 77,27
Sobrepeso 2 3,03
Obesidad 3 4,55
Total (*) 66 100,00
(*) Adolescentes embarazadas con registro de peso en el primer trimestre
Al comparar el estado nutricional preconcepcional en las adolescentes en las que
se registró el peso durante el primer trimestre de gestación; se observa que 4,55%
presentó obesidad, 3,03% sobrepeso, un 15,15% en déficit, y 77,27% se
encontraba dentro del rango normal constituyendo ésta la mayoría de la muestra.
18 casos no tenían registro de peso pregestacional.
44
Cuadro Nº 7
Adolescentes Embarazadas mayores o igual a 18 años Según Índice de Masa
Corporal Gestacional. Consulta Prenatal de Alto Riesgo Obstétrico del
Departamento Ginecobstetricia. Hospital Universitario Antonio María Pineda.
Octubre – Diciembre 2008
Índice de Masa
Corporal Gestacional N(*) %
Déficit 11 34,38
Normal 12 37,50
Sobrepeso 8 25,00
Obesidad 1 3,13
Total 32 100,00
* Adolescentes con edades >18 años. ‡ Uno de los casos no se incluyó por tener 8 semanas de gestación.
Al comparar el estado nutricional gestacional en las adolescentes mayores de 18
años, se observa que 37,50% se encontraba dentro del rango normal o eutrófico,
34,38% se encontró en déficit, 25% presentó sobrepeso y 3,13% obesidad.
45
Gráfico Nº 1 Adolescentes Embarazadas Según Frecuencia de Consumo Por
Grupos de Alimentos. Consulta Prenatal de Alto Riesgo Obstétrico del
Departamento Ginecobstetricia. Hospital Universitario Antonio María Pineda.
Octubre – Diciembre 2008
Los 5 grupos de alimentos de mayor consumo diario corresponden en primer lugar
a complementos calóricos: grasa visible, cereales y azucares (100% cada una),
seguido por 84,52% lácteos, frutas y carnes 75% cada uno, y leguminosas
53,57%.
En cuanto a la frecuencia de consumo de una a 3 veces por semana predominan
las raíces-tubérculos y huevos (42,86% cada uno) y carnes (22,62%). En tanto
que las leguminosas (17,86%) y los lácteos con 7,14% son los que reflejan menor
consumo de 1 a 3 veces por semana. Y en lo que se refiere a los alimentos que
nunca o casi nunca consumen se encuentran en orden descendente, vegetales
27,4%, huevos 19,05%, raíces-tubérculos 15,48%, lácteos y leguminosas 8,33%
cada uno, frutas 5,95% y carnes 2,38%.
35
Al comparar la frecuencia de consumo por grupos de alimentos en
adolescentes embarazadas de ambos grupos de edades en el gráfico Nº 2 se
observa que la frecuencia de ingesta diaria de 1 a 3 veces por semana así
como en el registro de nunca o casi nunca, ambos grupos de adolescentes,
muestra una distribución bastante similar en cuanto al orden de los
alimentos ingeridos.
Para la ingesta diaria se registran los más frecuentemente ingeridos:
Cereales, grasas, azúcares y lácteos (100%), con mayor frecuencia en la
etapa tardía (88% vs. 80% en la etapa temprana media). En cuanto a los que
registran un menor consumo se encuentran las adolescentes de la etapa
temprana-media: vegetales (25,50%), huevos (22,50%), raíces y tubérculos
(12,5%): mientras que en las de la etapa tardía: vegetales (22,73%), raíces y
tubérculos (18,18%) y huevos (15,91%).
Así mismo las adolescentes tardías consumen carne diariamente con mayor
frecuencia que las de la etapa temprana-media (81,82% de las tardías Vs.
67,50% temprana-media) pero menos leguminosas (70,45% Vs. 77,50%
respectivamente) y vegetales (52,27% Vs. 60% respectivamente). En
cuanto, huevos raíces y tubérculos se aprecia mayor frecuencia de consumo
diario entre las adolescentes de etapa temprana-media.
En ambos grupos se observa que un porcentaje importante no consume
vegetales (27,50% de la etapa temprana media y 22,73% en la etapa tardía).
36
Gráfico Nº 3 Adolescente Embarazada Según Frecuencia de Consumo
Diaria por Grupos de Alimentos. Consulta Prenatal de Alto Riesgo
Obstétrico del Departamento Ginecobstetricia. Hospital Universitario
Antonio María Pineda. Octubre – Diciembre 2008.
*Total de adolescentes que consumen diariamente el grupo de alimento
Los alimentos con mayor frecuencia de consumo diario con mas de dos
veces por día son: cereales 100% complementos calóricos como azúcar
83% y grasa visible 81% luego lácteos 78,87% frutas 82,54% y
leguminosas 72,58; mientras que los huevos 81,25%, raíces y tubérculos
80% y vegetales 71,11%, ocuparon los primeros lugares de frecuencia de
consumo una vez por día.
38
Gráfico Nº 4 frecuencia de consumo diaria por grupo de alimentos y etapas de la
adolescencia se observa mayor consumo de raíces y tubérculos mas de 2 veces por
día en adolescentes en etapa temprana-media (23,81% Vs. 14,29% en la tardía) así
como de frutas (89,66% en la temprana-media Vs.76,47% en la tardía) y menor
de vegetales (22,73%en las de la etapa temprana-media Vs.34,78 % en la
adolescencia tardía).
39
Cuadro Nº 8
Adolescentes Embarazadas Según Ingesta y Frecuencia de Consumo. Consulta
Prenatal de Alto Riesgo Obstétrico del Departamento Ginecobstetricia. Hospital
Universitario Antonio María Pineda. Octubre – Diciembre 2008
Ingesta
Frecuencia de Consumo
Diario
1-3 veces
por
Semana
Nunca o casi
nunca Total
N % N % N % N %
Comida rápida 6 7,14 29 34,5 49 58,33 84 100
Bebidas
gaseosas 61 72,62 11 13,1 12 14,29 84 100
Golosinas 52 61,90 17 20,2 15 17,86 84 100
χ2
= 86,06; p < 0,0001
De las 84 adolescentes, la mayoría ingiere bebidas gaseosas (72,62) % y
golosinas (61,90 %) diariamente; mientras que 34,5 % ingieren comida rápida con
una frecuencia de una a tres veces por semana y 58,33% nunca o casi nunca la
ingieren; con una diferencia estadísticamente significativa.
40
Cuadro Nº 9
Adolescentes Embarazadas Según Etapa de la Adolescencia y Frecuencia de
Consumo de Comida Rápida. Consulta Prenatal de Alto Riesgo Obstétrico del
Departamento Ginecobstetricia. Hospital Universitario Antonio María Pineda.
Octubre – Diciembre 2008
Etapas
Frecuencia de Consumo
Diario 1-3 veces
por Semana
Nunca o casi
nunca Total
N % N % N % N %
Temprana-
media 4 10,00 10 25,00 26 65,00 40 100,00
Tardía 2 4,55 19 43,18 23 52,27 44 100,00
χ2 = 2,88; p = 0,23
De las 40 adolescentes en etapa temprana-media, 10,00% ingiere comida rápida
diariamente y 25 % la hace con frecuencia de una a tres veces por semana.
Mientras que un porcentaje importante de las adolescentes en etapa tardía, la
ingiere con frecuencia de una a tres veces por semana (43,18 %); no obstante un
alto porcentaje de la etapa temprana-media refirió no ingerir o casi nunca ingerir
comida rápida (65,00 %) y 52,27 % de la etapa tardía. Aún cuando la prueba no
da diferencia estadísticamente significativa, probablemente afectado por registro
bajo en frecuencia de consumo diario.
41
Cuadro Nº 10
Adolescentes Embarazadas Según Etapa de la Adolescencia y Frecuencia de
Consumo de Bebidas Gaseosas. Consulta Prenatal de Alto Riesgo Obstétrico del
Departamento Ginecobstetricia. Hospital Universitario Antonio María Pineda.
Octubre – Diciembre 2008
Etapas
Frecuencia de Consumo
Diario
1-3 veces
por
Semana
Nunca o
casi nunca Total
N % N % N % N %
Temprana-
media 31 77,50 3 7,50 6 15,00 40 100,00
Tardía 30 68,18 8 18,18 6 13,64 44 100,00
χ 2
= 2,10; p = 0,34
Un alto porcentaje de las adolescentes en etapa temprana-media (77,50 %) y
(68,18 %) en etapa tardía, ingiere gaseosas con frecuencia diaria mientras que
18,18% de este último grupo las ingiere con frecuencia de una a tres veces por
semana. con pocas diferencias entre ambos grupos y sin que se exista una diferencia
estadísticamente significativa entre ambos grupos.
42
Cuadro Nº 11
Adolescentes Embarazadas Según Etapa de la Adolescencia y Frecuencia de
Consumo de Golosinas. Consulta Prenatal de Alto Riesgo Obstétrico del
Departamento Ginecobstetricia. Hospital Universitario Antonio María Pineda.
Octubre – Diciembre 2008
Etapa de la
Adolescencia
Frecuencia de Consumo
Diario
1-3 veces
por
Semana
Nunca o casi
nunca Total
N % N % N % N %
Temprana-
media 25 62,50 9 22,5 6 15,00 40 100,00
Tardía 27 61,36 8 18,8 9 20,45 44 100,00
χ 2
= 0,55 p = 0,74
El cuadro Nº 16 señala que 15% de las adolescentes en etapa temprana-media y
20,45% en etapa tardía no ingieren nunca o casi nunca golosinas, no obstante cabe
destacar que 62,5% de la etapa temprana-media y 61,36% de la tardía las ingieren
con frecuencia diaria así como también 22,5% de la etapa temprana-media y
18,8% de la tardía refieren una frecuencia de una a tres veces por semana; Con
una distribución bastante similar en ambos grupos.
43
Gráfico Nº 5 Adolescentes Embarazadas Según Etapa de la adolescencia e Índice
de Adecuación de Energía y Nutrientes de la Ingesta. Consulta Prenatal de Alto
Riesgo Obstétrico del Departamento Ginecobstetricia. Hospital Universitario
Antonio María Pineda. Octubre – Diciembre 2008
El índice de adecuación de calorías está en un rango mayor al 85% para todos los
grupos de edades, mientras que fósforo, vitamina A y vitamina C se ubican con
valores mayores a 105% lo que expresa un consumo en exceso en todos los grupos
de edades.
El resto de los nutrientes tienen un índice de adecuación francamente deficiente
menor al 85%; 81,61%, 65,6% y 53,9% para proteínas, hierro y calcio
respectivamente; observándose una ingesta menor de proteínas, en las de etapa
temprana-media y adecuada para las tardía; una mayor ingesta de calcio en las
adolescentes en etapa tardía (52,12%) que en temprana-media (48,49%) con
poca diferencia en consumo de hierro en ambos grupos de edades.
44
En cuanto a la adecuación de ácido fólico (44,63%) se observa una insuficiencia
importante tanto en cada grupo de edad como en el total; mas acentuada en la
etapa tardía (42,09%).
45
Cuadro Nº 12
Adolescentes Embarazadas Según Aporte Porcentual de Macronutrientes a
la Ingesta Calórica por Etapa de la Adolescencia. Consulta Prenatal de Alto
Riesgo Obstétrico del Departamento Ginecobstetricia. Hospital Universitario
Antonio María Pineda. Octubre – Diciembre 2008
Macro
nutrientes
Temprana/Media Tardía Total
gr. % gr. % gr. %
Proteínas 63,31 11,61 66,69 12,16 65,08 11,89
Grasas 75,40 31,10 77,52 31,80 76,48 31,47
Carbohidratos 312,55 57,30 307,40 56,4 309,83 56,64
100,00 100,00 100,00
Proteínas p=0,48 t=0,70. Grasas p=0,72 t=0,35. Carbohidratos p=0,76 t=0,30
El 11,89% de las calorías consumidas por las adolescentes proviene de proteínas,
31,47% de grasas y 56,64% de carbohidratos con pocas diferencias entre grupos de
edad y sin que se exista una diferencia estadísticamente significativa entre ambos.
El aporte porcentual de los macronutrientes se encuentra dentro de los límites
establecidos por el Instituto Nacional de Nutrición (INN) para la población
venezolana, tanto para el total de la muestra como para cada grupo de edad, en
cuanto a las grasas se aprecia un 1% de exceso con respecto a lo recomendado por
el INN (entre 20 y 30% de las calorías totales provenientes de las grasas).
46
CAPITULO V
DISCUSION
En la presente investigación se estudió la ingesta de energía, nutrientes,
adecuación nutricional y la frecuencia de consumo de alimentos de 84
adolescentes embarazadas que asistieron a la Consulta Prenatal de Alto Riesgo
Obstétrico del Departamento Ginecobstetricia Hospital Central Antonio María
Pineda de Barquisimeto en el lapso de Octubre-Diciembre del año 2008.
El Ministerio de Salud y Desarrollo Social (MSDS) en los lineamientos estratégicos
para la promoción y el desarrollo de la salud integral de los y las adolescentes en
Venezuela establece como criterios epidemiológicos para identificar el alto riesgo
obstétrico: edad menor de 20 años, edad ginecológica menor a tres años, peso en
condición de malnutrición por déficit u obesidad, talla menor a 1,50 mts. Al evaluar el
estado nutricional de las adolescentes embarazadas según el Índice de Masa Corporal
para la edad en el primer trimestre de embarazo se detectó que la mayoría eran
eutróficas (77,27%) mientras que 22,73% mostraron malnutrición: 15,15% por déficit
y 7,58% por exceso. Durante el segundo y tercer trimestre de las adolescentes con edad
mayor o igual a 18 años se apreció aún mayor déficit (34,38%) y exceso de peso
(28,13%).
Además de la edad y la condición nutricional de éstas embarazadas, 6%
registraron talla menor a 1,50 mts, los que constituyen riesgos que predisponen a
complicaciones tanto para la madre como para el feto: incremento de la
morbimortalidad materna, gestosis, hidramnios, infecciones a repetición, anemia,
diabetes, ruptura prematura de membranas, aborto; incremento de la
morbimortalidad neonatal e infantil, parto pretérmino, bajo peso, sufrimiento
fetal, disminución de la velocidad de crecimiento y desarrollo fetal, entre otros.
Mataix (2006)
De acuerdo al documento de cooperación OMS-OPS para Venezuela.2002-2006,
para el año 2000 el grupo de edad de 7 a 14 años ocupó el tercer lugar de los mas
afectados por desnutrición global y la prevalencia de exceso de peso en menores de 15
años aumentó de 8,5% en 1990 a 11,3% en el año 2000, lo cual ubica a los adolescentes
47
en situación de vulnerabilidad, que se incrementa si está en circunstancias que la lleven
a un embarazo.
El estado civil soltera (63,1%) fue el mas frecuente, lo que representa riesgo que
afecta la estabilidad física y emocional para la madre y el niño, tomando en cuenta
que la adolescente no posee preparación biológica, económica ni emocional para
afrontar las responsabilidades propias que implican el embarazo, que la conduce
la mayoría de los casos a la pobreza y a un futuro difícil e incierto para el binomio
madre-hijo, Dulanto (2000).
21% de las adolescentes eran multíparas y en la etapa tardía 31,82%, lo cual se
considera un riesgo adicional al disminuir el período intergenésico, lo cual evita
restablecer las reservas de nutrientes, de por sí disminuidas durante el embarazo,
parto y lactancia; esta situación se agrava por el requerimiento nutricional
necesario para mantener el crecimiento y desarrollo acorde a edad de la madre.
Aunado a esto, la mayoría de las veces asume sola la crianza del hijo y abandona
los estudios. Con poca preparación y necesidades económicas, enfrenta el campo
de trabajo no acorde a su edad, lo cual a veces aumenta sus demandas de energía y
nutrientes, lo que no le permite superar la situación de cronicidad de la
desnutrición, con un futuro incierto para el binomio madre-hijo. (Mataix 2006).
En cuanto a la frecuencia de consumo, los grupos de alimentos que mostraron
mayor frecuencia diaria de consumo y frecuencia por día por todos los grupos fueron:
cereales, azúcar y grasas, seguidos por lácteos y leguminosas con ingesta mayor a dos
veces por día. 53.57% consume vegetales diariamente, mas frecuentemente en la etapa
temprana/media que en la tardía, sin embargo, los vegetales que mas consumieron
fueron la cebolla y el tomate, agregados a diversas preparaciones, cabe destacar que
27,4%, no ingiere vegetales casi nunca o nunca. En la etapa tardía se registraron con
menor consumo las raíces-tubérculos y huevos.
Al contrastar este resultado con otros estudios se observa coincidencia parcial con el
estudio de Peña (2000) en las adolescentes embarazadas en Valencia, donde los
alimentos mas ingeridos fueron: cereales, azúcar y grasas mientras que los menos
ingeridos fueron: lácteos, leguminosas y frutas.
Similar resultado reportó el trabajo sobre los hábitos alimentarios de las adolescentes
embarazadas que asistieron al Centro de Atención Nutricional de Antímano
48
(CANIA),en la parroquia Antímano en Caracas; los grupos de alimentos de mayor
consumo fueron en orden decreciente: grasas, cereales y los menos consumidos frutas,
vegetales, carnes y lácteos.
Así mismo Herrera quien investigó hábitos de alimentación y factores culturales en
adolescentes embarazadas en México, coincide en que los grupos de cereales, lácteos,
grasas y frutas, presentaron mayor frecuencia de consumo y los menos ingeridos fueron
raíces, tubérculos y leguminosas.
De lo anterior se puede inferir que el grupo de adolescentes embarazadas estudiado
presentó un patrón alimentario con algunas coincidencias con respecto a otros grupos
de adolescentes en cuanto al mayor consumo de cereales, azúcar y grasas, sin embargo
este patrón no es el adecuado tomando como base la recomendación del Instituto
Nacional de Nutrición para la población adolescente embarazada venezolana en cuanto
a evitar el consumo excesivo de grasas y azúcares y aumentar el consumo de frutas.
Las carnes aparecieron entre los tres principales alimentos consumidos con
frecuencia de 1 a 3 veces por semana. El 20% de la muestra solo consumía lácteos una
vez por día, lo que no se ajusta a lo recomendado por el INN para la población
adolescente embarazada venezolana, es decir, los lácteos 3 veces por día; los huevos
fueron consumidos diariamente por 45% de las adolescentes en etapa temprana-media, lo
cual tampoco se ajusta a lo recomendado (consumo de huevos de 1 a 3 veces por
semana).
En lo que refiere al aporte porcentual de macronutrientes a los valores de
energía ingeridos se encuentra dentro de los rangos considerados como aceptables
para la población venezolana, según el INN (proteínas 11-14%, grasas 20-30% y
carbohidratos 56-69% de las calorías); la muestra registró 11,89% para proteínas;
31,47% de grasa, solo 1% de exceso con respecto a lo recomendado y 56,64% de
carbohidratos.
Estos resultados fueron similares a los reportados por varios investigadores,
entre otros: Peña (2000) encontró un aporte de proteínas entre 13-13,8% de las
calorías, grasa del 25,1% al 26% y 61% de las calorías provenientes de los
carbohidratos. También Herrera (2000) en México reporta 13% de las calorías
provenientes de proteínas, 26% de las grasas, 61% los carbohidratos. Por su parte
Rached en Caracas encontró que las proteínas aportaban entre 14% a 15% de las
49
calorías totales, grasas de 25% a 28% y de 57% a 61% fueron aportados por los
carbohidratos.
Las adolescentes embarazadas en general ingirieron cantidades adecuadas entre
85% y 115% de adecuación de calorías (88,76%) en la muestra total y en las
diferentes etapas. Se encontró además una ingesta deficiente para proteínas,
calcio, hierro y ácido fólico. La adecuación de proteína fue un 77,21% en el grupo
de temprana/media; 86,05% en la etapa tardía, alcanzando un 81,61% en el total.
Sin embargo la adecuación de ingesta de proteínas está por encima de la encontrada en la
mayoría de las investigaciones, tales como la realizada en CANIA donde la mayoría de
las dietas evaluadas fueron deficientes en calorías y macronutrientes y el índice de
adecuación de proteínas resultó en 67%.
En cuanto a la ingesta calórica se explica por un patrón de consumo a base de
cereales, azúcar y grasas con frecuencia de más de dos veces por día; lo cual difiere
de la mayoría de las investigaciones donde la ingesta calórica de las adolescentes
embarazadas fue deficiente, como es el caso de las investigaciones de Herrera (2000)
y Peña (2000)
La adecuación de hierro y calcio se encontró en déficit con 65,36% y 53,91%
respectivamente, observándose una adecuación de calcio casi similar en ambas etapas,
en cambio las adolescentes en etapa temprana tuvieron menor adecuación en la ingesta
de hierro que las de etapa tardía (48,49% y 59,12% respectivamente) este resultado
coincide con diversos trabajos revisados tal como los realizados por Irles y Cols. en
España, Peña y Rached en Venezuela así como Herrera en México en cuanto a hierro y
calcio, igual Dos Santos en Brasil en relación a calcio, con registros de déficit en la
adecuación de la ingesta de estos dos nutrientes en adolescentes embarazadas. De
acuerdo a lo comentado por Landaeta y Cols. Las disponibilidades de energía,
proteínas, hierro y calcio han disminuido, se redujo el consumo de alimentos y la
vulnerabilidad nutricional se ha incrementado en las últimas décadas, es así que se
modificó el patrón de consumo con la consecuencia de disminución de energía y los
nutrientes ya mencionados y de los facilitadores de su absorción. En el grupo estudiado
en el recordatorio de 24 horas se encontró consumo de carne en poca cantidad e
insuficiente cantidad de harina de maíz fortificada con hierro.
50
El ácido fólico presentó una adecuación de ingesta de 44,63% para el total de las
adolescentes y para las etapas temprana-media y tardía de 47,44% y 42,09%
respectivamente, lo que refleja una ingesta muy deficiente. Lo cual guarda relación y se
explica por la baja frecuencia de consumo de alimentos fuente de este nutriente como
son: carnes, hígado, cereales integrales, vegetales verdes y algunas frutas.
Debido al estrés nutricional adicional de la gestación, los altos requerimientos y
déficits en la ingesta, la deficiencia de ácido fólico y la anemia megaloblástica en el
embarazo siguen siendo importantes en todo el mundo. Según Landaeta y Cols. existe
una variedad de investigaciones cuyos resultados convergen en deficiencia de ingesta
de ácido fólico, de los que se citan: Herrera, realizada en México encontró que la
ingestión de ácido fólico fue extremadamente baja, 27% en la etapa tardía y muy baja
50% en la etapa temprana media, además Irles y Cols. en España encontraron que la
ingesta fue muy deficitaria en ácido fólico (172 ± 101 µg/día);y en Venezuela Peña y
Cols. también encontraron deficiencias importantes de este nutriente con adecuación
entre 20% y 22% entre los tres trimestres de embarazo. Rached obtuvo datos
similares en sus investigaciones, el ácido fólico se encontró en déficit para
diferentes estados nutricionales de las adolescentes gestantes.
La adecuación de la ingesta de vitaminas A y C, fue más alto que los parámetros
establecidos, tanto para el total de la muestra (198,25%) como para el grupo de edades
temprana-media (201,79%). Aun así, se debe tener en cuenta que estos son nutrientes
termolábiles, por lo que los valores reportados pueden diferir de los aprovechados por
los sujetos. Según Casanueva (2004), la vitamina A es necesaria para desarrollo normal
de los pulmones al favorecer la integridad de los epitelios del aparato respiratorio, sin
embargo cantidades excesivas pueden resultar poco beneficiosas; comenta Krausse
(2001) según la Teratology Society se ha observado una relación entre ingesta diaria
7500 RE y defecto craneal en el producto del embarazo, por su efecto teratogénico.
Cabe destacar que la cantidad ingerida por las adolescentes no sobrepasó éste nivel
(1373,30 ER) como tampoco en ninguno de los grupos de edad, no llegando a superar
los 2000 ER.
Rached (2003) obtuvo datos similares en sus investigaciones, en cuanto a que
los índices de adecuación para la ingesta de vitamina A y C eran excesivos, para
51
diferentes estados nutricionales de las adolescentes gestantes, al igual que Peña
(2000) y Herrera (2000).
El fósforo mostró una adecuación de la ingesta elevada (148,58%) para el total de
las adolescentes; 140,2% para las de etapa temprana-media y 156,14% en la tardía lo
cual se podría explicar por los alimentos mas ingeridos por este grupo como son los
cereales, que en su mayoría tienen alto contenido de este mineral; además como refiere
Krausse (2001) se encuentra en gran variedad de alimentos por lo que es rara su
deficiencia llegándose a tolerar hasta 500% de índice de adecuación en la embarazada.
52
CAPITULO VI
CONCLUSIONES
La presente investigación se orientó a conocer la ingesta de energía nutrientes,
frecuencia de consumo y adecuación de la alimentación de las adolescentes
embarazadas que asistieron a la consulta Prenatal de Alto Riesgo Obstétrico del
Hospital Central Universitario Antonio María Pineda durante el lapso Octubre-
Diciembre del año 2008. Posterior al análisis se concluye:
La mayoría de las adolescentes embarazadas procedían del Municipio
Iribarren, del área urbana, eran primíparas para cualquier etapa de la adolescencia,
todas eran estudiantes.
En la mayoría de las adolescentes embarazadas en el primer trimestre se
evidencia un estado nutricional normal o eutrófico (22,73%) presentaron
malnutrición tanto por déficit (15,15%) como por exceso (7,58%).
La evaluación nutricional en las adolescentes embarazadas, en segundo y tercer
trimestre, con edad mayor o igual a los 18 años, resultó en su mayoría eutrófica o
normal (37,50%), sin embargo se observó un alto porcentaje de malnutridas
(62,5%) predominando las que presentaron déficit (34,38%) sobre las que
presentaron obesidad o sobrepeso (28,13%).
La mayor frecuencia diaria de consumo de alimentos correspondió a grasas,
azucares, cereales y en menor proporción lácteos en las diferentes etapas de la
adolescencia. En contraparte, los alimentos que presentaron menor consumo
fueron los vegetales, raíces, tubérculos y huevos. Se registró un alto consumo de
golosinas y bebidas gaseosas con ingesta diaria (61,90% y 72,62%
respectivamente) y hasta más de dos veces por día (13,1% y 20,2%), con una
frecuencia de ingesta de 34,5% de 1 a 3 veces por semana de comida rápida.
La alimentación ingerida por las adolescentes embarazadas fue adecuada en
calorías, con alto consumo de fósforo, vitaminas A y C. Se observó déficit en
adecuación de ingesta de proteínas, hierro, calcio y muy marcada la poca ingesta
de ácido fólico. La alimentación ingerida mostró una adecuada distribución
porcentual de macronutrientes.
53
CAPITULO VII
RECOMENDACIONES
En base a las conclusiones expuestas en el capitulo anterior se emiten las
siguientes recomendaciones:
Complementar la atención de salud permanente de la adolescente embarazada
con la evaluación nutricional y dietética.
Incluir actividades de educación nutricional para mejorar los patrones de
ingesta alimentaria en la atención a la embarazada adolescente.
Integración del profesional de la nutrición en el equipo interdisciplinario que brinda
atención a la adolescente embarazada en los diferentes niveles de atención.
Desarrollar estrategias educativas con la finalidad de elevar el consumo de
alimentos, fuentes de nutrientes deficientes en la ingesta de las adolescentes
embarazadas como las hortalizas, raíces y tubérculos.
Implementar estrategias para ofrecer asesorías en materia nutricional a todo el
equipo que atiende a la embarazada, a fin de que estén en capacidad de dar
información adecuada y oportuna, para promover conductas alimentarias que
lleven a la selección apropiada de los alimentos.
Incrementar la cobertura del programa de suplementos nutricionales en las
adolescentes embarazadas.
Informar y hacer partícipe de los resultados de esta investigación a los
gerentes del área de salud, líderes de las diferentes comunidades a fin de que
sirvan de ente divulgativo de las conclusiones y recomendaciones, además de
brindar en éstos herramientas para orientar a la comunidad.
Que los resultados de éste estudio sirvan de instrumento para las autoridades
de los diferentes sectores involucrados directa o indirectamente con las
adolescentes embarazadas, su alimentación y la repercusión de ésta en el
trinomio madre-padre-hijo.
Profundizar investigaciones relacionadas con ingesta y adecuación de calorías
y nutrientes en la adolescente embarazada.
Que la presente investigación sirva de base o fuente de referencia para
investigaciones posteriores.
54
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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57
ANEXOS
58
ANEXO A
CURRICULUM VITAE DEL AUTOR
DATOS PERSONALES
Nombres y Apellidos: Carmen Luisa Herrea Utrera
Lugar y Fecha de Nacimiento: Caracas, 03 de Septiembre de 1960
Nacionalidad: Venezolana
Cédula de identidad: 5230760
Estado Civil: Soltera
ESTUDIOS REALIZADOS
Universidad Central de Venezuela, Facultad de Medicina, Escuela de Nutrición y
Dietética.
Año: 1984. Título: Licenciada en Nutrición y Dietética.
CURSOS REALIZADOS
Curso de Ampliación de Conocimientos en Salud Pública. Universidad
Centroccidental Lisandro Alvarado. Año 1995-1996
Inglés Instrumental en Ciencias de la Salud. Universidad Centroccidental
Lisandro Alvarado.
Año: 2005
CARGOS DESEMPEÑADOS
Dietista I. Hospital Universitário Pediátrico Dr. Agustín Zubillaga. Barquisimeto-
Estado Lara
Desde Febrero 1987 hasta La actualidad.
59
ANEXO B
Carta de consentimiento Informado
Barquisimeto, _de_________ de 200___
Señor(a) _________________
Representante de la Adolescente
______________________________________
Estimado(a) Señor (a):
Con motivo de realizar el trabajo de investigación, como cursante de la
Maestría en salud Pública Materno infantil titulado: Ingesta de Energía, Nutrientes
y Adecuación de la Alimentación en las Adolescentes Embarazadas que Asistan a
la Consulta Pre-Natal del Servicio De Ginecología y Obstetricia del Hospital
Central Universitario Antonio María Pineda Barquisimeto-Estado Lara en el
lapso Julio-Noviembre 2008, me permito solicitar su consentimiento para la
aplicación de instrumento de recolección de datos, con el fin de cumplir con los
objetivos de dicha investigación.
Muchas gracias anticipadas por su colaboración.
Atentamente
______________________________ _________________________
Carmen Luisa Herrea U. Sr. (a)
CI. 5230760 CI. ____________________
60
ANEXO C
GRÁFICA DE ÍNDICE DE MASA CORPORAL IMC/EDAD
(FUNDACREDESA)
61
ANEXO D
GRÁFICA DE ÍNDICE DE MASA CORPORAL IMC/EDAD GESTACIONAL
(ATALAH)
62
ANEXO E
FICHA DE RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN
UNIVERSIDAD CENTROOCCIDENTAL LISANDRO ALVARADO.
DECANATO DE CIENCIAS DE LA SALUD
MAESTRIA EN SALUD PÚBLICA MATERNO INFANTIL
INSTRUMENTO PARA LA RECOLECCIÓN DE DATOS
PRESENTACIÓN
Estimada adolescente prenatal, reciba usted un cordial saludo, el presente
instrumento tiene como finalidad recopilar información para la realización del
trabajo de investigación titulado, “Ingesta de Energía, Nutrientes y Adecuación de
la Alimentación en las Adolescentes Embarazadas que Asistan a la Consulta Pre-
Natal del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda Barquisimeto-
Estado Lara en el lapso Julio-Noviembre 2008”
Los datos que gentilmente nos suministre es este cuestionario serán de carácter
confidencial y serán utilizados únicamente para esta investigación, por lo que
agradezco altamente su colaboración y sinceridad.
Gracias .
Instrucciones
Lea cuidadosamente cada pregunta.
Escriba o marque con una equis (X) su respuesta correcta, según se le plantea.
No deje ninguna pregunta sin responder
Al finalizar devuelva el cuestionario
Recuerde que es para investigación y de carácter confidencial
Barquisimeto, ____/____/____
I- IDENTIFICACIÓN
Nombre_________________________________________Edad____________
Dirección_______________________________________________________
II- DATOS ANTROPOMÉTRICOS
Peso pregest. Kg.__________ P. actual Kg. ___________ Talla ______ cm.
IMC___________Dx.Antropométrico______________________________________
_____________________________________________________________________
III- ANTECEDENTES GINECOLÓGICOS
Edad de menarquia_______ Fecha última regla_______ Edad gest.______ sem.
IV- RECORDATORIO DE 24 HORAS
Marque con una equis (X) el lugar y hora donde realizó cada una de las comidas,
y Cuales fueron los alimentos consumidos.
63
Comida Desayuno Merienda Almuerzo Merienda Cena Merienda
Donde calle casa calle casa calle casa calle casa calle casa calle casa
Hora
Ali
men
tos
y c
anti
dad
es
V- FRECUENCIA DE INGESTA DE ALIMENTOS:
Marcar con una equis (X) la frecuencia con que consume cada grupo de alimento
Grupos de alimentos
Frecuencia de consumo
Diaria Semanal Quincenal Mensual
D M A M C M
Leche y derivados
Vegetales
Raíces y tubérculos
Frutas
Cereales
Carnes
Grasas
Golosinas
Comida rápida (*)
Azúcar
(*)Comida rápida (chatarra)
VI- APORTE Y DISTRIBUCIÓN DE LAS CALORÍAS, MACRO Y
MICRONUTRIENTES
Calorías_______Kcal; Proteínas_______gr; Lípidos________gr;
Carbohidratos_______gr. Hierro _____mg Calcio _________mgr;
Fósforo ___________mgr. Vit.A __________ER. Vit.C_________gr
Ácido fólico ___________ µg
64
UNIVERSIDAD CENTROOCCIDENTAL
LISANDRO ALVARADO.
DECANATO DE CIENCIAS DE LA SALUD
MAESTRIA EN SALUD PÚBLICA MATERNO
INFANTIL.
ALIMENTACION DE LA
EMBARAZADA
Lcda. Carmen Luisa Herrera Utrera.
Nutricionista.
Barquisimeto, 2008
Esquema de alimentación
Desayuno:
Avena con Leche. 1 taza.
Perico. 1 huevo+1/2 taza de vegetales.
Margarina. 1 cucharadita.
Arepa. 1 mediana.
Naranja. 1 unidad.
Merienda (10 AM):
Lechosa Picada. 1 taza.
Almuerzo:
Sopa de Auyama con Apio. 1 taza.
Carne Molida con Papas. 3 cucharadas
Arroz con Vainitas y Zanahorias 3 cucharadas.
Ensalada de Tomate con Pepino. 1 taza
Jugo de Parchita. 1 vaso.
Merienda (3 PM):
Frutas. 1 ración.
Galletas Tipo María. 1 paquete.
Cena:
Ensalada de Vegetales y Atún. 2 tazas.
Arepa. 1 unidad.
Jugo de Melón. 1 vaso.
Merienda (Antes de Acostarse):
Leche. 1 vaso.
Recomendaciones.
Durante el embarazo ocurren cambios en la
mujer porque el feto tiene necesidades para
su formación.
Es necesario ingerir una alimentación variada al
natural con muy poca cantidad de sal.
Coma con su grupo familiar.
Ingiera abundantes líquidos.
La leche materna es el mejor alimento para tu
hijo.
La desnutrición y la obesidad ponen en riesgo tu
vida y la de tu hijo.
Practique actos higiénicos al comer y manipular
los alimentos.
Administre bien su dinero al seleccionar y
comprar los alimentos.
Evite los alimentos procesados.
Ingiera los suplementos nutricionales
suministrados por el equipo de salud.
65
Distribución diaria de los alimentos por grupos.
Grupo de alimentación Raciones/Día Desayuno Merienda Almuerzo Merienda Cena Merienda
Leche, yogurt, queso o suero 2 1 1
Cereales, avena fororo o gofio 2 1 1
Vegetales de varios colores: verdes, amarillos,
rojos, anaranjados o blancos 6 1 3 2
Frutas enteras, ensaladas o jugos naturales 1 1 2 1 2 1
Arroz, papa, pan, galleta, pasta, yuca, apio,
ñame, auyama, ocumo o plátano 10 2 3 2 3
Carne, hígado
Pescado o pollo 6 1 3 2
Huevo 1 unidad 1 o 2 veces por semana.
Margarina, aceite, crema-nata o natilla 6 cucharaditas 1 3 2
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