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LA GUERRA CIVIL EN RIPOLL (1936-39)
Entrada del Refugio Antiaereo de la Plaza de l’Ajuntament
(Autor: E. Graells. Arxiu Comarcal del Ripollès)
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RUTA TURISTICA DE COOLTUR TURISME CULTURAL
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LA SEGUNDA REPÚBLICA
El 14 de abril de 1931 se proclamaba, en España, la Segunda República,
después de que el monarca Alfonso XIII abandonase el país para emigrar a
Italia. Con la proclamación de la nuevo régimen democrático, se redactó una
nueva Constitución, el 9 de diciembre de 1931, que marcaba una separación,
hasta entonces inexistente, entre la Iglesia y el Estado, y, además, aceptaba
las autonomías regionales (con la aprobación de los Estatutos de Autonomía
de Cataluña, el 9 de septiembre 1932, Euskadi, octubre de 1936, y Galicia, 1
de febrero de 1938).
Podemos dividir la Segunda República en tres fases muy claras:
• 1931-1933 como Bienio Reformista, donde el nuevo gobierno de la
República aplicó un gran número de reformas, como mejoras en los derechos
laborales, una reforma del ejército, la creación de una ley para el divorcio, la
secularización de los cementerios (hacer los cementerios lugares públicos y no
eclesiásticos), la disolución de la Compañía de Jesús, la construcción de
nuevas escuelas (con un cambio de la ley de educación, dejando de segregar
las clases por cuestión de sexo), etc. Todas estas reformas fueron fuertemente
criticadas por partidos de ideología de derechas, así como por la iglesia y el
ejército, sin recibir gran apoyo de las clases obreras. Este Gobierno, además,
tuvo que hacer frente a algún intento de levantamiento militar.
• 1933-1936 como Bienio Negro, donde el nuevo Gobierno de la República
estaba formado por formaciones políticas de derechas. Durante este bienio, el
nuevo Gobierno paralizó todas las reformas hechas durante el primer bienio.
Además, este gobierno tuvo que hacer frente al levantamiento de los mineros
asturianos, así como la revuelta, conocida como Hechos de Octubre, ocurrida
en Cataluña (en la que el Estatuto de Autonomía fue suspendido, y los
representantes del Gobierno de la Generalitat fueron encarcelados después de
que Lluís Companys proclamara el Estado Catalán dentro de una República
Federal Española).
• 1936-1939 como Gobierno del Frente Popular, donde los partidos de
izquierdas recuperan el Gobierno, y reinician las reformas comenzadas en
1931. Este es el Gobierno que tuvo que gestionar toda la Guerra Civil tras el
intento, medio frustrado, de Golpe de Estado por parte de sectores
conservadores del ejército.
INICIO DE LA GUERRA
El 19 de Julio de 1936, dos días después de que se levantaran las tropas de
Marruecos, se produjo el levantamiento militar en Cataluña. Esta revuelta fue
parada gracias a las fuerzas de orden público y a grupos de las diferentes
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milicias populares (formadas por militantes de diferentes partidos políticos y
sindicatos, así como voluntarios).
A pesar de que en Cataluña, como en otras regiones españolas, el
levantamiento pudo ser detenido, este triunfó en otras partes del territorio, y de
esta manera, comenzó la Guerra Civil Española.
El Gobierno de la República, viendo el alzamiento militar, firmó unos decretos
disolviendo todas las unidades del Ejército que tomaron parte en el Golpe de
Estado, y licenció a todas las tropas cuyos comandos se hubieran puesto en
contra de la legalidad republicana. Esta decisión del Gobierno dejó, al estado,
prácticamente sin efectivos del ejército. Además, la mayoría de jefes del
ejército que se habían sublevado fueron ejecutados por las milicias populares.
La desaparición del ejército, junto con un aumento de la población civil armada,
provocaron un colapso total de la administración pública, que fue sustituida,
durante, un breve periodo de confusión, por comités de barrio, locales y
comarcales, formados por gente civil fuertemente armada.
Durante estos días, las prisiones de Cataluña fueron abiertas, dejando en
libertad a los presos que había (la mayoría eran delincuentes comunes) para
llenarlas de personas de derechas, religiosos, militares, gente de misa, etc (la
totalidad eran detenidos por sus ideas y creencias). Esta represión se hizo
utilizando los métodos legales que existían. Sin embargo, unas 8500 personas
fueron asesinadas por los "incontrolados" que actuaban por su cuenta. La
Generalitat intentó evitar estas matanzas así como la destrucción de edificios
religiosos, archivos, bibliotecas y de tesoros religiosos dando pasaportes y
protegiendo la salida de miles de personas, y protegiendo los edificios
religiosos para evitar su destrucción. En ciertos pueblos y ciudades, además,
los comités locales también lograron salvar algunos edificios, como la catedral
de Girona, la Seu de Urgell, la de Tarragona, etc. Sin embargo, la práctica
religiosa se vio reducida a la clandestinidad, haciendo que la opinión católica
catalana se acercara al franquismo.
Para intentar reconducir esta situación de gran desorden, el 20 de julio de 1936
el presidente Companys se reunió con los dirigentes sindicales para intentar
llegar a un acuerdo. Primero los admitió el mérito de la victoria frente al ejército
sublevado, y se disculpó por las represiones que estas organizaciones
hubieran podido sufrir en el pasado. Además, también les ofreció el poder
(sabiendo que no podían aceptar) y les propuso crear un Comité Central de
Milicias Antifascistas, organismo que fue aceptado por la CNT-FAI. El 27 de
Noviembre del 1936, cuando la CNT-FAI decidió entrar a formar parte del
Gobierno, se disolvió el Comité Central de Milicias Antifascistas instaurando, de
nuevo, el poder del Gobierno de la Generalitat. En este acuerdo, la Generalitat
pasó a estar formada por tres representantes de la CNT , dos de la FAI, tres de
Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), tres de UGT y uno por Acció
Catalana Republicana, Unión de Rabassaires, PSUC y POUM.
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Además, desde un primer momento de la Guerra Civil, diferentes grupos de
milicias (voluntarios), fueron a luchar en Aragón, con la idea de recuperar
Zaragoza. Todas estas columnas estaban formadas por voluntarios que
querían luchar contra el fascismo, y otros ansiosos por utilizar las armas
tomadas. Estos grupos, sin formación militar, estaban asesoradas por algún
jefe militar, y consiguieron las primeras victorias en el campo de batalla.
Una vez la Generalitat tomó otra vez el control de la situación, intentó
regularizar todas las colectivizaciones de empresas que los comités habían
hecho, así como intentar investigar y perseguir judicialmente, todos aquellos
crímenes que los revolucionarios habían perpetrado sin un juicio legal.
Durante la Guerra, las grandes divergencias ideológicas de todas las fuerzas
políticas que actuaban en Cataluña (anarquistas, comunistas y socialistas),
estallaron el 3 de mayo de 1937, dando paso a los conocidos "Hechos de
Mayo", creando una Guerra dentro de la Guerra, donde grupos comunistas se
enfrentaron a la Generalitat, al tiempo que la CNT se enfrentó con el POUM.
Estos hechos tuvieron cabida en Barcelona y duraron una semana, dejando
cerca de 280 muertos.
Una vez los hechos de Mayo se controlaron, se formó un nuevo Consejo de la
Generalitat, que duró hasta el fin de la Guerra, donde la CNT dejaba de tener
representación.
RIPOLL
Uno de los grandes problemas que tuvo la ciudad de Ripoll, durante toda la
guerra, fue la escasez de suministros de primera necesidad. Ripoll no tenía un
gran término municipal, y una cantidad muy pequeña de la población se
dedicaba a la ganadería. La mayoría de gente se dedicaba al sector industrial,
pero las distintas crisis en el sector textil habían hecho que muchos de los
ciudadanos se encontraran, en el momento del estallido de la guerra, en
situación de paro, complicando, aún más, las gestiones del ayuntamiento.
Con el inicio de la guerra, un gran número de habitantes fueron asesinados por
su ideología (de derechas) o para formar parte del clero. Estos asesinatos no
fueron compartidos por todos los miembros del comité antifascista de Ripoll,
provocando fuertes discusiones y algunas dimisiones. Muchos edificios fueron
confiscados para instalar las sedes de los partidos políticos y sindicatos, así
como "industrias de guerra", y a medida que la guerra avanzaba, un gran
número de soldados y fuerzas de orden público se fueron instalando en la
ciudad. Ripoll, además, también tuvo que organizar la acogida a un gran
número de refugiados que fueron llegando durante toda la guerra. Esta
situación fue agravando, aún más, la escasez de los productos de primera
necesidad que estaba sufriendo la ciudad.
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La Guerra iba avanzando, y la primera línea de frente era, cada vez, más cerca
de la ciudad. A finales del mes de enero y principios de febrero, Ripoll sufrió 4
bombardeos por parte de las tropas Franquistas. El frente ya estaba a tocar, y,
finalmente, el 7 de febrero de 1939 la ciudad fue ocupada por las fuerzas
Franquistas, marcando el inicio de la dictadura Franquista en la ciudad.
Desde COOLTUR os queremos proponer un recorrido por Ripoll para
descubrir los años de la Guerra, así como la toma de Ripoll por parte de
las tropas golpistas comandadas por el General Franco, iniciándose, de
este modo, la dictadura Franquista en esta ciudad.
Plaza del Ajuntament
Ayuntamiento
Comenzaremos nuestra ruta delante del
Ayuntamiento de Ripoll. Para poder hacer una
explicación algo más amena y cuidada, hemos
creído necesario subdividir la explicación en
diferentes aparatos. El tema a tratar tiene una
complejidad muy grande y, sin los diferentes
apartados, creemos que se podrían desdibujar
las diferentes explicaciones, lo que nos llevaría a tener una visión más confusa
de este periodo.
1. Formación del Ayuntamiento de Ripoll
El 17 de diciembre de 1933 se tenían que celebrar elecciones municipales,
pero éstas se pospusieron, debido a una revuelta anarquista, hasta el 14 de
enero de 1934.
En estas elecciones, en Ripoll se presentaron 4 candidaturas distintas,
Esquerra Republicana (ERC), Unión Socialista (US), el Partido Comunista
Catalán (PCC) y la Coalición Ripollesa Republicana (que estaba formada por la
Liga y Acción Catalana). Las elecciones las ganó la Coalición Ripollesa
Republicana.
En octubre de 1934 se decretó una huelga general a consecuencia de los
llamados Hechos de Octubre, donde el presidente Lluís Companys había
proclamado el Estado Catalán dentro de la República Española. Las
consecuencias de estos hechos, fue la detención de todo el gobierno de la
Generalitat junto con diferentes concejales de diferentes pueblos de Cataluña,
la supresión del Estatuto Catalán de 1931 y el establecimiento de un
Gobernador Civil que disolvió todos los ayuntamientos.
En el caso de Ripoll, después de los hechos de Octubre, los concejales (la
mayoría de los cuales eran miembros de la Liga) no dejaron sus cargos, y
continuaron al frente del consistorio.
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Tras las elecciones generales de 1936, que ganaron el Frente Popular de
Izquierdas, se restableció todos los ayuntamientos catalanes que habían sido
elegidos en las elecciones municipales de 1934. Cuando se restablecieron los
ayuntamientos, los concejales de la Liga de Ripoll, por ética, dimitieron de sus
cargos cediendo el gobierno municipal a Esquerra Repúblicana, que con
minoría, ocupó todos los cargos del consistorio.
Con el estallido de la Guerra Civil, el Ayuntamiento no desapareció, pero su
poder se vio fuertemente reducido para la creación de los comités antifascistas.
En Ripoll, el comité se creó el 21 de julio de 1936 en dependencias
municipales, y estuvo formado con representantes del Ayuntamiento, el
jefe militar de las fuerzas de la población, representantes de Izquierda
Repúblicana (ERC), representantes de Unión General de los Trabajadores
(UGT), representantes del Partido Comunista (PCC), representantes de la
Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y representantes de la
Federación Anarquista Ibérica (FAI).
El comité de Ripoll se disolvió el 12 de octubre de 1936, después de que la
Generalitat de Cataluña llegara a un acuerdo con la CNT para crear gobiernos
de contención popular en contra de la Guerra. En este momento, el
Ayuntamiento de Ripoll estuvo formado por 6 representantes de ERC, 6
representantes de la CNT-FAI, 4 representantes del PSUC y 2 representantes
de la Unión de Rabassaires.
2. Los primeros días de Guerra. Movilidad y muertos.
El alzamiento Militar en contra del Gobierno de la República provocó unos días
de gran incertidumbre entre la población ripollesa. El 19 de julio de 1936 varios
grupos de obreros del Frente Popular de Ripoll, junto con la guardia civil y los
carabineros de Ripoll, vigilaron las carreteras y las calles de Ripoll para evitar
que hubiera algún intento fascista o monárquico de levantamiento. El miedo
estaba generalizado, y cualquier rumor se tomaba con gran consideración. En
este aspecto, el 20 de julio corrió el rumor de que 4 o 5 camiones llenos de
fascistas se dirigían a Ripoll. Para hacer frente a la posible llegada de estos
camiones, representantes de la CNT, UGT, PCC y ERC fueron a las comisarías
para pedir armas, y colocaron 8 vagones de tren en el paso de nivel del Paseo
Ragüll para formar una gran barricada. Dentro de los vagones, y en las casas
de los alrededores se colocaron milicianos armados esperando a los posibles
camiones de fascistas. Al no llegar los camiones, decidieron deshacer la
barricada al día siguiente.
Con el Alzamiento Militar también surgió un movimiento anticlerical de gran
tamaño, ya que la iglesia católica había bendecido el golpe de Estado como
una cruzada para recuperar los valores de la población española. Este
movimiento anticlerical se caracterizó, tal como veremos más adelante, en la
destrucción de imágenes y edificios religiosos.
Además, hubo una fuerte persecución de los miembros del clero y gente afín a
la iglesia (básicamente personas con ideología de derechas). Esta persecución
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hizo que mucha gente intentara huir y esconderse, ya que si los encontraban,
eran asesinados sin juicio previo. Los cadáveres de estos asesinatos se
encontraban tirados en las cunetas de las carreteras, y es por este motivo que
se les suele conocer como muertos de las carreteras. (Cabe decir que no
sólo el bando republicano persiguió y mató a personas de la iglesia católica,
sino que el ejército Franquista también torturó y mató a un gran número de
clérigos).
Estos asesinatos crearon grandes tensiones entre miembros del comité
antifascista de Ripoll, haciendo, incluso, que muchos de estos miembros
dejaran su cargo. Para salvaguardar la integridad física de las personas, el
comité repartió silbatos entre todas las personas que fueron detenidas por
tener ideología de derechas para que, una vez libres, los hicieran sonar si los
milicianos los iban a buscar. A pesar de la medida, el comité se vió
sobrepasado para poder garantizar la integridad física de estas personas, y
entre 36 y 40 personas fueron asesinadas, en Ripoll, durante estos primeros
meses de la Guerra Civil. Hay que decir, por ello, que una vez la situación se
estabilizó, la Generalitat de Cataluña, así como los ayuntamientos, investigaron
estos asesinatos para encontrar a los culpables y poderlos juzgar los crímenes
cometidos.
Con el inicio de la guerra, además, se convocó una huelga general que duró
unos días. En la reapertura de las empresas, muchos propietarios o directores
habían desaparecido o huido, así que muchas de estas empresas fueron
colectivizadas y controladas por comités de obreros. Algunas empresas
colectivizadas en las que los dueños no habían huido, se permitió, a sus
dueños, continuar trabajando pero como un trabajador más.
Otro aspecto a destacar, es que durante los primeros meses de la guerra, todo
el mundo que quisiera desplazarse debía solicitar un permiso de circulación
que se expedía desde el comité antifascista local, ya que sin este pase, se
podía considerar a las personas como fugitivas.
3. Los hechos de Mayo de 1937
Las diferencias ideológicas de las distintas formaciones políticas y sindicales
que formaban parte del Frente Popular, tanto en ámbito municipal, como en
ámbito nacional, hizo que desde un primer momento hubiera ciertas tensiones
entre todas estas organizaciones.
Todas estas tensiones culminaron con los conocidos sucesos de mayo de
1937, donde la lucha por el control de las distintas instituciones hizo que
enfrentaran grupos comunistas con la Generalitat de Cataluña, así como luchas
entre la CNT y el POUM . El 7 de mayo, el Gobierno Central de la Segunda
República se hizo cargo del orden público de Cataluña y envió las fuerzas de la
guardia de asalto en Barcelona.
De forma oficial, en Ripoll no hubo ningún accidente.
Sin embargo, el 23 de abril de 1937 en Ripoll había 150 carabineros que el
gobierno de la Segunda República quería enviar a Puigcerdà. Como estas
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fuerzas no pudieron entrar en Puigcerdà retornaron a Ripoll y fueron
aumentando hasta ser un total de 500 efectivos que se quedaron en el andén
de la estación nueva de ferrocarril. Los carabineros situaron una ametralladora
sobre el local de ERC y otra en la cúpula de la estación nueva.
Viendo estos hechos, se convocó una reunión entre CNT, UGT y ERC para
pedir que no hubiera rencores y se dejara de patrullar por la ciudad.
El 21 de junio, un número de 50 carabineros ocupó el Antiguo Convento de
Monjas, trasladando a los refugiados que había en ese edificio a la estación
Nueva del ferrocarril.
Una de las repercusiones de los hechos de mayo fue la ilegalización del
POUM, haciendo que el ayuntamiento recuperara los edificios que esta
formación ocupaba para destinarlos a acomodar refugiados.
4. Suministros y Economía
La mayoría de los habitantes de Ripoll se dedicaba al sector industrial, y sólo
unos pocos se dedicaban a la agricultura y la ganadería.
Desde inicios de la década de 1930 el ayuntamiento tuvo que lidiar con las
distintas crisis del sector textil que habían hecho aumentar el paro entre la
población de Ripoll.
Para lidiar con el paro, el ayuntamiento intentó hacer obras de pavimentación
de calles, creación y mejora de la red de alcantarillado, etc., para ocupar a los
parados. Además, se varió las jornadas laborales del sector textil, creando
jornadas de 3, 4 o 5 días. A pesar de estas medidas, el paro fue aumentando,
haciendo que la conflictividad social fuera cada vez mayor. Esta tensión se
tradujo con un gran número de huelgas y enfrentamientos entre empresarios y
obreros. En 1935, casi el 20% de la población estaba en paro.
Con el inicio de la guerra, estos problemas se vieron incrementados, y fueron
una de las tareas más complicadas que tuvo que enfrentar el Ayuntamiento de
Ripoll.
El mes de septiembre se recuperó el mercado
semanal, que había quedado paralizado por el
golpe de Estado. A pesar de que este mercado se
solía celebrar los domingos, a partir de
septiembre se pasó a celebrar los sábados. Sin
embargo, la falta de productos de primera
necesidad era evidente, y ya en noviembre de
1936 faltaba azúcar, tabaco, judías, patatas y
tocino. También había problemas con el
combustible, haciendo que la gente fuera a talar
árboles en los bosques de alrededor de la ciudad.
Esta tala de árboles creó serios conflictos entre el consistorio de Ripoll y los
municipios que le rodeaban.
1 Cola para recoger un pan (Autor: E. Graells. Arxiu Comarcal del Ripollès)
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El ayuntamiento intentó controlar los alimentos, y a finales de 1936 se prohibió
la venta directa de huevos, centralizando la venta de estos en dependencias
municipales.
La falta de alimentos se fue viendo agravada con la llegada de refugiados y
miembros de los distintos cuerpos de seguridad. Para poder hacer frente a esta
carencia de productos, ya en 1937, el ayuntamiento implantó el "Carnet
Familiar", una tarjeta de racionamiento para intentar garantizar el acceso a los
alimentos a toda la población. La tensión creada por las largas colas que
debían hacer los habitantes para conseguir alimento, provocaron diversas
manifestaciones, donde los habitantes se quejaban de la escasez y el aumento
de los precios. Para hacer frente a la escasez, se empezaron a cultivar los
solares vacíos que había en el municipio, y se crearon comedores colectivos y
por la infancia.
Paralelamente a estos problemas, el mercado negro de productos de primera
necesidad creció mucho, agravando, aún más, el malestar que sentía la
población.
Otro problema fue la poca cantidad de dinero que corría por el mercado. La
falta de moneda fraccionaria hizo que el ayuntamiento de Ripoll, al igual que el
resto de ayuntamientos de Cataluña, emitiera billetes de curso legal que sólo
tenían validez dentro del término municipal. En este aspecto, el 8 de mayo de
1937 Ripoll emitió un total de 50000 pesetas creando 30000 billetes de una
peseta y 20000 billetes de dos pesetas. Los billetes de dos pesetas no salieron
a circulación, y en su sustitución, se emitió 20000 pesetas en billetes de 0.50
céntimos. El 15 de octubre del mismo año se emitieron 40000 billetes de una
peseta y el 29 de octubre se hizo una emisión de 10000 pesetas en billetes de
0.25 céntimos. A pesar de estas emisiones monetarias, la economía no se
agilizó, y la moneda de curso local se retira de la circulación el 20 de mayo de
1938.
La guerra fue avanzando, y en todos los municipios se fueron haciendo actos
benéficos para recaudar material o dinero para enviar al frente o para ayudar a
las familias más pobres.
Además, desde el inicio de la guerra comenzaron a llegar a Ripoll un gran
número de refugiados. Ripoll, como capital de comarca, fue la encargada de ir
repartiendo los refugiados entre el resto de poblaciones de la comarca. La
llegada de refugiados supuso un aumento en las carencias de alimento pero la
acogida por parte de la población fue, en general, buena, ya que la gente
sentía gran empatía por un problema que todos estaban sufriendo.
5. Acciones para la Guerra
Desde un primer momento, el ayuntamiento tuvo que hacer frente a la
organización de la guerra y la defensa de la ciudad.
La situación geográfica de Ripoll, al borde de la frontera francesa, hizo que
desde un primer momento un gran número de fugitivos pasaran por esta
población para poder traspasar la frontera Francesa. Desde la administración,
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se persiguió a todos los prófugos, así como los que los ayudaban a huir. Todos
los guías de montaña que se descubrieron ayudando a traspasar la frontera a
prófugos se les impusieron multas económicas o se les desterró a más de 50
kilómetros de la frontera.
El transcurso de la guerra, además, hizo que cada vez más habitantes fueran
llamados para ir al frente, lo que paralizó la economía local. Es por este motivo
que el ayuntamiento pidió un permiso para los agricultores locales llamados al
frente, para que estos pudieran volver al municipio durante 6 semanas para
poder hacer la siembra, ya que los campos estaban vacíos. También se creó
una escuela para formar a las mujeres en los oficios que solían hacer los
hombres. La intención de esta escuela era que las mujeres pudieran sustituir a
los hombres, y evitar, así, que la economía local quedara más paralizada.
Las necesidades del frente fueron constantes, y desde un primer momento se
requisaron gran número de vehículos para ser utilizados para el ejército.
También se restringió el acceso a combustibles, dañando la comunicación
ferroviaria y automovilística de Ripoll.
Además, la Generalitat requisó, directamente, tres empresas de Ripoll para
transformarlas en industrias de guerra.
Para la defensa directa del pueblo, desde 1937 se
empezaron a hacer pruebas con sirenas para
alertar a la población de posibles bombardeos.
También se planificaron y construyeron dos
refugios antiaéreos.
Después de la Batalla del Ebro, se endurecieron
las medidas para la defensa de la población, y
desde el Ayuntamiento se emitió un edicto en el
que se prohibía el uso de sirenas y otras señales
que pudieran confundir a la población. También se
prohibió utilizar los túneles del ferrocarril
transpirenaico como refugio, y se prohibió mostrar
ninguna luz durante la noche, para evitar bombardeos nocturnos. También se
obligó a que todo el mundo aportara el 2% de sus sueldos para gastos
municipales, y todos los que se quisieran construir un refugio particular, debían
tener la aprobación de la junta local.
6. Ripoll al final de la guerra
El 23 de enero de 1939 se declaró el Estado de Guerra en Ripoll. Desde aquel
momento, el control del pueblo pasó a manos del ejército. Grandes riadas de
gente pasaban día y noche por Ripoll, intentando llegar y traspasar la frontera
francesa y poder salvarse de la guerra.
Además, durante los días 22, 23 y 25 de enero y 5 de febrero Ripoll sufrió los
bombardeos de las tropas Franquistas. A causa de los bombardeos, unos 160
edificios se vieron afectados.
2 Refugio antiaereo en la Plaza de
l'Ajuntament. (Autor: E. Graells. Arxiu Comarcal del Ripollès)
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El 7 de febrero de 1939, el ejército Franquista ocupó Ripoll. Comenzaba así la
dictadura Franquista en este municipio. En la retirada, el ejército republicano
destruyó algunos edificios para intentar frenar al ejército rebelde y poder ganar
tiempo, tanto para los refugiados como para ellos mismos, para poder
traspasar la frontera francesa.
Monasterio de Ripoll
Uno de los edificios más característicos de
Ripoll es su monasterio, siendo muy famosa
su gran portada de estilo Románico.
Con el estallido de la guerra, un gran
movimiento anticlerical destruyó un gran
número de iglesias, imágenes y objetos
religiosos, aunque la mayoría de comités
locales intentaron salvaguardarlos.
Entre los días 21 y 22 de julio, de 1936, el comité de Ripoll, siguiendo
órdenes de la Generalitat, requisó el Monasterio, las iglesias de Sant Pere
y Sant Eudald, y el convento de las Carmelitas. También intentaron salvar
grandes cantidades de objetos e imágenes
religiosas llevándolas en casas requisadas por el
mismo comité.
El día 22 de julio comenzaron los saqueos en
algunos de estos edificios, donde se extrajeron las
imágenes y otros elementos religiosos de su interior
para transportarlos al "Torín" donde se quemaron en
una gran hoguera.
El comité, por ello, no pudo salvaguardar todos los
edificios religiosos, y el día 23 de julio se quemó la
iglesia del Roig y las ermitas del Remei y el Calvari,
así como la imaginería del convento de las Carmelitas y la archivo parroquial y
notarial.
Aparte de quemar las imágenes, también se realizaron registros en las iglesias
para encontrar armas contrarrevolucionarias, ya que se tenía la sospecha de la
existencia de arsenales escondidos. En estos registros no encontraron las
armas, pero algunos milicianos aprovecharon para profanar las tumbas que
había en las catacumbas de las iglesias registradas.
La única iglesia que se derrumbó, fue la de Sant Eudald. Cabe decir, por esto,
que ya desde principios de la Segunda República había un proyecto para
derruirla que serviría para solucionar los problemas urbanísticos que suponía
su localización.
3 Protección de la portada de la
Catedral (Autor: E. Graells. Arxiu Comarcal del Ripollès)
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4Destrucción de la iconografía religiosa (Autor desconocido. Arxiu Comarcal del Ripollès)
Mucha gente que formaba parte del clero se vio obligada a huir o esconderse.
Los actos religiosos quedaron prohibidos de forma oficial, y muchos los hacían
de forma clandestina en sus casas particulares. A pesar de ello, en Ripoll, a los
tres meses del alzamiento militar, se celebraban misas privadas toleradas por
el comité local.
En 1938, el Ayuntamiento construyó un muro de contención ante la portada del
monasterio de Ripoll, por miedo a que posibles bombardeos la pudieran
destruir. Gracias a este muro, hoy en día aún podemos disfrutar de esta
portada románica.
Plaza del Abad Oliba
Esta plaza, conocida como
Plaza de la República, fue el
centro de muchas de las
manifestaciones que se
hicieron en Ripoll durante la
Segunda República y durante
los años de la guerra civil. Estas manifestaciones sirvieron
para quejarse del aumento del paro, del aumento de los
precios de los productos, y de la gran escasez de
alimentos, entre otros.
Cruzamos la Plaza del Abat Oliba dirección este
64m
5 Manifestación en
Ripoll (Autor desconocido. Arxiu Comarcal del Ripollès)
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Museo Etnográfico
Con el inicio de la Guerra, un gran número de
edificios u objetos religiosos fueron
quemados. Los milicianos entraron en este
museo y destrozaron todos los objetos e
imágenes religiosas que se encontraron. El
resto de objetos del museo fueron
respetados. El hecho de respetar todos los
objetos que no fueran religiosos nos demuestra que el movimiento, al menos
en Ripoll, era, únicamente, anticlerical, ya que no hay constancia de destrozos
y robos de otros objetos del museo.
Dirijámonos a la Plaza del Abat Arnulf, que nos queda al este
39m
Bajamos, dirección sur, por la Calle del Raval de Sant Pere
20m
Giramos a la derecha y vamos por la calle de Berenguer el Vell
83m
Escuela Vedruna
En este edificio se encontraba el antiguo
convento de las Carmelitas.
Este edificio fue requisado por el comité de
Ripoll, y fue saqueado para poder quemar
todos los objetos religiosos que había en su
interior.
Tras ser saqueado, este edificio fue utilizado
como sede por los Carabineros, las fuerzas encargadas de salvaguardar la
frontera y evitar que la gente huyera.
A finales de 1938, la brutalidad de la guerra hizo que se instalara, en este local,
un hospital militar para poder atender a todos aquellos soldados que eran
heridos en el frente.
Cruzamos la calle y bajamos, dirección suroeste, por la calle Carretera de
Ribes
148 m
A nuestra izquierda está el Club Esportiu de Ripoll
Club Deportivo Ripoll
Aquí había situada Can Matabosch. Esta
casa fue requisada, desde un primer
momento, por el comité local de Ripoll.
Durante los años de guerra, esta casa tuvo
diferentes usos. En un primer momento, el
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comité trasladó un gran número de imágenes y objetos religiosos para
salvaguardarlos y protegerlos de los milicianos. Existe la sospecha, además,
que en esta caso se construyeron bombas de mano.
Cuando el comité antifascista local se disolvió, esta casa pasó a ser utilizada
por el cuerpo de carabineros.
Bajamos por la Calle de Carretera de Ribes
20m
A nuestra derecha está la Biblioteca Lambert Mata y la escuela Salesiana
Biblioteca Lambert Mata
No sabemos exactamente para qué se usó, pero
este edificio fue uno de los requisados por el
comité de Ripoll.
Escuela Salesiana
En tiempos de la Guerra, este edificio es donde
estaba la Escuela Mutua Sant Hou. Este fue otro
de los edificios ocupados por el comité en el
estallido de la Guerra Civil.
En este caso, en este edificio se instaló una
prisión provisional. En esta prisión es donde se
retuvieron a todos los detenidos el 22 de junio de 1936. La mayoría de estos
detenidos eran personas consideradas fascistas o de derechas.
Bajamos hasta el final de la calle Carretera de Ribes
54m
A nuestra derecha está la Farga Palau
Farga Palau
La Generalitat requisó tres empresas de Ripoll
para convertirlas en industrias de Guerra.
Estas estaban controladas por la Comisión de
Industrias de Guerra, presidida por Josep
Tarradellas. Después de los hechos de mayo,
todas estas industrias pasaron a ser
controladas por el Ministerio de Defensa del
Gobierno de la Segunda República.
Las empresas destinadas a la Guerra fueron:
• Hispano Suiza. Esta empresa pasó a ser llamada fábrica S.A.F. núm. 9
y contaba con 73 trabajadores. Se dedicaban a hacer motores de
aviación. Según informes de espionaje del ejército Franquista, en esta
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fábrica también se construían grandes cantidades de bombas para la
aviación.
• Fábrica Casals Hermanos, conocida como fábrica N. Esta fábrica tenía
una fundición y ya había sido usada para fabricar material de guerra en
la 1e Guerra Mundial. Durante la Guerra, se dedicaron a fabricar unos
tornos especiales para poder agujerear cañones balísticos, fusiles y
ametralladoras. También se dedicaron a fabricar las carcasas para
bombas de mano, morteros y balas antitanques. Ya hacia finales de la
guerra, fabricaron fresadoras y tornos que se llevaban en la frente para
poder reparar las armas de los combatientes. No sabemos exactamente
cuántos trabajadores tuvo.
Según los informes de espionaje del ejército Franquista, en esta fábrica
también se construían ametralladoras.
• Fábrica de Aram de Antoni Palau. Esta era la industria de Guerra más
pequeña que había en Ripoll. En esta fábrica, se fabricaron corros de
forzamiento para proyectiles balísticos. No sabemos cuántos
trabajadores tuvo.
Para estas industrias, se envió a un equipo humano especializado en la
construcción de armas. La mayoría de estos eran ingenieros o mecánicos, y
eran los encargados de dirigir a los trabajadores locales.
No sabemos exactamente cuántos trabajadores estuvieron involucrados en
estas tres industrias, pero una de las características que tenían estos
trabajadores, es que se les consideraba movilizados, y, por tanto, éstos no eran
llamados a ir al frente de batalla. Además, como se les consideraba una pieza
estratégica clave para la guerra, tenían un trato diferencial en el racionamiento
de comida y recibían una cantidad más elevada que el resto de la población.
Sin embargo, estos trabajadores tenían que trabajar sábados y domingos, y
pese a hacer más horas, sólo cobraban 40 horas semanales.
Giramos a la izquierda y continuamos por la calle del Prat
90m
Continuamos recto por la calle Nova hasta el final
70m
Giramos a la derecha y cruzamos, dirección sureste, la Plaza Gran
32m
Giramos a la derecha y cruzamos el puente
103m
Paseo Ragull
Aquí explicaremos un par de hechos, uno de
principios de la guerra y el otro a finales de
esta.
El primer hecho ocurrió el 20 de julio de 1936
cuando circuló el rumor de que 4 o 5 camiones
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llenos de fascistas se dirigían a Ripoll para realizar el levantamiento militar en
este municipio. Al enterarse de este rumor, las milicias de Ripoll, junto con las
fuerzas de seguridad que había en este municipio colocaron, en el paso de
nivel de este paseo, ocho vagones de tren para realizar una barricada. Para
defender este punto, gente armada se situó dentro del tren y en las casas de
alrededor. Por suerte, solo fue un rumor, y el día 21 de julio se desmontó la
barricada.
El segundo hecho destacado en este punto fue el
5 de febrero de 1939, ya a finales de la Guerra.
Ese día, Ripoll recibió el cuarto y último
bombardeo por parte de las tropas Franquistas.
Unas 50 bombas, lanzadas por la aviación
Franquista, cayeron en las inmediaciones de este
paseo. Las bombas de este bombardeo tocaron a
un camión que estaba cargado de trilita, y causó
una gran explosión, maximizando los efectos de
este bombardeo.
Nos dirigimos, dirección sureste por el Paseo Ragull hasta encontrar la escuela
Joan Maragall
311M
Escuela Joan Maragall
Justo delante de esta escuela fue donde se
construyó uno de los refugios antiaéreos que
tuvo Ripoll. Era el Refugio número 1 y constaba
de un túnel de 75 metros cuadrados con puertas
de entrada y salida. Desgraciadamente, este
refugio no se pudo utilizar nunca, ya que
deficiencias en su construcción hacía que este se inundara con facilidad.
En este edificio, además, se instaló un hospital de evacuación a finales de
1938.
Hacemos media vuelta y subimos por Paseo Ragull
53m
Giramos a la derecha y nos dirigimos hacia el Parque temático del Pirineu
129m
Giramos a la derecha y cruzamos todo el Parque temático del Pirineu
281m
Giramos a la izquierda y cruzamos el puente de Ripoll
100m
Giramos a la izquierda y subimos, dirección noroeste, por Paseo del Ferro
6 Efectos de la explosión del camión de trilita (Autor desconocido. Arxiu Comarcal del Ripollès)
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37m
A nuestra derecha está el edificio de la Estación Vieja de Ferrocarril
Estación Vieja de Ferrocarril
A lo largo de la guerra fueron llegando, en
Ripoll, un gran número de refugiados. Estos
grupos estaban formados por personas que
huían de zonas ocupadas por las tropas
Franquistas, o por zonas cercanas al frente
de batalla.
Los primeros refugiados que llegaron a Ripoll lo hicieron el 17 de noviembre de
1936 y provenían del Frente de Madrid.
Ripoll, como capital de comarca, creó el Comité Comarcal de Ayuda a los
Refugiados, que se encargaba de organizar eventos para recoger fondos para
mantener a los refugiados, así como de redistribuir estos refugiados entre las
distintas poblaciones del Ripollès.
Ripoll solía albergar entre 450 y 500 refugiados. Distribuyó estos refugiados en
casas particulares y en edificios que habían sido requisados, como la estación
Nueva de Ferrocarril y la estación Vieja.
El problema fue que las estaciones, que fueron destinadas a establecer
algunos refugiados, fueron, desde un primer momento, un objetivo militar para
las tropas Franquistas. Es por este motivo que los días 22 y 23 de enero de
1939, estos edificios fueron objetivo de los bombardeos de la aviación
Franquista, cuyo objetivo era cortar las vías de comunicación y de escape de la
ciudad.
Vamos, dirección noroeste por el Paseo del Ferro
400m
Cruzamos las vías del tren y subimos por Paseo de Sant Francesc
85m
Giramos a la izquierda y cruzamos el Puente del Casino
96m
Giramos a la derecha hacia la Plaza Gran
10m
Cal Xaró
Esta casa también fue requisada por el comité
local.
En esta se ubicó, después de haber ocupado
temporalmente la rectoría del pueblo, la sede de
la CNT y, paulatinamente, de todas las
secciones de este sindicato, como la Asociación
de Mujeres Libertarias, las Juventudes
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Libertarias y la redacción del semanario Humanismo (la revista de difusión que
tenía este sindicato).
En la academia católica, que estaba situada, también, en esta plaza, es donde
se instaló el PSUC. Como ocurrió con la CNT, diferentes secciones del PSUC
se instalaron en este edificio, como las Juventudes Socialistas Unificadas, la
Asociación de Mujeres Antifascistas, los Amigos de la URSS o la redacción de
la revista Triunfo. En este edificio, además, se creó el cine Lina Òdena,
controlado por este partido político.
Cruzamos, dirección norte, la Plaza Gran
37m
A nuestra izquierda está la Casa Marqués de Alós
Casa Marqués de Alós
Aquí es donde se instaló ERC de Ripoll, y utilizó
este edificio como sede.
Tal y como hemos explicado anteriormente,
durante los hechos de Mayo de 1937, los
carabineros instalaron, en este edificio, una
ametralladora para controlar a la población y a
posibles luchas armadas.
Dirijámonos, dirección norte, la Plaza Gran
75m
Giramos a la izquierda hasta la Plaza de Sant Eudald
25m
Plaza de Sant Eudald
En esta plaza había
situada la iglesia de Sant
Eudald, la única iglesia
que se derrocó en Ripoll.
Cabe decir, por ello, que
ya desde principios de la década de 1930 había
varios proyectos para derribar este edificio, ya que
su ubicación causaba graves problemas
urbanísticos.
Una vez acabada la guerra, en esta plaza se intentó
ubicar un monumento para los caídos en 1939.
Cruzamos la Plaza de Sant Eudald dirección este
40m
Giramos a la derecha y subimos, dirección noroeste, por la calle de Sant Pere
36m
7 Desmontage de la Iglesia
de Sant Eudald (Autor: J. Fosses. Arxiu Comarcal del Ripollès)
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Continuamos recto
41m
Giramos a la izquierda y continuamos por la calle de Sant Jaume
42m
Giramos a la derecha y subimos por la calle de Doña Estasia
25m
Plaza del Cine Ideal
A pesar de la Guerra, la línea de frente,
durante los primeros años, se encontraba
lejos de Ripoll y, en cierto modo, la gente
intentaba llevar una vida normal.
En aquella época era muy típico, en los
bares, hacer apuestas en los juegos de
mesa. Este tipo de actividad fue
duramente criticada por las juventudes
libertarias y la CNT, ya que había una guerra en juego. Desde 1936, el
Ayuntamiento intentó prohibir las apuestas más allá del coste de la
consumición. Pese a la prohibición, sabemos que los juegos de apuestas no se
paralizaron.
También se criticó fuertemente a la prostitución, ya que esta denigraba a las
mujeres que la ejercían. Sabemos que en Ripoll había dos burdeles, uno en
Can Persianas y el otro en la Carretera de Barcelona.
Otra de las distracciones que tenía la sociedad, era el teatro. En aquella época
se crearon varios grupos de teatro amateurs que hacían sus representaciones
en distintos locales del municipio.
Al igual que el teatro, también había cuatro salas de cine donde se pasaban
varias proyecciones. Estos cines eran el cine Condal, el antiguo Casino, el
cine Ideal, y el cine Lina Òdena creado por el PSUC y situado en la antigua
Academia Católica. Desde el Ayuntamiento, se creó el Comité Económico de
Espectáculos Públicos que pasó a controlar estas salas de cine.
Normalmente, en los cines se pasaban reportajes del frente, hechos,
básicamente, por Laya Films o por Cinnamond Films, los que contaban el
avance de la guerra. Estos, no dejaban de ser propaganda política para animar
a la población e impedir que el estado de ánimo decayera.
Las sesiones de cine se paralizaron en noviembre de 1938, ya que la guerra
estaba muy cerca, y los locales fueron utilizados para ubicar a las tropas del
ejército Republicano que llegaban a Ripoll.
Giramos a la derecha y cruzamos la Plaza del Cine Ideal
14m
Continuamos, dirección este, por la calle del Monestir
42m
Giramos a la izquierda y subimos por la Plaza Cívica
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20m
Cruzamos la calle y llegamos a la Plaza del Ajuntament
Plaza del Ayuntamiento
En esta plaza se construyó el segundo refugio
antiaéreo que hubo en la ciudad. Por desgracia
para la población de Ripoll, este refugio
tampoco se pudo utilizar, ya que éste estaba
justo al lado de la acequia que pasa por el
medio de Ripoll, y si algún proyectil hubiera
tocado la acequia, el agua que esta
transportaba hubiera inundado el refugio antiaéreo, convirtiéndolo en una
trampa mortal para las personas que se hubieran refugiado.
A medida que se acercaba el final de la guerra, la ciudad se fue preparando.
No sabemos la fecha exacta, pero se colocaron a dos observadores en las
torres del monasterio para informar de posibles ataques aéreos. El día 22 de
enero de 1939 se produjo el primero de los 4 bombardeos que Ripoll sufriría.
En este bombardeo cayeron entre 20 y 25 bombas en un radio de 400 metros,
y el objetivo era la estación de ferrocarril.
Como consecuencia de este bombardeo, junto con la
proximidad del frente, el 23 de enero se declaró el Estado
de Guerra, haciendo que el control municipal pasara a
manos del ejército republicano. Durante estos días,
grandes riadas de gente pasaban por Ripoll, intentando
huir hacia Francia. El mismo 23 de enero, Ripoll fue
objeto de un segundo bombardeo, en el que cayeron
entre 30 y 40 bombas en el sector de la estación de
ferrocarril.
El tercer bombardeo fue el 25 de enero. En este
bombardeo, el objetivo fue la montaña de
Sant Bartomeu, aunque desconocemos la
intencionalidad del ataque.
El último bombardeo se efectuó el día 5 de
febrero. En este bombardeo, cayeron unas
50 bombas siendo, objetivo, el centro del
pueblo. Desgraciadamente, tal y como
hemos explicado antes, en este bombardeo
se tocó un camión que estaba cargado de
trilita, provocando una explosión de grandes
dimensiones que afectó a un gran número de
edificios.
Finalmente, el día 7 de febrero de 1939, la División 51 del Cuerpo del Ejército
de Aragón del Ejército Franquista comenzó una ofensiva para ocupar Ripoll. No
parece que hubiera una gran resistencia por parte del ejército Republicano, y
8 Vagones Quemados
(Autor: E. Graells. Arxiu Comarcal del Ripollès)
9 Voladura del puente del Ferrocarril (Autor:
E. Graells. Arxiu Comarcal del Ripollès)
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por la tarde del mismo día, el ejército
Franquista ocupó Ripoll. Al parecer, el ejército
Republicano, antes de retirarse de Ripoll,
destruyó distinos inmuebles de la Plaza Gran,
así como la central Telefónica y Eléctrica de
Ripoll, la fábrica de "Yesos Ripoll", la fabrica
Rocafiguera, la fábrica de chocolate Sirvent y
algunas otras casas del pueblo, seguramente
para impedir
que el
ejército
Franquista se pudiera aprovechar. A pesar
de estas destrucciones, el ejército Franquista
pudo recuperar 15 locomotoras y 200
vagones de tren, y se encontró las industrias
de Guerra Hispano-Suiza y Casals
Hermanos intactas, pudiendo usar todo el
material que había en su interior.
Desde COOLTUR deseamos que hayáis disfrutado de esta ruta turística, y
que tengáis muy buen día.
10Voladura del puente del Ferrocarril
(Autor: E. Graells. Arxiu Comarcal del Ripollès)
11 Casa Mauri, destruida en la retirada Republicana (Autor desconocido. Arxiu Comarcal del Ripollès)
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