16 Escrito por: Francely Pérez HC
«No podemos
asegurar mejor
nuestra felicidad
que viviendo y
muriendo en el
servicio de los
pobres»
(SVP II, 392)
REFLEXIONES DESDE EL CARISMA VICENTINO
Vicente de Paúl,
hombre de Dios y
de los Pobres
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¡YO TE NECESITO! I reflexión
En el año 2015, el P. Gregorio Gay nos invitó a reflexionar
sobre la Colaboración Vicentina siguiendo el ejemplo de
Vicente de Paúl y Luisa de Marillac. El lema era: “Juntos en
Cristo, nosotros los vicencianos hacemos la diferencia”.
La invitación era no solo reflexionar sobre ella, sino también,
emprender caminos juntos como familia para «celebrar, unirse
y conocer, y servir con los demás».
¿Qué acciones emprendimos junt@s como Familia
Vicentina en nuestra comunidad?
OBSERVA
ALABA
Canto: Como Vicente
No todos los hombres llegan
a tener tal claridad,
viendo a Cristo en el hermano
y amarlo con libertad.
Dando la vida y luchando
por la justicia y la paz,
no todos los hombres aman
como Dios nos suele amar.
Como Vicente, amamos al pobre hoy,
seguimos a Jesucristo, vida Palabra y amor.
Como Vicente, repartiremos el pan,
devolveremos al pobre, la vida y su dignidad.
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y no contaminación y destrucción.
Toca los corazones
de los que buscan sólo beneficios
a costa de los pobres y de la tierra.
Enséñanos a descubrir el valor de cada cosa,
a contemplar admirados,
a reconocer que estamos profundamente unidos
con todas las criaturas
en nuestro camino hacia tu luz infinita.
Gracias porque estás con nosotros todos los días.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha
por la justicia, el amor y la paz.
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COMPARTE
Oración por nuestra tierra
Dios omnipotente,
que estás presente en todo el universo
y en la más pequeña de tus criaturas,
Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe,
derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que cuidemos la vida y la belleza.
Inúndanos de paz, para que vivamos como
hermanos y hermanas
sin dañar a nadie.
Dios de los pobres,
ayúdanos a rescatar
a los abandonados y olvidados de esta tierra
que tanto valen a tus ojos.
Sana nuestras vidas,
para que seamos protectores del mundo
y no depredadores,
para que sembremos hermosura
En tiempos de Vicente de Paúl, hubo una helada que dañó
en gran medida los trigos y viñas de toda Francia. Él invita
a su comunidad a reducir el consumo de vino para ahorrar
y ayudar a otros (Conf. de 1659). Siguiendo el ejemplo de
Vicente de Paúl de “cuidar y ahorrar” ¿Cómo utilizamos
los recursos de la tierra (especialmente los no renovables)
¿Sabemos cuidar de ellos?
¿Defendemos la lucha de aquellos que trabajan por la
defensa de la tierra? ¿Qué acciones tomamos?
ORA
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La mesa ya está servida,
venga a participar,
anden todos los caminos
a los pobres invitad.
El Padre ya está esperando
para compartir su pan,
en ella celebraremos
una nueva humanidad.
Hoy el mundo está creciendo,
millones de pobres hay
nadie quede indiferente,
todo mundo a trabajar.
Construyamos una casa
que tenga calor de hogar,
los rostros de Jesucristo
nuevamente sonreirán.
ESCUCHA
“…Vivir en una gran cordialidad y caridad las unas con las
otras. Las personas que han sido escogidas para un mismo
ejercicio tiene que estar también unidas en todas las
cosas” (SVP conf. 28).
“El Padre y el Hijo no han dejado nunca de dialogar, y ese
amor mutuo ha producido eternamente al Espíritu Santo
por el que han sido, son y serán distribuidas todas las
gracias a los hombres. Dios además trabaja con cada uno
en particular: trabaja con el artesano en su taller, con la
mujer en su hogar con la hormiga, con la abeja para que
hagan su recolección, y esto incesantemente y sin parar
jamás” (SVP conf. 805 y 807).
“Tenemos que asistir [a los pobres] y hacer que les asistan
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de todas maneras, nosotros y los demás [...]. Hacer esto es
evangelizar de palabra y de obra” (SVP XI, p. 395).
“Tenemos por norma ceder a los demás las buenas obras
que ellos se ofrecen a realizar, creyendo justamente que lo
harán mejor que nosotros” (SVP III, p. 70).
“El trabajo emprendido por San Vicente no fue una obra de
carácter meramente personal. Fue una gran obra comunitaria
y participativa, un trabajo en equipo (en red, decimos hoy).
San Vicente reunió a ricos y pobres, miembros del clero y
laicos, hombres y mujeres. Movilizó y formó las buenas
voluntades, contó con importante colaboración de otras
personas para fundar sus instituciones (Cofradías de Caridad,
Congregación de la Misión, Compañía de Hijas de la
Caridad), implicó a los poderes públicos, vio que la
colaboración era la llave para el éxito en el servicio a los
pobres. La experiencia de San Vicente es hoy una invitación
grande para la colaboración entre los grupos de la Familia
Vicenciana” (P. Eli Chaves, marzo 2012).
Por su propia identidad la colaboración vicentina se realiza
desde la realidad de los pobres. No son ellos los que nos
necesitan, somos nosotros quienes les necesitamos. Esta fue la
experiencia de Vicente. Vivió y compartió la realidad de los
pobres y desde ellos definió el fin de sus fundaciones.
De igual forma, tenemos necesidad unos de los otros. Vicente
no hubiese podido realizar tantas obras, sino lo hubiera hecho
en colaboración con muchos otros. Su experiencia en
Chatillon-Follevile le mostró el camino: gracias a la
colaboración de los laicos, en especial de las mujeres, los
pobres en aquel lugar fueron atendidos. De igual forma,
REFLEXIONA
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La tierra es nuestro hogar, nuestra madre, la que nos cobija y
alimenta. Sin embargo, no hemos sido capaces de cuidarla
sino al contrario la hemos contaminado y destruido. El papa
Francisco lo expresa muy bien en la Encíclica “Laudato sí”:
“Existen formas de contaminación que afectan
cotidianamente a las personas [...] Se enferman, por
ejemplo, a causa de la inhalación de elevados niveles de
humo que procede de los combustibles que utilizan para
cocinar o para calentarse. A ello se suma la
contaminación que afecta a todos, debida al transporte, al
humo de la industria, a los depósitos de sustancias que
contribuyen a la acidificación del suelo y del agua, a los
fertilizantes, insecticidas, fungicidas, controladores de
malezas y agrotóxicos en general (20).
Se producen cientos de millones de toneladas de residuos
por año, muchos de ellos no biodegradables: residuos
domiciliarios y comerciales, residuos de demolición,
residuos clínicos, electrónicos e industriales, residuos
altamente tóxicos y radioactivos (21).
La cultura del descarte, que afecta tanto a los seres
humanos excluidos como a las cosas que rápidamente se
convierten en basura. Advirtamos, por ejemplo, que la
mayor parte del papel que se produce se desperdicia y no
se recicla (22).
“El cambio climático es un problema global con graves
dimensiones ambientales, sociales, económicas, distributivas
y políticas, y plantea uno de los principales desafíos actuales
para la humanidad”. ¿Estoy consciente de esta situación?
¿Cuál es mi papel frente al cambio climático?
REFLEXIONA
EXAMINA
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ALABA
Credo Nicaragüense
(Carlos Mejía Godoy)
Creo señor firmemente
que de tu pródigamente todo este mundo nació.
Que de tu mano de artista
de pintor primitivista la belleza floreció:
Las estrellas y la luna, las casitas, las lagunas,
los barquitos navegando sobre el río rumbo al mar,
los inmensos los cafetales, los blancos algodonales
y los bosques mutilados por el hacha criminal.
Los inmensos los cafetales, los blancos algodonales
y los bosques mutilados por el hacha criminal
Creo en vos
arquitecto, ingeniero
artesano, carpintero
albañil y armador.
Creo en vos
constructor del pensamiento
de la música y el viento
de la paz y del amor.
ESCUCHA
“¿Qué puede compararse con la hermosura de Dios, que
es el principio de toda la belleza y perfección de las
criaturas? ¿No es él de quien sacan su hermosura las
flores, las aves, los astros, la luna y el sol?” (SV. III,51).
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gracias a la ayuda de varios sacerdotes, pudo confesar a
muchos y realizar sus primeras misiones populares.
La colaboración o trabajo en red, es por lo tanto, una
característica propia de la identidad Vicentina.
EXAMINA
A la luz del testimonio de San Vicente, ¿cómo podemos
colaborar entre nosotros como Familia Vicentina, para
construir juntos la gran obra de misión y caridad en favor
de los pobres?
¿Me siento realmente necesitado del otro/otra para realizar
la misión que se me ha confiado?
“A partir de la lectura de la realidad con los ojos de la fe,
Vicente desarrolló una verdadera colaboración realizada en
la opción solidaria por los pobres”, ¿Tomamos en cuenta
(personal y comunitariamente) el grito de los pobres, al
momento de hacer opciones en nuestros apostolados y
servicios?
COMPARTE
Señor Jesús, Tú que quisiste hacerte pobre,
haz que tengamos ojos y corazón para los pobres;
y que te reconozcamos a Ti en ellos;
en su sed, en su hambre, en su soledad, en su desventura.
Suscita en nuestra Familia Vicentina
la unidad, la sencillez, la humildad
y el fuego de la caridad
que abrasó a San Vicente de Paúl
Danos fortaleza para que, fieles a la práctica de estas virtudes,
podamos contemplarte y servirte en la persona de los pobres
y un día unirnos a Ti y a ellos en tu Reino.
ORA
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FUI FORASTERO Y ME RECIBISTE II reflexión
OBSERVA
Estamos próximos a celebrar los 400 años del carisma
vicentino y el Superior General nos ha invitado a reflexionar
sobre el texto de Mt 25,35: “Fui forastero y me recibiste”.
Ninguno de nosotros los vicentinos estamos exentos de la
situación de la migración y de los desplazados. Por el
contrario, día a día nos encontramos con esta realidad: “los
refugiados que huyen de la opresión y la pobreza; los
desplazados internamente en sus países debido a guerras
civiles; los migrantes que buscan una nueva vida; los que no
tienen hogar; los que, a solas, afrontan enfermedades físicas
o mentales; aquellos que afrontan discriminación tal vez por
su fe, raza o color; el joven o anciano solitario y
vulnerable”.
¿Quiénes son los forasteros de nuestro entorno?
Canto: Tú serás mi hermano (Kairoi)
Cuando tuve hambre me diste comida,
cuando tuve sed me diste de beber,
cuando estaba intranquilo calmaste mis penas,
cuando era niño me enseñaste a leer.
Cuando estaba sin casa abriste tus puertas,
cuando estaba desnudo me diste tu manto,
cuando estaba cansado me ofreciste reposo,
cuando estaba solo me trajiste el amor.
ALABA
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“LA CREACIÓN ENTERA GIME Y SUFRE DOLORES
DE PARTO “ III REFLEXIÓN
OBSERVA
“Mamá-Papá Dios soñó desde el principio un mundo de ar-
monía entre todas sus criaturas: soñó que las mujeres y hom-
bres se comunicarían a través del lenguaje del amor; que
todas sus criaturas se considerarían a si mismas hermanadas
con todo el resto: que el árbol no podría nunca decirle al agua
–No te necesito-; que todos los seres animados jamás le dirían
al aire –No te necesitamos-; que la misma piedra sería capaz
de cantarle una cálida canción al hermano sol; que la hermana
luna iluminaría con su plateada luz las veredas de todos los
pueblos….
Sin embargo, a causa de la ambición que empezó a entrar en
el corazón de las mujeres y hombres de acá y de allá, el sueño
de Dios, su proyecto de Vida fue quedando en el olvido. El
hombre se volvió un lobo para el hombre. Y por si esto fuera
poco, se volvió también el depredador número uno de los
bosques, de las selvas, de los animales y de las plantas. Y
llegó un día en el que la tierra ya no aguantó más y comenzó
a cobrar muy cara la factura de cada uno de los daños causa-
dos por los únicos seres racionales del planeta: se multiplica-
ron los terremotos, los tsunamis, los desbordamientos de ríos,
las inundaciones, los deslaves de los cerros…” (Francisco
Mejía, servicioskoinonia.org)
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Canto: La Puerta está abierta
(Pueden bajarla en el siguiente link: https://soundcloud.com/
famvineurope/famvin400-cancion)
Ven aquí, se bienvenido
Ven aquí, este es tu hogar
como hermanos Dios nos ha reunido
en familia, ven aquí .
No hay fronteras en el mundo, el planeta es nuestro hogar.
Alguien cerca necesita tu cariño y amistad.
Que no haya más rechazo, que no haya soledad:
en tu mano está lograrlo si lo buscas de verdad.
Apreciar a mis hermanos ha de ser hoy mi misión,
invitarles a unirse y decir de corazón:
En los pobres y oprimidos vemos el rostro de Dios.
Aunque cueste, Dios nos pide que vivamos en unión.
Nuestra puerta siempre abierta, nuestro corazón también.
Que los pobres sean los dueños y señores de mi ser.
La presencia de los emigrantes y de los refugiados inter-
pela seriamente a las diversas sociedades que los acogen.
¿Cómo hacer que la integración sea una experiencia enri-
quecedora para ambos, que abra caminos positivos a las
comunidades y prevenga el riesgo de la discriminación,
del racismo, del nacionalismo extremo o de la xenofo-
bia?
ORA
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Tú siempre serás mis hermano,
tú serás mi hermano,
te lo dice Jesús, te lo dice Jesús.
Cuando estaba en la cárcel viniste a mi celda,
cuando yo estaba en cama tú me cuidaste,
en país extranjero tú me acogiste,
cuando fui torturado tú llevaste mi cruz.
Cuando estaba parado me encontraste trabajo,
fui herido en combate, vendaste mis heridas,
yo buscaba bondad, me tendiste la mano,
fuera negro o blanco, eso nunca importó.
ESCUCHA
“En aquella época [San Vicente] supo que estaban
refugiados en París muchos pobres católicos irlandeses,
desterrados por su fe y reducidos a gran miseria. Un día
llamó a uno de los padres de su congregación, irlandés de
nacimiento, y le preguntó qué creía que podía hacerse por
esos pobres refugiados de Irlanda: “¿No habría algún
modo de reunirlos para consolarlos e instruirlos? Ellos no
entiende nuestra lengua; los veo como abandonados. Esto
me toca el corazón y me da mucha compasión por ellos”.
Aquel buen padre respondió que haría todo lo posible por
ello, y el padre Vicente le contestó: “Dios le bendiga.
Tome, aquí tiene diez monedas de oro; vaya en nombre de
Dios y déles el consuelo que pueda” (III,134 s.).
“El que quiera salvar su vida, hermanos míos, la perderá,
es Jesucristo el que nos lo asegura, diciéndonos que no se
puede hacer un acto más grande de amor que entregar la
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vida por el amigo. ¿Pues qué? ¿Tenemos un amigo mejor
que Dios? ¿Y no hemos de amar todo lo que él ama, y
tener, por amor a él, al prójimo como amigo?” (SVP,
Coste 175).
Dios ama a los pobres, y por consiguiente ama a quienes
aman a los pobres; pues, cuando se ama mucho a una
persona, se siente también afecto a sus amigos y
servidores. [...] por eso tenemos motivos para esperar
que, por amor hacia ellos, también nos amará Dios a
nosotros. Así pues, hermanos míos, vayamos y
ocupémonos con un amor nuevo en el servicio de los
pobres, y busquemos incluso a los más pobres y
abandonados; reconozcamos delante de Dios que son
ellos nuestros señores y nuestros amos, y que somos
indignos de rendirles nuestros pequeños servicios” (SVP,
Enero 1657) .
“El numero de refugiados ha crecido en los últimos dos años
de una manera alarmante. Si juntáramos todos los refugiados
y la gente que experimenta la migración forzada
(desplazamiento) del mundo hoy tendríamos la cuarta nación
mas poblada de la tierra, algo que podríamos llamar: LA
NACION DESPLAZADA…” (cmglobal.org). Esto es algo
que debería interpelarnos. Es el grito de los pobres que nos
llama a responder con creatividad.
En el mensaje sobre la Jornada Mundial del Emigrante, el
papa Francisco ha dicho: “Todos los días, sin embargo, las
historias dramáticas de millones de hombres y mujeres
interpelan a la Comunidad internacional, ante la aparición de
inaceptables crisis humanitarias en muchas zonas del mundo.
La indiferencia y el silencio abren el camino a la
REFLEXIONA
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complicidad cuanto vemos como espectadores a los muertos
por sofocamiento, penurias, violencias y naufragios. Sea de
grandes o pequeñas dimensiones, siempre son tragedias
cuando se pierde aunque sea sólo una vida.”
Y el Papa continúa: “Nadie puede fingir de no sentirse
interpelado por las nuevas formas de esclavitud gestionada
por organizaciones criminales que venden y compran a
hombres, mujeres y niños como trabajadores en la
construcción, en la agricultura, en la pesca y en otros ámbitos
del mercado. Cuántos menores son aún hoy obligados a
alistarse en las milicias que los transforman en niños
soldados. Cuántas personas son víctimas del tráfico de
órganos, de la mendicidad forzada y de la explotación sexual.
Los prófugos de nuestro tiempo escapan de estos crímenes
aberrantes, que interpelan a la Iglesia y a la comunidad
humana, de manera que ellos puedan ver en las manos
abiertas de quien los acoge el rostro del Señor «Padre
misericordioso y Dios te toda consolación» (2 Co 1,3)”
EXAMINA
¿Sé reconocer quiénes son los forasteros de mi entorno?
¿Qué motivan en mi? ¿Aceptación, miedo, inseguridad,
superioridad, solidaridad, compasión?
Al ver Vicente a los irlandeses desterrados en Francia di-
jo: “Esto me toca el corazón y me da mucha compasión
por ellos” e inmediatamente envió a un sacerdote irlandés
a serviles. ¿Cómo respondemos a las necesidades de los
migrantes (forasteros)?
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