VIOLENCIA INJUSTIFICADA EN EL
PREESCOLAR
Por: Valdes Baéz Martha Karina, Martínez Sánchez Gloria Karina,
Gómez Ballester Daniela, Lee Jácome Daniela Anaid y Medina Gómez
Itzel Guadalupe
Resumen:
La violencia en el preescolar, es un tema que hoy en día tiene mucha importancia ya
que nos encontramos viviendo en una sociedad en donde se propicia la violencia sin
darte cuenta. Por ello, es importante indagar dicho tema dentro del Jardín de Niños,
pues, es éste el primer acercamiento que tienen los seres humanos a la sociedad.
Mediante diversos instrumentos de investigación se pretende reconocer la
existencia de violencia dentro del Jardín de Niños, así como la manifestación de la
misma. Con la finalidad de analizar los diversos resultados arrojados para poder
entender la existencia de violencia.
Palabras clave Violencia, jardín de niños, autoregulación, roles
Introducción:
“Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego”
Mahatma Gandhi (1869-1948)
Político y pensador indio.
En el transcurso de los
últimos años, se ha
venido presentando
dentro de la sociedad
un tema que, sin
duda alguna,
mantiene la atención de muchos ya
que no sólo afecta a las personas que
la sufren, sino también a aquellas
personas que se encuentran cerca.
La violencia, “deriva del latín «uis» –
fuerza física, vigor, potencia, energía–
y designa la fuerza orientada y
selectiva contra algo o contra alguien.
Es un fenómeno complejo y
multifacético que supone, al menos,
dos sujetos relacionados”. Así mismo,
“será violenta si tiene la intención y si
provoca un efecto vivenciado como
restrictivo-agresivo, negativo, forzando
o sometiendo en cualquiera de las
dimensiones que forman a un ser
humano”.
Si entendemos al ser humano como
un ser que reacciona subjetiva y
diferenciadamente al medio con y
desde emociones básicas, como la
alegría, la tristeza, el amor, el miedo y
la rabia, la violencia se puede
entender como la reacción a una de
estas emociones. La violencia estaría
dentro del registro posible de
reacciones de todos los seres
humanos. Pues la reacción agresiva
es la que se lleva a cabo
sistemáticamente y con más
frecuencia que lo esperable dado los
estímulos que provocan la respuesta
innata de agresión (Mena y Ramírez,
2003)
Aprender a autorregular los impulsos
en función de valores y bienes
superiores es parte de la
humanización de las personas, y el
desafío formativo para familias y
escuelas.De acuerdo a Mena y
Ramírez (2003), dentro de la escuela
existen muchas conductas que reflejan
la presencia de la violencia en este
lugar, y muchos estudios han
demostrado que los estudiantes la
consideran como un lugar inseguro en
donde no son libres de expresar sus
sentimientos, pensamientos y/o ideas
que poseen debido al temor que
tienen al ser agredidos por otros que
no comparten las misma ideologías.
Muchos de los modelos
teóricos se han
preocupado por
estudiar el
comportamiento
agresivo de las
personas y de acuerdo a
la teoría etológica,
podemos decir que la
agresividad es algo innato y
adaptativo que el ser humano posee.
Si lo estudiamos desde el
psicoanálisis, podemos decir que la
agresividad se va formando de
manera inconsciente y es un instinto
básico que buscamos controlar
mediante la cultura y la educación que
recibimos. En relación al conductismo
social, podemos decir que la
agresividad se aprende y se mantiene
gracias a los modelos que tenemos a
nuestro alrededor.
Si tomamos en cuenta estas teorías,
podríamos decir que la agresividad se
hace presente a partir de edades
mayores a los 6 años, cuando los
niños han convivido y se han
desenvuelto en un contexto en el cual
han aprendido estas acciones; sin
embargo, estudios realizados, han
demostrado que la agresividad se
hace presente desde el primer nivel
educativo, en donde muchos de los
alumnos tienen contacto con los
demás.
Dichos estudios, han
demostrado que los
mismos niños y niñas se
nominan entre ellos y a
sus iguales en los roles
de agresor, víctima
defensor, colaborador y
espectador (Ortega y Monks, 2005), lo
cual nos hace reflexionar que
debemos empezar a trabajar este
tema desde este nivel educativo
debido a que la educación preescolar
es una etapa fundamental en la
formación de los niños desde la cual
se puede contribuir a prevenir la
violencia.
Si bien es cierto que muchas
conductas que los alumnos toman y
reproducen dentro de la escuela,
provienen de la reproducción de
patrones que observa en su familia y
su contexto social, también es cierto
que la escuela contribuye, muchas
veces, en la generación de violencia,
pero, ¿cómo es posible que la escuela
contribuya? Pues ésta contribuye a
través de la violencia sistémica al
fomentar prácticas excluyentes,
tolerancia de malos tratos, políticas
discriminatorias, entre otras que
producen un efecto negativo en los
alumnos pues les impone una carga
mental, cultural, psicológica,
económica o física que les impide un
aprendizaje (Ross, 1999)
Por lo anterior, en este artículo se
abordará la temática sobre la violencia
injustificada en el preescolar, ya que
consideramos que es una
problemática que se encuentra en su
mayoría, de manera explícita, por lo
que es necesaria su investigación.
Para identificar la violencia
injustificada en el Jardín de Niños, fue
necesario realizar algunos
instrumentos como entrevistas y
guiones de observación que nos
permitieron obtener los resultados que
se presentan en éste trabajo.
Materiales y métodos
El método de investigación que se
llevó a cabo fue el de investigación
cualitativa. Ya que nos dimos la tarea
de elaborar instrumentos los cuales
nos permitirán conocer exactamente lo
que sucede dentro de las casas de
los niños del jardín con la finalidad de
conocer cómo se da a violencia
injustificada dentro del jardín de niños.
Realizar una investigación desde el
enfoque cuantitativo juega un papel
importante; ya que esta pretende
acortar la información facilitando al
investigador la recopilación de datos y
con esto encontrar la resolución de su
problema. (Thomas, Nelson y
Silverman (2005:346).
Los estudios de corte cuantitativo
pretenden la explicación de una
realidad social vista desde una
perspectiva externa y objetiva.
Su intención es buscar la exactitud
de mediciones o indicadores
sociales con el fin de generalizar
sus resultados a poblaciones o
situaciones amplias. Trabajan
fundamentalmente con el número, el
dato cuantificable (Galeano, 2004:24).
Como parte de la investigación
cuantitativa, se utilizaron instrumentos
para recabar información, dichos
instrumentos fueron guías de
observación y entrevistas a padres de
familia, a una muestra de 71 padres
de familia, los cuales corresponden al
51.44 % de la población total.
Las guías de observación fueron
aplicadas durante la jornada de
observación y práctica directamente a
las educadoras, directivos y alumnos
con el fin de identificar las relaciones
que hay entre estos actores y
determinar si existe algún tipo de
violencia por parte de la escuela. Las
encuestas a padres se realizaron de la
siguiente manera: a cada padre/madre
de familia se le dio una encuesta y
ellos respondieron dichas encuestas
de acuerdo a lo que más se asemeja a
su realidad, después de haberlas
contestado, ellos devolvieron las
encuestas a cada una de nosotras.
Resultados:
Ahora bien, con base en los guiones de observación y entrevista podemos decir lo
siguiente: el personal del jardín de niños promueve un ambiente sano y de respeto,
tanto para las maestras como para los niños.
Dentro del jardín hay niños que presentan problemas de conducta, agreden a sus
compañeros, los pellizcan, las relaciones de las educadoras no son de castigo,
hablan con ellos y les explican que lo que están haciendo no está bien.
Las decisiones que se toman dentro del Jardín, se hace mediante el diálogo entre la
directora y las educadoras; la directora siempre comunica los cambios o ajustes que
habrá dentro de la institución para que los demás estén enterados de ellos y no
haya malos entendidos y con ello, pueda llevarse una convivencia más armónica
entre el personal que labora dentro del Jardín, incluyendo tanto a las educadoras
como a los especialistas de CAPEP y conserjes.
Las relaciones que establecen las educadoras con los alumnos, son de respeto y de
autoridad, pero no de autoritarismo, así como de confianza pues cada vez que algún
alumno tiene duda sobre lo que dice la maestra, éstos le preguntan y ellas siempre
tratan de responderles de manera clara. Cuando se presenta alguna situación entre
los mismos alumnos, las educadoras tratan de hacerlos reflexionar sobre sus
acciones y promueven el diálogo entre los niños, y no se maneja el concepto
“castigo” sino que éste se maneja como consecuencia de los actos que hacen los
niños para que sea más significativo para ellos.
De acuerdo a las encuestas realizadas a padres de familia, tenemos que el 94% de
las personas encuestadas, establecen reglas de comportamiento a sus hijos. Las
medidas que toman en casa cuando los niños “se portan mal” es que el 59% de los
padres, habla con ellos; mientras que el 34% los regaña y el 7% no hace nada al
respecto. En cuanto al fomento de “la buena conducta”, el 36% lo hace mediante el
ejemplo, el 30% mediante el diálogo, el 27 % mediante el establecimiento de reglas
y el 7% restante dijo hacerlo a través de otras medidas.
El 70% de los padres deja a sus hijos al cuidado de alguien más y sólo el 30%
cuida de ellos directamente. El 65% asegura que nunca ha sido llamado por la
institución por algún conflicto causado o que le ha afectado a su hijo, el otro 35%
asegura sí, han sido llamados para tratar asuntos de este tipo.
La última pregunta, que sólo fue aplicada a tres grupos, arroja que el 79% de los
encuestados no han recibido a sus hijos con moretones o arañazos; mientras que el
21% asegura que sí han recibido a sus hijos con marcas como golpes, moretones,
rasguños, etc.
En la siguiente tabla mostramos los resultados que obtuvimos aplicando diferentes
encuestas:
En la siguiente gráfica notamos promedio de las personas que nos contestaron
Porcentaje por cada pregunta:
Pregunta 1
Discusión:
En los últimos años mucho se ha
hablado de la violencia escolar, pero
las conductas agresivas comienzan
mucho antes del ingreso a la
educación básica, ya que en la etapa
preescolar se pueden encontrar
menores con rasgos violentos, que
muchas veces se minimizan en sus
primeras interacciones con otros
niños.
La mejor forma de apoyar a un niño
víctima de agresión es ayudándolo a
desarrollar su autonomía, haciendo de
la institución educativa un lugar
pródigo de afecto, confianza y
seguridad; escucharlos, manejar
espacios para que expresen sus
sentimientos, ideas, opiniones,
ayudarlos a conocerse y a identificar
sus fortalezas, son algunas cosas que
podemos hacer dentro del aula para
ayudarlo.
Hoy en día, temas como la violencia y
la agresión han tomado un gran auge
dentro de la sociedad debido al gran
impacto que éstos han tenido en ella,
y éstos han sido transportados a
lugares en donde debería enseñarse a
convivir, como es el caso de la
escuela, en ella se ve reflejada de
manera directa, situaciones de
violencia y otras más, sus miembros
son víctimas o promotores de la
violencia sin que se den cuenta, pues
forman parte de la violencia sistémica.
Es importante mencionar que en la
formación personal del niño es
fundamental, desarrollar su identidad,
autoestima, convivencia con buenos
modelos y que a través de un diálogo
permanente se favorezca la capacidad
de actuar de forma adecuada, tanto en
situaciones frustrantes como frente a
una agresión.
Existen momentos en el que se hace
más evidente las conductas agresivas
entre los niños, por lo general se
originan por las molestias que se
provocan unos a otros, y también por
decisiones que tienen que tomar como
a qué jugarán o a quién le
corresponde guardar los materiales,
entre otros, por lo tanto el adulto
responsable debe estar atento y
actuar con prontitud y diligencia antes
el episodio agresivo.
La investigación que realizamos nos
permitió conocer como en el Jardín de
niños, a pesar de que la mayoría de
los padres comentan que en sus
hogares existen reglas de
comportamiento, que en caso de que
el niño presente un mal
comportamiento se responde a este
con el diálogo, es decir, hablando con
el niño y que además fomentan la
buena conducta a través del ejemplo,
son más de la mitad quienes indican
que han sido llamados a la institución
porque su hijo se ha involucrado en un
conflicto, ya sea como agresor o
víctima, esto nos
hace darnos
cuenta como en el
preescolar se
hace
presente
la violencia y que lo que los padres
mencionan sobre las acciones que
realizan para prevenir la violencia no
han dado buenos
resultados o al menos
no han
quedado
bien claros.
Relacionado con esto, en otra de las
preguntas que se le realizó a los
padres de familia podemos inferir que
esto puede deberse a que un 70% de
los padres indica que deja a sus hijos
al cuidado de otras personas lo que
sería un factor determinante, ya que
en algunos casos aunque los padres
traten de fomentar la buena
convivencia existen momentos en los
cuales no pueden hacerlo y dejan a
sus hijos a cargo de otras personas
que pueden o no aportar a la
educación de los niños sobre todo en
el aspecto del comportamiento que
genera la violencia.
La violencia es un tema que se
encuentra presente en casi cualquier
lugar, la escuela no se encuentra
exenta de ella, sin embargo, son
múltiples los factores que la
determinan, como docentes nuestra
labor es realizar acciones para
prevenir este comportamiento en los
niños, de igual manera poder detectar
a quienes sufren de violencia para
poder apoyarlos, aunque, es
importante no olvidar y tener siempre
presente que éste es un trabajo en
conjunto, que involucra tanto nuestra
participación como la de los padres de
familia y las personas que laboren
dentro de la institución, ya que, el
ejemplo y la educación que los niños
recibe en casa, así como los ejemplos
que tiene en su contexto inmediato,
son parte importante dentro de este
proceso de prevención de la violencia.
Referencias:
Carbajal, P. (2002) Agresividad, violencia y convivencia, Dto. de trabajo Diplomado
Convivencia escolar.
Galeano, M. Maria Eumelia (2004). Diseño de Proyectos en la investigación
cualitativa. Fondo Medellín, Colombia. Editorial Universidad EAFIT.
Mena, I. y Ramírez Ma. T. (2003) Contra la violencia la formación en convivencia.
Disponible en: http://www.revistadocencia.cl/pdf/20100730000932.pdf
Ortega y Monks (2005) Agresividad injustificada entre Preescolares consultada en
http://www.psicothema.com/pdf/3128.pdf
Pintus. A. (2005) Violencia en la escuela: compartiendo la búsqueda de soluciones.
Ross,J (1999) Escuelas, complicidad y fuentes de violencia, en la Violencia en el
Sistema Educativo,editorial Muralla; Madrid, España, pp15-47
Thomas, J. R., Nelson, J. K., Silverman, S. J. (2005). Research Methods in Phisical
Activity. Fifth edition. USA. Human Kinetics.
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