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23 de Agosto, 2010
Vuelvo (a marcharme)
Hola buenas,
Sí, han sido unas vacaciones largas sin escribir y ya me estaba entrando el
mono así pues, tras mucho pensarlo y buscar alguna manera nueva de
perder este valioso tiempo veraniego, he decidido empezar a divagar otra
vez y contaros algunas cosas.
Estoy preparando un nuevo viaje, esta vez algo más "aventuresco" así que
desde hoy iré contando los preparativos y alguna otra cosilla por ahí que se
me vaya ocurriendo.
Para el que todavía no lo sepa (raro porque si me habéis visto ya habré
fardado de lo guay que soy y de las cosas que hago) el 16 de Septiembre
me voy a Sudamérica de viaje y si todo va bien y no surgen contratiempos
(toca madera) estaré allí un par de meses o tres.
La idea inicial es visitar Argentina y Chile y a partir de ahí veremos si sigue
habiendo dinero (tiempo como ya sabréis tengo de sobra) para viajar a
algún otro país (tengo alguna vaga idea de donde podría ir, pero como no
es fijo ya os enterareis si seguís leyendo esto asiduamente y finalmente voy).
Lo dicho, no seáis cabron@s y seguir a este (iba a poner modesto pero no
porque en realidad sé a ciencia cierta que soy la ostia y no puedo ocultarlo)
narrador y su blog.
25 de Agosto, 2010
La ruta
Llevo unos días pensando sobre las rutas que voy a tomar cuando deje
Buenos Aires.
El plan es estar diez días en Buenos Aires, uno de los cuales probablemente
irá destinado a visitar Montevideo, capital de Uruguay, cruzando el río de
la Plata en ferry.
Después de esto, las posibilidades de destinos se multiplican hasta la
extenuación. Argentina es un país enorme, tiene cinco veces y pico la
superficie de España y por ende muchísimos lugares que visitar. Las
distancias son enormes y me voy a comer viajes eternos en tren o bus.
Llevo muchos días pensando y calculando de acuerdo al presupuesto las
rutas que puedo hacer allí y finalmente creo que he dado con la que muy
probablemente será la que haga (aunque nada es seguro). Es una pena pero
finalmente no creo que vaya a las Cataratas del Iguazú. Mi idea desde el
principio ha sido ir hacia el sur y visitarlas significaría hacer un viaje de
1000 km hacia el norte, distancia que luego tendría que recuperar otra
vez.
Así pues, este es el mapa de la ruta que tiene pinta de ser la definitiva, con
una “pequeña” posible variante. Aquí se explica:
1. Buenos Aires. Como ya he dicho 10 días disfrutando del ambiente
bonaerense.
2. Tren o Autobús (habrá que mirar que sale más rentable atendiendo a
tiempo de viaje y pasta que cuesta el billete) hacia la ciudad
de Puerto Madryn, a mitad de camino entre la capital y la
Patagonia. El viaje hasta aquí tarda unas 15 horas.
3. El Calafate. Ciudad turística donde se encuentra el glaciar Perito
Moreno. Otras 15 o 20 horas de viaje. Solo de pensarlo me entran
sofocos.
4. Vuelta a coger el bus dirección a Tierra del Fuego, donde para
acceder a ella hay que coger un ferry que cruza el estrecho de
Magallanes.
5. Ushuaia. La ciudad más austral del mundo. En Ushuaia, si todo va
bien, cogeré un crucero de 3 días que da la vuelta al Cabo de Hornos,
se adentra por los canales chilenos y llega hasta la ciudad de Punta
Arenas, ya en Chile.
6. Viajaré a la capital Santiago de Chile para estar allí unos días.
7. También supongo que viajaré a la ciudad costera de Valparaíso.
*Variante
1. De Buenos Aires a la ciudad de Viedma.
2. En Viedma coger el tren patagónico que cruza el país
horizontalmente hasta la ciudad andina de San Carlos de Bariloche.
3. Aquí cogería un autobús que me lleve al sur.
Una vez en Chile veremos a ver cómo anda el bolsillo. Si puedo seguir
tirando, tiraré. Y si no pues a casita. Según los cálculos que he hecho es de
suponer que todavía me quede presupuesto pero como nunca se sabe pues lo
dejaremos en incógnita.
Por cierto, si alguien tiene alguna sugerencia, la leeré con gusto. Aunque no
me hará gracia si por culpa de ella me toca volver a cambiar la ruta. ¡Qué
ya me ha costado suficiente decidirme!
7 de Septiembre, 2010
Preguntas repetitivas
Desde que decidí que me iba a Sudamérica he sido víctimas de
innumerables preguntas respecto a mi viaje. Aquí respondo algunas:
¿Por qué te vas?
Hay gente que termina de estudiar y tiene claro lo que quiere en la vida.
Tienen objetivos marcados de antemano y lo que quieren es empezar a
intentar cumplirlos. Yo se que ante todo quiero ser feliz pero más allá de
eso, que seguramente sea lo que queremos todos, no tengo ni puta idea de
por donde encauzar el camino. Y al no tenerlo claro y como soy un tío
generoso, con este viaje me doy la oportunidad a mi mismo de seguir
buscando mi destino. Parecerá una bobada pero creo que mucha gente no
se da esta oportunidad y se ve arrastrada por las obligaciones.
¿Para qué te vas tan lejos? ¿Por qué Sudamérica?
Porque no lo conozco. Me atrae que Argentina fuera el lugar de nacimiento
de mi abuelo, me atrae el acento de las mujeres de ashá, la Tierra del
Fuego, el Cabo de Hornos, el fin del mundo, los barrios bohemios de
Santiago de Chile…
¿Por qué te vas solo? ¿No te da miedo? ¿No te aburrirás tu solo?
He hablado con gente para que viniera, pero al final o bien por las pelas o
por las obligaciones de las que hablaba antes, nadie se ha animado. Yo tuve
la suerte de trabajar y ahorrar algo de dinero y no voy a quedarme sin
viaje porque nadie se venga conmigo.
La verdad es que no me da miedo. Alguna vez que han hablado de algún
barrio chungo o de que tenga cuidado, sí que me paro a pesar en
situaciones que podrían ser peligrosas y siento algo de respeto. Pero al final,
pienso que no se puede vivir con miedo porque vivir con miedo no es vivir.
Habrá momentos en los que posiblemente me aburra. O no. En compañía
estoy bien pero también me encuentro a gusto en soledad. Puede que no
tenga alguien con quien conversar pero tendré total libertad y no
dependeré de nadie. Además, al final siempre acabas conociendo a alguien.
¿Por qué no usas ese dinero para hacer un máster como tus amigos?
Veo el máster como una opción de obtener mayores posibilidades de entrar
en el mercado de trabajo, pero no por el plus educativo que te da (del cual
dudo) sino por el mero hecho de que en tu curriculum esté escrito que has
hecho un máster. Como todos sabéis el sistema educativo ha evolucionado a
que ahora ya no baste con tener una licenciatura de cinco años. Ahora
necesitas un máster para que te tengan en cuenta. ¿Por qué? Para seguir
sacando tajada (money).
Respeto a la gente que ha hecho un máster. Al fin y al cabo es un año más
estudiando y uno menos trabajando, un año más tocándote los huevos. No
niego que al final salgan muy bien preparados para sus respectivas
especialidades, ni que yo termine haciendo uno, pero eso será cuando tenga
idea de qué hacer.
Mientras tanto y mientras tenga la oportunidad, viajaré. Porque viajar es
aprender, que nadie lo dude.
16 de Septiembre, 2010
La partida
Damas y Caballeros, ¡hoy es el día! Parto hacía el Nuevo Mundo que ya de
nuevo tiene poco.
Tras acelerar estos días para adelantar trabajo (sí, trabajo, porque penséis
lo que penséis es un trabajo remunerado como otro cualquiera, aunque vale,
desde casa) hoy por fin he terminado y pese a tener que hacer cosas cuando
esté allí, me he ahorrado muchos artículos de aquí al final de Noviembre.
Por otro lado en breve me voy a poner a hacer la maleta y preveo algún
problema. La maleta no es maleta sino una mochila mediana, tampoco es
un macuto de estos de travesía, y por ende voy a tener que andar fino para
seleccionar la ropa. La cosa es que he estado mirando el tiempo en
Argentina y bueno, en Buenos Aires hace decente, pero ya en la Patagonia
y en Tierra del Fuego los termómetros marcan mínimas de cero grados y el
caso es que no tengo pensado llevarme un abrigo de invierno. Al final lo que
haré es llevarme uno de entretiempo y una camiseta y unas mallas
térmicas para ponerme debajo de la ropa ¡y pista! Siempre y cuando no
muera de hipotermia habremos ganado la batalla.
Y poco más, si todo va como debe ir y el avión no se mete la ostia en algún
lugar del Atlántico, estaré en Buenos Aires mañana viernes a las 10:30
hora española (5:30 hora local).
Os iré contando cómo anda la cosa por allí si me seguís en el blog.
Besos (a ellas) y Abrazos (a ellos)
17 de Septiembre, 2010
¡Che, que bueno que viniste!
Pues ya llegué a la Argentina.
Después de 12 horas de un vuelo un tanto atípico el avión aterrizó
satisfactoriamente. Digo vuelo atípico porque hubo de todo: a mi lado una
pareja rusa que estuvo la primera media hora discutiendo (o vamos,
hablando como los rusos hablan, pero para mí que estaban discutiendo),
unos tíos que se pegan (Sí, se debieron de canear). Me enteré luego
preguntando qué es lo que había pasado cuando vi que fueron rápido las
azafatas y otros pasajeros a separarles), un demonio de niña llorando casi
las cuatro últimas horas enteras de viaje y mi astucia que volvió a
demostrar que en ocasiones no funciona. Me explico: como normalmente no
puedo dormir en los aviones, pensé, para cenar tomo una birra y luego
cuando me ofrezcan café pido otra y así me quedaré dormido más
fácilmente. Pero no, resultó ser que la birra era bastante gaseosa y he
pasado todo el viaje con turbulencias en mi estómago…
Una vez aterrizado, evacuar…, coger maleta, coger taxi, dialogar con el
taxista y llegar al Hostel, que mola mucho. Está en el barrio de San
Telmo, y como el mismo barrio, es de
carácter hippiesco.
Sueñecito rápido, ducha y primer paseo
por la ciudad. Avenida 9 de julio,
enorme. Avenida de Mayo, que acaba
en la famosa plaza del mismo nombre,
donde se manifiestan las míticas
abuelas y donde se encuentra la Casa
Rosada, el Palacio de Gobierno. Allí
me siento a descansar y se me
acerca un hombre y se pone a
hablar conmigo. Al principio me
olía que quería venderme algo,
pero luego ha resultado ser un
paisano muy majete que atendía al nombre de Luis, que era nieto de
Gallego, casado con nieta de Asturiano, lesionado de un brazo, trabajador
del cuero, estudioso de diversos campos, enamorado de España, la cual
visita todos los días menos los domingos mediante internet, y por último,
un gran conversador con el que he estado charlando una hora.
Después de irse Luis, yo he hecho lo propio y me he dirigido hacia el barrio
de Retiro por la famosa calle de compras Florida, atestada de tiendas y de
personas. Una vez en la Plaza de San Martin, en el barrio antes
mencionado, ya estaba hecho polvo y he decidido volver a San Telmo a
comer. He degustado una rica “Colita de Cuadril a la Mostaza con Papas” y
dos Quilmes. Hoy que era el primer día me dado el gusto de comer de
restaurante, pero no será lo habitual ya que hay un planning y no todos los
días se puede uno dar estos lujos (aunque si lujo es un plato que costaba 7
euros no sé yo que ostias voy a comer los próximos días).
Por cierto, en el camino de vuelta me para un hombre y me pregunta la
hora. Yo, educado, se la digo, y ya me ha visto que era español y me ha
dado la enhorabuena por el Mundial. Después de estar un minuto hablando
con él me dice que trabaja recogiendo donativos para no sé qué leches y le
digo que solo tengo euros, que no me ha dado tiempo a cambiar (mentira).
Me dice que me cambia él y que le dé 10 euros. Le toco levemente el brazo
y le digo que no, que lo siento, y va el hijoputa y me dice “no me acaricies
el brazo que eso lo hacen los maricas”. Cosas de argentinos...
En fin, seguiré informando.
18 de Septiembre, 2010
De cementerios, mercadillos y librerías
Segundo día y ya estoy destrozado de andar. Esto es gigante y además,
como las calles van por cuadras, el mapa engaña y las distancias parecen
más cortas de lo que lo son realmente.
Hoy he ido a visitar los barrios de la Recoleta y Palermo, en el norte de
Buenos Aires. He cogido un Colectivo (autobús) que me ha llevado casi hasta
la plaza Francia, una de la gran cantidad de plazas repartidas por la
ciudad donde los fines de semana se celebran mercadillos de artesanía y
ropa. Es increíble, en todas partes te puedes encontrar con mercadillos de
este estilo o también de tiendas de antigüedades. Hay mucho bohemio y
hippie entre los bonaerenses. A mí, ya se sabe, esto me mola.
Lo dicho, he dado una vuelta por los puestos y luego he ido al Cementerio
de la Recoleta, que queda al lado y que es el más importante de la ciudad.
Este cementerio constituye una verdadera mini ciudad de los muertos
dentro de la ciudad. Está formado por mausoleos gigantes en los que están
enterrados muchos personajes importantes de la historia de Argentina.
La tumba más visitada, por
supuesto, es la de Eva Perón
(Evita). Aquí la cola que había
para ver la tumba y hacerse una
foto.
Después de cansarme de tanto
muerto ilustre, me ido andando
hasta el barrio de Palermo. Craso
error. En el mapa parece que está
más cerca de lo que está y he llegado reventado. Quería haber entrado en el
Malba (museo de arte latinoamericano) y a unos jardines japoneses que hay
allí, pero tenía un hambre atroz así que lo he dejado para otro día. He
comprado en un puesto ambulante un “Choripan” (no es que se hayan
esmerado para ponerle el nombre), que no es otra cosa que un chorizo frito
dentro de un pan de hamburguesa. Eso y una botella de agua 10 pesos,
1,93 euros, y me quedado tan pancho.
A continuación, he ido a otro mercadillo, esta vez de libros. Libros de
primera y segunda mano que no encuentras en las librerías normales y
además tirados de precio. Me he comprado un par, “La insoportable
levedad del ser” de Milan Kundera, que ya me leí este verano y que me
pareció la ostia bendita escrita, y “El lobo estepario” de Herman Hesse,
autor que me habían recomendado.
Después de eso a otro
par de mercadillos
de artesanías, ropa,
pulseritas, etc.… En
todos vendían lo
mismo. Parada de
avituallamiento para
descansar y tomar
una Quilmes y viaje
en Subte (metro) a
ver la Librería “El
Ateneo”, que es un
teatro reconvertido. Impresionante.
Después de eso, otro autobús de camino al hostel, a descansar un poco
porque posiblemente esta noche salga con la misma gente que salí ayer,
españoles que están aquí en una especie de Erasmus.
Como veis hoy no me ha pasado nada extraño. Un día normal y corriente
de viajero.
Mañana más.
19 de Septiembre, 2010
La Boca y el mate
¡Hoy tocó la Boca! El barrio de Boca Juniors, el de la Bombonera, el de los
robos a extranjeros. Me han recomendado coger un bus para ir hasta
Caminito, la cuadra (manzana) de casas pintadas de colores chillones.
Bonito y curioso pero a rebosar del turista
típico, es decir, al que le llevan allí en bus
concertado con la excursión, se hace las
fotos típicas, se compra la camiseta de
Boca Juniors, come en un restaurante de
los que a la entrada hay una pareja
bailando tango y luego se va al hotel
satisfecho.
Y la verdad que poco más se puede hacer en la Boca, porque te aconsejan
que no te sumerjas más de lo debido en el barrio. Pero yo ya me estaba
cansando de todo eso y me he sumergido un poco. Lo justo. Hasta llegar a
la Bombonera, dar una vuelta por las calles colindantes, sacarme un par de
fotos y sentarme a comer en un garito en el que afuera no había pareja de
bailarines de tango sino un paisano haciendo carne en una parrilla.
Le pido una cerveza y toma, botella de litro
para mí solo, 10 pesos (2 euros). Luego para
comer un Chicharrito (carne a la parrilla en
un bocadillo) con una salsa que no sé que era
pero esta buena y unas papas fritas. En
total con la cerveza 26 pesos, 5 euros. No
dudo de que en los restaurantes para
turistas típicos se coma bien, pero yo
personalmente aconsejo comer en un garito con paisano asando la carne a
la entrada del local. Más mítico, más barato y seguro que igual o mejor de
bueno.
Luego de vuelta a San Telmo he parado en el parque Lezama donde cómo
no, sábados, domingos y feriados hay mercado. Este no era como los demás
(para turistas típicos), sino de antigüedades, ropa de segunda mano,
calzado…
Ya en el barrio me he encontrado de cara con una marabunta de
personajes con cámara colgada al cuello, o sea que seguro que había otro
mercadillo cerca. Y efectivamente así era.
Me he alejado y he pasado por un garito que ponía que hacían mate, lo cual
no es muy habitual, ya que pese que aquí todo el mundo lo toma, se
considera una cosa más de casa y por ello los bares y restaurantes no lo
ofrecen en sus cartas. Tenía ganas de probarlo otra vez (la primera fue en
Brno y el mate me supo a pescado muerto) así que he pedido un “Servicio
de Mate con manteca y dulce de leche”, con el cual te traen, la hierba, el
mate (recipiente), un termo con agua caliente, mantequilla, el dulce de
leche que es una especie de mermelada y panecillos para untar. El mate te
lo tienes que preparar tú y claro, yo no tenía ni idea, así que he preguntado
cómo se preparaba a dos mujeres que estaban sentadas a mi lado. Se han
reído un poco de mi ignorancia en temas de mate pero me han explicado
cómo iba el tema.
Así que tras una hora he terminado con una sobredosis de mate. Cada poco
te tienes que echar más agua porque la hierba se lo chupa, así que al final
ingieres una cantidad considerable.
Al final me han regalado la calabaza y la hierba así que ya tengo para
drogarme a mate cuando quiera.
P.S - Por cierto, se me olvidaba, ayer hablando con un Libanés que duerme
en mi habitación me dijo que llevaba desde año nuevo viajando por
América. Se ha recorrido la mayoría de los países desde México hasta
Argentina, y me recomendó ir a la selva en Bolivia, donde él estuvo dos
semanas y se fabricó su propio arco y flechas, los cuales tiene en la
habitación.
Y luego me llaman a mi aventurero…
20 de Septiembre, 2010
En las puertas del infierno
3:41 de la mañana y mi habitación del hostel parece estar en época de celo
de los osos.
Hay una guerra de ronquidos entre una mujer rumana y un hombre nuevo
que ha venido hoy. Es australiano, pesará unos 150 kilos (sin exagerar) y le
tengo durmiendo debajo de mi litera. El hijoputa parece que se va a ahogar.
Además ya se ha tirado un par de pedos y cuando se mueve parece que va
a volcar la cama.
Que suplicio por Dios.
21 de Septiembre, 2010
Jornada de reflexión
Ayer fue jornada de descanso y reflexión.
Por la noche nos sentamos en una mesa a
charlar una alemana, un libanés, un venezolano,
un francés, un brasileño, un panameño, un
argentino, dos australianos, un italiano y yo. Y a
la sombra de las botellas de Quilmes estuvimos
hablando de varios temas, políticos, religiosos,
idiomáticos, de antepasados, de ciudades, de
fútbol, de cine, de música… Lo que puedes
aprender de gentes de diferentes nacionalidades
hablando entre ellas no es comparable con nada
de lo que te puedan enseñar ni en un máster ni en una universidad.
Me quedo con la historia del libanés. Trabajaba en una oficina en Beirut y
un día llamó a un primo suyo que trabaja
en un banco y le dijo que controlara el
dinero de su cuenta y que cuando la cifra
llegase a cierta cantidad que le avisara.
Después de tres años el primo le llama y le
dice que ya tiene esa cifra en su cuenta. Va
a la oficina del jefe y le dice que renuncia.
Vende su casa y todo lo que tiene en Líbano
y se marcha y se dedica a viajar. Y así lleva
un año y medio. Olé sus huevos.
También añadí a mi colección de artistas
famosos a Diego Rivera y Frida Kahlo.
22 de Septiembre, 2010
Acongojante historia
En esto que estoy deambulando por el hostel y me encuentro en la cocina
con un paisano, argentino de Córdoba provincia, con el que ayer noche
estuve un rato hablando sobre la conciencia global de todos los países
sudamericanos.
En fin, que me paro a hablar con él y no sé cómo ha sido que hemos
empezado hablando de cuánto tiempo iba a estar yo aquí en Argentina y
me ha acabado hablando de la desaparición de Europa pronosticada por los
mayas para 2012.
El tío me lo contaba con todo el convencimiento del mundo. Según él, los
mayas nunca se equivocaron en sus predicciones, incluso cuando predijeron
su propio declive. El caso es que “desafortunadamente para los hermanos
europeos, Europa va a ser tragada por el agua. Europa y gran parte o la
totalidad de Norteamérica”.
¿Pero es como en la película esa de la predicción de los mayas para 2012?
pregunto, interesado por el tema.
“Si esa. Pero no solo la película. Hay investigaciones científicas que lo han
demostrado. En la historia la tecnología es cíclica, no es cosa de ahora. Las
civilizaciones llegan hasta cierto punto de avance tecnológico y luego
desaparecen. La desaparición y aparición de las diversas culturas también
ha sido cíclica a lo largo de la historia. Unas, como la Atlántida, son
tragadas por el agua. Ahora ya han descubierto restos de lo que fue la
Atlántida en el fondo del océano. Han descubierto pirámides. Los náufragos
de la Atlántida que lo sabían se fueron y fundaron Egipto. Y también se
dice que Noé, el de la Biblia, era de la allá.
Es más, cuando Europa sea tragada por el mar, la Atlántida volverá a salir
a la superficie. Eso pasa cada 26.000 o 28.000 años, está demostrado
científicamente y además nuestros amigos del espacio ya nos han avisado.
Lo hacen por medio de personas con un sexto sentido avanzado”.
Yo que estaba entusiasmado con los conocimientos de los que hacía gala el
paisano, cuando oigo decir las palabras “los amigos del espacio” empiezo a
flipar.
“Pero cuando vaya a suceder esto que te cuento, no sé si hoy, mañana o en
2012, eso ya no te lo puedo asegurar, los amigos del espacio van a venir y
se llevaran a aquellos de espíritu noble. No importaran la inteligencia o los
estudios, tan solo si eres bueno y noble de acá y de acá" – y se toca el
corazón y la cabeza.
¿Y donde se los van a llevar?, yo ya no podía más de la intriga.
“Pues a otro Planeta menos avanzado que este. A un planeta inferior. Si ya
lo dicen las religiones, lo que pasa que lo explican de manera que lo pueda
entender la gente de a pie. En la Biblia se habla del Infierno ¿no? Claro,
Infierno – Inferior”.
“Y entonces después de todo eso Sudamérica será la base de la civilización”.
Yo no sé vosotros, pero la seguridad con la que el paisano me contaba esta
historia me ha acojonado pero mucho.
23 de Septiembre, 2010
La buena vida
Fueron 20 botellas de vino las
que cayeron el pasado martes
entre un grupo de unas 20
personas. Cena y bebida y luego
fuimos a un garito de Milonga.
Una discoteca inmensa donde la
gente baila esta versión más
rápida del tango. Allí estuvimos
bailando, bebiendo y riendo.
Buena juerga.
Ayer día de resaca, la cual pasé sin salir del hostel, hablando con la gente,
aclarando la mente. Por la noche clase de Tango. Está jodido el tema del
Tango. Pero estuvo divertido. Luego “Picada” lo que viene a ser una cena de
platos para picar. Cerveza por aquí, cerveza por “ashá”.
El ambiente del hostel es tan bueno que Buenos Aires se hace más pequeño,
merece mucho la pena quedarse aquí hablando con la gente. De todas
formas hay que salir algo. Luego me iré a dar una vuelta a la calle Florida y
la Plaza de Mayo, pero tengo que volver pronto porque esta noche hay
Parrillada.
Como todos los lugares a donde vaya sean de este estilo me acabaré
enamorando de Argentina.
Por cierto, muy posiblemente el planning que creé para ir visitando todo
esto se vaya al carajo. Me han hablado de sitios que tengo que visitar por
sus paisajes y además, ahora que ya sé donde nació mi abuelo creo que
tendré que ir a conocerlo.
¿Qué cambia? Pues seguramente en vez de limitarme a ir a la Patagonia y
Tierra de Fuego y luego volar a Chile, vaya directo a Tierra de Fuego ahora,
buscaré la manera de dar la vuelta al Cabo de Hornos en barco y luego
volveré hacia el Norte por Argentina, en tren, bus o incluso en coche. Las
circunstancias irán diciendo.
Porque la vida puede ser maravillosa.
25 de Septiembre, 2010
No más planes previos
Bueno, se confirma. El planning que tanto trabajo me costó idear se ha ido
oficialmente al carajo.
Hoy he cambiado mi vuelo hacia el sur y finalmente le cogeré (y ahora
vamos con lo de “coger”) el próximo viernes. O sea que cuatro días más en
Buenos Aires y luego directo hacia Tierra de Fuego. Cuatro jornadas extra
de hipismo y tranquilidad.
Cambiando de tema. El otro día le pregunté a un policía donde podía
follarme un autobús. Sí, me di cuenta tarde. Aquí “coger” viene teniendo
un significado muy distinto. Pero bueno, mi acento español me permite
estas licencias.
Y poco más. Estos días de relax absoluto están haciendo que no tenga
ninguna historia remarcable que contar.
Así que me voy a dormir la guayaba un rato no más.
27 de Septiembre, 2010
La vidorra continúa
Imaginaros como es el hostel donde estoy, que no soy el único que alarga
sus días de estancia. Unas chicas inglesas que duermen en mi misma
habitación también han demorado en dos días su presencia.
Además hay gente que vive aquí. Hay tres brasileños que estudian en la
Universidad y en vez de buscarse un piso han decidido quedarse viviendo
aquí. Un turco lleva ya un año entero.
El otro día le pregunto qué porqué se vino a Argentina a vivir, a lo que
respondió: No sé… tan solo vine.
Casi como ir a un aeropuerto, mirar los vuelos disponibles y ale, tirando.
Acojonante.
Al final ya concreté todos los cambios y tras pagar una multa de 20 euros,
esta mañana he cambiado el vuelo hacia la Patagonia. Ahora tengo tres
días aquí para buscar la manera de vacunarme contra la Fiebre Amarilla,
ya que estoy pensando en ir a Bolivia y es obligatorio tenerla. A ver como lo
hago…
El fin de semana fue tranquilo. Viernes fiesta. Mucha. Sábado resaca, no
mucha, y paseo por Puerto Maderos, una zona nueva
y pija de Buenos Aires. Por la
noche Concierto de un grupo de
Ska en la avenida de Mayo. Muy
bueno. Domingo paseo al
Mercado de Mataderos. Un
mercado más Gaucho, más
tradicional.
En general relax, como de
costumbre.
30 de Septiembre, 2010
¡Ciao Buenos Aires!
No es que tenga el blog olvidado, pero es que ya sabéis que durante la
última semana más que vivir aventuras diferentes me he dedicado en
cuerpo y alma al
duro mundo de la
contemplación
interior y del placer
de la tranquilidad
absoluta.
Imagino que a partir
de mañana (cuando
tenga internet, que
espero no me falte
mucho) ya empezaré
a tener movimiento e
intentaré traspasarlo a mis dedos para que escriban lo que voy viviendo.
Esta noche, más bien madrugada de mañana, cojo un avión hacia Rio
Gallegos, la última ciudad en la Patagonia, paso fronterizo hacia la Tierra
del Fuego, una de las prioridades de este viaje. Desconozco cuando llegaré a
Ushuaia, destino final, y donde pasaré la noche mañana.
Según algunas indagaciones que he podido hacer por internet, perderé el
bus hacia Tierra de Fuego por una media hora o algo así y ya no hay más
hasta el día siguiente. Por otro lado, buscando información acerca de
hostels baratos donde alojarme en Rio Gallegos, resulta que no hay ninguno
y después de preguntar por información acerca de este tema en la
recepción de mi hostel en Buenos Aires la cosa sigue quedando en
interrogante.
Las posibles soluciones a este dilema pueden pasar por que haya otro
autobús (improbable), visitar la ciudad durante el día y dormir en el
aeropuerto, que creo que está abierto las 24h o bien alquilar un coche y
cruzar el Estrecho de Magallanes con él en el ferry.
Mañana saldremos de dudas.
1 de Octubre, 2010
Patagonia Express
Ayer mi idea era despedirme de la gente en el Hostel, irme un rato a
dormir y levantarme a las 4:30 de la mañana para coger el taxi al
aeropuerto. Pues bien, cenamos, empezamos con las birras, seguimos con las
birras en un bar, continuamos en el Hostel y al final me fui sin dormir al
aeropuerto. Matada. Además el avión se ha retrasado una hora.
Se me hace extraño volar más de tres horas y aterrizar en el mismo país
donde despegué. Así es Argentina.
Se ha confirmado que el autobús hacia Ushuaia salía a las 9, por lo que al
final le perdí por 2 horas. No me apetecía nada hacer noche en Rio Gallegos
porque ya me habían avisado de que no hay nada especial que ver, así que
he cogido otro bus hacia El Calafate, en el Suroeste de la Patagonia, a una
hora del famoso Glaciar Perito Moreno.
Cuatro horazas y media de
autobús después de un vuelo
de tres y con solo un café
con leche y un croissant en
el estómago.
Merece la pena llegar hasta
El Calafate en autobús
porque las vistas son muy
buenas. La inmensa
Patagonia arreciada por el
fuerte viento. Un paisaje inhóspito, medio desértico, en el que la única
vegetación son unos pequeños matorrales que sirven de comida a la gran
cantidad de ovejas esparcidas por todo el territorio. Llegando a El Calafate
el paisaje se hacía más escarpado y ya se dejaban ver los picos más
meridionales de los Andes y el gran lago Argentino, al que el sol de la tarde
le daba un toque romántico.
Mi visita al sur de la Patagonia será una visita exprés. Una noche. Mañana
por la mañana voy a ver el Glaciar, vuelvo por la tarde, ceno y a las 3 de
la madrugada cogeré un nuevo autobús hacia Ushuaia (16 horas). Me han
dicho que merece mucho la pena cruzar el estrecho de Magallanes por
tierra.
Me voy a la cama porque mañana me espera un día duro. Espero dormir
bien después del beef que me he metido entre pecho y espalda. Casi me
quedo a dormir en el restaurante. Vaya digestión me espera.
PS – Por cierto, pensé que iba a hacer más frio a estas latitudes. Mañana
en el Glaciar imagino que ya será otra cosa.
PS2 - Ah, también se me olvidó poner que el otro día me vacuné contra la
Fiebre Amarilla, así que ya puedo viajar a Bolivia.
2 de Octubre, 2010
Perito Moreno
Bueno, pues ya está visto el glaciar. Impresionante. En el centro-derecha de
la foto hay un barco, para que hagáis la proporción.
El viaje en bus hasta el parque natural cuesta 100 pesos (20 euros) más 75
(15€) que te cobran por entrar, o sea que al final sale carillo. Aquí en la
Patagonia los precios se van de madre porque es todo muy turístico. Pero
bueno, hay que verlo. He preguntado si había descuentos para estudiantes o
para prensa, a ver si colaba, pero nada.
Luego al llegar otros 10 euros por dar una vuelta en barco a unos 300
metros del Glaciar. Bueno, esto no merece tanto la pena como había
pensado pero es lo de siempre, sino lo haces puede que te arrepientas.
Después del barco caminito por las pasarelas alrededor del glaciar. Aquí
están las mejores vistas. Habré sacado unas 60 fotos. He pasado todo el
camino hablando con un colombiano que lleva ocho meses viajando por
Sudamérica y que ya está en la última fase de su travesía. Me ha
comentado bastantes cosas para ver por Bolivia y Perú así que bien.
Ahora a hacer tiempo hasta coger el bus a las 3 de la mañana hacia
Ushuaia. He cogido la última plaza que quedaba, menos mal. Llego allá a las
8 o 9 de la tarde. Unas 17 o 18 horas. No sé qué haré. Dormir, ver una
película, leer, volver a dormir. Por suerte los autobuses aquí no son como los
de España. Aquí son mucho más espaciosos y confortables.
Si todo va bien el próximo post será desde la ciudad más austral del
mundo, a unos 1000 kilómetros de la Antártida.
3 de Octubre, 2010
Viaje al Sur (con mayúsculas)
Tras un largo viaje de 17 horas, ya he llegado a Ushuaia, la ciudad más
austral del mundo.
Ayer estuve en el Hostel del Calafate hasta las 2:30 am, cuando me fui a la
estación de autobuses para hacer el trayecto hasta Rio Gallegos, el cual se
ha pasado rápido porque he ido dormido todo el tiempo.
Una vez en Rio Gallegos, hora y media de espera para coger el otro bus. Y
cuál es mi sorpresa cuando veo que no es uno de estos espaciosos y
confortables de los que presumía en el post anterior que tienen en
Argentina. Así pues, 9 horas sentado en un asiento pequeño, al lado de un
paisano Cordobés (Argentina)
con el que a ratos he ido
dialogando de todo un poco. Al
preguntarle que para qué iba a
Tierra de Fuego, si por trabajo,
me ha empezado a contar un
poco su vida y como se lleva
mal con su mujer y se ha
marchado de casa sin avisarla
(solo lo sabía su hija), en busca
de un amor perdido de la adolescencia. De película.
En fin, curioso viaje, en el que he cruzado en ferry el mítico Estrecho de
Magallanes y en el que también he tenido que pasar por 4 puestos
fronterizos (salida de Argentina, entrada en Chile, salida de Chile y vuelta a
entrar en Argentina). En cada uno de ellos un sello al pasaporte. Un poco
ridículo todo el proceso. No sé, pienso que lo podían hacer de otro modo,
porque en total se pierde como una hora y media más o menos.
Bueno, el paisano cordobés se ha bajado en Rio Grande, primera ciudad
Argentina (por situación) de Tierra de Fuego y a partir de aquí ya sentado
sólo en otro autobús pero sin
poder dormir porque el
paisaje no lo permitía.
Impresionante. He estado en
bastantes lugares ya y he ido
pensando en los sitios que
pudieran superar unas vistas
como las que he visto hoy,
pero no me sale ninguno.
Así iba cambiando el paisaje…
A partir de mañana me esperan un par de días de relax por estos lares en
los que indagaré como hacer el viaje a Cabo de Hornos. La opción de ir en
velero pierde fuelle en favor de la de ir en crucero. No porque me guste más
sino por conveniencia con otro pequeño planning que me he montado.
Bueno, también creo que sale más barato en crucero.
4 de Octubre, 2010
Ushuaia
Amanezco en Ushuaia un poco
jodido por la gripe, pero bueno,
dosis de paracetamol e ibuprofeno
y a seguir tirando.
Si ayer por la noche la ciudad me
pareció impresionante, hoy por la
mañana cuando he salido a dar
una vuelta me he dado cuenta que
es todavía mejor.
Ushuaia se encuentra en la ladera de una montaña, rodeada por picos
bastante altos con estaciones de esquí, lagos escondidos entre las montañas
y a orillas del Canal de Beagle, el mar, que a su vez vuelve a estar rodeado
por montañas. Unas vistas increíbles.
Hoy he ido al puerto. Me
han dicho que preguntara
por Atilio Mosca, un
marinero que prepara
viajes para dar la vuelta
al Cabo de Hornos en su
velero. Le he encontrado
sentado en su barco
charlando con otro
paisano. Me ha comentado
que hasta el 15 de
Octubre va a estar parado en puerto porque está haciendo unas chapuzas
en los camarotes.
De camino a la ciudad he ido pensando seriamente la opción de quedarme
aquí 10 días con el fin de hacer ese viaje en velero, pero tras mucho
sondear las opciones he decidido que sería demasiado tiempo y además la
travesía en velero todavía no estaría segura ya que
Atilio me dijo que necesita al menos dos personas
más para ponerse rumbo a la Isla Hornos.
Un poco decepción ya que me llamaba mucho la
atención poder hacer ese viaje pero bueno, al
final he ido a la oficina de Cruceros Australis y
he reservado plaza. El viaje es un poco más
“pijo”, no es tan aventurero como sería
hacerlo en velero pero también está bien.
Incluye comidas, bebidas y excursiones varias,
entre ellas a la Isla Hornos, el fin del mundo.
Serán 3 noches. Embarco el miércoles por la tarde y llego a Punta Arenas
(Chile) el sábado al mediodía.
Mientras tanto quiero aprovechar para ver algunas atracciones que Ushuaia
ofrece, por lo que para mañana también he reservado plaza en un velero
que me llevará por el Canal Beagle a ver focas y pingüinos en su hábitat
natural. Promete estar bien.
6 de Octubre, 2010
A vela por el Canal Beagle
El Canal Beagle es el paso
que va desde el Océano
Atlántico hasta el Océano
Pacífico. Esta rodeado, por
un lado por Argentina,
donde se encuentran los
últimos picos andinos del
continente en cuya ladera
está situada Ushuaia y su
bahía, y por el otro la Isla
Navarinos, territorio de
Chile.
Pues ahí, en ese canal que separa los dos océanos, estuve ayer navegando en
velero. Una nueva experiencia increíble, más aún cuando volviendo hacia el
puerto los fuertes vientos permitieron apagar el motor del barco y navegar
a vela.
Durante la excursión, el
velero, en el cual íbamos
9 personas (7 turistas y
2 marineros), nos llevó
hasta la isla H, el punto
más al sur de la
Argentina. Dos islas que
quedan unidas por un
istmo de tierra que
aparece y desaparece
según la marea esta alta
o baja.
Desembarcamos en la isla y como la marea estaba baja, estuve caminando
por esa lengua de arena entre dos aguas, que aunque pertenecen ambas al
Canal, uno podría pensar que está caminando entre dos océanos.
En la misma isla H caminamos observando
la flora y la fauna, esta última formada por
Cormoranes de las Rocas, una colonia de
estos pájaros que han formado su hogar en
los salientes de la isla. Además es época de
cría por lo que todos ellos están emparejados
haciendo la visita más curiosa aún.
Después de dejar la isla H zarpamos hacia la isla de los Lobos donde vimos a
lobos marinos, valga la redundancia. Allí estaban los inmensos bichos
echando una siesta. En esta misma isla también había una colonia de
cormoranes reales.
Ya de camino a puerto es cuando se puede observar una panorámica
impresionante de Ushuaia y de su situación entre las montañas nevadas.
Escribo esto a una hora de embarcar en el Mare Australis el crucero que me
acercará a cumplir uno de mis sueños: dar la vuelta o al menos
desembarcar en el Cabo de Hornos.
Si todo va bien, os escribiré la crónica de este viaje el próximo sábado ya
desde tierras chilenas.
9 de Octubre, 2010
Mare Australis (I)
Después de tres noches lejos de la
civilización, hoy ya he llegado a tierra
firme y me encuentro en Punta Arenas,
en el sur de Chile.
Durante estos días os iré contando por
aquí el cuaderno de bitácora que he ido
redactando durante mi viaje por el fin
del mundo a bordo del Mare Australis.
-- Miércoles 06/10 --
Embarco en el Mare Australis a las 18:00. La primera sensación no es
buena y no es porque el barco esté mal, sino todo lo contrario. Está
demasiado bien. Demasiada buena presentación. Demasiado pijo. Esto no es
para mí.
Las sensaciones mejoran en la cena. Me siento en una mesa con un belga,
una pareja de italianos y dos chilenos. La conversación es agradable por lo
que el ánimo aumenta algo.
Después de cenar a la cama pues mañana hay que madrugar cuando
lleguemos al Cabo de Hornos.
-- Jueves 7/10 --
Me despierto con el vaivén del barco. El mar parece enfurecido. Estamos a
pocos metros del Cabo de Hornos. La emoción aumenta. Me visto rápido,
me abrigo bien y me pongo el chaleco salvavidas. Nos avisan para ir a
cubierta porque en breves desembarcaremos en la Isla Hornos, el fin del
mundo.
Pero finalmente no tendré tanta suerte. El viento, que normalmente viene
del Oeste, esta vez ha cambiado y viene del Norte, quedando las zodiacs, en
las que íbamos a desembarcar a la isla, a merced de la fuerte corriente. Por
ello me tendré que conformar
con ver el Cabo desde el barco.
La marea se lleva la razón
principal por la que he hecho
este crucero.
¿Es una señal? Los espíritus de
los marineros que naufragaron
en estas aguas han mostrado su
disconformidad de esta manera.
Parece que dijeran:
“Nosotros navegamos estas aguas y ello nos costó la vida. La comodidad de
un crucero no hace justicia a la leyenda de este punto de la tierra, por eso,
si realmente quieres circunnavegar el Cabo de Hornos y pisar sus tierras,
tendrás que hacerlo de otra manera”.
Los elementos han hablado y solo queda postrarse con respeto ante sus
exigencias.
Estoy mareado pero no tomaré ninguna pastilla. Esta será la penitencia que
pague por perder el sentimiento de aventura embarcando en este
acomodado crucero.
De todas formas pensando sobre este mismo tema, la aventura y el espíritu
aventurero, me doy cuenta de una cosa. Puedo tener y tengo muchas
inquietudes y ganas de vivir nuevas experiencias, pero la palabra aventura
va perdiendo cada vez más su significado. Ya está hecho todo. Ya no seré el
primero en hacer algo, en pisar un determinado territorio, en navegar un
determinado mar. Aquí estoy yo, en mi camarote con cama y baño,
navegando por las legendarias aguas del Cabo de Hornos. La masificación
del turismo hace que las cosas pierdan su misticismo. Una pena.
Por la tarde desembarcamos en la Bahía Wulaia y hacemos trekking por la
sierra. Puede que no hayamos pisado Isla Hornos, pero las vistas el paisaje
que se divisa desde aquí merece mucho la pena. Tan solo 200 años atrás
Charles Darwin pisó el mismo suelo que estoy pisando yo. Vuelvo al barco
con ánimos renovados.
Y la cena ya va a mejor. En una mesa nos sentamos una pareja
estadounidense, una italiana, una francesa, otro francés y yo. Son gente
maja por lo que disfrutamos bastante de la velada.
Después tomamos unas copas, jugamos al Bingo y nos vamos a la cama.
...
10 de Octubre, 2010
Mare Australis (II)
-- Viernes 08/10 --
Desayuno con un grupo de personas colombianas. Bastante simpáticos. Uno
de los señores me ha dado su email y número de teléfono para que le avise
si termino yendo a Colombia.
Más tarde subo a Cabina de mando y paso un rato largo viendo cómo
funciona todo. Pero a las 10:30 nos disponemos a salir a mar abierta en el
Pacífico por lo que tengo que dejar la sala. Nos avisan para que nos
preparemos porque al entrar a mar abierta el oleaje se va endurecer. Y
efectivamente así es, aunque en menor medida de lo que se preveía. El
barco se tambalea bastante para lo que venimos estando acostumbrados,
pero es una nueva experiencia.
Luego tenemos una interesante charla sobre la historia del Estrecho de
Magallanes y una clase de nudos marineros. Tomo el vermut con los
italianos y franceses con los que cené ayer y luego comemos otra vez todos
juntos en la misma mesa.
Por la tarde hay un nuevo desembarco. Esta vez iremos en zodiacs a ver
unos glaciares. Hay dos grupos posibles: el de habla hispana que sale a las
15:30 y el de habla inglesa que lo hace una hora más tarde. Elijo el de
habla inglesa.
A las 16:20 vamos hacia la
cubierta exterior preparados
para montar en las zodiacs,
pero el primer grupo todavía
no ha llegado y nos toca
esperar. Oigo en el walki de
uno de los guías de expedición
que la razón por la que están
tardando tanto es que hay
mucho hielo en el fiordo.
Por fin llega el primer grupo y finalmente el nuestro embarca en las
zodiacs. Son tres kilómetros de navegación hasta el Glaciar Pía y las vistas
son increíbles. Vamos por un fiordo rodeado de montañas nevadas. La nieve
se va derritiendo a medida que baja y se crean unas cascadas
impresionantes.
A falta de unos cientos de metros para llegar al Glaciar el mar está
literalmente congelada por lo que pienso que una vez más se nos ha ido al
garete la excursión. Pero las zodiacs entran rompiendo las placas de hielo
que no son muy gruesas. Impresionante. Estoy navegando en hielo.
Llegamos cerca del Glaciar y paramos para contemplar el paisaje. Mientras,
nuestro guía nos explica que hace solo 6 años que fue descubierto este lugar
y que solo es visitado por el crucero, por lo que no mucha gente tiene la
oportunidad de ver lo que estoy viendo. El Glaciar no es de la magnitud del
coloso Perito Moreno, pero la sensación de estar viendo algo que pocas
personas han visto acrecienta el júbilo. Ya puedo confirmar totalmente que
pese a no pisar el Cabo de Hornos (del que hemos bromeado que es una
triple decepción y luego vamos con esto), hacer el crucero ha merecido
totalmente la pena.
Por la noche vuelvo a cenar en la misma mesa y con la misma gente y
posteriormente nos volvemos a tomar unas copas y nos echamos unas risas
improvisando un karaoke.
Y vamos con lo que comentaba antes de la triple decepción. Es así porque:
no desembarcamos, porque no vimos el Cabo ya que este quedaba más al
sur de lo que podíamos ver y porque el Cabo de Hornos, más allá de lo que
se comenta, no es el punto más austral del continente americano. Ese
mérito, aunque no le den mucha publicidad, lo tiene la Isla Diego Ramírez
situada unos kilómetros al sur de Hornos.
11 de Octubre, 2010
Mare Australis (III) Fin del Crucero
-- Sábado 09/10 --
Madrugón para desembarcar a las
7 de la mañana en la Isla
Magdalena, a pocos kilómetros de la
ciudad chilena de Punta Arenas, y
donde veremos una inmensa colonia
de pingüinos.
Son unos 300.000 pingüinos, los
cuales tienen sus nidos repartidos
por todo el lugar. De camino hacia el faro que corona la isla, estos
simpáticos animales se van cruzando entre nosotros
e incluso alguno de ellos se pone chulo e intenta
picar en las piernas de aquellos que se acercan
demasiado.
La visita a la colonia es el culmen del Crucero. Más
tarde volvemos al barco para desayunar y rehacer
las maletas ya que se prevé el desembarco final en
Punta Arenas para las 11 de la mañana.
El balance general de estos tres días ha sido bueno pese a la tremenda
decepción que fue no poder desembarcar en la Isla Hornos.
Una vez en Punta Arenas busco la oficina de Sky Airlines para comprar un
billete de avión a algún lado ya que no quiero quedarme en esta ciudad
mucho tiempo y si subo hacia el norte en autobús lo tendré que hacer por
territorio argentino y el viaje se demorará unas 40 horas.
Compro el avión hasta Puerto Montt, aun en el sur chileno, a 1000km de
Santiago. No sé muy bien lo que voy a hacer por ahí pero bueno, ya surgirá
algo.
En el próximo post os cuento lo que finalmente surgió…
13 de Octubre, 2010
Popurrí de 5 días
… ¿que surgió?
Salí de Punta Arenas por aire. Por cierto, sin pagar la noche que dormí en
el hostel. Y me excuso explicándolo:
Al llegar no me pidieron ni mis datos ni nada de nada. El paisano me llevó
a la habitación y ahí me quedé. Al día siguiente me levanto, bajo a la
recepción y estoy como dos horas esperando a que aparezca alguien, lo cual
no ocurre. Estuve completamente solo, así que simple y llanamente cogí el
macuto y desaparecí. Me salió barata la noche.
Después de un vuelo con
turbulencias un poco jodidas,
aterrizo en Puerto Montt
con algo de pis en mi
pantalón (me ha salido un
pareado sin haberlo
planeado). Acto seguido me
voy en minibús a Puerto
Varas, destino turístico del
sur de Chile. Un pueblo
situado a la orilla del lago Llanquihue y desde el que se pueden ver los
volcanes Osorno, Calbuco y Puntiagudo.
Noche en un hostel donde conozco a una suiza y a un inglés con los que al
día siguiente alquilo una bici para dar una vuelta por las inmediaciones. Un
guía del crucero me había hablado sobre un garito cerca de Puerto Varas
donde según él tienen la mejor cerveza del mundo. Demasiada tentación
como para no ir. Se lo comento a mis compañeros y coinciden conmigo en
que hay que probarla.
Recorremos 15 kilómetros por caminos con vistas increíbles del lago y
llegamos hasta la cervecería, la cual lleva un año cerrada. Se supone que al
lado está la pequeña fábrica donde hacen la cerveza pero resulta que hoy es
fiesta y también está cerrada. Nos volvemos. Al final del día hemos
recorrido 30 kilómetros. Dolor terrible de manos y culo.
Por la noche cojo un autobús que me llevará a Santiago. Semi-cama, es
decir, nada que ver con el típico autobús al que estamos acostumbrados.
Viaje de 12 horas (1000km) que me ha salido por 18 euros. Voy dormido
todo el viaje.
Llego a Santiago en blanco, solo sé que en el barrio de Bellavista hay un
hostel que he leído que está bien. No sé cómo llegar pero he conocido a una
chica en el autobús que me acompaña hasta el metro y me indica donde
bajarme. Me da su teléfono y el mismo día por la tarde quedo con ella y
con una amiga para que me enseñen la ciudad.
Por cierto, por la noche a las 00:11am (hora chilena) sacan al primer
minero de la mina…
Y aquí es donde llegamos al día de
hoy. Caminata por Santiago para
ver lugares famosos como el
Palacio de la Moneda, Mercado
Central, Plaza de Armas y barrio
de Bellavista, donde está mi hostel
y donde se encuentra también la
que fue una de las casas del poeta
Pablo Neruda, hoy reconvertida en
museo y la cual visito. Pedazo casa que tenía el amigo Neruda.
Y todo esto hasta ahora. Mañana dejo Santiago
para ir a Valparaíso, donde si no surge nada
especial solo estaré un día o dos. Si cambio de
opinión (la suiza vive allí con dos vascas lo que
puede significar salir de fiesta, cosa que me
apetece) puede que me quede a pasar el fin de
semana. Ya veremos.
PS – Ha llegado a mis oídos que hay
bastante gente que lee este humilde blog por
lo que siempre se agradece que se dejen
comentarios en él, ya sea para aconsejar algún destino sudamericano, para
decirme que me afeite la barba o para cualquier otra cosa.
16 de Octubre, 2010
Collage de Valparaíso
Valparaíso es una ciudad bastante
llamativa. Solo tiene unas pocas
calles en llano y lo demás son casas
bajas y de colores construidas en los
45 cerros que envuelven la ciudad y
que miran de cara al Pacífico.
Caminar para ver la ciudad puede
llegar a ser doloroso para las
piernas.
Esta es la casa de Neruda en Valparaíso. Según me
dijeron solo la tenía para venir en nochevieja por
las fiestas. El amigo Neruda era comunista pero
tenía unas casas que no veas.
17 de Octubre, 2010
Cruzar los Andes en autobús está “Piola”
Ya echaba yo de menos los viajes curiosos y las odiseas por estaciones de
trenes y de autobuses. Hoy "por fin" he tenido una de ellas.
Salgo en bus desde Valparaíso a Santiago. Llamo a un taxi en el hostel para
que me venga a buscar pero tarda un poco y me voy poniendo nervioso.
Viene quedando 15 minutos para que salga el bus. La estación no está lejos
pero hay tráfico y además el hijoputa creo que me tima, porque me da mil
vueltas. En fin, llego muy justo, pero llego.
Arribo a Santiago a las 21:15 y me toca esperar una hora para el siguiente
bus que me llevará a Mendoza, Argentina, cruzando los Andes. Sin
problemas, lo único reseñable aquí es que el bus se retrasa en salir, lo que
por otro lado me viene bien ya que en Mendoza me tocará esperar 4 horas
para coger el siguiente autobús.
Ya de camino todavía no tengo sueño por lo que me pongo a ver una peli.
Cuando acaba me preparo para echar una cabezadita pero el bus empieza a
subir las montañas de los Andes por una carretera que hace eses continuas.
Desde la ventana voy viendo cómo vamos pasando cerquísima de los
acantilados. Hasta aquí sin problemas, pero de repente el suelo del vehículo
empieza a chirriar un poco y ya me empiezo a mosquear.
Llegamos a la frontera, bajamos a sellar el pasaporte y a que comprueben
las maletas y la confusión se apodera de la noche. Nos dicen que la dirección
del bus se ha roto (ya decía yo que algo andaba mal) y que hay que
cambiarse a otro, pero solo 11 personas. Empiezo a preguntar que qué
harán los pasajeros que no se cambien pero no recibo respuestas, por lo que
cojo mi maleta, la meto en el portaequipajes de otro autobús y me subo sin
decir nada.
Quedan 3 asientos libres al fondo, uno al lado de unos paisanos argentinos
con pintas raras que están bebiendo vino de Tetrabrik y dos juntos atrás
del todo. Detrás de mi viene una pareja de California que no tiene ni idea
de español y a los que he dicho que se metieran en el bus conmigo, entonces
les cedo los sitios y me siento al lado de uno de los paisanos. Me ofrece vino
y lo rechazo cordialmente.
Empezamos a hablar y la conversación empieza a descarriarse por
derroteros extraños. El amigo argentino me comenta que anda “pedido”
por la Policía en Chile por “andar robando, tu sabes”. Eh, pero no es un
ladrón cualquiera. El roba “piola, cosa fina, sin andar jodiendo” y al decir
esto se toca la barbilla.
En fin que la idea de escuchar música durante el viaje se va al carajo. En
estos momentos prefiero no sacar el iPod de la mochila.
El amigo me sigue hablando y me pregunta por la situación en Europa. Me
dice que está esperando su pasaporte europeo para ir al viejo continente a
intentar hacer dinero. Según él, una amiga suya estuvo trabajando de puta
en España y sacaba 6000 euros al mes. “Buen dinero, está piola”.
-Oye, ¿y a cuanto está el kilo de marihuana en España? ¿Y la merca?
- Yo es que…no soy mucho de eso. Pero si vas a Europa creo que tendrías
que visitar Ámsterdam. Te iba a gustar.
- ¡Ahh, está piola eso!
El bus hace una nueva parada en un control de la policía argentina. Suben
los guardias, van mirando los pasaportes a la gente y cuando llegan a
nuestra zona, se nos quedan mirando y a mí me dicen que habrá la mochila
para verla. Sin más. Bajan, abren el portaequipajes y vuelve a subir el
policía preguntando que de quién son los dvds que hay abajo. Mi compañero
se levanta y afirma que son suyos.
No va a mayores la cosa. Continuamos el viaje y me cuenta que es que en
Chile la tecnología está más barata que en Argentina. Y sin venir a cuento
también me dice que hace poco pasó en su coche 70 kilos de marihuana de
un país a otro.
Tras alguna que otra divagación sobre fútbol y mujeres mi compañero
termina por rendirse al poder somnífero del vino y se queda dormido.
Yo, la verdad, ya no duermo mucho hasta llegar a Mendoza.
Una vez allí, espero 1 hora y cojo un nuevo autobús hacia San Juan, desde
donde estoy narrando esta pequeña travesía.
En fin, voy a ver si ahora duermo un poco porque 24 horas sin pegar ojo
ya son muchas horas.
19 de Octubre, 2010
El averno de los papeleos
Los funcionarios públicos arderán en el infierno. Estoy seguro.
Llevo dos días pateándome la ciudad de San Juan investigando sobre mi
abuelo y la familia que dejó aquí. Dos días en los que he dado mil vueltas
para no conseguir nada.
Ayer me dirijo hasta el Departamento de Santa Lucía para preguntar en el
registro civil sobre la partida de nacimiento de mi abuelo, ya que este nació
en el mencionado barrio. Tras media hora caminando llego y de allí me
mandan al Registro Civil del centro.
Vuelvo por el mismo camino y llego al Registro Central, en el cual me dicen
que necesitan más datos, por lo que tendré que ir al Juzgado Federal y
preguntar por el Formulario número 5.
Allá que voy y pregunto por el susodicho formulario. Me atienden
amablemente y se disponen a buscar datos de mi abuelo hasta que les
comento que murió hace ya 11 años en España. Me dicen que entonces no
me pueden ayudar y que vuelva al Registro.
Vuelvo al Registro y me encuentro con las puertas cerradas. Son las 12 y
me habían dicho que cerraban a las 13 horas por lo que me quedo
extrañado. De repente, una señora llama a la puerta, enseña un papel y la
dejan entrar. Hago lo mismo y digo que antes me habían dicho que volviera,
pero conmigo no funciona. Me instan a volver la mañana siguiente.
Vuelvo al hostel y me entero de que hay una Casa Española en la ciudad.
Después de comer me dirijo hasta allí pero resulta que lleva cerrada un año.
Me dicen que pregunte en la zapatería de la vuelta de la esquina por el
dueño, el cual es el vicecónsul honorario español. Voy allí y me encuentro al
señor, que me comenta que si hay datos sobre mi bisabuela y abuelo, seguro
que los tienen en la Central de Policía o en Migraciones.
Voy a la Central de Policía y me dicen que vuelva por la mañana…
Hoy por la mañana me levanto a las 8:00, desayuno y voy a la Central. Me
tienen una hora esperando para decirme que no han encontrado nada de
nada.
Voy a Migraciones y tras preguntar por el nombre de mi Bisabuela por fin
parece ser que encuentran algo. La chica vuelve y me dice que hay
muchísimas personas con el mismo nombre aunque si bien quiero conseguir
alguna información, tengo que probar que soy familia de la persona que
busco, para lo cual necesitaré probar que soy hijo de mi padre, que al
mismo tiempo es hijo de mi abuelo, que al mismo tiempo era hijo de mi
Bisabuela. De todas formas me dicen que si hace mucho que mi bisabuela
vivió aquí (y efectivamente hace mucho) muy probablemente el registro esté
en el Departamento de Migraciones de Buenos Aires.
Extenuado me dirijo al Registro Civil central una vez más, con la intención
de al menos conseguir la partida de nacimiento original de mi Abuelo. Llego
y pregunto a una señora que tengo que hacer para adquirirla y me dice que
tengo que volver mañana a las 7:30 de la mañana.
La digo si no me puede hacer el favor de mirarlo ya que por la tarde tengo
que volver a Buenos Aires (mentira), y la hijaputa de la vieja me dice que la
enseñe los pasajes y me atenderá encantada. La digo que los tengo en el
hotel y que no me haga volver a por ellos y me dice que entonces vuelva
mañana a las 7:30 de la mañana.
Hijaputa. Me quedo con unas ganas terribles de cagarme en la concha de su
hermana y al final me voy.
Vuelvo a la Zapatería del Vicecónsul para preguntarle si yendo al Círculo
Andaluz de la ciudad tendré alguna oportunidad de enterarme de algo o
conocer a alguien que por casualidades de la vida tenga alguna información.
Me dice que es poco probable y que lo último que puedo hacer es llamar al
Consulado de Mendoza y preguntar.
Me voy a un locutorio y llamo pero parece ser que a la hora que es, las 12,
ya no trabaja ni Dios.
¡Hijos del demonio!
Mañana volveré a intentarlo pero si hay algún ser superior allá arriba, él
sabe bien que como me sigan tocando los cojones daré por finalizada la
investigación.
Esta tarde, para recuperarme de tal desgaste, creo que me iré a visitar
alguna bodega de la zona. No olvidemos que estoy en la Ruta del Vino.
21 de Octubre, 2010
De San Juan a la luna
Conozco a una catalana, a una porteña (Buenos Aires) y a un argentino de
Tucumán y nos vamos todos en un coche alquilado hasta el parque natural
de Ischigualasto, a 330 kilómetros de San Juan.
Conduzco yo. Unas 4 horas de viaje por
carreteras poco transitadas llenas de curvas,
badenes y rectas infinitas. En estas últimas le
piso hasta los 180. A gusto.
El parque de Ischigualasto (que en la lengua
nativa del lugar viene a ser "Tierra sin vida")
es una reserva natural de la era triásica donde se han encontrado huesos de
dinosaurios. También es conocido como “Valle de la Luna” ya que el paisaje
se parece mucho al lunar. Hacemos la excursión de la tarde y la de la noche
porque coincide que hay luna llena y se puede caminar por el parque sin
necesidad de iluminación artificial. Además el guía nos cuenta historias
esotéricas acerca del parque y, para mi sorpresa, afirma parcialmente la
misma historia que me contó el paisano cordobés un mes atrás en Buenos
Aires. “Un meteorito caerá sobre la Tierra el 21 de Diciembre de 2012,
invirtiendo los polos terrestres y causando el caos en el planeta. Así lo
profetizaron los Mayas”.
Dejando aparte teorías, la
excursión nocturna resulta
ser una pasada. En un
momento dado nos
separamos unos de otros
unos metros y en la más
completa soledad nos
sentamos en la tierra para
oír el silencio. La
tranquilidad interior es casi
absoluta, y digo casi porque por el parque andan sueltos algunos pumas...
La excursión termina de madrugada y cuando llegamos al hostel (en un
pueblo cercano al parque) son las 2 a.m. y estamos reventados. Llamamos a
la puerta y cuál es nuestra sorpresa cuando vemos desesperados que no hay
nadie (al mediodía habíamos avisado que llegaríamos tarde). Sopesamos las
alternativas y ante mi incapacidad para seguir conduciendo sin que se me
cierren los ojos (aún más) decidimos dormir, unos en el coche y otros en la
calle. Soy el único al que los odiosos mosquitos acribillan.
A las 6 Am arriba y en marcha otra vez para llegar de nuevo a San Juan
tres horas después. Y ahora mismo aquí me hallo habiendo conducido unos
720 kilómetros por el desierto y sin haber dormido en condiciones.
Intentaré seguir sin pegar ojo ya que por la noche cojo un bus hacia Salta,
mi próximo destino, y así podré dormir del tirón durante el viaje, el cual
será de unas 15 horas. ¡Qué bien!
PS – por cierto, el miércoles
intenté por última vez obtener la
partida de nacimiento de mi abuelo.
Tuve que poner en liza el poco
encanto que tengo y fusionarlo
sabiamente con mi atractivo acento
español. Eso y el dar con una mujer
más joven que la vieja asquerosa, me
han permitido alcanzar mi objetivo.
Porque yo lo valgo.
23 de Octubre, 2010
De un salto a Salta
Venia yo pensando ayer el tipo de vida que llevo ahora mismo. Sin comerlo
ni beberlo llevo un mes y pico ya en América del Sur y casi no me he
enterado.
Antes de ayer, estando en San Juan, me acerqué por la tarde a la estación
de buses para preguntar por horarios y precios para venir a Salta, 1000
km al norte, y así, sin saber muy bien qué es lo que iba a hacer aquí y solo
haciendo caso a recomendaciones, me vine, sin más.
Después de un viaje de 15 horas, esta vez en un bus de lujo, con butaca solo
para mi, cenita con vino y champán de postre, llegué ayer al mediodía aquí
a Salta, donde me puse a buscar un hostel y encontré uno que está
bastante bien y donde me quedaré unos días descansando. Ya nada más
llegar conocí a algunas personas y me fui de fiesta, que ya tenía ganas.
Llegué como a las 6 de la mañana.
Hoy me levanto a las tantas y casi me da algo porque no encontraba la
cartera. Ya pensando que me la habían robado he visto que asomaba por
debajo de un armario. Cómo llegó ahí es un misterio de la noche.
En fin, todavía no
conozco mucho esto así
que ya os comentaré
cuando me dé una
vuelta. De momento os
dejo una foto de
Valparaíso que no pude
subir allí.
PS – Hoy se ha vuelto a
confirmar que la vida es
un instante y que hoy
estamos aquí y mañana ya no. Brindo por la muerte, porque es ella la que
nos permite valorar los momentos de la vida. Salud
24 de Octubre, 2010
Ya lo dice el nombre de la ciudad…
Sabéis cuando haces una cosa así sin pensarlo y luego dices... ¿pero qué
ostias he hecho? Pues eso...
Esto, otro salto que hice un poco distinto (mañana le subo aquí) y una
cervecita y te quedas oreado.
27 de Octubre, 2010
Relaxing time
Como aquellos días en Buenos Aires
(como pasa el tiempo) llevo unas
jornadas de relax absoluto en Salta. Y
cuando digo de relax me refiero a que el
único viaje que he hecho desde el viernes
fue de una hora en coche para hacer el
puenting. Por lo demás solo he salido
para comprar comida o de fiesta.
Hoy, tras cinco días aquí, por fin me he ido a dar una vuelta por los
alrededores para conocer un poco la vida diurna de la ciudad.
Salta me gusta. Es
grande pero la
envuelve un
ambiente tranquilo,
vida sin prisas en un
paisaje totalmente
colonial.
Aquí dejo algunas fotos.
El cabildo y la catedral (totalmente pacopepera) y vistas desde el teleférico.
28 de Octubre, 2010
Una vida ordenada
Todo ordenadito, limpito y bien
guardado...
30 de Octubre, 2010
De oveja y luego, Atacama
Bueno, se acabó Argentina. Quién
sabe si en un futuro habrá que volver.
Dejemos las opciones abiertas.
El último día me fui a Cafayate, un
pueblo cercano a Salta, a hacer de
oveja turista y que nos llevaran a
unas bodegas a probar unos vinos. No
lo pasé mal, pero lo dicho, no me
gusta sentirme una oveja del rebaño a la que llevan y traen para ver cosas.
Y ya ayer viernes salí en autobús hacia Chile, esta vez al desierto de
Atacama. Viaje cansino a más no poder. Se supone que llegaríamos a las 3
de la tarde pero los trámites en la frontera se alargaron y al final llegamos
a las 8. Además subimos por puertos de 4000 metros y la cabeza se
resiente un poco.
Al llegar conocí a una pareja de españoles y aquí estamos todos juntos.
Aquí la conexión no es muy buena que digamos así que mañana intentaré
subir unas fotos, aunque no prometo nada.
31 de Octubre, 2010
Atacama Sunset
San Pedro de Atacama es un pueblo en medio
del desierto chileno. Muy turístico, un poco
caro y con mucho mochilero. Pero por algo lo
es…
Mañana nuevo mes y
nuevo país: Bolivia (el
tercero del viaje).
Estaré fuera de
servicio hasta nuevo aviso.
4 de Noviembre, 2010
Bolivia
He entrado en Bolivia por el sur, con un tour de dos noches por el desierto
y por el increíble Salar de Uyuni. No hay palabras. Cuando pueda subir
fotos lo apreciareis con vuestros propios ojos.
Ahora, después de pasar una noche en la ciudad-pueblo de Uyuni, he
llegado a Potosí, donde probablemente solo estaré una noche, ya que la idea
es ir mañana a Sucre.
Internet aquí en Bolivia es desesperante, lentísimo. No sé que voy a hacer
porque igual ni puedo trabajar… Veremos a ver.
En cuanto me sea posible intentaré seguiros contando y subir alguna foto.
5 de Noviembre, 2010
Perdidos en el sur de Bolivia
8 de Noviembre, 2010
Haciendo el gamba
9 de Noviembre, 2010
Sucre y Tarabuco
Pasé por Potosí sin pena ni gloria. A fuera porque es una ciudad llena de
cuestas y a mucha altura, en la que te fatigas rápidamente (nada bueno
tampoco para mi enfermedad: pereza crónica), porque es un poco caótica o
porque cogí un virus que me tuvo una noche entera vomitando y meando
por el culo. El caso es que no me gustó.
El pasado, espera a ver que me pierdo con los días, sábado cogí un bus
hacia Sucre. Tres horas de viaje, con fiebre y con un bebé detrás de mí
gritando algo así como ¡¡Aitaaa!! (que viene siendo ‘padre’ en vasco, ‘gracias’
en estón o algo raro en quechua, vete tú a saber). Llegué a Sucre, me tomé
un “Tapsin” (sobre como el frenadol pero que realmente te quita los males
de dentro) y me fui a la cama.
Domingo morning viaje de una hora
hacia Tarabuco, un pueblo en medio de las
montañas en el que se celebra un mercado
todos los fines de semana. Me dijeron que era
bastante turístico pero no me pareció para
tanto. Me moló.
En la plaza principal del pueblo hay el
monumento que muestro en la foto: un soldado
boliviano con el corazón de un soldado español
en la mano. Me sentí como en casa...
Además la señora de al lado de mis colegas de
Nueva Zelanda, acto seguido de yo sacar la foto,
me amenazó con rebanarme el cuello...
PS – Se divisa problema. Me está saliendo una
muela del juicio y me está empezando a doler. Veremos a ver, porque no es
que esté rebosante de confianza respecto a los dentistas bolivianos. Y es que
aquí todo el mundo anda sin diente.
14 de Noviembre, 2010
La Paz
Después de Sucre, el
plan era ir a
Cochabamba, pero como
ya se sabe, aquí las
decisiones se toman
cuando uno se levanta y
según las ganas que
tenga. Así pues, pasé de
Cochabamba y me vine
directo a La Paz, capital
de Bolivia.
Entre montañas, con barrios construidos en sus laderas, la primera
impresión que da esta ciudad es que es caótica a más no poder. Tráfico de
locos, furgonetas que hacen las veces de autobuses, con sus copilotos
gritando a voces su destino y el precio del trayecto.
Ya llevo un par de semanas viajando con una pareja de Nueva Zelanda. El
plan de ellos era ir a Rurrenabaque, pueblecito que está en la selva
boliviana. Yo pensaba ir a la selva más adelante, en Perú. El caso es que el
otro día les acompañé a mirar unos tours para ir al susodicho pueblo y me
gustó lo que vi, así que el martes cogemos un avión a la zona húmeda y
selvática del norte de Bolivia.
Después de la selva nos espera el lago Titicaca.
PS- El futuro de mi viaje está planeado y si todo sigue por buen camino y
no hay ningún contratiempo, todavía me quedan unos meses de travesía.
Ahí lo dejo…
16 de Noviembre, 2010
Lucha libre a la boliviana
Bueno, estaba intentado subir
un vídeo de un espectáculo de
lucha libre a la boliviana al que
asistí el otro día, pero parece
ser que la conexión
a Internet no quiere que lo
suba. Así que tendréis que
esperar para verlo.
Lo de la lucha libre a la
boliviana es como el wrestling de toda la vida que hemos visto por la tele,
pero un poco gitano. En un gimnasio de escuela improvisan unas gradas y
un ring en el medio y ale, a disfrutar de la pelea.
Lo que más me sorprendió es que luchan las "Cholitas", mujeres bolivianas
con sus vestidos tradicionales y su bombín. Y encima luchan contra tíos.
Vaya mamporros, de mentira claro. Aunque a una de ellas la partieron una
caja de madera en la cabeza y se quedó grogui con la cara ensangrentada.
No sé si estaba preparado o es que se les fue la mano, pero a la tía la
tuvieron que sacar en brazos.
Cambiando de tema, en un par de horas cojo un avión a Rurrenabaque, un
pueblo del norte de Bolivia a las puertas de la selva. El plan es estar allí una
semana aproximadamente y hacer algún tour por las zonas húmeda y
selvática para ver cocodrilos, serpientes gigantes, monos, bañarnos con
delfines rosas y pescar pirañas. Presiento que los mosquitos me van a
reventar a picaduras.
Si todo va bien y los animales me respetan, estaré de vuelta en una
semanita.
19 de Noviembre, 2010
La selva (avance)
Ya he venido de la selva montañosa. Solo un apunte: al que no le gusten los
bichos grandes que no vaya.
Tras un viaje de media hora en un mini avión con unas turbulencias dignas
de acongoje, aterricé el martes por la tarde en Rurrenabaque, norte de
Bolivia. Paisaje increíble el de la selva, y también bastante curioso.
El mismo día contratamos un tour, 3
días y 2 noches, en una zona selvática
alrededor del rio Tuichi, afluente del
Beni. El miércoles temprano por la
mañana cogimos la barca que nos llevó
por el rio hasta el campamento. Solo
puedo poner un avance porque en la
selva internet no es el más rápido.
En cuanto vuelva a La Paz intento subir las demás fotos.
23 de Noviembre, 2010
La selva
Bueno, ya estoy de vuelta en La Paz,
así que a continuación os comento
como fue la semana en la selva. Puede
que el post se alargue, pero creo que
merecerá la pena.
Como comenté en el avance, al llegar
a Rurrenabaque compramos dos
tours, cada uno de 3 días y 2 noches,
uno a la Selva y otro a las Pampas (humedales).
Decidimos ir primero a la Selva, así pues cogimos una barca y tras un viaje
de 3 horas por los ríos Beni y Tuichi, arribamos al refugio.
Desde la orilla del río hasta el campamento, camino de 10 minutos, conté
unas 10 picaduras de mosquito (no imaginaba que eso frente a lo que
estaba por venir en las Pampas no era nada).
Lo que mayormente hicimos
durante esos tres días en la selva
fue andar mañana, tarde y noche,
comer y dormir.
El "confortable" refugio de la selva,
con sus camas y respectivas
mosquiteras.
Y he me ahí comiendo un fruto sabroso
sacado de una palmera. Una especie de
mezcla entre el avocado y el coco. (El
pañuelo no es cosa de moda, es que el
primer día caminando paramos a
descansar a lado de un árbol gigante y
unos bichos raros se me metieron entre
las greñas y me empezaron como a morder la cabeza).
Araña diablo y una vistosa mariposa. De estas últimas
había muchas y de diferentes colores. A parte de estos
bichos vimos orugas, gusanos, termitas y hormigas
gigantes a las que llaman "hormigas 24". El porqué del
nombre es que si te
muerden el increíble dolor
te dura 24 horas. También
había otro tipo de hormigas
gigantes cuyas cabezas con sus mandíbulas se
usan como puntos de sutura si te haces una
herida profunda.
Al parecer tuvimos suerte de ver animales porque la selva es gigante y estos
están en continuo movimiento. En las fotos unos monos aulladores, los
cuales se pararon curiosos a ver quiénes eran los
extraños que les sacaban fotos. También vimos un búho y
unos chanchos (cerdos) salvajes, pero a estos no me dio
tiempo a sacarles la foto.
Ahí nuestro guía junto a un
árbol caminante. Sí, se
mueve. Parece ser que el
árbol busca la mejor
manera de situarse para que le dé el sol, por
ello le van creciendo una especie de raíces
desde el tronco las cuales utiliza como piernas
para moverse. Se mueve unos 40 centímetros
por año hasta que encuentra su posición ideal.
…
24 de Noviembre, 2010
Las pampas
...continúa del post anterior
Una vez de vuelta en Rurrenabaque, ducha, cena y a dormir pues al día
siguiente salimos hacia las Pampas.
A las 8:30 AM montamos en un jeep y tras un viaje de 3 horas por una
carretera sin asfaltar y llena de piedras llegamos a Santa Rosa, un pequeño
y remoto pueblo a orillas del río Yacuma. Una vez allí almorzamos y vamos
hasta el río donde una barca nos espera para llevarnos al campamento, a
unas dos horas de navegación. Antes de partir en la barca nos cambiamos
de ropa ya que el rumor de los mosquitos empieza a amenazar. Pantalones
largos, camisa de tirantes y por fuera camisa de manga larga. Me muero de
calor pero es lo que hay si quiero evitar en la medida de lo posible las
picaduras.
Comienza el viaje y parece que la cosa no va mal, hay mosquitos pero no
muchos. Vamos viendo diferentes animales y de repente vemos unos monos
pequeños en un árbol. El guía se acerca a la orilla para verlos de cerca y ahí
es cuando una nube de mosquitos nos ataca. Millones. Y a partir de ahí ya
no dejaría de haber durante los tres días siguientes. Tantos que tras unas
horas en el campamento y lleno de ronchas me planteo el irme al día
siguiente (no soporto a los mosquitos, es superior a mis fuerzas). A ello hay
que añadir que estando en un bar improvisado a orillas del río, en una
pasarela que sirve de mirador para ver la puesta del sol, voy caminando y
meto el pie entre las tablas de
madera y estoy a punto de caerme
de una altura de unos 6 metros. No
llevo ni tres horas en los humedales y
ya estoy hasta la picha.
Ahí la pasarela (no es cosa de la foto,
estaba así de inclinada)
Tras una noche tranquila, durmiendo encerrado dentro de la mosquitera, la
cual, al igual que hice en la selva, cierro a cal
y canto haciendo un bunker a prueba de
cualquier tipo de bicho, el día siguiente le
comienzo más tranquilo, intentando
mentalizarme de que habría que soportar el
escozor de los cientos de ronchas alrededor
del mi cuerpo, al menos un día más.
Y por no explayarme, esto es lo que mayormente
hicimos y vimos el resto del tiempo que estuvimos
allí:
Aquí si se veía más
fauna. Entre ella, los
monos antes mencionados, una anaconda
"pequeña". Las grandes van de los 6 a los 8
metros, cocodrilos, tortugas o capibaras (especie
de roedores gigantes).
Tengo una anécdota cuando estaba bañándome
en el río. De repente toco algo con el pie y me
voy cagando leches a la barca. Me subo y
empiezo a echar un vistazo alrededor y resulta
que hay un caimán como a unos 6 metros en la
orilla. Se acaba el baño.
También había pirañas. De algunas de las cuales
dimos buena cuenta más tarde en la cena.
27 de Noviembre, 2010
Lago Titicaca El miércoles pasado llegué
a Copacabana.
No, no es la famosa playa
de Río de Janeiro, sino
una ciudad boliviana a
orillas del lago Titicaca, el
lago navegable a más
altura del mundo, 3800
metros sobre el nivel del
mar, 160 km de largo y
60 de ancho. Inmenso.
La idea era ir a visitar la Isla del Sol, donde habitaron los Incas y donde
tenían un santuario dedicado al dios Sol o Inti, y quedarme a dormir una
noche allí. Pero el caso es que no me quedaba mucho dinero y en la ciudad
no hay ningún cajero, por lo tanto, fuimos a la isla, la caminamos de norte
a sur (11 km) y nos volvimos. Tuve que pasar dos días enteros con 15
euros, para comer, beber, dormir y comprar el bus de camino a Perú.
Finalmente lo conseguí.
En la primera foto se ve un típico barco
del Titicaca, con la Isla de la Luna al
fondo y en el horizonte los picos nevados
de los Andes. En la segunda se ve el
caminito que íbamos recorriendo en la
isla del Sol, donde a veces nos
encontrábamos con lugareñas.
Así pues el viernes entré en Perú (cuarto país del
viaje), camino a Puno, en la vertiente peruana
del lago. Hoy por la mañana hemos ido a visitar
los Uros, unas islas flotantes hechas con una
especie de cáñamo en las que viven unas 3000
personas. Bastante curioso.
Mañana por la
mañana salgo hacia
Cuzco y muy posiblemente la semana que
viene alcance otro de los objetivos del
viaje: Machu Picchu.
1 de Diciembre, 2010
Objetivo: Machu Picchu
Hace ya tres días que estoy en Cuzco, Perú, la antigua capital Inca que
posteriormente pasó a manos españolas.
Tras llegar el domingo a eso de las 19:30, después de un viaje en bus de
unas 7 horas desde Puno, nos alojamos en el hostal Loki, famoso por su
ambiente fiestero. Y efectivamente pese al cansancio me termine liando y
acabe la noche a las 5:30 de la mañana (según me han dicho).
El “Lunes de resaca” lo pasé todo el día en el hostel, no estaba el cuerpo
para paseos…
Ayer martes, ya por fin, salí
a conocer la ciudad. Me di
una vuelta por los
alrededores de la Plaza de
Armas para confirmar lo
que había oído. Cuzco es una
ciudad colonial increíble.
Muy bonita. Lo único malo
es que la afluencia de
turistas hace que cada dos
por tres te pare gente en la calle para ofrecerte masajes, gafas de sol,
comer en su restaurante… Bastante pesados.
Ahora la siguiente parada es ir hasta Machu Picchu. Ayer estuve todo el día
pensando cómo ir hasta allí. Me explico:
Mis colegas de Nueva Zelanda van a hacer una ruta de 4 días y 3 noches
por el que se conoce como Inca Jungle Trail. Un camino medio selvático que
termina en Aguas Calientes, el pueblo más cercano a las ruinas de Picchu.
El más famoso es el Inca Trail, pero claro, todo lo famoso es caro: el que
menos nos pedía eran 280 dólares (el Inca Jungle cuesta 150 dólares).
La verdad que estoy un poco cansado de hacer muchas de las cosas que
todo el mundo hace por aquí, así pues hoy al levantarme decidí irme por
mi cuenta y no coger el tour.
Según mis planes, la cosa tendría que salir así:
Jueves: Autobús hasta Ollantaytambo para, a continuación, coger el tren
hasta Aguas Calientes. Noche en el pueblo.
Viernes: Probablemente me tendré que levantar en torno a las 4 de la
mañana para subir a pie a las ruinas y poder optar a subir también al
Wayna Picchu (montaña desde la que se observan todo el complejo del
Machu Picchu y al que solo pueden subir 400 personas al día). Por la tarde,
cogeré el tren de vuelta hasta Ollantaytambo y haré noche allí.
Sábado: visitar otras ruinas en Ollantaytambo y volverme a Cuzco para
esperar a mis colegas de Nueva Zelanda que llegan al hostel el domingo por
la noche.
Ese es el plan. De ahí a que todo salga como yo quiero hay un trecho.
Veremos a ver qué pasa.
PS- Cuando vuelva cuelgo las fotos.
3 de Diciembre, 2010
Machu Picchu
03:50 - Suena la alarma. Me levanto sin maldecir ni rechistar como seria
de rigor a estas horas. Me visto y salgo del hostal. Hay humedad pero hace
calor. Dejo atrás Aguas Calientes por un camino sin asfaltar en el cual me
uno a la travesía que siguen otras tres o cuatro sombras. Tras un rato
andando llego a un puente que cruza el río y que todavía está cerrado. Unas
cuarenta personas esperan pacientes a que el acceso al puente se abra.
04:55 - Se abren las puertas y toda la gente se apresura a mostrar sus
pases para entrar. Tras andar unos pocos metros, por un sendero se divisa
un empinado camino de escalinatas de piedra que se interna en la montaña
y se pierde de vista por la densa vegetación.
Enciendo la linterna y comienzo la subida.
05:50 - Llego arriba fatigado y sudando la gota gorda. Las puertas de
acceso a las ruinas incas de Machu Picchu aun no se han abierto. Espero
secándome el sudor y comiendo algo. Un hombre viene y me pregunta si
voy a subir al Wayna Picchu. Tras mi afirmación sella mi entrada.
06:00 - Se abren las puertas y se percibe cierta satisfacción en el
ambiente. Entro. Unos cuantos escalones más y…
Asombrado saco algunas fotos y me encamino hacia la entrada del Wayna
Picchu.
07:00 - Se abre el acceso al Wayna
Picchu, el pico situado enfrente del
Machu Picchu. Solo las 400 primeras
personas podrán subir hasta la cima
para otear el paisaje. Entro y
comienzo la subida.
08:00 - Llego arriba...
09:00 - Tras haber estado
descansando y disfrutando del
paisaje toca bajar, lo cual va estar
un poco complicado…
10:00 - Se me acabó el agua nada más entrar al
Machu Picchu y después de todo el esfuerzo estoy
medio deshidratado. Resulta que no compré más
agua porque se supone que no se pueden meter
embases descartables dentro de las ruinas, pero la
verdad es que todo el mundo lleva. Me toca salir
del recinto hacia el pequeño bar de la entrada
donde me piden riñón y medio por una botellita
pequeña. Además del agua me compró un
granizado de limonada. Me como el hielo a bocados.
10:30 - Vuelvo a entrar a las
ruinas y al mirar el mapa veo
“Camino Alternativo –
Puerta del Sol”…
12:00 - Bajo y alcanzo a
unos españoles a los que he
conocido en la cima de la
Puerta del Sol y con los que
estaré recorriendo las ruinas hasta que se vayan a coger el autobús.
14:00 - Los españoles se van y yo me dispongo a visitar algunas cosas que
me faltan.
14:45 - Tras el último vistazo salgo del recinto. Hay autobuses esperando
en la puerta pero decido bajar andando. El Machu Picchu merece el
esfuerzo.
15:17 - Alcanzo el rio y por ende el final de la bajada. Me duelen las
rodillas y el sudor me recorre la frente.
Mi tren sale a las 22:30 pero estoy demasiado cansado para esperarlo.
Además necesito una ducha y una siesta tampoco vendría mal. Decido
cambiar el billete para el día siguiente y quedarme a dormir en Aguas
Calientes.
18:30 - La siesta y la ducha me sientan de lujo, pero todavía sigo cansado.
Me voy a cenar.
20:00 - Vuelvo al hostal, escribo un poco y me voy a dormir.
Viernes 3 de Diciembre de 2010, el día que vi las ruinas incas del Machu
Picchu...
12 de Diciembre, 2010
Chivay Ya llevo unos días en Arequipa, la
segunda ciudad más grande de
Perú.
El viernes me fui a Chivay, un
pueblo del cañón del Colca, donde
celebran sus fiestas. Por poner un
ejemplo de lo que han sido estos
dos días, ayer sábado llegamos a la
plaza a las tres de la tarde y nos
empezaron a invitar a chelas (cervezas) hasta la noche, donde ya
cambiamos al Pisco con Sprite.
Todavía tengo resaca y no me apetece seguir escribiendo así que aquí dejo
algunas perlas…
13 de Diciembre, 2010
Un poco más de Chivay
Chivay, es un pueblo situado en el
Valle del Colca, nombre que
también recibe el Cañón del Colca,
uno de los más profundos del
mundo.
Pues bien, se me presentaron dos
posibilidades: o bien hacer un
trekking (caminar) por el Cañón
durante 3 días o ir las fiestas de Chivay, conocidas en todo el Perú. Y ya se
sabe que no soy muy amigo de las actividades físicas (al menos
últimamente) y menos cuando por otro lado me ofrecen la posibilidad de
asistir a una fiesta. La decisión estaba tomada.
Y es así, ya que las cosas surgen sin más,
como pasé estos dos días de mi vida en este
hospitalario pueblo en el que nos invitaron a
comer, a beber y hasta a dormir (el
alojamiento salió gratis).
Aquí se puede observar la procesión de
paisanos, todos ellos con las cajas de
cerveza, a la cual posteriormente no nos dejarían de invitar. Y como hay
que ser educado, nunca puedes
decir que no...
Aquí con mi buen amigo Max,
gozando del pan gigantesco y de
la botella de calimocho. Porque la
buena bebida hay que exportarla
internacionalmente.
Ya se sabe que tras una noche de
excesos el cuerpo se resiente. Es por ello
que el segundo día nos fuimos a
recuperar fuerzas a La Caleta, una zona
de aguas termales (de la tierra salen a
85 grados). Tras ello, recuperación
total y vuelta a Chivay para brindar con nuestros amigos peruanos.
Y sin más, recomendar a todo el mundo que visite este hospitalario pueblo.
Más aún si vienen durante las fiestas de la Inmaculada Concepción. No tiene
desperdicio.
14 de Diciembre, 2010
Vida de un viajante
Los días del viajante, aunque pueda parecer extraño, no escapan de un
cierto modo de rutina y de ciertas ocasiones en las que estas hasta los
huevos. Es muy bonito ver el blog y ver lo bien que lo estoy pasando, pero
no hay que olvidar que lo malo no lo pongo, o apenas.
(Dicho esto no quiero decir que lo esté pasando mal ni mucho menos, solo
dar a entender el otro lado de la vida de un viajante. En este caso yo).
Para poner un ejemplo cuento como fueron la madrugada y mañana de
hoy:
Ayer noche cogí un autobús en la ciudad de Arequipa con destino a la
ciudad de Nazca. Autobús semi-cama que si bien es cierto que es más
cómodo para dormir que un autobús normal, son de rigor las mil vueltas
que das hasta coger una posición que no resulte dolorosa para alguna zona
de tu cuerpo. Yo por ejemplo ya sé evitar los dolores de espalda, aunque
por el contrario cada vez que me despierto tengo un terrible dolor de
mandíbula. Una cosa rara.
En fin, que tras 9 horas de viaje, por una carretera llena de curvas y
baches, llegamos a Nazca.
El autobús despierta a los pasajeros encendiendo la luz de repente y
poniendo un video de una tía cantando. Esto unido al hecho en sí de haber
dormido en un autobús, te pone de mala leche nada más levantarte.
Cogemos la maleta todavía con las legañas en los ojos. La mala leche se
acrecienta al cargarla en la espalda y no entender como carajo sigue
pesando tanto después de que hace apenas unos días hayas mandado un
paquete con ropa a casa.
Vas a lo zombi hasta la terminal y fuera te esperan ordas de peruanos a la
caza del Gringo para ofrecerte hostales baratos, taxis al centro, etc, etc.
Montas en el taxi, y mira que le has dicho que te lleve a un hostal
determinado, pues le tío erre que erre que su hostal es más bonito y menos
caro. Al final hay que mentir: "Mire señor, que ya hemos reservado el hostal
y que me deje de hablar, que no soy persona todavía".
Llegas al hostal y lo único que quieres es dormir un ratito más. Pero no, el
tío de la recepción te quiere explicar todas las características del lugar a las
seis y media de la mañana. Y encima te pide un papelito, que te dieron a la
entrada el país y que guardas en el pasaporte, a buen recaudo, ya que
cuando salgas te lo pedirán. Y claro, el susodicho papelito está guardado en
la mochila, cerrada con candado y debajo de todo el montón de
ropa. "Caguen todo".
Luego, como voy viajando ya tiempo con una pareja de Nueva Zelanda,
resulta que compartimos una habitación triple. A mi mientras no “cojan”
en mi presencia, todo perfecto. Pues claro, después de un viaje de 9 horas
llegas con la vejiga un poco al límite. Y hablando en plata: hay que cagar.
Compartimos también el baño y a mí, personalmente, no me gusta que la
gente oiga esos ruidos que salen de tu cuerpo en el momento en el que estás
haciendo tus necesidades. Es por ello que me tengo que aguantar, aun
teniendo ciertos dolorosos espasmos estomacales.
Menos mal que después de 7 semanas ya tienes confianza y, llegado el
momento les dices que se vayan a desayunar porque necesitas concentrarte
para una operación de máxima urgencia.
En fin, que la mañana de hoy ha sido un ejemplo de cómo a veces tienes la
necesidad psíquica y física de encontrarte en la camita de tu habitación,
con todas esas pequeñas comodidades que tenemos en casa y que nunca
valoramos lo suficiente.
Lo mismo me ocurrió el día que, compartiendo habitación con 10 personas
en un hostal de Potosí, Bolivia, y me tuve que levantar seis veces en la
noche a vomitar porque algo me había sentado mal, o el día de la selva en
la que los mosquitos me dejaron el cuerpo hecho un cristo, o también aquel
día en algún lugar de la Argentina en la que la urgencia corporal era de
primera instancia y el único baño que encontré era un agujero en el suelo y
lleno de moscas…
Pero bueno, al fin y al cabo viajar es muy bonito, así que dejemos aparte
estas historias…
PS – Por cierto, hoy llevé a cabo la Operación de alto riesgo que bauticé
como “Poda de Barba con tijera”. Finalizó exitosamente. Después de tres
meses puedo decir que siento la piel de mi cara.
18 de Diciembre, 2010
Historias del desierto
Esta semana estuve en Nazca y
en Huacachina.
Nazca es una pequeña ciudad
famosa por las líneas que las
antiguas culturas pre-incas
dibujaron a lo largo y ancho del
desierto que la rodea. Había
vuelos para ver las líneas pero
eran caros así que me conformé
con ver algunas desde un mirador. La verdad que bastante decepcionante
pero bueno…
Por la noche fuimos a un Planetario y pudimos ver
así la luna.
En fin, que poca historia en
Nazca, así que nos fuimos a
Huacachina. Un oasis en
medio de dunas gigantescas
donde se puede hacer
“Sandboarding” (como el
snowboarding pero en la
arena) y montar en Bungie,
una especie de todoterreno
que te lleva a toda velocidad
por las dunas, como si fuera
una montaña rusa.
Ya estoy en Lima para celebrar mi cumpleaños. Ayer viernes fiesta de
calentamiento y hoy sábado se presupone una gran noche. Veremos…
19 de Diciembre, 2010
Pensamientos de un 19 de Diciembre
Me he levantado hace un rato. 24 años ya, hay que joderse.
Estoy en la terraza del hostel de Lima. La ostia, en Lima. En Perú. Sin
comerlo ni beberlo hace ya tres meses que salí de España.
Me apetece escribir algo. No sé qué, simplemente lo que me pasa por la
cabeza, esta cabeza que me está matando después de la fiesta de ayer.
Pongo música. Loquillo. “La edad de oro”. Va bien con el momento. Acaba
la canción y pasa a “Siempre libre”. También vale.
No parece que sea mi cumpleaños. Como una especie de niebla en la cabeza,
a parte de la resaca, cubre todo. Un poco extraño. Aun así agradecido.
Muchas felicitaciones, que aunque sean por redes sociales también hacen
ilusión. Agradecido también por la suerte que tengo. Intento ser consciente
de ello en todo momento, pero es difícil. Cada día, y más aquí y ahora, lo
sigo manteniendo en la mente.
Si el karma existe debí hacer algo bueno en alguna vida pasada.
Aprendiendo poco a poco a estar en equilibrio con lo que me rodea. Sea lo
que sea. Ahora es fácil pero espero seguir así cuando haya que ir
contracorriente.
Pensamiento de un 19 de Diciembre: el presente se hace eterno en la
memoria.
Sigue sonando la música. “Cruzando el paraíso”…
22 de Diciembre, 2010
Máncora
Tras celebrar mi cumpleaños en Lima con dos fiestas consecutivas, ya estoy
en Máncora, en el norte de Perú, para pasar las navidades.
Unas calurosas navidades a orillas del mar Pacífico y tumbadito a la bartola
en una tumbona a la vera de la piscina del hostal.
Lo único malo es que el ambiente es demasiado gringo. Mucho americano,
australiano y demás, luciendo musculitos y creyéndose los más guays de la
Tierra. Y yo aquí, que el otro día cuando llegué, como hacia tanto calor, me
fui a comprar una camiseta de tirantes. Me la probé, me miré al espejo y
parecía un bailarín de ballet.
En fin que lo único que voy a lucir es la barriga cervecera y peluda, como
un buen “Typical Spanish”. Y orgulloso de ello.
Por otro lado, mañana empezaré a currar en el bar del hostal para
ahorrarme pasta. Si no la mango mucho serán 4 días a la semana y así no
pago la estancia y además me hacen descuento en bebidas y comida.
Me pregunta el tío que si tengo
experiencia detrás de la barra. Ya le he
dicho, “detrás de la barra no, pero
delante mucha”.
Así que a ver cómo va la cosa…
Bueno, ale, me voy a la piscina que hace
calor…
24 de Diciembre, 2010
Navidad
No hay verano, no hay calor,
no hay playa, no hay piscina,
no hay gringas buenorras en
bikini que valgan como a
unas navidades en casa, con
la familia y los amigos. Y
punto y se acabo.
Pero como es lo que toca este
año, habrá que conformarse.
Feliz Navidad a todos.
27 de Diciembre, 2010
Mejor hoy no como…
31 de Diciembre, 2010
Aquí y ahora
El tiempo es efímero. Tenemos un sistema para intentar medirlo, para
hacer planes a largo plazo, para situarnos dentro de un marco de espacio y
momento determinados. Pero el tiempo sigue pasando rápidamente. Es un
invento de nuestra mente para sentirnos más cómodos, para dejar de
hacer cosas en el ahora, confiando en que va a llegar un después mejor. Y
yo no confío en esa confianza.
Hace poco he leído lo siguiente:
“El futuro significa aspiraciones, logros, objetivos, ambiciones, deseos. No
puedes estar aquí y ahora; siempre estas corriendo tras algo, yendo a
alguna parte. Uno tiene que estar totalmente presente al presente; entonces
es cuando hay paz. Y de ahí surge la renovación de la vida, porque la vida
solo conoce un tiempo, y ese tiempo es el presente. El pasado está muerto;
el futuro solo es una proyección del pasado muerto. ¿Qué puedes pensar del
futuro? Piensas en términos del pasado, ya que es lo que conoces, y lo
proyectas, aunque mejorado, por supuesto. Es más hermoso, está decorado;
todos los dolores han desaparecido y solo quedan los placeres, pero sigue
siendo el pasado. El pasado no es, el futuro no es, sólo el presente es. Estar
en el presente es estar vivo, en el óptimo, y eso es renovación.”
Todos deberíamos pensar en ello.
Es por ello que hoy, 31 de diciembre de 2010 no debería ser momento de
hacer balance, ya que si el tiempo es un invento de la mente, lo que ocurra
a partir de mañana no debería estar clasificado en una carpeta diferente a
lo que ocurrió ayer.
Que el tiempo corra si quiere. Yo seguiré en el aquí y en el ahora. Aclarando
la mente.
¡Feliz Presente!
3 de Enero, 2011
Año nuevo, venada nueva
Dice el diccionario: Venada: f. col. Ataque transitorio de locura.
¿Y entonces, por qué hacer planes si funciono mejor con venadas?
Pues eso. Ayer por la noche me fui a la cama con la idea de salir hoy hacia
la selva de Perú.
Hoy por la mañana me he levantado, he ido a la oficina más cercana y he
comprado billetes de autobús para Ecuador. Quinto país del viaje. Salgo
mañana.
Sin trabajo, sin compromisos. Libertad total.
¡Dios, que bien sienta!
6 de Enero, 2011
Baños, Ecuador
Ya entré en Ecuador.
El martes pasado al mediodía salí de Máncora. Fui a la parada del bus y
parece ser que tuvieron un problema con mi billete. Así pues me tocó hacer
el viaje de dos horas hasta la frontera en el asiento del copiloto.
En fin que una vez en la frontera y sellado el pasaporte, una mujer me
lleva hasta el nuevo bus y allí me deja, diciéndome que ese era el transporte
que me llevaría a la ciudad de Ambato.
- ¿Cómo a Ambato? Si yo pagué mi billete para ir directo a Baños.
- No no, no hay buses directos a Baños. Tienes que ir a Ambato y luego
coger otro autobús allí a Baños. Pero no te preocupes que es solo un dólar y
media hora de viaje.
- Bueno pues vale, que le vamos a hacer.
Y así, a las 4 de la mañana llegué
a Ambato y a las 5 estaba en Baños.
Dormí hasta las 11 y luego alquilé
una bici para ir a ver el sendero de
las Cascadas. Un valle recorrido por
un río y repleto de cascadas.
Aquí dejo constancia...
Había bastantes cosas que hacer en Baños, pero todo deporte de aventura y
carillo así que hoy me he venido a Quito, a la capital. Aquí estaré unos días
pensando mi siguiente destino. Dudo entre algún otro sitio del norte de
Ecuador, ir directo a Colombia o ir a un pueblo de la selva ecuatoriana y
coger un barco por el río Napo, que enlaza con el Amazonas, y llegar hasta
la selva peruana y finalmente colombiana. El trayecto podría demorarse
como 8 o 9 días, es por eso que estoy dudando.
Se admiten ideas...
9 de Enero, 2011
Entre hemisferios
Y tras 3 meses y 24 días llegué al ecuador, la mitad del mundo…
Cambiando de tema, desde que
llegué a Quito he intentado
decidirme sobre mi siguiente
destino. Estaba la opción de ir
directo a Colombia, la cual tenía
un 70% de probabilidades o la
de ir hacia la selva y coger un
barco hacia el Amazonas.
Han pasado tres días, son las
17:30 de la tarde y me tengo que decidir. Y como ya podéis imaginar la
indecisión aún no me lo permite.
Así pues he optado por tirar una moneda al aire: Cara, a la selva. Cruz, a
Colombia.
Ha salido Cara...
14 de Enero, 2011
A los Huckleberry Finn por el río Napo
Así pues, como dictó la cara de un presidente estampada en una moneda,
mi destino fue la Amazonía, con la intención de bajar el rio Napo hasta la
ciudad peruana de Iquitos.
Pues bien, esperando que la historia no se haga demasiado larga, aquí dejo
testimonio de lo que han sido estos cinco días:
Lunes 10 de Enero, 2011
Llego a Coca a las 4 de la mañana. La oscuridad envuelve el pueblo y yo no
tengo ni idea de qué hacer. No sé si hoy sale algún barco por el rio, ni a qué
hora, ni lo que vale. Monto en un taxi y le digo que me lleve al muelle, en el
cual no hay nadie a estas horas. El taxista me recomienda ir a un hotel
porque quedarse a orillas del rio por la noche y con el macuto podría ser
peligroso.
Voy a un hotel a preguntar y un chaval con cara de sueño me quiere cobrar
12 dólares. Solo estaría tres horas ya que el taxista me ha dicho que los
barcos suelen salir a las 7 am, así que decido volver al muelle. Ahora ya hay
una familia esperando por lo que me quedo allí a acompañarlos en la
espera.
A eso de las 6:30 am aparece un hombre en bicicleta que me dice que hoy
no hay turno y que si quiero ir hacia la frontera deberé esperar hasta el día
siguiente. De todas formas decido esperar hasta que abra la oficina de
turismo e informarme bien.
Después de media hora aparece una pareja de americanos que quieren
hacer el mismo trayecto que yo. Me dicen si quiero dormir en su habitación
para repartir costes, lo cual acepto. Tras dejar las cosas en el hostal
volvemos a la oficina de turismo y nos confirman que el barco sale al día
siguiente.
Martes 11 de Enero, 2011
Amanece y nos vamos al muelle.
El barco ya está lleno pero sigue
entrando gente con sus
respectivos sacos de víveres,
maletas, etcétera. Dudo de que
quepamos pero esto es Ecuador, y
donde caben 50, caben 60. El
barco sale a eso de las 7:30 am y
la incomodidad es notable.
A medida que pasa el tiempo algunas personas se van bajando por el
camino. Y aquí no hay pueblos. Se van quedando en sus respectivas cabañas,
en medio de la selva, solo conectados por este rio de aguas pardas. Una de
esas personas es una mujer embarazada. Me pregunto si dará a luz ella sola
en la selva o la llevarán a algún centro médico.
Después de 10 horas de trayecto llegamos a Nuevo Rocafuerte, el último
pueblo ecuatoriano antes de la frontera con Perú.
Preguntamos por un hombre que se supone sabe todo lo que hay que saber
acerca de cómo seguir nuestro camino. En estas estamos cuando aparece un
paisano dispuesto a llevarnos en su “Peque”, una pequeña canoa de madera.
Mientras estamos pensando qué hacer, ya que el barco de carga que
normalmente recorre el río no llegará hasta final de mes, aparece una
pareja formada por un Israelí y una Portuguesa que llevan esperando en ese
pueblo tres días para ver si se les presenta una oportunidad de seguir
bajando el rio.
Todos decidimos esperar al día siguiente para pasar la frontera y preguntar
allí por algún bote.
Miércoles 12 de Enero, 2011
Nos levantamos con la intención de partir lo antes posible, pero la pareja
hippie (Israel-Portugal) duda. Tras dar mil y una vueltas preguntando por
más posibilidades, finalmente partimos hacia el Perú.
Una vez pasada la frontera, la barca para un momento en un fuerte
militar donde el conductor se baja a realizar algún trámite. Vuelve con
noticias, pues el ejército está dispuesto a botar una embarcación si nosotros
corremos con los gastos de gasolina.
Preferimos llegar primero a Cabo Pantoja (el pueblo) para preguntar por
alguna otra posibilidad, diciéndole al oficial que le comunicaremos nuestra
decisión en un rato. Así llegamos al pueblo donde el paisano del día anterior
nos está esperando con su canoa enana. Después de confirmar que no hay
ninguna otra posibilidad, volvemos al cuartel para hablar con el
Comandante Ceballos y tratar de que baje un poco el precio.
Se niega ya que los 450 dólares que
nos pide es lo que cuesta el
combustible para ir y volver.
Terminamos aceptando y el
Comandante, además, nos deja
dormir en el cuartel durante la
noche. Al
final incluso
nos traen algo de cenar. Pasamos la noche en una
cabaña sotechada y sin paredes, durmiendo al
fresco en hamacas.
Jueves 13 de Enero, 2011
La noche anterior nos avisan de que la barca
saldrá a las 5 de la mañana.
Así pues, todavía con el sol oculto, salimos hacia
el próximo pueblo, Santa Clotilde, que se
encuentra a escasas 4 horas en lancha rápida
de nuestro destino final, Iquitos.
Ante nosotros se despliega una vez más el río
Napo, partiendo en dos la inmensidad de la
selva. A pesar de su simpleza, el paisaje es de
una gran belleza. Son cuatro colores básicos, el
blanco de las nubes, el azul celeste del cielo, el
verde de la vegetación y el marrón parduzco
del rio, que van cambiando de tonalidades a medida que pasan las horas.
Finalmente a eso de las 4 de la tarde, el oficial de tercera y el soldado que
nos acompañan nos anuncian la proximidad de Santa Clotilde.
Una vez allí nos comunican que la lancha rápida que va a Iquitos sale al día
siguiente, por lo que dejamos nuestras cosas en uno de los dos hospedajes
del pueblo y nos vamos a tomar unas cervezas.
Viernes 14 de Enero, 2011
Una vez más tenemos que
levantarnos bien temprano
porque la lancha parte a las 6
de la mañana. Y aún no
llegaremos directamente a
Iquitos.
Primero nos dejan en Mazán, un
pueblo que se encuentra entre
los dos ríos, Napo y Amazonas.
Allí cruzamos en un moto-taxi hasta la otra orilla donde otra lancha está a
punto de salir.
Después de 5 días y tras un último viaje de 30 minutos, ya por el inmenso
rio Amazonas, llegamos a nuestro destino, Iquitos, la ciudad más poblada
del mundo que no se puede alcanzar por tierra.
17 de Enero, 2011
Iquitos
Mi entrada en Iquitos me produjo la
sensación de estar entrando en otro mundo,
o bien en un decorado de alguna película de
aventuras.
Un caótico puerto repleto de gente, perros
callejeros sin pelo, gallinas, algún cerdo,
cargas de racimos de bananas y muchos de
los famosos moto taxis esperando a posibles clientes.
Los días en Iquitos han sido tranquilos y es que este fatigoso y húmedo calor
te insta a tomarte las cosas con calma. Se me olvido decirlo en el post
anterior, pero si vienes a la selva tráete en la maleta una gran dosis de
paciencia.
En fin, aquí dejo algunas fotos de las
cosas curiosas que se pueden ver
en Iquitos.
Vistas desde el paseo (primera foto)
y los buses de Iquitos, de madera y
sin ventanas, por aquello del sofoco.
Barca llena de plátanos recién llegada de la selva y una de las típicas casas
flotantes del barrio de Belén.
En el mercado de Belén se puede encontrar
de todo. El mono de la foto me lo vendían
por 30 soles (unos 8 euros). No es para
comer, se venden para las casas porque se
comen a los
bichos. En la
otra foto,
entre algunos peces se puede observar el
cuerpo de una cría de caimán, esta si ya
para comérsela.
Por último la Victoria Regia, el nenúfar
gigante de la Amazonía.
Mañana salgo hacia la triple frontera (Perú – Colombia – Brasil). Si todo
va bien dormiré en Leticia un par de noches y el jueves a mediodía volaré
a Cartagena de Indias, en el Caribe.
¡Qué bien sienta decir CARIBE!
21 de Enero, 2011
Leticia
Diez horas en lancha rápida (ahorrándome los 3 días que tardaría si
hubiese ido en barco lento) y me planté en Colombia.
Leticia, como tantas otras ciudades de la selva, es la tranquilidad hecha
realidad, quizás un poco rota por el gran número de motos que la recorren
a todas horas. Así, pequeña y calmada, no había mucho que hacer, a no ser
visitar alguna comunidad indígena de la selva, lo cual no me llamaba la
atención después de haber visto tanta y tanta selva durante los últimos
días. Es por ello que estuve solo día y medio.
Tiempo escaso pero suficiente para ver un diluvio universal selvático y para
irme a dar una vuelta hasta Brasil (al estar en la triple frontera Perú -
Brasil - Colombia, pasar de esta última a la ciudad carioca de Tabatinga es
tan fácil como irse caminando por una avenida y cuando notas que la gente
habla portugués es que ya has llegado, sin necesidad de pasaporte ni nada).
Ahora ya estoy en Cartagena de Indias, en pleno centro histórico. Solo he
paseado un rato pero esta parte de la ciudad es muy pintoresca y curiosa.
Lo único malo que hay mucho turista.
Ya os contaré...
24 de Enero, 2011
Cartagena de Indias
Y por fin, después de 4 meses,
llegué a la costa norte, al mar
Caribe.
¡Y qué estrés en el Caribe!
¡Qué calor! ¡Esto no es vida!
Por eso me quedaré rondando
por aquí como unas dos
semanas o algo así, porque me
gusta sufrir.
En fin, que Cartagena de Indias es una
pasada de ciudad. Si quieres centro histórico,
toma ciudad amurallada y colonial de
la época española. Si quieres playa, toma
Bocagrande, llena de hoteles enormes y al
mismo tiempo mucho más tranquila que la
zona turística.
Es por ello que me cambié de hostal, del
mismo centro de la ciudad amurallada, aquí,
a dos cuadras de la playa.
Las fotos no hacen justicia a lo bonita que se ve la ciudad en vivo.
28 de Enero, 2011
Buena Vista Social Club
Que grandes son Buena Vista Social
Club. Ayer por fin pude verles en
directo y no defraudaron.
Muy posiblemente esta noche deje Cartagena. No sé porque extraña razón
estoy un poco cansado de este calor sofocante, y además, una nueva venada
me hizo cambiar billetes para ir antes a Yanquilandia. Saldré el próximo día
8 así que solo me quedan 9 días para visitar otros sitios de Colombia.
Muy probablemente salga hacia Medellín, la antigua ciudad de Pablo
Escobar. ¡Ciao Caribe!
29 de Enero, 2011
Actualización
Pasé de Pablo Escobar y Medellín. Me quedo 5 días más al calor del mar
Caribe y luego parto hacia Bogotá.
¡Viva la pereza y la vagancia!
¡Viva yo!
2 de Febrero, 2011
Últimos días en Sudamérica
Hoy me despedí del Caribe y de Cartagena de
Indias. Un último adiós desde el avión.
Y una hora más tarde aterrizaba en Bogotá, la
capital de Colombia, donde comienza una
cuenta atrás de 6 días en los que me despediré
de Sudamérica para partir hacia
Norteamérica.
En Bogotá estoy alojado en el barrio de la
Candelaria y la primera impresión ha sido grata.
Barrio bohemio-hippy y hostal que le va a la par.
Muy de mi agrado.
PS - Próximo desafío del viaje: entrar a los
Estados Unidos con esta cara
7 de Febrero, 2011
Bogotá y nos vemos
La última ciudad de mi viaje de Sur a Norte de Sudamérica ha sido Bogotá.
Y como de costumbre aquí dejo algunas fotos...
La habitación de mi hostel. Una de las más
curiosas en las que he estado, con chimenea,
tocadiscos, hamaca y un gran cuadro de Bolívar
(aunque se parece más a Sarkozy) que vigila
nuestro sueño.
La plaza Bolívar de Bogotá con sus
respectivas ratas voladoras y una
manifestación en el centro de la ciudad
en contra del toreo.
Carteles en el barrio de La Candelaria. Y
por supuesto Botero.
Con extraña
melancólica alegría me despido de América
del Sur. Han sido 4 meses y medio
recorriendo este increíble continente y
conociendo gente de la
ostia (hablando pronto y
mal). La huella que deja todo ello en mi persona es ya
imborrable y se hará eterna en mi memoria.
Pero la aventura continua. Mañana vuelo a Estados
Unidos, en donde pasaré unas seis semanas y media.
Llego al norte de la costa Oeste, a Seattle, y por ella
iré bajando hasta San Francisco o Los Ángeles. Eso es
seguro. A partir de ahí tengo que cruzar el país para llegar a la costa Este,
pero aún no se cómo lo haré. El camino dirá...
10 de Febrero, 2011
Seattle
Volé de Bogotá a Seattle haciendo
escala en Florida y en Boston.
Confirmé que mi nombre debe de ser
bastante común, por lo que me
tuvieron en una salita del aeropuerto
esperando una hora hasta confirmar
que no era terrorista. A punto de
perder el segundo vuelo y por
consiguiente el tercero.
Y tras todo ello, llevo menos de 24 horas en Seattle pero puedo confirmar
que estoy gozando como niño con piruleta.
Continuará...
11 de Febrero, 2011
Si alguna vez me pierdo…
…que me busquen aquí.
16 de Febrero, 2011
Visita a Bruce y Brandon Lee
17 de Febrero, 2011
Cinco meses
Hace exactamente 5 meses salí de casa en lo que se
suponía que iba a ser un viaje de mes y medio. Te
vas liando, te vas liando y pasa lo que pasa...
PS - He conseguido encontrar un coche con gente
que va a San Francisco y por supuesto, me he
apuntado. Mañana a la 1 pm (10 pm hora
española) salgo hacia la ciudad del Golden Gate.
¡Ouh Yeah!
19 de Febrero, 2011
Odisea de camino a California
Empecemos por el principio. Hay una página web llamada craigslists, en la
que, entre otras cosas, la gente ofrece sitio en su coche para realizar viajes
entre ciudades de Estados Unidos a cambio de compartir gastos de gasolina.
Pues bien, el otro día me puse en contacto con una chica y finalmente
quedamos el jueves para salir hacia San Francisco.
El miércoles por la tarde la misma chica me dice que se a rajado uno de los
que venía pero que se apunta otra chica, el problema es que viaja con un
cachorro (cito textualmente) de 14 meses y que si soy alérgico o me
importa. La digo que por mí no hay problema.
El jueves por la mañana al llegar al lugar citado me encuentro con la dueña
del coche en cuestión (una punky simpática), otra chica (que de primeras
me parece un chico por no decir un monstruo, y mira que me jode faltar o
juzgar a la gente por sus pintas pero si os quiero contar esto lo más
verazmente posible, no puedo obviar mis sensaciones) punky pero esta a lo
exagerado, con rastas cortas llenas de mierda, en muchas de ellas tiene
pegadas chapas, cascabeles y movidas, pantalones todo rotos, chaqueta de
pintas, bueno en fin, me imagino que os haréis a la idea. Lo que
comúnmente se conoce como una “perro-flauta”.
Y como no, para corresponder a esa definición, la punky viaja con su
“cachorro” de 14 meses, un pitbull gigante, aunque si bien es cierto que
bastante tranquilo.
Bueno, con estas arrancamos, salimos de Seattle y nos dirigimos hacia
Olympia, la capital del estado de Washington, donde al parecer se va a
montar otra persona.
Yo ya no sé lo que esperar.
Llegamos a la ciudad y tras esperar 10 minutos aparece el individuo en
cuestión. A primera vista nada del otro mundo, un “hipster”, lo que en
España calificaríamos como un “gafapasta”. Parece un tío normal, quitando
que al presentarme y tenderle la mano, pasa de ella y me da un cordial
abrazo. Un poco extraño pero bueno, aquí debe ser lo normal. Más tarde
confirmaría que al nuevo amigo es, sin andarnos con rodeos, TONTO.
En fin, que con estas, este grupo del que involuntariamente formo parte y
del que, ya tienen que estar las cosas raras de por sí, soy el miembro más
normal, parte hacia el sur con destino a California.
El viaje se va dando decentemente, exceptuando las extrañas conversaciones
sobre los sueños (parece ser que gafapasta es experto en el tema), diferentes
tipos de drogas y sus reacciones en la mente humana (la punky monstruosa
resulta ser un camello que se dedica a viajar por los EEUU proporcionando
sustancias psicotrópicas, ah, y además resulta que pese a ser un mastodonte
tiene 19 años, ahora entiendo eso que dicen que los perros se parecen a sus
amos) y demás hablares de los que yo me autoexcluyo.
Tras 16 horas de viaje, a eso de las 5 de la mañana, llegamos al destino del
gafapasta, el cual me ha hecho el relevo y está ahora conduciendo. Se
supone que tiene que ir a una urbanización a las afueras de San Francisco,
la cual se encuentra en un monte, que ríetele tú de los laberintos para
ratas. De noche, lloviendo y cuatro personajes y un perro (que no se si
parece que hemos salido de un circo o de la cárcel) dando mil vueltas en
busca de una calle que no aparece. Mis compañeros de viaje parece que no
son vulnerables al tiempo que va pasando, y mientras buscan la callejuela
siguen con sus cigarrillos de liar, con sus conversaciones de alternativos,
mientras a servidor se le van hinchando los huevos de manera notable.
A la hora y media ya por fin el amigo gafapasta cede y opta por que le
dejemos en una cafetería del pueblo.
Así pues las punkys y yo continuamos nuestro camino.
Llegamos a San Francisco, donde entramos por el mítico Golden Gate, y
buscamos un parque donde la punky-monstruo nos ha dicho que es fácil
aparcar (bueno, también nos cuenta que se puede dormir en él sin
problemas, dónde están los baños públicos, etc etc. Sus conocimientos de
persona sin techo).
Efectivamente, después de un par de vueltas de rigor, encontramos
aparcamiento y salimos del coche, yo deseoso de estirar las piernas y
tomarme un café lo antes posible.
Pues bien, las punkys optan por fumarse un poquito de marihuana que la
camello lleva, y sin la cual se ve que no pueden sobrevivir a este mundo
sádico y cruel. Y allí, en el mismo parque, se saca la tía una pipa de los más
yonqui y se pone a darle al peta. Todo ello en un contexto de frio invernal
en el que yo me estoy quedando pajarito.
Dejo a la imaginación de cada cual los pensamientos que en ese momento se
me pasaban por la cabeza.
Al final nos vamos a una cafetería de un barrio hippy de San Francisco. Y
cuando digo hippy, es pero que muy hippy. Mucho viejo con coleta, barbas y
pintas. Hippys de la vieja escuela. Como los de ese capítulo de los Simpson.
Nos da tiempo a que uno nos cuente que hace poco han pegado un tiro a un
amigo suyo por desavenencias con el dueño de una tienda que al parecer
además, es un conocido del barrio de toda la vida. En los EEUU los vecinos
arreglan sus problemas a su manera…
En fin, que una odisea más para la colección.
Me voy al catre que todavía no he dormido. Otro día, cuando lo conozca, os
cuento como es San Francisco.
Buenas noches.
20 de Febrero, 2011
San Francisco
Ya llevo 3 días en San Francisco y tengo que decir que me ha decepcionado
un poco. Creo que la razón es que de tanto idealizarla y de tan buena que la
pinta la gente, al final no me ha parecido tan gran cosa.
Vamos a ver, la ciudad está muy bien, pero no deja de ser lo que he visto
en la televisión desde siempre, por lo que al llegar no me ha parecido nada
especial. Me sigo quedando mil veces con Seattle. Esa sí que me ha
enamorado. Incluso diría más que Nueva York.
En fin, vamos a lo que vamos. La ciudad en fotos. Vamos por zonas:
Mural en North Beach (cuna de
la Generación Beat) Para llegar hasta
aquí vine caminando por Chinatown,
que como su nombre indica, está
llena de chinos que hablan chino. Es
más, hasta en el transporte público,
las grabaciones de las paradas están
en inglés, chino y castellano, lo que
demuestra la gran diversidad de culturas de la ciudad.
La mítica Lombard Street, vamos que lo mítico es
esta manzana llena de curvas, el resto de la calle
cruza la ciudad de este a oeste y no tiene más,
todo cuestas. En la otra foto el edificio
Transamerica Pyramid,
en medio del Financial
district.
La isla de Alcatraz, a la
cual he optado por no
ir nada más ver hoy el ferry rebosante de turistas. En la otra el mítico
Golden Gate.
Hoy ya solo me quedaban por ver un par de barrios. El primero era Castro,
que es el barrio gay de la ciudad. Se
pueden apreciar las banderitas colgadas
en la calle. Pese a que respeto
enormemente las inclinaciones sexuales
de cada uno, el barrio me ha parecido de
mal gusto. No sé qué manía tienen los
gays por demostrar que son gays. Como
diría mi amigo Mañe, “mucho floro
suelto”. El segundo era Misión, el barrio latino. Nada más llegar ya se
notaba que hay mucho sudamericano viviendo en él. Toda la gente hablando
castellano, mucho bigotillo típico mexicano, mucho tipo con pinta de
bandas, etcétera. Además nada más llegar se me han cruzado un par de
mariachis.
Para el final dejo el barrio que más
me ha gustado, el Haight. Barrio
bastante liberal, hippy y con ambiente
bohemio. A destacar la cafetería
"Coffee to the People" a la que he ido
todos los días desde que estoy aquí.
Barrio muy mítico, ya digo, el mejor
para mi gusto. En la foto un grafiti
enfrente de la citada cafetería.
Mañana probablemente sea un día de relax y alguna compra y puede que
pasado me vaya a Los Ángeles. A ver si consigo algún alojamiento por la
patilla...
24 de Febrero, 2011
Los Ángeles
Y así, en otro coche compartido, llegué a Los Ángeles.
Esta vez el viaje fue muchísimo mejor, donde va a parar, y vine con una
chica muy simpática en su audi descapotable. Vinimos las 6 horas de viaje
hablando de varios temas, entre ellos su profesión: actriz y profesora de
meditación. Una conversación bastante interesante.
Ya en la ciudad, cogí un bus y me dirigí
hacia el Staples Center, el estadio de los
Lakers. Cuál es mi sorpresa al llegar y ver
un gran ambiente, y es que Gasol y
compañía tenían partido. Casi me da una
venada y compro una entrada, pero es que
la más barata se iba hasta los 120 dólares
y era detrás de la canasta. Me conformé con irme a un bar de enfrente a
tomarme unas cervezas y cenar mientras veía el partido por la tele. (Ya
tendré tiempo en ver la NBA en directo cuando vaya al Madison en marzo,
y además ahora con Carmelo Anthony jo jo jo).
Hoy por la mañana, tras dormir en un hostal, mi amigo Thad, al que
conocí durante mi año en Brno, y que ahora vive en Los Ángeles, me ha
venido a buscar y me ha dado alojamiento en su apartamento, bastante
cerca de Hollywood. Ya me ha estado contando a todas las celebridades a
las que ha podido ver merodeando por los alrededores.
También nos ha dado tiempo a pasarnos por Amoeba Music, mítica y
gigantesca tienda de discos en Sunset Boulevard, donde me he comprado
cuatro cd´s de bandas sonoras por 10 pavos.
Esta noche me iré a tomar unos chismes, a ver si hay suerte y vemos a
alguien famosillo por los alrededores.
26 de Febrero, 2011
Cosas de ELEI (LA)
No sé si Los Ángeles me gusta o me disgusta. Es
una sensación rara. En fin, vamos con algunas
fotillos.
La sede central de la Iglesia de la Cienciología
que está en Sunset Boulevard es gigantesca.
Menuda secta que se han montado los amigos.
La playa de Santa Mónica. Para que
os hagáis una idea de lo grande que es
Los Ángeles, me ha tocado coger dos
autobuses para llegar aquí y he
tardado poco menos de dos horas.
Hollywood, por su parte, parece
algo especial visto por la tele, pero
en directo no tiene nada.
28 de Febrero, 2011
Viva Las Vegas
Había quedado con un paisano para
compartir coche de camino a Las Vegas,
pero el muy cabrón me dejó tirado en el
último momento. Podía haber esperado y
haber compartido coche con algún otro,
pero decidí alquilar uno. Puestos a hacer
cosas míticas, que mejor que conducir de
Los Ángeles a Las Vegas...
Tras 4 horas y media llegué a la ciudad del pecado. Vaya circo.
El strip, la calle principal donde
están los principales hoteles (yo
estoy en el Circus Circus, con un
parque de atracciones dentro
del hotel...) es un espectáculo
digno de ver.
Entre todas la movidas está la
de la fuente del Bellagio. Una
pasada.
2 de Marzo, 2011
Leaving Las Vegas
4 de Marzo, 2011
Reviviendo pesadillas
Malos presagios y escalofríos me recorren el cuerpo de punta a punta cada
vez que tengo que coger un tren, herencia de mis años en Brno en los que
tuve unas cuantas experiencias entre raíles que dejaron marcado un trauma
en mi interior.
Entonces, se preguntaran algunos, ¿por qué seguir sufriendo, por qué
encomendarse a los caprichos de una antojadiza locomotora que parece
divertirse con las malas pasadas que me hace jugar?
Creo, amigo lector, que este interrogante no encontrará otra respuesta que
la de satisfacer mis más sinceras y profundas ansías de vivir cómicas,
desesperantes y aventurescas situaciones que alimenten mi catálogo de
historietas que relatar.
Y así, tras este literario comienzo, me dispongo a contar la enésima
historieta de vagón de tren, que esta vez sí, por fin, ha acabado bien (toco
madera ya que en el momento en el que escribo esto aún me quedan unas
32 horas de viaje…).
Aún en Las Vegas, decidí en el enésimo arrebato, cambiar de opinión y
dirigirme a Chicago en vez de a Washington, donde se suponía que había
decidido ir. Así pues, no siendo posible alquilar un coche por el excesivo
precio, ni comprar un billete de avión por la misma razón, me atreví a
retar a mis miedos, adquiriendo un billete de tren. Y como siempre, cuando
un tren se cruza en mi camino, o yo en el suyo, nada resulta fácil de
primeras.
El citado tren no salía de Las Vegas sino de Barstow, un pueblo californiano
a dos horas y media de camino, al cual llegué tras coger un autobús en el
último momento.
Haciendo un inciso, me gustaría decir que yo, habiendo viajado mediante
los más diversos medios de transporte por Sudamérica, no he visto nunca
una “fauna” del calibre de la que he sido testigo en la estación de autobuses
de Las Vegas.
En fin, llegado a Barstow, y con un mal presagio, he ido a preguntar a un
hombre que dónde se encontraba la estación de tren, el cual me ha
respondido, haciendo cierto mi presentimiento, que en el pueblo no había
ninguna estación de tren. Empezamos bien.
Me he dirigido entonces a otra señorita, quien ya sí, tranquilizándome, me
ha indicado el camino, eso sí, subrayando que si no tenía coche me iba a
tocar andar un cacho.
Así pues, presto y dispuesto he enfilado mis pasos hacia la, tan temida en
mi subconsciente, parada del tren.
Una hora más tarde, ya habiendo
anochecido, y después de haber vuelto
a preguntar a otro hombre, solo por
seguridad, y de haber obtenido como
respuesta un “Está como a una milla
y media de aquí”, como si yo a estas
alturas supiera cuánto es una milla, he
llegado a una desolada y oscura
estación en el medio de la nada, punto en el que ha retornado a mi
memoria aquella infame noche en la estuve perdido en otra sórdida y
lúgubre estación en algún lugar de la República Checa.
Dos vueltas alrededor para confirmar que allí no había nadie y otra vez de
camino hacia la ciudad, a preguntar de nuevo si el apeadero seguía en
funcionamiento o había otro lugar en este condenado pueblo, por cierto,
cuya calle principal es la mítica ruta 66, en el que paran los trenes.
Y en esto que caminando se me cruza un chaval con un patinete. Me paro y
le pregunto que si hay alguna otra estación en el pueblo porque esa está
cerrada. De primeras me contesta como una persona normal y me dice que
allí no paran los trenes y tras ello, me quedo atontado mirando como
empieza a descojonarse en mi cara (aquí imaginaros a un chaval
afroamericano riéndose a carcajadas y enseñando sus blancos dientes) y
balbucear palabras de las que solo pude sonsacar un “McDonalds”.
Bueno pues mejor pasar del tema y seguir a lo mío que me da a mí que al
chaval este le falta un hervor. Llego a un restaurante de comida rápida
“Del Taco” y entro esperando encontrarme con alguien de habla hispana.
Efectivamente hay una chica que habla castellano y la pregunto. Me dice
algo de un McDonalds (al final el negrito cabrón va a tener razón…) que no
me quita las dudas sino que las acrecienta, pero más que mi pequeño
problema, a ella lo que la interesa realmente es que soy el primer español
que conoce en su vida, ¡Oh, es supercool!
Sigo andando con la idea de rehacer el camino hecho hasta el McDonalds
(que es donde me dejó el autobús) y de preguntar allí. ¡Pero joder, si el tren
parara allí, la señorita del principio me lo habría dicho! ¡No creo que aquí
sean tan cortos!
Pregunto a un paisano a la puerta de un bar que dónde puedo coger un
autobús, porque a estas alturas me duelen las piernas y todo el cuerpo de
arrastrar el macuto. Me señala un banco en el otro lado de la calle…
Ahí que estoy esperando cuando se me cruza un tipo calvo, con perilla, con
pinta de pandillero y me dice que si estoy esperando al bus, que ya ha
pasado. Me pregunta dónde voy, a lo que le contesto comentándole mi
problema. Me dice que le acompañe a no sé dónde y que si eso me deja
llamar por su móvil a la compañía para aclarar mis dudas. No me fio un
pelo. Le digo que no tengo el teléfono y que igual es mejor ir a la policía y
preguntarles a ellos, que puede que sepan acerca del tema. Pues, va el
cabrón y se enfada de repente y sin venir a cuento y me dice que si es mi
problema, que no es el suyo, que a la policía él no va. Me voy de ahí y sigo
en mi busca de alguien que me pueda ayudar.
Tras probar en dos moteles, por fin en un tercero doy con una chica de
rasgos indios muy amable que me ayuda. Llama a la compañía de trenes y
me dice que use internet para mirar acerca de la dirección. Parece que al
final el tren debería llegar a la estación desierta donde he estado hace un
rato.
La agradezco infinitamente su ayuda y me voy a cenar porque todavía me
queda tiempo y no quiero pasarlo en la oscuridad de la susodicha estación.
Ya después de la cena, de vuelta a las tinieblas a esperar. Y más esperar. Y
un frio de cojones. Y más esperar. Y llega la hora a la que se supone que
debería estar montándome en el tren, pero allí sigue sin aparecer, como se
dice coloquialmente, ni el tato.
Y ya por fin, 15 minutos después de la hora, un rayo de esperanza se
cierne sobre mí, al presentarse en la estación otros pasajeros con sus
maletas, quienes me afirman que van en el mismo tren que yo y que éste
viene con retraso.
Y así, tras esta nueva pequeña odisea que os relato desde mi vagón y
esperando no ser echado cual perro sarnoso, como ya me sucediera en otra
ocasión, aquella vez en las lejanas tierras checas y acompañado de mi amigo
Javi (esta vez no hay razones para que así sea), me despido de todos
vosotros, queridos lectores, esperando que al menos os hayáis divertido con
las desventuras de vuestro más sincero servidor.
PS - El tren acaba de parar en el mítico Albuquerque y tengo internet unos
5 o 10 minutos, suficiente para colgar el post. En cuanto llegue a Chicago
lo actualizo con videos y alguna foto.
9 de Marzo, 2011
Chicago
Desde el tren llevaba unos días sin escribir y es que no he tenido mucho
tiempo ni ganas, porque me muevo de una ciudad a otra a velocidad luz y
ando un poco agotado.
El jueves, tras la odisea, cogí el tren y ya no hubo más problemas. Unas 40
horas de viaje bastante tranquilo. Lo más destacable es que en el tren iban
unos Amish con sus pintas características, barbas largas sin bigote, peinado
a lo campana, sombreros de paja y atuendos conservadores. No paraban de
beber café. Todo el condenado viaje les estuve
viendo paseándose con el vaso en la mano.
En fin que el sábado por la tarde arribé a
Chicago y me llevé una grata sorpresa. Una
ciudad gigantesca, limpia, con un centro
bastante bonito, con rascacielos clásicos,
otros más modernos, los raíles del metro
elevados, un rio que la cruza, el lago…
Muy chula. Estuve el fin de semana en la
casa de un matrimonio joven que me dio
alojamiento, bastante majetes. Luego el
lunes lo pasé caminando por la ciudad y
por la tarde yendo al partido de los Bulls contra los Hornets, cuya entrada
me salió por 20 dólares. Chollazo. Se
suponía que era para estar de pie y
arriba del todo, pero ya me encargué
yo de buscarme un asiento por ahí. Eso
sí, no lo pude ver entero porque tenía
un tren por la noche hacia Buffalo, en
el estado de Nueva York, a la cual he
llegado esta mañana y de ahí, bus hacía
Niagara Falls, las Cataratas del lado canadiense.
Casi no paso la frontera. Me han empezado a hacer preguntas, a
registrarme la mochila, a mirar a ver si había drogas, etc. Unos veinticinco
o treinta minutos tocándome las narices.
Ha dado la casualidad de que solo me quedaban
en la cartera 45 dólares y claro, el tío me ha
preguntado que cuánto dinero tenía y que a que
me dedicaba. Al decirle que solo me quedaba eso
y que ahora mismo estoy desempleado pues se ha
mosqueado. Y menos mal que al mirarme la
maleta no han visto que llevaba unas 11 madejas
de hilo para hacer pulseras, porque igual se
habían pensado que entraba en el país a
venderlas y ya la habíamos mangado. Pero bueno
que al final me han dejado pasar.
Dejo algunos detalles del mi estancia en Chicago y ya mañana o pasado
cuelgo fotos de las cataratas.
13 de Marzo, 2011
Niagara Falls y Toronto
He divido mi tiempo en Canadá entre Niagara Falls y
Toronto. Tras una estancia de un par de días en la
primera, me fui a Toronto, y como allí tampoco
había grandes cosas
que hacer (excepto
ver un partido nba y
caminar por la
ciudad) me he vuelto
a Niagara Falls otro par de días, para
descasar un poco antes de ir a Nueva York.
14 de Marzo, 2011
Total de kilómetros
El otro día estuve calculando el total de kilómetros que he recorrido
durante estos 6 meses.
Lo hice siguiendo la ruta que he hecho de ciudad en ciudad, calculando los
kilómetros de tramo en tramo con google maps y para los vuelos, 6 en
total (sin contar los interoceánicos), 5 dentro de Sudamérica y 1 para
volar hasta Norteamérica, lo hice con google earth, trazando una línea
recta, por lo que posiblemente el total de kilómetros sea mayor.
Tampoco he contado las escalas en Florida y Boston de mi vuelo a Seattle,
que incrementaría en unos 5000 kilómetros la cifra final.
En fin que el resultado me sorprendió hasta a mí mismo.
Solo en América: 33.321 kilómetros.
Sumando los vuelos de Madrid a Buenos Aires y los que me quedan por
hacer (Nueva York - Estonia, bus Estonia - Lituania, Lituania - Madrid) el
montante total de kilómetros sube hasta los 56.000. Una paliza cojonuda,
bastante más de una vuelta al mundo. Pero contento de ello.
23 de Marzo, 2011
Nueva York
Detalles de mi segunda visita a Nueva York, esta vez con mi hermana.
25 de Marzo, 2011
Punto y aparte…
Crucé el océano de nuevo y ya estoy de vuelta en Europa.
Han sido 6 meses y unos días en tierras americanas. Otra etapa que se
queda en el recuerdo. Viaje increíble.
He conocido gente de todos los colores, culturas y países. He conocido
lugares que nunca pensé que iba a conocer: he estado frente al Cabo de
Hornos, el fin del mundo, he pasado semanas en la selva, he subido al
Machu Picchu, he bebido cervezas de todos los países en los que he estado,
he trabajado de barman, he comido piraña y llama, me he perdido, me he
encontrado, he cogido aviones, trenes, buses, coches, motos, lanchas,
cruceros, ferrys, canoas, he hecho puenting, he visto volcanes, cataratas,
glaciares, lagos, mares, dos océanos, desiertos, ríos…
Al final fueron 8 países los que visité. Nadie se puede imaginar lo duro que
es elegir algo concreto de todos ellos. Y solo por intentarlo, ya que por
sentirlo me quedo con todo, diré:
Argentina: las personas. El acento. Las mujeres que te enamoran hablando.
El tango.
Chile: los paisajes de Puerto Varas.
Bolivia: Rurrenabaque, la selva montañosa.
Perú: el todo
Ecuador: el río Napo
Colombia: el ambiente de Cartagena.
Estados Unidos: Seattle
Canadá: solo estuve en Toronto y Niágara así que no elijo nada.
Después de 6 meses escribiendo mis historias quería despedirme con un
final épico, pero es imposible. Lo épico en este caso reside en el todo.
Tampoco puedo describir las sensaciones que me provoca rememorar todos
los momentos vividos desde el 17 de Septiembre hasta hoy, ya que son
tantas que la mezcla es indescriptible.
Ahora toca descansar. Primero unos días en Lituania, donde estoy ahora
mismo.
Y el 5 de abril volver a Casa, con mayúsculas, lo que siempre está ahí, lo
que no se va nunca, lo que pese a todo siempre acabo echando de menos.
Tengo un alma nómada en un cuerpo sedentario, por lo que es apresurado
vaticinar un destino concreto.
De cualquier modo yo sigo viviendo en el presente, disfrutando sin excusas.
Porque lo poco que sé de lo que hay que saber es que la vida es corta y no
quiero arrepentirme de no haberla aprovechado.
Nos vemos en algún momento y en algún lugar. De eso no hay duda.
Un abrazo
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