Jan7
"Poemas de la isla". Josefina de la Torre
Sobre el mar, bajo el cielo, blancas, densas,vienen todas las velas desplegadasen el aire, dorado y transparente.
Y en la proa, delgada como la brisa,la corona de espuma alborotadaes adorno rizado de su frente.
En la playa, de oros soleada,las mujeres esperan a las barcas
con los ojos al mar, intensamente.Y en el ramo de velas olorosas
-brisa de mar, aroma de mariscos-hay un anhelo cálido y creciente.
¡Cuánto diera por ver llegar un díala barca con la blanca vela al viento
con rumbo hacia otra orilla, desrizada;y en pie en la proa -tijera de los mares-
a ti, todos mis sueños, presentidocon el azul del mar en la mirada!
Josefina de la torre
El hilo de agua, rizado,sube y se abre en lo alto;luego se pierde en el aguatemblorosa con su fondo
de sol, tembloroso y blanco.El pecho se alza. Un suspiro
todo luz se va en el aire.Vivo, el ciprés se iluminaentre los rosales blancos.
Josefina de la torre
La noche trajo a la lunasobre la playa y el mar,
con su brillo humedecidas.
Yo le contaba a mi niño-no se quería dormir-
que la luna era una reinade jazmín
que salía por las nochescon su regador de plata
para regar su jardín.
¡El mar, el mar, y mi niñoque no se quería dormir!
Josefina de la torre
AGUA clara en el estanque,Era un espejo del chopo
y alfombra verde del cielocon reflejos de los árboles.¡Oh, si yo hubiera podido
entrar con los pies descalzosy ser el viento en el aguay hacer agitar el chopo!
Josefina de la torre
El viento trae todo el rumorpor el camino arriba.Tú subes con el vientodentro de mí,en mi ensueño,
lejos y cerca,distinto y el mismo.Yo te esperoesta tarde-claridad dormida-,y el viejito traetodo el rumor,el mismo y distinto.
Josefina de la torre
El sol en la playa tienejuegos de niño pequeño
con el mar y las sombrillas.Juego incierto y un correr
de prisade una a la otra esquina.
Y una nube que pasa, blanca,para dar sombra a la playa
dormiday apagar el azul y el rojo
de las caras bajo la cretona de la sombrilla.
Josefina de la torre
QUÉ desconsuelo tenerel corazón tan inciertosin saber -mi cieguito-
por dónde andas tan ciego.
Qué desconsuelo escucharel corazón a destiempo:unas veces tan deprisa
y otras, a veces, tan lento.Yo no quisiera tener
el corazón tan incierto,pues se me hace pequeñitoy se esconde muy adentrocomo un reloj que no anday ándame loco en el pecho.
Josefina de la torre
SOBRE la superficiedel mar escandiladode las seis de la tarde,saltan algunos pecesque dejan sobre el agua,al caer, una onda.
Así, a trechos, bordadoel mar por esta agujaparece que sonríe:sonrisas que se ensanchany cierran lentamente;sonreír de la orilla,encaje de la faldaazul y transparente.
El mundo redondode Dios y los sabios,con su cielo y tierra
y el mar y sus astros,¡ay, cómo rodabapor la calle abajo!
Y se quedo sola,la hora vibrando.
Josefina de la torre
No me quites el hijo.Sí: yo sé que es el hombre
y que es de amor su empeño.Pero éste es mi secreto.
No quierasarrebatarme al hijo.
Suyas son mis caricias;le cuido,
me estoy mirando en él.Tiemblo en su inquietud,
vibroante sus ambiciones
y siento orgulloal contemplar su paso por la vida.
No intentesalejarme del hijo.
El hombre, sí,el amigo,
el compañero.Aquél en quien se hizo posible
el milagro.
Josefina de la torre
SOY feliz.Se lo digo a mi espejo;
a este pasar del tiempoque acaricia mi piel y mis cabellos.
Soy feliz.Se lo digo a mi cuerpo
que aún conservasu sombra de árbol sano.
Soy feliz.
Con el paisaje,con la luz,
los hijosque de otras mujeres me son
dado besar y contemplar.Soy feliz.
Con la cuartilla blanca ante mis ojos,en la que volcaré mis silencios.
Soy feliz.
Pero qué gran mentirasi os hiciera creer que esa huella,
esta sombra,esta luz,
aquel paisaje,estos hijos que nunca me nacieron
y la cuartilla blanca,sudario
que aguardaría mi renuncia,son la felicidad
que ahora GRITO.
"Poemas de una isla". Josefina de la torre