El liderazgo y relaciones intraescolares en la dirección

escolar

• La dirección se puede definir según nuestros propósitos de contenido como la relación en la cual el director influye en los demás para conseguir lo que él desea por verdadera voluntad de quienes reciben indicaciones o disposiciones.

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• La dirección efectiva activa la voluntad “La voluntad de hacer” de una persona transformando los deseos tibios de lograr en ardientes pasiones de obtener éxitos.

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• Koontz y o donnell define la dirección de esta manera: la dirección consiste en la función de conducir e inspeccionar a los subordinados.

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• La función de la dirección, por tanto, resulta ser la función más delicada porque se refiere no solo a la acertada ubicación de los elementos que habrían de contribuir al logro de las metas

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si no fundamentalmente por que se refiere a problemas humanos donde la individualidad y el respeto a ella aumenta el grado de complejidad en la función directiva.

• El director de toda institución educativa deberá cuidar cultivar y respetar al elemento humano en todas sus fases o manifestaciones ya que es la unidad de producción; deberá tratarlo en un estado de autoestima que le permita el mejor rendimiento.

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• El director debe ser un líder; para serlo requiere poseer una serie de cualidades entre ellas: calidad humana, conocimiento sobre su trabajo en todo los aspectos de la vida escolar, agilidad mental, cortesía y dotes ejecutivas.

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• Sánchez Guzmán nos dice al respecto que “es lógico que un líder no tenga la misma efectividad en todas las situaciones de su actuación por la sencilla razón de que las situaciones cambian, las personas, las normas y políticas; la razón de esto agrega pudiera estar en que este tipo de líder, cuando se trata de disciplinas administrativas, no se puede improvisar.

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Bibliografía• González García Marcos, Administración

escolar, “La dirección y los tipos de dirección”, Ed. Castillo, Monterrey Nuevo León, México, 2002, Pp. 67-73.

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