Post on 27-Jul-2015
“Nadie pretende que un médico aprenda a serlo sólo a través de la instrucción en ciencias básicas, a ningún académico se le ocurre que un cirujano, por ejemplo, pueda operar conociendo únicamente Química Orgánica, Anatomía y Fisiología Humanas o un tratado de Cirugía. En la formación médica de grado y en la residencia de posgrado, se considera natural que los médicos aprendan a ejercer como profesionales junto a otros médicos más experimentados quienes, en el consultorio o el quirófano de un hospital, muestran cómo intervenir en la práctica (Por su parte, escasos pacientes anhelarían que su doctor basara su atención en desarrollos individuales, reflexivos, que éste pudiera haber hecho sobre su práctica; en cambio, sí esperan que esté al tanto del saber-hacer colectivo, actualizado, de la comunidad profesional). Jamás se cuestiona que los médicos “pretendan recetas”, en referencia a requerir definidas propuestas de intervención para formarse. En cambio, sí se objeta injustamente que los educadores puedan necesitarlas” (p. 51)
Nemirovsky1
Nemirovsky citada por Carlino P, (2009). Congreso Internacional sobre profesorado principiante e inserción profesional
ACTIVIDADES PARA TRABAJAR EN EL AULA
En este documento reunimos una serie de secuencias didácticas para enriquecer los
contextos del aula. Recordemos que estos ejemplos son solo eso: EJEMPLOS. Cuando
conozcamos las particularidades y necesidades de nuestros estudiantes podremos
realizar adaptaciones para hacerlas pertinentes.
Algunas de estas propuestas pueden desarrollarse con niños y niñas de todos los
grados de la Básica Primaria; otras pueden desarrollarse como actividades habituales
u ocasionales, sin que necesariamente deriven o tengan que estar incluidas dentro de
un proyecto. No siempre cuando se lee para saber más sobre un tema se elabora un
folleto, una revista o se exponen ciertos datos obtenidos. En algunas ocasiones,
simplemente se lee para obtener información general.
EL TRABAJO CON EL NOMBRE PROPIO 2.
La escritura del nombre es una fuente importante de información sobre el sistema de
escritura. Informa sobre la diferencia entre las letras, la orientación izquierda-derecha
de la escritura, la cantidad de letras del nombre y el orden en que están escritas, los
nombres de las letras y sus diferentes asociaciones para escribir nombres distintos,
cuántas y cuáles letras tiene el nombre y qué es lo que estas letras representan. Pero,
sobre todo, lo fundamental, informan que escribir sirve de verdad para algo concreto,
que permite la comunicación. Sobre las posibilidades que genera el nombre propio,
Emilia Ferreiro (2004) plantea lo siguiente:
El nombre propio escrito permite una ampliación de la propia identidad. Ser “uno
mismo” también por escrito ayuda a establecer un primer vínculo positivo con la
escritura que así deja de ser cosa “de los otros”, “de los grandes”. También me
concierne”. …Tanta es la carga afectiva de esa escritura que no es extraño ver a
niños que abrazan, acarician o incluso besan esa escritura diciendo “Esa soy yo”.
Escribir el nombre propio es apropiarse de formas-letras que “me pertenecen”. Eso
ayuda a establecer un primer repertorio de formas.
2 Texto aportada por las profesoras Astrid Quintero Quiero y María Ligia Echavarría Henao profesoras de la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia, pertenecientes al núcleo de lectura y escritura de los programas del Departamento de Educación Infantil de esta facultad.
Para fortalecer los conocimientos sobre esta temática, resulta conveniente y muy
oportuno revisar los aportes de esta investigadora. Enseguida les ofrecemos los datos
necesarios para acceder al video de la Doctora Emilia Ferreiro, relacionado con el
nombre propio y su utilización en el proceso de aprendizaje del código escrito.
Nombre del Video: Los significados del nombre propio en la evolución del preescolar
Conferencista: Emilia Ferreiro
Descripción: la conferencia se muestra dividida en tres
fragmentos de video. En las tres partes del video
Ferreiro hace una vehemente defensa frente a la
posibilidad que tienen los niños de leer y escribir. La
autora parte del rescate de la lectura y escritura del
nombre propio como una de estrategias para trabajar
el acceso al código lingüístico. La conferencia tiene una
duración de aproximada de 30 minutos, divididos en
tres partes.
Primer fragmento de video:
Duración: 8 minutos y 12 segundos
http://www.youtube.com/watch?v=mjir1eSJh-A- 1de 3.
Segundo fragmento de video
Duración: 8 minutos y 38 segundos
http://www.youtube.com/watch?v=imjXw5SF7Qw&feature=relmfu 2 de 3
Tercer fragmento de video
Duración 8 minutos y 57 segundos
http://www.youtube.com/watch?v=aYbygAMszsA&feature=relmfu 3 de 3
En el trabajo con el nombre propio, el uso del mismo, ya sea escribiéndolo o
leyéndolo, les permite a los niños y a las niñas mayor conciencia del código.
Inicialmente fabricamos los nombres en cartulina y los plastificamos. Lo ideal es que
se escriban sin el apellido para que se puedan recordar con facilidad. En caso de que
existan dos personas con el mismo nombre, para evitar confusiones colocamos la
inicial del segundo nombre o la del apellido.
Los nombres deben escribirse en letra script, porque estas formas son más fáciles de
diferenciar entre sí, lo que ayuda a que las niñas y los niños puedan apropiarse de un
conjunto de formas-letras con más facilidad. No se
recomienda la escritura cursiva precisamente porque
ofrece mayores dificultades para distinguir unos caracteres
de otros. También es importante escribir los verdaderos
nombres de los estudiantes, evitar los apodos y conservar
las particularidades ortográficas de cada nombre.
No es conveniente hacer uso de los nombres propios para
hacer ejercicios de memorización, no tiene ningún
fundamento poner a los pequeños a repetirlos en fatigosas
planas. En cambio, resulta de gran ayuda usar el nombre
propio en contextos significativos como: para firmar sus
dibujos, para identificar sus producciones, para marcar sus
pertenencias. Motivemos a los estudiantes dándoles confianza y tranquilidad a través
de frases como: “hazlo como puedas”, “tú puedes hacerlo, eres capaz”. Frases que
gradualmente cambiaremos por otras como: “hazlo de la mejor manera que puedas”,
“es posible que encuentres otra forma de decirlo…”, que lo animarán para que logre
mayores progresos.
Actividades para trabajar el nombre propio
1) Lista de asistencia o panel de asistencia
Desde que ingresan a la escuela los niños pueden
pasar lista en el aula de clase. Por supuesto que los
primeros encuentros con este texto serán dirigidos
por el maestro. Para ello fabricamos un panel de
asistencia que debe albergar los rótulos con los
nombres de cada estudiante. El rótulo de cada
nombre debe ser de la misma dimensión, forma y
color; se diferenciará únicamente por la escritura del
nombre que contiene.
No es pertinente agregarle al nombre otras
referencias como fotos o dibujos, porque el propósito es plantear una situación
problemática, que debe generar múltiples conflictos cognitivos en ellos. No se trata de
que identifiquen su nombre inmediatamente al reconocerse en una fotografía. Por el
contrario, lo ideal es que se generen discusiones en las que los niños puedan poner en
escena las hipótesis que se plantean con respecto a la escritura, donde una y otra vez
puedan informarse, discutir y argumentar sobre aquello que está escrito.
¿Cómo fabricar el panel de asistencia?
El panel de asistencia se puede fabricar con múltiples materiales. Puede hacerse con
un plástico transparente suficientemente resistente como para permitir la
manipulación de todos en la clase. También se pueden hacer bolsas para depositar los
diferentes nombres. Estas bolsas deben estar rotuladas. Una se marca para poner en
ella los nombres de los niños que asistieron a la escuela; en otra, los rótulos con los
nombres de los que no se presentaron. Como los estudiantes que faltan normalmente
son pocos, aprovechamos para guardar sus nombres de manera que queden visibles,
no faltará quién se fije en los nombres de esos amiguitos que no llegaron.
¿Cómo usar el panel de asistencia?
Al comienzo es el maestro quien comunica a los niños qué dice en las diferentes
escrituras; lo hace leyendo y mostrando sus nombres, tal como un lector experto, sin
palmoteos ni silabeos que fragmenten la emisión. Para reconocer los nombres se debe
empezar con su identificación, lo que se debe trabajar de la siguiente manera:
Luego de tener los rótulos listos (preferiblemente plastificados, para asegurar su
durabilidad), se les muestran a los niños y se les pregunta por el contenido de los
mismos: ¿Qué dirá aquí?... El que ya sabe cómo es su nombre, cómo se escribe,
probablemente lo identificará en ese momento; en caso de que ninguno lo identifique
se pasa a leerlo y se pega en un lugar visible. La idea es realizar la actividad hasta leer
todos los nombres. Se pueden pegar inicialmente en la pared de salón de clase y luego
se van guardando en el panel de asistencia.
Esta actividad permite identificar qué nombres inician igual. Cuando los niños logran
identificar esta característica se pueden agrupar por iniciales y se les pregunta ¿Qué
otro nombre inicia como María / Martin? También es oportuno invitarlos a decir
nombres de objetos, animales, acciones: ¿Qué cosas iniciarán como Martin / María?
¿Qué otros nombres comienzan igual que...? Es probable que algunos digan nombres
como maraca, martes, maleta, pero también es posible que digan pelota, perro… Por
eso es conveniente anotar en el tablero los nombres que dicen y hacer frente a todos
un análisis de cada palabra, hasta llegar a aquellas que no coinciden: Revisemos las
dos palabras ¿cuáles letras son iguales? ¿La primera letra de cada nombre es igual?
¿Por qué son diferentes? ¿Entonces, si digo Martin y digo pelota, las dos palabras
inician igual?
De igual manera se puede trabajar la semejanza y diferencia en cuanto al tamaño de la
palabra. Se inicia comparando algunos nombres, y se va contando cuantas letras tiene
cada uno luego se puede preguntar: ¿Cuál es el nombre más largo o el más corto?
¿Cómo lo saben? A medida que se va comparando un número mayor de nombres, se da
la oportunidad de que los niños lo hagan por iniciativa propia y se convoca a dar sus
argumentos. Es importante revisar dichos argumentos y confrontar cada respuesta de
los pequeños. ¿Dijiste que esta palabra es más larga, cómo lo sabes?
Cuando los nombres de los niños son compuestos, se sugiere escribir el nombre que
más le guste al pequeño; no obstante, si en el aula de clase hay varios con nombres
iguales se hace necesario anotar en el rótulo el nombre completo (la necesidad de
agregar los apellidos irá surgiendo como propuesta de los niños). Para familiarizarlos
con él se trabaja de la siguiente manera:
Se cubre una parte del rótulo, solo se deja uno de los nombres a la vista del niño y se
pregunta: en este rótulo está escrito el nombre de un compañero de grupo, solo vemos
uno de sus nombres. ¿De quién se trata? ¿Qué dirá aquí? Luego se cubre el primer
nombre y se pregunta: ¿Qué dirá aquí?
Otra forma de trabajar el nombre es…
Nos reunimos todos y a cada niño se le entrega su
nombre. Luego cada cual lo lee y lo coloca en el panel
de asistencia. Los nombres de los estudiantes que no
asistieron se guardan en el compartimento asignado
para los que no pudieron asistir a la escuela. Se puede
invitar al grupo a que conjeture la razón de la
inasistencia sus compañeritos: ¿Qué dice aquí, de qué
amigo se tratará? ¿Cómo saben que es él o ella? ¿Qué
le habrá pasado? Luego de escuchar las respuestas se
les interroga: ¿Quién tiene las mismas letras del
nombre de los amigos que faltan? ¿Cómo se llaman
esas letras? “Si tu nombre tiene esas letras” ¿Cómo sabes que es el tuyo? ¿Cuáles
tienen la misma cantidad de letras? ¿Cuál va primero? ¿Cuál sigue? Suena como la de...
¿Cuál falta? ¿Es igual a la de...?
También, con la lista de asistencia ya elaborada, al azar, se toma de la bolsa el nombre
de un estudiante; luego, entre todos tratan de identificar el nombre. Se puede hacer
mostrando solo una parte del rótulo ya sea la inicial o la final; también, dando pistas
sobre el nombre, por ejemplo: inicia como el nombre de…, termina como el nombre
de… Asimismo, se pueden analizar y comparar nombres largos y cortos, haciendo
conteos de las letras que los conforman. Estas actividades siempre deben hacerse
mediante preguntas guiadas tales como: ¿con cuál comienza tu nombre? ¿Cómo te
diste cuenta que ese es tú nombre? ¿Será el nombre de…? ¿Habrá otro nombre que se
escriba como tu nombre? Vamos a colocar los nombres que se parecen o que
comiencen como tu nombre. ¿Cuál de estos nombres tiene más letras? ¿Podrían
identificarlas?
Cuando se trabaja la asistencia es conveniente invitar a los niños a que pasen lista. La
actividad inicia permitiendo que el niño saque un rótulo y vaya leyendo el nombre; a
medida que sucede esto, el maestro va dando pistas para que logre identificarlo. Para
que la actividad no resulte fatigante y/o tediosa el maestro puede tomar la vocería de
la actividad y terminar de pasar lista.
En ningún caso se trata de copiar el nombre directamente del rótulo y hacer planas de
él. Sólo se copia en el caso de que el niño requiera información sobre su nombre; por
ejemplo, cuando para colocarlo en la hoja de trabajo y por iniciativa propia busque el
rótulo de su nombre.
Los rótulos con los nombres se mantienen en el panel de asistencia, a la mano de
todos y todas; este material hace parte de los recursos que el niño utiliza para
producir textos. El maestro debe invitar constantemente a que se apropien de ellos
para ser utilizados como fuente de información. Siempre es importante recordarles a
todos que allí pueden encontrar soluciones a sus preguntas: — “Profe quiero escribir
paleta…” — “Ve al panel de asistencia allí hay un nombre de una compañerita que
inicia como paleta: Paula.”
LA BIBLIOTECA DEL AULA
La biblioteca es un lugar cargado de múltiples afectos y emociones para los niños. En
ella intercambian saberes, crean sus propios espacios de conocimiento y se sumergen
en auténticos procesos de investigación. Por ejemplo, escuchar un cuento leído por el
maestro o la maestra y poder recontarlo, no sólo posibilita que logren la
interpretación del mismo, también les permite expresarse y aprender a escuchar
atentamente.
, intercambiar puntos de vista, crear mundos imaginarios; así como familiarizarse con
las diferentes estructuras textuales, lo que gradualmente dará lugar a un
reconocimiento de distintos tipos de texto.
Para trabajar con la biblioteca del aula es necesario indagar qué conocimiento tienen
los estudiantes sobre las bibliotecas: si hay una en la institución, si han visitado
alguna, si saben para qué se usa, que opciones culturales ofrece, etc. Luego, de ser
posible, debemos visitar una o varias bibliotecas con nuestros estudiantes para que
tengan la oportunidad de verificar las ideas que generó la indagación: constatar cómo
funcionan, la diversidad textual que reúne, las opciones que tienen, las actividades que
se practican, préstamos de libros, etc. Después de confrontar los saberes que se tenían
con los nuevos, proponemos la creación de una biblioteca en el aula de clase.
Fabricar una biblioteca de aula no debe ser una tarea costosa, en términos de los
materiales para darle cuerpo y los textos que debe contener. Se puede confeccionar
con material de desecho como cajas, adobes o ladrillos; o con plástico transparente
haciendo una serie de bolsas donde se puedan depositar libros, revistas, cuentos,
enciclopedias, etc.
Es importante que cada nuevo libro adquirido se
presente a todos en el aula y se coloque de tal
manera que se visualice, no el lomo sino el título,
la portada si es posible. Para recolectar los libros
y materiales para la biblioteca se pide
colaboración a los padres de familia, a la
institución o a alguna entidad que los pueda
facilitar.
La biblioteca de aula la forman textos reales de
uso social: libros variados: cuentos, historias, biografías, aventuras, atlas; diccionarios,
periódicos, revistas, catálogos, folletos, cómic, material multimedia, textos expositivos,
noticias, cuentos y también textos escritos por los niños y las niñas.
Los encuentros en la biblioteca pueden ser diarios o programados con periodicidad.
En esta actividad, además de leer, de usar el material para consultar o recrearse se
debe invitar a los niños a clasificarlos y organizarlos. Para ello, los estudiantes hojean,
manipulan, revisan, leen, y comparten los textos. A su vez, el maestro interviene para
indagar: ¿Es un cuento de miedo?, ¿es de piratas?, ¿es de hadas?, ¿es una receta?
¿Cómo sabes que es una receta? ¿Será algo dulce o de sal? ¿Es un cuento cómico?
¿Inicia con: “Había una vez…?”, ¿Quiénes serán los personajes? ¿Es un libro para
niños? ¿Es de animales? ¿Encontraremos información sobre los dinosaurios? ¿Cómo
inicia este texto? ¿Termina con “Y colorín colorado…”? ¿Cómo termina? ¿Quién será el
autor? Se les invita a clasificar los libros, que organicen por grupos, los que creen que
van juntos.
La clasificación realizada debe registrarse. Los estudiantes deben construir un texto,
como saben hacerlo (texto enumerativo), para luego pegar la información en una
pared aledaña al lugar donde quedó ubicada la biblioteca, con el fin de servir de
referencia en otras oportunidades en las que se lea, se escriba o se hagan otras
clasificaciones. Este texto debe contener las diferentes clasificaciones que ellos han
hecho como: cuentos de miedo, de terror, de animales, del mismo autor, recetas dulces
y saladas, para celebraciones; textos informativos de sapos, de culebras, directorios
telefónicos, etc. Las categorizaciones irán progresando en la medida que los niños
tengan más conocimiento de las características de los textos que se leen y se escriben.
Registro de libros y otros textos
El siguiente paso es planear el uso, registro y préstamo de los libros de la biblioteca; lo
que se acuerda con todos. El maestro apoyan la actividad con algunas preguntas
como: ¿Qué podemos hacer para organizar la biblioteca del aula? ¿Qué necesitamos?
¿Quiénes lo harán?, ¿Cómo haremos para el préstamo de libros?, ¿Cómo sabremos
quien tiene un libro de la biblioteca?, ¿Quién se encargará?, ¿Cómo lo elegimos?”
Es esencial generar, de común acuerdo, las reglas de préstamo del material y construir
un texto de carácter informativo que dé cuenta de sus reglas fuera y dentro del aula. El
texto debe quedar a la vista de todos.
Al respecto Molinari plantea que:
“Fichar los materiales de la biblioteca por medio del registro de los datos más
importantes de las obras, permite el control del acervo así como su rápida y fácil
ubicación. A partir de esta situación, es posible enseñar a leer de manera selectiva
para copiar datos necesarios, como título, autor, ilustrador, editores. Los niños
tienen que examinar las portadas y contratapas tomando en cuenta
diferentes indicios provistos por el texto con el fin de volcar la
información requerida en las fichas. El docente trabaja con los
alumnos el diseño de la ficha a efectos de decidir qué dejar
escrito para saber de qué libro se trata. Se pueden mostrar
varios modelos para analizar y comparar a efectos de decidir el
propio. Para completar las fichas se pueden asignar un conjunto de
libros por parejas e intervenir a fin de que los niños localicen datos en la
tapa y los copien. El adulto puede transcribir estos datos en otra hoja, en letra
imprenta mayúscula, para que los niños puedan interactuar con la variedad
tipográfica que les resulte más familiar. Finalizada la tarea, los autores u otros
compañeros pueden revisar las escrituras producidas”. Molinari y otras (1998,
p.p. 13,14)
Para recrear este ejercicio se sugiere ver el siguiente video: Lectura de títulos en
fichas de biblioteca.
Descripción: la actividad se presenta en dos
fragmentos de video. Durante el transcurso de los
mismos la maestra intercambia información sobre
los textos que han leído e invita a sus estudiantes a
reflexionar sobre la lengua escrita. De igual manera
ayuda a sus estudiantes a consignar en la ficha de
préstamos de libro y confronta la lectura y la
escritura, destacando las palabras que inician como,
las más largas, las más cortas. La actividad dura
aprox. 11 minutos.
Primer fragmento de video
Duración: 6 minutos y 59 segundos
Link: http://www.youtube.com/watch?v=ZlyFr3MctWQ&feature=relmfu
Segundo fragmento de video
Duración: 5 minutos y 34 segundos
Link: http://www.youtube.com/watch?v=7kge4fkb-Dk&feature=relmfu
Responsables: Castedo, M; Molinari, C.; Lanz, G.; Dapino, M; Brena, G.; Traverso, V.;
Paione, A; Touriñán, C. Chile.
Si el interés es hacer que los niños amen la lectura y la escritura, se pregunten sobre
ella, lancen hipótesis, las confronten con sus amigos y amigas, es muy importante que
la biblioteca deje de ser el espacio y/o la actividad del castigo, que deje de ser
únicamente, el lugar a donde van los niños cuando terminan “de primeros”, que deje
ser el sitio empolvado en el cual se coloca todo el desorden del aula de clase o el lugar
que únicamente se abre y se
utiliza para algunas reuniones
institucionales.
Del uso de la biblioteca se
generan varios textos
enumerativos: la lista de
textos existentes, el fichero, la
lista de préstamos entre otras.
EL RINCÓN O BUZÓN
DEL CARTERO
Este espacio de aprendizaje estimula la expresión oral, el diálogo, la ampliación de
conocimientos, el reconocimiento del proceso de producción, además permite el
reconocimiento de la convencionalidad de la legua escrita. Comunicarse con otras
personas ayuda a los niños a situarse, no sólo en el papel del productor del texto, sino
también en el del lector.
Llegó carta…Para trabajar el rincón o el buzón del cartero se
puede iniciar con la recepción de una carta. Para garantizar esta
recepción, por ejemplo, se puede solicitar a la coordinadora o
rectora de la institución que envié una carta valorando, contando
o exponiendo algún asunto importante para la escuela y el aula.
Esta propuesta puede convertirse en la razón para producir la
respuesta e investigar sobre la escritura de la misma.
Las cartas también pueden ser el resultado de una necesidad latente: pedir
información sobre determinado lugar, saber los precios del transporte en el que
viajarán, invitar a un experto para que hable de un tema del proyecto de aula.
Recepción de la carta
La carta debe llegar a un lugar que se ha elegido con anterioridad. Puede hacerse
usando una caja de cartón y rotularla como “correspondencia”. Esta pequeña caja
debe revisarse todos los días con el fin de verificar si ha llegado correspondencia para
los presentes. A partir del momento en que llega se genera la necesidad de saber
sobre sus características.
Diferentes tipos de cartas
En este momento se hace necesario un proceso de recolección de diferentes tipos de
cartas; todos deben darse a la tarea de recogerlas. Estos mensajes son revisados tanto
en su estructura como en su contenido; posteriormente se clasifican y ubican en
ficheros previamente elaborados. También para facilitar el reconocimiento de la
superestructura, se dejan expuestos en la clase diversos ejemplos que servirán como
punto de referencia.
Reconociendo la carta
El trabajo a seguir, debe orientar la interrogación de este texto de la siguiente manera:
la fecha: importancia, Lugar que ocupa: ¿qué es lo primero que está escrito?
Encabezamiento/saludo. ¿Es igual en todas las cartas? ¿De qué depende? ¿Cuántos
encabezamientos conocemos? Despedida. ¿En todas se despiden igual? ¿De qué
depende? ¿Cuántas formas de despedida conocemos? La firma: Importancia, lugar que
ocupa. Los contenidos y el mensaje de las cartas. Tipos de mensajes y su relación con
la función y los destinatarios. Luego se revisa el sobre (anverso/reverso). Se realiza un
proceso similar con los distintos elementos del sobre lo que permite trabajar la
legibilidad del texto, el tamaño de la letra, la diferencia entre letras y números, la
organización del espacio.
Producción de una carta
Concluida la etapa de identificación de la
superestructura, se da paso a la elaboración
y envío de una carta. Se sugiere hacer esta
actividad a través de la escritura delegada
en caso tal que los niños y niñas aun no
dominen el código.
Los niños y las niñas dictan al maestro o
maestra. Él o ella hacen las veces de un
secretario (a) y van tomando nota de las
propuestas escriturales. A medida que esto sucede van indagando al respecto: ¿a
quién le escribimos? ¿Qué relación tenemos con esta persona? ¿Cómo formulamos el
saludo? ¿Qué debe ir en el contenido? ¿Respondemos a la carta? ¿Cómo formulamos la
despedida?, ¿para qué escribimos?
Una vez elaborado el borrador colectivamente, se revisa. En este punto el maestro
opera como un escritor experto, es decir, confronta la producción textual de la
siguiente manera: ¿decimos lo que tenemos que decir? ¿Es claro a quien le
escribimos? ¿El saludo es el adecuado?, ¿escribimos lo que debíamos escribir? ¿Nos
despedimos adecuadamente? ¿Firmamos?, ¿Queda clara la razón por la que estamos
escribiendo esta carta? Al final, si todos están conformes con la carta, esta se pasa a
una hoja en blanco y se envía. Es importante resaltar que la carta como medio de
comunicación debe tener un interlocutor real que la reciba, la lea y la conteste, lo que
asegura que la lectura y la escritura cumplan con su objetivo: construir significado y
sentido para comprender el mundo y hacerse comprender. Al enviarla, los estudiantes
saben que lo que escriben va a ser leído por alguien, situación que le da sentido a la
escritura y estimula que se esfuercen para lograr hacerse comprender.
Es interesante incluir a los padres de familia; se les sugiere que les manden cartas a
sus hijos e hijas. El maestro o la maestra convocan a que se lean. Se juntan todos
alrededor del buzón y se saca una, interroga a sus estudiantes para saber el
destinatario de la misma: ¿para quiénes será? ¿Cómo podemos saber lo que está
escrito en ellas? ¿Quién escribió estás…? ¿Cómo sé que es para mí o para ti? En este
ejercicio el maestro da pistas sobre la persona que envió la carta; puede decir: esta
carta la envió una mamá cuyo nombre inicia como… ¿cuál será el nombre de ella? ¿De
quién es la mamá? También muestra el nombre del destinatario para que los niños
reconozcan su nombre, confronta constantemente, ¿cómo sabes que es para ti?
¿Dónde dice tu nombre? ¿Cómo se llama tu mamá? ¿Será que aquí (muestra el
remitente) dice el nombre de tu madre ¿Por qué si o por qué no?
También y como un complemento del buzón del cartero se puede fabricar otro buzón
para las quejas, reclamos y sugerencias. Los estudiantes escriben sus quejas en el
momento en que algún asunto genere su inconformidad; lo introducen en la caja y al
finalizar la clase la leen frente a sus compañeros; mientras sucede esto la maestra o
maestro puede interrogar de la siguiente manera: ¿a quién mandaste esta queja?
¿Dónde puedo leer el nombre de tu compañero? ¿El nombre de tu compañero inicia
con…? ¿En dónde está escrita la queja? Después de hacer evidente la queja se discute y
entre todos se buscan posibles soluciones. Esta actividad es muy productiva en tanto
los estudiantes deben leer el escrito producido, aun cuando no dominen el código y
confrontarse sobre lo escrito y lo que quería decir.
EL DIARIO MURAL
El diario mural del aula de clase es un espacio privilegiado para que los niños y niñas
se conozcan entre sí y se acerquen a otras realidades. Desarrolla la capacidad de
argumentar frente a los diferentes puntos de vista es decir, no solo se aprende sobre
el mundo sino que permite revisar eso que se dice del mundo. La idea con este tipo
de actividades es formar futuros lectores - escritores de espíritu crítico.
El diario mural funciona a modo de “cartelera” donde se presentan las noticias de la
vida escolar y de la comunidad. Se puede dividir la cartelera en secciones: deportes,
humor, ecología, noticias, gastronomía, etc. Se exhibe en un espacio visible, al alcance
de los estudiantes.
Para realizar esta actividad debemos estimular la escritura de noticias redactando en
forma breve los hechos de interés. Puede tratarse de un acontecimiento ocurrido en el
barrio, el colegio, durante un paseo. Este diario mural puede incluir la noticia del día,
las noticias de la escuela, del proyecto de aula, noticias nacionales e internacionales.
Las noticias del día
Generalmente los niños traen consigo una serie de experiencias vividas en sus
hogares, en sus juegos, en su comunidad; una forma de recuperar estas experiencias
en la escuela es invitándolos a participar de “Las noticias del día” para que puedan
compartir con sus compañeros aquel hecho significativo.
¿Qué aprenden los niños con las noticias del día? Expresan y comparten experiencias
de sus vidas, hablan con fluidez en su lengua materna, escuchan con atención, narran
sus experiencias siguiendo una secuencia temporal, comprenden mensajes orales y
desarrollan su identidad y autoestima, producen textos.
¿Cómo trabajar la noticia del día?
Se organizan los niños y niñas en círculo para que todos tengan la oportunidad de
mirar y escuchar con atención al compañero que habla. El maestro o maestra inicia
relatando algún acontecimiento reciente con el fin de motivar el diálogo entre todos.
Luego, les solicita que recuerden un hecho o noticia reciente que les haya impactado y
lo cuenten. Mientras que verbalizan se le solicitan datos, si es necesario: ¿dónde
estaba?, ¿con quién? ¿Qué fue lo que pasó? ¿Cuando ocurrió el hecho? Este
interrogatorio no debe ser forzado, más bien debe llevar a la producción de preguntas
para ampliar la información. El niño o niña que está contando deberá responder las
preguntas de sus compañeros con su propio lenguaje.
Luego que han expresado sus ideas y se han hecho las respectivas preguntas para
adecuar el texto, se invita a escribir y a dibujar la noticia. Las niñas y niños de
preescolar escriben como ellos saben hacerlo, según su nivel de conceptualización, y
el maestro transcribe debajo.
Noticias de la escuela
Las noticas de la escuela pueden convertirse en un excelente pretexto para producir
textos. Funciona haciendo uso de los reporteros y fotógrafos. Estos durante eventos
colectivos van a la caza de noticias, toman la foto y posteriormente la generan. Para la
confrontación se hace de manera similar a la noticia del día. Se reúnen en círculos y
los reporteros muestran las fotos, relatan la noticia y son confrontados por todos y
todas: ¿dónde estaba?, ¿con quién? ¿Qué fue lo que pasó? ¿Cuando ocurrió el hecho?
Terminada esta actividad pasan a producir la noticia y la colocan en el diario mural.
Noticias del proyecto de aula
Estas noticias son el resultado de alguna investigación que se esté generando en el
aula. Allí los niños escriben sobre la temática
investigada, sus hallazgos y dificultades, sobre una
salida que se realizó en relación con el proyecto, etc.
Se realiza la actividad como se propuso en los
anteriores párrafos.
De todas estas noticias se hacen varios borradores, se
releen las veces que sea necesario y se corrige
buscando primero el sentido del texto, a continuación
que se haya escrito de tal forma que se comprenda,
pensando en los y las destinatarios, luego que no se
repitan palabras, usando sinónimos… que se separe el
texto en párrafos, por último se revisa la ortografía en
los casos en que los estudiantes hayan empezado la
codificación formal. Esta producción obliga a
preguntarse sobre el código escrito, sobre la función
social de la lengua escrita, acerca de los destinatarios.
Justamente es tratando de responder a esas
preguntas es cuando se aprende.
Noticias nacionales e internacionales
Se colocan en el diario mural aquellas noticias que despiertan interés en los niños y
las niñas. Para ello se les pide una vez a la semana que lleven una noticia al aula, luego
de tenerlas todas se leen los titulares, se seleccionan las de mayor interés y se leen
buscando para escoger una de las seleccionadas.
La agenda telefónica del aula
Construir la agenda telefónica propicia el desarrollo de una serie de actividades de
lectura y escritura que facilitan la apropiación del nombre propio y el de los otros/as.
La agenda se puede elaborar grupalmente y fotocopiarla para todos los miembros del
grupo o hacer una por cada estudiante. Para elaborarla es necesario activar los
conocimientos previos de los estudiantes: el maestro o la maestra presenta una
agenda telefónica e interroga sobre el conocimiento que se tienen de ella y se va
consignando en el tablero o en hojas de papel bond. Algunas preguntas pueden ser:
¿qué es esto? ¿Para qué sirve? ¿Quién tiene en su casa? ¿Quién la utiliza y para qué?...
Posteriormente, el maestro estimula al grupo a traer algunas agendas para revisarlas.
Esta exploración puede ser individual o en equipos, siempre dirigida por
cuestionamientos puntuales: ¿para qué es usada en casa? ¿Qué nombres crees que hay
allí? ¿Cuándo se usa? ¿Quién la usa? ¿Es este el número telefónico? comentar cuántos
números telefónicos tiene cada una. Luego, se socializa la información. El maestro o
maestra lee el contenido de una agenda, con el fin de verificar las predicciones
planteadas. También, les aporta más información contenida en estos textos, como por
ejemplo: que en las agendas se puede encontrar los números telefónicos de los amigos
y familiares, pero también de la policía, los bomberos, hospitales; que además del
teléfono se encuentra la dirección y el correo electrónico de las personas. Al terminar
esta puesta en común todos revisan los saberes previos consignados al inicio de la
actividad con el fin de verificar, corregir y ampliar los conocimientos.
Teniendo mayor información sobre la agenda, se estimula a los estudiantes para la
planificación de la propia. En esta tarea se respetan los gustos en cuanto a material y
números telefónicos a colocar. Maestros y maestras puede formular interrogantes
para dirigir su atención: ¿dónde recogeremos la información que necesitamos? ¿De
qué material la construiremos? ¿En qué orden escribimos? ¿Cómo será nuestra
agenda? ¿Cómo pondremos las direcciones y teléfonos? ¿Qué ponemos primero,
segundo?
Finalmente, se construye la agenda telefónica grupal. Se armarán las distintas partes
de esta. Cuando ya está lista cada niño anota su nombre, dirección y teléfono; entre
todos aportan aquellos teléfonos de organismos de emergencia, nombrados antes.
Para marcar los nombres, se invita permanentemente a recurrir al panel de asistencia
o al fichero de palabras. Esta agenda grupal se debe fotocopiar para cada niño del
grupo y se coloca la original en un lugar visible para que pueda ser usada cuando sea
necesario.
EL FICHERO
El fichero o capital de palabras es una actividad que permite a los estudiantes avanzar
en el sistema de escritura, puesto que con su utilización ellos pueden comparar,
buscar, rastrear, identificar, solucionar problemas que se les presentan al momento
escribir. El fichero es un excelente caudal de información, los estudiantes pueden
usarlo para encontrar letras que necesitan, para comparar palabras y determinar cuál
tienen más letras, cuáles empiezan o terminan con la misma, cuáles comparten inicial
con los nombres de sus compañeros de la clase, cuáles empiezan con la misma de su
nombre propio, etc.
El fichero se fabrica haciendo uso de una caja pequeña a la cual se le aprovisiona de
palabras que se han estudiado en el aula de
clase. Es conveniente plastificar estas palabras
para que resistan la manipulación; además,
como las fichas o rótulos con el nombre propio,
no deben llevar pistas adicionales; es decir que
deben tener el mismo color, la misma
caligrafía, puesto que si se usa otra los
estudiantes no las identificaran por su
contenido sino por su apariencia. Tampoco se
deben acompañar con imágenes porque al
predecir el significado a partir del dibujo las
niñas y niños pueden dar otra interpretación, que, aunque puede ser correcta no será
la esperada. Por ejemplo, si necesitan buscar en el fichero una palabra que inicie
como zapato, se encuentra con un rótulo acompañado de una imagen de bota, ¿qué
leerán zapato o bota?
La selección de las palabras para el fichero surge de múltiples actividades durante la
ejecución de un proyecto, de una sesión importante de clase, de la lectura de un
cuento, etc. De igual manera se incluyen aquellas palabras que los estudiantes pueden
reconocer fácilmente, como logotipos, nombres propios. Lo importante, al seleccionar
estas palabras es que sean significativas y que hayan sido trabajadas en clase, puesto
que serán las que podrán recordarse. No vale de nada hacer un fichero de palabras
que el maestro/a crea convenientes y que no hayan tenido que ver con la experiencia
de las niñas y los niños en el aula.
Para el desarrollo de esta actividad, se puede iniciar convocando al grupo clase a
determinar cuáles son las palabras importantes, por ejemplo, de un proyecto de aula
que están ejecutando, e invitando a que sean escritas en el tablero. Cada estudiante las
escribirá de acuerdo a su nivel de conceptualización y se irán confrontando en la
medida que cada cual aporte sus conocimientos sobre el sistema de escritura. El
maestro formula preguntas que generen conflicto tales como: ¿cómo inicia? ¿Cuántas
letras tiene?, también, orienta la confrontación con los textos leídos e invita a
revisarlos: “revisa el texto donde leímos sobre los dinosaurios para verificar si es
correcta su escritura”. La idea es que en el fichero queden expuestas la o las palabras
que han sido analizadas.
Cuando ya se tiene un número significativo de palabras recolectadas y anexadas al
fichero se pueden hacer diferentes actividades de clasificaciones, comparaciones, etc.
Esta sistematización dependerá de los intereses de los niños; por ejemplo, las palabras
que inicien por “sa”, por campo semántico o familia de palabras, o clases de palabras,
palabras de determinado proyecto, (nombres propios, nombre de animales, nombre
de objetos…).
El trabajo debe ser sistemático, continúo y ordenado cada vez que se quiera organizar
el contenido del fichero. Por ejemplo, se puede reorganizar el fichero por orden
alfabético u organizar dependiendo de algún interés particular, como destacar todas
las palabras largas o cortas, palabras que inicien por combinaciones /tr/ /pl/etc.;
animales, objetos, palabras que rimen al final, todos los nombres de las niñas, todos
los nombres de los niños, todas las palabras del proyecto de aula…Existen múltiples
formas de organizarlo, todo depende de las necesidades e intereses de los
involucrados.
Se pueden realizar ficheros de muy variados temas, algunas sugerencias son: recetas e
ingredientes de cocina, naturaleza, animales, plantas, autores de cuentos, personajes
de cuentos, títulos de cuentos, de carátulas de cd, de cintas de audio, diferentes cartas,
películas de video, señales de tráfico y educación vial, señales informativas de uso
social, logotipos, nombres propios, palabras extraídas del algún proyecto de aula,
nombres de las mascotas de los estudiantes, nombre de las mamás, del deporte
favorito, etc.
EL CALENDARIO O ALMANAQUE
El calendario es un ejercicio que ayuda a los niños a desarrollar el concepto del
tiempo, también les permite estructurar las actividades cotidianas, semanales y
mensuales y, por supuesto, les permite desarrollar habilidades para comunicarse por
escrito con sus compañeros. Cuando los estudiantes participan en actividades
marcadas en el calendario, aprenden a observar la regularidad del paso de los días, y
la importancia de la escritura como medio de comunicación y preservación de la
información a través del tiempo y los espacios.
Para elaborar el calendario del aula, el maestro o maestra realiza una serie de
preguntas al respecto: ¿qué podemos hacer para contar el tiempo? ¿Qué podemos
hacer para saber en qué día y mes estamos? ¿Cómo sabemos quien cumple años en
cada mes? ¿Cómo hacemos para no olvidar las actividades futuras? ¿Cómo
recordamos lo que ya hicimos? Debatir estas y otras preguntas que surjan y conducir
la conversación hacia la elaboración del calendario. Para ello se comparan varios
modelos que se encuentran en el mercado y observan las similitudes y las diferencias.
Luego, es importante decidir entre todos qué cosas son necesarias para su
construcción. Después de que esta se planifica se pasa a su ejecución.
El calendario es un texto que se debe elaborar en compañía de todos los niños y niñas.
Se confecciona en una cartulina que se pega en un lugar visible y de fácil acceso para
todos. Este debe hacerse mes por mes, identificando los días en recuadros; estos
recuadros deben ser suficientemente amplios para poder escribir la fecha de
cumpleaños y también recordatorios de actividades a realizar. Funciona como
agenda. Para su elaboración es indispensable realizar una plenaria mensual semanal
o cuando se requiera con el fin de identificar las fechas importantes, revisar las
actividades que se han programado tanto en el aula como en la institución para
organizarse al respecto. Luego, la maestro o maestro invita a escribir la información
en el recuadro apropiado. Si los estudiantes aún no dominan el código, el maestro
puede trascribir debajo.
Referencias bibliográficas:
Ferreiro, Emilia. 2004. Los significados del nombre propio en la evolución del
preescolar. Video conferencia. Disponible en:
http://www.youtube.com/watch?v=ZlyFr3MctWQ&feature=relmfu Consultado: 14 de
mayo de 2012
E. Ferreiro, 2000. Leer y escribir en un mundo cambiante”. Conferencia presentada por
Emilia Ferreiro en el 26º Congreso de la Unión Internacional de Editores, en Buenos
Aires, en mayo de 2000. Disponible en:
http://www.oei.es/fomentolectura/leer_escribir_mundo_cambiante_ferreiro.pdf
Consultado: 21 de abril de 2012.
Molinari (et al). 1998. Lectura de títulos en fichas de biblioteca. Video. Disponible en:
http://www.youtube.com/watch?v=mjir1eSJh-A- 1de 3. Consultado: 17 de abril de
2012.