Post on 05-Jul-2015
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Que significa “Yo soy 132":
Es un movimiento ciudadano conformado por
estudiantes mexicanos de educación superior que se
inició al buscar una democratización de los medios de
comunicación y rechazo de una imposición mediática
de Enrrique Peña nieto, candidato en las elecciones
presidenciales 2012.
Un movimiento ajeno a cualquier postura
partidista, respetando la pluralidad y diversidad de sus
integrantes. Cuyo deseo y exigencia se centra en la
defensa de la libertad de expresión y el derecho a la
información de los mexicanos para formar una
ciudadanía consciente y participativa, rechazando la
concentración de los medios de comunicación en
manos de unos pocos.
Como se inició:
El 11 de mayo de 2012, en el campus de la universidad
iberoamericana, el candidato Enrrique Peña Nieto
presentó su plataforma política y al final de su discurso
un grupo de jóvenes lo interpeló en función de su
desempeño como gobernador y ante su respuesta los
jóvenes emitían gritos en favor y en contra. El
candidato debió salir mediante un operativo de
seguridad.
El acontecimiento fue video grabado y subido a las
redes sociales. Los medios de comunicación
informaron que se trataba de un boicot político y no de
una protesta de jóvenes universitarios, por lo cual 131
jóvenes subieron por internet un video mostrando sus
credenciales que los acreditaban como universitarios.
Minutos después, en las redes sociales se mostró el
apoyo a los 131 estudiantes con el slogan "Yo soy
132".
El público como sujeto activo
Analizando este video, se puede interpretar que hoy en
día gracias a las distintas herramientas interactivas y
sistemas de publicación hace que se conforme una
nueva esfera pública, donde el público puede actuar
como emisor y receptor de la información.
Los cambios en la configuración del público, en el
sistema de medios de comunicación social, y en la
propia estructuración de la sociedad, determinan que
ese flujo de transmisión de informaciones, y también
de discusión pública, ya no pueda darse de modo
unidireccional.
Las esferas públicas periféricas no sólo se han
multiplicado en número, sino que han ganado en
centralidad y en capacidad para elaborar sus propios
mensajes y hacerlos públicos, interactuando
continuamente entre ellas e incluso con el poder, que
pierde opacidad.