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7242019 Arqueologia Mexicana de Nebel
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La arqueologiacutea mesoamericana a Marie-France Fauvet-Berthelot
Le on ardo Loacutep e z Luj aacuten
en la obra de Nebel
Durante el Romanticismo existioacute una tendencia a mirar
al pasado no soacutelo por curiosidad o por la necesidad de un
saber maacutes amplio Aquellos hombres no buscaban en
los vestigios arqueoloacutegicos sociedades primitivas sino
civilizaciones en su Edad de Oro Como podemos ver en
estas paacuteginas Carl Nebel no se sustrajo a esta fascinacioacuten
y se acercoacute a las antiguumledades mesoamericanas
con la perspectiva de quien busca en ellas
los rostros de culturas verdaderas
Tuzapan sitio arqueoloacutegico
descubierto por Carl Nebel
Detalle de la laacutemina 34
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l 6 de diciembre de 1825 en la sede de la Socieacuteteacute de Geacuteographie de Pariacutes David
Baillie Warden causaba una gran expectacioacuten entre la asamblea al leer su repor-
te sobre la Description of the Ruins of an Ancient City Discovered Near Palen-
quehellip informe que el capitaacuten Antonio del Riacuteo habiacutea rendido al rey de Espantildea en
1787 y que tras deacutecadas en el olvido habiacutea sido impreso por primera ocasioacuten
en Londres en 1822 Las emotivas palabras deWarden acerca de una ciudad de ocho leguas de
extensioacuten con un arte avanzado y que habiacutea sido
engullida por la jungla tuvieron tal impacto entre
los miembros de la sociedad que al uniacutesono de-
cidieron publicar en franceacutes el reporte de Del Riacuteo
y unos meses despueacutes convocar a un concurso
para elaborar una descripcioacuten ldquomaacutes completa y
maacutes exactardquo sobre la enigmaacutetica capital maya
En el ceacutelebre Bulletin mdashoacutergano de difusioacuten
de la sociedad que maacutes tarde se convertiriacutea en
la principal fuente de inspiracioacuten de Jules Ver-
nemdash prometieron otorgar una medalla de oro
con valor de 2 400 francos a quien lograra inter-
narse en la selva y llevara a cabo vistas pintores-
cas de los monumentos palencanos con planos
y cortes asiacute como con detalles de las esculturasmaacutes insignes Se debiacutean realizar excavaciones en
los subterraacuteneos y los acueductos indagar sobre
sus constructores especialmente sus costumbres
y su lengua elaborar mapas de las demarcaciones
donde estaban las ruinas haciendo observaciones
geograacuteficas y econoacutemicas y recopilar datos sobre
Votaacuten ldquocomparable a Buda y Odinrdquo Por si fuera
poco tambieacuten debiacutean emprenderse reconoci-
mientos en Yucataacuten y Guatemala particularmen-
te en los alrededores de Meacuterida y Maniacute ademaacutes
de El Peteacuten Utatlaacuten y Copaacuten pues habiacutea noticia
de que los vestigios arqueoloacutegicos de aquellas re-
giones teniacutean viacutenculos con los de Palenque Para
no quedar fuera del concurso los resultados ten-
driacutean que ser entregados en la sede de la sociedad
antes del 1 de enero de 1830Semejantes metas debieron haber sonado
inalcanzables para la mayoriacutea de los lectores del
Bulletin maacutexime si prestaron fe a uno de los pri-
meros concursantes quien afirmaba que los explo-
radores de la ldquoPalmira americanardquo hariacutean frente a
tempestades vientos del norte serpientes cule-
bras grandes murcieacutelagos tigres leones lacan-
dones antropoacutefagos y todaviacutea peor a los temibles
mexicanos ldquopoco civilizados celosos y descon-
fiadosrdquo Ante tan aterradoras perspectivas la res-
puesta a esta novelesca convocatoria fue tan p obre
como insatisfactoria razoacuten por la cual el cierre del
concurso tuvo que prorrogarse dos antildeos
Con la ampliacioacuten del plazo y una ma-yor difusioacuten de las bases de la competencia el
escenario cambioacute radicalmente entonces fue-
ron muchos los que se declararon dispuestos
a emprender la aventura entre ellos Franccedilois
Corroy director del hospital militar de Villa-
hermosa su hijo y su sobrino asiacute como el abad
Henri Baradegravere el polifaceacutetico Jean-Freacutedeacuteric
Waldeck el malogrado Ludwig Choris el pintor
Johann Moritz Rugendas y Juan Galindo oficial
superior de la Repuacuteblica de Ameacuterica Central A
la lista de interesados pronto se sumariacutea el nom-
bre de un talentoso alemaacuten de apenas 25 antildeos
de edad Carl Nebel Por conducto de Adrien
Cochelet coacutensul general de Francia en Meacutexico
este joven con estudios en arquitectura y al pa-
recer tambieacuten en ingenieriacutea se propuso ante laSocieacuteteacute de Geacuteographie para llevar a cabo el viaje
a Palenque pero quizaacute debido a una solicitud
de apoyo econoacutemico el ofrecimiento recibioacute una
respuesta negativa mdashsi bien bastante amablemdash a
mediados de 1830 Auacuten asiacute Nebel persistioacute en
sus aspiraciones tal y como lo demuestra una
segunda carta que Cochelet envioacute a la sociedad
a finales de ese mismo antildeo en la cual se anun-
ciaba que el alemaacuten pagariacutea el viaje de su propio
peculio e intentariacutea llegar hasta Guatemala Jun-
to a dicha carta se encontraba el ambicioso pro-
grama de actividades de Nebel el cual incluiacutea la
redaccioacuten de un breviario de la historia antigua
de Meacutexico acompantildeado de dibujos de coacutedices y
esculturas originales un estudio de la mitologiacutea
prehispaacutenica otro de la Piedra del Sol mdashenton-ces llamada Calendario de los mexicanosmdash asiacute
como descripciones y dibujos de Teotihuacan
Cholula Xochicalco Papantla Mitla y el propio
Palenque
Tenochtitlan y el Museo Nacional
Para entonces Nebel era ya un declarado aman-
te de la arqueologiacutea mesoamericana Durante sus
dos primeros antildeos de estancia en Meacutexico el pa-
sado prehispaacutenico habiacutea incidido vigorosamen-
te en su espiacuteritu creativo y lo habiacutea motivado a
plasmar en papel cuanto vestigio de la antiguumledad
se atravesaba frente a sus ojos A la postre esta
Figurillas aztecas
Laacutemina 46
aficioacuten dariacutea como fruto superlativo su Voyage
pittoresque et archeacuteologique dans la partie la plus
inteacuteressante du Mexique aacutelbum litograacutefico que fue
publicado por primera vez en Pariacutes en 1836 y en
el que Nebel consagroacute a la arqueologiacutea 20 laacutemi-
nas de un total de 50 Este belliacutesimo conjunto de
imaacutegenes nos revela su especial predileccioacuten por
la arquitectura y la escultura en piedra aunque no
soslayoacute algunos objetos menores elaborados con
ceraacutemica y madera De manera correlativa los
breves textos que acompantildean las laacuteminas mdashque
tan soacutelo pretendiacutean ldquola diversioacuten y el recreordquo del
lectormdash nos reflejan las preocupaciones propias
de un arquitecto que enfoca su mira en los mate-
riales y en los sistemas constructivos y que se inte-
rroga sobre las dimensiones exactas la forma lasproporciones y las funciones de los monumentos
Recurrente en ellos es la admiracioacuten de su autor
por la perfeccioacuten de los restos arqueoloacutegicos loca-
les en franco contraste con un siempre desprecia-
tivo Alejandro de Humboldt quien consideraba a
la plaacutestica prehispaacutenica como desprovista de todo
valor esteacutetico por s er obra de pueblos baacuterbaros
Nebel por el contrario los atribuiacutea a civilizacio-
nes en toda la extensioacuten de la palabra y los com-
paraba por ejemplo con las viacuteas pavimentadas el
Coliseo y otros monumentos de la Roma antigua
que tanto habiacutea admirado durante una estancia
previa en la peniacutensula itaacutelica
Xochiqueacutetzal
Museacutee du quai Branly
Coleccioacuten Lohse-Boudet
Carl Nebel dibujoacute esta
pieza de su coleccioacuten pero
confundioacute a Xochiqueacutetzal
con Coatlicue en su
nomenclatura
Laacutemina 47
Teponaztli
Tepoyango Tlaxcala
National Museum of
the American Indian
Washington DC
En el ejemplar dibujado
por Nebel la fecha
fue interpretada
equivocadamente por
el artista pues graboacute la
leyenda 4 Casa en lugar de 5
Casa que aparece en la pieza
Laacutemina 44
Copia del Lienzo de Tetlama elaborada por Carl Nebel Bibliotegraveque Nationale de France
Esta pieza revela que Carl Nebel ademaacutes de ser explorador dibujante
y coleccionista de piezas prehispaacutenicas copiaba documentos antiguos
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Podemos suponer que Nebel tuvo su primer
contacto significativo con el pasado mesoamerica-
no en la Plaza de Armas de la capital lugar donde
habiacutean sido exhumadas la Piedra del Sol y la Coa-
tlicue en el no muy lejano antildeo de 1790 Como es
bien sabido tras su descubrimiento fortuito y hasta
1885 el primero de estos monolitos estuvo expuesto
puacuteblicamente al pie de la torre oeste de la catedral
como puede verse en las laacuteminas 3 y 4 de su aacutelbum
Imaginemos por tanto al artista frente al ldquoZodia-
cordquo de 24 toneladas tratando de captar su compleja
iconografiacutea Su preocupacioacuten por el maacutes miacutenimo
detalle tuvo como resultado uacuteltimo la laacutemina 49 desu Voyage pittoresque et archeacuteologiquehellip Incurrioacute
alliacute en poquiacutesimos errores de apreciacioacuten siendo
quizaacute el maacutes notorio el relativo a la fecha 11-Mono
la cual quedoacute transfigurada en un rostro humano
seguido de seis ciacuterculos Auacuten asiacute esta litografiacutea era
infinitamente maacutes precisa que el grabado en cobre
de Francisco Aguumlera dado a conocer en 1792 en
la Descripcioacuten histoacuterica y cronoloacutegica de las dos pie-
drashellip de Antonio de Leoacuten y Gama y reproducido
por Humboldt en 1810 en sus Vues des cordillegravereshellip
Nebel complementoacute la imagen de la Piedra del Sol
con un texto basado en la obra de Leacuteon y Gama
siguiendo sus aciertos y errores en relacioacuten con el
significado cosmogoacutenico del monumento y de sus
supuestas funciones como reloj solar y marcador
de pasos equinocciales solsticiales y cenitales En
realmente pocas ocasiones Nebel se aventuroacute a dar
sus propias opiniones por ejemplo cuando sentildea-
loacute que las dos serpientes de fuego que enmarcan el
disco representan al tiempo devorando a las gene-
raciones humanas
Nebel tambieacuten debioacute haber pasado largas
jornadas de trabajo en el hoy desaparecido primer
edificio del Museo Nacional En el patio central
analizoacute con la mirada y con el trazo a la Coatli-
cue y encontroacute en ella rasgos de ldquoterror y espantordquo
propios de lo que llamoacute una ldquograciosa trinidadrdquo in-
tegrada por las divinidades de la guerra la muer-
te y el infierno Para el texto de su aacutelbum se basoacutenuevamente en las explicaciones de Leacuteon y Gama
y realizoacute un dibujo de gran formato (que puede
apreciarse en la laacutemina 50 de su aacutelbum reproduci-
da en la paacutegina 31 de esta edicioacuten) en el que como
bien lo notara Justino Fernaacutendez hay leves equivo-
caciones en las figuras del craacuteneo y la s erpiente que
desciende entre las piernas de la diosa Junto a la
Coatlicue el alemaacuten se topoacute con la mole ciliacutendrica
de la Piedra de Tiacutezoc de la cual ilustroacute acuciosa-
mente el disco solar de la cara superior (laacutemina 46)
dos secciones con el desarrollo de las quince esce-
nas de conquista llevadas a cabo hasta el gobierno
del seacuteptimo tlatoani mexica (laacutemina 45 en las paacutegi-
nas 24 y 25 de este ejemplar) ademaacutes de un detalle
en gran formato de la sujecioacuten de Chalco (laacutemina
44) En sus explicaciones de dichas laacuteminas el ale-
Escenas de la
Conquista de la
piedra de Tiacutezoc
Laacutemina 45
maacuten duda de que la Piedra de Tiacutezoc hubiera sido
empleada en el sacrificio gladiatorio tal y como lo
suponiacutean sus antecesores Al mismo tiempo iden-
tifica de manera correcta los glifos toponiacutemicos
como ldquoarmas o banderas de las nacionesrdquo y a la efi-
gie de Tiacutezoc como un ldquojefe o gran personajerdquo que
porta un casco maacutes lujoso Sin embargo confunde
el propulsor de los guerreros vencidos con flores
o ramos que eacutestos presentan a sus captores como
signo de sumisioacuten
Otro tema que tambieacuten atrajo la atencioacuten
de Nebel en el Museo Nacional fue el de la muacutesica
En la laacutemina 43 del aacutelbum dibujoacute dos teponaztlisque Guillermo Dupaix y Luciano Castantildeeda ha-
biacutean registrado en 1807 del otro lado de la Sierra
Nevada durante la Real Expedicioacuten Anticuaria
por la Nueva Espantildea Ambos instrumentos fue-
ron llevados a la capital en 1819 por sugerencia
de Fausto Elhuyar y tras la consumacioacuten de la
Independencia llegaron al museo El primer tam-
bor es de nogal procede de la ciudad de Tlaxcala
y representa a un guerrero Conservado hoy en
la Sala Mexica fue considerado por Daniel Cas-
tantildeeda y Vicente T Mendoza como ldquoel ejemplar
maacutes hermoso que posee el Museo Nacional de
mejor conservacioacuten de sonidos maacutes puros y de
sonoridad perfectardquo El segundo tambor de Tepo-
yango Tlaxcala (en la paacutegina 23 de este nuacuteme-
ro) tiene grabada la fecha 5-Casa (Nebel dibujoacute
equivocadamente en eacutel una fecha 4-Casa) quizaacutes
aludiendo al antildeo 1519 de nuestra era Brantz Ma-
yer todaviacutea llegoacute a ver este teponaztli en el museo
en 1841 pero luego en fecha desconocida fue
sustraiacutedo iliacutecitamente para reaparecer en 1928 en
las listas de nuevas adquisiciones del Museum of
the American Indian Heye Fondation de Nueva
York Esto explica por queacute hoy diacutea se localiza en
el National Museum of the American Indian de
Washington Finalmente en la misma laacutemina del
aacutelbum se muestran otros instrumentos ceraacutemicos
de viento (en la p aacutegina 30 de esta edicioacuten) Todos
ellos datan del Posclaacutesico tardiacuteo (1325-1521 d C)y proceden del centro de Meacutexico una flauta tubu-
lar transversa con un orificio de digitacioacuten una
flauta globular con un orificio de digitacioacuten un
silbato y dos flautas tubulares con campanas en
forma de flor y cuatro orificios de digitacioacuten
Atraiacutedo por el coleccionismo
Tan pronto llegoacute a Meacutexico Nebel entroacute en contac-
to con un ciacuterculo de aficionados a las antiguumleda-
des integrado por el suizo Lukas Vischer el aus-
triaco Freacutedeacuteric Waldeck y los germanos Maximi-
lian Franck Carl Uhde y Johann Moritz Rugen-
das Estos extranjeros habiacutean seguido el ejemplo
de diletantes locales como Luciano Castantildeeda el
conde de Pentildeasco y la marquesa de Selva Nevada
amasando sus propias colecciones Acostumbra-
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ban venderse piezas ar-
queoloacutegicas entre siacute y ha-
cerse preacutestamos tempora-
les para dibujarlas Aunque
Nebel era mucho menor que
la mayoriacutea debioacute integrarse
raacutepidamente al grupo pues com-
partiacutea con ellos el alemaacuten como len-
gua materna y aptitudes artiacutesticas
Existen testimonios fehacientes de
que Nebel entabloacute con Waldeck una intensa re-lacioacuten de colaboracioacuten a la vez que de competencia
relacioacuten que se prolongariacutea maacutes allaacute de la estancia
de ambos en nuestro paiacutes Dentro de una serie de
intercambios de objetos sabemos que Nebel solici-
toacute prestados a Waldeck su coyote y su ldquoTonatiuh (o
Apolo)rdquo A cambio le llevoacute al austriaco una burda
falsificacioacuten de ceraacutemica inspirada en la Piedra del
Sol al parecer con el aacutenimo de gastarle una mala
broma De igual manera Nebel pintoacute esculturas
pertenecientes al gabinete de Vischer un bloque en
serpentina que representaba ldquolas armas de Tezcucordquo
y la excepcional efigie texcocana de Xipe Toacutetec (laacute-
mina 48 en la paacutegina 71 de esta edicioacuten) que hoy
se encuentra en el Museum der Kulturen de Basilea
De eacutesta Nebel sentildealoacute con ojo perspicaz que repre-
sentaba a un sacerdote vestido con una piel humanadurante la veintena de Tlacaxipehualiztli
Nebel gustaba de coleccionar pequentildeos
objetos arqueoloacutegicos producidos en serie tales
como cabecitas teotihuacanas (figura 49) y figuri-
llas y sellos aztecas (laacuteminas 46-48) En su aacutelbum
incluyoacute muchos de ellos ldquopara demostrar el grado
de perfeccioacuten que [los antiguos mexicanos] habiacutean
adquirido en este ramo del arte plaacutesticordquo Alliacute vin-
culoacute las figurillas con dioses sacerdotes y guerre-
ros aunque no siempre de manera correcta pues
confundiacutea por ejemplo a Eheacutecatl con Tonatiuh y
a Xochiqueacutetzal con Coatlicue Cerca de su muerte
Nebel legoacute a un individuo de apellido Lohse un
total de 28 piezas de ceraacutemica dos de piedra y dos
de hueso Con el tiempo el magro conjunto pasoacute
a manos de su hija la s entildeora Lohse-Boudet quienen 1935 lo donoacute al Museacutee drsquoEthnographie du Tro-
cadeacutero Hace apenas un par de antildeos este lote fue
integrado a las colecciones del flamante Museacutee du
quai Branly de este conjunto Nebel plasmoacute dos
figurillas antropomorfas en su laacutemina 46 dos en
su laacutemina 47 y una maacutes en su laacutemina 48
Al otro lado de las montantildeas
Nuevos horizontes se abrieron al joven alemaacuten
cuando dejoacute la ciudad de Meacutexico para trascender
la Sierra Nevada y el Ajusco En Cholula pudo rea-
lizar una romaacutentica estampa del Tlachihualteacutepetl o
ldquocerro hecho a manordquo cuyas cicloacutepeas dimensiones
son uacutenicas en Meacutexico (laacutemina 12 en las paacuteginas
4 y 5 de esta edicioacuten) Iniciada su construccioacuten en
el Preclaacutesico esta piraacutemide estaba dedicada a la
llegada de los espantildeoles a Chicnahuiquiaacutehuitl (ldquo9-
Lluviardquo) divinidad a la que los indiacutegenas sacrifi-
caban nintildeos a cambio de lluvias En comparacioacuten
con los grabados maacutes antiguos de Humboldt y de
Castantildeeda la litografiacutea de Nebel es bastante fiel a
la realidad La vista fue tomada desde un peque-
ntildeo montiacuteculo prehispaacutenico mdashconocido hoy como
Cerro Cocoyomdash que se encuentra justo al p onien-te y estaacute completamente rodeado por la p oblacioacuten
actual Nebel plasmoacute el monumento con su aspec-
to de cerro natural en medio de un cielo vaporo-
so y coronado por la iglesia de Nuestra Sentildeora de
los Remedios entonces carente de su torre sur A
la izquierda y en uacuteltimo plano se adivina el pico
nevado de La Malinche y las siluetas de Puebla
En 1831 Nebel visitoacute las ruinas de Xochical-
co sitio epiclaacutesico (650-900 dC) cuya existencia
fue tempranamente notificada por fray Bernardino
de Sahaguacuten (ca 1580) y Fernando de Alva Ixtilxoacute-
chitl (1611) Aunque el alemaacuten nunca menciona
sus fuentes de informacioacuten es evidente que para su
aacutelbum se valioacute profusamente del artiacuteculo de Joseph
Antonio Alzate de 1791 quien habiacutea emprendido
una expedicioacuten al sitio morelense en 1777 y otraen 1784 Lo anterior queda patente en la laacutemina 29
(paacutegina 27 de este volumen) donde Nebel recons-
truye hipoteacuteticamente el Templo de las Serpientes
Emplumadas para lo cual se inspira en la propuesta
del sabio novohispano de que la piraacutemide contaba
en un origen con cinco cuerpos superpuestos Auacuten
asiacute no podemos negar al alemaacuten la gloria de haber
sugerido por primera ocasioacuten que el famoso Ob-
servatorio subterraacuteneo de Xochicalco fungiacutea como
marcador cenital y sobre todo el haber hecho las
litografiacuteas maacutes bellas en la historia del sitio
Para su laacutemina 28 Nebel seleccionoacute la es-
quina noroeste del Templo de las Serpientes Em-
plumadas sin duda el aacutengulo maacutes agraciado de
este edificio que fuera reconstruido por Leopoldo
Batres en 1909 Se trata de la misma esquina dibu- jada por Waldeck y Adela Breton y fotografiada
por Leopoldo Batres y Antonio Pentildeafiel En su lito-
grafiacutea Nebel completoacute bloques y relieves faltantes
eliminoacute escombros antildeadioacute palmeras y omitioacute la
escalinata como si no existiera la mitad meridio-
nal del templo La escala sentildealada por cuatro bien
figurados visitantes hace suponer engantildeosamente
que la construccioacuten posee una altura un 30 por
ciento mayor a lo que en realidad tiene (esta ima-
gen puede verse en la paacutegina 27 de esta edicioacuten)
Nebel ilustroacute tambieacuten detalles de los ba-
jorrelieves tallados en los bloques de poacuterfido
traquiacutetico del templo y reconocioacute en ellos per-
Piedra de
Sacrificio (detalle)
Laacutemina 46
Cabecitas
teotihuacanas
Laacutemina 49
Templo de las Serpientes emplumadas de Xochicalco
sus ruinas (arriba) y su reconstruccioacuten hipoteacutetica (sobre estas liacuteneas)
laacuteminas 28 y 29
Probablemente Carl Nebel basoacute la reconstruccioacuten hipoteacutetica de esta edificacioacuten
en el dibujo hecho por Alzate (derecha) y publicado en la Gazeta de Literatura en 1791
Biblioteca Nacional de Antropologiacutea e Historia
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sonajes similares a los de Palenque lo que signi-
fica que cuando redactoacute los textos tuvo acceso a
la publicacioacuten de Del Riacuteo o a las de Dupaix La
laacutemina 25 nos muestra a uno de los personajes
inferiores del talud sur mdash9831379831552 o 9831379831558 en la nomen-clatura de Virginia Smith (ver su publicacioacuten del
antildeo 2000)mdash pero transformoacute las viacutergulas de la
palabra en largas plumas la cabeza de reptil del
tocado en motivos vegetales y el caracol cortado
en una suerte de apoyo De manera correlativa en
la laacutemina 24 representoacute a uno de los personajes de
los tableros pero fusionoacute los elementos de 9831569831591
9831569831592 y 9831569831504 en la mencionada nomenclatura Alliacute
el tocado en forma de glifo del antildeo se convierte
en un gorro coacutenico de varios niveles con una ser-
piente como adorno las anteojeras se tornan en
gafas y desaparecen los dientes de la mandiacutebula
y las viacutergulas
Explorando Veracruz y Zacatecas
Durante meses Nebel buscoacute en el gobierno mexi-
cano y en potenciales suscriptores los recursos
necesarios para su tan anhelado viaje a Palenque
Pero a diferencia del gran eco que obtuvo Waldecktodos los esfuerzos de Nebel fueron en vano Entre
ellos no logroacute vender sus dibujos arqueoloacutegicos al
coacutensul de Prusia pues a eacuteste le parecioacute excesiva la
suma de diez mil piastras que Nebel habiacutea fijado
Asiacute al joven arquitecto no le quedoacute maacutes remedio
que anunciar a la Socieacuteteacute de Geacuteographie el 30 de
diciembre de 1831 nuevamente por viacutea de Co-
chelet que se retiraba en definitiva de la liza Poco
antes o poco despueacutes de tomar esta triste decisioacuten
Nebel realizoacute una expedicioacuten a los densos bosques
tropicales del Totonacapan veracruzano viaje que
le implicoacute un gasto de 1 200 pesos y una terrible
enfermedad Uno de los lugares visitados fue Ma-
Flanco occidental
del Cerro de
los edificios en
La Quemada
ZacatecasLaacutemina 21
pilca en el municipio de Tecolutla sitio a
rqueoloacute-
gico bautizado con el nuacutemero 101 en la relacioacuten
de Joseacute Garciacutea Payoacuten Como motivo principal la
laacutemina 39 de su Voyage pittoresque et archeacuteologi-
quehellip nos muestra un bloque tallado en el tiacutepicoestilo de El Tajiacuten lo que hariacutea contemporaacuteneo
a Mapilca con este sitio En sus notas Nebel
registroacute la presencia de varias piraacutemides y pi-
sos empedrados A esto debemos sumar las
20 casas (una de 70 pasos de largo y diez pies
de alto) que contaron el doctor G Schiede
de Cassel y el sentildeor Deppe quienes reco-
rrieron el mismo lugar a fines de 1828 o
principios de 1829
De Mapilca Nebel se dirigioacute hacia el noroes-
te y atravesoacute el riacuteo Tecolutla para llegar a El Tajiacuten
De inmediato ordenoacute cortar los aacuterboles que creciacutean
en torno a la Piraacutemide de los Nichos para elaborar
Plano de La Quemada Zacatecas
Laacutemina 23
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la que es sin duda la litografiacutea maacutes espectacular
de su aacutelbum (laacutemina 37 en las paacuteginas 32 y 33 de
esta edicioacuten) Pintoacute una reconstitucioacuten geomeacutetrica
de la fachada oriental (sin desplomes ni faltantes
aunque con una rara escalinata) con el fin de que
el interesado pudiera obtener medidas exactas de
cualquier elemento arquitectoacutenico a partir de la
litografiacutea Por ello los nichos de lajas de arenisca
emergen esplendorosamente de entre una exube-
rante vegetacioacuten y se superponen con elegancia
hasta casi alcanzar los 25 metros de altura En elescrito explicativo es clara la intencioacuten de Nebel
por hacerse pasar como el descubridor de esta ma-
jestuosa urbe cuyo apogeo acontecioacute entre el 750
y el 950 dC Nos dice ldquoAunque mencionada por
el baroacuten de Humboldt y otros[hellip] nunca ha sido
dibujada ni auacuten se ha tenido una relacioacuten exacta
sobre ella Conocida soacutelo de reputacioacuten nadie la
ha visto excepto algunos indios de las inmediacio-
nesrdquo Lejos de ello un artiacuteculo anoacutenimo publicado
en la antigua Gazeta de Meacutexico nos da conocer que
Diego Ruiz cabo de la ronda del tabaco de la juris-
diccioacuten de Papantla se habiacutea topado con la Piraacute-
mide de los Nichos en marzo de 1785 durante una
inspeccioacuten en busca de plantiacuteos clandestinos Di-
cho artiacuteculo contiene una detallada descripcioacuten del
monumento y estaacute acompantildeado de un grabado encobre firmado por un tal Garciacutea Luego en 1804 la
informacioacuten de Ruiz y una copia del grabado refe-
rido es dada a conocer en Europa por el jesuita Pe-
dro Joseacute Maacuterquez en sus Due antichi monumentihellip
A lo anterior debemos sumar que Dupaix visitoacute El
Tajiacuten en alguacuten momento anterior a 1805 pero por
desgracia sus apuntes y dibujos se extraviaron
Lo que siacute descubrioacute Nebel durante la misma
expedicioacuten fue Tuzapan sitio del Posclaacutesico tardiacuteo
(1200-1521 dC) que pocos han visitado (en la paacute-
gina 20 de este nuacutemero) A pesar de que todaviacutea
hay quien lo considera perdido este centro estaacute
bien ubicado sobre el mapa Se localiza en las cer-
caniacuteas del pueblo de Chicualoque en el municipio
de Coyutla que estaacute frontero al estado de Puebla
Denominado con el nuacutemero 68 en la relacioacuten deGarciacutea Payoacuten Tuzapan se levanta sobre una mesa
ubicada a unos kiloacutemetros de distancia del curso
del riacuteo San Marcos-Cazones Fue inspeccionado
por Wilfrido DuSolier y Enrique Juan Palacios en
febrero de 1939 y por Humberto Besso-Oberto en
1987 En la actualidad estaacute siendo estudiado por la
arqueoacuteloga Mariacutea Rosa Avilez Gracias a ella sa-
bemos que el denso bosque dibujado por Nebel en
la laacutemina 34 ha sido talado para cultivar cafeacute e in-
troducir ganado Obviamente esto ha acelerado el
saqueo y la destruccioacuten de sus templos juegos de
pelota murallas aljibes y canales razoacuten por la que
urge su salvaguardia La piraacutemide principal mdashde
cuatro cuerpos que suman 75 metros de alto y una
escalinata hacia el ponientemdash tampoco conserva
el techo de la capilla que se observa en la litogra-
fiacutea Ha desaparecido asimismo la imagen de Chal-
chiuhtlicue tallada en la roca viva y que haciacutea las
veces de surtidor (laacutemina 35)
La uacuteltima visita arqueoloacutegica consignada
en el Voyage pittoresque et archeacuteologiquehellip es laque Nebel emprendiera a la ciudad epiclaacutesica de
La Quemada en el estado de Zacatecas Aprove-
choacute para ello una estancia en la mina argentiacutefera
inglesa de Veta Grande donde el prusiano Joseph
Burkart teniacutea el cargo de director de labores y el
franco-alemaacuten Carl de Berghes era el supervisor
de las actividades de construccioacuten y fundicioacuten Los
dos ingenieros no soacutelo conociacutean a la perfeccioacuten las
ruinas de La Quemada sino que habiacutean redactado
extensas descripciones hecho vistas de sus monu-
mentos levantado planos y realizado excavaciones
Con estos guiacuteas de excepcioacuten Nebel arriboacute
a La Quemada e ilustroacute el majestuoso flanco occi-
dental del llamado ldquoCerro de los Edificiosrdquo (laacutemina
21 en las paacuteginas 28 y 29 de esta edicioacuten) Se adi-
vinan en su litografiacutea las grandes cortinas de tobarioliacutetica que forran las laderas del cerro asiacute como
las terrazas escalonadas que van desde la Acroacute-
polis al sur hasta la Ciudadela al norte Seguacuten
Nebel la primera cumpliacutea funciones sacerdotales
y la segunda militares La siguiente imagen repre-
senta el quinto nivel de la Acroacutepolis tambieacuten co-
nocido como la ldquoPlaza de los Sacrificiosrdquo (laacutemina
22) En este lugar se encuentran una tiacutepica plaza
hundida ocupada al centro por un altar y rodea-
da por grandes cuartos y un bas amento piramidal
de cinco cuerpos De manera interesante en la
litografiacutea se observa un individuo blandiendo un
pico quizaacute en alusioacuten a las exploraciones encarga-
Personaje de Xochicalco
Laacutemina 24
das a Berghes entre
1832 y 1834 por el gobernador
Francisco Garciacutea Salinas
Por uacuteltimo la laacutemina 23 (en la paacutegina 29 de
este nuacutemero) reproduce el tercero de cuatro planos
que Berghes levantara del sitio zacatecano entre
1830 y 1856 dos de los cuales por cierto se con-
servan hoy en la Mapoteca Manuel Orozco y Be-
rra El copiado por Nebel se basa en el segundo
plano de Berghes aunque es un poco
maacutes preciso en lo referente a la to-
pografiacutea los agrupamientos de lasedificaciones y el trazo de las viacuteas
internas
Un veredicto decepcionante
Sucesivos voluacutemenes del Bulletin
nos dan a conocer por un lado
que Carl Nebel fue aceptado como
miembro de la Socieacuteteacute de Geacuteogra-
phie el 20 de diciembre de 1833 y
por el otro que el cierre del con-
curso se difirioacute en dos ocasiones
maacutes El tan ansiado fallo fue no-
tificado hasta abril de 1836 Entre
otras muchas cosas la comisioacuten
lamentoacute en una comunicacioacuten que
el ldquohaacutebil sentildeor Nebel no haya podi-do acompantildear al sentildeor Waldeck en
todas estas excursiones Los talentos
reunidos del arquitecto y del pintor
habriacutean sido suficientes para esta
inmensa tareardquo Calificoacute sus dibujos
de La Quemada como ldquocuidadosos y
acabadosrdquo y deploroacute que nadie de la
calidad del alemaacuten hubiera viajado a
Guatemala De manera tajante juzgoacute
que ninguno de los participantes habiacutea cumplido
con los requisitos y que por lo mismo el concur-
so se postergaba por uacuteltima ocasioacuten hasta el 31 de
diciembre de 1839 elevaacutendose el valor de la meda-
lla a 3 000 francos Como premio de consolacioacuten
se otorgaron medallas de plata a Baradegravere y Lord
Kingsborough por sus respectivas ediciones dela expedicioacuten a Palenque de Dupaix y Castantildeeda
Galindo recibioacute otra medalla de plata Waldeck y
Corroy se hicieron acreedores a sendas medallas de
bronce y Warden a un agradecimiento por publi-
car el reporte de Del Riacuteo en franceacutes En 1840 como
era de esperarse el premio fue declarado desierto y
con ello se puso punto final a la competencia
L983141983151983150983137983154983140983151 L983283983152983141983162 L983157983146983265983150 Doctor en arqueologiacutea por la Univer-
sidad de Pariacutes e investigador del Museo del Templo Mayor 983145983150983137983144
Ha recibido en dos ocasiones el Premio del Comiteacute Mexicano
de Ciencias Histoacutericas ademaacutes del Premio de Investigacioacuten en
Ciencias Sociales de la Academia Mexicana de Ciencias Arqueoacute-
logo de campo ha incursionado en los uacuteltimos antildeos en la historia
de esa disciplina en nuestro paiacutes
Instrumentos
musicales
Laacutemina 43
P983265983143983145983150983137 983155983145983143983157983145983141983150983156983141
Coatlicue
Laacutemina 50
P983265983143983145983150983137983155 983091983090-983091983091
Reconstitucioacuten
geomeacutetrica de la
Piraacutemide de los
Nichos de El Tajiacuten
Laacutemina 37
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32 33
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22 23
l 6 de diciembre de 1825 en la sede de la Socieacuteteacute de Geacuteographie de Pariacutes David
Baillie Warden causaba una gran expectacioacuten entre la asamblea al leer su repor-
te sobre la Description of the Ruins of an Ancient City Discovered Near Palen-
quehellip informe que el capitaacuten Antonio del Riacuteo habiacutea rendido al rey de Espantildea en
1787 y que tras deacutecadas en el olvido habiacutea sido impreso por primera ocasioacuten
en Londres en 1822 Las emotivas palabras deWarden acerca de una ciudad de ocho leguas de
extensioacuten con un arte avanzado y que habiacutea sido
engullida por la jungla tuvieron tal impacto entre
los miembros de la sociedad que al uniacutesono de-
cidieron publicar en franceacutes el reporte de Del Riacuteo
y unos meses despueacutes convocar a un concurso
para elaborar una descripcioacuten ldquomaacutes completa y
maacutes exactardquo sobre la enigmaacutetica capital maya
En el ceacutelebre Bulletin mdashoacutergano de difusioacuten
de la sociedad que maacutes tarde se convertiriacutea en
la principal fuente de inspiracioacuten de Jules Ver-
nemdash prometieron otorgar una medalla de oro
con valor de 2 400 francos a quien lograra inter-
narse en la selva y llevara a cabo vistas pintores-
cas de los monumentos palencanos con planos
y cortes asiacute como con detalles de las esculturasmaacutes insignes Se debiacutean realizar excavaciones en
los subterraacuteneos y los acueductos indagar sobre
sus constructores especialmente sus costumbres
y su lengua elaborar mapas de las demarcaciones
donde estaban las ruinas haciendo observaciones
geograacuteficas y econoacutemicas y recopilar datos sobre
Votaacuten ldquocomparable a Buda y Odinrdquo Por si fuera
poco tambieacuten debiacutean emprenderse reconoci-
mientos en Yucataacuten y Guatemala particularmen-
te en los alrededores de Meacuterida y Maniacute ademaacutes
de El Peteacuten Utatlaacuten y Copaacuten pues habiacutea noticia
de que los vestigios arqueoloacutegicos de aquellas re-
giones teniacutean viacutenculos con los de Palenque Para
no quedar fuera del concurso los resultados ten-
driacutean que ser entregados en la sede de la sociedad
antes del 1 de enero de 1830Semejantes metas debieron haber sonado
inalcanzables para la mayoriacutea de los lectores del
Bulletin maacutexime si prestaron fe a uno de los pri-
meros concursantes quien afirmaba que los explo-
radores de la ldquoPalmira americanardquo hariacutean frente a
tempestades vientos del norte serpientes cule-
bras grandes murcieacutelagos tigres leones lacan-
dones antropoacutefagos y todaviacutea peor a los temibles
mexicanos ldquopoco civilizados celosos y descon-
fiadosrdquo Ante tan aterradoras perspectivas la res-
puesta a esta novelesca convocatoria fue tan p obre
como insatisfactoria razoacuten por la cual el cierre del
concurso tuvo que prorrogarse dos antildeos
Con la ampliacioacuten del plazo y una ma-yor difusioacuten de las bases de la competencia el
escenario cambioacute radicalmente entonces fue-
ron muchos los que se declararon dispuestos
a emprender la aventura entre ellos Franccedilois
Corroy director del hospital militar de Villa-
hermosa su hijo y su sobrino asiacute como el abad
Henri Baradegravere el polifaceacutetico Jean-Freacutedeacuteric
Waldeck el malogrado Ludwig Choris el pintor
Johann Moritz Rugendas y Juan Galindo oficial
superior de la Repuacuteblica de Ameacuterica Central A
la lista de interesados pronto se sumariacutea el nom-
bre de un talentoso alemaacuten de apenas 25 antildeos
de edad Carl Nebel Por conducto de Adrien
Cochelet coacutensul general de Francia en Meacutexico
este joven con estudios en arquitectura y al pa-
recer tambieacuten en ingenieriacutea se propuso ante laSocieacuteteacute de Geacuteographie para llevar a cabo el viaje
a Palenque pero quizaacute debido a una solicitud
de apoyo econoacutemico el ofrecimiento recibioacute una
respuesta negativa mdashsi bien bastante amablemdash a
mediados de 1830 Auacuten asiacute Nebel persistioacute en
sus aspiraciones tal y como lo demuestra una
segunda carta que Cochelet envioacute a la sociedad
a finales de ese mismo antildeo en la cual se anun-
ciaba que el alemaacuten pagariacutea el viaje de su propio
peculio e intentariacutea llegar hasta Guatemala Jun-
to a dicha carta se encontraba el ambicioso pro-
grama de actividades de Nebel el cual incluiacutea la
redaccioacuten de un breviario de la historia antigua
de Meacutexico acompantildeado de dibujos de coacutedices y
esculturas originales un estudio de la mitologiacutea
prehispaacutenica otro de la Piedra del Sol mdashenton-ces llamada Calendario de los mexicanosmdash asiacute
como descripciones y dibujos de Teotihuacan
Cholula Xochicalco Papantla Mitla y el propio
Palenque
Tenochtitlan y el Museo Nacional
Para entonces Nebel era ya un declarado aman-
te de la arqueologiacutea mesoamericana Durante sus
dos primeros antildeos de estancia en Meacutexico el pa-
sado prehispaacutenico habiacutea incidido vigorosamen-
te en su espiacuteritu creativo y lo habiacutea motivado a
plasmar en papel cuanto vestigio de la antiguumledad
se atravesaba frente a sus ojos A la postre esta
Figurillas aztecas
Laacutemina 46
aficioacuten dariacutea como fruto superlativo su Voyage
pittoresque et archeacuteologique dans la partie la plus
inteacuteressante du Mexique aacutelbum litograacutefico que fue
publicado por primera vez en Pariacutes en 1836 y en
el que Nebel consagroacute a la arqueologiacutea 20 laacutemi-
nas de un total de 50 Este belliacutesimo conjunto de
imaacutegenes nos revela su especial predileccioacuten por
la arquitectura y la escultura en piedra aunque no
soslayoacute algunos objetos menores elaborados con
ceraacutemica y madera De manera correlativa los
breves textos que acompantildean las laacuteminas mdashque
tan soacutelo pretendiacutean ldquola diversioacuten y el recreordquo del
lectormdash nos reflejan las preocupaciones propias
de un arquitecto que enfoca su mira en los mate-
riales y en los sistemas constructivos y que se inte-
rroga sobre las dimensiones exactas la forma lasproporciones y las funciones de los monumentos
Recurrente en ellos es la admiracioacuten de su autor
por la perfeccioacuten de los restos arqueoloacutegicos loca-
les en franco contraste con un siempre desprecia-
tivo Alejandro de Humboldt quien consideraba a
la plaacutestica prehispaacutenica como desprovista de todo
valor esteacutetico por s er obra de pueblos baacuterbaros
Nebel por el contrario los atribuiacutea a civilizacio-
nes en toda la extensioacuten de la palabra y los com-
paraba por ejemplo con las viacuteas pavimentadas el
Coliseo y otros monumentos de la Roma antigua
que tanto habiacutea admirado durante una estancia
previa en la peniacutensula itaacutelica
Xochiqueacutetzal
Museacutee du quai Branly
Coleccioacuten Lohse-Boudet
Carl Nebel dibujoacute esta
pieza de su coleccioacuten pero
confundioacute a Xochiqueacutetzal
con Coatlicue en su
nomenclatura
Laacutemina 47
Teponaztli
Tepoyango Tlaxcala
National Museum of
the American Indian
Washington DC
En el ejemplar dibujado
por Nebel la fecha
fue interpretada
equivocadamente por
el artista pues graboacute la
leyenda 4 Casa en lugar de 5
Casa que aparece en la pieza
Laacutemina 44
Copia del Lienzo de Tetlama elaborada por Carl Nebel Bibliotegraveque Nationale de France
Esta pieza revela que Carl Nebel ademaacutes de ser explorador dibujante
y coleccionista de piezas prehispaacutenicas copiaba documentos antiguos
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Podemos suponer que Nebel tuvo su primer
contacto significativo con el pasado mesoamerica-
no en la Plaza de Armas de la capital lugar donde
habiacutean sido exhumadas la Piedra del Sol y la Coa-
tlicue en el no muy lejano antildeo de 1790 Como es
bien sabido tras su descubrimiento fortuito y hasta
1885 el primero de estos monolitos estuvo expuesto
puacuteblicamente al pie de la torre oeste de la catedral
como puede verse en las laacuteminas 3 y 4 de su aacutelbum
Imaginemos por tanto al artista frente al ldquoZodia-
cordquo de 24 toneladas tratando de captar su compleja
iconografiacutea Su preocupacioacuten por el maacutes miacutenimo
detalle tuvo como resultado uacuteltimo la laacutemina 49 desu Voyage pittoresque et archeacuteologiquehellip Incurrioacute
alliacute en poquiacutesimos errores de apreciacioacuten siendo
quizaacute el maacutes notorio el relativo a la fecha 11-Mono
la cual quedoacute transfigurada en un rostro humano
seguido de seis ciacuterculos Auacuten asiacute esta litografiacutea era
infinitamente maacutes precisa que el grabado en cobre
de Francisco Aguumlera dado a conocer en 1792 en
la Descripcioacuten histoacuterica y cronoloacutegica de las dos pie-
drashellip de Antonio de Leoacuten y Gama y reproducido
por Humboldt en 1810 en sus Vues des cordillegravereshellip
Nebel complementoacute la imagen de la Piedra del Sol
con un texto basado en la obra de Leacuteon y Gama
siguiendo sus aciertos y errores en relacioacuten con el
significado cosmogoacutenico del monumento y de sus
supuestas funciones como reloj solar y marcador
de pasos equinocciales solsticiales y cenitales En
realmente pocas ocasiones Nebel se aventuroacute a dar
sus propias opiniones por ejemplo cuando sentildea-
loacute que las dos serpientes de fuego que enmarcan el
disco representan al tiempo devorando a las gene-
raciones humanas
Nebel tambieacuten debioacute haber pasado largas
jornadas de trabajo en el hoy desaparecido primer
edificio del Museo Nacional En el patio central
analizoacute con la mirada y con el trazo a la Coatli-
cue y encontroacute en ella rasgos de ldquoterror y espantordquo
propios de lo que llamoacute una ldquograciosa trinidadrdquo in-
tegrada por las divinidades de la guerra la muer-
te y el infierno Para el texto de su aacutelbum se basoacutenuevamente en las explicaciones de Leacuteon y Gama
y realizoacute un dibujo de gran formato (que puede
apreciarse en la laacutemina 50 de su aacutelbum reproduci-
da en la paacutegina 31 de esta edicioacuten) en el que como
bien lo notara Justino Fernaacutendez hay leves equivo-
caciones en las figuras del craacuteneo y la s erpiente que
desciende entre las piernas de la diosa Junto a la
Coatlicue el alemaacuten se topoacute con la mole ciliacutendrica
de la Piedra de Tiacutezoc de la cual ilustroacute acuciosa-
mente el disco solar de la cara superior (laacutemina 46)
dos secciones con el desarrollo de las quince esce-
nas de conquista llevadas a cabo hasta el gobierno
del seacuteptimo tlatoani mexica (laacutemina 45 en las paacutegi-
nas 24 y 25 de este ejemplar) ademaacutes de un detalle
en gran formato de la sujecioacuten de Chalco (laacutemina
44) En sus explicaciones de dichas laacuteminas el ale-
Escenas de la
Conquista de la
piedra de Tiacutezoc
Laacutemina 45
maacuten duda de que la Piedra de Tiacutezoc hubiera sido
empleada en el sacrificio gladiatorio tal y como lo
suponiacutean sus antecesores Al mismo tiempo iden-
tifica de manera correcta los glifos toponiacutemicos
como ldquoarmas o banderas de las nacionesrdquo y a la efi-
gie de Tiacutezoc como un ldquojefe o gran personajerdquo que
porta un casco maacutes lujoso Sin embargo confunde
el propulsor de los guerreros vencidos con flores
o ramos que eacutestos presentan a sus captores como
signo de sumisioacuten
Otro tema que tambieacuten atrajo la atencioacuten
de Nebel en el Museo Nacional fue el de la muacutesica
En la laacutemina 43 del aacutelbum dibujoacute dos teponaztlisque Guillermo Dupaix y Luciano Castantildeeda ha-
biacutean registrado en 1807 del otro lado de la Sierra
Nevada durante la Real Expedicioacuten Anticuaria
por la Nueva Espantildea Ambos instrumentos fue-
ron llevados a la capital en 1819 por sugerencia
de Fausto Elhuyar y tras la consumacioacuten de la
Independencia llegaron al museo El primer tam-
bor es de nogal procede de la ciudad de Tlaxcala
y representa a un guerrero Conservado hoy en
la Sala Mexica fue considerado por Daniel Cas-
tantildeeda y Vicente T Mendoza como ldquoel ejemplar
maacutes hermoso que posee el Museo Nacional de
mejor conservacioacuten de sonidos maacutes puros y de
sonoridad perfectardquo El segundo tambor de Tepo-
yango Tlaxcala (en la paacutegina 23 de este nuacuteme-
ro) tiene grabada la fecha 5-Casa (Nebel dibujoacute
equivocadamente en eacutel una fecha 4-Casa) quizaacutes
aludiendo al antildeo 1519 de nuestra era Brantz Ma-
yer todaviacutea llegoacute a ver este teponaztli en el museo
en 1841 pero luego en fecha desconocida fue
sustraiacutedo iliacutecitamente para reaparecer en 1928 en
las listas de nuevas adquisiciones del Museum of
the American Indian Heye Fondation de Nueva
York Esto explica por queacute hoy diacutea se localiza en
el National Museum of the American Indian de
Washington Finalmente en la misma laacutemina del
aacutelbum se muestran otros instrumentos ceraacutemicos
de viento (en la p aacutegina 30 de esta edicioacuten) Todos
ellos datan del Posclaacutesico tardiacuteo (1325-1521 d C)y proceden del centro de Meacutexico una flauta tubu-
lar transversa con un orificio de digitacioacuten una
flauta globular con un orificio de digitacioacuten un
silbato y dos flautas tubulares con campanas en
forma de flor y cuatro orificios de digitacioacuten
Atraiacutedo por el coleccionismo
Tan pronto llegoacute a Meacutexico Nebel entroacute en contac-
to con un ciacuterculo de aficionados a las antiguumleda-
des integrado por el suizo Lukas Vischer el aus-
triaco Freacutedeacuteric Waldeck y los germanos Maximi-
lian Franck Carl Uhde y Johann Moritz Rugen-
das Estos extranjeros habiacutean seguido el ejemplo
de diletantes locales como Luciano Castantildeeda el
conde de Pentildeasco y la marquesa de Selva Nevada
amasando sus propias colecciones Acostumbra-
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ban venderse piezas ar-
queoloacutegicas entre siacute y ha-
cerse preacutestamos tempora-
les para dibujarlas Aunque
Nebel era mucho menor que
la mayoriacutea debioacute integrarse
raacutepidamente al grupo pues com-
partiacutea con ellos el alemaacuten como len-
gua materna y aptitudes artiacutesticas
Existen testimonios fehacientes de
que Nebel entabloacute con Waldeck una intensa re-lacioacuten de colaboracioacuten a la vez que de competencia
relacioacuten que se prolongariacutea maacutes allaacute de la estancia
de ambos en nuestro paiacutes Dentro de una serie de
intercambios de objetos sabemos que Nebel solici-
toacute prestados a Waldeck su coyote y su ldquoTonatiuh (o
Apolo)rdquo A cambio le llevoacute al austriaco una burda
falsificacioacuten de ceraacutemica inspirada en la Piedra del
Sol al parecer con el aacutenimo de gastarle una mala
broma De igual manera Nebel pintoacute esculturas
pertenecientes al gabinete de Vischer un bloque en
serpentina que representaba ldquolas armas de Tezcucordquo
y la excepcional efigie texcocana de Xipe Toacutetec (laacute-
mina 48 en la paacutegina 71 de esta edicioacuten) que hoy
se encuentra en el Museum der Kulturen de Basilea
De eacutesta Nebel sentildealoacute con ojo perspicaz que repre-
sentaba a un sacerdote vestido con una piel humanadurante la veintena de Tlacaxipehualiztli
Nebel gustaba de coleccionar pequentildeos
objetos arqueoloacutegicos producidos en serie tales
como cabecitas teotihuacanas (figura 49) y figuri-
llas y sellos aztecas (laacuteminas 46-48) En su aacutelbum
incluyoacute muchos de ellos ldquopara demostrar el grado
de perfeccioacuten que [los antiguos mexicanos] habiacutean
adquirido en este ramo del arte plaacutesticordquo Alliacute vin-
culoacute las figurillas con dioses sacerdotes y guerre-
ros aunque no siempre de manera correcta pues
confundiacutea por ejemplo a Eheacutecatl con Tonatiuh y
a Xochiqueacutetzal con Coatlicue Cerca de su muerte
Nebel legoacute a un individuo de apellido Lohse un
total de 28 piezas de ceraacutemica dos de piedra y dos
de hueso Con el tiempo el magro conjunto pasoacute
a manos de su hija la s entildeora Lohse-Boudet quienen 1935 lo donoacute al Museacutee drsquoEthnographie du Tro-
cadeacutero Hace apenas un par de antildeos este lote fue
integrado a las colecciones del flamante Museacutee du
quai Branly de este conjunto Nebel plasmoacute dos
figurillas antropomorfas en su laacutemina 46 dos en
su laacutemina 47 y una maacutes en su laacutemina 48
Al otro lado de las montantildeas
Nuevos horizontes se abrieron al joven alemaacuten
cuando dejoacute la ciudad de Meacutexico para trascender
la Sierra Nevada y el Ajusco En Cholula pudo rea-
lizar una romaacutentica estampa del Tlachihualteacutepetl o
ldquocerro hecho a manordquo cuyas cicloacutepeas dimensiones
son uacutenicas en Meacutexico (laacutemina 12 en las paacuteginas
4 y 5 de esta edicioacuten) Iniciada su construccioacuten en
el Preclaacutesico esta piraacutemide estaba dedicada a la
llegada de los espantildeoles a Chicnahuiquiaacutehuitl (ldquo9-
Lluviardquo) divinidad a la que los indiacutegenas sacrifi-
caban nintildeos a cambio de lluvias En comparacioacuten
con los grabados maacutes antiguos de Humboldt y de
Castantildeeda la litografiacutea de Nebel es bastante fiel a
la realidad La vista fue tomada desde un peque-
ntildeo montiacuteculo prehispaacutenico mdashconocido hoy como
Cerro Cocoyomdash que se encuentra justo al p onien-te y estaacute completamente rodeado por la p oblacioacuten
actual Nebel plasmoacute el monumento con su aspec-
to de cerro natural en medio de un cielo vaporo-
so y coronado por la iglesia de Nuestra Sentildeora de
los Remedios entonces carente de su torre sur A
la izquierda y en uacuteltimo plano se adivina el pico
nevado de La Malinche y las siluetas de Puebla
En 1831 Nebel visitoacute las ruinas de Xochical-
co sitio epiclaacutesico (650-900 dC) cuya existencia
fue tempranamente notificada por fray Bernardino
de Sahaguacuten (ca 1580) y Fernando de Alva Ixtilxoacute-
chitl (1611) Aunque el alemaacuten nunca menciona
sus fuentes de informacioacuten es evidente que para su
aacutelbum se valioacute profusamente del artiacuteculo de Joseph
Antonio Alzate de 1791 quien habiacutea emprendido
una expedicioacuten al sitio morelense en 1777 y otraen 1784 Lo anterior queda patente en la laacutemina 29
(paacutegina 27 de este volumen) donde Nebel recons-
truye hipoteacuteticamente el Templo de las Serpientes
Emplumadas para lo cual se inspira en la propuesta
del sabio novohispano de que la piraacutemide contaba
en un origen con cinco cuerpos superpuestos Auacuten
asiacute no podemos negar al alemaacuten la gloria de haber
sugerido por primera ocasioacuten que el famoso Ob-
servatorio subterraacuteneo de Xochicalco fungiacutea como
marcador cenital y sobre todo el haber hecho las
litografiacuteas maacutes bellas en la historia del sitio
Para su laacutemina 28 Nebel seleccionoacute la es-
quina noroeste del Templo de las Serpientes Em-
plumadas sin duda el aacutengulo maacutes agraciado de
este edificio que fuera reconstruido por Leopoldo
Batres en 1909 Se trata de la misma esquina dibu- jada por Waldeck y Adela Breton y fotografiada
por Leopoldo Batres y Antonio Pentildeafiel En su lito-
grafiacutea Nebel completoacute bloques y relieves faltantes
eliminoacute escombros antildeadioacute palmeras y omitioacute la
escalinata como si no existiera la mitad meridio-
nal del templo La escala sentildealada por cuatro bien
figurados visitantes hace suponer engantildeosamente
que la construccioacuten posee una altura un 30 por
ciento mayor a lo que en realidad tiene (esta ima-
gen puede verse en la paacutegina 27 de esta edicioacuten)
Nebel ilustroacute tambieacuten detalles de los ba-
jorrelieves tallados en los bloques de poacuterfido
traquiacutetico del templo y reconocioacute en ellos per-
Piedra de
Sacrificio (detalle)
Laacutemina 46
Cabecitas
teotihuacanas
Laacutemina 49
Templo de las Serpientes emplumadas de Xochicalco
sus ruinas (arriba) y su reconstruccioacuten hipoteacutetica (sobre estas liacuteneas)
laacuteminas 28 y 29
Probablemente Carl Nebel basoacute la reconstruccioacuten hipoteacutetica de esta edificacioacuten
en el dibujo hecho por Alzate (derecha) y publicado en la Gazeta de Literatura en 1791
Biblioteca Nacional de Antropologiacutea e Historia
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28 29
sonajes similares a los de Palenque lo que signi-
fica que cuando redactoacute los textos tuvo acceso a
la publicacioacuten de Del Riacuteo o a las de Dupaix La
laacutemina 25 nos muestra a uno de los personajes
inferiores del talud sur mdash9831379831552 o 9831379831558 en la nomen-clatura de Virginia Smith (ver su publicacioacuten del
antildeo 2000)mdash pero transformoacute las viacutergulas de la
palabra en largas plumas la cabeza de reptil del
tocado en motivos vegetales y el caracol cortado
en una suerte de apoyo De manera correlativa en
la laacutemina 24 representoacute a uno de los personajes de
los tableros pero fusionoacute los elementos de 9831569831591
9831569831592 y 9831569831504 en la mencionada nomenclatura Alliacute
el tocado en forma de glifo del antildeo se convierte
en un gorro coacutenico de varios niveles con una ser-
piente como adorno las anteojeras se tornan en
gafas y desaparecen los dientes de la mandiacutebula
y las viacutergulas
Explorando Veracruz y Zacatecas
Durante meses Nebel buscoacute en el gobierno mexi-
cano y en potenciales suscriptores los recursos
necesarios para su tan anhelado viaje a Palenque
Pero a diferencia del gran eco que obtuvo Waldecktodos los esfuerzos de Nebel fueron en vano Entre
ellos no logroacute vender sus dibujos arqueoloacutegicos al
coacutensul de Prusia pues a eacuteste le parecioacute excesiva la
suma de diez mil piastras que Nebel habiacutea fijado
Asiacute al joven arquitecto no le quedoacute maacutes remedio
que anunciar a la Socieacuteteacute de Geacuteographie el 30 de
diciembre de 1831 nuevamente por viacutea de Co-
chelet que se retiraba en definitiva de la liza Poco
antes o poco despueacutes de tomar esta triste decisioacuten
Nebel realizoacute una expedicioacuten a los densos bosques
tropicales del Totonacapan veracruzano viaje que
le implicoacute un gasto de 1 200 pesos y una terrible
enfermedad Uno de los lugares visitados fue Ma-
Flanco occidental
del Cerro de
los edificios en
La Quemada
ZacatecasLaacutemina 21
pilca en el municipio de Tecolutla sitio a
rqueoloacute-
gico bautizado con el nuacutemero 101 en la relacioacuten
de Joseacute Garciacutea Payoacuten Como motivo principal la
laacutemina 39 de su Voyage pittoresque et archeacuteologi-
quehellip nos muestra un bloque tallado en el tiacutepicoestilo de El Tajiacuten lo que hariacutea contemporaacuteneo
a Mapilca con este sitio En sus notas Nebel
registroacute la presencia de varias piraacutemides y pi-
sos empedrados A esto debemos sumar las
20 casas (una de 70 pasos de largo y diez pies
de alto) que contaron el doctor G Schiede
de Cassel y el sentildeor Deppe quienes reco-
rrieron el mismo lugar a fines de 1828 o
principios de 1829
De Mapilca Nebel se dirigioacute hacia el noroes-
te y atravesoacute el riacuteo Tecolutla para llegar a El Tajiacuten
De inmediato ordenoacute cortar los aacuterboles que creciacutean
en torno a la Piraacutemide de los Nichos para elaborar
Plano de La Quemada Zacatecas
Laacutemina 23
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la que es sin duda la litografiacutea maacutes espectacular
de su aacutelbum (laacutemina 37 en las paacuteginas 32 y 33 de
esta edicioacuten) Pintoacute una reconstitucioacuten geomeacutetrica
de la fachada oriental (sin desplomes ni faltantes
aunque con una rara escalinata) con el fin de que
el interesado pudiera obtener medidas exactas de
cualquier elemento arquitectoacutenico a partir de la
litografiacutea Por ello los nichos de lajas de arenisca
emergen esplendorosamente de entre una exube-
rante vegetacioacuten y se superponen con elegancia
hasta casi alcanzar los 25 metros de altura En elescrito explicativo es clara la intencioacuten de Nebel
por hacerse pasar como el descubridor de esta ma-
jestuosa urbe cuyo apogeo acontecioacute entre el 750
y el 950 dC Nos dice ldquoAunque mencionada por
el baroacuten de Humboldt y otros[hellip] nunca ha sido
dibujada ni auacuten se ha tenido una relacioacuten exacta
sobre ella Conocida soacutelo de reputacioacuten nadie la
ha visto excepto algunos indios de las inmediacio-
nesrdquo Lejos de ello un artiacuteculo anoacutenimo publicado
en la antigua Gazeta de Meacutexico nos da conocer que
Diego Ruiz cabo de la ronda del tabaco de la juris-
diccioacuten de Papantla se habiacutea topado con la Piraacute-
mide de los Nichos en marzo de 1785 durante una
inspeccioacuten en busca de plantiacuteos clandestinos Di-
cho artiacuteculo contiene una detallada descripcioacuten del
monumento y estaacute acompantildeado de un grabado encobre firmado por un tal Garciacutea Luego en 1804 la
informacioacuten de Ruiz y una copia del grabado refe-
rido es dada a conocer en Europa por el jesuita Pe-
dro Joseacute Maacuterquez en sus Due antichi monumentihellip
A lo anterior debemos sumar que Dupaix visitoacute El
Tajiacuten en alguacuten momento anterior a 1805 pero por
desgracia sus apuntes y dibujos se extraviaron
Lo que siacute descubrioacute Nebel durante la misma
expedicioacuten fue Tuzapan sitio del Posclaacutesico tardiacuteo
(1200-1521 dC) que pocos han visitado (en la paacute-
gina 20 de este nuacutemero) A pesar de que todaviacutea
hay quien lo considera perdido este centro estaacute
bien ubicado sobre el mapa Se localiza en las cer-
caniacuteas del pueblo de Chicualoque en el municipio
de Coyutla que estaacute frontero al estado de Puebla
Denominado con el nuacutemero 68 en la relacioacuten deGarciacutea Payoacuten Tuzapan se levanta sobre una mesa
ubicada a unos kiloacutemetros de distancia del curso
del riacuteo San Marcos-Cazones Fue inspeccionado
por Wilfrido DuSolier y Enrique Juan Palacios en
febrero de 1939 y por Humberto Besso-Oberto en
1987 En la actualidad estaacute siendo estudiado por la
arqueoacuteloga Mariacutea Rosa Avilez Gracias a ella sa-
bemos que el denso bosque dibujado por Nebel en
la laacutemina 34 ha sido talado para cultivar cafeacute e in-
troducir ganado Obviamente esto ha acelerado el
saqueo y la destruccioacuten de sus templos juegos de
pelota murallas aljibes y canales razoacuten por la que
urge su salvaguardia La piraacutemide principal mdashde
cuatro cuerpos que suman 75 metros de alto y una
escalinata hacia el ponientemdash tampoco conserva
el techo de la capilla que se observa en la litogra-
fiacutea Ha desaparecido asimismo la imagen de Chal-
chiuhtlicue tallada en la roca viva y que haciacutea las
veces de surtidor (laacutemina 35)
La uacuteltima visita arqueoloacutegica consignada
en el Voyage pittoresque et archeacuteologiquehellip es laque Nebel emprendiera a la ciudad epiclaacutesica de
La Quemada en el estado de Zacatecas Aprove-
choacute para ello una estancia en la mina argentiacutefera
inglesa de Veta Grande donde el prusiano Joseph
Burkart teniacutea el cargo de director de labores y el
franco-alemaacuten Carl de Berghes era el supervisor
de las actividades de construccioacuten y fundicioacuten Los
dos ingenieros no soacutelo conociacutean a la perfeccioacuten las
ruinas de La Quemada sino que habiacutean redactado
extensas descripciones hecho vistas de sus monu-
mentos levantado planos y realizado excavaciones
Con estos guiacuteas de excepcioacuten Nebel arriboacute
a La Quemada e ilustroacute el majestuoso flanco occi-
dental del llamado ldquoCerro de los Edificiosrdquo (laacutemina
21 en las paacuteginas 28 y 29 de esta edicioacuten) Se adi-
vinan en su litografiacutea las grandes cortinas de tobarioliacutetica que forran las laderas del cerro asiacute como
las terrazas escalonadas que van desde la Acroacute-
polis al sur hasta la Ciudadela al norte Seguacuten
Nebel la primera cumpliacutea funciones sacerdotales
y la segunda militares La siguiente imagen repre-
senta el quinto nivel de la Acroacutepolis tambieacuten co-
nocido como la ldquoPlaza de los Sacrificiosrdquo (laacutemina
22) En este lugar se encuentran una tiacutepica plaza
hundida ocupada al centro por un altar y rodea-
da por grandes cuartos y un bas amento piramidal
de cinco cuerpos De manera interesante en la
litografiacutea se observa un individuo blandiendo un
pico quizaacute en alusioacuten a las exploraciones encarga-
Personaje de Xochicalco
Laacutemina 24
das a Berghes entre
1832 y 1834 por el gobernador
Francisco Garciacutea Salinas
Por uacuteltimo la laacutemina 23 (en la paacutegina 29 de
este nuacutemero) reproduce el tercero de cuatro planos
que Berghes levantara del sitio zacatecano entre
1830 y 1856 dos de los cuales por cierto se con-
servan hoy en la Mapoteca Manuel Orozco y Be-
rra El copiado por Nebel se basa en el segundo
plano de Berghes aunque es un poco
maacutes preciso en lo referente a la to-
pografiacutea los agrupamientos de lasedificaciones y el trazo de las viacuteas
internas
Un veredicto decepcionante
Sucesivos voluacutemenes del Bulletin
nos dan a conocer por un lado
que Carl Nebel fue aceptado como
miembro de la Socieacuteteacute de Geacuteogra-
phie el 20 de diciembre de 1833 y
por el otro que el cierre del con-
curso se difirioacute en dos ocasiones
maacutes El tan ansiado fallo fue no-
tificado hasta abril de 1836 Entre
otras muchas cosas la comisioacuten
lamentoacute en una comunicacioacuten que
el ldquohaacutebil sentildeor Nebel no haya podi-do acompantildear al sentildeor Waldeck en
todas estas excursiones Los talentos
reunidos del arquitecto y del pintor
habriacutean sido suficientes para esta
inmensa tareardquo Calificoacute sus dibujos
de La Quemada como ldquocuidadosos y
acabadosrdquo y deploroacute que nadie de la
calidad del alemaacuten hubiera viajado a
Guatemala De manera tajante juzgoacute
que ninguno de los participantes habiacutea cumplido
con los requisitos y que por lo mismo el concur-
so se postergaba por uacuteltima ocasioacuten hasta el 31 de
diciembre de 1839 elevaacutendose el valor de la meda-
lla a 3 000 francos Como premio de consolacioacuten
se otorgaron medallas de plata a Baradegravere y Lord
Kingsborough por sus respectivas ediciones dela expedicioacuten a Palenque de Dupaix y Castantildeeda
Galindo recibioacute otra medalla de plata Waldeck y
Corroy se hicieron acreedores a sendas medallas de
bronce y Warden a un agradecimiento por publi-
car el reporte de Del Riacuteo en franceacutes En 1840 como
era de esperarse el premio fue declarado desierto y
con ello se puso punto final a la competencia
L983141983151983150983137983154983140983151 L983283983152983141983162 L983157983146983265983150 Doctor en arqueologiacutea por la Univer-
sidad de Pariacutes e investigador del Museo del Templo Mayor 983145983150983137983144
Ha recibido en dos ocasiones el Premio del Comiteacute Mexicano
de Ciencias Histoacutericas ademaacutes del Premio de Investigacioacuten en
Ciencias Sociales de la Academia Mexicana de Ciencias Arqueoacute-
logo de campo ha incursionado en los uacuteltimos antildeos en la historia
de esa disciplina en nuestro paiacutes
Instrumentos
musicales
Laacutemina 43
P983265983143983145983150983137 983155983145983143983157983145983141983150983156983141
Coatlicue
Laacutemina 50
P983265983143983145983150983137983155 983091983090-983091983091
Reconstitucioacuten
geomeacutetrica de la
Piraacutemide de los
Nichos de El Tajiacuten
Laacutemina 37
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32 33
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24 25
Podemos suponer que Nebel tuvo su primer
contacto significativo con el pasado mesoamerica-
no en la Plaza de Armas de la capital lugar donde
habiacutean sido exhumadas la Piedra del Sol y la Coa-
tlicue en el no muy lejano antildeo de 1790 Como es
bien sabido tras su descubrimiento fortuito y hasta
1885 el primero de estos monolitos estuvo expuesto
puacuteblicamente al pie de la torre oeste de la catedral
como puede verse en las laacuteminas 3 y 4 de su aacutelbum
Imaginemos por tanto al artista frente al ldquoZodia-
cordquo de 24 toneladas tratando de captar su compleja
iconografiacutea Su preocupacioacuten por el maacutes miacutenimo
detalle tuvo como resultado uacuteltimo la laacutemina 49 desu Voyage pittoresque et archeacuteologiquehellip Incurrioacute
alliacute en poquiacutesimos errores de apreciacioacuten siendo
quizaacute el maacutes notorio el relativo a la fecha 11-Mono
la cual quedoacute transfigurada en un rostro humano
seguido de seis ciacuterculos Auacuten asiacute esta litografiacutea era
infinitamente maacutes precisa que el grabado en cobre
de Francisco Aguumlera dado a conocer en 1792 en
la Descripcioacuten histoacuterica y cronoloacutegica de las dos pie-
drashellip de Antonio de Leoacuten y Gama y reproducido
por Humboldt en 1810 en sus Vues des cordillegravereshellip
Nebel complementoacute la imagen de la Piedra del Sol
con un texto basado en la obra de Leacuteon y Gama
siguiendo sus aciertos y errores en relacioacuten con el
significado cosmogoacutenico del monumento y de sus
supuestas funciones como reloj solar y marcador
de pasos equinocciales solsticiales y cenitales En
realmente pocas ocasiones Nebel se aventuroacute a dar
sus propias opiniones por ejemplo cuando sentildea-
loacute que las dos serpientes de fuego que enmarcan el
disco representan al tiempo devorando a las gene-
raciones humanas
Nebel tambieacuten debioacute haber pasado largas
jornadas de trabajo en el hoy desaparecido primer
edificio del Museo Nacional En el patio central
analizoacute con la mirada y con el trazo a la Coatli-
cue y encontroacute en ella rasgos de ldquoterror y espantordquo
propios de lo que llamoacute una ldquograciosa trinidadrdquo in-
tegrada por las divinidades de la guerra la muer-
te y el infierno Para el texto de su aacutelbum se basoacutenuevamente en las explicaciones de Leacuteon y Gama
y realizoacute un dibujo de gran formato (que puede
apreciarse en la laacutemina 50 de su aacutelbum reproduci-
da en la paacutegina 31 de esta edicioacuten) en el que como
bien lo notara Justino Fernaacutendez hay leves equivo-
caciones en las figuras del craacuteneo y la s erpiente que
desciende entre las piernas de la diosa Junto a la
Coatlicue el alemaacuten se topoacute con la mole ciliacutendrica
de la Piedra de Tiacutezoc de la cual ilustroacute acuciosa-
mente el disco solar de la cara superior (laacutemina 46)
dos secciones con el desarrollo de las quince esce-
nas de conquista llevadas a cabo hasta el gobierno
del seacuteptimo tlatoani mexica (laacutemina 45 en las paacutegi-
nas 24 y 25 de este ejemplar) ademaacutes de un detalle
en gran formato de la sujecioacuten de Chalco (laacutemina
44) En sus explicaciones de dichas laacuteminas el ale-
Escenas de la
Conquista de la
piedra de Tiacutezoc
Laacutemina 45
maacuten duda de que la Piedra de Tiacutezoc hubiera sido
empleada en el sacrificio gladiatorio tal y como lo
suponiacutean sus antecesores Al mismo tiempo iden-
tifica de manera correcta los glifos toponiacutemicos
como ldquoarmas o banderas de las nacionesrdquo y a la efi-
gie de Tiacutezoc como un ldquojefe o gran personajerdquo que
porta un casco maacutes lujoso Sin embargo confunde
el propulsor de los guerreros vencidos con flores
o ramos que eacutestos presentan a sus captores como
signo de sumisioacuten
Otro tema que tambieacuten atrajo la atencioacuten
de Nebel en el Museo Nacional fue el de la muacutesica
En la laacutemina 43 del aacutelbum dibujoacute dos teponaztlisque Guillermo Dupaix y Luciano Castantildeeda ha-
biacutean registrado en 1807 del otro lado de la Sierra
Nevada durante la Real Expedicioacuten Anticuaria
por la Nueva Espantildea Ambos instrumentos fue-
ron llevados a la capital en 1819 por sugerencia
de Fausto Elhuyar y tras la consumacioacuten de la
Independencia llegaron al museo El primer tam-
bor es de nogal procede de la ciudad de Tlaxcala
y representa a un guerrero Conservado hoy en
la Sala Mexica fue considerado por Daniel Cas-
tantildeeda y Vicente T Mendoza como ldquoel ejemplar
maacutes hermoso que posee el Museo Nacional de
mejor conservacioacuten de sonidos maacutes puros y de
sonoridad perfectardquo El segundo tambor de Tepo-
yango Tlaxcala (en la paacutegina 23 de este nuacuteme-
ro) tiene grabada la fecha 5-Casa (Nebel dibujoacute
equivocadamente en eacutel una fecha 4-Casa) quizaacutes
aludiendo al antildeo 1519 de nuestra era Brantz Ma-
yer todaviacutea llegoacute a ver este teponaztli en el museo
en 1841 pero luego en fecha desconocida fue
sustraiacutedo iliacutecitamente para reaparecer en 1928 en
las listas de nuevas adquisiciones del Museum of
the American Indian Heye Fondation de Nueva
York Esto explica por queacute hoy diacutea se localiza en
el National Museum of the American Indian de
Washington Finalmente en la misma laacutemina del
aacutelbum se muestran otros instrumentos ceraacutemicos
de viento (en la p aacutegina 30 de esta edicioacuten) Todos
ellos datan del Posclaacutesico tardiacuteo (1325-1521 d C)y proceden del centro de Meacutexico una flauta tubu-
lar transversa con un orificio de digitacioacuten una
flauta globular con un orificio de digitacioacuten un
silbato y dos flautas tubulares con campanas en
forma de flor y cuatro orificios de digitacioacuten
Atraiacutedo por el coleccionismo
Tan pronto llegoacute a Meacutexico Nebel entroacute en contac-
to con un ciacuterculo de aficionados a las antiguumleda-
des integrado por el suizo Lukas Vischer el aus-
triaco Freacutedeacuteric Waldeck y los germanos Maximi-
lian Franck Carl Uhde y Johann Moritz Rugen-
das Estos extranjeros habiacutean seguido el ejemplo
de diletantes locales como Luciano Castantildeeda el
conde de Pentildeasco y la marquesa de Selva Nevada
amasando sus propias colecciones Acostumbra-
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ban venderse piezas ar-
queoloacutegicas entre siacute y ha-
cerse preacutestamos tempora-
les para dibujarlas Aunque
Nebel era mucho menor que
la mayoriacutea debioacute integrarse
raacutepidamente al grupo pues com-
partiacutea con ellos el alemaacuten como len-
gua materna y aptitudes artiacutesticas
Existen testimonios fehacientes de
que Nebel entabloacute con Waldeck una intensa re-lacioacuten de colaboracioacuten a la vez que de competencia
relacioacuten que se prolongariacutea maacutes allaacute de la estancia
de ambos en nuestro paiacutes Dentro de una serie de
intercambios de objetos sabemos que Nebel solici-
toacute prestados a Waldeck su coyote y su ldquoTonatiuh (o
Apolo)rdquo A cambio le llevoacute al austriaco una burda
falsificacioacuten de ceraacutemica inspirada en la Piedra del
Sol al parecer con el aacutenimo de gastarle una mala
broma De igual manera Nebel pintoacute esculturas
pertenecientes al gabinete de Vischer un bloque en
serpentina que representaba ldquolas armas de Tezcucordquo
y la excepcional efigie texcocana de Xipe Toacutetec (laacute-
mina 48 en la paacutegina 71 de esta edicioacuten) que hoy
se encuentra en el Museum der Kulturen de Basilea
De eacutesta Nebel sentildealoacute con ojo perspicaz que repre-
sentaba a un sacerdote vestido con una piel humanadurante la veintena de Tlacaxipehualiztli
Nebel gustaba de coleccionar pequentildeos
objetos arqueoloacutegicos producidos en serie tales
como cabecitas teotihuacanas (figura 49) y figuri-
llas y sellos aztecas (laacuteminas 46-48) En su aacutelbum
incluyoacute muchos de ellos ldquopara demostrar el grado
de perfeccioacuten que [los antiguos mexicanos] habiacutean
adquirido en este ramo del arte plaacutesticordquo Alliacute vin-
culoacute las figurillas con dioses sacerdotes y guerre-
ros aunque no siempre de manera correcta pues
confundiacutea por ejemplo a Eheacutecatl con Tonatiuh y
a Xochiqueacutetzal con Coatlicue Cerca de su muerte
Nebel legoacute a un individuo de apellido Lohse un
total de 28 piezas de ceraacutemica dos de piedra y dos
de hueso Con el tiempo el magro conjunto pasoacute
a manos de su hija la s entildeora Lohse-Boudet quienen 1935 lo donoacute al Museacutee drsquoEthnographie du Tro-
cadeacutero Hace apenas un par de antildeos este lote fue
integrado a las colecciones del flamante Museacutee du
quai Branly de este conjunto Nebel plasmoacute dos
figurillas antropomorfas en su laacutemina 46 dos en
su laacutemina 47 y una maacutes en su laacutemina 48
Al otro lado de las montantildeas
Nuevos horizontes se abrieron al joven alemaacuten
cuando dejoacute la ciudad de Meacutexico para trascender
la Sierra Nevada y el Ajusco En Cholula pudo rea-
lizar una romaacutentica estampa del Tlachihualteacutepetl o
ldquocerro hecho a manordquo cuyas cicloacutepeas dimensiones
son uacutenicas en Meacutexico (laacutemina 12 en las paacuteginas
4 y 5 de esta edicioacuten) Iniciada su construccioacuten en
el Preclaacutesico esta piraacutemide estaba dedicada a la
llegada de los espantildeoles a Chicnahuiquiaacutehuitl (ldquo9-
Lluviardquo) divinidad a la que los indiacutegenas sacrifi-
caban nintildeos a cambio de lluvias En comparacioacuten
con los grabados maacutes antiguos de Humboldt y de
Castantildeeda la litografiacutea de Nebel es bastante fiel a
la realidad La vista fue tomada desde un peque-
ntildeo montiacuteculo prehispaacutenico mdashconocido hoy como
Cerro Cocoyomdash que se encuentra justo al p onien-te y estaacute completamente rodeado por la p oblacioacuten
actual Nebel plasmoacute el monumento con su aspec-
to de cerro natural en medio de un cielo vaporo-
so y coronado por la iglesia de Nuestra Sentildeora de
los Remedios entonces carente de su torre sur A
la izquierda y en uacuteltimo plano se adivina el pico
nevado de La Malinche y las siluetas de Puebla
En 1831 Nebel visitoacute las ruinas de Xochical-
co sitio epiclaacutesico (650-900 dC) cuya existencia
fue tempranamente notificada por fray Bernardino
de Sahaguacuten (ca 1580) y Fernando de Alva Ixtilxoacute-
chitl (1611) Aunque el alemaacuten nunca menciona
sus fuentes de informacioacuten es evidente que para su
aacutelbum se valioacute profusamente del artiacuteculo de Joseph
Antonio Alzate de 1791 quien habiacutea emprendido
una expedicioacuten al sitio morelense en 1777 y otraen 1784 Lo anterior queda patente en la laacutemina 29
(paacutegina 27 de este volumen) donde Nebel recons-
truye hipoteacuteticamente el Templo de las Serpientes
Emplumadas para lo cual se inspira en la propuesta
del sabio novohispano de que la piraacutemide contaba
en un origen con cinco cuerpos superpuestos Auacuten
asiacute no podemos negar al alemaacuten la gloria de haber
sugerido por primera ocasioacuten que el famoso Ob-
servatorio subterraacuteneo de Xochicalco fungiacutea como
marcador cenital y sobre todo el haber hecho las
litografiacuteas maacutes bellas en la historia del sitio
Para su laacutemina 28 Nebel seleccionoacute la es-
quina noroeste del Templo de las Serpientes Em-
plumadas sin duda el aacutengulo maacutes agraciado de
este edificio que fuera reconstruido por Leopoldo
Batres en 1909 Se trata de la misma esquina dibu- jada por Waldeck y Adela Breton y fotografiada
por Leopoldo Batres y Antonio Pentildeafiel En su lito-
grafiacutea Nebel completoacute bloques y relieves faltantes
eliminoacute escombros antildeadioacute palmeras y omitioacute la
escalinata como si no existiera la mitad meridio-
nal del templo La escala sentildealada por cuatro bien
figurados visitantes hace suponer engantildeosamente
que la construccioacuten posee una altura un 30 por
ciento mayor a lo que en realidad tiene (esta ima-
gen puede verse en la paacutegina 27 de esta edicioacuten)
Nebel ilustroacute tambieacuten detalles de los ba-
jorrelieves tallados en los bloques de poacuterfido
traquiacutetico del templo y reconocioacute en ellos per-
Piedra de
Sacrificio (detalle)
Laacutemina 46
Cabecitas
teotihuacanas
Laacutemina 49
Templo de las Serpientes emplumadas de Xochicalco
sus ruinas (arriba) y su reconstruccioacuten hipoteacutetica (sobre estas liacuteneas)
laacuteminas 28 y 29
Probablemente Carl Nebel basoacute la reconstruccioacuten hipoteacutetica de esta edificacioacuten
en el dibujo hecho por Alzate (derecha) y publicado en la Gazeta de Literatura en 1791
Biblioteca Nacional de Antropologiacutea e Historia
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28 29
sonajes similares a los de Palenque lo que signi-
fica que cuando redactoacute los textos tuvo acceso a
la publicacioacuten de Del Riacuteo o a las de Dupaix La
laacutemina 25 nos muestra a uno de los personajes
inferiores del talud sur mdash9831379831552 o 9831379831558 en la nomen-clatura de Virginia Smith (ver su publicacioacuten del
antildeo 2000)mdash pero transformoacute las viacutergulas de la
palabra en largas plumas la cabeza de reptil del
tocado en motivos vegetales y el caracol cortado
en una suerte de apoyo De manera correlativa en
la laacutemina 24 representoacute a uno de los personajes de
los tableros pero fusionoacute los elementos de 9831569831591
9831569831592 y 9831569831504 en la mencionada nomenclatura Alliacute
el tocado en forma de glifo del antildeo se convierte
en un gorro coacutenico de varios niveles con una ser-
piente como adorno las anteojeras se tornan en
gafas y desaparecen los dientes de la mandiacutebula
y las viacutergulas
Explorando Veracruz y Zacatecas
Durante meses Nebel buscoacute en el gobierno mexi-
cano y en potenciales suscriptores los recursos
necesarios para su tan anhelado viaje a Palenque
Pero a diferencia del gran eco que obtuvo Waldecktodos los esfuerzos de Nebel fueron en vano Entre
ellos no logroacute vender sus dibujos arqueoloacutegicos al
coacutensul de Prusia pues a eacuteste le parecioacute excesiva la
suma de diez mil piastras que Nebel habiacutea fijado
Asiacute al joven arquitecto no le quedoacute maacutes remedio
que anunciar a la Socieacuteteacute de Geacuteographie el 30 de
diciembre de 1831 nuevamente por viacutea de Co-
chelet que se retiraba en definitiva de la liza Poco
antes o poco despueacutes de tomar esta triste decisioacuten
Nebel realizoacute una expedicioacuten a los densos bosques
tropicales del Totonacapan veracruzano viaje que
le implicoacute un gasto de 1 200 pesos y una terrible
enfermedad Uno de los lugares visitados fue Ma-
Flanco occidental
del Cerro de
los edificios en
La Quemada
ZacatecasLaacutemina 21
pilca en el municipio de Tecolutla sitio a
rqueoloacute-
gico bautizado con el nuacutemero 101 en la relacioacuten
de Joseacute Garciacutea Payoacuten Como motivo principal la
laacutemina 39 de su Voyage pittoresque et archeacuteologi-
quehellip nos muestra un bloque tallado en el tiacutepicoestilo de El Tajiacuten lo que hariacutea contemporaacuteneo
a Mapilca con este sitio En sus notas Nebel
registroacute la presencia de varias piraacutemides y pi-
sos empedrados A esto debemos sumar las
20 casas (una de 70 pasos de largo y diez pies
de alto) que contaron el doctor G Schiede
de Cassel y el sentildeor Deppe quienes reco-
rrieron el mismo lugar a fines de 1828 o
principios de 1829
De Mapilca Nebel se dirigioacute hacia el noroes-
te y atravesoacute el riacuteo Tecolutla para llegar a El Tajiacuten
De inmediato ordenoacute cortar los aacuterboles que creciacutean
en torno a la Piraacutemide de los Nichos para elaborar
Plano de La Quemada Zacatecas
Laacutemina 23
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la que es sin duda la litografiacutea maacutes espectacular
de su aacutelbum (laacutemina 37 en las paacuteginas 32 y 33 de
esta edicioacuten) Pintoacute una reconstitucioacuten geomeacutetrica
de la fachada oriental (sin desplomes ni faltantes
aunque con una rara escalinata) con el fin de que
el interesado pudiera obtener medidas exactas de
cualquier elemento arquitectoacutenico a partir de la
litografiacutea Por ello los nichos de lajas de arenisca
emergen esplendorosamente de entre una exube-
rante vegetacioacuten y se superponen con elegancia
hasta casi alcanzar los 25 metros de altura En elescrito explicativo es clara la intencioacuten de Nebel
por hacerse pasar como el descubridor de esta ma-
jestuosa urbe cuyo apogeo acontecioacute entre el 750
y el 950 dC Nos dice ldquoAunque mencionada por
el baroacuten de Humboldt y otros[hellip] nunca ha sido
dibujada ni auacuten se ha tenido una relacioacuten exacta
sobre ella Conocida soacutelo de reputacioacuten nadie la
ha visto excepto algunos indios de las inmediacio-
nesrdquo Lejos de ello un artiacuteculo anoacutenimo publicado
en la antigua Gazeta de Meacutexico nos da conocer que
Diego Ruiz cabo de la ronda del tabaco de la juris-
diccioacuten de Papantla se habiacutea topado con la Piraacute-
mide de los Nichos en marzo de 1785 durante una
inspeccioacuten en busca de plantiacuteos clandestinos Di-
cho artiacuteculo contiene una detallada descripcioacuten del
monumento y estaacute acompantildeado de un grabado encobre firmado por un tal Garciacutea Luego en 1804 la
informacioacuten de Ruiz y una copia del grabado refe-
rido es dada a conocer en Europa por el jesuita Pe-
dro Joseacute Maacuterquez en sus Due antichi monumentihellip
A lo anterior debemos sumar que Dupaix visitoacute El
Tajiacuten en alguacuten momento anterior a 1805 pero por
desgracia sus apuntes y dibujos se extraviaron
Lo que siacute descubrioacute Nebel durante la misma
expedicioacuten fue Tuzapan sitio del Posclaacutesico tardiacuteo
(1200-1521 dC) que pocos han visitado (en la paacute-
gina 20 de este nuacutemero) A pesar de que todaviacutea
hay quien lo considera perdido este centro estaacute
bien ubicado sobre el mapa Se localiza en las cer-
caniacuteas del pueblo de Chicualoque en el municipio
de Coyutla que estaacute frontero al estado de Puebla
Denominado con el nuacutemero 68 en la relacioacuten deGarciacutea Payoacuten Tuzapan se levanta sobre una mesa
ubicada a unos kiloacutemetros de distancia del curso
del riacuteo San Marcos-Cazones Fue inspeccionado
por Wilfrido DuSolier y Enrique Juan Palacios en
febrero de 1939 y por Humberto Besso-Oberto en
1987 En la actualidad estaacute siendo estudiado por la
arqueoacuteloga Mariacutea Rosa Avilez Gracias a ella sa-
bemos que el denso bosque dibujado por Nebel en
la laacutemina 34 ha sido talado para cultivar cafeacute e in-
troducir ganado Obviamente esto ha acelerado el
saqueo y la destruccioacuten de sus templos juegos de
pelota murallas aljibes y canales razoacuten por la que
urge su salvaguardia La piraacutemide principal mdashde
cuatro cuerpos que suman 75 metros de alto y una
escalinata hacia el ponientemdash tampoco conserva
el techo de la capilla que se observa en la litogra-
fiacutea Ha desaparecido asimismo la imagen de Chal-
chiuhtlicue tallada en la roca viva y que haciacutea las
veces de surtidor (laacutemina 35)
La uacuteltima visita arqueoloacutegica consignada
en el Voyage pittoresque et archeacuteologiquehellip es laque Nebel emprendiera a la ciudad epiclaacutesica de
La Quemada en el estado de Zacatecas Aprove-
choacute para ello una estancia en la mina argentiacutefera
inglesa de Veta Grande donde el prusiano Joseph
Burkart teniacutea el cargo de director de labores y el
franco-alemaacuten Carl de Berghes era el supervisor
de las actividades de construccioacuten y fundicioacuten Los
dos ingenieros no soacutelo conociacutean a la perfeccioacuten las
ruinas de La Quemada sino que habiacutean redactado
extensas descripciones hecho vistas de sus monu-
mentos levantado planos y realizado excavaciones
Con estos guiacuteas de excepcioacuten Nebel arriboacute
a La Quemada e ilustroacute el majestuoso flanco occi-
dental del llamado ldquoCerro de los Edificiosrdquo (laacutemina
21 en las paacuteginas 28 y 29 de esta edicioacuten) Se adi-
vinan en su litografiacutea las grandes cortinas de tobarioliacutetica que forran las laderas del cerro asiacute como
las terrazas escalonadas que van desde la Acroacute-
polis al sur hasta la Ciudadela al norte Seguacuten
Nebel la primera cumpliacutea funciones sacerdotales
y la segunda militares La siguiente imagen repre-
senta el quinto nivel de la Acroacutepolis tambieacuten co-
nocido como la ldquoPlaza de los Sacrificiosrdquo (laacutemina
22) En este lugar se encuentran una tiacutepica plaza
hundida ocupada al centro por un altar y rodea-
da por grandes cuartos y un bas amento piramidal
de cinco cuerpos De manera interesante en la
litografiacutea se observa un individuo blandiendo un
pico quizaacute en alusioacuten a las exploraciones encarga-
Personaje de Xochicalco
Laacutemina 24
das a Berghes entre
1832 y 1834 por el gobernador
Francisco Garciacutea Salinas
Por uacuteltimo la laacutemina 23 (en la paacutegina 29 de
este nuacutemero) reproduce el tercero de cuatro planos
que Berghes levantara del sitio zacatecano entre
1830 y 1856 dos de los cuales por cierto se con-
servan hoy en la Mapoteca Manuel Orozco y Be-
rra El copiado por Nebel se basa en el segundo
plano de Berghes aunque es un poco
maacutes preciso en lo referente a la to-
pografiacutea los agrupamientos de lasedificaciones y el trazo de las viacuteas
internas
Un veredicto decepcionante
Sucesivos voluacutemenes del Bulletin
nos dan a conocer por un lado
que Carl Nebel fue aceptado como
miembro de la Socieacuteteacute de Geacuteogra-
phie el 20 de diciembre de 1833 y
por el otro que el cierre del con-
curso se difirioacute en dos ocasiones
maacutes El tan ansiado fallo fue no-
tificado hasta abril de 1836 Entre
otras muchas cosas la comisioacuten
lamentoacute en una comunicacioacuten que
el ldquohaacutebil sentildeor Nebel no haya podi-do acompantildear al sentildeor Waldeck en
todas estas excursiones Los talentos
reunidos del arquitecto y del pintor
habriacutean sido suficientes para esta
inmensa tareardquo Calificoacute sus dibujos
de La Quemada como ldquocuidadosos y
acabadosrdquo y deploroacute que nadie de la
calidad del alemaacuten hubiera viajado a
Guatemala De manera tajante juzgoacute
que ninguno de los participantes habiacutea cumplido
con los requisitos y que por lo mismo el concur-
so se postergaba por uacuteltima ocasioacuten hasta el 31 de
diciembre de 1839 elevaacutendose el valor de la meda-
lla a 3 000 francos Como premio de consolacioacuten
se otorgaron medallas de plata a Baradegravere y Lord
Kingsborough por sus respectivas ediciones dela expedicioacuten a Palenque de Dupaix y Castantildeeda
Galindo recibioacute otra medalla de plata Waldeck y
Corroy se hicieron acreedores a sendas medallas de
bronce y Warden a un agradecimiento por publi-
car el reporte de Del Riacuteo en franceacutes En 1840 como
era de esperarse el premio fue declarado desierto y
con ello se puso punto final a la competencia
L983141983151983150983137983154983140983151 L983283983152983141983162 L983157983146983265983150 Doctor en arqueologiacutea por la Univer-
sidad de Pariacutes e investigador del Museo del Templo Mayor 983145983150983137983144
Ha recibido en dos ocasiones el Premio del Comiteacute Mexicano
de Ciencias Histoacutericas ademaacutes del Premio de Investigacioacuten en
Ciencias Sociales de la Academia Mexicana de Ciencias Arqueoacute-
logo de campo ha incursionado en los uacuteltimos antildeos en la historia
de esa disciplina en nuestro paiacutes
Instrumentos
musicales
Laacutemina 43
P983265983143983145983150983137 983155983145983143983157983145983141983150983156983141
Coatlicue
Laacutemina 50
P983265983143983145983150983137983155 983091983090-983091983091
Reconstitucioacuten
geomeacutetrica de la
Piraacutemide de los
Nichos de El Tajiacuten
Laacutemina 37
7242019 Arqueologia Mexicana de Nebel
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32 33
7242019 Arqueologia Mexicana de Nebel
httpslidepdfcomreaderfullarqueologia-mexicana-de-nebel 47
26 27
ban venderse piezas ar-
queoloacutegicas entre siacute y ha-
cerse preacutestamos tempora-
les para dibujarlas Aunque
Nebel era mucho menor que
la mayoriacutea debioacute integrarse
raacutepidamente al grupo pues com-
partiacutea con ellos el alemaacuten como len-
gua materna y aptitudes artiacutesticas
Existen testimonios fehacientes de
que Nebel entabloacute con Waldeck una intensa re-lacioacuten de colaboracioacuten a la vez que de competencia
relacioacuten que se prolongariacutea maacutes allaacute de la estancia
de ambos en nuestro paiacutes Dentro de una serie de
intercambios de objetos sabemos que Nebel solici-
toacute prestados a Waldeck su coyote y su ldquoTonatiuh (o
Apolo)rdquo A cambio le llevoacute al austriaco una burda
falsificacioacuten de ceraacutemica inspirada en la Piedra del
Sol al parecer con el aacutenimo de gastarle una mala
broma De igual manera Nebel pintoacute esculturas
pertenecientes al gabinete de Vischer un bloque en
serpentina que representaba ldquolas armas de Tezcucordquo
y la excepcional efigie texcocana de Xipe Toacutetec (laacute-
mina 48 en la paacutegina 71 de esta edicioacuten) que hoy
se encuentra en el Museum der Kulturen de Basilea
De eacutesta Nebel sentildealoacute con ojo perspicaz que repre-
sentaba a un sacerdote vestido con una piel humanadurante la veintena de Tlacaxipehualiztli
Nebel gustaba de coleccionar pequentildeos
objetos arqueoloacutegicos producidos en serie tales
como cabecitas teotihuacanas (figura 49) y figuri-
llas y sellos aztecas (laacuteminas 46-48) En su aacutelbum
incluyoacute muchos de ellos ldquopara demostrar el grado
de perfeccioacuten que [los antiguos mexicanos] habiacutean
adquirido en este ramo del arte plaacutesticordquo Alliacute vin-
culoacute las figurillas con dioses sacerdotes y guerre-
ros aunque no siempre de manera correcta pues
confundiacutea por ejemplo a Eheacutecatl con Tonatiuh y
a Xochiqueacutetzal con Coatlicue Cerca de su muerte
Nebel legoacute a un individuo de apellido Lohse un
total de 28 piezas de ceraacutemica dos de piedra y dos
de hueso Con el tiempo el magro conjunto pasoacute
a manos de su hija la s entildeora Lohse-Boudet quienen 1935 lo donoacute al Museacutee drsquoEthnographie du Tro-
cadeacutero Hace apenas un par de antildeos este lote fue
integrado a las colecciones del flamante Museacutee du
quai Branly de este conjunto Nebel plasmoacute dos
figurillas antropomorfas en su laacutemina 46 dos en
su laacutemina 47 y una maacutes en su laacutemina 48
Al otro lado de las montantildeas
Nuevos horizontes se abrieron al joven alemaacuten
cuando dejoacute la ciudad de Meacutexico para trascender
la Sierra Nevada y el Ajusco En Cholula pudo rea-
lizar una romaacutentica estampa del Tlachihualteacutepetl o
ldquocerro hecho a manordquo cuyas cicloacutepeas dimensiones
son uacutenicas en Meacutexico (laacutemina 12 en las paacuteginas
4 y 5 de esta edicioacuten) Iniciada su construccioacuten en
el Preclaacutesico esta piraacutemide estaba dedicada a la
llegada de los espantildeoles a Chicnahuiquiaacutehuitl (ldquo9-
Lluviardquo) divinidad a la que los indiacutegenas sacrifi-
caban nintildeos a cambio de lluvias En comparacioacuten
con los grabados maacutes antiguos de Humboldt y de
Castantildeeda la litografiacutea de Nebel es bastante fiel a
la realidad La vista fue tomada desde un peque-
ntildeo montiacuteculo prehispaacutenico mdashconocido hoy como
Cerro Cocoyomdash que se encuentra justo al p onien-te y estaacute completamente rodeado por la p oblacioacuten
actual Nebel plasmoacute el monumento con su aspec-
to de cerro natural en medio de un cielo vaporo-
so y coronado por la iglesia de Nuestra Sentildeora de
los Remedios entonces carente de su torre sur A
la izquierda y en uacuteltimo plano se adivina el pico
nevado de La Malinche y las siluetas de Puebla
En 1831 Nebel visitoacute las ruinas de Xochical-
co sitio epiclaacutesico (650-900 dC) cuya existencia
fue tempranamente notificada por fray Bernardino
de Sahaguacuten (ca 1580) y Fernando de Alva Ixtilxoacute-
chitl (1611) Aunque el alemaacuten nunca menciona
sus fuentes de informacioacuten es evidente que para su
aacutelbum se valioacute profusamente del artiacuteculo de Joseph
Antonio Alzate de 1791 quien habiacutea emprendido
una expedicioacuten al sitio morelense en 1777 y otraen 1784 Lo anterior queda patente en la laacutemina 29
(paacutegina 27 de este volumen) donde Nebel recons-
truye hipoteacuteticamente el Templo de las Serpientes
Emplumadas para lo cual se inspira en la propuesta
del sabio novohispano de que la piraacutemide contaba
en un origen con cinco cuerpos superpuestos Auacuten
asiacute no podemos negar al alemaacuten la gloria de haber
sugerido por primera ocasioacuten que el famoso Ob-
servatorio subterraacuteneo de Xochicalco fungiacutea como
marcador cenital y sobre todo el haber hecho las
litografiacuteas maacutes bellas en la historia del sitio
Para su laacutemina 28 Nebel seleccionoacute la es-
quina noroeste del Templo de las Serpientes Em-
plumadas sin duda el aacutengulo maacutes agraciado de
este edificio que fuera reconstruido por Leopoldo
Batres en 1909 Se trata de la misma esquina dibu- jada por Waldeck y Adela Breton y fotografiada
por Leopoldo Batres y Antonio Pentildeafiel En su lito-
grafiacutea Nebel completoacute bloques y relieves faltantes
eliminoacute escombros antildeadioacute palmeras y omitioacute la
escalinata como si no existiera la mitad meridio-
nal del templo La escala sentildealada por cuatro bien
figurados visitantes hace suponer engantildeosamente
que la construccioacuten posee una altura un 30 por
ciento mayor a lo que en realidad tiene (esta ima-
gen puede verse en la paacutegina 27 de esta edicioacuten)
Nebel ilustroacute tambieacuten detalles de los ba-
jorrelieves tallados en los bloques de poacuterfido
traquiacutetico del templo y reconocioacute en ellos per-
Piedra de
Sacrificio (detalle)
Laacutemina 46
Cabecitas
teotihuacanas
Laacutemina 49
Templo de las Serpientes emplumadas de Xochicalco
sus ruinas (arriba) y su reconstruccioacuten hipoteacutetica (sobre estas liacuteneas)
laacuteminas 28 y 29
Probablemente Carl Nebel basoacute la reconstruccioacuten hipoteacutetica de esta edificacioacuten
en el dibujo hecho por Alzate (derecha) y publicado en la Gazeta de Literatura en 1791
Biblioteca Nacional de Antropologiacutea e Historia
7242019 Arqueologia Mexicana de Nebel
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28 29
sonajes similares a los de Palenque lo que signi-
fica que cuando redactoacute los textos tuvo acceso a
la publicacioacuten de Del Riacuteo o a las de Dupaix La
laacutemina 25 nos muestra a uno de los personajes
inferiores del talud sur mdash9831379831552 o 9831379831558 en la nomen-clatura de Virginia Smith (ver su publicacioacuten del
antildeo 2000)mdash pero transformoacute las viacutergulas de la
palabra en largas plumas la cabeza de reptil del
tocado en motivos vegetales y el caracol cortado
en una suerte de apoyo De manera correlativa en
la laacutemina 24 representoacute a uno de los personajes de
los tableros pero fusionoacute los elementos de 9831569831591
9831569831592 y 9831569831504 en la mencionada nomenclatura Alliacute
el tocado en forma de glifo del antildeo se convierte
en un gorro coacutenico de varios niveles con una ser-
piente como adorno las anteojeras se tornan en
gafas y desaparecen los dientes de la mandiacutebula
y las viacutergulas
Explorando Veracruz y Zacatecas
Durante meses Nebel buscoacute en el gobierno mexi-
cano y en potenciales suscriptores los recursos
necesarios para su tan anhelado viaje a Palenque
Pero a diferencia del gran eco que obtuvo Waldecktodos los esfuerzos de Nebel fueron en vano Entre
ellos no logroacute vender sus dibujos arqueoloacutegicos al
coacutensul de Prusia pues a eacuteste le parecioacute excesiva la
suma de diez mil piastras que Nebel habiacutea fijado
Asiacute al joven arquitecto no le quedoacute maacutes remedio
que anunciar a la Socieacuteteacute de Geacuteographie el 30 de
diciembre de 1831 nuevamente por viacutea de Co-
chelet que se retiraba en definitiva de la liza Poco
antes o poco despueacutes de tomar esta triste decisioacuten
Nebel realizoacute una expedicioacuten a los densos bosques
tropicales del Totonacapan veracruzano viaje que
le implicoacute un gasto de 1 200 pesos y una terrible
enfermedad Uno de los lugares visitados fue Ma-
Flanco occidental
del Cerro de
los edificios en
La Quemada
ZacatecasLaacutemina 21
pilca en el municipio de Tecolutla sitio a
rqueoloacute-
gico bautizado con el nuacutemero 101 en la relacioacuten
de Joseacute Garciacutea Payoacuten Como motivo principal la
laacutemina 39 de su Voyage pittoresque et archeacuteologi-
quehellip nos muestra un bloque tallado en el tiacutepicoestilo de El Tajiacuten lo que hariacutea contemporaacuteneo
a Mapilca con este sitio En sus notas Nebel
registroacute la presencia de varias piraacutemides y pi-
sos empedrados A esto debemos sumar las
20 casas (una de 70 pasos de largo y diez pies
de alto) que contaron el doctor G Schiede
de Cassel y el sentildeor Deppe quienes reco-
rrieron el mismo lugar a fines de 1828 o
principios de 1829
De Mapilca Nebel se dirigioacute hacia el noroes-
te y atravesoacute el riacuteo Tecolutla para llegar a El Tajiacuten
De inmediato ordenoacute cortar los aacuterboles que creciacutean
en torno a la Piraacutemide de los Nichos para elaborar
Plano de La Quemada Zacatecas
Laacutemina 23
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30 31
la que es sin duda la litografiacutea maacutes espectacular
de su aacutelbum (laacutemina 37 en las paacuteginas 32 y 33 de
esta edicioacuten) Pintoacute una reconstitucioacuten geomeacutetrica
de la fachada oriental (sin desplomes ni faltantes
aunque con una rara escalinata) con el fin de que
el interesado pudiera obtener medidas exactas de
cualquier elemento arquitectoacutenico a partir de la
litografiacutea Por ello los nichos de lajas de arenisca
emergen esplendorosamente de entre una exube-
rante vegetacioacuten y se superponen con elegancia
hasta casi alcanzar los 25 metros de altura En elescrito explicativo es clara la intencioacuten de Nebel
por hacerse pasar como el descubridor de esta ma-
jestuosa urbe cuyo apogeo acontecioacute entre el 750
y el 950 dC Nos dice ldquoAunque mencionada por
el baroacuten de Humboldt y otros[hellip] nunca ha sido
dibujada ni auacuten se ha tenido una relacioacuten exacta
sobre ella Conocida soacutelo de reputacioacuten nadie la
ha visto excepto algunos indios de las inmediacio-
nesrdquo Lejos de ello un artiacuteculo anoacutenimo publicado
en la antigua Gazeta de Meacutexico nos da conocer que
Diego Ruiz cabo de la ronda del tabaco de la juris-
diccioacuten de Papantla se habiacutea topado con la Piraacute-
mide de los Nichos en marzo de 1785 durante una
inspeccioacuten en busca de plantiacuteos clandestinos Di-
cho artiacuteculo contiene una detallada descripcioacuten del
monumento y estaacute acompantildeado de un grabado encobre firmado por un tal Garciacutea Luego en 1804 la
informacioacuten de Ruiz y una copia del grabado refe-
rido es dada a conocer en Europa por el jesuita Pe-
dro Joseacute Maacuterquez en sus Due antichi monumentihellip
A lo anterior debemos sumar que Dupaix visitoacute El
Tajiacuten en alguacuten momento anterior a 1805 pero por
desgracia sus apuntes y dibujos se extraviaron
Lo que siacute descubrioacute Nebel durante la misma
expedicioacuten fue Tuzapan sitio del Posclaacutesico tardiacuteo
(1200-1521 dC) que pocos han visitado (en la paacute-
gina 20 de este nuacutemero) A pesar de que todaviacutea
hay quien lo considera perdido este centro estaacute
bien ubicado sobre el mapa Se localiza en las cer-
caniacuteas del pueblo de Chicualoque en el municipio
de Coyutla que estaacute frontero al estado de Puebla
Denominado con el nuacutemero 68 en la relacioacuten deGarciacutea Payoacuten Tuzapan se levanta sobre una mesa
ubicada a unos kiloacutemetros de distancia del curso
del riacuteo San Marcos-Cazones Fue inspeccionado
por Wilfrido DuSolier y Enrique Juan Palacios en
febrero de 1939 y por Humberto Besso-Oberto en
1987 En la actualidad estaacute siendo estudiado por la
arqueoacuteloga Mariacutea Rosa Avilez Gracias a ella sa-
bemos que el denso bosque dibujado por Nebel en
la laacutemina 34 ha sido talado para cultivar cafeacute e in-
troducir ganado Obviamente esto ha acelerado el
saqueo y la destruccioacuten de sus templos juegos de
pelota murallas aljibes y canales razoacuten por la que
urge su salvaguardia La piraacutemide principal mdashde
cuatro cuerpos que suman 75 metros de alto y una
escalinata hacia el ponientemdash tampoco conserva
el techo de la capilla que se observa en la litogra-
fiacutea Ha desaparecido asimismo la imagen de Chal-
chiuhtlicue tallada en la roca viva y que haciacutea las
veces de surtidor (laacutemina 35)
La uacuteltima visita arqueoloacutegica consignada
en el Voyage pittoresque et archeacuteologiquehellip es laque Nebel emprendiera a la ciudad epiclaacutesica de
La Quemada en el estado de Zacatecas Aprove-
choacute para ello una estancia en la mina argentiacutefera
inglesa de Veta Grande donde el prusiano Joseph
Burkart teniacutea el cargo de director de labores y el
franco-alemaacuten Carl de Berghes era el supervisor
de las actividades de construccioacuten y fundicioacuten Los
dos ingenieros no soacutelo conociacutean a la perfeccioacuten las
ruinas de La Quemada sino que habiacutean redactado
extensas descripciones hecho vistas de sus monu-
mentos levantado planos y realizado excavaciones
Con estos guiacuteas de excepcioacuten Nebel arriboacute
a La Quemada e ilustroacute el majestuoso flanco occi-
dental del llamado ldquoCerro de los Edificiosrdquo (laacutemina
21 en las paacuteginas 28 y 29 de esta edicioacuten) Se adi-
vinan en su litografiacutea las grandes cortinas de tobarioliacutetica que forran las laderas del cerro asiacute como
las terrazas escalonadas que van desde la Acroacute-
polis al sur hasta la Ciudadela al norte Seguacuten
Nebel la primera cumpliacutea funciones sacerdotales
y la segunda militares La siguiente imagen repre-
senta el quinto nivel de la Acroacutepolis tambieacuten co-
nocido como la ldquoPlaza de los Sacrificiosrdquo (laacutemina
22) En este lugar se encuentran una tiacutepica plaza
hundida ocupada al centro por un altar y rodea-
da por grandes cuartos y un bas amento piramidal
de cinco cuerpos De manera interesante en la
litografiacutea se observa un individuo blandiendo un
pico quizaacute en alusioacuten a las exploraciones encarga-
Personaje de Xochicalco
Laacutemina 24
das a Berghes entre
1832 y 1834 por el gobernador
Francisco Garciacutea Salinas
Por uacuteltimo la laacutemina 23 (en la paacutegina 29 de
este nuacutemero) reproduce el tercero de cuatro planos
que Berghes levantara del sitio zacatecano entre
1830 y 1856 dos de los cuales por cierto se con-
servan hoy en la Mapoteca Manuel Orozco y Be-
rra El copiado por Nebel se basa en el segundo
plano de Berghes aunque es un poco
maacutes preciso en lo referente a la to-
pografiacutea los agrupamientos de lasedificaciones y el trazo de las viacuteas
internas
Un veredicto decepcionante
Sucesivos voluacutemenes del Bulletin
nos dan a conocer por un lado
que Carl Nebel fue aceptado como
miembro de la Socieacuteteacute de Geacuteogra-
phie el 20 de diciembre de 1833 y
por el otro que el cierre del con-
curso se difirioacute en dos ocasiones
maacutes El tan ansiado fallo fue no-
tificado hasta abril de 1836 Entre
otras muchas cosas la comisioacuten
lamentoacute en una comunicacioacuten que
el ldquohaacutebil sentildeor Nebel no haya podi-do acompantildear al sentildeor Waldeck en
todas estas excursiones Los talentos
reunidos del arquitecto y del pintor
habriacutean sido suficientes para esta
inmensa tareardquo Calificoacute sus dibujos
de La Quemada como ldquocuidadosos y
acabadosrdquo y deploroacute que nadie de la
calidad del alemaacuten hubiera viajado a
Guatemala De manera tajante juzgoacute
que ninguno de los participantes habiacutea cumplido
con los requisitos y que por lo mismo el concur-
so se postergaba por uacuteltima ocasioacuten hasta el 31 de
diciembre de 1839 elevaacutendose el valor de la meda-
lla a 3 000 francos Como premio de consolacioacuten
se otorgaron medallas de plata a Baradegravere y Lord
Kingsborough por sus respectivas ediciones dela expedicioacuten a Palenque de Dupaix y Castantildeeda
Galindo recibioacute otra medalla de plata Waldeck y
Corroy se hicieron acreedores a sendas medallas de
bronce y Warden a un agradecimiento por publi-
car el reporte de Del Riacuteo en franceacutes En 1840 como
era de esperarse el premio fue declarado desierto y
con ello se puso punto final a la competencia
L983141983151983150983137983154983140983151 L983283983152983141983162 L983157983146983265983150 Doctor en arqueologiacutea por la Univer-
sidad de Pariacutes e investigador del Museo del Templo Mayor 983145983150983137983144
Ha recibido en dos ocasiones el Premio del Comiteacute Mexicano
de Ciencias Histoacutericas ademaacutes del Premio de Investigacioacuten en
Ciencias Sociales de la Academia Mexicana de Ciencias Arqueoacute-
logo de campo ha incursionado en los uacuteltimos antildeos en la historia
de esa disciplina en nuestro paiacutes
Instrumentos
musicales
Laacutemina 43
P983265983143983145983150983137 983155983145983143983157983145983141983150983156983141
Coatlicue
Laacutemina 50
P983265983143983145983150983137983155 983091983090-983091983091
Reconstitucioacuten
geomeacutetrica de la
Piraacutemide de los
Nichos de El Tajiacuten
Laacutemina 37
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sonajes similares a los de Palenque lo que signi-
fica que cuando redactoacute los textos tuvo acceso a
la publicacioacuten de Del Riacuteo o a las de Dupaix La
laacutemina 25 nos muestra a uno de los personajes
inferiores del talud sur mdash9831379831552 o 9831379831558 en la nomen-clatura de Virginia Smith (ver su publicacioacuten del
antildeo 2000)mdash pero transformoacute las viacutergulas de la
palabra en largas plumas la cabeza de reptil del
tocado en motivos vegetales y el caracol cortado
en una suerte de apoyo De manera correlativa en
la laacutemina 24 representoacute a uno de los personajes de
los tableros pero fusionoacute los elementos de 9831569831591
9831569831592 y 9831569831504 en la mencionada nomenclatura Alliacute
el tocado en forma de glifo del antildeo se convierte
en un gorro coacutenico de varios niveles con una ser-
piente como adorno las anteojeras se tornan en
gafas y desaparecen los dientes de la mandiacutebula
y las viacutergulas
Explorando Veracruz y Zacatecas
Durante meses Nebel buscoacute en el gobierno mexi-
cano y en potenciales suscriptores los recursos
necesarios para su tan anhelado viaje a Palenque
Pero a diferencia del gran eco que obtuvo Waldecktodos los esfuerzos de Nebel fueron en vano Entre
ellos no logroacute vender sus dibujos arqueoloacutegicos al
coacutensul de Prusia pues a eacuteste le parecioacute excesiva la
suma de diez mil piastras que Nebel habiacutea fijado
Asiacute al joven arquitecto no le quedoacute maacutes remedio
que anunciar a la Socieacuteteacute de Geacuteographie el 30 de
diciembre de 1831 nuevamente por viacutea de Co-
chelet que se retiraba en definitiva de la liza Poco
antes o poco despueacutes de tomar esta triste decisioacuten
Nebel realizoacute una expedicioacuten a los densos bosques
tropicales del Totonacapan veracruzano viaje que
le implicoacute un gasto de 1 200 pesos y una terrible
enfermedad Uno de los lugares visitados fue Ma-
Flanco occidental
del Cerro de
los edificios en
La Quemada
ZacatecasLaacutemina 21
pilca en el municipio de Tecolutla sitio a
rqueoloacute-
gico bautizado con el nuacutemero 101 en la relacioacuten
de Joseacute Garciacutea Payoacuten Como motivo principal la
laacutemina 39 de su Voyage pittoresque et archeacuteologi-
quehellip nos muestra un bloque tallado en el tiacutepicoestilo de El Tajiacuten lo que hariacutea contemporaacuteneo
a Mapilca con este sitio En sus notas Nebel
registroacute la presencia de varias piraacutemides y pi-
sos empedrados A esto debemos sumar las
20 casas (una de 70 pasos de largo y diez pies
de alto) que contaron el doctor G Schiede
de Cassel y el sentildeor Deppe quienes reco-
rrieron el mismo lugar a fines de 1828 o
principios de 1829
De Mapilca Nebel se dirigioacute hacia el noroes-
te y atravesoacute el riacuteo Tecolutla para llegar a El Tajiacuten
De inmediato ordenoacute cortar los aacuterboles que creciacutean
en torno a la Piraacutemide de los Nichos para elaborar
Plano de La Quemada Zacatecas
Laacutemina 23
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la que es sin duda la litografiacutea maacutes espectacular
de su aacutelbum (laacutemina 37 en las paacuteginas 32 y 33 de
esta edicioacuten) Pintoacute una reconstitucioacuten geomeacutetrica
de la fachada oriental (sin desplomes ni faltantes
aunque con una rara escalinata) con el fin de que
el interesado pudiera obtener medidas exactas de
cualquier elemento arquitectoacutenico a partir de la
litografiacutea Por ello los nichos de lajas de arenisca
emergen esplendorosamente de entre una exube-
rante vegetacioacuten y se superponen con elegancia
hasta casi alcanzar los 25 metros de altura En elescrito explicativo es clara la intencioacuten de Nebel
por hacerse pasar como el descubridor de esta ma-
jestuosa urbe cuyo apogeo acontecioacute entre el 750
y el 950 dC Nos dice ldquoAunque mencionada por
el baroacuten de Humboldt y otros[hellip] nunca ha sido
dibujada ni auacuten se ha tenido una relacioacuten exacta
sobre ella Conocida soacutelo de reputacioacuten nadie la
ha visto excepto algunos indios de las inmediacio-
nesrdquo Lejos de ello un artiacuteculo anoacutenimo publicado
en la antigua Gazeta de Meacutexico nos da conocer que
Diego Ruiz cabo de la ronda del tabaco de la juris-
diccioacuten de Papantla se habiacutea topado con la Piraacute-
mide de los Nichos en marzo de 1785 durante una
inspeccioacuten en busca de plantiacuteos clandestinos Di-
cho artiacuteculo contiene una detallada descripcioacuten del
monumento y estaacute acompantildeado de un grabado encobre firmado por un tal Garciacutea Luego en 1804 la
informacioacuten de Ruiz y una copia del grabado refe-
rido es dada a conocer en Europa por el jesuita Pe-
dro Joseacute Maacuterquez en sus Due antichi monumentihellip
A lo anterior debemos sumar que Dupaix visitoacute El
Tajiacuten en alguacuten momento anterior a 1805 pero por
desgracia sus apuntes y dibujos se extraviaron
Lo que siacute descubrioacute Nebel durante la misma
expedicioacuten fue Tuzapan sitio del Posclaacutesico tardiacuteo
(1200-1521 dC) que pocos han visitado (en la paacute-
gina 20 de este nuacutemero) A pesar de que todaviacutea
hay quien lo considera perdido este centro estaacute
bien ubicado sobre el mapa Se localiza en las cer-
caniacuteas del pueblo de Chicualoque en el municipio
de Coyutla que estaacute frontero al estado de Puebla
Denominado con el nuacutemero 68 en la relacioacuten deGarciacutea Payoacuten Tuzapan se levanta sobre una mesa
ubicada a unos kiloacutemetros de distancia del curso
del riacuteo San Marcos-Cazones Fue inspeccionado
por Wilfrido DuSolier y Enrique Juan Palacios en
febrero de 1939 y por Humberto Besso-Oberto en
1987 En la actualidad estaacute siendo estudiado por la
arqueoacuteloga Mariacutea Rosa Avilez Gracias a ella sa-
bemos que el denso bosque dibujado por Nebel en
la laacutemina 34 ha sido talado para cultivar cafeacute e in-
troducir ganado Obviamente esto ha acelerado el
saqueo y la destruccioacuten de sus templos juegos de
pelota murallas aljibes y canales razoacuten por la que
urge su salvaguardia La piraacutemide principal mdashde
cuatro cuerpos que suman 75 metros de alto y una
escalinata hacia el ponientemdash tampoco conserva
el techo de la capilla que se observa en la litogra-
fiacutea Ha desaparecido asimismo la imagen de Chal-
chiuhtlicue tallada en la roca viva y que haciacutea las
veces de surtidor (laacutemina 35)
La uacuteltima visita arqueoloacutegica consignada
en el Voyage pittoresque et archeacuteologiquehellip es laque Nebel emprendiera a la ciudad epiclaacutesica de
La Quemada en el estado de Zacatecas Aprove-
choacute para ello una estancia en la mina argentiacutefera
inglesa de Veta Grande donde el prusiano Joseph
Burkart teniacutea el cargo de director de labores y el
franco-alemaacuten Carl de Berghes era el supervisor
de las actividades de construccioacuten y fundicioacuten Los
dos ingenieros no soacutelo conociacutean a la perfeccioacuten las
ruinas de La Quemada sino que habiacutean redactado
extensas descripciones hecho vistas de sus monu-
mentos levantado planos y realizado excavaciones
Con estos guiacuteas de excepcioacuten Nebel arriboacute
a La Quemada e ilustroacute el majestuoso flanco occi-
dental del llamado ldquoCerro de los Edificiosrdquo (laacutemina
21 en las paacuteginas 28 y 29 de esta edicioacuten) Se adi-
vinan en su litografiacutea las grandes cortinas de tobarioliacutetica que forran las laderas del cerro asiacute como
las terrazas escalonadas que van desde la Acroacute-
polis al sur hasta la Ciudadela al norte Seguacuten
Nebel la primera cumpliacutea funciones sacerdotales
y la segunda militares La siguiente imagen repre-
senta el quinto nivel de la Acroacutepolis tambieacuten co-
nocido como la ldquoPlaza de los Sacrificiosrdquo (laacutemina
22) En este lugar se encuentran una tiacutepica plaza
hundida ocupada al centro por un altar y rodea-
da por grandes cuartos y un bas amento piramidal
de cinco cuerpos De manera interesante en la
litografiacutea se observa un individuo blandiendo un
pico quizaacute en alusioacuten a las exploraciones encarga-
Personaje de Xochicalco
Laacutemina 24
das a Berghes entre
1832 y 1834 por el gobernador
Francisco Garciacutea Salinas
Por uacuteltimo la laacutemina 23 (en la paacutegina 29 de
este nuacutemero) reproduce el tercero de cuatro planos
que Berghes levantara del sitio zacatecano entre
1830 y 1856 dos de los cuales por cierto se con-
servan hoy en la Mapoteca Manuel Orozco y Be-
rra El copiado por Nebel se basa en el segundo
plano de Berghes aunque es un poco
maacutes preciso en lo referente a la to-
pografiacutea los agrupamientos de lasedificaciones y el trazo de las viacuteas
internas
Un veredicto decepcionante
Sucesivos voluacutemenes del Bulletin
nos dan a conocer por un lado
que Carl Nebel fue aceptado como
miembro de la Socieacuteteacute de Geacuteogra-
phie el 20 de diciembre de 1833 y
por el otro que el cierre del con-
curso se difirioacute en dos ocasiones
maacutes El tan ansiado fallo fue no-
tificado hasta abril de 1836 Entre
otras muchas cosas la comisioacuten
lamentoacute en una comunicacioacuten que
el ldquohaacutebil sentildeor Nebel no haya podi-do acompantildear al sentildeor Waldeck en
todas estas excursiones Los talentos
reunidos del arquitecto y del pintor
habriacutean sido suficientes para esta
inmensa tareardquo Calificoacute sus dibujos
de La Quemada como ldquocuidadosos y
acabadosrdquo y deploroacute que nadie de la
calidad del alemaacuten hubiera viajado a
Guatemala De manera tajante juzgoacute
que ninguno de los participantes habiacutea cumplido
con los requisitos y que por lo mismo el concur-
so se postergaba por uacuteltima ocasioacuten hasta el 31 de
diciembre de 1839 elevaacutendose el valor de la meda-
lla a 3 000 francos Como premio de consolacioacuten
se otorgaron medallas de plata a Baradegravere y Lord
Kingsborough por sus respectivas ediciones dela expedicioacuten a Palenque de Dupaix y Castantildeeda
Galindo recibioacute otra medalla de plata Waldeck y
Corroy se hicieron acreedores a sendas medallas de
bronce y Warden a un agradecimiento por publi-
car el reporte de Del Riacuteo en franceacutes En 1840 como
era de esperarse el premio fue declarado desierto y
con ello se puso punto final a la competencia
L983141983151983150983137983154983140983151 L983283983152983141983162 L983157983146983265983150 Doctor en arqueologiacutea por la Univer-
sidad de Pariacutes e investigador del Museo del Templo Mayor 983145983150983137983144
Ha recibido en dos ocasiones el Premio del Comiteacute Mexicano
de Ciencias Histoacutericas ademaacutes del Premio de Investigacioacuten en
Ciencias Sociales de la Academia Mexicana de Ciencias Arqueoacute-
logo de campo ha incursionado en los uacuteltimos antildeos en la historia
de esa disciplina en nuestro paiacutes
Instrumentos
musicales
Laacutemina 43
P983265983143983145983150983137 983155983145983143983157983145983141983150983156983141
Coatlicue
Laacutemina 50
P983265983143983145983150983137983155 983091983090-983091983091
Reconstitucioacuten
geomeacutetrica de la
Piraacutemide de los
Nichos de El Tajiacuten
Laacutemina 37
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la que es sin duda la litografiacutea maacutes espectacular
de su aacutelbum (laacutemina 37 en las paacuteginas 32 y 33 de
esta edicioacuten) Pintoacute una reconstitucioacuten geomeacutetrica
de la fachada oriental (sin desplomes ni faltantes
aunque con una rara escalinata) con el fin de que
el interesado pudiera obtener medidas exactas de
cualquier elemento arquitectoacutenico a partir de la
litografiacutea Por ello los nichos de lajas de arenisca
emergen esplendorosamente de entre una exube-
rante vegetacioacuten y se superponen con elegancia
hasta casi alcanzar los 25 metros de altura En elescrito explicativo es clara la intencioacuten de Nebel
por hacerse pasar como el descubridor de esta ma-
jestuosa urbe cuyo apogeo acontecioacute entre el 750
y el 950 dC Nos dice ldquoAunque mencionada por
el baroacuten de Humboldt y otros[hellip] nunca ha sido
dibujada ni auacuten se ha tenido una relacioacuten exacta
sobre ella Conocida soacutelo de reputacioacuten nadie la
ha visto excepto algunos indios de las inmediacio-
nesrdquo Lejos de ello un artiacuteculo anoacutenimo publicado
en la antigua Gazeta de Meacutexico nos da conocer que
Diego Ruiz cabo de la ronda del tabaco de la juris-
diccioacuten de Papantla se habiacutea topado con la Piraacute-
mide de los Nichos en marzo de 1785 durante una
inspeccioacuten en busca de plantiacuteos clandestinos Di-
cho artiacuteculo contiene una detallada descripcioacuten del
monumento y estaacute acompantildeado de un grabado encobre firmado por un tal Garciacutea Luego en 1804 la
informacioacuten de Ruiz y una copia del grabado refe-
rido es dada a conocer en Europa por el jesuita Pe-
dro Joseacute Maacuterquez en sus Due antichi monumentihellip
A lo anterior debemos sumar que Dupaix visitoacute El
Tajiacuten en alguacuten momento anterior a 1805 pero por
desgracia sus apuntes y dibujos se extraviaron
Lo que siacute descubrioacute Nebel durante la misma
expedicioacuten fue Tuzapan sitio del Posclaacutesico tardiacuteo
(1200-1521 dC) que pocos han visitado (en la paacute-
gina 20 de este nuacutemero) A pesar de que todaviacutea
hay quien lo considera perdido este centro estaacute
bien ubicado sobre el mapa Se localiza en las cer-
caniacuteas del pueblo de Chicualoque en el municipio
de Coyutla que estaacute frontero al estado de Puebla
Denominado con el nuacutemero 68 en la relacioacuten deGarciacutea Payoacuten Tuzapan se levanta sobre una mesa
ubicada a unos kiloacutemetros de distancia del curso
del riacuteo San Marcos-Cazones Fue inspeccionado
por Wilfrido DuSolier y Enrique Juan Palacios en
febrero de 1939 y por Humberto Besso-Oberto en
1987 En la actualidad estaacute siendo estudiado por la
arqueoacuteloga Mariacutea Rosa Avilez Gracias a ella sa-
bemos que el denso bosque dibujado por Nebel en
la laacutemina 34 ha sido talado para cultivar cafeacute e in-
troducir ganado Obviamente esto ha acelerado el
saqueo y la destruccioacuten de sus templos juegos de
pelota murallas aljibes y canales razoacuten por la que
urge su salvaguardia La piraacutemide principal mdashde
cuatro cuerpos que suman 75 metros de alto y una
escalinata hacia el ponientemdash tampoco conserva
el techo de la capilla que se observa en la litogra-
fiacutea Ha desaparecido asimismo la imagen de Chal-
chiuhtlicue tallada en la roca viva y que haciacutea las
veces de surtidor (laacutemina 35)
La uacuteltima visita arqueoloacutegica consignada
en el Voyage pittoresque et archeacuteologiquehellip es laque Nebel emprendiera a la ciudad epiclaacutesica de
La Quemada en el estado de Zacatecas Aprove-
choacute para ello una estancia en la mina argentiacutefera
inglesa de Veta Grande donde el prusiano Joseph
Burkart teniacutea el cargo de director de labores y el
franco-alemaacuten Carl de Berghes era el supervisor
de las actividades de construccioacuten y fundicioacuten Los
dos ingenieros no soacutelo conociacutean a la perfeccioacuten las
ruinas de La Quemada sino que habiacutean redactado
extensas descripciones hecho vistas de sus monu-
mentos levantado planos y realizado excavaciones
Con estos guiacuteas de excepcioacuten Nebel arriboacute
a La Quemada e ilustroacute el majestuoso flanco occi-
dental del llamado ldquoCerro de los Edificiosrdquo (laacutemina
21 en las paacuteginas 28 y 29 de esta edicioacuten) Se adi-
vinan en su litografiacutea las grandes cortinas de tobarioliacutetica que forran las laderas del cerro asiacute como
las terrazas escalonadas que van desde la Acroacute-
polis al sur hasta la Ciudadela al norte Seguacuten
Nebel la primera cumpliacutea funciones sacerdotales
y la segunda militares La siguiente imagen repre-
senta el quinto nivel de la Acroacutepolis tambieacuten co-
nocido como la ldquoPlaza de los Sacrificiosrdquo (laacutemina
22) En este lugar se encuentran una tiacutepica plaza
hundida ocupada al centro por un altar y rodea-
da por grandes cuartos y un bas amento piramidal
de cinco cuerpos De manera interesante en la
litografiacutea se observa un individuo blandiendo un
pico quizaacute en alusioacuten a las exploraciones encarga-
Personaje de Xochicalco
Laacutemina 24
das a Berghes entre
1832 y 1834 por el gobernador
Francisco Garciacutea Salinas
Por uacuteltimo la laacutemina 23 (en la paacutegina 29 de
este nuacutemero) reproduce el tercero de cuatro planos
que Berghes levantara del sitio zacatecano entre
1830 y 1856 dos de los cuales por cierto se con-
servan hoy en la Mapoteca Manuel Orozco y Be-
rra El copiado por Nebel se basa en el segundo
plano de Berghes aunque es un poco
maacutes preciso en lo referente a la to-
pografiacutea los agrupamientos de lasedificaciones y el trazo de las viacuteas
internas
Un veredicto decepcionante
Sucesivos voluacutemenes del Bulletin
nos dan a conocer por un lado
que Carl Nebel fue aceptado como
miembro de la Socieacuteteacute de Geacuteogra-
phie el 20 de diciembre de 1833 y
por el otro que el cierre del con-
curso se difirioacute en dos ocasiones
maacutes El tan ansiado fallo fue no-
tificado hasta abril de 1836 Entre
otras muchas cosas la comisioacuten
lamentoacute en una comunicacioacuten que
el ldquohaacutebil sentildeor Nebel no haya podi-do acompantildear al sentildeor Waldeck en
todas estas excursiones Los talentos
reunidos del arquitecto y del pintor
habriacutean sido suficientes para esta
inmensa tareardquo Calificoacute sus dibujos
de La Quemada como ldquocuidadosos y
acabadosrdquo y deploroacute que nadie de la
calidad del alemaacuten hubiera viajado a
Guatemala De manera tajante juzgoacute
que ninguno de los participantes habiacutea cumplido
con los requisitos y que por lo mismo el concur-
so se postergaba por uacuteltima ocasioacuten hasta el 31 de
diciembre de 1839 elevaacutendose el valor de la meda-
lla a 3 000 francos Como premio de consolacioacuten
se otorgaron medallas de plata a Baradegravere y Lord
Kingsborough por sus respectivas ediciones dela expedicioacuten a Palenque de Dupaix y Castantildeeda
Galindo recibioacute otra medalla de plata Waldeck y
Corroy se hicieron acreedores a sendas medallas de
bronce y Warden a un agradecimiento por publi-
car el reporte de Del Riacuteo en franceacutes En 1840 como
era de esperarse el premio fue declarado desierto y
con ello se puso punto final a la competencia
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sidad de Pariacutes e investigador del Museo del Templo Mayor 983145983150983137983144
Ha recibido en dos ocasiones el Premio del Comiteacute Mexicano
de Ciencias Histoacutericas ademaacutes del Premio de Investigacioacuten en
Ciencias Sociales de la Academia Mexicana de Ciencias Arqueoacute-
logo de campo ha incursionado en los uacuteltimos antildeos en la historia
de esa disciplina en nuestro paiacutes
Instrumentos
musicales
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Coatlicue
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Reconstitucioacuten
geomeacutetrica de la
Piraacutemide de los
Nichos de El Tajiacuten
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