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UNIVERSIDAD DE MEXICO
mento, San H ermenegildo,o Elcetro de José. .Y, sus loas 18,de las cuales aquí aparecen 16.
Los caracteres de este volumen, que con tanto aciertoplaneó Méndez Plancarte, sonlos mismos que los de la Lírica: la modernización de laortografía; la numeraciónmarginal para simplificar elsistema de referencias; las notas reunidas en un sólo cuerpo al final de la edición.
El origen y el perfil del Auto Sacramental son incierto.El' teatro religioso europeonació en la Alta Edad Media.Se transformó en España recién constituída la fie ta deCorpus en una pieza dramática con que se celebraba dicha olemnidad, cuyo tema generalmente aludía a la misma.No fué hasta el XVI cuando seconstituyó ese género dramático, exclusivo de la literaturaen español, y que, ValbuenaPrat describe como una:"Composición dramática, enuna jornada, al'egórica, y referente a la Eucaristía", y nodefine, ya que estas características no son siempre constantes. La nómina de los cultivadores de autos es muy ex·tensa, lo mismo la época desu florecimiento, va desde GilVicente y los "Autos Viejos",en constante ascenso, hastasus dos máximos exponentes,Lope de Vega y Calderón, coneste último llega a la madurez,para luego terminar con el decreto que prohibe los autos.Los misioneros introdujeron dteatro religioso a la Nueva España, aquí se cultivó en castellano y en varios idiomas indígenas durante los siglosXVI y XVII.
La loa, como lo indica sunombre, fué en su origen unprólogo laudatorio de la piezadramática que precedía; perocon el tiempo se independizópal-a llegar a ser una alabanzade cualquier persona o cosa,o a desarrollar un tema cualQuiera, divino o profano. Calderón fué quien le dió esa forma, elevada o independiente,que está al nivel del auto.
Méndez Plancarte opina quela obra dramática de Sor J uana está muy influída por lade Calderón, quien lleva el' auto a su cumbre temática y formal; pero la mexicana igualasi no supera a su modelo eneste género que ejerció conespecial afecto, por ser unacátedra viva de religión escenificada por medio de lapoesía y la música.
c. V.
JOSÉ ROSAS MORENO, "Libro deFábulas". Con prólogo de Ignacio M. Altamirano. Biblioteca Mínima Mexicana, Vol. 11.México, 1955.160 pp.
El origen de la fábula estan antiguo, que la hace con-
temporánea de la epopeya. Secomprende que en lo que respecta al fondo, ha de habernacido en la imaginaci"ón delhombre a la par que el impulsode hacer perdurables las enseñanzas del sentido común. Enla India se le dió pronto, demanera espléndida, su definida forma literaria. El apólogooriental llegó a Europa después de haber hecho escalassucesivas de una a otra lengua: de la sánscrita a la persa; de allí al árabe y del árabeal hebreo, al latín, al ca tellano ... No importa lo difícildel camino que hubo de recorrer, el apólogo oriental llegócon todos sus bríos a Europa,y allí todavía los renovó. Lainfluencia de "Calila y Dimna", la colección de fábulastraducida del árabe al castellano por orden de Alfonso"el Sabio", señoreó la literatura de la Edad Media, y larebasó por encima de los siglos. De don Juan Manuel y elArcipreste de Hita, a Lafontaine y don Tomás de Iriarte,la huella de "Calila y Dimna"es constante y evidente. Entanto que su grandiosa contemporánea, la epopeya, fuedesmenuzada, la fábula seconservó tan entera como ensus mejores días.
En México tuvo este géneroun excelente cultivador: JoséRosas Moreno. .Tasé RosasMoreno (1838-1883) produjoobras dramáticas y trató deaclimatar en México el teatroinfantil; pero sus trabajosmás notables son sus fábulas,algunas de las cuales tradujoal inglés el poeta Bryant.
El "Libro de F ....bulas" deJ osé Rosas Moreno, hoy editado por la Biblioteca Mínima Mexicana, incluye un prólogo debido a la pluma de Ignacio M. Altamirano. Tratando de demostrar que el apólogo sigue teniendo vigenciacomo medio de expresión aundonde las leyes permiten decirsin disfraces cuanto se considera justo, el prologuistaasienta: "De modo que una delas razones que hubo en lasnaciones primitivas e incultaspara usar el apó~~go c0;'10 recurso de persuaclOn, eXiste todavía y seguirá existiendo: asaber, 'la ignorancia y el candor infantil."
Además de la utilidad, elapólogo posee indu~able valorestético. Independientementede que en la infancia nos ~aya
inclinado a aborrecer el VICIO,en la edad adulta nunca dejará de producirnos un movimiento de ánimo parecido, talvez, al que nos causaría laimagen de ciertas. almas reflejada en un espejO .convexo.
Ignacio M. ~lt~tTI1rano, recomienda las sigUientes fabulas: la VII, la XIII, la XIV, laXVI, la XVII, en el libro primero; la I, la XII, la XVII, enel libro II; la I, la XII, la XIII,
en el libro tercero; y la J, la] 1, la JI], la VII, la XI y la XIXen el libro cuarto. Como a,ctualmente casi no habrá enMéxico nadie que no las hayaconocido ante, pocos serán losque se lleven una sorpresa leyéndolas; pero en cambio muchos hallarán motivo para despertar calladas reminiscencias,operación quizá más grata queenfrentarse con una idea nueva.
A. B. J.
"Los Mejores Cuentos PolicíacosMexicanos", escogidos por María Elvira Bermúdez. Biblioteca Mínima Mexicana. México,1955. 144 pp.
Hay en esta colección uncuento excelente y otro quepudo ser muy bueno.
El primero, titulado "ElPríncipe; Cz,erwin ki", es deAntonio Castro Leal. E critode manera que la ironía burbujea saludablemente en él comoel gas en un oportuno vaso deagua alcalina, despierta interés y tiene un desenlace sorpresivo y plausible. Curiosocaso de ase inato sin asesino,que se explica por el hecho deque el autor del homicidio fueel propio Gobierno Polaco. Yasí como en su tiempo se di jo:"No hay papa hereje ni reytraidor", nosotros podemos decir que no hay Gobierno asesino.
El cuento que pudo ser bueno, es "El Caso del Usurero" ;su autor, Rubén Salazar MalIén. Tiene el defecto de nohaber terminado a tiempo. Sise hubiera precipitado el desenlace cuando todos juntos, losinvestigadores y el criminal,hacían una inspección de laoficina del usurero, ni la tensión ni la lógica padeceríanmenoscabo. Di ferido el desenlace, en cambio, sobrevienenincidencias desdichadas. Unade ellas, la más grave: que elasesino, siendo él tan avisado,llevaba en la bolsa la pistolahomicida, que a tanto riesgohabía logrado rescatar.
En el prólogo de esta selección, María Elvira Bermúdezdice, y dice muy bien: " ... elescritor policíaco está obligadoa confundir y a convencer a untiempo a sus lectores sin vulnerar en lo mínimo las reglasde la lógica." Por desgracia lalógica suele hacerse cómplicede quien tiene interés en vulnerarla. De tal complicidad seresienten casi todos estos cuentos; que si a veces consiguenconfundir al lector, nunca logran convencerlo de nada.
¿ Habrá que admitir que este género literario es te:renoprohibido para los escntoresmexicanos? María Elvira Bermúdez afirma, en el prólogodel libro, que el mexicano no
respeta a la justicia; y asimismo que, "sin contar con loselementos de fondo (aplicaciónde un principio de justicia) yde construcción (coartada) quela integran, es imposible hacer literatura policíaca". Pongamos, de acuerdo con lo queella misma dice adelante, queno sea impo ible escribir enMéxico buenos cuentos policíacos.
Pero sí, lo vemos, es muydifícil.
A. B. N.
JOHA NA FAULHABER, "Antro.pología Fí ica de Veracruz".Gobierno de Yeracruz 19501956. Talleres de la EditorialCultura. México, 1955. Dostomo, 242 pp. Y Cartografía.
,1 Departamento de Antropo~ogía del E tado de Veracruz ha concedido gran atención al desarrollo de la cuatroramas básicas de esla di ciplina; a saber, antropología física, arqeuología, etnología y lingüística. Sin embargo, dandoa la antropología física tina especial importancia, se ha aplicado a investigar las características de la población totaldel Estado, y no únicamentelas de lo grupos indígenas; loque quiere decir que ha englobado en su programa de estudio a mestizos, criollos, negros,y a los inmigrantes francesese italianos establecidos en SanRafael y Manuel González.
Esta obra presenta los resultados de la investigación quesobre antropología física realizó la Comisión de Geografía,fundada por el licenciado Marco Antonio Muñoz, Gdbernadar de Veracruz. Incluye tinaIntroducción de Jorge A. Vivó, Jefe de la mencionada C~misión de Geografía; un Prologo de Eusebio Dávalos Hurtado Director del Museo Nacion;l de Antropología, y unanota de José Luis Melgarejoa la Carta Etnográfica que élmismo levantó siendo Jefe delDepartamento de Antropología del Estado de Veracruz.
El material de que trataaparece distribuido en, seis capítulos, dentro del pr.lm~r tomo de la manera SIgUIente:Ca~ítulo 1, "Generalidades.";Capítulo IJ, "CaracterísticasGenerales" ; esto es, edad, estado civil y número de hijos,ocupación; Capítulo lIT, "Caracteres Fisiológicos": temperatura corporal, frecuencia delpulso radial, tensión arterial;Capítulo IV, "Caracteres Descriptivos": color y textura delcabello, color de los ojo y dela piel, pilosidad de la extremidades; Capítulo V, "Caracteres Somatométricos" : A)cuerpo, B) cabeza y cara, C)variabilidad de los caracteres
Por Andrés HENESTROSA
PRETEXTOS
Conocí a Maria Izquierdo hace muchos años, cuandoacababa de llegar a la ciudad de México, o por lo numosasí me lo parecía. Por el rUlllbo de la Escuela de M edicina, ya para fllegar a la calll1 de Colombia., vivía en unúltilllo piso. Alguno lile llevó a Sil casa, '//11a casita m.exicana,adorna~fa con juguetes, bolas de cristal, trastos, retablos, idoli!los femeninos, entre los que M aria destacaba como una hermana 1'I'l-ayor. Otros veces la encontraba por calles y mercados,vistiendo sus ropas de tonos encendidos, tocada con grandesrollos de listones colorados, azules y verdes, en un alarde ornamental qlle su segllro instinto pueblerino sabí(/. equilibrar.Par.ecía que pasaba por 1'lucstro lado un trozo de cam,po, ~m
gajo de provincia, una ráfaga municipal. Entonces fue cuandoempezó a pintar, cuando se atrevió por los camino de la pintura, con tembloroso andar, con mano zozobrante, con frentefebril. N o plldo, como 1/0 puede nadie que empiece, hacer lascosas por sí misma, decirlas con palabras propias; como lo hadicho Pablo N emda de sus orígenes literarios, voces ajenasmezclaban sus síJiabas en su voz, pero ya desde entonces habíaen Sil mensaje algo que no podía ser sino propio: la entonación,el acento lejano )f misterioso, como venido del fondo de nuestropasado indígena. Y C011'1O los años no pasw~!en vano, ni la vidapasa sin dejar rastro, muy pronto María Izquierdo encontrósu palabra, su ,expresión, la voz que la distingue en el coro dela pintllra mexicana. La primem exposición de sus obras-aho1'O 25 mios- tuvo las trazas de IIna revelación. DiegoRi'vera la saludó )1 le dio la bienvenida con entusias.~no: el artepictórico mexicano se enriquecía con un nuevo nombre, conuna, obra que por donde quiera que se v'iera trascendía un hálito natafl, de raza y de terrui'io. Tenía, y tiene su. pintura, loscolores, la fisonomía y la sencillez de las cosas cotidianas, elpri'mor de lGis cosas mínÍ1nas y fmniliares que en fuerza de S~t
frecuencia en nuestro trato pasan inadvertidas. M aría Izquierdocon un ánimo que se dijera fraterno, se inclina y las levanta,y las traslada a sus lienzos amasadas con una suerte de ternuray hermandad que impulsa a los temas a entregar su jugo esco'ndido y ·remoto. Unas frutas, unos cacharros, unas flores, unrostro de niña, una figura' animal, son puntos de partida propicios para M aría Izquierdo: eso le basta, como es común afas artistas verdaderos, para realizar U11a obra cabal, de esasque no corrrige el tiempo -tÚ enmienda la casualidad. Y ahíquedan, colgados en et muro del tiempo, a espaldas de la muertey del olvido, algunos de los cuadros en que esta g1'On pintoralogró aprisionar una manera de nuestro ser sin tiempo.
Un día, el menos esperado, Mar'ía Izquierdo fue atacadadel una cruel enfermedad, que ahora acaba de 111atOlrla. Herida,sin manos para em,puiiar los instrulluntos áe trabajo, no dejósin e1-nbargo de pintar. Con los pinceles aJ11arrados a la manoizquierda volvió a la pintura, ya su. solo deleite. Como desde~t1la colina alta y despejada contempló en los últimos mios lasestaciones recorridas en el herido tráns'ito, J', sin dejarse invadirde tristezas, alcanzó la dolorosa certeza de que no vivió envano y de que no hizo un mal e11I pleo de su genio de artis'taíntegra )i verdadera. '
JO
somatométricos; Capítulo VI,semejanzas y divergencias entre los grupos. El tomo segundo contiene la Carta Etnográfica y las que corresponden alas características somáticas ya las divergencias tipológicas.
De acuerdo con la importancia lingüística reconocida porlos censos de población, el primer grupo es el nahua, con76,765 individuos monolingües; en segundo lugar estánlos totonacos con un total de26,651 individuos; los huastecos ocupan el tercer lugar con9.488 individuos; luego estánJos otomíe , con 5,100, los popoJucas con 3,239 y los tepehuas con 1,667. Entre todosestos grupos se tomó por objeto del estudio antropológicoun total de 3,000 individuosmonolingües.
La presente obra "es el primer intento para describir lostipos humanos que habitan endeterminada región o entidad,al igual de lo que se ha hechofrecuentemente con los recursos naturales, los climas, la vegetación, etc." Por otra parte,en México es tan antiguo elempeño por estudiar la población, como la necesidad quesiempre han sentido sus gobernantes de conocer el materialhumano con que debían contar.Ya los códices prehispánicosdan cuenta de los rasgos másnotables de aquellos pueblos:creencias, costumbres, etc. ElGobierno Colonial, a su vez,adoptó medidas conducentes auna mejor comprensión de .susnuevos gobernados. Pero no essino hasta ahora cuando, mediante los recursos de la moderna ciencia antropológica, sepuede llegar a un conocimiento exacto de tan compleja yamplia zona de estudio comoes el Estado de Veracruz.
A. B. N.
FRANCISCO L. URQUIZO, Tropavieja, Populibros. "La Prensa".México, 1955.
Tropa vieja es una "novelade la revolución" que compendia v~rios episodios de guerra,que tIenen lugar en México,Monterrey, Torreón, Veracruz y en algunos otros pueblos, allá por el año de 1910.Es un testimonio de carácterautobiográfico, relato en primera persona, que alcanza laespontaneidad de expresión deun testigo poco contaminadopor la cultura: Espiridión Sifuentes. El lenguaje popularque usa contribuye a la verosimilitud de lo que relata.Localismos, modismos, refranes, dan un matiz peculiara la novela; la ironía, másque un recurso retórico esun signo esencial del h~mordel pueblo ante la muerte y, de
~1S reticencias del mexicanopara expresarse.
El mundo de Trop!1 vieja noes apacible, en primer términopresenta el cuartel, engranajesin remedio en el que Jos oficiales, las ruedas grandes, seensañan contra los soldados,las ruedas chicas; mientras, enla calle, ricos y pobres entablanuna lucha sin tregua por susintereses económicos; al fin,todo se resu<"lve <"n el indeciso
horizonte de los campos deguerra.
El personaje principal, muybien caracterizado, es el consabido Espiridión Sifuentes.De los otros, solelados, oficiales, rancheros y hacendados,ninguno alcanza categoría suficiente para alternar con elnarrador en un mismo plano.Están bien encuadrados en sumarco social; pero nunca salenele su condición secundaria;
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algunos son olvidados en eltranscurso ele la acción; otrosse anuncian; pero no aparecenen escena; ciertos personajeshistóricos, de !a vida real, ensu tránsito por las páginas dela novela prestan un mayorviso de verosimilitud a estosepisodios.
La trama más que piscológica es social y, aunque no muyfuerte, opera con eficacia dentro de los planes creadores delnovelista. La estructura, esabierta, tradicional; la cadenade sucesos se desenvuelve conorden dentro del tiempo. Laacción exterior predomina sobre la interior; la actividadpsíquica de los personajes noempaña la objetividad de lossucesos.
La parte descriptiva e lamás bien lograda. U rquizo esante todo un buen narradorque combina realidad y fantasía con destreza. La descripción minuciosa de la rutina delcuartel, aunque prolija, proporciona to.do un ritmo vital,monótono y trágico. Por otraparte, es difícil que sea superada la descripción del acelerado ritmo emotivo de sus batallas, en especial la toma deTorreón por los maderistas.
El temple ele ánimo que em_barga Tropa vieja es entreadusto y jovial, como una sonrisa que se le arranca al dolor.El característico juego delpueblo mexicano con la muerte está aquí presente casi entodo momento, y se traduceen el cinismo de un hombremedio primitivo, EspiridiónSifuentes, quien se burla delos va!ores, y luego, se entregaa un "monólogo interior" quese abisma en las profundidades del ser y late al unísonodel pulso, que arrastra las palabras y tartamudea, que repite los vocablos con un eco detristeza y los apoya unos enotros, como si buscara a tientas un camino en la noche.Tropa vieja goza de un realismo escéptico-optimista, su espectaculo es sombrío; pero nodeprimente. Y al final, hayuna esperanza, si bien remota,de que terminarán alguna vezlos sufrimientos de los pobres.Las simpatías del autor estáncon los que sufren, con lossoldados y los campesinos;pero como testigo imparcialdice lo que ve, no adorna aninguno con virtudes ficticias.pues sus personajes están inspirados en hombres de carney hueso.
c. V.ENRIQUE GONZÁLEZ MARTíNEZ,
"Cuentos y otras Páginas". Selección de Ana María Sánchez.Biblioteca Mínima Mexicana,Vol. 19. México, 1955. 128 pp.
Ciertamente no es un favorel que se le hace al poeta En-
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M. M.
por una adolescente que ya-experimenta urgencias máprofunda y que pronto laverá satisfechas.
Podrían multiplicar e losejemplos, habría que reproducir el libro íntegro. La narración huye de los lugares comunes en todo momento. Essintética, con buena selecciónde datos y matice en general,con buenas observacione , casi todas de índo!e interior, )'con prosa a base de períodoscortos, sin lucimientos estilístico , pero limpia, precisa enoca iones, y en otl-a enriquccida con vaguedad poética. Noabundan las comparaciones, )'los diálogos son ágilc y buenos, muy limitado cn cantidad.
En lo que se refiere a ucontenido e decepcionante. Nocorrespond a la brillantez exterior. Desde luego, no e puede exigir mucho má a unajoven de su edad, en la que lasprimcr?s xperie,ncias son apenas escarceos con la exi tencia.Todos los personajes son superficiales. con cxcepción deCeci~ia - el más impoTtanteal cual lo:rra hacer repulsivo abase de describir su interior,sus reacciones. SIIS ideas avanzadas. su frivolidad. Apenas sise advierte, lejanamente, unras~o rnaltecedor del hombre,un ;:~.,10 de vida espiritual. LCl('v:¡ltarión ciega y sorda de litvida biológica constituye elcimiento y la trama de estaobra, CJue parece surgida de ~as
caves existencialistas de París1'01' medio de esta niña snob,frívola e inteligente.
Es esta gravitación egocéntrica, sin preocupaciones pornada que esté fuera del yo ysus pequeñ.os problemas, 10que conducc al vací,o, a la tri.steza de la vida fnvola y smdirección. Es una literatura de:escape y evasión a todos losproblemas trascendentales delhombre, afianzada -si puedehablarse de afianzamiento-,en la vida personal pequeña rntodos sentidos. sin proyecciónde g-randeza y valoración delhombre.
La tristeza es casi remordimiento un remordimiento queen maJ~os de Francoise r¡uiel-etomar perfiles poéticos; la poesía de la vida fútil. Es el ¡-emordimiento que pende sobresu existencia en adelante -lade Cecilia- porque el recuerdo ya no se puede eliminar:" ... el verano vuelve :)1 todossus recue1'dos. i Aua, Ana! Repito ese nombre muy bajo ymucho tiempo en las tinieblas.Algo sube entonces a mí queacojo por su nombre con losojos cerrados: Buenos días,Tristeza".
existencia al lado de su padre.Por medio de una intriga cuya astucia supera lo que podría esperarse de una chica deu edad, logra que aquél, Rai
mundo, vuelva a encontrar econ EIsa -má por amor propio que amor ajeno- y aldarse cuenta de e!lo Ana, sealeja, conforme a las intenciones de Cecilia. Pero sucede algo no previsto: el uicidio deAna. Esto hace que por máde un mes ambos se sientanhuérfanos. Ambos se consuelan con nuevos amantes, peroen Cecilia ha entrado la ombra de Ana para siempre y laha llenado de tristeza. Mientra e desarrolla el plan y sedesenlaza la intriga, Cecilia conoce el amor físico gracias aCirilo, el joven estudiante quees su amigo de vacacione . Ya í, se inicia en esas experiencIas.
La obra está escrita con lenguaje sencillo, sin preten ionesmanifiestas de retórica difícil,grandes cualidades nal'l"ativas,y dentro de una temporadapoética-sexual que es dominante de principio a fin. Es el sexo, sin más, 10 que importa ydestaca, ya sea en forma disfrazada o manifiesta, en todoel relato. Al parecer, su jovenautora ha leído mucho, ha asimilado y ha experimentado enlo que se refiere a esta materia. Algunas líneas del librodarán mejor idea de esto:"Prefería a los amigos de mipadre -dice Cecilia- hombres de cuarenta años que titehablaban con cortesía y tentura mostrándome una ternurade padre y de amante. PeroCirilo me gustó. Era grandey a veces bello, de una bellezaque inspiraba confianza/'. Ymás adelante, mientras descansa en la terraza y escuchalas cigarras por la noche, dicesaber que su canto lo producenpor medio de la fricción de losélitros, pero, dice, "yo prefería creer en un canto de garganta, gutural, instintivo, como el de los gatos en celo. Estábamos bien,. sólo pequeiíosgranos de arena entre mi camisa y mi piel me defendíancontra los tiernos asaltos delsueño". El lenguaje es simpley poéticamente nos introduceen la atmósfera sensual que essu mundo. Sensual y sexual.y dentro de ese ambiente, sostiene una conversación con supadre, sobre el amor. Raimundo "rechazaba sistemáticamente las nociones de fidelidad,de gravedad, de compromiso . .. esta concepción me seducía: amores 1'ápidos, violentos, pasajeros. JI'o no estabaen. la edad I'n que la fidelidadseduce. Conocía poco en cosasdel amor: citas, besos, lasitltdes. El amor visto y sentido
A. B.
una plática sencilla que bienpudiera pronunciarse al oídode !os... intere ados por lascosa de América ..." Viene aser la exposición de un proyecto de política hispanoamericani ta y un alegato en favor deb Revolución Mexicana. Fuedictada en 1925. Y es de notar e que ahora, treinta añodespués, casi palabra por palabra e sigue diciendo lo mismo.
Ojalá que estos "Cuento votras Páginas" cumplan e;1cuanto sea posible el fin quese persigue al publicarlos.
FRAN<;:OISE SAGAN. BONJouRTIUSTESSE. (Buenos días, Tristeza). Ediciones Franco Mexicanas. México, 1955.
Es éste uno de los libros másdiscutidos en los dos últimosaños, y su publicidad ha reve tido características exorbitadas. Demasiado ruido desdeque en 1954 se le concedió elPremio de los Críticos en París. Se han vendido más demedio millón de ejemplaressólo en las ediciones francesas.De traducciones, conocemossólo la inglesa y la española,ésta última más o menos decorosa. Muchos factores enCO:1 iunto han contribuido alruido publicitario de esta novela y de su autora: los dieciocho años de Fran~oise, ~l
tema de su primera obra y laindiscutible calidad de la narración.
La historia es bien sencillatanto en su planteamiento como en sus pequeños problemas.Gira todo en torno de un solopersonaje central: Cecilia, estudiante de diecinueve años. Y"los otros", son Raimundo, elpadre, hombre de cuarentaaños dedicado a la mujeres ya los negocios; EIsa y Ana.dos amantes de Raimundo, yCirilo. el primer amante de Cecilia. El Mediterráneo francés,vacaciones, calor, dinero, sexo,también son personaies de importancia escénica. En ese escenario se mueven Raimufldoy EIsa, la primera amante queaparece en el curso de la novela, quienes se asolean y divierten en unión de Cecilia.Viene a turbar esta paz biológica la presencia de Ana Larsen, mujer madura antiguaamiga de la difunta esposa deRaimundo, moderna, negociante, ordenada y de una línea. Cautiva en tal forma aRaimundo merced ::t su personalidad. que éste decide abandonar a su amante en turno,EIsa, para casarse con Ana.Para Cecilia esto es una catástrofe, pues amenaza destruírseel desorden y la vida fácil conla intrusión de esta mujer cn su
rique González Martínez dejando en la penumbra, cuandono en la sombra más densa,muchos de sus trabajos en prosa. Con el prop_ósito de darmayor divulgación a algunosaspectos de la obra del prosistaEnrique González Martínez,
na María Sánchez junta enel presente volumen dos cuentos, varios pasajes de "El hombre del Buho" y una conferencia.
"El hombre del Buho" (autobiografía):, fue editada en1944 por " uadernos Americanos"; pero lo cuentos habían sido publicados sólo enprovincia. Y en cuanto a laconferencia, Ana María Sánchez nos dice que hubo de solicitar a las bibliotecas BenjamínFranklin, de México, y Conmemorativa de Colón, de 'Nashington, el folleto que la contiene.
Los cuentos son: "Una hembra", uno; el otro, "La chiquilla". Con ocasión de habersedado por muerto, equivocadamente, al autor, Rafael de Albase expresó así: "En sus cuentos, en aquel principalmente alque puso por título "Una hembra" y que de "El Heraldo"fué reproducido en la "Colección de Cuentos de EscritoresJalisciences", revélase un psicólogo consumado y un novelista diestro en emplear todoslos recursos de su arte". Es elcaso de una muchacha f~oreci
da en la miseria, que, sórdidamente transformada en madre,halla en su exacerbado instintomaternal fuerza bastante paraarrostrarlo todo. "La chiquilla" trata de un personaje mucho más complejo, si bien no lodesarrolla, sino que únicamente lo esboza. Aquí aparecenbien a la mano cuantos elementos se hubieran necesitado paraescribir completa una novelanaturalista.
Los pasajes de "El hombredel Buho", están bien escogidos. Dan l1na idea congruentede la autobiografía del poeta.Abarcan desde sus primerospasos en la vida y en la literatura, hasta el momento en que,aprovechando el tiempo que ledeja libre el ejercicio de la medicina, se ocupaba en componersu tercer libro de poemas, "Silenter". Terminan con las palabras con que el autor recuerda un acontecimiento decisivo: "Cuando pasé los ojospor los poemas que iba a contene¡- (el libro), un goce ine-.fable me llenó el corazón. Porprimera vez me pareció oi1' enmis ve1'SOS ;ni propia voz."
La conferencia, titulada"Problemas Mexicanos", fuedicha por Emique GonzálezMartínez en la "Sociedad Económica Matr;;cnse", como " ...