Post on 16-Apr-2017
El burlador de SevillaEl burlador de Sevilla es una obra de
teatro que por primera vez recoge el mito de Don Juan Tenorio, sin
duda, el personaje ms universal del teatro espaol. De autora
discutida, se atribuye tradicionalmente a Tirso de Molina y se
conserva en una publicacin de 1630, aunque tiene como precedente la
versin conocida como Tan largo me lo fiis representada en Crdoba en
1617 por la compaa de Jernimo Snchez. Alfredo Rodrguez Lpez-Vzquez
seala al dramaturgo Andrs Claramonte como autor de la obra en
funcin de pruebas de carcter mtrico, estilstico e histrico. Esta
obra teatral de Tirso de Molina posee una importancia crucial en la
historia del teatro barroco y de todos los tiempos, entre otras
cosas, por su profunda influencia en todo el arte posterior. Su
gran importancia radica en la creacin del impresionante mito humano
y literario de Don Juan. Este personaje con categora mtica ha sido
el ms veces imitado y copiado, dentro no solo de las letras, sino
tambin de las dems artes.
Respecto a mis consideraciones personales sobre la obra, me centrar
principalmente sobre la figura de Don Juan, eje central del
drama.
Para empezar cabra sealar el carcter disperso de la trama, una
sucesin de cuadros impresionistas, escenas mltiples, lugares
diferentes, gentes diversas, etc. Esta dispersin puede parecer
catica, pero la presencia de la figura central de El Burlador
mantiene una unidad que de otro modo sera imposible.
Pero el aspecto ms destacable de la obra es la figura, el carcter y
personalidad del personaje ms excepcional del drama y de todo el
teatro espaol: Don Juan Tenorio. El Don Juan de Tirso es un joven
aristcrata espaol, viajero, despreocupado, valiente, vividor, con
un punto de locura; y fuera de lo tocante a las mujeres fiel y
caballero (salva de ahogarse a su criado Catalinn, cumple su
promesa de ir a cena con el fantasma de Don Gonzalo de Ulloa,
etc.). Con respecto al sexo femenino su hobbie favorito es burlar a
las damas, y sobre todo dejarlas sin honor. Para ello utiliza todas
las armas a su disposicin, entre ellas valerse de su alta posicin
social y sus contactos con el poder (su padre, Don Diego, es el
valido del rey de Castilla; su to, D. Pedro, es el embajador espaol
en Npoles) para salir impune de sus fechoras. Durante el transcurso
de la obra perpetra tres burlas exitosas (Isabela en Npoles, Tisbea
en Tarragona y Aminta en Dos Hermanas) y una frustrada (Doa Ana de
Ulloa). Todo el dao causado como consecuencia de sus actos ser
pagado al final de la obra con la muerte. Ser Don Gonzalo de Ulloa
(padre de Doa Ana y muerto a manos del propio D. Juan) quien ejerza
de brazo ejecutor (nunca mejor dicho) de la justicia divina,
llevndose consigo a Don Juan a los infiernos.
Tras este anlisis pormenorizado de Don Juan, podramos distinguir en
el personaje un doble aspecto: por un lado, su fama de seductor,
minimizada en la obra de Tirso, ya que solamente Tisbea se enamora
de Don Juan, mientras que las dems vctimas han cado en brazos del
seductor mediante engaos y triquiuelas (tambin utilizadas con
Tisbea) pero sin mediar el amor. Sin embargo este aspecto de
seductor es el que ha prevalecido a travs de los siglos. El Don
Juan-seductor es protagonista de mltiples obras de artistas como
Zorrilla, Corneille, Molire, Rosimind, Goldoni, Puschkin, Dumas,
Merime, . Su importancia puede ser comparada en la literatura con
Don Quijote, Hamlet y Fausto. Pero estos artistas han olvidado la
otra cara de Don Juan, lo han despojado de su elemento esencial,
sobre el que gira la obra de Tirso. Este es el aspecto teolgico, la
grave leccin moral derivada de un prototipo complicado con la
ideologa. Don Juan no se conforma con su lmite de condicin humana,
los convencionalismos sociales, ni con las leyes familiares y
divinas. Se forja su propia moral, cree en Dios, sabe que puede
salvarse o perderse, y elige la perdicin (la muerte) para dar una
terrible prueba de que puede ser verdaderamente libre. Esta fe
ciega o libertinaje le lleva a la muerte irremisible a manos de un
alma en pena, Don Gonzalo Ulloa
Finalmente, y para concluir este juicio crtico-analtico sobre la
obra cumbre de Tirso de Molina, me gustara destacar su calidad
literaria, su grandeza y universalidad, su inters humano, su
intensidad dramtica En definitiva, me parece una obra magnfica pero
sera mucho ms amena representada.
Comentario de un fragmento de El burlador de SevillaJUAN: Ya he cenado, haz que levantenla mesa.GONZALO: Dame esa mano.No temas, la mano dame.JUAN: Eso dices? Yo temor?Que me abraso! No me abrasescon tu fuego.GONZALO: ste es pocopara el fuego que buscaste.Las maravillas de Diosson, don Juan, investigables,y as quiere que tus culpasa manos de un muerto pagues,y, si pagas de esta suertelas doncellas que burlaste,sta es justicia de Dios.Quien tal hace, que tal pague.JUAN: Que me abraso, no me aprietes!Con la daga he de matarte,mas, ay, que me canso en vanode tirar golpes al aire!A tu hija no ofend,que vio mis engaos antes.GONZALO: No importa, que ya pusistetu intento.JUAN: Deja que llamequien me confiese y absuelva.GONZALO: No hay lugar, ya acuerdas tarde.JUAN: Que me quemo! Que me abraso!Muerto soy.Cae muerto don JUAN
El fragmento que voy a comentar pertenece a la jornada tercera. Don Juan se acuerda que antes de acudir a su casamiento con Arminta, tena prevista la cena con el muerto Don Gonzalo. Acuden a la iglesia donde se haban citado. Entran rodeados de una inmensa oscuridad. Sale entonces Don Gonzalo. El muerto los invita a cenar.
Al acabar la cena, Don Juan demuestra su deseo de irse de se lugar:Se podra interpretar que, a pesar de ser un hombre osado y intrpido, tiene miedo; o que quiere ser asiduo a la cita de matrimonio. Entonces Don Gonzalo pide a Don Juan que le d la mano sin temor, pero ms bien fue un desafo a su impavidez y atrevimiento. Don Juan le da la mano y cuando se la entrega senti que se abrasaba. Don Gonzalo se justific diciendo quien tal hace , que tal pague, que sa era la justicia de Dios: En el Antiguo Testamento de la Biblia nos muestra que todo iba regido por la ley, severa y sin comtemplamiento. Todo era ojo por ojo, diente por diente. El muerto sigue la justicia de ese tiempo.Don Juan intenta defenderse con su daga, pero no lo consigue. El desdichado protagonista intenta justificar la deshonra que hizo a la hija del muerto diciendo que ella ya saba que la estaba engaando. Pero al ver que no le sirve de nada, suplica que lo deje llamar a alguien que justifique sus faltas, que lo excuse, y esto tampoco lo absuelve de la muerte. Don Gonzalo le dice que es demasiado tarde. El galn, finalmente, cae muerto, hundindose junto con Don Gonzalo en la tumba.
Wendy Guerrero