Post on 19-Dec-2015
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AntecedentesEl Día Mundial del Agua se celebra anualmente el 22 de marzo como un medio de llamar
la atención sobre la importancia del agua dulce y la defensa de la gestión sostenible de los
recursos de agua dulce.
Cada año, el Día Mundial del Agua destaca un aspecto particular relacionado con el agua.
La creación de un día internacional dedicado al agua fue recomendada durante
la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo
(CNUMAD) de 1992 en Río de Janeiro. La Asamblea General de las Naciones Unidas
respondió a dicha recomendación designando el 22 de marzo de 1993 como el primer Día
Mundial del Agua.
La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el 22 de diciembre de 1992 la
resolución por la que el 22 de marzo de cada año fue declarado Día Mundial del Agua, a
celebrarse a partir de 1993, en conformidad con las recomendaciones de la Conferencia
de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo contenidas en el Capítulo
18 (Recursos de Agua Dulce) del Programa 21.
Se invitó entonces a los diferentes Estados a consagrar este día, en el marco del contexto
nacional, a la celebración de actividades concretas como el fomento de la conciencia
publica a través de la producción y difusión de documentales y la organización de
conferencias, mesas redondas, seminarios y exposiciones relacionadas con la
conservación y desarrollo de los recursos hídricos así como con la puesta en práctica de
las recomendaciones del Programa 21.
Mensaje del Secretario General con ocasión del Día Mundial del Agua
22 de marzo de 2015
Este año, en momentos en que las Naciones Unidas se preparan para aprobar en
septiembre una nueva agenda para el desarrollo sostenible después de 2015, el Día
Mundial del Agua pone de relieve la función esencial e interrelacionada del agua.
Dependemos del agua para la salud pública y el progreso equitativo, y el agua es esencial
para la seguridad alimentaria y energética, y sustenta el funcionamiento de las industrias.
La falta de agua afecta, en particular, a las mujeres y los niños, ya que, no solo pone en
peligro su salud, sino que, además, obliga a perder una cantidad considerable de horas en
la improductiva, y a veces peligrosa, tarea de recoger agua.
Las estadísticas sobre saneamiento son aún menos alentadoras. Aproximadamente 2.500
millones de personas siguen careciendo de mejores servicios de saneamiento, y 1.000
millones de personas practican la defecación al aire libre, lo que significa que el
saneamiento ha sido la esfera de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en que se ha
tenido menos éxito. No podremos lograr un mundo de dignidad, salud y prosperidad para
todos hasta que no eliminemos esta necesidad urgente.
Nuestro futuro sostenible también encara la amenaza del cambio climático, razón por la
cual los Estados Miembros de las Naciones Unidas están trabajando arduamente para
llegar a un acuerdo universal significativo sobre el clima en diciembre de este año en
París. En los próximos años, las emisiones de gases de efecto invernadero tendrán que
reducirse considerablemente para poder evitar los peores efectos del cambio climático,
entre los que se cuentan los cambios en las pautas meteorológicas y la amenaza de
escasez de agua en muchas partes del mundo.
Para eliminar los múltiples problemas relacionados con el agua, debemos trabajar con un
espíritu de cooperación urgente, con mente abierta a las nuevas ideas y la innovación, y
dispuestos a compartir las soluciones que todos necesitamos para un futuro sostenible. Si
lo hacemos, podremos poner fin a la pobreza, promover la prosperidad y el bienestar en el
mundo, proteger el medio ambiente y hacer frente a la amenaza que plantea el cambio
climático.
Las personas no solo gastamos agua cuando bebemos o nos bañamos,
también se invierten muchos litros de agua en producir alimentos . La cantidad
de agua utilizada para este fin se llama “ agua virtual ”, un concepto que el
científico británico John Anthony Allan ideó en 1993
-El ganador es el pollo con 1,960 litros de agua por cada medio
kilogramo de pollo. La carne de res, por el contrario, necesita casi
7,000 litros.
-El arroz Requiere 840 litros por cada 450 gramos, mientras que el
arroz blanco necesita 1,131 litros por la misma porción.
-El chocolate, aunque no es es una victoria para el agua. Su huella
hídrica es de 7,801.7 litros — más de lo que requiere la producción de
la misma cantidad de carne de res.
1 hamburguesa 2400 LITROS 1 kg de soja 1800 LITROS 1 kg de azúcar de caña
1500 litros 1 kg de trigo 1300 LITROS 1 litro de leche 1000 LITROS 1 kg de maíz
900 LITROS 1 kg de patata 900 LITROS 1 huevo 200 LITROS 1 taza de café 140
LITROS 1 vaso de vino 120 litros 1 vaso de cerveza 75 LITROS 1 manzana 70
LITROS 1 naranja 50 LITROS 1 rebanada de pan de trigo 40 LITROS 1 hoja de
papel DINA4 10 LITROS 1 taza de té 30 LITROS