Post on 29-Oct-2018
EN ESTA EDICIÓN:
Testimonios desde el campo……………………….. 5
Evangelismo hoy…………………………………………. 17
El diario de un misionero…………………………….. 22
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EDITORIAL
SEAMOS AGRADECIDOS CON DIOS POR TODO LO QUE ÉL NOS DA
Jesús vino a dar vida y vida en abundancia para todos sin excepción: al enfermo, al
sano, al rico, al pobre, al ignorante, al ilustrado, al adicto, a los migrantes que han
dejado a los suyos para huir de la delincuencia y el crimen.
Dios puede sanar a toda la gente. Leemos en los Evangelios acerca de los leprosos que
iban con una campana para que la gente se quitara de en medio y pudieran pasar y no
se acercaran a ellos. Su enfermedad creaba una distancia entre ellos y los demás
considerados “sanos”. Dios nos ha llamado para que acortemos las distancias con los
necesitados.
La Biblia enseña que debemos acortar distancia con los “leprosos modernos”: con los
drogadictos, los alcohólicos, los homosexuales; todos aquellos que generalmente
consideramos casos perdidos, porque para Dios los casos perdidos no existen; todos
somos casos dignos de rehabilitación y justificación. Debemos recordar que Dios ama a
toda la gente y quiere que todos procedan al arrepentimiento como leemos en 2ª.
Pedro 3:9: “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino
que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos
procedan al arrepentimiento”.
Algunos de estos “leprosos modernos”, quieren llamar tu atención para que lo abraces
y les digas que Jesús quiere cambiar su vida, que Él quiere que deje de llenarse de
alcohol o sustancias y que se llene de su Espíritu Santo.
Podemos observar la enseñanza bíblica del Señor Jesús en Lucas 17: 12 al 19: “Y al
entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se
pararon de lejos y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de
nosotros! Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que
mientras iban, fueron limpiados. Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado,
volvió, glorificando a Dios a gran voz, y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole
gracias; y éste era samaritano. Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron
limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios
sino este extranjero? Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado”.
Jesús sanó a los diez leprosos. No a uno sólo. Los milagros y prodigios, son para que la
gente alcance la salvación. Los otros nueve se salvaron pero no se convirtieron. Es
preferible entrar con un ojo menos al cielo pero entrar, y no irte con tu cuerpo entero,
pero al infierno.
No todos reaccionamos de la misma manera ante un mismo suceso. Esto nos confirma
la universalidad de la salvación y la vida, el que fue sano y salvo era un samaritano, o
sea medio judío. Que no sólo se sanó sino que se salvó. La salvación es para todos:
religiosos, testigos de Jehová, musulmanes, católicos cristianos, etc... si aceptan a
Cristo Jesús " COMO SU UNICO Y SALVADOR PERSONAL.
Ser agradecidos es fundamental para alcanzar la próxima bendición. Ese que volvió se
llevó un extra: fue sanado, pero también fue salvado porque volvió para agradecer. El
dar gracias a Dios te prepara para recibir la otra bendición. Si te quejas por lo que no
tienes y no agradeces lo que ya tienes, no vas a recibir nada más.
El ser agradecido con Dios por lo que tiene, es alguien que reconoce que todo viene
como bendición y no porque lo merezcamos; pues si Dios nos diera realmente lo que
merecemos, estaríamos perdidos. Y esa es precisamente la misericordia de Dios…Él no
nos da lo que merecemos, sino que por Su gracia infinita, sí nos da lo que no
merecemos. “Porque por gracia somos salvos, y esto no de nosotros, pues es don de
Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”. Efesios 2; 8.9
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Mi nombre es Guadalupe Castro. Viví
con mi familia por más de 40 años en la
Colonia Agua Azul del Estado de
México. Recuerdo que un día un
hombre joven pasó en su motocicleta
(siento mucho que con los años, su
nombre se me ha olvidad9. Él se detuvo
en mi domicilio y tocó mi puerta. Lo
primero que dijo fue que me llevaba un
obsequio de Cruzada Mexicana y me
entregó un folleto. Al principio dudé en
recibir lo que me ofrecía pero era tan
amable que no pude negarme.
También me ofreció un curso de
discipulado, me dijo que él me ayudaría
a estudiar y a entender mejor la Biblia,
y yo acepté. En su siguiente visita, me
llevó a regalar una Biblia que para mí
fue algo especial, pues nunca había
tenido una; ni siquiera había pensado
jamás en leerla. Desde ese momento,
empezamos a estudiar juntamente con
mi hija mayor, quien entonces tenía 15
años.
En aquel entonces Cruzada Mexicana
enviaba las lecciones por correo. El
curso que comenzamos a estudiar se
llamaba “La senda hacia una vida feliz”.
Nosotras en compañía de aquel joven
estudiábamos las lecciones y
respondíamos a los cuestionarios que
acompañaban cada lección. Al final del
curso enviábamos nuestros ejercicios y
a cambio nos regresaron nuestras
Guadalupe Castro
calificaciones con un diploma. Con el
tiempo y mucha paciencia de parte de
aquel joven, terminamos los dos cursos
bíblicos de Cruzada Mexicana y al
finalizarlos, este joven nos invitó a
hacer una oración para aceptar a
Jesucristo como nuestro Salvador.
A partir de ese momento vinieron los
problemas. El hermano de mi esposo
comenzó a luchar para quitarnos la
casa donde vivíamos y fue que nosotras
decidimos salirnos. El día que deje la
colonia Agua Azul, fue el día en que el
joven de Cruzada Mexicana nos dio la
última clase; nos mudamos de ese lugar
pero antes dijo una oración por
nosotros. Le di mi dirección y me
prometió que iba a orar por nosotros.
Lloró con nosotros porque sabía que
íbamos a enfrentarnos a muchos
problemas y después de esto nunca
más lo volvimos a ver, pero siempre
mantuve la esperanza de que algún día
llegaría a volverlo a ver para que me
hablara más de Jesús ; pero el tiempo
pasó y ya no supimos nada más de él.
Sin embargo, Jesucristo seguía vivo en
nuestros corazones y nunca nos
sentimos solos.
Muchas desgracias, miserias y dolores
vivimos en los siguientes diez años. Sin
embargo, Dios no nos abandonaba y
permitió que una mujer nos empezara
a visitar y a volver a hablarnos del
Evangelio de Jesucristo, porque nunca
falta alguien que Dios elija para
consolar a los necesitados.
Un día nos decidimos a ir a la iglesia a la
que ella nos invitó. Esta mujer nos
había convencido, a través de su
testimonio pero las palabras de aquel
joven que me decía que Cristo me
amaba, siempre habían permanecido
en mi corazón.
Por un tiempo y por mi propia cuenta
estuve estudiando la Palabra de Dios en
la Biblia que aquel muchacho me
regaló. La recuerdo muy bien; era de
pastas azules, pero con el tiempo se
desgastó y se la di a otra persona.
Pasados los años, finalmente entregué
de todo corazón mi vida a Jesucristo;
empecé a asistir a una iglesia y quería
afirmar mis pasos en el camino de Dios,
pero como siempre, empecé a tener
muchos problemas. Por fin, huyendo de
mis problemas vine a dar a la ciudad de
Acapulco, porque mis padres eran de
Guerrero. Y pronto llegó de nuevo la
devastación. Sin embargo, ahora sentía
una paz que provenía de mi nueva
relación personal con Jesucristo. Sería
tedioso para explicar todo lo que viví en
ese entonces.
Yo viviré siempre agradecida a Dios por
este joven de Cruzada Mexicana que
aquél lejano día se atrevió a tocar a la
puerta de mi hogar y presentarme a
Jesucristo. Siempre ha sido mi oración
que Dios lo bendiga esté donde esté,
porque sé que él siguió orando por mí;
de lo contrario tal vez nunca me habría
encontrado con el Señor Jesucristo.
Desde entonces no he dejado de hablar
de Jesús y su Evangelio, porque estoy
agradecida de que Él me haya salvado.
Dios ha usado mi vida para construir
iglesias. Tengo siete hijos y para la
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gloria de Dios todos ellos le sirven al
Señor. Dios ha guiado de tal manera a
toda mi familia, él ha levantado
Pastores entre algunos de ellos y ahora
mis nietos también están en el
ministerio.
Mi hija quien comenzó a leer la Biblia
junto conmigo hace más de 40 años y
que ella tenía quince años, sirve
actualmente junto con su esposo que
es Pastor de una iglesia y sus hijos
están en el ministerio de la música.
Tengo un hijo de Pastor en Estados
Unidos que acaba de comenzar su
ministerio. Por desgracia, para mi
marido, el enemigo lo usó para
hacernos por mucho tiempo la vida
imposible. Sin embargo, gracias a Dios,
un día Cristo se compadeció de él y lo
alcanzó hasta que finalmente rindió su
vida al Señor. No podemos negar que
Dios cumple su palabra: "Cree en el
Señor Jesucristo y serás salvo, tú y tu
casa". Para Dios no hay casos perdidos,
gracias a Él, todos, sin excepción, mis
hijos y mis nietos sirven a un Dios vivo.
Espero que el joven que un día me trajo
la Palabra de Dios todavía este vivo y
sirviendo al Señor y si no, estoy segura
que nos volveremos a ver cuando Cristo
venga por Su Iglesia.
Dios bendiga al ejército de hermanos
que pertenecen a la Cruzada Mexicana.
Y sepan que al igual que a mí, en
nuestro país muchos han sido
alcanzados para Cristo a través de este
ministerio.
Bendiciones.
LUGAR: Cuauhtémoc, Chihuahua.
IGLESIA: Salvos por Gracia
PASTOR: Adela Morales
VISIÓN DE CONJUNTO
La Colonia Emiliano Zapata es
nombrada por algunos residentes como
la "cueva del diablo". Es una zona muy
pobre donde el crimen, el narcotráfico
y la miseria material y espiritual
definen la vida de los habitantes de
este sector. Se encuentra justo detrás
de la zona roja de Cd. Cuauhtémoc y es
también el hogar de muchas de las
mujeres que ejercen la prostitución en
bares y burdeles que se encuentran por
toda la ciudad. Una mañana, huyendo
de la inseguridad en la zona centro de
la ciudad donde vivíamos mi esposa y
yo, el Señor nos llevó a alquilar una
casa en esta colonia.
Durante los siguientes días, el lugar nos
parecía seguro y tranquilo, pero esto
pronto cambió cuando al salir de
nuestra casa una tarde nos
encontramos con el mismo escenario
que prevalece en todo México. Varios
camiones con hombres armados
estaban justo en la casa de enfrente.
No era difícil darnos cuenta que eran
sicarios. A partir de entonces, esta
escena se hizo más frecuente. Ahora,
para nosotros es una escena normal ver
a hombres armados que entran y salen
de las casas de enfrente,
probablemente para tratar alguna
cuestión; para la gente común resulta
Grupo de hermanos alistándose para salir a Evangelizar
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mejor no enterarse de más para evitar
problemas. Al ver esta necesidad y al
darnos cuenta de que no podíamos
estar huyendo siempre de esta
realidad, mi esposa y yo comenzamos a
orar por los vecinos.
Nosotros sabíamos que la mayor
necesidad de estas personas es que sus
vidas están lejos de Jesucristo;
pensábamos que si tan sólo pudieran
saber de Él, sin duda que sus
condiciones mejorarían por mucho. Así
que cada mañana después del
desayuno orábamos a Dios durante
unos minutos por estas almas. Poco a
poco, fuimos conociendo el barrio y a
las personas que viven aquí. Nos
dimos cuenta de que hay muchos niños
en las calles que crecen prácticamente
solos porque sus padres no les prestan
atención porque están atrapados en la
prostitución o son alcohólicos y adictos.
De repente nos dimos cuenta de que
además de orar, debíamos empezar a
hacer algo. La Biblia dice que la fe sin
obras es muerta, así que si en verdad
esperábamos que Dios cambiara las
circunstancias, nosotros deberíamos
empezar por hacer algo. Sabíamos que
la respuesta era que teníamos que salir
a evangelizar a estas personas para
mostrarles el camino a la vida que es
Jesucristo.
Fue entonces cuando empecé a buscar
iglesias ubicadas en la zona, con el fin
de exponerles la necesidad y para que
ellos pudieran abrazar un proyecto
destinado a evangelizar a estas
personas. La verdad es que no
esperaba encontrarme con esta
imagen: Visité tres diferentes iglesias y
ningún líder aceptó el reto. Me dio la
impresión de que estas iglesias estaban
tan cómodas con sus programas dentro
del templo, que no se incomodaban en
lo más mínimo con la situación que
existía en torno a ellos, en donde
muchas personas son consumidas por
el pecado y encuentran la muerte sin
Cristo como su Salvador. Al ver la
negativo, continuamos orando y
poniendo esta situación en manos de
Dios.
Pero Dios que tiene el control de los
tiempos y los acontecimientos, hizo
que, cuando menos me lo esperaba,
una puerta se abrió frente a nosotros
cuando un hermano nos invitó a
compartir el Evangelio con un grupo de
adictos en un centro de rehabilitación
que se encuentra en el mismo sector.
Aquí, más directamente, empezamos a
conocer a varias personas que buscan
escapar desesperadamente de las
cadenas de la adicción. Al salir del
lugar, a la vuelta de la esquina, me
encontré con la pequeña Iglesia
Bautista "Salvos por Gracia". La puerta
principal estaba abierta y me di cuenta
de que había gente en el lugar. Así que
decidí parar el coche y entrar, por si tal
vez yo pudiera hablar con el Pastor y
exponerle la necesidad. Cuando entré,
para mi sorpresa me encontré con un
grupo de cuatro hermanas mayores.
Ellas estaban orando y cantando
alabanzas, realmente esto no era lo que
tenía en mente. Pensé que encontraría
a un Pastor y a un gran número de
fervientes hermanos que después de
escuchar mi propuesta estarían
dispuestos a obedecer el llamado de la
Gran Comisión. Un momento antes de
que el servicio hubiera terminado, una
de las hermanas se me acercó y
comenzamos a intercambiar algunas
palabras y fue entonces cuando le dije
lo que me había traído a este lugar.
Ella permaneció atenta a cada palabra
de mi propuesta y me dijo que iba a
hablar con el resto de las hermanas
sobre este plan para evangelizar el
sector, y que me llamaría pronto para
darme su respuesta.
A la semana siguiente recibí una
llamada de la hermana Adela, que me
informaba que el pequeño grupo de
ancianas había decidido que era
necesario obedecer a Dios y rescatar a
este barrio de las garras del pecado.
Así fue como se organizaron para salir
cada viernes a visitar a los vecinos y
contarle las buenas noticias de Cristo.
Algunas de ellas llegaban en autobús o
en sus autos desde otros puntos de la
ciudad para llegar a este sector y tocar
puertas, repartir folletos y hablar con
los vecinos sobre la importancia de
encontrar las respuestas a sus
necesidades en la persona de
Jesucristo.
“Si podemos llegar y hablar con una
persona y demostrarles que Jesús es la
solución que tanto han estado
anhelando, nos habremos sentido como
ganadores, porque creemos que
estamos plantando una semilla de
esperanza y que el Señor hará su
Personas evangelizadas en Cuauhtémoc Chihuahua.
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voluntad en el corazón de cada
persona” comentó la hermana Adela.
Las hermanas de la iglesia Salvos por
Gracia hasta el momento han
evangelizado ocho calles completas, en
las que han tocado a las puertas de 97
hogares para decirle a la gente que
Jesús las ama. Oremos para que
tenazmente continúen difundiendo la
Palabra de Dios en la vida de muchas
personas que están sufriendo en esta
colonia de muchos contrastes y
dificultades. Hasta ahora, han sido
cuatro viernes consecutivos que
puntualmente han salido a evangelizar.
Donde todo tipo de aventuras han
vivido, y donde también han obtenido
muchas victorias. Ellas se animan unas
a otras contando sus experiencias en el
campo y nos gloriamos en la bendición
de ser capaz de decirles a otros acerca
del único Salvador, el cual un día nos
redimió del pecado y cambió nuestra
vida.
Tocando puertas para dar las Buenas Nuevas
Para gloria de Dios, compartimos el
gozo de que el pasado domingo se
recibió una inesperada visita durante el
servicio de la Escuela Dominical. Era
Pedrito, un niño que había sido
evangelizado el viernes anterior y que
fue invitado a visitar la Iglesia. La
hermana Adela nos contó que había
sido muy impresionada por la
inteligencia de Pedrito, quien durante
La clase nunca dejó de hacer
preguntas. Se notaba el deseo que él
tiene de conocer a Jesucristo. Su visita
fue una victoria más, producto del
trabajo que tenazmente siguen
haciendo estas fieles y valerosas
hermanas todos los viernes.
Y para mí, esta fue una gran lección
donde aprendí que el Señor trabaja a
menudo a través de los que se miran
humanamente menos capaces para
hacer el trabajo, pero que con amor se
disponen a obedecer y que a pesar de
que las circunstancias parezcan
adversas, Él les da la victoria.
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¡Hoy por fin conozco la verdad!
Testimonio del Sr. Andrés Hernández
Poblado de Los López, San Luis Potosí
Don Andrés es un católico devoto, de
esos a los que por su fervor hacia su
religión llaman de “hueso colorado”, ya
que como él mismo nos cuenta fue
desde muy pequeño cuando su familia
le enseñó a venerar a la virgen María y
a los santos quienes a lo largo de
muchos años conformarían el centro de
su fe y adoración.
Todos los años Andrés realizaba
peregrinaciones a diferentes partes de
México en donde se organizaban
celebraciones para festejar a los
“santos” o patrones. Siempre su
intención era agradecerles
personalmente por la protección y por
cada uno de los favores que había
recibido de ellos. Esta era la manera
que había aprendido para demostrar su
fidelidad a sus ídolos, pero también
era una forma con la cual buscaba
llenar ese vacío que su religión no había
logrado suplir.
Andrés Hernández
En su mente no había espacio para
otras opciones, escuchar acerca del
evangelio era algo imposible ya que era
uno de los muchos a los que la iglesia
católica les había prohibido recibir
propaganda de evangélicos en sus
domicilios, menos podía escucharlos ya
que se le había dicho que los cristianos
estaban equivocados y que además son
muy astutos para envolver y confundir
a las personas.
Un día una iglesia cristiana
local organizó una salida para
evangelizar las casas del barrio, este
acto significo un cambio radical para la
vida de Andrés cuando dos hermanos
tocaron a su puerta y lograron entablar
una conversación con él. Andrés se
notaba un poco inseguro de querer
escucharlos pero finalmente accedió.
Con amor y paciencia los hermanos
empezaron a explicarle las buenas
noticias que tiene la Biblia para él y
para todo aquél que quiere conocerlas
a lo cual Andrés, algo renuente por lo
que sabía respecto a los cristianos y a
sus enseñanzas, aceptó atenderlos
porque comenzó a sentir mucha
curiosidad de conocer aquello que esas
personas explicaban con tanta
seguridad; por lo cual permanecía
atento a cada palabra de ellos,
íntimamente comparándolas con su
trasfondo católico. Comenta Andrés
que él sabía que romper con la religión
que conocía desde su niñez, resultaría
sumamente duro para sus familiares y
amigos.
De manera respetuosa los hermanos
pidieron a Andrés que si podían leerle
algunas citas en su propia Biblia
Católica, lo cual le pareció correcto, ya
que era el libro al que más le confiaba –
aunque poco había leído de él- Andrés
accedió y se sintió más tranquilo.
Los hermanos abrieron la Biblia de
Andrés en el libro de Isaías 44:9: “Los
formadores de imágenes de talla,
todos ellos son vanidad, y lo más
precioso de ellos para nada es útil; y
ellos mismos son testigos para su
confusión, de que los ídolos no ven ni
entienden” Isaías 44.9.
Con mucho cuidado y respeto, los
hermanos le mostramos lo que su Biblia
Católica dice sobre aquellos que
adoran a los ídolos e imágenes. Andrés
estuvo muy atento a aquellas palabras
y después de un tiempo de hablar al
respecto, se mostró asombrado y con
cierta confusión ya que como él
dijo: nunca
antes había entendido la Biblia de esta
forma.
Por primera vez Andrés estaba siendo
confrontado acerca de la veracidad de
lo que había creído y profesado
durante toda su vida, la genuinidad de
su fe ahora estaba siendo desmentida y
no por medio de palabras de hombres
sino directamente del libro que tanto
atesoraba: su propia Biblia.
Finalmente admitió que no podía negar
que lo que la Biblia decía era lo
correcto y que él había estado en un
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error durante todo este tiempo, pero
que hoy le agradece a Dios por la
oportunidad que le permitirle de
entender y conocer lo que realmente Él
dijo que es lo debemos creer.
Los hermanos invitaron a Andrés a
que siguiera estudiando la Palabra y le
entregaron algunos folletos, los cuales
aceptó. Prometió estudiar para que
posteriormente un grupo de hermanos
cercanos a su domicilio lo visiten y
platiquen más de las Palabras de
Jesucristo.
Cuentan los hermanos que visitaron a
Andrés que ellos regresaron felices por
haber cumplido con la misión y
agradecidos con el Señor por haber
abierto el entendimiento a don Andrés
y que él pudiera comprender el
Evangelio. Ahora estarán orando para
que Dios siga obrando en su corazón y
que así como a él, la verdad del
Evangelio sea revelada a muchos más
en este poblado donde el 90% profesan
ser Católicos de "hueso colorado".
¡Qué gran impacto puede tener en la
vida de una persona, quien por
ignorancia, vive en la oscuridad
espiritual y está expuesta al castigo
eterno! Pero cuando cristianos fieles se
deciden a obedecer la Gran Comisión
se marca la diferencia. Hoy Andrés
conoció la verdad porque hubo
cristianos conmovidos por la necesidad
de llevar la luz de Cristo a una
comunidad que vive en la oscuridad del
error y salieron a testificar de su fe en
Jesucristo.
¡Dios hace maravillas cuando Su pueblo
cumple con Su voluntad!
DE LAS CALLES A LA LUZ.
Rubén González es originario de
Durango pero hace mas de 15 años
llegó al Estado de Sonora en busca de
una oportunidad para cruzar hacia
Estados Unidos. Al no lograrlo trató de
encontrar trabajo en Hermosillo, pero
la falta de dinero y las malas compañías
lo llevaron a vivir en las calles y
después lo indujeron al alcoholismo,
hoy Rubén se pasa la vida recibiendo
limosnas y durmiendo en las bancas de
la plaza principal de Hermosillo.
Platicando con él nos contó que
recuerda que de pequeño su madre lo
llevaba a una iglesia evangélica, dice
tener recuerdos de lo que le enseñaban
en la clase de niños donde conoció a
cerca de Jesús.
Al compartir con él un tratado que
presenta a Jesús, de inmediato
empezó a recordar las palabras del
Pastor que hablaba en aquella iglesia
que visitaba cuando era niño, donde
predicaba que Jesús había pagado el
precio por nuestros pecados con su
sacrificio en la cruz del Calvario. Esto
abrió una puerta de esperanza en su
corazón, y con lágrimas en los ojos
recordó a aquel que había venido al
mundo a libertar a los cautivos y a los
oprimidos por el diablo, justo como él.
Después de platicar unos momentos
con Rubén y analizar el valioso regalo
que Dios nos había dado por medio de
Su Hijo y la salvación que nos aguarda,
Rubén en medio de la plaza sin
importarle nada elevó una oración en
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su banca y rogó a Jesús, una vez más,
como cuando era niño, que lo
perdonara y que le diera una nueva
oportunidad para volver a empezar y
vivir para Él. Nos dijo que lo primero
que hará será buscar una iglesia y pedir
ayuda para encontrar un empleo y así
poder salir de las calles. Un día si Dios
se lo permite, espera volver a su ciudad
de origen y encontrarse de nuevo con
su familia y poder contarles que Cristo
lo ha salvado, pero si no fuese así,
espera un día estar ante la presencia de
su Salvador Jesucristo y mientras tanto
quiere vivir agradecido el resto de su
vida porque a pesar de su miseria y que
no lo merecía, el Señor tuvo compasión
de él y lo vino a buscar en ese lugar
donde lo encontramos. Ahora se siente
que ha salido de las tinieblas a la luz y
para finalizar nuestra plática manifestó:
“Ahora puedo ver y darme cuenta que
si hay vida y se encuentra sólo en
Jesús”. Oremos porque Rubén siga
adelante, firme en su convicción de que
Cristo lo ama y quiere una vida
diferente para él.
En medio de una generación difícil.
Por: Heber González
El Evangelismo siempre ha sido y seguirá siendo el propósito de existir de la verdadera
Iglesia. Al cumplir con este fin el propósito de glorificar y amar a Cristo se ve expresado
en la obediencia. Mucho es lo que se ha dicho y escrito al respecto, pero lo que urge
en nuestros tiempos más que información y teoría necesitamos ir a la práctica.
Tiempos difíciles son los que nos ha tocado vivir, donde una generación se levanta sin
temer al Dios verdadero ya sea por rebeldía o desconocimiento, tiempos de confusión
y de revuelta social donde prácticamente cada uno puede crear su propia religión y
adorar cualquier cosa y llamarla Dios, algo que nunca antes se imaginó.
Así es la época que nos tocó vivir. Abunda una enorme diversidad de ideologías y
pensamientos orientados a resolver los dilemas del hombre como alcanzar la plenitud,
el éxito, la paz, las riquezas y obtener la vida eterna entre otros. Enseñanzas que
prometen ser la respuesta a esa incansable búsqueda que por siglos el hombre ha
querido encontrar para suplir su necesidad de trascendencia, pero que
equivocadamente ha creído alcanzar fundándolas en cosas y objetos tan vanos y
efímeros como son el hombre mismo, la religión y las cosas creadas y materiales. Nos
hemos tardado en reconocer que las respuestas a nuestra condición no están en el
mundo material sino en el espiritual.
Los cristianos sabemos que esta es una verdadera mentira, un intento premeditado
por Satanás por esconder la verdad y hundir en el engaño a toda una generación.
Hoy el materialismo parece ser un grande problema, muchas personas necesitan de
entre tanta distracción encontrar un espacio donde meditar y darse cuenta de su
situación, asumir su condición de perdidos a consecuencia de sus pecados y esto se
logra sólo a través de la exposición del Evangelio.
Esta es una generación difícil como ninguna otra, es una que dice conocer a Dios pero
por otro lado, por sus actitudes, parece que no le importa, abiertamente es desafiada
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su veracidad y se atenta contra su justicia y santidad. Sólo basta con poner atención a
los sucesos del día a día y darnos cuenta que en la gran mayoría no hay ningún respeto
hacia Dios. Gran parte de la culpa de esta situación se debe a que la Iglesia no ha
cumplido con el ministerio de la predicación de los perdidos. Esta desinformación
proviene de una idea vaga que muchos incrédulos se han creado de un Cristo
permisivo, producto del cristianismo light y anti bíblico que hoy se predica en muchas
iglesias cristianas. Esta falsedad sólo se puede desenmascarar con una exposición fiel y
verídica del Evangelio donde se presenta al Cristo verdadero y esta misión se logra
cuándo se va y se les predica en su propio contexto, o sea: ir y visitarlos en sus
hogares, evangelizarlos en sus trabajos o en los colegios, etc.
En el pasado la Iglesia nunca desistió de esta ardua labor, se esforzó siempre por
cumplir la Gran Comisión que estaba adherida al cuerpo. Aquellos verdaderos
cristianos no escatimaron el dedicar tiempo a hablar de Cristo, sino que avanzaban
tenazmente para extender del Reino. Podemos atribuir su obediencia al amor a las
almas. Pero déjame decirte que sobresalía por mucho su devoción a Cristo, ésta era su
principal motivación para entregarse de lleno a esta tarea.
Esa necesidad de compartir el Evangelio es lo que necesitamos tanto hoy en día; hace
falta una Iglesia consumida por un celo por Dios que la moviliza, que la hace sentirse
inquieta por los miles de perdidos que esperan escuchar las Buenas Nuevas... Bien nos
haría preguntarnos ¿Qué fue lo que nos sucedió? ¿Cuando fue que perdimos la visión?
¿O quizás nunca la tuvimos realmente?
Dando por hecho de que somos la verdadera Iglesia, hay una sola y dura respuesta a
todos estos cuestionamientos y se resume en “Indiferencia”. La frialdad espiritual, la
falta de compromiso con Jesucristo y el querer ganar el mundo a costa de perder
nuestra alma, es lo único que puede hacer callar a la Iglesia; pues a los creyentes del
pasado, ni la pobreza material, ni la falta de recursos, ni la persecución, incluso ni la
ignorancia fueron suficientes motivos para que dejaran de extender el Evangelio en sus
comunidades. Siempre fue su devoción y amor a Dios lo que los motivó y los hizo estar
dispuestos a ser Iglesias evangelizadoras. El Señor siempre proveyó de todo lo
necesario para que sus fieles salieran al campo y así se cumplieran sus propósitos, tal y
como hoy en día Él ha puesto al alcance de los creyentes en Jesucristo, ministerios
como Cruzada Mexicana, dedicados a suplir del material necesario para que todo
creyente cumpla con su misión de testificar a sus familiares, amigos, vecinos,
compañeros de trabajo y escuela, etc..
Por lo tanto, no hay razón para no continuar llevando palabras de aliento, esperanza y
fe a tantas personas que carecen de ellas. Los tiempos difíciles nunca significaron
pasividad o abandono de esta importante labor, mucho menos debería ser así en
nuestras Iglesias cristianas, si en verdad nuestro Dios es el “Todopoderoso”. Actuar así
es contradictorio, es como asumir que nuestro Dios es incapaz de hacerse brillar ante
tanta maldad.
Más bien tiempos difíciles significan para Dios la grandiosa oportunidad para
magnificar Su gloria y para nosotros el privilegio de sufrir por él. Si, sufrimiento no
siempre es malo y para el cristiano mucho menos, éste siempre trae consigo el
propósito de una bendición implícita, es el acto renovador que Dios emplea para pulir
a sus hijos. Sería muy edificante tener grabadas en nuestras mentes las palabras del
Apóstol Pablo:
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los
que conforme a su propósito son llamados”. Romanos 8:28
Así que el que vivamos tiempos difíciles, que sepamos que hay gran indiferencia o se
sufre de mucha oposición y que nadie quiere escuchar la Palabra de Dios, nunca nos
eximirá de nuestra obligación de ir y evangelizar. Además Jesús nunca prometió
circunstancia mejores que no fueran la apatía de los hombres y las circunstancias
adversas, pues nos previno en Lucas 10:16: “El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a
vosotros desecha, a mí me desecha; y el que a mí me desecha, desecha al que me envió”.
Basta con echar un vistazo al libro de los Hechos para darnos cuenta que en medio de
tanta oposición la Palabra se predicaba, y qué podemos decir de los cristianos que
sufrieron la llamada “santa inquisición” que por sus creencias eran acusados de herejes
y quemados en la hoguera, o en la época del comunismo cuando se encarcelaba y
mataba a los “rebeldes” que preferían mantener su fe antes que ceder a la falsa iglesia
impuesta por el gobierno, o que hay de los creyentes genuinos de los años 60s que
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tuvieron que luchar contra la corriente hippie y la revolución sexual que los tachaba
ante el mundo de ignorantes anticuados, y que a pesar de que esta corriente
acaparaba todo el ambiente, ellos siguieron predicando de la pureza y la santidad que
de Cristo emana. Sólo por mencionar algunos ejemplos, pero todos estos
representaron tiempos difíciles para la verdadera iglesia pero el Evangelio nunca se
ocultó ni cesó de pregonarse.
Así que es urgente y necesario despertar a la realidad de que nuestro Señor desea que
su Iglesia atienda a Su mandato de Ir y predicar el Evangelio en el tiempo y el espacio
que le toca vivir hoy, sin importar las circunstancias y me atrevo a decir que tampoco
sus consecuencias. Al final todo será empleado para justificar nuestra razón de existir
“la gloria de Dios” y nuestro galardón nos estará aguardando a todos aquellos que
incondicionalmente y sin reservas creemos y atendemos a Su llamado, poniendo como
máxima prioridad el hacer Su voluntad y no la voluntad de este mundo tan vano y
volátil que inevitablemente un día perecerá junto con todos aquellos que no quisieron
mirar la Verdad.
“Jesús tu representas la verdad y la esperanza que el ser humano está necesitando en
estos tiempos de grandes revueltas y oscuridad. Hoy como siempre Tú eres lo único
digno de quien vale la pena hablar. Tu amor y pureza son cosa extraña a los conceptos
del mundo, sin embargo para nosotros son el deleite supremo, y la esperanza de
nuestra liberación inminente de este estado de muerte para siempre. Haz de nosotros
siervos consumidos por una desbordante pasión por hacer tu voluntad sin importar
cuán buenas o malas sean nuestras circunstancias”.
Heber e Isaías del equipo de Cruzada Mexicana
La aventura Yoreme
Por: Heber González
Cuando emprendí este viaje no sabía mucho del lugar hacia donde me dirigía, solo
sabía que era una pequeña comunidad como a una hora después de pasar Navojoa en
el estado de Sonora. Esto es parte de este trabajo, algunas veces se considera parte de
la aventura que vive un misionero, pero en otras te pone a pensar en los riesgos que se
corren y finalmente te lleva a confiar en Dios. Cuando Él dirige tu camino nunca
puedes saber hasta dónde te llevará, hasta que ya estás en el viaje.
Mi trayecto duró más de nueve horas montaña abajo, atravesando toda la sierra de
Chihuahua desde Cuauhtémoc a Yekora para por fin llegar a Sonora. De ahí viajé hasta
Obregón y transborde a Navojoa para verme justo afuera de la central de camiones
con el hermano Isaías Martínez, quien me llevaría hasta San Pedro un pequeño pueblo
de origen Mayo o Yoreme , grupo indígena que se estableció a lo largo del rio Mayo.
Aquí empezaría nuestra travesía de 3 días con la misión de despertar y movilizar a la
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Iglesia para que se aliste para salir a sembrar la semilla del Evangelio en un campo que
está listo para esa siembra.
Ésta es la labor que desarrollamos en Cruzada Mexicana a través de la impartición de
cursos de evangelismo, a través de lo cual proveemos de instrucción y motivación para
que la iglesia despierte a la necesidad de predicar a Cristo.
Tan pronto como descendí del autobús, eran aproximadamente las 9 de la noche y me
encontraba dentro de un pequeño auto blanco en compañía de 2 hermanos a los
cuales recién conocía. Abandonamos la ciudad para internarnos en un camino
pedregoso a campo abierto. En un País tan inseguro como el nuestro, uno piensa en lo
peor que le puede pasar, pero luego uno asume que Dios está en control de su vida y
es como encontramos valor y paz.
El cansado viaje me tenía hecho trizas; una sola cosa me pasaba por la mente en este
momento y era la de llegar pronto a descansar. Después del trayecto noté que íbamos
llegando al pequeño pueblo, nuestra primera parada fue con el Pastor de la Iglesia
Bautista de la localidad quien ofreció hospedarme. Después del saludo y la breve
charla de presentación fui dirigido a un salón que sirve como centro de traducción de
la Biblia donde hermanos voluntarios trabajan en escribir el Nuevo Testamento en
lengua Mayo. Allí mismo me habían preparado un sofá para mi descanso.
Por esa noche no supe más, ni el intenso calor pudo interrumpir el pesado sueño en el
que pronto caí. A la mañana siguiente, después del desayuno nos dispusimos a
conocer un poco el lugar. En San Pedro las personas viven principalmente de la
agricultura, también me entere que es una región que ha sido declarada por el
Gobierno como zona marginada debido a las pocas oportunidades laborales y la
extrema pobreza que padecen sus habitantes. Un lugar de clima muy caluroso con
temperaturas de hasta 55 grados en verano y una media de 35-40 en invierno. Hasta
aquí nos trasladamos para establecer contacto con los pocos Pastores de la comunidad
quienes afrontan grandes desafíos principalmente para lograr su propio sostenimiento,
ya que la región es muy pobre, pero a pesar de las necesidades ellos continúan
adelante desarrollando el ministerio y a la vez trabajando en el campo para el sustento
familiar. Situación que me hizo reflexionar cuando en las ciudades o en mejores
circunstancias no valoramos el gran privilegio que nos fue dado, perdemos de vista el
objetivo principal y nos entregamos al placer que nos brinda la comodidad dejando de
hacer realmente la obra para la que fuimos llamados. Y aquí cuando el panorama es
tan contradictorio a lo que estamos acostumbrados a ver en la ciudad, los hermanos
parecen más comprometidos con su misión, tal vez sea porque no tienen mucho a que
renunciar, ya que prácticamente pudiéramos decir que materialmente no tienen nada,
pero ahora que lo pienso bien parece ser mejor esta condición, vivir sin ataduras, sin
obstáculos que te impidan entregarte totalmente a la voluntad de Dios. Aquí es
cuando el proverbio cobra mucho sentido, “Hay quien pretende ser rico, y nada tiene;
hay quien pretende ser pobre, y tiene una gran fortuna”. Pr 13:7.
Me pregunto si acaso habrá una mayor riqueza que el del privilegio de seguir a Cristo,
y si además es librado de los obstáculos que representan comúnmente los afanes que
te impiden entregarte de todo a Él.
Al día siguiente por la tarde pudimos entrenar con el Curso Práctico de Evangelismo a
voluntarios de 3 congregaciones. Tiempo en el cual los hermanos se mostraron muy
interesados y reflexivos sobre la oportunidad de compartir el Evangelio a sus amigos y
familiares, a compartir el mensaje que los hará ricos espiritualmente. Entendieron el
llamado y nos dijeron que cuanto antes empezarían a evangelizar en sus
comunidades.
Los hermanos Isaías y su esposa Norma son una pareja misionera y fueron quienes nos
guiaron en nuestro recorrido por la zona y así llegar a las diferentes iglesias para
impartir los entrenamientos de Evangelismo. Viajamos en camión, pidiendo
“aventón” y a veces usando una motocicleta, fueron los medios por los que nos
trasladamos a los distintos puntos para llegar a los hermanos que nos estaban
esperando.
Entrenamiento con pastores y miembros de las Iglesias
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En cada lugar que visitamos, se podía percibir el sentimiento de abandono que sufren
la gran mayoría de ellos, ya que no cuentan con el apoyo de sus organizaciones y
subsisten con muy pocos recursos, pero el Señor es bueno y al igual que la iglesia
pobre de Esmirna, Él los sostiene y anima en medio dé muchas penalidades. Durante
mis tres días en el lugar penosamente debo confesar que sólo me pude bañar en una
ocasión, no había agua en el lugar, y solo por una hora durante el día era posible
encontrar un leve chorro en las tuberías y si a esto le sumamos el calor, ya se
imaginarán las penurias que debimos pasar, pero como buen misionero de Jesucristo,
he aprendido a no centrarme en las dificultades para sufrir menos, y mejor enfocarme
en lo que es importante: la misión y visión que me llevan a esos lugares; la necesidad
espiritual de la Iglesia que visito y las almas que están esperando que alguien les lleve
el Evangelio de Jesucristo. Eso debe ser mi prioridad: Amar como Cristo amó y,
¿porque no? sufrir como Él sufrió, aunque en realidad mis sufrimientos no son nada
comparables con los que padeció Cristo, pero el pensar en ello ayuda mucho a superar
cualquier obstáculo que se pueda presentar.
Los habitantes de estas regiones son de origen de la etnia de los Mayos, mestizos y
una mezcla de ambos. La mayoría habla Español. Los adultos y unos pocos jóvenes aún
conservan su idioma original. Actualmente el Gobierno impulsa un programa para
rescatar esta lengua al asignar como materia obligatoria el estudio del Mayo en la
educación primaria en toda la región indígena. En San Pedro el Pastor de la Iglesia
Bautista forma parte de un grupo de voluntarios que trabajaron en la traducción del
Nuevo Testamento a este idioma, y que tienen como sentir el evangelizar a los
ancianos y a aquellos que viven en las regiones apartadas que no hablan o entienden
bien el Español.
El Pastor Pedro Valenzuela nos comentó que unos dé los problemas que se presentan
es que al evangelizar a los lugareños en otra lengua que no es su idioma original, no
llegan a comprender bien el mensaje del Evangelio ya que por los ajustes semánticos
de un idioma a otro, se pierde el contexto y a menudo se presenta confusión. Debido a
esta necesidad surgió la iniciativa para colaborar con Cruzada Mexicana en la
traducción del curso de Discipulado “Camino a la Felicidad” y de algunos folletos para
evangelizar a esta etnia.
El hermano Isaías Martínez, quien es muy conocido en la región por su labor misionera
que ha desarrollado durante años, oriundo de esta comunidad y durante nuestra
estancia en su tierra nos compartió parte de su herencia Mayo. Sufridos y alegres son
dos contrastes que sobresalen en la mayoría de ellos, tal vez por años dé
discriminación que poco a poco parece estar cambiando, y no porque sean más
aceptados, sino porque los Mayos están emigrando y renunciando a su identidad y
cada vez más se están mezclando con el resto de los mexicanos, lo que pone en peligro
la supervivencia de la raza.
Pudimos estar en tres congregaciones y bendecir a los hermanos. El precio de
trasladarnos grandes distancias, invertir dinero y correr el riesgo es poco con la gran
obra que Dios está emprendiendo a través de nuestros pequeños actos, que a la vista
pueden percibirse como insignificantes y de poco valor, pero una vez que puedes ver
más allá, y darte cuenta que Dios no escatima el costo cuando se trata de que su
Iglesia haga su voluntad, sentimos que todo valió la pena. El Señor Jesús puede
hacernos atravesar todo un océano con el propósito de movilizar a una pequeña
congregación para que conozca el Evangelio y así llamar a Sus escogidos de los
rincones menos pensados.
El lunes por la mañana mi estancia en este lugar terminaba. El Pastor Valenzuela
tocaba el claxon de su moto a las 5 de la mañana anunciándose listo para llevarme al
pueblo vecino a tomar un camión que me llevaría hasta Ciudad Obregón para de ahí
regresar a casa. En las vísperas del amanecer y con la noche aun encima nos
encontrábamos en trayecto a Bacobambo a bordo de la vieja motocicleta que no tenía
luces mientras que el Pastor Pedro conducía. Yo con una mano agarraba fuertemente
mi maleta y con la otra sostenía una lámpara de mano que nos servía como una
especie de faro que avisaría a algún despistado que en medio de la noche oscura, dos
locos avanzaban por la carretera rumbo a su destino tras haber completado un
capítulo de la larga historia que previamente su Creador ya había escrito.
Mientras avanzábamos la corriente de aire frio se partía en dos al chocar con nuestras
caras cuando en el horizonte más allá de los pastizales, una enorme luna llena y
plateada nos acompañaba mientras yo me preguntaba si algún día regresaría, y me
contestaba a mi mismo que lo más probable era que no, pero uno nunca sabe. Lo que
sí sé es que después de esta faena si tan sólo un alma es llamada al encuentro con su
Señor, esta travesía habrá valido por mucho la pena y sería por demás digna de
volverse a vivir.
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GUIA DE ORACIÓN
Durante el siguiente bimestre nos gustaría que te involucraras orando principalmente
por las siguientes necesidades:
La evangelización de México. Que el Evangelio se expanda de tal manera, que
llegue a cada persona en cada rincón de nuestro país.
Los hermanos voluntarios que a lo largo de todo México están evangelizando
en sus comunidades. Pidamos por valor y perseverancia para que continúen
adelante con esta importante labor.
El equipo de Cruzada Mexicana. Por cada miembro de este equipo para que el
Señor nos bendiga y nos ayude a continuar haciendo el trabajo para el cual nos
llamó a desempeñar en este ministerio.
El proyecto de la traducción de materiales evangelisticos a las lenguas Mayo,
Nahuatl, Totonaco, Tzeltal y Tzotzil... y todos aquellos que se aumenten por la
voluntad de Dios.
Por el proyecto Navideño 2015. Es un programa de evangelismo que se
desarrollará durante el próximo Diciembre, con la finalidad de evangelizar a los
peregrinos guadalupanos en las inmediaciones de la Basílica y en otras ciudades
que se unirán a este proyecto.
Porque más cristianos recuerden que la Gran Comisión no es una opción y se
comprometan en la evangelización de sus comunidades.
Por México en general y por nuestros Gobernantes en particular.
Escríbenos a: info@cruzadamexicana.org
Visita nuestra página web:
www.cruzadamexicana.org
Telefono: (721) 1456-227
Ixtapán de la sal, Estado de México.