Post on 27-Sep-2018
Había una vez (no me preguntes cuándo, ni dónde),
un osito que vivía en un bosque. Todos los días, cuando
volvía de la escuela, el osito jugaba con sus amigos en
el bosque: la hormiga, la paloma, el lobo y el ciervo
(ya sé que esos animales no suelen jugar
entre sí, pero por eso esto es un cuento,
por eso esto es una utopía).
Un día, el papá oso le trajo al osito de regalo una caja llena
de témperas de muchos colores. El osito, inmediatamente,
fue a mostrarle a sus amigos el regalo que le había hecho
su papá. Todos quedaron encantados con tantas témperas
de tantos colores y decidieron probarlas en ese mismo
instante. Cada uno de los animalitos (el oso, la hormiga,
la paloma, el lobo y el ciervo) fue a su casa a buscar un
pincel, un trapito y un vaso con agua para lavar los pinceles.
Hicieron lo siguiente: pintaron el río que atravesaba
el bosque de color amarillo, pintaron un árbol de color
violeta, pintaron el sol de color negro.
En eso, llegó una vaca sedienta a tomar agua y cuando llegó al río se quiso morir: vio (creyó) que el río estaba seco y que se veía el fondo de arena. Pobre vaca…: se moría de sed.