Post on 10-Feb-2015
Aprender a Vivir Mejor®
Instituto Dr. Pacheco de Psicología
Aprender a Vivir Mejor®
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Las Relaciones Triangulares
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La relación triangular ocurre cuando uno de los miembros de la pareja se relaciona íntimamente con otra persona y no puede dejar a ninguna de las dos.
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Una característica esencial del triángulo amoroso es la incapacidad del que lo inicia para decidirse por una de las otras dos personas.
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La ambivalencia en los sentimientos hacia las dos personas es lo que produce el fenómeno denominado “triángulo amoroso”.
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En la situación clásica de la “querida”, las reglas las definía el hombre, las relaciones eran estables en el tiempo y los roles fundamentalmente definidos.
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Era frecuente el que la esposa supiera de la existencia de la “querida”, pero trataba de aparentar el que no lo sabía o el que no le afectaba.
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En algunos casos, la esposa incluso se cuidaba de que el esposo luciera especialmente bien cuando le tocaba visitar a “la otra”.
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En la mayoría de los casos, el tener una “querida” era un símbolo de status socioeconómico alto. Una especie de meta para muchos hombres.
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En la época del machismo era inusual el que una mujer mantuviese uno o más amantes regulares fuera de su matrimonio, incluso en los casos de mucha riqueza.
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El rol de la “querida” aparenta ser producto del tradicional “machismo”, mientras que las relaciones triangulares aparentan derivarse de la liberación femenina.
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En el fenómeno de la “querida” ambas mujeres tienden a ser pasivas. En los triángulos amorosos las mujeres que participan exigen activamente sus derechos.
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En los triángulos amorosos es cada vez más frecuente el que las mujeres inicien este tipo de relación, presumiblemente por ejercer su reciente status de mujeres “liberadas”.
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La liberación económica de la mujer tiende a producir más el fenómeno del triángulo. En décadas anteriores, era más frecuente la clásica “querida”.
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Un dato interesante es que casi la mitad de todas las admisiones hospitalarias por causas de salud mental están asociadas a ...
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... problemas matrimoniales como la causa precipitante.
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Los triángulos amorosos producen mucho dolor emocional, en especial al que los inicia, incluso más que a los otros dos participantes, aunque parezca increíble.
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A medida que la interacción entre dos personas se desarrolla, una de las dos se sentirá insatisfecha ...
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... por algún aspecto de la conducta de su pareja. El buscar estas satisfacciones fuera de la pareja es lo que permite la posibilidad del triángulo amoroso.
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El triángulo amoroso generalmente se inicia al azar, sin intención de permanencia. Ocurre cuando se desea satisfacer una necesidad que la pareja no llena.
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El triángulo amoroso ocurre generalmente cuando un miembro de la pareja busca un complemento más que un sustituto para su actual pareja.
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Una vez se inicia la relación con la tercera persona, los poderosos sentimientos ambivalentes que se desarrollan mantienen el triángulo.
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El que inicia un triángulo, cuando está con uno de los miembros, piensa en el otro y viceversa. Por eso siempre sufre. Nunca está satisfecho.
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Lo que ocurre es que estas otras dos personas son complementarias. Solas no le satisfacen plenamente.
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En el triángulo, con frecuencia la persona eje o principal alterna a las dos personas complementarias, según el equilibro de las fuerzas imperante en ese momento.
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El alternar entre las dos parejas ocurre como una necesidad, pues convierte a esas dos personas en complementarias. No quiere perder a ninguna de las dos.
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El que inicia el triángulo generalmente nunca está totalmente conforme con ninguno de los otros dos miembros del mismo.
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En el triángulo amoroso las dos personas complementarias siempre tienen la esperanza de ser las “triunfadoras”.
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Esa esperanza es la que mantiene el triángulo.
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Sin embargo, las promesas rara vez se cumplen por mucho tiempo en las relaciones triangulares. Solamente sirven para postergar el rompimiento.
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La persona eje en el triángulo amoroso es incluso capaz de inventar un pleito momentáneo con la pareja que está logrando mucho control y vuelve entonces con la otra.
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Lo curioso es que realmente se convence de su verdad y justifica su regreso con la pareja anterior. No aparenta comprender la causa de sus rebotes emocionales.
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Aunque el que inicia el triángulo puede divorciarse y casarse con la otra persona, sigue pensando en su primera pareja.
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Con frecuencia vuelve atrás y se reinicia el proceso.
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El eje mantiene el equilibrio con las dos personas complementarias y el principio de la alternabilidad. El triángulo amoroso se perpetúa de esta manera.
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La duración de un triángulo depende del equilibrio de las fuerzas entre los miembros que lo componen. Puede ser indefinida.
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La manera de evitar la posibilidad de un triángulo es no iniciando una nueva relación antes de terminar ...
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... la actual y de concluir con el período de duelo emocional.
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Para evitar ser arrastrado por la vorágine que es un triángulo, uno de los miembros complementarios debe descontinuar radicalmente la relación.
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Por tradición, la mujer rara vez inicia el triángulo amoroso, pero tiende a mantenerlo una vez se inicia.
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En muchas ocasiones, los factores económicos o de status social tienden a incidir en el mantenimiento de los triángulos amorosos.
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El temor a enfrentar la vida sin la pareja original muchas veces hace que la persona tienda a mantener el triángulo.
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Incluso los hijos se usan como excusa para no romper la unión.
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Una vez la pareja original se entera de que está en un triángulo, lo mantendrá al no terminar de inmediato su participación en el mismo.
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La solución menos dolorosa para escapar las consecuencias del triángulo es que los tres puedan convivir juntos, pero esta solución es rara vez aceptada.
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La coexistencia de los tres resuelve el problema inmediato para el eje del triángulo, al no tener que decidir sufrir de inmediato, ...
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... pero generalmente es el primero en rechazar esta solución. Sin embargo, el postergar la decisión de romper con ambas personas implicará sufrimiento crónico.
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La persona que inicia un triángulo generalmente termina perdiendo a las otras dos personas.
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A mayor duración del triángulo amoroso, mayor será el sufrimiento para todos lo que están envueltos.
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La psicoterapia con un psicólogo clínico puede ayudarle a enfrentar la problemática del triángulo amoroso. No espere más.
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