Post on 14-Apr-2017
La tesis y el pensamiento críticoPor: Benjamín Núñez Vega
El dilema de la enseñanza universitaria en la actualidad está basado en el énfasis de lo que se
quiere de ella. Tradicionalmente la enseñanza de las últimas décadas se habia vuelto
sumamente memorística en la primaria y la secundaria, lo que se priviligiada era manejar una
serie de conocimientos que el alumno debería dominar de la misma manera durante buena
parte de la vida. Hacer lo mismo con pocos cambios.
Puede decirse que la enseñanza universitaria tenía un énfasis diferente, en la medida que las
carreras, sobre todo en la Universida de Costa Rica, incluían y todavía los tienen, estudios
humanísticos que buscan la reflexión del estudiante sobre su situación social, personal y sobre
el papel del razonamiento y el conocimiento.
La proliferación de centros de estudios superiores, sobre todo en los últimos 20 años hizo que
la mayoría de estos centros proliferarán con el énfasis de sacar en poco tiempo profesionales
con conocimientos básicos, donde el lucro privaba y no tanto que se tuvieran una serie de
competencias necesarias para hacer frente de forma exitosa a las necesidades de empresas e
instituciones.
En otras palabras se repite una enseñanza de meros contendios también en las universidades,
y esto hace que solo se tienda a cumplir con los requisitos mínimos que fijan las autoridades,
las mismas que de hecho no tienen la capacidad para supervisar la calidad de lo que se ofrece
en todos los centros.
Lo expuesto entra el plena contradicción con las necesidades actuales, donde los cambios
tecnológicos, en el conocimiento científico, social y técnicos y en sí las transformaciones de los
países y las empresas hacen que se tenga que renovar las habilidades y las competencias. Las
premisa básica es que se requiere flexibilidad y adaptación, que el profesionales sean capaz no
solo de aquirir nuevos conocimientos sino también variar metodologías de trabajo.
Se pide y necesita que el graduado este en capacidad de resolver problemas de forma
individual y el equipo, tener capacidades de comunicación, poseer empatía y saber
relacionarse y negociar para llegar a soluciones de consenso. Y se añade capacidad de
empoderamiento, sabe que hacer en el momento correcto, sin tener que consulta un manual
con medidas puntuales.
Desde está perspectiva la tesis de grado, tratada como una muestra del desarrollo de
habilidades y competencias, es una muestra de madures en el razonamiento y la reflexión.
Parte de resolver un problema, aplicar una metolodogía específica y una serie de conceptos de
forma propia. Se debe recomendar e incluso elaborar una propuesta haciendo valer
razonamientos ante otros.
Esto en el caso de que la tesis vaya más allá de la aplicación mecánica de lo que dice un
reglamento, o del mero repaso de los conocimientos ya adquiridos. Debe ir más allá, para
establecer con propiedad y la capacidad de comprender situaciones, valorarlas desde una
perspectiva válida, y pasar a un nivel de análisis más allá de lo aparente de lo que dicen datos
cuantitativos o cualitativos, e indicar las relaciones profundas, para luego proceder a lo
fundamental, el aporte personal con un valor agregado propio del verdadero profesional.