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FACULTAD DE FARMACIA
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE
TRABAJO FIN DE GRADO
TÍTULO: CURSOS DE FORMACIÓN
ESPECIALIZADA PARA FARMACÉUTICOS
MILITARES TRAS LA PRIMERA GUERRA
MUNDIAL
Autor: Esperanza Ureña Sánchez
D.N.I.: 05442516 A
Tutor: María Luisa De Andrés Turrión
Convocatoria: Junio
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1.Resumen
Con este trabajo, “Cursos de formación especializada para farmacéuticos militares
tras la primera guerra mundial”, pretendemos señalar la importancia de estos
adelantados periodos de formación especializada impartidos desde el Laboratorio
Central de Medicamentos del ejército, que podríamos comparar con la vía de formación
de especialistas en España de hoy en día.
Desde los primeros años del siglo XX, médicos y farmacéuticos militares
pudieron cursar algunas especializaciones que les otorgaban un título o diploma y la
acreditación de expertos en esas materias. Es conocido que ambas secciones, medicina y
farmacia, integraban un mismo Cuerpo de Sanidad en el Ejército y también lo es la
rivalidad y la competitividad existente entre ambas. Y puede ser este el motivo por el
cual los farmacéuticos militares se vieran obligados a avanzar más rápido que sus
compañeros civiles y con ello alcanzar aquella categoría de “Farmacéuticos
Diplomados”. Estos cursos se iniciaron secuencialmente en los años 1902 y 19081 para
abandonarlos después hasta 19192.
Para acceder a estos cursos de especialización, se requería ser farmacéuticos
militares aprobados después de haber superado unas pruebas de oposición preliminares.
Sólo podían seguir estos cursos de especialización un número pequeño de oficiales y los
que lo conseguían tenían asegurada la opción a los puestos de mayor responsabilidad
científica: trabajar en el Laboratorio Central de Medicamentos o en el Instituto de
Higiene Militar.
2. Introducción y antecedentes.
Después de la Primera Guerra Mundial, el servicio de sanidad del Ejército español
y concretamente la sección de Farmacia Militar reformó profundamente sus actuaciones
profesionales debido a un importante esfuerzo de sus dirigentes por renovar sus
conocimientos en diversos campos. Distintas organizaciones internacionales, entre ellas
1Dos normativas oficiales iniciaron la realización de los cursos de especialización para
farmacéuticos militares.Real Orden de 17 de octubre de 1902 (Colección Legislativa del
Ejército núm.234) y Real Orden de 2 de noviembre de 1908 (C. L. núm. 189). 2Real Orden de 19 de septiembre de 1919 (C. L. núm.350)
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la Sociedad de Naciones y su Comité de Higiene, difundieron todas las novedades e
investigaciones sobre Fisiología, Serología, Bacteriología o Farmacología que se dieron
en esta época. Los servicios sanitarios militares internacionales también prepararon
reuniones y congresos con el mismo fin: que las terribles experiencias de la guerra
sirvieran de aprendizaje para el futuro.
La neutralidad española durante la Gran Guerra hizo que los farmacéuticos
militares españoles no participaran directamente en aquellas experiencias, aunque sí
estuvieron envueltos en conflictos bélicos en África, actuando en la guerra del Rif en el
Protectorado español de Marruecos, entre 1921 y 1927. De modo que, aquellas
estrategias formativas fueron aplicadas con éxito en sus actuaciones profesionales y
sirvieron además para reinstaurar y ampliar los antiguos y poco participativos cursos de
ampliación para farmacéuticos militares, que venían impartiéndose desde el inicio del
siglo XX.
Los farmacéuticos militares de los primeros años del novecientos, accedieron a
sus empleos tras años de estudios, superando exámenes y oposiciones para, finalmente,
prestar sus servicios tanto en la península, como en las posiciones de Baleares y
Canarias y en distintas zonas de Melilla, Ceuta, Tetuán y Larache, en África.
Fueron licenciados con un alto grado de preparación en las aulas universitarias
(Madrid, Barcelona, Granada o Santiago) bien informados del movimiento científico
europeo, pero con muy pocas enseñanzas prácticas realizadas en laboratorios mal
dotados. El Laboratorio Central de Medicamentos inició su andadura como fábrica y
depósito de medicamentos para el ejército, incluyendo en su Reglamento (10-10-1874)
el compromiso de servir de Escuela Práctica de Farmacia Militar para que, anualmente,
cuatro oficiales de reciente ingreso ampliaran y actualizaran sus estudios.
En 1902, comenzaron oficialmente estos “cursos prácticos” con una duración de
nueve meses, de octubre a junio, durante dos horas diarias para los oficiales destinados
en Madrid, en farmacias y hospitales militares. Los nuevos tenientes se familiarizaron
de este modo con el trabajo realizado en las diferentes secciones del laboratorio:
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Análisis, Productos Químicos, Productos Farmacéuticos, Preparación de Medicamentos
y estudio de diversos aparatos y máquinas3.
En 1906 el Laboratorio Central de Medicamentos se integró junto al Instituto de
Higiene militar y el Parque de Sanidad Militar, en el conjunto de las Industrias
militares. Seis años más tarde, estos cursos de ampliación se ofertaron también a
capitanes farmacéuticos, que de dos en dos, cada año, permanecieron realizándolos4. Sin
embargo, en vista de las dificultades para que pudieran abandonar sus tareas, se
suspendieron hasta 1919.5
Por tanto, es importante señalar la importancia que tuvo aquel centro militar,
antiguo Laboratorio Central de Medicamentos, ideado como almacén de medicamentos
y fábrica industrial, pero también institución de ampliación de enseñanzas farmacéuticas
para sus oficiales.
Laboratorio Central de Medicamentos (1928-2015). Calle de Embajadores, Madrid
3Con la Real Orden de 17 de octubre de 1902 (C. L. núm.234) comienza en el departamento
correspondiente del Laboratorio Central de Medicamentos un curso práctico de análisis de
especialidades propias de la profesión farmacéutica. El objetivo era que los alumnos pudieran
practicar y ampliar los conocimientos en las ciencias que eran materias de sus estudios
profesionales. 4Real Orden de 2 de noviembre de 1908 (C. L. núm.189) que tenía como finalidad dar la
oportunidad a los farmacéuticos de ampliar su instrucción profesional y científica y perfeccionar
sus conocimientos prácticos. 5En vista de las dificultades que existían por falta de personal para que los farmacéuticos
primeros asistieran a los cursos de ampliación de estudios antes referidos, la Real Orden de 17
de diciembre de 1910 (C. L. núm.203) dispuso que se suspendieran hasta que pudiera asignarse
a cada Región el personal farmacéutico necesario.
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3. Objetivos
Este trabajo tiene como objetivo, informar de la preparación académica de la
Sanidad Militar, en concreto, de la sección de Farmacia tras la primera Guerra Mundial,
que se iniciaba con el examen de oposición que debían superar los aspirantes para
acceder al ejército así como la formación posterior que recibían y sus cursos de
especialización.
4. Metodología
La metodología usada para realizar este trabajo comienza con una revisión
bibliográfica del estado de la cuestión,para el posterior desarrollo del tema. Las fuentes
de información sobre el Cuerpo de Sanidad Militar pueden encontrarse en la Colección
Legislativa del Ejército y muy especialmente en dos publicaciones: Revista de Sanidad
Militar (Madrid, 1911-1936) y Boletín de Farmacia Militar (Madrid, 1923-1936).
Todas estas fuentes se encuentran en el Archivo General Militar de Madrid, pero
nuestra investigación hemos podido efectuarla del siguiente modo: La Colección
Legislativa tras la revisión de la obra del teniente coronel farmacéutico Francisco Peña
Torrea titulada El Servicio de Farmacia Militar en pie de paz (Madrid, 1954), la Revista
de Sanidad Militar tras la consulta de la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional
de España en su página www.bne.es/es/Catalogos/HemerotecaDigital/. Finalmente, el
Boletín de Farmacia Militar se encuentra en el depósito de la biblioteca de la Facultad
de Farmacia.
5. Resultados y discusión
La sección de Farmacia Militar estaba compuesta por tres escalas: la escala
facultativa, la de complemento y la de personal auxiliar. La escala facultativa la
componían doctores o licenciados en Farmacia, los cuales ingresaban mediante una
oposición, con el empleo de farmacéuticos segundos (equivalente a alféreces).
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5.1 Primeras oposiciones de Farmacia Militar.
En 1847, se convocaron las primeras oposiciones para cubrir las plazas de
farmacéuticos militares, constaban de cuatro ejercicios realizados en la antigua Facultad
de Farmacia de Madrid; en 1857 se realizaron en el Hospital Militar de Madrid y en
1886 en el Laboratorio Central de Medicamentos. A pesar de ello, siempre eran
juzgadas por un tribunal farmacéutico castrense6.
Las oposiciones que los aspirantes debían pasar, a pesar del paso del tiempo, no
variaron mucho su esencia, pero variaban los temarios de las pruebas, debido a los
cambios que se efectuaban en los planes de estudios de la Licenciatura de Farmacia. El
esquema general de las mismas fue el siguiente:
“El primer ejercicio, consistía en la redacción, todos los aspirantes a la vez
durante plazo máximo de 5 horas, de una memoria sobre un tema a suerte de los
que figuran en el programa para este ejercicio. Luego se procedía a la lectura del
ejercicio ante el tribunal.
El segundo ejercicio era oral-práctico: había que realizar una preparación
de un producto químico-farmacéutico y la realización de un análisis químico. Se
sacaba a la suerte un tema de los que figuraban en el programa para ese
ejercicio, al día siguiente de conocer el tema, el aspirante debía exponer ante el
tribunal los métodos de preparación y análisis de los que tuviera conocimiento y
los motivos por los cuales daba preferencia a los que fuera a usar, detallando
además todos los productos, material y aparatos que necesitase para realizar el
ejercicio. Tras la parte de exposición, que tenía una duración máxima de media
hora, comenzaba la parte práctica en el laboratorio. Finalizada la parte de
laboratorio, los opositores leían la marcha de la operación química ante el
tribunal, explicaba el rendimiento teórico y práctico, así como un informe
completo del análisis efectuado.
El tercer ejercicio era un ejercicio práctico, basado en el reconocimiento de
una planta fresca o herbario y de varias especies o productos farmacológicos,
6Por Real Orden de 29 de enero de 1847 se aprobaba la convocatoria y programa para cubrir
plazas de segundos ayudantes de Farmacia, siendo estas las primeras oposiciones que se
celebraron para farmacéuticos militares. Consistían en cuatro ejercicios que se realizaban en la
Facultad de Farmacia de Madrid. A partir de las oposiciones convocadas en 5 de septiembre de
1857, los ejercicios tenían lugar en el Hospital Militar de Madrid. En PEÑA TORREA, F.
(1954) El Servicio de Farmacia Militar en pie de paz. Madrid. Páginas 119:ss
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químicos y minerales, diez por lo menos, y además debían ejecutar una
preparación farmacéutica.
El cuarto ejercicio era oral, el opositor exponía cinco temas, uno por cada
grupo de los que figuraban en el programa, sacados a la suerte, en un tiempo
máximo para cada uno de quince minutos. Los temas que aparecían en el
programa como hemos dicho, variaban a lo largo de los años, siendo algunos de
ellos: Zoología, Botánica y Materia Farmacéutica, Química Inorgánica,
Mineralogía y Técnica Física, Química Orgánica, Farmacia Práctica e Higiene,
Análisis Químico General, Bromatológico y Clínico.”
En 1908 se aprobó el Reglamento de la Sección de Farmacia, el cual incluía el
programa para la oposición de ingreso.A partir de 1923 y en años posteriores, el
contenido del temario de estos ejercicios fue ampliándose, dando siempre mucha
importancia a las pruebas prácticas, para en un futuro, trabajar en un laboratorio-fábrica
como era el Laboratorio Central de Medicamentos. La edad máxima de acceso a la
prueba siempre eran los treinta años.
5.2 Periodo de prácticas farmacéuticas en el ejército.
Tras aprobar las pruebas de oposición, los admitidos pasaban los periodos de
prácticas. Durante los años 1887 y 1890, existió la Academia de Sanidad Militar, donde
tanto médicos como farmacéuticos completaban su formación de forma inmediata a su
acceso al ejército. A lo largo de un año, recibían tanto materias comunes de instrucción
militar, como las específicas de cada sección. Estas últimas eran las siguientes: Higiene
y Legislación sanitaria del Reino, Legislación especial del servicio sanitario castrense,
Higiene militar, Medicina legal militar y además estudios teórico-prácticos de análisis
químico, micrográfico y espectroscópico con aplicación a la clínica.
En años posteriores, esta Academia impartió a la sección de farmacia sólo el
primer periodo de dos meses de prácticas, el cual constaba de un curso abreviado sobre
Organización del Ejército e Instrucción militar, Ordenanzas militares y Código de
Justicia Militar, Servicio sanitario de campaña y material farmacéutico de ambulancias.
Una vez completado este periodo de prácticas se daba por hecho que los farmacéuticos
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segundos ya tenían la instrucción general militar necesaria y que conocían las
Ordenanzas pudiendo jurar bandera.
El segundo periodo de prácticas de la sección de farmacia se realizaba en el
Laboratorio Central de Medicamentos. Abarcaba cuatro meses y los alumnos dividían
su periodo de prácticas entre el Laboratorio Central de Medicamentos y el Hospital
Militar. Además, por las tardes, prestaban servicio como alumnos de prácticas en las
farmacias militares de Madrid donde realizaban el servicio farmacéutico bajo la
dirección y supervisión de sus respectivos jefes.
En el Laboratorio Central de Medicamentos se impartían las siguientes materias:
Química y Farmacotecnia industriales, Análisis Químicos en diferentes aplicaciones,
Análisis de gases tóxicos, Adulteraciones y falsificaciones de productos, Esterilización
y desinfección. Debido a que los estudios que recibían en la Academia Militar eran muy
generales este segundo periodo de prácticas era de especial importancia al poder
adquirir en este tiempo la práctica y los conocimientos necesarios para poder avanzar en
su carrera militar posteriormente.
5.3 Diplomas de especialización.
Tras completar su periodo de prácticas, los farmacéuticos ya podían desempeñar
su empleo dentro del ejército, siempre renovando sus conocimientos adaptándose a las
innovaciones de cada momento. A pesar de ello, muchos optaban por especializarse en
un ámbito concreto. Estos cursos de especialización eran muy reconocidos, pero su
acceso era restringido y no siempre pudieron realizarse.
Los antecedentes de estos Diplomas de Especialización de Farmacéuticos
Militares, como ya hemos mencionado anteriormente, datan del año 1902 en el Ejército
de Tierra. Consistían en un curso práctico de Análisis que se realizaba en el Laboratorio
Central de Medicamentos. Estos cursos tenían el objetivo de perfeccionar los
conocimientos de los alumnos tras ingresar en la Academia sobre los distintos procesos
realizados en los laboratorios: análisis, productos químicos, productos farmacéuticos,
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preparación de medicamentos y estudio de diversos aparatos y máquinas. Su duración
era de nueve meses y era de carácter obligatorio para los farmacéuticos segundos.
En 1908, se establecieron los Cursos de Especialización, en este mismo
laboratorio, los cuales duraban también nueve meses y tenían un carácter práctico. Estos
cursos se hicieron obligatorios además para los farmacéuticos primeros (equivalentes a
tenientes) y para las demás Regiones Militares. La obtención del certificado que
obtenían los alumnos al finalizar el curso era indispensable para poder acceder a
destinos como Jefes de Laboratorios, además, les otorgaba preferencia en determinados
puestos a los que quisieran acceder. Tras aprobar este curso, los alumnos debían haber
obtenido el suficiente conocimiento para dirigir tanto laboratorios como otros
establecimientos militares. A pesar de ello, se suprimió este curso por falta de alumnos
hasta 1919 que se reanudó con un mayor número de alumnos que anteriormente.
Departamento de Análisis y Toxicología, Laboratorio Central de Medicamentos.
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En 1919 se amplían los Cursos de Especialización, tras aprobarse en 1918 el
reglamento para Cursos de Ampliación de Especialidades. Además de la práctica se
añadían estudios teóricos para que los alumnos obtuvieran los conocimientos necesarios
para perfeccionar los procedimientos de obtención productos y para poder realizar
trabajos de investigación7.
En el año 1923, se aprobaba la concesión de un diploma a los alumnos que
superasen estos cursos de especialización.Las especialidades se clasificaban en:
Especializaciones técnicas, Práctica corriente y Dirección y Estado Mayor8.
A partir del año 1929, se realizaron “Cursos de Especialización para oficiales
farmacéuticos sobre Química Toxicológica y Farmacia de Gases de Combate” debido a
la gran importancia que tuvieron los gases de combate en la Primera Guerra Mundial,
como el cloro o el fosgeno. En este curso se estudiaba la farmacodinamia de los
agresivos químicos y se realizaba su estudio químico-toxicológico, se realizaban varios
análisis como por ejemplo del aire, de productos alimenticios así como de distintos
medios de protección contra los efectos contaminantes en la atmósfera9.
En 1931 se creó el Departamento de Química Toxicológica y Farmacológica de
Gases de Combate con la finalidad de que el Ministerio del Ejército tuviera un soporte
cuando se usasen sustancias químicas como arma de combate.
7Real Orden de 19 de septiembre de 1919 (C. L núm.350) se restablecieron los cursos para
farmacéuticos primeros en el Laboratorio Central de Medicamentos los cuales tenían como
objetivo no sólo que los oficiales farmacéuticos ampliasen sus conocimientos teóricos y
adquiriesen la destreza operatoria o la especialización que requerían determinados servicios,
también les daba la oportunidad de practicar ensayos de nuevos productos o de verificar
estudios encaminados al perfeccionamiento de los que se utilizaban para la fabricación de
medicamentos.
8Real Orden de 25 de junio de 1923 (C. L. núm. 287) según la cual se aprobó que al finalizar el
curso el director del Laboratorio Central daría a los alumnos el diploma correspondiente, con su
firma y la del jefe de Labores; estos diplomas tendrían que pasar por la supervisión del jefe de la
Sección de Sanidad Militar del Ministerio.
9 Por Real Orden de 14 de febrero de 1929 (D. O.núm. 35), se convocó un curso de tres meses
de duración sobre “Química toxicológica y Farmacología de gases de combate”, que se
desarrolló en el Laboratorio Central de Medicamentos, pudiendo asistir a él cuatro
farmacéuticos militares de los presentes en Madrid.
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Departamento de Química Toxicológica y Farmacológica de Gases de Combate, Laboratorio
Central de Medicamentos.
Tras varios años, concretamente en 1935 se establecieron las materias que se
estudiarían en cada especialización10.En primer lugar, en la especialización de Estudios
Químico-Toxicológicos, la cual tenía un periodo mínimo de nueve meses, se impartían
materias de análisis concretamente de: Análisis Químico de Drogas, de Análisis
Químico-Bromatológico y de Líquidos Orgánicos y Productos de Excreción además de
una materia dedicada al Análisis Químico Aplicado a la Guerra Química. Además en
esta especialización se adquirían conocimientos sobre métodos analíticos y el material
utilizado en el servicio farmacéutico de campaña.
Por otro lado, en la especialización dedicada a los estudios sobre la Industria
Farmacéutica cabe destacar que estos estudios se realizaban en el Laboratorio Central de
Medicamentos, tenían un carácter práctico y una duración de un año.
Durante el año de especialización los alumnos eran evaluados cada mes, con estas
notas se hacía una media y la calificación obtenida se juntaba con la calificación de, o
bien una memoria sobre análisis, o un proyecto de fabricación que los aspirantes
realizaban al final del curso. Al superar este curso, obtenían un diploma que era
considerado un mérito preferente para ocupar distintos destinos que requirieran
especialización analítica o industrial.
10 La Orden del 8 de octubre de 1935 (C. L núm. 569) estableció las nuevas normas para el
desarrollo de los cursos de ampliación de estudios. Se realizarían en el Laboratorio y Parque
Central de Farmacia Militar, tendrían doce meses de duración y el número de alumnos que los
realizarían serian dos elegidos por concurso-oposición.
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De todos los farmacéuticos interesados en adquirir estos diplomas de
especialización, sólo dos alumnos podían acceder a estos cursos, los cuales eran
elegidos por concurso-oposición entre los farmacéuticos primeros o segundos del
Cuerpo de Farmacia Militar.
El concurso-oposición de referencia consistía en los tres ejercicios siguientes: el
primer ejercicio se basa en un examen en el que el aspirante debía realizar una
traducción escrita durante media hora en francés, inglés o alemán a elegir, de libros o
revistas técnicas. Se consideraba como mérito a la hora de calificar al aspirante si este
poseía otros idiomas de los considerados como oficiales en los Congresos de Química,
además de los mencionados .El segundo ejercicio era específico para cada especialidad:
en la especialidad de Análisis, consistía en un análisis de un producto químico con su
correspondiente bibliografía. En la especialidad de Síntesis e Industria Químico-
Farmacéutica, se basaba obtención de un producto químico y la redacción de la
bibliografía correspondiente. El tercer ejercicio en la especialización de Análisis
consistía en la redacción de una memoria sobre un tema analítico, sacado a la suerte. En
la especialidad de Síntesis se realizaba una redacción de una memoria sobre un tema
químico sacado a la suerte entre los que figuren en el cuestionario que el tribunal da a
conocer a los opositores antes de comenzar las oposiciones.
El Tribunal estaba constituido por dos jefes de Sección del Laboratorio Central de
Medicamentos, nombrados por el director, el cual preside la prueba. Los tres con voz y
voto.
En el año 1969 se unificaron los diplomas de especialistas de Farmacia para los
tres ejércitos, estableciéndose las materias en que podían especializarse. Dichos estudios
podían ser cursados tanto en los Centros adecuados como en los civiles reconocidos por
el Estado.
Cuatro años más tarde, en 1973 se creó la especialidad de Farmacia Hospitalaria,
por lo que las materias en las que los farmacéuticos militares podían especializarse
quedaron unificadas para los tres ejércitos.
Estas especialidades eran: la Especialidad de Análisis, de Medicamentos y
Tóxicos y otra de Químicos Biológicos, la Especialidad de Bromatología, la de Óptica
de Anteojería, la Especialidad de Síntesis de Medicamentos e Industria Químico-
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Farmacéutica, una Especialidad de Técnicas de Aplicación en Radioactividad y por
último la Especialidad en Farmacia Hospitalaria.
Tras toda esta preparación, los farmacéuticos contaban tanto con la experiencia
como con los conocimientos necesarios para poder realizar su trabajo en distintas áreas
en el Laboratorio Central de Medicamentos de Farmacia Militar.
6. Conclusiones
1. Los farmacéuticos militares que formaron parte de las fuerzas armadas
españolas en los años iniciales del siglo XX pero, fundamentalmente, tras el final de la
Primera Guerra Mundial, pudieron ampliar su formación académica gracias a la
implantación de diversos periodos de formación farmacéutica especializada organizados
e impartidos desde el Servicio de Sanidad Militar.
2. Siendo licenciados y doctores en las facultades de Farmacia, no obstante, se
vieron obligados a superar unos extensos ejercicios de oposición, que les permitió
acceder a la sección de Farmacia Militar. Continuaron perfeccionando su formación
inmediatamente, mediante un periodo de prácticas que resultaba imprescindible al ser su
cometido posterior mayoritariamente práctico y teniendo en cuenta los pocos recursos
que sobre este aspecto disponían en su preparación universitaria.
3. Finalmente, tras este largo camino, aquéllos farmacéuticos militares que
hubieran demostrado una brillante trayectoria podían acceder a cursos de
especialización farmacéutica, que les otorgaban la posibilidad de encargarse de tareas
relevantes en el Laboratorio Central de Medicamentos, en el Instituto de Higiene Militar
o como jefes de servicio de las farmacias de los distintos hospitales militares.
4. Existieron cursos de ampliación farmacéutica durante los años 1902 y 1908, al
igual que sucedió en la sección de medicina militar, que se vieron suspendidos por la
imposibilidad de asistencia de alumnos que, al parecer, no podían abandonar sus tareas.
Se reanudaron oficialmente en 1919, coincidiendo con una reestructuración del conjunto
de enseñanzas militares en el ejército, tras el final y como consecuencia de la Primera
Guerra Mundial. Desde entonces y hasta el inicio de nuestra guerra civil se impartieron
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secuencialmentecontando con dos temas fundamentales: “Industria Químico-
Farmacéutica” y “Análisis de medicamentos,productos biológicos y Toxicología”. En
1929, se inició un “Curso de Especialización para oficiales farmacéuticos sobre
Química Toxicológica y Farmacia de Gases de Combate”. Todos ellos volvieron a
desarrollarse en el Laboratorio Central de Medicamentos, en Madrid, a partir de 1940.
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