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ACTIVIDADES EN EL CENTROACTIVIDADES EN EL CENTROACTIVIDADES EN EL CENTROACTIVIDADES EN EL CENTRO
■ Lunes cada quince días, de 20h30 a 22h00
Estudio Sistematizado de la Doctrina Espírita (ESDE) | Pases espíritas
■ Lunes cada quince días, de 20h15 a 21h45
Curso de Estudio y Educación de la Mediumnidad (grupo cerrado)
■ Cada segundo y cuarto miércoles de mes, de 21h00 a 21h45: Evangelio
■ Jueves, de 20h45 a 22h15: Estudio de El Libro de los Espíritus
Estudio | Pases espíritas | Práctica de la Oración
■ Sábados, de 17h30 a 19h00:
Primer sábado de mes: estudio sistematizado del Evangelio
Tercer sábado de mes: conferencia pública
Los demás: ESDE | Pases espíritas
■ Sábados cada 15 días, de 17h30 a 19h00: espiritismo infantil-juvenil
VISIÓ ESPÍRITAVISIÓ ESPÍRITAPublicació bimensual del Centre Espírita Amalia Domingo Soler
Número 5 - Any I - novembre i desembre de 2010
“Nunca se debe gatear cuando se tiene el impulso de volar”.
Hellen Keller.
SUMARIOSUMARIOSUMARIOSUMARIOSUMARIOSUMARIOSUMARIOSUMARIO
Editorial pág. 1
Actividades en el Centro pág. 1
La història del Centre pág. 2
Amélie Gabrielle Boudet pág. 3
Estudiando... El Evangelio pág. 4íEstudiando... El Libro de los Esp ritus pág. 5
Amalia Domingo Soler pág. 6
Fes-te Voluntari! pág. 8
Yvonne do Amaral Pereira pág. 9
El aborto pág. 10
El reportaje: 6º Congreso Mundial pág. 12íMar a Magdalena pág. 14
La caridad de Amalia pág. 16
Sócrates y el Autoconocimiento pág. 18
Agenda pág. 19
La entrevista: Isabel Tendero pág. 20
in
EDITORIALEDITORIALEDITORIALEDITORIAL¿Por qué esperar al día de la madre o de la mujer para rendirles un ho-
menaje a ellas? Millones de mujeres soportan dificultades a diario, ha-
ciendo de este mundo un sitio digno donde vivir. Para todas ellas pre-
sentamos nuestro granito de arena, nuestro reconocimiento a su labor.
Simplemente, diremos que la mujer es, fue y será no sólo el motor del
desarrollo del mundo y de toda la humanidad, sino también el apoyo y
la fuerza del crecimiento de la misma.
La mujer, como la Madre Tierra, tiene un papel sumamente importante en la
Creación (algo así como sostener el mundo o el hogar). La mujer, por los
dones que le acompañan en la Creación, necesita sobre todo ser cons-
ciente de todo lo que hace y en el momento que lo hace. Puede encontrar
los momentos de paz y armonía más hermosos en medio del caos de la vida
ajetreada de madre, esposa, hija, empresaria, entre otros.
Dentro de toda mujer existe una fuerza poderosa e instintiva, y ésta
radica en su feminidad y sabiduría, que le ayuda a formarse a ellas
mismas y vivir con la libertad que significa establecer unos límites de
protección; significa reforzar la voluntad con la disciplina, armarse
como se arma un guerrero espiritual, con los valores éticos y morales
que dignifican al ser humano invistiéndole de humanidad y luz. La li-
bertad posee la fuerza de la integridad y ésta se alimenta de la fe.
¿Y cuál es la esencia femenina? El coraje. Los valores de la lealtad y
la valentía. Su elevada capacidad de afecto y sacrificio. Su intui-
ción. La mujer está dotada de una gran fuerza y resistencia. Tiene
una gran capacidad de adaptación. La delicadeza, la ternura y el pu-
dor están en su naturaleza.
La mujer, al establecer en sí misma la armonía espiritual, se convierte en la
mejor educadora, maestra, sanadora, consejera, relatadora de cuentos...
Es el mejor refugio y soporte para su marido e hijos y absolutamente esencial para mantener el equilibrio familiar. Además de estar
perfectamente capacitada para desarrollar cualquier labor social que decida llevar a cabo. Se cuida de alimentar su alma, a través de
su conexión con Dios y una actitud de agradecimiento hacia el Creador. Decir mujer, es decir muchísimo más que madre, esposa,
amiga, compañera, amante; decir mujer es decir VIDA; decir mujer es decir SACRIFICIO CONSTANTE; decir mujer es decir TODO.
¡Colabora con la CESTA BÁSICA!
Recogemos productos alimentarios no
perecederos (arroz, legumbres,
enlatados, pasta, etc.) y productos de
higiene (jabón, cepillo y pasta de dientes,
cuchillas de afeitar, etc.), que
mensualmente distribuimos entre
nuestros hermanos más necesitados.
¡Anímate y súmate a esta nueva
iniciativa de CEADS!
AGENDAAGENDAAGENDAAGENDACONFERENCIAS Y JORNADASCONFERENCIAS Y JORNADASCONFERENCIAS Y JORNADASCONFERENCIAS Y JORNADASCONFERENCIAS Y JORNADASCONFERENCIAS Y JORNADASCONFERENCIAS Y JORNADASCONFERENCIAS Y JORNADASCONFERENCIAS Y JORNADASCONFERENCIAS Y JORNADASASOCIACIÓN DE ESTUDIOS AS DE MADRID
ASOCIACIÓN DE ESTUDIOS ESPÍRITAS DE MADRIDC/ de la Bolsa, 14, 1º derecha, letra D. 28012 Madridwww.espiritasmadrid.com | espiritasmadrid@te le fonica.net ■ Espiritismo: Ejercicio práctico de la vida | 3 de diciembre | 19h30 | Conferenciante: Aldo Linares
Entrada libre
■ Acercamiento al sí mismo | 10 de diciembre | 19h30 | Conferenciante: Adrián Sanfelice | Entrada libre
■ Claves secretas de El resplandor | 17 de diciembre | 19h30 | Conferenciante: Robert Goodman | Entrada libreN■ El hombre ante su salud y su consciencia | 7 de enero | 19h30 | Conferenciante: Juan Miguel Fernández
Entrada libre
■ ¿Cuántas veces reencarnamos? | 14 de enero | 19h30 | Conferenciante: Lindomar Coutinho da Silva |
Entrada libre
■ Arthur Conan Doyle y el más allá | 22 de enero | 19h30 | Conferenciante: Jesús Callejo | Entrada libreN
CENTRE BARCELONÈS DE CULTURA ESPÍRITAC/ Niça, 18-20, sot. 3ª. 08024 Barcelonacentrebarce lonesdeculturaespirita.blogspot.com | cbce@terra.es ■ Jesús ¿médium de Dios? | 18 de diciembre | 18h00 | Entrada libre
NOVEMBRE - DESEMBRE 2010 VISIÓ ESPÍRITA � 2 NOVEMBRE - DESEMBRE 2010 VISIÓ ESPÍRITA � 19
LA HISTÒRIA DEL CENTRE ESPÍRITALA HISTÒRIA DEL CENTRE ESPÍRITA
AMÀLIA DOMINGO SOLERAMÀLIA DOMINGO SOLERAMÀLIA DOMINGO SOLERAMÀLIA DOMINGO SOLERAMÀLIA DOMINGO SOLERAMÀLIA DOMINGO SOLERAMÀLIA DOMINGO SOLERAMÀLIA DOMINGO SOLER
Per Teresa Vázquez
por Ana Ibáñez
CENTRO DE ESTUDIOS Y DIVULGACIÓN ESPÍRITAC/ Montera, 10 y 12, 28013 Madrid www.ceydemadrid.org | contacto@ceydemadrid.org■ La ley de convivencia | 1 de diciembre | 20h00 | Conferenciante: Manuel de Paz | Entrada libre
■ ¿Soy Espírita? | 15 de diciembre | 20h00 | Conferenciante: Manolita Fernández | Entrada libre
■ Recordando a Amalia Domingo Soler | 22 de diciembre | 20h00 | Conferenciante: Víctor Gallego | Entrada libre
En aquest número especial de Visió
Espírita dedicat a l’Amalia, vull ex-
plicar-vos per què el nostre centre es
diu Centre Espírita Amalia Domingo
Soler. Va ser ara fa ja uns quants
anys, just quan a Igualada es va
cel·lebrar la primera trobada de ger-
manor espiritis ta de Catalunya. La
varen organitzar els companys espí-
rites d’Igualada a casa d’en Blas i la
Teresa, i des de llavors, sempre ha
estat així cada primer diumenge del
mes de juny.
Recordo que aquell diumenge feia un
dia clar i solejat. Cap núvol ente-
ranyinava el cel. En el cotxe anàvem
de camí amb una gran emoció. Tot
just havíem començat les nostres
classes sistematitzades i estàvem
amb el desig de legalitzar l’associa-
ció i federar-nos a la Federació Espí-
rita Espanyola. Era un moment im-
portant. Encara no teníem un nom
decidit. Fins al moment érem el Grup
Espírita Sagrada Familia, en honor a
la barriada on fèiem les activitats a
Barcelona, però aquell només era un
nom provisional. Ens calia trobar la
nostra pròpia identitat.
La figura d’Amalia era molt significa-
tiva per a nosaltres. Amalia represen-
tava l’esperit lliure i lluitador d’una
dona que va seguir els seus principis
davant de les adversitats i les proves
que la vida li va posar al davant. La
seva constància, perseverança i vo-
luntat eren per a nosaltres un exemple
de vida a seguir. Ella significava el
que volíem per al nostre centre, un
lloc on acollir al necessitat i donar-li
eines, coneixement, recursos i l’afec-
te necessari per a que la seva vida
tingués un nou sentit que l’impulsés
al canvi, a la transformació, al sentit
crític i a la verdadera germanor per
amor. Amalia era la nostra llum i
varem arribar a la trobada d’Igualada
amb aquest nom als nostres pensa-
men
ments. Fins aleshores només era una
proposta que calia estudiar amb cal-
ma.
El dia va passar entre rialles, l’alegria
del retrobament, converses nodrido-
res a l’ombra dels arbres, jocs infan-
tils , bon menjar i bona germanor.
Quan va arribar la tarda, els com-
panys d’Igualada ens varen anar
citant a tots els representants de
centres, grups i associacions espiri-
tistes que allí estàvem presents per
obsequiar-nos amb un record pre-
ciós: el retrat de l’Amalia en una
làmina emmarcada i una poesia seva.
Va ser en aquell moment que varem
saber que el nostre centre es podia
dir Centre Espírita Amalia Do-mingo
Soler, per què la presència de
l’Amalia, la seva força, el seu caris-
ma, seguia il·luminant des d’allà on
es trobés, confirmant-nos en aquell
rostre emmarcat, que ella podia ser la
nostra patrona. Fi.
A la darrera part d'aquest article, la Teresa ens explica com el nostre Centre va adquirir el nom de Amalia Domingo Soler. Així
acomiadem aquesta secció, tan estimada pels nostres lectors. Mai oblidarem les nostres arrels, el nostre origen humil i familiar.
encontraba, que al te rminar mí expiación, con otra nueva misión en la tie rra esperaría, hasta que llegara e l día de mi e te rna salvación. Esperé ; pero despie rta Yo no encuentro ante mis ojos, más que entre zarzas y abrojos una luz vaga e incie rta: pero cuando, queda muerta la materia por e l sueño entonces si que risueño, mi e spíritu en su albedrío, se e leva por e l vacío, y se cree de l orbe dueño. Entonces me apoyo en ti, y se rena y sonriente , pido, auras, para mi frente y ver lo que jamás vi. Y se extienden ante mí mundos, planetas, regiones, pasadas generaciones, épocas que aún no han venido; y e l polvo que han producido las ruinas de mil naciones. Y seguimos ade lante y vemos mundos y e spacios, con techumbres de topacios y columnas de diamantes; nos paramos un instante , nos miramos con afán diciendo: ¿Terminaran las maravillas de Dios? ¿O nuestros pasos en pos siempre de su gloria irán?¡Siempre!, (nos responde un eco) Siempre hallaré is un camino, donde e l Hacedor divino nada hizo esté ril ni seco: a la peña le dio hueco para que en e lla e scondida, se encuentre agua bendecida en donde apague su sed aque l que sediento estaba; porque en la tie rra no hallaba quien le dije ra ¡ Creed! Después... te ale jas... te vas, te pie rdes en e l vacío, de ja e l orbe de se r mío, ¿dime , dime , dónde estás? Amalia Domingo Soler. En Ramos de Violetas.
¿QUÉ SOY YO? ¿QUÉ SOY YO? ¿QUÉ SOY YO? ¿QUÉ SOY YO? ¿Qué soy yo en medio de l mundo? El eco de una quere lla, algo de un dolor profundo perdido en e l polvo inmundo sin de jar tras de mi hue lla. Voy huyendo del ayer, y en mañana quie ro hallar e l secreto de saber, si e s que se muere al nacer o se vive al expirar. Hay horas en la existencia benditas por e l Señor, en que duerme la conciencia: y en su sueño de inocencia ve a la sombra de l amor. Pero de un amor gigante , noble , santo, inmaterial, que sólo dura un instante : re fle jo puro y radiante de otro mundo ce lestial. ¡De otro mundo!... Gran problema que busca la humanidad; sol que nuestra frente quema, misericordia suprema de infinita voluntad: ¡Otro mundo! Gran misterio que e l se r material negó; diciendo que este hemisferio, por límite un cementerio fue todo lo que encontró. En tanto que e l cristianismo esperó en la e te rnidad; y e l grandioso Espiritismo miró en la tie rra e l abismo donde gime la humanidad. Y más allá vio lucir con mágico resplandor e l astro de l porvenir que dice : «Para vivir al hombre lo hizo e l Creador». Para vivir sin fatiga, para vivir sin afán, existencias le prodiga; tendiendo, su mano amiga a los que vienen y van. ¡Si e sto es cie rto! ¿Qué soy yo?¿Adónde voy? No lo sé ;
¿Qué globo abrigo me dio? ¿Qué mundos mi mente vio? ¿Cuántas planetas veré? ¿O todo termina aquí?Sería muy triste nacer, viviendo cual yo viví, pensando que tras de mí no hay ni mañana ni ayer.¡Dios clemente! Yo te imploro que con tu mágica luz ilumines cuanto ignoro, mostrándome el gran tesoro en la historia de la cruz. ¡La cruz!... ¡Grandiosa epopeya! Los siglos no borrarán jamás tu indeleble huella; serás la polar estrella, de los que vienen y van. Amalia Domingo Soler. En Ramos de Violetas.
Espíritu protector que estás mi sueño ve lando, y que me vas iniciando en otro mundo me jor; eco mágico de amor que jamás encontré aquí; fantasma que sólo vi un instante en este mundo, sin que en mi dolor profundo tuvieras piedad de mí. ¿Por qué cuando te llamé no acudiste a mi ruego?¿Por qué a mi e spíritu ciego no le mostraste la fe? ¿Por qué sola me encontré en esta triste región? ¿Por qué mi débil razón buscó e l punto de partida? ¡Y sólo hallé en esta vida la muerte de l corazón! Y pregunté en mi ansiedad olvidando que en la tie rra, cada cual un algo encie rra de otra fuerte voluntad; se agita la humanidad porque Dios en su poder nos demuestra que hacer cuanto nuestra vista alcanza, en su divina balanza tiene condición de Ser.La tuvo sin duda alguna profundo, desconsue lo; cuando no encontré en mí due lo, ¡ni una esperanza, ni una! Cuando mirando a la luna, y a su séquito de e stre llas, exclamaba: Son muy be llas y me place su fulgor; y abraza un himno de amor olvidando mis quere llas. Sin comprender que existían en sus discos luminosos, mil mundos que esplendorosos más que la tie rra lucían, que nuestra pena sentían aque llos que sucumbieron; los que a nuestra vida die ron aliento con su te rnura, y que al de jar su envoltura con su amor nos protegie ron. Ciega por completo estaba, hasta que tu voz amiga me dijo que mi fatiga a su límite tocaba; que sola no me
Amélie Gabrielle BoudetAmélie Gabrielle BoudetAmélie Gabrielle BoudetAmélie Gabrielle BoudetAmélie Gabrielle BoudetAmélie Gabrielle BoudetAmélie Gabrielle BoudetAmélie Gabrielle Boudet Por Jordi Santandreu
NOVEMBRE - DESEMBRE 2010 VISIÓ ESPÍRITA � 18 NOVEMBRE - DESEMBRE 2010 VISIÓ ESPÍRITA � 3
La capital francesa vivía una época de ardientes enfrentamientos entre faccio-nes separadas por el apego al poder y al estilo de vida antiguo: los partidarios de la monarquía absolutista, que agoni-zaba en un clima de profunda crisis económica, social e ideológica, frente a una creciente clase burguesa, promo-tora de conceptos revolucionarios co-mo los de libertad, igualdad y fraterni-dad, vedados hasta entonces por los estamentos privilegiados formados por la nobleza y el clero. Entre ambos, el proletariado y los campesinos, que constituían el 90 % de la población, so-brevivían en condiciones de grave pe-nuria. Este capítulo histórico y caótico de la historia francesa y europea, que se extendió entre 1789 y 1804, terminó con el golpe de estado del general Na-poleón Bonaparte. Julien Louis Boudet y Julie Louise Seigneat de Lacombe vivieron estos años, al menos, bajo la protección que les otorgaba cierta comodidad econó-mica y profesional. Él, notario y arren-datario; ella procedía de una familia de clase alta. Residían en Thiais, una pe-queña y tranquila vila, situada a diez quilómetros al sur de París, cuando en 1795 trajeron al mundo a la dulce Amélie Gabrielle, su única hija.Amélie pasó los primeros años de su vida en este ambiente de profunda transformación social, política, moral y económica. Europa y los Estados Uni-dos de América daban un paso adelante en el desarrollo de un Hombre nuevo, incorporando, por ejemplo, la célebre Declaración de los Derechos del Hom-bre en el derecho de los nuevos esta-dos democráticos, pero no sin grandes pérdidas y tumultos, como la decapita-ción del rey Luis XVI.Amélie se inclinó por la enseñanza y la pedagogía, no por casualidad relacio-nada con el método pestalozziano. Se-guramente fue una de las mejores op-ciones para una mujer de aquella época, de hecho, una opción privilegiada, faci-litada por la buena ascendencia socio-económica de su familia. Se trasladó muy pronto a París, donde inicialmente ejerció de profesora de primaria, labor que compaginó con las letras y las artes plásticas. Fue poeta, pintora y publicó algunas obras como: Cuentos primave-rales (1825), Nociones de diseño (1826) y Lo esencial de Bellas Artes (1828).eEn 1825, mientras tanto, Kardec funda vd
la Escuela de Primaria, y en 1826, el Instituto Educacional Técnico, más conocido como "Instituto Rivail", am-bos en París. Su labor como pedagogo alcanza dimensiones notables y en cierto momento decide contratar a una profesora, casi diez años mayor que él, para trabajar en el Instituto. El romance nace pronto entre ellos, consolidando el 6 de febrero de 1832, bajo votos so-lem
lemnes, una asociación que fue sin duda más allá de las responsabibidades matri-moniales, como veremos en este breve repaso biográfico de la compañera y es-posa fiel de Allan Kardec.La solvencia económica del matrimonio, a pesar de todo, tuvo que enfrentar graves reveses y Kardec (Hippolyte Léon Denizard Rivail, todavía) se vio obligado a ejercer de contable en algu-nas empresas, mientras Amélie mante-nía la actividad educacional en su re-sidencia, de forma gratuita. Esto acon-tece, aproximadamente, entre 1835 y 1840. Amélie, por lo tanto, asume pron-to una actividad ejemplar en la estabi-lidad no sólo del matrmonio, sino de la obra fundada por Kardec, trabajando codo con codo con su marido por el mantenimiento de una misión educativa basada en el amor al prójimo. Cuando los Espíritus se cruzaron en el camino del Codificador, su esposa con-tinuó otorgándole un apoyo sostenido y constante, hasta su último suspiro en esta encarnación. En la Revista Espírita de 1865, Kardec lo corrobora anotando: “mi mujer adhirió completamente a mis intentos y me secundó en mi laboriosa tarea, como hace aún, a través de un tra-bajo muy por encima de sus fuerzas, sa-crificando, sin pesar, los placeres y las distracciones del mundo a los cuales por su posición familiar estaba habituada”. Kardec desencarnó en 31 de marzo de 1865, a la edad de 64 años, casi 65. Amélie tenía 74. Al día siguiente, por dese
deseo expreso del Maestro de Lyon, Amélie abandonó sus deberes funera-rios para presidir la inauguración de la Librería en la que tanto habían trabajado.Una vez viuda, tomó las riendas del movimiento espírita francés, sin vacilar, no sin la inestimable colaboración de otros compañeros de primera linea, des-tacándose entre ellos Pierre Gäetan Leymarie. Amélie o Gaby, como le llama-ba su esposo, se hizo cargo también de la gestión del patrimonio doctrinario del Codificador, supervisando cada nueva publicación con tal de preservar el rigor que hasta el momento había permitido la credibilidad del Espiritismo, aun ha-biendo de enfrentarse con parientes y otros falseadores de la doctrina.Amélie y Leymarie llevaron a cabo la renovación de la Sociedad Parisina de Estudios Espíritas (SPEE), una tarea compleja pero necesaria debido a los conflictos internos, de carácter moral e ideológico. La SPEE fue sustituída por la Sociedad Anónima del Espiritismo (SAE), cuyo objetivo era el de dar continuidad a las actividades doctrina-rias. Amélie tenía casi 80 años, y su empeño era extraordinario: sus biógra-fos cuentan que asistía todos los vier-nes a las reuniones de la sociedad, y nunca dejó de conmemorar solemne-mente la desencarnación de su esposo, cada 31 de marzo. Presidía también la celebración del primero de noviembre, el día los santos difuntos, dedicado al recuerdo amable de parientes y amigos ya liberados de la prisión de la carne.En 1871 Leymarie asumió la dirección de la Revista Espírita y de la SAE, que, dos años más tarde y bajo la orienta-ción de Amélie, pasó a denominarse So-ciedad para la Continuidad de las Obras Espíritas de Allan Kardec. En diciembre de 1882, con 87 años, participó en la fundación de la Sociedad de los Estu-dios Espíritas, posteriormente Unión Espírita Francesa, que unía en su seno espíritas franceses y belgas.Poco tiempo después, el 21 de enero de 1883, tras una vida dedicada al Espiri-tismo y de la cual hemos contado tan sólo parte, Amélie abandonó su cuer-po envejecido y fatigado, resplande-ciendo de nuevo en el plano espiritu-al al lado de su amado esposo Allan Kardec. Bibliografía: Amelie Gabrielle Boudet. Ponen-cia de Óscar R. Cervantes; Amelia Gabriele Boudet. Biografías. Portal de Espirito.
Sócrates y el AutoconocimientoSócrates y el AutoconocimientoSócrates y el AutoconocimientoSócrates y el Autoconocimiento Por Taina
En la cuarta y última entrega de esta sección dedicada al pensamiento del filósofo ateniense, Taina expone algunas de sus
enseñanzas, trazando un inconfundible nexo con las palabras cristalizadas mucho tiempo después por el Espiritismo.
sado por los fariseos de corromper al pueblo con sus enseñanzas, Sócrates también fue acusado por los fariseos de su tiempo, de corromper a la juventud, proclamando la unidad de Dios, la inmortalidad del alma y la vida futura. Al igual que conocemos la Doctrina de Jesús a través de los escritos de sus discípulos, los Apóstoles; la de Sócra-tes la conocemos por los escritos de su discípulo Platón. Somos la máxima autoexpresión de Dios, dotados de su sabiduría, amor, vida, provisión, alegría y armonía infinita. Estas virtudes las podemos manifestar y concretar en nuestra vida diariamediante el adecuado uso y dominio de nuestra mente cons-ciente y subconsciente.
Trabajemos en nosotros mismos y transmutemos todo el material innoble que encontremos dentro de nosotros, transformándolo con la luz del Perdón, con la luz del Amor, transformándolo en oro inmaterial y no nos sorprendamos si nuestra vida material se convierte en “oro puro”, pues todo viene de nuestra verdadera Patria que es la Espiritual y quien desde la Espiritualidad, sabe trabajar, lo verá manifestado en el plano material.Dios quiere para nosotros la felicidad, el bienestar, la salud, y para ello ha puesto a nuestro alcance la Ley del Libre Albedrío, que nos permite hacer y crear el mundo que nosotros seamos capaces de soñar. Por este motivo, seamos nosotros mismos, libres de todas ata-duras materiales y volemos hacia la Feli-cidad con la sabiduría del Autoconoci-miento.“Sólo el conocimiento que llega desde dentro es el verdadero conocimiento”. (Sócrates).Fin.
Sócrates destacaba que nunca debe devolverse injusticia por injusticia, ni hacer mal por el mal que nos hacen. “Que por el fruto se conoce al árbol”; que la riqueza es un peligro, que todo aquel que ama la riqueza no se ama a sí mismo; que los verdaderamente justos y prudentes, y aquellos que por sus palabras y sus actos cumplen con lo que deben, agradan a la Divinidad más que los que oran con los labios y nada sienten en su corazón; que el amor es el que adorna la naturaleza con sus ricos tapices y pasa y fija su mirada en donde encuentra flores y perfumes.También dijo que la virtud no puede enseñarse; viene como un don de Dios a los que la poseen, cosa que con poca diferencia es la doctrina cristiana sobre la gracia; pero si la virtud es un don de Dios, es un favor y puede preguntarse por qué no se concede a todos; por otra parte, si es un don, no tiene mérito para el que la posee.El Espiritismo nos dice que el que posee la virtud, la ha adquirido por sus esfuerzos en sus existencias sucesi-vas, despojándose poco a poco de las imperfecciones. La gracia es la fuerza con que Dios favorece a todo hombre de buena voluntad para despojarse del mal y hacer el bien.Sócrates decía que hay una disposi-ción en el hombre en ver los defectos en los ajenos, y no verlos en si mismo, y el Evangelio dice: “Veis la paja en el ojo ajeno y no veis la viga que hay en el vuestro”. Decía también que los médicos fracasan en la mayor parte de las enfermedades “porque tratan al cuerpo sin el alma”. El Espiritismo dice que hay una reacción continua entre uno y otro. MenQue la verdadera sabiduría está en no creer saber lo que no se sabe. Dirigiéndose a aquellos que criticaban aquello de lo que a menudo no tenían idea, Platón completa este pensa-miento de Sócrates diciendo: hay que procurar instruirse antes que injuriar, así es como deben obrar los espíritas con respecto a sus contradictores de buena o de mala fe. Si Platón viviese en esta época se encontraría las cosas poco más o menos como en su tiempo y podría usar el mismo lenguaje.
Sócrates encontraría también quien se burlase de su creencia en los Espíritus y le tratase de loco, lo mismo que a su discípulo Platón. En la obra introductoria mencionada, Kardec agrega «La doctrina misma que los Espíritus enseñan hoy, nada tiene de nueva; se la encuentra de manera fragmentaria en la mayoría de los filó-sofos de la India, de Egipto y de Grecia y toda entera en la enseñanza de Cris-to». Estas afirmaciones nos indican que el Codificador era poseedor de una gran cultura histórica y que realizó una exten-sa y exhaustiva investigación bibliográ-fica en la búsqueda de los antecedentes históricos de los principios que confor-man hoy la Doctrina Espírita.
En El libro de los Médiums, Cap. XVI, Pregunta 197, hay dos textos muy inte-resantes sobre los Buenos Médiums, firmados por Sócrates. En El Consola-dor que prometió Jesús, dictado por el Espíritu Emmanuel y psicografiado por Chico Xavier, se cita de nuevo a Sócra-tes, en la pregunta 278: ¿Debemos considerar profetas sólo a aquellos a quienes alinden las páginas del Antiguo Testamento? Además de las enseñanzas que nos legaron un Elías o un Jeremías, tenemos que convenir en que numerosos misio-neros del plano superior precedieron al advenimiento de Cristo, distribuyendo por el mundo el pan espiritual de sus verdades eternas. Sócrates, y luego su discípulo Platón, proclamaron el dogma de la unidad de Dios, de la inmortalidad del alma y de la vida futura. Sócrates, al igual que Jesús, no escribió, ni dejo ningún escrito; murió como los criminales, víctima del fanatismo, por atacar las creencias vulgares y por sobreponer la virtud real a la hipocresía y a las formas externas; Jesús fue acu-sa
Jean-Léon Gérôme, Sócrates buscando a Alcibíades en la casa de Aspasia (1861)
NOVEMBRE - DESEMBRE 2010 VISIÓ ESPÍRITA � 4
Estudiando Estudiando El Evangelio según el EspiritismoEl Evangelio según el Espiritismo
E l verdadero profe taE l verdadero profe taE l verdadero profe taE l verdadero profe ta
Por Janaína de Oliveira
En esta edición dedicada a Ama-
lia, última del año de inauguración
de nuestra querida revista Visió
Espírita, confié la tarea de la
elección del texto del Evangelio a
ser comentado en este espacio a
la espiritualidad amiga del Centro
Espírita Amalia Domingo Soler.
Abierto al azar en una de nuestras
reuniones de los miércoles, las
manos de un compañero encon-
traron el mensaje de El Evangelio
de intrigantes se convierten en ref-
ormadores y mesías.”
Nos advierten los Espíritus, en su
sabiduría, que hemos de estar en
guardia contra los falsos profetas.
Nos dan señales para distinguir
entre los falsos y los verdaderos:
“el verdadero misionero de Dios
debe justificar su misión por su
superioridad, por sus virtudes, por
su grandeza, por el resultado y por
la influencia moralizadora de sus
obras”. Además, nos explica el Es-
píritu comunicante, que firma como
Erasto, la mayor parte de los misio-
nes de Dios ignoran que lo sean, no
se anuncian como enviados divinos.
Ellos simplemente hacen su trabajo
con humildad y devoción al próji-
mo. El olvido de uno mismo, la en-
trega de su vida a los más necesi-
tados es una marca característica
de los misioneros de Dios. “verdade-
ros profetas se revelan por sus actos:
d
son adivinados; mientras que los
falsos profetas se colocan, ellos
mismos, como los enviados de Dios”.
Mientras que el falso profeta se
presentará como un enviado
celeste, el verdadero se recubrirá
de humildad. El verdadero profeta
vivirá para dar ejemplo de aquello
que predica. Se le conocerá por
sus obras, no únicamente por sus
palabras. El verdadero profeta nos
educa con toda su vida, con su
asce
ascendencia moral, creando una
atmosfera fluídica alrededor suyo
que trasmite paz y serenidad a
cuantos se le acercan. El verda-
dero profeta no reacciona con
agresividad ante el rechazo, la in-
comprensión o la injusticia. Cada
infortunio en su camino se convier-
te en una oportunidad de dar testi-
monio de su fe en Dios, de su for-
taleza espiritual, de la experiencia
adquirida en luchas santificantes que
atraviesan el tiempo y el espacio.
Aparte de Jesús, el mayor de los
profetas que hemos conocido en
la Tierra, hemos tenido en Fran-
cisco de Asís, Eurípedes Barsa-
nulpho, Buda, Bezerra de Mene-
zes, Chico Xavier, Teresa de Cal-
cuta, Amma, Gandhi, y tantos otros
enviados del Señor, verdaderos
profetas. Ejemplos de amor y ca-
ridad que Dios nos confió para
que aprendiéramos a aquilatar las
f
dad, a la generosidad.
La lógica cristiana pue-
de parecer extraña al
materialista, pero es
entendida y vivida a la
perfección por los ver-
daderos profetas: lo que
tengas de mejor en tu
corazón, dáselo a los
demás. Cuanto más re-
partas, más tendrás. En
nuestra comprensión
mezquina de la vida,
guardamos lo que tene-
mos
dificultades que experimentamos
en la vida diaria. Los verdaderos
profetas no se revistieron de san-
tidad de la noche a la mañana.
Tampoco vivieron vidas fáciles, de
gozo y tranquilidad. Todo lo con-
trario. Los verdaderos profetas viven
para servir a Dios, no lo contrario.
Su ejemplo es para nosotros, seres
en misiones regeneradoras de no-
sotros mismos, una invitación a la
renuncia, a la humildad, a la cari-
dad
mos para nosotros y, cuando repar-
timos, tenemos menos al final. Los
verdaderos profetas nos enseñan a
ampliar nuestra comprensión de la
vida, nos enseñan a tener vida en
abundancia.
Nuestra querida Amalia, dama del
espiritismo en España y orientadora
de los trabajos en nuestro humilde
centro, nos educó en la lógica cris-
tiana con su vida y nos sigue dando
la oportunidad de aprender de ella
con la orientación que generosa-
mente nos ofrece desde la espiri-
tualidad. Damos las gracias al
Padre Celestial, buen pastor de to-
dos nosotros, por concedernos esta
verdadera profeta para nuestro pro-
greso. Que su generosidad, humil-
dad y enorme disposición para el
trabajo de iluminación de los espí-
ritus sean para nosotros como es-
trellas guía, conduciéndonos a Nues-
tro Señor amado.
según el Espiritismo:
Caracteres del Verda-
dero Profeta (Cap. XXI).
“Desconfiad de los fal-
sos profetas. Esta reco-
mendación es útil en
todos los tiempos, pero,
sobre todo, en los mo-
mentos de transición en
que, como en éste, se
elabora una transforma-
ción de la Humanidad,
porque entonces una
mulitud de ambiciosos y
NOVEMBRE - DESEMBRE 2010 VISIÓ ESPÍRITA � 17
En otro frente en el que se manifiesta
el sentido de la caridad es en las riadas
de 1879 y 1880, cuando se produjeron
sendas inundaciones que asolaron la
huerta murciana. Causaron graves des-
trozos en vidas (357), casas y chozas
(mas de 7.000), además de 14.000 cabe-
zas de ganado (2). Tal catástrofe con-
movió a Amalia, que desde El Eco de
la Verdad inició una suscripción para
ayudar a los damnificados. En palabras
de Amalia: “No sólo para las víctimas
de Murcia, es también para los trabaja-
dores catalanes que hace mucho tiempo
sufren la inundación de la miseria”(3).
En varios números de la revista, Ama-
lia irá abordando el asunto y dando
énfasis a toda clase de donativos, tan-
to los de grandes cantidades, como el
de un millonario, como el del hombre
humilde que a falta de dinero entrega
su propio gabán. Todo el mundo la
conoce y sabe que el dinero irá a parar
directamente a los damnificados, que
no se quedará en los cajones de algún
escritorio ilustre. Así que la gente se
vuelca y envía a la redacción una bue-
na cantidad de dinero que servirá para
aliviar las penurias.
La toma de contacto con esta realidad
social le hará ver la necesidad de crear
una asociación de socorros mutuos,
un Montepío Regional, con el fin de
mejorar la suerte de los obreros espa-
ñoles. Firman este manifiesto la propia
Amalia, su colaboradora Cándida Sanz,
Luis Llach, Eudaldo Pagés y Vicente
Sierra. Las autoridades del momento
les deniegan el permiso por lo que
abandonan este proyecto, que lleva en
su germen un deseo de hacer el bien a
una gran cantidad de gente.
los conquistadores de sí mismos,
en
Amalia es muy sensible a los proble-
mas de la gente corriente, de los des-
favorecidos de la sociedad de los que
ella se sabe miembro y un problema
muy grave que se les presenta a los
no católicos es dónde enterrar a sus
familiares fallecidos. La Iglesia no
permite el enterramiento en el cemen-
terio por ser éste un lugar sagrado y
en “buena lógica” los no católicos no
debían ser enterrados allí. Entre los
no católicos hay que incluir a los
espiritistas, a los que la Iglesia pro-
hibe expresamente su sepultura por
tener tratos con el demonio, y a los
dd
protestantes o evangelistas, también
a los cómicos. Los cementerios esta-
ban bajo el dominio exclusivo de la
Iglesia y no recibía sagrada sepultura
quien no estuviese en gracia con la
organización. Esta exclusividad re-
pugnaba a mucha gente de ideas libe-
rales y además se vivía en unas cir-
cunstancias tan dolorosas para los
familiares o en situaciones tan íntimas
que obligaban, a menudo y a pesar
del dolor de los allegados, a contra-
riar la idea expresa del difunto. Los
conflictos resultantes de esta situa-
ción eran numerosos pues, por un
lado, la Iglesia no permitía el uso del
cementerio de los cuales era la única
responsable; Por otro lado, la ley
esta-blecía que los muertos tenían
que ser enterrados en los cemente-
rios. Desde La Luz del Porvenir Ama-
lia se hizo eco de esta penosa situa-
ción, que en algunos casos llegaba a
ser grotesca. Varias veces publica ar-
tículos refiriéndose a estos sucesos
que se repiten por toda la geografía.
Pero a Amalia no le basta con dar pu-
v
blicidad. Funda junto con Miguel
Vives y Vives La Sociedad Humani-
taria de Entierros Civiles, el objetivo
de la cual es ”sin hacer cuestión de
credo político o religioso, ni del más
rico o del más pobre, concurrir para la
celebración de entierros laicos en la
forma más económica posible”(4). Una
junta nombrada por los socios se en-
cargara de todos los trámites a cambio
de una módica suma mensual. Los po-
bres, sin recursos económicos demos-
trados podrían gozar del servicio sin
pagar nada a cambio.
Todo esto representa, entre otras
cosas, la concreción de la caridad que
nos ha dejado Amalia. Como vemos
son situaciones que afectan a una ge-
neralidad de personas. Amalia piensa y
hace las cosas en grande. Un caso par-
ticular sabe extrapolarlo y ve su reflejo
en una gran cantidad de afectados.
Siempre con una gran visión, una
maravillosa visión, que le ha permitido
buscar soluciones generales a males
generales. A esto habría que añadir las
cartas íntimas que dirigía a cuantos
necesitaban de su auxilio y consejo, y
cuyas respuestas consideraba que no
debían ser publicadas. Habría que te-
ner en cuenta los consejos y cuida-
dos que daba a cuantos se acercaban
a ella, o a cuantos dependían de ella. Y
sobre todo la ingente labor que nos ha
dejado con sus escritos. Un camino,
único hasta entonces, que nos ha
abierto a las demás mujeres que trata-
mos de seguirla y que no podremos al-
canzarla.
¡Bendita seas, Amalia! ¡Bendita seas!
Notas:
(1) Francisco Herrera Rodríguez “De-
bate sobre la calidad asistencial en la
España del siglo XIX”.
(2) http://rua.es /elspace/bits tream
(3) www.santiagopeman.com,
Efemérides Meteorológicas.
(3) César Bogo, Amalia Domingo
Soler. La Gran Señora del Espiritis-
mo, pág. 136.
(4) Idem, pág. 145.
Amalia piensa y hace las co-
sas en grande. Siempre con
una gran visión, una maravi-
llosa visión, que le ha permi-
tido buscar soluciones gene-
rales a males generales.
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dicen barbaridades sobre el Espiritismo. L. Llach la anima a
contestar en los términos que considere adecuados. Poco
después se dará su consagración como defensora del Es-
piritismo gracias a la polémica mantenida con D. Vicente de
Manterola. Esta no será la única polémica que mantenga, la
volverá a repetir, unos años más tarde, con un escolapio, el
padre Sallarés y con un jesuita, el padre Fita, y que será
recogida en un libro titulado Impresiones y comentarios
sobre los sermones de un escolapio y de un jesuita.
Coincidiendo con la polémica con D. Vicente de Manterola,
L. Llach y el editor espiritista Juan Torrents le proponen la
creación de un semanario espiritista dirigido por ella, para
las mujeres y en el que sólo escriban mujeres. Será La Luz
del Porvenir y en él escribirán Cándida Sanz, Matilde Fer-
NOVEMBRE – DESEMBRE 2010 VISIÓ ESPÍRITA � 6
AMALIA DOMINGO SOLERAMALIA DOMINGO SOLERAMALIA DOMINGO SOLERAMALIA DOMINGO SOLERAMALIA DOMINGO SOLERAMALIA DOMINGO SOLERAMALIA DOMINGO SOLERAMALIA DOMINGO SOLER
Por Pilar Doménech
NOVEMBRE - DESEMBRE 2010 VISIÓ ESPÍRITA � 15
Su llegada a Barcelona significó para Amalia la oportunidad de dedicarse en pleno al Espiritismo. Superando grandes
dificultades, hizo resplandecer la luz de la verdad, llevando el conocimiento y la caridad allá donde fue más necesario.
Describiéndonos los últimos años de Amalia, Pilar cierra esta sección, dedicada a nuestra siempre amada mentora.
En esta última parte nos encontramos con el regreso de
Amalia a Madrid después de recuperada de las fiebres.
Vuelve al taller de costura de la señora francesa y vuelve a
vivir con su hermana-amiga-casera, a la que anteriormente
había alquilado una habitación con un escritorio en el que
podía escribir y preparar sus artículos y colaboraciones
con las revistas.
Ahora la situación doméstica ha cambiado: su antigua ha-
bitación está ocupada. Como ella no quiere separarse de su
hermana, deciden compartir la habitación e incluso la cama.
No tiene un lugar donde escribir y lo hace en la mesa de la
cocina, sin privacidad, con continuas interrupciones y siendo
asediada continuamente por los Espíritus que la empujan in-
cesantemente a escribir. Le es muy difícil compaginar su tra-
bajo de costurera con sus colaboraciones en las revistas.
En mayo de 1876 recibe la visita de dos espiritistas catala-
nes con la propuesta de parte de Luis Llach, a la sazón pre-
sidente de La Buena Nueva de Gracia, de que se traslade a
Barcelona y se dedique enteramente a escribir. En principio
rechaza la oferta porque quiere vivir de su propio trabajo
pero los argumentos que esgrimen son contundentes ya
que en Barcelona encontrará trabajo y mejor pagado, con lo
cual tendrá más tiempo para dedicarlo a sus escritos. Esto
la convence, así como la posibilidad de que su hermana-
casera junto con su familia también se trasladen a Gracia.
Llegada a Barcelona, Amalia y Luis Llach mantienen una
entrevista en la que ambos exponen sus intenciones. Ama-
lia la de ser independiente, buscar trabajo y escribir, y Llach
la de la falta de escritoras y divulgadoras del espiritismo y
del exceso de modistas y costureras; además una cosa es
lo que Amalia desee y otra muy distinta lo que sus malo-
grados ojos le permitan. En poco tiempo dejará de ver y por
eso le está preparando una habitación en su casa, con su
familia, con la única obligación de que todo su tiempo lo
dedique a escribir.
Pronto se cumplen los vaticinios de L. Llach y Amalia acep-
ta hospitalidad de toda la familia. Se encuentra con los
mismos problemas con los que se enfrenta cualquier emi-
grante: el abandono de sus seres más queridos, el desco-
nocimiento del idioma, agravados por su problema de vi-
sión y por la natural adaptación en la dinámica de una fa-
milia a la que no conoce.
Todos tienen un trabajo, todos saben lo que tienen que
hacer, Luis y su hijo salen a trabajar, su hija va al colegio y
su esposa cuida de la casa. Su visión hace que se sienta
torpe y que piense que es más una molestia que una ayuda.
Su única salida son sus artículos y se pone a trabajar en
ellos de forma frenética.
Es mucha la correspondencia que recibe y a la que contesta
personalmente. Los espiritistas, conocedores de su penu-
ria, la ayudan regalándole sellos, papel, sobres, tinta, una
escribanía, etc. Todo se allana. A finales de agosto de 1877,len
El Diario de Barcelona se publica un artículo en el que se
d
en otros conocidos pasajes del cuar-
to Evangelio, como la resurrección
de Lázaro. Se identifica también
con la María del episodio de la
disputa entre Marta y María.
María Magdalena, así, con su
nombre completo, ocupa el primer
lugar entre las mujeres que acom-
pañan a Jesús; está presente du-
rante la Pasión y al pie de la cruz
con la Madre de Jesús; observa
cómo sepultan al Señor; llega
antes que Pedro y que Juan al se-
pulcro, en la mañana de Pascua;
es la primera a quien se aparece
Jesús, aunque no lo reconoce y lo
confunde con el hortelano; es en-
viada a ser Apóstol de los Após-
toles.
Que María Magdalena haya sido
precisamente la primera persona
en entrar en contacto con Cristo
resucitado le adjudica el más pri-
mordial de los papeles en la filia-
ción esotérica del cristianismo. Se
le ha llegado a llamar "la evange-
lista de la resurrección", a pesar de
que no gozaba de las simpatías de
Pedro, que es quien simboliza de
algún modo la iglesia de piedra, la
iglesia exterior, mientras que Ma-
ría Magdalena, juntamente con
Juan, el discípulo amado, simboliza
la iglesia del amor, la iglesia inte-
rior.
Las diferentes tradiciones evangé-
licas coinciden en señalar que
Maria Mgdalena fue protagonista
en cuatro momentos fundamen-
tales: al comienzo, en Galilea, en
el Gólgota junto a la cruz y en la
resurrección como primer testigo.
En una sociedad machista como
era la judía, Jesús con sus ense-
ñanzas rompió muchos de aquellos
esquemas.
Como si hubiera querido volver a
los orígenes de la divindad, Jesús
tuvo el gran mérito de intentar re-
cuperar la feminidad de la divini-
dad, y abrir ese dialogo a Magda-
lena.
Esta cuestión parece estar cada
vez más demostrada. "Ella es dis-
cípula de primera hora, pertenece
a
al grupo más cercano a Jesús, ocu-
pa un lugar preeminente en él, hace
el mismo camino que el Maestro
hasta Jerusalén y comparte su
proyecto de liberación y su des-
tino. Cuando Jesús es condenado
a muerte, los discípulos varones
huyen por temor a ser identifi-
cados como miembros de su mo-
vimiento y correr la misma suerte
que él. Sólo las mujeres que le ha-
bían seguido desde Galilea le
acompañan en el camino hacia el
Gólgota y están a su lado en la
cruz.
Sin lugar a dudas, María Magda-
lena fue una discípula destacada
en quien el Maestro depositó toda
su confianza, y tuvo un papel im-
portante a su lado, pero más aún
después de su muerte. Los relatos
evangélicos coinciden en señalar
que las mujeres fueron testigos de
la resurrección y María Magdale-
na estuvo en primera fila. Es
precisamente ella quien comunica
la noticia a los discípulos, quienes
reaccionan con incredulidad. Mag-
dalena cumplió las tres condicio-
nes para ser admitida en el grupo
apostólico: haber seguido a Jesús
desde Galilea, haber visto a Jesús
resucitado y haber sido enviada
por él a anunciar la resurrección.
El reconocimiento de María Mag-
dalena como primera testigo del
Resucitado explica su protagonis-
mo en el cristianismo primitivo, al
mismo nivel que Pedro, e incluso
mayor en algunas iglesias.
María Magdalena aparece en los
textos apócrifos que la Iglesia Ca-
tólica nos impidió conocer, por
temor y por no seguir sus dogmas,
como la discípula predilecta y
compañera del Salvador, y que
"esta situación privilegiada provo-
ca celos en algunos apóstoles, es-
pecialmente en Pedro, quien se-
gún el Evangelio Apócrifo Pistis
Sophia, reacciona en estos térmi-
nos: “Maestro, no podemos sopor-
tar a María Magdalena, porque
nos quita todas las ocasiones de
hablar, en todo momento está pre-
a
guntando y no nos deja intervenir".
Son muchos los textos que apun-
tan a que María Magdalena fue la
alumna más aventajada, la más
próxima al Maestro, quien pudo
conocer de cerca su "auténtica
naturaleza" y comprender sus pa-
labras para luego poder transmi-
tirlas. Juntos pondrían los cimien-
tos y desarrollarían una escuela
para que tanto su palabra como el
conocimiento que él aportó a la
humanidad no se perdiera. El men-
saje que transmitía hablaba de un
Jesús cercano, posible, real, que
dejó marcado "el Camino, la
Verdad y la Vida". Y este movi-
miento llegó a ser tan importante
que hay teólogos que piensan que
sin esta corriente del pensamiento
no hubiera sido posible mantener
vivo el mensaje de Jesús.
Bibliografía
V. Saxer, Maria Maddalena, en
biblioteca Sanctorum VIII, Roma
1966.
Juan José Tamayo, Nuevo dic-
cionario de teología. Ed. Trotta.
Madrid, 2005.
Monografias.com
Wikipedia
NOVEMBRE - DESEMBRE 2010 VISIÓ ESPÍRITA � 14 NOVEMBRE - DESEMBRE 2010 VISIÓ ESPÍRITA � 7
María MagdalenaMaría MagdalenaMaría MagdalenaMaría MagdalenaMaría MagdalenaMaría MagdalenaMaría MagdalenaMaría Magdalena
Por Caio César Sampaio
y algunas mujeres que habían sido
curadas de enfermedades y espíri-
tus malignos: María, llamada Mag-
dalena, de la cual habían salido
siete demonios.”
De acuerdo con los Evangelios de
Marcos, Mateo y Juan, estuvo
presente durante la crucifixión de
Jesús.
La aparición de Jesús resucitado a
María Magdalena, según Juan: en
compañía de otras mujeres, fue la
primera testigo de la resurrección,
según una tradición en la que con-
cuerdan los cuatro Evangelios. Des-
pués comunicó la noticia a Pedro
y a los demás Apóstoles.
Identificación con otros personajes:
Los citados son los únicos pasajes
de los Evangelios Canónicos en
los que se cita a "María de Mag-
dala". La tradición cristiana occi-
dental (Católica), sin embargo,
aunque sin apoyarse en evidencias
textuales de ningún tipo, ha iden-
tificado con María Magdalena a
otros personajes citados en el
Nuevo Testamento:
1. La mujer adúltera a la que Je-
sús salva de la lapidación, en un
episodio que sólo relata el Evan-
gelio de Juan.
2. La mujer que unge con per-
fumes los pies de Jesús y los seca
con sus cabellos antes de su llega-
da a Jerusalén, según los evange-
lios sinópticos, cuyo nombre no se
menciona. Según Marcos y Ma-
teo, sin embargo, la unción tuvo
lugar en Betania, "en casa de Si-
món el leproso", lo que ha llevado
a identificar a esta mujer a su vez
con María de Betania.
3. María de Betania, hermana de
Lázaro, a la que se atribuye en el
Evangelio de Juan la iniciativa
antes mencionada, y que aparece
en
María Magdalena es mencionada,
tanto en el Nuevo Testamento Ca-
nónico como en varios Evangelios
Apócrifos, como una distinguida
discípula de Jesús de Nazareth.
Es considerada santa por la Igle-
sia Católica Romana, la Iglesia
Ortodoxa y la Comunión Anglica-
na. Reviste una especial importan-
cia para las corrientes gnósticas
del cristianismo.
Su nombre hace referencia a su
lugar de procedencia: Magdala, lo-
calidad situada en la costa occi-
dental del lago de Tiberíades. Hay
quien pone en duda su existencia
histórica, aunque autores ateos o
agnósticos expertos en el "Jesús
histórico" no dudan de su histori-
cidad.
En el siglo VI, el Papa Gregorio
Magno la denomina "ejemplo de
perdición" y "esclava de lujuria".
La iconografía se encargó luego
de "inmortalizarla" a través de los
siglos como una prostituta. Todos
tenían en mente aquel pasaje del
dd
Evangelio (Lc 7, 36-50) que narra
cuando Jesús fue invitado a comer
a casa de un fariseo y se presenta
"una mujer pecadora pública", que
con sus lágrimas moja los pies del
Maestro, luego se los seca con sus
cabellos y se los unge con perfume
en señal de agradecimiento por el
perdón de sus pecados. Aunque en
ningún sitio aparece el nombre de
aquella mujer, la Iglesia la identi-
fica con María Magdalena. Habría
que esperar hasta el Concilio Vati-
cano II para que esta institución
empezara a hablar de un error his-
tórico.
La informacion sobre María Mag-
dalena en los Evangelios Canóni-
cos es escasa. Es citada en rela-
ción con cuatro hechos diferentes:
De acuerdo con el Evangelio de
Lucas, María Magdalena alojó y
proveyó materialmente a Jesús y
sus discípulos durante su predica-
ción en Galilea. Se añade que an-
teriormente había sido curada por
Jesús: "Le acompañaban los doce
f
nández, Encarnación del Riego, etc. La lista sería inter-
minable. Sus colaboradoras le envían artículos desde todos
los países de habla hispana y mantiene con ellas un rela-
ción de amorosa amistad. Buen reflejo son algunas cartas
que se conservan de esta correspondencia.
Con esto se convierte en una pionera defensora de los de-
rechos de la mujer, reclamando para nosotras el derecho a
la educación, el libre ejercicio de todas las profesiones,
igualdad de derechos y de salarios, independencia, digni-
dad. Algunos de estos derechos aún siguen siendo reivin-
dicados. Con respecto a la educación defendió la necesi-
dad de cambiar el sistema educativo femenino, pues hasta
entonces la educación de las mujeres era muy superficial,
pensada para desenvolvernos en un entorno doméstico y
no pensada para poder desarrollarnos en un entorno pro-
fesional.
El primer número de La Luz del Porvenir es suspendido por
vía judicial durante 42 semanas. No se arredra y saca El
Eco de la Verdad, con las mismas características y las mis-
mas colaboradoras. Se seguirá publicando hasta que una
amnistía haga posible la publicación, de nuevo, de La Luz
del Porvenir. Este semanario se publicará hasta 1900, año
en el que Amalia decide dejar de publicarlo debido a los gra-
ves problemas económicos por los que atraviesa la revista.
El trabajo de Amalia no termina con la publicación del se-
manario sino que se engrandece con actuaciones en otros
campos recogiendo las necesidades de los más desfavo-
recidos, recolectando ayudas a los damnificados por las
inundaciones en Murcia, visitando a presos y presas en las
cárceles de Barcelona, visitando hospitales para dar con-
suelo con su presencia y sus palabras a cuantas personas
la requieran. Junto con otros espiritistas (Luis Vives y
Vives) funda la Sociedad de Entierros Civiles dada la difi-
cultad con que se encuentran los laicos y los no católicos
de enterrar de forma digna y económica sus familiares.
En medio de toda esta vorágine Amalia se siente triste, des-
graciada y con una profunda melancolía. Se lo cuenta a sus
amigos y uno de ellos, Eudaldo Pagés, médium incons-
ciente, entra en trance y le da la primera comunicación en
nombre del Padre Germán. A partir de ese momento, sin día
determinado, ni hora fija, la ayudará con sus escritos de
mayor importancia y con las explicaciones necesarias para
hacer más fácil su tarea. Comienza una colaboración Ama-
lia- Eudaldo- Padre Germán que dará a luz muchos y bue-
nos escritos, no solo la novela homónima, sino también la
ayudará a ilustrar casos prácticos, historias de vidas comu-
nes recogidas a través de recortes de prensa que le envían
de toda Ibero América y de España y que se explican a
través de la Ley de Causa y Efecto. Aun hoy nos conmue-
ven a la reflexión y al aprendizaje.
Su labor es tan grande que desde la revista “El Buen Sen-
tido” de Lérida se promueve una suscripción popular que
ayude a Amalia a sufragar sus gastos en forma de pensión
perpetua. Esta pensión le durará desde julio de 1881 a di-
ciembre de 1884. Las personas que participan por medio de
donativos en esta pensión son los lectores de las revistas,
espiritistas, que tampoco cuentan con sobrados ingresos.
Al principio son numerosos los donativos, después, con el
pasar de los días van menguando. Acabada esta pensión
continuará viviendo con la ayuda de Luis Llach, que la
considera un miembro más de su familia y que no la aban-
donará hasta su muerte.
Participa como vicepresidenta en el Congreso Espiritista
Mundial que se realizó en Barcelona. Estamos en 1888.
Amalia envejece. Su entorno cambia. Las personas que la
han ayudado han envejecido con ella o han fallecido. Es el
caso de la esposa de Luis Llach que desencarna y que hace
que este se vuelva a casar con una mujer que no comparte
su ideal. Más tarde será el propio Luis el que desencarne y
que haga que su situación económica se tambalee hasta
extremos insospechados. Tanto que se ve obligada a ven-
der sus libros para tratar de hacer frente a la situación.
También Edualdo envejece y enferma. Se traslada al centro
de La Buena Nueva a vivir con Amalia para estar siempre a
su disposición. También muere. Sí, es cierto que el mundo
espiritual ha dispuesto otra médium, María, que la ayuda en
sus trabajos, pero Amalia desconfía a pesar de las seguri-
dades que el Padre Germán le da de esta segunda médium.
Así pues al final de sus días, vieja y enferma, se encuentra
sola, económica y afectivamente, claro que está rodeada de
mujeres que la quieren y la cuidan, pero han desaparecido
de su entorno los dos hombres que más la han ayudado en
su quehacer.
Amalia enferma, no sale de casa. Todas las mujeres se tur-
nan para cuidarla, no la abandonan, no la dejan sola ni un
segundo. A pesar de sus cuidados el 29 de abril de 1909
nos deja a causa de una bronconeumonía. Desde ese
momento y hasta la actualidad no ha habido una mujer,
compatriota nuestra, que haya sabido dar muestras de tan
gran entrega a la difusión de nuestra doctrina, de tan gran
coraje, con un lenguaje llano y comprensible a todos los
lectores, y con tan gran repercusión internacional. Fin.
Aspecto de la C/ del Cañón, al paso del coche fúnebre de Amalia.
“Se dice que Jesús tuvo una seguidora que lo amó tanto como para tener el valor de asistir a su crucifixión, una seguidora a la
que él amo tanto que le eligió como la primera persona en saber de su resurrección.” Evangelio de Maria Magdalena. En este
artículo sobre el Apóstol de los Apóstoles, Caio nos ofrece una visión histórica a la luz de los manuscritos más conocidos.
NOVEMBRE - DESEMBRE 2010 VISIÓ ESPÍRITA � 8 NOVEMBRE - DESEMBRE 2010 VISIÓ ESPÍRITA � 13
Por And rea Campos
Gracias te doy, con toda el alma mía, porque nunca
olvidaste darme el pan de cada día. Gracias te doy
también por cuidar de mi vida y por tanto amor que
me diste sin que te lo pidiera.
Queridos hermanos y hermanas, cuando empecé a
escribir sobre el voluntariado me vinieron muchas
ideas a la cabeza pero no encontraba la respuesta a
una de las preguntas que más me inquietaban: ¿Por
qué en todas las épocas son las mujeres las mayores
portadoras de ese amor al prójimo, tan dispuestas a
ayudar y a acunar a la humanidad? Finalmente encon-
tré algunas respuestas y la principal es que nosotras
poseemos de manera especial el instinto materno,
direccionado a cuidar y a gestionar, a educar y a en-
señar.
Este perfil hace referencia a edades muy lejanas,
desde las remotas épocas del surgimiento del Ser
Humano, cuando las mujeres de las cavernas se
quedaban en sus cuevas para educar, cuidar y ali-
mentar a los hijos y a los animales, mientras los
hombres salían a cazar.
Leyendo un libro muy conocido encontré otra res-
puesta: que la mujer tiene el papel de educadora y de
protectora de la familia en el sentido más “espiritual”.
Somos blandas a la vez que duras con los errores,
somos amigas a la vez que adversarias de las ideas,
somos seres en evolución que buscan la perfección
en los pequeños detalles.nos
Actualmente las mujeres representan el 80% de las
voluntarias en ONGs o centros de ayuda. Son ellas
las que más finalizan las carreras de ciencias y hu-
manas. El año pasado constituyeron el 75% de los
nuevos ingresos en el curso de medicina de las prin-
cipales universidades españolas.
A cada respuesta encontrada me hacía más pregun-
tas. Entonces decidí buscar ejemplos de mujeres que
han dejado todo, la tranquilidad de sus hogares y de
sus familias, para ayudar al prójimo más necesitado o
simplemente ayudar y amar. Y fue impresionante lo
que encontré a mi alrededor. ¡Cuantos ejemplos de
abnegación y caridad!
Por qué no iniciar por el modelo mayor: María, madre
de nuestro Amado Jesús, nuestra Gran Madre Supe-
riora. Aceptó con resignación la tarea de concebir a
nuestro Salvador, a este ser de luz y amor, aún
sabiendo de los obstáculos que afrontaría en los años
que sucederían. Ella misma sigue trabajando en los
planos espirituales, en la rehabilitación de los seres caí-
dos en la falta de fe en el futuro y en Dios.
También conocí la historia de la Reina Isabel de
Aragón, la “Reina Santa”, que se dedicó a los enfer-
mos y a los ancianos, haciendo construir albergues
para indigentes y dando de comer a los pobres. Uni-
ficó y orientó a su marido, el rey D. Dinis, para que
evitara batallas entre los dos países hermanos: Por-
tugal y España. No me sorprende que sea conocida
en la espiritualidad por la protectora de las obras de
caridad y educación en la Península Ibérica.
¿Y por qué no hablar de las hermanitas del Cottolengo
del Padre Allegre? En este centro religioso que se dedica
a ser testigo del amor infinito de Dios, estas mujeres
demuestran una fe inquebrantable en la Providencia Di-
vina, dejando la vida de apegos materiales para amar de
manera incondicional a nuestros hermanos y hermanas
en esta dura prueba de rescate y clemencia.
Y más y más ejemplos he encontrado, de mujeres
que durante su vida o por la influencia que dejaron
tras su muerte, representan testimonios de la victoria
del amor, de la fe y de la esperanza ante la adver-
sidad: además de nuestra querida Amalia, Juana de
Arco, Teresa de Calcuta, Anne Frank, Lady Diana,
Zilda Arns y todas las mujeres de todas las épocas,
escenarios y países. A vosotras os dedico esas pala-
bras, mi más completo respeto y admiración. Que si-
gáis enseñándonos, educándonos en la senda del Se-
ñor, a través de la caridad y del amor al prójimo.
Bibliografía: Memorias de un suicida, El Evangelio de Chico
Xavier, El diario de Anna Frank , Wikipedia, motherteresa.org.
La ley de causa y efecto, al con-
trario de lo que muchos pensa-
mos, no es implacable. Dicha ley
nos ofrece propuestas y oportu-
nidades de aprendizaje y de creci-
miento. El libre albedrío es el ins-
trumento que disponemos para
atenuar o ampliar nuestras deudas
– que nada más son que la desar-
monía con las demás leyes univer-
sales. Con nuestras actitudes po-
demos facultar cambios en nues-
tros cuadros reencarnatorios y es-
tablecer circunstancias más o me-
nos felices para nuestro futuro.
Sergio Felipe de Oliveira habló so-
bre la mediumnidad. En su con-
ferencia explicó que la medicina
tradicional no ignora, al contrario
de lo que muchos piensan, los fe-
nómenos mediúmnicos. La Orga-
nización Mundial de la Salud
(OMS) reconoce al trance medi-
úmnico como un fenómeno bioló-
gico. La Clasificación Estadística
Internacional de Enfermedades y
otros Problemas de Salud (CID
10, ítem F 44.3) caracteriza la
mediumnidad listando entre sus
síntomas la pérdida transitoria de
la identidad con la conservación
de nociones del ambiente. Se con-
sidera una enfermedad cuando el
individuo no tiene control sobre el
fenómeno y no se considera de
esa forma en su contexto cultural
o religioso. La medicina también
ha identificado a la glándula pineal
como responsable de la captación
d
de energías electromagnéticas en
el ambiente y responsable también
de la redistribución de esta infor-
mación. Sergio Felipe concluyó
que es necesario desarrollar habi-
lidades y la vocación de cada uno
para vivir la mediumnidad de for-
ma sana y consciente. G
f
atía.
En el último día de conferencias
destacamos la de Carlos Campe-
tti, que habló de la educación del
Espíritu. Actualmente el sistema
de enseñanza en las escuelas está
volcado para los aspectos mate-
rialistas de la vida, ofreciendo ins-
trucción para la competición y pa-
ra la disputa que no transciende la
realidad objetiva. El ponente de-
fendió que necesitamos más que
instrucción o información, hacien-
do hincapié en la intransferibilidad
de la educación transcendental del
Espíritu a la escuela o al centro
espírita: la familia es la principal
responsable por la educación del
Espíritu. Hace falta enseñar con
todos los gestos de la vida, desde
los más importantes hasta los más
mínimos, sin transferir a la escuela
o al centro espírita la responsa-
bilidad de orientar los hijos que
nos confía Nuestro Señor.
En la ceremonia de clausura, José
Raúl Teixeira nos cuestionó de
qué nos vale saber todo lo que
sabemos los espiritistas si no
vivimos este conocimiento, si no
nos amamos unos a los otros, si no
perdonamos, si no ayudamos al
prójimo. El orador nos incitó a que
no perdiéramos tiempo, no poster-
gáramos la reforma íntima. Cono-
cemos la verdad, vivamos la vida
en abundancia.
Divaldo Franco finalizó el Con-
greso con un mensaje psicofónico
en forma de sentida oración “Que
la nueva Era sea caracterizada
por la luz de la fraternidad y por la
construcción de un mundo mejor.
Os abraza: José María Colavida2,
deseando mucha paz a todos”.
Notas:
1. Resumen de la crónica del blog Amalia
Domingo Soler.
2. Español, nacido en Tortosa (Tarragona),
fue el primer traductor al español de la
obras de Allan Kardec, uno de los mayores
divulgadores espíritas y fundador de la
Revista de Estudios Psicológicos de Barce-
lona (1819-1888).
FES�TE VOLUNTARI!FES�TE VOLUNTARI!FES�TE VOLUNTARI!FES�TE VOLUNTARI!
Las mujeres voluntariasLas mujeres voluntariasLas mujeres voluntariasLas mujeres voluntarias
Alfredo Tabueña, durante su intervención.
Sergio Felipe de Oliveira.
Carlos Campetti.
Parte de la expedición de CEADS, junto a María de la Gracia Ender.
NOVEMBRE - DESEMBRE 2010 VISIÓ ESPÍRITA � 12 NOVEMBRE - DESEMBRE 2010 VISIÓ ESPÍRITA � 9
inmaterial, único, omnipotente, justo y bueno, no ha tenido un inicio ni tampoco dejará jamás de existir. Nosotros somos Espíritus inmorta-les, no dejaremos de existir, pero es importante no confundir el creador con la criatura. Las criaturas so-mos
mos inmortales, mientras que el Creador es eterno. No se puede entrar en desarmonía con Sus leyes sin vivir tristes consecuencias, pues-to que dichas leyes son perfectas e inmutables. Según Kempf, tampoco Dios creó el mal, ya que este nace del uso equivocado del libre albedrío del propio hombre. “No hay efecto sin causa. Buscad la causa de todo lo que no haya creado el hombre y ahí encontraréis las pruebas de la existencia de Dios”.
A continuación Carol Bowman pre-sentó la ponencia titulada “Compro-baciones de la existencia y de la inmortalidad del Espíritu”. En esta conferencia, Carol compartió con los
cuerdos de vivencias pasadas: dichas expe-riencias suceden a temprana edad, los ni-ños expresan cono-cimiento más allá del que sus experiencias in-fantiles les podría ofre-cer y además asumen un tono serio nada ca-racterístico para su tiempo de existencia para elaborar sus rela-tos. En su estudio, Carol comprobó que un 75% de los niños que tie-
asistentes la historia de su hijo y otros casos por ella investigados de niños que recordaron vidas pasadas. La investigadora ha llegado a la conclusión de que hay un conjunto de características que permiten iden-tificar los relatos infantiles como re-m
tienen recuerdos de vidas pasadas recuerdan sus muertes; un 50% de esas muertes son traumáticas y un 35% desarrollan fobias relacionadas a la muerte. El consejo de Carol para transformar el recuerdo trau-mático en una curación es en mo-mentos de extrema relajación y serenidad del niño, afirmarle que el del recuerdo era él mismo, pero en otro cuerpo y en otro tiempo. El objetivo es ayudar al niño a com-prender que ahora está seguro en un nuevo cuerpo.En el segundo día de Congreso, nuestro querido hermano Alfredo Tabueña presentó su conferencia sobre la ley de causa y efecto. Ésta pasa a existir en la naturaleza cuando los principios espirituales hacen el paso evolutivo hacia el ser espiritual y pasan a estar dotados del libre albedrío. Alfredo remarcó que la responsabilidad del ser es siempre proporcionada al conoci-miento y a la intención de sus actos.
Yvonne do Amaral PereiraYvonne do Amaral PereiraYvonne do Amaral PereiraYvonne do Amaral Pereira
Yvonne Amaral nació en Santa Tereza de Valenca (hoy Rio das Flores), al sur del estado de Rio de Janeiro. Hija de Manoel José Pereira y Elisabeth do Amaral, fue la mayor de sus cinco hijos, habiendo otro mayor que ella, que tuvo su madre de un matrimonio anterior.A los 29 días de nacida le sobre-vino un golpe de tos que la dejó prácticamente asfixiada. Esto le produjo un estado de catalepsia o muerte aparente. Este fenómeno (se supo después) se produjo por toda la carga que traía su Espíritu, pues en su última exis-tencia terrestre murió ahogada por suicidio. Durante seis horas permaneció en este estado, hasta que el médico certificó su muerte y fue preparado todo para su funeral. Pero su madre no creía que estuviese muerta: se retiró para orar fervorosamente, pidien-do para que la situación de su hija se definiese. Al instante la niña despertó y todos los preparativos del funeral fueron cancelados.La vida siguió su curso. Su padre, un pequeño comerciante, generoso de corazón y desinteresado de los bienes materiales, cayó en quiebra económica por tres veces, pues siempre favorecía al prójimo en perjuicio propio y de su familia. Era muy común aceptar y albergar en su casa a personas pobres y a mendigos. Más tarde fue nombra-do funcionario público, cargo que desempeñó hasta su desencar-nación en 1935.El hogar de Yvonne siempre fue muy humilde, conoció muchas di-ficultades, pero ella decía que esto le benefició mucho para compren-der las necesidades del prójimo.
El ejemplo y conducta de sus pa-dres fue fundamental en su futuro comportamiento.Con cuatro años decía que veía y oía a los Espíritus, considerándolos como personas encarnadas, pues no los diferenciaba. Tenía dos ami-gos invisibles, muy queridos, que se le aparecían con más frecuencia: Uno era el Espíritu Charles, a quien
ella consideraba su verdadero pa-dre. Esto se debía a los recuerdos vivos que tenía de una encarnación pasada en que este Espíritu fue su padre. Charles era un Espíritu ele-vado. Fue su orientador durante toda su vida y actividad mediúm-nica.El otro era el Espíritu Roberto de Canalejas, un médico español de mediados del siglo XIX por el que ella sentía un gran afecto, debido a su vinculación y deudas a saldar en una existencia anterior. Más tarde, ya de adulta, mantenía contactos mediúmnicos con enti-dades muy evolucionadas como el Dr. Bezerra de Menezes, Camilo Castelo Branco y otras.A los ocho años se repitió el fenó-v
fenómeno de catalepsia. Durante el sueño tuvo un desprendimiento y fue a parar ante una imagen de la iglesia que frecuentaba. Ésta, cobrando vida le dijo: "Ven conmigo hija mía, será el único recurso que tendrás para soportar los sufrimientos que te esperan". Y aceptando la mano que le extendió la imagen, subió los peldaños y ya no recordó nada más.Ivonne no fue una niña feliz. Vivió acosada por los recuerdos de su última encarnación, que recordaba con extraordinaria claridad. Ésta fue en España y echaba de menos a su anterior familia y su ciudad. Debido a todo esto consideraba, principalmente, a su padre y hermanos como extraños. Para ella su verdadero padre era el Espíritu de Charles y su casa, la de España.Estos sentimientos contradictorios y el afloramiento de las facultades mediúmnicas, hacían que tuviese un comportamiento considerado raro por sus familiares. Por este motivo, hasta los diez años vivió, prácticamente, con su abuela paterna; cuyo hogar era Espírita.A los ocho años de edad tuvo su primer contacto con un libro Espí-rita. A los doce, su padre le regaló El Evangelio según el Espiritismo y El libro de los Espíritus. Éstos le acompañarían durante toda su vida y en los momento difíciles, su lectura, era un bálsamo para su alma. A los trece comenzó a fre-cuentar las sesiones prácticas de Espiritismo. A ella le encantaba porque podía ver a los Espíritus comunicantes. Continuará...
Bibliografía: Federación Espírita Española, Revista El Ángel del Bien
Repasamos aquí, de la mano de nuestra compañera Gilda, la vida de una de las mayores mediums brasileñas, autora de
un clásico de la literatura espírita: Memórias de un suicida, atribuida a los Espíritus de Camilo Castelo Branco e de Léon Denis.
Por Gilda López
6º Congreso Mundial Espírita6º Congreso Mundial Espírita“Somos Espíritus Inmortales”
Por And re a Campos, a par ti r d e la crónica e scr i ta en e l b log d e CEADS, d e Janaina d e O l iv e i ra.
fraternidad, a la divul-gación de la Doctrina Espírita.Del 10 al 12 de octubre de 2010, aproximada-mente 1.300 personas de diferentes lugares del mundo y diferentes na-cionalidades se unieron con un único ideal: apren-der más sobre la doctri-na espiritista, en el VI Congreso Mundial Espí-rita. No podría faltar la asistencia de algunos de nuestros hermanos del sa
En la anterior edición de nuestro boletín hicimos un repaso a la his-toria de los congresos espiritistas desde la codificación realizada por Allan Kardec. Este artículo lo dedi-caremos a los Espíritus abnegados que se comprometen, con amor y fe
Centro Espírita Amalia Domingo Soler de Barcelona, que nos brin-dan con el resumen de algunas ponencias presentadas en estos tres días de aprendizaje, amor y paz.1
En la apertura oficial del congreso se escuchó música para armonizar el ambiente de los salones de la feria de Valencia. Entre las obras ejecutadas al piano, una era de una partitura psicografiada en la Socie-dad Espírita de Paris, dictada por Chopin.Divaldo abrió el Congreso con su conferencia “Somos Espíritus In-mortales”, donde recogió dife-rentes manifestaciones de la creencia humana sobre la inmor-talidad del alma, desde las pinturas rupestres hasta investigaciones de-sarrolladas por llos científicos más recientes. Charles Kempf presentó la confe-rencia ¿Qué es Dios? Nuestro crea-dor es eterno, inmutable, inmaterial, ú
NOVEMBRE - DESEMBRE 2010 VISIÓ ESPÍRITA � 10
Proceso reecarnatorio
Una vez establecido todo ello se
va produciendo, desde el plano es-
piritual, un acercamiento paulatino
del Espíritu candidato a la reen-
carnación hacia el conjunto fami-
liar que deberá acogerle, pasando
a participar poco a poco de la vida
doméstica y comenzando los pri-
meros intercambios de vibracio-
nes, de fluidos, de pensamientos y
de emociones con los miembros
de su futura familia.
A medida que se va acercando el
día de la fecundación, los equipos
espirituales especializados pro-
mueven un contacto más directo
del Espíritu reencarnante con la
futura madre, en el que se origina
una creciente interpenetración fluí-
dica entre ambos, que pasa a es-
trecharse progresivamente, hasta
alcanzar y fijarse al óvulo materno
que ha de ser fecundado, quedan-
do éste impregnado y magnetizado
por los efluvios periespirituales y
por las vibraciones propias que trans-
mite el Espíritu.
De esta manera, el óvulo en vías
de ser fecundado permanece irra-
diando y reflejando las caracterís-
ticas particulares del Espíritu y,
como un espejo, retrata su imagen
energética, que será, como vere-
mos después, lo que servirá para
atraer al espermatozoide que ha
de fecundarlo.
Pero antes de producirse ese he-
cho se ha de presenciar, en el
plano espiritual, una de las
escenas más hermosas, entraña-
bles y conmovedoras de todo el
proceso reencarnatorio, cuando el
Espíritu, ya con su cuerpo espiri-
tual reducido a la forma fetal, es
entregado a su futura madre, lo
que representa un acto sublime,
lleno de amor y de esperanza, en
el que se destaca, por encima de
todo, la maravillosa función mater-
na como intermediaria y colabora-
dd
dora en la obra de Dios, para posi-
bilitar la aparición de un Espíritu
en el mundo físico, hecho que de-
bería llenar de satisfacción y de
felicidad, mas nunca de vergüen-
za, ni de tristeza.
Al respecto nos explica A. Luiz:
“La futura madre parecía una sa-
cerdotisa del Poder de la Divini-
dad Suprema. El Espíritu reencar-
nante se unía a ella como la flor
se une al tallo. Entonces compren-
dí que, desde aquel momento, era
alma de su alma, aquel que sería
carne de su carne”. (Misioneros
de la Luz – Chico Xavier / André
Luiz).
Se acerca ya el momento de la
fecundación, inicio de una nueva
vida física, cuando, horas después
de la unión sexual, se produce el
gran encuentro entre el esperma-
tozoide y el óvulo, un acto total-
mente falto de democracia, pues
no es el acaso biológico el que
determina el espermatozoide que
va a fecundar al óvulo, donde to-
dos disfrutarían de las mismas
oportunidades, ni siquiera el
afortunado es el que presenta me-
jor potencial genético, sino que,
por el contrario, de todos los mil-
lones de espermatozoides, la célu-
la femenina seleccionará y atraerá
a aquél que contenga los genes
que, por sintonía y afinidad, más se
ajuste a las necesidades evolutivas
y a la situación real del Espíritu
reencarnante, la cual, como he-
mos visto antes, ya se encuentra
marcada en el óvulo, posibilitando,
de esta manera, la formación de
un organismo adecuado al cumpli-
miento del proyecto reencarnato-
rio en curso.
“La célula masculina que alcance
el óvulo en primer lugar para fe-
cundarlo, no será la más apta en
el sentido de superioridad, y sí en
el sentido de sintonía magnética”.
(Misioneros de la Luz – Chico
Xavier / André Luiz)
De esta manera, en el instante de
la fecundación, el Espíritu reencar-
nante es ligado a esa primera
célula resultante de la unión entre
el espermatozoide y el óvulo, ini-
ciándose entonces, junto al mara-
villoso proceso de un nuevo
desarrollo embrionario, la reencar-
nación propiamente dicha en tér-
minos físicos, donde a medida que
el embrión se va desenvolviendo
multiplica el número de células y,
con ello, el cuerpo espiritual au-
menta su área de fijación, pren-
diéndose a las moléculas del cuer-
po físico en formación.
“Desde el instante de la fecunda-
ción, el Espíritu designado para
habitar en un cuerpo determinado,
se une a él por un lazo fluídico,
que no es más que una expansión
de su cuerpo espiritual, el cual se
va estrechando a medida que el
germen se desarrolla, de modo
que puede decirse que el Espíritu
echa raíces en dicho germen co-
mo una planta en la tierra, hasta
que, una vez completado todo el
desarrollo, el niño sale a la vida
exterior”.
(Allan Kardec - El Libro de los
Espíritus / La génesis).
Continuará...
EL ABORTOEL ABORTOEL ABORTOEL ABORTOEL ABORTOEL ABORTOEL ABORTOEL ABORTOPor un colaborad or anónimo
NOVEMBRE - DESEMBRE 2010 VISIÓ ESPÍRITA � 12 NOVEMBRE - DESEMBRE 2010 VISIÓ ESPÍRITA � 9
inmaterial, único, omnipotente, justo y bueno, no ha tenido un inicio ni tampoco dejará jamás de existir. Nosotros somos Espíritus inmorta-les, no dejaremos de existir, pero es importante no confundir el creador con la criatura. Las criaturas so-mos
mos inmortales, mientras que el Creador es eterno. No se puede entrar en desarmonía con Sus leyes sin vivir tristes consecuencias, pues-to que dichas leyes son perfectas e inmutables. Según Kempf, tampoco Dios creó el mal, ya que este nace del uso equivocado del libre albedrío del propio hombre. “No hay efecto sin causa. Buscad la causa de todo lo que no haya creado el hombre y ahí encontraréis las pruebas de la existencia de Dios”.
A continuación Carol Bowman pre-sentó la ponencia titulada “Compro-baciones de la existencia y de la inmortalidad del Espíritu”. En esta conferencia, Carol compartió con los
cuerdos de vivencias pasadas: dichas expe-riencias suceden a temprana edad, los ni-ños expresan cono-cimiento más allá del que sus experiencias in-fantiles les podría ofre-cer y además asumen un tono serio nada ca-racterístico para su tiempo de existencia para elaborar sus rela-tos. En su estudio, Carol comprobó que un 75% de los niños que tie-
asistentes la historia de su hijo y otros casos por ella investigados de niños que recordaron vidas pasadas. La investigadora ha llegado a la conclusión de que hay un conjunto de características que permiten iden-tificar los relatos infantiles como re-m
tienen recuerdos de vidas pasadas recuerdan sus muertes; un 50% de esas muertes son traumáticas y un 35% desarrollan fobias relacionadas a la muerte. El consejo de Carol para transformar el recuerdo trau-mático en una curación es en mo-mentos de extrema relajación y serenidad del niño, afirmarle que el del recuerdo era él mismo, pero en otro cuerpo y en otro tiempo. El objetivo es ayudar al niño a com-prender que ahora está seguro en un nuevo cuerpo.En el segundo día de Congreso, nuestro querido hermano Alfredo Tabueña presentó su conferencia sobre la ley de causa y efecto. Ésta pasa a existir en la naturaleza cuando los principios espirituales hacen el paso evolutivo hacia el ser espiritual y pasan a estar dotados del libre albedrío. Alfredo remarcó que la responsabilidad del ser es siempre proporcionada al conoci-miento y a la intención de sus actos.
Yvonne do Amaral PereiraYvonne do Amaral PereiraYvonne do Amaral PereiraYvonne do Amaral Pereira
Yvonne Amaral nació en Santa Tereza de Valenca (hoy Rio das Flores), al sur del estado de Rio de Janeiro. Hija de Manoel José Pereira y Elisabeth do Amaral, fue la mayor de sus cinco hijos, habiendo otro mayor que ella, que tuvo su madre de un matrimonio anterior.A los 29 días de nacida le sobre-vino un golpe de tos que la dejó prácticamente asfixiada. Esto le produjo un estado de catalepsia o muerte aparente. Este fenómeno (se supo después) se produjo por toda la carga que traía su Espíritu, pues en su última exis-tencia terrestre murió ahogada por suicidio. Durante seis horas permaneció en este estado, hasta que el médico certificó su muerte y fue preparado todo para su funeral. Pero su madre no creía que estuviese muerta: se retiró para orar fervorosamente, pidien-do para que la situación de su hija se definiese. Al instante la niña despertó y todos los preparativos del funeral fueron cancelados.La vida siguió su curso. Su padre, un pequeño comerciante, generoso de corazón y desinteresado de los bienes materiales, cayó en quiebra económica por tres veces, pues siempre favorecía al prójimo en perjuicio propio y de su familia. Era muy común aceptar y albergar en su casa a personas pobres y a mendigos. Más tarde fue nombra-do funcionario público, cargo que desempeñó hasta su desencar-nación en 1935.El hogar de Yvonne siempre fue muy humilde, conoció muchas di-ficultades, pero ella decía que esto le benefició mucho para compren-der las necesidades del prójimo.
El ejemplo y conducta de sus pa-dres fue fundamental en su futuro comportamiento.Con cuatro años decía que veía y oía a los Espíritus, considerándolos como personas encarnadas, pues no los diferenciaba. Tenía dos ami-gos invisibles, muy queridos, que se le aparecían con más frecuencia: Uno era el Espíritu Charles, a quien
ella consideraba su verdadero pa-dre. Esto se debía a los recuerdos vivos que tenía de una encarnación pasada en que este Espíritu fue su padre. Charles era un Espíritu ele-vado. Fue su orientador durante toda su vida y actividad mediúm-nica.El otro era el Espíritu Roberto de Canalejas, un médico español de mediados del siglo XIX por el que ella sentía un gran afecto, debido a su vinculación y deudas a saldar en una existencia anterior. Más tarde, ya de adulta, mantenía contactos mediúmnicos con enti-dades muy evolucionadas como el Dr. Bezerra de Menezes, Camilo Castelo Branco y otras.A los ocho años se repitió el fenó-v
fenómeno de catalepsia. Durante el sueño tuvo un desprendimiento y fue a parar ante una imagen de la iglesia que frecuentaba. Ésta, cobrando vida le dijo: "Ven conmigo hija mía, será el único recurso que tendrás para soportar los sufrimientos que te esperan". Y aceptando la mano que le extendió la imagen, subió los peldaños y ya no recordó nada más.Ivonne no fue una niña feliz. Vivió acosada por los recuerdos de su última encarnación, que recordaba con extraordinaria claridad. Ésta fue en España y echaba de menos a su anterior familia y su ciudad. Debido a todo esto consideraba, principalmente, a su padre y hermanos como extraños. Para ella su verdadero padre era el Espíritu de Charles y su casa, la de España.Estos sentimientos contradictorios y el afloramiento de las facultades mediúmnicas, hacían que tuviese un comportamiento considerado raro por sus familiares. Por este motivo, hasta los diez años vivió, prácticamente, con su abuela paterna; cuyo hogar era Espírita.A los ocho años de edad tuvo su primer contacto con un libro Espí-rita. A los doce, su padre le regaló El Evangelio según el Espiritismo y El libro de los Espíritus. Éstos le acompañarían durante toda su vida y en los momento difíciles, su lectura, era un bálsamo para su alma. A los trece comenzó a fre-cuentar las sesiones prácticas de Espiritismo. A ella le encantaba porque podía ver a los Espíritus comunicantes. Continuará...
Bibliografía: Federación Espírita Española, Revista El Ángel del Bien
Repasamos aquí, de la mano de nuestra compañera Gilda, la vida de una de las mayores mediums brasileñas, autora de
un clásico de la literatura espírita: Memórias de un suicida, atribuida a los Espíritus de Camilo Castelo Branco e de Léon Denis.
Por Gilda López
6º Congreso Mundial Espírita6º Congreso Mundial Espírita“Somos Espíritus Inmortales”
Por And re a Campos, a par ti r d e la crónica e scr i ta en e l b log d e CEADS, d e Janaina d e O l iv e i ra.
fraternidad, a la divul-gación de la Doctrina Espírita.Del 10 al 12 de octubre de 2010, aproximada-mente 1.300 personas de diferentes lugares del mundo y diferentes na-cionalidades se unieron con un único ideal: apren-der más sobre la doctri-na espiritista, en el VI Congreso Mundial Espí-rita. No podría faltar la asistencia de algunos de nuestros hermanos del sa
En la anterior edición de nuestro boletín hicimos un repaso a la his-toria de los congresos espiritistas desde la codificación realizada por Allan Kardec. Este artículo lo dedi-caremos a los Espíritus abnegados que se comprometen, con amor y fe
Centro Espírita Amalia Domingo Soler de Barcelona, que nos brin-dan con el resumen de algunas ponencias presentadas en estos tres días de aprendizaje, amor y paz.1
En la apertura oficial del congreso se escuchó música para armonizar el ambiente de los salones de la feria de Valencia. Entre las obras ejecutadas al piano, una era de una partitura psicografiada en la Socie-dad Espírita de Paris, dictada por Chopin.Divaldo abrió el Congreso con su conferencia “Somos Espíritus In-mortales”, donde recogió dife-rentes manifestaciones de la creencia humana sobre la inmor-talidad del alma, desde las pinturas rupestres hasta investigaciones de-sarrolladas por llos científicos más recientes. Charles Kempf presentó la confe-rencia ¿Qué es Dios? Nuestro crea-dor es eterno, inmutable, inmaterial, ú
NOVEMBRE - DESEMBRE 2010 VISIÓ ESPÍRITA � 8 NOVEMBRE - DESEMBRE 2010 VISIÓ ESPÍRITA � 13
Por And rea Campos
Gracias te doy, con toda el alma mía, porque nunca
olvidaste darme el pan de cada día. Gracias te doy
también por cuidar de mi vida y por tanto amor que
me diste sin que te lo pidiera.
Queridos hermanos y hermanas, cuando empecé a
escribir sobre el voluntariado me vinieron muchas
ideas a la cabeza pero no encontraba la respuesta a
una de las preguntas que más me inquietaban: ¿Por
qué en todas las épocas son las mujeres las mayores
portadoras de ese amor al prójimo, tan dispuestas a
ayudar y a acunar a la humanidad? Finalmente encon-
tré algunas respuestas y la principal es que nosotras
poseemos de manera especial el instinto materno,
direccionado a cuidar y a gestionar, a educar y a en-
señar.
Este perfil hace referencia a edades muy lejanas,
desde las remotas épocas del surgimiento del Ser
Humano, cuando las mujeres de las cavernas se
quedaban en sus cuevas para educar, cuidar y ali-
mentar a los hijos y a los animales, mientras los
hombres salían a cazar.
Leyendo un libro muy conocido encontré otra res-
puesta: que la mujer tiene el papel de educadora y de
protectora de la familia en el sentido más “espiritual”.
Somos blandas a la vez que duras con los errores,
somos amigas a la vez que adversarias de las ideas,
somos seres en evolución que buscan la perfección
en los pequeños detalles.nos
Actualmente las mujeres representan el 80% de las
voluntarias en ONGs o centros de ayuda. Son ellas
las que más finalizan las carreras de ciencias y hu-
manas. El año pasado constituyeron el 75% de los
nuevos ingresos en el curso de medicina de las prin-
cipales universidades españolas.
A cada respuesta encontrada me hacía más pregun-
tas. Entonces decidí buscar ejemplos de mujeres que
han dejado todo, la tranquilidad de sus hogares y de
sus familias, para ayudar al prójimo más necesitado o
simplemente ayudar y amar. Y fue impresionante lo
que encontré a mi alrededor. ¡Cuantos ejemplos de
abnegación y caridad!
Por qué no iniciar por el modelo mayor: María, madre
de nuestro Amado Jesús, nuestra Gran Madre Supe-
riora. Aceptó con resignación la tarea de concebir a
nuestro Salvador, a este ser de luz y amor, aún
sabiendo de los obstáculos que afrontaría en los años
que sucederían. Ella misma sigue trabajando en los
planos espirituales, en la rehabilitación de los seres caí-
dos en la falta de fe en el futuro y en Dios.
También conocí la historia de la Reina Isabel de
Aragón, la “Reina Santa”, que se dedicó a los enfer-
mos y a los ancianos, haciendo construir albergues
para indigentes y dando de comer a los pobres. Uni-
ficó y orientó a su marido, el rey D. Dinis, para que
evitara batallas entre los dos países hermanos: Por-
tugal y España. No me sorprende que sea conocida
en la espiritualidad por la protectora de las obras de
caridad y educación en la Península Ibérica.
¿Y por qué no hablar de las hermanitas del Cottolengo
del Padre Allegre? En este centro religioso que se dedica
a ser testigo del amor infinito de Dios, estas mujeres
demuestran una fe inquebrantable en la Providencia Di-
vina, dejando la vida de apegos materiales para amar de
manera incondicional a nuestros hermanos y hermanas
en esta dura prueba de rescate y clemencia.
Y más y más ejemplos he encontrado, de mujeres
que durante su vida o por la influencia que dejaron
tras su muerte, representan testimonios de la victoria
del amor, de la fe y de la esperanza ante la adver-
sidad: además de nuestra querida Amalia, Juana de
Arco, Teresa de Calcuta, Anne Frank, Lady Diana,
Zilda Arns y todas las mujeres de todas las épocas,
escenarios y países. A vosotras os dedico esas pala-
bras, mi más completo respeto y admiración. Que si-
gáis enseñándonos, educándonos en la senda del Se-
ñor, a través de la caridad y del amor al prójimo.
Bibliografía: Memorias de un suicida, El Evangelio de Chico
Xavier, El diario de Anna Frank , Wikipedia, motherteresa.org.
La ley de causa y efecto, al con-
trario de lo que muchos pensa-
mos, no es implacable. Dicha ley
nos ofrece propuestas y oportu-
nidades de aprendizaje y de creci-
miento. El libre albedrío es el ins-
trumento que disponemos para
atenuar o ampliar nuestras deudas
– que nada más son que la desar-
monía con las demás leyes univer-
sales. Con nuestras actitudes po-
demos facultar cambios en nues-
tros cuadros reencarnatorios y es-
tablecer circunstancias más o me-
nos felices para nuestro futuro.
Sergio Felipe de Oliveira habló so-
bre la mediumnidad. En su con-
ferencia explicó que la medicina
tradicional no ignora, al contrario
de lo que muchos piensan, los fe-
nómenos mediúmnicos. La Orga-
nización Mundial de la Salud
(OMS) reconoce al trance medi-
úmnico como un fenómeno bioló-
gico. La Clasificación Estadística
Internacional de Enfermedades y
otros Problemas de Salud (CID
10, ítem F 44.3) caracteriza la
mediumnidad listando entre sus
síntomas la pérdida transitoria de
la identidad con la conservación
de nociones del ambiente. Se con-
sidera una enfermedad cuando el
individuo no tiene control sobre el
fenómeno y no se considera de
esa forma en su contexto cultural
o religioso. La medicina también
ha identificado a la glándula pineal
como responsable de la captación
d
de energías electromagnéticas en
el ambiente y responsable también
de la redistribución de esta infor-
mación. Sergio Felipe concluyó
que es necesario desarrollar habi-
lidades y la vocación de cada uno
para vivir la mediumnidad de for-
ma sana y consciente. G
f
atía.
En el último día de conferencias
destacamos la de Carlos Campe-
tti, que habló de la educación del
Espíritu. Actualmente el sistema
de enseñanza en las escuelas está
volcado para los aspectos mate-
rialistas de la vida, ofreciendo ins-
trucción para la competición y pa-
ra la disputa que no transciende la
realidad objetiva. El ponente de-
fendió que necesitamos más que
instrucción o información, hacien-
do hincapié en la intransferibilidad
de la educación transcendental del
Espíritu a la escuela o al centro
espírita: la familia es la principal
responsable por la educación del
Espíritu. Hace falta enseñar con
todos los gestos de la vida, desde
los más importantes hasta los más
mínimos, sin transferir a la escuela
o al centro espírita la responsa-
bilidad de orientar los hijos que
nos confía Nuestro Señor.
En la ceremonia de clausura, José
Raúl Teixeira nos cuestionó de
qué nos vale saber todo lo que
sabemos los espiritistas si no
vivimos este conocimiento, si no
nos amamos unos a los otros, si no
perdonamos, si no ayudamos al
prójimo. El orador nos incitó a que
no perdiéramos tiempo, no poster-
gáramos la reforma íntima. Cono-
cemos la verdad, vivamos la vida
en abundancia.
Divaldo Franco finalizó el Con-
greso con un mensaje psicofónico
en forma de sentida oración “Que
la nueva Era sea caracterizada
por la luz de la fraternidad y por la
construcción de un mundo mejor.
Os abraza: José María Colavida2,
deseando mucha paz a todos”.
Notas:
1. Resumen de la crónica del blog Amalia
Domingo Soler.
2. Español, nacido en Tortosa (Tarragona),
fue el primer traductor al español de la
obras de Allan Kardec, uno de los mayores
divulgadores espíritas y fundador de la
Revista de Estudios Psicológicos de Barce-
lona (1819-1888).
FES�TE VOLUNTARI!FES�TE VOLUNTARI!FES�TE VOLUNTARI!FES�TE VOLUNTARI!
Las mujeres voluntariasLas mujeres voluntariasLas mujeres voluntariasLas mujeres voluntarias
Alfredo Tabueña, durante su intervención.
Sergio Felipe de Oliveira.
Carlos Campetti.
Parte de la expedición de CEADS, junto a María de la Gracia Ender.
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María MagdalenaMaría MagdalenaMaría MagdalenaMaría MagdalenaMaría MagdalenaMaría MagdalenaMaría MagdalenaMaría Magdalena
Por Caio César Sampaio
y algunas mujeres que habían sido
curadas de enfermedades y espíri-
tus malignos: María, llamada Mag-
dalena, de la cual habían salido
siete demonios.”
De acuerdo con los Evangelios de
Marcos, Mateo y Juan, estuvo
presente durante la crucifixión de
Jesús.
La aparición de Jesús resucitado a
María Magdalena, según Juan: en
compañía de otras mujeres, fue la
primera testigo de la resurrección,
según una tradición en la que con-
cuerdan los cuatro Evangelios. Des-
pués comunicó la noticia a Pedro
y a los demás Apóstoles.
Identificación con otros personajes:
Los citados son los únicos pasajes
de los Evangelios Canónicos en
los que se cita a "María de Mag-
dala". La tradición cristiana occi-
dental (Católica), sin embargo,
aunque sin apoyarse en evidencias
textuales de ningún tipo, ha iden-
tificado con María Magdalena a
otros personajes citados en el
Nuevo Testamento:
1. La mujer adúltera a la que Je-
sús salva de la lapidación, en un
episodio que sólo relata el Evan-
gelio de Juan.
2. La mujer que unge con per-
fumes los pies de Jesús y los seca
con sus cabellos antes de su llega-
da a Jerusalén, según los evange-
lios sinópticos, cuyo nombre no se
menciona. Según Marcos y Ma-
teo, sin embargo, la unción tuvo
lugar en Betania, "en casa de Si-
món el leproso", lo que ha llevado
a identificar a esta mujer a su vez
con María de Betania.
3. María de Betania, hermana de
Lázaro, a la que se atribuye en el
Evangelio de Juan la iniciativa
antes mencionada, y que aparece
en
María Magdalena es mencionada,
tanto en el Nuevo Testamento Ca-
nónico como en varios Evangelios
Apócrifos, como una distinguida
discípula de Jesús de Nazareth.
Es considerada santa por la Igle-
sia Católica Romana, la Iglesia
Ortodoxa y la Comunión Anglica-
na. Reviste una especial importan-
cia para las corrientes gnósticas
del cristianismo.
Su nombre hace referencia a su
lugar de procedencia: Magdala, lo-
calidad situada en la costa occi-
dental del lago de Tiberíades. Hay
quien pone en duda su existencia
histórica, aunque autores ateos o
agnósticos expertos en el "Jesús
histórico" no dudan de su histori-
cidad.
En el siglo VI, el Papa Gregorio
Magno la denomina "ejemplo de
perdición" y "esclava de lujuria".
La iconografía se encargó luego
de "inmortalizarla" a través de los
siglos como una prostituta. Todos
tenían en mente aquel pasaje del
dd
Evangelio (Lc 7, 36-50) que narra
cuando Jesús fue invitado a comer
a casa de un fariseo y se presenta
"una mujer pecadora pública", que
con sus lágrimas moja los pies del
Maestro, luego se los seca con sus
cabellos y se los unge con perfume
en señal de agradecimiento por el
perdón de sus pecados. Aunque en
ningún sitio aparece el nombre de
aquella mujer, la Iglesia la identi-
fica con María Magdalena. Habría
que esperar hasta el Concilio Vati-
cano II para que esta institución
empezara a hablar de un error his-
tórico.
La informacion sobre María Mag-
dalena en los Evangelios Canóni-
cos es escasa. Es citada en rela-
ción con cuatro hechos diferentes:
De acuerdo con el Evangelio de
Lucas, María Magdalena alojó y
proveyó materialmente a Jesús y
sus discípulos durante su predica-
ción en Galilea. Se añade que an-
teriormente había sido curada por
Jesús: "Le acompañaban los doce
f
nández, Encarnación del Riego, etc. La lista sería inter-
minable. Sus colaboradoras le envían artículos desde todos
los países de habla hispana y mantiene con ellas un rela-
ción de amorosa amistad. Buen reflejo son algunas cartas
que se conservan de esta correspondencia.
Con esto se convierte en una pionera defensora de los de-
rechos de la mujer, reclamando para nosotras el derecho a
la educación, el libre ejercicio de todas las profesiones,
igualdad de derechos y de salarios, independencia, digni-
dad. Algunos de estos derechos aún siguen siendo reivin-
dicados. Con respecto a la educación defendió la necesi-
dad de cambiar el sistema educativo femenino, pues hasta
entonces la educación de las mujeres era muy superficial,
pensada para desenvolvernos en un entorno doméstico y
no pensada para poder desarrollarnos en un entorno pro-
fesional.
El primer número de La Luz del Porvenir es suspendido por
vía judicial durante 42 semanas. No se arredra y saca El
Eco de la Verdad, con las mismas características y las mis-
mas colaboradoras. Se seguirá publicando hasta que una
amnistía haga posible la publicación, de nuevo, de La Luz
del Porvenir. Este semanario se publicará hasta 1900, año
en el que Amalia decide dejar de publicarlo debido a los gra-
ves problemas económicos por los que atraviesa la revista.
El trabajo de Amalia no termina con la publicación del se-
manario sino que se engrandece con actuaciones en otros
campos recogiendo las necesidades de los más desfavo-
recidos, recolectando ayudas a los damnificados por las
inundaciones en Murcia, visitando a presos y presas en las
cárceles de Barcelona, visitando hospitales para dar con-
suelo con su presencia y sus palabras a cuantas personas
la requieran. Junto con otros espiritistas (Luis Vives y
Vives) funda la Sociedad de Entierros Civiles dada la difi-
cultad con que se encuentran los laicos y los no católicos
de enterrar de forma digna y económica sus familiares.
En medio de toda esta vorágine Amalia se siente triste, des-
graciada y con una profunda melancolía. Se lo cuenta a sus
amigos y uno de ellos, Eudaldo Pagés, médium incons-
ciente, entra en trance y le da la primera comunicación en
nombre del Padre Germán. A partir de ese momento, sin día
determinado, ni hora fija, la ayudará con sus escritos de
mayor importancia y con las explicaciones necesarias para
hacer más fácil su tarea. Comienza una colaboración Ama-
lia- Eudaldo- Padre Germán que dará a luz muchos y bue-
nos escritos, no solo la novela homónima, sino también la
ayudará a ilustrar casos prácticos, historias de vidas comu-
nes recogidas a través de recortes de prensa que le envían
de toda Ibero América y de España y que se explican a
través de la Ley de Causa y Efecto. Aun hoy nos conmue-
ven a la reflexión y al aprendizaje.
Su labor es tan grande que desde la revista “El Buen Sen-
tido” de Lérida se promueve una suscripción popular que
ayude a Amalia a sufragar sus gastos en forma de pensión
perpetua. Esta pensión le durará desde julio de 1881 a di-
ciembre de 1884. Las personas que participan por medio de
donativos en esta pensión son los lectores de las revistas,
espiritistas, que tampoco cuentan con sobrados ingresos.
Al principio son numerosos los donativos, después, con el
pasar de los días van menguando. Acabada esta pensión
continuará viviendo con la ayuda de Luis Llach, que la
considera un miembro más de su familia y que no la aban-
donará hasta su muerte.
Participa como vicepresidenta en el Congreso Espiritista
Mundial que se realizó en Barcelona. Estamos en 1888.
Amalia envejece. Su entorno cambia. Las personas que la
han ayudado han envejecido con ella o han fallecido. Es el
caso de la esposa de Luis Llach que desencarna y que hace
que este se vuelva a casar con una mujer que no comparte
su ideal. Más tarde será el propio Luis el que desencarne y
que haga que su situación económica se tambalee hasta
extremos insospechados. Tanto que se ve obligada a ven-
der sus libros para tratar de hacer frente a la situación.
También Edualdo envejece y enferma. Se traslada al centro
de La Buena Nueva a vivir con Amalia para estar siempre a
su disposición. También muere. Sí, es cierto que el mundo
espiritual ha dispuesto otra médium, María, que la ayuda en
sus trabajos, pero Amalia desconfía a pesar de las seguri-
dades que el Padre Germán le da de esta segunda médium.
Así pues al final de sus días, vieja y enferma, se encuentra
sola, económica y afectivamente, claro que está rodeada de
mujeres que la quieren y la cuidan, pero han desaparecido
de su entorno los dos hombres que más la han ayudado en
su quehacer.
Amalia enferma, no sale de casa. Todas las mujeres se tur-
nan para cuidarla, no la abandonan, no la dejan sola ni un
segundo. A pesar de sus cuidados el 29 de abril de 1909
nos deja a causa de una bronconeumonía. Desde ese
momento y hasta la actualidad no ha habido una mujer,
compatriota nuestra, que haya sabido dar muestras de tan
gran entrega a la difusión de nuestra doctrina, de tan gran
coraje, con un lenguaje llano y comprensible a todos los
lectores, y con tan gran repercusión internacional. Fin.
Aspecto de la C/ del Cañón, al paso del coche fúnebre de Amalia.
“Se dice que Jesús tuvo una seguidora que lo amó tanto como para tener el valor de asistir a su crucifixión, una seguidora a la
que él amo tanto que le eligió como la primera persona en saber de su resurrección.” Evangelio de Maria Magdalena. En este
artículo sobre el Apóstol de los Apóstoles, Caio nos ofrece una visión histórica a la luz de los manuscritos más conocidos.
dicen barbaridades sobre el Espiritismo. L. Llach la anima a
contestar en los términos que considere adecuados. Poco
después se dará su consagración como defensora del Es-
piritismo gracias a la polémica mantenida con D. Vicente de
Manterola. Esta no será la única polémica que mantenga, la
volverá a repetir, unos años más tarde, con un escolapio, el
padre Sallarés y con un jesuita, el padre Fita, y que será
recogida en un libro titulado Impresiones y comentarios
sobre los sermones de un escolapio y de un jesuita.
Coincidiendo con la polémica con D. Vicente de Manterola,
L. Llach y el editor espiritista Juan Torrents le proponen la
creación de un semanario espiritista dirigido por ella, para
las mujeres y en el que sólo escriban mujeres. Será La Luz
del Porvenir y en él escribirán Cándida Sanz, Matilde Fer-
NOVEMBRE – DESEMBRE 2010 VISIÓ ESPÍRITA � 6
AMALIA DOMINGO SOLERAMALIA DOMINGO SOLERAMALIA DOMINGO SOLERAMALIA DOMINGO SOLERAMALIA DOMINGO SOLERAMALIA DOMINGO SOLERAMALIA DOMINGO SOLERAMALIA DOMINGO SOLER
Por Pilar Doménech
NOVEMBRE - DESEMBRE 2010 VISIÓ ESPÍRITA � 15
Su llegada a Barcelona significó para Amalia la oportunidad de dedicarse en pleno al Espiritismo. Superando grandes
dificultades, hizo resplandecer la luz de la verdad, llevando el conocimiento y la caridad allá donde fue más necesario.
Describiéndonos los últimos años de Amalia, Pilar cierra esta sección, dedicada a nuestra siempre amada mentora.
En esta última parte nos encontramos con el regreso de
Amalia a Madrid después de recuperada de las fiebres.
Vuelve al taller de costura de la señora francesa y vuelve a
vivir con su hermana-amiga-casera, a la que anteriormente
había alquilado una habitación con un escritorio en el que
podía escribir y preparar sus artículos y colaboraciones
con las revistas.
Ahora la situación doméstica ha cambiado: su antigua ha-
bitación está ocupada. Como ella no quiere separarse de su
hermana, deciden compartir la habitación e incluso la cama.
No tiene un lugar donde escribir y lo hace en la mesa de la
cocina, sin privacidad, con continuas interrupciones y siendo
asediada continuamente por los Espíritus que la empujan in-
cesantemente a escribir. Le es muy difícil compaginar su tra-
bajo de costurera con sus colaboraciones en las revistas.
En mayo de 1876 recibe la visita de dos espiritistas catala-
nes con la propuesta de parte de Luis Llach, a la sazón pre-
sidente de La Buena Nueva de Gracia, de que se traslade a
Barcelona y se dedique enteramente a escribir. En principio
rechaza la oferta porque quiere vivir de su propio trabajo
pero los argumentos que esgrimen son contundentes ya
que en Barcelona encontrará trabajo y mejor pagado, con lo
cual tendrá más tiempo para dedicarlo a sus escritos. Esto
la convence, así como la posibilidad de que su hermana-
casera junto con su familia también se trasladen a Gracia.
Llegada a Barcelona, Amalia y Luis Llach mantienen una
entrevista en la que ambos exponen sus intenciones. Ama-
lia la de ser independiente, buscar trabajo y escribir, y Llach
la de la falta de escritoras y divulgadoras del espiritismo y
del exceso de modistas y costureras; además una cosa es
lo que Amalia desee y otra muy distinta lo que sus malo-
grados ojos le permitan. En poco tiempo dejará de ver y por
eso le está preparando una habitación en su casa, con su
familia, con la única obligación de que todo su tiempo lo
dedique a escribir.
Pronto se cumplen los vaticinios de L. Llach y Amalia acep-
ta hospitalidad de toda la familia. Se encuentra con los
mismos problemas con los que se enfrenta cualquier emi-
grante: el abandono de sus seres más queridos, el desco-
nocimiento del idioma, agravados por su problema de vi-
sión y por la natural adaptación en la dinámica de una fa-
milia a la que no conoce.
Todos tienen un trabajo, todos saben lo que tienen que
hacer, Luis y su hijo salen a trabajar, su hija va al colegio y
su esposa cuida de la casa. Su visión hace que se sienta
torpe y que piense que es más una molestia que una ayuda.
Su única salida son sus artículos y se pone a trabajar en
ellos de forma frenética.
Es mucha la correspondencia que recibe y a la que contesta
personalmente. Los espiritistas, conocedores de su penu-
ria, la ayudan regalándole sellos, papel, sobres, tinta, una
escribanía, etc. Todo se allana. A finales de agosto de 1877,len
El Diario de Barcelona se publica un artículo en el que se
d
en otros conocidos pasajes del cuar-
to Evangelio, como la resurrección
de Lázaro. Se identifica también
con la María del episodio de la
disputa entre Marta y María.
María Magdalena, así, con su
nombre completo, ocupa el primer
lugar entre las mujeres que acom-
pañan a Jesús; está presente du-
rante la Pasión y al pie de la cruz
con la Madre de Jesús; observa
cómo sepultan al Señor; llega
antes que Pedro y que Juan al se-
pulcro, en la mañana de Pascua;
es la primera a quien se aparece
Jesús, aunque no lo reconoce y lo
confunde con el hortelano; es en-
viada a ser Apóstol de los Após-
toles.
Que María Magdalena haya sido
precisamente la primera persona
en entrar en contacto con Cristo
resucitado le adjudica el más pri-
mordial de los papeles en la filia-
ción esotérica del cristianismo. Se
le ha llegado a llamar "la evange-
lista de la resurrección", a pesar de
que no gozaba de las simpatías de
Pedro, que es quien simboliza de
algún modo la iglesia de piedra, la
iglesia exterior, mientras que Ma-
ría Magdalena, juntamente con
Juan, el discípulo amado, simboliza
la iglesia del amor, la iglesia inte-
rior.
Las diferentes tradiciones evangé-
licas coinciden en señalar que
Maria Mgdalena fue protagonista
en cuatro momentos fundamen-
tales: al comienzo, en Galilea, en
el Gólgota junto a la cruz y en la
resurrección como primer testigo.
En una sociedad machista como
era la judía, Jesús con sus ense-
ñanzas rompió muchos de aquellos
esquemas.
Como si hubiera querido volver a
los orígenes de la divindad, Jesús
tuvo el gran mérito de intentar re-
cuperar la feminidad de la divini-
dad, y abrir ese dialogo a Magda-
lena.
Esta cuestión parece estar cada
vez más demostrada. "Ella es dis-
cípula de primera hora, pertenece
a
al grupo más cercano a Jesús, ocu-
pa un lugar preeminente en él, hace
el mismo camino que el Maestro
hasta Jerusalén y comparte su
proyecto de liberación y su des-
tino. Cuando Jesús es condenado
a muerte, los discípulos varones
huyen por temor a ser identifi-
cados como miembros de su mo-
vimiento y correr la misma suerte
que él. Sólo las mujeres que le ha-
bían seguido desde Galilea le
acompañan en el camino hacia el
Gólgota y están a su lado en la
cruz.
Sin lugar a dudas, María Magda-
lena fue una discípula destacada
en quien el Maestro depositó toda
su confianza, y tuvo un papel im-
portante a su lado, pero más aún
después de su muerte. Los relatos
evangélicos coinciden en señalar
que las mujeres fueron testigos de
la resurrección y María Magdale-
na estuvo en primera fila. Es
precisamente ella quien comunica
la noticia a los discípulos, quienes
reaccionan con incredulidad. Mag-
dalena cumplió las tres condicio-
nes para ser admitida en el grupo
apostólico: haber seguido a Jesús
desde Galilea, haber visto a Jesús
resucitado y haber sido enviada
por él a anunciar la resurrección.
El reconocimiento de María Mag-
dalena como primera testigo del
Resucitado explica su protagonis-
mo en el cristianismo primitivo, al
mismo nivel que Pedro, e incluso
mayor en algunas iglesias.
María Magdalena aparece en los
textos apócrifos que la Iglesia Ca-
tólica nos impidió conocer, por
temor y por no seguir sus dogmas,
como la discípula predilecta y
compañera del Salvador, y que
"esta situación privilegiada provo-
ca celos en algunos apóstoles, es-
pecialmente en Pedro, quien se-
gún el Evangelio Apócrifo Pistis
Sophia, reacciona en estos térmi-
nos: “Maestro, no podemos sopor-
tar a María Magdalena, porque
nos quita todas las ocasiones de
hablar, en todo momento está pre-
a
guntando y no nos deja intervenir".
Son muchos los textos que apun-
tan a que María Magdalena fue la
alumna más aventajada, la más
próxima al Maestro, quien pudo
conocer de cerca su "auténtica
naturaleza" y comprender sus pa-
labras para luego poder transmi-
tirlas. Juntos pondrían los cimien-
tos y desarrollarían una escuela
para que tanto su palabra como el
conocimiento que él aportó a la
humanidad no se perdiera. El men-
saje que transmitía hablaba de un
Jesús cercano, posible, real, que
dejó marcado "el Camino, la
Verdad y la Vida". Y este movi-
miento llegó a ser tan importante
que hay teólogos que piensan que
sin esta corriente del pensamiento
no hubiera sido posible mantener
vivo el mensaje de Jesús.
Bibliografía
V. Saxer, Maria Maddalena, en
biblioteca Sanctorum VIII, Roma
1966.
Juan José Tamayo, Nuevo dic-
cionario de teología. Ed. Trotta.
Madrid, 2005.
Monografias.com
Wikipedia
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NOVEMBRE - DESEMBRE 2010 VISIÓ ESPÍRITA � 4
Estudiando Estudiando El Evangelio según el EspiritismoEl Evangelio según el Espiritismo
E l verdadero profe taE l verdadero profe taE l verdadero profe taE l verdadero profe ta
Por Janaína de Oliveira
En esta edición dedicada a Ama-
lia, última del año de inauguración
de nuestra querida revista Visió
Espírita, confié la tarea de la
elección del texto del Evangelio a
ser comentado en este espacio a
la espiritualidad amiga del Centro
Espírita Amalia Domingo Soler.
Abierto al azar en una de nuestras
reuniones de los miércoles, las
manos de un compañero encon-
traron el mensaje de El Evangelio
de intrigantes se convierten en ref-
ormadores y mesías.”
Nos advierten los Espíritus, en su
sabiduría, que hemos de estar en
guardia contra los falsos profetas.
Nos dan señales para distinguir
entre los falsos y los verdaderos:
“el verdadero misionero de Dios
debe justificar su misión por su
superioridad, por sus virtudes, por
su grandeza, por el resultado y por
la influencia moralizadora de sus
obras”. Además, nos explica el Es-
píritu comunicante, que firma como
Erasto, la mayor parte de los misio-
nes de Dios ignoran que lo sean, no
se anuncian como enviados divinos.
Ellos simplemente hacen su trabajo
con humildad y devoción al próji-
mo. El olvido de uno mismo, la en-
trega de su vida a los más necesi-
tados es una marca característica
de los misioneros de Dios. “verdade-
ros profetas se revelan por sus actos:
d
son adivinados; mientras que los
falsos profetas se colocan, ellos
mismos, como los enviados de Dios”.
Mientras que el falso profeta se
presentará como un enviado
celeste, el verdadero se recubrirá
de humildad. El verdadero profeta
vivirá para dar ejemplo de aquello
que predica. Se le conocerá por
sus obras, no únicamente por sus
palabras. El verdadero profeta nos
educa con toda su vida, con su
asce
ascendencia moral, creando una
atmosfera fluídica alrededor suyo
que trasmite paz y serenidad a
cuantos se le acercan. El verda-
dero profeta no reacciona con
agresividad ante el rechazo, la in-
comprensión o la injusticia. Cada
infortunio en su camino se convier-
te en una oportunidad de dar testi-
monio de su fe en Dios, de su for-
taleza espiritual, de la experiencia
adquirida en luchas santificantes que
atraviesan el tiempo y el espacio.
Aparte de Jesús, el mayor de los
profetas que hemos conocido en
la Tierra, hemos tenido en Fran-
cisco de Asís, Eurípedes Barsa-
nulpho, Buda, Bezerra de Mene-
zes, Chico Xavier, Teresa de Cal-
cuta, Amma, Gandhi, y tantos otros
enviados del Señor, verdaderos
profetas. Ejemplos de amor y ca-
ridad que Dios nos confió para
que aprendiéramos a aquilatar las
f
dad, a la generosidad.
La lógica cristiana pue-
de parecer extraña al
materialista, pero es
entendida y vivida a la
perfección por los ver-
daderos profetas: lo que
tengas de mejor en tu
corazón, dáselo a los
demás. Cuanto más re-
partas, más tendrás. En
nuestra comprensión
mezquina de la vida,
guardamos lo que tene-
mos
dificultades que experimentamos
en la vida diaria. Los verdaderos
profetas no se revistieron de san-
tidad de la noche a la mañana.
Tampoco vivieron vidas fáciles, de
gozo y tranquilidad. Todo lo con-
trario. Los verdaderos profetas viven
para servir a Dios, no lo contrario.
Su ejemplo es para nosotros, seres
en misiones regeneradoras de no-
sotros mismos, una invitación a la
renuncia, a la humildad, a la cari-
dad
mos para nosotros y, cuando repar-
timos, tenemos menos al final. Los
verdaderos profetas nos enseñan a
ampliar nuestra comprensión de la
vida, nos enseñan a tener vida en
abundancia.
Nuestra querida Amalia, dama del
espiritismo en España y orientadora
de los trabajos en nuestro humilde
centro, nos educó en la lógica cris-
tiana con su vida y nos sigue dando
la oportunidad de aprender de ella
con la orientación que generosa-
mente nos ofrece desde la espiri-
tualidad. Damos las gracias al
Padre Celestial, buen pastor de to-
dos nosotros, por concedernos esta
verdadera profeta para nuestro pro-
greso. Que su generosidad, humil-
dad y enorme disposición para el
trabajo de iluminación de los espí-
ritus sean para nosotros como es-
trellas guía, conduciéndonos a Nues-
tro Señor amado.
según el Espiritismo:
Caracteres del Verda-
dero Profeta (Cap. XXI).
“Desconfiad de los fal-
sos profetas. Esta reco-
mendación es útil en
todos los tiempos, pero,
sobre todo, en los mo-
mentos de transición en
que, como en éste, se
elabora una transforma-
ción de la Humanidad,
porque entonces una
mulitud de ambiciosos y
NOVEMBRE - DESEMBRE 2010 VISIÓ ESPÍRITA � 17
En otro frente en el que se manifiesta
el sentido de la caridad es en las riadas
de 1879 y 1880, cuando se produjeron
sendas inundaciones que asolaron la
huerta murciana. Causaron graves des-
trozos en vidas (357), casas y chozas
(mas de 7.000), además de 14.000 cabe-
zas de ganado (2). Tal catástrofe con-
movió a Amalia, que desde El Eco de
la Verdad inició una suscripción para
ayudar a los damnificados. En palabras
de Amalia: “No sólo para las víctimas
de Murcia, es también para los trabaja-
dores catalanes que hace mucho tiempo
sufren la inundación de la miseria”(3).
En varios números de la revista, Ama-
lia irá abordando el asunto y dando
énfasis a toda clase de donativos, tan-
to los de grandes cantidades, como el
de un millonario, como el del hombre
humilde que a falta de dinero entrega
su propio gabán. Todo el mundo la
conoce y sabe que el dinero irá a parar
directamente a los damnificados, que
no se quedará en los cajones de algún
escritorio ilustre. Así que la gente se
vuelca y envía a la redacción una bue-
na cantidad de dinero que servirá para
aliviar las penurias.
La toma de contacto con esta realidad
social le hará ver la necesidad de crear
una asociación de socorros mutuos,
un Montepío Regional, con el fin de
mejorar la suerte de los obreros espa-
ñoles. Firman este manifiesto la propia
Amalia, su colaboradora Cándida Sanz,
Luis Llach, Eudaldo Pagés y Vicente
Sierra. Las autoridades del momento
les deniegan el permiso por lo que
abandonan este proyecto, que lleva en
su germen un deseo de hacer el bien a
una gran cantidad de gente.
los conquistadores de sí mismos,
en
Amalia es muy sensible a los proble-
mas de la gente corriente, de los des-
favorecidos de la sociedad de los que
ella se sabe miembro y un problema
muy grave que se les presenta a los
no católicos es dónde enterrar a sus
familiares fallecidos. La Iglesia no
permite el enterramiento en el cemen-
terio por ser éste un lugar sagrado y
en “buena lógica” los no católicos no
debían ser enterrados allí. Entre los
no católicos hay que incluir a los
espiritistas, a los que la Iglesia pro-
hibe expresamente su sepultura por
tener tratos con el demonio, y a los
dd
protestantes o evangelistas, también
a los cómicos. Los cementerios esta-
ban bajo el dominio exclusivo de la
Iglesia y no recibía sagrada sepultura
quien no estuviese en gracia con la
organización. Esta exclusividad re-
pugnaba a mucha gente de ideas libe-
rales y además se vivía en unas cir-
cunstancias tan dolorosas para los
familiares o en situaciones tan íntimas
que obligaban, a menudo y a pesar
del dolor de los allegados, a contra-
riar la idea expresa del difunto. Los
conflictos resultantes de esta situa-
ción eran numerosos pues, por un
lado, la Iglesia no permitía el uso del
cementerio de los cuales era la única
responsable; Por otro lado, la ley
esta-blecía que los muertos tenían
que ser enterrados en los cemente-
rios. Desde La Luz del Porvenir Ama-
lia se hizo eco de esta penosa situa-
ción, que en algunos casos llegaba a
ser grotesca. Varias veces publica ar-
tículos refiriéndose a estos sucesos
que se repiten por toda la geografía.
Pero a Amalia no le basta con dar pu-
v
blicidad. Funda junto con Miguel
Vives y Vives La Sociedad Humani-
taria de Entierros Civiles, el objetivo
de la cual es ”sin hacer cuestión de
credo político o religioso, ni del más
rico o del más pobre, concurrir para la
celebración de entierros laicos en la
forma más económica posible”(4). Una
junta nombrada por los socios se en-
cargara de todos los trámites a cambio
de una módica suma mensual. Los po-
bres, sin recursos económicos demos-
trados podrían gozar del servicio sin
pagar nada a cambio.
Todo esto representa, entre otras
cosas, la concreción de la caridad que
nos ha dejado Amalia. Como vemos
son situaciones que afectan a una ge-
neralidad de personas. Amalia piensa y
hace las cosas en grande. Un caso par-
ticular sabe extrapolarlo y ve su reflejo
en una gran cantidad de afectados.
Siempre con una gran visión, una
maravillosa visión, que le ha permitido
buscar soluciones generales a males
generales. A esto habría que añadir las
cartas íntimas que dirigía a cuantos
necesitaban de su auxilio y consejo, y
cuyas respuestas consideraba que no
debían ser publicadas. Habría que te-
ner en cuenta los consejos y cuida-
dos que daba a cuantos se acercaban
a ella, o a cuantos dependían de ella. Y
sobre todo la ingente labor que nos ha
dejado con sus escritos. Un camino,
único hasta entonces, que nos ha
abierto a las demás mujeres que trata-
mos de seguirla y que no podremos al-
canzarla.
¡Bendita seas, Amalia! ¡Bendita seas!
Notas:
(1) Francisco Herrera Rodríguez “De-
bate sobre la calidad asistencial en la
España del siglo XIX”.
(2) http://rua.es /elspace/bits tream
(3) www.santiagopeman.com,
Efemérides Meteorológicas.
(3) César Bogo, Amalia Domingo
Soler. La Gran Señora del Espiritis-
mo, pág. 136.
(4) Idem, pág. 145.
Amalia piensa y hace las co-
sas en grande. Siempre con
una gran visión, una maravi-
llosa visión, que le ha permi-
tido buscar soluciones gene-
rales a males generales.
Amélie Gabrielle BoudetAmélie Gabrielle BoudetAmélie Gabrielle BoudetAmélie Gabrielle BoudetAmélie Gabrielle BoudetAmélie Gabrielle BoudetAmélie Gabrielle BoudetAmélie Gabrielle Boudet Por Jordi Santandreu
NOVEMBRE - DESEMBRE 2010 VISIÓ ESPÍRITA � 18 NOVEMBRE - DESEMBRE 2010 VISIÓ ESPÍRITA � 3
La capital francesa vivía una época de ardientes enfrentamientos entre faccio-nes separadas por el apego al poder y al estilo de vida antiguo: los partidarios de la monarquía absolutista, que agoni-zaba en un clima de profunda crisis económica, social e ideológica, frente a una creciente clase burguesa, promo-tora de conceptos revolucionarios co-mo los de libertad, igualdad y fraterni-dad, vedados hasta entonces por los estamentos privilegiados formados por la nobleza y el clero. Entre ambos, el proletariado y los campesinos, que constituían el 90 % de la población, so-brevivían en condiciones de grave pe-nuria. Este capítulo histórico y caótico de la historia francesa y europea, que se extendió entre 1789 y 1804, terminó con el golpe de estado del general Na-poleón Bonaparte. Julien Louis Boudet y Julie Louise Seigneat de Lacombe vivieron estos años, al menos, bajo la protección que les otorgaba cierta comodidad econó-mica y profesional. Él, notario y arren-datario; ella procedía de una familia de clase alta. Residían en Thiais, una pe-queña y tranquila vila, situada a diez quilómetros al sur de París, cuando en 1795 trajeron al mundo a la dulce Amélie Gabrielle, su única hija.Amélie pasó los primeros años de su vida en este ambiente de profunda transformación social, política, moral y económica. Europa y los Estados Uni-dos de América daban un paso adelante en el desarrollo de un Hombre nuevo, incorporando, por ejemplo, la célebre Declaración de los Derechos del Hom-bre en el derecho de los nuevos esta-dos democráticos, pero no sin grandes pérdidas y tumultos, como la decapita-ción del rey Luis XVI.Amélie se inclinó por la enseñanza y la pedagogía, no por casualidad relacio-nada con el método pestalozziano. Se-guramente fue una de las mejores op-ciones para una mujer de aquella época, de hecho, una opción privilegiada, faci-litada por la buena ascendencia socio-económica de su familia. Se trasladó muy pronto a París, donde inicialmente ejerció de profesora de primaria, labor que compaginó con las letras y las artes plásticas. Fue poeta, pintora y publicó algunas obras como: Cuentos primave-rales (1825), Nociones de diseño (1826) y Lo esencial de Bellas Artes (1828).eEn 1825, mientras tanto, Kardec funda vd
la Escuela de Primaria, y en 1826, el Instituto Educacional Técnico, más conocido como "Instituto Rivail", am-bos en París. Su labor como pedagogo alcanza dimensiones notables y en cierto momento decide contratar a una profesora, casi diez años mayor que él, para trabajar en el Instituto. El romance nace pronto entre ellos, consolidando el 6 de febrero de 1832, bajo votos so-lem
lemnes, una asociación que fue sin duda más allá de las responsabibidades matri-moniales, como veremos en este breve repaso biográfico de la compañera y es-posa fiel de Allan Kardec.La solvencia económica del matrimonio, a pesar de todo, tuvo que enfrentar graves reveses y Kardec (Hippolyte Léon Denizard Rivail, todavía) se vio obligado a ejercer de contable en algu-nas empresas, mientras Amélie mante-nía la actividad educacional en su re-sidencia, de forma gratuita. Esto acon-tece, aproximadamente, entre 1835 y 1840. Amélie, por lo tanto, asume pron-to una actividad ejemplar en la estabi-lidad no sólo del matrmonio, sino de la obra fundada por Kardec, trabajando codo con codo con su marido por el mantenimiento de una misión educativa basada en el amor al prójimo. Cuando los Espíritus se cruzaron en el camino del Codificador, su esposa con-tinuó otorgándole un apoyo sostenido y constante, hasta su último suspiro en esta encarnación. En la Revista Espírita de 1865, Kardec lo corrobora anotando: “mi mujer adhirió completamente a mis intentos y me secundó en mi laboriosa tarea, como hace aún, a través de un tra-bajo muy por encima de sus fuerzas, sa-crificando, sin pesar, los placeres y las distracciones del mundo a los cuales por su posición familiar estaba habituada”. Kardec desencarnó en 31 de marzo de 1865, a la edad de 64 años, casi 65. Amélie tenía 74. Al día siguiente, por dese
deseo expreso del Maestro de Lyon, Amélie abandonó sus deberes funera-rios para presidir la inauguración de la Librería en la que tanto habían trabajado.Una vez viuda, tomó las riendas del movimiento espírita francés, sin vacilar, no sin la inestimable colaboración de otros compañeros de primera linea, des-tacándose entre ellos Pierre Gäetan Leymarie. Amélie o Gaby, como le llama-ba su esposo, se hizo cargo también de la gestión del patrimonio doctrinario del Codificador, supervisando cada nueva publicación con tal de preservar el rigor que hasta el momento había permitido la credibilidad del Espiritismo, aun ha-biendo de enfrentarse con parientes y otros falseadores de la doctrina.Amélie y Leymarie llevaron a cabo la renovación de la Sociedad Parisina de Estudios Espíritas (SPEE), una tarea compleja pero necesaria debido a los conflictos internos, de carácter moral e ideológico. La SPEE fue sustituída por la Sociedad Anónima del Espiritismo (SAE), cuyo objetivo era el de dar continuidad a las actividades doctrina-rias. Amélie tenía casi 80 años, y su empeño era extraordinario: sus biógra-fos cuentan que asistía todos los vier-nes a las reuniones de la sociedad, y nunca dejó de conmemorar solemne-mente la desencarnación de su esposo, cada 31 de marzo. Presidía también la celebración del primero de noviembre, el día los santos difuntos, dedicado al recuerdo amable de parientes y amigos ya liberados de la prisión de la carne.En 1871 Leymarie asumió la dirección de la Revista Espírita y de la SAE, que, dos años más tarde y bajo la orienta-ción de Amélie, pasó a denominarse So-ciedad para la Continuidad de las Obras Espíritas de Allan Kardec. En diciembre de 1882, con 87 años, participó en la fundación de la Sociedad de los Estu-dios Espíritas, posteriormente Unión Espírita Francesa, que unía en su seno espíritas franceses y belgas.Poco tiempo después, el 21 de enero de 1883, tras una vida dedicada al Espiri-tismo y de la cual hemos contado tan sólo parte, Amélie abandonó su cuer-po envejecido y fatigado, resplande-ciendo de nuevo en el plano espiritu-al al lado de su amado esposo Allan Kardec. Bibliografía: Amelie Gabrielle Boudet. Ponen-cia de Óscar R. Cervantes; Amelia Gabriele Boudet. Biografías. Portal de Espirito.
Sócrates y el AutoconocimientoSócrates y el AutoconocimientoSócrates y el AutoconocimientoSócrates y el Autoconocimiento Por Taina
En la cuarta y última entrega de esta sección dedicada al pensamiento del filósofo ateniense, Taina expone algunas de sus
enseñanzas, trazando un inconfundible nexo con las palabras cristalizadas mucho tiempo después por el Espiritismo.
sado por los fariseos de corromper al pueblo con sus enseñanzas, Sócrates también fue acusado por los fariseos de su tiempo, de corromper a la juventud, proclamando la unidad de Dios, la inmortalidad del alma y la vida futura. Al igual que conocemos la Doctrina de Jesús a través de los escritos de sus discípulos, los Apóstoles; la de Sócra-tes la conocemos por los escritos de su discípulo Platón. Somos la máxima autoexpresión de Dios, dotados de su sabiduría, amor, vida, provisión, alegría y armonía infinita. Estas virtudes las podemos manifestar y concretar en nuestra vida diariamediante el adecuado uso y dominio de nuestra mente cons-ciente y subconsciente.
Trabajemos en nosotros mismos y transmutemos todo el material innoble que encontremos dentro de nosotros, transformándolo con la luz del Perdón, con la luz del Amor, transformándolo en oro inmaterial y no nos sorprendamos si nuestra vida material se convierte en “oro puro”, pues todo viene de nuestra verdadera Patria que es la Espiritual y quien desde la Espiritualidad, sabe trabajar, lo verá manifestado en el plano material.Dios quiere para nosotros la felicidad, el bienestar, la salud, y para ello ha puesto a nuestro alcance la Ley del Libre Albedrío, que nos permite hacer y crear el mundo que nosotros seamos capaces de soñar. Por este motivo, seamos nosotros mismos, libres de todas ata-duras materiales y volemos hacia la Feli-cidad con la sabiduría del Autoconoci-miento.“Sólo el conocimiento que llega desde dentro es el verdadero conocimiento”. (Sócrates).Fin.
Sócrates destacaba que nunca debe devolverse injusticia por injusticia, ni hacer mal por el mal que nos hacen. “Que por el fruto se conoce al árbol”; que la riqueza es un peligro, que todo aquel que ama la riqueza no se ama a sí mismo; que los verdaderamente justos y prudentes, y aquellos que por sus palabras y sus actos cumplen con lo que deben, agradan a la Divinidad más que los que oran con los labios y nada sienten en su corazón; que el amor es el que adorna la naturaleza con sus ricos tapices y pasa y fija su mirada en donde encuentra flores y perfumes.También dijo que la virtud no puede enseñarse; viene como un don de Dios a los que la poseen, cosa que con poca diferencia es la doctrina cristiana sobre la gracia; pero si la virtud es un don de Dios, es un favor y puede preguntarse por qué no se concede a todos; por otra parte, si es un don, no tiene mérito para el que la posee.El Espiritismo nos dice que el que posee la virtud, la ha adquirido por sus esfuerzos en sus existencias sucesi-vas, despojándose poco a poco de las imperfecciones. La gracia es la fuerza con que Dios favorece a todo hombre de buena voluntad para despojarse del mal y hacer el bien.Sócrates decía que hay una disposi-ción en el hombre en ver los defectos en los ajenos, y no verlos en si mismo, y el Evangelio dice: “Veis la paja en el ojo ajeno y no veis la viga que hay en el vuestro”. Decía también que los médicos fracasan en la mayor parte de las enfermedades “porque tratan al cuerpo sin el alma”. El Espiritismo dice que hay una reacción continua entre uno y otro. MenQue la verdadera sabiduría está en no creer saber lo que no se sabe. Dirigiéndose a aquellos que criticaban aquello de lo que a menudo no tenían idea, Platón completa este pensa-miento de Sócrates diciendo: hay que procurar instruirse antes que injuriar, así es como deben obrar los espíritas con respecto a sus contradictores de buena o de mala fe. Si Platón viviese en esta época se encontraría las cosas poco más o menos como en su tiempo y podría usar el mismo lenguaje.
Sócrates encontraría también quien se burlase de su creencia en los Espíritus y le tratase de loco, lo mismo que a su discípulo Platón. En la obra introductoria mencionada, Kardec agrega «La doctrina misma que los Espíritus enseñan hoy, nada tiene de nueva; se la encuentra de manera fragmentaria en la mayoría de los filó-sofos de la India, de Egipto y de Grecia y toda entera en la enseñanza de Cris-to». Estas afirmaciones nos indican que el Codificador era poseedor de una gran cultura histórica y que realizó una exten-sa y exhaustiva investigación bibliográ-fica en la búsqueda de los antecedentes históricos de los principios que confor-man hoy la Doctrina Espírita.
En El libro de los Médiums, Cap. XVI, Pregunta 197, hay dos textos muy inte-resantes sobre los Buenos Médiums, firmados por Sócrates. En El Consola-dor que prometió Jesús, dictado por el Espíritu Emmanuel y psicografiado por Chico Xavier, se cita de nuevo a Sócra-tes, en la pregunta 278: ¿Debemos considerar profetas sólo a aquellos a quienes alinden las páginas del Antiguo Testamento? Además de las enseñanzas que nos legaron un Elías o un Jeremías, tenemos que convenir en que numerosos misio-neros del plano superior precedieron al advenimiento de Cristo, distribuyendo por el mundo el pan espiritual de sus verdades eternas. Sócrates, y luego su discípulo Platón, proclamaron el dogma de la unidad de Dios, de la inmortalidad del alma y de la vida futura. Sócrates, al igual que Jesús, no escribió, ni dejo ningún escrito; murió como los criminales, víctima del fanatismo, por atacar las creencias vulgares y por sobreponer la virtud real a la hipocresía y a las formas externas; Jesús fue acu-sa
Jean-Léon Gérôme, Sócrates buscando a Alcibíades en la casa de Aspasia (1861)
AGENDAAGENDAAGENDAAGENDACONFERENCIAS Y JORNADASCONFERENCIAS Y JORNADASCONFERENCIAS Y JORNADASCONFERENCIAS Y JORNADASCONFERENCIAS Y JORNADASCONFERENCIAS Y JORNADASCONFERENCIAS Y JORNADASCONFERENCIAS Y JORNADASCONFERENCIAS Y JORNADASCONFERENCIAS Y JORNADASASOCIACIÓN DE ESTUDIOS AS DE MADRID
ASOCIACIÓN DE ESTUDIOS ESPÍRITAS DE MADRIDC/ de la Bolsa, 14, 1º derecha, letra D. 28012 Madridwww.espiritasmadrid.com | espiritasmadrid@te le fonica.net ■ Espiritismo: Ejercicio práctico de la vida | 3 de diciembre | 19h30 | Conferenciante: Aldo Linares
Entrada libre
■ Acercamiento al sí mismo | 10 de diciembre | 19h30 | Conferenciante: Adrián Sanfelice | Entrada libre
■ Claves secretas de El resplandor | 17 de diciembre | 19h30 | Conferenciante: Robert Goodman | Entrada libreN■ El hombre ante su salud y su consciencia | 7 de enero | 19h30 | Conferenciante: Juan Miguel Fernández
Entrada libre
■ ¿Cuántas veces reencarnamos? | 14 de enero | 19h30 | Conferenciante: Lindomar Coutinho da Silva |
Entrada libre
■ Arthur Conan Doyle y el más allá | 22 de enero | 19h30 | Conferenciante: Jesús Callejo | Entrada libreN
CENTRE BARCELONÈS DE CULTURA ESPÍRITAC/ Niça, 18-20, sot. 3ª. 08024 Barcelonacentrebarce lonesdeculturaespirita.blogspot.com | cbce@terra.es ■ Jesús ¿médium de Dios? | 18 de diciembre | 18h00 | Entrada libre
NOVEMBRE - DESEMBRE 2010 VISIÓ ESPÍRITA � 2 NOVEMBRE - DESEMBRE 2010 VISIÓ ESPÍRITA � 19
LA HISTÒRIA DEL CENTRE ESPÍRITALA HISTÒRIA DEL CENTRE ESPÍRITA
AMÀLIA DOMINGO SOLERAMÀLIA DOMINGO SOLERAMÀLIA DOMINGO SOLERAMÀLIA DOMINGO SOLERAMÀLIA DOMINGO SOLERAMÀLIA DOMINGO SOLERAMÀLIA DOMINGO SOLERAMÀLIA DOMINGO SOLER
Per Teresa Vázquez
por Ana Ibáñez
CENTRO DE ESTUDIOS Y DIVULGACIÓN ESPÍRITAC/ Montera, 10 y 12, 28013 Madrid www.ceydemadrid.org | contacto@ceydemadrid.org■ La ley de convivencia | 1 de diciembre | 20h00 | Conferenciante: Manuel de Paz | Entrada libre
■ ¿Soy Espírita? | 15 de diciembre | 20h00 | Conferenciante: Manolita Fernández | Entrada libre
■ Recordando a Amalia Domingo Soler | 22 de diciembre | 20h00 | Conferenciante: Víctor Gallego | Entrada libre
En aquest número especial de Visió
Espírita dedicat a l’Amalia, vull ex-
plicar-vos per què el nostre centre es
diu Centre Espírita Amalia Domingo
Soler. Va ser ara fa ja uns quants
anys, just quan a Igualada es va
cel·lebrar la primera trobada de ger-
manor espiritis ta de Catalunya. La
varen organitzar els companys espí-
rites d’Igualada a casa d’en Blas i la
Teresa, i des de llavors, sempre ha
estat així cada primer diumenge del
mes de juny.
Recordo que aquell diumenge feia un
dia clar i solejat. Cap núvol ente-
ranyinava el cel. En el cotxe anàvem
de camí amb una gran emoció. Tot
just havíem començat les nostres
classes sistematitzades i estàvem
amb el desig de legalitzar l’associa-
ció i federar-nos a la Federació Espí-
rita Espanyola. Era un moment im-
portant. Encara no teníem un nom
decidit. Fins al moment érem el Grup
Espírita Sagrada Familia, en honor a
la barriada on fèiem les activitats a
Barcelona, però aquell només era un
nom provisional. Ens calia trobar la
nostra pròpia identitat.
La figura d’Amalia era molt significa-
tiva per a nosaltres. Amalia represen-
tava l’esperit lliure i lluitador d’una
dona que va seguir els seus principis
davant de les adversitats i les proves
que la vida li va posar al davant. La
seva constància, perseverança i vo-
luntat eren per a nosaltres un exemple
de vida a seguir. Ella significava el
que volíem per al nostre centre, un
lloc on acollir al necessitat i donar-li
eines, coneixement, recursos i l’afec-
te necessari per a que la seva vida
tingués un nou sentit que l’impulsés
al canvi, a la transformació, al sentit
crític i a la verdadera germanor per
amor. Amalia era la nostra llum i
varem arribar a la trobada d’Igualada
amb aquest nom als nostres pensa-
men
ments. Fins aleshores només era una
proposta que calia estudiar amb cal-
ma.
El dia va passar entre rialles, l’alegria
del retrobament, converses nodrido-
res a l’ombra dels arbres, jocs infan-
tils , bon menjar i bona germanor.
Quan va arribar la tarda, els com-
panys d’Igualada ens varen anar
citant a tots els representants de
centres, grups i associacions espiri-
tistes que allí estàvem presents per
obsequiar-nos amb un record pre-
ciós: el retrat de l’Amalia en una
làmina emmarcada i una poesia seva.
Va ser en aquell moment que varem
saber que el nostre centre es podia
dir Centre Espírita Amalia Do-mingo
Soler, per què la presència de
l’Amalia, la seva força, el seu caris-
ma, seguia il·luminant des d’allà on
es trobés, confirmant-nos en aquell
rostre emmarcat, que ella podia ser la
nostra patrona. Fi.
A la darrera part d'aquest article, la Teresa ens explica com el nostre Centre va adquirir el nom de Amalia Domingo Soler. Així
acomiadem aquesta secció, tan estimada pels nostres lectors. Mai oblidarem les nostres arrels, el nostre origen humil i familiar.
encontraba, que al te rminar mí expiación, con otra nueva misión en la tie rra esperaría, hasta que llegara e l día de mi e te rna salvación. Esperé ; pero despie rta Yo no encuentro ante mis ojos, más que entre zarzas y abrojos una luz vaga e incie rta: pero cuando, queda muerta la materia por e l sueño entonces si que risueño, mi e spíritu en su albedrío, se e leva por e l vacío, y se cree de l orbe dueño. Entonces me apoyo en ti, y se rena y sonriente , pido, auras, para mi frente y ver lo que jamás vi. Y se extienden ante mí mundos, planetas, regiones, pasadas generaciones, épocas que aún no han venido; y e l polvo que han producido las ruinas de mil naciones. Y seguimos ade lante y vemos mundos y e spacios, con techumbres de topacios y columnas de diamantes; nos paramos un instante , nos miramos con afán diciendo: ¿Terminaran las maravillas de Dios? ¿O nuestros pasos en pos siempre de su gloria irán?¡Siempre!, (nos responde un eco) Siempre hallaré is un camino, donde e l Hacedor divino nada hizo esté ril ni seco: a la peña le dio hueco para que en e lla e scondida, se encuentre agua bendecida en donde apague su sed aque l que sediento estaba; porque en la tie rra no hallaba quien le dije ra ¡ Creed! Después... te ale jas... te vas, te pie rdes en e l vacío, de ja e l orbe de se r mío, ¿dime , dime , dónde estás? Amalia Domingo Soler. En Ramos de Violetas.
¿QUÉ SOY YO? ¿QUÉ SOY YO? ¿QUÉ SOY YO? ¿QUÉ SOY YO? ¿Qué soy yo en medio de l mundo? El eco de una quere lla, algo de un dolor profundo perdido en e l polvo inmundo sin de jar tras de mi hue lla. Voy huyendo del ayer, y en mañana quie ro hallar e l secreto de saber, si e s que se muere al nacer o se vive al expirar. Hay horas en la existencia benditas por e l Señor, en que duerme la conciencia: y en su sueño de inocencia ve a la sombra de l amor. Pero de un amor gigante , noble , santo, inmaterial, que sólo dura un instante : re fle jo puro y radiante de otro mundo ce lestial. ¡De otro mundo!... Gran problema que busca la humanidad; sol que nuestra frente quema, misericordia suprema de infinita voluntad: ¡Otro mundo! Gran misterio que e l se r material negó; diciendo que este hemisferio, por límite un cementerio fue todo lo que encontró. En tanto que e l cristianismo esperó en la e te rnidad; y e l grandioso Espiritismo miró en la tie rra e l abismo donde gime la humanidad. Y más allá vio lucir con mágico resplandor e l astro de l porvenir que dice : «Para vivir al hombre lo hizo e l Creador». Para vivir sin fatiga, para vivir sin afán, existencias le prodiga; tendiendo, su mano amiga a los que vienen y van. ¡Si e sto es cie rto! ¿Qué soy yo?¿Adónde voy? No lo sé ;
¿Qué globo abrigo me dio? ¿Qué mundos mi mente vio? ¿Cuántas planetas veré? ¿O todo termina aquí?Sería muy triste nacer, viviendo cual yo viví, pensando que tras de mí no hay ni mañana ni ayer.¡Dios clemente! Yo te imploro que con tu mágica luz ilumines cuanto ignoro, mostrándome el gran tesoro en la historia de la cruz. ¡La cruz!... ¡Grandiosa epopeya! Los siglos no borrarán jamás tu indeleble huella; serás la polar estrella, de los que vienen y van. Amalia Domingo Soler. En Ramos de Violetas.
Espíritu protector que estás mi sueño ve lando, y que me vas iniciando en otro mundo me jor; eco mágico de amor que jamás encontré aquí; fantasma que sólo vi un instante en este mundo, sin que en mi dolor profundo tuvieras piedad de mí. ¿Por qué cuando te llamé no acudiste a mi ruego?¿Por qué a mi e spíritu ciego no le mostraste la fe? ¿Por qué sola me encontré en esta triste región? ¿Por qué mi débil razón buscó e l punto de partida? ¡Y sólo hallé en esta vida la muerte de l corazón! Y pregunté en mi ansiedad olvidando que en la tie rra, cada cual un algo encie rra de otra fuerte voluntad; se agita la humanidad porque Dios en su poder nos demuestra que hacer cuanto nuestra vista alcanza, en su divina balanza tiene condición de Ser.La tuvo sin duda alguna profundo, desconsue lo; cuando no encontré en mí due lo, ¡ni una esperanza, ni una! Cuando mirando a la luna, y a su séquito de e stre llas, exclamaba: Son muy be llas y me place su fulgor; y abraza un himno de amor olvidando mis quere llas. Sin comprender que existían en sus discos luminosos, mil mundos que esplendorosos más que la tie rra lucían, que nuestra pena sentían aque llos que sucumbieron; los que a nuestra vida die ron aliento con su te rnura, y que al de jar su envoltura con su amor nos protegie ron. Ciega por completo estaba, hasta que tu voz amiga me dijo que mi fatiga a su límite tocaba; que sola no me
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