12 - diciembre2012

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TIEMPO ORDINARIO SBADO DE LA SEMANA XXXIV De la feria. Salterio II. I Vsperas del Domingo I de Adviento 1 de diciembre OFICIO DE LECTURA Si el Oficio de Lectura es la primera oracin del da: V. Seor abre mis labios R. Y mi boca proclamar tu alabanza Se aade el Salmo del Invitatorio con la siguiente antfona: Ant. Escuchemos la voz del Seor y entremos en su descanso. Si antes del Oficio de lectura se ha rezado ya alguna otra Hora: V. Dios mo, ven en mi auxilio R. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Al eluya. Himno: MUERTE, PUERTO DE MI VIDA Muerte, puerto de mi vida, vida que en mi muerte ests, como no s si vendrs de luna o de sol vestida, muriendo estoy en mi vida, viviendo en ti, muerte, estoy; pues, siendo lo que no soy y anhelando al que siempre es, con la inquietud de tus pies, hacia sus riberas voy. Tengo contigo una cita desde siempre, desde Dios; slo una seal: adis -sobre el corazn escrita-, es la palabra inaudita que digo a todas las cosas. y cunas, tlamos, fosas -claro silencio escondido-, de adioses el pecho herido, dicen adis a las rosas. Amn. SALMODIA Ant. 1. Slo el Seor hizo grandes maravillas: es eterna su misericordia. Salmo 135 I -HIMNO A DIOS POR LAS MARAVILLAS DE LA CREACIN Y DEL XODO Dad gracias al Seor porque es bueno: porque es eterna su misericordia. Dad gracias al Dios de los dioses: porque es eterna su misericordia. Dad gracias al Seor de los seores: porque es ete rna su misericordia. Slo l hizo grandes maravillas: porque es eterna su misericordia. l hizo sabiamente los cielos: porque es eterna su misericordia. El afianz sobre las aguas la tierra: porque es eterna su misericordia. l hizo lumbreras gigantes: porque es eterna su misericordia. El sol que gobierna el da: porque es eterna su misericordia. La luna que gobierna la noche: porque es etern

a su misericordia. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Slo el Seor hizo grandes maravillas: es eterna su misericordia. Ant. 2. Con m ano poderosa, con brazo extendido, sac a Israel de Egipto. Salmo 135 II El hiri a Egipto en sus primognitos: porque es eterna su misericordia. Y sac a Israel de aquel pas: porque es eterna su misericordia. Con mano poderosa, con brazo extendido: porque es eterna su misericordia. l dividi en dos partes el mar Rojo: porque es eterna su misericordia. Y condujo por en medio a Israel: porque es eterna su misericordia. Arroj en el mar Rojo al Faran: porque es eterna su misericordia. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Con mano poderosa, con brazo extendido, sac a Israel de Egipto. Ant. 3. Dad gracias al Dios del cielo: l nos libr de nuestros opresores. Salmo 135 III Gui por el desierto a su pueblo: porque es eterna su misericordia. l hiri a reyes famosos: porque es eterna su misericordia. Dio muerte a reyes poderosos: porque es eterna su misericordia. A Sijn, rey de los amorreos: porque es eterna su misericordia. Y a Hog, rey de Basn: porque es eterna su misericordia. Les dio su tierra en heredad: porque es eterna su misericordia. En heredad a Israel, su siervo: porque es eterna su misericordia. En nuestra humillacin se acord de nosotros: porque es eterna su misericordia. Y nos libr de nuestros opresores: porque es eterna su misericordia. l da alimento a todo viviente: porque es eterna su misericordia. Dad gracias al Dios del cielo: porque es eterna su misericordia. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Dad gracias al Dios del cielo: l nos libr de nuestros opresores. V. Seor, ensame tus caminos. R. Instryeme en tus sendas. PRIMERA LECTURA Del libro del profeta Daniel 12, 1-13 PROFECA ACERCA DEL LTIMO DIA Y DE LA RESURRECCIN Esto me dijo el ngel del Seor: En aquel tiempo, surgir Miguel, el gran prncipe que defiende a los hijos de tu pueb

lo. Ser aqul un tiempo de angustia como no habr habido hasta entonces otro, desde q ue existen las naciones. En aquel tiempo, se salvar tu pueblo: todos aquellos que se encuentren inscritos en el libro. Muchos de los que duermen en el polvo de l a tierra se despertarn, unos para la vida eterna, otros para el oprobio, para el horror eterno. Los doctos brillarn como el fulgor del firmamento, y los que ensear on a muchos la justicia, como las estrellas por toda la eternidad. Y t, Daniel, g uarda en secreto estas palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos andarn errantes ac y all, y la iniquidad aumentar. Yo, Daniel, mir y vi a otros dos que estaban de pie a una y otra parte del ro. Uno de ellos dijo al hombre vestido de lino que estaba sobre las aguas del ro: Cundo ser el cumplimiento de estas maravillas? Y o al hombre vestido de lino, que estaba sobre las aguas del ro, jurar, levantand o al cielo la mano derecha y la izquierda, por aquel que vive eternamente: Un tiempo, algunos tiempos y medio tiempo, y todas estas cosas se cumplirn cuando desaparezca aquel que aplasta la fuerza del pueblo santo. Yo o, pero no comprend. Luego dije: Seor mo, cul ser la ltima de estas cosas? l me dijo: Escucha, Daniel: estas palabras estn cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. Muchos sern lavados, blanqueados y purificados; los impos seguirn haciendo el mal; ningn impo comprender nada; slo los doctos comprendern. Contando desde el momento en que sea abolido el sacrificio perpetuo e instalada la abominacin de la desolacin: mil doscientos noventa das. Dichoso aquel que sepa esperar y alcance mil trescien tos treinta y cinco das. Y t, vete a descansar; te levantars para recibir tu suerte al fin de los das. RESPONSORIO Cf. Lc 20, 35. 36. 38 R. Los que alcancen a ser dignos de tener parte en la resurreccin de entre los mu ertos ya no podrn morir: * sern como ngeles, sern hijos de Dios, una vez que hayan r esucitado. V. Dios no es un Dios de muertos, sino de vivos, pues para l todos viven. R. Sern como ngeles, sern hijos de Dios, una vez que hayan resucitado. SEGUNDA LECTURA De los Sermones de san Agustn, obispo (Sermn 256, 1. 2. 3: PL 38, 1191-1193) CANTEMOS EL ALELUYA AL DIOS BUENO QUE NOS LIBRA DEL MAL Cantemos aqu el Aleluya, aun en medio de nuestras dificultades, para que podamos luego cantarlo all, estando ya seguros. Por qu las dificultades actuales? Vamos a ne garlas, cuando el mismo texto sagrado nos dice: El hombre est en la tierra cumpli endo un servicio? Vamos a negarlas, cuando leemos tambin: Velad y orad, para no ca er en la tentacin? Vamos a negarlas, cuando es tan frecuente la tentacin, que el mi smo Seor nos manda pedir: Perdona nuestras ofensas, como tambin nosotros perdonamo s a los que nos ofenden? Cada da hemos de pedir perdn, porque cada da hemos ofendid o. Pretenders que estamos seguros, si cada da hemos de pedir perdn por los pecados, ayuda para los peligros? Primero decimos, en atencin a los pecados pasados: Perdo na nuestras ofensas, como tambin nosotros perdonamos a los que nos ofenden; luego aadimos, en atencin a los peligros futuros: No nos dejes caer en tentacin. Cmo podem os estar ya seguros en el bien, si todos juntos pedimos: Lbranos del mal? Mas con todo, hermanos, aun en medio de este mal, cantemos el Aleluya al Dios bueno que nos libra del mal. Aun aqu, rodeados de peligros y de tentaciones, no dejemos por eso de cantar todo s el Aleluya. Fiel es Dios -dice el Apstol-para no permitir que seis tentados ms al l de lo que podis. Por esto, cantemos tambin aqu el Aleluya. El hombre es todava peca dor, pero Dios es fiel. No dice: Para no permitir que seis tentados, sino: Para no permitir que seis tentados ms all de lo que podis. Por el contrario, l dispondr con la misma tentacin el buen resultado de poder resistirla. Has entrado en la tentacin, pero Dios har que salgas de ella indemne; as, a la manera de una vasija de barro, sers modelado con la predicacin y cocido en el fuego de la tribulacin. Cuando entr es en la tentacin, confa que saldrs de ella, porque fiel es Dios: el Seor guarda tus entradas y salidas. Ms adelante, cuando este cuerpo sea hecho inmortal e incorruptible, cesar toda ten tacin; porque el cuerpo ha muerto. Por qu ha muerto? Por causa del pecado. Pero el

espritu es vida. Por qu? Por la justificacin. As pues, quedar el cuerpo definitivament muerto? No, ciertamente; escucha cmo contina el texto: Si el Espritu de aquel que resucit a Jess de entre los muertos habita en vosotros, el mismo que resucit a Cris to de entre los muertos vivificar tambin vuestros cuerpos mortales. Ahora tenemos un cuerpo meramente natural, despus lo tendremos espiritual. Feliz el Aleluya que all entonaremos! Ser un Aleluya seguro y sin temor, porque all no habr ningn enemigo, no se perder ningn amigo. All, como ahora aqu, resonarn las ala anzas divinas; pero las de aqu proceden de los que estn an en dificultades, las de all de los que ya estn en seguridad; aqu de los que han de morir, all de los que han de vivir para siempre; aqu de los que esperan, all de los que ya poseen; aqu de lo s que estn todava en camino, all de los que ya han llegado a la patria. Por tanto, hermanos mos, cantemos ahora, no para deleite de nuestro reposo, sino para alivio de nuestro trabajo. Tal como suelen cantar los caminantes: canta, pe ro camina; consulate en el trabajo cantando, pero no te entregues a la pereza; ca nta y camina a la vez. Qu significa camina? Adelanta, pero en el bien. Porque hay algunos, como dice el Apstol, que adelantan de mal en peor. T, si adelantas, camin as; pero adelanta en el bien, en la fe verdadera, en las buenas costumbres; cant a y camina. RESPONSORIO Cf. Ap 21, 21; cf. Tb 13, 22. 13. 14 R. Tus plazas, Jerusaln, estn pavimentadas de oro puro, y en tus puertas se entona rn cantos de alegra. * Y todas tus casas cantarn: Aleluya. V. Brillars cual luz de lmpara y pueblos numerosos vendrn a ti de lejos. R. Y todas tus casas cantarn: Aleluya. ORACIN. OREMOS, Mueve, Seor, nuestros corazones, para que correspondamos con mayor genero sidad a la accin de tu gracia, y recibamos en mayor abundancia la ayuda de tu bon dad. Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amn CONCLUSIN V. Bendigamos al Seor. R. Demos gracias a Dios. LAUDES (Oracin de la maana) INVOCACIN INICIAL V. Seor, abre mis labios R. Y mi boca proclamar tu alabanza. INVITATORIO Ant. Escuchemos la voz del Seor y entremos en su descanso. Salmo 94 INVITACIN A LA ALABANZA DIVINA Venid, aclamemos al Seor, demos vtores a la Roca que nos salva; entremos a su presencia dndole gracias, aclamndolo con cantos. Porque el Seor es un Dios grande, soberano de todos los dioses: tiene en su mano las simas de la tierra, son suyas las cumbres de los montes; suyo es el mar, porque l lo hizo, la tierra firme que modelaron sus manos. Venid, postrmonos por tierra, bendiciendo al Seor, creador nuestro. Porque l es nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el rebao que l gua. Ojal escuchis hoy su voz: No endurezcis el corazn como en Merib, como el da de Mas en el desierto;

cuando vuestros padres me pusieron a prueba y dudaron de m, aunque haban visto mis obras. Durante cuarenta aos aquella generacin me repugn, y dije: Es un pueblo de corazn extraviado, que no reconoce mi camino; por eso he jurado en mi clera que no entrarn en mi descanso Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Himno: SI SALVASTE A MAGDALENA Si salvaste a Magdalena y al ladrn de eterna pera, t sers mi Salvador. De tu amor yo no soy digno, mas t, Seor, s benigno, no arda yo en fuego eternal. Lbrame de todo dao, admteme en tu rebao, a tu diestra, sacro Rey. Librado ya del averno, s mi gua al gozo eterno, a tu dulce corazn. Puesto, Jess, yo de hinojos, con lgrimas en los ojos, te pido la salvacin. Cuando el reo vaya al juicio, por tu muerte, s propicio, por tu vida, Salvador. Oh Dios santo, el uno y trino, llvanos por tu camino a la patria celestial. Amn. SALMODIA Ant. 1. Por la maana proclamamos, Seor, tu misericordia y de noche tu fidelidad. Salmo 91 -ALABANZA A DIOS QUE CON SABIDURA Y JUSTICIA DIRIGE LA VIDA DE LOS HOMBRES. Es bueno dar gracias al Seor y tocar para tu nombre, oh Altsimo, proclamar por la maana tu misericordia y de noche tu fidelidad, con arpas de diez cuerdas y lades sobre arpegios de ctaras. Tus acciones, Seor, son mi alegra, y mi jbilo, las obras de tus manos.

Qu magnficas son tus obras, Seor, qu profundos tus designios! El ignorante no los entiende ni el necio se da cuenta. Aunque germinen como hierba los malvados y florezcan los malhechores, sern destruidos para siempre. T, en cambio, Seor, eres excelso por los siglos. Porque tus enemigos, Seor, perecern, los malhechores sern dispersados; pero a m me das la fuerza de un bfalo y me unges con aceite nuevo. Mis ojos no temern a mis enemigos, mis odos escucharn su derrota. El justo crecer como una palmera y se alzar como un cedro del Lbano: plantado en la casa del Seor, crecer en los atrios de nuestro Dios; en la vejez seguir dando fruto y estar lozano y frondoso, para proclamar que el Seor es justo, que en mi Roca no existe la maldad. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Por la maana proclamamos, Seor, tu misericordia y de noche tu fidelidad. Ant. 2. Dad gloria a nuestro Dios. Cntico: BENEFICIOS DE DIOS PARA CON SU PUEBLO Dt 32, 1-12 Escuchad, cielos, y hablar; oye, tierra, los dichos de mi boca; descienda como lluvia mi doctrina, destile como roco mi palabra; como llovizna sobre la hierba, como sereno sobre el csped; voy a proclamar el nombre del Seor: dad gloria a nuestro Dios. l es la Roca, sus obras son perfectas, sus caminos son justos, es un Dios fiel, sin maldad; es justo y recto. Hijos degenerados, se portaron mal con l, generacin malvada y pervertida. As le pagas al Seor, pueblo necio e insensato? no es l tu padre y tu creador, el que te hizo y te constituy?

Acurdate de los das remotos, considera las edades pretritas, pregunta a tu padre y te lo contar, a tus ancianos y te lo dirn: Cuando el Altsimo daba a cada pueblo su heredad, y distribua a los hijos de Adn, trazando las fronteras de las naciones, segn el nmero de los hijos de Dios, la porcin del Seor fue su pueblo, Jacob fue la parte de su heredad. Lo en lo lo encontr en una tierra desierta, una soledad poblada de aullidos: rode cuidando de l, guard como a las nias de sus ojos.

Como el guila incita a su nidada, revolando sobre los polluelos, as extendi sus alas, los tom y los llev sobre sus plumas. El Seor solo los condujo no hubo dioses extraos con l. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Dad gloria a nuestro Dios. Ant. 3. Qu admirable es tu nombre, Seor, en toda la tierra! Salmo 8 -MAJESTAD DEL SEOR Y DIGNIDAD DEL HOMBRE. Seor, dueo nuestro, que admirable es tu nombre en toda la tierra! Ensalzaste tu majestad sobre los cielos. De la boca de los nios de pecho has sacado una alabanza contra tus enemigos, para reprimir al adversario y al rebelde. Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos; la luna y las estrellas que has creado, qu es el hombre, para que te acuerdes de l; el ser humano, para darle poder? Lo hiciste poco inferior a los ngeles, lo coronaste de gloria y dignidad, le diste el mando sobre las obras de tus manos, todo lo sometiste bajo sus pies: rebaos de ovejas y toros, y hasta las bestias del campo, las aves del cielo, los peces del mar, que trazan sendas por las aguas. Seor, dueo nuestro,

que admirable es tu nombre en toda la tierra! Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Qu admirable es tu nombre, Seor, en toda la tierra! LECTURA BREVE Rm 12, 14-16a Bendecid a los que os persiguen, no maldigis. Alegraos con los que se alegran; ll orad con los que lloran. Tened un mismo sentir entre vosotros, sin apetecer gran dezas; atrados ms bien por lo humilde. RESPONSORIO BREVE V. Te aclamarn mis labios, Seor, cuando salmodie para ti. R. Te aclamarn mis labios, Seor, cuando salmodie para ti. V. Mi lengua recitar tu auxilio. R. Cuando salmodie para ti. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. R. Te aclamarn mis labios, Seor, cuando salmodie para ti. CNTICO EVANGLICO Ant. Gua nuestros pasos, Dios de Israel, por el camino de la paz. Cntico de Zacaras. EL MESAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79 Bendito sea el Seor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo. suscitndonos una fuerza de salvacin en la casa de David, su siervo, segn lo haba predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas: Es la salvacin que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; ha realizado as la misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza y el juramento que jur a nuestro padre Abraham. Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros das. Y a ti, nio, te llamarn Profeta del Altsimo, porque irs delante del Seor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvacin, el perdn de sus pecados. Por la entraable misericordia de nuestro Dios, nos visitar el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tiniebla y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amn Ant. Gua nuestros pasos, Dios de Israel, por el camino de la paz. PRECES Celebremos la sabidura y la bondad de Cristo, que ha querido ser amado y servido en los hermanos, especialmente en los que sufren, y supliqumosle insistentemente diciendo: Seor, acrecienta nuestro amor. Al recordar esta maana tu santa resurreccin, te pedimos, Seor, que extiendas los beneficios de tu redencin a todos los hombres. Que todo el da de hoy sepamos dar buen testimonio del nombre cristiano y ofrezcamos nuestra jornada como un culto espiritual agradable al Padre. Ensanos, Seor, a descubrir tu imagen en todos los hombres y a saberte servir a ti en cada uno de ellos. Cristo, Seor nuestro, vid verdadera de la que nosotros somos sarmientos, haz que permanezcamos en ti y demos fruto abundante para que con ello sea glorificado nuestro Padre que est en el cielo. Se pueden aadir algunas intenciones libres. Con la confianza que nos da nuestra fe, acudamos ahora al Padre, diciendo como Cristo nos ense: Padre nuestro... ORACIN Que nuestra voz, Seor, nuestro espritu y toda nuestra vida sean una continua alaba nza en tu honor, y ya que toda nuestra existencia es un don gratuito de tu liber alidad, haz que tambin cada una de nuestras acciones te est plenamente dedicada. P or nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Es pritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amn. CONCLUSIN V. El Seor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amn. HORA TERCIA V. Dios mo, ven en mi auxilio R. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Al eluya. Himno: EL TRABAJO, SEOR, DE CADA DA El trabajo, Seor, de cada da nos sea por tu amor santificado, convierte su dolor en alegra de amor, que para dar t nos has dado. Paciente y larga es nuestra tarea en la noche oscura del amor que espera; dulce husped del alma, al que flaquea dale tu luz, tu fuerza que aligera. En el alto gozoso del camino, demos gracias a Dios, que nos concede la esperanza sin fin del don divino; todo lo puede en l quien nada puede. Amn. SALMODIA Ant. 1. Llam, y l me respondi.

Salmo 119 -DESEO DE LA PAZ En mi afliccin llam al Seor, y l me respondi. Lbrame, Seor, de los labios mentirosos, de la lengua traidora. Qu te va a dar o a mandar Dios, lengua traidora? Flechas de arquero, afiladas con ascuas de retama. Ay de m, desterrado en Masac, acampado en Cadar! Demasiado llevo viviendo con los que odian la paz; cuando yo digo: Paz, ellos dicen: Guerra. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Ant. Llam, y l me respondi. Ant. 2. El Seor guarda tus entradas y salidas. Salmo 120 -EL GUARDIN DEL PUEBLO. Levanto mis ojos a los montes: de dnde me vendr el auxilio? El auxilio me viene del Seor, que hizo el cielo y la tierra. No tu no el permitir que resbale tu pie, guardin no duerme; duerme ni reposa guardin de Israel.

El Seor te guarda a su sombra, est a tu derecha; de da el sol no te har dao, ni la luna de noche. El Seor te guarda de todo mal, l guarda tu alma; el Seor guarda tus entradas y salidas, ahora y por siempre. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Ant. El Seor guarda tus entradas y salidas. Ant. 3. Me he alegrado por lo que me dijeron. Salmo 121 LA CIUDAD SANTA DE JERUSALN

Qu alegra cuando me dijeron: Vamos a la casa del Seor! Ya estn pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusaln. Jerusaln est fundada como ciudad bien compacta. All suben las tribus, las tribus del Seor, segn la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Seor; en ella estn los tribunales de justicia en el palacio de David. Desead la paz a Jerusaln: Vivan seguros los que te aman, haya paz dentro de tus muros, seguridad en tus palacios. Por mis hermanos y compaeros, voy a decir: La paz contigo. Por la casa del Seor, nuestro Dios, te deseo todo bien. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Ant. Me he alegrado por lo que me dijeron. LECTURA BREVE Dt 8, 5b-6 El Seor, tu Dios, te ha educado como un padre educa a su hijo; para que guardes los preceptos del Seor, tu Dios, sigas sus caminos y lo temas. V. La voluntad del Seor es pura y eternamente estable. R. Los mandamientos del Seor son verdaderos y enteramente justos. ORACIN OREMOS, Seor Dios, Padre todopoderoso, infndenos la luz del Espritu Santo para que, libres de toda adversidad, podamos alegrarnos siempre en tu alabanza. Por Cristo nuestro Seor. Amn CONCLUSIN V. Bendigamos al Seor. R. Demos gracias a Dios. HORA SEXTA V. Dios mo, ven en mi auxilio R. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Al eluya. Himno: EL PAN DE CADA DA

El pan de cada da dnoslo hoy, Seor, a manos llenas; convierte en alegra nuestras labores buenas y acaricia el dolor de nuestras penas. Horas de tedio largas sin la presencia buena de tus manos! Ay, las horas amargas nos vuelven inhumanos, si no abrimos el alma a los hermanos! Santifica el momento de este ruido tenaz, de esta fatiga. Busquemos el aliento de tu presencia amiga que acreciente el esfuerzo y nos bendiga. Amn. SALMODIA Ant. 1. El cielo y la tierra pasarn, mis palabras no pasarn, dice el Seor. Salmo 118, 81-88 Me consumo ansiando tu salvacin, y espero en tu palabra; mis ojos se consumen ansiando tus promesas, mientras digo: cundo me consolars? Estoy como un odre puesto al humo, pero no olvido tus leyes. Cuntos sern los das de tu siervo? Cundo hars justicia de mis perseguidores? Me han cavado fosas los insolentes, ignorando tu voluntad; todos tus mandatos son leales, sin razn me persiguen, protgeme. Casi dieron conmigo en la tumba, pero yo no abandon tus decretos; por tu bondad dame vida, para que observe los preceptos de tu boca. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Ant. El cielo y la tierra pasarn, mis palabras no pasarn, dice el Seor. Ant. 2. T eres, Seor, mi refugio y mi bastin contra el enemigo. Salmo 60 -ORACIN DE UN DESTERRADO Dios mo, escucha mi clamor, atiende a mi splica; te invoco desde el confn de la tierra con el corazn abatido: llvame a una roca inaccesible, porque t eres mi refugio y mi bastin contra el enemigo.

Habitar siempre en tu morada, refugiado al amparo de tus alas; porque t, oh Dios!, escuchars mis deseos y me dars la heredad de los que veneran tu nombre. Aade das a los das del rey, que sus aos alcancen varias generaciones; que reine siempre en presencia de Dios, que tu gracia y tu lealtad le hagan guardia. Yo taer siempre en tu honor, e ir cumpliendo mis votos da tras da. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Ant. T eres, Seor, mi refugio y mi bastin contra el enemigo. Ant. 3. Protege mi vida, Seor, del terrible enemigo. Salmo 63 -SPLICA CONTRA LOS ENEMIGOS Escucha, oh Dios!, la voz de mi lamento, protege mi vida del terrible enemigo; escndeme de la conjura de los perversos y del motn de los malhechores: afilan sus lenguas como espadas y disparan como flechas palabras venenosas, para herir a escondidas al inocente, para herirlo por sorpresa y sin riesgo. Se animan al delito, calculan cmo esconder trampas, y dicen: Quin lo descubrir? Inventan maldades y ocultan sus invenciones, porque su mente y su corazn no tienen fondo. Pero Dios los acribilla a flechazos, por sorpresa los cubre de heridas; su misma lengua los lleva a la ruina, y los que lo ven menean la cabeza. Todo el mundo se atemoriza, proclama la obra de Dios y medita sus acciones. El justo se alegra con el Seor, se refugia en l, y se felicitan los rectos de corazn. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Ant. Protege mi vida, Seor, del terrible enemigo.

LECTURA BREVE 1R 2, 2b-3 Esfurzate y s hombre. S fiel al Seor tu Dios marchando por sus caminos, guardando sus mandamientos, sus leyes y sus preceptos, como estn escritos en la ley de Moiss, para que seas afortunado en cuanto hicieras y dondequiera que vayas. V. Guame, Seor, por la senda de tus mandatos. R. Porque ella es mi gozo. ORACIN OREMOS, Seor, fuego ardiente de amor eterno, haz que, inflamados en tu amor, te a memos a ti sobre todas las cosas y a nuestro prjimo por amor tuyo. Por Cristo nue stro Seor. Amn CONCLUSIN V. Bendigamos al Seor. R. Demos gracias a Dios. HORA NONA V. Dios mo, ven en mi auxilio R. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Al eluya. Himno: FUNDAMENTO DE TODO LO QUE EXISTE Fundamento de todo lo que existe, de tu pueblo elegido eterna roca, de los tiempos Seor, que prometiste dar tu vigor al que con fe te invoca. Mira al hombre que es fiel y no te olvida, tu Espritu, tu paz hganlo fuerte para amarte y servirte en esta vida y gozarte despus de santa muerte. Jess, Hijo del Padre, ven aprisa en este atardecer que se avecina, serena claridad y dulce brisa ser tu amor que todo lo domina. Amn. SALMODIA Ant. 1. El Seor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. Salmo 125 -DIOS, ALEGRA Y ESPERANZA NUESTRA. Cuando el Seor cambi la suerte de Sin, nos pareca soar: la boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares. Hasta los gentiles decan: El Seor ha estado grande con ellos. El Seor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. Que el Seor cambie nuestra suerte como los torrentes del Negueb. Los que sembraban con lgrimas cosechan entre cantares.

Al ir, iban llorando, llevando la semilla; al volver, vuelven cantando, trayendo sus gavillas. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Ant. El Seor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. Ant. 2. El Seor nos construya la casa y nos guarde la ciudad. Salmo 126 -EL ESFUERZO HUMANO ES INTIL SIN DIOS. Si en si en el Seor no construye la casa, vano se cansan los albailes; el Seor no guarda la ciudad, vano vigilan los centinelas.

Es intil que madruguis, que velis hasta muy tarde, los que comis el pan de vuestros sudores: Dios lo da a sus amigos mientras duermen! La herencia que da el Seor son los hijos; una recompensa es el fruto de las entraas: son saetas en mano de un guerrero los hijos de la juventud. Dichoso el hombre que llena con ellas su aljaba: no quedar derrotado cuando litigue con su adversario en la plaza. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Ant. El Seor nos construya la casa y nos guarde la ciudad. Ant. 3. Dichoso el que teme al Seor. Salmo 127 -PAZ DOMSTICA EN EL HOGAR DEL JUSTO Dichoso el que teme al Seor y sigue sus caminos! Comers del fruto de tu trabajo, sers dichoso, te ir bien; tu mujer, como una vid fecunda, en medio de tu casa; tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa: sta es la bendicin del hombre que teme al Seor. Que el Seor te bendiga desde Sin, que veas la prosperidad de Jerusaln

todos los das de tu vida; que veas a los hijos de tus hijos. Paz a Israel! Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Ant. Dichoso el que teme al Seor. LECTURA BREVE Jr 6, 16 Poneos en los caminos y mirad, preguntad a las sendas antiguas: Es ste el buen camino? Caminad por l, y hallaris reposo para vuestra alma. V. Tus preceptos son mi herencia perpetua. R. La alegra de mi corazn. ORACIN OREMOS, Escucha, Seor, nuestra oracin y danos la abundancia de tu paz, para que, p or intercesin de la santsima Virgen Mara, despus de haberte servido durante toda nue stra vida, podamos presentarnos ante ti sin temor alguno. Por Cristo nuestro Seor . Amn CONCLUSIN V. Bendigamos al Seor. R. Demos gracias a Dios. I VSPERAS DEL DOMINGO I DE ADVIENTO Oracin de la tarde V. Dios mo, ven en mi auxilio R. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Al eluya. Himno: STE ES EL TIEMPO EN QUE LLEGAS ste es el tiempo en que llegas, Esposo, tan de repente, que invitas a los que vel an y olvidas a los que duermen. Salen cantando a tu encuentro doncellas con ramos verdes y lmparas que guardaron copioso y claro el aceite. Cmo golpean las necias las puertas de tu banquete! Y cmo lloran a oscuras los ojos q ue no han de verte! Mira que estamos alerta, Esposo, por si vinieres, y est el corazn velando mientras los ojos se duermen. Danos un puesto a tu mesa, Amor que a la noche vienes, antes que la noche acabe y que la puerta se cierre. Amn. SALMODIA Ant. 1. Anunciad a los pueblos y decidles: Mirad, viene Dios, nuestro Salvador. Salmo 140, 1-9 -ORACIN ANTE EL PELIGRO Seor, te estoy llamando, ven de prisa, escucha mi voz cuando te llamo. Suba mi oracin como incienso en tu presencia, el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde. Coloca, Seor, una guardia en mi boca, un centinela a la puerta de mis labios; no dejes inclinarse mi corazn a la maldad, a cometer crmenes y delitos; ni que con los hombres malvados participe en banquetes. Que el justo me golpee, que el bueno me reprenda, pero que el ungento del impo no perfume mi cabeza;

yo opondr mi oracin a su malicia. Sus jefes cayeron despeados, aunque escucharon mis palabras amables; como una piedra de molino, rota por tierra, estn esparcidos nuestros huesos a la boca de la tumba. Seor, mis ojos estn vueltos a ti, en ti me refugio, no me dejes indefenso; gurdame del lazo que me han tendido, de la trampa de los malhechores. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Anunciad a los pueblos y decidles: Mirad, viene Dios, nuestro Salvador. Ant. 2. Mirad: el Seor vendr y todos sus santos vendrn con l; en aquel da habr una gran luz. Aleluya. Salmo 141 -ORACIN DEL HOMBRE ABANDONADO: TU ERES MI REFUGIO A voz en grito clamo al Seor, a voz en grito suplico al Seor; desahogo ante l mis afanes, expongo ante l mi angustia, mientras me va faltando el aliento. Pero t conoces mis senderos, y que en el camino por donde avanzo me han escondido una trampa. Me vuelvo a la derecha y miro: nadie me hace caso; no tengo adnde huir, nadie mira por mi vida. A ti grito, Seor; te digo: T eres mi refugio y mi heredad en el pas de la vida. Atiende a mis clamores, que estoy agotado; lbrame de mis perseguidores, que son ms fuertes que yo. Scame de la prisin, y dar gracias a tu nombre: me rodearn los justos cuando me devuelvas tu favor. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Mirad: el Seor vendr y todos sus santos vendrn con l; en aquel da habr una gran luz. Aleluya.

Ant. 3. Vendr el Seor con gran poder y lo contemplarn todos los hombres. Cntico: CRISTO, SIERVO DE DIOS, EN SU MISTERIO PASCUAL -Flp 2, 6-11 Cristo, a pesar de su condicin divina, no hizo alarde de su categora de Dios, al contrario, se anonad a s mismo, y tom la condicin de esclavo, pasando por uno de tantos. Y as, actuando como un hombre cualquiera, se rebaj hasta someterse incluso a la muerte y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levant sobre todo y le concedi el Nombre-sobre-todo-nombre; de modo que al nombre de Jess toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo y toda lengua proclame: Jesucristo es Seor, para gloria de Dios Padre. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Vendr el Seor con gran poder y lo contemplarn todos los hombres. LECTURA BREVE 1Ts 5,23-24 Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente y que todo vuestro ser espritu, alma y cuerpo-sea custodiado sin reproche hasta la Parusa de nuestro Seor Jesucristo. Fiel es a sus promesas el que os ha convocado; y l las cumplir. RESPONSORIO BREVE V. Mustranos, Seor, tu misericordia. R. Mustranos, Seor, tu misericordia. V. Y danos tu salvacin. R. Mustranos, Seor, tu misericordia. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. R. Mustranos, Seor, tu misericordia. CNTICO EVANGLICO Ant. Mirad: el Seor viene de lejos y su resplandor ilumina toda la tierra. Cntico de Mara. ALEGRA DEL ALMA EN EL SEOR Lc 1, 46-55 Proclama mi alma la grandeza del Seor, se alegra mi espritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillacin de su esclava. Desde ahora me felicitarn todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por m: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generacin en generacin. El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazn, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacos.

Auxilia a Israel, su siervo, acordndose de su misericordia -como lo haba prometido a nuestros padresen favor de Abraham y su descendencia por siempre. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Mirad: el Seor viene de lejos y su resplandor ilumina toda la tierra. PRECES Invoquemos a Cristo, alegra y jbilo de cuantos esperan su llegada, y digmosle: Ven, Seor, y no tardes ms. Esperamos alegres tu venida, ven, Seor Jess. T que existes antes de los tiempos, ven y salva a los que viven en el tiempo. T que creaste el mundo y a todos los que en l habitan, ven a restaurar la obra de tus manos. T que no despreciaste nuestra naturaleza mortal, ven y arrncanos del dominio de la muerte. T que viniste para que tuviramos vida abundante, ven y danos tu vida eterna. Se pueden aadir algunas intenciones libres. T que quieres congregar a todos los hombres en tu reino, ven y rene a cuantos dese an contemplar tu rostro. Pidamos ahora con grande confianza la venida del reino de Dios, con las palabras que Cristo nos ense: Padre nuestro... ORACIN Seor, despierta en tus fieles el deseo de prepararse a la venida de Cristo por la prctica de las buenas obras, para que, colocados un da a su derecha, merezcan pos eer el reino celestial. Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina co ntigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amn. CONCLUSIN V. El Seor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amn. COMPLETAS (Oracin antes del descanso nocturno) INVOCACIN INICIAL V. Dios mo, ven en mi auxilio R. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Al eluya. EXAMEN DE CONCIENCIA Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados.

Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisin: por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa Mara, siempre Virgen, a los ngeles, a los santos y a vosotros, hermanos, que intercedis por m ante Dios, nuestro Seor. V. El Seor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. R. Amn. Himno: CUANDO LA LUZ DEL SOL ES YA PONIENTE Cuando la luz del sol es ya poniente, gracias, Seor, es nuestra meloda; recibe, co mo ofrenda, amablemente, nuestro dolor, trabajo y alegra. Si poco fue el amor en nuestro empeo de darle vida al da que fenece, convierta en realidad lo que fue un sueo tu gran amor que todo lo engrandece. Tu cruz, Seor, redime nuestra suerte de pecadora en justa, e ilumina la senda de la vida y de la muerte del hombre que en la fe lucha y camina. Jess, Hijo del Padre, cuando avanza la noche oscura sobre nuestro da, concdenos la paz y la esperanza de esperar cada noche tu gran da. Amn. SALMODIA Ant. 1. Ten piedad de m, Seor, y escucha mi oracin. Salmo 4 -ACCIN DE GRACIAS. Escchame cuando te invoco, Dios, defensor mo; t que en el aprieto me diste anchura, ten piedad de m y escucha mi oracin. Y vosotros, hasta cundo ultrajaris mi honor, amaris la falsedad y buscaris el engao? Sabedlo: el Seor hizo milagros en mi favor, y el Seor me escuchar cuando lo invoque. Temblad y no pequis, reflexionad en el silencio de vuestro lecho; ofreced sacrificios legtimos y confiad en el Seor. Hay muchos que dicen: Quin nos har ver la dicha, si la luz de tu rostro ha huido de nosotros? Pero t, Seor, has puesto en mi corazn ms alegra que si abundara en trigo y en vino.

En paz me acuesto y en seguida me duermo, porque t slo, Seor, me haces vivir tranquilo. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Ten piedad de m, Seor, y escucha mi oracin. Ant. 2. Durante la noche, bendecid al Seor. Salmo 133 -ORACIN VESPERTINA EN EL TEMPLO Y ahora bendecid al Seor, los siervos del Seor, los que pasis la noche en la casa del Seor: Levantad las manos hacia el santuario, y bendecid al Seor. El Seor te bendiga desde Sin: el que hizo cielo y tierra. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Durante la noche, bendecid al Seor. LECTURA BREVE Dt 6,4-7 Escucha, Israel: El Seor, nuestro Dios, es solamente uno. Amars al Seor, tu Dios, c on todo el corazn, con toda el alma, con todas las fuerzas. Las palabras que hoy te digo quedarn en tu memoria; se las repetirs a tus hijos y hablars de ellas estan do en casa y yendo de camino, acostado y levantado. RESPONSORIO BREVE V. En tus manos, Seor, encomiendo mi espritu. R. En tus manos, Seor, encomiendo mi espritu. V. T, el Dios leal, nos librars. R. Te encomiendo mi espritu. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. R. En tus manos, Seor, encomiendo mi espritu. CNTICO EVANGLICO Ant. Slvanos, Seor, despiertos, protgenos mientras dormimos, para que velemos con C risto y descansemos en paz. CNTICO DE SIMEN Lc 2, 29-32 Ahora, Seor, segn tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los p ueblos luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Slvanos, Seor, despiertos, protgenos mientras dormimos, para que velemos con C risto y descansemos en paz. ORACIN OREMOS, Gurdanos, Seor, durante esta noche y haz que maana, ya al clarear el nuevo da, la celebracin del domingo nos llene con la alegra de la resurreccin de tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amn BENDICIN V. El Seor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte. R. Amn. ANTFONA FINAL DE LA SANTSIMA VIRGEN Madre del Redentor, Virgen fecunda, puerta del cielo siempre abierta, estrella d el mar, ven a librar al pueblo que tropieza y se quiere levantar. Ante la admiracin de cielo y tierra, engendraste a tu santo Creador, y permaneces siempre virgen. Recibe el saludo del ngel Gabriel, y ten piedad de nosotros, pecadores.

TIEMPO DE ADVIENTO DOMINGO DE LA SEMANA I Del propio del Tiempo. Salterio I 2 de diciembre OFICIO DE LECTURA Si el Oficio de Lectura es la primera oracin del da: V. Seor abre mis labios R. Y mi boca proclamar tu alabanza Se aade el Salmo del Invitatorio con la siguiente antfona: Ant. Al Rey que viene, al Seor que se acerca, venid, adormosle. Si antes del Oficio de lectura se ha rezado ya alguna otra Hora: V. Dios mo, ven en mi auxilio R. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Al eluya. Himno: VERBO QUE DEL CIELO BAJAS Verbo que del cielo bajas, Luz del Padre que, naciendo, socorres al mundo msero con el correr de los tiempos: Ilumina el corazn, quema de amor nuestro pecho, y borren tus enseanzas tantos deslices y yerros, para que, como juez castigues y corones Que por mas nos cuando regreses de nuestros hechos, el mal oculto a los buenos.

la maldad no nos lance nuestras culpas al fuego, felices moradores veamos en tu reino.

A Dios Padre y a su Hijo gloria y honor tributemos, y al Espritu Parclito, por los siglos sempiternos. Amn. SALMODIA Ant. 1. Mirad, viene ya el Rey excelso, con gran poder, para salvar a todos los pueblos. Aleluya. Salmo 1 -LOS DOS CAMINOS DEL HOMBRE Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impos, ni entra por la senda de los pecadores, ni se sienta en la reunin de los cnicos; sino que su gozo es la ley del Seor, y medita su ley da y noche. Ser como un rbol plantado al borde de la acequia: da fruto a su tiempo y no se marchitan sus hojas;

y cuanto emprende tiene buen fin. No as los impos, no as; sern paja que arrebata el viento. En el juicio los impos no se levantarn, ni los pecadores en la asamblea de los justos; porque el Seor protege el camino de los justos, pero el camino de los impos acaba mal. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Mirad, viene ya el Rey excelso, con gran poder, para salvar a todos los pueblos. Aleluya. Ant. 2. Algrate y goza, hija de Jerusaln: mira a tu Rey que viene. No temas, Sin, tu salvacin est cerca. Salmo 2 -EL MESAS, REY VENCEDOR. Por qu se amotinan las naciones, y los pueblos planean un fracaso? Se alan los reyes de la tierra, los prncipes conspiran contra el Seor y contra su Mesas: rompamos sus coyundas, sacudamos su yugo. El que habita en el cielo sonre, el Seor se burla de ellos. Luego les habla con ira, los espanta con su clera: yo mismo he establecido a mi Rey en Sin, mi monte santo. Voy a proclamar el decreto del Seor; l me ha dicho: T eres mi hijo: yo te he engendrado hoy. Pdemelo: te dar en herencia las naciones, en posesin los confines de la tierra: los gobernars con cetro de hierro, los quebrars como jarro de loza. Y ahora, reyes, sed sensatos; escarmentad los que regs la tierra: servid al Seor con temor, rendidle homenaje temblando; no sea que se irrite, y vayis a la ruina, porque se inflama de pronto su ira. Dichosos los que se refugian en l! Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Algrate y goza, hija de Jerusaln: mira a tu Rey que viene. No temas, Sin, tu salvacin est cerca.

Ant. 3. Salgamos con corazn limpio a recibir al Rey supremo, porque est para venir y no tardar. Salmo 3 -CONFIANZA EN MEDIO DE LA ANGUSTIA. Seor, cuntos son mis enemigos, cuntos se levantan contra m; cuntos dicen de m: ya no lo protege Dios. Pero t, Seor, eres mi escudo y mi gloria, t mantienes alta mi cabeza. Si grito invocando al Seor, l me escucha desde su monte santo. Puedo acostarme y dormir y despertar: el Seor me sostiene. No temer al pueblo innumerable que acampa a mi alrededor. Levntate, Seor; slvame, Dios mo: t golpeaste a mis enemigos en la mejilla, rompiste los dientes de los malvados. De ti, Seor, viene la salvacin y la bendicin sobre tu pueblo. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Salgamos con corazn limpio a recibir al Rey supremo, porque est para venir y no tardar. V. Levantaos, alzad la cabeza. R. Se acerca vuestra liberacin. PRIMERA LECTURA Del libro del profeta Isaas 6, 1-13 VOCACIN DE ISAAS El ao de la muerte del rey Ozas vi al Seor sentado sobre un trono alto y excelso: l a orla de su manto llenaba el templo. Y vi serafines de pie junto a l, cada uno c on seis alas: con dos alas se cubran el rostro, con dos alas se cubran el cuerpo, con dos alas se cernan. Y se gritaban el uno hacia el otro, diciendo: Santo, santo, santo es el Seor de los ejrcitos, llena est la tierra de su gloria! y te mblaban las jambas de las puertas al clamor de su voz, y el templo estaba lleno de humo. Yo dije: Ay de m, estoy perdido! Yo, hombre de labios impuros, que habito en medio de un pue blo de labios impuros, he visto con mis ojos al Rey y Seor de los ejrcitos. y vol ha cia m uno de los serafines, con un ascua en la mano, que haba tomado del altar con unas tenazas; la aplic a mi boca y me dijo: Mira: esto ha tocado tus labios, ha desaparecido tu culpa, est perdonado tu pecado . Entonces escuch la voz del Seor, que deca: A quin mandar? Quin ir de parte ma? Yo contest: Aqu estoy, mndame. l replic: Ve y di a ese pueblo: "Od con vuestros odos, sin entender; mirad con vuestros ojos, sin comprender."Embota el corazn de ese pueblo, endurece su odo, ciega sus ojos: que sus ojos no vean, que sus odos no oigan, que su corazn no entienda, que no se convierta ni sane. Yo pregunt: Hasta cundo, Seor? y l me contest: Hasta que queden las ciudades sin habitantes, las casas sin vecinos, los campos d

esolados. Porque el Seor alejar a los hombres, y crecer el abandono en el pas. y si queda en l uno de cada diez, de nuevo sern destrozados, como una encina o un roble que, al talarlos, dejan slo un tocn. Este tocn, sin embargo, ser semilla santa . RESPONSORIO Cf. Ex 3, 4. 7. 13; Sal 79, 2 R. Por favor, Seor: mira la opresin de tu pueblo y enva al que te propones mandar; * ven a salvarnos, como lo has prometido. V. Pastor de Israel, escucha, t que guas a Jos como a un rebao; t que te sientas sobr e querubines. R. Ven a salvarnos, como lo has prometido. SEGUNDA LECTURA De las catequesis de San Cirilo de Jerusaln, obispo (Catequesis 1 5, 1-3: PG 33, 870-874) LAS DOS VENIDAS DE CRISTO Os anunciamos la venida de Cristo, y no slo una, sino tambin una segunda que ser si n duda mucho ms gloriosa que la primera. La primera se realiz en el sufrimiento, l a segunda traer consigo la corona del reino. Porque en nuestro Seor Jesucristo casi todo presenta una doble dimensin. Doble fue su nacimiento: uno, de Dios, antes de todos los siglos; otro, de la Virgen, en la plenitud de los tiempos. Doble su venida: una en la oscuridad y calladamente, como lluvia sobre el csped; la segunda, en el esplendor de su gloria, que se rea lizar en el futuro. En la primera venida fue envuelto en paales y recostado en un pesebre; en la segu nda aparecer vestido de luz. En la primera sufri la cruz, pasando por encima de su ignominia; en la segunda vendr lleno de poder y de gloria, rodeado de todos los n geles. Por lo tanto, no nos detengamos slo en la primera venida, sino esperemos ansiosam ente la segunda. Y as como en la primera dijimos: Bendito el que viene en nombre del Seor, en la segunda repetiremos lo mismo cuando, junto con los ngeles, salgamo s a su encuentro y lo aclamemos adorndolo y diciendo de nuevo: Bendito el que vie ne en nombre del Seor. Vendr el Salvador no para ser nuevamente juzgado, sino para convocar a juicio a q uienes lo juzgaron a l. El que la primera vez se call mientras era juzgado dir ento nces a los malvados que durante la crucifixin lo insultaron: Esto hicisteis y cal l. En aquel tiempo vino para cumplir un designio de amor, enseando y persuadiendo a los hombres con dulzura; pero al final de los tiempos -lo quieran o no-necesaria mente tendrn que someterse a su reinado. De estas dos venidas habla el profeta Malaquas: Pronto entrar en el santuario el S eor a quien vosotros buscis. Esto lo dice de su primera venida. Y de la otra dice: El mensajero de la alianza que vosotros deseis: he aqu que vien e -dice el Seor de los ejrcitos-. Quin podr resistir el da de su venida?, quin quedar pie cuando aparezca? Ser como un fuego de fundidor, como leja de lavandero: se sen tar como un fundidor que refina la plata. Pablo, en su carta a Tito, nos habla tambin de las dos venidas con estas palabras : Dios ha hecho aparecer a la vista de todos los hombres la gracia que nos trae la salud; y nos ensea a vivir con sensatez, justicia y religiosidad en esta vida, desechando la impiedad y las ambiciones del mundo, y aguardando la feliz espera nza y la manifestacin de la gloria del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo. Mira cmo nos muestra la primera venida, por la cual da gracias, y la segunda, que esperamos. Por eso la fe que hemos recibido por tradicin nos ensea a creer en aquel que subi a los cielos y est sentado a la derecha del Padre. Y de nuevo vendr con gloria, par a juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendr fin. Vendr, por tanto, nuestro Seor Jesucristo desde el cielo, vendr glorioso en el ltimo da. Y entonces ser la consumacin de este mundo, y este mundo, que fue creado al pr incipio, ser totalmente renovado. RESPONSORIO Cf. Sal 48, 3; 79, 2; 23, 7. 9 R. He aqu que veo venir a lo lejos el poder de Dios y una niebla que cubre toda l a tierra. * Id a su encuentro y preguntadle: * Dinos si t eres el que esperamos, * el que ha de reinar en el pueblo de Israel.

V. Plebeyos y nobles, ricos y pobres, R. Id a su encuentro y preguntadle: V. Pastor de Israel, escucha, t que guas a Jos como a un rebao: R. Dinos si t eres el que esperamos. V. Portones!, alzad los dinteles, levantaos, puertas antiguas: va a entrar el Rey de la gloria. R. El que ha de reinar en el pueblo de Israel. V. He aqu que veo venir a lo lejos el poder de Dios y una niebla que cubre toda l a tierra. * Id a su encuentro y preguntadle: * Dinos si t eres el que esperamos, * el que ha de reinar en el pueblo de Israel. Himno: SEOR, DIOS ETERNO Seor, Dios eterno, alegres te cantamos, a ti nuestra alabanza, a ti, Padre del cielo, te aclama la creacin. Postrados ante ti, los ngeles te adoran y cantan sin cesar: Santo, santo, santo es el Seor, Dios del universo; llenos estn el cielo y la tierra de tu gloria. A ti, Seor, te alaba el coro celestial de los apstoles, la multitud de los profetas te enaltece, y el ejrcito glorioso de los mrtires te aclama. A ti la Iglesia santa, por todos los confines extendida, con jbilo te adora y canta tu grandeza: Padre, infinitamente santo, Hijo eterno, unignito de Dios, santo Espritu de amor y de consuelo. Oh Cristo, t eres el Rey de la gloria, t el Hijo y Palabra del Padre, t el Rey de toda la creacin. T, para salvar al hombre, tomaste la condicin de esclavo en el seno de una virgen. T destruiste la muerte y abriste a los creyentes las puertas de la gloria. T vives ahora, inmortal y glorioso, en el reino del Padre. T vendrs algn da, como juez universal. Mustrate, pues, amigo y defensor de los hombres que salvaste. Y recbelos por siempre all en tu reino, con tus santos y elegidos. La parte que sigue puede omitirse, si se cree oportuno. Salva a tu pueblo, Seor,

y bendice a tu heredad. S su pastor, y gualos por siempre. Da tras da te bendeciremos y alabaremos tu nombre por siempre jams. Dgnate, Seor, guardarnos de pecado en este da. Ten piedad de nosotros, Seor, ten piedad de nosotros. Que tu misericordia, Seor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. A ti, Seor, me acojo, no quede yo nunca defraudado. ORACIN. OREMOS, Seor, despierta en tus fieles el deseo de prepararse a la venida de Cristo por la prctica de las buenas obras, para que, colocados un da a su derecha, merezcan poseer el reino celestial. Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amn CONCLUSIN V. Bendigamos al Seor. R. Demos gracias a Dios. LAUDES (Oracin de la maana) INVOCACIN INICIAL V. Seor, abre mis labios R. Y mi boca proclamar tu alabanza. INVITATORIO Ant. Al Rey que viene, al Seor que se acerca, venid, adormosle. Salmo 94 INVITACIN A LA ALABANZA DIVINA Venid, aclamemos al Seor, demos vtores a la Roca que nos salva; entremos a su pres encia dndole gracias, aclamndolo con cantos. Porque el Seor es un Dios grande, soberano de todos los dioses: tiene en su mano las simas de la tierra, son suyas las cumbres de los montes; suyo es el mar, porque l lo hizo, la tierra firme que modelaron sus manos. Venid, postrmonos por tierra, bendiciendo al Seor, creador nuestro. Porque l es nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el rebao que l gua. Ojal escuchis hoy su voz:

No endurezcis el corazn como en Merib, como el da de Mas en el desierto; cuando vuestros padres me pusieron a prueba y dudaron de m, aunque haban visto mis obras. Durante cuarenta aos aquella generacin me repugn, y dije: Es un pueblo de corazn extraviado, que no reconoce mi camino; por eso he jurado en mi clera que no entrarn en mi descanso Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Himno: UNA CLARA VOZ RESUENA. Una clara voz resuena que las tinieblas repudia, el sueo pesado ahuyntase, Cristo en el cielo fulgura. Despierte el alma adormida y sus torpezas sacuda, que para borrar los males un astro nuevo relumbra. De arriba llega el Cordero que ha de lavar nuestras culpas; con lgrimas imploremos el perdn que nos depura, porque en su nueva venida que aterroriza y conturba, no tenga que castigarnos, ms con piedad nos acuda. Al Padre eterno la gloria, loor al Hijo en la altura, y al Espritu Parclito por siempre alabanza suma. Amn. SALMODIA Ant. 1. Aquel da los montes destilarn dulzura y las colinas manarn leche y miel. Aleluya. SALMO 62, 2-9 -EL ALMA SEDIENTA DE DIOS Oh Dios!, t eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma est sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua. Cmo te contemplaba en el santuario viendo tu fuerza y tu gloria! Tu gracia vale ms que la vida, te alabarn mis labios.

Toda mi vida te bendecir y alzar las manos invocndote. Me saciar de manjares exquisitos, y mis labios te alabarn jubilosos. En el lecho me acuerdo de ti y velando medito en ti, porque fuiste mi auxilio, y a la sombra de tus alas canto con jbilo; mi alma est unida a ti, y tu diestra me sostiene. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Aquel da los montes destilarn dulzura y las colinas manarn leche y miel. Aleluya. Ant. 2. Los montes y las colinas aclamarn en presencia del Seor y los rboles del bosque aplaudirn, porque viene el Seor y reinar eternamente. Aleluya. Cntico: TODA LA CREACIN ALABE AL SEOR -Dn 3, 57-88. 56 Creaturas todas del Seor, bendecid al Seor, ensalzadlo con himnos por los siglos. ngeles del Seor, bendecid al Seor; cielos, bendecid al Seor. Aguas del espacio, bendecid al Seor; ejrcitos del Seor, bendecid al Seor. Sol y luna, bendecid al Seor; astros del cielo, bendecid al Seor. Lluvia y roco, bendecid al Seor; vientos todos, bendecid al Seor. Fuego y calor, bendecid al Seor; fros y heladas, bendecid al Seor. Rocos y nevadas, bendecid al Seor; tmpanos y hielos, bendecid al Seor. Escarchas y nieves, bendecid al Seor; noche y da, bendecid al Seor. Luz y tinieblas, bendecid al Seor; rayos y nubes, bendecid al Seor. Bendiga la tierra al Seor, enslcelo con himnos por los siglos. Montes y cumbres, bendecid al Seor; cuanto germina en la tierra, bendiga al Seor. Manantiales, bendecid al Seor; mares y ros, bendecid al Seor.

Cetceos y peces, bendecid al Seor; aves del cielo, bendecid al Seor. Fieras y ganados, bendecid al Seor, ensalzadlo con himnos por los siglos. Hijos de los hombres, bendecid al Seor; bendiga Israel al Seor. Sacerdotes del Seor, bendecid al Seor; siervos del Seor, bendecid al Seor. Almas y espritus justos, bendecid al Seor; santos y humildes de corazn, bendecid al Seor. Ananas, Azaras y Misael, bendecid al Seor, ensalzadlo con himnos por los siglos. Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espritu Santo, ensalcmoslo con himnos por los siglos. Bendito el Seor en la bveda del cielo, alabado y glorioso y ensalzado por los sigl os. No se dice Gloria al Padre. Ant. Los montes y las colinas aclamarn en presencia del Seor y los rboles del bosque aplaudirn, porque viene el Seor y reinar eternamente. Aleluya. Ant. 3. Vendr el gran profeta y renovar Jerusaln. Aleluya. Salmo 149 -ALEGRA DE LOS SANTOS Cantad al Seor un cntico nuevo, resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; que se alegre Israel por su Creador, los hijos de Sin por su Rey. Alabad su nombre con danzas, cantadle con tambores y ctaras; porque el Seor ama a su pueblo y adorna con la victoria a los humildes. Que los fieles festejen su gloria y canten jubilosos en filas: con vtores a Dios en la boca y espadas de dos filos en las manos: para tomar venganza de los pueblos y aplicar el castigo a las naciones, sujetand o a los reyes con argollas, a los nobles con esposas de hierro. Ejecutar la sentencia dictada es un honor para todos sus fieles. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Vendr el gran profeta y renovar Jerusaln. Aleluya. LECTURA BREVE Rm 13, 11b-12 Ya es hora que despertis del sueo, pues la salud est ahora ms cerca que cuando abraz amos la fe. La noche va pasando, el da est encima; desnudmonos, pues, de las obras de las tinieblas y vistmonos de las armas de la luz. RESPONSORIO BREVE V. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. R. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. V. T que has de venir al mundo. R. Ten piedad de nosotros. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. R. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. CNTICO EVANGLICO Ant. El Espritu Santo descender sobre ti, Mara; no temas, concebirs en tu seno al Hijo de Dios. Aleluya.

Cntico de Zacaras. EL MESAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79 Bendito sea el Seor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo. suscitndonos una fuerza de salvacin en la casa de David, su siervo, segn lo haba predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas: Es la salvacin que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; ha realizado as la misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza y el juramento que jur a nuestro padre Abraham. Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros das. Y a ti, nio, te llamarn Profeta del Altsimo, porque irs delante del Seor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvacin, el perdn de sus pecados. Por la entraable misericordia de nuestro Dios, nos visitar el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tiniebla y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. El Espritu Santo descender sobre ti, Mara; no temas, concebirs en tu seno al Hijo de Dios. Aleluya. PRECES Oremos a Dios Padre, que nos concede la gracia de esperar la revelacin de nuestro Seor Jesucristo, y digmosle confiados: Mustranos, Seor, tu misericordia. Santifica, Seor, todo nuestro ser, alma y cuerpo, y gurdanos libres de culpa hasta el da de la venida de tu Hijo. Haz que durante este da caminemos en santidad y llevemos una vida justa y religiosa. Haz que nos revistamos de nuestro Seor Jesucristo y que nos llenemos del Espritu Santo. Concdenos, Seor, que vivamos siempre preparados para el da de la manifestacin gloriosa de tu Hijo.

Se pueden aadir algunas intenciones libres. Como nos ense el Salvador, nos atrevemos a decir: Padre nuestro... ORACIN Seor, despierta en tus fieles el deseo de prepararse a la venida de Cristo por la prctica de las buenas obras, para que, colocados un da a su derecha, merezcan pos eer el reino celestial. Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina co ntigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amn. CONCLUSIN V. El Seor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amn. HORA TERCIA V. Dios mo, ven en mi auxilio R. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Al eluya. Himno: OH SANTO ESPRITU, QUE CON EL PADRE Oh Santo Espritu, que con el Padre y el Hijo eres un solo Dios eterno: dgnate ya bajar hasta nosotros y entrar y derramarte en nuestros pechos. Que la mente, la lengua y el sentido den testimonio de tu nombre excelso, y que las llamas del amor despunten, y que al prjimo abrasen con su fuego. Escchanos, oh Padre piadossimo, y haz que se cumpla nuestro buen deseo, t que reinas sin tiempo con tu Hijo Jesucristo y el Santo Paracleto. Amn. SALMODIA Ant. Los profetas anunciaron que el Salvador nacera de Mara Virgen. Salmo 117 I -HIMNO DE ACCIN DE GRACIAS DESPUS DE LA VICTORIA. Dad gracias al Seor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Diga la casa de Israel: eterna es su misericordia. Diga la casa de Aarn: eterna es su misericordia. Digan los fieles del Seor: eterna es su misericordia. En el peligro grit al Seor, y me escuch, ponindome a salvo.

El Seor est conmigo: no temo; qu podr hacerme el hombre? El Seor est conmigo y me auxilia, ver la derrota de mis adversarios. Mejor es refugiarse en el Seor que fiarse de los hombres, mejor es refugiarse en el Seor que confiar en los magnates. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Salmo 117 II Todos los pueblos me rodeaban, en el nombre del Seor los rechac; me rodeaban cerrando el cerco, en el nombre del Seor los rechac; me rodeaban como avispas, ardiendo como fuego en las zarzas, en el nombre del Seor los rechac. Empujaban y empujaban para derribarme, pero el Seor me ayud; el Seor es mi fuerza y mi energa, l es mi salvacin. Escuchad: hay cantos de victoria en las tiendas de los justos: La diestra del Seor es poderosa, la diestra del Seor es excelsa, la diestra del Seor es poderosa. No he de morir, vivir para contar las hazaas del Seor. Me castig, me castig el Seor, pero no me entreg a la muerte. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Salmo 117 III Abridme las puertas del triunfo, y entrar para dar gracias al Seor. Esta es la puerta del Seor: los vencedores entrarn por ella. Te doy gracias porque me escuchaste y fuiste mi salvacin. La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Seor quien lo ha hecho,

ha sido un milagro patente. ste es el da en que actu el Seor: sea nuestra alegra y nuestro gozo. Seor, danos la salvacin; Seor, danos prosperidad. Bendito el que viene en nombre del Seor, os bendecimos desde la casa del Seor; el Seor es Dios: l nos ilumina. Ordenad una procesin con ramos hasta los ngulos del altar. T eres mi Dios, te doy gracias; Dios mo, yo te ensalzo. Dad gracias al Seor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Ant. Los profetas anunciaron que el Salvador nacera de Mara Virgen. LECTURA BREVE Rm 13, 13-14a Andemos como en pleno da, con dignidad. No andemos en comilonas y borracheras, ni en deshonestidad ni lujuria, ni en rias ni envidias; sino revestos de Jesucristo, el Seor. V. Los gentiles temern tu nombre, Seor. R. Los reyes del mundo tu gloria. ORACIN OREMOS, Seor, despierta en tus fieles el deseo de prepararse a la venida de Crist o por la prctica de las buenas obras, para que, colocados un da a su derecha, mere zcan poseer el reino celestial. Por Cristo nuestro Seor. Amn CONCLUSIN V. Bendigamos al Seor. R. Demos gracias a Dios. HORA SEXTA V. Dios mo, ven en mi auxilio R. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Al eluya. Himno: CUANDO LA LUZ DEL DA EST EN SU CUMBRE Cuando la luz del da est en su cumbre, eres, Seor Jess, luz y alegra de quienes en la fe y en la esperanza celebran ya la fiesta de la Vida. Eres resurreccin, palabra y prenda de ser y de vivir eternamente; sembradas de esperanzas nuestras vidas, sern en ti cosecha para siempre. Ven ya, Seor Jess, Salvador nuestro,

de tu radiante luz llena este da, camino de alegra y de esperanza, cabal acontecer de nueva vida. Concdenos, por tu Hijo vivir ahora haciendo de SALMODIA Ant. El ngel Gabriel salud a Mara, diciendo: Algrate, llena de gracia, el Seor est contigo, bendita t entre las mujeres. Salmo 122 -EL SEOR, ESPERANZA DEL PUEBLO A ti levanto mis ojos, a ti que habitas en el cielo. Como estn los ojos de los esclavos fijos en las manos de sus seores, como estn los ojos de la esclava fijos en las manos de su seora, as estn nuestros ojos en el Seor, Dios nuestro, esperando su misericordia. Misericordia, Seor, misericordia, que estamos saciados de desprecios; nuestra alma est saciada del sarcasmo de los satisfechos, del desprecio de los orgullosos. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Salmo 123 -NUESTRO AUXILIO ES EL NOMBRE DEL SEOR Si el Seor no hubiera estado de nuestra parte -que lo diga Israel-, si el Seor no hubiera estado de nuestra parte, cuando nos asaltaban los hombres, nos habran tragado vivos: tanto arda su ira contra nosotros. Nos habran arrollado las aguas, llegndonos el torrente hasta el cuello; nos habran llegado hasta el cuello las aguas espumantes. Bendito el Seor, que no nos entreg como presa a sus dientes; hemos salvado la vida como un pjaro de la trampa del cazador: la trampa se rompi y escapamos. Nuestro auxilio es el nombre del Seor, que hizo el cielo y la tierra. oh Padre omnipotente, Jesucristo, hermano nuestro, el fuego de tu Espritu, esta tierra un cielo nuevo. Amn.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Salmo 124 -EL SEOR VELA POR SU PUEBLO. Los que confan en el Seor son como el monte Sin: no tiembla, est asentado para siempre. Jerusaln est rodeada de montaas, y el Seor rodea a su pueblo ahora y por siempre. No pesar el cetro de los malvados sobre el lote de los justos, no sea que los justos extiendan su mano a la maldad. Seor, concede bienes a los buenos, a los sinceros de corazn; y a los que se desvan por sendas tortuosas, que los rechace el Seor con los malhechores. Paz a Israel! Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Ant. El ngel Gabriel salud a Mara, diciendo: Algrate, llena de gracia, el Seor est contigo, bendita t entre las mujeres. LECTURA BREVE 1 Ts 3, 12-13 Que el Seor os haga aumentar y rebosar en amor de unos con otros y con todos, as como os amamos nosotros, para que conservis vuestros corazones intachables en santidad ante Dios, Padre nuestro, cuando venga nuestro Seor Jesucristo con todos sus santos. V. Acurdate de nosotros, Seor, por amor a tu pueblo. R. Vistanos con tu salvacin. ORACIN OREMOS, Seor, despierta en tus fieles el deseo de prepararse a la venida de Cristo por la prctica de las buenas obras, para que, colocados un da a su derecha , merezcan poseer el reino celestial. Por Cristo nuestro Seor. Amn CONCLUSIN V. Bendigamos al Seor. R. Demos gracias a Dios. HORA NONA V. Dios mo, ven en mi auxilio R. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Al eluya. Himno: OH DIOS, TENAZ VIGOR DE TODA COSA Oh Dios, tenaz vigor de toda cosa, que inmvil en ti mismo permaneces, y que el orden del tiempo determinas por medio de la luz que nace y muere. Dgnate concedernos, en la tarde,

Luz con que nuestra vida nunca cese, y haz que el bien infinito de la gloria siga a la gracia de una santa muerte. Glorificado seas, Jesucristo, nacido del ms puro y santo vientre, y que sean tambin glorificados el Padre y el Espritu por siempre. Amn. SALMODIA Ant. Mara dijo: Qu significa este saludo? Me quedo perpleja ante estas palabras de que dar a luz un Rey sin perder mi virginidad. Salmo 125 -DIOS, ALEGRA Y ESPERANZA NUESTRA. Cuando el Seor cambi la suerte de Sin, nos pareca soar: la boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares. Hasta los gentiles decan: El Seor ha estado grande con ellos. El Seor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. Que el Seor cambie nuestra suerte como los torrentes del Negueb. Los que sembraban con lgrimas cosechan entre cantares. Al ir, iban llorando, llevando la semilla; al volver, vuelven cantando, trayendo sus gavillas. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Salmo 126 -EL ESFUERZO HUMANO ES INTIL SIN DIOS. Si en si en el Seor no construye la casa, vano se cansan los albailes; el Seor no guarda la ciudad, vano vigilan los centinelas.

Es intil que madruguis, que velis hasta muy tarde, los que comis el pan de vuestros sudores: Dios lo da a sus amigos mientras duermen! La herencia que da el Seor son los hijos; una recompensa es el fruto de las entraas: son saetas en mano de un guerrero los hijos de la juventud. Dichoso el hombre que llena con ellas su aljaba: no quedar derrotado cuando litigue

con su adversario en la plaza. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Salmo 127 -PAZ DOMSTICA EN EL HOGAR DEL JUSTO Dichoso el que teme al Seor y sigue sus caminos! Comers del fruto de tu trabajo, sers dichoso, te ir bien; tu mujer, como una vid fecunda, en medio de tu casa; tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa: sta es la bendicin del hombre que teme al Seor. Que el Seor te bendiga desde Sin, que veas la prosperidad de Jerusaln todos los das de tu vida; que veas a los hijos de tus hijos. Paz a Israel! Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Ant. Mara dijo: Qu significa este saludo? Me quedo perpleja ante estas palabras de q ue dar a luz un Rey sin perder mi virginidad. LECTURA BREVE Cf. 2Ts 1, 6. 7. 10 Es justo a los ojos de Dios que a vosotros, los atribulados, os pague con descan so eterno, descanso que ser en nuestra compaa. Esto suceder el da de la revelacin de J ess, el Seor, cuando venga del cielo con los ngeles ejecutadores de su poder, cuand o venga aquel da para ser glorificado en sus santos y para ser la admiracin de los que han tenido fe. V. Ven, Seor, y no tardes. R. Perdona los pecados de tu pueblo. ORACIN OREMOS, Seor, despierta en tus fieles el deseo de prepararse a la venida de Crist o por la prctica de las buenas obras, para que, colocados un da a su derecha, mere zcan poseer el reino celestial. Por Cristo nuestro Seor. Amn CONCLUSIN V. Bendigamos al Seor. R. Demos gracias a Dios. II VSPERAS Oracin de la tarde V. Dios mo, ven en mi auxilio R. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Al eluya. Himno: JESUCRISTO, PALABRA DEL PADRE. Jesucristo, Palabra del Padre, luz eterna de todo creyente: ven, Seor, porque ya se hace tarde, ven y escucha la splica ardiente. Cuando el mundo dorma en tinieblas, en tu amor, t quisiste ayudarlo y trajiste, vi niendo a la tierra, esa vida que puede salvarlo. Ya madura la historia en promesas, slo anhela tu pronto regreso; si el silencio m

adura la espera, el amor no soporta el silencio. Con Mara, la Iglesia te aguarda con anhelos de esposa y de Madre y rene a sus hijos, los fieles, para juntos poder esperarte. Cuando vengas, Seor, en tu gloria, que podamos salir a tu encuentro y a tu lado vivamos por siempre, dando gracias al Padre en el reino. Amn. SALMODIA Ant. 1. Hija de Sin, algrate; salta de gozo, hija de Jerusaln. Aleluya. Salmo 109, 1-5. 7 -EL MESAS, REY Y SACERDOTE. Orculo del Seor a mi Seor: Sintate a mi derecha, y har de tus enemigos estrado de tus pies. Desde Sin extender el Seor el poder de tu cetro: somete en la batalla a tus enemigos. Eres prncipe desde el da de tu nacimiento, entre esplendores sagrados; yo mismo te engendr, como roco, antes de la aurora. El Seor lo ha jurado y no se arrepiente: T eres sacerdote eterno segn el rito de Melquisedec. El Seor a tu derecha, el da de su ira, quebrantar a los reyes. En su camino beber del torrente, por eso levantar la cabeza. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Hija de Sin, algrate; salta de gozo, hija de Jerusaln. Aleluya. Ant. 2. Vendr nuestro rey, Cristo, el Seor: el cordero de quien Juan anunci la venida. Salmo 113 A -ISRAEL LIBRADO DE EGIPTO; LAS MARAVILLAS DEL XODO. Cuando Israel sali de Egipto, los hijos de Jacob de un pueblo balbuciente, Jud fue su santuario, Israel fue su dominio. El mar, al verlos, huy, el Jordn se ech atrs; los montes saltaron como carneros;

las colinas, como corderos. Qu te pasa, mar, que huyes, y a ti, Jordn, que te echas atrs? Y a vosotros, montes, que saltis como carneros; colinas, que saltis como corderos? En presencia del Seor se estremece la tierra, en presencia del Dios de Jacob; que transforma las peas en estanques, el pedernal en manantiales de agua. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Vendr nuestro rey, Cristo, el Seor: el cordero de quien Juan anunci la venida. Ant. 3. Llego enseguida y traigo conmigo mi salario, para pagar a cada uno segn sus propias obras. Cntico: LAS BODAS DEL CORDERO -Cf. Ap 19,1-2, 5-7 El cntico siguiente se dice con todos los Aleluya intercalados cuando el oficio e s cantado. Cuando el Oficio se dice sin canto es suficiente decir el Aleluya slo al principio y al final de cada estrofa. Aleluya. La salvacin y la gloria y el poder son de nuestro Dios (R. Aleluya) porque sus juicios son verdaderos y justos. R. Aleluya, (aleluya). Aleluya. Alabad al Seor sus siervos todos. (R. Aleluya) Los que le temis, pequeos y grandes. R. Aleluya, (aleluya). Aleluya. Porque reina el Seor, nuestro Dios, dueo de todo. (R.

Aleluya) Alegrmonos y gocemos y dmosle gracias. R. Aleluya, (aleluya). Aleluya. Lleg la boda del cordero. (R. Aleluya) Su esposa se ha embellecido. R. Aleluya, (aleluya).

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Llego enseguida y traigo conmigo mi salario, para pagar a cada uno segn sus propias obras. LECTURA BREVE Flp 4, 4-5 Estad siempre alegres en el Seor. Otra vez os lo digo: Estad alegres. Que vuestra bondad sea conocida de todos. El Seor est cerca. RESPONSORIO BREVE V. Mustranos, Seor, tu misericordia. R. Mustranos, Seor, tu misericordia. V. Y danos tu salvacin. R. Mustranos, Seor, tu misericordia. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. R. Mustranos, Seor, tu misericordia. CNTICO EVANGLICO Ant. No temas, Mara, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirs en tu seno y dars a luz un hijo. Aleluya. Cntico de Mara. ALEGRA DEL ALMA EN EL SEOR Lc 1, 46-55 Proclama mi alma la grandeza del Seor, se alegra mi espritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillacin de su esclava. Desde ahora me felicitarn todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por m: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generacin en generacin. El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazn, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacos.

Auxilia a Israel, su siervo, acordndose de su misericordia -como lo haba prometido a nuestros padresen favor de Abraham y su descendencia por siempre. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. No temas, Mara, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirs en tu seno y dars a luz un hijo. Aleluya. PRECES Oremos a Jesucristo, nuestro redentor, que es camino, verdad y vida de los hombres, y digmosle: Ven, Seor, y qudate con nosotros. Jess, Hijo del Altsimo, anunciado por el ngel Gabriel a Mara Virgen, ven a reinar para siempre sobre tu pueblo. Santo de Dios, ante cuya venida el precursor salt de gozo en el seno de Isabel, ven y alegra al mundo con la gracia de la salvacin. Jess, Salvador, cuyo nombre el ngel revel a Jos, ven a salvar al pueblo de sus pecados. Luz del mundo, a quien esperaban Simen y todos los justos, ven a consolar a tu pueblo. Se pueden aadir algunas intenciones libres. Sol naciente, de quien Zacaras profetiz que nos visitara de lo alto, ven a iluminar a los que viven en tiniebla y en sombra de muerte. Pidamos ahora con grande confianza la venida del reino de Dios, con las palabras que Cristo nos ense: Padre nuestro... ORACIN Seor, despierta en tus fieles el deseo de prepararse a la venida de Cristo por la prctica de las buenas obras, para que, colocados un da a su derecha, merezcan pos eer el reino celestial. Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina co ntigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amn. CONCLUSIN V. El Seor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amn. COMPLETAS (Oracin antes del descanso nocturno) INVOCACIN INICIAL V. Dios mo, ven en mi auxilio R. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Al eluya. EXAMEN DE CONCIENCIA Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados. Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho

de pensamiento, palabra, obra y omisin: por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa Mara, siempre Virgen, a los ngeles, a los santos y a vosotro s, hermanos, que intercedis por m ante Dios, nuestro Seor. V. El Seor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. R. Amn. Himno: CUANDO ACABAMOS EL DA Cuando acabamos el da te suplicamos, Seor, nos hagas de centinela y otorgues tu proteccin. Que te sintamos: contigo suee nuestro corazn para cantar tus loores de nuevo al salir el sol. Danos vida saludable, alienta nuestro calor, tu claridad ilumine la oscuridad que lleg. Dnoslo, Padre piadoso, por Jesucristo, el Seor, que reina con el Espritu Santo vivificador. Amn. SALMODIA Ant. Al amparo del Altsimo no temo el espanto nocturno. Salmo 90 -A LA SOMBRA DEL OMNIPOTENTE. T que habitas al amparo del Altsimo, que vives a la sombra del Omnipotente, di al Seor: Refugio mo, alczar mo. Dios mo, confo en ti. l te librar de la red del cazador, de la peste funesta. Te cubrir con sus plumas, bajo sus alas te refugiars: su brazo es escudo y armadura. No ni ni ni temers el espanto nocturno, la flecha que vuela de da, la peste que se desliza en las tinieblas, la epidemia que devasta a medioda.

Caern a tu izquierda mil, diez mil a tu derecha; a ti no te alcanzar. Tan slo abre tus ojos y vers la paga de los malvados, porque hiciste del Seor tu refugio, tomaste al Altsimo por defensa.

No se te acercar la desgracia, ni la plaga llegar hasta tu tienda, porque a sus ngeles ha dado rdenes para que te guarden en tus caminos; te llevarn en sus palmas, para que tu pie no tropiece en la piedra; caminars sobre spides y vboras, pisotears leones y dragones. Se puso junto a m: lo librar; lo proteger porque conoce mi nombre, me invocar y lo escuchar. Con l estar lo defender, lo saciar de y le har ver en la tribulacin, lo glorificar; largos das, mi salvacin.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Al amparo del Altsimo no temo el espanto nocturno. LECTURA BREVE Ap 22, 4-5 Vern el rostro del Seor, y tendrn su nombre en la frente. Y no habr ms noche, y no necesitarn luz de lmpara ni de sol, porque el Seor Dios alumbrar sobre ellos, y reinarn por los siglos de los siglos. RESPONSORIO BREVE V. En tus manos, Seor, encomiendo mi espritu. R. En tus manos, Seor, encomiendo mi espritu. V. T, el Dios leal, nos librars. R. Te encomiendo mi espritu. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. R. En tus manos, Seor, encomiendo mi espritu. CNTICO EVANGLICO Ant. Slvanos, Seor, despiertos, protgenos mientras dormimos, para que velemos con C risto y descansemos en paz. CNTICO DE SIMEN Lc 2, 29-32 Ahora, Seor, segn tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojo s han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Slvanos, Seor, despiertos, protgenos mientras dormimos, para que velemos con C risto y descansemos en paz. ORACIN OREMOS, Humildemente te pedimos, Seor, que despus de haber celebrado en este da los misterios de la resurreccin de tu Hijo, sin temor alguno, descansemos en tu paz, y maana nos levantemos alegres para cantar nuevamente tus alabanzas. Por Cristo nuestro Seor. Amn BENDICIN V. El Seor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte. R. Amn. ANTFONA FINAL DE LA SANTSIMA VIRGEN

Salve, Reina de los cielos y Seora de los ngeles; salve raz, salve puerta, que dio paso a nuestra luz. Algrate, virgen gloriosa, entre todas la ms bella; salve, agraciada doncella, rueg a a Cristo por nosotros. TIEMPO DE ADVIENTO LUNES DE LA SEMANA I Del comn de los pastores, para un santo presbtero -Salterio I 3 de diciembre SAN FRANCISCO JAVIER, presbtero. (MEMORIA) Naci en Espaa, el ao 1506; mientras estudiaba en Pars, se uni a san Ignacio. Fue orde nado sacerdote en Venecia, el ao 1537, y se dedic a obras de caridad. El ao 1541 ma rch hacia Oriente y durante diez aos evangeliz incansablemente la India y el Japn, c onvirtiendo a muchos. Muri el ao 1552, en la isla de Shangchuan, en China. OFICIO DE LECTURA Si el Oficio de Lectura es la primera oracin del da: V. Seor abre mis labios R. Y mi boca proclamar tu alabanza Se aade el Salmo del Invitatorio con la siguiente antfona: Ant. Venid, adoremos a Cristo, Pastor supremo. Si antes del Oficio de lectura se ha rezado ya alguna otra Hora: V. Dios mo, ven en mi auxilio R. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Al eluya. Himno: PUERTA DE DIOS EN EL REDIL HUMANO Puerta de Dios en el redil humano fue Cristo, el buen Pastor que al mundo vino, glorioso va delante del rebao, guiando su marchar por buen camino. Madero de la cruz es su cayado, su voz es la verdad que a todos llama, su amor es el del Padre, que le ha dado Espritu de Dios, que a todos ama. Pastores del Seor son sus ungidos, nuevos cristos de Dios, son enviados a los pueblos del mundo redimidos; del nico Pastor siervos amados. La cruz de su Seor es la voz de la verdad es los pastos de su amor, son vida del Seor que SALMODIA Ant. 1. Slvame, Seor, por tu misericordia. Salmo 6 -ORACIN DEL AFLIGIDO QUE ACUDE A DIOS Seor, no me corrijas con ira, no me castigues con clera. Misericordia, Seor, que desfallezco; cura, Seor, mis huesos dislocados. Tengo el alma en delirio, y t, Seor, hasta cuando? su cayado, su llamada, fecundo prado, nos es dada. Amn.

Vulvete, Seor, liberta mi alma, slvame por tu misericordia. Porque en el reino de la muerte nadie te invoca, y en el abismo, quin te alabar? Estoy agotado de gemir: de noche lloro sobre el lecho, riego mi cama con lgrimas. Mis ojos se consumen irritados, envejecen por tantas contradicciones. Apartaos de m los malvados, porque el Seor ha escuchado mis sollozos; el Seor ha escuchado mi splica, el Seor ha aceptado mi oracin. Que la vergenza abrume a mis enemigos, que avergonzados huyan al momento. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Slvame, Seor, por tu misericordia. Ant. 2. El Seor es el refugio del oprimido en los momentos de peligro. Salmo 9 A I -ACCIN DE GRACIAS POR LA VICTORIA Te doy gracias, Seor, de todo corazn, proclamando todas tus maravillas; me alegro y exulto contigo y toco en honor de tu nombre, oh Altsimo! Porque mis enemigos retrocedieron, cayeron y perecieron ante tu rostro. Defendiste mi causa y mi derecho sentado en tu trono como juez justo. Reprendiste a los pueblos, destruiste al impo y borraste para siempre su apellido. El enemigo acab en ruina perpetua, arrasaste sus ciudades y se perdi su nombre. Dios est sentado por siempre en el trono que ha colocado para juzgar. l juzgar el orbe con justicia y regir las naciones con rectitud. El ser refugio del oprimido, su refugio en los momentos de peligro. Confiarn en ti los que conocen tu nombre, porque no abandonas a los que te buscan. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn

Ant. El Seor es el refugio del oprimido en los momentos de peligro. Ant. 3. Narrar tus hazaas en las puertas de Sin. Salmo 9 A II Taed en honor del Seor, que reside en Sin; narrad sus hazaas a los pueblos; l venga la sangre, l recuerda, y no olvida los gritos de los humildes. Piedad, Seor; mira como me afligen mis enemigos; levntame del umbral de la muerte, para que pueda proclamar tus alabanzas y gozar de tu salvacin en las puertas de Sin. Los pueblos se han hundido en la fosa que hicieron, su pie qued prendido en la red que escondieron. El Seor apareci para hacer justicia, y se enred el malvado en sus propias acciones. Vuelvan al abismo los malvados, los pueblos que olvidan a Dios. El no olvida jams al pobre, ni la esperanza del humilde perecer. Levntate, Seor, que el hombre no triunfe: sean juzgados los gentiles en tu presencia. Seor, infndeles terror, y aprendan los pueblos que no son ms que hombres. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Narrar tus hazaas en las puertas de Sin. V. Mustranos, Seor, tu misericordia. R. Y danos tu salvacin. PRIMERA LECTURA Del libro del profeta Isaas 7, 1-17 LA SEAL DEL EMMANUEL Cuando Ajaz, hijo de Yotn, hijo de Ozas, reinaba en Jud, Rasn, rey de Damasco, y Pec aj, hijo de Romela y rey de Israel, subieron a Jerusaln para atacarla; pero no log raron conquistarla. Lleg la noticia al heredero de David: Los sirios acampan en Efram. y se agit su corazn Y el del pueblo como se agitan los rb oles del bosque con el viento. Entonces el Seor dijo a Isaas: Sal al encuentro de Ajaz, con tu hijo Sear Yasub, hacia el extremo del canal de l a Alberca de Arriba, junto a la Calzada del Batanero, Y le dirs: "Vigilancia y calma! No temas, no te acobardes ante esos dos cabos de tizones hum eantes (la ira ardiente de Rasn y los sirios, y del hijo de Romela). Aunque tramen tu ruina diciendo: 'Subamos contra Jud, sitimosla, apodermonos de ella, y nombrare mos en ella rey al hijo de Tabeel', as dice el Seor: No se cumplir ni suceder as; Dam asco es capital de Siria, y Rasn es jefe de Damasco; Samara es capital de Efram, y el hijo de Romela es jefe de Samara. Pues bien, dentro de cinco o seis aos, Efram se r destruido y dejar de ser pueblo. Si no creis en m, no subsistiris." El Seor volvi a hablar a Ajaz: Pide una seal al Seor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo. Respondi Ajaz: No la pido, no quiero tentar al Seor.

Entonces dijo Isaas: Escucha, heredero de David: No os basta cansar