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Alejandro Toledo Manrique (Alejandro CelestinoToledo Manrique) Perú, Presidente de la República Duración del mandato: 28 de Julio de 2001 - de de Nacimiento: Ferrer, provincia de Pallasca, departamento de Ancash, 28 de Marzo de 1946 Partido político: Perú Posible Profesión: Economista ResumenEl balance del quinquenio (2001-2006) presidencial de Alejandro Toledo en el Perú presenta un cuadro de inobjetables resultados al que sin embargo deslucieron una interminable sucesión de escándalos y claras contradicciones económicas. Primer mandatario mestizo del país con acusados rasgos indígenas, preservó la constitucionalidad de las instituciones democráticas tras la década autoritaria del fujimorismo, lanzó iniciativas concertadoras, saneó las cuentas públicas e impulsó un crecimiento ligado a la expansión comercial que tuvo como grandes estrategias los acuerdos de libre cambio con Estados Unidos y el MERCOSUR. Ahora bien, la nueva riqueza no se tradujo en una reducción tangible del paro, la pobreza y las desigualdades sociales. Toledo vio hundirse su popularidad al ritmo de los casos de corrupción, que salpicaron a decenas de familiares y colaboradores, y a él mismo, así como las crisis de Gobierno, dejándole varias veces en la cuerda floja. En cuanto a la política regional, alentó la integración del subcontinente y fue el principal inspirador de la Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN, futura UNASUR), que él consideraba compatible con el ALCA deseada por Estados Unidos, lo que le enfrentó al venezolano Chávez. http://www.cidob.org 1 of 20

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BIOGRAFÍA

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  • Alejandro Toledo Manrique(Alejandro CelestinoToledo Manrique)

    Per, Presidente de la Repblica

    Duracin del mandato: 28 de Julio de 2001 - de de Nacimiento: Ferrer, provincia de Pallasca, departamento de Ancash, 28 de Marzo de 1946Partido poltico: Per PosibleProfesin: Economista

    ResumenEl balance del quinquenio (2001-2006) presidencial de Alejandro Toledo en el Perpresenta un cuadro de inobjetables resultados al que sin embargo deslucieron una interminablesucesin de escndalos y claras contradicciones econmicas. Primer mandatario mestizo delpas con acusados rasgos indgenas, preserv la constitucionalidad de las institucionesdemocrticas tras la dcada autoritaria del fujimorismo, lanz iniciativas concertadoras, sanelas cuentas pblicas e impuls un crecimiento ligado a la expansin comercial que tuvo comograndes estrategias los acuerdos de libre cambio con Estados Unidos y el MERCOSUR. Ahorabien, la nueva riqueza no se tradujo en una reduccin tangible del paro, la pobreza y lasdesigualdades sociales. Toledo vio hundirse su popularidad al ritmo de los casos de corrupcin,que salpicaron a decenas de familiares y colaboradores, y a l mismo, as como las crisis deGobierno, dejndole varias veces en la cuerda floja. En cuanto a la poltica regional, alent laintegracin del subcontinente y fue el principal inspirador de la Comunidad Sudamericana deNaciones (CSN, futura UNASUR), que l consideraba compatible con el ALCA deseada porEstados Unidos, lo que le enfrent al venezolano Chvez.

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  • Biografa

    1. Un economista con races indgenas 2. Irrupcin en la poltica con la barrera del encasillamiento racial 3. Ascenso al liderazgo de la oposicin al rgimen de Fujimori 4. Eleccin presidencial con garantas democrticas 5. Un prematuro desgaste en el poder 6. Sucesin de crisis polticas y escndalos en un contexto de estabilidad econmica 7. Sedicin etnocacerista y riesgo de destitucin por el Congreso 8. Apuesta por una integracin sudamericana compatible con el TLC con Estados Unidos9. Testigo incmodo de una sucesin presidencial dominada por candidatos opositores 1. Un economista con races indgenas El suyo fue el octavo de diecisis nacimientos habidos en el humilde hogar formado por losseores Anatolio Toledo y Margarita Manrique, una pareja de campesinos quechuahablantes sintierras de la provincia ancashina de Pallasca a la que le toc la desgracia de ver morir a siete desus retoos a edades prematuras. Alejandro vino al mundo en Ferrer, la aldea del distrito deBolognesi donde viva la familia, pero en su partida de nacimiento se hizo constar la localidad deCabana, cabeza de un distrito vecino y capital provincial, que era donde estaba la oficina delregistro. Los Toledo vivan, con tantos paisanos sin recursos, en una vivienda desprovista deagua y de electricidad.

    Cuando tena cuatro aos, los padres decidieron abandonar la agricultura y el pastoreo desubsistencia con los que malvivan en esta comarca montaraz de las estribaciones andinas yemigrar a la ciudad costera de Chimbote, la ms populosa del departamento de Ancash,atrados por la prosperidad de su industria pesquera. Mientras el padre laboraba de pen en laconstruccin y la madre venda pescado en el mercado, el joven Toledo contribua a losmagros ingresos familiares trabajando de limpiabotas y vendedor ambulante cuando no asista aclase en la escuelas pblicas de primaria San Isidro y Minerva.

    Como estudiante de secundaria en la Gran Unidad Escolar San Pedro de Chimbote, el futuropresidente se destac haciendo sus pinitos literarios y periodsticos, tal que 1966 le toc ensuerte una beca para realizar estudios superiores en Estados Unidos dentro del programa deVoluntarios del Cuerpo de Paz. Posteriormente, ejerciendo de reportero en prcticas en el diariochimbotano La Prensa, tuvo la oportunidad de entrevistar a los ms importantes personajespolticos de la poca, sin faltar el general y ex presidente republicano Manuel Apolinario OdraAmoretti y Vctor Ral Haya de la Torre, el carismtico lder del partido Alianza PopularRevolucionaria Americana (APRA). Tras completar en 1970 el bachillerato en Economa en la Universidad de San Francisco, dondegan un dinero extra como asistente de ctedra y presidi la asociacin de estudianteslatinoamericanos, opt por seguir formndose exclusivamente con recursos propios, que eranlos obtenidos de la prctica del ftbol semiprofesional y de diversos trabajos por cuenta ajena.De esta manera, y tal como asegura su biografa oficial, obtuvo en la tambin californianaUniversidad de Stanford dos licenciaturas seguidas, una en Economa, en 1971, y otra enEducacin con mencin en Recursos Humanos, en 1972, y a la postre un doctorado enEducacin en Recursos Humanos, en 1976. Fue en Stanford donde conoci a la antroplogajuda de nacionalidad francesa, aunque con ascendientes polaco y belga, Eliane KarpFernenbug, una estudiosa de las civilizaciones precolombinas del Per, con la que contrajomatrimonio en 1979. Con un currculum acadmico inusual para un cholo, tipo racial muy extendido en el Per quemestiza en mayor o menor grado elementos indios y criollos (blancos), Toledo inici una carrerareputada como economista, profesor, consultor y funcionario internacional. Prest servicios en el

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  • Centro de Educacin de Desarrollo Internacional de la Universidad de Stanford (SIDEC), la sedecentral de la de la ONU, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), laAgencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID), la OrganizacinInternacional del Trabajo (OIT), la UNICEF y la Organizacin para la Cooperacin y el DesarrolloEconmicos (OCDE), alternando sus estadas entre Nueva York, Washington, Ginebra y Pars. Asesor de diversos gobiernos latinoamericanos adems del peruano, trabaj su especialidadasimismo en el terreno acadmico, principalmente en la Escuela de Administracin de Negociospara Graduados (ESAN) de Lima, donde obtuvo una plaza permanente de profesor de Finanzasy Contabilidad, dirigi el Instituto de Desarrollo Econmico (IDE) y, desde marzo de 1998, dirigitambin las reas de Investigacin y Desarrollo y de Asuntos Internacionales. Ya comoinvestigador visitante, ejerci en el Instituto para el Desarrollo Internacional de la Universidad deHarvard (HIID), de 1991 a 1994, y en la Universidad Waseda de Tokyo. En aadidura, en 1984obtuvo una beca para investigar en la Fundacin Ford. En todos estos aos Toledo public varios artculos y ensayos entre los que se citan: Puedela poltica en educacin igualar la distribucin de ingresos en Amrica Latina?; los casos deBrasil, Mxico y Per (1979); Crecimiento con deuda e intentos de estabilizacin en el Per,1975-1983 (1985); La dcada perdida de los ochenta y el reto de crecer en los noventa: laexperiencia peruana (1990); Estabilizacin econmica y ajuste social: una evaluacin delprograma econmico de 1990 en el Per (1990); Amrica Latina en crisis: cmo financiar elcrecimiento (1990), y, Las otras caras de la sociedad informal: una visin multidisciplinaria(1991). En la ltima obra citada, Toledo extenda su comentario, hasta entonces ceido al anlisiseconmico, a la actualidad poltica. En una entrevista concedida en 1994 revel que ya en 1983empez una estrategia de influir activamente en la poltica nacional, con la atencin puesta enlos programas de desarrollo, pero sin decidir an hacia dnde canalizar ese compromisomilitante, si en un partido poltico existente o en un movimiento independiente de nuevo cuo. 2. Irrupcin en la poltica con la barrera del encasillamiento racial Durante el tumultuoso Gobierno del aprista Alan Garca Prez (1985-1990), Toledo fuebarajado como candidato a ministro en ms de una ocasin, pero su servicio pblico se limita la direccin del Banco Sur Medio y Callao (Surmebanc), un cargo de nombramientogubernamental. Despus se aproxim tambin a la Administracin del ingeniero de linajejapons Alberto Fujimori, el espectacular vencedor en las elecciones de junio de 1990, aunquesu autogolpe de Estado de abril de 1992 parece que cort la comunicacin. Tratndose de unpartidario de un modelo econmico de libre mercado pero sin desatencin de la cuestin social,Toledo se vio impelido al activismo poltico en el campo opositor tras constatar que las recetasneoliberales aplicadas por Fujimori para acabar con la espiral inflacionaria y la deuda heredadasde Garca, si bien consiguieron estabilizar la macroeconoma, estaban condenando a lapobreza acuciante a millones de peruanos.

    En diciembre de 1994 anunci su candidatura para las elecciones presidenciales del 9 de abrilde 1995, que deban completar la vasta reforma poltica lanzada por Fujimori tras el quebrantoconstitucional de 1992 con el objetivo fundamental de asentarle en el poder. Meses antes de loscomicios, Toledo present la agrupacin electoral Pas Posible, de orientacin centrista, queestableci alianza con la Coordinadora Democrtica (Code), dirigida por Jos Barba Caballeroy fundada en 1992. Toledo fue designado candidato presidencial de Code-Pas Posible y, aunque su condicin deancashino honesto y de inconfundibles rasgos indgenas caus sensacin en una lid quehaba sido siempre el coto de la lite blanca de origen espaol, lo que tuvo reflejo en lossondeos preelectorales, finalmente cosech slo el 3,2% de los sufragios. Le superaron unoscandidatos de marcado cach poltico, empezando por Fujimori (que gan la reeleccin porabrumadora mayora), el prestigiado ex secretario general de la ONU Javier Prez de Cullar y

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  • Mercedes Cabanillas Bustamante por el Partido Aprista Peruano. Tras el fiasco electoral de 1995, Code-Pas Posible se disolvi y su exiguo grupo parlamentario,formado por cinco diputados, se disgreg entre las bancadas de Cambio 90-Nueva Mayora(C90-NM, el partido fujimorista) y del Frente Independiente Moralizador (FIM). Partiendo casi decero por segunda vez, Toledo articul su movimiento como un verdadero partido con el nombredefinitivo de Per Posible, que obtuvo el registro ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE)en 1998, y elev el tono de sus crticas al Gobierno de Fujimori. En 1996 el economista present el manifiesto Cartas sobre la mesa: testimonio y propuestaspara un pas posible, en el que arremeta contra las polticas econmicas de las sucesivasadministraciones y su incapacidad para combatir la corrupcin y reducir la pobreza. Tambin,concentr su estrategia en la movilizacin y la captacin del voto indgena, cuyo notablepotencial, habitualmente menospreciado ms all de los cortejos interesados con concesionesfolcloristas, haba advertido en los comicios de 1995. El 17 de diciembre de 1996 Toledo se vio envuelto en una desagradable peripecia en el interiorde la Embajada de Japn en Lima. El incidente, que para l duro tres das, comenz cuandoToledo y los dems invitados a una fiesta organizada por el embajador Morihisa Aoki paracelebrar el cumpleaos del emperador Akihito fueron hechos prisioneros por un comando delMovimiento Revolucionario Tpac Amaru (MRTA), que tom la residencia diplomtica en ungolpe de mano y con un plantel de exigencias al Gobierno. El ex candidato presidencial fueliberado en las primeras horas del 20 de diciembre dentro de un grupo de 38 personas entre lasque se encontraban los embajadores de Corea del Sur, Brasil y Egipto, dejando atrs a otros340 rehenes varones, pero no sin antes difundir una proclama de sus captores que fue leda porel poltico izquierdista Javier Diez Canseco. 3. Ascenso al liderazgo de la oposicin al rgimen de Fujimori En la segunda mitad de los aos noventa Toledo se mostraba a la opinin pblica como uneconomista poco conocido cuya identificacin con la cultura quechua y las reivindicaciones delas comunidades indgenas y mestizas limitaba su proyeccin poltica nacional. No fue sinohasta comienzos del ao 2000 cuando se encaram al primer plano, como abanderado de unamplio movimiento de oposicin popular a la decisin de Fujimori, anunciada a ltimos dediciembre de 1999, de optar al tercer mandato presidencial en las elecciones convocadas para el9 de abril de aquel ao. Toledo, llamado por sus seguidores El Cholo, denunci la empresareeleccionista del mandatario como una violacin de la Constitucin y como un intento deperpetuar un rgimen muy erosionado por su deriva autocrtica y por la impunidad de los casosde corrupcin y las violaciones de los Derechos Humanos, pero se aprest a enfrentrsele enlas urnas. Fujimori acudi a la consulta convencido de poder batir, luego de haberlo hecho con MarioVargas Llosa y Javier Prez de Cullar, los peruanos ms internacionales y eminentes, a unpoltico todava bisoo rodeado de un equipo de colaboradores y con un fondo econmico decampaa (indispensable para contrarrestar la maquinaria del oficialismo) que parecan hartoprecarios. Pero Toledo supo capitalizar el descontento acumulado tras aos de fujimorismo y encuestin de semanas su popularidad creci vertiginosamente, superando la de otros opositorescarismticos como el alcalde limeo Alberto Andrade Carmona, de Somos Per, y LuisCastaeda Lossio, del Partido Solidaridad Nacional; en realidad, la fulminante progresin delconsultor financiero no difera mucho de la experimentada por el propio Fujimori en 1990,cuando el ingeniero, en su caso montado en una plataforma groseramente demaggica,irrumpi en la campaa presidencial desde el anonimato y arrebat la victoria al clebre literatoy eterno aspirante al Premio Nobel, quien contaba con el respaldo unnime de los partidosconservadores y el poder empresarial.

    De baja estatura, voz ronca, verbo contundente aunque parco, y tonos populistas, Toledo captde una parte a las clases urbanas medias y bajas de cholos y mestizos, hastiadas de los

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  • regateos antidemocrticos de Fujimori y de una poltica econmica que haba mermado supoder adquisitivo, y de la otra cautiv a la poblacin india, crnicamente marginada de lasdistintas facetas de la vida nacional, con una imaginera del glorioso pasado incaico no exentade redentorismo. El 9 de abril de 2000 la ciudadana acudi a las urnas con el presentimientode que la jornada no iba a transcurrir con limpieza y, tan pronto como se cerraron aquellas, lostemores se confirmaron. El escrutinio, catico, retras en varios das la publicacin de los resultados y aliment lassospechas de fraude. Las encuestas a pie de urna concedieron a Toledo una ventaja de cincopuntos, pero los resultados oficiales pusieron a Fujimori en cabeza con el 49,8% de los votosseguido por Toledo con el 40,3%. Como el candidato ms votado no haba alcanzado el listndel 50%, deba acudir a una segunda vuelta con su perseguidor ms adelantado. Lejos deestar satisfecho, Toledo denunci que un "andamiaje fraudulento" le haba hurtado laselecciones y el 18 de mayo anunci que no participara en la segunda vuelta a menos que se desplazara su fecha de celebracin del 28 de mayo al 18 de junio, para dar tiempo a corregir lasmltiples irregularidades de organizacin que, a juicio de los observadores de la OEA, iban aimpedir unas votaciones libres y limpias. En las legislativas al Congreso, Per Posible seconvirti en la segunda fuerza en votos (el 23,2%) y en escaos (26 sobre 120), aunque muyrezagado tras la coalicin propresidencial Per 2000. El 26 de mayo, ante la imperturbabilidad del poder, Toledo solicit a los electores queboicotearan la segunda vuelta, bien abstenindose, bien votando nulo. La consumacin de lamascarada electoral el 28 de mayo, en la que la papeleta de Toledo, al no haber presentado surenuncia ante el JNE, s apareci en las mesas electorales y se llev el 25,7% de los votosvlidos mientras que las papeletas nulas (estampadas con la frase "No al fraude") o los sobresen blanco llegaron al 31%, desat la lucha frontal entre Gobierno y oposicin. Consciente deque la comunidad internacional simpatizaba con la salida de Fujimori del poder, Toledo apel alEjrcito a que abandonara al presidente y llam a la movilizacin y la resistencia pacfica de lapoblacin frente a la "dictadura". De cara a la toma de posesin de Fujimori, el 28 de julio, Toledo convoc una jornada deprotesta nacional en la que encabez una marcha multitudinaria por las calles de Lima, si biengrupos de incontrolados, que segn los convocantes actuaron teleguiados por el Gobierno,aprovecharon para provocar desmanes urbanos e incendios en edificios oficiales. Al calor de laprotesta, bautizada como "La Marcha de los Cuatro Suyos" (en alusin al Tahuantinsuyu, elimperio inca en su mxima extensin territorial), Toledo anunci la formacin de un FrenteDemocrtico Nacional por la Unidad para aglutinar a todas las fuerzas contrarias al fujimorismo. Pese a la amplia condena exterior y a las violentas movilizaciones callejeras, Fujimori pareciseguro de su posicin despus de que las Fuerzas Armadas y la Polica Nacional del Per(PNP) le manifestaran su acatamiento. Sin embargo, la situacin experiment un drstico virajeel 15 de septiembre cuando el presidente del FIM, Fernando Olivera Vega, divulg un vdeo enel que se vea a un congresista fugado das atrs a las filas de C90-NM recibiendo dinero deVladimiro Montesinos Torres, asesor y colaborador de Fujimori desde el comienzo de suaventura poltica en 1990. Apelado el Rasputn Andino por su perfil maquinador, y verdadera bestia negra de la oposicin,a Montesinos se le tena por el responsable encubierto del Servicio de Inteligencia Nacional(SIN) y por el cerebro de las operaciones represivas contra el terrorismo. La opinin pblicahaba personificado en l las graves violaciones de los Derechos Humanos imputadas alrgimen y los fenmenos de corrupcin, y Toledo en particular le haba sealado como elinductor del sospechoso trasiego de trnsfugas al grupo parlamentario fujimorista, que para l,no tena duda, se agilizaba a golpe de talonario. La reaccin, el 17 de septiembre, de Fujimori fue anunciar la convocatoria de eleccionesanticipadas, la entrega de la Presidencia al ganador de las mismas y la desactivacin del SIN.

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  • En las semanas siguientes el pas vivi momentos de gran alarma y confusin, con la fuga yretorno clandestinos del escurridizo Montesinos, ruidos de sables en los cuarteles militares y unpresidente que no terminaba de aclarar su ambigua relacin con el, oficialmente desde ahora,fugitivo ms buscado del pas. Para Toledo, Olivera y dems figuras de la oposicin, elrgimen fujimorista haba empezado a descomponerse. Sin embargo, apelaron a la prudenciay, despus de exigir la partida inmediata de Fujimori y el nombramiento de un Gobierno interino,accedieron a negociar una serie de reformas legales para apuntalar en un sentido democrticola transicin hasta el traspaso de poderes en julio de 2001. El cambio ms importante fue laderogacin de la reeleccin presidencial consecutiva. El autoexilio disimulado en Japn, el 20 de noviembre, de un Fujimori confrontado a unasituacin insostenible fue celebrado como un da fausto para el Per por Toledo, que cancelsu gira europea y retorn apresuradamente desde Madrid para integrarse en las negociacionesmultipartitas destinadas a cerrar cuanto antes el peligroso vaco de poder. El 22 de noviembre elCongreso, tras recibir la dimisin de Fujimori va fax, invisti presidente constitucional conmandato interino a Valentn Paniagua Corazao, hasta entonces presidente de la Cmara ymiembro del partido conservador Accin Popular (AP), y tres das despus se constituy unGobierno de unidad nacional presidido por Prez de Cullar en el que Per Posible estuvorepresentado por el abogado Diego Garca-Sayn Larrabure con la cartera de Justicia. 4. Eleccin presidencial con garantas democrticas Toledo, que acababa de terminar su ltimo libro, El desafo del Per: trnsito del ajuste alcrecimiento econmico sostenido, se prefiguraba como el ms que probable ganador de laselecciones del 8 de abril de 2001, pero le sali un contrincante de envergadura, el ex presidenteAlan Garca. En un pas donde florecan los candidatos de desarrollo meterico, Garcaretorn al Per en enero luego de casi nueve aos de exilio, presto a sacudirse del oprobioadquirido por la ruinosa gestin econmica de su primer mandato y los cargos judiciales porcorrupcin, para lo que confiaba en unos atributos personales sobre los que haba unanimidad:su oratoria brillante, su buen porte de mestizo criollo y el desenvolvimiento experto ante losmedios audiovisuales por quien saba muy bien cmo seducir a un electorado tornadizo. Toledo rehus entrar en polmicas con Garca (que an estaba relegado en las encuestas deopinin) y entabl el antagonismo con la conservadora Lourdes Flores Nano, candidata de laUnidad Nacional (UN), coalicin conservadora capitaneada por el Partido Popular Cristiano(PPC). La campaa discurri por una espiral de descalificaciones personales y de aventamientode trapos sucios, que, por lo que a Toledo incumba, incluy la acusacin de negarle lapaternidad a una nia de 13 aos llamada Zara que era fruto de una relacin extramarital, ladivulgacin de detalles sobre las peleas conyugales con Eliane Karp (a la sazn, una personaclave en la campaa de Toledo como promotora de su imagen de vindicador de los indios) y elcuestionamiento de un supuesto secuestro sufrido en 1998 y denunciado a la Polica, en el queel poltico habra sido drogado y filmado por agentes del SIN; as, dos medios decomunicacin aseguraron poseer una cinta de vdeo en la que apareca Toledo bajo losefectos del alcohol y la cocana, y con compaa femenina en un hotel de Lima. El caso de la hija ilegtima, testimoniado por la madre, ya lo haban difundido los mediosadictos al fujimorismo durante la campaa presidencial de 2000, slo que entonces se inserten las insidias del omnipresente Montesinos. Ahora, Toledo dio largas a los que le pidieron quese sometiera a la prueba del ADN antes de las elecciones, pese a que el asunto le podaperjudicar grandemente. En cuanto al ments del secuestro y el rumor del vdeo escabroso losachac a un "operativo de demolicin" orquestado por personas del entorno de Flores y porempresarios que haban colaborado con Fujimori, todos los cuales estaran "asustados con laposibilidad de que el pueblo pueda ser Gobierno". Ms an, asegur que haba recibido msde cien amenazas de muerte en los ltimos meses. En cuanto a su oferta programtica, el lder de Per Posible plante un centrismo que aunaba

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  • la defensa liberal del equilibrio financiero, la emisin de moneda debidamente respaldada, lareduccin de los impuestos y los incentivos a la inversin privada nacional y fornea, conpropuestas de signo social, como la concesin de prstamos a bajo inters a agricultores ypequeos propietarios por un nuevo Banco Agrario, la duplicacin de los presupuestosdestinados a la salud y la educacin, y la creacin en cinco aos de un milln de puestos detrabajo, la mayora en el sector turstico. Tambin, prometi emprender una lucha enrgica contra el narcotrfico, los residuos de lasubversin armada y la corrupcin, sta ltima acrecentada a ojos vista durante la dcada deFujimori por culpa de la vasta red delictiva montada por Montesinos, pero no se anduvo endetalles en torno a temas tan importantes como la reduccin de la pobreza o la depuracin delos mandos militares y de los servicios de seguridad implicados en violaciones de los DerechosHumanos, lo que precisara una profunda reestructuracin de las Fuerzas Armadas y policiales. El caso fue que Garca se benefici de la guerra de insultos y acusaciones librada por Toledo yFlores. El ex presidente les adjudic las etiquetas de "izquierda" y "derecha", respectivamente,para situarse l en el centro, y se hizo destacar con discursos moderados y propuestasconcretas de gobierno, presentndose como un estadista experimentado y sobrio, que habaaprendido de los errores del pasado. Como compaeros de plancha Toledo escogi a RalDez Canseco Terry (candidato presidencial de AP en 1995 y sobrino del dos veces presidenteFernando Belande Terry), para vicepresidente primero, y a David Waisman Rjavinsthi, paravicepresidente segundo. El 8 de abril Toledo certific su condicin de favorito ponindose en cabeza con el 36,5% de lossufragios. Finalmente fue Garca, que se adelant a Flores con el 25,8% de los votos, suadversario singular en la segunda vuelta. En las elecciones al Congreso, Per Posibleconquist una mayora simple de 45 escaos con el 26,3% de los votos, superandosensiblemente al PAP de Garca (26 escaos) y a la UN de Flores (17), y abrumadoramente alotrora todopoderoso C90-NM (tres escaos), el cual, barrido de la escena su fundador yanimador, pareca abocado a la desaparicin. Hasta el da de la segunda vuelta, Toledo sostuvo con su contrincante socialdemcrata undebate televisado del que sali bastante bien parado, ms que nada porque los candidatos seneutralizaron mutuamente con vituperios irnicos (Garca fue calificado de violador de DerechosHumanos y ladrn, y Toledo de consumidor de cocana poco legitimado para dar consejos demoralidad) y soslayaron los aspectos que ms preocupaban a la poblacin, a saber: laspenurias econmicas, la corrupcin y los abusos de las fuerzas de seguridad. La franja de electores indecisos iba a resultar decisiva para decantar la balanza hacia uno u otroaspirante, y el 3 de junio fue Toledo, con el 53,1% de los votos vlidos, el beneficiado. Sin duda,en ltima instancia prevalecieron el recuerdo de la calamitosa gestin de Garca, el cual quereconoci inmediatamente su derrota, y el reconocimiento de los mritos de Toledo en la cadadel rgimen de Fujimori y en el retorno a un orden de autntica democracia. Con todo, nopoda hablarse exactamente de luna de miel entre el electorado y el lder de Per Posible,ms si se tenan presentes los casi 1,7 millones de votos nulos o en blanco, que alcanzaron unalto porcentaje en Lima. El presidente electo, cuarto mandatario cholo desde 1930 tras Luis Miguel Snchez Cerro,Manuel Apolinario Odra y Juan Velasco Alvarado (si bien los tres fueron militares que tomaronel poder por la fuerza, amn de que en sus rasgos predominaba mucho ms la raigambreblanca que la indgena), comunic su esperanza de formar un gabinete de unidad nacional conpresencia de todas las fuerzas polticas "libres de corrupcin" y dispuestas a la concertacin.De entrada, los candidatos derrotados Garca y Olivera le ofrecieron su colaboracin, si bien elaprista dej claro que su lugar estaba en la oposicin parlamentaria. Por otro lado, el que seanunciaba como principal quebradero de cabeza del futuro presidente, el paradero y laimpunidad del inquietante Montesinos, qued ventilado con la detencin del prfugo enVenezuela el 24 de junio y su inmediato traslado al Per para responder ante la justicia por 43

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  • causas penales y 140 denuncias que le incriminaban en una amplsima variedad de delitos. En esta atmsfera de optimismo por los avances en la regeneracin del sistema polticoheredado del fujimorismo y por la efectiva normalizacin democrtica tuvo lugar el 28 de julio de2001 la investidura de Toledo, a la que asisti una nutrida representacin de mandatarios depases amigos. En el flamante Gabinete destacaban Fernando Olivera como responsable deJusticia y notorios partidarios de la libre empresa y la disciplina fiscal como Roberto DainoZapata, nombrado presidente del Consejo de Ministros, y Pedro Pablo Kuczynski, que recibi lacartera de Economa y Finanzas. La inclusin por Toledo de estos independientes liberaleslevant dudas sobre cmo iban a cumplirse las importantes promesas sociales al tiempo que sereajustaba la desfalleciente economa. En aadidura, dos civiles, el vicepresidente DavidWaisman y Fernando Rospigliosi Capurro, asumieron respectivamente los ministerios deDefensa e Interior, lo que no tena precedentes en las ltimas presidencias republicanas. ElMinisterio de Relaciones Exteriores fue confiado por Toledo a uno de sus ms cercanoscolaboradores, Diego Garca-Sayn. En su discurso inaugural, Toledo anunci una amplia reforma de la institucin castrense, lacongelacin pactada con los gobiernos del hemisferio del comercio de armas, el compromiso deinstitucionalizar la recientemente creada Comisin de la Verdad y Reconciliacin (CVR) paraesclarecer y reparar las violaciones de los Derechos Humanos cometidas al amparo de la guerracontra la subversin, y la convocatoria de una Mesa internacional de Donantes presidida porEspaa para la obtencin de 500 millones de dlares cuyo destino prioritario sera el captulosocial. Tambin, reiter que el eje central de su Gobierno iba a ser el combate contra eldesempleo, la pobreza, la corrupcin y el narcotrfico (en los dos ltimos casos a travs deuna nueva oficina directamente dependiente de la Presidencia), y subray la necesidad dedesarrollar la industria turstica como una fuente de ingresos de primer orden. Al da siguiente de la jura oficial en el Palacio del Congreso de la Repblica en Lima, Toledocomplet los actos de inauguracin en la ciudadela andina de Machu Picchu, donde, flanqueadopor sacerdotes indgenas engalanados para el ceremonial que le ensalzaron como un nuevoPachactec (el gran emperador que auspici la expansin imperial inca a mediados del sigloXV), entronc simblicamente el inicio de su mandato quinquenal con el glorioso pasado incaicoy proclam el "nuevo amanecer" del Per. La coincidencia de presidentes de la regin fueaprovechada por stos para celebrar una cumbre extraordinaria de la Comunidad Andina (CAN). 5. Un prematuro desgaste en el poder Toledo inici su mandato con una batera de medidas que persegua elevar el poderadquisitivo de la poblacin y dinamizar la demanda interna. As, el Gobierno puso en marcha unPrograma de Emergencia Social Productivo (PESP) cuya financiacin se confi en buena partea las ayudas externas y dispuso un abaratamiento de las tarifas elctricas para los pequeosconsumidores. El Congreso aprob una rebaja del Impuesto Extraordinario de Solidaridad (IES)del 5% al 2% y una subida del 9% en las pensiones y salarios del sector pblico. Al mismotiempo, para mejorar las perspectivas fiscales a corto plazo, el Ministerio de Economa yFinanzas revirti la mayora de los descuentos fiscales introducidos por el Gobierno transitoriode Paniagua y subi el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) de los combustibles. A principios de octubre de 2001 Toledo anunci la revisin por el Gobierno de los balanceseconmicos, ya que tena fundados indicios para creer que la Administracin de Fujimori loshaba maquillado, sobre todo la situacin de las finanzas del Estado y las tasas anuales decrecimiento. La estimacin de que se tena que lidiar con un dficit pblico de 2.000 millonesde soles (571 millones de dlares), en lugar de los 1.000 millones que indicaban los ltimosdatos del anterior ejecutivo, y de que el PIB haba crecido en los ltimos aos un promedioanual, no del 3,9%, sino del 1,9%, hasta registrar una contraccin del 1,7% en el primersemestre de 2001, desbarataba, de hecho, el compromiso adquirido con el FMI para laelegibilidad crediticia del Per sobre la base del mantenimiento del dficit fiscal por debajo del1,5% del PIB, y converta en incierta la prediccin por el equipo econmico del presidente de

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  • una tasa de crecimiento para 2002 del 5,5%. El ao en curso iba a terminar con un crecimientomedio negativo, de medio punto porcentual. El anuncio por Toledo de que la coyuntura econmica era mucho menos robusta de lo credo ysu insinuacin de que el esperadsimo crecimiento del empleo y los salarios y, en definitiva, laprometida prosperidad, tendran que esperar mejores tiempos, se produjo cuando ya afloraban,y con intensidad, muestras de impaciencia y descontento por la falta de concreciones en todoslos terrenos, excepciones hechas de la obtencin de 1.000 millones de dlares en la conferenciade donantes celebrada en septiembre en Madrid y de los primeros pasos dados para lainstitucionalizacin de la CVR sobre la violencia en los aos de la guerra sucia, que en abril de2002 inici en Ayacucho sus audiencias pblicas. La presencia en Lima el 23 y 24 de noviembre, dando una imagen de apoyo al mandatario, deuna veintena de jefes de Estado y de Gobierno con motivo de la XI Cumbre Iberoamericana, dela que sali una importante declaracin de rechazo al terrorismo, no le report a Toledo ningndividendo en trminos de popularidad interna, la cual, al contrario, presentaba visos dederrumbarse cuando haban transcurrido cuatro meses tan slo desde la toma de posesin.Segn encuestas periodsticas elaboradas en noviembre, la mitad de sus votantes de junio lehaba retirado ya la confianza al presidente. Toledo era amonestado por su incapacidad paracumplir lo mucho prometido, por su impericia en el manejo de la cosa pblica y por no mostrarsuficiente liderazgo a la hora de confrontar los problemas nacionales. Una veloz erosin queresult tanto ms sorprendente cuanto que los jefes de la oposicin, Garca y Flores,rehuyeron la confrontacin e incluso fueron receptivos a las frmulas de consenso. En los meses siguientes, caus particular irritacin en la opinin pblica, preocupada por laextensin de la pobreza en la sociedad, un reguero de informaciones sobre los gastos suntuariosdel Estado, los elevados emolumentos de los representantes pblicos (incluido el nuevo sueldobruto del presidente, de 18.000 dlares al mes, una cantidad exorbitante que, por ejemplo,triplicaba el salario del presidente del Gobierno de Espaa) y la participacin de su entornofamiliar en oportunidades crematsticas, como las contrataciones como consultores de unsobrino, Jorge Coqui Toledo Velsquez, para prestar servicios informticos a la Presidencia, yde su propia esposa, por el banco privado Wiese Sudameris, el segundo del pas y ligado a loschanchullos financieros de Montesinos. Jorge Toledo renunci a su cometido el 14 de diciembrede 2001 pese a que la Contralora General de la Repblica no haba detectado indicios denepotismo en su reclutamiento profesional, presentado como una subcontrata del Programa delas Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que habra sido su pagador, y no el Estado,con un sueldo mensual de 5.000 dlares. En cuanto a Karp, que haba mantenido en secreto dicha actividad y proclamado su dedicacinexclusiva a las tareas caritativas propias de su condicin de primera dama, ante la polvaredalevantada, hubo de renunciar al salario mensual de 10.000 dlares que le pagaba el WieseSudameris. En julio de 2003 la pelirroja esposa del presidente, retratada a s misma como unacampeona de la multiculturalidad y la causa indigenista, iba a situarse otra vez en el ojo de lapolmica por su actuacin como presidenta ad honorem de la Comisin Nacional de PueblosAndinos, Amaznicos y Afroperuanos (CONAPA), un puesto no remunerado que sin embargo lepermiti realizar, echando mano a informes ya elaborados por la institucin, una investigacinsobre la evolucin del movimiento indgena peruano por encargo de la Corporacin Andina deFomento (CAF), la cual le abon por el trabajo 48.000 dlares en la forma de ochomensualidades de 6.000 dlares; Karp abandon la CONAPA, pero el dinero percibido por laCAF en concepto de "honorarios" qued en su bolsillo. Otro ingrato sobresalto para el presidente fue el atentado perpetrado con dos coches bomba enlas cercanas de la embajada de Estados Unidos en Lima el 21 de marzo de 2002, en vsperasde la llegada del presidente George W. Bush, que mat a nueve personas y que se atribuy aelementos reorganizados de la guerrilla maosta Sendero Luminoso, prcticamentedesarticulada por Fujimori. El sangriento episodio fortaleci el compromiso adquirido el da 23por Toledo y Bush, en la primera visita de un mandatario estadounidense al Per, que incorpor

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  • al pas andino en la estrategia global de la potencia norteamericana contra el terrorismo, con elojo puesto en esta regin en las actividades de las guerrillas colombianas. A cambio, Toledorecibi de Washington un fuerte espaldarazo diplomtico y el compromiso de aumentar en 2003la ayuda de 150 millones de dlares asignada a 2002, que a su vez duplicaba la concedida en2001. Los parabienes estadounidenses le cayeron a Toledo, pese a los cuasi escndalos queafectaban a miembros de su familia, en un momento constructivo de la poltica domstica. Elnuevo talante que deba caracterizar las relaciones entre los actores polticos y socialesarranc el 5 de marzo con la firma por el presidente, el primer ministro Daino, los cabezas detodas las fuerzas parlamentarias salvo el grupo fujimorista ?es decir, Alberto Cruz Loyola porPer Posible, Garca por el PAP, Flores por la UN, Olivera por el FIM, Ernesto Blume Fortinipor Somos Per, Paniagua por AP y Aldo Estrada Choque por la Unin por el Per (UPP)- yseis lderes religiosos, gremiales y sociales del denominado Compromiso de Dialogo para unAcuerdo Nacional. Posteriormente inici sus trabajos el Foro del Acuerdo Nacional, con lamisin de establecer directrices de accin concertada en cuatro grandes terrenos: Democracia yEstado de Derecho, Equidad y Justicia Social, Competitividad del Pas, y Estado Eficiente,Transparente y Descentralizado. Aunque plenamente operativo, el Acuerdo Nacional fue, sin embargo, un espejismo en el sentidode que no consigui transmitir la imagen de normalidad que Toledo buscaba para el pas. Enjunio de 2002 todava no se haba cumplido el primer ao del mandato presidencial cuando unapresurado y no suficientemente explicado proceso de privatizacin de dos compaaselctricas que abastecan a los departamentos meridionales de Arequipa y Tacna, Egasa yEgesur, provoc en la segunda ciudad del pas una ola de protestas en la que sindicatos yorganizaciones vecinales retaron a las autoridades con manifestaciones, huelgas de hambre yactos de desobediencia civil. La poblacin arequipea manifest de esta manera su temor aque la venta de Egasa y Egesur a la compaa belga Tractebel -sospechosa de pagar sobornosa altos funcionarios durante la etapa de Fujimori- se tradujera en una subida de las tarifas y endespidos laborales. El Gobierno esperaba obtener de esta operacin 800 millones de dlarescon los que hacer frente al dficit fiscal del 2,5% y costear proyectos de infraestructura. Las protestas captaron a otros colectivos de trabajadores y actores sociales y no tardaron enextenderse a Tacna, Cuzco y a la propia Lima, donde las organizaciones sindicales llamaron auna movilizacin nacional con la exigencia de que Toledo abandonara su poltica econmica"neoliberal" y echara del Gobierno a Roberto Daino y a Pedro Pablo Kuczynski, consideradoslos principales artfices de una poltica que dejaba en un segundo plano las necesidadessociales. La gravedad de los disturbios en varios departamentos del pas, que en Arequipatenan visos de revuelta ciudadana, indujo al presidente a declarar el 17 de junio el estado deemergencia por un mes, pero das despus se pleg a la suspensin de la privatizacin de laselctricas y al levantamiento del decreto de excepcin en Arequipa. Con esta retractacin, Toledo logr apaciguar la peligrosa contestacin urbana, pero pag conla merma de credibilidad de su Gobierno, donde traslucieron divergencias ideolgicas. Elministro del Interior, Rospigliosi, present la dimisin en desacuerdo con la suspensin de lasprivatizaciones, pero esta salida no cerr la crisis del Ejecutivo, as que el 11 de julio Toledohubo de realizar una profunda remodelacin que fue vista como una claudicacin ante losmovimientos sociales, en particular el muy militante Frente Amplio Cvico de Arequipa: Daino,Kuczynski y de paso Garca-Sayn fueron removidos de sus puestos y reemplazadosrespectivamente por Luis Solari de la Fuente, Javier Silva Ruete y Allan Wagner Tizn. Conestas mudanzas, Toledo reforz el componente poltico de su equipo en beneficio de PerPosible y en menoscabo del FIM, cuyo jefe, Olivera, dej tambin la cartera de Justicia. Eldebilitamiento del sector liberal ortodoxo en el seno del Gobierno y el nombramiento depersonalidades (Solari y Wagner) en buenas relaciones con Alan Garca dieron pbulo a unahipottica entrada en el Ejecutivo del PAP, sustituyendo al FIM como socio de coalicin.

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  • 6. Sucesin de crisis polticas y escndalos en un contexto de estabilidad econmica El tumulto de Arequipa del verano de 2002, saldado en derrota para el Gobierno, slo fue elcomienzo de una larga secuencia de contestaciones sociales, barquinazos presidenciales y crisisgubernamentales que se prolong hasta el final del quinquenio, poniendo de manifiesto en todomomento la minora del oficialismo en el Congreso y la debilidad poltica de Toledo.Observadores locales estimaron que, paradjicamente, si Fujimori haba cado, entre otrasrazones, por su autoritarismo, Toledo poda correr la misma suerte por lo contrario, por su faltade resolucin a la hora de ejecutar los numerosos planes que seguan en el tintero y de ponerorden en las relaciones entre los poderes ejecutivo, judicial y legislativo, donde proliferaban lasiniciativas legales dispares. Desde febrero de 2003, despus de verse obligado a reconocer la paternidad (18 de octubre) deZara, dando la razn a la madre de la muchacha, Lucrecia Orozco, tras una dcada de litigios,y de encajar (17 de noviembre) los psimos resultados para su partido de las eleccionesmunicipales y a los 25 nuevos consejos regionales creados por la Ley Orgnica de GobiernosRegionales (promulgada el 16 de noviembre), Toledo hubo de vrselas con un rosario demovilizaciones, bloqueos viales y huelgas sectoriales que el 27 de mayo desemboc en ladeclaracin del estado de emergencia por un mes en todo el territorio nacional. Los primeros en salir a protestar fueron los cultivadores de hojas de coca del departamento deUcayali, enfurecidos con la detencin en Ayacucho de uno de sus lderes, Nelson Palomino,secretario general de la Federacin de Productores Agropecuarios del Valle del Ro Apurmac-Ene (FEPAVRAE) y de la Confederacin Nacional de Productores Agropecuarios de lasCuencas Cocaleras del Per (CONAPACCP), y con el plan del Gobierno, consecuencia de laspresiones de Estados Unidos, de proceder a la erradicacin forzosa de los cocales de maneragradual y bajo la promesa de introducir cultivos alternativos. El clima de desgobierno se agravcon una huelga indefinida lanzada en demanda de mejoras salariales por el Sindicato Unitario deTrabajadores de la Educacin en el Per (SUTEP), que el estado de emergencia no logratajar, y otra de los trabajadores de la sanidad pblica. Sondeos del momento indicaban que elpresidente slo era apoyado por el 11% de la poblacin. En estas circunstancias, Toledo volvi a recurrir a la frmula de la renovacin gubernamentalcomo la nica manera de apaciguar el enfado social. El 23 de junio el primer ministro Solarianunci la dimisin en bloque del Gabinete y el presidente inici conversaciones con uno de lospolticos ms veteranos e influyentes del pas, Luis Bedoya Reyes, el octogenario fundadordel PPC. Sin embargo, Toledo y Bedoya no se pusieron de acuerdo y la presidencia del Consejode Ministros recay, el da 28, en una independiente, la abogada y ex senadora Beatriz MerinoLucero, actualmente responsable de la Superintendencia Nacional de la AdministracinTributaria (SUNAT). En la ceremonia de jura del nuevo Gabinete, donde Jaime Quijandra Salmn suceda a SilvaRuete en Economa y Finanzas, Toledo enton un vehemente mea culpa con el que reconocique las debilidades de su Gobierno lo haban aislado de los peruanos. "De repente me hedesenganchado de mi pueblo, hemos cometido errores, juzguen ustedes nuestras flaquezas",confes Toledo a un pueblo al que le haban "robado la fe y la esperanza" y al que l debihaber explicado "la pesada carga que reciba luego de diez aos de autoritarismo", ya queaunque en 2001 su intencin no fue engaar ni mentir a los peruanos, el caso fue que encontr"la caja vaca". Con todo, el mandatario exhort a ser optimistas: "Hay luz al final del tnel. Lepido al pueblo que no desconfe de todos; los que sembraron la desconfianza estn fuera delpas o en la crcel". En su alocucin Toledo se comprometi a que el Estado prevaleciera en la lucha contra elterrorismo y el narcotrfico. Precisamente, unos das despus, Sendero Luminoso reaparecatendiendo una emboscada a una patrulla militar en un paraje selvtico prximo a la aldeaayacuchana de Matucana Alta y matando a siete soldados y ronderos (autodefensas civiles). Lapervivencia de los zarpazos espordicos del MRTA y Sendero Luminoso, pese a haber quedado

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  • reducidas ambas organizaciones guerrillero-terroristas a su mnima expresin tras aos decombate por el Ejrcito y la captura de sus principales dirigentes, puso la antesala a lapublicacin el 28 de agosto de 2003 del Informe Final de la CVR sobre la violencia poltica queasol el pas entre 1980 y 2000. Toledo recibi del presidente de la CVR, Salomn Lerner Febres, un documento que fijaba en69.280 los asesinados y desaparecidos en esas dos dcadas a manos de las fuerzas de laseguridad del Estado y, sobre todo, de Sendero Luminoso, considerado el principal violador delos Derechos Humanos con desenlace de muerte. El balance luctuoso ms que duplicaba lacifra de vctimas barajada hasta ahora. El impacto del informe en la opinin pblica fue muyconsiderable y Toledo, aunque no tena ninguna responsabilidad personal en los actosdocumentados, se vio obligado a pronunciarse por lo que corresponda de asumir al Estado. El 21 de noviembre de 2003, con una demora que disgust a las asociaciones de vctimasciviles, el presidente emiti un comunicado a la nacin con dos contenidos: primero, unapeticin de perdn en nombre del Estado a todas las vctimas, toda vez que "la exclusinsocial, la falta de presencia del Estado y el abandono fueron el caldo de cultivo de la ideologademencial y terrorista que se ensa con los peruanos ms pobres"; segundo, el anuncio deejecucin de aqu a 2006, de acuerdo con la recomendacin de la CVR de que el Estadosufragara reparaciones colectivas, de un Plan de Paz y Desarrollo (PPD) en beneficio de lasvctimas y sus familiares con un presupuesto de 2.845 millones de soles (817 millones dedlares). Personas y organizaciones pertenecientes a la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos(CNDDHH) valoraron positivamente el gesto de compuncin presidencial, pero lamentaron queel PPD no contemplara, explcitamente al menos, las indemnizaciones individuales, ya que lascompensaciones econmicas colectivas destinadas a las comunidades golpeadas por laviolencia tomaban la forma de una inversin social ?por otro lado, una obligacin de todogobierno- que no garantizaba el justo resarcimiento a las vctimas especficas. A vueltas con la inestabilidad gubernamental, el 12 de diciembre de 2003 Toledo pidi ladimisin en pleno del Gabinete a rebufo de un reguero de informaciones denunciando laproliferacin en los despachos ministeriales de trfico de influencias y nepotismo a favor defamiliares, amigos y hasta de amantes de los titulares. Los principales sospechosos de prcticasirregulares, la primera ministra Merino y el vicepresidente Dez Canseco, figuraron entre losmiembros del Gobierno que el 15 de diciembre tuvieron que hacer mutis: la primera dej paso aCarlos Ferrero Costa, miembro de Per Posible y hasta haca poco presidente del Congreso, yel segundo ces como ministro de Comercio Exterior y Turismo. Tambin cambiaron de titulareslos ministerios de Exteriores y Defensa, donde entraron respectivamente Manuel RodrguezCuadros y el general retirado Roberto Enrique Chiabra Len.

    Nada de lo que hiciera Toledo pareca servir para atajar una racha de escndalos que, antes alcontrario, gan virulencia al comenzar 2004. El 30 de enero Dez Canseco, en la cuerda flojadesde diciembre y con dos acusaciones constitucionales abiertas por el Congreso, dimiti entrements de que una exencin fiscal decretada por l en calidad de ministro para los restaurantesdel aeropuerto internacional de Lima buscara beneficiar al padre de su novia de 26 aos, el cualregentaba uno de estos negocios. Al da siguiente, Toledo tuvo que salir a desmentir que l osu gobierno tuvieran algo que ver con una reunin secreta mantenida dos aos atrs por unntimo asesor presidencial, Csar Almeyda, y el general scar Villanueva Vidal, quien seencontraba prfugo de la justicia como presunto integrante de la trama corrupta de Montesinos yque luego se quit la vida estando bajo arresto domiciliario, encuentro en el que ?as sedesprenda de unas grabaciones sonoras divulgadas por el peridico opositor Correo de Lima-se habl de seleccionar a los jueces del caso y de comprar a alguno de ellos.

    El 15 de febrero, das despus de cruzar el ecuador de su presidencia, un agobiado Toledoprecipit la quinta mudanza gubernamental en 30 meses largos de mandato con elnombramiento de siete nuevos ministros, todos tecncratas apartidistas. El FIM, nico aliado

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  • con que contaba el presidente, se automargin del Ejecutivo, donde hasta ahora tena dosministros, por decisin de Fernando Olivera, actualmente embajador en Espaa y con unainvestigacin abierta por la Fiscala de la Nacin por su posible vnculo con la trama Almeyda-Villanueva, lo que l negaba con gran vehemencia. Olivera, el paladn contra la corrupcin,enemigo declarado de Fujimori y de Garca, pero ahora l mismo sospechoso de deshonesto,puso su cargo diplomtico a disposicin de Toledo, quien le ratific en el mismo. El FIM,adems, aunque apeado del Gobierno, sigui respaldando a Per Posible en el Congreso.

    El impactante retorno de Kuczynski a Economa y Finanzas indic que Toledo otorgabaprioridad a las buenas relaciones con los organismos internacionales y los inversores forneos,a los que ante todo importaba la seguridad jurdica de sus negocios, frente a la reconciliacincon una poblacin que, segn las ltimas encuestas, ya slo le aceptaba en un 7%. Quien sedefina como un poltico de la "tercera va moderna adecuada a Amrica Latina" y como unpartidario de la "economa de mercado con rostro humano", aun reconociendo errores propioscomo haba sido depositar su confianza en Almeyda, achacaba todo el "ruido poltico" y la"desestabilizacin" a una "mafia fuji-montesinista" que no le perdonaba "haber liderado unamovilizacin de millones de peruanos que termin con un dictadura corrupta" y cuyo inters era"minar la democracia para tener impunidad".

    El 14 de julio de 2004, precedida por la destitucin parlamentaria (5 de mayo) del ministroRospigliosi con el voto de diputados de Per Posible y el FIM -por la pasividad mostrada por losagentes del Interior en el linchamiento mortal del alcalde de la localidad punea de Ilave amanos de una turba de paisanos que le acusaba de corrupto-, la dimisin (7 de junio) delresponsable de Agricultura, Jos Len Rivera -despus de mostrarse evidencias de que sufamilia administraba en la ciudad de Trujillo un prostbulo donde aparentemente ejercanjvenes menores de edad-, y una serie de estallidos de violencia social en distintos puntos delpas, tuvo lugar la primera huelga general de la presidencia de Toledo. Convocados por laConfederacin General de Trabajadores del Per (CGTP) y apoyados desde el Congreso,aunque con matices, por el PAP, los huelguistas exigan al Ejecutivo un cambio radical en supoltica econmica de responsabilidad fiscal y crediticia, un golpe de timn hacia la izquierda enla gestin de los recursos pblicos y la convocatoria de una Asamblea Constituyente parafundar "una nueva Repblica democrtica, social y descentralista", que dejara atrs el marcolegal heredado del fujimorismo.

    Tras esta prueba de fuerza de sus numerossimos detractores, Toledo vio cmo las andanzasde sus deudos ms cercanos, que la opinin pblica no poda creer fueran desconocidas porel presidente, volvan a atizar los ms furiosos escndalos. En septiembre de 2004 elcontralor general de la Repblica, Gerardo Matute Meja, declar que su oficina habatramitado hasta la fecha 42 investigaciones de actividades sospechosas realizadas por unaveintena de hermanos, cuados y sobrinos de Toledo.

    Una hermana mayor, Margarita, tena a sus espaldas sendas investigaciones del Congreso ydel Ministerio Pblico por presunto trfico de influencias en la adjudicacin para un amigo deun contrato con la autoridad portuaria y por presunta organizacin de la trama de falsificacin defirmas que habra permitido a Per Posible inscribirse como partido poltico en 1998 yconcurrir a las elecciones de 2000. En relacin con este ltimo caso tambin fuerondenunciados el esposo de Margarita Toledo, Edwin Surez Flores, una cuada de la pareja,Carmen Rosa Velzquez Taboada, cuatro sobrinos del presidente ?Roberto Carlos ToledoVereau, Walter Manrique Plcido, Vicente Pinedo Manrique y Nancy Toledo Velsquez- y ashasta 25 personas.

    Asimismo en septiembre de 2004, un hermano menor, Pedro, fue denunciado por la fiscalanticorrupcin por haber, presuntamente tambin, hecho valer su apellido en la concesin por elMinisterio de Transportes y Comunicaciones (MTC) a una empresa a l vinculada,Telecomunicaciones Hemisfricas, de una lucrativa contrata para el servicio de telefona fijaentre Lima y Callao; poco despus, el juez anticorrupcin Sal Pea Farfn inco procesocriminal contra Pedro Toledo por unos supuestos delictivos de trfico de influencias, falsedad

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  • genrica y falsa declaracin en procedimiento administrativo.

    El mayor de los hermanos Toledo, Luis, adems de dar mucho que hablar por su carcterirascible y violento (agredi fsicamente a un grupo de reporteros que lo segua en automvil eincluso a un motorista que, tendido en la carretera, acababa de ser atropellado por el camin enel que l viajaba de copiloto) y de arrastrar una trayectoria de los con la justicia, fue igualmentedenunciado y procesado en calidad de cmplice en un delito de peculado en el uso paraactividades personales de vehculos del parque mvil del Estado. Otro hermano, Fernando, fueinvolucrado en junio en la manipulacin de la ONG Aprodebi con el fin de ganar licitacionespblicas del MTC para la construccin de un tramo de carretera en Ancash.

    La esposa de ste y cuada del presidente, Juana Rodrguez, fue procesada por el 33Juzgado Penal por haber orquestado la colocacin de varios militantes de Per Posible en lanmina del Ministerio de Educacin. En cuanto a Eliane Karp, sus actividades no terminaban dezafarse de sospechas. El ltimo descubrimiento fue que haba cobrado honorarios por laconsultora realizada a un banco local a travs de una empresa afincada en Panam cuyorepresentante legal era nada menos que Csar Almeyda, el ahora encarcelado ex asesorpresidencial. Por si este cmulo de presuntas corruptelas econmicas no fuera suficiente, lareputacin de la vasta familia Toledo fue puesta todava ms en entredicho por algunos de lossobrinos del presidente, que se vieron envueltos en delitos barriobajeros, alguno de muchagravedad.

    As dejando a un lado a Jorge Toledo Velsquez, ya eximido por la fiscala de un supuestoingreso patrimonial excesivo, y a los cuatro sobrinos implicados en el caso de las firmas falsas,fueron reclamados por la justicia: Williams Toledo Rodrguez, acusado de agredir a un vigilantede un local nocturno de Lima y al que en enero de 2006, ms de dos aos despus del hechoimputado, le iban a caer una condena de 16 meses de prisin suspendida y una multa de 4.000soles; Fernando Manrique Quipusgo, alias Filete, miembro del equipo de seguridad de su to enel Palacio de Gobierno, quien se las arregl para no rendir cuentas por su presunta direccin deuna trama mafiosa dedicada a traficar con medicinas y ropa donadas al Estado por entidadesbenficas; y Miguel Toledo Manrique, de 34 aos, que fue denunciado por una joven porhaberla drogado y violado en un hotel en marzo de 2004, tras lo cual iba a ser enjuiciado enrebelda y por ltimo, en febrero de 2006, capturado y condenado a servir "cuatro aos deprisin suspendida, condicionalmente a tres aos", y a pagar una indemnizacin de 8.000soles, sentencia que fue considerada "indignante" y una "burla" por la defensa y por asociacionesde mujeres.

    En todo este tiempo Toledo no se cans de diagnosticar, y razn no le faltaba, la excelentesalud de la economa peruana. En efecto, el PIB estaba creciendo entre un 4% y un 5% anual,ritmo que contrastaba con la recesin registrada en 2001 y que todava resultaba pequeo encomparacin con el 6,7% que iba alcanzar en 2005, la tasa ms elevada en ocho aos. Elpas marchaba, y todos los sectores, salvo el agrcola, tiraban hacia delante: las manufacturasy procesados industriales (textiles, algodn, cemento), la minera (muy en especial la del cobrey el zinc, extrados por la compaa Antamina), la pesca y sus derivados (harinas) y loshidrocarburos, donde se hizo notar espectacularmente el arranque del Proyecto Camisea, laexplotacin de los yacimientos de gas natural cuzqueos San Martn y Cashiriari. Al faustocomportamiento del PIB peruano contribuan tanto la demanda interna y la inversin privadacomo el sector exterior.

    El supervit de la balanza comercial y el aumento de las transferencias corrientes permitieronanular, tras un cuarto de siglo de desequilibrios, el dficit por cuenta corriente en 2004. En elejercicio anterior el Gobierno obtuvo en su saldo de cuentas un supervit primario (descontandoel pago de los intereses de deuda) y vio achicarse el dficit fiscal hasta el punto de permitirlepredecir, lo que iba a ser cumplido, la prctica liquidacin del mismo al finalizar el quinquenio.Las deudas pblicas interna y externa estaban recortndose sensiblemente. Ms todava, lainflacin andaba en torno al 2% anual ?en 2004 trep al 3,5%, pero en 2005 iba a caer al 1,5%-,el nuevo sol cotizaba con respecto al dlar de manera estable y con una tendencia a la

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  • apreciacin, las reservas internacionales estaban en sus mejores niveles histricos y lascalificaciones de riesgo-pas se situaban por debajo de la media de Amrica Latina, lo que erala mejor indicacin de la confianza de los inversores. El FMI felicit varias veces a Toledo por sugestin econmica. 7. Sedicin etnocacerista y riesgo de destitucin por el Congreso Con esta catarata de datos delante, la gran mayora de los peruanos, empero, no encontrabamotivos para aplaudir a sus gobernantes. Incomprensiblemente, el paro estaba aumentando enparalelo al crecimiento de la economa, invalidando las promesas presidenciales en materia decreacin de empleo y arrojando a ms poblacin activa a la precariedad. Por otro lado, los quetrabajaban, trabajaban ms y, en proporcin, cobraban menos, una mezquindad salarial querepercuti negativamente en los niveles reales de ingresos por habitante.

    La paradoja estaba a la vista de todos: el pas acrecentaba su riqueza, pero sta no era notadaen absoluto por la mitad de sus 27 millones de habitantes que se debata en la pobreza. En larecta final del quinquenio, la Administracin de Per Posible iba a informar que la pobrezahaba descendido del 54% a 48% y la pobreza extrema del 24% al 18%, pero estos datos fueroncalificados de exagerados por la oposicin a la vez que acogidos con cautela y escepticismo porlos organismos internacionales. La pertinacia de los graves dficits socioeconmicos mostraba,y ms en una coyuntura de precios estables, el fracaso del Gobierno de turno en su obligacinde redistribuir los beneficios en la sociedad.

    Cuanto mejor marchaba la economa, peor le iba al presidente. El primer da de 2005 un grupode 160 militares encabezados por el mayor retirado del Ejrcito Antauro Humala Tasso, hijo delintelectual ultranacionalista Isaac Humala Nez, conocido idelogo del llamado etnocacerismoy de la supremaca de la "raza cobriza" en el Per, y hermano del teniente coronel OllantaHumala Tasso, a cuyas rdenes haba participado en una rebelin castrense contra el rgimende Fujimori en octubre de 2000 en Tacna, asalt una comisara en Andahuaylas, Apurmac, ytom como rehenes a los policas que se hallaban en su interior. Humala anim a la poblacinlocal a secundar su accin subversiva y condicion su rendicin y entrega a la dimisin deToledo y la restitucin de la Constitucin de 1979. Aquel hubo de suspender sus vacaciones defin de ao en el balneario de Punta Sal, y una vez en Lima reuni al Gobierno, decret elestado de emergencia en Andahuaylas por 30 das y exigi a los sediciosos la capitulacin sincondiciones.

    Incumplido el ultimtum ?al parecer, Humala hizo una primera tentativa de rendirse, pero ungrupo de paisanos que lo jaleaban se lo impidi-, las fuerzas del Gobierno liberaron lacomisara por la fuerza el 4 de enero, en una operacin que se sald con la muerte de cuatropolicas y dos sediciosos, y con decenas de heridos. Humala fue arrestado mientras negociabalas condiciones de su rendicin con representantes del Gobierno. Toledo prometi hacer caertodo el peso de la justicia sobre los atacantes de Andahuaylas y tach el movimientoetnocacerista de "paramilitar, fascista, terrorista y de ideologa fundamentalista", pero eldesenlace de la crisis, por de pronto positivo para la razn de Estado y el imperio de la ley, setradujo para el presidente en una nueva mella en su ya debilitada situacin.

    As, el ministro del Interior, Javier Retegui Rossell, quien no llevaba ni un ao en el cargo yque era miembro de la cpula de Per Posible, hubo de dimitir en asuncin de suresponsabilidad poltica por la inaccin preventiva de su departamento, que no ignoraba lasintenciones sediciosas de Humala y su gente, segn constaba en los informes de los serviciosde inteligencia. Su reemplazo por Flix Murazzo Carrillo, teniente general de la PNP, no ahorral poder sendas mociones de censura parlamentaria presentadas por el PAP y la UN contra elprimer ministro Ferrero y el ministro de Defensa Chiabra. El 19 de enero el Gobierno sali airosodel embate al no alcanzar ninguna de las dos mociones los 61 votos necesarios para prosperar,pero su fragilidad no fue reparada. De la merma de credibilidad de las instituciones no era ajenoel Congreso, que el 14 de abril no consigui sacar adelante, por no alcanzarse la preceptivamayora de dos tercios, una reforma constitucional que habra restaurado el sistema legislativobicameral suspendido con el autogolpe de Estado de Fujimori en 1992 y luego abolido por la

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  • Constitucin de 1993.

    Para Toledo, todo lo referente a su malparada autoridad poltica era susceptible de empeorar.Pocos das despus del golpe de mano de los etnocaceristas, la orden de arresto domiciliarioemitida por el juez anticorrupcin Sal Pea contra Margarita Toledo y su esposo, GuillermoSurez, como presuntos coautores de los delitos de asociacin ilcita para delinquir yfalsificacin documental en el caso de las firmas falsas, repuso en el primer plano el ya aejoescndalo y principi para el presidente la etapa ms precaria de su mandato. Sus pblicascomparecencias ante la televisin nacional para negar que l o cualquier miembro de su familiahubieran amaado firmas de ciudadanos para conseguir el registro de Per Posible y susreiteradas afirmaciones de que exista un plan para "tumbar la democracia" no fueron aceptadaspor la oposicin parlamentaria, que sac adelante una comisin de investigacin en elCongreso, encabezada por el diputado aprista Edgar Villanueva Nez, para esclarecer lasposibles responsabilidades polticas y penales del jefe del Estado.

    El 3 de mayo de 2005 la comisin, con la rbrica y aprobacin de slo tres de sus cincomiembros (no quisieron avalarlo los representantes de Per Posible y el FIM), entreg suinforme final al presidente del Congreso, Antero Flores Aroz. Los firmantes, segn Villanueva,posean "indicios razonables y pruebas irrefutables" de que Toledo, al igual que a su hermana,haba tenido una "participacin directa" en la falsificacin entre 1997 y 1998 de ms del 80%de las 520.000 firmas presentadas para avalar el registro de Per Posible, lo que le convertaen imputable de unos delitos de "asociacin ilcita para delinquir" y "contra la fe pblica". Enconsecuencia, se solicitaba al pleno de la Cmara la aplicacin al mandatario de "la sancinque constitucionalmente corresponda", lo que poda significar tanto vacarle como suspenderle.

    Ahora bien, el informe no recomendaba explcitamente la destitucin del presidente, que comoaforado gozaba de inmunidad frente a la accin de la justicia y no poda ser acusado ms queen los supuestos, tipificados por el art. 117 de la Constitucin, de traicin a la patria, fraudeelectoral, disolucin indebida del Congreso y obstruccin de la labor del JNE; el informetampoco mencionaba la figura de la "incapacidad moral". El 20 de mayo, sin embargo, Toledosabore como un "triunfo de la democracia" la decisin del Congreso, con el voto de 57diputados, de no abrirle un juicio poltico y accin constitucional alguna sino remitir "todo loactuado" (es decir, los hechos investigados pero no las recomendaciones) a la Fiscala de laNacin, la cual ya haba notificado que se abstendra de emprender diligencias en su contramientras fuera el jefe del Estado. El 28 de julio el presidente inici su quinto y ltimo ao demandato con una aceptacin popular del 20%, una marca muy mala, aunque algo mejorada conrespecto a los niveles reflejados por sondeos previos.

    No le dur mucho el respiro a Toledo, ya que el 11 de agosto se encontr con las dimisiones delprimer ministro Ferrero y del ministro de Vivienda, Construccin y Saneamiento, Carlos RicardoBruce Montes de Oca, como reaccin hostil al nombramiento para ministro de Exteriores deOlivera, tan apreciado por el presidente, del que vena haciendo una defensa activa, comoimpopular en la calle. La marcha de Ferrero oblig a Toledo a abrir la ensima crisis de gobiernoy a prescindir del lder del FIM tan slo dos das despus de jurar ste el cargo. El 16 deagosto el ubicuo Kuczynski cubri la vacancia del efmero Olivera y las cuatro carteras de mspeso cambiaron de titular: Economa y Finanzas fue para Fernando Zavala Lombardi, Exteriorespara scar Martua de Romaa, Defensa para Marciano Rengifo Ruiz e Interior para RmuloPizarro Tomasio.

    La popularidad de Toledo volvi a quedar por los suelos. El 30 de octubre el electorado emitiuna ruda sancin con el resultado negativo del referndum sobre el proceso dedescentralizacin territorial reactivado por la Ley Orgnica de Gobiernos Regionales de 2002,que de haber prosperado habra supuesto la transformacin de las 26 regionesdepartamentales y provinciales en cinco grandes regiones dotadas de amplia autonoma. Dosmeses ms tarde el Gobierno hubo de declarar el estado de emergencia en seis provincias de laregin del Alto Huallaga, zona cocalera por antonomasia, ante la escalada de ataques deSendero Luminoso.

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  • 8. Apuesta por una integracin sudamericana compatible con el TLC con Estados Unidos Como ha venido sucediendo con otros presidentes del rea latinoamericana, el dinamismoresolutivo de Toledo se manifest especialmente en el terreno exterior y ms concretamente enel mbito librecambista. El dirigente peruano juzg indisociables el crecimiento sostenido de laeconoma nacional y el relanzamiento de los intercambios comerciales con Estados Unidosmediante un instrumento que superara en ambicin y alcance al Andean Trade Preferences Act(ATPA), ya expirado, y al Andean Trade Preference and Drug Enforcement Act (ATPDEA),promulgado por el Gobierno estadounidense en 2002 y vlido hasta diciembre de 2006. Esdecir, Lima apostaba por un Tratado de Libre Comercio (TLC) bilateral.

    El TLC, denominado por la legislacin peruana Acuerdo de Promocin Comercial Per-EstadosUnidos (APC), empez a negociarse el 18 de mayo de 2004 en Cartagena de Indias en unamesa multilateral que tambin inclua a Ecuador y Colombia. Su propsito fundamental eraeliminar las barreras al comercio de bienes y servicios, y estimular las inversiones privadas enlos respectivos pases. Al cabo de trece rondas de negociacin, el APC qued finiquitado el 7de diciembre de 2005 y fue firmado en Washington por el ministro peruano del ramo, AlfredoFerrero Dez Canseco, el 12 de abril de 2006 en presencia de Toledo. El 28 de junio siguiente, aun mes justo del cambio de Administracin, el Congreso peruano ratific el acuerdo por 79 votos?incluidos los de la bancada aprista- contra 14, quedando pendiente su ratificacin por elCongreso estadounidense y por ende su entrada en vigor.

    Dos aos y medio atrs, el 16 de diciembre de 2003, Toledo, debido a las obligacionesinstitucionales derivadas de la crisis del Gobierno de Merino, no pudo participar en Montevideoen la cumbre del MERCOSUR que produjo la firma del acta de incorporacin del Per en estebloque comercial del cono sur latinoamericano con el estatus de miembro asociado. La mudanzasegua al Acuerdo de Complementacin Econmica suscrito el 25 de agosto del mismo ao,por el que el Per y el MERCOSUR establecan una zona de libre comercio, y a la cumbreespecial de presidentes del MERCOSUR y la CAN, celebrada diez das antes en Asuncin, quehaba planificado la integracin comercial de los dos bloques.

    La insercin del Per en el MERCOSUR respondi a un deseo compartido por Toledo y su parbrasileo, el socialista Luiz Incio Lula da Silva, y fue vista como un paso fundamental para laconcrecin de la tercera gran estrategia continental del mandatario peruano, a saber, laComunidad Sudamericana de Naciones (CSN), concebida por l como la institucionalizacin delas Cumbres Sudamericanas, a su vez un marco intergubernamental inaugurado en 2000 ainiciativa del Gobierno brasileo pero que por el momento no tena personalidad jurdica.

    La suerte de tndem formado por Lima y Brasilia quera que el proceso de convergenciaeconmica y poltica de los doce pases de Amrica del Sur desembocara a medio plazo enuna vasta rea de libre comercio fundamentada en el engarce del MERCOSUR y la CAN. LaCSN, que aspiraba, inspirndose en la Unin Europea, a dotarse de un mercado comn y unparlamento sudamericano, y que deba ser compatible con el rea de Libre Comercio de lasAmricas (ALCA) perseguida por Estados Unidos, vio la luz con la Declaracin de Cuzco,firmada el 8 de diciembre de 2004 en el curso de la III Cumbre Sudamericana, con Toledo deanfitrin. El mismo escenario haba tenido la XVII Reunin del Grupo de Ro, el 23 y 24 demayo de 2003. Toledo fue el primer secretario pro tmpore de la CSN, hasta septiembre de2005, cuando traspas el testigo a Lula en la I Cumbre de la CSN. Sin embargo, sus planesintegracionistas toparon con las dificultades emergidas en las relaciones bilaterales conVenezuela y Chile.

    Cuando asumi el poder, Toledo busc normalizar las relaciones con el Gobierno de HugoChvez luego de la cuarentena diplomtica a que haban dado lugar el cruce de acusacionesentre las cancilleras y la retirada de los respectivos embajadores tras la captura de Montesinosen junio de 2001. Pero en abril de 2002 Lima mostr frente al fracasado golpe de Estado enCaracas una actitud cuando menos ambigua que fue interpretada por el oficialismo rpidamenterestaurado en el poder como un apoyo tcito a la efmera junta cvico-militar presidida por elempresario Pedro Carmona.

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  • En aquella ocasin, Toledo calific de "preocupante" la ruptura constitucional en Venezuela,pero, desvindose de las lneas de rechazo tajante al golpe o de mxima cautela exhibidaspor los dems miembros de la OEA, se explay en reflexionar que "un pas que se polarizamina la democracia" y que Chvez no era precisamente "un papa de la democracia". Elpresidente venezolano no perdon a Toledo esta falta de respaldo poltico y en los aossiguientes fue advirtindose que las visiones hemisfricas de ambos dirigentes divergan sinposibilidad de encuentro, con Chvez criticando el APC peruano, declarando moribunda a laCAN precisamente a raz de aquel, quejndose del escaso fuelle de la CSN y lanzando unaverdadera ofensiva contra el ALCA mediante la Alternativa Bolivariana para Amrica Latina(ALBA), que slo poda irritar al filonorteamericano Toledo. En julio de 2005, en el XVI ConsejoPresidencial Andino celebrado en Lima, Toledo acogi con frialdad la propuesta de Chvez decrear una multinacional subregional del petrleo denominada Petroandina. El desencuentro llega su clmax con motivo de la campaa de las elecciones generales peruanas de 2006, en lasque Chvez se inmiscuy con repercusiones muy negativas.

    En su flanco meridional, el Per avanz en la cooperacin con Bolivia, pero choc con Chile.En agosto de 2004, la visita del presidente boliviano Carlos Mesa se tradujo en la firma conToledo en Ilo y Lima del Tratado General de Integracin y Cooperacin Econmica y Social parala Conformacin de un Mercado Comn entre ambos pases y tambin de una carta deintenciones sobre el establecimiento en un punto de la costa peruana, probablemente Ilo, de una"zona econmica especial" de uso conjunto, que entre otros servicios dara al prometedor gasboliviano una salida ocenica para su exportacin. El acuerdo tena su antecedente en losconvenios de 1992, por los que el Per haba otorgado a Bolivia una zona franca en Ilo yhaba bautizado una parte de su playa como Boliviamar. Segn las partes, el nuevo tratado ibaa fomentar los intercambios comerciales, el turismo, las inversiones privadas y la participacinen el comercio bilateral liberalizado de las pequeas y medianas empresas.

    En cuanto a Chile, la aprobacin parlamentaria y la promulgacin presidencial el 3 de noviembrede 2005 de la Ley de Lneas de Base del Dominio Martimo del Per, que estableca unnuevo criterio de delimitacin de las aguas territoriales del Pacfico potencialmente lesivo paraChile, despert un fuerte rechazo en el Gobierno de Santiago y enfri crudamente unasrelaciones bilaterales que al comienzo del mandato de Toledo se haban distinguido por sucalidez. El ambiente ya estaba revuelto desde el mes de abril por el escndalo, sentido en elPer -que no olvidaba las amputaciones territoriales sufridas tras la victoria chilena en la Guerradel Pacfico (1879-1884)- como una verdadera afrenta nacional, del video sensacionalista de lacompaa area chilena Lan, el cual mostraba a los pasajeros de sus vuelos una Lima azotadapor una realidad de pobreza, suciedad, desorganizacin y delincuencia. Entonces, el Ministeriode Relaciones Exteriores, hacindose eco de la clera de la opinin pblica, dirigi una quejaoficial al embajador chileno en Lima por el tono denigratorio de un video del que slo eraresponsable la aerolnea privada.

    A la mejora de las relaciones peruano-chilenas no contribuy la dilacin de la decisin por lasautoridades del segundo pas de extraditar al ex presidente Fujimori, detenido en Santiago el 7de noviembre, nada ms aterrizar procedente de Japn y en el momento ms inoportuno delrifirrafe territorial. Das despus, Lima retir a su embajador en Tokyo en protesta por elanuncio del Gobierno del pas asitico de que velara por los derechos de Fujimori, quemantena la doble ciudadana peruana y japonesa. La Administracin toledista estabatremendamente molesta con Japn tras pasarse casi cinco aos reclamando en vano la entregadel prfugo para ser juzgado en casa como presunto autor de un buen nmero de delitos contralos Derechos Humanos y de corrupcin; las autoridades niponas siempre haban pretextado lanacionalidad japonesa del encausado y la inexistencia de un tratado de extradicin bilateral. Enmayo de 2006 la Corte Suprema chilena iba a poner a Fujimori en libertad bajo fianza y con laprohibicin de abandonar el pas hasta que se resolviera el juicio de extradicin, decisin quealiment los temores de fuga en Per. 9. Testigo incmodo de una sucesin presidencial dominada por candidatos opositores La mejor prueba de la soledad poltica de Toledo y de la fragilidad de su partido en la recta final

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  • del mandato fue el desaguisado en la seleccin del candidato presidencial del oficialismo. Laprimera aspirante de Per Posible, Jeannete Enmanuel Tejada, una empresaria de xito en elramo de la agroalimentacin ecolgica pero absoluta nefita en poltica, renunci el 9 dediciembre de 2005, slo cinco das despus de su proclamacin, en medio de fuertescuestionamientos internos por su inexperiencia en estas lides y asustada por la vorgine de unacampaa que se auguraba muy sucia. Su compaero de plancha para la Vicepresidenciaprimera, el ex ministro Carlos Bruce, desisti asimismo tras ser criticado por el vicepresidentesaliente, David Waisman, quien aspiraba a ser el heredero poltico de Toledo y venadefendiendo sin xito su postulacin presidencial.

    Incapaz de consensuar un candidato propio, Per Posible se decant por Rafael BelandeAubry, ex dirigente acciopopulista e hijo del difunto Belande Terry. De nuevo, la falta deunanimidad en el partido gobernante, esta vez a propsito de la composicin de las listascongresuales, empujaron a su opcin presidencial a arrojar la toalla, el 31 de enero de 2006. Enconsecuencia, Per Posible acudi a las elecciones generales del 9 de abril de 2006 sincandidato a la jefatura del Estado, aunque tambin es cierto que de haberlo presentado, aquelno habra tenido ninguna posibilidad frente a los tres lderes opositores que competanferozmente por la victoria: Ollanta Humala, lder del Partido Nacionalista Peruano (PNP) peropostulante por la UPP, Alan Garca por el PAP y Lourdes Flores por la UN.

    Con el paso de los dos primeros a la segunda vuelta, Toledo fue un testigo incmodo deldursimo cruce de acusaciones e insultos de unos candidatos que parecan auspiciar dosmodelos y dos ofertas antitticas pero que coincidan en echar pestes del quinquenio de PerPosible: el nacionalismo demaggico y confusamente izquierdista del ex teniente coronel,simpatizante del chavismo y hostil al liberalismo econmico y a la globalizacin; y lasocialdemocracia moderada de Garca, que respaldaba el APC, pero con algunas enmiendas, yque en el fondo garantizaba la salvaguardia del legado toledista en la economa, aunquereponiendo en el primer plano la deuda social.

    La ruidosa irrupcin de Chvez en la campaa de la segunda vuelta, reclamando el voto paraHumala, al que aspiraba a reclutar para su bloque bolivariano en Amrica Latina, descalificandoel APC con Estados Unidos y colmando de insultos a Garca, quien se los devolvi con creces,termin salpicando a Toledo. El mandatario saliente, visiblemente irritado, sali al paso paradeclarar: "Yo no entro en peleas de callejn (?) Esta contienda electoral es entre dos candidatosperuanos, y yo no defiendo a nadie, pero no le permito al presidente Chvez volverse aentrometer en la poltica nacional del Per, mucho menos sus chantajes y amenazas". El 29 deabril, luego de que el vehemente lder venezolano extendiera sus exabruptos a Toledo ("soncaimanes del mismo pozo"), el Ministerio de Relaciones Exteriores orden el regreso inmediatode su embajador en Caracas, Carlos Urrutia Boloa, por la "persistente y flagrante intromisin"[de Chvez] en asuntos internos del Per, en clara violacin de los principios y normas delderecho internacional".

    Un mes ms tarde Toledo exigi a su homlogo venezolano que dejara de "intervenir" en lapoltica interna peruana y le advirti que tuviera "cuidado" porque estaba "sembrandotempestades" en la regin. Tambin, enfatiz que no poda decir quin deba ganar lasegunda vuelta del 4 de junio. Sin embargo, l mismo fue acusado de violar las leyes electoralesal pronunciar a comienzos de mayo un discurso en el que voce un apoyo implcito a Garcacuando asegur que las presidenciales no iban a ser "una batalla entre dos candidatos, sino unadecisin entre la democracia y el autoritarismo".

    El 4 de junio Toledo seguramente experiment una mezcla de alivio y de satisfaccin, ya queGarca derrot a Humala y las votaciones discurrieron sin incidentes y con limpiezademocrtica. Adems, se despeda con un nivel de aceptacin popular francamentemejorado: ahora mismo, uno de cada tres encuestados aprobaba su gestin, nivel que seaproximaba a la mitad en el caso de los residentes capitalinos. Claro que el rendimiento de PerPosible en las elecciones legislativas no poda alimentar ninguna complacencia: slo arranc el4,1% de los votos vlidos, minscula cuota que le dio derecho a dos escaos en el Congreso.

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  • De la primera fuerza del hemiciclo, el partido fundado por Toledo y cuyo liderazgo recaa ahoraen Waisman haba pasado a ser la sexta.

    El 28 de julio de 2006 Toledo transfiri la Presidencia a Garca y abri un perodo departicipaciones acadmicas internacionales. En octubre el Centro Carter le nombr jefeconjunto, con el ex presidente estadounidense y el ex presidente panameo Nicols ArditoBarletta, del equipo de monitores de las elecciones generales nicaragenses de noviembre. Altimos de ese mes el Centro de Estudios Avanzados en Ciencias del Comportamiento (CASBS)de su alma mter, la Universidad de Stanford, le nombr Hoover Distinguished Visiting Fellow,poniendo a su disposicin un despacho para realizar actividades lectivas durante un ao. El exmandatario dej en el aire la posibilidad de una segunda aspiracin presidencial en 2011,vencido el perodo en blanco que prescribe la Constitucin. En julio de 2007, estando en Madridpara participar en un ciclo de conferencias en compaa de Eliane Karp, inform que estabaescribiendo una autobiografa y que los derechos de adaptacin cinematogrfica de la historiade su vida ya estaban negocindose, quedando slo por decidir "el actor que me encarne".

    Claro que para entonces, Toledo, desprovisto de la inmunidad institucional, ya enfrentaba nuevasinvestigaciones parlamentarias que rastreaban las presuntas irregularidades cometidas en sugestin y anteriormente. El 14 de diciembre de 2006 el ex presidente fue denunciado por latitular de la Primera Fiscala Anticorrupcin, Gloria Ordez Castillo, quien actuaba sobre labase de una solicitud de investigacin hecha por el Sexto Juzgado Penal Especial de Lima enjulio pasado, por unos delitos contra la fe pblica, contra la tranquilidad pblica, de falsificacindocumental y de asociacin ilcita para delinquir en agravio de la sociedad, todos en relacincon el viejo asunto de la falsificacin de las firmas avaladoras de su partido.

    El 21 de diciembre la juez especial Carolina Lizrraga Houghton abri un proceso penal contraToledo por los cargos imputados y le impuso la prohibicin de abandonar el pas ?aunque enesos momentos se encontraba en Stanford-, un embargo preventivo de bienes valorados en150.000 soles (45.180 dlares) y el pago de un depsito de 50.000 dlares (15.060 dlares). Deir a juicio y ser hallado culpable, Toledo se enfrentara a una pena de dos a diez aos decrcel. En su auto, la magistrada apuntaba la existencia de indicios suficientes que apuntaban aToledo como el responsable de "planificar y coordinar la formacin de una organizacin depersonas a quienes convoc, instruy y dirigi" para cometer la irregularidad. Toledo poda serprocesado por la justicia ordinaria porque los hechos imputados haban ocurrido antes de serelegido y, por tanto, no se poda acoger al antejuicio, o proceso en el Congreso, al que tienenderecho los ex altos funcionarios del Estado hasta cinco aos despus de haber abandonado elcargo. (Cobertura informativa hasta 1/7/2007)

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