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La Ciudadela Pamplona

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  • 94 / La Ciudadela de Pamplona. Cinco siglos de vida de una fortaleza inexpugnable

    se ventile y se conserve enxuta la plvora y con un dado de piedra enmedio paraimpedir la introduccin de fuego fortuito o provocado104. La bveda, de mediocan, se rehzo en 1718 a prueba de bomba, para resistir proyectiles demortero de aquella poca, de un calibre mximo de 14 pulgadas, y exteriormentese cubre con tejado a dos aguas. En la fachada principal, sobre la puerta, tieneun sobrio detalle ornamental compuesto por dos pilastras y un frontn triangular,donde probablemente debera ir colocado algn escudo o inscripcinconmemorativa que no se lleg a poner; hacia 1970 conservaba un sencillortulo en el que se lea: POLVORIN DE LA CIUDADELA.

    El almacn o pabelln de mixtos, aunque fue remodelado por el ingeniero Sala

    (104) PRIETO. La Ciudadela de Pamplona. (Memoria indita conservada en el Archivo Municipalde Pamplona, redactada en 1965).

    El polvorn, construido en 1694 por Torelli, tal como estaba en 1970, con la cerca de piedraque lo rodeaba. AMP. Col. Arazuri

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    en 1720, conserva exteriormente una estructura muy similar a la del polvorn.Las Cortes de Estella otorgaron en enero de 1692 un nuevo servicio para lasfortificaciones de 30.000 ducados, aumentados a los pocos das en 8.000 ms,que fueron destinados casi en su totalidad a las murallas de la plaza, no a laciudadela105. Por este tiempo dirigan los trabajos Hrcules Torelli y EstebanEscudero, que muri a principios del ao 1696, sustituyndole don Dionisio deSalazar. Torelli debi de modificar considerablemente el proyecto de Escudero,que era el que hasta entonces se haba venido llevando a cabo, originndosepor ello algunas tensiones. El virrey marqus de San Vicente pidi parecer almaestre de campo Arias y al teniente general de artillera Pastor, quienesopinaron que Torelli haba cometido notorios y graves errores, manifestando serdel todo incapaz. El aludido, por su parte, calificaba a sus detractores de legose ignorantes en el campo de la arquitectura civil y militar106. En diciembre de1695, las Cortes volvieron a dar otros 30.000 ducados para fortificaciones, apagar en dos plazos, en 1698 y 1702107. Pero el Erario Real no se poda permitirtanta demora. En estos aos se sucedieron los poderes a los virreyes parabeneficiar gracias, ttulos y honores, en nombre del rey, a los particulares ocomunidades que ofreciesen a la Real Hacienda servicios en metlico quealiviaran en parte su penuria. Las Cortes de Navarra nunca vieron con buenosojos este procedimiento108.

    Torelli remiti a la Corte en 1696 un plano con su correspondiente memoria, enla que informaba que en el recinto de la ciudadela haba algunos cuarteles yalmagacenes, para taonas, graneros, armas y plvora, pero que no eran aprueba de bomba. Haba un torren a prueba, que poda servir para polvorn, enel que se haban hecho dos hornos de cocer pan, cuyo traslado propona a unabveda bajo el terrapln, que por su humedad no serva para guardar plvora.El actual polvorn se estaba construyendo, y se esperaba terminarlo para el aosiguiente. Se haban hecho traveses altos en los cinco baluartes, a falta todava

    (105) AGN. Reino, Fortificaciones, leg. 1, carp. 37.(106) IDOATE, Las Fortificaciones, p. 95.(107) AGN. Reino, Fortificaciones, leg. 1, carp. 41 y 42, y leg. 2, carp. 12 y 21.(108) MARTINENA, Navarra, castillos y palacios, pp. 126-128. Hay un poder dado al virrey

    marqus de Valero en 1693, otro al marqus de Conflans en 1697 y otro al marqus deSan Vicente en 1699. (AGN. Reino, Fortificaciones, leg. 2, carp. 12 y 21).

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    de las troneras. Las casamatas deban recrecerse hasta el nivel del caminocubierto, para no perjudicar a las plazas bajas. Los cuatro pozos que haba, quese abastecan de la lluvia, podrn tener agua, en tiempo de sitio, para quincedas. Torelli propona hacer un aljibe con capacidad suficiente para un caso denecesidad. Haca falta tambin habilitar la comunicacin a los revellines

    exteriores y al camino cubierto. El ao 1699, en vsperas del cambio de dinastaque traera consigo la muerte del enfermizo Carlos II el Hechizado, el marqusde Gngora present al rey un informe nada halageo sobre el estadodefensivo de la plaza. El ganado mayor andaba libremente por los parapetos ycaoneras, causando notables perjuicios. La guarnicin 500 soldadosdistribuidos en tres compaas apenas llegaba para custodiar los seis portalesy las garitas de la muralla. La ciudadela, por su parte, contaba con 250hombres de armas y 8 artilleros. Como mnimo, se consideraba necesario

    Almacn de Mixtos antes de su restauracin en 1972. AMP (R. Bozano)

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    incrementar la dotacin en 100 plazas ms de infantera y 40 artilleros109. Esteera el penoso panorama que ofreca una de las principales plazas fronterizas,en unos momentos en que se avecinaban acontecimientos que iban a serdecisivos para la historia de Espaa.

    Los ingenieros de Felipe V. Nuevos proyectos

    Una vez finalizada en 1714 la Guerra de Sucesin, en la que Navarra fuepartidaria decidida de Felipe V de Borbn, duque de Anjou, frente al otropretendiente al trono de Espaa, el Archiduque Carlos de Austria, se volvi apensar, con la llegada de la paz, en emprender obras en la ciudadela. Pero ahorano se tratara ya de mejorar las fortificaciones propiamente dichas, salvo enalgunos pequeos detalles, sino que la atencin pas a centrarsefundamentalmente en los cuarteles y dems edificios auxiliares del interior delrecinto.

    Por estos aos abril de 1711 se cre en Espaa el Real Cuerpo de Ingenieros,a imitacin del de Francia, medida que vino a suponer un notable avance en elcampo de la fortificacin y, en general, de la construccin de carcter militar. Susprimeras ordenanzas datan de 1718. La importante cartografa que nos hallegado de esta poca, aparte de su gran calidad y precisin tcnica, posee, porla finura del dibujo y la riqueza cromtica que le da el empleo de la acuarela ylas tintas de colores, una apreciable belleza plstica.

    Ya el ao 1718 encontramos trabajando en Pamplona al ingeniero FranciscoLarrando de Maulen, que firm el plano para la mejora del polvorn. En 1719a Ignacio Sala, que mantuvo una abundante correspondencia con el IngenieroGeneral don Jorge Prspero de Verbom, y que es autor de los planos de lareforma del granero y la bodega, ms tarde llamado pabelln de mixtos; de las

    (109) IDOATE, Las Fortificaciones, pp. 95-96.

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    bvedas a prueba a ambos lados de la puerta del socorro, de un proyecto paramejorar las golas y flancos de los baluartes y de otro de un nuevo y artsticofrontis para la puerta principal que no se lleg a ejecutar. En 1720 Alejandro deRetz elabor un primer proyecto general para mejorar todo el recinto fortificadode Pamplona, que pronto se vio que era irrealizable por su elevadsimo coste.Poco despus, en 1726, vino a Pamplona el propio Verboom, quien redact unnuevo y definitivo proyecto general de fortificacin para la plaza y ciudadela, quesirvi de referencia a lo largo del siglo XVIII a todos los ingenieros posteriores.Aunque nicamente se llevaron a efecto algunas de las mejoras propuestas porl, se tom como base y punto de partida para algunos proyectos parciales,como los de El Redn, y los fuertes de San Bartolom, del Prncipe y de SanRoque, que s se ejecutaron y en buena parte se conservan actualmente. Porentonces empezaron a trabajar tambin Pedro Moreau, Luis de Langots y CarlosBlondeaux, de los que tambin nos han quedado interesantes planos dedistintos edificios de la ciudadela, hoy desaparecidos.

    Una primera carta de Durn a Verbom, de fecha 18 de junio110, se refera a unnuevo fuerte que se trataba de levantar en la Cruz Negra; construido ste deca el ingeniero conbiene hazer a la ciudadela las contraguardias en losbaluartes, segn estn sealadas en el plano, a fin de hazerla ms respetablea su ataque ms difcil; y como S. M. est enterado de la utilidad de este gnerode obras y tiene ya aprobado el proyecto de ellas, no digo nada ms sobre esteasunto, solamente que las tres contraguardias de la parte de la campaa se hande hazer las primeras; tanpoco no ablo palabra de los nuebos edificios interiores,sealados de amarillo, cuias individualidades tengo remitido a la Corte aprincipios de este ao en un plano particular de la ciudadela, ni su gasto estcomprendido en dicha estimacin.

    (110) IHCM, Documentos fortificacin, 4-4-12-6. Verboom haba entrado en contacto conVauban en 1702, el cual le encarg la construccin de varias obras defensivas. Mstarde, en 1716, dirigi la construccin de la ciudadela de Barcelona, derribada amediados del siglo XIX para el ensanche de la ciudad.

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    La nueva Puerta del Socorro y sus bvedas a prueba

    Aquellas nuevas contraguardias, una para cada uno de los baluartes del Real,Santa Mara y Santiago, no llegaron a construirse nunca, aunque existen losplanos firmados por Luis de Langot en 1724. Lo que s se hizo por entonces fuecambiar el emplazamiento de la Puerta del Socorro, que antes estaba arrimadaa un flanco del baluarte de Santa Mara, y que se traslad con un frontis denuevo diseo al centro de la cortina, tal como se conserva actualmente. Tambinse habilit el conjunto de bvedas a prueba de bomba, que todava se puedenver a un lado y a otro de dicha puerta, y cuyos planos se conservan en Madrid,junto con la carta que, dando noticias sobre ello, escribi don Ignacio Sala aVerbom el 30 de octubre del mismo ao 1720111. Deca en ella:

    (111) MARTINENA, Documentos sobre las fortificaciones, doc. nm. 30.

    Plano original de las puertas vieja y nueva del Socorro, y de las bvedas a prueba de bombaconstruidas en su cortina en 1720. AGS

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    En el primer papel hallar V. E. el plano de las treze bvedas subterrneas quee executado en esta ciudadela, construyendo la Puerta del Socorro en medio dela cortina a fin de condenar la puerta vieja, que est arrimada al flanco, luegoque la Corte resuelva mudar el puente estable o hacerlo nuevo, porque el viejovale muy poco; y aunque no hallar V. E. justamente la puerta en medio de lacortina, la he avido de dexar assy para que el paso de la puerta cayessedirectamente en el passage entre los dos quarteles. Alude a los de San Felipey Santa Isabel, hoy desaparecidos, que se edificaron por entonces junto a lacara interior de la muralla.

    Con relacin a la nueva Puerta del Socorro, que se estaba construyendo en esosdas, escriba Sala: La fachada de la puerta, cuyo diseo no envo en este correopor no aver tenido tiempo de copiarlo, se executa adornada de una orden toscanacon las Armas Reales en su remate, y el puente levadizo queda construido abscula o con contrapeso baxo, como puede V. E. inferir del plano112.

    Para echar los cimientos de las bvedas el ingeniero cuenta detalladamentecmo excav hasta dar con la tufa que por todo se halla a un mesmo nivel ypor esto e concluido mis bvedas sin que ayan hecho el menor movimiento niquiebra, cosa muy ordinaria en las obras de este Pas.... Describe los fallosque encontr en las cimentaciones antiguas, habiendo dado con el fundamentode la muralla al abrir la brecha para assentar la Puerta del Socorro y en lapared del tnel de la puerta vieja, lo que le cre algn problema al hacer laltima de las trece bvedas. Todo ello le llev a decir maliciosamente,refirindose a sus predecesores, ... No puedo persuadirme de que todas estascosas las hiziessen por ignorancia, falta de cuydado ni gana de ahorrar, conquenecesariamente sera para hurtar....

    En la misma carta, don Ignacio Sala se refiere tambin a la obra que llev acabo en el granero o almacn de vveres lo que ahora se conoce como pabellnde mixtos para duplicar su capacidad.

    (112) Ibd.

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    En el otro papel hallar V. E. la obra que he executado en el granero destaciudadela, que antes eran una boveditas por arista, de medio ladrillo de gruessoy aun antes no muy bien hechas, como las paredes y pilares del medio, sinretretas; y aunque no es fcil unir una obra nueva con otra vieja, e procuradotomar todas las precauciones combenientes a este fin, y puedo asegurar a V. E.que me a dado bien que trabaxar, pero queda a mi satisfaccin y ya, gracias aDios, la tengo casi concluida, como tambin la de las bvedas subterrneas, queespero quedarn perficionadas por todo el mes que viene, si el tiempo no noses contrario113.

    Aparte de estas obras, que fueron realizadas bajo su direccin y que todavasiguen en pie, Sala proyect algunas mejoras para las fortificaciones de laciudadela, que no se llevaran a efecto. Una de ellas consista en modificar los

    (113) Ibd.

    Bvedas a prueba de bomba construidas por Sala en 1720, en el terrapln de la cortina dela Puerta de Socorro. AMP (R. Bozano)

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    flancos y plazas bajas de los cinco baluartes, para poder colocar mayor nmerode bocas de fuego en caso de ataque. Simultneamente, se deberan abrir dospoternas por baluarte como V. E. hizo en la ciudadela de Barcelona, y no comoen esta ciudadela, que solamente tiene tres poternas en distintos baluartes, quesegn por donde se atacaran las obras exteriores, para retirarse o socorrerlasfuera menester dar la buelta a la mitad del fosso de la Ziudadela. Tambinpropona emplazar caones en bvedas a prueba, colocados sobre afustes demarina, asomando las bocas fuera de la muralla, con lo que dentro de la bvedaslo se tendr el humo del fogn; a ms de que como estos caones se an dedisparar solamente dos o tres vezes al tiempo del avanze, es muy poco elembarazo deste humo en unas bvedas tan capazes.

    En otra carta posterior, de 26 de diciembre de ese mismo ao 1720, don IgnacioSala comunicaba al marqus de Verboom la terminacin de las dos obras quehaba dirigido: Ya tengo concluidas las dos obras principales de las bvedassubterrneas y granero. Slo me falta concluir algunos remiendos y otras obritasparticulares. Segn parece, hubo tambin algn proyecto para dotar de unnuevo frontis a la puerta principal, ya que, segn manifestaba el ingeniero a susuperior, le haban pedido ltimamente de la Corte la fachada de Architecturapara la puerta principal desde Ziudadela (que es la que se remiti a V. E.),aviendo gran escasez de dinero, assy para esta como para otras obras que sonmuy necesarias, por cuya razn dexo de proponer algunas114.

    La nueva puerta del Socorro, que como hemos visto se construy de nuevaplanta en su actual emplazamiento, consta de un arco rebajado, flanqueado porsendas pilastras de orden toscano, que sostienen un dintel, en el que puedeleerse la siguiente inscripcin, cuya ltima lnea resulta hoy en buena parteilegible, a causa de los desconchados producidos en la piedra:

    HAEC PORTA AUXILII SURGIT REGNANTE PHILIPPOCERTA OBSESSORUM SPES PATRIAE QUE... S........ US

    (114) MARTINENA, ob. cit. doc. nm. 31.

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    Encima, como remate del frontis, un sencillo escudo con la versin simplificadadel escudo de la monarqua espaola cuartelado de Castilla y Len timbradocon la corona real y, en el escusn, las lises de la dinasta borbnica.

    La Puerta del Socorro, abierta en este lugar en 1720. AMP (J. Ca, 1952)

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    Al final de la dcada de 1970, dentro de las obras de restauracin llevadas acabo en la ciudadela, se restauraron los puentes que comunican la puerta conla explanada de la Vuelta del Castillo a travs del revelln y contraguardia deSanta Isabel, reponindoles los pretiles de piedra y dotndolos de un empedradoa la antigua, de gran efecto esttico, si bien resulta un tanto incmodo para lospaseantes. Hay que decir que este pavimento resulta anacrnico, ya que el firmede la calzada del puente data de hacia 1850. Anteriormente era un simpletablero de madera, con antepecho tambin de madera, apoyado sobre pilaresde piedra.

    Auge de la cartografa militar

    En el Servicio Geogrfico del Ejrcito se conservan varios planos de las bvedasa prueba construidas en 1720 en la cara interior de la cortina del Socorro. Enuno de ellos se puede ver que originariamente se haban previsto dos hornoscirculares entre la puerta vieja, donde ltimamente estuvo situada la capilla, yla primera de las bvedas construidas por don Ignacio Sala115.

    Tambin se conserva en el mismo archivo otro plano de uno de los cincobaluartes de la fortaleza, con el proyecto del citado ingeniero para aumentarleslas golas y los fuegos de los flancos, construyendo en cada flanco baxo unabveda de 15 tuesas de largo para el resguardo de la guarnicin, vberes y otrascosas en tiempo de sitio, con 4 boveditas para colocar otros tantos caones,los cuales no puede desmontar el enemigo con su artillera ni con sus bombas,

    (115) SGE. Cartoteca, nms. 391 y 392, con algunas diferencias. Segn aclaraba elcomandante Prieto en su informe sobre la Ciudadela, redactado en 1965, se entendaque una construccin era a prueba de bomba cuando poda resistir el impacto de losproyectiles de mortero de la poca. En el siglo XVIII no pasaban generalmente del calibrede 32 cms. (14 pulgadas) y disparaban bombas de 78 kgs. El alcance mximo secalculaba en 2.800 metros, y tirando a 60, que era como producan el mximo efecto,unos 2.400 metros. Para resistir los disparos de estas piezas bastaba una bveda de 1metro de espesor, que no excediera de un dimetro de 6 metros. Vauban aconsejaba ensu tratado unos 2 metros de grosor. Encima, se colocaba un tejado a dos aguas, paraevitar la humedad y las filtraciones.

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    y una surtida en cada flanco. Dicho plano contiene tres variantes o solucionesdiferentes, basadas en lneas rectas o curvas116.

    Plano de hacia 1725, que recoge en dos hojas el alzado de todos los cuarteles y edificiosque por entonces haba en el interior de la Ciudadela. Destacan en esta hoja la puertaprincipal, con la exterior del Rastrillo y la desaparecida luneta o revelln de Sta. Teresa. IHCM

    (116) IHCM. Planos, nm. 1.993, 30.

    Plano de uno de los cinco baluartes de la Ciudadela, con dos proyectos de Ignacio Sala paraaumentar las golas y los fuegos de los flancos. SGE

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    Hay tambin otros planos interesantes de lo que hoy se conoce como pabellnde mixtos, que entonces serva de bodega en su planta inferior y de almacn degrano y depsito de vveres en la superior117.

    Contigua a l, ms prxima a la plaza de armas central, estaba la tahona. Otrosse refieren a la reforma del polvorn edificado en 1694, que en la actualidad,impecablemente restaurado, sirve como sala de exposiciones, y a los otrosalmacenes de plvora ms sencillos, que entonces existan y que se reducana simples casillas con tejado a dos aguas, rodeadas de una empalizada118. Otroplano corresponde al horno, cuyo edificio tambin se ha mantenido, aunque sequitaron los hornos propiamente dichos al adaptar el interior para su actualfuncin como sala de exposiciones.

    Plano de 1720 redactado para poner a prueba de bomba el actual pabelln de mixtos, queentonces acoga una bodega en su planta inferior y un granero en la superior. AGS

    (117) SGE. Cartoteca, nms. 393, 400 y 402.(118) Ibd. nm. 397.

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    Por otro plano de estos mismos aos, hacia 1720, sabemos cmo era la casao pabelln del gobernador de la ciudadela, construida por entonces cerca delcuerpo de guardia de la puerta principal, y que constaba de planta baja y dospisos, uno de ellos a modo de desvn. El antiguo pabelln del gobernador erala casa o convento anejo a la primitiva iglesia de San Antn y que todava siguien pie tras la reedificacin de la capilla de la ciudadela en 1648. El cannigodon Fermn de Lubin, en su Relacin de la Santa Iglesia de Pamplona, escritahacia 1740, anot esta interesante referencia: ... Mas es menester saber quela iglesia antigua de San Antn es la que hoy sirve de parroquia en el castillo,dedicada al mismo Santo, y la edific y consagr el seor cardenal don Martnde Zalba. El convento de los antoninos estaba pegante a ella, y yo he alcanzadoan (a conocer) parte de la casa del convento, en el escudo de piedra la cruzdel santo, y all muri o mataron al duque de Medinaceli. En mi tiempo se dirruyenteramente la dicha casa, y hoy es plazuela pegante a la parroquia delCastillo...119.

    El duque de SaintSimon y un plato de ajoarriero

    Por estos aos, en 1722, visit Pamplona el embajador extraordinario de Francia,duque de SaintSimon, que siguiendo una antigua costumbre de cortesa paracon los viajeros distinguidos, fue autorizado a ver la ciudadela. En su relato,publicado posteriormente y recogido por Jos Mara Iribarren en su obraPamplona y los viajeros de otros siglos120, anot el duque unas brevesimpresiones de la visita: Al despedirme escribe le ped permiso (al virrey)para ver la ciudadela, donde no se deja entrar a ningn extranjero. Fui all conmis acompaantes al da siguiente por la maana. Visit todo a mi gusto y laencontr muy hermosa y bien cuidada, as como la guarnicin, que me recibipresentando armas y con el estruendo del can. De all fuimos a ver y dar lasgracias al gobernador, quien poco despus vino a buscarme de nuevo, para

    (119) LUBIN Y SOS, Relacin de la Santa Iglesia de Pamplona, p. 87.(120) IRIBARREN, Pamplona y los viajeros, p. 71.

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    vernos partir. Por cierto, que la autorizacin del virrey para visitar la fortalezale supuso al noble francs el sacrificio de tener que dar buena cuentaprimeramente de una racin de ajoarriero navarro, del que dice que no valanada y cuyo aceite era detestable, pero que, haciendo gala de la proverbialurbanidad francesa, se crey obligado a degustar por hacer los honores a suanfitrin.

    En 1725 continuaban las obras de fortificacin de Pamplona, siendo objetoprioritario de la atencin de los ingenieros la zona del portal de Francia y baluartedel Redn. Con tal motivo, para poder disponer de la necesaria mano de obra,el virrey conde de las Torres se dirigi a la Diputacin el 7 de agosto,encargndole que hiciese una leva en los pueblos hasta sacar mil hombres paratrabajar en las murallas121.

    Figuraba a la sazn, como comisario de las obras don Francisco Agenzo. Elsuministro de cal y el acarreo de materiales supusieron nuevamente, como enanteriores ocasiones, una fuente de tensiones y conflictos entre larepresentacin del Reino y la autoridad militar, fundamentalmente a causa de losprecios y salarios que deban abonarse. El 22 de diciembre se le remiti unoficio al virrey para que ordenase que a los del valle de Goi y dems pueblosque conducan cal para las obras de la ciudadela se les pagase la carga de 10arrobas a razn de real y medio, dndoles en concepto de acarreo 3 maravedspor cada robo y legua de ida y vuelta122. Por su parte, el virrey pidi al Reino, confecha 7 de agosto, que acordase alguna providencia para que los pueblos de lacomarca aprontasen 20.000 fajinas o tablas para emplear en las obras123. Unnuevo oficio de la Diputacin al virrey trataba de lo que deba pagarse a los queacarreaban madera para las fortificaciones124.

    (121) AGN. Reino, Fortificaciones, leg. 2, carp. 28.(122) Ibd. carp. 29.(123) Ibd. carp. 30.(124) Ibd. carp. 31.

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    La nueva sala de armas y otros proyectos

    Del ao 1725 data tambin el proyecto de construccin del nuevo arsenal paraartillera, lo que hoy conocemos como Sala de Armas, cuyas amplias navessirven en la actualidad para conciertos, exposiciones y diversas actividadesculturales. El plano, conservado en los archivos militares de Madrid, estfechado en el mes de noviembre y lleva la firma del prestigioso ingeniero generaldon Jorge Prospero de Verboom, autor entre otros muchos proyectos del dela ciudadela de Barcelona125.

    La planta y el alzado representan el edificio prcticamente como existe en laactualidad, con la nica diferencia de que una de las fachadas laterales presentaun chafln, en lugar de esquina en ngulo recto; tambin parece que, en unprincipio, las escaleras estaban previstas en la parte central, y no en uno de loslados como se ven ahora. Hay otro plano similar de esta construccin, con plantay alzado, sin fecha ni firma aunque sin duda corresponde a la misma poca, quepresenta ligeras variantes respecto al que acabamos de resear. Por lostestimonios recogidos en la documentacin de entonces, sabemos que laconstruccin de este arsenal dur bastantes aos, ms de veinticinco, debido, alparecer, a haber estado paradas las obras en varias ocasiones. Otro proyecto delmarqus de Verboom, que no lleg a realizarse, fue el de un hornabeque avanzado,que segn el citado ingeniero se deba construir delante del frente de la ciudadelaformado por los baluartes de Santiago y Santa Mara, con el objeto de descubrirel terreno hondo que se halla delante de las casas de San Juan de la Cadena126.

    Esta nueva fortificacin exterior, caso de haberse llevado a efecto, hubieraocupado una buena parte de la explanada de la Vuelta del Castillo, en el tramocorrespondiente a la embocadura de la Puerta del Socorro. Este proyecto parcial,lo mismo que el de las nuevas contraguardias propuestas para delante delngulo de los baluartes, citado anteriormente, que tampoco lleg a hacerserealidad, aparecen recogidos en su plano y proyecto general para mejorar las

    (125) IHCM. Planos, nm. 1.993, 33.(126) El proyecto de este hornabeque, que no llegara a realizarse, se recoge tambin en el

    proyecto general de Zermeo, de agosto de 1756 y en el de Daiguillon, de mayo de1794. Incluso todava volveran sobre l algunos ingenieros entrado ya el siglo XIX.

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    1725. Proyecto de Prspero de Verbom, para la Sala de Armas de la Ciudadela. IHCM

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    defensas de la plaza, elaborado el ao 1726, que servira de obligado punto dereferencia a los sucesivos ingenieros a lo largo del siglo XVIII127.

    De hacia 1725 parece ser un interesante plano conservado en los archivosmilitares de Madrid, en dos hojas128. La primera de ellas contiene los alzados,un tanto esquemticos, pero muy exactos, de las fachadas principales, lateralesy posteriores de todos los pabellones que por esa poca existan en el interiordel recinto: bvedas o almacenes a prueba, iglesia, polvorn, cuarteles,pabellones, cobertizos y horno; de las cuales slo alguna ha llegado a nuestrosdas. La segunda hoja comprende la estructura de los baluartes, con sus flancosy plazas bajas, la puerta principal con su torreta, el cuerpo de guardia, la puerta

    La Sala de Armas en enero de 1970, antes de su restauracin. Fue construida entre los aos1725 y 1752. Las obras estuvieron paradas mucho tiempo. AMP. Col. Arazuri

    (127) Las contraguardias fueron proyectadas por don Luis de Langots en 1724. Hay planos deellas en SGE. Cartoteca, nms. 386 a 388 y en IHCM. Planos, nm. 1.874.

    (128) IHCM. Planos, nm. 1.993, 17 y 21. La 2 hoja se reproduce en la pg. 105.

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    de uno de los revellines exteriores, un baluarte con su flanco y distribucin decaoneras, y varios cortes o secciones del conjunto de la fortificacin.

    Hasta mediado el siglo XVIII se nota un vaco en la documentacin y en lacartografa en lo referente a la ciudadela. No parece que se hiciesen obras dealguna consideracin, ni tampoco que se proyectasen. Al menos no haytestimonios que lo demuestren. nicamente se realizaron excavaciones ynivelaciones de tierras en la explanada de la Vuelta del Castillo, a partir de 1726,que an duraban en 1742.

    La primera noticia que denota alguna actividad, y no de especial relevancia,corresponde al ao 1751. El 24 de noviembre, el ingeniero don Juan BautistaFrench comunicaba al conde de Aranda que se haba concluido la caera queconduca el agua al recinto de la ciudadela: Finalizado el receptculo de lafuente nueva en la ciudadela, conforme a lo ordenado por V. E. recompuesta lanoria y sus ruedas y perfeccionada la caera, ha concurrido por ella esta

    Proyecto de 1725 de la fuente que existi en el centro del recinto de la Ciudadela. AGS

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    maana abundante el agua al paraxe de su destino, y la tropa y gentes de dichaciudadela podrn disfrutar este beneficio sin embarazo129.

    Ya hemos dicho con anterioridad que la sala de armas o arsenal de la fortaleza,cuyo proyecto data de 1725, tardara bastantes aos en terminarse. Ms de uncuarto de siglo. El ao 1752 se asignaron de la Real Hacienda 250.000 realespara la conclusin de dicha obra y la del revelln de los Reyes en el portal deFrancia, donde tambin se hacan importantes mejoras por estos aos.

    Zermeo y su plan de remodelacin interior

    El ao 1756 marca un hito en la historia de las fortificaciones de Pamplona, conla llegada a la ciudad del prestigioso ingeniero militar don Juan Martn Zermeo,el cual present ese mismo ao al rey Fernando VI un completo y detalladoproyecto de edificios a prueba cuarteles, pabellones y otras dependenciasauxiliares que deberan levantarse en el interior de la ciudadela, en sustitucinde los que hasta entonces existan. Todas estas construcciones, de nuevaplanta, unan a la solidez indispensable una cierta elegancia, dentro de lasobriedad de lneas que caracteriza a la arquitectura castrense. De hecho, el plande Zermeo, racionalmente concebido, supona un completo replanteamiento delespacio interior de la fortaleza, a base de manzanas regulares, simtricamentedispuestas en torno a una plaza de armas central, de planta rectangular. Seabandonaba, por tanto, la primitiva estructura radial, a base de calles que desdeuna pequea placeta circular, partan hacia las subidas a los baluartes y haciala mitad de las cinco cortinas de muralla.

    El proyecto, demasiado ambicioso sin duda para las posibilidades de la RealHacienda, no fue tomado en consideracin a causa de su elevado coste,calculado en unos ocho millones de reales.

    (129) Ibd. Docs. Fortificacin, 4-4-12-13.

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    El proyecto, con su respectivo plano coloreado a varias tintas y una interesantememoria, se remiti a la Corte con fecha 17 de agosto del citado ao 1756. Ladescripcin de la ciudadela que contiene la memoria es de las ms exactasque se han hecho de ella130.

    La ciudadela en 1756

    Compnese esta fortaleza escribe Zermeo de un pentgono regular, cuyolado exterior tiene 338 varas y media castellanas. En su construccin se venobservadas las buenas reglas de la fortificacin, proporcionadas todas suslneas y ngulos segn los mejores preceptos. En los baluartes tiene flancosaltos, capaces de seis caones, y plazas baxas para dos, stas comunicadaspor bvedas debaxo del terrapln, y en tres de ellas tiene poternas o salidas alfosso por el rebs dela espalda. En stas, que son mui robustas, ai espaciosuficiente para colocar tres caones, de modo que cada flanco puede conteneronce, con que oponerse al enemigo y defender la cara opuesta, fosso, caminocubierto y explanada, no siendo fciles de evitar sus fuegos, en particular los delas plazas bajas; y adems de los flancos altos, ay un cavallero en el BaluarteReal.

    De los cinco frentes de que consta, el uno se opone a la plaza, los doscontiguos a ste se hallan en la unin de ella, flanqueando su recinto interior yexteriormente, y los dos restantes miran a la campaa. En uno de stos estsituada la Puerta del Socorro, y en el primero la principal, por donde se comunicacon la ciudad. En todos hay buenos rebellines que cubren sus cortinas, y delantede los dos que corresponden a la campaa ay contraguardias, circundado todode su fosso, camino cubierto con plazas de armas y explanada. El recinto

    (130) MARTINENA, Documentos sobre las fortificaciones, doc. nm. 34. Del plano se conservanvarias copias coetneas. El original, que lleva la fecha y la firma de Zermeo, seconserva en SGE, Cartoteca, nm. 413. Una copia en el IHCM. Planos, nm. 1.993, hoja69, y otra igual en la seccin de Cartografa del AGN, nm. 142, que durante muchosaos estuvo enmarcada y expuesta en el pasillo del piso superior de la antigua sede.

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    principal est en buen estado y sus murallas son de la mejor construccin, todasde piedra labrada. Los rebellines y contraguardias, aunque de menor calidad,tienen tambin buenos muros y la contraescarpa rebestida de mampostera,pero les faltan escaleras de comunicacin, como a todas las dems obrasexteriores, y el camino cubierto se halla sin parapeto ni trabersas; la explanadaes mui baxa y el mismo defecto tienen los dos revellines y contraguardias quelos cubren. Assi el recinto principal como todas las obras se hallaban en untotal abandono, confundidas con crecidas hiervas, paciendo por todas partes losganados, plantados rboles hasta en el grueso de los parapetos, y en las plazasbaxas establecidos jardines, segn tengo hecho presente; pero ahora se quedalimpiando el todo, estndolo ya en mucha parte131.

    En lneas generales, se puede decir que salvo los defectos apuntados, queafectaban ms bien a cuestiones de detalle, Zermeo encontr aceptable elestado de la ciudadela, en lo referente a las fortificaciones propiamente dichas.Por el contrario, los edificios del interior, incluso algunos construidos en losltimos aos, le merecieron una opinin sumamente desfavorable.

    En lo interior de la ciudadela ay varios edificios para quarteles, pavellones yalmacenes, y una iglesia; pero la mayor parte son tan dviles y de malaconsistencia, que no dan motivo de referir sus circunstancias, no teniendoninguna que merezca conservarlos, maiormente quando es tan costoso queanualmente es preciso gastar en sus reparos cantidades notables, sin quepuedan servir en el caso de un sitio, a ms de su poca capacidad para lo queesta fortificacin necesita.

    De todos modos, solamente ay dos tiles y que merecen atencin. El uno esun almacn de plvora bastante capaz y de buena construccin, executadopocos aos hace; el otro, un almacn de vveres de dos naves, que actualmentesirven de granero en su estancia o piso principal y el baxo est destinado parabodega132.

    (131) Ibd.(132) Ibd.

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    1756. Proyecto de Juan Martn Zermeo para levantar de nueva planta los edificios militaresdel interior de la Ciudadela. IHCM

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    Alude Zermeo en este prrafo al polvorn y al edificio hoy conocido comoalmacn o pabelln de mixtos. De la llamada actualmente Sala de Armas,terminada en 1752, dice textualmente: Aunque estos ltimos aos se concluiun Arzenal que hava empesado (sic), no merece conservarse, porque a ms desu corta extencin para la ciudadela, es de tan dvil consistencia en su suelopor la disposicin de las maderas y sus pocos gruesos, que no se han atrevidolos oficiales de Artillera a cargarle, pues sin esta circunstancia se hallan yavencidos en algunas partes; conque as por esto como porque su situacindescompondra el proiecto, combiene deshacerle, aprovechando todos susmateriales en las obras que haian de hacerse.

    Respecto a las bvedas construidas treinta aos atrs en la cortina de la Puertade Socorro, y que todava se conservan prcticamente igual que entonces, decaZermeo: En la cortina intermedia de los baluartes de Santa Mara y Santiago,ay diferentes bvedas a prueva, debaxo del terrapln, que se construieron aospasados; pero abiendo depositado (segn dicen) en una de ellas una porcin decal viva, percibiendo la humedad, con la fuerza de su fermentacin rebent labveda en que estava, y su ruina maltrat a las inmediatas, que se hallanapuntaladas, y todas ellas, por su poca bentilacin, tan hmedas que slopueden servir para almacenes de gneros que por esta causa no estn sujetosa perderse133.

    En la puerta principal ay tambin dos bvedas, que oy sirven de cuerpos deguardia y pueden ser tiles, como otra que existe al lado de las expresadas enla cortina de Santa Mara y Santiago, que en lo antiguo era la Puerta de Socorro.Alude aqu el ingeniero, en primer lugar, a las dos que estaban situadas a amboslados del tnel abovedado que da acceso al recinto de la parte de la avenida delEjrcito; la de la derecha se conserva intacta como entonces, y la de la izquierdafue construida al rehacer en 1970 esa parte de la muralla, derribada en 1890para levantar distintas edificaciones militares. En segundo lugar, se refiere a laltima bveda de la cortina del Socorro, donde a lo largo del siglo XX estuvo

    (133) Ibd.

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    situada la capilla de la ciudadela, y delante de cuya puerta exista un pequeofrontn. Desde los ltimos aos del siglo XVI hasta 1720 constituy el tnel deacceso y salida de la primitiva puerta del Socorro, hasta la construccin de laactual.

    Unos edificios que no se construyeron

    El proyecto de Zermeo se refera fundamentalmente a los edificios militaressituados en el interior del recinto, cuya distribucin quedaba completamenteremodelada, prescindiendo absolutamente de la anterior disposicin radial. Delas construcciones existentes, nicamente se conservaban el polvorn y elalmacn de vveres, hoy llamado pabelln de mixtos. Todo lo dems deberahacerse de nueva planta. En primer lugar, el ingeniero propona la construccinde cinco cuarteles de infantera, de planta rectangular alargada, formados abase de naves abovedadas yuxtapuestas, de un solo piso, situados junto yparalelamente a cada una de las cortinas de la muralla, entre los accesos a losbaluartes. Aparte de esto, entrando por la puerta principal, frente al cuerpo deguardia, iba una primera lnea de edificios, dispuestos en forma perpendiculara la muralla: dos pabellones para oficiales; otro pabelln de Estado Mayor, convivienda para el gobernador de la fortaleza, el teniente de rey y el sargento mayor;una iglesia de planta de cruz latina, con capillas laterales, dotada de viviendapara los capellanes y, por la parte posterior, otra para los ingenieros, y otros dospabellones para oficiales.

    Tras esta primera lnea de construcciones, iba prevista una segunda, integradapor cuatro manzanas, distribuidas dos a cada lado de la plaza de armas central,de planta cuadrada, que vena a sustituir a la antigua placeta circular. Tres deestas manzanas estaban destinadas a pabellones de oficiales y una de ellas,la situada ms a la derecha, a hospital militar. Por ltimo, vena proyectada unatercera alineacin, integrada nicamente por tres edificios: un cuartel decaballera de dos plantas; un magnfico arsenal de artillera con patio central yuna sobria fachada porticada, y una construccin destinada a alojar los hornos,con naves para almacn de grano y harina y elaboracin de pan.

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    En los edificios propuestos deca Zermeo en la memoria que acompaa alproyecto he guardado la mira de que su coste sea menor, omitiendosuperficialidades sin que les falte lo necesario y evitando adornos; sin perderde vista que, aunque sensillos (sic), su decoracin indique el poder de susoberano dueo. Executados todos, bien podra asegurarse que sera de lasciudadelas ms bien dispuestas que pueda haver, no teniendo, como no tiene,defecto alguno su fortificacin134.

    La realidad es que, por lo referente a la fortificacin propiamente dicha, elproyecto de Zermeo no propona reformas dignas de resear. nicamenteinclua alguna pequea modificacin de ciertos detalles en los revellines ycontraguardias exteriores, la construccin de escaleras en ellas y de caponeraspara proteger la comunicacin con los revellines a travs del foso, y laconstruccin del parapeto y traversas en el camino cubierto que bordeaba elpermetro.

    A pesar de ser un proyecto bien estudiado, y puede decirse que inexcusables,en pleno siglo XVIII, las edificaciones a prueba de bomba que en l se proponan,nada de ello se llev a cabo. La ciudadela continu como estaba, y su interiorsigui conservando hasta la entrega de las llaves al municipio pamplons en1966 su antigua estructura radial, con pequeos pabellones de plantatrapezoidal.

    Amici y un informe encargado por Aranda

    El 20 de octubre de este mismo ao 1756, el ingeniero don Jernimo Amiciredact, por orden del conde de Aranda, director del Real Cuerpo de Artillera,otro informe sobre el estado general de la plaza y ciudadela, que en lneasgenerales viene a coincidir con el de Zermeo, aunque aadiendo algunas

    (134) Ibd.

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    noticias135. Respecto a la ciudadela, comienza elogiando la gran suficiencia dequien la ide, en lo bien situada que est y en la bellsima disposicin de susflancos altos y bajos. El estado de conservacin de muros y baluartes erabueno, salvo los parapetos de las plazas bajas que estn enteramentearruinados y algunos de ellos ocupados con jardines. La contraescarpa delfoso careca de escaleras de comunicacin, lo mismo que los revellines ycontraguardias exteriores, de los cuales dice que son de fbrica inferior enmucho a los del recinto principal y cuyos parapetos estaban casi enterrados yno descubran la campaa.

    De los edificios existentes en el interior de la fortaleza, cuya demolicin yreplanteamiento propona Zermeo, dice Amici que eran fbricas tan malrepartidas y endebles, que si llegase el caso de estar sitiada la ciudadela, seraforzoso abandonarla antes de tiempo, por no exponer su guarnicin a uncontinuo furor del enemigo y a las fatalidades que ocasionaran las bombas, nohabiendo paraje seguro para guardarse de sus ruinas. nicamente eran aprueba de bomba las tres bvedas que haba en la cortina de la puerta principal,el polvorn, bello y muy capaz, y lo que hoy se conoce como pabelln de mixtos:dos bvedas unidas que sirven de graneros. De las doce bvedas situadas aambos lados de la Puerta del Socorro dice que adems de ser hmedas, sonflacas y endebles por su mala fbrica y el poco espesor de sus pies derechos,de las cuales se han hundido ya tres, por donde se infiere que no son aprueba136.

    Termina el informe aludiendo a las dos obras que por entonces se habanempezado con aprobacin de la Corte: el nuevo acueducto y depsito de aguay el cuerpo de guardia de la puerta principal. Dice que ambas fueronsuspendidas por orden del ministro, a instancia de Zermeo, por no estarplaneadas a prueba de bomba y por existir un proyecto general, pendiente deaprobacin, para todos los edificios del interior, debido al propio Zermeo.

    (135) IDOATE, Las fortificaciones, doc. nm. 19.(136) Ibd.

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    De este mismo Amici se conserva en Madrid un plano, fechado el 1 de julio de1757, de un acueducto o caera cubierta, que conduca el agua a un depsitosituado detrs de la Sala de Armas. Las aguas sobrantes, por medio de unamineta, pasaban bajo los dos cuarteles que entonces haba frente a las bvedasde la Puerta del Socorro, para limpiar sus comunes, yendo despus a verter alfoso en el flanco izquierdo del baluarte de Santiago137.

    Otros proyectos del reinado de Carlos III

    Un nuevo perodo de actividad, en lo que a proyectos se refiere, tuvo lugar entrelos aos 1764 y 1767, bajo la direccin fundamentalmente de don FranciscoLlovet. De fecha 29 de diciembre de 1764 se conserva un plano de la Sala deArmas o arsenal de artillera, como entonces se le llamaba, que incluye unproyecto que propona rebajar su altura en la cornisa, sustituir los suelos deladrillo por otros de madera, y los pilares y vigas por arcos rebajados de ladrillo,conservando en lo dems las lneas generales del edificio138.

    Otro plano de esta misma poca contiene la planta de la iglesia de la ciudadela,edificada en 1648, con el proyecto de una nueva vivienda para el vicario y elsacristn139. La iglesia, segn este plano, era de tres naves separadas porpilares; tena anejas, a cada lado del presbiterio o cabecera, una torrecampanario y una sacrista, y contigua a la nave izquierda, un almacn de plantaalargada. La casa que se propona construir iba tambin pegante a la fachada,con dos pisos y un pequeo patio a la parte trasera, y contiguo a l un pequeocamposanto rodeado por una cerca que formaba ngulo para ir a unirse con lapared de la sacrista.

    De julio de 1767 se conservan varios planos, firmados por Llovet, referentes alcuerpo de guardia de la puerta principal, donde se proyectaba construir a un lado

    (137) IHCM. Planos, nm. 1.993, hoja 51.(138) Ibd. hojas 55 y 56.(139) Ibd. hoja 22.

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    un pabelln de nueva planta para presos distinguidos y, al otro lado, otro pararesidencia de oficiales del Estado Mayor140. Segn parece, el cuerpo de guardiaactual, con sus dos casillas porticadas, una a cada lado de la plazuela de acceso,se comenz a construir en 1756, interrumpindose las obras a instancia delTeniente General Zermeo. El cuerpo de guardia anterior, construido a finales delsiglo XVII, estaba situado en el tnel anterior abovedado de la entrada, a manoderecha segn se accede desde la actual avenida del Ejrcito. Frente a l sehallaba el calabozo o prisin de tropa. Lo que se trataba ahora de concluir era elnuevo cuerpo de guardia, pero levantando sendos edificios, de dos pisos cadauno, encima de sus pabellones. Las fachadas respondan claramente al estilo delas construcciones militares de tiempo de Carlos III, que siempre conservabanun cierto aire barroco dentro de la tradicional sobriedad castrense.

    Por estos aos, como puede verse, se trataba de mejorar los edificios militaresdel interior del recinto, ms que las fortificaciones propiamente dichas. Existe unplano, firmado por Carlos Lemaur el 8 de enero de 1774, que representa el nuevocuartel construido por entonces junto al de Santa Isabel, en el solar donde estuvoanteriormente la Armera Vieja141. Era una sencilla construccin alargada, de dosalturas; en la planta baja tena un cubierto o soportal, con pilares de madera, quesostenan un balcn corrido con balaustrada tambin de madera, que serva degalera al piso superior, y al que se acceda por una escalera situada a uno delos lados. El cuartel se cubra con tejado a cuatro aguas con buhardillas.

    Informe del ingeniero don Antonio Zara

    Por una relacin de edificios militares existentes en Pamplona, remitida por donAntonio de Zara el 21 de agosto de 1784142, sabemos que en esa fecha habadentro de la ciudadela cinco cuarteles. El llamado de San Felipe lo ocupaban lasbanderas de recluta de los regimientos de Irlanda, Miln y Bravante, y tena una

    (140) Ibd. hojas 32 y 33.(141) IHCM. Planos, nm. 1.979(142) MARTINENA, Documentos sobre las fortificaciones, doc. nm. 38.

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    capacidad de 392 camas. El de Santa Isabel, que poda admitir 436, alojaba trescompaas de Invlidos. El cuartel nuevo, construido al parecer en 1773, tenacapacidad para 288. El de la Victoria, ocupado por dos destacamentos deCaballera y Artillera, para 134. Y el conocido como Cuartel de Desterrados,caso de no destinarse a dicha finalidad, poda contar con 78 camas. Se advertaque, adems de stas, poda habilitarse lugar para 364 ms en las bvedas dejunto a la Puerta del Socorro, que eran trece incluyendo la que en lo antiguoserva de Yglesia. Las de la puerta principal, que anteriormente servan decuerpo de guardia y calabozo, se consideraban intiles por la mucha agua quefiltra. Cerca de la puerta, bajo el terrapln de la cortina, haba tambin otrosdos calabozos, el uno llamado del agua, por lo mucho que sta filtra, y el otrodel Fraile. Este ltimo, que en la actualidad ya no existe, fue ttrico escenariode la larga y cruel agona de un religioso de la Orden de la Victoria, que muriall, encadenado en una jaula, por haber sido partidario del Archiduque de Austriadurante la Guerra de Sucesin.

    La relacin de Zara contiene adems unas breves pero interesantesdescripciones de los principales edificios militares:

    El almacn de vveres consta de dos bvedas a prueba de bomba, la longitudde su hueco es de 46 varas y el ancho de cada una es de 7 varas y el muro dedivisin es de 3 pies y medio. Tienen stano, y los caballetes estn cubiertoscon teja para evitar la filtracin.

    El horno es a prueba de bomba, con un edificio sencillo, que le abraza en parte,para la distribucin del pan.

    El almacn de plvora es tambin a prueba de bomba, cubierto el caballete conteja; el hueco es de 26 varas y un tercio de largo y de 9 y media varas de ancho;tiene la correspondiente cerca. As ste como el horno y el almacn de vveresno padecen humedad, por estar separados del terrapln y cubiertos con teja.

    El arsenal de Artillera es un edificio nuevo pero sencillo. Tiene dos pisos y elzaquizam. Su altura excede mucho a la del parapeto. En el piso baxo tienen lascureas y efectos pesados; en el principal hay estantes o armeros para colocar

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    ms de cinco mil fusiles; en el da tienen 2.597. En el zaquizam acomodan losefectos ligeros. Entre este edificio y el almacn de plvora hay otro edificio atejabana que sirve al mismo efecto, y junto al quartel de San Felipe, otro antiguoque forma manzana. Para lo mismo se aplican los casones que hay en losbaluartes de San Antonio, la Victoria, Santiago y Santa Mara. Las paredes deestos edificios en unos son de ctara y madera y en otros mescla de ladrillo ytapia, pero todos cubiertos con texa. En el baluarte el Real hay un tinglado parapreservar las cureas de los caones montados para las salvas143.

    Las garitas en los ngulos flanqueados de los cinco baluartes son grandes ycubiertas con teja. En la del baluarte de Santiago tiene la plvora para venta elarrendador, y la del baluarte de Santa Mara se acomod en mi tiempo pararepuesto provisional de la Plaza, en el que caben diez y seis barriles de plvora.

    El quartel de la Victoria, el Almacn de Vveres, las dos quadras en que caben30 camas y la ataona inmediata forman manzana, pero separados del almacn,que est intermedio, por dos callejoncitos sin comunicacin. La idea de la ataonaes muy buena: tiene dos piedras, que dos cavalleras puede mover. Pero ha sidotal el abandono, que considero toda la madera de la mquina podrida, puesaquel edificio, que es a texabana, ha servido para depositar la yerba lossargentos mayores; en el da ignoro si sucede lo mismo.

    La iglesia es bonita y bastante capaz, como tambin la casa del Teniente deRey. Estos edificios son sencillos, como los quarteles. Tambin lo son todos losdems, que llaman pavellones, que tienen dos pisos destinados para habitacinde oficiales y se distinguen por grandes y pequeos. Los grandes, incluso el delTeniente de Rey, el del Sargento Mayor, el del Ayudante, el del Vicario y otros dosque servan de panadera y de carnicera, son veinte y cinco y forman oncemanzanas. Los pequeos son quince, dos de ellos intiles, y todos componendos manzanas. Algunos de los pavellones grandes tienen stano, pero no conbveda, lo que causa perjuicio a las maderas por el agua que se introduce por

    (143) Ibd.

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    las aspilleras... Por lo general, los muros son de ladrillo y muchos de ctara, conestribos para sostener los durmientes o puentes en donde corresponden. En fin,es una mescla de muros de piedra, ladrillo y, en algunos, maderas intermedias.De suerte que varios tienen la textura de un verdadero cascarn, de la que nose escapa, en parte, el quartel de los desterrados144.

    Existe otra relacin, fechada el 29 de diciembre de 1785, acerca del estado enque se hallaban las fortificaciones y edificios militares de Pamplona, que vienea aadir poca cosa a las que hemos ido examinando anteriormente. nicamenteaporta el dato de que por entonces an no se haba construido el puente de laPuerta del Socorro145. Tampoco dice nada nuevo otra memoria, firmada por donJuan de Villalonga el 19 de noviembre de 1787 y remitida a Madrid en lugar dela que redact el ingeniero Cabrer y que no satisfizo a don Manuel de Azlor. Enrealidad, vuelve a insistir en todo lo que anteriormente haban manifestadoZermeo y Amici. De las fuentes que haba en el foso dice que no se habanagotado en todo el verano y respecto a la vieja idea de rodear el camino cubiertocon una estacada, explica que en los almacenes reales haba unas veinte milestacas con ese fin146.

    El pararrayos y el miedo a la plvora

    Con ocasin de la Guerra contra la Convencin francesa, declarada tras laejecucin del rey Luis XVI por los revolucionarios en 1793, Navarra vuelve a vivirmomentos de gran tensin, volcndose pueblos y valles, especialmente los dela Montaa, en los consabidos preparativos blicos. Aunque el ejrcito enemigolleg a aproximarse peligrosamente a Pamplona, las murallas y la ciudadelajugaron nuevamente su papel disuasorio y no lleg a producirse el temido sitio.El 21 de abril de 1794, la Diputacin del Reino solicit al general don VenturaCaro que se sacase la plvora de la ciudadela, para evitar peligros al vecindario,

    (144) Ibd.(145) MARTINENA, ob. cit. doc. nm. 39.(146) IHCM. Docs. Fortificacin, 4-3-1-7.

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    y que se llevase al palacio de Arazuri o a la casa de Eulza147. Segn parece,haba en el polvorn 2.615 quintales y los militares se negaban a tenerla fuerade la Plaza, cuando poda haber necesidad de emplearla en cualquier momento.En vista de ello y ante el peligro que ocasionaban las frecuentes tormentas, lasautoridades gestionaron la instalacin de un pararrayos, artilugio entoncesrelativamente novedoso, pues haba sido inventado haca unos cuarenta aospor el clebre Benjamn Franklin. Segn informaba el comandante de artilleraPortillo, para la dotacin adecuada de la plaza eran necesarios 8.000 quintalesde explosivo. El pararrayos caus un gran temor en el vecindario; segn algunosagoreros, atraera las chispas y descargas y podra ocasionar alguna catstrofeque destruira la poblacin, acabando con sus moradores. El recuerdo de lasexplosiones de la plvora en 1670 y 1733 no se haba borrado an de lamemoria colectiva de la ciudad. Aunque el general Caro, en carta de fecha 2 demayo148, trat de disuadir a la Diputacin de sus temores, no lo consigui. Ensu contestacin, la representacin del Reino insista en denunciar los peligros,incluyendo la posibilidad de que algn prisionero o cualquier accidente fortuitoprovocasen una hecatombe. Si se acceda al traslado, la Corporacin secomprometa a traer, en caso de necesidad, la plvora en un solo da, empleando200 caballeras y recurriendo, si era preciso, a la movilizacin de los vecinos ya la requisa de carros y carruajes para efectuar el transporte. Todo, con tal deevitar que el explosivo se almacenase en el polvorn de la ciudadela149.

    Por lo dems, como sola ocurrir siempre con ocasin de guerra o invasin porparte de Francia, el virrey solicit al Reino la prestacin de peones y operarios paratrabajar en las fortificaciones, ponindolas en estado de defensa. Se nombraroncomisionados para dirigirse a los pueblos y llevar a cabo la recluta de los 500paisanos que se necesitaban. Muchos de ellos no se presentaron y otrosabandonaron las obras porque no se les pagaban los jornales sealados, teniendoque intervenir las Cortes para evitar que se les aplicasen las penas previstas enlas ordenanzas militares. A los que se quedaron, se les seal para alojamientola antigua iglesia de la Compaa, incautada tras la expulsin de los Jesuitas150.

    (147) IDOATE, Las Fortificaciones, nota 98.(148) Ibd.(149) Ibd.(150) AGN. Reino, Fortificaciones, leg. 2, carp. 32 a 35.

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    El ambicioso proyecto del general Hurtado

    Tras el cese de las hostilidades a raz de la Paz de Basilea, firmada en julio de1795, se volvi a pensar, sin la premura exigida por las anteriores circunstancias,en nuevos proyectos. El 7 de septiembre de 1796, el general don AntonioHurtado remiti a Madrid un plano general de las fortificaciones de Pamplona,incluyendo en l todas las mejoras proyectadas para aumentar la capacidaddefensiva del recinto151. Unos meses despus, el 31 de mayo de 1797, elaborun nuevo plano, esta vez referido exclusivamente a la ciudadela, con el proyectode obras que se proponen, tanto por lo que toca a su fortificacin como a susedificios militares a prueba, en cumplimiento de Real Orden, para que quede endisposicin de hacer una vigorosa defensa en la ocasin152. Acompaan alplano general, conservado en los archivos militares de Madrid, varios planosparticulares de los diferentes proyectos parciales o estudios de detalle.

    En lo referente a fortificacin, el proyecto de Hurtado propona cubrir las plazasbajas de los flancos de los baluartes con bvedas a prueba152bis, y habilitarcasamatas en las caras y espaldas de los mismos, para sacar al foso fuegosrasantes. Inclua adems la instalacin de un sistema de contraminas en elexterior de los baluartes y contraguardias153, as como la colocacin deestacadas para guarnecer los caminos cubiertos153 bis. Tambin se propona laexcavacin de refosos en el foso del ala de las contraguardias, para tirar sinriesgo sobre los enemigos que intenten aproximarse a sus respectivasmurallas154.

    En el frente interior, que mira hacia la ciudad, estaba prevista una lneaatrincherada para facilitar la posible retirada despus que las tropas de laciudadela hayan hecho en ella una vigorossima defensa.

    (151) IHCM. Planos, nm 1.874. Junto con Hurtado, trabajaron tambin por entonces losingenieros Jimnez Donoso, Heredia, Casanovas y Masdeu.

    (152) IHCM. Planos, nm. 1.993, hojas 44 y 50. Tambin en SGE. Cartoteca. nm. 430.(152bis) SGE. Cartoteca. nm. 431.(153) SGE. Cartoteca, nm. 432.1.(153bis) Ibd. hoja 2.(154) SGE. Cartoteca, nm. 433, hoja 1.

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    Por lo que se refiere a los edificios del interior de la fortaleza, propona Hurtadocomo antes haba hecho Zermeo la demolicin de todo lo existente,reconstruyndolo de nueva planta y distinta disposicin. La nueva estructurasera a base de tres anillos pentagonales concntricos; el ms exterior, iba casiarrimado al terrapln de las cinco cortinas del recinto; segua otro intermedio,y por ltimo un tercero, cuya cara interior vena a conformar la nueva plaza dearmas. Las manzanas de nueva construccin seran naturalmente a prueba debomba, con porches de arcos rebajados sobre recios pilares rectangulares154 bis.

    Plano de la Ciudadela en 1797, con el proyecto del general Hurtado para mejorar su defensay reedificar todas las construcciones militares del interior. IHCM

    (154bis) Ibd. hoja 2.

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    Para pasar con rapidez de las manzanas al parapeto de la muralla, se proyectla instalacin de puentes giratorios o tornantes de madera, que descansabansobre las azoteas y, mediante un giro de 90 grados sobre unos pivotes, permitanla comunicacin sin tener que recurrir a rampas ni escaleras. Si se quitaban lospuentes, cada pentgono vena a constituir un recinto de por s en caso deretirada155.

    Nada de esto lleg a tener efecto, sin duda, como en anteriores ocasiones, acausa de su elevado costo. Una vez que se desvaneci el temor de un posibleasedio por las tropas de la Convencin, se enfriaron los buenos propsitosanteriormente concebidos y, una vez ms, las antiguas murallas de Pamplona yde su ciudadela volvieron a dejarse en el mismo estado en que se hallaban. Uninforme posterior del cuerpo de Ingenieros, deca refirindose al proyectoarchivado: Cualquier paso que se d siguiendo los pensamientos y proyectosde Hurtado, har una mejora esencial para la defensa de la ciudadela156.

    Dos testimonios del ao 1800

    El ao 1800, el arquelogo francs Alejandro de Laborde visit Pamplona,tomando notas y apuntes que ms tarde publicara dentro de un itinerariodescriptivo de Espaa, cuyo primer tomo vio la luz en 1808. En l se dedica ala ciudadela el prrafo siguiente: ... Es fuerte por su situacin sobre roca; tienecinco bastiones revestidos de piedra y buenos fosos; un estanque profundo, deuna extensin considerable, hace difciles las aproximaciones hacia el costadopor donde podra atacarse. Esta ciudadela tiene una hermosa torre, variosalmacenes, una plaza adornada con rboles y una plaza de armas en el centromismo de la fortaleza. Esta ltima es redonda y se abre a cinco grandes callesrectas que conducen a los cinco bastiones. Se conserva un molino a brazo cuyaestructura es bastante ingeniosa y sera muy til en caso de asedio. Es una

    (155) SGE. Cartoteca, nm. 437.(156) IHCM. Docs. Fortificacin. 4-4-12-2.

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    gran mquina compuesta de muchas ruedas, que hacen girar cinco muelas conotras tantas tolvas. Se pueden moler all 120 cargas o 360 quintales de trigotodos los das. Se le acciona a brazo o se le hace andar con dos caballos157.El curioso ingenio, de cuyo paradero nada sabemos hoy, haba llamado ya en1655 la atencin del viajero francs Antonio Brunel, quien lo defini como lamquina ms grande en su especie que haba visto jams. En 1784 toda lamaquinaria de madera, se hallaba podrida, segn manifestaba el ingeniero Zara.

    En junio de 1801, el secretario del Ayuntamiento de Pamplona, don JoaqunLpez, previo acuerdo municipal, remiti a Madrid una descripcin de la ciudad,con destino al Diccionario GeogrficoHistrico de Espaa que por entoncesestaba preparando la Real Academia de la Historia. Como apndice a estadescripcin, se mand otra, muy sucinta, de las fortificaciones de la plaza yciudadela, que no merece la pena reproducir, porque no aade nada a otrasanteriores que ya conocemos. nicamente, me parece interesante el prrafofinal, que dice: Es esta ciudadela una de las fortalezas que justamente mereceel buen crdito que tiene en la Europa, y ser mucho ms respetable quando seegecuten los proyectos que se han considerado precisos de bvedas a prueva,minas y otras obras nezesarias para sostener un sitio, segn el sistema yadelantamiento que en el da se han hecho en el modo de atacar la plazas158.

    1808: la estratagema de un general francs

    La nica ocasin en que la ciudadela fue tomada y ocupada por tropasenemigas, no lo fue por asalto ni capitulacin tras un asedio formal o un vigorosoataque, sino merced a una sencilla estratagema, que hoy nos resulta, de tanpueril, inverosmil. Sucedi el ao 1808, a raz de la invasin de Espaa por lasfuerzas napolenicas; la Francesada, como tradicionalmente se le ha venidollamando. El episodio lo recogen numerosos autores, con mayor o menor

    (157) IRIBARREN, Pamplona y los viajeros, pp. 107-108.(158) MARTINENA, Pamplona en 1800, pp. 26-27. El manuscrito original que ah se transcribe

    se conserva en la Real Academia de la Historia.

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    extensin y lujo de detalles. Por mi parte, considero interesante reproducir aqula versin que da el brigadier de Caballera don Antonio Ramrez Arcas, en suItinerario descriptivo de Navarra, publicado en 1848, por tratarse de una obra nomuy fcil de encontrar y escrita por un militar cuarenta aos despus de sucederlos hechos que narra159.

    El 16 de febrero (de 1808) y por las estrechuras de Roncesvalles, se encaminhacia Pamplona el general DArmagnac con tres batallones, y presentndoserepentinamente delante de la plaza, se le permiti sin obstculo alojar dentrosus tropas. No contento el francs con esta demostracin de amistad yconfianza, solicit del virrey, marqus de Vallesantoro, meter en la ciudadela dosbatallones de suizos, so color de tener recelos de su fidelidad. Negse a ello elvirrey, alegando que no era lcito acceder a tan grave propuesta sin autoridad dela Corte. Adecuada contestacin y digna del debido elogio, si la vigilancia hubieracorrespondido a la que requera la crtica situacin de la plaza. Pero tal era eldescuido, tal el incomprensible abandono, que hasta dentro de la mismaciudadela iban todos los das los soldados franceses a buscar sus raciones,sin que se tomasen ni las comunes precauciones de tiempo de paz. No asdesprevenido el general DArmagnac, se haba de antemano hospedado en casadel marqus de Besolla, porque situado este edificio al remate de la esplanaday en frente de la puerta principal de la ciudadela, poda desde all con msfacilidad acechar el oportuno momento para la ejecucin de su alevoso designio.Viendo frustrado su primer intento con la repulsa del virrey, ide el francs recurrira un vergonzoso ardid. Uno a uno y con estudiada disimulacin mand que enla noche del 15 al 16 de febrero pasasen con armas a su posada cierto nmerode granaderos, al paso que en la maana siguiente soldados escogidos, guiadosbajo disfraz por el gefe de batalln Robert, acudieron a la ciudadela a tomar losvveres de costumbre. Nevaba, y bajo pretesto de aguardar a su gefe, empezaronlos ltimos a divertirse tirando unos a otros pellas de nieve. Distrageron con elentretenimiento la atencin de los soldados espaoles y, corriendo y jugando deaquella manera, se pusieron algunos sobre el puente elevadizo para impedir

    (159) RAMREZ ARCAS, Itinerario de Navarra, pp. 72-73. Una relacin ms breve de los hechos,pero tambin interesante, puede verse en NOMBELA, Crnica de la provincia de Navarra,pp. 42-43.

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    que lo alzasen. A poco y a una seal convenida se abalanzaron los restantes alcuerpo de guardia, desarmaron a los descuidados centinelas y, apoderndosede los fusiles del resto de la tropa, colocados en el armero, franquearon laentrada a los granaderos ocultos en casa de DArmagnac, a los que de cercasiguieron todos los dems. La traicin se ejecut con tanta claridad que apenashaba recibido noticia el desavisado virrey, cuando ya los franceses se haban deltodo posesionado de la ciudadela. DArmagnac le escribi entonces, a manerade satisfaccin, un oficio en que, al paso que se disculpaba con la necesidad,lisongebase de que en nada se alterara la buena armona propia de dos fielesaliados160.

    Bloqueo de la plaza en 1813

    As fue como la ciudadela, y con ella la plaza de Pamplona, quedaron en poderde las tropas francesas, permaneciendo bajo el dominio napolenico durantecinco tristes y largos aos, hasta que en 1813, tras un fatigoso bloqueo, lograronsu liberacin fuerzas espaolas al mando del general don Carlos de Espaa ydel Prncipe de Anglona161. Era gobernador de la plaza el general Cassan, queal comienzo del asedio tena grandes esperanzas de recibir socorros de Francia.Ante la falta de vveres, los sitiados intentaron una salida el 10 de octubre,siendo rechazados y obligados a replegarse al interior de la plaza. En vista deello, pensaron incluso en volar las murallas, siendo advertido el gobernador porel general Espaa de que si causaba algn dao a la ciudad o a sus habitantes,mandara pasar a cuchillo a los oficiales y diezmar a las tropas cuando llegaseel momento de la rendicin. A partir del da 24 comenzaron las negociaciones,y por fin, el 31 de octubre se firm la capitulacin en el monasterio de San Pedrode Ribas, a orillas del Arga. A las cuatro y media de la tarde del mismo da,entraban las fuerzas sitiadoras por el portal de Francia y por la puerta del Socorrode la ciudadela. El bloqueo haba durado 128 das, del 26 de junio al 31 de

    (160) Ibd.(161) Ibd. pp. 87-88.

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    octubre, sin que la artillera hubiera causado como dice el acta de la sesin delAyuntamiento del 1 de noviembre de 1813 el menor desplome en los edificiosni el menor mal a los habitantes162.

    Tras la recuperacin de la plaza, se pudo comprobar que los franceses habanpensado seriamente en volar la ciudadela antes que entregarla. Segn unamemoria militar de la poca, se hallaron nueve pozos en los terraplenes, de14 a 16 pies de profundidad y dos ramales en lo profundo de cada uno, encuyos extremos colocaron hornillos163. El dato lo recoge tambin Sebastin deMiano, en su Diccionario Geogrfico, publicado en 1827164. Hay que decir queel ejrcito francs contaba con ingenieros muy preparados y competentes,como el capitn Du Bourg, que en junio de 1809 redact una detallada memoriasobre las fortificaciones de Pamplona, sealando sus defectos y proponiendosoluciones con criterios muy acertados165. Respecto a la ciudadela, sugera laconveniencia de construir lunetas delante de las capitales de los baluartesque miran a la Vuelta del Castillo, dotndolas de comunicacin subterrnea;blindar con madera los edificios que no eran a prueba, hacer casamatas yperfeccionar la defensa subterrnea mediante galeras y contraminas. Variosde estos proyectos seran ms tarde asumidos por los ingenieros militares deFernando VII.

    En una memoria redactada en estos aos se elogiaba el agua de buena yabundante calidad que mana en su foso, que por medio de bombas y unasencilla presa se sube para la guarnicin. En el mismo documento se hacareferencia a la falta de contraminas, slo hay tres galeras quasi inutilizadas,las mismas que todava pueden verse en los fosos, llenas de escombro y aguaestancada, y tambin a la carencia de edificios a prueba. Los que haba eransencillos y se hallaban arruinados despus que los franceses rindieron la plaza

    (162) OLEZA, La recuperacin de San Sebastin y Pamplona en 1813. pp. 97-101. Sobre elbloqueo de la ciudad por las fuerzas aliadas es interesante la obra de HENNEL DEGOUTEL, Le general Cassan et la defense de Pampelune. (Pars, Perrin et Cie 1920) pp.297.

    (163) IHCM. Docs. Fortificacin 5-4-8-6 y otros.(164) MIANO, Diccionario Geogrfico-Estadstico de Espaa y Portugal (Madrid, 1827). t. VI,

    p. 420.(165) HCM. Docs. Fortificacin, 5-4-4-17.

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    y ciudadela, como tambin las caoneras y crestas de parapetos166. Otramemoria similar, que lleva fecha de 16 de enero de 1814, insiste en los mismospuntos y aade, refirindose a las bvedas situadas junto a la puerta delSocorro, que su construccin es tan mala que continuamente est filtrandoagua la mayor parte de ellas, nico recurso para un caso de sitio167.

    Los Cien Mil Hijos de San Luis

    Durante el bloqueo puesto a Pamplona por los Cien Mil Hijos de San Luis entrelos meses de abril y septiembre de 1823, la ciudadela, defendida por fuerzasliberales al mando del brigadier Snchez Salvador, fue el objetivo principal de lossitiadores. A mediados del mes de septiembre, fue bombardeada empleandopara ello ocho bateras de 24 pulgadas. Los efectos se hicieron sentir de formainmediata, firmndose la capitulacin el 17 del citado mes, segundo da delbombardeo. El ejrcito francs, que vena esta vez a reponer a Fernando VII enla plenitud absolutista de su soberana, entr en la ciudad por el portal de laTaconera y en la ciudadela por la Puerta del Socorro168.

    Una memoria militar del ao 1830 se refiere a las galeras existentes en el foso,a la parte del baluarte de Santa Mara, cuyo piso est debajo del nivel del foso,por cuyo motivo hay que bajar en cada una trece escalones. Tenan una longitudde 63 varas una de ellas y 65 las otras dos, y contaban con puertas ydesembocaduras de trecho en trecho, para partir en las direcciones queconvenga169. Hace aos fueron tapiadas, por hallarse inutilizadas por escombrosy agua detenida, lo que impeda penetrar en ellas ms que algunos pasos.

    En febrero de 1832, Jos Parreo elabor una relacin de los cuartelesexistentes en Pamplona. Por ella sabemos que en la ciudadela haba tres igualespara infantera, en regular estado, con una capacidad total de 1.200 hombres.

    (166) MARTINENA, Documentos sobre las fortificaciones, doc. nm. 44.(167) MARTINENA, ob. cit. doc. nm. 45.(168) IHCM. Planos, nm. 1.895, 1 y 2; 1.929 y 1.993, hoja 31.(169) MARTINENA, ob. cit. doc. nm. 45.

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    Carecan de evacuatorios, por lo que la tropa se ve obligada a ir a los que estnconstruidos en la muralla. Tampoco haba patio donde comer los ranchos ypara desahogo de la tropa, supliendo esta necesidad la plaza de la fortaleza,en la que se permita estar a los soldados porque, al no tener otra salida quela puerta principal, la guardia impeda el extravo de la tropa. Haba tambinun cuartel de caballera, de planta triangular, en mediano estado, con capacidadpara 78 hombres y 75 caballos. Lo ocupaba a la sazn una compaa deartillera170.

    Sublevacin de ODonnell

    La tarde del 1 de octubre de 1841, el general ODonnell se apoder de laciudadela, de acuerdo con los mandos que haba en ella, alzndose contra elgobierno de Madrid. De la guarnicin de la plaza, solo se les uni un batalln.El capitn general Rivero se mantuvo con el resto de las tropas y las autoridadesciviles leal a Espartero, pero careciendo de fuerzas suficientes para cercar lafortaleza, se limit a establecer una doble lnea de barricadas para dificultar elataque a la ciudad por parte de los sublevados171.

    El 4 de octubre, una comisin de vecinos notables pasaron a la ciudadela aparlamentar, con el fin de evitar el bombardeo de la plaza. Nadie ms podaentrar. El Ayuntamiento public un bando, en el que se deca: Ser puesto adisposicin de la autoridad que corresponda toda persona que se aprendaentrando o saliendo de la ciudadela de esta Plaza, a no estar competentementeautorizada al efecto.

    Los ingenieros hicieron parapetos frente a la fortaleza, especialmente al final dela calle San Antn, colaborando activamente el vecindario e incluso los presosde la crcel. Se gastaron en estas obras ms de 50.000 reales. Para hacerfrente a ello y a otras necesidades urgentes se recurri a un emprstito que

    (170) IHCM. Docs. Fortificacin, 4-3-4-1.(171) DEL CAMPO, Pamplona durante la regencia de Espartero, pp. 30-45

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    cont con la aportacin de los ciudadanos ms pudientes. La antigua torremedieval de San Lorenzo, por su carcter de fortaleza y su estratgicoemplazamiento, fue designada como puesto de vigilancia para controlar lasentradas y salidas de los rebeldes y, en caso de necesidad, para disparar contraellos con fusilera. Con este objetivo fue ocupada por algunos efectivos de laMilicia Nacional y un grupo de paisanos armados. A consecuencia de ello, recibivarios impactos de artillera desde la ciudadela, que daaron su fbrica, teniendoque ser demolida en parte unos aos despus, en 1852.

    Un primer bombardeo de intimidacin se efectu los das 4 y 5, sin mayoresconsecuencias. El da 10, cumpleaos de Isabel II, y al da siguiente, ODonnell,viendo que no llegaban los refuerzos que esperaba, bombarde intensamentela plaza, empleando caones, obuses y morteros, causando entre los vecinos3 muertos y 12 heridos, aparte de cuantiosos daos materiales en las casasde la poblacin. Segn el historiador Lafuente, se dispararon alrededor de 1.500granadas y otros proyectiles.

    El 13 de octubre, ODonnell sali de la ciudadela hacia tierra de Estella a reclutarvoluntarios, pero despus dio la vuelta, y por Ulzama y Baztn, opt por cruzarla frontera y pasar a Francia. En su ausencia, qued como jefe el generalAzcrraga. El da 14, con la llegada de tropas leales al Gobierno, poda ya decirseque la intentona estaba abocada al ms completo fracaso. No obstante, todavaresisti algunos das Azcrraga, hasta que el da 25, a las 8 y media de lamaana, sus tropas abandonaban la fortaleza, entregndola a las fuerzas lealesa Espartero. El acta de la sesin consistorial de ese da, dice: Que hoy a las 8y media de la maana se ha evacuado la ciudadela por los rebeldes y queinmediatamente han entrado en ellas las tropas leales, incluso el batalln de laMilicia Nacional con bandera desplegada. Que para celebrar tan faustoacontecimiento, acuerda y determina Su Seora que maana, a las 12 en punto,se cante un solemne Te Deum en la capilla del Glorioso Patrn San Fermn y seinvite para su asistencia a todas las autoridades y corporaciones172.

    (172) Ibd.

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    Para conmemorar aquellos sucesos, el Ayuntamiento encarg a don Miguel Sanzy Benito que pintase un cuadro de la ciudadela, Taconera y torre de San Lorenzo,con gente armada de los dos bandos en plenas hostilidades173.

    Un proyecto de lnea fortificada en 1849

    En noviembre de 1849, el capitn de Ingenieros don Jos Mara Vizmanoselabor una interesante memoria sobre las fortificaciones de la plaza.Refirindose a la ciudadela, empezaba por demostrar que el punto ms indicadopara un posible ataque era como antes haba observado ya el francs DuBourg el baluarte de Santa Mara y medias lunas inmediatas. As se verificel ao 1823, en el sitio puesto por las tropas francesas, pues a la cuarta nochede abierta la trinchera en aquel punto, estaban apagados los fuegos del frentede ataque y la plaza a punto de capitular. Despus de repasar los proyectosde Hurtado, que en 1797 propuso la construccin de una luneta y unhornabeque delante de las murallas existentes y un campo atrincherado desdeel baluarte Real hasta Mendillorri, Vizmanos expona su proyecto. Consista steen levantar fuertes destacados o lunetas en los puntos ms salientes de laloma o ribazo que limitaba la llanura de Iturrama. Tendran de 40 a 50 varas decara y 20 25 de flanco. Como complemento, se trazara una segunda lnea,en los claros o espacios intermedios de las anteriores, a distancia de un tiro defusil tanto de la primera lnea como del recinto amurallado. Deberan tener de100 a 102 varas de cara y los flancos a proporcin. Aparte de esto, convendratambin dar mayor elevacin a las medias lunas y contraguardias exteriores yatrincherar las golas de los tres baluartes exteriores, Santa Mara, Santiago yReal174.

    Este mismo ao, en el tomo XII del Diccionario GeogrficoHistrico Estadsticode Espaa, del navarro Pascual Madoz, se public, incluida dentro de la voz

    (173) El cuadro, una acuarela, se conserva en el Archivo Municipal de Pamplona y ha sido totalo parcialmente reproducido en varias ocasiones.

    (174) IHCM. Doc. Fortificacin, 4-3-3-11.

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    Pamplona, una de las descripciones ms completas y detalladas que se hayanhecho de la ciudadela. Con posterioridad, la han copiado, ms o menos al piede la letra, autores como Torres Villegas, Madrazo, Alvarado, Urabayen y otros175.

    El mayor enemigo de Pamplona

    En agosto de 1854, el Ayuntamiento elev una solicitud a Isabel II, pidindole quese reformase la estructura de la ciudadela, de manera que su recinto y explanadainterior pudieran utilizarse con vistas a la expansin de la ciudad, ahogada porel cors de sus fortificaciones. En el escrito se deca que colocada la ciudadelaal poniente de la misma ciudad y separada de ella por anchos fosos y explanadas,deja vaca una grande extensin de terreno, que pudiera emplearse en edificioscon utilidad pblica si por dicha parte se uniese la fortaleza con los muros de laplaza formando una sola fortificacin. El incremento que va tomando la poblaciny la falta que se nota de casas por esta causa, recomiendan la idea, fuera de quepara llevarla a cabo ningn sacrificio tendra que hacer el Estado, supuesto queel producto de los materiales de la parte que se habra de derribar excedera conmucho el coste de la modificacin de la fortaleza.... A continuacin se hacahistoria recordando lo sucedido en 1808 y 1841, cuando la ocupacin de laciudadela por fuerzas enemigas haba trado graves consecuencias a la poblacin,en lugar de seguridad y proteccin. ... Y en el actual pronunciamiento estuvo muyarriesgada a sufrir igual suerte, de manera que el enemigo ms sensible paraPamplona puede decirse que es su ciudadela. Por eso no debe extraarse quesus honrados y pacficos habitantes la miren con la mayor aversin y espanto, nique esta Corporacin, fiel intrprete de sus sentimientos e intereses, aprovechecuantas ocasiones se le presenten para alzar la voz contra la existencia de tandestructor vecino. Por el contrario, si se llevaba a efecto la reforma solicitada,la ciudad se vera liberada de sus temores, sin perder la plaza su importanciapara la defensa general de la Nacin176.

    (175) MADOZ, Diccionario, t. XII, p. 644.(176) AMP. Correspondencia, leg. 70, nm. 79.

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    Baluarte de Santiago, fosos y Puerta del Socorro, en 1944. AMP (J. Ca)

    Uno de los pabellones que rodeaban la plaza central, destinados a vivienda de oficiales.AMP. Col. Arazuri

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    No s si como consecuencia de esta peticin del municipio pamplons personalmente me inclino a creer que s en septiembre del mismo ao, redactuna memoria de la plaza don Mariano Moreno. En ella haca una descripcinminuciosa de las fortificaciones, sealando sus circunstancias y defectos177.Respecto a la ciudadela, quedaba claro que tena puntos vulnerables y no eraya, por tanto, la fortaleza inexpugnable que so y levant Felipe II. Morenocoincida en su criterio con Vizmanos en que el punto de ataque ms fcil erael baluarte de Santa Mara, al cual la artillera de la plaza no poda proteger consus fuegos, mientras que el atacante poda tener a resguardo sus depsitos yreserva en la vaguada que actualmente ocupa la Universidad de Navarra, a muycorta distancia y fuera del alcance de la plaza.

    El ingeniero don Cndido Ortiz de Pinedo firm el 13 de septiembre de 1858 unanteproyecto de fortificacin par la plaza de Pamplona, que supona unaremodelacin total de viejo recinto de los siglos XVI y XVII178. Todo el frente Sury Oeste de la plaza se organizaba sobre la base de una lnea regular de baluartespentagonales iguales, alternando con medios tambores o casamatassemicirculares dispuestas en los fosos, en la mitad de las cortinas intermedias,pero separadas de stas. A los sistemas de Vauban, revolucionarios en su da,haban sucedido ya las nuevas teoras de Montalambert y de Carnot, y elproyecto de Ortiz de Pinedo se basaba en ellas en buena parte. Era un planbien estudiado, que, de haberse llevado a efecto, hubiera puesto a Pamplona enla vanguardia de las plazas fuertes de aquel tiempo. Hubiera sido, sin embargo,una obra costossima, en una poca en que las fortificaciones permanentestenan ya sus das contados, y, desde el punto de vista del objeto de este trabajo,hay que decir que hubiera supuesto la desaparicin de la ciudadela, cuyaconservacin no contemplaba el proyecto.

    (177) IHCM. Docs. Fortificacin, 4-3-3-13.(178) IHCM. Planos, nm. 1.950, hojas 2, 5, 8 y 9.

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  • 142 / La Ciudadela de Pamplona. Cinco siglos de vida de una fortaleza inexpugnable

    Los carlistas bloquean la plaza

    Durante la ltima Guerra Carlista, Pamplona padeci un nuevo y fatigosobloqueo, esta vez por fuerzas leales al pretendiente Carlos VII, que controlabantoda la Cuenca. Dur desde los primeros das de septiembre de 1874 hasta el2 de febrero de 1875, y fue tal la escasez de vveres, que en el mercado llega venderse carne de perro y de rata. Era gobernador de la plaza el mariscal decampo don Manuel Anda y formaban la guarnicin cuatro compaas de lareserva de Cdiz, 150 artilleros, igual nmero de guardias civiles, 300carabineros y los paisanos de la Milicia Nacional. No funcionaba el ferrocarril niel telgrafo y no se reciban los peridicos. Tambin falt el agua de las fuentes,al haber cortado los carlistas la conduccin de Subiza, aunque gracias al ingeniodel industrial Salvador Pinaqui, se pudo subir la del ro, mediante un eficazsistema de bombas179.

    En esta ocasin, el papel de la ciudadela se redujo a hacer fuego de fusil contraalgunas partidas carlistas que se aventuraban hasta la misma Vuelta del Castilloy la Cruz Negra, y a disparar algn caonazo hacia Cordovilla y otros pueblosdonde se observaban movimientos de la faccin. Como es habitual en talescircunstancias, sirvi tambin de depsito de armas, vveres y municiones, ascomo de prisin ocasional para algunos vecinos de la ciudad, conocidos por sussimpatas hacia la causa de don Carlos. Algunos proyectiles disparados desdeSan Cristbal por las bateras Krupp de los carlistas llegaron a sobrevolar laciudad, cayendo en el glacis de la fortaleza. Tambin se dispararon desde susbaluartes, el 21 de enero de 1875, las salvas que anunciaban, con algunosdas de retraso, la proclamacin de Alfonso XII como rey de Espaa. Y en las dosvisitas que el joven monarca hizo a nuestra capital el 7 de febrero de ese mismoao, poco despus de levantado el bloqueo por el general Moriones, y el 28 de

    (179) Se conocen al menos dos diarios del bloqueo. Uno de ellos, redactado por elcomandante jefe del detall D. Mariano Balesta, fue publicado por IDOATE, Diario delbloqueo puesto por los carlistas a la plaza de Pamplona... en Rev. Ppe. de Viana, 1961,pp. 217-231. Otro, del que son autores los tambin militares RODRGUEZ UNDIANO ySNCHEZ DEL GUILA, Diario del bloqueo de Pamplona, fue publicado en los Cuadernosde la Cofrada del Pimiento Seco en 1973. Leandro NAGORE, en su obra Apuntes para lahistoria (1872-1886) Pamplona, 1964, pp. 282 da otra visin, sta desde el punto devista carlista.

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    febrero de 1876, tras la retirada del Pretendiente a Francia. Dos das anteshaban entregado las armas en la fortaleza los efectivos de seis batallonescarlistas, antes de regresar a sus casas. El 29 de febrero se firmaba el ltimoparte de guerra.

    Durante los meses del bloqueo era gobernador de la ciudadel