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I I N N F F O O R R M M E E D D E E R R E E S S U U L L T T A A D D O O S S INVESTIGACIÓN SOCIOLÓGICA SOBRE “EL VOLUNTARIADO COMO INSTRUMENTO PARA PROMOCIONAR Y ACTIVAR LA AUTONOMÍA DE LAS PERSONAS MAYORES SOLAS” Madrid y Barcelona, 2008

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INVESTIGACIÓN SOCIOLÓGICA SOBRE

“EL VOLUNTARIADO COMO INSTRUMENTO PARA

PROMOCIONAR Y ACTIVAR LA AUTONOMÍA DE LAS PERSONAS

MAYORES SOLAS”

Madrid y Barcelona, 2008

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1

INTRODUCCIÓN.................................................................................................. 3

I.- OBJETIVOS..................................................................................................... 8

II.- METODOLOGÍA ............................................................................................. 12

II.1 Análisis de Fuentes Secundarias................................................................ 12

II. 2 Investigación Cualitativa............................................................................. 12

III.- ANÁLISIS DE RESULTADOS III. 1 Análisis de la situación de las personas mayores en España: Hechos y cifras .................................................................................................. 17 III. 1.1 Evolución demográfica de las personas mayores .................................................17

III.1. 2 Las personas mayores que viven solas ................................................................ 20

III. 2 Análisis cualitativo de los discursos de las personas mayores que viven solas .................................................................................................. 25 III. 2. 1 Descripción de las personas mayores que han participado en la investigación ... 25

III. 2. 2 Una descripción de cómo se vive el presente....................................................... 27

III. 2. 3 Actividades cotidianas........................................................................................... 35

III. 2. 4 Relaciones con la familia....................................................................................... 40

III. 2. 5 Relaciones sociales: Los amigos ......................................................................... 47

III. 2. 6 Circunstancias, momentos y vivencias satisfactorias ........................................... 50

III. 2. 7 La soledad. Vivir solo, estar solo .......................................................................... 60

III. 2. 8 Expectativas de futuro .......................................................................................... 68

III. 3 El Voluntariado en España ....................................................................... 74 III. 3. 1 El perfil del voluntariado en España...................................................................... 74

III. 3. 2 El voluntariado de acompañamiento a las personas mayores.............................. 80

III. 4 Las actitudes y percepciones de la población, con una predisposición positiva al voluntariado, hacia las personas mayores.......... 82 III. 4. 1 Perfil de los voluntarios que han participado en los grupos .................................. 82

III. 4. 2 Motivaciones para trabajar como voluntarios........................................................ 83

III. 4. 3 Dónde y cómo desarrollan su trabajo voluntario ................................................... 90

III. 4. 4 Las motivaciones específicas para trabajar con colectivos

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de personas vulnerables ................................................................................................... 91

III. 4. 5 Las experiencias cercanas con personas mayores .............................................. 94

III. 4. 6 Cómo observan los voluntarios el mundo de las personas mayores .................... 101

III. 4. 7 Las razones reales y conscientes para no plantearse el trabajo

voluntario con personas mayores ..................................................................................... 108

III. 4. 8 Imagen personal e imagen social del voluntariado con personas mayores.......... 112

III. 4. 9 Motivaciones para la colaboración como voluntarios con personas mayores ...... 118

III. 5 La respuesta de la Fundación “Amigos de los Mayores”: La visión y evaluación de las personas mayores ............................................ 122

III. 5.1 Introducción. Amigos de los Mayores, qué es y qué hace: datos y cifras.............. 122

III. 5. 2 Perfil de las personas mayores que son atendidas por Amigos de los Mayores .. 124

III. 5. 3 La relación con Amigos de los Mayores................................................................ 130

III. 5. 4 Valoración del servicio que reciben de Amigos de los Mayores ........................... 135

III. 5. 5 Satisfacción de las personas mayores con Amigos de los Mayores..................... 138

III. 5. 6 Expectativas cumplidas......................................................................................... 140

III. 5. 7 Deseos, sugerencias............................................................................................. 143

III. 5. 8 Una valoración global de Amigos de los Mayores ................................................ 147

III. 5. 9 El futuro ................................................................................................................. 155

III. 6 La respuesta de la Fundación “Amigos de los Mayores”: La visión y evaluación de los voluntarios ........................................................ 159

III. 6.1 Introducción. Los voluntarios de Amigos de los Mayores ...................................... 159

III. 6.2 Perfil de los voluntarios .......................................................................................... 160

III. 6. 3 La relación con Amigos de los Mayores................................................................ 162

III. 6. 4 Valoración del servicio que presta a Amigos de los Mayores ............................... 168

III. 6. 5 Expectativas .......................................................................................................... 177

III. 6. 6 Sugerencias para mejorar la organización............................................................ 179

III. 6. 7 Relación con otros voluntarios y trabajadores de Amigos de los Mayores ........... 185

III. 6. 8 ¿Se cumplen los objetivos? .................................................................................. 186

III. 6. 9 Valoración del trabajo de voluntariado: luces y sombras ...................................... 190

III. 6. 10 El futuro, Amigos de los Mayores y el voluntariado ............................................ 201

IV.- CONCLUSIONES .......................................................................................... 209

ANEXO I.- BIBLIOGRAFÍA.................................................................................. 226

ANEXO II.- GUIONES....................................................................................................... 230

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INTRODUCCIÓN Desde la Fundación Amigos de los Mayores de Madrid y Amics de la Gent Gran en

Barcelona, se ha venido trabajando durante años en el mundo de las personas

mayores solas con el fin de acompañar y paliar la soledad de las personas mayores

a través de visitas y actividades llevadas a cabo por voluntarios. Estas personas

mayores acompañadas son sobre todo mujeres, de una media de edad de unos 80

años aproximadamente que se sienten solas y que contactan con la Fundación a

través de los servicios sociales.

El voluntario, con su labor, además de proporcionarles el acompañamiento afectivo y

favorecer una mejora de su autoestima, trata de ayudar a los mayores para que

ganen en seguridad y consigan el mayor grado de autonomía posible facilitando en

muchos casos la permanencia en el domicilio de estas personas acompañadas.

El grado de satisfacción expresado por las personas mayores que reciben este

servicio es muy elevado. Sin embargo, desde la Fundación Amigos de los Mayores

se ha considerado necesario hacer a modo de un “alto en el camino” para

corroborarlo, por lo que se propuso la realización de este proyecto que ahora se ha

materializado. Lo que se ha pretendido con este trabajo es evaluar el servicio

ofrecido por los voluntarios a los mayores, desde la valoración de todos los

afectados, personas mayores solas y voluntarios, con el fin de determinar el grado

de satisfacción y cumplimiento de las expectativas.

Por otro lado, en este proyecto se pretende ir un paso más adelante y tratar de

conocer cuáles son las tendencias en el ámbito de la soledad entre las personas

mayores que se sienten solas, pero que actualmente están en una situación

inmediatamente anterior a la necesidad de un servicio de acompañamiento, y

también conocer las razones por las cuales las personas con predisposición para la

actividad voluntaria se muestran dispuestas o no a desarrollar su voluntariado en el

ámbito de las personas mayores.

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El objetivo de este segundo paso es conocer cuáles son los estereotipos y prejuicios

que puede haber por parte de potenciales voluntarios a la hora de elegir o no el

colectivo de las personas mayores para colaborar, y permitir a la Fundación conocer

mejor cuáles y cómo serán los potenciales voluntarios del futuro, para dirigir mejor

las nuevas campañas de captación.

Es ampliamente conocido, y así se expresó en los antecedentes que en su momento

se expusieron en el proyecto, que en la mayoría de los países desarrollados, entre

ellos España, la esperanza de vida ha crecido de manera notable en las últimas

décadas debido a la reducción de la mortalidad en las personas mayores, tendencia

que no parece que se vaya a detener en el futuro, dando lugar al conocido proceso

de envejecimiento. La cifra de personas mayores de 65 años, según el último censo

de población, se sitúa ya cerca de los siete millones de personas. Dentro de este

proceso de envejecimiento, también se está produciendo un incremento del número

de personas mayores que viven solas; algunos datos ilustran cómo este crecimiento

y las características objetivas que presenta:

Mientras que en el Censo de Población de 1991 el número de mayores que

vivían solos era de 868.273 personas, en 2001 este número se elevaba a

1.358.937. Datos más recientes, sitúan la cifra de personas mayores que viven

solas en 1.601.660 (CIS, Encuesta de Condiciones de Vida. 2006).

Sobre los momentos del día en los que más se sienten solos, el 29% señala que

es en ocasiones especiales (cumpleaños, Navidad, etc.), el 20% por la noche y

un 17% cuando están enfermos, según datos recogidos de la Encuesta de

Condiciones de Vida de 2004 (IMSERSO).

La vida en solitario de los mayores forma parte de una tendencia general en la

sociedad española debido a la valoración del mantenimiento de la independencia

personal, siendo más frecuente entre las personas mayores que entre otros grupos

de edades (Pérez Ortiz, L. 2006). Acontecimientos tales como el abandono del hogar

por parte de los hijos, el declive de las capacidades, el fallecimiento del cónyuge o

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una menor vida social tienen como consecuencia, entre otras, que muchas personas

mayores dejen de vivir en familia para hacerlo solas. Como consecuencia de estos

cambios, suele surgir el sentimiento de soledad: Según el estudio del CIS número

2.279, de febrero-marzo de 1998, dirigido a la población española de 65 y más años

de edad, que medía la sensación de compañía o falta de ella, el 38% de los mayores

que viven solos se sienten muy o bastante solos y el 36,6% regular, de manera que

apenas una cuarta parte restante afirma sentirse acompañada.

La soledad de las personas mayores supone un conjunto de sentimientos negativos

entre los que destacan la tristeza, la sensación de vacío y la falta de comunicación y

se previene o supera cuando se realizan actividades incompatibles con los

pensamientos que la generan, especialmente si éstas favorecen el cultivo de unas

relaciones sociales y familiares satisfactorias (Iglesias de Ussel, 2001).

Uno de los recursos con los que las personas mayores cuentan para paliar los

efectos de la soledad es el del voluntariado. Este es un sector que está en

crecimiento, tal y como lo demuestran estudios como el presentado en

recientemente por la Obra Social de Caja Madrid (2007) “Encuentro y alternativa-

situación y tendencias del voluntariado en la Comunidad de Madrid” según el cual

crece aceleradamente el número de voluntarios, cada vez dedican más horas y

fundamentalmente a actividades orientadas a activar la autonomía personal. Algunos

datos son ilustrativos:

En relación con los datos de la Encuesta 2001 del Voluntariado, ha disminuido el

peso relativo de los voluntarios de ámbito internacional (del 14% al 12%) y estatal

(del 27% al 18%), mientras que los voluntarios de barrio han duplicado su

presencia (15% en 2006 frente al 7% de 2001).

Según el “Diagnóstico de situación del voluntariado en España”, enmarcado

dentro del Plan Estatal de Voluntariado 2005-2009, normalmente las entidades de

voluntariado trabajan varias áreas de actividad simultáneamente. Las distintas

investigaciones consultadas coinciden en que, sobre todas ellas, la de Acción

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6

Social es la más desarrollada en España. Le siguen salud y asistencia sanitaria,

cooperación y desarrollo, y educación y cultura. En este sentido, España es uno

de los países europeos donde la atención social está más desarrollada vía ONG.

Las actividades y programas de las ONG de Acción Social van dirigidas en su

mayoría, además de a las personas mayores, a jóvenes, infancia, personas con

discapacidad, mujeres, familias y población en general, si bien también son

bastante frecuentes las organizaciones que trabajan con personas

drogodependientes, reclusos/as, inmigrantes, refugiados/as, enfermos/as de

VIH/SIDA o minorías étnicas.

En cuanto al perfil de los voluntarios en ONG de Acción Social, predominan las

mujeres sobre los hombres, cifrándose la participación femenina en 2001 en el

58% (Pérez Díaz y López Novo, 2002). En cuanto a la edad, son personas

jóvenes (la mayoría no supera los 30 años) y tienen un nivel educativo muy

elevado, superior al del personal asalariado y a la media nacional.

Estos son datos generales del voluntariado en entidades de Acción Social, puesto

que sobre el perfil específico del voluntariado en entidades que acompañan a

personas mayores o las preferencias de los voluntarios o voluntarias sobre los

colectivos con los que colaborar no existe prácticamente documentación.

Entre los objetivos del voluntariado con personas mayores, según el estudio titulado

Calidad de vida en personas mayores (2004) de Gloria Pérez Serrano, se encuentra

el propiciar la integración y participación de los mayores en su entorno para

favorecer su reinserción o permanencia en los contextos de acción y toma de

decisión social, en los que podrán aportar sus experiencias, conocimientos y

habilidades acumuladas a lo largo de la vida, permitiéndoles sentirse útiles y

combatir sentimientos de soledad, baja autoestima y aislamiento. Otro objetivo

señalado consiste en velar para que las personas mayores acompañadas tengan

acceso a un desarrollo integral, de manera que puedan acceder a los bienes y

servicios que les corresponden y a la defensa y disfrute pleno de sus derechos e

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intereses como medio para elevar su calidad de vida; mejorar las limitaciones

psicológicas, culturales, físicas y sociales que aparecen impuestas por la edad y el

proceso de envejecimiento, brindando toda clase de apoyo y comprensión, así como

estrategias apropiadas para contrarrestarlas.

Desde estos datos, y desde la acción desarrollada por la Fundación Amigos de los

Mayores, se ha planteado la necesidad de valorar si el trabajo que se está

desarrollando es el adecuado, cómo van cambiando las nuevas generaciones de

personas mayores, y de voluntarios, y cual es el camino de futuro que se debe

empezar a abordar.

Desde este trabajo se ha tratado de dar respuesta a estas cuestiones, todos los que

en él hemos colaborado consideramos que se ha conseguido, pero que la sociedad

y las personas evolucionan, las personas mayores de hoy no pueden constituir una

foto fija para el futuro, las nuevas generaciones de mayores no serán iguales a las

de hoy, y una Fundación como Amigos de los Mayores, debe tener siempre presente

el esfuerzo por adaptarse a “la nueva soledad”. El camino trazado es el más

adecuado, ésta es la primera y principal conclusión de este trabajo: trabajar desde la

comunicación y la compañía, en el terreno emocional, subjetivo y personal.

Antes de entrar de lleno en el contenido de este informe, es absolutamente

necesario agradecer infinitamente la colaboración de las personas mayores y de los

voluntarios, de Madrid y de Barcelona, que han colaborado con el equipo de

investigadores aceptando ser entrevistados y/o participando en grupos focales,

porque sin su colaboración este trabajo nunca hubiera podido realizarse. Gracias a

todos ellos y ellas, por su sinceridad, por haber abierto sus corazones hablando

desde lo más íntimo de sus emociones y sentimientos; somos conscientes, porque lo

hemos vivido, que algunos han pasado buenos y malos ratos con nosotros, han

llorado, también han reído, pero lo más importante es todo lo que nos han enseñado.

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I.- OBJETIVOS

El primer objetivo es desarrollar una análisis de fuentes de datos para contar con

una fotografía de cual es el estado de la cuestión en cifras y publicaciones. Para ello

hemos analizado diferentes estudios relacionados con la situación actual de las

personas mayores, tanto relativos a aspectos demográficos como de condiciones de

vida y relaciones sociales. Por otro lado hemos analizado detalladamente los

estudios disponibles en relación con el voluntariado en general y en concreto el

realizado para personas mayores.

El planteamiento sociológico de esta investigación se ha abordado desde tres

ópticas:

1.- Evaluación de las acciones desarrolladas desde “Amigos de los Mayores”

cuyo objetivo es el acompañamiento de los mayores que viven / se sienten solos.

Se trata de analizar la correlación entre los objetivos, las acciones desarrolladas y

los resultados obtenidos, desde el punto de vista de quienes han sido los

protagonistas: las personas mayores acompañadas y los voluntarios. El objetivo

fundamental de este primer eje es conocer el grado de satisfacción/insatisfacción

que se ha conseguido a través de las acciones de acompañamiento para unos, las

personas mayores, y para otros, los voluntarios, con la finalidad de trabajar para

mejorarlo; en concreto se ha profundizado en lo siguiente:

1.1 En las personas mayores Qué esperaban del “servicio” que reciben de los voluntarios que les acompaña.

En qué medida se han sentido acompañados y para hacer qué cosas.

Les ayudado a sentirse bien, activos, animados.

Quien a tomado las iniciativas de “hacer juntos algo”, ellos, los voluntarios,

ambos.

Se han sentido valorados, apreciados, animados… por los voluntarios.

Qué han echado de menos: más tiempo, más actividades, otras actividades

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9

Hay alguna cosa que les haya decepcionado, que no se corresponde con lo que

esperaban

En algún momento han creído ver alguna barrera entre ellos y los voluntarios:

rechazo, aburrimiento, … etc.

Qué es lo que destacarían como más positivo, lo que les gusta de tener a una

persona voluntaria con ellos.

Qué modificaría para sentirse mejor.

1.2 En los voluntarios Qué planteamiento inicial tenían de su actividad como voluntarios acompañando

a personas mayores. En qué medida han podido desarrollar la tarea que se habían planteado. Qué frenos han encontrado para desarrollarlas: de las normas de “Amigos de los

mayores”, de los mayores, de ellos mismos. Quien ha tomado las iniciativas para desarrollar acciones con las personas

mayores: ellos, las personas mayores o ambos. Se han sentido bien acogidos, valorados, apreciados.

Qué han echado de menos, cosas, actividades que podrían desarrollarse ( más

tiempo, más actividades, otras actividades …)

Hay alguna cosa que les haya decepcionado, que no se corresponde con lo que

esperaban

En algún momento han creído ver alguna barrera entre ellos y las personas

mayores, desde ellos: rechazo a la vejez, al entorno físico de la vejez (la casa, la

comida, la ropa, el aseo… etc.), o a aspectos de entorno ambiental (el

aburrimiento, la conversación, la inactividad, las personalidades tendentes al

recuerdo, la depresión, etc…)

Qué es lo que destacarían como más positivo de su actividad que le produce una

mayor satisfacción.

Qué modificaría para sentirse mejor.

Desde la experiencia personal: cuáles cree que puedan ser las principales

barreras que puede tener la población, para desarrollar una labor de voluntariado

con las personas mayores.

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10

2.- Investigar las tendencias en el ámbito de la soledad, entre las personas mayores que están solas y/o se sienten solas, estando en una situación inmediatamente anterior a la necesidad de un servicio de acompañamiento. El

objetivo fundamental es profundizar en el mundo de la soledad, desde la vivencia

cotidiana de las personas mayores: cuáles son las sensaciones, emociones,

concreciones y vivencias entorno a los conceptos de “estar solo” - “sentirse solo”-

“vivir solo”. Se ha tratado de profundizar en todos los factores, matices y realidades

que confluyen en el sentimiento de soledad, desde las condiciones objetivas y desde

las percepciones y vivencias subjetivas:

Descripción de cómo se vive, se ha vivido y como sería la situación óptima,

desde la realidad actual, desde el punto de vista de la convivencia.

Cuáles son las vivencias momentos, actividades… cotidianas que se desarrollan

con otras personas, y solos, cómo se sienten en cada circunstancia; en concreto: − Descripción de cómo están las relaciones familiares con hijos, nietos,

hermanos, cuñados, etc..: cuánto se ven, qué hacen juntos, qué

satisfacción / insatisfacción producen las relaciones familiares, qué espera

de ellos que no recibe, que no le dan. − Descripción de las relaciones sociales: amigos, vecinos, actividades que

se hace con ellos, con qué frecuencia, qué satisfacción / insatisfacción

producen estas relaciones sociales, qué espera de ellos que no recibe,

que no le dan. Qué circunstancias, vivencias, personas… les produce bienestar, sosiego,

tranquilidad…

Que circunstancias, vivencias, personas (o ausencia de ellas) les produce

desasosiego, miedo, angustia, preocupación.

Momentos, circunstancias, en las que se siente solo (personificación de la

soledad).

Expectativas de futuro: qué espera de la vida, de las personas, de la sociedad,

cómo cree que va a vivir de aquí a unos años, cómo cree que se va a sentir;

cómo le gustaría vivir, qué cree que va a necesitar, echar de menos.

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3.- Las actitudes y percepciones de la población, con una predisposición positiva al voluntariado, hacia las personas mayores: las barreras reales y simbólicas. Desde esta tercera óptica se trata de profundizar, para entender las

claves y actuar sobre ellas, en cómo es la percepción real de las personas mayores

entre un determinado segmento de la población que tiene una predisposición

positiva hacia el voluntariado, porque desarrolla o ha desarrollado recientemente

actividades de voluntariado en el entorno de la participación ciudadana sin ánimo de

lucro, y en el ámbito de la ayuda y colaboración con colectivos de población

vulnerable / desfavorecida. Desde este enfoque se ha tratado de ahondar en la

existencia o no de barreras organizadas alrededor del mundo y de la vida de las

personas mayores, que frenan o no incentivan suficientemente, el acercamiento de

una población que desarrolla trabajos de voluntariado y/o tiene una buena

predisposición hacia él. En concreto se han buscado los elementos que confluyen la

creación de barreras reales o simbólicas:

Las motivaciones genéricas que incitan a trabajar como voluntario.

Las motivaciones específicas para trabajar con colectivos vulnerables,

ahondando en los colectivos desfavorecidos en los que existe experiencia.

Las experiencias positivas y negativas como actores del voluntariado, en

distintos ámbitos / colectivos de personas con los que se ha trabajado.

Qué experiencias concretas, positivas o negativas, se tienen en la convivencia

y/o cercanía con personas mayores: abuelos, padres… propios o cercanos (de

cónyuge, amigos…).

Cómo se observa el mundo de las personas mayores: qué resulta positivo,

atractivo, interesante, valioso

Qué produce rechazo, consciente o inconsciente: la vejez, la edad, el deterioro

físico o el deterioro ambiental (la casa, el aspecto, la forma de comer, la higiene,

la forma de hablar, etc.…), el deterioro de la capacidad mental, los hábitos, etc.

Las razones conscientes por las que no se plantea el trabajo voluntario con

personas mayores.

Proyección de la imagen social del trabajo voluntario con las personas mayores.

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II. Metodología II. 1 Análisis de Fuentes secundarias

Previamente a la realización del estudio cualitativo se ha analizado la bibliografía

existente sobre la materia a abordar en el mismo. En concreto, se ha realizado la

búsqueda por dos vías:

- Información actualizada disponible sobre las personas mayores: demografía,

condiciones de vida, datos comparativos con otros países, etc.

- Literatura existente sobre el voluntariado, por un lado el voluntariado en general -

perfil de los voluntarios, campos de actuación, tipos de organizaciones, etc. -; y por

otro, sobre el voluntariado con personas mayores - qué motivaciones existen,

número y perfil de este tipo de voluntarios, etc.-.

Entre las principales conclusiones tras la realización de este análisis de fuentes

secundarias cabe destacar la menor cantidad de información encontrada en relación

con el ámbito del voluntariado frente al de las personas mayores, en parte debido a

la falta de recursos con los que generalmente cuentan las entidades de voluntariado.

Existen datos generales sobre el voluntariado, sus definiciones y objetivos, incluso

cierta legislación al respecto, sin embargo cuando se precisa la búsqueda en el

voluntariado realizado para personas mayores la bibliografía existente es

prácticamente nula. Se puede encontrar información relacionada con el voluntariado

realizado por personas mayores, pero no sobre el voluntariado cuyos beneficiarios

de la acción sean directamente las personas mayores.

II. 2 Investigación cualitativa

En segundo lugar la aplicación de técnicas cualitativas de análisis sociológico, es la

que se ha considerado que se adapta mejor a una investigación que se plantea

como objetivo ahondar en un mundo de percepciones, vivencias, experiencias… en

una actividad, el acompañamiento a personas mayores, que no se apoya en

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13

actividades ni en resultados “medibles” en términos estadísticos, sino en

satisfacciones, vivencias positivas, experiencias satisfactorias, desde el mundo de lo

emocional.

Cada uno de los ejes de objetivos planteados, se ha abordado de la manera

siguiente:

II.2.1.- La evaluación de las acciones desarrolladas desde “Amigos de los Mayores”, se han realizado 16 Entrevistas en Profundidad, de las siguientes

características:

8 entrevistas a personas mayores que reciben el servicio de acompañamiento:

− Ámbito Madrid (4 entrevistas) y Barcelona (4 entrevistas).

− Variables tenidas en cuenta: edad, género, tiempo que lleva recibiendo

el servicio de acompañamiento, estatus socioeconómico.

− Todas las entrevistas se han realizado en el domicilio de la persona

mayor.

− Para la selección de las personas entrevistadas se han utilizado los

listados de personas mayores atendidas por la Fundación Amigos de

los Mayores (en Madrid) y Amics de la Gent Grand (en Barcelona). Por

este motivo, ser conocido/as de los responsable de estas

organizaciones, no es posible poner a disposición de al Fundación, ni

las grabaciones en audio ni las transcripciones de las mismas.

8 entrevistas a voluntarios

− Ámbito Madrid (4 entrevistas) y Barcelona (4 entrevistas).

− Variables a tener en cuenta: edad, sexo, tiempo que lleva de voluntario

en el acompañamiento a personas mayores.

− Las entrevistas se han realizado tanto en el domicilio del voluntario,

como en la sede de su trabajo y en la sede de Demométrica. Siempre

se ha ofrecido que la opción la tomasen los voluntarios entrevistados.

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− Para la selección de las personas entrevistadas se han utilizado los

listados de voluntarios que trabajan con la Fundación Amigos de los

Mayores (en Madrid) y Amics de la Gent Grand (en Barcelona). Por

este motivo, ser conocido/as de los responsable de estas

organizaciones, no es posible poner a disposición de la Fundación, ni

las grabaciones en audio ni las transcripciones de las mismas.

II. 2. 2.- Las tendencias en el ámbito de la soledad, entre las personas mayores que están solas y/o se sienten solas, estando en una situación inmediatamente anterior a la necesidad de un servicio de acompañamiento. Se han realizado 3

grupos focales, con las siguientes características a tener presentes para su

configuración:

Ámbito: Madrid (2 R.G.) y Barcelona (1 R.G.)

Género: Hombres (1 R.G.) y Mujeres (2 R.G.)

Edad: de 65 a 80 años.

Convivencia: viviendo solos, o con familiar, hijo/a…, que trabaje fuera de casa y

esté ausente la mayor parte del día.

Con un buen estado de salud, independientes a afectos de ayudas y cuidados,

que les permita salir de su casa y realizar por sí mismos cualquier actividad de la

vida diaria.

Estatus socioeconómico: medio y medio bajo.

R.G. Nº 1 ▪ Mujeres que viven solas

▪ Edad: 70 a 80 años

▪ Estatus socioeconómico: medio amplio- medio bajo

▪ Lugar de residencia: Madrid

R.G. Nº 2 ▪ Hombres que viven solos ▪ Edad: 67 a 75 años

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▪ Estatus socioeconómico: medio amplio - medio bajo ▪ Lugar de residencia: Madrid

R.G. Nº 3 ▪ Mujeres que viven solas

▪ Edad: 70 a 80 años

▪ Estatus socioeconómico: medio amplio

▪ Lugar de residencia: Barcelona

3.- Las actitudes y percepciones de la población, con una predisposición positiva al voluntariado, hacia las personas mayores: las barreras reales y simbólicas. Se han realizado 3 grupos focales, con las siguientes características

para su configuración:

Ámbito: Madrid (1 R.G.) y Barcelona (2 R.G.)

Género: Hombres y Mujeres

Edad: de 20 a 60 años (agrupados en: de 20 a 30 / de 30 a 45 / de 45 a 60)

Nivel de estudios: medio y alto

Personas que, en los últimos cinco años, hayan trabajado como voluntarios en

cualquier tipo de organizaciones de apoyo/cooperación social, con colectivos de

población vulnerable y/o desfavorecida

R.G. Nº 1 ▪ Hombres

▪ Edad: 45 a 60 años

▪ Estatus socioeconómico: medio amplio

▪ Nivel de Estudios: medio y medio alto

▪ En los últimos 5 años han estado trabajando de voluntarios, al menos 2 años,

con personas vulnerables, desfavorecidas, pero no con personas mayores

▪ Lugar de residencia: Barcelona

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R. G. Nº 2 ▪ Mujeres

▪ Edad: 20 a 30 años

▪ Estatus socioeconómico: medio amplio

▪ Nivel de Estudios: medio y medio alto

▪ En los últimos 5 años han estado trabajando de voluntarios, al menos 2 años,

con personas vulnerables, desfavorecidas, pero no con personas mayores

▪ Lugar de residencia: Barcelona

R.G. Nº 3 ▪ Mujeres y Hombres

▪ Edad: 30 a 45 años

▪ Estatus socioeconómico: medio amplio

▪ Nivel de Estudios: medio y medio alto

▪ En los últimos 5 años han estado trabajando de voluntarios, al menos 2 años,

con personas vulnerables, desfavorecidas, pero no con personas mayores

▪ Lugar de residencia: Madrid

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III. ANÁLISIS DE RESULTADOS III. 1 ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN DE LAS PERSONAS MAYORES EN ESPAÑA III. 1. 1 Evolución demográfica de las personas mayores

En España la esperanza de vida ha crecido de manera notable en las últimas

décadas debido a la reducción de la mortalidad en las personas mayores, tendencia

que no parece que se vaya a detener en el futuro. La cifra de personas mayores de

65 años, según las Estimaciones de la población actual del Instituto Nacional de

Estadística (INE), se sitúa ya en más de siete millones y medio de personas.

EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN MAYOR, 1900-2050 (miles)

852 973 1074 1264 1476 1750 2136 2767 3512 4222 5429,048 6338,5329886,602

115 133 143 177 224 273 369 524725

11485404,513

5490,621

8025,109

10464,8741903,2191633,04

2294,8593007,423

3659,461

4683,211

5923

0

2000

4000

6000

8000

10000

12000

14000

16000

18000

1900 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970 1981 1991 2001 2005 2010 2020 2030 2040 2050

Año

Mile

s

80 y +

65-79

* De 1900 a 2005 los datos son reales; de 2010 a 2050 se trata de proyecciones; desde 1970, población de derecho.Fuente: 1900-1991: INE: INEBASE: Cifras de población. Población según sexo y edad desde 1900 hasta 1991 . INE, consulta en junio de 2006.2001-2005: INE: INEBASE: Revisión del Padrón Municipal de Habitantes a 1 de enero de 2001 y 2005 . INE, consulta en junio de 2006.2010-2050: INE: INEBASE: Proyecciones de la población calculadas a partir del Censo de Población de 2001. Escenario 1 . INE, consulta en junio de 2006.

En cuanto a la esperanza de vida, las previsiones del INE estiman que para el año

2030, ésta se situará en los 80,89 años en los varones, mientras que la de las

mujeres será de 86,92 años, incrementándose en unos cuatro años en comparación

con datos de 2002. La diferencia entre ambos sexos se reduce, puesto que en 2002

era de 6,73 años y en 2030 se prevé que sea de unos 6,03 años.

Page 19: 30. El voluntariado como

18

Además de este incremento de la esperanza de vida, se está produciendo un

envejecimiento de las personas mayores de más edad. Los avances médicos que

permiten vivir más años, hacen que el grupo de octogenarios e incluso las personas

centenarias empiecen a tener cada vez mayor relevancia.

El Censo de 2001 calcula en 4.218 las personas que superan los cien años, de los

cuales 3.310 son mujeres y 908 hombres, y el INE estima que esta cifra llegará a los

7.141 y 55.240 en 2010 y 2050 respectivamente.

La presencia de las mujeres en la población de más de 65 años es predominante.

Según la última revisión del Padrón Municipal de 2007, las mujeres mayores en

España agrupan a más de cuatro millones de personas (4.341.858 mujeres frente a

3.189.968 hombres), lo que supone un 9,6 % de la población total española. Esta

tendencia se presenta creciente según las estimaciones del INE que prevén que

hacia el año 2050 la cifra de mujeres mayores de 65 años supere los siete millones y

medio.

INVERSIÓN DE LA TENDENCIA DEMOGRÁFICA, 1900-2050

0

5

10

15

20

25

30

35

40

1900 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970 1981 1991 2001 2005 2010 2020 2030 2040 2050

Año

%

0-14 65 y más

Informe 2006. Las personas mayores en España* De 1900 a 2005 los datos son reales; de 2010 a 2050 se trata de proyecciones; desde 1970, población de derecho.Fuente: 1900-1991: INE: INEBASE: Cifras de población. Población según sexo y edad desde 1900 hasta 1991 . INE, consulta en junio de 2006. 2001 y 2005: INE: INEBASE: Revisión del Padrón M unicipal de Habitantes a 1 de enero de 2001 y 2005 . INE, consulta en junio de 2006. 2010-2050: INE: INEBASE: Proyecciones de la población calculadas a partir del Censo de Población de 2001. Escenario 1 . INE, consulta en junio de 2006.

Sobre el estado civil de las personas mayores en España, según el Censo de

población de 2001, el matrimonio es la condición mayoritaria. En porcentajes, un

Page 20: 30. El voluntariado como

19

59,7% de las personas mayores estaban casadas, un 30,9% eran viudos, un 8,0%

solteros y un 1,4% separados o divorciados. Analizar el estado civil es un factor

importante de cara al estudio de la soledad en las personas mayores puesto que

está estrechamente relacionado la aparición de sentimientos de soledad con la

ausencia de cónyuge.

España, en comparación con el resto de países y en cuanto a las proyecciones de

población, va a seguir estando a la cabeza de los países más envejecidos, como

refleja la revisión 2006 de las Proyecciones de Población de la ONU. A pesar del

aumento de la población inmigrante y el incremento del número de nacimientos, las

previsiones a 2050 sitúan a España como el segundo país más envejecido, por

detrás de Japón. Sin embargo, comparando datos de Eurostat (2008), España es el

quinto país más envejecido por detrás de Alemania, Italia, Francia y el Reino Unido.

PAISES CON MAYOR ENVEJECIMIENTO. POBLACIÓN DE 65 Y MÁS AÑOS, 2005 y 2050

16,83 16,07 16,07

7,655,83

12,26

6,13 5,56 5,52 4,98 4,833,53 3,90

2,93

5,85

10,8211,7113,63

14,46

18,5719,1919,39

21,0321,2223,6823,81

24,0525,9327,58

37,69

30,18

32,6533,22

13,7816,33

18,7819,7419,75

0

5

10

15

20

25

30

35

40

Japó

n

España

Italia

Aleman

ia

Ucrania

Francia

Reino U

nido

RusiaChina

México

EEUUBras

il

Vietnam

Indon

esia

India

Egipto

Bangla

desh

Paquis

tán

Nigeria

Países

%

2050

2005

Fuente: N.U.: World Population Prospects: The 2006 Revision . N.U., consulta en mayo de 2008.

Page 21: 30. El voluntariado como

20

III. 1. 2 Las personas mayores que viven solas

Dentro del proceso de envejecimiento de la población y a pesar de que España es

uno de los países de Europa que mantiene con mayor fuerza una red sólida familiar

y comunitaria, también se está produciendo un incremento del número de personas

mayores que viven solas. Mientras que en el Censo de Población de 1991 el número

de mayores que vivían solos era de 868.273 personas, en 2001 este número se

elevaba a 1.358.937. Datos más recientes, sitúan la cifra de personas mayores que

viven solas en 1.601.660 (CIS, Encuesta de Condiciones de Vida. 2006).

Los motivos por los que las personas mayores viven solas, normalmente no se

reducen a uno solo. En general existe una razón principal relacionada con la

voluntad de las personas mayores a mantener su independencia, acompañada por

otros factores relacionados con las circunstancias familiares, el apego a la vivienda o

al entorno en el que han vivido durante años.

Las mujeres viven solas en proporciones más altas que los hombres, (25,91% de

mujeres y 11% de hombres), debido a que las mujeres viven más que los hombres y

a que en los casos de pérdida de la pareja, la falta de preparación de los varones en

materia doméstica hacen que busquen mudarse a casa de los hijos o a una

residencia, o incluso volver a casarse.

Page 22: 30. El voluntariado como

21

PERSONAS MAYORES VIVIENDO SOLAS POR FRANJAS DE EDAD

0

50.000

100.000

150.000

200.000

250.000

300.000

65-69 años 70-74 años 75-79 años 80-84 años 85 y másaños

HombresMujeres

Fuente: Censo de Población de 2001 (INE)

En cuanto al estado civil de las personas mayores que viven solas, predomina la

viudedad con un 80%, frente a los solteros/as (11,5%), casados/as (1,7%) y los

separados/as o divorciados/as (6,8%).

Las personas mayores que viven solas son las que peor valoran su situación

económica: el 26,3% se manifiestan poco o nada satisfechos, mientras que el

porcentaje de descontentos entre los que cohabitan no llega en ningún caso al 19%.

Esta valoración es coherente con el hecho de que la mayor parte de las personas

mayores que viven solas son mujeres de edad avanzada, que, por regla general,

tienen menor nivel adquisitivo que los varones, sobre todo si su principal fuente de

ingresos viene de la pensión de viudedad que en diciembre de 2007 la cuantía se

situaba en 500,35 euros de media.

En cuanto al equipamiento de las viviendas las personas mayores que viven solas

son las menos acomodadas, alcanzando los mayores porcentajes de carencia de

equipamientos. El más generalizado es el teléfono fijo, puesto que un 92 % lo posee,

y el menos es la conexión a Internet. Merece la pena destacar que el 54,80 % de los

Page 23: 30. El voluntariado como

22

mayores que viven solos no tienen calefacción y que la gran mayoría, el 83,60 %

tampoco tiene aire acondicionado.

PORCENTAJE DE MAYORES SOLOS SIN EQUIPAMIENTOS

34,30%

51,90%

54,80%

83,60%

11,80%

69,70%

97,30%

0,00% 20,00% 40,00% 60,00% 80,00% 100,00% 120,00%

Cuarto de baño con bañera

Cuarto de baño con plato de ducha

Calefacción en toda la casa

Aire acondicionado

Teléfono fijo

Teléfono móvil propio

Conexión a internet

Fuente: IMSERSO-CIS. Encuesta de condiciones de vida de las personas mayores, 2006. Estudio 2.647.

Aunque vivir solo no implica siempre que la persona mayor experimente

sentimientos de soledad, sí que hay una relación entre ambas. Según el estudio del

CIS número 2.279, de febrero-marzo de 1998, dirigido a la población española de 65

y más años de edad, que medía la sensación de compañía o falta de ella, el 38% de

los mayores que viven en hogares unipersonales se sienten muy o bastante solos y

el 36,6% regular, de manera que apenas una cuarta parte restante afirma sentirse

acompañada.

Según datos más recientes de la Encuesta de Condiciones de Vida 2006 citada

anteriormente, un 59,2 % de las personas mayores que viven solas declararon sentir

soledad frente a un 14,2 % de las personas mayores que viven en pareja u otros

familiares.

Para las personas mayores en España el sentimiento de soledad guarda una

estrecha relación con la falta de compañía de otras personas, especialmente de las

personas “queridas” como padres, hijos, parejas, hermanos, etc. con los que

Page 24: 30. El voluntariado como

23

estuvieron unidos por profundos lazos afectivos1. Debido a nuestras estructuras

familiares, la percepción y sentimientos de soledad de las personas mayores en

España son muy fuertes, ya que su expectativa de mantener continuamente vínculos

y relaciones afectivas y sociales sigue siendo muy potente, produciéndose un

aumento de los sentimientos negativos entre las personas mayores que viven solas,

como se puede observar en el gráfico.

Fuente: IMSERSO-CIS. Encuesta de condiciones de vida de las personas mayores, 2006. Estudio 2.647

Hechos como el abandono del hogar por parte de los hijos, el declive de las

capacidades, el fallecimiento del cónyuge o una menor vida social son algunas de

las consecuencias de la generación de estos sentimientos.

Sobre los momentos del día en los que más se sienten solos, el 29% señala que es

en ocasiones especiales (cumpleaños, Navidad, etc.), el 20% por la noche y un 17%

cuando están enfermos2.

Los sentimientos de soledad no son tan intensos en otros países. Un estudio

comparativo entre países del sur y norte de Europa revela que los sentimientos de

soledad son más frecuentes entre las personas mayores de los países meridionales.

Las características del contexto cultural y las expectativas sociales, son algunos de

los factores que influyen en la interpretación del sentimiento de soledad.

1 La soledad en las personas mayores, Ramona Rubio Herrera. 2 Encuesta de Condiciones de Vida de 2004 (IMSERSO).

PORCENTAJE DE PERSONAS QUE EXPRESARON DIFERENTES SENTIMIENTOS, SEGÚN FORMAS DE CONVIVENCIA

0102030405060708090

Bien,contento/a

Nervioso/a Aburrido/a Triste Solo/a

Personas mayores queviven solas

Otras formas deconvivencia

Page 25: 30. El voluntariado como

24

En España, el arraigo de los valores transmitidos en la educación tradicional

religiosa que convierten en obligatoria la reciprocidad en las relaciones y que asocia

la soledad a situaciones no deseadas de desvalimiento y abandono, influyen de

manera negativa en las percepciones de soledad3.

También se registran diferencias significativas entre la Europa del Sur y del Norte

con respecto a las decisiones de coresidencia, la estrutura familiar, la proximidad y

los contactos. Según datos del Proyecto Share, Encuesta de Salud, Envejecimiento y Jubilación en Europa, en Dinamarca sólo un 13 por ciento de

los entrevistados vive con sus hijos. El dato correspondiente para España es el 52

por ciento.

En términos de la cantidad de contactos entre hijos y padres se produce un

contraste similar: mientras que un 42 por ciento de los daneses ve a sus padres

todos los días, el dato correspondiente para los entrevistados en los países del

Mediterráneo ronda el 86 por ciento.

3 Loneliness among older people in Europe, Gerdt Sundström. 2007

Page 26: 30. El voluntariado como

25

III. 2 ANÁLISIS CUALITATIVO DE LOS DISCURSOS DE LAS PERSONAS MAYORES QUE VIVEN SOLAS: EL MUNDO EN SOLEDAD DE LAS PERSONAS MAYORES

III. 2. 1 Descripción de las personas mayores que han participado en la

investigación. Las personas mayores que han participado en las reuniones de grupo como fuente

de información, viven solas, tienen entre 70 y 80 años, poseen unos estados de

salud que les permiten desenvolverse sin mayores problemas en las actividades

propias de la vida cotidiana (asearse, limpiar la casa, hacer la compra, salir a la

calle, etc.), y en general son personas que desarrollan una gran cantidad de

actividades a lo largo de la semana, con amigos, solos, con familiares algunas

veces, etc. Dos son los factores que subyacen a cualesquiera diferencias que

encontramos en las distintas actitudes, posiciones y actividades que unos y otras

personas mantienen ante la soledad, el estar solos, el vivir solos: el género y el estado civil:

Hay diferencias entre hombres y mujeres significativas en cuanto a, por ejemplo

las actividades que cotidianamente desarrollan; así observamos que en los hombres son más habituales las actividades lúdicas no comunitarias, y paseos con amigos o solos, mientras que en las mujeres, además de las actividades que hacen con amigas, hay cierta tendencia a participar en actividades educativas, de aprendizaje, y en general organizadas comunitariamente o institucionalmente. Esta tendencia está ligada a las

diferentes culturas y experiencias vitales de hombres y mujeres de esta

generación: mientras que los hombres han ejercido una profesión hasta la edad

de jubilación / prejubilación, las mujeres dejaron sus trabajos, quienes los tenían,

al casarse, como era “lo socialmente correcto y aceptable”, para centrar sus

intereses, actividades y dedicación al casi exclusivo ámbito doméstico, en el que,

obviamente, tener y cuidar a los hijos era lo realmente prioritario. Por tanto la vida

de los hombres ha estado casi siempre orientada hacia lo público, lo social, y la

Page 27: 30. El voluntariado como

26

vida de las mujeres hacia lo privado y lo doméstico. Es posiblemente en la

constatación de la falta de habilidades y recursos hacia lo público, y llegada la

edad de “liberarse” de estas tareas tradicionalmente auto asignadas, donde está

el origen de un toma de conciencia de “lo vitalmente pendiente”: dedicación a sí

mismas, aprender cosas nuevas y descubrir ámbitos de la vida social a los que

no estaban acostumbradas.

Aunque esta distinta manera de afrontar las actividades, pueda resultar

contradictoria, puesto que parte de unos hábitos hacia lo público, los hombres, y

hacia lo privado, las mujeres, no lo es, por cuanto es precisamente en la falta de

herramientas para manejar con destreza actividades, más allá de las

estrictamente relacionadas con el cuidado de la familia y la casa, lo que crea la

tendencia/necesidad en las mujeres a “dejar organizar” su vida de actividades

lúdicas, y participar en ellas con entusiasmo; mientras que los hombres, que han

vivido sus particulares actividades sociales, y no sólo las laborales, han adquirido

las destrezas sociales necesarias para organizarse ellos mismos y/o con sus

contactos sociales, sus propias actividades. Esto no significa que no haya

excepciones, o que los hombres den la espalda a lo institucional, sino que lo que

para las mujeres es un descubrimiento y el centro de sus actividades sociales, en

los hombres es una continuidad y un hábito.

“… Esto que decíais de trabajar, yo siempre digo que me solté de las

faldas de mi madre para cogerme al pantalón de mi marido, porque

fuera de casa yo no he trabajado, yo estaba estudiando,

concretamente estudiaba piano, mi marido, en aquella época mi novio,

porque entonces era el novio…” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona

El estado civil es otro factor que genera diferencias en la percepción de sus vidas actuales, de su soledad, de su futuro, según se trate de personas mayores viudas o separadas; es habitual que la viudedad genere un

sentimiento profundo de soledad, generalmente acompañado tristeza; la muerte

de la pareja es un acontecimiento que suele marcar un antes y un después en la

Page 28: 30. El voluntariado como

27

vida de las personas, y más profundamente cuanto más tarde en el tiempo se

produce; mientras que un proceso de separación es algo pensado, querido y

decidido, aunque no siempre lo sea por los dos cónyuges, con procesos en

ocasiones dolorosos pero que provocan, al final, una cierta sensación de

“liberación”.

“… Es que no es lo mismo una separación que quedarte viudo. Una

separación ya viene que no congenias, que si te has jubilado, estás en

el pasillo, la señora la pisas, ya no convives en condiciones. Pero se te

presenta una enfermedad en la mujer y te quedas viudo en el

momento que no lo has pensado y ni lo imaginabas y es

completamente distinto a estar viudo, que no convives, ya no eres feliz

y ya lo tienes que ir asimilando un poco de que puede pasarte eso...”

R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

Estas diferencias sirven para explicar algunas de las diferentes formas de afrontar la

soledad y sus consecuencias emocionales, las posturas vitales ante determinadas

situaciones, los problemas a los que se enfrentan y las formas de solucionaros, las

preocupaciones por el presente y el futuro, etc.

III. 2. 2 Una descripción de cómo se vive el presente.

La vivencia del presente es satisfactoria en términos generales; tras esta percepción

se encuentran algunos elementos ubicados en el ámbito de las emociones, y otros

en el de la realidad económica 4:

En primer lugar hay un sentimiento de independencia muy valorado. Este

sentimiento tiene su concreción en la posibilidad de organizar la vida diaria

independiente y libremente: no tener que cumplir horarios ni imposiciones de

ningún tipo, el decidir por sí mismos las actividades que harán a lo largo del día, 4 Ver la coincidencia de los discursos con los datos que se presentan en el apartado III.1.2 Las personas mayores que viven solas, la referencia al IMSERSO-CIS Encuesta de condiciones de vida de las personas mayores, 2006.Estudio 2.647.

Page 29: 30. El voluntariado como

28

de la semana, etc. El sentimiento de libertad e independencia es más explícito en

las mujeres, probablemente se explica en parte por la ausencia en su vida

presente de antiguas restricciones auto impuestas por ellas mismas, o por sus

cónyuges, a lo largo de su vida en pareja. Esta sensación de liberación genera una valoración muy significativa de su independencia, no sólo en el contexto doméstico, sino también, y con especial significado, en el contexto público y social, ámbito en el que de hecho siempre han disfrutado de

menos libertades que los hombres.

“… Que si quiero me acuesto y si quiero me levanto, no tengo que dar

órdenes, ni decir ni pelearme con nadie…

… Yo pienso lo mismo, yo vivo bien, vivo bien dentro de la soledad,

porque estamos hablando de que estoy sola pero dentro de la soledad

pues me levanto si quiero más tarde o más pronto, si me quiero

acostar antes, si un día quiero salir, si un día no quiero salir, no suelo

salir mucho, soy más de casa...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

Muy ligado a lo anterior, pero en el ámbito de la economía, la independencia se

puede también sentir porque, sin disponer de unos ingresos/pensión muy altos, si

tienen estas personas mayores una situación económica al menos tranquila, que les permite desarrollar actividades institucionales, incluso privadas, de diversos tipos (viajes, salidas, comidas, etc.). Para quienes

pertenecen en su origen a una extracción social media – baja, la situación

económica actual resulta más que satisfactoria, incluso en algunas de estas

personas “impensable” hace unos años.

“… Lo bueno que tenemos ahora, y perdón que sea la primera, que

somos individuales, como yo digo, y hacemos lo que nos sale de los

cataplines, y perdón también...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

Page 30: 30. El voluntariado como

29

“… Lo que pasa es que yo no me voy porque no me quiero ir a vivir

con matrimonios jóvenes, me gusta estar en casa y no molestar a

nadie. Es distinto que sea su cumpleaños y vaya, pero ¿yo meterme

con mis hijos? Con ninguno. De visita sí, pero yo quiero que cada uno

viva su vida, que no tiene obligación conmigo ninguna. Esa es mi

mentalidad...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

Las comparaciones de su calidad de vida actual con la que recuerdan de sus

padres y abuelos, es uno de los elementos de satisfacción, en términos

económicos.

“… Yo soy muy feliz, vivo de maravilla, me encanta viajar, entonces

trato de reunir mi dinero y hacer dos o tres viajes al año de

vacaciones. Tengo que mirar que yo si ahora mismo cuento con la

calidad de vida que tuvieron mis padres y con la que estamos teniendo

nosotros, no se puede mirar no para nada. Y todavía, cuando estás en

grupo, que vamos gente mayor al IMSERSO de vacaciones, o dentro

de los sitios del IMSERSO, que en cada sitio tenemos un edificio

donde tenemos la peluquería muy barata, donde tenemos clases, yo

ya llevo tres años en Internet porque ahí hay señores que dan clases

gratuitas. Entonces todos los días por la mañana, de 10 a 11 de la

mañana, dan clases, te apuntas y ahí tienes unos profesores, que han

sido profesores pero están jubilados, y que las dan gratis. Entonces,

como ha dicho la señora, yo he ido ahí a aprender y ya llevo tres

años…” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

Organizada en torno a estos elementos positivos, la vida transcurre

satisfactoriamente; sin embargo algunos escollos ensombrecen este transcurrir plácido y activo, y significativamente tienen que ver con las relaciones familiares, más concretamente con la interacción con sus propios familiares, que consideran escasa, o muy escasa, en términos que se analizan en capítulos

posteriores, pero que aquí introducimos, porque lo hace necesario la descripción del

escenario global del transcurrir cotidiano de la vida de las personas mayores solas.

En este terreno es importante señalar que, si bien respecto de las relaciones con

Page 31: 30. El voluntariado como

30

familiares directos (hijos y nietos específicamente), hay una sensación de que no

son todo lo buenas e intensas como ellos desearían, también lo es el que

emocionalmente se produce satisfacción y tranquilidad cuando hablan de su vida y

de la relación con su familia cercana. Uno de los pilares básicos para su satisfacción

actual es, sin lugar a dudas, el percibir que con sus hijos, nietos, nueras y yernos,

mantienen unas relaciones, si no de cercanía y cariño, al menos de respeto y

cuidado. Más adelante, no obstante, ahondaremos en la consistencia y el significado

de conceptos como cercanía, respeto, cariño, etc., cuando se trata de la relación

persona mayor sola – familia cercana.

“… Yo me siento bien, actualmente estoy contenta porque me

encuentro, dentro de los achaques que más o menos tenemos, tengo

una hija majísima, y tengo un yerno que vale todas las pesetas del

mundo, estoy sola pero no estoy sola, tengo unos nietos muy majos,

tengo uno de 20 años que está haciendo tercero de medicina y es un

chico estupendo...” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona

“… Pero yo soy muy feliz y me organizo muy bien mi vida, y yo con mis

hijos y con mis nueras trato de llevarme de lo mejor, pero que aquí no

haya problemas, igual con mis hijos que con la novia de mi hijo que

con la nuera que tengo, aquí yo no tengo problemas de ninguna clase,

y ellas lo saben y no me voy a enfadar, y yo no me enfado por nada.

Entonces que hablen lo que quieran, hablamos de lo que sea, y luego

cada uno está en su casa. Pero yo tengo plena confianza para decirle

lo que me gusta y lo que no me gusta...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

En el otro lado de la balanza están aquellos que perciben que hay dificultades,

problemas, incomunicación, e incluso desinterés, entre ellos y su familia directa más

cercana, y en la que los hijos son los protagonistas. Padres y madres mayores

sienten que no son retribuidos, tanto en el ámbito emocional como en el de los

cuidados físicos, según lo esperado, y que una respuesta adecuada debería ser la

consecuencia lógica del tiempo y dedicación que ellos y ellas han desarrollado a lo

Page 32: 30. El voluntariado como

31

largo de sus vidas para educarlos, cuidarlos, quererlos, etc., pero no sólo a sus hijos,

sino también a “sus propios familiares mayores”. Hay un discurso implícito en los

tres grupos focales, en el que se proclaman la última generación que ha dedicado

una parte de su vida al cuidado de sus mayores, y sienten que van a ser también la

primera generación de mayores que no van a ser cuidados por sus hijos.

“… Sí, es que yo estoy contento con la vida que llevo porque no tengo

más remedio, me aguanto o no me aguanto, porque claro, tú tienes a

los hijos, en el caso mío a los hijos, él te pide x favores y se los haces,

pero si un día te dice una cosa y no puedes ya eres malo, y claro es yo

creo que tenían que tener en cuenta que si tú haces 99 cosas bien y

una mal no eres malo, es que a lo mejor no has podido, pero claro,

ellos no lo tienen en cuenta, mientras tú haces lo que ellos mandan la

cosa va muy bien, pero cuando un día dices no por lo que sea, ya eres

malo, ya lo otro no cuenta. Y claro, eso no puede ser...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

Continuando con las pinceladas que tratan de describir a grandes rasgos el

transcurrir de la cotidianeidad, y sin restar importancia al sentimiento de relativo

bienestar que expresan las personas mayores cuando hacen un balance general de

sus vidas, es importante señalar que se observa y percibe también una cierta fragilidad cuando se ahonda más en sus vivencias y sentimientos. Una de las experiencias de vida que más marcan a las personas mayores, que les deja una huella imborrable, es la muerte de su cónyuge. Quienes han vivido esta

experiencia, consideran su vida actual como incompleta, en cierto sentido vacía,

incluso en aquellos que la llenan de contenido con actividades múltiples. La

desaparición del cónyuge marca un antes y un después, es el hito que marca una

vida anterior en compañía y una vida posterior en soledad.

“... mi vida, antes de mi marido y después de mi marido, yo en el

momento en que lo perdí mi vida perdió motivación, a pesar de que

me pasa como, Trini, me parece que has dicho, de que, considero que

soy una persona activa, hago voluntariado en el barrio del Raval, que

es un barrio marginal de Barcelona desde hace muchísimos años…

Page 33: 30. El voluntariado como

32

… … Estoy contenta pero a mí me falta aquello, o sea, yo siempre creí

que envejecería con mi marido, y aquello pues a mí me ha costado, yo

estuve cuatro años en manos de psiquiatra, y el psiquiatra llegó un día

que me dijo, “mira, yo te voy a decir una cosa, enhorabuena, porque tú

te vas a ir con unas manos llenas, tú has tenido una vida llena y la vas

a tener llena, pero tendrás que convivir con esto”, y así lo he hecho, yo

digo, yo he tenido mucha suerte, la tengo, de que tengo mucha fe y

pienso, que bueno, las cosas van por donde tienen que ir, pero decir,

“Ana Maria, que bien estás”, pues mira, no, y eso que tengo dos hijos

que son dos joyas...” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona

Esta sensación de haber perdido el motivo que daba sentido a la vida con la muerte

del cónyuge, se expresa también en un discurso bastante común, y que además no

es exclusivo de las personas mayores viudas, que resalta la idea de verse ya como

actores de una vida ya hecha, ya resuelta. Muchos mayores perciben que su papel

en la vida ya ha terminado, que han hecho lo que tenían que hacer (trabajar,

casarse, tener hijos), y que lo que les resta de vida es ya como un “agregado” que

poco o nada puede aportarles. Obviamente este sentimiento se produce en distintos

grados, y se expresa también de distintos modos, bien de forma clara y explícita,

bien de forma difusa, implícita y hasta engañosa.

“… Estoy pues feliz, tiene que ser la vida así. Ya hemos vivido, ya

hemos tenido nuestros hijos y nos quieren, lo que pasa es que no

pueden estar con nosotros. Mi hija dice que me vaya a vivir con ella,

pero yo no dejo mi casa, no me voy a ir a Toledo a vivir, y ella se va a

trabajar y yo me quedo allí sola. Me quedo mejor en mi casa, porque

no me gusta vivir con nadie...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

Por contra, y como alternativa a este sentimiento de pensarse ya como seres sin

objetivos ni ilusiones, hay una tendencia importante, sobre todo en las mujeres, de

darle una gran importancia al aspecto actitudinal ante la vida, y considerar que tener

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33

una actitud positiva, activa, creativa, es uno de los factores fundamentales que

permiten vivir mejor y más satisfactoriamente.

“... bueno, todas a lo mejor estamos muy bien, pero a veces hay

madres que yo las oigo, amigas que yo tengo, "como no venga tal día",

pues no señor, pues si viene mi cumpleaños y no quiere venir y me

felicita y no viene, pues encantada de la vida, agarro a una amiga y le

digo "oye, ¿te vienes conmigo a merendar?", y me voy con ella, pero

no me voy a mortificar la vida porque se hagan las cosas de otra

manera. Entonces eso es una cosa muy de voluntad de cada uno, que

mi hijo no viene, pues ya vendrá otro día si quiere y si no quiere yo le

digo a una amiga "¿vienes conmigo?" y me voy...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

“... he tenido la suficiente inteligencia de vivir para sobrevivir, no es

que no esté llena mi vida, mi vida ha sido muy llena, y ahora mismo

está llena, pues, de cosas, hago reflexología, tengo amigas, muchas

amigas, de todas las edades además, lo mismo más jóvenes que más

mayores, siempre soy una ayuda para aquella gente, una ayuda

porque la gente suele tener una visión negativa de la vida, y a mí no

me pasa esto, yo siempre estoy en positivo, porque veo que es la

solución para mi mente y para mi espíritu…” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona

Esta actitud positiva, esta manera de enfrentarse a la vida, enfatiza no sólo los

logros y realizaciones que se han desarrollado en el pasado, sino también aquellos

que se están realizando en el presente y los proyectos de futuro, desde un cierto

halo de tranquilidad, sosiego, incluso sabiduría, que tiene como consecuencia

abordar los posibles problemas y estado emocionales, dese otra actitud.

“… Pues yo vivo muy bien, o sea, muy pocas veces estoy sola, cuando

estoy sola también estoy a gusto, y yo tuve, o sea, yo me casé, tengo

tres hijos, cuando tenía el pequeño año y medio me dejó mi marido,

¿eh?, pero mira, seguí para adelante, yo dije, “no tienen padre pero

Page 35: 30. El voluntariado como

34

tienen madre”, y trabajando y todo, los tres son profesionales, me han

salido unos chicos fabulosos, muy buenas personas, y yo, o sea,

nunca he mirado atrás, ni he tenido resentimiento contra el padre de

mis hijos ni nada...” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona

“... yo sé perfectamente que si hay una pareja que van y vienen, pues

sí, digo, “mira, pues qué bien, y yo no voy, pero es igual, ¿no?”, yo soy

la que me quedo pero no me pasa nada porque tengo otros alicientes,

o me pongo a leer un libro, o me voy…, qué sé yo, a cualquier sitio,

pero creo que es importante saber estar, es lo mejor, lo mismo con la

familia que con los amigos, entonces, no te creas ningún problema, ni

psíquica ni nada, estoy bien...” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona

En síntesis, el cuadro descriptivo de la vida y actitud vital de las personas mayores

que viven solas, presenta como rasgos significativos la apreciación de una calidad

de vida lo suficientemente buena, que se deriva básicamente de una tranquilidad

económica, unas oportunidades materiales (viajes, salidas, aprendizaje, actividades

lúdicas, culturales, etc.) y sociales (amistades, vida social, etc.). El lado menos

atractivo de este cuadro lo representan las personas mayores que consideran sus

vidas como ya realizadas, y sin expectativas de futuro, bien porque la desaparición

de su cónyuge supone un cambio de vida radical que emocionalmente no saben

cómo afrontar, o bien porque no poseen los recursos emocionales, culturales,

relacionales, para generar situaciones y contextos en los que puedan llevar a cabo

proyectos o actividades satisfactorias. Otros, por el contrario, y enfrentándose a

vivencias similares, poseen una capacidad de regeneración emocional encaminado

hacia sentimientos vitales positivos, y se orientan hacia actividades que les reportan

gran cantidad de beneficios sociales y emocionales: aprender cosas nuevas,

reaprender cosas olvidadas, desarrollar y cuidar la amistad, viajar y conocer lugares

lejanos y cercanos, ayudar a otras personas que lo necesitan, etc..

Page 36: 30. El voluntariado como

35

III. 2. 3 Actividades cotidianas

En este capítulo se profundiza en el análisis de las actividades más frecuentes en la

vida cotidiana de las personas mayores que viven solas, con quiénes las realizan y

qué sentimientos les provocan.

Actividades cotidianas.

El activismo. Las personas mayores que viven solas desarrollan una buena

cantidad de actividades que hacen solas y/o en compañía. En general detrás de

este “activismo” hay una cierta conciencia de que es a través de esas actividades

como se mantienen motivados y satisfechos, cuidan su salud y sus estados de

ánimo, y que es el camino de olvidar o pensar menos en aquellas cuestiones que

les dan tristeza o atraen sensaciones negativas. De ahí el dar una importancia

vital a lo que se viene a llamar “mantenerse ocupados” o “estar distraídos”. Para

algunos de ellos el tiempo que pasan solos sin hacer ninguna actividad en

concreto, es un momento que tiene el riesgo de derivar en recuerdos, tristeza,

sentimientos de soledad, por lo que se esfuerzan en evitarlos. Estas actividades simbolizan el combustible necesario para vivir satisfactoriamente los últimos años de sus vidas, máxime al tener conciencia de que el

envejecimiento es un proceso irreversible, que tarde o temprano desemboca en

dependencia y en el cese de este tipo de activismo.

Qué actividades.

Las personas mayores tratan de desarrollar cualquier tipo de actividades que les

hagan sentir independientes y válidos, con libertad para decidir, tanto en casa,

estando solos, como en la calle, solos o acompañados, las actividades que más les satisfacen son las que potencian esta sensación de independencia.

Cuando se encuentran en casa, los momentos más satisfactorios, los que

proporcionan tranquilidad y bienestar, son los que se dedican a algunas de sus

Page 37: 30. El voluntariado como

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aficiones, como leer, escuchar música, escuchar la radio, ver la televisión;

cuando están ocupados en alguna de estas actividades se sienten bien, activos y

positivos.

“…Te voy a explicar los dos momentos, porque has dicho qué

momento es más feliz, entonces, mientras desayuno leer, vamos a

decir los periódicos, porque tenemos 5 ó 6 periódicos gratuitos,

entonces pues me encanta, en ese momento a lo mejor sólo tengo

tiempo de leer los encabezamientos, y luego si algún articulo o algo

me interesa ya me lo leo, pero como tengo que hacer lo de la casa,

pues bueno, por ahí empiezo, ese momento es muy feliz, muy

relajante, yo siempre me levanto de buen humor…” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona

“… Me acuesto, leo, que me gusta leer, y mientras leo, que no sé si

leo, oigo la radio o veo la televisión, porque tengo todo puesto, con lo

cual me acuesto con todo. Y de repente estoy pensando "mañana... a

ver, vamos a ordenarnos, Mercedes, qué vas a hacer: a tal hora tal

cosa, tal, tal, tal...", y entonces digo bueno "me voy a la Caixa" como

me pilla bien me voy a lo del ordenador, siempre encuentras allí

alguien...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

“... cuando estoy en casa pues me gusta, si no pongo música me veo

mis corridas de toros y tal, y la verdad, como dice el refrán "el buey

suelto bien se lame", y no tengo problemas, de momento...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

Sin embargo, la casa es también el territorio donde se viven los momentos menos felices y más duros, sobre todo en situaciones donde acostumbraban a

estar acompañados por sus cónyuges: la noche, las comidas, el despertar. Es en

estos momentos donde surge el sentimiento más agudo de soledad, cuestión que

veremos más en detalle en el capítulo III. 5, y cuando las personas mayores

sienten emociones negativas tales como desdicha, tristeza, desgana, desinterés

y desilusión.

Page 38: 30. El voluntariado como

37

Estas sensaciones vividas en el territorio tan cercano como la casa, es lo que genera el deseo de evitar estar tanto tiempo en sus domicilios,

intentando realizar actividades fuera para no caer en el precipicio de la angustia y

del sentimiento de soledad. Cuando no se tienen ilusiones o proyectos, la vida

cotidiana puede ser tediosa y aburrida, rutinaria y con pocos estímulos nuevos.

Estos sentimientos son expresados a menudo por los mayores, algunos como

tendencia general de sus vidas, otros como situaciones esporádicas que

combaten realizando actividades.

“… La vida nuestra es una rutina, te levantas, te lavas, te afeitas,

desayunas, haces la cama, te vas a la compra, y luego andar, eso sí, a

mí me gusta andar, los baños no me gustan, entonces andar. Como y

luego vuelvo a salir a andar, pues según me dijo a mí un médico es

que la mejor cosa para adelgazar y mantenerse es comer y salir a

andar, no echarse la siesta, y entonces pues andar. Y luego por la

noche pues bueno, a ver un poco la televisión...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

Uno de los mecanismos más frecuentes utilizados por los mayores para evitar la

sensación de soledad, es el convencerse así mismos de que su situación actual es buena, destacando sobre los aspectos negativos todos los aspectos positivos de su vida actual e intentando llenar el tiempo con actividades placenteras.

“… Yo es que no necesito digamos mucha compañía, o sea, ya me he

acostumbrado y mentalizado a estar solo, que me lo paso muy bien.

De vez en cuando, por ejemplo, me voy de viaje, que suelo ir a

Canarias. Yo no necesito a nadie ni... ¿bailar? Tampoco sé. Pues

entonces soy una joya. Andar por la playa, para arriba, para abajo,

escuchar música, que me gusta la música clásica, y cuando empieza

la temporada de toros pues como ya soy muy mayor pues me hacen

rebaja en los toros. Y así se pasa la vida, pero vamos...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

Page 39: 30. El voluntariado como

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“… Hombre, yo desde luego me he hecho a no ver a ninguno, lo tengo

como norma de hacer lo que me da la real gana, entonces yo soy feliz

con un café e irme al cine, con lo cual si quiero me duermo en el cine y

si voy con mi cuñada me dan el brazo y me dice "esta la repites",

porque me he dormido. Con eso, no es que voy a decir que sea

inmensamente feliz, no porque claro, luego llegas a casa y te ves la

realidad de la vida, entonces digo "¿y hoy qué me hago de comida?

¿me apetece, no me apetece? Pues tírate a la calle...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

Fuera del territorio de la casa, los momentos del día más satisfactorios, en los

que se sienten mejor, más tranquilos, son los que transcurren en actividades de

ocio en la ciudad, desarrollando planes culturales, lúdicos, saludables, etc. Los

mayores están descubriendo la ciudad, sus ciudades, que en los últimos años

cada vez más les brindan la oportunidad de disfrutar de multitud de actividades a

precios asequibles o gratuitas, llegando a disfrutar de espacios y lugares que

otros muchos ciudadanos ni siquiera imaginan que existen.

“... y a las 4 y media carretera y manta, que hay por la tarde un

concierto en la Fundación March, en la Casa esta iluminada, que hay

una conferencia en la casa de tal, en la casa de cual, ahí sí me

arreglo, te afeitas, te pones traje, te pones tu camisa, tu corbata...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

“... no vas teniendo un orden, según ves el día, otro día me voy no a

correr ya, porque ya, yo he corrido fondo en la Casa de Campo, pero

eso me parece ya que se me pasa, pero sí me voy a andar a paso

largo, entonces un día tiro por aquí, otro día me voy a ver la encina, "a

ver cómo está la encina tal", la encina de San Pedro que es de las

más antiguas que hay en la Casa de Campo, tiene más de 200 años,

además tiene una copa de 15 metros...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

Page 40: 30. El voluntariado como

39

Actividades acompañados

Tener vida social es un valor fundamental en las personas mayores solas para mantener y desarrollar su calidad de vida, reforzando su identidad en la independencia. A lo largo del día la mayoría de los mayores tiene una rutina

social semiestablecida, que estipula realizar actividades y compartir momentos

con amigos y amigas. Son estos momentos los que especialmente tienen un gran

valor, en relación tanto al cumplimiento de la premisa de mantenerse activos,

como en relación al cuidado de los lazos de amistad que los unen con otras

personas. Como se analiza más adelante con mayor detenimiento, con las

amistades se comparten muchas horas al día, y en ellas se expresan y

comunican vivencias y sentimientos, penas y dolencias, experiencias y consejos.

“… Sí, sí, hay una bodeguita que tiene dos o tres mesas y nos

juntamos allí los amigos ya normalmente, echo un par de partiditas,

tomo un café y un vinito, y me voy...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

“… En el centro. Y allí me reúno con varias compañeras, que vamos

todas las semanas. Después otro día de la semana me reúno con mis

amigas, que hemos sido voluntarias y por no perder el contacto, ya

somos mayores, y entonces porno perder el contacto nos vemos una

vez a la semana...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

Estos momentos compartidos con las amistades, se complementan con los

momentos y experiencias en que las personas mayores palpan la vida social de

forma más anónima, esto es, cuando realizan actividades como asistir al teatro, al

cine, al gimnasio, al parque, etc. El sentirse parte activa de la sociedad,

conscientes muchas veces, con tristeza, de lo frágil que puede ser su papel

social, de lo poco que les puede quedar de vida social activa en el futuro, se

transforma en un estímulo muy importante para la vida cotidiana. Tanto mujeres como hombres expresan su sensación de bienestar al contar y relatar esos momentos en que viven lo social de una manera más intensa.

Page 41: 30. El voluntariado como

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“… Sí, porque me levanto y voy al gimnasio, y entonces esto ya es un

estimulo, entonces estoy a lo mejor una hora, y hora y media, o dos

horas, lo que estoy, veo gente, hablo con la gente y…” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona

“… Es que el paseo yo creo que es la tarea diaria de casi todos,

entonces ya te juntas con un grupo de amigos, que son parecidos a ti,

que sales a dar un paseo, que unas veces se alarga más, otras veces

se alarga menos, hasta la hora de comer. Luego a lo mejor, lo que

decimos, te tomas un vino o una cerveza, comes (...) y por la tarde

ahora a mí me viene bien porque los martes y los jueves los tengo

ocupados con lo del cine de eso y el teatro. Entonces ya vas al cine o

el día de los martes o el jueves al teatro, si puedes sacar la entrada,

que ese es otro problema...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

III. 2. 4 Relaciones con la familia

Las relaciones de las personas mayores con sus familias, cuyo eje central son los

hijos, generan sentimientos contradictorios, tanto positivos como negativos según las

circunstancias. A pesar de un sentir bastante generalizado de cierta tristeza cuando

los mayores hablan de las exiguas relaciones con sus hijos, siempre experimentan

felicidad cuando son atendidos, son requeridos o simplemente “tenidos en cuenta”

por ellos. Aunque con excepciones, estas relaciones, descritas como insuficientes,

habitualmente generan sentimientos de tristeza e impotencia. La percepción de los

mayores es que sus hijos no tienen tiempo, absorbidos por sus propias obligaciones

vitales, el trabajo, estudios y sus propias familias, para dedicarles la atención que

ellos desearían, razón por la que en la gran mayoría de los casos, esta atención se

reduce a llamadas telefónicas y vistas no siempre sistemáticas.

“... el que tengo más cerca es el de Puerta del Hierro, y claro, nos

vemos muy poco porque tiene hijos mayores, tiene que estar

pendiente de ellos, mi nuera está terminado la segunda carrera y

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41

entonces ya no tengo tiempo de... siempre que llamo siempre tiene

que estudiar mi nuera, mis nietos, mi hijo, no tienen tiempo, voy a

verles de vez en cuando y en fin..

... soy viuda, tengo mis hijos, pero no me echan una mano porque no

pueden. Quererme me quieren muchísimo, pero ellos tienen sus

quehaceres y sus hijos tienen que atenderlos, y tienen que estar

haciendo en sus casas y otras cosas que tiene que ir haciendo,

entonces aunque quieran...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

“… Sí, pero realmente tienen su vida montada, los dos trabajan, los

dos están súper ocupados siempre, y entonces yo tengo que vivir

como puedo y nada más, no hay más remedio...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

“… Yo me siento muy feliz, muy feliz, en la noche, porque me llaman

todas los noches mis tres hijos, entonces ellos cuando me llaman ya

sé que están bien, y dicho, “pues ya está, bendito sea dios...” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona

Ante este tipo de actitud de la familia cercana- hijos, las posturas de las personas

mayores solas, son diversos tipos:

De comprensión. Es habitual la interiorización de una actitud compresiva en la

basada en una serie de argumentos sobre el poco tiempo, el trabajo, los hijos

pequeños… las múltiples obligaciones de los hijos, etc., que no siempre se hace

explícita de manera convincente, ni incluso para quienes la formulan.

De resentimiento soterrado. Si bien las personas mayores expresan su

discurso correcto sobre la compresión, también de manera más soterrada suele

aparecer el resentimiento por la sensación de abandono, de no estar presentes

en la vida de sus hijos, de no contar y sentir una cierta “invisibilidad”, que genera

las emociones más negativas ligadas a la “soledad”.

Page 43: 30. El voluntariado como

42

“… De soledad, quiero decir que cada uno tiene sus obligaciones y

eso, como ahora trabajan tanto, siempre hemos trabajado, pero

ahora...

… Está casada, sí, no nos llevamos mal pero ella trabaja, los hijos ya

son mayores, también viven su vida, no la veo casi nada, porque claro,

no puedo ir a su casa si está trabajando, ella no puede venir a la mía

porque está trabajando. Los sábados y los domingos los tiene que

dedicar a la casa y a la compra y a los quehaceres, así que nos

llamamos por teléfono, pero vamos, de contacto, contacto...estoy

sola…” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

“… Sí, sí, sí, lo entiendo, o sea, yo no puedo decir que mis hijas me

tengan abandonado, sí me tienen un poco marginado porque sus

vidas van por otros caminos y yo lo entiendo, a lo mejor estoy

equivocado y me gustaría que siendo hijas piensas que van a estar

más centradas contigo...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

De fortalecimiento de la independencia. Hay quienes responden a estas

situaciones fortaleciendo su independencia aún más, intentando contrarrestar ese

sentimiento de abandono con el auto convencimiento de que son ellos los que no

quieren intensificar las relaciones, con argumentos tales como el no querer

molestar, o porque tienen la vida llena de actividades, o porque quieren guardar

su intimidad. Este tipo de actitud no siempre se basa en argumentos muy sólidos,

pero es una vía de auto convencimiento que emocionalmente parece que

funciona razonablemente bien.

“… No, si yo sí quiero que vengan, pero yo ir a sus casas voy cuando

es un cumpleaños, un santo, pero yo estar metida allí con ellos no me

apetece. No es que no me apetezca, me gustaría mucho, pero no

quiero.

¿POR QUÉ NO QUIERE?

Page 44: 30. El voluntariado como

43

… Pues porque he nacido muy rara en ese sentido. Yo por ejemplo,

cuando mis hijos iban a veranear conmigo, "mamá vamos a comer

fuera", comemos fuera, y yo en el momento que comía yo me

escapaba a mi casa, porque no me gustaba pasear por el paseo

marítimo con ellos, porque no me gusta, no me... yo soy muy rara en

ese sentido. Y si voy a casa de mi hija...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

El cuidado y atención es cuestión de género

En esta compleja cuestión de las relaciones entre las personas mayores y sus hijos,

existe la idea y el convencimiento tanto por parte de las mujeres y como de los

hombres, que las hijas juegan un rol más importante, más intenso, más apegado, y

deben y suelen ser ellas las que apoyan y acompañan más a viudas y viudos en los

primeros instantes de su nueva vida, dando el apoyo emocional, y ocupándose de

preservar la salud de sus padres y madres, etc. De hecho, es una evidencia en los

discursos de los grupos, que las relaciones con las hijas y hermanas, aunque hay

por supuesto excepciones, son en general más cercanas.

“… Cuando me quedé viudo. Entonces la chica, las hijas, que es lo

que estamos hablando, ayudan más que los chicos, entonces ella me

ha ayudado mucho...

… Y lo que estoy refiriéndome es que las mujeres -no es porque usted

esté delante- pero ayudan más que los hombres en esto, las hijas,

vamos. La chica siempre te ayuda más. Y luego mi hermana porque

va a limpiarme y bueno, pues…” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

“… Tengo tres, pero mi hija, que es la que... siempre parece que las

hijas, que mis hijos me quieren muchísimo, pero parece que las hijas

siempre echan más una mano...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

Page 45: 30. El voluntariado como

44

Las dificultades de comunicación

Con los hijos, sean del sexo que sean, existen algunos problemas y dificultades de

comunicación. Uno de los factores más importantes que agudizan esas diferencias

es el cambio social y económico vivido en España en las últimas tres décadas, y que

ha construido una brecha cultural y social entre las personas mayores que nos

ocupan, mujeres y hombres entre 70 y 80 años, y sus hijos y nietos. Las diferencias

se manifiestan de forma nítida en cuestiones relacionadas con la organización

familiar, los roles de pareja, las relaciones paterno-filiales, la responsabilidad de

cuidar a niños y mayores, etc. Los mayores viven esas diferencias en los modos de

hacer y pensar con sus hijos y nietos, con cierto asombro e incredulidad, que en

ocasiones degenera en tristeza.

“… Bueno, muchas cosas te gustan hacer, pero es que los hijos

piensan diferente que tú. A mí me ha ido muy bien en mi matrimonio y

me he organizado muy bien, un ejemplo, pero estos chicos de ahora,

esta gente de otra generación, si tú le das un consejo así "si lo hicieras

así sería mejor...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

“… Y... bueno, pues vivo solo pero que tampoco echo mucho de

menos el vivir con nadie, o sea me arreglo bastante bien. Y claro, lo

que sí tienes, hablando de los chicos, pues cuando se lleva muy bien

es cuando te piden dinero, eso sí lo noto. Pero vamos, por lo demás, si

te descuidas un poco, te echan alguna cosa en cara, también es

verdad, de alguna manera si te equivocas en algo "claro, es que tal…"

R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

Esta distancia e incomunicación es más intensa en las experiencias de los hombres

separados, que muy a menudo se van sintiendo progresivamente abandonados por

sus hijos, más cerca de su madre, y de aquellos hombres viudos que no tienen

destrezas y capacidad de mantener los lazos familiares y de cuidado, habitualmente

construidos y mantenidos por sus cónyuges.

Page 46: 30. El voluntariado como

45

“… Sí, vive más en Madrid, pero es más con la familia de la mujer que

con la del hombre, entonces por eso pues yo no me quejo, pero veo

que se despega un poco de mí, y entonces las relaciones son buenas

pero no como yo creo que debían de ser, que a lo mejor estoy

equivocado, pero bueno…

… … Efectivamente los primeros años la cosa marcha muy bien, está

todo muy reciente, hasta que empiezas a tener unos pequeños roces y

tal, se van acumulando, en fin, pero bueno, ya llega un momento en

que también la mujer une mucho ¿no?, a la familia, en cuanto falta

pues de alguna manera pues el hombre parece que le dejan un poco

más de lado, no sé por qué será, por lo menos la sensación es esa. La

sensación es que te dejan un poco de lado...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

De hecho hay algunos hombres que estaban emocionalmente preparados de

antemano a quedarse solos cuando se separaron de sus cónyuges, conscientes de

que las mujeres en general construyen y consolidan los lazos familiares. Estas

habilidades y capacidades no les fueron enseñadas, ni tampoco son las que

necesitaban para desarrollar sus vidas, más orientadas hacia el mundo del trabajo,

donde predominan las habilidades relacionadas con la eficacia, productividad,

concreción, racionalidad, etc.

“… Cuando me separé era una cosa que ya me había mentalizado, de

que me tocaba vivir solo. Tampoco ya me preocupa mucho si tira por

la madre, bueno, pues te vas con tu madre. Y yo hago mi vida y

vosotras hacéis la vuestra, así de claro...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

En el extremo contrario se encuentran tradicionalmente las mujeres mayores

quienes son las que han sido el eje en torno al que se ha aglutinado la familia, han

protagonizado la ayuda y el apoyo familiar a padres, suegros, hijos y nietos, y ahí

está la razón por la cual tienen una mayor facilidad para conservar las relaciones

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familiares, especialmente con los hijos, cuando se quedan solas, frente a las

mayores dificultades de los hombres en su misma situación.

Una de las relaciones que más valoran las personas mayores, incluso cuando son

escasas y poco intensas, son las que tienen con sus nietos; el hecho de compartir

momentos con los nietos, sea en la calle, en su casa o por teléfono, les brinda

grandes satisfacciones. Y más allá de compartir con ellos momentos de

comunicación y contacto, los éxitos de los nietos en todos los ámbitos de la vida,

escolares, de pareja, etc., son el mayor motivo de orgullos y de satisfacción.

“… Sí, me llama por teléfono, me cuenta todo lo del cole, de sus

padres, si se va al cine con su padre, esa te llama y te cuenta todo…

… Porque es pequeña, cuando sea grande ya verás qué te cuenta…

… Tiene 10 años…

… Sí, con las ganas que tengo yo de ver a mis nietos y que vengan.

Los del mayor me dicen abuela, y me da por reír cuando me dicen

abuela...

…. A mí me gusta mucho abuela…

…. … Estupenda, sí, sí. La mayor del tercero, que tiene 17 años, y ella se

coge su autobús a Moncloa y me viene a ver o si tiene que ir a

comprarse algo la acompaño yo, porque la madre está trabajando, y

eso me encanta. Tengo cuatro nietas ahora...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

No obstante, con los nietos hay circunstancias en las que se agudizan los ámbitos

de incomprensión, ya que los cambios sociales son todavía más acusados entre las

dos generaciones; a pesar de ello hay una mayor comprensión/ tolerancia entre

abuelos –nietos, que entre padres – hijos, con respecto a algunos de estos

fenómenos de cambio social, y ello a pesar de que entre esta generación de

personas mayores y sus nietos, hay un mayor alejamiento real que el pudo haber

entre estos mayores y sus propios abuelos. Es probablemente este modelo de

Page 48: 30. El voluntariado como

47

“cercanía” que ellos vivieron es la que simbólicamente desearían, la que echan de

menos.

“… La relación con mi nieto me gustaría que fuera mejor porque son

muy independientes, jamás han venido a vernos por su cuenta, ellos

solos. Han venido sus padres a comer y han venido ellos, porque mi

nieto ya tiene 20 años. Yo es que he tenido mucha relación con mis

abuelos, mucha, y los he querido muchísimo, y mi hija con sus abuelos

ha tenido mucha relación y los ha querido, pero en cambio mis nietos

no tienen relación conmigo...

… … Pues la nieta sí, la nieta a lo mejor de vez en cuando llamo por

teléfono a mi hija y lo coge ella, "ay, abuela" y me habla, pero si lo

coge mi nieto "hola abuela, te paso con mamá" y ya está, y no tengo

una conversación, que me gustaría que me contara... claro...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

III. 2. 5 Relaciones sociales. Los amigos

El creciente valor de la amistad

La conciencia de la importancia de las amistades para las personas mayores solas se acentúa en la medida en que las relaciones con los familiares directos se van diluyendo… distanciando con el tiempo. Esta conciencia del valor de la

amistad está presente en la gran mayoría de los discursos de los grupos; al mismo

tiempo que surge la conciencia de que su existencia hay que cuidarla y atenderla, se

va configurando una mentalidad, en ocasiones novedosa, de apertura hacia nuevas

amistades que aparecen alrededor de actividades, y que se suman a las que se

mantienen desde incluso la infancia, o de las de “parejas” cuando se convivía con el

cónyuge.

“… Bueno, yo con mis amigas, tengo amigas desde antes de nacer,

hemos seguido siendo amigas y somos mayores y somos amigas, y

Page 49: 30. El voluntariado como

48

después he hecho otras nuevas, que me van muy bien porque me han

rejuvenecido, porque son más jóvenes y me hacen tener las ideas más

nuevas…

...

…. yo creo que las amistades tienes la inmensa suerte que las puedes

escoger, o sea, las amistades no te las impone nadie, sino que una

buena amistad la consigues porque tienen alguna afinidad contigo, del

tipo que sea, lo que sí es que, yo hablo por mí, tienes diferentes tipos

de amistades...” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona

Una parte importante de la salud emocional, e indirectamente física, de las personas mayores solas se juega en el grado e intensidad de sus relaciones de amistad. Todos los participantes en las reuniones de grupo expresan, de uno u

otro modo, la gran importancia en sus vidas cotidianas de los momentos y

situaciones que comparten con sus amigos y amigas, máxime cuando están

inmersos de lleno en un proceso que les lleva progresivamente a estar cada vez

menos “cerca” de sus familias directas, y es precisamente en este contexto de

“alejamiento familiar”, donde se sitúa el verdadero valor de las relaciones de

amistad.

Con los amigos se realizan gran cantidad de actividades y de forma cotidiana; se

suele compartir diariamente momentos con amistades, algunas en actividades ya

establecidas en su rutina diaria, y otros momentos compartidos se procuran

generando expresamente actividades para compartir con amigos. Sea como fuere,

los momentos compartidos con amigos son calificados como los de mayor

tranquilidad: donde se relajan y despejan de sus problemas y achaques de salud,

donde se comparten sus preocupaciones, miedos y el placer por realizar una

actividad común.

“... a lo mejor nos juntamos 3 ó 4 de mi trabajo, o sea, donde yo he

trabajado, nos juntamos cada vez y nos vamos a comer, todas las que

ya estamos jubiladas, y las que no están jubiladas, y las que no están

jubiladas, pues, nos encontramos todo el mes un día, si no estoy yo,

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49

me esperan a mí a que yo vuelva de Londres.” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona

“... porque me llaman "oye, ¿vas a bajar?", "sí, voy a ir", y cuando dos

o tres músicas las baile, u oiga la música, ya me subo, ya charlamos

luego, nos entretenemos por ahí un poquito, y ya me voy para mi casa.

Noto yo que me va bien eso, aunque sea un poquito, pero hay días

que no me dan ganas de salir y no salgo, no salgo, y me quedo allí.”

R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

“… Yo el cine no tengo problemas para sacar las entradas, pero lo que

es en el teatro mucho, y entonces ya tienes dos días ahí o por la tarde

igual, porque a mí las partidas no me gustan, entonces ya somos un

grupo de amigos que nos dedicamos a lo mejor por la tarde a pasear o

a hacer otras cosillas por ahí...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

Las actividades compartidas con los amigos

Tal y como se observa en las anteriores citas, con los amigos se pasea por el barrio,

por la ciudad, se conversa, se comparten momentos lúdicos, se comparten aficiones,

etc. En los discursos en torno a las relaciones con los amigos no se percibe ningún

signo de insatisfacción, de incomprensión o de resentimiento, muy al contrario lo que

se valora de manera muy significativa, tanto explícita como implícitamente, es vivir

una oportunidad de compartir situaciones vitales sencillas, conversar o estar en

silencio, pasear o sentarse a mirar el paisaje, ir al cine o al teatro, tomar un refresco

o una caña en compañía, pero también aficiones, antiguas o nuevas, etc.

“... luego yo tengo también ocupado los lunes y jueves con otros tres o

cuatro amigos, que son más jóvenes que yo, vamos, algo más, no

mucho, por lo menos 5 ó 6 años sí son más jóvenes, y entonces pues

tocamos, tenemos música y...

¿TOCA EN ALGUNA BANDA O DÓNDE?

Page 51: 30. El voluntariado como

50

… Sí, un grupo musical de los antiguos, tocamos para entretenernos

un par de veces por semana. Normalmente fallamos muy poco…

… … No, no, solo, solo, me voy, vivo en la Dehesa de la Villa, me voy

hasta Cuatro Caminos, vuelvo y luego juego una partida, porque es

que vivimos en una zona que hay muchos árboles y allí se ponen

todos los amigos a jugar en dos mesas, porque eso lo han dejado muy

bien, y entonces nos jugamos una partida allí… …

... y voy siempre con alguien, a lo mejor pues con un par de

matrimonios, que son mayores y son amigos de muchos años. No

mucho, pero de vez en cuando, pues porque te das la vuelta luego con

ellos, luego tomas alguna cosa, ya charlas...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

III. 2. 6 Circunstancias, momentos y vivencias satisfactorias e insatisfactorias

En este capítulo se analizan las circunstancias, momentos y vivencias de la vida de

las personas mayores solas que producen sentimientos positivos y negativos,

satisfactorios e insatisfactorios, de bienestar, de felicidad y de infelicidad, así como

de qué manera inciden en su vida cotidiana.

Circunstancias y vivencias satisfactorias

Tal y como se ha ido desgranando en los capítulos precedentes, las personas

mayores solas desarrollan una gran cantidad de actividades, con diferentes

personas y en diferentes lugares. Entre la variedad de actividades destacan por

producir una buena y destacable sensación de bienestar y felicidad, las siguientes:

Las actividades culturales y educativas de aprendizaje de nuevas destrezas y materias. Se ha hecho ya referencia a como las personas mayores son

grandes consumidores de la oferta cultural y de ocio de las ciudades, tanto la que

Page 52: 30. El voluntariado como

51

está dirigida específicamente para su edad como cualquier otra destinada a toda

los ciudadanos, bien sea organizada a través de centros de mayores,

instituciones públicas y privadas, educativas y de desarrollo personal, teatros,

cines, encuentros, ferias, museos fundaciones, parques, jardines, etc. Uno de los

aspectos más satisfactorios, porque brinda no sólo bienestar, sino también la

sensación de actividad y creatividad, es esta participación activa en la vida de la

ciudad; a través de ella los mayores se sienten parte más activa de la vida social

y cultural de la ciudad, pueden compartir estas vivencias con otros mayores, sus

hijos, vecinos, amigos, etc.. Y no sólo genera este sentimiento activo y creativo,

sino además existe una importante conciencia de que es una oportunidad

conocer y realizar cosas a las que muchos de ellos nunca antes la habían tenido,

o ni siquiera se lo habían planteado.

“… No, yo fui, me hice un carnet, me dicen "para venir aquí hay que

hacerse un carnet", bien "dónde hay que firmar", pues fui y dije "a ver

qué es lo que más me gusta". No me gusta mancharme las manos,

con lo cual no voy a pintar, y entonces dije "Internet, allá me voy" y

entonces tengo un rato, me voy a la Caixa, me ponen el Internet, que

ya he hecho varios cursos para poder aprender, y entonces llevo la

chuleta, me meto, leo los periódicos, ahora por ejemplo me ha dado

por buscar ciudades donde me iría de vacaciones o me iría a buscar a

ver, entonces me las visito...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

“… Yo creo que se tiene que ser creativo, yo tengo la agenda llena

siempre, o sea, todo lo que yo voy a hacer mañana lo tengo apuntado,

mañana me voy a ir a ver los cerezos en flor en el Valle del Jerte,

entonces me voy temprano…” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona

Hay que destacar que existe una diferencia importante entre hombres y mujeres

en relación al disfrute de actividades culturales y de ocio. Mientras los hombres se decantan más por las actividades lúdicas, las mujeres lo hacen hacia las actividades educativas y de aprendizaje, probablemente, y tal y como se ha

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52

señalado en páginas precedentes, como una manera de afrontar una “asignatura pendiente” con la instrucción y la cultura; en ellas se percibe con más intensidad un afán de aprender cosas nuevas, de adentrarse en el mundo de la cultura y del conocimiento. La satisfacción de este impulso por

conocer produce en las mujeres sensación de estar realizándose como personas,

de estar aprovechando las oportunidades que en el pasado no tuvieron, o

dejaron atrás para ocuparse del cuidado familiar y el trabajo doméstico.

“… Sí, entonces, en principio, me marché a la Escuela de la Mujer, a la

Escola de la Dona, de la Diputación, y ahí pues encontré muchas

amigas, tengo mucho interés en dibujo y pintura, porque desde joven

había ido a la Escuela de Artes y Oficios y ha sido una asignatura que

se me había quedado, y entonces desde que me quedé viuda me he

dedicado más a hacer pinturas y cosas que me han gustado, ver los

museos, ¿eh?, y las actividades que puedo ir haciendo, hoy en día,

cuando me viene bien aún pinto, me dedico a aprender ahora a hacer

ordenadores, por el día de mañana que no pueda salir mucho de casa

poder estar activa dentro de lo que cabe, lo que es la vida de hoy en

día, porque uno se va quedando atrasado también…

… ... pero actualmente mi vida, o soy muy activa, hago relajación mental,

voy a románico, voy a aulas universitarias… R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona

Tal y como se esta observando, una de las premisas de las personas mayores en

su vida cotidiana es el mantenerse activos, y una manera de darle forma y

concretarse en el esfuerzos por subirse al carro de las nuevas tecnologías y de

sus diversos usos; ser conscientes de que los cambios tecnológicos y de la

necesidad de dominar estos nuevos espacios de comunicación, información e

interacción para no quedarse descolgados socialmente, de ahí el esfuerzo por

aprender a utilizar un ordenador y saber acceder a Internet.

Hacer deporte y actividades saludables encaminadas a mejorar su estado físico y mantener su independencia. Otra de las circunstancias y vivencias que

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53

producen una buena sensación de bienestar son las que tienen relación con las

actividades físicas, orientadas al mantenimiento de una buena salud, y que van

incorporando a su rutina diaria, fundamentalmente por la buena oferta municipal

y desde los mismos centros de mayores. También en este caso son

significativamente las mujeres quienes más participan en estas actividades y

quienes son más conscientes de la utilidad de las mismas, mientras que a los

hombres les gusta más el “paseo”, caminar por la ciudad.

“… Yo el día lo paso relativamente bien, voy también a un centro de

mayores a hacer gimnasia, porque también me viene bien a los

huesos...

…. Sí, también, he estado allí en el polideportivo que tengo cerca de

casa, he estado y lo dejé y voy a volver a ir otra vez porque me están

diciendo que la natación es muy buena y a mí me gusta mucho nadar

y sé nadar, así que me voy a apuntar otra vez…” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

“... yo siempre he vivido en varios sitios, en varios países, y entonces

no he tenido casi tiempo de nada, o sea, la vida se me ha pasado,

pues eso, haciendo actividad siempre, y ahora pues voy al gimnasio

por la mañana, hago tai-chi también, por la tarde, por la noche, soy

reflexóloga, y entonces esto ayuda mucho, a la persona que lo hace y

a la persona que lo recibe, porque es una terapia para gente sana...”

R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona

Las actividades de voluntariado y de ayuda social. Este tipo de actividades de

son casi exclusivamente cuestión de mujeres; son ellas las que se comprometen

a realizar voluntariado, ayudar en la parroquia del barrio, ayudar a vecinos y

amigos de manera desinteresada, etc., produciéndoles una especial sensación

de bienestar y tranquilidad por saberse útiles, solidarias y comprometidas con los

problemas de conocidos y desconocidos. Habitualmente son actividades muy

ligadas a la vida parroquial de barrio.

Page 55: 30. El voluntariado como

54

“… Yo hasta el año pasado he sido también voluntaria de la parroquia

de Santa Teresa, y entonces he estado casi 30 años pero el año

pasado lo dejé porque ya soy muy mayor y ya me venía muy mal. He

estado trabajando todo lo que he podido, llevándoles alimentos,

haciendo visitas toda la tarde...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

“... así voy haciendo todo lo que puedo, y me llaman, gente que me

conoce que soy enfermera, pues me llaman, para esto, para lo otro, y

yo voy pues encantada de la vida, no tengo ninguna asociación,

porque no me puedo comprometer, porque yo viajo mucho, cuando

menos pienso me llaman, “mama, por favor, ya tienes el billete vente

para aquí, y yo, pues voy, mientras pueda yo me voy...

... he hecho algunas cositas, en plan vecinal, a ver si me entendéis, y

me ha sentido…, yo me siento muy llena haciendo el bien, haciendo,

ayudando...” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona

Viajar, el gran descubrimiento. Pasear y viajar, recorrer la ciudad y sus

alrededores, pasar unos días o el verano en el pueblo, conocer o volver a visitar

lugares de interés histórico, cultural, botánico, etc., son todas circunstancias que

producen bienestar y tranquilidad y que también estimulan la capacidad de

aprender y valorar la cultura y la naturaleza. La labor intensa y continuada que ha desarrollado el IMSERSO en las últimas décadas por promocionar los viajes ha sido determinante en romper la barrera de “viajar”, de manera que hoy día es una actividad habitual, muy valorada e incorporada a la rutina anual de las personas mayores.

“… Pero también, como tenemos ya, afortunadamente, los 10,50 euros

que pagamos todos los meses, y podemos viajar, porque la

Comunidad de Madrid da gusto, los fines de semana no porque está

lleno, marcharse por ejemplo a Alcalá de Henares y ver todo el casco

histórico y las iglesias que hay allí, es impresionante, unas capillas que

Page 56: 30. El voluntariado como

55

hay allí pequeñitas...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

“… Sí, pero eso es una vez al año. En el verano sí, en el verano estoy

más porque tengo una casa en el pueblo y me lleva ahí mi hija, ahí me

aparca, como yo digo, y ahí estoy muy bien porque ahí sí hay..., es un

pueblo pequeño y nos conocemos todos, entonces ahí te juntas y ahí

estoy más distraída...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

Ser útiles a los hijos, fundamentalmente en el cuidado de nietos, es una

actividad que les produce una sensación de visibilidad y utilidad ante su propia

familia, y que en la escala de valores de las personas mayores, resulta de gran

importancia. Los momentos y vivencias en que las personas mayores brindan ayuda y apoyo a sus familiares más cercanos, les proporcionan sensaciones muy positivas, de utilidad, por la capacidad y responsabilidad de ayudar y dar apoyo (económico, de trabajo, de cuidados, etc.). Lo contrario,

sentirse excluidos de este tipo de tareas, es precisamente el origen de los

sentimientos de tristeza, de su sensación de soledad, porque resulta que es la

participación activa en el entorno familiar lo que ofrece ocasiones de manifestar

opiniones, proporcionar soluciones a asuntos cotidianos, estar y ser visibles,

“contar” en la vida de los suyos.

“... como yo creo que la casa de todas vosotras es el hotel de las mil

estrellas, porque allá vienen, van, “ahora me quedo a comer, ahora me

quedo a cenar, ahora pues, ten los niños”, y bueno, las madres

siempre estamos con los brazos abiertos, y aparte de que nos den

trabajo, aún damos las garantías nosotras de que puedan confiar en

nosotras y que piensen que somos valiosas, que esto es muy

importante para el estado psíquico de las personas...” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona

Circunstancias y vivencias insatisfactorias

Page 57: 30. El voluntariado como

56

El protagonismo de los malos momentos, de las sensaciones de infelicidad, angustia

y preocupación, lo tiene la familia, los hijos y cónyuges, presentes y ausentes, de las

personas mayores solas. A lo largo de las reuniones de grupo se expresaron en este

sentido en muchas ocasiones, transmitiendo explícitamente lo duro y triste que es

para ellos hablar de estos temas. Se puede establecer una o modo de disección de

estas circunstancias.

Percepción del distanciamiento con los hijos. El distanciamiento con los hijos no se produce de manera brusca y tajante; son percepciones de una realidad que van paulatinamente instalándose en lo cotidiano, y que van impidiendo compartir momentos juntos, conocer el día a día de sus vidas, de las de sus nietos, de sus decisiones, les va impidiendo poco a poco ser parte activa de su cotidianeidad. La constatación de esta realidad produce

sentimientos de tristeza, frustración, pena, y de invisibilidad. Hay quienes

digieren esa distancia afianzando su independencia como personas, celebrando

los aspectos positivos de su situación, pero no todas las personas mayores solas

tiene suficientes herramientas emocionales para suplantar estas sensaciones

negativas y transformarlas en positivas.

“... y entonces pues te encuentras más solo que la una. Porque

además no... tú mismo tienes una responsabilidad, que dices "de

acuerdo, es su vida, tiene que vivir", lo comprendes también, aunque

creías que se podía hacer una vida un poco más en común y tal, pero

cada uno tiene su forma de ser incluso, y al final te encuentras más

solo que nadie...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

“… Te da pena pensar lo que he tenido que trabajar con mis hijos y

ahora ya no los tengo, eso es a mí lo que más pena me da. Cuando

pienso en mis hijos y digo "hace unos años yo tenía aquí a los tres

corriendo para acá..., y ahora ya no los tengo", y me da un poquito...,

me da alegría que estén casados y que estén bien, que se quieran,

eso sobre todo. Pero me da pena, digo "con lo que yo los tenía y

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ahora no los tengo", te da como añoranza...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

Esta invisibilidad en las relaciones con los hijos, la sensación de “no contar”,

que se les deja de lado, produce un gran desasosiego, intranquilidad, y

resentimiento, que manifiestan en discursos muy explícitos sobre cómo se

consideran la primera generación a las que sus hijos no cuidarán cuando

llegue el momento de ser dependientes. Y en este discurso se pone de manifiesto las grandes diferencias generacionales, y las contradicciones que generan los cambios sociales que se han producido con respecto a la estructura familiar, el trabajo de las mujeres (que generalmente admiten y defienden en sus hijas), y la consideración social y familiar hacia las personas mayores, contradicciones que los discursos admiten y

tratan de entender desde una posición resignación ante una realidad que se

impone.

“… Los hijos van a lo suyo. Otras veces los hijos, me acuerdo mi

abuela que decía -yo soy de pueblo- y mi abuela decíamos los hijos

con los nietos, “el mejor sitio para la abuela, el mejor rinconcito para la

abuela”. Hoy ya los hijos no miran eso, van, nos han hecho más

egoístas.” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

Estas circunstancias vitales muy comunes, y los sentimientos que generan son

factores que inciden directamente en la progresiva pérdida de autoestima por

parte del mayor, con todas las implicaciones que esto tiene para su salud (mental

y física), sus motivaciones e ilusiones para vivir el presente y el futuro, sus

capacidades y habilidades para generar situaciones que permitan el crecimiento

y desarrollo personal, etc.

“… Porque es lo que he dicho antes, es que por lo menos muchas de

las cosas que te crees que puede ser o por lo menos lo piensas que

es así, digo "yo creo que a mí me están dando de lado y tal", por lo

menos es la sensación que me da, quizá la realidad no sea esa, pero

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claro, hay uno que está casado, el otro está soltero, pero si vas por allí

no le ves el pelo nunca y "oye, quédate un rato", "no, no puedo", o

sea, solamente tienen el momento de estar contigo cuando te van a

pedir algo, eso es lo que está claro… ” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

Quizá los momentos más difíciles de las personas mayores en su vida actual sean los que recuerdan y añoran a sus cónyuges fallecidos. Tanto a

mujeres como hombres les produce sentimientos de infelicidad y tristeza el

pensar en sus cónyuges, en la vida cotidiana con ellos, en los aspectos positivos

de su personalidad, de la convivencia durante años, etc.. Es importante destacar

que ha habido momentos dolorosos en el transcurso de los grupos, precisamente

cuando se ha evocado a las parejas fallecidas, fundamentalmente en los casos

en los que el fallecimiento se ha producido cercano en el tiempo. Este estado de

ánimo se agudiza en circunstancias determinadas en que se comparte ocio,

fiestas, etc., con otras parejas, porque provoca una sensación de estar

descolocado, incompleto…. Cuando las relaciones con la pareja han sido tan

fuertes, intensas y duraderas, la pérdida produce una sensación de vacío que

inicialmente es más difícil llenar cuantos más años se han convivido.

“… Sí, es que te encuentras solo, indudablemente te encuentras solo,

porque piensas en tu mujer. Yo desde luego pienso todavía en mi

mujer...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

“…a los dos años empecé a hablar de mi marido y no tenía angustia,

hablaba de él como de una persona que había querido mucho, que él

me había querido mucho a mí, era atentísimo, muy educado, pero ya

no sentía esa angustia del principio. A parte de que estás obsesionada

con ello, yo iba a salir y siempre miraba para atrás porque venía mi

marido, a veces me iba sin cerrar la puerta porque el que la cerraba

era él, que era el último que salía. Detalles de esos un montón...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

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“… Y yo luego después, cuando voy al paseo, porque nosotros vamos

al paseo cuando terminamos la partida, y vamos los hombres, pero por

ejemplo los domingos, que cierra el de la bodeguita, pues salgo con

los amigos, pero ellos van con sus mujeres y yo voy cortado

totalmente porque efectivamente ellos van con sus mujeres, ellos

hablan, ellos tal, y tú vas allí que parece como un refrán que dice que

parece que vas colgando la cesta allí con ellos. Y eso me corta...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

Por último hay que destacar aquellas circunstancias de la vida actual de las

personas mayores en las que no encuentran motivaciones suficientes para realizar actividades, o para mantener y desarrollar relaciones sociales, quizá

son aquellos momentos en que la rutina y la soledad se hacen más presentes en

la vida del mayor. La pérdida de motivación, la desilusión generan sentimientos

de frustración, angustia y preocupación.

“… Es que el problema para mí es levantarte por la mañana y,

mientras te estás poniendo las zapatillas pensar, "y ya tengo todo

hecho". Es que ese es otro problema gordo, porque cuando tienes la

dinámica del trabajo, lo otro, lo otro, pues estás todo el día ocupado,

pero es que en la edad nuestra te levantas por la mañana y dices "ya

tengo todo hecho". Entonces o te buscas alguna cosa o te entra todo

lo que entre...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

III. 2. 7 La soledad. Vivir solo, estar solo.

El eje central de esta investigación es el análisis del sentimiento de “soledad” en las

personas mayores que viven solas. Como primera premisa es necesario poner de

manifiesto que pocas son las personas mayores que han tomado una decisión firme

de vivir solas; lo más habitual es que el hecho de vivir solos es una situación

sobrevenida, y en muy escasas circunstancias deseada, que se produce por la

muerte, o separación, de la pareja, y la salida del hogar de los hijos, del último hijo.

No obstante, la actitud ante el hecho de vivir solo es lo que genera que la

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60

persona mayor, tenga un sentimiento, o no, de soledad acompañado de tristeza; y esta actitud no se fragua en el momento en que sobreviene “el vivir solo”, sino que es un proceso personal y subjetivo que tiene que ver con las trayectorias vitales, que en esta investigación no se han contemplado, pero que en

los relatos del presente se vislumbran y afloran. En la capacidad para afrontar mejor

“el vivir solo”, que no significa sino la pérdida de la pareja y la salida del hogar de los

hijos, influyen mucho elementos, pero tal vez el más importante sea el que la

persona mayor cuente con unos recursos afectivos incondicionales, y que no

necesariamente se concretan en una presencia permanente, a los que pueda

recurrir, bien sean hijos, amigos, vecinos… con los que hablar, comunicar y

desarrollar actividades, y/o que cuente con suficiente “capital social personal” para

afrontar la vida solo. Nos estamos refiriendo a herramientas para las relaciones

sociales, actividades, aficiones arraigadas, proyectos personales, etc.

“Vivir sólo” tiene mejores y peores momentos

No obstante, la situación de vivir solo no es lineal en cuanto a las emociones

positivas -negativas que produce, ni en cuanto a la intensidad con la que se vive.

Indudablemente las personas mayores sienten un profunda soledad en el pérdida de la pareja, y reiterando algo que se ha dicho, esta soledad es más

profunda cuanto más tiempo se ha vivido con la pareja, el cónyuge que sobrevive

es más mayor y en el hogar ya no hay hijos conviviendo. El dolor – soledad por la

pérdida de la pareja lo aplaca el tiempo, a la vez que la vida cotidiana se va

llenando de otras actividades. Sin embargo, las actividades que fueron

compartidas evocan en los primeros momentos a la pareja, lo que las transforma

en dolorosas; situaciones tales como simples paseos, comidas o cenas en la

casa son motivo de añoranza y tristeza, o las primeras vacaciones solo.

“… pero lo que ha dicho por aquí alguien, el primer año que te vas de

vacaciones y te vas solo, digo “yo no comparto la habitación con

nadie”, pero es que no es compartir la habitación, es que llegas a la

mesa y estás solo, o estás con un matrimonio o estás con otro…”

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R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

No obstante subsisten momentos en los que el sentimiento de soledad reaparece

con fuerza, cuando acontecimientos especiales, lugares, actividades, etc. evocan a sus parejas porque rememoran acontecimientos pasados que vivieron

juntos, o características más personales, gustos, aficiones, deseos, etc. Surge la

añoranza del pasado, con una mezcla de pena y felicidad, satisfacción y

frustración.

“… Fuimos a Costa Rica, “mamá, mamá, Costa…, Costa Rica”, y yo,

que mi marido era un amante de la naturaleza, le gustaban los bichos,

y yo veía por ahí las iguanas que iban por ahí como si nada, y yo…,

bueno, es una maravilla, es una tierra muy hermosa, “madre mía, lo

que este hombre…”, y entonces me noto aquí el vacío, “¿mamá te

gusta?,¿ mamá los pasas bien?”, “oh, esto es una maravilla”, y yo

pienso, “madre mía, si yo tuviera mi marido acá, mira tú…” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona

“… Pues mira, cuando fuimos de vacaciones en el año 70, " a ver,

dónde estuvimos", entonces empiezo a buscar y ves esas fotos y ahí

sí, ahí sí, ahí sí te ves... que yo a veces pienso, digo "se lo dejo a

alguna de mis hijas, la que quiera", porque se me saltan las lágrimas,

ahí sí es cuando ves cómo lo pasabas, ese es el momento mío de la

soledad, cuando tiro del recuerdo, pero visible, no de memoria, sino la

foto, y digo "figúrate, que aquí estuvimos, y aquí hicimos, y aquí nos

casamos...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

Otro momento en el vivir solo se agudiza y se transforma en un sentimiento

negativo, es la salida del último hijo de la casa, y además se va tomando

conciencia de que la salida de los hijos tiene unas consecuencias que van más

allá de la salida física, porque significa el inicio de una vida nueva y personal

para ellos, en la que los padres – madres dejan de ser protagonistas. La soledad se agudiza cuando se percibe distanciamiento real, físico y emocional.

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“… Para mí sí, esa es la peor, la soledad de que tienes hijos y que no

les puedes ver lo que quieres o que no te hacen el caso que tu

quieras...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

“… Pues que muy mala, muy mala la soledad, se pasa muy mal y yo

no duermo nada más que por eso. Y son buenos, si mis nueras no son

malas y mis nietos son majísimos, los llamo a comer y que no vienen...

eso me duele, pero son grandes, el más pequeño tiene ya 18 años, la

nieta...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

La soledad se siente más profundamente también en aquellos momentos en que la pareja solía estar a tu lado ayudándote, cuidándote, asistiéndote,

como puede ser en momentos de enfermedad, momentos emocionalmente

delicados, en los que el apoyo y el respaldo incondicional son necesarios. Son

los hombres, más cuidados que cuidadores, los que viven peor solos estos

momentos.

“… Yo el peor momento para mí es cuando tú estás enfermo y estás

solo, es que si quieres un vaso de agua te tienes que levantar o lo

tienes que prever, pero eso... yo para mí es de los peores momentos,

porque si tú estás bueno lo pasas mejor o peor o tal, pero cuando

estás enfermo si quieres cualquier cosa te tienes que levantar a por

ello, porque no tienes a nadie que te lo traiga, o tienes que pedir un

favor a algún vecino o a algún amigo o algo, pero claro, es un

momento determinado pero el día son 24 horas. Para mí ese es el

peor momento...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

Pero no sólo hay distintas intensidades en la vivencia de la soledad a lo largo de

un periodo vital, sino que también a lo largo del día, se producen distintas

intensidades: la noche es el peor momento del día, se han dejado atrás actividades, relaciones familiares y sociales, y ahí es cuando el sentimiento de soledad los asalta, sin aviso, implacable; es el momento de enfrentarse de lleno a su vida actual, su vida solos, y para muchas personas mayores

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resulta ser traumático, angustioso y doloroso, pero inevitable. Un libro y/o la

televisión son la mejor compañía

“… Yo la noche, cuando llego por la noche a mi casa y estoy solo.

¿LA NOCHE?

… Yo la noche también.

… La noche es la más, además en invierno más porque como se va la

luz pronto, se te caen las paredes, se te cae todo, porque además

incluso si hace mal tiempo pues no sales, estás en casa. Y por mucho

que te programes para leer, para tal...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

“¿EN QUÉ MOMENTOS DEL DÍA SE SIENTEN SOLAS?

La noche.

La noche.

Hombre, la noche.

Al entrar en casa.

Es muy larga la noche...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

La soledad también tiene “espacios”. Lo vivido con la pareja y los hijos en el espacio doméstico, transforma inevitablemente este espacio que evoca compañía, en espacio de soledad. Sin embargo, es quizá más intenso en los

hombres que en las mujeres, ya que éstas han vivido el día a día solas en sus

casas, trabajando y haciendo las actividades de cuidado y limpieza, mientras que

para los hombres este especio doméstico ha sido concebido como un espacio

menos propio y más concebido para compartir con la mujer; un espacio en gran

medida creado por ellas, cuidado y consolidado por ellas.

“… Cuando entras en la habitación y tú... y yo que estaba

acostumbrado a tener mi mujer allí y me veo solo por todos lados,

pues sí, me es oscura…

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64

... pero yo la verdad es que como paro poco pues tampoco echo

mucho en falta, tampoco la noto, pero ya digo, cuando yo la noto es

cuando estoy en casa, el rato que estás solo yo digo que tendría que

tener a alguien que estuviera, estaríamos hablando o algo, pero...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

La respuesta más frecuente de las personas mayores solas ante estas situaciones y

momentos son el evitarlos; un mecanismo de defensa activado inconscientemente,

es el mantenerse ocupadas, distraídas, activas, haciendo cosas. Mientras menos se

piense en las relaciones perdidas con la pareja, o no satisfactorias con los hijos y

nietos, menos negativa es la soledad, menos es el dolor emocional que produce;

resulta entonces la mejor manera de evitar, pensar, al menos la manera más

accesible y viable, procurando desarrollar actividades de todo tipo, llegado incluso a

un cierto “activismo” indiscriminado”: hacer cosas por no pensar.

“…Yo estoy mucho en la calle porque como soy diabética tengo que

andar, entonces en eso pierdo mucho tiempo, bueno, pierdo, estoy

mucho tiempo en la calle...

… Entretenida.

... porque además cuando no ando lo noto, me hago el control y veo

que eso. O sea que durante el día estoy distraída, pero luego por la

noche... que te da pena...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

¿Se habla de la soledad?

La percepción que se tiene al escuchar a las personas mayores hablar acerca de la soledad es que no es un sentimiento que se comparta mucho, sino que más bien es un sentimiento que, en general, se digiere solo. Sea porque el

entorno no sabe cómo afrontar una situación de soledad, porque la persona mayor

no está acostumbrada a transmitir y compartir sus emociones, la soledad es un

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65

sentimiento poco comprendido, poco compartido, poco analizado y explicitado. Pero además implícitamente en los discursos sobre la soledad, hay

siempre un fondo de inadmisión, de no reconocimiento de la soledad, como si fuera

una situación “inconfesable”…

Las personas mayores señalan que los hijos e hijas, en general, centran el

“acompañamiento” a la persona mayor, en el momento puntual en el que se queda

solo, por las razones que sean; pero es más complicado entender y admitir que la soledad es un proceso largo, continuado, que hay que afrontar día a día, en

el que los remedios puntuales e inmediatos, o los esfuerzos parciales, ponen

parches puntuales a una situación difícil, para la que probablemente no se está

preparado, ni por parte de quien se queda solo, ni tampoco para las personas

cercanas. Pero a veces los esfuerzos continuados, cercanos, cariñosos, por parte de

los familiares, no significan una garantía de que la soledad desaparezca, porque

quien debe transformar la soledad en un sentimiento positivo es la propia persona

mayor.

“… Con los hijos es la primera parte, o sea, en el momento que tal

pues comentas, y en el momento en que pasa una desgracia tan...

pues toda la familia te arropa, te tal, te cual, eso dura, para el que lo

sufre, nada. Porque a los dos o tres días todo el mundo tiene que

hacer algo y ahí te encuentras más solo que la una, porque la vida es

así, y además tiene que seguir, y además tú mismo lo reconoces,

dices "oye, si mis hijos tienen que trabajar y mi familia tiene que hacer

esto, lo otro. El único que no tiene que hacer nada soy yo", y yo me lo

encuentro todo junto...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

Las personas mayores que viven solas, una vez superado ese freno a reconocer su

propia realidad, manifiestan una necesidad de hablar de sus vidas, de su situación,

de su soledad, de ser escuchados y de escuchar. Esta necesidad no está satisfecha

en la gran mayoría de los casos, porque desde el apoyo institucional y comunitario,

se ha desarrollado mucho la atención a la resolución de las situaciones prácticas,

Page 67: 30. El voluntariado como

66

concretas, de cuidados, apoyos, etc., que son claramente necesarios, y que como

venimos diciendo a lo largo de estas páginas, puede caer a veces en un activismo

necesario pero no suficiente, porque la soledad es un sentimiento subjetivo en el que está implicado no sólo el uso y paso del tiempo, sino las emociones y los sentimientos, que deben cuidarse, trabajarse y tratar de transformarse con otro tipo de acciones, tal vez menos cerca del “activismo”, y más cerca del lado

del trabajo personalizado, ahondando en el mundo, siempre complicado y difícil de

abordar, como es el mundo de los sentimientos, de las emociones.

Es el entorno de relaciones sociales donde se encuentra el principal apoyo; hay elementos que juegan un papel decisivo en que ello sea así: la cercanía generacional, las experiencias comunes, o el compartir circunstancias de la vida cotidiana. El hecho es que es con los amigos y amigas con quienes más se

habla de la soledad y los sentimientos que provoca.

“… Con las amigas.

… Sobre todo cuando la gente recién nos quedamos viudas, ese

tiempo de adaptarte a estar sola, ese tiempo es muy malo…” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

“… Con los amigos hablas, te vas dando un paseo y te encuentras a

uno y dice "oye, ¿has visto a fulano cómo está?, qué bajón ha pegao",

y luego llegas a casa y te miras tú al espejo y dices "pero cómo estoy

yo ya también, cómo digo de fulano, y yo...", y entonces pues claro,

tienes que hablar...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

¿Se ha reflexionado acerca de la soledad?

No se está preparado para la soledad y sobre ella no se reflexiona hasta que no llega el momento, sólo lo están quienes han decido vivir solos y no compartir su

vida con una pareja, y aunque en bastantes casos se ha convivido con los padres

hasta su muerte o con hermanos y sobrinos, lo cierto es que en esta generación la

Page 68: 30. El voluntariado como

67

vida solos es una novedad vital sobre la que no se ha pensado ni reflexionado nunca

antes de que ocurra. Por ello, se trata de un momento vital que llega sin aviso, sin

preparación, sin recursos emocionales ni intelectuales para afrontarlo.

“… Yo no.

Qué va.

No.

No.

No se lo imagina.

No se piensa...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

“… Después nos pasó lo mismo, ¿se murió tu mujer?, nunca pensabas

que se iba a morir tu mujer porque normalmente pues es más joven

que tu, pues bueno, y además hay más viudas que viudos, "pues mira,

se va a quedar ella solita pero yo voy a vivir de miedo durante toda mi

vida". Y después la vida es como es, y te llega y te encuentras con el

problema, y ahí lo tienes y tienes que baldearlo, y tienes que tirar para

adelante y punto y no hay más, pero que te encuentras las cosas, que

no las piensas anteriormente, o sea, no haces ningún programa de

decir, "bueno, puede pasar, puede ser, puede tal, voy a hacer", no, te

lo encuentras todo ya ¡pum!, en el momento que surge ya...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

Sólo quienes han vivido largas enfermedades sin expectativas de curación de su

pareja, han llegado a una cierta reflexión sobre el que pasará después, y

probablemente de forma inconsciente se va produciendo en ellos una preparación

para el golpe emocional que sobreviene a la pérdida de la pareja.

“… Y yo me encontré la muerte de mi marido de un infarto, más de

repente... porque en las enfermedades ya te vas haciendo la idea.

Te vas haciendo la idea...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

Page 69: 30. El voluntariado como

68

“… Yo creo que en momentos bajos, en algún momento que tengas

así bajo sí, yo por lo menos recuerdo haberlo pensado alguna vez,

pero también lo ves un poco lejano. Yo creo que es un poco de

pasada, hasta que no te llega el momento en que puedes hacer

menos cosas...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

III. 2. 8 Expectativas de futuro Expectativas de vida

Pensando en positivo, y aunque el futuro para las personas mayores es un tema

complejo, del que algunos hablan con cautela e inseguridad y otros con certeza y

concreción, destaca el objetivo “familia” con uno de los ejes sobre los que bascula.

La familia por ejemplo es un motivo importante para algunos de cara a imaginar un

futuro con actividades y tareas que realizar, con un rol que cumplir, aunque sea

secundario. Cuando la persona mayor siente que tiene una utilidad, y sobre todo si está relacionada con sus hijos y nietos, desea seguir ayudando en el futuro y prestando apoyo en la medida de lo posible.

“… Verlas crecer, una tiene 14, otra 9, entonces digo "a ver, a ver", y

las voy viendo cada día más guapas, y eso me da un poco de moral,

esta es la realidad. Pero el futuro mío, mío en sí, qué futuro tenemos…

… Yo tengo una frontera, es que la economía mía personal siga

manteniéndose como hasta ahora, que el costo de la vida no te

mengüe demasiado, excesivamente, tu pensión; poder ayudar en lo

posible a los hijos, porque a pesar de todo siempre cuando vienen

"papá"; ver crecer a los nietos; ver que ellos se lleven bien y que de

vez en cuando es el cumpleaños "oye, vente, anda, vente papá", y ya

está...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

“… Yo no me quiero morir pronto, se lo pido al señor que no me quiero

morir pronto, porque quiero a ver si puedo ayudar en lo que pueda a

Page 70: 30. El voluntariado como

69

mis hijos, si me llaman para ir a algún sitio o tengo que hacer algo.

Como estoy muy a gusto, porque yo estoy feliz, quiero decir que no

me quiero morir, es lo último que le pido al señor, que no me quiero

morir...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

Otra de las ilusiones y motivos que hace que las personas mayores piensen en las

expectativas de futuro de manera positiva es el mundo de las amistades. El tener

amistades, como vimos en apartados precedentes, es fundamental y constituye uno

de los mayores alicientes para hacer planes y tener proyectos a medio plazo, para

darse posibilidades y oportunidades.

“… Tener amigas es lo más grande en la vida, yo tengo tres hermanas

que están viudas y en el momento en que se mueren sus maridos se

quedan en casa y no tienen amistad con nadie, se quedan en sus

casitas solas. Yo soy distinta, yo tengo muchas amigas y las quiero

mucho, y lo paso muy bien con ellas....” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

“... he vivido 70 años y a partir de ahora me puede pasar de todo,

¿no?, pero sin embargo no lo pienso, siempre pienso en mis amigas,

en que tengo un apoyo en mis amistades, tengo pocas buenas, tengo

muchas pero pocas buenas, buenas, entonces siempre tengo un

recurso de una amiga, de que me acompañe, o de que, si me

encuentro muy mal, si no voy sola al médico, no me pasa nada, ¿no?,

o sea que yo creo que es como todo la vida misma que yo he vivido,

saber estar en el momento que me toca…” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona

La negatividad aparece cuando hay posturas que tienden a no pensar en lo que

viene, en minimizar su papel en la vida, a infravalorar en definitiva su capacidad de

generar situaciones y momentos que les reporten bienestar y satisfacción. Estas

posturas expresan indiferencia ante el futuro, porque en el presente no tienen o no

encuentran tampoco motivaciones suficientes para sentirse bien. Sin embargo es también cierto, que estas posturas ponen de manifiesto que ante la

Page 71: 30. El voluntariado como

70

inseguridad de un futuro incierto, es preferible tener en mente un presente relativamente tranquilo, que especular sobre el porvenir incierto.

“… No me inquieta, ¿sabes?, en absoluto. El día a día ya va viniendo,

lo bueno y lo malo, y conforme venga intentaremos superarlo...” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona

“… Sí, pero vamos, tampoco es... o sea, que yo mi vida la verdad que

yo ya sé que cuando sea un poco mayor pues tendré que ir a una

residencia o... y no hay más, porque mi vida ya está hecha o

deshecha.

… … Yo he vivido muy bien, entonces ahora aunque viva un poco así me

aguanto, pero es que ya ves un futuro próximo que cada vez te va a

marcar de alguna forma y qué es lo que haces, qué tomas de decisión,

eso es lo peor. Lo peor es la duda, o sea, cuando no sabes qué

decidir, eso te marca mucho...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

Los años que vienen.

El pensamiento acerca de los años que vienen está en general teñido de calma,

sosiego, tranquilidad, aunque se expresan con cierta resignación acerca del paso de

la vida y de la realidad de “hacerse mayor”. Del futuro no suele gustar hablar y cuando se hace es para concluir que el paso de los años es a modo de “un agregado” a lo que ya se ha vivido, un periodo de tiempo incierto que hay que

pasar de la mejor manera posible, pero sin planes y con objetivos a corto plazo,

viviendo el día a día, y disfrutando del estado de “independencia”. Esto les ocurre

significativamente más a los hombres.

“… Y luego al final te quedas sin nada, o sea, yo estoy a gusto, dentro

de mi tranquilidad... la generación nuestra terminaremos en un asilo o

nos morimos, la generación anterior a nosotros han estado cuidados

en las casas de los hijos, eso nos ha tocado creo que a casi todos…

Page 72: 30. El voluntariado como

71

… … Mientras que haya calidad de vida, de acuerdo, pero en el momento

que no haya calidad de vida, es morirte. Para qué, para estar

sufriendo y ver como, para estar sufriendo…

… … Sí, sí, claro, pero que vives un poco el día, tampoco tienes un futuro

muy largo. Tienes ganas de ir a este sitio, vas a hacer esto o lo otro,

pero tampoco llevas las miras muy para allá…

… ... te gustaría llegar a los 80 y tantos años y seguir paseando y llevar el

mismo ritmo que llevas ahora, indudablemente…” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid

Las mujeres, sin embargo, tienen una mayor capacidad para visualizar las posibilidades y oportunidades de futuro, capacidad que se expresa en su orientación vital a las actividades relacionadas con las relaciones sociales, actividades educativas y de aprendizaje, las encaminadas al cuidado de su

estado físico, y en el afán por encontrar nuevos espacios de expresión y desarrollo

personal. De esta forma las mujeres, más claramente que los hombres, expresan

algunas intenciones de cara al futuro: seguir construyendo amistades y mantener las

que ya tienen, realizar todo tipo de actividades que les brinden sentimientos de

bienestar, como conversar, viajar, aprender cosas nuevas, etc.; cuidar su cuerpo y

su salud; mantenerse activas, siendo creativas y positivas.

“… Con toda clase de gente.

Yo con mis amigas.

También.

Es que es muy importante charlar, es muy importante salir.

Y viajar...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

“... me siento muy a gusto en Barcelona, entre mis amigas, la casa

donde vivo, siempre tengo recursos de ser creativa, ahora estoy

dedicada a tener una alimentación sana, o sea, como mucho pescado,

menos carne, eh, mucha verdura, o sea, me alimento bien, bien, o

Page 73: 30. El voluntariado como

72

sea, estoy metida en el campo de las algas, que es muy bueno, me

siento más enérgica, mejor, no sé, condimento la comida con algas, y

hago mucho ejercicio que es lo que hay que hacer, y ya está, y lo

demás ya vendrá, ya vendrá, como todo en el mundo…” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona

Deseos y preocupaciones

La mayor preocupación por el futuro en las personas mayores solas no es la muerte

ni la soledad, sino la enfermedad y la dependencia. El sentimiento más palpable

en su discurso es el miedo al momento en que tendrán que depender de alguien

para hacer las actividades cotidianas, desde una doble perspectiva: necesitar ayuda

y no obtenerla de su familia más cercana, y por ende tener que pasar el final de su

vida solo y dependiente sin capacidad para decidir sobre su futuro. La opción de permanecer el máximo tiempo posible en su casa, con la ayuda externa que sea necesaria, es la máxima aspiración de la gran mayoría. Sólo algunas

personas barajan la posibilidad de tomar la decisión, por ellos mismos y no por

terceras personas, de pasar el final de su vida en una residencia. Esta opción es

mejor valorada y más tenida en cuenta por quienes tienen la oportunidad económica

de elegir residencia, aunque éstos mismos los que también tienen la posibilidad

económica de pagar una persona que les cuide en su propia casa.

“… A mí no me da miedo la muerte, me da miedo la enfermedad, eso

sí, si me atenderán, dónde podrás ir, todas esas cosas…

… … Que no necesite nada de los demás, que me pueda valer hasta el

último día por mi misma, que no me tengan que limpiar, que no me

tengan que hacer nada... …

… Yo que mi hermana terminó en una residencia con su hija, que era

lo más entretenido, claro, ya al final la pobre no hacía nada pero yo

residencia, desde luego. Y quiero dormir con otra persona, para

charlar hasta que me duerma y por si me pasa algo.

Yo en mi casa mientras pueda, coger a una chica y en mi casa.

Page 74: 30. El voluntariado como

73

Yo mientras pueda desde luego mi casa, pero si no puedo porque no

puedo valerme yo lo último es no ir en casa de mi hija...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

Quienes han pasado por la experiencia de cuidar a personas mayores, padres,

suegros…, tienen un doble sentimiento: el de pertenecer a una generación que ha

cuidado a sus mayores pero que no va a ser cuidada por sus hijos, y,

contradictoriamente, pero al mismo tiempo consecuentemente, el saber lo que

significa cuidar a una persona mayor dependiente en casa y el trabajo y las

renuncias personales que conlleva; lo que han pasado ellos no siempre lo desean

para sus hijos.

“... pues yo también pienso que puedo ser mayor y ser útil, ser,

bueno, una viejecita cariñosa y dulce, y bueno, no lo sé si

necesitaré…, con 6 hijos todos dicen, “ay mama, tú te vendrás

conmigo, tú te vendrás conmigo”, y yo te primero que no tengo ningún

trauma pensando en con quién voy a ir, porque no voy hacer elección,

yo el día que no me valga yo me voy a una residencia pero

tranquilamente, y te lo voy a decir por qué, por no dar trabajo, porque

yo sé lo que es...” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona

Permanecer en casa y contar con la ayuda de una persona para que les acompañe y

asista en el día a día, es la opción más atractiva a medio plazo, mientras que tener

que terminar sus días viviendo con algún hijo, es motivo de preocupación y

desasosiego. Como consecuencia cuidar su independencia y alargarla es la máxima aspiración vital en este momento.

“... yo prefiero en mi casa y tener una persona que me cuide en mi

casa, en mi casa, no siendo que sea una enfermedad que tenga que

ingresar. ” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid

Page 75: 30. El voluntariado como

74

III. 3 EL VOLUNTARIADO EN ESPAÑA El voluntariado en España es un fenómeno que ha experimentado un importante

desarrollo en los últimos años. Movimientos sociales como la campaña a favor del

0,7% del PIB, o acontecimientos como las Olimpiadas de Barcelona, el hundimiento

del Prestige o los atentados del 11M, han servido para mover a la acción a muchos

ciudadanos hasta implicarse en diferentes entidades no lucrativas.

Como consecuencia, ha surgido recientemente por parte del Estado y de las

Comunidades Autónomas la necesidad de regular este fenómeno, surgiendo

diferentes leyes del voluntariado con distinto ámbito de aplicación pero con un

contenido parecido, que engloban los siguientes aspectos: definición de los

conceptos de voluntario y voluntariado; derechos y deberes de los voluntarios y de

las organizaciones; promoción del voluntariado; control de las organizaciones en las

que se enmarca la acción voluntaria y las medidas de apoyo a estas entidades

desde las diferentes Administraciones.

Asimismo, se han ido publicando sucesivos Planes Estatales de Voluntariado,

actualmente está vigente el Plan 2005-2009 que constituye un conjunto de

actuaciones de las Administraciones Públicas y de las ONGs y del conjunto de la

sociedad para la promoción y desarrollo de la acción voluntaria. Este Plan contempla

el voluntariado desde una perspectiva global, teniendo en cuenta los diversos

ámbitos del voluntariado más allá del enfoque asistencial y promueve tanto las

actuaciones directamente orientadas al fomento del voluntariado y la práctica

solidaria (sensibilización, captación y formación) como aquellas otras que persiguen

la consolidación del movimiento voluntario, a través del fortalecimiento de las ONGs.

Pero a pesar de estas iniciativas para enmarcar y legislar la acción voluntaria, el

hecho de que sea un fenómeno reciente, lleva implícito que no exista abundante

información sistematizada sobre el voluntariado ni a nivel estatal ni de las

Comunidades Autónomas. Además, se trata de un grupo heterogéneo que cambia

constantemente, por lo que resulta complicado encontrar información actualizada de

Page 76: 30. El voluntariado como

75

las organizaciones que cuentan con voluntarios/as, dificultando el conseguir datos

representativos. A todo esto hay que añadir el hecho de que, en función de los

estudios que se analicen, tendremos estimaciones del voluntariado en sentido

estricto o en sentido amplio. Como sentido estricto se suele partir de la base de una

dedicación mínima a las tareas de voluntariado de cuatro horas semanales. También

hay que tener en cuenta que no hay una definición única, aceptada y de uso común

que englobe a todas las instituciones que entran en el Tercer Sector.

NÚMERO DE ORGANIZACIONES DEL SECTOR NO LUCRATIVO POR TIPO

1995 2002 Asociaciones 174.916 268.826 Fundaciones 5.698 8.313 Cooperativas 7.822 8.604 Mutualidades de previsión social 400 440 Centros de enseñanza 6.392 6.712 Cajas de ahorro con obra social 58.085 69.582 Hospitales 50 46 TOTAL 253.507 362.654

Por ello, a la hora de detallar el perfil del voluntario/a en España, lo que haremos

aquí será trazar un perfil aproximado de los rasgos que caracterizan a las personas

que realizan tareas de voluntariado en España, con especial incidencia en las

labores relacionadas con y para personas mayores.

Pero antes de pasar a describir estos rasgos, merece la pena señalar qué se

entiende por voluntariado. Según la Ley Estatal, 6/1996 de 15 de enero, es “el

conjunto de actividades de interés general, desarrolladas por personas físicas,

siempre que las mismas no se realicen en virtud de una relación laboral, funcionarial,

mercantil o cualquier otra retribuida y reúna los siguientes requisitos: que tengan

carácter altruista y solidario; que su realización sea libre, sin que tengan su causa en

una obligación personal o deber jurídico; que se lleven a cabo sin contraprestación

económica, sin perjuicio del derecho al reembolso de los gastos que el desempeño

Fuente: Olabuenaga (2007). El sector no lucrativo en España. Una visión reciente

Page 77: 30. El voluntariado como

76

de la actividad voluntaria ocasione y que se desarrollen a través de organizaciones

privadas o públicas y con arreglo a programas o proyectos concretos. Quedan

excluidas las actuaciones voluntarias aisladas, esporádicas o prestadas al margen

de organizaciones públicas o privadas sin ánimo de lucro, ejecutadas por razones

familiares, de amistad o buena vecindad. La actividad de voluntariado no podrá en

ningún caso sustituir al trabajo retribuido”.

III. 3. 1 El perfil del voluntariado en España El voluntariado es claramente un sector que está en crecimiento. El número de

personas voluntarias en sentido estricto, es decir, personas con una dedicación de

más de 16 horas al mes, ha crecido un 72 % en 2002, frente a los datos de 1995,

representando 1,76 millones de personas5. El número de voluntarios crece

aceleradamente, cada vez dedican más horas y fundamentalmente a actividades

orientadas a activar la autonomía personal6.

Ahondando en el perfil de los voluntarios en ONG de Acción Social, predominan las

mujeres sobre los hombres, cifrándose la participación femenina en 2001 en el 58%

(Pérez Díaz y López Novo, 2002). En relación a la formación, tienen un nivel

educativo muy elevado, superior al del personal asalariado y a la media nacional,

igual que en el resto de Europa. Casi la mitad de las personas con puestos de

responsabilidad participan activamente o realizan actividades de voluntario (49%),

frente a sólo el 20% de las personas desempleadas7.

Sobre la edad, la mayoría no supera los 30 años, aunque hay una tendencia a que

las personas mayores de 65 años, que todavía se encuentran bien físicamente, cada

vez se interesan más por participar activamente en labores de voluntariado. Las

entidades tienden a acoger positivamente este interés, no sólo por hacerlos

protagonistas de su propio desarrollo, sino por la enorme cantera de recursos

humanos que suponen, con una amplia disponibilidad horaria. 5 Olabuénaga, 2007. El sector no lucrativo en España. Una visión reciente. Fundación BBVA 6 Obra Social de CajaMadrid (2007) “Encuentro y alternativa- situación y tendencias del voluntariado en la Comunidad de Madrid 7 Special Eurobarometer 273 “European Social Reality”. 2007

Page 78: 30. El voluntariado como

77

En cuanto a las motivaciones, los estudios realizados parecen demostrar que no

existen motivaciones “puras” que lleven a una persona a hacerse voluntario/a, sino

que existe una mezcla de diferentes factores. En las motivaciones de las personas

que se ofrecen voluntarias se produce una mezcla de altruismo e interés. A raíz de

un amplio estudio sobre el voluntariado en España (EDIS, 1983), se desprenden las

siguientes motivaciones básicas: orientación al otro, con fuerte carga de humanismo;

orientación al yo, con fuerte carga de egoísmo, y comprensión de la realidad

colectiva, con fuerte carga de politización.

Analizando los colectivos atendidos por las diferentes entidades de voluntariado, por

lo general son organizaciones que trabajan varias áreas de actividad y varios

colectivos simultáneamente, aunque se aprecia una creciente tendencia hacia la

especialización. Las distintas investigaciones consultadas coinciden en que, sobre

todas ellas, la de Acción Social es la más desarrollada en España. Le siguen salud y

asistencia sanitaria, cooperación y desarrollo, y educación y cultura. En este sentido,

España es uno de los países europeos donde la atención social está más

desarrollada vía ONG.

ORGANIZACIONES DE VOLUNTARIADO SEGÚN NÚMERO DE COLECTIVOS ATENDIDOS

Fuente: Encuesta Estado y Tendencias del voluntariado en la Comunidad de Madrid 2007

ENCUESTA 2001

34

23

23

20

1 colectivo

2 colectivos

Entre 3 y 5 colectivos

Más de 5 colectivos

ENCUESTA 2007

45

34

183

1 colectivo

2 colectivos

Entre 3 y 5 colectivos

Más de 5 colectivos

Page 79: 30. El voluntariado como

78

Sobre los ámbitos de actuación de las organizaciones no lucrativas en Madrid,

comparando los datos de 2001, ha disminuido el peso relativo de los voluntarios de

ámbito internacional (del 14% al 12%) y estatal ( del 27% al 18%), mientras que los

voluntarios de barrio han duplicado su presencia (15% en 2006 frente al 7% de

2001).

Siguiendo con datos relativos a Madrid, las actividades y programas de las ONG de

Acción Social van dirigidas en su mayoría a la infancia y juventud, a las familias en

general, y los colectivos de mujeres, personas con discapacidad, y casi en último

término a las personas mayores.

COLECTIVOS A LOS QUE SE DIRIGEN LAS ORGANIZACIONES DE VOLUNTARIADO (%)

Personas mayores 4,6 Personas con discapacidad 5,8 Jóvenes 11,1 Infancia 14,3 Familia 12 Mujeres 7,3 Inmigrantes, solicitantes de asilo y refugiados 5,2 Población en general 17,3 Personas con problemas de drogodependencias 2,2 Otros 22,4

* Encuesta Estado y Tendencias del Voluntariado en la Comunidad de Madrid 2007

Estos son datos generales del voluntariado en entidades de Acción Social, puesto

que sobre el perfil específico del voluntariado en entidades que acompañan a

personas mayores no existe prácticamente documentación.

En comparación con nuestros vecinos europeos, España es uno de los países con

menor tradición asociativa, en parte porque los ciudadanos suelen atribuir las

responsabilidades sociales al Estado y en parte por la historia política reciente.

Según datos del Eurobarómetro Especial 273, de 2007, cerca de 8 de cada 10

ciudadanos de la UE considera un aspecto importante de su vida el ayudar a los

demás o el trabajo voluntario. Sin embargo, la mayoría de los europeos no participa

Page 80: 30. El voluntariado como

79

de manera activa en labores de voluntariado. La media europea oculta grandes

diferencias entre los Estados miembros: En Austria (60%), Países Bajos (55%) y

Suecia (53%), más de la mitad de los encuestados afirman estar activos y realizar

labores de voluntariado o participan en labores para la comunidad, mientras que los

niveles de participación son más bajos en Lituania (11%) y Portugal (12%).

Fuente: Special Eurobarometer 273 “Europena Social Reality”

Como la realidad es cambiante, en los últimos años han surgido también nuevos

escenarios de intervención adaptándose los voluntarios a estos hechos. Entre los

nuevos escenarios cabe destacar el del voluntariado medioambiental y el

voluntariado de emergencias. Asimismo, es importante destacar la aparición en

España a finales de los 90 de la responsabilidad social de la empresa (RSE),

también denominada responsabilidad social corporativa (RSC) que es un término

Page 81: 30. El voluntariado como

80

que hace referencia al conjunto de obligaciones y compromisos, legales y éticos,

tanto nacionales como internacionales, que se derivan de los impactos que la

actividad de las organizaciones producen en el ámbito social, laboral,

medioambiental y de los derechos humanos. Enmarcada en la RSC, muchas

empresas promueven actividades con diferentes entidades de voluntariado con el fin

de que sus empleados refuercen el sentimiento de equipo y participen en

actividades de acción social.

III. 3. 2 El voluntariado de acompañamiento a las personas mayores

La soledad de las personas mayores supone un conjunto de sentimientos negativos

entre los que destacan la tristeza, la sensación de vacío y la falta de comunicación y

se previene o supera cuando se realizan actividades incompatibles con los

pensamientos que la generan, especialmente si éstas favorecen el cultivo de unas

relaciones sociales y familiares satisfactorias (Iglesias de Ussel, 2001). Por ello, uno

de los recursos con los que las personas mayores cuentan para paliar los efectos de

la soledad es el del voluntariado. Entre los objetivos del voluntariado con personas

mayores, según el estudio titulado “Calidad de vida en personas mayores” (2004) de

Gloria Pérez Serrano, se encuentra el propiciar la integración y participación de los

mayores en su entorno para favorecer su reinserción o permanencia en los

contextos de acción y toma de decisión social, en los que podrán aportar sus

experiencias, conocimientos y habilidades acumuladas a lo largo de la vida,

permitiéndoles sentirse útiles y combatir sentimientos de soledad, baja autoestima y

aislamiento.

Actualmente no existen estudios que recogan de manera sistemática el perfil de las

endidades dedicadas a las personas mayores ni el de los voluntarios, por lo que es

difícil de analizar. Por la experiencia de Amigos de los mayores, podemos decir que

los voluntarios dedicados a las personas mayores, son mayoritariamente mujeres,

de una edad mayor que la media del total de los voluntarios, entre los 41 y los 70

años. En cuanto al nivel de formación sí que se asemeja al de la media total puesto

que son personas con formación universitaría en su mayoría y que están en activo.

Page 82: 30. El voluntariado como

81

Las actividades que realizan los voluntarios generalmente son actividades de

acompañamiento afectivo en domicilio, en residencias y actividades lúdicas.

Page 83: 30. El voluntariado como

82

III. 4 ANÁLISIS CUALITATIVO DE LAS ACTITUDES Y PERCEPCIONES DE LA POBLACIÓN, CON UNA PREDISPOSICIÓN POSITIVA AL VOLUNTARIADO, HACIA LAS PERSONAS MAYORES. LAS BARRERAS REALES Y SIMBÓLICAS

III. 4. 1 Perfil de los voluntarios que han participado en los grupos focales

Entre los participantes en las reuniones de grupo se pueden identificar tres perfiles

diferentes de voluntarios, en relación a su edad, su nivel educativo y

fundamentalmente con la orientación de su trabajo voluntario, es decir, hacia dónde

y hacia quiénes desarrollan su voluntariado:

El primer perfil de voluntarios está constituido por mujeres jóvenes, de 25 a 35 años aproximadamente, con un nivel educativo alto: licenciadas universitarias y profesionales cualificadas. Sus actividades de voluntariado tienden a orientarse hacia realidades que se encuentran en países subdesarrollados (Honduras, República Dominicana, Senegal, etc.), y hacia el colectivo de niños desfavorecidos: niños enfermos, niños pobres, niños

huérfanos, etc. Este perfil se caracteriza por desarrollar su trabajo como

voluntarios en diferentes actividades y con diferentes colectivos, pero siempre

tendiendo a primar su enfoque hacia realidades que se encuentran “lejos”, en el

sentido geográfico del término, y en el que sus protagonistas son niños,

adolescentes y/o jóvenes. Tanto si sus actividades son de sensibilización, de

recaudación de fondos, de organización de eventos solidarios, como de

dedicación de tiempo y esfuerzo a transmitir conocimientos, estas voluntarias

orientan generalmente su trabajo fuera de España.

El segundo perfil de voluntarios, y sitúa en el polo opuesto al anterior: está

constituido por adultos, con una edad que fluctúa entre los 45 y 55 años, con un nivel educativo medio: diplomados, profesionales semi-cualificados,

formación profesional, etc. En general este perfil de voluntario orienta su trabajo hacia realidades y situaciones que se generan en su entorno inmediato, como puede ser su barrio, comunidad, ciudad o región; se dirige hacia las

Page 84: 30. El voluntariado como

83

problemáticas que se viven en su entorno cercano, y los colectivos en los que su

trabajo se enfoca suelen ser población inmigrante, drogodependientes, enfermos

terminales o con enfermedades graves. Se diferencia del perfil anterior tanto por

la orientación hacia realidades más cercanas, como en los colectivos a los que

se dirige.

El tercer perfil de voluntarios se caracteriza por encontrarse en un punto

intermedio entre los dos anteriores. Con una edad que fluctúa entre los 35 a 45 años, el nivel de estudios tiende a ser medio-alto. En relación con las

problemáticas y los colectivos a los que dirige su trabajo voluntario, la tendencia

de este perfil de voluntario es a estar entre las opciones de los otros dos perfiles

antes descritos; es decir, tanto tienden a enfocar su trabajo hacia realidades que se encuentran fuera de su entorno, fuera de España, como hacia aquellas que les toca más de cerca, en sus barrios y comunidades, fundamentalmente dirigido a niños, que pueden estar “aquí” o “allí”, inmigrantes,

enfermos, etc.

III. 4. 2 Motivaciones para trabajar como voluntarios

Cuándo comienza la inquietud hacia el voluntariado En qué momento de sus vidas los voluntarios comienzan a tener la inquietud por

desarrollar un trabajo como voluntario es una cuestión, cuanto menos, difícil de

concretar. Lo que sí se puede es establecer tendencias que nos expliquen en cierto

modo los caminos que han podido seguir unos y otros en el proceso de hacerse

voluntarios, que desemboca en un trabajo real como voluntarios. Las posibles

tendencias son las siguientes:

La primera de ellas constituye el camino que han seguido muchas de los

voluntarios cuyas características se han descrito bajo el perfil 1, jóvenes con

tendencia a desarrollar su trabajo “fuera”. La principal característica de esta

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84

tendencia es que las motivaciones e inquietudes para realizar un trabajo de voluntariado se han gestado en la etapa escolar. Todo el entramado de

trabajo voluntario, de acción social, campañas solidarias y de recaudación,

participación en ONG’s, prácticas voluntarias, que se desarrolla en la mayoría de

centros educativos concertados y privados, como elemento importante de la línea

educativa, va conformando un nivel de conciencia social que más tarde cristaliza

en el trabajo voluntario.

“… tema de voluntariado empecé muy pequeña porque siempre me ha

gustado, en el cole era opcional esto de Raval y más que con

extranjeros era con españoles que viven en el Raval y darles de

comer, viejecitas que viven solas pues incluso sólo darles compañía y

tal, y esto desde hace muchos años con el colegio, que era opcional…

… Yo iba a un colegio de jesuitas y también desde 6º habían

asignaturas obligatorias de acción social y tal, ibas a ONG’s y

trabajabas ahí. Era una asignatura, o sea, tenías que ir, era

obligatorio. Empecé a familiarizarme…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona

Muchos de aquellos chavales que comienzan en el colegio a realizar actividades

solidarias, de sensibilización, de trabajo voluntario, como parte del plan educativo

y de formación que les guía, siguen esa línea de trabajo, una vez finaliza el

periodo escolar, y ponen en marcha motivaciones e inquietudes en

organizaciones no gubernamentales o asociaciones que han conocido y/o con las

cuales han colaborado en su período escolar. Esta tendencia se caracteriza por

tanto por seguir unas líneas de actuación definidas por los centros educativos,

ligados en su mayoría a confesiones religiosas, en las que los voluntarios no

hacen sino profundizar aquellas motivaciones y maneras de actuar que ya

aprendieron en su etapa escolar. Esta línea de actuación solidaria y voluntaria,

como la entienden estos centros educativos, si bien no es enteramente nueva sí

que se ha ido consolidando dentro de los planes formativos de los centros

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educativos, y es por ello que son los voluntarios más jóvenes los que en su

mayoría siguen esta trayectoria de voluntariado.

Otro de los procesos que pueden desembocar en el trabajo voluntario, es aquel que surge de la vivencia de experiencias personales, y/o familiares, en las que han buscado ayuda en grupos, asociaciones, ONG’s, etc., para intentar superar determinadas problemáticas: enfermedad de un familiar,

enfermedad propia, pérdida de un ser querido, etc. Esta vivencia, el contacto con

personas dispuestas a ayudar y entregadas hacia los problemas de los demás,

supone un punto de inflexión en las vidas de los futuros voluntarios. En definitiva

se trata de que aquellos que recibieron ayuda, son ahora los que la brindan a los

que la necesitan.

“… para gente que ha perdido familiares o así, pues ayudas a las

personas, hay grupos, la gente va allí y habla de cómo está. Entonces

si has perdido a alguien pues podías participar, yo primero fui al grupo

porque había perdido a alguien y luego ya empecé como voluntaria

ayudando a los demás…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona

Una vez superados sus problemas o en el camino que los lleva a su superación,

comprenden que la ayuda desinteresada que han recibido tienen que devolverla

de algún modo a otros que la necesiten. Este ayudar después de ser ayudado se

inspira en un fuerte sentimiento de reciprocidad y da lugar a un trabajo

voluntario muy extendido entre grupos y asociaciones que se dedican a

problemáticas específicas con colectivos muy específicos: enfermedades raras,

viudas, huérfanos, alcohólicos, drogodependientes, por ejemplo.

“… es como ayudar al otro ¿no? Es como vale, yo tengo mi vida, mi

trabajo, mi tal, mis amigos, y le quiero dedicar una parte de mi tiempo

a ayudar a los demás ¿no? Y es muy importante además el hecho de

que yo fui a un grupo en el que me ayudaron y entonces a partir de

ahí dije “vale, si ellos me han ayudado a mí, yo puedo ayudar a los

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86

demás”. Que yo creo que siempre lo he tenido, pero a partir de aquí

me ha venido como más fuerte...

… … Y contacté con esta asociación porque tengo un problema en mi

espalda, en mi columna, y bueno, ellos me ayudaron en su momento y

consideré que lo que habían hecho conmigo yo tenía que hacerlo con

otras personas, y entonces estoy en la asociación y actualmente soy

el tesorero…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona

Otra de las tendencias es la por los voluntarios cuyas motivaciones e inquietudes

surgen a partir de experiencias y vivencias en el entorno social y cultural cotidiano. El barrio, la comunidad, el pueblo de los padres, son escenarios donde los voluntarios han aprendido en algunos casos valores e ideales,

han desarrollado prácticas, han vivido situaciones, que les han movido a

participar y colaborar a través del trabajo desinteresado en determinadas

iniciativas voluntarias.

“… mis padres eran de un pueblo muy pequeño y en este pueblo el

tema de la ayuda, de los vecinos, de la gente, de cómo la gente se

asocia, eso pues un poco de pequeña lo había mamado, y creo que

eso también me marcó mucho cuando era pequeña. Y a partir de pues

ya toda mi vida ha ido en esta línea…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona

El entorno de relaciones sociales cercano o los entornos que han sido importantes para la experiencia vital de cada persona, pueden ser al mismo tiempo transmisores de valores y prácticas, y receptores u objetivo del trabajo voluntario. Puede ser fuente de educación e inspiración, así como

objetivo prioritario de la actuación del voluntario, pudiendo estar ambas

experiencias muy relacionadas entre sí.

“… yo me he criado en el Raval, he hecho toda mi vida en el Raval,

después ya de más mayor… o sea, en el Raval he vivido mis

compañeros, ha habido compañeros que han muerto, compañeros

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que han estado en la cárcel, a lo mejor a la edad de estar en el

colegio ellos estaban más en comisarías y en la calle pues por

problemas en su casa, no ha sido mi caso, a lo mejor yo he tenido

más suerte en el tema familiar, no me he tirado nunca a la droga, no

me he tirado...” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona

“… Pues en mi caso fue un poco por hacer algo diferente, por estar

con gente, la gente de la asociación yo ya la conocía y aparte de

hacer lo que yo hago, lo que se hace allí es como un lugar de reunión

de gente que toca instrumentos y tal, no sé si conoces el barrio de

Lavapiés pero yo es que vivo en Lavapiés entonces pues conozco a

un montón de gente y allí la gente se reúne pues negros, marroquíes,

y yo toco un instrumento y te llega uno tocando reggae, no sé, yo

conozco mucha gente…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid

Las experiencias y vivencias con familiares es también una vía de toma de

conciencia; el tener familiares cercanos que han desarrollado experiencias de voluntariado o de carácter solidario, así como el tener la oportunidad de

“ver” de cerca el trabajo voluntario de otras personas en relación a familiares o

conocidos, es un estímulo importante para ciertos voluntarios.

“… Pero cuando tenía 8 años nació mi hermano pequeño, que tenía

síndrome de Down, tiene, y entonces mi madre empezó a ir a Lourdes

cada año y yo lo empecé a ver, y fue cuando realmente me empecé a

dar cuenta, y lo empecé a ver allí y luego…

EMPEZASTE A VER ALLÍ PERSONAS ENFERMAS…

… Claro, bueno, y personas voluntarias que ayudaban y la fe de todo

el mundo que va allí, y bueno, lo empiezas a ver, como que antes, no

como que no quieres verlo, pero como que ni siquiera lo piensas…

… … lo que más me marcó fue que mis hermanos se fueron a Honduras

y volvieron y vi las fotos y todo y entonces decidí ir (…), fui allí y me

impactó tanto que estuve allí súper impactada, y luego volví y dije que

esto no se podía quedar ahí, que no era un viaje y ya está…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona

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A menudo el cuándo empezó un voluntario su trabajo, o cuál fue el factor determinante que lo impulsó hacia el voluntariado, tiene su origen en una experiencia personal crítica, límite, que lo remueve sentimentalmente y lo marca

para siempre. El hecho de vivir estas experiencias límite no tiene por qué causar

necesariamente una decisión como la que estamos analizando, sino que en estos

individuos, que tienen una predisposición inicial hacia el trabajo voluntario, actúa

como detonante de un proceso que quizá ya estaba en marcha.

“… empecé a hablar con ellos, los problemas que tenían, porque aquí

se les recepciona de emergencia, se les medio encamina y luego

tienen muchísimos problemas, entonces son gente con muchos

problemas de adaptación porque vienen de ambientes muy, muy

violentos. Entonces eso es lo que más me marcó, y a partir de ahí ya

me empecé a meter y esa es mi experiencia, primero fue la guerra,

que es lo peor, os lo aseguro, no es lo que se ve en la televisión, la

guerra que se ve en la televisión no es la guerra real, es la guerra de

las noticias, entonces a partir de ahí es lo que me marcó…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid

Pero lo que aquí se pone de manifiesto es que muchos voluntarios perciben esas vivencias (unas trágicas, algunas dolorosas, otras incisivas) como el factor decisivo que les impulsa al voluntariado, muy a menudo en relación directa con el

contexto social y cultural en el que se insertaba esa experiencia antes vivida.

“… y yo por ejemplo, el hecho de estar en una escuela, de ser

maestro, ves un poco cómo está las sociedad, los chavales, cómo

tienes las familias, eso tengo en la escuela. Ves la necesidad que

tienen esas personas de cosas y un día pues te encuentras con

alguien que ya está metido y no hace falta que te empuje, tú

mismamente, al saber ya las flaquezas de la sociedad, las flaquezas

sobre todo de los que acaban de llegar de fuera, los extranjeros, los

sudamericanos o cualquier familia, pues te induce a ayudarles…

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… Por frustración porque muere una persona muy querida a causa de

las drogas y eso me causa mucho impacto, y a raíz de eso la persona

que lo llevaba a él me dijo si quería echar una mano y de que lo que

hiciera falta y desde entonces. Pero en realidad no es ni bienestar

personal ni egoísmo ni es ponerme una medalla, es frustración, es

porque me sentí fatal, entre todos intentamos ayudarlo y acabó…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona

No obstante, las motivaciones de cada persona que decide voluntariamente brindar

parte de su tiempo, parte de su vida y esfuerzo a ayudar a otras personas, son

extremadamente complejas. Se han descrito ciertas tendencias generales con el fin

de tratar de comprender los factores más importantes que impulsan a un voluntario a

serlo, tendencias que ponen énfasis en estos factores, lo que no implica que otros, a

simple vista menos determinantes, también actúen en estos procesos. Hay

voluntarios que manifiestan que no perciben que haya sido un momento, una

experiencia, una determinada educación o una relación la clave para entender su

decisión de desarrollar un voluntariado. Antes bien, señalan que lo fundamental para explicarla reside en motivaciones estrictamente personales, incluso egoístas, en las que lo que se juega es abiertamente la propia necesidad de búsqueda de nuevas formas de desarrollarse como personas.

“… también a veces es por circunstancias personales, porque

encuentras vacíos, encuentras cosas, que necesitas a lo mejor dar

algo a alguien y no sabes cómo y te orientas hacia el mundo del

voluntariado, porque había estudiado trabajo social y estaba

involucrado…

… … Al final es una cuestión egoísta de bueno, qué vamos a hacer con

nuestro tiempo, yo creo que puedo ser útil y ayudar a otras personas y

ofrecerles aquello que yo puedo dar…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona

Page 91: 30. El voluntariado como

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III. 4. 3 Dónde y cómo desarrollan su trabajo voluntario

La variedad de actividades de voluntariado que se desarrollan en España, se

desarrollan bajo el paraguas de asociaciones, instituciones, fundaciones, etc. Es

decir, el voluntariado es una actividad que actúa en un ámbito concreto, enfocando

su acción hacia unos colectivos determinados. Esta subordinación a una

organización, sin embargo, no implica una exclusión de las iniciativas, matices,

orientaciones y particularidades propias de los voluntarios, antes bien, las

presupone. Por tanto, el voluntariado es una actividad organizada, detrás de un trabajo de análisis de la realidad social, y que pone en funcionamiento unas herramientas para cumplir los objetivos planteados; en este contexto, el

voluntariado no es un instrumento más, sino que actúa también como agente de

transformación y análisis de la realidad, sus cambios y su evolución.

Respecto de los voluntarios que pertenecen, grosso modo, al primer perfil descrito

anteriormente, observamos que desarrollan su trabajo en el mundo de la infancia y

está orientado hacia realidades sociales que se encuentran en países del tercer y

cuarto mundo. Es frecuente por ello que estos voluntarios, jóvenes y con altos

niveles académicos, alternen actividades de sensibilización y de recaudación en sus

localidades con actividades más prácticas y “sobre el terreno” en lugares en los que

se encuentran los colectivos objeto de su trabajo. De esta manera organizan su

trabajo dedicando unos momentos concretos, algunas horas semanales, y algunos

periodos del año, generalmente en el verano o periodos vacacionales, fuera de

España, a las actividades que desarrollan con la organización con la que colaboran.

Los otros perfiles de voluntarios en general tienden a desarrollar su trabajo en sus

localidades, enfocando sus esfuerzos en problemáticas muy específicas incluso,

dedicándole por lo general unas horas de un día a la semana. Las actividades que

realizan son muy variadas, y van desde acompañamiento a enfermos terminales o

drogodependientes, hasta asesoramiento en temas jurídicos o legales, pasando por

actividades de entrega de alimentos, ropa, productos de primera necesidad, etc.

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Si bien la variedad en el mundo del voluntariado es la norma, hay una constante en casi todas las experiencias, y es que en general los voluntarios desarrollan su trabajo, es decir, dan su tiempo y su esfuerzo, tratando directamente con las personas “beneficiarias”. El voluntariado es una experiencia personal y social, que

se vive en las relaciones que fomenta y construye, relaciones que pueden ser más o

menos estables, más o menos profundas, más o menos cercanas, pero relaciones al

fin y al cabo.

III. 4. 4 Las motivaciones específicas para trabajar con colectivos de personas vulnerables Las motivaciones para dedicar una parte del tiempo al trabajo voluntario, se inician

con la aparición de sentimientos genéricos, y con el tiempo, a lo largo del tiempo y

paralelamente al desarrollo del trabajo, se van haciendo más específicas, más

cercanas a realidades más concretas. Los testimonios de los voluntarios ponen de

manifiesto que al inicio percibían sus motivaciones e impulsos como un cúmulo, a veces caótico, de sentimientos entrelazados, pero no pueden expresar de

modo explícito las motivaciones más específicas que les llevaron a trabajar con un

colectivo vulnerable, en parte por la naturaleza compleja de los sentimientos que

salen a la luz en esas situaciones, y en parte por la evolución que han ido

experimentando durante el proceso personal de su trabajo voluntario. Posiblemente

por todo ello las motivaciones tienen un carácter más bien complejo, generalista y en

cierto sentido ambiguo.

“… En un momento dado tienes un impulso, tienes una necesidad, o

sea, lo haces un poco también por ti ¿no? Por no sé, porque crees

que lo debes de hacer, estás más satisfecho contigo mismo (…) Por

qué he tenido este impulso, bueno pues no sé, ha sido una motivación

personal de decir “creo que la sociedad no está muy bien, pues habrá

que hacer algo para no solamente quejarnos, habrá que hacer algo

para ayudar, para que las cosas funcionen un poco mejor…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona

Page 93: 30. El voluntariado como

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Pero más allá de estas ambigüedades hay una serie de motivaciones específicas

que los voluntarios expresan con mayor concreción:

En el terreno de las motivaciones de tipo más personal, subjetivo, estaría la

necesidad de “devolver, mediante el trabajo voluntario, aquella ayuda que se ha recibido”. Se trata no sólo de la valoración de la ayuda recibida que ha

podido resultar fundamental para la resolución de problemas personales, o

familiares, sino el carácter de esa ayuda, el que haya sido voluntaria,

desinteresada, de gran calidez y cercanía humana. Este tipo de experiencias

marca a los voluntarios que la viven y les motiva a brindar su apoyo, desde su

propia experiencia, a otras personas que la necesitan. En estos casos “la

vulnerabilidad” a la que se desea responder, se entiende como desamparo, falta

de apoyo e información, falta de empatía o de comunicación. Los colectivos

vulnerables estarían conformados por personas enfermas, de patologías graves

y/o raras, o personas que han perdido parientes cercanos, enfermos con

patologías olvidadas o poco estudiadas, drogodependientes o alcohólicos en

proceso de recuperación, etc.

Otra motivación de tipo individual y subjetiva es el deseo de satisfacer la necesidad de ayudar, de sentirse útil socialmente, de saberse capaz de brindar apoyo a colectivos que lo necesitan. Es individual o personal porque

surge del propio estado anímico y emocional de cada persona, de lo que

considera sus carencias, frustraciones y posibilidades, que luego se expresa en

acción dirigida hacia ciertos colectivos sociales. Esta motivación es bastante

habitual entre los voluntarios, sienten la necesidad de ayudar a otras personas y

a menudo es un amigo, una amiga, una compañera, quien los acerca a una

organización donde se desarrolla un tipo de trabajo voluntario destinado a un

determinado colectivo. La vulnerabilidad en estos casos es entendida de manera

más genérica, inconcreta, pudiéndose considerar vulnerables a colectivos que

viven situaciones de marginación social, colectivos en los que recae todo el peso

de los prejuicios sociales, colectivos muy frágiles.

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Dentro de las motivaciones específicas de carácter social encontramos el proceso de toma de conciencia de las carencias que vive gente en su entorno más cercano. Esta especie de “despertar social” está impulsado por lo

que los voluntarios consideran situaciones de vulnerabilidad social: soledad,

dependencia, pobreza, desamparo, tristeza.

“… También es verdad que lo que me impactó mucho, también

supongo que por la edad, fue el Raval, y más ver que la gente

española que vive en mi ciudad y vive así, o sea, yo no me lo podía

creer, era como “no puede ser”. Sí que te hablaban de África, de tal,

de cual, pero con 16 años yo no me imaginaba que en Barcelona

hubiera realmente esta pobreza. La verdad que esto me chocó

bastante…

… “… Soledad para mí, para mí es lo peor…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona

Una última motivación específica de tipo social es la que expresan muchos de

los voluntarios participantes en los grupo, como es el intento de mejorar el barrio, la comunidad o el entorno social más cercano, a través del trabajo

voluntario con personas y organizaciones sociales que se encuentran en el

mismo. Esta motivación tiene como inspiración una fuerte valoración de la importancia de las relaciones sociales cercanas y cotidianas, de la convivencia en armonía, de la posibilidad de trabajar juntos por mejorar el presente y el futuro de lo más cercano. La vulnerabilidad se entiende

aquí en términos ampliados, de grupo o colectivo, y hace referencia al

individualismo extremo, a la incapacidad de diálogo, a las escasas

oportunidades que se brinda a la población, en particular a niños y jóvenes, a

la desaparición de los valores de ciudadanía, vecindad, apoyo mutuo.

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III. 4. 5 Las experiencias cercanas con personas mayores

Cuando se diseñan los grupos focales con voluntarios, se buscan

intencionadamente personas voluntarias que no desarrollen su trabajo con personas

mayores, precisamente para encontrar razones por las cuales los mayores no hayan

sido tenidos en cuenta por los voluntarios, como colectivo objeto de su interés

voluntario. Con el objetivo de “acercar” los discursos de los grupos al mundo de las

personas mayores, se introduce en el debate la descripción de las experiencias

cercanas con este colectivo. Desde este tipo de descripciones, se observa que la importancia de las experiencias familiares con personas mayores para cada voluntario depende de la cercanía o profundidad de la relación que tienen o tuvieron en el pasado con aquellos familiares: abuelos, tías y tíos, tías abuelas,

tíos abuelos, etc. Es evidente que mientras más cercana y fuerte es la relación, con

períodos de convivencia directa, con períodos de interacción intensos, con lazos

sentimentales fuertes, mayor es la huella o influencia que dejan las personas

mayores en los voluntarios. Cuanto menos intensa es la relación, cuando

prácticamente no existe el cariño o el cuidado mutuos, menor es la influencia de ese

familiar mayor en el voluntario. Cuánto más joven es el voluntario más viva tiene su

relación presente y/o pasada con familiares mayores, y mayor importancia de la

influencia recibida de las relaciones humanas que han tenido y que tienen con

abuelos, tías y tíos, influencia que todavía es actual, está presente en lo cotidiano,

como parte importante de sus valores y dinámicas familiares y sociales aprendidas.

Cuando las experiencias con mayores de Amigos de los Mayores han sido positivas,

constructivas, de cariño y cuidado, constituyen unas vivencias que los voluntarios,

sobre todo los más jóvenes, sienten como muy cercanas, ricas, vitales, y como una

de las mejores bases humanas y sociales para la convivencia presente y futura con

personas mayores.

“… Y las personas mayores me inspiran mucha ternura, y yo he vivido

siempre en mi casa con mis dos tías abuelas muy mayores y pues a lo

mejor por eso tengo esa ternura hacia las personas mayores, no lo sé,

pero la tengo…

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95

… … Viviendo con ellas acaban siendo tus segundas madres, y yo se los

digo siempre a mis amigas, no lo puedo evitar, para mí no es una tía

abuela, ni siquiera una abuela, es mucho más, es como mi segunda

madre, me ha criado, es que me han criado realmente. Yo tengo

imágenes de con ellas haciendo deberes, de enseñándome tal, de

cocinar, de no sé qué, es que me han criado, me han llevado a la

cama, se han quedado leyéndome cuentos…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona

Por el contrario en quienes no las han tenido, o han sido débiles y superficiales,

existe esta carencia, aunque siempre racionalizada, que se transmite en sus

opiniones. Entre quienes las experiencias con familiares mayores han sido pobres o

lejanas, no necesariamente corren el riesgo de no saber acercarse o convivir con

personas mayores de otros ámbitos sociales, aunque lógicamente cuentan con

menos experiencia, menos vivencias y “roce social”, lo que hace necesario un

proceso de aprendizaje, además de una cierta empatía para entender el mundo de

los mayores.

“… Si tú no ves a una persona y no tienes este tipo de contacto, te da

igual que sea tu abuela, vas a decir “muy bien, esta es mi abuela, y

este es un árbol”, es que te va a dar igual. Y nada, cuando los dos

eran mayores, que yo también era mayor, mis abuelos paternos ya

están muertos los dos, y sí que nos turnábamos entre todos, como

somos un montón, pues realmente te tocaba pocas veces al mes, pero

nos turnábamos para ir a comer con ellos y tal, que yo iba más por

obligación que por otra cosa, por obligación y por mi padre…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona

Si los voluntarios más jóvenes tienen más cercanas sus experiencias con familiares

mayores, los voluntarios de más edad subrayan sobre todo las diferencias sociales

entre el tiempo en el que a ellos les tocó vivir y convivir con sus familiares mayores y

el tiempo actual; su convivencia con abuelos, padres, suegros, se organizaba en

torno a unos valores de Amigos de los Mayores, con roles sociales y familiares muy

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96

marcados para hombres y mujeres, y en el que el cuidado de los familiares mayores

era una obligación del núcleo familiar; desde este tipo de vivencias, la influencia de

las personas mayores fue, y todavía es de enorme importancia. En contraste con

ello, la vida actual se organiza alrededor del mundo del trabajo y del consumo, y los

valores dentro del núcleo familiar de cuidado y apoyo a los mayores cuenta menos.

La existencia de instituciones dedicadas al cuidado de los mayores, el cada vez más

abandono familiar de los mayores, la marginación relativa de mayores por sus hijos

e hijas, etc., son fenómenos que estos voluntarios de más edad juzgan como un

retroceso social y cultural de gran calado en nuestra sociedad.

“… Cataluña tiene fama de que la cuestión familiar está muy arraigada

¿no? Es lo que decía él, antes la abuela vivía en casa, o sea, esto de

las residencias aquí era… vamos, a nadie se le ocurría, enviar a tu

madre a una residencia estaba mal…

… Ni se planteaba.

… ni se planteaba, aparte de que no, que no…

… Lo que pasa es que la sociedad era diferente, antiguamente

trabajaba el hombre y la mujer podía cuidar del padre o la madre.

… Actualmente los dos trabajan y…

… “… Claro, en la época de los abuelos. Y nos hemos criado de una

manera, que tenemos una escala de valores que esa escala de

valores es infranqueable. Mi escala de valores primero eran mis

padres y ahora en la actualidad es mi familia y punto, y por delante de

eso no hay nada, ni el trabajo ni nada de nada de nada. Y me he

criado así, y he vivido con estos principios toda mi vida y con ellos

sigo…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona

Lo positivo, agradable, satisfactorio de la relación con las personas mayores

Las cuestiones destacadas como más positivas, agradables, satisfactorias o

interesantes que surgen o han surgido del contacto con personas mayores familiares

presentan variaciones según la edad de los voluntarios:

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97

Para los más jóvenes, los aspectos más positivos tienen que ver con experiencias cotidianas en las que abuelos, tías o tíos, les brindan una ayuda, están en disposición para ayudar y solucionar problemas del día a día. Quienes todavía tiene cerca abuelo o abuela, o el recuerdo de su compañía

fresco y reciente, lo que expresan como más positivo y agradable es tener la

sensación de que esas personas mayores están presentes en su vida diaria, y

que se puede contar con ellas para cualquier problema o situación.

“… es una persona súper culta, que se sabe las enciclopedias, vamos,

le preguntas sobre cualquier chorrada y te saca una parrafada que

alucinas. Y le dije una vez “me voy a México”, “sí, ahí hay una fibra

que se llama…”, y yo pensé “dios mío, sabe un montón”, sí, o sea, es

un pozo de cultura. Y la llamo para cualquier duda, cuando trabajaba

para una revista también la llamaba, “hay una palabra que en catalán

se separa, no se separa…” y bueno, cuento con ella, le llamaban la

yaya ortográfica o algo así…

… … Cosas de estética a mi abuela siempre, uñas, todas estas cosas, le

vuelve loca… Y vive al lado de mi universidad, al lado, pero al lado, y

entonces muchas veces que tengo clases justo después de comer y

tal, pues como con ella, que le encanta porque vive sola, y es esto lo

que yo digo quizá…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona

En este contexto, la influencia de los familiares mayores, en algunos más

intensa y en otros más superficial, está muy presente en sus valoraciones y se centran más en cuestiones el día a día. En relación con esto, expresan su

satisfacción al hablar del cariño y la atención que han recibido cuando eran niños

por parte de sus abuelos y abuelas, y este recuerdo agradable es bastante

frecuente.

Otro de los aspectos considerados como positivos y satisfactorios con los

familiares mayores es la riqueza de la experiencia, en historias, en testimonios,

con el contacto de aquellos, que no sólo han vivido más años sino en muchos

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98

casos han vivido situaciones y momentos sociales e históricos muy importantes

de la vida de España.

Este aspecto es sin duda el mejor valorado porque es uno de los que simboliza la esencia del mundo de las personas mayores: la experiencia de una trayectoria de vida compleja. La valoración de este aspecto, es más intensa y explícita en

aquellos voluntarios que tienen más edad y por tanto han podido analizar las

relaciones con sus familiares desde una perspectiva más madura.

“… y digo “qué experiencias”, poder hablar con ellos, que te

producen… te explican siempre lo mismo, pero es que disfrutas tanto

escuchando, yo, otras personas no lo sé, pero yo te estoy hablando

de mi experiencia…

… … Y lo otro, cosa que tengo de ello muy positivo, es que enriquece

muchísimo, sus historias, sus cuentos, eso es lo que más enriquece a

una persona, todo lo que te explica y todo lo que aprendes. Y los

consejos que te dan “ojo que…”, “cuidado con los hijos, cuidado con

esto…”, eso enriquece más que un libro…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona

En general la valoración de la gente mayor, a través de las experiencias familiares, enfatiza los aspectos que se consideran de alguna manera en declive en la sociedad actual. El hecho de sentirse cuidados y en compañía con

los abuelos, tíos, y tíos abuelos; el hecho de recordar los momentos de conversación

con los familiares mayores, de escucharlos; el hecho de contar con ellos para las

pequeñas cosas de la vida cotidiana, son todas cuestiones que ponen el acento en

maneras de relacionarse que, de una u otra forma, se están perdiendo.

“… pues he tenido más contacto con los maternos, pero es que

incluso una prima de mi abuela venía todas las semanas a vernos y es

que me encantaba estar con ella y todavía me gusta estar con gente

mayor. De hecho mi madre tiene amigas a lo mejor que, bueno, mi

madre muy mayor no es, pero tiene amigas mayores y me encanta

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estar con la gente mayor. No sé, te hablan de otra manera, te dan

consejos, pero no ya que te cuenten batallitas, a mí eso es casi lo que

menos me interesa…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid

Pero lo que se trasluce como fondo de los discursos, es que las personas mayores

son consideradas personas de “otro tiempo”, de un tiempo diferente, con aspectos

positivos y aspectos negativos, y gran parte de las características que se considera

que ellos encarnan se refieren a cuestiones relacionadas con estos valores y

dinámicas del pasado.

Lo negativo, desagradable, insatisfactorio de la relación con las personas mayores.

Entre los aspectos negativos hay algunos que se refieren a la salud y los cuidados

de las personas mayores familiares, y otros que se refieren a su carácter. Es

destacable en todo caso que los aspectos considerados como negativos,

desagradables e insatisfactorios de las experiencias de los voluntarios con familiares

mayores, se refieren de manera fundamental a etapas en que el familiar mayor tiene

una edad avanzada y comienza a ser dependiente.

En relación con aspectos que se refieren a su salud lo que se percibe como

negativo son las situaciones y contextos en los que el familiar necesita mucha

ayuda y cuidado. Lo insatisfactorio no es sólo el hecho de que el familiar se

vuelva dependiente, fruto de un deterioro físico y psíquico inevitable, sino el

esfuerzo que tienen hacer ciertos miembros de Amigos de los Mayores, el

desgaste que sufre la misma en estas situaciones y el cambio que tiene que

afrontar Amigos de los Mayores entera para asumir una situación de este tipo.

Estos sentimientos se mezclan, evidentemente cuando ha habido una relación

cariñosa, con pena de ver a un familiar querido pasando una situación difícil,

impotencia por no poder hacer mucho más ante un proceso irreversible y

frustración cundo se piensa en el futuro inmediato.

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100

“… Cuando ya se pusieron enfermos pues mi madre tenía Alzheimer y

la verdad es que era muy complicado pues ir a visitarla y que no te

reconociera o no reconociera a mi mujer y es bastante duro…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona

“… Y tienes sus cosas malas, sí. Sobre todo ahora que ya no es tan

independiente, pues, duerme con pañal ahora y tenemos que entre

todos pues un poco que, sobre todo mi madre, porque mi madre

intenta, es su tía, e intenta ella no provocar pues situaciones difíciles

de… por prudencia, vamos. Y pues esto, ahora depende mucho de

nosotros y necesita mucha atención…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona

El carácter. Lo negativo relacionado con la salud, se entremezcla con aquellos

aspectos que hacen referencia más al carácter de los mayores con los que se ha

convivido y se han tenido experiencias. Una vez más son destacadas como

negativas cuando el familiar en cuestión se encuentra en un estado de edad

avanzado, como si la vejez agravara unas características de su personalidad que no eran tan agradables. Sobre todo se señala lo que se percibe como un desarrollo del egoísmo, como una tendencia al ensimismamiento extremo. El

carácter de los familiares mayores se va haciendo más pesado, más áspero,

complicado, y dificulta frecuentemente la convivencia cotidiana.

“… Y lo que sí que veía es que cada vez se iba volviendo más

egoísta, más que pasaba de todo, lo que le importaba era su mundo,

él, él, él y nada más. Pero también hay que ponerlo en perspectiva y

darse cuenta que es una cosa que es normal, natural, que más o

menos, todas las personas mayores pues se vuelven un poquito así

¿no?...” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona

“… se puso enfermo de mayor, no es que tuviera alzheimer ni nada,

un poco la sensación de carga o de que se vuelven un poco egoístas

o de que quizá reclamaba más atención de la que a veces le

podíamos dar. A pesar de todo la relación siempre fue muy buena,

Page 102: 30. El voluntariado como

101

pero sí que recuerdo un poco eso, que en algunos momentos era duro

para la familia también, para mi padre quizá vivir con el suegro…

… O sea tú a lo mejor vas súper rápido y como no le des un beso al

irte de casa se te pone a llorar, te vuelves y te gira la cara por no

haberle dado un beso y esta enfadada dos días. Que son muy… al

menos mis tías abuelas eran las dos muy cabezotas. Y es eso, tienes

que estar súper pendiente, y que también es un poco pesada en el

sentido, por favor con todo mi amor, que te está contando todo el día

lo mismo, todo el día lo mismo…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona

III. 4. 6 Cómo observan los voluntarios el mundo de las personas mayores Lo atractivo, positivo, interesante, valioso del mundo que actualmente rodea a las personas mayores

Valores del pasado, trayectorias vitales. En la línea con lo expuesto en el

apartado anterior, se observa la tendencia a valorar como positivos y valiosos lo

que les caracterizan como personas pertenecientes a un tipo de sociedad diferente, con unos valores específicos, otras formas de pensar y sentir; es precisamente este distinto mundo de valores lo que muchos voluntarios

consideran, desde diferentes ópticas, como interesante y atractivo del mundo de

las personas mayores. Este aspecto que se concreta, por ejemplo, en la

valoración de la experiencia vital de las personas mayores, en su capacidad de

ver el presente con los ojos del pasado y ver el pasado con los ojos del presente,

es lo que resulta más atractivo, sus vivencias, sus historias personales. Atrae

ésto, y atrae también la disposición que tienen a transmitir sus experiencias y conocimientos, su capacidad de contar y relatar sus vidas y su tiempo.

“… A mí me gusta mucho también estar con la gente mayor porque

sobre todo por la simplicidad con que resuelven las cosas, o sea, yo

creo que con la edad me pasará lo mismo, pero como lo tienen todo

Page 103: 30. El voluntariado como

102

masticado y les ha pasado de todo, tú andas agobiado y dicen “vamos

hijo, si esto es así, así y así…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid

“… A mí me atrae mucho la experiencia de la gente mayor, y eso lo

noto con los años, que antes no lo sentía yo tanto…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona

Capacidad de agradecimiento. Como expresión también de lo que se

considera valores de un tiempo pasado, se aprecia mucho la capacidad de agradecimiento; desde cualquier gesto cotidiano de escaso valor, hasta una

reacción más intensa, los voluntarios señalan esta capacidad de los mayores, la

de reconocer y agradecer, como parte muy valiosa de su personalidad, que no

sólo no se ha perdido con el tiempo sino que se ha acrecentado.

“… A mí me gusta mucho lo agradecidos que son. Tú en una

residencia vas y vas a verlos y ya no es a la persona que vas a ver, yo

iba a ver a mi tía y el grupito de amigas de ella estaban todas

conmigo, bueno, conmigo y con mi hermana…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid

“… Son agradecidos yo creo. Si tú no conoces de nada a una persona

mayor y va por la calle y por ejemplo le aguantas una puerta o le

ayudas a cruzar si la ves un poco apurada y tal, “ay, gracias chata,

poca gente como tú, poca gente como tú, poca gente educada como

tú”, y esto…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona

Sentimiento Comunitario. Otro de los aspectos que incide en este énfasis en

las características de tiempos pasados que se mantienen en las personas

mayores, es la percepción de que conservan un sentimiento vecinal, de ayuda,

de sentirse parte de una comunidad. Para muchos voluntarios este aspecto es no

sólo interesante y atractivo sino digno de recuperarse por las generaciones

actuales. Probablemente, el origen rural o de contextos urbanos pequeños, ha

sido lo que ha generado este hábito no perdido, como es la capacidad de

Page 104: 30. El voluntariado como

103

mantener unas relaciones humanas marcadas por la reciprocidad, la ayuda mutua, y la interacción vecinal y comunal.

“… antes un vecino te podía solucionar cualquier avería, cualquier

problema porque era una relación diferente, pero no sólo a nivel de

vecindad, la gente se trataba de otra manera. Y esta gente todavía

conserva algo de eso…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid

La capacidad crítica, otra característica que resulta atractiva, además es un

aspecto de su personalidad que se va acentuando con el tiempo; es la capacidad

de crítica, de ver las cosas de otra manera, bajo otra perspectiva. Esta

percepción considera este aspecto interesante por su carácter rupturista, por

expresar esquemas de pensar diferentes, por poder cuestionar lo que se concibe

como incuestionable.

“… A mí lo que más me atrae de este colectivo es la capacidad crítica

que tienen, o sea, parece mentira que con la edad que tienen se

cuestionen todo. Es muy difícil imponerles una norma, son como un

niño, han rebasado el vaso y ya se han vuelto a desbordar. Antes

había que llenarlo y ahora se ha desbordado. Eso me gusta, porque te

hacen ver cosas que tú ya las das por asumidas…” R. G. Nº 3,

Voluntarios, Madrid

La modernidad de algunas actitudes. Por último destacar una característica

que hace referencia no a la consideración de las personas mayores como

representantes del pasado en el presente, sino a su carácter actual y moderno.

Atrae de los mayores más activos, el que se preocupen por su salud, su bienestar físico y psíquico, que dediquen tiempo a realizar actividades y aficiones entre amigos y amigas. Este aspecto se considera valioso porque

enfatiza las oportunidades de las que gozan las personas mayores y la capacidad

que tienen para aprovecharlas y seguir disfrutando de la vida. Desde esta

perspectiva se observa a las personas mayores como personas con planes e ilusiones, con futuro.

Page 105: 30. El voluntariado como

104

“… yo veo que la gente mayor hoy en día está mejor, se cuidan más.

Yo voy al gimnasio y hay un grupo de abueletes que hacen gimnasia y

no veas tú como aguantan, o se van a nadar, que son muy… eso me

gusta…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona

“… Hay diferencia entre las abuelas mujeres y los hombres, las

mujeres son las que más hacen actividades y los hombres a las

cartas. Eso también es culturilla de la mujer, pero es curioso, que la

mayoría de las actividades las hace la mujer, es que los hombres van

a tiro fijo, no les sacas de ahí.

… La mujer siempre ha sido más activa en ese aspecto que el

hombre, el hombre es más pasivo…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona

Qué produce rechazo de las personas mayores

Los aspectos que producen rechazo se agrupan, de nuevo, en dos esferas: Aquellos

que se refieren al estado de salud y físico, con todas las cuestiones asociadas que

conlleva, y los que se relacionan con la esfera del carácter.

El deterioro físico. Parece claro que uno de los aspectos que más se rechazan,

si no abiertamente sí de manera implícita, es el fenómeno de la enfermedad y el

deterioro físico de las personas mayores, lo expresan en sus discursos cuando se

refieren a los procesos patológicos y de deterioro físico.

“… creo que rechazamos la enfermedad. Lo que más rechazamos de

una persona mayor es la enfermedad. Da igual el tipo que sea, vale, o

bien demencia o cualquier otro problema físico, yo creo que lo que

rechazamos es la enfermedad…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid

Pero no sólo se rechaza la enfermedad sino también, y con mayor énfasis aún,

las situaciones de dependencia, porque simboliza un mundo en declive, en

Page 106: 30. El voluntariado como

105

descomposición, que genera trabajo y dedicación. La dependencia en los

mayores es considerada, de manera quizá inconsciente, como el paso definitivo

hacia la muerte social de esa persona. “… no lo he vivido en mi familia, lo he vivido en amigos, entiendo que

a veces es muy complicado el hecho de tener una persona mayor a la

que se le va la cabeza. Primero, el padre trabaja, tiene un trabajo,

tiene una hipoteca, tiene una serie de gastos, los hijos en el colegio, la

madre trabaja, el padre no le puede dejar con nadie, no tiene dinero

suficiente para meterlo en una residencia, o sea, es un problema muy

grande…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid

Estas percepciones se pueden corroborar cuando contrastamos la manera de

concebir la enfermedad y la dependencia en personas jóvenes, con la de las

personas mayores. Parece que los mayores, incluso teniendo más opciones de

futuro que algunos enfermos jóvenes o adultos, simbolicen la imagen social de

final, de camino ya recorrido, de carencia de futuro, etc. En cambio en adultos,

jóvenes o incluso personas mayores de menor edad, las ideas

inconscientemente asociadas son de curación, de futuro, porvenir, horizonte, etc.

“… cuanto más mayor es la persona yo pienso que esa persona se

integra más difícilmente, por qué, porque es una carga física la que

tiene, que no puede, entonces es el rollo para… “es que tenemos que

coger a la abuela de 97 años y nos la tenemos que llevar a la playa”, y

ya se te plantea el inconveniente, que somos muy egoístas. Mientras

el abuelo dinámico, de 65 años, que todavía monta en bicicleta y… sí,

porque aparte me sirve de canguro para el niño, etc., etc. …” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid

Otro aspecto rechazable de la esfera relacionada con el estado físico y de salud

de las personas mayores es el olor, la higiene, el cuidado personal. El olor de

los mayores, y el que se encuentra en sus casas, es un olor reconocido como

desagradable, persistente, casi connatural al hecho de ser mayor, huelen a viejo.

Muchos voluntarios perciben que el cuidado personal y la higiene es un factor

Page 107: 30. El voluntariado como

106

importante de rechazo social en el que se auto reconocen, porque son

conscientes de que ha supuesto para ellos mismos un freno para su

acercamiento en algún momento concreto al mundo de las personas mayores.

“… y esto que has dicho tú del olor también hay algo, cuando entras a

una casa de gente mayor lo noto.

… Sí, sí, que yo me acuerdo cuando entraba a casa de mis tías el olor

era como de cerrado, y limpiaban y todo, pero seguía oliendo como a

cerrado o a húmedo, una cosa rara, que eso no me gustaba…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona

“… nosotros teníamos una vecina en el entresuelo, que últimamente

pues se hacía insoportable meterse con ella en el ascensor del olor

que desprendía, y cuando abría la puerta de su casa era algo

increíble, llegamos incluso a llamar al asistente social y tal porque era

una persona muy impedida caminando y yo creo que llevaba meses

sin lavarse. Hombre, esto te produce rechazo y es desagradable

encontrarte con este cuadro ¿no?...” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona

El carácter. En la esfera del carácter, hay una serie de aspectos que son vistos

como desagradables y rechazables. Si bien son variados, todos hacen referencia

a aspectos que hacen complicada la convivencia con personas mayores: el egoísmo, la intolerancia, la prepotencia, el victimismo, que se desarrollan en

el proceso de hacerse mayor, con escasa capacidad de autocrítica, en las

propias personas mayores, y de autoanálisis sobre por qué se producen estos

cambios. Los voluntarios no muestran una gran capacidad de empatía y de

análisis de las condiciones sociales y culturales en las que se mueven las

personas mayores, como elemento de explicación de lo que consideran aspectos

negativos y desagradables de su carácter. Uno de los aspectos más

mencionados es el egoísmo con que algunas personas mayores se relacionan

con el resto de su entorno social, por su tendencia al ensimismamiento a pensar

en su realidad y sus problemas antes que en la de los demás; es, en definitiva,

Page 108: 30. El voluntariado como

107

despreciar al otro porque consideran que ellos están primero. Este egoísmo

mantienen que se manifiesta en todos y cada uno de los episodios de la vida

cotidiana, desde el momento de hacer la compra, la convivencia cotidiana con

familiares, hasta el momento de disfrutar de vacaciones.

“… Yo lo que he dicho antes, que van como… la prepotencia.

… Yo creo que a veces es egoísmo, porque hay algunas personas

mayores, no todas son iguales, que a medida que se hacen más

mayores se hacen egoístas y no entienden realmente la sociedad de

hoy en día…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid

Además del egoísmo se señalan otras características que también ahondan en

las dificultades para relacionarse con las personas mayores, como son la

prepotencia, intolerancia y el mal humor que manifiestan ante determinadas

situaciones.

“… se vuelven un poco intolerantes yo creo, porque yo por ejemplo en

el gimnasio a veces oigo a las señoras que están criticando un montón

a la gente joven, “ésta ha dejado los pelos allí”, dices “bueno, es que

están en el gimnasio, es que es normal señora”, y creo que se vuelven

un poco intolerantes, pues esto, en el supermercado a la que te

descuidas ya están quejándose de algo y a lo mejor tampoco hace

falta quejarse tanto. Claro, tienen menos aguante quizá, y entonces

como que les cuesta más encajar las cosas, lo llevan un poco mal…”

R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona

Otro aspecto rechazable es lo que los voluntarios consideran “victimismo”. Desde su punto de vista, una de las estrategias de las personas mayores para conseguir mayor atención es el victimizarse, quejarse. Aquí también entran en juego

consideraciones que probablemente tienen más que ver con prejuicios sociales que

con análisis de la verdadera situación de las personas mayores, pero la realidad se

percibe de esta manera, y este tipo de elementos son los que configuran y organizan

la imagen social de las personas mayores. Estos aspectos negativos actúan

Page 109: 30. El voluntariado como

108

fuertemente como prejuicios, ya que no sólo interpretan los comportamientos de los

mayores, sino que también consiguen dirigir la mirada hacia esos comportamientos y

no hacia otros.

“… Yo creo que tienden mucho al victimismo, yo es lo que más noto

en las personas mayores.

… Sí, típica frase o “es que me duele todo” y a lo mejor no les duele

nada, no sé, un poco esto, yo creo que tienden mucho a hacerse las

víctimas, también para llamar la atención, es que es eso…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona

“… Y lo que no me gusta es, que ocurre mucho, sobre todo en las

grandes ciudades, en los pueblos no, ya vas con bastante prisa y

ariscos que somos, la gente mayor yo los noto como multiplicado, o

sea, el típico de la carrera en el metro, no corren nunca y corren en el

metro para quitarte el sitio, el que te cuelas y te comen vivo… o sea,

“señora, vamos tranquilos, estamos tranquilos todos, no se me excite

usted”. Les veo como quinceañeros pero ya muy desgastados ¿no?...”

R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid

III. 4. 7 Las razones reales y conscientes por las que no se plantean el trabajo voluntario con personas mayores

Las razones por las que los voluntarios nunca se han planteado o no han ejercido su

voluntariado con personas mayores las podemos clasificar en tres grupos, según

una tipología que responde a razones básicamente subjetivas: Un primer grupo, que

aúna todas las consideraciones y percepciones que derivan de prejuicios e

imágenes sociales fuertemente arraigadas; un segundo grupo en las que se reúnen

las razones que, aún siendo personales, tienen también un componente fuerte de

tópicos y prejuicios sociales; y un tercero, que agrupa las razones que son de tipo

más subjetivo, personal.

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Las razones que se inscriben en imaginarios o percepciones sociales esgrimidas

por los voluntarios, por las que nunca han desarrollado un voluntariado con

personas mayores, son aquellas que se centran en las características socialmente devaluadas del universo simbólico asociado al mundo de los mayores. Se enfatiza la invisibilidad de las personas mayores por su

tendencia a quedarse literalmente encerrados en sus casas; su carácter

problemático, porque esos estados suponen una reorganización de los recursos y

esfuerzos familiares; y se subraya el poco atractivo que tiene el mundo de los

mayores, al que se le asocian una serie de valores contrarios a lo que

socialmente se considera como estimulante, como son la pasividad, la lentitud, el

deterioro, la fragilidad, lo que tiene poco futuro, etc. “… Yo por ejemplo me he planteado alguna vez entrar en alguna

asociación de estas que acompañan una o dos o tres horas a una

persona mayor porque se ha visto bastante, se han hecho bastantes

reportajes en televisión y tal, y me lo he planteado alguna vez, es una

cosa que tengo ahí un poco pendiente. Pero creo que el hecho es que

es una mayoría silenciosa, o sea, los mayores son una mayoría

silenciosa, que está ahí, invisible, que no estorban mucho, y quizá por

esto no llaman mucho la atención…

…No es emocionante el mundo de los abuelos…

… Ese supongo que es el planteamiento que se hace mucha gente,

que es el planteamiento de quitarme problemas de encima, y es lo que

hacemos todos. Es que yo creo que todos sabemos que los abuelos

están solos y tal pero no lo queremos ver, porque es un colectivo que

no vende, un colectivo que da mucho trabajo. Mucho trabajo y la

sociedad que ahora huimos del trabajo, o sea, en casa antes vivíamos

con los abuelos, ahora cada niño tiene que tener su habitación, no

metas al abuelo que el niño se sube por la pared…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona

Hay razones que a primera vista tienen un carácter personal, estrictamente

individual, pero que expresan también el poder que tienen las imágenes y

Page 111: 30. El voluntariado como

110

símbolos sociales asociados al universo de las personas mayores. Ejemplo de

ello son las opiniones y testimonios que explicitan la diferencia entre el mundo de los mayores y el de los niños, a la manera de opuestos simbólicos, en la que activo se opone a inactivo, divertido a aburrido, fuerte a frágil, alegre a triste, interesante a problemático, etc. No es necesario hacer hincapié en qué

valores se asocian al mundo de los niños y cuáles al de las personas mayores, ya

que es un esquema de pensamiento bien arraigado en nuestra cultura. Lo que

apreciamos es que incluso en aquellas personas que tienen a priori una

predisposición a comprender el mundo de las personas mayores, sus

características y necesidades, mantienen en la base de sus opiniones y

percepciones este tipo de esquemas, basados en prejuicios y estereotipos muy

difíciles de romper.

“… Sí, en el colegio te dejaban escoger en la acción social si niños,

ancianos o no sé qué era, o discapacitados, y entonces la mayoría,

todo el mundo, escogía niños, dos o tres escogían ancianos, y yo

incluso escogí niños, porque te llaman más la atención, es más

divertido, es más activo, haces más cosas…

… … Y es un colectivo que me… lo hice aquella vez porque me llamaron

y lo hice pero ha sido la única vez. Me da más miedo, me da más… no

sé, o sea, me da más miedo que se me caiga un señor mayor a que

se me caiga un niño al suelo…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona

Respecto a las razones que podemos denominar como personales, razones que

por otro lado pueden analizarse desde la óptica de lo social, tenemos que

mencionar sobre todo dos tendencias. La primera de ellas tiene relación con que

no se hayan dado las condiciones necesarias para tener en cuenta el realizar un

voluntariado con personas mayores, y es que en muchos casos, aunque los

voluntarios muestran una buena predisposición inicial, no han tenido la oportunidad, no se ha presentado la opción de ejercer un voluntariado con personas mayores. Otra cuestión es cuando el propio voluntario considera que no está preparado personalmente, porque su contexto familiar y social

Page 112: 30. El voluntariado como

111

no es el apropiado, para realizar un voluntariado con mayores. No sólo se

deben tener la oportunidad, sino que además se debe considerar la tarea como

apropiada y necesaria, acorde con las relaciones familiares que se tienen y con el

contexto social en el que se vive.

“… yo no me lo he planteado nunca porque las veces que me lo he

podido plantear he pensado “no me voy a ver a los abuelos, ¿voy a

estar haciendo compañía a otra persona?”, o sea en plan primero me

preocupo por hacerle compañía a mis abuelos y entonces cuando ya

tenga esto avanzado entonces ya me preocuparé de hacer un

voluntariado con personas mayores. Lo veo un poco heavy si me voy

a hacer un…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona

La otra razón por la que los voluntarios no se han planteado hacer un

voluntariado con mayores, o bien lo han rechazado cuando han tenido la

oportunidad de ejercerlo, está íntimamente ligada a la circunstancia personal de rechazar los estados deteriorados de salud, las situaciones de dependencia que requieren cuidados cotidianos, las enfermedades mentales

graves, etc. Es curioso constatar una vez más que las imágenes más arraigadas

de las personas mayores son estos los estados de avanzado deterioro, de

dependencia. “… bueno, la demencia, es superior a mí, yo no podría limpiar a una

persona, a un anciano de estos, limpiarle el culo vamos. Y es una

cosa que hacen allí las monjas y gente que colabora con ellas. Esas

cosas no puedo con ellas…

….

… Me supera porque veo a un señor con un pañal, uno que se está

meando y se está riendo, o sea, no, yo esto no puedo…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid

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112

III. 4. 8 Imagen personal e imagen social del voluntariado con personas mayores. El mundo de los mayores tiene / no tiene una imagen social devaluada

Las personas que se encuentran vinculadas al mundo del voluntariado tienen una

visión interesante acerca del valor que tiene el universo de las personas mayores

dentro de este mundo. Lo que ellos perciben es que las personas mayores no

despiertan los mismos sentimientos o intereses que otros mundos sociales, como

pueden ser el de los niños del Tercer Mundo o Cuarto Mundo, o el de los

inmigrantes, porque se asocia a las personas mayores un trabajo más en la sombra,

menos público y publicitado, más silencioso, poco estimulante y menos creativo. La

imagen social predominante del mundo de los mayores está construida a base de

ideas como el que son un grupo que se está apagando, triste, inactivo, en deterioro,

resulta por ello poco interesante, que no ofrece emociones fuertes, etc.

“… creo que hay otros voluntariados que te suben más la “adrenalina”,

o sea, se vende mucho lo que sea sin fronteras, con colectivos más

problemáticos en las que te implicas mucho, y a lo mejor con los

abuelos solamente es un colectivo que tienes que acompañar, o sea,

no es un colectivo de subidones de voluntarios, es un colectivo de

acompañamiento y eso de cara a muchos jóvenes no es atrayente,

parece que es un voluntario que no vende…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona

Estas reflexiones de los propios voluntarios, vuelven a poner de manifiesto la todavía

imagen social devaluada que se tiene del mundo de los mayores y, como

consecuencia, de cualquier trabajo en el ámbito de su mundo; pero también nos

indica que dentro del voluntariado lo simbólico, todo lo que le rodea las imágenes,

las ideas asociadas, los sentimientos que evoca cada colectivo, son tan importantes

como la propia realidad, muchas veces diametralmente opuesta, y que, una vez

más, tampoco el voluntariado escapa a la moda del éxito social.

Page 114: 30. El voluntariado como

113

“… decidimos también hacer apadrinamientos y teníamos

apadrinamientos a niños y decidimos hacer apadrinamientos a

ancianos, y una vez lo traes aquí, los niños es súper fácil pero los

ancianos nadie te los apadrina, porque te entra por la vista, que luego

realmente vas allá y yo me sentía mucho mejor con los ancianos que

con los pequeños porque con los ancianos eran como…

… Por eso, y el niño te lo imaginas feliz, en cambio el anciano tienes

la asociación de que es triste, de que está apagado, y el niño es vida,

no sé, es la asociación...” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona

Este juego de imágenes contrapuestas se expresa en el valor social asociado a realizar un voluntariado con uno u otro tipo de colectivos. Aquellos

voluntariados en los que hay que “entrar en contacto” con otras culturas, con gente

que vive en otros países, o con colectivos que suponen “más riesgos”, está mucho

mejor valorados socialmente que aquellos que se consideran como más anónimos,

de puertas hacia dentro, íntimos, privados, silenciosos, y el voluntariado con

mayores se caracteriza por tener asociadas estas últimas imágenes y no las

primeras. En síntesis, hay voluntariados que socialmente “venden”, y otros que

socialmente “no venden”, y el de los mayores “no vende”.

“… yo no voy alardeando de mi voluntariado y mucha gente sí, y

cuanto más escabroso y más retorcido sea el tema parece que oye...

entonces yo pienso que ahí tiene desventaja el que dice que trabaja

acompañando a un anciano dándole conversación que el que está con

los gitanillos en Las Mimbreras metido en las chabolas, y a lo mejor es

más importante lo otro pero bueno, que ahora hay mucho rollo de este

"que estoy en una ONG", colaboro con Médicos Sin Fronteras, yo que

sé, hay mucha tontería de esa...” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid

“… quizá hay tantas asociaciones de atención a gente mayor como

puede haber de atención a niños enfermos, pero yo creo que es un

fenómeno más nuevo y también creo que socialmente no es tan

atractivo como irse a Honduras o irse a Senegal, sinceramente…

Page 115: 30. El voluntariado como

114

… Creo que también hay un tema de que no es tan guay, no sé, y me

parece que el voluntariado a veces también es una cuestión a veces

de modas, a veces de pues de ir de bohemio por el mundo y

demás…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona

Otro aspecto de esta imagen devaluada del mundo de los mayores es su

consideración como un fenómeno ordinario, corriente, inevitable, natural, frente

a otros fenómenos que se asocian a lo extraordinario, evitable, atractivo en suma,

como pueden ser el SIDA, las enfermedades raras, el mundo de la exclusión social,

etc.

“… Un niño con problemas, con deficiencia, parapléjico, tetrapléjico,

no deja de ser algo que no va al lado de la vida normal y corriente. El

ser mayores es ser normales y corrientes, hay gente que no les hace

falta pero hay otros que igual sí les haría falta, pero como mayores de

edad es que es normal y corriente que seamos mayores en algún

momento de nuestra vida. Claro, el SIDA, el SIDA es una verruga que

tenemos ahí en la vida normal y corriente. Lo que es los drogadictos,

otra. No dejan de ser verrugas, que intentamos ese tipo de verrugas

irlas…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona

La conclusión es que el mundo de las personas mayores lleva asociados una serie de imágenes sociales que no tienen la misma fuerza ni atractivo que el de otros colectivos sociales. Lo más grave de este fenómeno es que actúa

directamente en detrimento de las personas mayores, y aunque no siempre ni

inevitablemente, y no a lo largo de todo el proceso vital de envejecimiento, sí ocurre

cuando concurren circunstancias y/o el tiempo, que les transforman en frágiles y

dependientes. Queda mucho trabajo para evitar y transformar toda esta simbología

ligada a “lo viejo”.

“… él dice que está en la edad de la transparencia, dice “cuando yo

creo que me están mirando a mí, dice, no, es al revés, miran a otra

persona que hay detrás”.

Page 116: 30. El voluntariado como

115

… No es una persona que llame la atención por nada en concreto, ni

llama la atención…, es lo que dijimos antes, si pasa necesidad se

cierra la boquita y van y cogen de la comida que están tirando, lo que

sea…

… … Es que no creemos que tienen necesidades, o sea cuando pasas

de los 70 ya pareces que puedes estar deprimido, ya puedes estar

solo, la abuela arrinconada, por qué joder, esa gente…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona

Lo satisfactorio / insatisfactorio del trabajo voluntario con mayores

Lo insatisfactorio. El mundo que se opone más visiblemente al de las personas

mayores es el de los niños, y paralelamente a las diferencias de valoración social

asociadas al trabajo con unos y con otros, no es difícil comprender que el mundo

de los niños se presenta más satisfactorio.

“… Yo creo que también es mucho más agradable, por poner un

ejemplo fácil, no me quiero referir exactamente a esto, pero es mucho

más agradable cambiarle el pañal a un bebé que cambiarle el pañal a

una persona mayor…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Barcelona

“… Pero supone más satisfacción yo creo, ella por ejemplo con niños,

siente una satisfacción tan increíble cuando un niño sonríe, debe ser

tan increíble, y tú sin embargo una persona mayor, que también son

muy cascarrabias, y que no ves ningún tipo de satisfacción,

simplemente sabes que sirve un montón pero no hay nada que te

demuestre ni que te de esta satisfacción y encima es como lo que

hacía su madre de “cuidaba a este y se murió, ahora me voy a por

otro y se ha muerto, ahora me voy a por otra…”, eso es como llega a

ser tan rutinario que es como “¿o hago o no lo hago? Me da igual”, la

satisfacción continua de…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona

Page 117: 30. El voluntariado como

116

Pero profundizando un poco más en las opiniones de los voluntarios se observa

que el factor determinante que sustenta estas diferentes valoraciones en relación

a las satisfacciones personales asociadas, es la edad. El voluntariado con una persona mayor tiene unas limitaciones objetivas de tiempo, que truncarán en cierta medida el trabajo, con un hecho inevitable que es la muerte. Sin

embargo, con un niño o una persona joven las expectativas son de vida, aunque

pueda no ser así, porque se esté ante una enfermedad irreversible.

“… parece que la persona que es joven se le puede recuperar para la

sociedad, se le puede hacer un tratamiento, una serie de cosas para

que esa persona pues el resto de su vida sea autónoma y no sea un

problema para la sociedad. La persona mayor parece que ya le queda

un recorrido muy corto de la vida…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona “… yo me sentiría más motivado trabajando por ejemplo como ella,

trabajando con niños, en el que puedo coger a un… o ayudar a

alguien que está empezando… porque veo más proyección y a lo

mejor me satisface más el que dentro de 10 años decir “mira, este

chaval, que le tutelé yo, se ha sacado una carrera el tío” y se ha hecho

un porvenir. Y el abuelo pues le ayudas a acabar su vida, entonces es

como un poco más… que se te corta la proyección…

... Es un poco egoísta para ti también.

… Es que es más deprimente. Yo creo que para trabajar con personas

mayores tienes que estar más implicada y es más deprimente trabajar

con mayores, que sabes que ese mayor va a tener un final, sea un día

u otro, que trabajar con niños, que realmente es una alegría porque

una sonrisa de un niño, cómo le ves, cómo va creciendo…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid

El trabajo con personas mayores no tiene la continuidad y la proyección que se

puede tener con el trabajo con otros colectivos de menos edad. Si las imágenes

asociadas a las personas mayores es de gente que está agotando sus últimos

Page 118: 30. El voluntariado como

117

momentos de la vida, que no tienen oportunidad de proyectarse al futuro, su

físico y su intelecto son a modo de barrera infranqueable, entra dentro de la

lógica el que se presuma que los resultados del trabajo sean socialmente menos

visibles, más allá del día a día; incluso el trabajo con enfermos oncológicos

infantiles simboliza más el futuro que el de una persona mayor sana.

“… Bueno, que a ver, los niños con temas oncológicos a veces

pueden vivir o no, pero claro, la experiencia de mi madre, de esa

mujer a la que cuidaba ya se ha muerto, “voy a cuidar a otra”, siempre

se morían, entonces es como un poco de pena, de aquella persona a

la que le estás dedicando todo tu cariño se muere…

… Sí, pero la decepción de pensar “he estado haciendo tanto…”, no

sé, oye, pero esto con cualquier proyecto de la vida, tú quieres hacer

algo y te sale mal, es una decepción, tú empiezas algo y te sale bien

es una satisfacción. Pues esto también un poco…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona

Lo satisfactorio. A pesar de estas valoraciones e imágenes vinculadas al

mundo de los mayores están bastante arraigadas en los voluntarios, existen

por otro lado aquellas que, basadas en la experiencia directa o indirecta, sino

contradicen, las matizan mucho. Una vez que se ha experimentado el trabajo voluntario con mayores, se tiene la sensación de que la satisfacción es igual o mayor que la que se pueda tener con otros colectivos. Fundamentalmente se subraya la capacidad de agradecimiento de las personas mayores, fundamentada en el nivel de consciencia y valoración del trabajo que se desarrolla con ellas.

“… uno de los años enseñábamos por la mañana a leer por ejemplo a

niños y por la tarde a ancianos, y ahí me di cuenta de que es mucho

más satisfactorio con ancianos, porque los ancianos son más

agradecidos y no esperan nada de ti, porque tú le enseñas a leer a un

niño y muy bien, en cambio los ancianos te venían súper contentos,

Page 119: 30. El voluntariado como

118

con ganas de aprender, motivados, que no esperaban que nadie les

enseñara a leer en esas épocas de su vida…

… … A mí me compensa desde luego. Y lo que decía ella, que son

mucho más conscientes de que les estás ayudando, de que estás

haciendo algo por ellos, un niño no es tan consciente de eso.

Entonces al revés, cuando un anciano es agradecido, porque los hay

que no lo son, es muy agradecido, porque es consciente…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona

La imagen de las personas mayores está muy arraigada en nuestra cultura, que

incluso los voluntarios, personas que tienen una sensibilidad especial en relación a

las necesidades de los otros, y que han dedicado y dedican años de sus vidas a

ayudar a otras personas, tienen dificultades para no participar de algunos de los

prejuicios sociales que conforman la imagen del mundo de las personas mayores.

Pero también es cierto, algo que se ha analizado en páginas anteriores, y es el

reconocimiento de la tendencia a una cierta modernidad en sus actitudes y hábitos:

actividades de ocio, viajes, aficiones, diversión, cuidado del cuerpo y del estado

físico… etc.. Y todo ello no deja de ser, hasta cierto punto, contradictorio con el peso

específico que todavía tiene lo monótono, lo depresivo, mientras están activas las

condiciones económicas, sociales y culturales para que las personas mayores

disfruten de oportunidades de un envejecimiento activo, exitoso, al menos en una

gran parte del proceso de “hacerse mayor”.

III. 4. 9 Motivaciones para la colaboración como voluntarios con personas mayores. En relación con este tema hay que diferenciar entre las condiciones que los propios

voluntarios consideran como necesarias para plantearse la colaboración en un

voluntariado con personas mayores, y la manera de “ofrecer” o “publicitar”

socialmente este tipo de voluntariado. Lo primero tiene que ver con consideraciones

subjetivas, y lo segundo hace referencia a las posibles estrategias que se pueden

Page 120: 30. El voluntariado como

119

llevar a cabo para “vender” o “hacer más atractivo” el voluntariado con personas

mayores:

En primer lugar, y respecto de las condiciones que se deberían dar para que una

persona se planteara seriamente el ejercer un voluntariado con personas

mayores está el tener la seguridad de que esa persona mayor tiene a su disposición una atención sanitaria y médica profesional asegurada; es decir, disipar el miedo de los voluntarios a tener que afrontar situaciones límite sociosanitarias en las que no tendrían los recursos necesarios para

hacerles frente de manera satisfactoria.

“… ese tipo de trabajo no me importaría hacerlo, ir con una persona

mayor a dar un paseo o hacer así, ayudarla. Pero si esa persona tiene

una enfermedad y hay que limpiarla el culo, como tú dices, o hay que

atenderla, yo creo que ya falta una persona…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid “… A mí que me digan que hay una enfermera que en cualquier tipo

de problema que yo no sepa llevar o que no se pueda asumir o bastar

ella, ya sea lo que comentaba antes, que se haga pipí, que haya una

persona del centro habilitada y 100% segura de lo que hace, entonces

que me digan que hay una persona allí, entonces yo

tranquilísimamente, yo a dar mi cariño y a todo…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona

En segundo lugar, y respecto a la estrategia que se debería adoptar para hacer

más atractivo el mundo de las personas mayores, se señalan posibles soluciones encaminadas a hacer más visible el mundo de los mayores y poder transmitir las necesidades y las realidades a las que se enfrentan:

o En primer lugar se valora el publicitar los canales y formas con las que se puede ayudar, sea del modo que sea, a las personas mayores.

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“… Que el problema sea visible realmente y que la gente sepa que se

pueda ayudar…

… Que hay unos canales, que hay maneras de ayudarles, y

mentalizar un poquito que el día de mañana nos puede hacer falta a

nosotros…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona

o En segundo lugar se trataría de “mostrar abiertamente” el mundo de los

mayores, visibilizar lo que viene siendo invisible, para hacer el mundo de los mayores público y conocido, llevando sus experiencias hacia al

debate social.

“… Yo creo que la mejor forma de llamar la atención es que la gente a

la que se le informara de eso que se le llevara allí a verlo, porque si no

lo ves no te crees cómo puede ser…

… … Estando un poco dentro del ojo del huracán, viendo pues yo qué

sé, cómo viven en la residencia, de repente empiezas a ver gente

mayor a tu alrededor hasta que digo yo que en ese momento a lo

mejor se te puede encender la bombilla y decir “bueno, creo que hace

falta una colaboración por mi parte…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid

“… Creo que tiene que haber imágenes, bueno, si a mí me llevaron las

imágenes a hacer algo… imágenes atrayentes o no, porque ver a un

niño cómo come pan y leche tampoco… pero que alguien te explique

su experiencia en positivo, o que te explique la realidad, o sea, “sí, se

ha muerto, pero se ha muerto feliz”. Es importante la experiencia…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona

o Otro aspecto importante de esta estrategia de visibilización es transmitir garantías suficientes para que el movimiento de voluntariado dé el paso,

experimenten con los mayores.

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121

“… Yo en mi vida no he estado con gente mayor, ni he tenido una

relación, o sea, no me llama la atención, o me lo ponen súper bonito o

me lo ponen en un cartel inmenso que me digan “ven y prueba gratis”,

¿sabes?, o sea en plan “ven y pruébalo, verás que te gusta, y

entonces si quieres vuelves, sino no hay ningún tipo de esto…”, y que

en un sitio agradable sobre todo, físicamente, o sea…Un sitio

limpio…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona

Page 123: 30. El voluntariado como

122

III. 5 LA RESPUESTA DE LA FUNDACIÓN “AMIGOS DE LOS MAYORES”. LA VISIÓN Y EVALUACIÓN DE LAS PERSONAS MAYORES QUE SON ATENDIDAS POR AMIGOS DE LOS MAYORES III. 5. 1 Introducción. Amigos de los Mayores, qué es y qué hace: datos y cifras Amigos de los Mayores es una organización de voluntariado que tiene por objetivo

paliar la soledad, el aislamiento y las carencias afectivas de las personas mayores

que se sufren de soledad. En España surge en 1987, en Barcelona, y poco a poco

ha ido creciendo e implantándose en diferentes ciudades con el mismo objetivo,

luchar para conseguir que cada vez haya menos personas mayores aisladas y

excluidas. Para ello, desde las diferentes entidades que actualmente componen la

Federación de Amigos de los mayores: Amics de la Gent Gran (Cataluña), Amigos

de los mayores (Madrid), Amics de la Gent Major (Valencia) y Fundación Villa de

Yeste (Albacete), se trabaja en diferentes proyectos que van desde la acción directa

con las personas mayores, la formación y gestión del voluntariado, hasta la

sensibilización a la sociedad en general sobre esta realidad tan invisible para

muchas personas.

En cuanto a la acción directa realizada con las personas mayores, desde Amigos de

los mayores se coordinan una serie de actividades. La principal es el

Acompañamiento a domicilio, que consiste en la visita semanal de un voluntario a la

casa de la persona mayor. Durante unas dos horas el voluntario y la persona mayor

comparten conversación, recuperan aficiones del pasado, pasean por el barrio, etc.

Esta relación continuada en el tiempo se convierte en una amistad que contribuye a

neutralizar el sentimiento de soledad en la persona mayor. Esta actividad se refuerza

mediante un seguimiento telefónico para conocer el estado anímico y físico de la

persona mayor acompañada.

Para las personas mayores que necesitan acompañamiento para la realización de

gestiones se puso en marcha la actividad de los Acompañamientos puntuales, que

permiten potenciar la autonomía de la persona mayor, aumentar su sentimiento de

seguridad y facilitar su contacto con el entorno.

Page 124: 30. El voluntariado como

123

Como complemento a estas acciones, y cada vez adquiriendo más fuerza, se

realizan actividades lúdicas y de ocio con el fin de que estas personas mayores

acompañadas a domicilio puedan salir de su aislamiento, conocer a otras personas

mayores y otros voluntarios, y ampliar su red social. Dependiendo en la ciudad en la

que se desarrolle, Amigos de los mayores pone en marcha unas actividades u otras:

fiestas en momentos puntuales del año (San Isidro, Navidad, San Juan, etc), Salidas

de un día (visitas a museos, teatro, etc.), Encuentros en el local, tertulias a domicilio

o Vacaciones en verano.

Durante el año 2007, Amigos de los mayores de Madrid y Barcelona atendieron a un

total de 579 personas mayores. Dentro de este número de personas atendidas, 346

recibieron la visita semanal de un voluntario. Además, se realizaron un total de 933

acompañamientos en la realización de gestiones.

Las personas mayores que llegan a Amigos de los mayores generalmente lo hacen

a través de los trabajadores sociales de los centros de servicios sociales y de salud,

aunque también se observa últimamente un aumento de las derivaciones por parte

de los servicios de teleasistencia. Una vez que tenemos el contacto, un profesional

de la entidad realiza una entrevista a la persona mayor para valorar si encaja en el

perfil, conocerla bien y valorar la asignación a una actividad u otra. Una vez

incorporada la persona mayor a una actividad, periódicamente se realiza un

seguimiento para valorar el grado de satisfacción y evaluar su situación.

Las personas mayores acompañadas por Amigos de los mayores tienen una media

de 82 años de edad, se sienten solas y viven aisladas. La gran mayoría son mujeres,

un 88% , y más del 80% presenta problemas de movilidad.

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124

III. 5. 2 Perfil de las personas mayores que son atendidas por Amigos de los Mayores y que han participado en las entrevistas en profundidad.

Las personas mayores que son atendidas por Amigos de los Mayores han

experimentado una serie de situaciones que han motivado que se encuentren en

estado de soledad, a veces absoluta, a veces relativa. El hecho de que los mayores

que nos ocupan en este capítulo, es decir, aquellos que viven solos, en soledad y/o

abandono, hayan experimentado estas situaciones y cómo se han enfrentado a ellas

determina en muchos casos la manera de posicionarse ante su vida actual. Un rasgo común a la mayoría de ellas es la existencia de un momento de quiebra, un punto de inflexión, que marca un antes y un después de manera clara en la vida de estos mayores. Puede tratarse de la muerte del cónyuge, de la separación

o divorcio, o del desarrollo de una enfermedad, del deterioro físico normal en estas

edades, y/o de cambios familiares que modifican las relaciones, etc. Este tipo de

“quiebra” personal se ha analizado en el primer capítulo de este trabajo, y los

mayores a los que en este capítulo analizamos personifican la evolución natural de

situaciones vitales “vivir solos”, cuando realmente desembocan en “soledad”.

Estas situaciones por sí mismas, y/o combinadas, suponen la mayoría de las veces

para las personas mayores el paso desde la independencia (relativa) hacia la

dependencia (relativa). Utilizamos el término relativa porque, si bien las situaciones

de independencia y de dependencia se pueden describir, e incluso medir según

parámetros determinados, y tienen que ver con circunstancias reales y muchas

veces dolorosas, la sensación de independencia y de dependencia tiene relación

también con sentimientos subjetivos, estados de ánimo, recursos intelectuales,

capacidades y habilidades, que forman parte de la subjetividad y que no siempre son

fácilmente “medibles”.

El proceso de envejecimiento es complejo, cambios familiares, sociales y vitales,

desencadenan cambios físicos que detonan a su vez cambios en las relaciones

sociales y familiares. No hay una manera de envejecer, no existe un modo de asumir el hecho de “hacerse mayores”, no hay recetas ni prescripciones

Page 126: 30. El voluntariado como

125

infalibles. Hay múltiples maneras, que dependen de la experiencia y sensibilidad de

cada persona mayor, y de su capacidad de crear, cuidar y mantener relaciones

sociales, relaciones familiares, estados físicos y emocionales.

Las mujeres y hombres en España que hoy en día tienen más de 70 años poseen el

conocimiento, más o menos consciente, de cuatro generaciones, es decir, de cuatro

sociedades relativamente diferentes, de cuatro modos diferentes de entender las

relaciones sociales, de entender la familia, los roles de hombres y mujeres, el papel

de los hijos, padres, hermanos, amistades, etc. Una persona mayor ha vivido las

relaciones sociales y familiares de sus padres, las que construyó su propia

generación, las de sus hijos y las de sus nietos; a veces puede parecer que hoy se

encuentran descolgados, sobrepasados por la realidad que observan. Su gran reto

social y personal es entender y superar las contradicciones manifiestas y latentes

entre esos modelos, causantes, en ocasiones, de incomprensión e impotencia, tal

vez como paso necesario para comprender y valorar los aspectos positivos y las

posibilidades abiertas para las personas mayores en la sociedad actual.

Los testimonios de las personas entrevistadas nos muestran el duro momento que

antes hemos llamado de quiebra o punto de inflexión, cuya naturaleza se caracteriza

por un cambio radical de las condiciones de vida: quedarse sola o solo y/o perder

parte de la capacidad de valerse por sí mismo.

¿QUÉ LE PASABA? ¿POR QUÉ ESTABA MAL?

… Hombre, por todo lo que me había pasado…

PERDER LA PIERNA, PERDER EL MARIDO...

… Si, claro. Fue todo muy seguido, y además el primer año te

encuentras... ahora porque ya me voy acostumbrando que no tengo

pierna, pero el primer año fatal, porque tú estás acostumbrada a que

siempre has hecho todo, y tienes que valerte de llamar a alguien que

te lleve ¡Esto te cuesta mucho acostumbrarte!...” EP Nº 16, Persona Mayor, 70 años, Barcelona

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126

“… Porque yo antes me valía por mi misma pero tuve una caída y

tengo un pinzamiento en la espalda y no me puedo mover muy bien...”

EP Nº 13, Persona Mayor, 80 años, Barcelona

“... entré en una depresión muy grande porque verme aquí... es que no

salgo de casa, entonces me está tratando el psiquiatra y me dice que

voy a coger una agorafobia, y yo no sé si la voy a coger o la tengo...”

EP Nº 1, Persona mayor, 73 años, Madrid

Este punto de inflexión marca un antes y un después vital, especialmente en relación

a soledad y los intentos por mitigarla. Este momento no sólo supone para la persona

mayor el comienzo de un proceso personal duro y largo de superación, sino que

también desencadena nuevos conflictos, antes latentes y ahora manifiestos, entre

los modos de relacionarse. En estos momentos críticos, de soledad y/o

agravamiento del deterioro físico y mental, saltan a la luz las diferencias, para

algunos irreconciliables, entre los modos de entender y practicar las relaciones

familiares y sociales de la persona mayor, sus hijos y sus nietos. Las personas mayores viven estos cambios con pena e impotencia en algunos momentos, con resignación en otros, pero la tendencia general es que suponen una herida abierta muy complicada y difícil de cerrar. Son conscientes de ello y son los primeros en constatar el tremendo cambio social acaecido en España en

relación con la familia, los roles sociales, las obligaciones de mujeres y hombres, el

mundo del trabajo, etc.; es como si mientras han mantenido su ritmo de vida, con su

pareja y con salud, no hubieran sido conscientes de los cambios que se estaban

produciendo, no sólo en lo social, sino en su mismo entorno familiar.

“¿Y CADA CUÁNTO TIEMPO VE A SU HIJA Y A SUS NIETOS?

¿VIENEN MUCHO A VERLA? ¿VA USTED?

… No, no, nada, todo es telefónico. Este año como yo me encontraba

tan mal que no fui a la Nochebuena…

¿NO FUE A LA NOCHEBUENA?

… No, aquí sola…” EP Nº 1, Persona mayor, 73 años, Madrid

¿POR QUÉ NO VIENEN?

Page 128: 30. El voluntariado como

127

… No lo sé, porque dice que tiene mucho trabajo, que la vida ha

cambiado mucho y que ahora no es como antes...” EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona

“… Sí, yo creo que es incordiar, ni yo lo pretendo ni ellos... no, porque

es una época en que, desgraciadamente, las familias hacen una vida

muy... no se hace una vida familiar, y en el único momento en que

pueden hacer vida de familia es en las vacaciones. Entonces yo ya, lo

mismo con mi hijo que con mi hija, ya sería un pegote, ya tendrían que

estar pendientes de mí, y si ellos quieren ir a cenar una noche, o a

bailar, o a tomar el fresco, ya tienen que cargar con la mamá…” EP Nº 2, Persona Mayor, 89 años, Madrid

Estas situaciones afectan la propia autoestima de la persona mayor, para quien la

familia tiene un valor esencial y simbólico en las relaciones sociales; la familia

entendida como hogar, compañía, refugio, apoyo incondicional, lugar de reposo y de

duelo. Cuando experimentan este conflicto, sentido por ellos como rechazo y

abandono, se desencadenan emociones diversas: dolor y pena, cierta perplejidad,

resignación, impotencia, orgullo.

“... es que no puedo irme... porque ninguno quiere... no es como antes,

yo he tenido a mi madre hasta los 92 años, pero ahora no se los

llevan, o los meten en una residencia o están solos ¿Entiende? Si yo

no puedo ir ni a su casa, no voy ni a su casa, porque tienes que pedir

permiso, si puede ser, tengo que pedir permiso “¿Puedo ir a tu

casa?”... ya no voy, porque que yo no tenga franqueza con mi hijo

para ir a verlo, eso te quita las ganas...” EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona

“… Es que ni cinco, ni una ayuda, ni una visita, nosotros tenemos

muchos amigos, pero se han ido retirando, mis hijos trabajan y nos

vienen a ver, pero nada más, estamos más solos que la una, la única

cosa que hemos encontrado han sido los Amigos de los Mayores... yo

Page 129: 30. El voluntariado como

128

daría la vida por ellos...” EP Nº 12, Persona Mayor, 78 años, Barcelona

En este contexto, la soledad de las personas mayores tiene rasgos que es posible

identificar, desde la comprensión de que es muy probablemente consecuencia de un

fenómeno social de gran alcance: la distancia social entre generaciones.

Distancia que se manifiesta en cómo se entiende el cuidado de las personas

mayores, no sólo dentro de su familia sino también en la sociedad, en quiénes son

los responsables de ese cuidado, en el modo de plantear las relaciones entre padres

e hijos, las relaciones mujer/hombre, etc. Algunos rasgos identificables son, por

ejemplo, los siguientes:

El deterioro físico y motriz, cuando impide el desarrollo de las actividades

normales, y fundamentalmente el impacto que esto tiene en el mantenimiento de

los vínculos sociales con familiares, amigos, vecinos, etc.

Este aislamiento social puede ser agravado o acelerado si además existen

barreras arquitectónicas que impiden o desalientan a las personas mayores el salir a la calle, ser visitadas por amigos, familiares, vecinos, etc. Este

componente arquitectónico, visto en relación estrecha con los dos anteriores, es

también clave a la hora de comprender y evaluar la complejidad de las

situaciones de soledad que viven las personas mayores.

“... el médico me dice “anda” ¿Cómo voy a andar? Si tengo que bajar

90 peldaños, subirlos luego... mi señora ya ha bajado hoy a comprar

pan y eso, ahora cuando usted se vaya iremos a dar un paseíto de

media hora, pero no es el paseíto de media hora, es subir y bajar...

YO ME HE CANSADO AL SUBIR...

… Sí, sí, es que cansa, los chicos que venían a verme no vienen por la

escalera, dicen “no podemos..." EP Nº 12, Persona Mayor, 78 años, Barcelona

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129

Existen modos diferentes de enfrentarse, asumir y superar las situaciones de

soledad. Si bien para todas las personas mayores el sentirse solas y casi

abandonadas les afecta sobremanera, aunque se muestren indiferentes, altivas u

orgullosas ante la cuestión, se pueden apreciar diferencias importantes en cómo

afrontar el proceso de su nueva situación.

Para algunos mayores el hecho de estar solos les brinda unas posibilidades de realizar cosas y actividades que antes no podían hacer, significa ampliar los horizontes, hasta ese momento limitados al espacio de lo doméstico,

hacia el mundo de lo social y su red de relaciones, actividades, estímulos,

experiencias. Lo que puede parecer a simple vista una situación de soledad

puede ser en realidad una apertura a la vida social, antes demasiado restringida.

“… Pues yo desde que me quedé viuda, porque antes no tenía ni idea,

no tenía idea de nada, estaba con mi marido y se acabó, por eso

ahora me voy espabilando más que antes, es por eso que he tenido 5

embolias...” EP Nº 16, Persona Mayor, 70 años, Barcelona

“… Yo ya me he acostumbrado a vivir sola y yo ya no podría vivir

acompañada, me he hecho muy especial, te acostumbras, y a mí me

molestaría tener que compartir mi casa con otra persona, porque te

haces comodona. Yo hago lo que quiero, como lo que quiero, me echo

cuando quiero, veo la televisión que quiero (...) O sea que te vuelves

muy independiente, y muy particular, yo reconozco que soy particular,

pero soy así, no lo puedo remediar, cada uno somos de una manera.

Yo estoy viuda, sin hijos, hace 12 años me quedé viuda...” EP Nº 3, Persona Mayor, 80 años, Madrid

“... hago lo que quiero, cuando quiero y como quiero, porque no tengo

que depender de nadie ni nadie depende de mí, entonces yo me

acuesto muy tarde porque... no sé, me rebelo a acostarme pronto, yo

estoy aquí leyendo, viendo la televisión, haciendo tiempo para

acostarme tarde, y me levanto tarde, desayuno tarde, como tarde

¡Todo lo hago tarde! Digo eso, que hago lo que quiero, cuando quiero

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130

y como quiero. Soy relativamente feliz...” EP Nº 2, Persona Mayor, 89 años, Madrid

Por el contrario, aquellas personas mayores que, como consecuencia del

desarrollo del proceso complejo por el cual se encuentran solos, hacen el camino

contrario, desde lo social y público hacia lo doméstico y privado, suelen tener una merma en su calidad de vida mucho mayor que las anteriores.

Aquellos mayores que poseen cierto capital social y cultural se suelen enfrentar de una manera más creativa a la soledad, generando situaciones

que les reportan beneficios intelectuales, espirituales, físicos, etc. Quienes han

cultivado durante su vida alguna afición (leer, escuchar música, pintar, pasear,

viajar, etc.) tienen más recursos de cara a sobrellevar las nuevas condiciones de

soledad.

“… A veces oigo “es que yo no tengo tiempo de leer”, yo siempre he

tenido tiempo de leer... siempre, me lo habré quitado del sueño, me lo

habré quitado de lo que sea pero siempre he tenido tiempo de leer...”

EP Nº 2, Persona Mayor, 89 años, Madrid

En contraste, quienes no encuentran motivaciones ni actividades que

puedan desarrollar tienen más dificultades a la hora de enfrentarse la soledad. Estas personas son las que necesitan un mayor apoyo y atención

porque tienen también una mayor necesidad de comunicarse y expresar sus

sentimientos.

III. 5. 3 La relación con Amigos de los Mayores Todas las personas mayores entrevistadas para esta parte de la investigación, están

actualmente atendidas por Amigos de los Mayores, en el presente capítulo se

analiza cómo entran en contacto con la Fundación, qué actividades realizan y cómo

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131

las valoran, todo lo que está alrededor de la relación Mayor-Amigos de los mayores.

Conocimiento de la Fundación

La vía más frecuente a través de la que las personas mayores conocen y entran en

contacto con Amigos de los mayores son los Trabajadores Sociales de los servicios sociales municipales, y de los Centros de Salud de Atención Primaria. Son estos profesionales quienes mejor conocen la situación de soledad de

la persona mayor, su nivel de fragilidad, y personifican el nexo real y más eficiente

entre el mayor solo y Amigos de los Mayores.

“... yo tengo una asistente social y ella se ve que habló con la

coordinadora de los que son del Ayuntamiento de Barcelona y ella me

recomendó...” EP Nº 13, Persona Mayor, 80 años, Barcelona

“... después ella fue la que me dijo “mira, te traigo una niña que por lo

menos te va a hacer un poco de compañía y tal”, estaba yo muy sola y

ella me veía muy desangelada y me trajo una niña, que por cierto va a

venir hoy después del examen, que debe llevar un año conmigo. Viene

una vez a la semana…” EP Nº 1, Persona mayor, 73 años, Madrid

“… Por la asistencia social. Resulta que a mí de la asistencia social me

vienen dos veces a la semana, me vienen el martes y el viernes, el

viernes para comprar porque yo no puedo comprar sola, voy con un

bastón. Entonces me dijeron “M ¿Te gustaría que viniera alguien de

Amics de la Gent Gran…?” EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona

Otras vías menos frecuentes son el conocimiento por proximidad, por el “boca a boca”, esto es, la persona mayor entra en contacto con Amigos de los Mayores por

un conocido o amigo que ya conoce la Fundación o bien, pero con mucho menos

frecuencia, porque se vive cerca de la sede y se interesa por sus actividades.

Page 133: 30. El voluntariado como

132

Lo que parece claro es que los mayores en situaciones de soledad, con una familia distante o incluso inexistente, deben ser “buscados” en su contexto doméstico, ya que difícilmente toman la iniciativa ellos mismos de analizar su propia situación y buscar “servicios” como los que ofrece Amigos de los mayores. Las personas mayores sobre las que estamos desarrollando este análisis,

poseen un contacto limitado con el exterior, con el ámbito de las relaciones sociales,

aunque sean grandes buscadores/consumidores de medios de comunicación

audiovisuales, TV y radio, no tienen el hábito de “buscar” información relacionada

con la resolución de sus propios problemas, más aún cuando lo son de tipo

emocional, intimista. La postura de Amigos de los Mayores, como filosofía, debe ser

de “moverse” hacia las personas mayores solas, buscarlas, detectarlas y entrar en

contacto con ellas, en una palabra, Amigos de los Mayores es quien debe acercarse

al mayor, no esperar a que las personas mayores se acerquen a ella.

Actividades de Amigos de los Mayores en las que participan las personas mayores Las personas mayores entrevistadas muestran un gran entusiasmo cuando relatan y

describen las actividades en las que participan o en las que han participado en el

pasado con Amigos de los Mayores; destacan de manera muy relevante las ocasiones en las que se reúnen con más gente, voluntarios y mayores, para compartir “meriendas”, comidas, o algunas de las “celebraciones” que Amigos de los Mayores acostumbra a programar.

“… El primer acto que hicimos me quedé alucinada, esto fue en mayo,

cuando me hicieron de esta fundación, era el mes de San Isidro,

entonces nos hicieron un fiestón, no una fiesta ¡Un fiestón! En una

casa, o un hotel, un chalet fantástico, en un sitio de aquí de Madrid…”

EP Nº 3, Persona Mayor, 80 años, Madrid “… Si, generalmente suele venir un chico o chica a buscarme, pero

vamos, que tampoco tengo inconveniente, muchas veces he ido sola,

Page 134: 30. El voluntariado como

133

eso no es ningún problema para mí. Me apetece mucho ir, por

supuesto, porque es una manera de relacionarse con gente...” EP Nº 2, Persona Mayor, 89 años, Madrid

Además de este tipo de actividades, valoran mucho quienes participan en ellas las

salidas culturales (visita a museos, Jardín Botánico, Museo del Traje, etc.) y los

viajes de fin de semana o las “mini-vacaciones”. No obstante, la actividad que está realmente más extendida, y en la que todos están involucrados es la visita que el voluntario realiza al hogar de la persona mayor para simplemente “acompañarle” y charlar un rato a la semana (dos horas habitualmente). Es

realmente el momento más importante de la semana para la mayoría de las

personas mayores, y alrededor de este momento se centra una gran parte de su

vida semanal porque es el momento en el comparten con libertad y tranquilidad sus

aficiones, sus reflexiones, sus penas, sus problemas. Realmente el voluntario se transforma en un amigo-confidente al que no sólo se le relata, sino que también se le consulta sobre una gran diversidad de asuntos de toda índole, incluso sobre decisiones importantes que la persona mayor debe tomar.

“… Viene y yo tengo costumbre de tomar el té, tomamos el té juntos,

incluso me presentó a su madre (...)

(...)

… Hablamos de libros, de pintura, de pintura no tanto, porque le gusta

pero...” EP Nº 13, Persona Mayor, 80 años, Barcelona

“... se sienta donde está usted, y hablamos, le doy un poco de

merienda, merendamos y hablamos, a las 8 viene el marido...” EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona

Impedimentos para participar en actividades La principal razón por la que las personas mayores no participan en las actividades

que tienen lugar fuera de su hogar es el deterioro físico, cuando resta movilidad

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134

importante, y a ello se suman barreras arquitectónicas, por ejemplo tener la vivienda

en un edificio sin ascensor.

“... y no puedo salir, porque al no poder subir escaleras me limita

muchísimo, a mi me gustaría poder ir de excursión, la verdad, pero veo

que no puedo, claro, te ponen en una silla de ruedas...” EP Nº 13, Persona Mayor, 80 años, Barcelona

“¿QUÉ OTRAS COSAS LE GUSTARÍA HACER EN ESTA

FUNDACIÓN?

… Ayudar en lo que pudiera.

¿CÓMO?

… Sacando de paseo a las señoras, señoras mayores, ayudándolas

como ellas me ayudan, como hacía el voluntario que venía, pero me

tengo que curar del pie, porque se me hacen unas rajitas en la planta

del pie...” EP Nº 4, Persona Mayor, 76 años, Madrid

Aunque el deterioro físico es determinante a la hora de la participación de las

personas mayores en las actividades que tienen lugar fuera del hogar, hay otro factor, que está de alguna manera ligado al deterioro lo físico, pero no absolutamente, como es la falta de autoestima. Hay personas mayores que,

incluso con problemas de salud y movilidad, están en condiciones físicas de

participar en actividades de Amigos de los Mayores, pero las descartan para sí

mismos por una compleja mezcla de orgullo, vergüenza, pudor, deseo de no

molestar…, que les conduce a su “autoexclusión”; esto ocurre fundamentalmente

con las actividades en las que tienen que permanecer fuera de sus casas por un

período de tiempo (excursiones, viajes, salidas, etc.). Este tipo de persona mayor se

caracteriza por tener en el ámbito de “lo doméstico” su refugio: es el lugar en el que

observan a sí mismos tal como son, donde sienten seguridad y tranquilidad…; salir

de su casa, “lo de fuera”, a la vez que les atrae les produce temor y desasosiego,

sentimiento que resulta más fuerte y poderoso que el atractivo que pueda tener la

actividad en sí misma.

Page 136: 30. El voluntariado como

135

III. 5. 4 Valoración del “servicio” que recibe de Amigos de los Mayores Relación con Amigos de los Mayores: compañía del voluntario, ampliación de horizontes, actividades. Los beneficios de las actividades que desarrolla Amigos de los Mayores son

múltiples y complejos, y dependen también de las carencias que tenga cada

persona, de sus motivaciones, de sus ilusiones, etc., de cómo es y de la actitud que

tenga. Sin embargo, podemos destacar dos cuestiones fundamentales que aparecen

siempre en el discurso de las personas mayores a la hora de valorar Amigos de los

Mayores:

La primera de ellas es la importancia de la relación que se establece entre la persona mayor y el voluntario. Para la persona mayor el hecho de tener una

persona que se preocupe por su situación, la escuche, comparta opiniones,

deseos y problemas, aunque sea un breve espacio de tiempo a la semana,

supone una inyección de autoestima muy importante, vuelven a sentirse “algo”

para “alguien”. Las personas mayores que viven en estos contextos de soledad

perciben el distanciamiento de sus familiares en muchos casos como una

consecuencia de su comportamiento personal, y no como la expresión de un

cambio social y cultural; debido a ello, cuando reflexionan sobre su situación /

relación con la familia, se resiente mucho su propia autoestima, el valor que le

dan a su persona. La presencia del voluntario es un aliciente de vital importancia,

sobre todo en las personas mayores que sufren estos “bajones” de autoestima.

“… Sí, hablamos de cosas del barrio, de esto y del otro, o sea que

hemos conectado muy bien, hablamos normal.

DE TODO.

… De todo, sí, sí, muy amable, muy cariñoso, yo he encontrado a esa

gente estupenda, todos...” EP Nº 16, Persona Mayor, 70 años, Barcelona

Page 137: 30. El voluntariado como

136

Además del valor concedido a la relación voluntario/persona mayor, hay que

destacar las actividades a las que pueden acceder en su relación con Amigos de los Mayores como una fuente de satisfacción importante. Estas

actividades, muchas de ellas realizadas con el voluntario, suponen un impulso a

su vida social, una ampliación de sus horizontes, confinados muchas veces

solamente al ámbito de lo doméstico. El fomento de la vida social a través de las

actividades programadas por la Fundación y de las salidas a la calle que cada

voluntario realiza con la persona mayor, significa una auténtica reinserción en la sociedad y en su entramado de relaciones sociales.

“... me parece que hace un año y medio que vino el mismo voluntario,

un chico como de unos 49 años, muy amable, muy bien, que yo digo

que gracias a él, y a la otra gente que ha venido, me han ido haciendo

superar todo lo que ha pasado, porque me sacó a la calle, me llevó por

aquí, por allá, venía dos horas una vez a la semana...” EP Nº 16, Persona Mayor, 70 años, Barcelona

“… Sí, sí, es una forma de relacionarme con la gente, y yo, ya le digo,

soy una persona muy sociable, muy extrovertida, y como tengo tantas

horas de soledad, cuando tengo oportunidad de compartir esas horas

de soledad con gente, pues aprovecho...” EP Nº 2, Persona Mayor, 89 años, Madrid

Estos dos componentes, el valor de la relación voluntario/persona mayor y el valor de las actividades sociales, son fundamentales en la relación que se

establece entre “persona mayor”- Amgos de los mayores – “voluntario”. Ahora bien,

aunque lo que resulte fundamental para los mayores sea la “compañía”, y lo sea en

cualquier contexto personal y vital, hay diferencias en la valoración y en el impacto

en función de las características tipológicas personales, las situaciones concretas y

objetivas, las motivaciones, la actitud – predisposición, etc., de cada persona mayor:

La tendencia es que quienes gozan de una vida personal más compleja y rica,

poseen alguna afición o hobbie, realizan alguna actividad que les reporta

Page 138: 30. El voluntariado como

137

satisfacción dentro de su casa, son quienes tienden a valorar más intensamente

las actividades “fuera de casa” que les brindan la posibilidad de incrementar sus

relaciones sociales (salir a la calle, participar en fiestas, meriendas, comidas,

celebraciones, etc.). Digamos que son gente que tiende más a orientarse hacia el

exterior y todo lo que ofrece, porque su vida interior, doméstica, transcurre con

cierta calma y satisfacción.

“... ya se los he dicho a ellos también, encuentro a la gente muy

amable pero yo en casa ya me distraigo, tengo la tele o la radio, leo,

para estar hablando con una persona dos horas o así, yo lo que quiero

es salir a la calle, porque con este voluntario íbamos hasta la plaza y

me acompañaba, que yo hacía años que no iba, porque ahora hará

cuatro años que... y como estaba un poco atontada, el que iba a

comprar y pagar y hacía todo era mi marido y yo ni el dinero sabía

contar, porque no lo hacía, si te lo hacen y te lo hacen...” EP Nº 16, Persona Mayor, 70 años, Barcelona

… “Lo que más me gustan son las visitas a museos y a sitios

bonitos...” EP Nº 3, Persona Mayor, 80 años, Madrid

Mientras que quienes que carecen de menor capital personal, familiar y social,

y/o motivación y aficiones que los satisfagan en el día a día, tienden a valorar

más el hecho de tener a alguien con quien hablar y compartir lo cotidiano.

“… Porque me gusta tener compañía, yo necesito hablar con la gente,

aquí me encuentro encerrada, como si estuviera en la cárcel, pero yo

residencia no quiero, yo quiero mi casita...” EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona

III. 5. 5 Satisfacción de las personas mayores con Amigos de los Mayores.

Page 139: 30. El voluntariado como

138

Para las personas mayores su relación con Amigos de los Mayores se personifica y concreta en la persona voluntaria que le atiende, quien representa “la cara y los ojos” de Amigos de los Mayores; de manera que

cuando hablamos de valoraciones, beneficios, etc, es muy difícil diferenciar a través

de los discursos, cómo adjudicar a la organización o a sus cabezas visibles, los

voluntarios, la parte que realmente les corresponde; incluso en la propia redacción

de este texto intencionadamente se hace referencia a Amigos de los mayores y

voluntarios de manera intercambiable, porque así se estructura la percepción que las

personas mayores tienen de esta organización y sus cabezas visibles. Desde esta

consideración, cuando una persona mayor desarrolla un discurso en torno a los

beneficios que cree obtener de su relación con Amigos de los Mayores, de manera

inmediata hace referencia a la relación establecida con la persona voluntaria, y con

el hecho evidente de que el principal motivo de satisfacción es sentirse

“acompañado”. No obstante, se pueden establecer tres ámbitos que explican qué es

lo que les aporta Amigos de los Mayores para sentirse satisfechos: el ámbito de la “compañía”, el ámbito del “cambio” y el ámbito de las “motivaciones”.

Estar acompañados: Para las personas mayores solas, la compañía, el sentirse

acompañados, tanto en casa como en actividades fuera de casa, es una de las

consecuencias de la relación con Amigos de los Mayores, que generan mayor

satisfacción, y es lo que de manera inmediata se expresa con mayor claridad y

nitidez en sus discursos. La compañía significa tanto el estar con el voluntario

conversando, como el estar con otras personas mayores durante alguna

actividad, y significa también el participar acompañado en visitas/salidas a

lugares de interés cultural, artístico, etc., en las que, además, hay gente, está el

mundo. Es, en esencia, “estar y compartir con otros” , incluso poder mirar al

pasado y contarlo, compartir las experiencias y trayectorias vitales sin complejos,

expresar pensamientos, recuerdos, deseos, etc.; pero también observar,

comentar y mirar el presente sin complejos, y compartirlo.

“… Vinieron tres a merendar.

¿VINIERON AQUÍ?

Page 140: 30. El voluntariado como

139

… Sí, hicimos un té, ellas trajeron unas galletas y yo gracias a Dios

puedo ofrecer cositas en mi casa, hice un té con galletas y estuvimos

hablando, era muy agradable porque sobre todo con una teníamos

juventudes muy parecidas, como es de Barcelona...” EP Nº 13, Persona Mayor, 80 años, Barcelona

“… Pues pienso que uno de los beneficios es ese, que nos benefician

en el sentido que estamos acompañados, que nos relacionamos con la

gente, y pienso que es muy positivo, es una asociación muy positiva...”

EP Nº 2, Persona Mayor, 89 años, Madrid

“… Fiestas, si hay alguna fiesta por ejemplo, entonces me telefonean y

me dicen “M, hacen esta fiesta ¿te interesa venir?” y yo digo “sí, sí,

todas las fiestas que hagan cuenten conmigo”, que yo con tal de salir...

porque me gusta mucho salir, si yo tuviera una persona que me

acompañara yo saldría cada día un rato a pasear, porque no soy de

estar en casa...” EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona

Cambiar la actitud ante la situación de soledad: Otro de los ámbitos que

generan satisfacción, se refiere al proceso de cambio que van experimentando

los mayores desde que entran en contacto con Amigos de los Mayores. La

percepción de que la presencia del voluntario, las charlas, las salidas etc. , van

abriendo un mundo que hasta entonces parecía ajeno; pero además la sensación

de que es éste mundo “propio”, no de sus familias (hijos, nietos…), que han

accedido a él solos, por sí mismos, y que forma parte de sí mismos, de su

privacidad (entendida con relación a la familia), y que incluso pueden “presumir”

de ello; no cabe duda de que desde este proceso de cambio, uno de los mayores

beneficios tienen como protagonista la autoestima.

ESTO HA SIDO COMO UN MUNDO NUEVO PARA USTED...

“… Exacto, mi hijo me dice “¡Mamá, cómo te has vuelto!”, porque yo

siempre estaba en casa, con mi marido ni pensarlo, hija, estoy muy

contenta (...) La gente que me ve ahora, que me ha visto tres años

atrás, me dice “si has cambiado mucho...”, y digo “si estaba tan mal

Page 141: 30. El voluntariado como

140

que yo no me daba cuenta que estaba tan atontada” ¡Atontada!. La

gente dice “ahora estás bien”… EP Nº 16, Persona Mayor, 70 años, Barcelona

Sentirse motivado: En tercer lugar, una de las cosas que más satisfacción

brinda a las personas mayores es la inyección de motivación, nuevos incentivos

vitales, que no sólo les transmiten los voluntarios, sino la experiencia de otros

mayores con los entran en contacto a través de las actividades de Amigos de los

Mayores. Lo que se constata en los discursos es que para muchas de las

personas mayores entrevistadas, la relación con la Fundación ha supuesto un

punto de inflexión en su dañada autoestima, un impulso significativamente

importante para generar situaciones sencillas y cotidianas que les reportan

satisfacción.

“… Claro, yo pensaba que a mi edad... y ves que la gente mayor, más

mayor, porque hay de 80 y pico de años, las ves bien, y digo “bueno,

si ellas están tan animadas, tú ahora que te encuentres bien, dentro de

un orden ¿para qué tienes que quedarte en el suelo? Pues subes

arriba”, a animarte, sí, a mí me han ayudado mucho…” EP Nº 16, Persona Mayor, 70 años, Barcelona “… Pues una alegría muy grande, se me quita esta pena que se me

mete a mí aquí, en el pecho, una pena muy grande y me dan muchas

ganas de llorar. Y cuando voy allí ¡Me da una alegría! Cuando llego,

llego con una alegría, digo “que día más bonito he pasado...” EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona

III. 5. 6 Expectativas cumplidas. Lo que las personas mayores reciben de Amigos de los Mayores supera las

expectativas que tenían cuando entraron en contacto con la Fundación. El asombro

ante la diversidad de actividades que desarrolla Amigos de los Mayores, la calidez humana de los voluntarios a la vez que el respeto en el trato, valores

Page 142: 30. El voluntariado como

141

que en bastantes casos no encuentran en sus propias familias, además de la buena organización de la Fundación, etc., son algunos de los aspectos positivos

que destacan la práctica totalidad de las personas mayores entrevistadas; en

definitiva, se asombran de que pueda existir un grupo de personas que,

altruistamente, dediquen parte de su tiempo y esfuerzo a contribuir a la mejora de su

calidad de vida, cuando esta realidad no la encuentran, en muchos casos, ni sus

hijos ni en sus nietos .

“... por eso ya le digo que le decía a esta señora “estos chicos se

están ganando el cielo”, porque por ejemplo, ellos en la semana están

trabajando y el sábado y el domingo es el día que tienen libre para sus

diversiones y sus actividades, y que nos los dediquen a nosotros,

caramba, eso tiene un mérito impresionante. Yo por lo menos lo

considero un mérito muy grande, lo valoro mucho...” EP Nº 2, Persona Mayor, 89 años, Madrid “… Por eso digo, que estaba muy bien organizado. Yo ya me he dado

cuenta que esto tiene muchos cooperantes, porque yo decía “¿Y sin

cobrarnos nada? ¿Cómo pueden darnos tanto?”, entonces me estado

ya enterando que tienen muchos cooperantes...” EP Nº 3, Persona Mayor, 80 años, Madrid

Teniendo como fondo este sentimiento general de agradecimiento y superación de

expectativas, que trataremos con más detenimiento en la parte del informe dedicada

a analizar la valoración que hacen los mayores de los voluntarios, se pueden señalar

por lo menos tres cosas que los mayores esperaban recibir y han recibido de Amigos

de los Mayores, que están íntimamente ligadas en la realidad y en los discursos que

la relatan, y que aquí se tratan de diferenciar con el único objetivo de esclarecerlas.

En primer lugar contar con una alguna compañía para hacer las cosas que se hacen cotidianamente, como son pasear, conversar, hacer la compra, etc.

Este deseo es uno de los más simples y al tiempo uno de los más fuertes e

intensos en los discursos de las personas mayores entrevistadas

Page 143: 30. El voluntariado como

142

“… De charlar, quería un chico para que me acompañara a pasear,

nomás a pasear, y lo más que podía pedir es que mi señora fuera al

mercado con una persona que le ayudara con el peso, porque claro,

tiene que subir con todo eso, con las bolsas, hay que subirlas...” EP Nº 12, Persona Mayor, 78 años, Barcelona

La segunda expectativa deriva de la anterior y es una complejización de ese

deseo de compartir las cosas cotidianas; se trata de la necesidad de interacción social, de compartir y relacionarse con otras personas y en ambientes diferentes y estimulantes. Este es un deseo tan fuerte como el

anterior, y por tanto todas las actividades y momentos que comparten con otras

personas, sean mayores o no, es un motivo de satisfacción.

“… Bueno, ya no sé quién, no voy a culpar a nadie, pero estamos

alejados de la sociedad, y me pareció... yo soy una persona muy

sociable y me pareció una manera de tener relación con gente...” EP Nº 2, Persona Mayor, 89 años, Madrid

Por último, una de las cosas que buscan los mayores al acercarse a la

Fundación y al entrar en relación con los voluntarios es recibir cariño y atención. Esperan ser tratados no sólo con respeto y cordialidad sino también

con cariño y amor, y esa expectativa se alcanza con creces, ya que los

testimonios de los mayores nos muestran el gran aprecio mutuo que se crea y

consolida entre la persona mayor y el voluntario.

“... yo estoy muy agradecida con lo que me hacen, estoy muy

agradecida con lo que me hacen, porque lo que me hacen a mí es

mucho, eso de que me vengan a buscar, me tratan con aquel cariño,

porque te tratan con mucho cariño, que es lo que necesitamos la gente

mayor: amor y cariño. Yo, cuando me dan cariño, soy la mujer más

feliz del mundo, solo con que me den un poco de cariño, no pido más,

Page 144: 30. El voluntariado como

143

ni que me ayuden en nada, que me den cariño y un poco de amor...”

EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona

III. 5. 7 Deseos, sugerencias.

Una de las cuestiones en las que más insisten las personas mayores cuando se les

pregunta por lo que desean recibir de Amigos de los mayores es que se intensifiquen y multipliquen las actividades, sobre todo aquellas que implican salidas, paseos, viajes, etc. Estas personas mayores solas, presentan una carencia importante de relaciones sociales y de situaciones de interacción humana, por lo que anhelan, no sólo conservar los pocos momentos que tienen

gracias a la Fundación y sus voluntarios, sino también incrementarlos. Recordemos

que para muchos de ellos, los momentos compartidos con el voluntario y de

participación en actividades de Amigos de los Mayores, son los que dan, en cierto

modo, sentido a sus vidas.

“… Más fiestas, tratar mejor a las personas, tener más gente para

ayudar y que no les falte nada, porque una persona mayor se merece

todo, algunas han sufrido mucho, hay mujeres que les han pegado, les

han maltratado, y necesitan mucho amor...” EP Nº 4, Persona Mayor, 76 años, Madrid

“… Por Barcelona, o que me llevaran por ejemplo a un cine, o al

teatro, o a un sitio así. Yo estaba en un casal de la amistad de

Cataluña, pero tenía que coger dos autobuses, claro, cuando me

operaron de la rodilla...” EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona

Este deseo de intensificar las actividades se refiere también a que las relaciones con

los voluntarios sean más estrechas, más constantes, menos discontinuas, y

probablemente menos dependientes de la vida profesional y familiar del voluntario,

sino más acordes con las necesidades de los mayores. Especial referencia hay

Page 145: 30. El voluntariado como

144

que hacer al periodo vacacional del verano de los voluntarios, en el que las personas mayores se quedan especialmente “solas” en la ciudad, incluso sin

vecinos, y es entonces cuando echan de menos algún tipo de solución para

solventar esta ausencia.

“… Que vinieran una vez al mes estas señoras, o que vinieran dos, no

hace falta que vengan tres, dos o una, pero estamos mucho tiempo sin

esta compañía. Y después quisiera hablarle del mes de agosto, que es

muy duro, porque se marcha todo el mundo, eso sí que lo tendrían que

solucionar, porque incluso ha habido, aquí en el barrio, suicidios de

personas mayores...” EP Nº 13, Persona Mayor, 80 años, Barcelona

Por otro lado se constata que, si bien no se han puesto de manifiesto problemas

importantes de incompatibilidades personales, de personalidad o carácter, entre

mayores y voluntarios, cuestión ésta que se tratará más adelante, los primeros dejan

caer, de manera implícita algunas veces, otras veces explícitamente, que es importante que se tengan en cuenta ciertos lazos o ámbitos/lugares comunes en los que las relaciones mayores/voluntarios puedan desarrollarse en armonía; por ejemplo la edad de la persona voluntaria puede llegar a influir en

círculo relacional; los voluntarios más jóvenes generan un menor grado de confianza

a la hora de que la persona mayor relate sus experiencias o pida consejos que

atañen a su presente y su futuro. El género tiene también alguna influencia en el

clima de confianza: las mujeres mayores tienden a considerar que se entienden

mejor con mujeres voluntarias porque van a tener mejor capacidad de comprender

las cuestiones que atañen al hecho de ser mujeres.

“… No, no, si a mí me gusta tanto un hombre como una mujer, cuando

me preguntó la otra vez la C qué quería yo dije que preferiría que fuera

un hombre, de 40 años por ejemplo, mejor que un chico joven, porque

las ideas serían más...

PARA CHARLAR, PARA HABLAR...

… Sí, para charlar, para hablar, y sobre todo porque hubo un

momento, no ahora, hace años, en que había un montón de óperas,

Page 146: 30. El voluntariado como

145

que le gustara la música, la ópera, pero eso es ya pedir demasiado...”

EP Nº 12, Persona Mayor, 78 años, Barcelona “.. Pues me pasa lo mismo, que no encuentro gente para poder

hablar...” EP Nº 4, Persona Mayor, 76 años, Madrid

Si anteriormente se ha hecho hincapié en la relación persona mayor/voluntario,

ahora debemos mencionar la importancia que tiene para los mayores las relaciones

que se establecen entre ellos a través de las diversas actividades en las que

participan. Una de las decepciones es que al ser las actividades tan esporádicas los mayores no pueden consolidar las relaciones y construir verdaderas amistades.

“… Si, la amistad, tener más amistades.

PODER ENTABLAR AMISTAD ENTRE USTEDES ¿NO HA

CONSEGUIDO ENTABLAR AMISTAD CON NADIE?

… No, porque a lo mejor las ves hoy y como no lo hacen seguido

tardas... si lo hicieran siempre las mismas, pero van haciendo grupos y

claro, no te conoces. Estuvimos 15 días en Francia y los 15 días

estuvimos muy bien...” EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona

“… No, porque como es esporádico... si esto fuera más a menudo,

pero claro, de una cosa, una visita... pues son muchos días que no

tengo esta probabilidad, pues echo de menos. Por eso te digo que a

mi me gustaría que estas actividades fueran más cortitas, que de una

a otra no tardaran tanto.

¿QUE CADA SEMANA O CADA 15 DÍAS HUBIERA ALGO POR

EJEMPLO? PORQUE AHORA ES CADA MÁS TIEMPO...

… Claro. Y luego además me pasa una cosa, cuando vas a estas

actividades, pues te arreglas, porque tienes ilusión. El día que nos

llevaron al hotel ese tan fenomenal, que era un hotel de lujo, pues

entonces procuras ponerte lo mejor, vas a la peluquería, te arreglas...”

EP Nº 3, Persona Mayor, 80 años, Madrid

Page 147: 30. El voluntariado como

146

En cierto sentido Amigos de los Mayores funciona como una plataforma que

promueve y posibilita el contacto no sólo entre voluntarios y mayores sino también

entre estos últimos, y este contacto actúa como desencadenante del deseo de

mantener y consolidar, hacer más estables, estos contactos entre mayores con el fin

de ir desarrollando una red de relaciones.

El hecho de participar en actividades de Amigos de los Mayores, meriendas, fiestas,

etc., genera que las personas mayores que participan en ellas, vayan consolidando

“otras relaciones” con las personas de Amigos de los Mayores y otros voluntarios;

estas relaciones son muy positivas, y el sentimiento generalizado es de gratitud,

respeto, cariño, incluso de admiración; y realmente constatan las muestras de

reconocimiento y gratitud de las personas mayores hacia quienes les prestan

atención, dedicación, y trabajan para mejorar su calidad de vida.

“… Muy buena, porque son muy agradables, te escuchan, si tú les

preguntas algo te contestan con mucho talento, y luego además, lo

hacen todo muy bien, yo a todos los sitios a donde he ido les doy un

diez porque son ellas las que lo organizan, I y M, que yo sepa son

ellas dos, y lo organizan muy bien...” EP Nº 3, Persona Mayor, 80 años, Madrid

“… Pues yo no sé si hacen esfuerzo o es que les sale de dentro, no

noto que sea con esfuerzo, más bien creo que es con cariño, porque

cuando se hacen las cosas con esfuerzo se nota también y a lo mejor

si lo hicieran con esfuerzo lo harían un fin de semana o dos, pero no

tres. Hay algunos que los conozco desde el principio...” EP Nº 2, Persona Mayor, 89 años, Madrid

Page 148: 30. El voluntariado como

147

III. 5. 8 Una valoración global de Amigos de los Mayores En toda evaluación de resultados de una acción social en un colectivo de personas,

hay que conocer bien la realidad social de la que se parte, que en el caso de las

personas mayores solas es la situación física, anímica y emocional, a la que atiende

a través del trabajo y dedicación de las personas voluntarias.

En el primer apartado de este capítulo (III.5.1 Perfil de las personas mayores

atendidas por Amigos de los Mayores), se ha descrito cómo son y en qué situación

se encuentran estas personas que atiende Amigos de los Mayores: los mayores que

están viviendo la soledad de manera cotidiana tienen a modo de “una herida

abierta”, que muy probablemente no se cerrará, aunque sí se pueda mitigar en parte

el dolor que les produce; el dolor de sentirse casi invisibles para su propia familia, como consecuencia de diversas circunstancias (laborales, geográficos,

personales, etc.), pero semi-abandonados al fin y al cabo. Esta herida de soledad

puede apreciarse permanentemente en cada entrevista, en cada discurso, se puede

sentir a través de las palabras, de los gestos, de las lágrimas de las personas

mayores a las que se ha entrevistado, con alguna excepción. Este es el punto de

partida y a partir de ahí es desde donde se debe observar los resultados del trabajo

de Amigos de los Mayores, mediante la compañía de los voluntarios y las múltiples

actividades.

“... ella también trabaja, tiene que hacer la compra, no tiene a nadie

que la ayude, su marido llega a las 8 y media de trabajar, cuando llega

al piso a las 9, 9 y media, viene rendido. Yo de esto me hago cargo

pero en el fondo me duele porque hemos sido una familia muy unida,

no se celebraba nada que no estuviéramos todos y ahora parece

que... mi mujer para animarme me dice “tienes que comprender que

ellos tienen trabajo”, sí, pero llamar por teléfono no cuesta tanto

dinero, digo yo, porque a la noche mi hijo tiene tiempo para ir al cine y

la nuera también... yo me hago cargo pero, hay muchas cosas que mi

mujer dice “eres un rencoroso”, no soy rencoroso, estoy dolido...” EP Nº 12, Persona Mayor, 78 años, Barcelona

Page 149: 30. El voluntariado como

148

“… Los nietos no me digas que aunque tengan novia no me pueden

llevar, yo antes los sacaba a todos los sitios, porque cuando tenía la

peluquería tenía un nivel económico distinto, los llevaba a comer a

donde fuera y con los consuegros íbamos al campo, al Escorial, a

hacer las chuletas a la brasa y allí lo pasábamos todos de miedo, pero

ahora resulta que yo he criado a toda esta pandilla y esta pandilla no

mira para mí ahora, y yo no se lo digo, que es lo que me dice P, “¿Por

qué no se lo dices a tu hija?...” EP Nº 1, Persona mayor, 73 años, Madrid

Hay varios elementos que confluyen en la evaluación y la organizan:

En primer lugar hay que destacar el hecho de que muchos de los mayores

entrevistados manifiestan con claridad que han superado momentos difíciles, de crisis personales, en parte gracias a la labor de los voluntarios, fortaleciendo sus debilitadas autoestimas, brindándoles fuerzas y motivos para superar esos malos momentos y transformarlos en momentos de creación y recreación.

En segundo lugar, y estrechamente relacionado con lo anterior, es importante

señalar una cuestión de forma, que se transforma en una cuestión de contenido,

el trato: El hecho de que las personas mayores sean tratadas por los voluntarios con respeto, con cariño, atención, que sean escuchadas y tenidas

en cuenta, que se les hable y que se les aprecie como interlocutores, son todas

cuestiones que poco a poco van mitigando en los mayores la sensación de

invisibilidad social, de ser seres sin importancia social.

Lo anterior, entronca con un cambio de actitud en la predisposición positiva de los mayores a valorar la posibilidad de participar en actividades de tipo social y cultural, donde pueden entablar amistad, donde pueden conversar y

compartir, y pueden, en definitiva, volver a sentirse seres sociales visibles. Ya se

ha dicho anteriormente que este aspecto es uno de los más valorados, porque es

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149

el que les devuelve en parte la vida que sienten perdida, y los resitúa ante una

etapa de la vida con oportunidades de disfrute y desarrollo personal.

Sin restarle mérito a lo anterior, es preciso volver a insistir en que estos logros se

relativizan cuando las personas mayores indican que no son lo frecuentes que

debían ser, es decir, generan unas expectativas que luego se ven frustradas al no tener la continuidad deseada y necesaria. Y aquí nos enfrentamos al

punto de partida del que hemos hecho mención anteriormente: las personas

mayores que viven en situaciones de soledad necesitan tal cantidad de estímulos

y compañía que es habitual encontrar situaciones personales en las que el gran

esfuerzo que realiza Amigos de los Mayores y sus voluntarios, resulta escaso,

generando el efecto casi opuesto: desilusión, al saber que lo que viven gracias a

Amigos de los Mayores será una actividad puntual / unas actividades puntuales y

limitadas.

Valoración de los voluntarios

La relación persona mayor/voluntario

La mayoría de las personas mayores entrevistadas describen la relación que se

establece con la persona voluntaria de una manera absolutamente positiva,

constituyendo el principal valor de Amigos de los Mayores; se destaca en primer lugar el trato respetuoso y educado, amable y cordial, de los voluntarios para con ellos, aspecto básico y fundamental como punto de partida para lograr desarrollar una vinculación más estrecha e influyente.

“... es un chico muy educado, muy atento, muy agradable en el trato,

no tengo ninguna queja de él...” EP Nº 12, Persona Mayor, 78 años, Barcelona

“… Era muy majo, me llevaba en su coche, y me enfadaba con él

porque no me dejaba pagar nada, a lo mejor desayunábamos y no me

dejaba pagar, y una vez me enfadé con él, “hombre! Yo quiero pagar”,

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150

“no, no, no”, era un bendito...” EP Nº 4, Persona Mayor, 76 años, Madrid

La vinculación afectiva se logra gracias la actitud receptiva y comprensiva del voluntario en la conversación; así, uno de los aspectos

más positivos de la relación mayor - voluntario es compartir un momento de

conversación, sentirse escuchados y comprendidos. La valoración positiva de esta vinculación se expresa de manera clara y contundente mediante las

expresiones, no sólo de gratitud, sino también de admiración por el trabajo que realizan los voluntarios.

“… Poder hablar con él. Porque hablamos de viajes, de libros, hemos

leído libros que yo saco de la biblioteca y él también los ha leído, los

hemos comentado, yo le cuento mucho de mi familia, que tengo una

gran familia en Barcelona...” EP Nº 13, Persona Mayor, 80 años, Barcelona

“… No, no. Ya le digo, es muy amable, que a veces piensas que

parece mentira que con una persona que no es nadie sean tan

amables, tan cariñosos contigo y que no fallen, es que te vienen

siempre, son muy amables, a mi... yo te digo que estoy muy contenta,

porque una estaba acostumbrada a estar encerrada en casa y se ha

acabado...” EP Nº 16, Persona Mayor, 70 años, Barcelona

“… Lo más positivo es que es una chica muy sana y muy abierta, se

puede conversar con ella de todo, es muy adulta para tener 26 años,

no es una niña pija, ni una niña tonta, tiene tres carreras y ahora está

haciendo oposiciones para el Estado...” EP Nº 1, Persona mayor, 73 años, Madrid

Los mayores señalan como positivo también, y que se deriva del desarrollo de

una relación que parte de la educación y el respeto, el hecho de que la vinculación afectiva, que va creciendo poco a poco, resulte tan vitalmente importante y de gran calado, porque se organiza en torno al

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cariño, la simpatía, la cercanía y la empatía, que muestran día a día los

voluntarios en sus relaciones con ellos.

“... el sábado pasado vino y salimos, nos llevamos muy bien, él es muy

joven y no tiene mucha experiencia pero es más la voluntad, por lo

bien que me trata, mejor que muchas personas de la familia y

amigos...” EP Nº 12, Persona Mayor, 78 años, Barcelona “… La simpatía y el cariño. El cariño que me da y la simpatía que

tiene, porque es muy cariñosa y muy comprensiva...” EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona

Estos tres aspectos positivos de las relaciones persona mayor/voluntario dibujan el

estado de la mayoría de los lazos que unen a voluntarios y persona mayor. Sin

embargo, hay casos en los esta relación, que partiendo de los mismos parámetros

de respeto, educación y trato atento, no se desarrollan hasta construir vínculos afectivos y emocionales más fuertes entre ellos; habitualmente las causas son la existencia de cierta incompatibilidad en el carácter o la mucha diferencia de edad. Es importante que Amigos de los Mayores desarrolle un seguimiento de la

buena marcha de las relaciones persona mayor – voluntario porque está muy claro

que es el eje central sobre el que se organiza el trabajo de Amigos de los Mayores,

de manera que como filosofía se debería contemplar que antes de que una relación

persona mayor – voluntario no se desarrolle positivamente, es mejor “cambiar al

voluntario” que no actuar y dejar que la situación llegue a límites en los que sea

transforme en negativa, bien sea para el voluntario, o para la persona mayor.

Las actividades que realizan juntos

El eje del trabajo de Amigos de los Mayores con las personas mayores solas es la visita del voluntario al hogar de la persona mayor; ahí la principal

actividad es “hacer compañía - la conversación”. Este tiempo de conversación,

de compartir, es quizá lo más y mejor valorado por los mayores y más

satisfacción les proporciona, porque se establece y desarrolla en “su terreno”, en

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su mundo, desde su intimidad; si además se tiene en cuenta que es

precisamente este escenario, este mundo, el que resulta rechazado, o cuanto

menos invisible para su propias familias, las únicas personas que ”entran en su

casa, en su mundo…”, y muestran interés por él son los voluntarios de Amigos de

los Mayores.

“... es muy amable, muy amable, y a veces me acompaña a la

biblioteca porque soy muy aficionada a leer, pero no salimos mucho,

porque ha hecho frío, prefiero charlar con él porque como no tengo

mucha ocasión de charlar (... ) De viajes hablamos mucho, porque los

dos hemos viajado mucho, en algunos lugares hemos coincidido, él ha

estado mucho por América y yo América no la conozco, he estado más

bien en Europa...” EP Nº 13, Persona Mayor, 80 años, Barcelona

“… Es muy cariñosa conmigo, y hablamos, me hace preguntas, me

pregunta “¿cómo está? ¿cómo ha pasado la semana?”, le explico mis

penas y ella me las escucha con mucho cariño, y me dice “tranquila,

que hoy en día eso pasa mucho, porque hoy en día la vida está así”

(...) y yo le explico mis penas, con toda la confianza del mundo...” EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona

De esta visita semanal pueden surgir y surgen otras actividades alrededor del barrio, e, incluso, en otros lugares no tan cercanos: pasear, despertar

aficiones dormidas en los mayores o fomentarlas, visitas a bibliotecas, museos, ir

al cine o al teatro. La iniciativa para decidir qué actividades se hacen y de qué

manera, surge desde la compenetración entre la persona mayor y el voluntario;

cuando además los deseos del primero encajan con los deseos del segundo,

todas las actividades que se realizan son satisfactorias, son positivas y

enriquecedoras: no hay imposiciones ni obligaciones por parte de los voluntarios ni por parte de los mayores.

Pasear alrededor de la casa, por el barrio, por un parque, es una de las actividades más frecuentes compartidas por la persona mayor/voluntario. Esta

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actividad supone no sólo el mero hecho de salir a la calle y disfrutar por un

momento del ajetreo de la vida social, que en sí ya sería muy importante y

positivo para el mayor que frecuenta muy poco la calle, sino que también significa

una inyección de estímulos que comporta beneficios generalmente son

difícilmente cuantificables; para algunos puede ser el inicio de un renacer a la

vida social, encontrar vecinos, compañeros…volver a vivir su lugar en el mundo.

“... me ha enseñado todo lo que habían hecho nuevo, que yo la verdad

es que ya no me acordaba, que no lo había visto, porque lo habrán

hecho cuando yo ya estaba mala. Yo estoy muy contenta con esa

gente, son muy amables, y el año pasado ya me vi con fuerzas para ir

de vacaciones...” EP Nº 16, Persona Mayor, 70 años, Barcelona

“… Cuando estamos juntas decimos “¿Dónde vamos?”, entonces si es

verano damos un paseo y nos sentamos en una terraza a tomar algo,

si es invierno damos un paseo y nos vamos a merendar...” EP Nº 3, Persona Mayor, 80 años, Madrid

Esta relación con el voluntario funciona en ocasiones, como revitalizador de aficiones perdidas o dormidas en las personas mayores, porque el voluntario

actúa como catalizador y facilitador del proceso de recuperación, actúa como

detonante del interés de la persona mayor en determinada afición o actividad y, lo

más importante, garantiza de algún modo que se desarrolle. El caso

paradigmático es la lectura, tal y como se puede observar en la siguiente cita:

“… No mucho, me gusta más leer, y el chico este voluntario, me hizo

que me apuntara a la biblioteca, que esto yo ni pensaba, y ahora voy y

me cojo libros, con la chica que me lleva, o él cuando me llevaba, me

cogía libros, música, todo esto pues me ha ido despertando, para ir

leyendo y cosas así, ahora, para hacer cosas de mano...” EP Nº 16, Persona Mayor, 70 años, Barcelona

Las barreras entre persona mayor y voluntario

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A lo largo de las entrevistas a las personas mayores, encontramos muy escasas

barreras entre el mayor y el voluntario, y quizá la única que se manifiesta de forma

explícita, aunque con un cierto temor a evidenciarla, y a la que se ha hecho

referencia anteriormente, se deriva de la diferencia de edad que puede ser causa de “diferencia de mundos- experiencias” entre el voluntario y el mayor. Esta

barrera parece difícilmente salvable cuando se produce, pero la realidad es que no

imposible, porque existen más casos de relaciones entre personas mayores y

voluntarios jóvenes en las que no se aprecian dificultades de este tipo; posiblemente

ésto es así debido al nivel de concienciación sobre el tipo de trabajo, la voluntad, el

carácter y la sensibilidad del voluntario, que trata de adaptarse para conseguir salvar

la relación, traspasar las dificultades, e ir más allá de la edad y la experiencia de

cada cual, manteniendo un excelente nivel de “compromiso”.

Pero cuando la barrera existe, se concreta fundamentalmente en matices que tienen

que ver con lo siguiente:

Dificultad para encontrar temas o ámbitos en la conversación, que resulten

de interés para los mayores, que no les resulten aburridos e incluso rechazables,

incluso en la manera de afrontar la charla.

La prisa que se muestre por “dar por terminada” la visita, y/o las dificultades para acudir con regularmente el día y horas prefijadas.

La existencia de este tipo de barreras, en ocasiones muy sutil, puede tener como

consecuencia que, por ejemplo, las personas mayores se auto limiten para sugerir

desarrollar otras posibles actividades, como por ejemplo el salir a la calle, pasear por

un parque cercano, etc. Es cierto que tras estas posibles barreras podría haber

personalidades más egocéntricas, egoístas en las personas mayores, pero parece

claro que debe ser el voluntario quien deba adaptarse a la persona mayor, siempre

frágil, y no al contrario. Otra cuestión es que el trabajo de “acomodación” de caracteres y personalidades de personas mayores – voluntarios, deba hacerse

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desde la propia entidad, y sea una labor de primer orden porque está en juego

que el objetivo de “acompañar” se alcance.

“… Hombre pues no, porque es una niña que tiene 26 años y a pesar

de que es una monada... una monada, pero quiero decir que las

conversaciones con ella no derivan en lo que yo quiero...

… Que coincidiera conmigo, porque con P, como es una niña,

tampoco me apetece mucho ir a la calle, es una niña muy mona y muy

cariñosa conmigo pero yo me siento mejor con otra persona más de mi

edad…” EP Nº 1, Persona mayor, 73 años, Madrid

“… Yo, que quiere que le diga, este chico llegó con mucho cariño,

pero un chico de 24 años igual... yo es la segunda vez que salía con

un acompañante, y no sé yo con los estudios... tendrá que dejarlo por

los estudios o se casará, pero no sé... un chico de 24 años...” EP Nº 12, Persona Mayor, 78 años, Barcelona

III. 5. 9 El futuro La posición vital ante el futuro de las personas mayores entrevistadas, depende

fundamentalmente tanto del estado de salud física y psíquica, como de otros

factores tales como su capital social, esto es los recursos socioculturales, la red de

relaciones familiares y sociales, incluso las barreras del entorno en el que viven.

Desde este panorama, encontramos a quienes se posicionan de manera optimista,

tratando siempre de ver y valorar lo positivo que tiene simplemente vivir, o porque

mantienen motivaciones e incluso pequeños proyectos vitales (seguir leyendo,

seguir pintando, mantener contacto con su familia directa); son personas mayores

que emocionalmente se encuentran bien, y mantienen recursos emocionales,

culturales, relacionales… positivos. No obstante, y sin perder de vista que estamos

ante un colectivo de personas mayores solas y atendidas por Amigos de los

Mayores, siempre planea en la visión de su futuro la soledad, y la tiñe de cierto

pesimismo.

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“… Pienso que estaré igual que ahora porque seguiré pintando y ahí

tengo un aliento...” EP Nº 13, Persona Mayor, 80 años, Barcelona

La realidad es que esta cierta mirada optimista sobre el futuro es minoritaria, y que los alicientes y apoyos emocionales, desde la propia personalidad y en el entorno, son escasos, y precisamente en este contexto emocional y sociocultural, derivado en este colectivo de la soledad no deseada, donde predomina estados de ánimos tendentes a la depresión, la carencia de autoestima, el sentimiento de invisibilidad, es donde tiene el protagonismo indiscutible y esencial el trabajo desarrollado por Amigos de los Mayores.

“… Pues hombre, mi mayor ilusión sería tener una mujer, una

compañera, para mí eso sería lo ideal. Porque encontrar he

encontrado muchas...” EP Nº 4, Persona Mayor, 76 años, Madrid

“.. Yo cada día me siento más solita, cada día me siento más solita,

esa es la pena que tengo, me veo cada día más sola, y digo “¿a dónde

voy a llegar solita?”. Porque un año lo noto mucho, y a veces estoy

aquí viendo la tele que no me hace ni gracia, y cojo, me visto, y me

voy aunque sea a dar una vueltecita, y me vuelvo para casa, triste,

porque no hablo con nadie. Me vengo para casa y cuando abro la

puerta ya me da una tristeza, porque parece que ya he entrado a la

cárcel, se me caen las paredes encima. Ya no tengo ganas de

hacerme de comer...” EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona

Desde este escenario, lo que desean de Amigos de los Mayores para el futuro es,

básicamente, no sólo el mantenimiento de la relación con la Fundación,

personificada en el voluntario y ampliada a las actividades, sino la intensificación de todo ello; las horas, y las actividades que realizan, “saben a poco”; son

demasiadas expectativas para algo que termina rápido, la visita del voluntario, u

ocurren con demasiada infrecuencia, las actividades. En los discursos, no obstante,

los mayores se guardan bien de cualquier crítica y demanda que no pueda encontrar

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respuesta: del conocimiento de “su voluntario” deducen que, en muchas ocasiones,

las dos horas semanales que les dedican, las detraen de la dedicación a su familia o

a otras actividades, y desde esta realidad lo que manifiestan es su agradecimiento y

reconocimiento. Lo que no es contradictorio con un comprensible deseo de

intensificar los momentos de bienestar.

“… No sé, no sé, compañía, yo lo que necesito es compañía, porque

mi sobrina es buena pero no puede, y viene, pero yo veo que tiene

niños pequeños que van a la escuela y ella nada más trabaja, yo no le

puedo exigir... vienen, pero vienen el domingo por la tarde, con los

niños, y a veces no pueden venir...” EP Nº 13, Persona Mayor, 80 años, Barcelona

Una variante de la intensificación de la frecuencia de lo que ya reciben, tiene que ver

con la actividad de salir más frecuentemente a la calle acompañado, lugar que

simboliza un mundo relacional porque posibilita el tener, o mantener, el contacto con

la gente del barrio, de las tiendas, que constituyen un entramado de estímulos y

relaciones cotidianas buenas para quien vive solo.

“… A mi me gustaría por las tardes, pero no muy tarde, ir a dar una

vuelta y a lo mejor acercarme hasta el Corte Inglés o Alcampo, mirar lo

que hay por ahí y tomarme un poleo con menta...

VER GENTE.

… Ver gente….” EP Nº 1, Persona mayor, 73 años, Madrid

Otra importante sugerencia, es la creación de un lugar físico donde poder relacionarse con más frecuencia e intensidad con los otros mayores y

voluntarios de la Fundación. Hay personas que participan en actividades con otros

mayores y voluntarios, las meriendas, las fiestas, los fines de semana o las

vacaciones, en las que entablan nuevas relaciones, que se ven frustradas por la falta

de continuidad. En realidad este deseo está más cerca de que la sede de Amigos de

los Mayores se transforme en un centro de personas mayores atendidas por Amigos

de los Mayores, al que puedan asistir con más frecuencia, es decir al que los

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voluntarios les puedan llevar con más frecuencia porque, no podemos olvidar, que

se trata de personas mayores solas, en ocasiones con problemas de fragilidad y de

cierta dependencia, con escasa o nula red sociofamiliar, con escasos recursos

socioeconómicos, incluso en algunos casos con barreras en el entorno que

dificultan, entre otras cosas, su independencia para moverse solas.

“… Que tuvieran un sitio para ir por las tardes, que tuvieran un centro

para ir por las tardes un ratito y hablar, pero no lo tienen...

NO LO TIENEN...

… No lo tienen, esto iría muy bien, un centro para poder hablar y

conocer y quedar... eso no lo tienen. Es lo único, porque en lo demás

se portan muy bien...” EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona

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III. 6 LA RESPUESTA DE LA FUNDACIÓN “AMIGOS DE LOS MAYORES”. LA VISIÓN Y EVALUACIÓN DE LOS VOLUNTARIOS DE AMIGOS DE LOS MAYORES III. 6. 1 Introducción. Los voluntarios de Amigos de los Mayores La acción voluntaria es la base de Amigos de los mayores. Los voluntarios son los

que hacen posible la consecución de los objetivos propuestos por esta organización.

Se trata de personas comprometidas y especialmente sensibilizadas con los

problemas de soledad que padecen las personas mayores. Esta sensibilidad y su

compromiso social hacen que destinen su tiempo y esfuerzos al acompañamiento de

personas mayores solas.

Durante el año 2007 colaboraron con Amigos de los Mayores 510 voluntarios, de los

cuales un 71% son mujeres. La gran mayoría tiene estudios universitarios y

actualmente está trabajando, tienen una media de edad de 50 años. La forma de

entrar en contacto con Amigos de los Mayores generalmente es a través de Internet

y por la experiencia de personas conocidas.

Amigos de los Mayores dedica una parte importante de sus esfuerzos en la calidad

de la gestión del voluntariado. Todas las personas que muestran su interés en ser

voluntarias participan inicialmente en una de las sesiones informativas que la entidad

realiza cada quince días; posteriormente mantienen una entrevista individualizada

con un técnico coordinador de los voluntarios. En esta entrevista se profundiza en

las motivaciones del voluntario y en diferentes aspectos relativos a la disponibilidad

o sus preferencias de actividades. Una vez que el voluntario es asignado a una

actividad, sigue manteniendo contacto periódico con el responsable de voluntariado

con el fin de realizar un seguimiento continuo.

Anualmente se elabora un Plan de formación para que los voluntarios de la entidad

puedan disfrutar de diferentes acciones formativas, ofreciendo un amplio abanico de

cursos y talleres que se adecuen a sus necesidades.

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III. 6. 2 Perfil de los voluntarios8 que han participado en las entrevistas en profundidad

El perfil de los voluntarios de Amigos de los Mayores entrevistados para este estudio

es bastante homogéneo. La tipología es la de una persona de mediana edad, con

formación académica media-alta, con un trabajo cualificado, con pareja e hijos;

vemos, por tanto, que los voluntarios tienen en general un nivel cultural y

socioeconómico medio y alto, muchos de ellos poseen titulaciones superiores,

diplomaturas o formaciones específicas, y acorde con estas características, son

personas que en su mayoría están ocupando puestos de trabajo de responsabilidad

que requieren una cualificación y dedicación importantes. Esta descripción nos sirve

para entender el tipo de personas que se sienten atraídas por el trabajo como

voluntarios con personas mayores, y también sus capacidades, posibilidades y

limitaciones.

Si siguiéramos un razonamiento simple, tal vez tenderíamos a pensar que los

voluntarios son personas que se dedican al voluntariado porque les sobra tiempo,

porque en su vida cotidiana están liberados de tareas familiares, laborales, sociales.

Si embargo las experiencias reales de los voluntarios nos ofrecen mayoritariamente

un panorama bien distinto: el voluntariado es una actividad que es asumida por la persona no porque tenga el tiempo libre suficiente como para desarrollarlo, sino que se asume como un compromiso personal, como una tarea ética. Por

este motivo, aunque los voluntarios tienen unas cargas familiares, laborales y

sociales importantes, organizan y priorizan su tiempo con el fin de cumplir con el

compromiso que han adquirido. Unas horas a la semana objetivamente son unas

horas a la semana, medibles y estipulables, pero el valor subjetivo, íntimo y

personal, que tienen esas horas para los voluntarios y para los beneficiarios de ese

voluntariado es incalculable. Los voluntarios son enriquecedores del tiempo, son

8 A lo largo de este documento utilizaremos el término voluntarios para designar tanto a las mujeres como a los hombres que trabajan como tales en la Fundación Amigos de los Mayores en Madrid y en Barcelona.

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personas que con su actividad llenan de contenido el tiempo, lo intensifican, lo

multiplican, lo extienden hasta hacerlo simbólicamente infinito.

No podemos saber a priori si es porque la experiencia del voluntariado con mayores

cambia la mirada y la reinterpretación del pasado de una manera diferente,

retrotrayendo el deseo de desarrollar un actividad de voluntariado muy hacia atrás

en el tiempo, o si es porque efectivamente el voluntariado con mayores es la

consecuencia manifiesta de una evolución personal de la persona, que encuentra

por fin la manera de expresar y dar cabida a sus motivaciones más íntimas; pero la

realidad es que además de otras experiencias previas como voluntarios, una de las vivencias que actúa como desencadenante del voluntariado con personas mayores, es la experiencia en la convivencia /o relación con familiares mayores con los que han convivido, acompañado, visitado o ayudado en algún momento de su vidas.

“... desde hace casi un año que estoy en este servicio de

voluntariado, no había desarrollado ninguna tarea de voluntariado

anterior, aunque siempre lo había deseado durante toda mi vida de

hecho, pero por A o por B, por una razón o por otra, porque la vida va

transcurriendo no había tomado la decisión, de hecho llegó un

momento en que necesitaba tomar esa decisión, me vino una

necesidad interior que la tenía que resolver...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona

“... yo soy voluntaria como, como yo digo, en mis genes, yo he sido

siempre voluntaria, lógicamente años atrás ni había la red de

voluntariado que hay hoy, pero voluntario se es cuando se tiene

ganas de ayudar a los demás, se ayuda al vecino, se ayuda al amigo,

se ayuda al que lo necesita, al que conoces, al que no conoces, y

eso lo he dicho siempre.” EP Nº 9, Voluntario, 59 años, Barcelona

“… Sí, incluso tengo tíos que yo visito, porque son más mayores y no

tienen hijos o no están casados o lo que sea, por lo menos una vez a

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la semana hago también una visita...” EP Nº 7, Voluntario, 40 años, Madrid

“… Hace mucho tiempo había estado pero en el Hospital San Juan

de Dios, que es de niños, de niños que estaban solos en la clínica,

acompañándolos, o sea en infantil, pero a mí de toda la vida me

había gustado la gente mayor, siempre, los sé tratar y me gusta. He

tenido mucha gente mayor en mi familia, muchas tías mayores,

encantadoras todas y siempre hemos estado mucho por ellos, tengo

a mis padres que tienen 92 años...” EP Nº 10, Voluntario, 58 años, Barcelona

III.6.3 La relación con Amigos de los Mayores

En este apartado se describen las experiencias sobre el proceso de puesta en

contacto de los voluntarios con Amigos de los Mayores, así como las actividades

que desarrollan en ella y las causas que explican sus dificultades para participar en

determinadas actividades.

Conocimiento y contacto con la Fundación

El conocimiento de la existencia de Amigos de los Mayores se produce

principalmente a través de dos vías: La primera es por un anuncio visto bien en un

periódico o bien en un lugar público, y la segunda es a través de Internet,

directamente en la página de Amigos de los Mayores., o de manera indirecta a

través de otras páginas relacionadas con el mundo del voluntariado y el trabajo

social.

“… La conocí por un anuncio en la universidad, supongo que como la

carrera que yo estudié tiene, entre otros campos como puede ser

minusvalías o inmigración, pues uno de los colectivos que se toca

mucho es la gente mayor. Entonces mediante anuncios en la

universidad, que buscaban voluntarios para esa asociación, luego

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también buscaban voluntarios para otros campos, pues bueno, los

conocí y entramos en contacto, y a partir de ahí ya empecé...” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona

“... creo que fue en la página esta hacesfalta.org, en un... no sé qué

vi, busqué un epígrafe de mayores, pinché, y la que me parecía un

poco más, a priori, interesante, me puse en contacto con ellos. X en

este caso me comentó un poco el tema, me convenció, yo le conté

cuáles eran mis limitaciones de tiempo también, pero que podía

contar conmigo en otros momentos y les pareció fenomenal, a mí

también, y ahí estamos...” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid

Lo cierto es que los voluntarios son los que, al tener esa necesidad manifiesta o

latente de ayudar y colaborar de alguna forma con otras personas, están

activamente atentos, buscando, algunos conscientemente, otros de manera

inconsciente, la posibilidad de encontrar la vía indicada para satisfacer esa inquietud

personal; son, por tanto, personas activas, abiertas a experiencias sociales y humanas enriquecedoras, con una mirada, un enfoque, particular sobre las cosas y sobre las personas, características que se irán describiendo y sobre las

que se profundizará a lo largo de este análisis.

“... no recuerdo exactamente... fue por un anuncio, entonces yo me

metí en Internet porque claro, al ver algo que yo hacía tiempo que

quería, que era trabajar con gente mayor y al ver Amics de la Gent

Gran, entonces me metí en Internet a ver lo que hacían, los llamé,

pedí una entrevista con ellos y a partir de ahí fui a dos o tres

sesiones, que nos dieron unas conferencias...” EP Nº 10, Voluntario, 58 años, Barcelona

“... como te digo, yo tenía esta necesidad planteada, busqué

diferentes alternativas, me puse a buscar básicamente por Internet

las cosas que había, y enseguida di con esta asociación, la página

web que tienen ellos es bastante... tiene algunas cosas mejorables,

pero es bastante buena, de una forma clara y apropiada del papel

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que tiene el voluntariado, y la necesidad que tienen estas personas, a

partir de eso ya fue ir a informarme, pero la entrada o la selección fue

por búsqueda mía, por Internet lo encontré y ya fui allá...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona

Actividades en las que participa

Las actividades que desarrollan los voluntarios de Amigos de los Mayores., son el

acompañamiento domiciliario de una persona mayor durante unas horas a la

semana, la participación y/o prestación de ayuda logística en determinadas

actividades que se organizan en la Fundación, así como el acompañamiento de la

persona mayor en actividades personales fuera de casa (vista al médico, por

ejemplo).

“… Llevo casi un año con Amigos de los Mayores, no me acuerdo

cuando empecé, pero más o menos un año, en la primavera,

acompaño a una señora mayor una vez a la semana...” EP Nº 7, Voluntario, 40 años, Madrid

“... he ido a alguna salida a museos, con lo cual he ido a recoger...

normalmente siempre voy a recoger a una señora que es un sol,

entre otras cosas, voy a recogerla a su casa, la acompaño, es una

mujer que tiene dificultades de huesos, la cadera rota, las salidas a

museos y meriendas que se realizan en Amigos de los Mayores cada

15 días, también voy a recoger a una o dos señoras, las acerco...” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid

“… Yo voy a visitar una vez por semana a una persona mayor, o sea,

es domicilio, una vez por semana. Si aparte por ejemplo ella tiene

que ir al médico yo procuro acompañarla, pero lo que se repite es

una vez por semana...” EP Nº 10, Voluntario, 58 años, Barcelona

Las actividades y funcionamiento de Amigos de los Mayores, el cómo se plantean

los compromisos, los tiempos, obligaciones, deberes, etc., encajan muy bien con el

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165

perfil de voluntarios que acuden a la Fundación, ya que les permite compaginar y

organizar la actividad de voluntariado de una manera eficaz y satisfactoria. Los

voluntarios en su mayoría trabajan, estudian, tienen familia y compromisos sociales

de diversa índole, y el hecho de que se les ofrezca y facilite el desarrollar el

voluntariado ajustándolo a sus propias posibilidades, es una característica que

destacan como muy positiva, y un aliciente para la participación. Probablemente el perfil de estos voluntarios difícilmente encajaría en actividades que generasen compromisos de más intensidad en cuanto a frecuencia y/o duración. Este realidad contrasta con las deseos de los mayores que precisamente quieren más intensidad y frecuencia.

“… Yo me apunté para acompañamiento, entonces voy una vez por

semana a ver a una persona con la que estoy muy ligada, como si

fuera familia, algo muy cercano a mí, creo que ya hacen tres años

que voy a visitarla, y luego ocasionalmente ayudo en otras

actividades, he colaborado un par de años en organizar la fiesta de

navidad por ejemplo, he acompañado a mi abuelita a excursiones y a

otras, cuando ha habido alguna fiesta, como la de San Isidro, que ella

estaba mala y no fue, pues me han dicho “ve a recoger a dos

señoras a tal sitio” y las he ido a recoger...” EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid

“… Entonces yo he asistido a las reuniones necesarias para poner en

marcha mi servicio de voluntariado, en cuanto a formación, y luego

me han asignado una persona mayor para dedicarle el servicio de

visita semanal y es lo que he ido haciendo durante este año que

llevo. Al margen de este servicio, poca cosa más he hecho, porque

de vez en cuando si que te piden si puedes ayudar en alguna comida

que organizan, o en algún otro tipo de acto, en acompañar a algún

otro anciano a un sitio, o hacer de coordinador, yo la verdad es que lo

tengo muy limitado a esta... y creo además que es bueno, que la

asociación ofrece la posibilidad de respetar tu necesidad, la que

tienes tú como voluntario, en cuanto a la disponibilidad...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona

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166

Existe también un tipo de voluntarios, con muchos años de experiencia en Amigos

de los Mayores que desarrollan o han desarrollado otro tipo de actividades, además

de las mencionadas, como son la preparación, formación, acompañamiento,

seguimiento de los voluntarios más nuevos, con el fin de tutelarlos e introducirlos

adecuadamente en las tareas y actividades que tienen que desarrollar.

“… A ver, estuve un tiempo, relacionado con el acompañamiento a

domicilio, a través de la coordinadora, necesitaban un grupo como si

dijéramos de tutoría para los voluntarios que entran nuevos, para que

se vayan adaptando un poco a lo que es el acompañamiento a

domicilio, lo que hicieron fue seleccionar a voluntarios que llevaban

un tiempo en la entidad para hacer de tutores. Entonces durante un

tiempo un voluntario que se acababa de incorporar venía conmigo a

la visita, a una o dos visitas de las que hago semanalmente a la

persona que yo atiendo, y venían una o dos veces para ver un poco

cómo te desenvuelves y para que ellos también fueran conociendo

como funciona...” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona

Impedimentos para participar en actividades

Sin restarle importancia a la descripción del perfil de los voluntarios, uno de los factores que más influyen en que los voluntarios no participen en determinadas actividades que se desarrollan en Amigos de los Mayores es la falta de tiempo, como consecuencia de las obligaciones laborales, familiares y

sociales, y no su nivel de conciencia e implicación. Es habitual que aquellos que

tienen que cumplir un horario de trabajo y/o hijos a los que atender, no puedan

asistir a actividades programadas para llevarlas a cabo en horarios más allá de los

comprometidos, así como que no puedan participar en viajes o excursiones con una

duración media o larga.

“… Bueno, a mí me gustaría ir a una de estas vacaciones que hacen,

lo que pasa es que no he podido porque como cogen también días

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167

hábiles y yo trabajo entonces no he podido ir (...) pero quisiera ir a

más visitas, por ejemplo a un paseo que dieron por el Retiro, pero era

por la mañana y entre semana y no pude, si estuviera jubilada podría

ir a más actividades para acompañar, pero con mi trabajo no

puedo...” EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid

“… Hacen viajes pero yo no los he hecho. Es que yo... a ver, es que

por el tiempo... yo con una vez por semana, a mí ya me basta, en

este momento ya me basta, porque tengo esto, porque ayudo a mi

hermano en alguna cosa, ya está, por ahora. Sé que hacen viajes,

porque ella se va afuera a un viaje y yo no he ido, y sé que hacen

tertulias y no voy, pero siempre me han dicho “si quieres ir a tal” o

“¿Puedes recoger a tal?”, “no, no puedo”, o sea que sé que hacen

más cosas que yo no participo...” EP Nº 10, Voluntario, 58 años, Barcelona

Los voluntarios son personas que conocen bien sus limitaciones y obligaciones

objetivas, y desde sus propias realidades vitales, están abiertos a considerar la posibilidad de buscar fórmulas que posibiliten un contacto más frecuente entre persona mayor/voluntario, o la participación más activa en algunas otras

actividades.

“… Sí me gustaría lo que es la asistencia en el domicilio... a ver, una

cosa es que me gustaría y otra que pudiera, yo incluso una de las

cosas que pregunté al principio era si había alguien por Retiro, yo

vivo cercano a Retiro y estoy en una condición que yo pedí que

entendieran...” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid

Tal y como observamos, las limitaciones de participación en algunas actividades

provienen de la falta de tiempo o posibilidades de los voluntarios derivadas de sus

obligaciones profesionales y/o familiares, sin embargo también hay limitaciones derivadas de la persona mayor a quien el voluntario acompaña, ya que, en algunas ocasiones, es la propia persona mayor la que no se anima o no desea

participar en una determinada actividad o, en los casos más graves, en ninguna

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168

actividad que se realice fuera de su hogar; y son a estas circunstancias a las que

debe adaptarse el voluntario, a los deseos “de su persona mayor”, aunque desde

este respeto a los deseos manifestados por los mayores, también en alguna

ocasión, el voluntario trata de motivar la participación conjunta en actividades.

Respecto de esta cuestión, el papel que tiene Amigos de los Mayores en la motivación y la invitación a participar en las actividades, tanto a las personas mayores como a los voluntarios, es de una gran importancia para desarrollar al máximo las capacidades y posibilidades de cada uno de los colectivos que tutela,

voluntarios y personas mayores.

“… Sí, siempre nos mandan boletines, el problema es que mi mayor

no quiere ir a nada, ni salir de su barrio y de su entorno, así que a mí

me hubiera gustado ir a la cena de navidad o a lo que hicieron en

San Isidro, yo debo de estar desde abril porque me acuerdo que en

San Isidro le propuse ir pero no quiso...” EP Nº 7, Voluntario, 40 años, Madrid

“… Sí, y por falta quizás de que alguien me apriete, yo a lo mejor

para eso soy más vaga, a mí si alguien me dice “¿Te comprometes a

esto?”, pues seguramente diría que sí...” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona

III. 6. 4 Valoración del “servicio” que presta a Amigos de los Mayores Aspectos positivos de la relación con Amigos de los Mayores Cuando se trata de diferenciar, desde la visión de los voluntarios, los aspectos que

se consideran positivos respecto de su relación con Amigos de los Mayores y el

trabajo de voluntariado, existe la dificultad que se deriva de que, en última instancia,

estamos hablando de relaciones humanas, de percepciones muy personales, de

valoraciones subjetivas, etc. Por ello, aunque se diferencien sobre el papel y para

facilitar el análisis, muchos de estos aspectos se entremezclan, se trasladan de uno

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169

a otro según la perspectiva desde donde se los observe, y adquieren más o menos

importancia dependiendo de aspectos subjetivos como son las características

personales y de carácter, de cada voluntario.

“… Es una química, es un feed back, en el intercambio. Cuando yo

estoy con las personas mayores me olvido que son de Amics de la

Gent Gran, son relaciones humanas que yo tengo...” EP Nº 9, Voluntario, 59 años, Barcelona

Partiendo de la anterior premisa, se pueden establecer cuatro aspectos que se

perciben como fundamentales para los voluntarios, en cuanto a ser objeto de la

valoración de su relación con Amigos de los Mayores, y lo que la Fundación les

ofrece, y que se organiza alrededor de la relación personal a tres bandas, con las personas mayores, con los voluntarios y con trabajadores de la Fundación, y de la sensación gratificante que produce desarrollar una labor de ayuda positiva a

otra persona; también sobre el hecho de entrar en contacto con el mundo de las

personas mayores; y por último, sobre la posibilidad de satisfacer una necesidad

vital del voluntario:

Para algunos voluntarios, uno de los aspectos más positivos y gratificantes que

les ofrece la relación con Amigos de los Mayores, es el construir una red de relaciones humanas; se podría describir como la satisfacción de una necesidad

social con personas consideradas importantes en el sentido humano, ya sea por

su propia experiencia pasada y presente (personas mayores), ya sea por la

calidad humana que se desprende de su trabajo (voluntarios y/o trabajadores).

“… Sí, de hecho a mí el mundo de la gente mayor siempre me ha

gustado, me he decantado siempre por ahí, de hecho al final de la

carrera tenía ya bastante claro que me quería dedicar a esto. Y

supongo que de ahí viene el voluntariado relacionado con esto, y

bueno, también de que me ha tocado vivir con una persona de edad

bastante avanzada…” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona

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170

“… Pues mira, para mí la mayor satisfacción son los propios

mayores. Yo, aunque conozco a muchos, es verdad que tengo

relación con otros voluntarios, porque algunos pueden ser amigos de

M, familiares, etc. Para mí otra cosa súper importante es la

involucración de M, ahora ya no porque es un número mucho mayor

de mayores, pero en las acciones de voluntariado que yo he ido

todos la conocen, todos la quieren conocer, todos han hablado con

ella alguna vez por teléfono y quizás el resto de los voluntarios no

tengan esa implicación, ese sentimiento que tiene M con la

Fundación Amigos de los Mayores, es un poco parte suya...” EP Nº 6, Voluntario, 33 años, Madrid

Otro de los aspectos positivos percibidos por los voluntarios es el hecho de desarrollar una actividad que es considerada positiva y alentadora para otra persona que lo necesita. Los voluntarios que valoran este aspecto en su

relación con Amigos de los Mayores, en realidad satisfacen una necesidad

personal, aunque altruista, de hacer “el bien” y ser reconocidos en esta tarea.

“… Yo creo que todo voluntario... yo en el altruismo tal cual tampoco

creo en general, creo que todo el mundo lo hace porque se siente

bien haciéndolo, hasta Teresa de Calcuta creo que se sentía bien

haciendo lo que hacía, hasta el más santo en el fondo se siente bien

haciéndolo, y qué más da, si uno se siente bien haciendo bien a otras

personas, dentro de lo que se pueda...” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid

“…Para mí lo más positivo ha sido tener la sensación de que estás

haciendo el bien a una persona, a X, que le estoy ayudando a ser un

poco más feliz, a llevar mejor sus penas, a sentir que tiene una

persona que le comprende, con la que puede hablar y que considera

como su hija, como su consejera. Lo que más me satisface es saber

que la estoy ayudando bastante, porque creo que la ayudo bastante.

Y después, ocasionalmente, organizar estas comidas de navidad y

excursiones y hablar con los otros mayores, porque cuando voy a las

fiestas hablo con otros mayores, a los que ya conozco les saludo, les

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171

pregunto, se ponen contentos, eso me produce mucha satisfacción...”

EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid

Desde una perspectiva más compleja y profunda del primer aspecto

mencionado, los voluntarios valoran y sienten como muy gratificante las posibilidades que les abre la entrada en contacto con el mundo de las personas mayores, porque lo observan como un mundo lleno de experiencias,

de sabiduría, de saber hacer, de valores y maneras de ver y vivir la vida. Quienes

conciben este aspecto como fundamental, lo hacen desde su capacidad personal

de mirar, y la voluntad de aprender, de las personas mayores, desde la

consideración de los mayores como personas con un acervo vital rico y complejo,

del que ni personal ni socialmente se puede prescindir.

“... posiblemente tengan la mente mucho más despierta que la gente

más joven, es gente con una mentalidad muy juvenil, y que están

encerrados en su propio cuerpo que es un cuerpo ya viejo... a lo

mejor tienen gustos de la gente de 25 años, de querer salir por ahí,

pero el cuerpo te acostumbra, sino sería un infierno, pero son

personas, con sus insuficiencias, sus dolores, sus historias, no son

más raros, porque a veces la gente los ve medio raros, en absoluto...

los habrá, como hay raros de 20 años…” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid

“... el mundo de las personas mayores es un mundo muy interesante

porque es un mundo donde entras en contacto con una sabiduría,

que yo creo que a cualquier persona que tenga un mínimo de

sensibilidad le llama la atención, y también es un mundo de una

afectividad... hay veces que haces un servicio de voluntariado, que

puede ser muy útil, pero a nivel afectivo no te proporciona resultados,

porque a lo mejor estás haciendo una labor mecánica o material, en

cambio el mundo de la tercera edad es un mundo de personas que

necesitan cariño, y además cuando les das 10 te devuelven 100, eso

es muy grato...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona

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172

“… Me enriquece la capacidad que tienen de, estando tan

descapitalizados en el sentido físico, económico, familiar, el anciano

sufre una descapitalización de amigos, que se le mueren, de familia

que se va mermando, económicamente... y no estoy hablando de que

pasen necesidades, pero lógicamente el anciano va perdiendo

posibilidades, porque llega un momento en que te tienen que hacer

las cosas... y para mí ese empobrecimiento, descapitalización, ellos

lo saben manejar, como lo saben gestionar, para mí eso es una

lección que me da unas posibilidades enormes. Cuando veo al

anciano que ha tenido la capacidad de preparar el futuro, de

gestionar el envejecimiento personal para cuando esté solo...” EP Nº 9, Voluntario, 59 años, Barcelona

Por último hay que destacar un aspecto, que tienen su origen en el anteriormente

expuesto, y supone una evolución personal desde ahí; se trata de desarrollar la

posibilidad de satisfacer una necesidad vital de “orientarse hacia otros” como una forma de crecimiento personal. Partiendo de una actitud de

reconocimiento y admiración hacia las personas mayores, como fuente de

conocimiento pragmático y sabiduría vital, el sumergirse en su mundo brinda una

serie de satisfacciones, no sólo positivas, sino que para algunos voluntarios, la

inmersión en este mundo, entra a formar parte de su vida de tal manera que a

medio plazo se cuenta con ello, y se ubica en el mismo plano vital como la vida

profesional y la familiar.

“... a día de hoy es una necesidad de vida, yo ahora si, por ejemplo,

por lo que fuera, esta señora ya no me necesitara, pues yo tendría

que buscar otra persona, porque yo me doy cuenta que hay un

momento en el que tú tienes que definir qué sentido tiene tu vida,

entonces cuando tú vas descubriendo algo que le va dando sentido a

tu vida pues ya lo necesitas, ya no puedes eludirlo, lo tienes que

buscar. Porque de otra manera tú sabes que está ahí, está adentro, y

no puedes vivir sin atenderlo, entonces lo que yo antes tenía adentro,

ahora ya lo tengo fuera, ahora ya lo he puesto en marcha. Yo creo

que lo del voluntariado, una vez que empieza, ya no acabas nunca,

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173

es una cosa que tú descubres que allí está el secreto de la vida, en

ayudar a los demás, y no puedes pararlo...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona

Motivaciones El mundo motivacional, desde el análisis de lo que surge en una persona que le

conduce a dedicar altruistamente su tiempo a otras, a personas mayores solas en

concreto, es complejo en la medida en que esclarecer y diferenciar motivaciones en

las que la subjetividad tiene un peso específico importantísimo, resulta complicado.

No obstante, los discursos de los voluntarios de Amigos de los Mayores nos

permiten acercarnos a las motivaciones, y observar que en la mayoría de los casos

basculan o bien hacia motivaciones en las que el peso importante está en el ámbito

socio-subjetivo, o bien hacia lo socio-objetivo. La motivación predominantemente de tipo socio - objetiva tiene su raíz en una toma de conciencia / sentimiento social, que se encauza mediante el trabajo social con un colectivo con tendencia a la marginación social: personas mayores solas con estatus socioeconómico débil. La motivación predominantemente socio – subjetiva, encuentra sus raíces en una tendencia muy personal a la ayuda a “otra” persona concreta para contribuir a mejorar su estado emocional; la primera tiene una mayor dimensión de conciencia social, la segunda tiene una dimensión más personal. Ambas motivaciones pueden ser analizadas

separadamente, pero la realidad es que se entremezclan hasta llegar a difuminar las

diferencias y hacerlas imperceptibles: quien se inicia en este voluntariado con

personas motivado por una fuerte conciencia social, mantiene una tan estrecha

relación con la persona mayor a la que acompaña que adquiere un compromiso

“personal y subjetivo” con ella, quien lo hace desde una postura muy personal, llega

a adquirir una fuerte conciencia social.

A algunos voluntarios lo que les motiva, y por lo que se sienten bien y

satisfechos, es el aspecto más emotivo, sentimental, que surge de la relación entre persona mayor – voluntario, y que se manifiesta en los momentos de felicidad o bienestar que consigue que la persona mayor viva a través de su

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174

presencia; el enfoque está centrado en la persona mayor como individuo único e

irrepetible, y en cómo experimenta sensaciones de bienestar.

“… A ver, yo sólo llegar el sábado por la mañana y cuando me abre

la puerta, la sonrisa que me pone, eso para mí es lo más gratificante.

Porque aparte de lo que puedas dedicar de tiempo y demás, es lo

que comentábamos, cuando llevas tanto tiempo es una relación muy

estrecha, entonces tú también cada semana ya la llamas el día

anterior, le preguntas cómo se encuentra, “mañana vendré, no se

preocupe”, y estás bastante encima...” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona

“… Lo gratificante que es hablar con ellos, que te cuentan unas

historias, y además a mí se me parte el alma, cuando pienso que a lo

mejor dentro de unos años el que me esté contando eso puede ser

mi padre... es que es increíble...” EP Nº 6, Voluntario, 33 años, Madrid

Otros voluntarios, consideran como motivo prioritario el hecho de estar ayudando y contribuyendo a mejorar la calidad de vida de un sector de la sociedad que consideran marginado, olvidado y muchas veces abandonado. La diferencia con la motivación anterior es que esta no deriva del

estado singular de una persona mayor, sino que lo hace del sentimiento de influir

y mejorar estado de un colectivo social frágil que es el de los mayores que viven

situaciones de soledad.

“… Pienso que es un colectivo que está bastante marginado,

marginado entre comillas, en el sentido que al niño pequeño todo el

mundo lo adora, pero cuando una persona se hace mayor es como

que queda apartada. Entonces yo creo que es una franja de vida que

está muy apartada de la sociedad, que se siente muy sola y que

queda aparte de la sociedad y que hay muchas cosas que esas

personas necesitan y que no se valoran. Supongo que me tira más

por ahí….” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona

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175

“… A mí el mundo de los mayores me gusta, principalmente, me

parece... por lo que te he contado antes, porque son los más

necesitados, los más inválidos, en sentido físico y en sentido

espiritual, es gente que ya sabe que su vida está en los últimos

telediarios y que mucha gente está en una situación que... no lo sé,

no me gustaría encontrarme en esa situación yo cuando sea

mayor...” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid

“… Sí, motivada por el hecho de ayudar a alguien, porque creo que

todos deberíamos ayudar a alguien, creo que si todo el mundo

ayudara de alguna forma el mundo sería mucho mejor, eso es lo que

me motiva, porque si pasa un día tras otro y no ayudas a nadie...

para mí la vida tiene mucho más sentido si ayudas a alguien...” EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid

“... quiero decir que a mí lo que más me motiva es que nadie en el

mundo debería estar solo, no por estar solo, pero sí que tengamos

todo cubierto, que tengamos lo mínimo para poder estar bien, y estoy

segura que todavía debe haber mucha más gente que está sola, y

más sola... pero a mí lo que más me gusta es que las personas

sienten que no están solas en la vida, que en un momento

determinado, cuando necesitan algo, tienen una persona que les

puede solucionar, les escucha...” EP Nº 10, Voluntario, 58 años, Barcelona

Esta empatía social que demuestran los voluntarios no hace más que confirmar que

ambas dimensiones, la social y la personal, constituyen en realidad dos caras de

una misma moneda. En algunos voluntarios la motivación de ver a su persona mayor

contenta y con una actitud positiva ante la vida les hace comprender y valorar su

actividad desde un enfoque más social y abstracto, como voluntario que trabaja por

la mejora de la calidad de vida de un colectivo. Asimismo, aquel que comprende esto

último lo hace sabiendo que este esfuerzo se debe concretar, porque no puede ser

de otro modo, en la acción específica sobre una persona. Por ello es frecuente que

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176

estos caminos desde lo abstracto y social hasta lo concreto e individual y vice-versa

se expresen en los discursos de la mayoría de los voluntarios, se entremezclen y

pierdan por momentos su diferencia específica.

“… A ver, por un lado que ellos no tengan tanto sentimiento de

soledad, supongo que es lo que me marcaría bastante el

acompañarles, en esa franja de vida que queda ya a lo último y que

se sienten muy solos. Entonces creo que el acompañamiento de una

persona joven enriquece mucho, tanto por un lado como por el otro,

por lo que te aporta la persona mayor y por lo que tú le puedes

aportar también a ella, porque son mundos bastante diferentes y es

muy enriquecedor en ese sentido...” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona

“... yo creo que hay muy poca sensibilidad con respecto a los

mayores, quizás la mayoría de la gente, de los hijos no se dan cuenta

de la necesidad de ayuda, de acompañamiento y de comprensión

que tienen los mayores. Yo era bastante sensible porque lo veo en

mis padres, y cómo son mis hermanos con ellos, a lo mejor algunos

hermanos son de una forma y otros de otra, entonces me encontraba

bastante sensible con respecto a este tema, me parecía especial, me

pongo en su lugar y siento sus problemas.” EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid

“… Hombre, yo lo hago porque creo que todo el mundo tiene que

hacer algo, o que yo tengo que hacer algo por los demás. Entonces

es verdad que yo con toda mi familia tengo como para ocuparme, y a

veces me siento un poco culpable de que estoy con una extraña y

dejo de lado a gente de mi familia que lo necesita pero también mi

familia está muy arropada, somos muchísimos, vivimos todos cerca,

es más bien por la necesidad de hacer algo. Y es verdad que he ido

descubriendo con el tiempo que a mí me da mucha satisfacción...”

EP Nº 7, Voluntario, 40 años, Madrid

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177

III. 6. 5 Expectativas Partiendo desde la certeza de que las expectativas que los voluntarios de Amigos de

los Mayores tenían cuando entraron a formar parte de las actividades han sido

superadas con creces, tanto si se trata de lo que se esperaba recibir de la relación

con la persona mayor asignada, o a nivel global con la Fundación, a nivel personal y

con otros voluntarios, los voluntarios expresan una gran satisfacción, e incluso asombro, al experimentar no sólo “que reciben más de lo que dan”, sino que lo recibido es algo que no esperaban.

Desde esta consideración global, el trabajo de acompañamiento a personas

mayores solas es percibido por los voluntarios como una actividad en la que

“invierten”, hablando en términos económicos, una cantidad X de esfuerzo y

dedicación que les reporta unos “beneficios” personales muy superiores que, según

sus cálculos, superan en mucho lo esperado. Esto se debe a que si la motivación primera, abstracta y general, es el querer ayudar a personas que viven en situaciones difíciles, lo que se encuentran después son relaciones humanas, afectivas y sentimentales, que les devuelven emociones de índole afectivo, sensaciones de bienestar y satisfacción.

“… Es que la verdad yo no esperaba nada, yo sólo quería ayudar,

entonces una vez metida yo creo que me ha dado mucho más de lo

que esperaba recibir, porque yo no esperaba recibir nada, solamente

que estoy ayudando tanto a X, lo agradecidos que son cuando se les

ayudar, pues en el sentido de la satisfacción que me produce saber

organizan fiestas o excursiones, lo que lo agradecen a los

voluntarios, eso me produce mucha satisfacción, entonces he

recibido mucho más de lo que yo esperaba...” EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid

“... quizás lo más importante de eso es el tema afectivo, tú generas

una relación con una persona y te das cuenta que te hace crecer,

entonces inicialmente sería eso, que el motivo viene de dentro, tú

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178

necesitas hacerlo, pero luego te revierte de una forma que quizás lo

esperabas, pero que siempre desborda lo que esperabas.” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona

Probablemente, en esta sensación de recibir mucho más de lo que se esperaba,

puede influir el que a priori el voluntario infravalore lo que puede recibir de un trabajo

con un colectivo de personas mayores9, que además son frágiles. Desde este juego

de valoraciones iniciales, surge esta percepción de que las expectativas se superan

muy ampliamente.

Un matiz también importante en el ámbito de lo que reciben, esperan recibir los

voluntarios de Amigos de los Mayores, está vinculado a la propia metodología de la organización del trabajo y actividades, muy bien valorada porque consigue un

buen nivel de profesionalidad junto con otros componentes, muy importantes en este

tipo organizaciones, como es el alto grado de humanidad; se trabaja para seres

humanos frágiles y con seres humanos, los voluntarios, que ponen su tiempo y su

esfuerzo altruistamente, al servicio de la Fundación y de las personas mayores.

“…Totalmente, porque además organizan de todo, te dan la

posibilidad de, si la persona no ha podido o no puedes cualquier

cosa, pues llaman y te suplirían, es decir que por supuesto, lo que

pasa es que cuando yo me responsabilizo de algo ya no es aquello

de “oye, que no puedo”, ya me responsabilizo...” EP Nº 10, Voluntario, 58 años, Barcelona

“… Bueno, yo te diría, en cuanto a expectativa que yo tenía respecto

de la asociación, se han visto ampliamente cubiertas. La valoración

que hago yo del funcionamiento de esta asociación es muy buena, yo

creo que tienen una combinación entre profesionalidad y humanidad

es muy buena, lo tienen muy bien atado, saben tanto pensar en que

hay que resolver de forma profesional los problemas que tiene una

persona anciana como entender que hay detalles, momentos, en los

9 Ver el capítulo III. 4 “Las actitudes y percepciones de la población con una predisposición positiva al voluntariado, hacia las personas mayores”

Page 180: 30. El voluntariado como

179

que una frase, un comentario, una llamada, son importantes...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona

III. 6. 6 Sugerencias para mejorar la organización

Desde un tono siempre de plena satisfacción y reconocimiento, y porque lo cierto es

que desde los objetivos de la investigación se trata de buscar el mejorar en lo

posible el funcionamiento de Amigos de los Mayores, se ha tratado de extraer

sugerencias siempre encaminadas a mejorar algo que goza de muy buen estado de

salud. Estas consideraciones se refieren, por un lado a temas de funcionamiento

interno (seguimiento actividad del voluntariado, captación de voluntarios,

evaluaciones, etc.) y por otro lado a cuestiones relacionadas más directamente con

el “servicio” que presta Amigos de los Mayores (actividades, perfil de las personas

mayores beneficiarias, etc.).

Una de las preocupaciones que tienen los voluntarios respecto de la dinámica de

funcionamiento es la cuestión del seguimiento y control de la evolución, problemas, incidencias, etc., que pueden surgir en la relación persona mayor/voluntario. Se sugiere que uno de los aspectos mejorables del “servicio”

podría ser la creación de un “protocolo de seguimiento continuado” en el

tiempo, que involucrara tanto a personas mayores como a voluntarios, de manera

que cada uno, persona mayor y voluntario, pudiera ir informando a la

organización de Amigos de los Mayores, tanto de la buena marcha de la relación

como de posibles incidencias.

“... a mí no me han llamado en todo el tiempo para ver qué tal, me

tuvieron que mandar algo entonces me preguntaron qué tal con esta

mujer, pero nada más, y a ella yo creo que no la han llamado nunca,

eso es lo que yo no entiendo, porque a estas alturas podríamos ya no

vernos, y esta mujer está sola ¿A quién se lo iba a contar? Ella no va

a llamar a Amigos de los Mayores para decir “es que me ha dejado la

voluntaria...” EP Nº 7, Voluntario, 40 años, Madrid

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180

“… Sí, el otro tema importante es el seguimiento. Yo lo que ahí he

visto es que hay poco seguimiento, me da la impresión a mí que

están un poco desbordados, yo soy una persona mas bien prudente y

opté por no dar la lata, no le dije al responsable... porque yo si tengo

un problema ya le informaré, pero si no tengo ningún problema...

pero me extrañó porque pasaron bastantes meses y yo no decía

nada porque controlaba la situación, pero lo lógico es que él me

hubiera dicho algo...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona

Como complemento de este seguimiento del desarrollo de la relación persona

mayor/voluntario, también se sugiere la necesidad de establecer reuniones periódicas de evaluación y valoración con los voluntarios, en las que se trabajen cuestiones relacionadas con la evolución de las necesidades de la persona mayor a la que atienden, las respuesta que el voluntario está en condiciones de dar en un momento dado, ofrecer sugerencias, por parte de la organización, etc.; se trata no sólo de mejorar, sino también de respaldar y de

apoyar en lo posible la respuesta del voluntario, y por tanto de Amigos de los

Mayores, a los cambios vitales de las personas mayores, etc. Tanto el

seguimiento como las evaluaciones se conciben como instancias que pueden

contribuir no sólo a mejorar la relación persona mayor/voluntario, sino que

también pueden maximizar los esfuerzos desplegados por la organización.

“... luego hay otro tema que es más importante, que son reuniones de

valoración porque ¿qué ocurre? Dos cosas, una, que cuando vas

haciendo reuniones tienes cierta información que te va entrando

sobre la persona, pero esa información va modificándose con el

tiempo, porque tú vas comprendiendo, porque esa persona se va

abriendo a ti, entonces vas descubriendo cosas, ese es un primer

tema. Y un segundo tema, que también ocurre mucho con las

personas mayores, es que las circunstancias además cambian, no es

sólo que tú descubres cosas sino que a esa persona le pasa algo.”

EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona

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181

Otra de los aspectos susceptibles de mejora hace referencia al proceso de captación de los voluntarios, y los primeros momentos en los que la Fundación y el voluntario entran en contacto. Se señala la gran importancia

de brindarle a la persona que acude en un primer momento a Amigos de los

Mayores, y ha dado el paso de entablar contacto, una atención lo más

personalizada posible, ya que de ello dependerá no sólo el que dé el paso

definitivo de trabajar en la organización, sino de la calidad del trabajo que pueda

desarrollar. Se trata de escuchar al futuro voluntario, comprender sus

necesidades, sus deseos, sus miedos y posibilidades, con el propósito de guiarlo

y acompañarlo en el proceso de tomar la decisión de adquirir un compromiso con

una persona mayor. La filosofía de que el voluntario es no sólo la cabeza visible de Amigos de los Mayores, sino la base sobre la cual se organiza toda actividad y trabajo de Amigos de los Mayores, es la que debe tenerse siempre presente a la hora de entender a Amigos de los Mayores. Desde

esta filosofía es desde la que debe organizarse el apoyo y el reconocimiento a los

voluntarios desde el primer instante en el que se “acercan” a la Federación, y

otorgarles el reconocimiento, escuchar sus sugerencias, sus opiniones, y

cualquier propuesta de mejora, debería estar siempre presente en la forma de

trabajar de Amigos de los Mayores. Hay algo bien cierto y es que “sin voluntarios”

difícilmente podría Amigos de los Mayores desarrollar los objetivos que son la

esencia misma de su existencia.

”... yo creo que el protagonista de toda esta historia es el voluntario,

no es la persona mayor, y te voy a explicar por qué. Personas

mayores que tengan el problema de la soledad, las hay a punta pala,

desgraciadamente hay muchas, muchas y cada vez va a haber más

(...) no tenemos que ir a buscar más personas mayores, están ahí, al

que tenemos que ir a buscar es al voluntario. Yo creo que la

asociación tiene que dejar de pensar tanto en la persona mayor, fíjate

lo que te digo, que es muy gordo, y pensar más en el voluntario, el

voluntario es la llave del problema. Yo te voy a decir lo que yo como

voluntario vi... yo creo que hay que cambiar el enfoque totalmente, de

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182

la persona mayor al voluntario, si hay que premiar, ensalzar, buscar,

sonreír, llamar y lo que quieras al voluntario...

...

… Entonces lo primero que hay que hacer, es que a la persona que

se presenta ahí con esa inquietud, hay que darle una atención hay

que darle una atención totalmente desproporcionada, hay que

cogerlo, levantarlo, y darle una atención personalizada totalmente. A

esa persona que llega ahí lo tienes que recoger con una cuchara y

ponerlo en el trono, y decir “vamos a escucharte, y ver qué te pasa,

qué ocurre, qué quieres”, hay que ver qué busca esa persona “¿Qué

quieres? ¿Por qué estas aquí?”, no hay que darle tanto la charla,

insisto en que todo lo digo desde el punto de vista constructivo...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona

Un aspecto mejorable relacionado con la actividad misma del voluntariado como

tal, y que se señala con cierta preocupación o inquietud por algunos voluntarios,

es la cuestión del perfil de las personas mayores a las que se atiende; la

percepción de que hay ciertos perfiles de mayores que no se adecuan a los

objetivos de la Fundación, la constatación de esta “desviación” de objetivos, dado

que los recursos son escasos, fundamentalmente los humanos –voluntarios-,

genera una cierta desconfianza en el método de contactación, y sobre todo de la

selección, de las personas mayores solas que realmente necesitan ser atendidas

por Amigos de los Mayores. La sensación que algunos voluntarios han

manifestado es la de que se podría estar dejando sin posibilidades de recibir esta

ayuda a personas mayores muy frágiles, gente que está viviendo una situación

absoluta de soledad, en favor de otras personas mayores que no están en una

situación tan crítica.

“... yo te comento un ejemplo, se hizo una fiesta en navidad, la cual

estuvo muy bien, con gente, en un hotel, magníficamente organizado,

perfecto, yo percibí, a mi entender, yo lo que entiendo que es la

asociación Amigos de los Mayores, que está destinada a gente

realmente necesitada... me pareció que había mucha gente que iba

de merendolas, que realmente no llegaba a necesitar a una

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183

asociación como Amigos de los Mayores...” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid

“... gente que vive con su hija, con el yerno y tal, que va bien

sacarlos, por el hijo que tiene a la madre todo el día de carga, pero

también la gente que más me preocupa es la que está realmente sola

horas y horas, días y días, años y años. Y lo que me preocupa es si

estas personas llegan realmente a esos, porque a veces veo que

gente que va y pienso “ostras, estos se valen por si mismos”, yo no

conozco más casos pero me gustaría saber si eso es... si los que

tienen más soledad y tal están cubiertos me parece perfecto, pero si

no están cubiertos... ¿Me entiendes lo que te quiero decir?” EP Nº 10, Voluntario, 58 años, Barcelona

En relación con las actividades que desarrolla Amigos de los Mayores, cabría

deducir de los discursos de los voluntarios que consideran dos aspectos

mejorables. En primer lugar se hace referencia a la posibilidad de desarrollar un mayor esfuerzo de participación de personas mayores en las actividades que se organizan de forma extraordinaria, es decir, se trata de aprovechar al

máximo estas ocasiones centrando los esfuerzos en lograr el mayor número de

personas mayores. Y en segundo lugar se menciona la posibilidad de incrementar la frecuencia y la periodicidad de las actividades, ya que se

considera que este tipo de actividades no sólo se disfrutan en el momento

puntual de su realización, sino que la persona mayor las vive y prepara desde

días atrás, motivándola, ilusionándola y activándola. Recordemos el capítulo

anterior10 para observar que estas sugerencias son coincidentes con las de las

personas mayores, por lo que deben ser tenidas muy en consideración a la hora

de evaluar el funcionamiento de Amigos de los Mayores.

“... yo creo que se podría aprovechar mucho más, igual que en las

meriendas, yo creo que debería haber más espacio para gente mayor

10 Ver capítulo III. 5 La respuesta de la Fundación Amigos de los Mayores. La visión y evaluación de las personas mayores”, punto III. 5. 6 Deseos y sugerencias

Page 185: 30. El voluntariado como

184

y menos para voluntarios, porque si cada persona traemos a una

persona, al final hay 4 personas mayores y 4 voluntarios...

(...)

… Sí, que se hagan con mayor frecuencia, cada 15 días, porque si se

hacen una vez al mes, la persona tarda un mes en volver a ir a una

merienda, hacerlo de una manera más continua…

(…) … Todas las personas, y sobre todo las que más solas se sienten,

pero yo creo que todas en general, vivimos un poco en el futuro,

previendo cosas, y eso te hace mover también porque te motiva, te

mueve a la acción “mañana voy a hacer esto”. Pues eso por qué no

hacerlo de una manera que sea más... saber que todos los miércoles

o todos los martes una persona tiene una actividad, tienes la vida

estructurada, no es que me levanto y “¿Qué hago?”, me levanto,

pongo la tele y estoy aburrida, lo que dicen ellas es “estoy aburrida...”

EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid

Un apunte más sobre sugerencias emitidas por los voluntarios, es que en el

futuro se contemple la posibilidad de hacer un mayor esfuerzo por diversificar el tipo de actividades (carácter, duración, contexto, etc.) que se organizan, de

modo que, además de “diversificar motivaciones” para atender a una

multiplicidad de personas mayores con gustos y tendencias diversas, se amplíe

las posibilidades de participación de los voluntarios, que probablemente contarían

de este modo con una gama mayor de posibilidades, y por ello mejor capacidad

de adaptarse (en gustos, horarios, obligaciones profesionales y familiares) para

participar activamente.

“… Yo creo que se pueden hacer más reuniones, no simplemente

meriendas, con un carácter... quizás echarle un poco más de

imaginación, pero tampoco soy yo quien para decirlo. Reuniones a lo

mejor monográficas, por ejemplo “va a venir uno a tocar la guitarra”,

“hoy va a venir uno a hacernos un truco de magia”, “hoy vamos a

hablar todos de cuando éramos pequeños”, no sé, algo como para

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185

hacerlo más participativo, un poco más activo...” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid

“... pero a lo mejor lo que les falta es buscar otras alternativas de

voluntariado, que yo entiendo las necesidades de acompañamiento

pero entiendo también que hay que adaptarse al perfil de voluntario

que tienes y buscar otras vías que te puedan ampliar esas bases de

voluntarios…” EP Nº 6, Voluntario, 33 años, Madrid

III. 6. 7 Relación con otros voluntarios y trabajadores de Amigos de los Mayores Fuera de las actividades con personas mayores en las que los voluntarios participan,

no parece que estos últimos desarrollen otros contactos entre ellos, porque en el día

a día de Amigos de los Mayores no se dan oportunidades de establecer algún nivel

de comunicación, intercambio de experiencias.

“… Bueno, experiencias no, es “hola, qué tal”, pero experiencias del

caso concreto, si a alguna se le ha muerto la persona es “ah, que se

a muerto...” pero poquito, en general, pero tampoco son reuniones

para hablar mucho de tú a tú, es muy general, cuando nos vemos,

pero la gente está muy contenta y los usuarios también...” EP Nº 10, Voluntario, 58 años, Barcelona

“… Es puntual, es muy puntual, pero yo creo que tiene que ver

mucho con eso, con el tipo de actividad que yo hago, quedas más

aparte con esa persona y no tanto con voluntarios...” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona

Y, sin embargo, la comunicación entre voluntarios parece necesaria y enriquecedora: compartir experiencias resulta una vía tanto de desahogo, de

empatía, como de intercambio de conocimiento, sensaciones, percepciones de

posibles problemas presentes o de futuro, posibles soluciones que otros han

Page 187: 30. El voluntariado como

186

aplicado ante situaciones similares, etc. Conseguir momentos de encuentro entre

voluntarios, con el sólo objetivo de comunicarse y compartir, puede ser un paso

importante para enriquecer la cotidianeidad su trabajo.

“… Sí, yo creo que es bueno intercambiar experiencias, es bonito,

más que nada por la satisfacción personal de relacionarse y de

comunicarse...” EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid

“... es un punto importante, poner en contacto a los voluntarios,

porque yo una sorpresa que me llevé, porque al principio sí tuve más

contacto con voluntarios, en el momento de presentación y tal, y te

llevas la sorpresa que el voluntariado es muy diverso, hay muchos

motivos para hacerse voluntario y es bonito conocerlos, eso

enriquece, yo creo que poner en contacto a los voluntarios es muy

buena idea, organizar actividades en las que estén los voluntarios al

margen de las personas mayores, que vayan allá y cenen o hablen o

lo que sea...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona

III. 6. 8 ¿Se cumplen los objetivos? Si se observa la forma y el fondo de los discursos de los voluntarios, si se atiende lo

que dicen y lo que no dicen, cómo lo dicen, cuándo lo dicen y por qué lo dicen, se

puede deducir que entienden que el objetivo fundamental de la Fundación, la atención-compañía a las personas mayores solas, se cumple en un nivel mucho más que satisfactorio: los voluntarios mitigan la soledad de las personas mayores, se les escucha, se les ayuda a revalorizar sus vidas; pero también se trasluce de los discursos que, en última instancia, es una ayuda muy limitada en el tiempo, insuficiente en cierto modo, incompleta...

“… Se cumple en parte porque yo voy una vez por semana, y hay

algunas semanas que no puedo, el resto del tiempo... se cumple en

parte, no del todo, y ella se sigue sintiendo sola, no tan sola conmigo,

pero sí sola porque el resto del tiempo pues se siente sola. Lo que

Page 188: 30. El voluntariado como

187

pasa es que cuando voy yo la animo mucho, la acompaño mucho, la

escucho, me cuenta, llora, se desahoga, entonces sí, se cumple en

parte...” EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid

Desde esta visión ciertamente muy positiva, aunque realista, lo que realmente

aprecian los voluntarios de su trabajo, como contribución al cumplimiento del

objetivo de Amigos de los Mayores, se puede concretar en lo siguiente:

Como uno de los valores más importantes del voluntariado, se señala el hecho

de brindar a la persona mayor la posibilidad de conversar, de desahogarse, de

sincerarse, de contar sus problemas pasados, presentes y futuros: ser escuchados de verdad y con interés, es una de las claves que contribuyen a

mejorar la autoestima de la persona mayor, no sólo revalorizando su lugar y

posición en el mundo y en su propia existencia, sino también como una apertura

a la posibilidad de conquistar nuevos terrenos vitales donde poder desarrollarse.

“… Sí, que le resto soledad y le ayudo cuando necesita desahogo, y

la ayudo incluso a reírse a veces, y a hablar de sus cosas con

alguien más, que a lo mejor no tiene otra persona con quien hablar...”

EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid

“… Lo único que yo veo es que ella ha claudicado un poco en la vida,

o sea, no es un mayor que diga “gracias a esto voy a poder hacer

más cosas”, no, eso no es importante para ella, para ella es muy

importante el que la gente lo sepa, se lo cuenta a todo el mundo...

QUE TÚ ESTÁS AHÍ, QUE ERES SU AMIGA...

… Exacto... y el mantener esa pequeña ilusión por la vida, cuando

ella dice que es una carga, que ya no le queda nada, el saber que

hay alguien que depende de ella, porque yo le he dicho muchas

veces que si se muere me va a dar un disgusto... yo creo que es una

tontería pero creo que eso le da más razones para estar viva,

inconscientemente, no creo que se pare a pensar, pero yo la veo que

hace esfuerzos cuando está conmigo. Luego conmigo tiene también

la oportunidad de llorar, porque con su hijo no lo hace, si quiere

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188

hablar de su marido lo hace, que dice que con su hijo no porque si lo

hace se van a poner los dos muy sentimentales...” EP Nº 7, Voluntario, 40 años, Madrid

Es en la conversación, en la escucha activa, en el preocuparse por los

sentimientos del otro, en el compartir las vivencias, en el sentir que hay alguien

que valora tu vida, tu experiencia, tu sabiduría, desde donde se genera un

proceso de recuperación vital en las personas mayores, de superación de

limitaciones personales descubriendo posibilidades, capacidades y habilidades;

es a modo de restitución de la persona mayor a la vida, de volverlas visibles, al menos para un ser humano, el voluntario.

“... yo percibo un cierto alivio mental por su parte, en el momento en

que son capaces de contarle a alguien, sus vivencias, sus problemas,

sus experiencias, y hay alguien que se preocupa, se preocupa de

verdad por ellas, el sólo hecho de preguntarles “¿Qué tal estás?”,

una preocupación real y no solamente “vamos a pasar aquí un rato”,

y eso creo que sí que las alivia. Aceptar mejor su situación de edad,

pues no lo sé, no se lo he preguntado nunca, ellas pues todo lo

contrario, siempre dicen que es un lata ser mayor...” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid

“… Sí, y yo las veo, yo veo mayores, que llevo un contacto con ellos

a lo mejor desde hace 5 años, que los veo una o dos veces al año,

ellos se acuerdan de mí, yo les veo una evolución ¿Sabes qué veo?

Que se hacen amigos entre ellos, y eso es buenísimo, eso quiere

decir que la Fundación consigue hacer piña, y los que van a las

actividades se conozcan y se pregunten que tal están y los que no

van pues se animen a ir más. Yo creo que eso la Fundación sí que lo

ha conseguido, y yo he visto evolución en gente que a lo mejor al

principio era más retraída y al cabo de los años, cuando los he vuelto

a ver... ” EP Nº 6, Voluntario, 33 años, Madrid

Page 190: 30. El voluntariado como

189

Pero no sólo la comunicación entre persona mayor – voluntario es lo que genera

un proceso de cambio en la persona mayor, aunque muy probablemente sea el

desencadenante, sino que en este proceso juega un papel muy importante las dinámicas y posibilidades descubiertas a través de las actividades extraordinarias que organiza Amigos de los Mayores, porque a través de

estas actividades se producen progresos importantes en las personas: cambios

de actitud ante la vida, ahora más positiva; interés por realizar más actividades;

ilusión por compartir y relacionarse con otros mayores; confianza para construir

relaciones de amistad.

“… Entonces sí, está muy contenta, ve que puede hacer cosas que

sino no podría hacer para nada, ver una exposición, o se fue a

Lourdes este verano con ellos, con la asociación... y ya me dice “el

año que viene... me gustaría ir a Lourdes...” EP Nº 10, Voluntario, 58 años, Barcelona

“... si no tuviera esa sensación no hubiera llevado adelante esto, yo

tengo la sensación clara que cada día empujo esa vida y de que eso

tiene resultado real sobre esa persona, y sobre mí mismo también, es

algo que no me lo cuestiono. También sé que hay momentos en los

que te puede entrar una duda, pero eso forma parte de cualquier

aventura humana, lo mismo que Cristóbal Colón cuando navegaba

hacia América, creía que iba a llegar allá pero no lo sabía...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona

Por último cabe mencionar que una de las consecuencias no esperadas de la

relación persona mayor/voluntario, es el hecho constatable de que las familias de las personas mayores solas tienen la oportunidad de enfrentarse de lleno a su actitud vital ante “su persona mayor”: El hecho de que un

voluntario, un extraño de Amigos de los Mayores, que se transforme en un amigo

real para la persona mayor, y sea quien asuma de manera totalmente gratuita,

leal y desinteresada, una parte importante del cuidado emocional de la misma,

pone en evidencia a sus familiares más directos, y en algunos casos les hace

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190

replantearse su actitud, su dedicación, la forma de querer y acompañar a la

persona mayor miembro de su propia familia.

“... también me he dado cuenta que el nieto ahora la visita mucho

más, antes no la veía en meses... entonces yo creo también que esto

es un toque de atención para esta familia, la sobrina esta cuando me

vio... también les pasa que claro, me ven y, no es para que pienses

que soy una snob o lo que sea, pero les choca mucho...” EP Nº 7, Voluntario, 40 años, Madrid

III. 6. 9 Valoración del trabajo de voluntariado. Luces y sombras

Relación persona mayor/voluntario

La relación de los voluntarios con “su persona mayor” se construye poco a poco, lentamente, a base de comunicación, cercanía, respeto y educación. Una

vez que los lazos de confianza se estrechan, la relación inicial se transforma en

amistad, con algunos rasgos que también la podrían posicionar como “familiar”

entendido este concepto en su acepción más positiva.

“… Es una relación... ahora ya se ha convertido casi como de abuela

y de nieta, por entendernos...” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona

Los aspectos más destacables de la relación voluntario – persona mayor, desde la

vertiente de lo que los voluntarios observan en las personas mayores, se podrían

sintetizar en lo siguiente:

La capacidad que tienen los mayores de agradecer el trabajo del voluntario.

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191

La fidelidad que se crea en torno a esta relación y que permite estrechar los

lazos al máximo, llegando incluso, a tener los atributos de una relación familiar. El

voluntario se transforma en muchas ocasiones, en la casi única familia del mayor.

“… Sí, una relación muy estrecha, de muchos años, el saber que esa

persona el momento que estás tú ahí te lo agradece infinitamente, es

una persona que no tiene familia, tiene un sobrino pero es una

relación muy distante, y es una persona soltera, se hace mucho con

los vecinos, es una persona muy abierta a nivel de salidas en el

barrio, es una persona que vas por la calle y la conoce todo el

mundo, pero en el momento en que tú llegas es muy agradecida…”

EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona

Siguiendo en la línea con lo anterior, uno de los aspectos que más valoran de la

persona mayor que acompañan, es, cuando se produce, su actitud positiva ante la vida, su alegría, buen humor. Esta percepción de positivismo es

importante no sólo para el mayor, sino también para el voluntario porque ver y

palpar resultados es una motivación para seguir trabajando y esforzándose por

mejorar la calidad de vida de esa persona mayor.

“… Su positivismo y su alegría.

¿ES UNA PERSONA POSITIVA?

… Sí, y muy alegre, es una persona que se ríe de ella misma y que

cada vez que llegas está con una sonrisa en la cara, no es de

aquellas personas que se quejan, que se encierran en su mundo, en

sus males... no, al contrario, es una persona...” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona

“… Con ella es muy fácil porque tiene buen humor, es positiva con

los problemas que tiene encima, es una persona positiva, fácil de

trato, bromista, estamos siempre de broma, bien, es muy fácil, ha

venido aquí a comer una vez, mi marido que también la conoce se

lleva muy bien... bien, bien...” EP Nº 10, Voluntario, 58 años, Barcelona

Page 193: 30. El voluntariado como

192

Desde la vertiente de los propios voluntarios, el proceso que observan en sí mismos,

lo más destacable de la relación voluntario – persona mayor es lo siguiente:

La gratificación personal de saber que las consecuencias de su trabajo como voluntarios transciende este hecho mismo, y se transforma en una contribución concreta para una persona concreta, a la que además se la tiene

cariño, a mejorar su vida, su calidad de vida. Esta es una de las cuestiones más

valoradas de la relación, y quizá el auténtico motor que impulsa y mantiene a los

voluntarios tan motivados, satisfechos e ilusionados.

“… Lo más positivo para mí desde luego es la satisfacción de estar

haciendo un bien en la vida, eso vamos, claro, me llena de alegría

pensar que gracias a lo poquito que hago mejora su vida. Y lo más

positivo para ella es esa sensación que de repente es alguien...” EP Nº 7, Voluntario, 40 años, Madrid

“... si siento que su vida mejora en algún sentido, su calidad de vida

tiene una cierta mejora, no sé si tanto en un nivel espiritual (...) o la

llevo tres revistas y eso ha hecho que esa mujer esa tarde haya

pasado dos horas viendo el Hola...” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid

Hay voluntarios que llegan a concebir su relación con la persona mayor como un vehículo, como una vía de realización personal, como el camino que

les permite crecer como personas y desarrollar y encauzar el deseo de trabajar

en beneficio de otras personas. Algunos muestran en las entrevistas que

realmente es para ellos para quienes resulta realmente enriquecedora a relación

con la persona mayor.

“... la clave es que cuando descubres... creo que es un

descubrimiento universal, por decirlo así, no por decirlo, es así,

cuando descubres que darte en la vida es el secreto, entonces... ya

Page 194: 30. El voluntariado como

193

no puedes parar de hacerlo, y la persona a la que tú atiendes, de

alguna forma... de alguna forma no, totalmente, está dando respuesta

a tu vida, con lo cual tú necesitas...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona

La admiración que produce observar y constatar la calidad humana de la persona mayor que acompañan, su capacidad de compartir, de abrirse y mostrarse claramente ante el voluntario tal cual es. Este es uno de los

aspectos que contribuyen a que el voluntario, en el proceso de ejercer su

voluntariado con la persona mayor, perciba que es él mismo quien está creciendo

también como persona, que está desarrollando aspectos de su personalidad que

antes no había podido manifestar.

“… Es que es una persona, para mí, única, es una persona

buenísima, que además tiene una voluntad para ayudar a los demás,

porque en la misma residencia, ella no estando bien, se pone a

ayudar a los que están peor, y cuando entra uno nuevo le lleva, le

enseña, y hasta que no se encuentra ya bien en la residencia no la

deja, a los que andan peor, los coge del brazo y los lleva de un sitio a

otro, es que es buenísima, le llaman sor X. Además es una persona

de mente muy abierta, comprende por ejemplo lo que son las ideas

de los jóvenes, las comprende perfectamente, no es nada cerrada...”

EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid

“… Es un encanto, es muy simpática, muy agradable, otra cosa no

puedo decir, es una persona que tiene mucho sentido común a pesar

de tener una trayectoria vital cultural que a lo mejor no ha podido

superarse mucho, pero a lo mejor hablando y comentando cómo es

la vida y contando cosas de su juventud y de cómo conoció a su

marido, son experiencias vitales muy interesantes….” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid

Page 195: 30. El voluntariado como

194

Actividades que realizan juntos, iniciativa, dificultades

Sobre las actividades que voluntario y persona mayor realizan juntos en el rato

semanal en el que se produce el acompañamiento se han hecho ya referencias

anteriormente, en el capítulo III. 5; las siguientes citas ilustran una vez más estas

actividades: desde simplemente charlar, dar una vuelta por el barrio, comer juntos, y

hasta acompañar a la persona mayor al médico.

“… Pues llego, charlamos un poco a ver cómo ha ido la semana,

cómo se encuentra, y luego lo que hacemos es salir, vamos a dar

una vuelta por el barrio, ya tenemos la ruta, y vamos a almorzar, a

tomar un café, y a veces la acompaño porque necesita algo puntual

de compra...” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona

“… Sí, pasear, acompañarla a hacer alguna compra de ropa, incluso

al médico, le he acompañado a hacerse pruebas, al ambulatorio, a

arreglar algún papel... y luego en su casa escucharle, y hablar con

ella, y ver las telenovelas, estar dos horas, dos horas y pico con

ella...” EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid

“… Claro, damos un paseo, nos paramos a hablar con no sé quién,

nos paramos en un banco, es mucho más fácil que se te pasen dos

horas, cuando estamos en su casa llega un momento que no

tenemos mucho que hablar, yo lo que hago es que a veces voy a

comer con ella, llevo la comida y como con ella...” EP Nº 7, Voluntario, 40 años, Madrid

En la toma de decisión sobre qué hacer juntos en el rato de acompañamiento

semanal, son habitualmente los voluntarios quienes toman la iniciativa, una vez que conocen bien los gustos, las aficiones o simplemente las necesidades concretas de la persona mayor a quien se acompaña. A pesar de que la iniciativa

parezca sólo asunto de los voluntarios, el hecho es que es compartida por la

persona mayor precisamente porque, implícitamente, está basada en lo que el

voluntario observa en ella sobre los gustos, apetencias, estados de ánimo. En este

Page 196: 30. El voluntariado como

195

sentido el voluntario adopta un papel de psicólogo - observador que aplica en cada

ocasión lo que considera mejor. En obvio que la persona mayor, la parte más frágil

en la relación que se establece entre ambos, se adapte a las propuestas, que, por

otro lado analizadas desde sus discursos, para nada se han criticado sino más bien

lo contrario11.

“… Es que yo creo que depende de la personalidad, es verdad que

casi siempre son los voluntarios, pero hay mayores que están

esperando que tú les digas “¿Salimos a bailar?”, “Si, ya”, pero es

verdad que la mayoría de las veces son los voluntarios, menos esos

mayores que llevan ahí toda la vida y que ya están como Pedro por

su casa... que son ellos los que te levantan de la silla para bailar. En

general son los voluntarios, es gente muy alegre, dinámica...” EP Nº 6, Voluntario, 33 años, Madrid

“… Normalmente suelo ser yo la que le comento “vamos a pasear,

vamos a tomar un café”, pero ella no tanto porque no le apetezca yo

creo sino por no pensar que es una carga para mí...” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona

Desde esta satisfacción explícitamente reconocida por ambas partes, hay algunos

aspectos que merecen la atención, porque son a modo de “sombras” que pueden

ser subsanadas si se reconocen, se ponen encima de la mesa y hay buena

disposición para trabajar con ellas:

Hay voluntarios que manifiestan cierta sensación de monotonía, de cansancio por una situación que se repite una y otra vez, incluso con tintes de

resignación ante una relación que por momentos observan algo estancada. Esta

sensación se manifiesta en voluntarios más jóvenes, probablemente con menos

“recursos personales” para hacer frente a este tipo de sensaciones.

11 Capítulo III. 5, apartado III.5.2 La relación con Amigos de los Mayores… Actividades en las que participan las personas mayores, y apartado III. 5. 3 Valoración del servicio que recibe de Amigos de los Mayores… Relación con Amigos de los Mayores: compañía del voluntario, ampliación de horizontes, actividades

Page 197: 30. El voluntariado como

196

“… Sí, porque siempre es lo mismo, eso es así, ha ido a comprar, ha

ido la trabajadora familiar, ha ido a la doctora, ha ido al médico, lo

que sea... luego hablamos mucho de las cosas de antes, ella ha sido

una persona que le gustaba mucho hacer excursiones, te explica

viajes, te explica anécdotas, te explica de cuando trabajaba en las

escuelas, muchas anécdotas de las escuelas, ella también trabajaba

como cocinera, te explica mucho cosas de ese estilo. Yo también le

comento mi semana “he hecho esto, he hecho lo otro....” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona

Otra índole de dificultades son las que se derivan del cansancio que les producen sus obligaciones laborales y familiares, su vida cotidiana; el

voluntario es consciente de que el acompañamiento a la persona mayor requiere

un esfuerzo añadido a su vida profesional y familiar, y por muy gratificante que

sea la relación y el fruto de su esfuerzo, la dedicación y atención son importantes

y requieren tiempo y un buen estado de ánimo.

“… Pero eso me ha pasado no por ella, yo nunca me canso de estar

con ella, es porque salgo tan agotada del trabajo, tan agotada (...)

que digo “ahora tengo que ir a ver a X...”, no por ella, sino porque me

encuentro muy, muy cansada, cuando estoy en su casa estoy muy

cansada, no estoy a gusto, luego digo “tengo que ir a casa, y voy a

llegar tarde...”, pero el problema es por mí, pero por estar con ella no,

no es por estar con ella...” EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid

Por otro lado también hay que destacar la percepción en algunos voluntarios de

sensaciones de verse superados por el compromiso que han adquirido, aunque después lo cumplan sin reservas, se deja ver a través de sus

discursos las dificultad de seguir motivados para continuar con su trabajo como

voluntarios. Probablemente es en esta fase, superada la primera de tomar la

decisión de trabajar como voluntarios con personas mayores, cuando más cerca

del voluntario debería estar Amigos de los Mayores; no se trata de “captar” voluntarios sino también de mantener vivas las motivaciones, los impulsos positivos, trabajando con ellos para que no sientan la sensación de

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197

“soledad” ante su trabajo. Es una labor que Amigos de los Mayores debería asumir como propia y de gran importancia porque su existencia y el

cumplimiento de sus objetivos, depende del trabajo buen trabajo de los

voluntarios, son su base más sólida,

“… Me cuesta porque es un compromiso, cualquier compromiso, el

saber que no puedes fallar, estoy pensando toda la semana “a ver

cuándo puedo encontrar hueco”, eso es lo que me cuesta. Luego

estar con ella sí, a veces me cuesta, ella es una persona muy mayor,

se repite mucho...” EP Nº 7, Voluntario, 40 años, Madrid

Una profundización en lo anterior son las manifestaciones alrededor de las

sensaciones confusas que se producen cuando, desde la demanda comprensible de la persona mayor, el voluntario se ve en la tesitura de traspasar los límites de su relación – acción de voluntario, para entrar en

una relación con un nivel de implicación más cercano al ámbito familiar; ahí se

pueden producir dudas sobre hasta dónde se puede o se debe llegar en el

compromiso con la persona mayor, conociendo, además, su demanda es y

probablemente será creciente. De nuevo el papel de Amigos de los Mayores es decisivo, para apoyar, para estar al lado del voluntario y tratar de establecer los límites, revisando la trayectoria concreta, probablemente a la luz de otras trayectorias y experiencias que Amigos de los Mayores posee de lo que el

mayor demanda y el voluntario puede llegar a ofrecer.

“… Sí, es decir “la voy a poner un sistema de calefacción”, bien,

puedes hacerlo, eso está bien, pero tienes que ponerte a ello, a

hacerlo, y lo dejas para mañana, no sabes hasta qué punto es tu

labor o tu misión y por qué esta señora y no otra, al final puedes

tener incluso algún tipo de conflicto, “¿por qué no la doy 100 euros?

Si para mí no representa”, yo de hecho se lo ofrezco “si tu tuvieras

alguna necesidad de alguna cosa… ” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid

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198

Barreras entre persona mayor y voluntario

En las líneas anteriores se han analizado las dificultades por la que pueden

atravesar los voluntarios en la relación con la persona mayor; son dificultades de

índole fundamentalmente subjetiva; a continuación se analizan otro tipo de

dificultades que tienen más que ver con “las barreras objetivas” entre persona mayor

y voluntario, y que sin ser unas barreras insalvables, los voluntarios las perciben,

considerando que se derivan de dos causas principalmente.

Las barreras que genera la situación de deterioro físico y vital de la persona mayor, y que requiere un esfuerzo adicional por parte del voluntario para empatizar con ella, y que no siempre resulta suficiente como

para asumir y sobrellevar esta dificultad; a pesar de ello, este tipo de barrera no

es insalvable, sólo exige una dosis mayor de paciencia y comprensión.

“… Sí, a veces sí que me ha pasado, sobre todo porque son

personas mayores, no tienen memoria, entonces esas historias te las

cuentan 10 veces más de lo que ya te han explicado, pero supongo

que es pensar y ponerte en su lugar y... compensar un poco todo.

Igual en un momento ya te aburres de la historia, pero es lógico, la

vuelves a escuchar. Sí que hay determinados momentos en que

pasa, supongo que porque somos personas y tenemos días de todo

tipo, un día te puede costar un poco más y otros no tanto...” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona

Hay otras barreras que se derivan de la diferencia generacional entre la persona mayor y el voluntario12. Los voluntarios son conscientes de que los

modos de entender la vida, la familia y sus obligaciones, de las personas

mayores pueden llegar a ser muy diferentes a los suyos; esta barrera

evidentemente es más frecuente y/o intensa en los voluntarios más jóvenes, o

bien en aquellos que no han conocido ni convivido con las generaciones más

12 Ver capítulo III. 5La respuesta de al Fundación “Amigos de los Mayores”: La visión y evaluación de las personas mayores; III. 5.6 Deseos, sugerencias

Page 200: 30. El voluntariado como

199

mayores de su familia, y pueden llegar a tener una cierta dificultad para entender

los códigos, los valores, incluso el entorno y el hábitat, de una generación como

la de quienes está actualmente por encima de los 70 u 80 años.

“... o los abuelos están más lejos, o se ha perdido ese conjunto de

familia en el que se reúnen todos y el abuelo es parte de ellos, yo he

vivido más de 20 años con mi abuelo, en mi casa, entonces eso

quizás me hace verlos como alguien más de la familia...” EP Nº 6, Voluntario, 33 años, Madrid

“… Una cosa que a mí me parece es que para la gente joven es duro

ir a la casa de un mayor y verlo como vive, porque nosotros estamos

acostumbrados a unas comodidades y un diseño de casas moderno,

con todas las funcionalidades y entrar en la casa de un mayor que

ves que la cocina casi es de carbón, que tiene el techo altísimo y no

lo pinta, esas cosas a un voluntario joven le tienen que impactar, no

estamos acostumbrados...” EP Nº 6, Voluntario, 33 años, Madrid

“… A lo mejor por propio prejuicio del mayor que lo ve como su nieto

que no le hace ni caso, “bueno, esta va a ser igual que mi nieto que

viene una vez al año y porque quiere que le de la paga...” EP Nº 6, Voluntario, 33 años, Madrid

Proceso de selección del voluntario/persona mayor Desde la perspectiva de las dificultades subjetivas de los voluntarios, y de las

barreras reales, la cuestión de cómo se “emparejan” voluntarios- mayores, adquiere una relevancia importante, y ahí es decisivo el papel de Amigos de los Mayores debido a que, si se eliminan de antemano posibles problemas que esta

investigación está poniendo de manifiesto y sacando a la luz, se estará trabajando

para garantizar una mejor relación voluntario – persona, cuestión clave y también

puesta de manifiesto por la investigación, para que el objetivo de acompañar a las

personas mayores se cumpla con las mayores cotas de éxito. Aunque no hay

sugerencias concretas sobre cual es la mejor fórmula de “emparejamiento”, si se

Page 201: 30. El voluntariado como

200

manifiesta la necesidad de que hay que mejorar este aspecto del funcionamiento de

Amigos de los Mayores. Los voluntarios son conscientes de la importancia de una

buena selección y emparejamiento, porque de ello puede depender la naturaleza

futura de la relación entre persona mayor/voluntario, eje fundamental de todo el

funcionamiento de Amigos de los Mayores, y precisamente por ello, consideran que la responsabilidad de definir los perfiles, tanto de mayores como de voluntarios, para después emparejarlos, recae lógicamente en Amigos de los Mayores. Es por tanto necesario conocer a fondo al voluntario, sus expectativas,

más allá de su disponibilidad real, su carácter, aficiones, gustos, aficiones, etc., para

poner en relación personas y caracteres que, a priori, tengan el máximo en común.

“... yo creo que tiene que haber más de una entrevista para decir

“vamos a entender a este chaval que ha venido aquí, qué quiere”,

ese tipo de situación, porque hay personas que hay cosas que no les

gustan, el voluntariado lo bonito que tiene es que tú te das pero lo

puedes hacer de muchas maneras, entonces pues busquemos la

mejor manera, hay uno que le gusta dar al martillo y a otro le gusta

dar al asador, buscas uno que le de a su manera, hay gente le gusta

mucho hablar, hay gente que le gusta pasear, otra que le gusta salir

a la calle y hay gente que no. Eso hay que aclararlo, parece una

tontería pero no, es crucial...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona

En línea con esta reflexión, no se debe perder de vista que una de las principales

barreras objetivas, y por tanto un importante factor de incompatibilidad, es la distancia cultural y social que separa a la persona mayor del voluntario; sin embargo, más que tratarse de una cuestión que se remite a la edad como factor de mayor peso, esta incompatibilidad es consecuencia de las diferentes experiencias vitales de cada cual, de la capacidad de cada uno de empatizar con

las del otro, de las relaciones que haya podido tener el voluntario con mayores de su

familia (con sus abuelos), de las relaciones que haya podido tener la persona mayor

con miembros más jóvenes de su familia (con sus nietos); elementos todos que

Page 202: 30. El voluntariado como

201

pueden ser observados, analizados con anterioridad a establecer la relación persona

mayor - voluntario.

“… Yo creo que sería fundamental, básico, porque tienes de qué

hablar con la persona. Es que un poco hablando de los perfiles de los

voluntarios, yo he visto a los mayores muchas veces casi más a

gusto con personas más mayores que con jóvenes, por lo que tú

dices, quizás las personas más jóvenes, sobre todo las chicas que

son voluntarias, a lo mejor no tienen tantas cosas en común y a los

mayores los he visto más cómodos con una persona de 40 años…”

EP Nº 6, Voluntario, 33 años, Madrid

A pesar de todo ello, la mayoría de los voluntarios señalan que la relación con su

persona mayor es satisfactoria, que sus perfiles son compatibles y que en general

están contentos con la elección.

“... lo que sí es verdad es que congeniamos muchísimo desde el

principio, entonces yo me imagino que debe de haber alguna

evaluación, porque normalmente las acompañantes congenian

mucho con los mayores…” EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid

III. 6. 10 El futuro, Amigos de los Mayores, y el voluntariado Las perspectivas de futuro

En relación con su futuro como voluntarios en el mundo de las personas mayores

que viven en soledad, los entrevistados consideran que desde el compromiso personal adquirido con “su persona mayor”, la relación que los une en estos momentos sólo terminaría por motivos de fuerza mayor, la muerte del mayor; los voluntarios expresan claramente sus motivaciones de cara al futuro: continuar

con su voluntariado con la persona asignada, seguir acompañándola y ayudándola

Page 203: 30. El voluntariado como

202

en la medida de sus posibilidades y satisfacer sus necesidades cambiantes,

cualesquiera que sean.

“… No lo sé, yo pienso que es una relación... siempre he pensado

que hacer voluntariado es un compromiso, más cuando estás con

una persona mayor, de una edad avanzada, cuando ya has llegado a

este punto, es ya un acompañamiento hasta el final, como quien

dice... luego, cuando llegue el momento, quizás me lo plantee, pero

por hacer un poco parón...” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona

“... cuando me dijeron que si te comprometes te tienes que

comprometer de por vida me acuerdo que aquello me asustó mucho

porque pensé “yo qué sé dónde va a estar mi vida o mi futuro en

unos años”, pero ahora entiendo perfectamente que si me he

comprometido me he comprometido, yo en muchos años a esta

mujer no la puedo dejar, mi idea es seguir hasta que se muera y

luego ya tendría que ver cómo están mis circunstancias personales

también...” EP Nº 7, Voluntario, 40 años, Madrid

“… Yo esto muchos días no porque te van saliendo cosas o tienes

que hacer... entonces yo con un día por semana me vale, a mi me

gusta la persona, y si esta persona necesitara más porque está en

una edad muy avanzada, pues también le daría más, pero...” EP Nº 10, Voluntario, 58 años, Barcelona

Por tanto, existe la garantía y seguridad de que los voluntarios conciben su actividad

con la persona mayor como una obligación, eso sí, autoimpuesta, que no tienen

disposición de abandonar. Si en primer momento el compromiso pudiera haber

tenido un carácter más de tipo social y abstracto, la evolución generada desde la

propia relación voluntario – persona mayor, deriva en la construcción de lazos

emocionales, que se mueven entre la amistad y lo familiar, que consolidan día a día

una relación duradera en el tiempo. Otra cuestión es las decisiones personales que

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203

van más allá de la persona mayor concreta que actualmente, atienden; ahí se

pueden producir dudas, cansancio, etc., tal y como vemos en las anteriores citas.

La formación

Los voluntarios entrevistados manifiestan necesidad de una cierta formación, y que probablemente la formación que demandan no se establezca en los términos en los que se establece “la formación” entendida habitualmente. Los

propios voluntarios diferencian dos tipos de formación: una que proviene, por decirlo

de un modo muy gráfico, de sí mismos, de la experiencia personal de cada uno, de

su historia de vida, de su capital social, de las relaciones sociales y familiares que

haya podido desarrollar; y otra “externa” que proviene del conocimiento de aspectos

específicos del mundo de los mayores, que es transmitida por especialistas y

personal preparado para la formación en este ámbito:

Los voluntarios señalan que hay una preparación, una formación, que proviene del sentido común y de la experiencia vital de cada voluntario. Lo

fundamental según esta opinión es tener una actitud ante la persona mayor de

empatía, respeto y atención, que o bien lo ha dado la experiencia previa y/o

actual con otras personas mayores, habitualmente familiares, o bien es fruto de la

propia capacidad de adaptación y comprensión de las necesidades vitales de

quien tienen delante.

“… Preparación yo creo que no hace falta mucha, yo creo que es

poner la oreja y hacer preguntas, preocuparte de verdad por la gente

que tienes al lado, yo creo que es la única preparación que hace falta

hasta lo que yo entiendo, a lo mejor si yo fuera médico a lo mejor

podría tener otro tipo de preparación. Pero creo que en general es

querer hacerlo y que te guste hacerlo...” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid

“… Yo creo que el que ya viene... si ya viene a una asociación de

gente mayor, ya viene porque ha tenido abuelos o en su familia ha

Page 205: 30. El voluntariado como

204

vivido gente mayor, esto se tiene un poco... ya te digo, en mi familia

ha habido gente mayor que ha sido encantadora con nosotros, mis

tías y tal que han vivido hasta los 90 y pico de años y les hemos dado

todo. Entonces esto yo creo que se lleva dentro, yo creo que por las

otras personas que veo cuando vamos a reuniones, todos viven

encantados con sus personas, yo no creo que necesiten mucho...

claro, hay personas con las que no me he relacionado, pero hay

personas que llegan ya sensibilizadas con este tema…” EP Nº 10, Voluntario, 58 años, Barcelona

Pero también se pone de manifiesto la necesidad de obtener una preparación más específica acerca de las características del mundo de los mayores, enfocada tanto al colectivo, como hacia el conocimiento de las características concretas de la persona mayor que es asignada a cada voluntario. La formación centrada en el conocimiento de las características del

colectivo en general, personas mayores que viven en situación de soledad, daría

herramientas a los voluntarios para orientar de manera más certera y global su

voluntariado, así como añadir a su voluntad una mayor sensibilización con los

aspectos más importantes o críticos que rodean a la persona mayor que

atienden. Y la formación centrada en las características específicas de cada

persona mayor atendida brindaría al voluntario más recursos, y sobre todo una

capacidad mayor, para adaptarse a las necesidades de su persona mayor

concreta.

“… El tutor tuyo pues que te prepare, porque a mí la preparación que

me dieron fue que quedé con la responsable que me llevaba a mí 10

minutos antes de subir a la casa y me dio tres datos, yo creo que eso

es pobre, yo creo que te tienen que preparar porque el primer

encuentro con la persona mayor es importante, entonces tener más

información que te de juego es muy útil, yo creo que te la tienen que

dar. Después hay otro tipo de formación personalizada que sería de

seguimiento, de momento te he hablado de formación inicial, muy

bien, formación personalizada inicial, tienen que mejorarla...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona

Page 206: 30. El voluntariado como

205

“… El tema de las enfermedades por ejemplo, la última vez que yo

subía a por una persona mayor me tocó calzarla, era una persona

muy delgadita, con su pellejito... pues ese tipo de cosas que a lo

mejor yo no las había hecho ni con mi abuelo, para eso hay que estar

también un poco preparado yo creo, tienes que sensibilizar...” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona

Acerca del futuro de Amigos de los Mayores

La necesidad de la existencia de Amigos de los Mayores es un hecho

incuestionable, pero no sólo su existencia sino la intensificación y profundización de

su esfuerzo: llegar a más personas mayores solas, aglutinar a más voluntarios e intensificar la formación de éstos.

Es por tanto necesario desarrollar más y mejor el trabajo actual, pero además, desde

los voluntarios, se reclama que Amigos de los Mayores asuma un trabajo de

concienciación que va más allá: transmitir a la sociedad, a la opinión pública, los problemas que rodean la vida cotidiana de las personas mayores solas; se trata de dar voz a este colectivo de personas para que se visualicen sus necesidades, sus problemas, pero también sus satisfacciones, lo que les hace felices. El reto es lograr que la soledad de las personas mayores se haga visible, no

quede confinado al ámbito doméstico de cada persona mayor sola, y que la

sociedad asuma como propio un problema de tal gravedad y calado social; el fin

último de colaborar a esta visualización y toma de conciencia social, no es otro que

generar soluciones desde todos los ámbitos, privados –familia, organizaciones

sociales… - y públicos.

“… Yo creo que dar voz a las personas mayores, sobre todo, creo.

Supongo que es a través de este tipo de entidades que, ellos, este

sector, se puede hacer oír más, en el sentido de que no estén tan

excluidos, que se de a conocer más las inquietudes de las personas

mayores.” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona

Page 207: 30. El voluntariado como

206

“… A ver, qué puede aportar, primero, el paliar la soledad de los

mayores, el ayudarles a no sufrir tanto, porque tienen muchas

limitaciones, muchas cosas que no pueden hacer ellos y que no

tienen a nadie que se las haga, y eso les hace sufrir y les frustra

muchísimo. Y luego, que si cada vez hay más gente que comprende

y tiene una sensibilidad hacia los mayores, y comprenden que los

mayores necesitan ayuda, habrá más gente que se porte mejor

incluso con sus propios padres, con sus tíos, con sus familiares,

porque están más sensibilizados... entonces a lo mejor lo que vendría

muy bien es cierta propaganda destinada a la ciudadanía, en relación

con la ayuda a los mayores...” EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid

La evolución del voluntariado

La visión de la evolución del voluntariado desde los propios voluntarios, y

específicamente el relacionado con las personas mayores, no es muy

esperanzadora; la razón se encuentra en las características adversas del contexto social, familiar, profesional actual, bastante adverso a fomentar el voluntariado en general, y el que se puede desarrollar con personas mayores en concreto13.

“… No sé, porque cada vez hay más voluntarios, pero el crecimiento

de voluntarios es muy lento, y no lo sé, porque por ejemplo los de mi

generación, estamos pensando en que nuestros hijos no se van a

ocupar de nosotros, nos vamos a tener que meter en una residencia,

eso es en parte culpa nuestra por cómo les educamos, porque la

educación que les hemos dado les ha hecho en cierta forma

egoístas. Entonces la verdad es que por un lado no lo sé, pero por

otro lado... no sé, yo en esto no soy muy optimista, no creo que en el

futuro haya mucha gente que se quiera ocupar de los mayores, que a

13 Ver capítulo III. 4 Análisis cualitativo de las percepciones y actitudes de la población, con una predisposición positiva la voluntariado, hacia las personas mayores. Las barreras reales y simbólicas. III.4.4 Las motivaciones para trabajar con colectivos de personas vulnerables.

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207

lo mejor la juventud está cada vez más sensibilizada que hay que

ayudar, que hay que formar parte de una ONG, entonces por ese

lado puede ser que sí...” EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid

Sin embargo, y a pesar del contexto social desfavorable, se aprecian también ciertas

tendencias positivas, sobre todo entre los jóvenes, que permiten pensar con cierto

optimismo en el futuro. Para ello, según la opinión de los voluntarios, es preciso

poner énfasis en la información, difusión y visualización sobre el mundo de posibilidades que se abre en el ámbito del voluntariado, y que, en relación con el focalizado hacia las personas mayores solas, puede ofrecer y explicar los modos concretos de participar y de colaborar a muchas personas que

desconocen estas alternativas, aun teniendo alguna predisposición a ser voluntarios

en este ámbito concreto. La presencia constante en medios de comunicación, y en cualquier soporte, es imprescindible para estar socialmente presente, y éste es un gran reto para Amigos de los Mayores.

“… Yo es que veo que la sociedad ahora mismo, como está el tema

en España, aquí todo el mundo va a lo suyo... no todo el mundo,

desde luego hace unos años no había voluntariados como hay ahora,

que es una maravilla, hay mucha gente ahí, sobre todo gente joven...

yo creo que falta un poco el empujar a la gente a coordinarlo, porque

estoy convencida que hay gente mayor, que no es muy mayor, que

podría estar haciendo esta función y a lo mejor no saben ni por

dónde empezar ni cómo hacerlo, entonces el que tiene su parroquia

en donde existe eso genial, porque ahí se entera y se apunta, pero

hay mucha gente por ahí que está muy perdida que podría estar

haciendo cosas...” EP Nº 7, Voluntario, 40 años, Madrid

“... creo que hay, como en toda la vida, mucha tontería. En el

voluntariado pues hay mucha tontería. Entonces pues en la acera de

al lado hay gente que necesita mucho más tu ayuda que otras cosas

muy aparentemente rimbombantes, por ejemplo “la paz”, esas cosas

que quedan muy bien pero son huecas y vacías totalmente, huecas y

vacías (...) creo que también falta un poco de información, en cuanto

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208

a cosas que se pueden hacer en el día a día, yo no sé cómo a la

gente no se le cae el corazón cuando ve que un anciano muere...

porque no somos conscientes, somos una sociedad que vivimos de

espaldas a la muerte, entonces también estamos un poco de

espaldas a la vejez...” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid

Junto a la presencia activa en los medios de comunicación, es precisos desarrollar

un esfuerzo para lograr transmitir cuáles son las realidades sociales que se intentan

transformar, la extrema soledad de algunas personas mayores, identificando y

haciendo, una vez más visibles, las necesidades generales y específicas de

situaciones objetivables y tipificables, con el fin de, no sólo acercar más personas

predispuestas a colaborar como voluntarios, sino también que quien se acerque

sepa qué trabajo puede desempeñar, cómo lo va a hacer, por qué… etc.

“... entonces aquí la clave es que la persona que tiene esa necesidad

vea que hay ahí una utilidad a resolver, una necesidad a cubrir de

forma real, esto que te comentaba antes de la soledad ¿cómo se

transmite eso? Pues eso es lo que hay que conseguir, realmente, el

voluntario tiene que darse cuenta de lo que es la soledad, porque

además hoy en día, el voluntario de la gama joven, mediana, no sabe

lo que es la soledad, hay tanto ruido que nadie vive en soledad, viven

siempre con ruido...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona

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209

IV.- CONCLUSIONES

IV.1 LOS DATOS

Los datos sobre las personas mayores en España reflejan que: ► El número de personas mayores en España se incrementa, debido a que la

esperanza de vida ha crecido de manera notable en las últimas décadas y se ha

producido una reducción de la mortalidad en las personas mayores. También se

está produciendo un envejecimiento de las personas de más edad. Los avances

médicos que permiten vivir más años hacen que el grupo de octogenarios

empiecen a tener cada vez mayor relevancia. El Censo calcula en 4.218 las

personas que superan los cien años en 2001, y el INE estima que esta cifra

llegará a los 7.141 y 55.240 en 2010 y 2050 respectivamente.

► También se está produciendo un aumento de las personas mayores que viven

solas. Aunque vivir solo no implica que la persona mayor experimente

sentimientos de soledad, sí que existe una relación entre ambas. Según el

estudio del CIS número 2.279, de febrero-marzo de 1998, dirigido a la población

española de 65 y más años de edad, que medía la sensación de compañía o

falta de ella, el 38% de los mayores que viven en hogares unipersonales se

sienten muy o bastante solos y el 36,6% regular, de manera que apenas una

cuarta parte restante afirma sentirse acompañada.

► Debido a nuestras estructuras familiares, la percepción y sentimientos de soledad

de las personas mayores en España son muy fuertes, ya que su expectativa de

mantener continuamente vínculos y relaciones afectivas y sociales sigue siendo

muy potente, produciéndose un aumento de los sentimientos negativos entre las

personas mayores que viven solas.

Page 211: 30. El voluntariado como

210

Del análisis del voluntariado en España se desprenden las siguientes consideraciones:

► El voluntariado en España es un fenómeno que ha experimentado un importante

desarrollo en los últimos años. Movimientos sociales como la campaña a favor

del 0,7% del PIB, o acontecimientos como las Olimpiadas de Barcelona, el

hundimiento del Prestige o los atentados del 11M, han servido para mover a la

acción a muchos ciudadanos hasta implicarse en diferentes entidades no

lucrativas. Como consecuencia, ha surgido recientemente por parte del Estado y

de las Comunidades Autónomas la necesidad de regular este fenómeno,

surgiendo diferentes leyes del voluntariado con distinto ámbito de aplicación.

► En relación al perfil de los voluntarios, predominan las mujeres sobre los

hombres, tienen un nivel educativo muy elevado, y se está produciendo un

incremento del voluntariado entre las personas mayores de 65 años. Las

motivaciones son variadas, produciéndose una mezcla de altruismo e interés.

► Entre las organizaciones de voluntariado se está produciendo una tendencia a la

especialización por colectivos. En su mayoría estas entidades se dedican a la

acción social, y, detro de este ámbito, el colectivo de las personas mayores

aparece como uno de los últimos a los que se dirigen, primando la infancia,

juventud, mujeres, inmigración o personas con discapacidad.

► Sobre el voluntariado de acompañamiento a personas mayores no existen

estudios que recogan de manera sistemática el perfil de las entidades dedicadas

a este colectivo, ni el de los voluntarios, por lo que es difícil de analizar. En

general, las actividades desarrolladas por estos voluntarios van dirigidas al

acompañamiento afectivo en el domicilio, acciones grupales en residencias o

participación en actividades lúdicas.

Page 212: 30. El voluntariado como

211

IV. 2 LA INVESTIGACIÓN SOCIOLÓGICA CUALITATIVA IV. 2. 1 Desde la investigación cualitativa, las principales conclusiones respecto al mundo de las personas mayores solas son las siguientes:

► El género y el estado civil son las dos variables que influyen significativamente en

las actividades del día a día de las personas mayores solas: en los hombres son

más habituales las actividades lúdicas no comunitarias que enlazan con su vida

anterior (aficiones, hábitos, amigos y compañeros…), mientras que en las

mujeres se produce el descubrimiento de lo público, y especialmente todo un

mundo de actividades de formación y aprendizaje organizadas desde las

instituciones públicas y privadas; ser viudos, solteros o separados es un factor

determinante de como se afronta la etapa vital de la vejez porque la

desaparición de la pareja se vive con un sentimiento profundo de soledad y

tristeza, que genera un importante nivel de vulnerabilidad si ocurre a partir de una

cierta edad, y según y cómo se produzca la desaparición del cónyuge. Del

presente se vive muy positivamente un cierto sentimiento de independencia tanto

en el contexto privado (hacer en casa lo que apetece hacer…), como en el

público/comunitario (hacer fuera de casa lo que apetece hacer); a ello contribuye

positivamente un nivel económico mejor de lo que algunas personas mayores

nunca hubieran imaginado tener. Sin embargo hay sombras que matizan mucho

esta primera visión de un transcurrir tranquilo: las escasas e insatisfactorias

relaciones familiares, y/o algunas actitudes negativas en quienes tienes menos

recursos emocionales, culturales y relacionales para generar contextos en los

que puedan tener y desarrollar proyectos personales satisfactorios.

► Los espacios de vivencias cotidianas juegan un papel importante: la casa como

espacio de intimidad, tranquilidad, pero también de recuerdos; las actividades

placenteras, compartidas con amigos y nuevos compañeros, fuera de casa en

cierto modo “para llenar el tiempo”. En cualquier caso tener vida social intensa, la

recuperación del valor de las relaciones sociales, especialmente el creciente

valor de la amistad, y el mantener unas relaciones familiares satisfactorias desde

Page 213: 30. El voluntariado como

212

la comprensión y desde el fortalecimiento de la independencia, facilitando la

comunicación, entendiendo que atención y cuidado no es cuestión de género,

son elementos que contribuyen a vivir satisfactoriamente.

► Las vivencias más positivas son aquellas que se organizan alrededor de hacer lo

siempre ha gustado hacer (recuperar aficiones: leer, cine, música, etc.), del ocio,

del acceso a la cultura, al aprendizaje / formación en nuevas destrezas y

materias, o del cuidado de la salud; entre todas ellas el gran descubrimiento de

viajar ocupa un lugar prioritario; por supuesto que, sobretodo entre las mujeres,

el ser útiles para los hijos y nietos, es una vivencia que emocionalmente restituye

la sensación de “visibilidad”, “de contar” para los demás.

► Las vivencias más negativas están más ligadas al mundo emocional que al de la

actividad; junto a la pérdida de la pareja, es el distanciamiento de los hijos y

nietos, y la falta de autoestima y energía para encontrar motivaciones e impulsos

suficientes para desarrollar alguna actividad placentera, para mantener y

desarrollar relaciones sociales, así como para “encauzar” las familiares, lo que

afecta más negativamente a la etapa vital de “ser mayor”.

► Las trayectorias personales, en las que confluyen factores importantes como el

carácter o el capital social, generan los procesos personales que desembocan en

distintas actitudes ante el vivir solo; el sentimiento de soledad / tristeza no se

fragua en el momento en el que la vida impone el vivir solo, sino que es

consecuencia de procesos vitales. El vivir solos tiene situaciones malas: los

inmediatamente posteriores a la pérdida de la pareja, los acontecimientos

especiales, actividades y circunstancias que evocan a las parejas, la salida

definitiva del último hijo de casa la soledad aflora y se agudiza cuando se

percibe distanciamiento real, físico y emocional; la soledad tiene momentos

peores: la noche; y la soledad tienen espacios peores: los que evocan compañía

en el pasado, la casa (especialmente en los hombres poco ligados a este espacio

en soledad).

Page 214: 30. El voluntariado como

213

► De la soledad no se habla, es un estado emocional poco comprendido, poco

compartido y poco analizado; en el entorno social, entre iguales, es donde más y

mejor se comparte la soledad y dónde más apoyo se encuentra, por la cercanía

generacional, las experiencias comunes desde las circunstancias cotidianas

similares. Del mundo de la soledad no se reflexiona hasta que no se

experimenta, y para algunas personas mayores es ya demasiado tarde para

encontrar herramientas con las que afrontarlo.

► La visión de un futuro vital positivo pasa por sentirse útiles, primero con los más

cercanos, hijos y nietos. Pero también consigo mismos, aprendizajes nuevos,

proyectos compartidos, aficiones recuperadas…, y compartiendo la etapa con

compañeros y amigos, recuperados o nuevos. No obstante ante un futuro

incierto… la dependencia, la muerte…, las personas mayores solas optan por

mantener la mente en un presente tranquilo, sin especulaciones inseguras. Las

mujeres son quienes, en todo caso, manifiestan una mayor capacidad para

visualizar las oportunidades de futuro, desde una postura vital orientada a las

actividades sociales, educativas y de aprendizaje, al cuidado de la salud, y a la

prevención de la dependencia, encontrando nuevos espacios de desarrollo

personal. Los hombres solos son la parte más frágil de este colectivo, y la

máxima aspiración de todos, hombres y mujeres, es mantener la independencia

la mayor tiempo posible, vivir en su propia casa y por sus propios medios.

IV. 2. 2 Desde la investigación cualitativa, las principales conclusiones respecto al mundo del voluntariado no ligado a las personas mayores, son las siguientes:

► Las personas llegan al voluntariado a través de tres vías: desde cierta

concienciación en la etapa escolar (los voluntarios más jóvenes y con un nivel

educativo alto), a través de vivencias personales en las que se ha recibido ayuda

de alguna organización de voluntariado, por un sentimiento de reciprocidad, y a

través de experiencias en el entorno social y cultural más cercano (barrio,

Page 215: 30. El voluntariado como

214

pueblo…) el entorno de relaciones sociales y las experiencias vitales son

transmisores de valores y/o prácticas relacionadas con los objetivos del

voluntariado.

► Las motivaciones de los voluntarios para desarrollar su trabajo se organizan bien

desde los sentimientos más subjetivos ligados a satisfacer la necesidad de dar

respuesta al impulso de sentirse socialmente útiles, o bien desde una toma de

conciencia “social” para dar respuesta a las creencias y problemas sociales del

entorno.

► El mundo del voluntariado no suele tener en cuenta el mundo de las personas

mayores, como colectivo frágil y necesitado de su trabajo; en cualquier caso las

experiencias personales con personas mayores acerca a este mundo, y desde

estas experiencias familiares lo que más se aprecia del mundo de la personas

mayores es su disposición a ayudar en la resolución de problemas cotidianos, la

experiencia vital y su influencia en una visión más cercana y cálida de las

relaciones personales. La negatividad de este mundo tiene que ver con la

pérdida de salud, física y psíquica porque generan dependencia de la familia, y

con el carácter en exceso egoísta.

► Del mundo de los mayores, observado desde “lo social”, y no desde “lo personal”,

con distancia resulta atractivo en tanto en cuanto evoca valores positivos del

pasado y una capacidad de ver y analizar el presente desde la experiencia; así

mismo se valora la capacidad de agradecimiento en detalles mínimos, el

sentimiento comunitario de colaboración y ayuda mutua, sobre todo en entornos

rurales y vecinales, y la capacidad de integración en su vida de valores modernos

tales como el cuidado del cuerpo y de la salud (alimentación, ejercicio físico…),

la valoración del ocio, y la capacidad de tener ilusión y planes de presente y

futuro (viajar, etc.). La negatividad, desde esta visión social del mundo de los

mayores, se asocia de nuevo al deterioro físico relacionado también con la

higiene personal y del entorno (la casa); los rasgos de carácter victimista, la

Page 216: 30. El voluntariado como

215

intolerancia, la prepotencia y el egoísmo se acentúan en esta etapa vital y

generan rechazo.

► Desde esta visión dual del mundo de las personas mayores, los voluntarios

afirman que su alejamiento de este mundo, se debe a la visión devaluada de este

universo simbólico que lo “invisibiliza”; pero también se debe a la percepción de

diferencias entre el mundo de los mayores y otros mundos, por ejemplo el de los

niños, como opuestos simbólicos, que hacen de aquel un mundo inactivo,

aburrido, triste o problemático, frente al segundo activo, divertido, alegre o frágil.

Hay otras razones de índole estratégico, como es la ausencia de experiencias

familiares con mayores, o el que no se haya presentado la oportunidad de entrar

en contacto con las organizaciones que tienen a los mayores como objetivo, o el

miedo a que el trabajo voluntario con mayores conlleve asociados cuidados

físicos no deseados.

► El voluntariado con personas mayores es un trabajo que no goza de los mismos

atributos y valoración sociales que el desarrollado con otros colectivos frágiles:

unos son más creativos, activos y estimulantes, frente a éste que es triste,

apagado, inactivo, poco interesante y carente de emociones fuertes. Unos

simbolizan cierto “éxito social” en el mundo del voluntariado y “vende”, el de los

mayores “no vende”, porque las imágenes sociales del mundo de las personas

mayores no tienen ni la fuerza ni el atractivo de otros colectivos. Pero además

hay una imagen / realidad que se impone fuertemente y es la “limitación en el

tiempo”, porque la vida de una persona mayor está avocada a la muerte, y la

muerte simboliza, en última instancia, final y fracaso.

► Sin embargo no todos son sombras, porque una vez que se conoce y

experimenta el trabajo voluntario con mayores, las cotas de satisfacción son

similares a las experimentadas con otros colectivos socialmente más atractivos,

en otras razones por la gran capacidad de consciencia, valoración,

reconocimiento y agradecimiento de los mayores.

Page 217: 30. El voluntariado como

216

► Para fomentar el trabajo voluntario con personas mayores, y desde una

organización con Amigos de los Mayores, habría que trabajar el ámbito de la

comunicación desde varios frentes:

▪ En hacer visible el mundo de las personas mayores, haciéndolo público y

conocido, y más en concreto el de las personas mayores solas, publicitando

los canales y las formas mediante las que se puede colaborar.

▪ En ofrecer garantías suficientes para disipar el miedo de los voluntarios a lo

que produce rechazo, asegurando que las cuestiones de atención y cuidado

físico estás atendidas adecuadamente y no son objeto de su trabajo.

IV. 2. 3 Desde la investigación cualitativa, las principales conclusiones respecto a la respuesta que ofrece Amigos de los Mayores, teniendo en cuenta la valoración de las personas mayores que son atendidas por la Fundación:

► Desde la premisa de que no hay una manera unívoca de envejecer, ni existe un

solo modo de asumir el hecho de hacerse mayores, el proceso de envejecimiento

desemboca de manera muy extendida en el hecho de vivir solos. Desde los

cambios sociales y estructurales en el ámbito familiar, junto a la manera personal

de afrontar y asumir los cambios en la situación personal de convivencia y los

cambios familiares, el vivir solos se puede transformar en un sentimiento de

soledad. Esta soledad puede tener causas concretas que pueden deslindarse:

▪ El deterioro físico y motriz que crea barreras reales entre el mayor y las

familia, amigos, vecinos…

▪ Las barreras arquitectónicas que impiden moverse con facilidad.

No todas las personas mayores se enfrentan de igual modo a la soledad: para

algunos la soledad brinda posibilidades de experimentar una cierta libertad y

ampliación de horizontes limitados al espacio y entorno doméstico; ésto se

produce en quienes han tenido su vida más limitada a este entorno. Por el

contrario, hay quienes recorren el camino contrario, de lo público-profesional a lo

doméstico; son a estos últimos a quienes la soledad les genera una merma en su

calidad de vida. El capital a social acumulado a lo largo de la vida es un factor

Page 218: 30. El voluntariado como

217

que influye de manera importante en las herramientas adquiridas para

enfrentarse a la soledad: a mayor capital social más posibilidades de enfrentarse

a la soledad de manera más creativa y menos traumática.

► La puesta en contacto persona mayor - Amigos de los mayores se establece a

través de los servicios sociales municipales o sanitarios; pocos mayores entran

en contacto de manera individual y por sus propios medios. Desde esta realidad

la conclusión es que a las personas mayores solas hay que “salir a buscarlas” en

su entorno, no esperar a que ellas acudan.

► La actividad que está realmente extendida y en la que están involucrados la

mayoría los mayores atendidos por Amigos de los Mayores, es el

acompañamiento semanal en el hogar por un voluntario. Para participar en otras

actividades hay quienes tiene barreras reales, desde arquitectónicas, hasta

personales por escasos recursos personales para la comunicación y la

participación social. ► Los beneficios que aporta Amigos de los Mayores a los mayores, además de los

que son obviamente tangibles, basculan sobre dos ejes esenciales: el valor de la

relación personal que se establece entre persona mayor – voluntario, porque

resulta un aliciente de primer orden para el mayor; pero también el valor de la

participación en otro tipo de actividades organizadas por Amigos de los Mayores,

porque resulta una auténtica “reinserción” social para la persona mayor sola.

► La mayor satisfacción de las personas mayores con Amigos de los Mayores se

personifica y concreta en el voluntario que les acompaña, porque representa “la

cara y los ojos” de Amigos de los Mayores. El hecho de estar acompañados y el

cambio de actitud ante la soledad que van experimentando junto a las

motivaciones que desde ahí van surgiendo (para participar en otras actividades,

para salir de casa, para recuperar aficiones…, etc.), son las distintas vertientes

de la satisfacción que experimentan los mayores.

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218

► Desde este sentimiento de satisfacción, las expectativas que se generan cuando

comienza la relación persona mayor – Amigos de los mayores se cumplen con

creces: la diversidad de actividades, la calidez humana de los voluntarios, la

compañía, el respeto en el trato, junto a la calidad de la organización de la

Fundación son aspectos que contribuyen a la satisfacción. Hay otros que matizan

y amplían los citados: contar con compañía para hacer las cosas cotidianas

(conversar, pasear, hacer pequeñas compras…), cubrir la necesidad de tener

una cierta interacción social, compartir y relacionarse con otras personas en

ambientes diferentes y estimulantes, y por supuesto recibir cariño y atención. ► No obstante, las personas mayores manifiestan algunas sugerencias para

mejorar lo ya valorado como muy satisfactorio: intensificar y multiplicar las

actividades (salidas, paseos, viajes…) para mitigar más la soledad, y mejorar sus

carencias de relaciones sociales; buscar soluciones a las carencias que se

producen en el periodo vacacional (carencias de acompañamiento y de

actividades); estudiar mejor las afinidades persona mayor – voluntario para que

el acompañamiento y las relaciones personales entre ambos se establezcan más

armónicamente; y establecer mecanismos para que las relaciones sociales de

amistad que surgen de las actividades organizadas por Amigos de los Mayores,

tengan posibilidades de desarrollarse y ampliarse. ► Desde la realidad social de la que parte Amigos de los Mayores para la atención

a este colectivo frágil, personas que sufren soledad y dolor por sentirse casi

invisibles para su propia familia como consecuencia de circunstancias socio-

personales, los resultados que el trabajo de Amigos de los Mayores pone de

manifiesto son los siguientes: ▪ Superación de los momentos más difíciles de crisis personales,

fortalecimiento de debilidades, autoestima, y más fuerza para la superación y

transformación de los malos momentos. ▪ Reconocimiento del más que buen trato recibido: respeto, cariño y atención,

ser escuchados y valorados como interlocutores.

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219

▪ Cambio de actitud y predisposición a la participación en actividades de ocio,

socio-culturales, al mismo tiempo que una cierta insatisfacción por depositar

demasiadas expectativas que luego no tienen viabilidad en el seno de Amigos

de los Mayores.

► El voluntario es la piedra angular de Amigos de los Mayores. La vinculación

afectiva entre los voluntarios y los mayores se organiza en torno a la actitud

receptiva y compresiva, vinculación que crece en la misma medida que el cariño,

al cercanía y la empatía; el eje del trabajo con las personas mayores es la visita

semanal al hogar, y desde ahí surgen otras actividades paralelas (salidas por el

barrio, compras, visitas a la biblioteca, al cine, al teatro…), activándose también

aficiones perdidas o dormidas.

► Las dificultades que existen lo son en tanto en cuanto puedan existir elementos

que disturban la relación: barreras de edad, de diferencias importantes de

mundos y/o de caracteres que pueden derivar en dificultades para encontrar

puntos de encuentro; debido a ello es una labor importante para Amigos de los

Mayores estudiar y valorar que existan las mínimas barreras de este tipo entre

los voluntarios y la persona mayor a que atienden. ► Como expectativas para el futuro los mayores exponen su deseo de que todas

las actividades, desde la visita del voluntario hasta las actividades “extras” sean

más frecuentes; además se vería con buenos ojos que Amigos de los Mayores

tuviera a modo de una sede/centro de reunión y encuentro donde poder

desarrollar más actividades, pero sobre todo poder ser un lugar de

aglutinamiento en el que poder desarrollar más y mejores relaciones con otras

personas mayores.

IV. 2. 4 Desde la investigación cualitativa, las principales conclusiones respecto a la respuesta que ofrece Amigos de los Mayores, teniendo en cuenta

Page 221: 30. El voluntariado como

220

la valoración de los voluntarios que trabajan con las personas mayores que son atendidas por la Fundación:

► Los voluntarios que trabajan con Amigos de los mayores son personas de una

edad media con un nivel de estudios medio alto y alto, y un buen estatus

socioeconómico; asumen su actividad de voluntarios desde un compromiso

personal como una tarea ética. Las circunstancias desde las que se

desencadena su actividad de voluntariado son de diversa índole, pero tiene

especial relevancia la experiencia de convivencia con personas mayores en la

familia. Entran en contacto habitualmente con Amigos de los Mayores a través de

Internet. Son en general personas muy activas, abiertas a experiencias sociales y

humanas enriquecedoras, y con un enfoque muy particular hacia las personas

desfavorecidas y frágiles.

► La práctica totalidad de los voluntarios participan en la visita semanal al hogar de

una persona mayor, sin embargo no todos pueden desarrollar otras, o más,

actividades, porque su perfil familiar y profesional difícilmente encaja con los

horarios y compromisos que van más allá de estas dos horas semanales; así

pues resulta contradictorio y tema de reflexión de Amigos de los Mayores, el

hecho de que a lo que los mayores piden, los voluntarios no puedan dar

respuesta: en la falta de tiempo derivado del trabajo y de la atención a Amigos de

los Mayores, y no en su nivel de conciencia e implicación es donde residen las

dificultades; sólo de manera esporádica, las dificultades residen en la falta de

motivación o en el carácter y personalidad de la persona mayor. El papel de

Amigos de los Mayores es importantísimo, tanto en la motivación de las personas

mayores, como en la búsqueda de soluciones para paliar las dificultades

derivadas de estas características de los voluntarios.

► Lo que los voluntarios valoran de su trabajo es tanto la construcción y desarrollo

de una red de relaciones humanas como el hecho de realizar una actividad que

consideran, por encima de cualquier otra consideración, muy positiva y

alentadora para la persona mayor que los necesita; pero además dan gran valor

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221

al mundo de posibilidades que se abre con la entrada en contacto con el mundo

de las personas mayores: lleno de experiencias, de sabiduría, de saber hacer y

maneras inteligentes de vivir la vida y el presente; por último existe la satisfacción

por el hecho de realizar una actividad “orientada a otros” como una forma activa

de crecimiento personal.

► Dentro del ámbito motivacional, los voluntarios se mueven entre las motivaciones

estrictamente personales-subjetivas y las sociales, que tienen su origen en una

toma de conciencia social que se encauza mediante el trabajo con un colectivo

muy frágil; mientras que el primer tipo de motivaciones encuentra sus raíces en

una tendencia muy personal y subjetiva a la ayuda a “otra” persona para

contribuir a mejorar su estado emocional, el segundo tipo enraiza con una

dimensión de conciencia social. Ambas dimensiones son dos caras de una

misma moneda, y lo que ocurre habitualmente es que se entremezclan y pierden

su entidad y sus diferencias específicas.

► Las expectativas que los voluntarios ponen en su trabajo y colaboración con

Amigos de los Mayores no sólo se ven satisfechas con creces, sino que

habitualmente se colman de asombro cuando experimentan que “reciben más de

lo que dan”: se les devuelve en forma de emociones de índole afectivo,

sensaciones de bienestar y satisfacción.

► No obstante, y desde un gran nivel de satisfacción, se sugieren algunas posibles

mejoras, tales como el conseguir por parte de Amigos de los Mayores un mejor

seguimiento y control de la evolución de la relación entre el voluntario y la

persona mayor: detección de posibles problemas, pequeñas o mayores

incidencias…. Una buena fórmula podría consistir en establecer reuniones

periódicas de evaluación y valoración con los voluntarios, para conocer la

evolución de las necesidades de la persona mayor y las posibles respuestas que

el voluntario tiene capacidad material de ofrecer. Otra posible mejora se sitúa

tanto en el proceso de captación de los voluntarios como en los primeros pasos

de su trabajo en Amigos de los Mayores; se trata de ofrecer el máximo de ayuda

Page 223: 30. El voluntariado como

222

y colaboración para que el voluntario se deslice en el mundo de los mayores

desde la realidad de sus posibilidades, miedos, deseos…., sin traumas,

sabiéndose apoyado en todo momento. Desde este primer momento es

importante también trabajar para idoneidad del “emparejamiento” voluntario-

persona mayor de acuerdo a sus afinidades. Para Amigos de los Mayores esto

debería ser una prioridad puesto que son los voluntarios la cabeza visible y el eje

central sobre el que se organiza y da vida a los objetivos de la Fundación. Otras

posibles mejoras son las que tienen que ver con desarrollar un mayor esfuerzo

en intensificar e incrementar las actividades que van más allá de la visita; los

voluntarios, aunque tengan limitaciones para dar ellos miemos respuesta, son

conscientes de la gran demanda que de ello existe entre las personas mayores.

Hacia el futuro observan que habrá que dar respuesta a nuevas generaciones de

personas mayores desde la diversificación de actividades, porque aunque la

soledad será una realidad y tal vez el centro del problema, el ser tipo de

personas que habrá detrás de esa soledad probablemente no será el mismo de

hoy.

► Todos los voluntarios muestran una gran satisfacción, tanto desde el punto de

visita personal, como desde el punto de vista de objetivos corporativos

cumplidos, porque los cambios en la persona mayor son palpables y objetivables;

pero los objetivos alcanzan también a veces lo inesperado, por ejemplo cuando

ocurre un cambio positivo en la actitud de la familia de la persona mayor, como

consecuencia de observar la labor de Amigos de los Mayores, y del voluntario.

► Pero aquello que indudablemente es especialmente satisfactorio para los

voluntarios se organiza entorno a la relación entre ellos y la persona mayor,

relación que se construye lentamente y a base de comunicación, respeto,

cercanía y educación: la observación y vivencia de la capacidad de

agradecimiento y reconocimiento, la fidelidad en torno a la relación, los cambios

de actitud en la persona mayor (más alegría, sentido del humor…), son algunos

de los elementos que inciden directamente en la satisfacción del trabajo bien

hecho. La relación se transforma poco a poco en un vínculo que incluso va más

Page 224: 30. El voluntariado como

223

allá de la mistad y llega casi a lo familiar, porque en realidad es que para muchos

mayores su voluntario es prácticamente su única familia.

► Algunas dificultades que surgen en la relación persona mayor – voluntarios, se

derivan de la aparición de un cierto cansancio debido a la monotonía de la

relación y de las actividades, a veces siempre las mismas, o del cansancio de

sumar a una vida llena de actividades de trabajo y con la familia, las del

voluntariado; otras veces las dificultades se derivan del compromiso adquirido

libremente con la persona mayor y que cuesta cumplir, aunque se cumpla sin

reservas. Posiblemente Amigos de los Mayores debería trabajar en el

mantenimiento de la motivación de los voluntarios, para que nos se encuentren

solos ante los retos personales que supone su trabajo, ofreciendo su apoyo,

respuestas y soluciones a sus dificultades.

► A pesar del cansancio que se transluce en algunos voluntarios, el compromiso

personal con la persona mayor lo es de por vida y de ahí que Amigos de los

Mayores deba aún más apoyar posturas tan valientes y comprometidas. Una

última consideración que los voluntarios formulan para un mejor futuro del trabajo

de Amigos de los Mayores, es el que se tome en consideración un cierto nivel de

formación, no sólo el que proviene de la experiencia de cada cual con los

mayores de su familia, sino una formación en el adiestramiento y comprensión

sobre el proceso de envejecimiento y las peculiaridades del mundo de las

personas mayores, y más en concreto aplicado al mundo particular de la persona

mayor concreta con la que va a trabajar.

► Sobre todo ello es sobre lo que debe reflexionar Amigos de los Mayores, cuyo

futuro pasa, además de por seguir trabajando en la línea actual, por trabajar

también para hacer visible el mundo de las personas mayores, darles voz y

forma; a la vez que trabajar para que el mundo del voluntariado se acerque y

visualice a las personas mayores solas, y vean las posibilidades concretas de

trabajar en él. Posiblemente la presencia activa y genérica en los medios de

comunicación, especialmente Internet, y la presencia concreta e insistente en

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224

todo el entramado de la organización del voluntariado, son dos vías necesarias

para comenzar a hacer visibles a los mayores, y hacerlos visibles a los

voluntarios.

IV. 3 REFLEXIONES DESDE AMIGOS DE LOS MAYORES

► Se confirma con este estudio que tiene todo el sentido la existencia de

organizaciones como Amigos de los Mayores, y que cada vez van a tener un

papel más importante como nexo entre las personas mayores que experimentan

sentimientos de soledad, y las personas voluntarias que quieran dedicar parte de

su tiempo a acompañar a este colectivo.

► Las personas mayores que se sienten solas no van a buscar por ellas mismas

recursos para paliar su soledad. Por ello, desde Amigos de los Mayores se debe

realizar el esfuerzo continuo de ir a buscar a estas personas a través de

informadores cualificados como lo son los trabajadores sociales, tanto de los

centros de salud como de servicios sociales, y de nuevos interlocutores como los

servicios de teleasistencia, vecinos, etc.

► Del análisis de las personas mayores que están en una situación previa al perfil

de los mayores acompañados por Amigos de los Mayores, se desprende la

importancia de mantenerse activos y realizar actividades con otros generando

nuevas redes sociales. Amigos de los Mayores deberá continuar su trabajo

centrado en favorecer que este activismo se siga manteniendo en las personas

mayores más frágiles y dependientes, haciendo posible el mantenimiento de su

mismo nivel de ocupación.

► Amigos de los Mayores tiene que realizar un esfuerzo importante de

sensibilización social para acercar y hacer visible la realidad de soledad en la que

viven muchas personas mayores, y que sea tenido en cuenta como un sector

necesitado de atención por parte del voluntariado. Partiendo de las experiencias

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225

vividas, de las altas cotas de satisfacción expresadas por los voluntarios que ya

trabajan con este colectivo, se debe promover la acción voluntaria en este

sentido, eliminando posibles barreras y miedos que puedan existir.

Page 227: 30. El voluntariado como

226

ANEXO I BIBLIOGRAFÍA

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230

ANEXO II: GUIONES PARA LA MODERACIÓN DE LOS GRUPOS FOCALES Y ENTREVISTAS EN PROFUNDIDAD

GUIÓN ENTREVISTAS EN PROFUNDIDAD A VOLUNTARIOS DE AMIGOS DE LOS MAYORES

1.- Presentación. Descripción del estudio, presentación entrevistadora 2.- Presentación entrevistado/a:

• Edad • Nivel de estudios y profesión • Años que lleva trabajando de voluntario en “Amigos de los Mayores” y/o en

cualquier otra organización • Participa con alguna persona más de su familia • Ha trabajado como voluntario en otras ONG,s, Fundaciones, etc.. ¿con

qué tipo de personas y en qué tipo de actividades? • Que actividades desarrolla en “Amigos de los Mayores”

3.- La relación con “Amigos de los Mayores”:

• Desde cuándo está en contacto con “Amigos de los mayores” • Cómo conoció la asociación • Descripción de las actividades en las que participa: (recordar las que

pueden existir para refrescar la memoria, en caso necesario)

Acompaña/visita algún voluntario en su casa. Qué hacen durante la visita Acompaña a hacer gestiones fuera de su casa (qué gestiones) Otras actividades (en Madrid): meriendas en el local, fiesta de navidad, fiesta de San Isidro, salidas de un día Otras actividades (en Barcelona): acompañamiento al enfermo, tertulias/talleres/salidas, vacaciones adaptadas, actos (San Jordi, San Juan, campaña/comida de Navidad/Una famita por Navidad...) Vacaciones de verano

• Actividades en las que le gustaría participar y que no lo hace: por qué no

participa • A cuántas personas voluntarias ha acompañado / atendido, tienen relación

con Vd. 4.- Valoración del “el servicio” que presta a Amigos de los Mayores”:

• Indagar en profundidad qué aspectos de su relación con Amigos de los Mayores le resulta más positivo, y por qué razones, por ejemplo se trata de averiguar si la satisfacción / lo positivo está relacionado con las relaciones personales que se establecen entre persona mayor – voluntario, voluntario – otros voluntarios y/o es el otro el motivo más profundo de su satisfacción.

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• Qué es lo motiva para participar y sentirse bien: acompañar a personas mayores, el hecho de establecer contacto con el mundo de los mayores (por que lo considera interesante, le enriquece, etc….); o bien es hacer voluntariado y da lo mismo con las personas mayores o con otros colectivos….

• Lo que recibe de “Amigos de los Mayores” es lo que esperaba, o esperaba otras cosas… qué esperaba.

• Que echa de menos de “Amigos de los Mayores”, qué le gustaría hacer, trabajar que ahora no hace, etc.

• Hay alguna cosa que le ha decepcionado, que no le ha gustado, respecto a personas, actividades, etc.

• Qué modificaría, añadiría, sugeriría para mejorar lo que hace en “Amigos de los Mayores”

• Cómo es la relación con otros voluntarios de “Amigos de los mayores” y/o trabajadores de la sede de “Amigos de los mayores”.

• Ahondar en si la finalidad de “Amigos de los Mayores” [mitigar la soledad, la sensación de abandono y ayudar a valorar su vida, redescubrir su potencial, permitir que expresen sus deseos y aspiraciones, aumentar la autoestima, aceptar su etapa vital como ser en evolución y ayudar a aceptar los cambios vitales que se producen, evitar sentirse socialmente excluido] se cumple en los casos concretos de las personas mayores con las que tiene contacto; se trata de ahondar en las emociones y vivencias de la realidad que pe3rcibe en las personas mayores.

5.- Valoración del trabajo de voluntariado

• Cómo describiría su relación con la persona mayor a la que atiende más intensamente: lo más positivo, lo negativo, algún aspecto mejorable

• Qué es lo que más valora de esta persona • Ahondar en cómo se siente con la persona mayor: Siente que le transmite

emociones positivas, que le puede ofrecer aquello que necesita, le crea algún tipo de frustración por no poder hacer más…etc.

• Cuando está con la persona mayor ¿qué hacen juntos? ¿quién toma las iniciativas para hacer cosas juntos? Qué es lo que más le anima y le gusta de su relación a la persona mayor a la que atiende / acompaña

• A notado en alguna ocasión que haya barreras entre Vd. y las personas mayores ¿qué tipo de barreras: edad, emotividad, culturales, etc…? se cansa de estar con él/ella, percibe alguna cosa, actitud que no le guste o le incomode

• Cree que la selección de voluntario- persona mayor se realiza bien, adecuadamente, o podría mejorarse ¿hay alguna sugerencia respecto a cómo mejorar esta selección?.

6.- En un futuro próximo…

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• Cree que va a seguir prestando su colaboración como voluntario e con personas mayores? ¿se siente suficientemente formado/ preparado? ¿cree que sería conveniente recibir algún tipo de reciclaje, formación, información sobre el mundo cambiante de las personas mayores…?

• Qué más puede aportar al mundo de los mayores una fundación como “Amigos de los mayores”…. Y Vd. qué más puede aportar

• Cuál es su visión sobre la evolución del voluntariado en los próximos años.

---------- GUIÓN ENTREVISTAS EN PROFUNDIDAD A PERSONAS MAYORES DE AMIGOS DE LOS MAYORES 1.- Presentación. Descripción del estudio, presentación entrevistadora 2.- Presentación entrevistado/a:

• edad • cómo se encuentra de salud: enfermedades, achaques… que le crean

alguna dependencia • cómo vive en su casa: sólo/a, con su pareja, familia directa (hijos/as,

nietos/as, etc.) • cómo le gustaría vivir • que ha hecho, trabajado, dedicado, a lo largo de su vida (profesión, etc.)

3.- La relación con “Amigos de los Mayores”:

• Desde cuándo está en contacto con “Amigos de los mayores” • Cómo conoció la asociación • Descripción de las actividades en las que participa: (recordar las que

pueden existir para refrescar la memoria, en caso necesario)

Le acompaña/visita algún voluntario en su casa. Qué hacen durante la visita Un voluntario le acompaña a hacer gestiones fuera de su casa (qué gestiones) Otras actividades (en Madrid): meriendas en el local, fiesta de navidad, fiesta de San Isidro, salidas de un día Otras actividades (en Barcelona): acompañamiento al enfermo, tertulias/talleres/salidas, vacaciones adaptadas, actos (San Jordi, San Juan, campaña/comida de Navidad/Una famita por Navidad...) Vacaciones de verano

• Actividades que le gustaría participar y que no lo hace: por qué no

participa

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• Cuántas personas voluntarias han tenido y/o tienen relación con Vd. 4.- Valoración del “el servicio” que recibe de Amigos de los Mayores”:

• Indagar en profundidad qué aspectos de su relación con Amigos de los Mayores le resulta más positivo, y por qué razones, por ejemplo se trata de averiguar si la satisfacción / lo positivo está relacionado con las relaciones personales que se establecen entre persona mayor – voluntario y/o persona mayor - voluntario – relaciones sociales con otros mayores que le proporciona; o bien son las actividades en sí mismas las influyen en la satisfacción.

• Qué es lo que más le ayuda a sentirse bien: estar acompañados / no estar solos, tener cosas / actividades qué hacer, ver a más gente.

• Lo que recibe de “Amigos de los Mayores” es lo que esperaba, o esperaba otras cosas… qué esperaba.

• Que echa de menos de “Amigos de los Mayores”, qué le gustaría hacer, recibir, etc. que ahora no hace, recibe, etc.

• Hay alguna cosa que le ha decepcionado, que no le ha gustado, respecto a personas, actividades, etc.

• Qué modificaría, añadiría, sugeriría para mejorar lo que recibe de “Amigos de los Mayores”

• Cómo es la relación con otras personas de “Amigos de los mayores” que encuentra en las actividades en las que participa (los voluntarios y/o trabajadores de la sede de “Amigos de los mayores”)

• Ahondar en si la finalidad de “Amigos de los Mayores” [mitigar la soledad, la sensación de abandono y ayudar a valorar su vida, redescubrir su potencial, permitir que exprese sus deseos y aspiraciones, aumentar la autoestima, aceptar su etapa vital como ser en evolución y ayudar a aceptar los cambios vitales que se producen, evitar sentirse socialmente excluido] se cumple; se trata de ahondar en las emociones y vivencias de la realidad.

5.- Valoración de los voluntarios

• Cómo describiría su relación con la persona voluntaria que está con Vd.: lo más positivo / algún aspecto mejorable

• Qué es lo que más valora de esta persona • Ahondar en cómo se siente con la persona voluntaria: Se siente valorado,

apreciado, respetado, animados…, etc. • Cuando está con la persona voluntaria ¿qué hacen juntos? ¿quién toma

las iniciativas para hacer cosas juntos? Qué es lo que más le anima y le gusta de su relación con la persona voluntaria

• A notado en alguna ocasión que haya barreras entre la persona voluntaria y Vd., cree que no el entiende, o que se cansa de estar con Vd., o alguna otra cosa, actitud que no le guste o le incomode

• Diferenciación entre voluntario de “Amigos de los Mayores” y la “Atención Domiciliaria municipal”.

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6.- En un futuro próximo…

• Cómo ve su evolución emocional en los últimos cinco años, cómo se siente ahora, cómo cree que va a sentirse, cómo va a estar en un futuro próximo (en relación a sus sentimientos, personas, familia, etc.)

• Qué cree que a va necesitar de una asociación como “Amigos de los mayores”, para sentirse mejor: ideas sobre actividades, relaciones, necesidades, etc.

-------- GUIÓN PARA LA MODERACIÓN DE LOS GRUPOS FOCALES A PERSONAS MAYORES

1.- Presentación. Descripción del estudio, presentación entrevistadora 2 Presentación entrevistada/o:

• edad • cómo se encuentra de salud: enfermedades, achaques… que le crean

alguna dependencia • Estado civil • cómo vive en su casa: sólo/a, familia directa (hijos/as, nietos/as, etc.) • cómo le gustaría vivir • que ha hecho, trabajado, dedicado, a lo largo de su vida (profesión, etc.)

3.- ¿Le gusta cómo viven?, cuál sería la situación óptima en la que les gustaría vivir en su casa, con quién. 4.- Descripción de las actividades, momentos del día a día, que pasan con otras personas, y las que realizan sola/o

• cómo se sienten en cada una de esta circunstancias, momentos del día a día; qué les hace sentirse bien y qué les hace sentirse mal (hay evitar que se hable sólo de achaques y salud )

• Cómo son las relaciones cotidianas con hijos/as, nietos, familia directa: qué actividades concretas hacen con ellos/as; qué espera de su familia que no recibe o que le resulta insatisfactorio, qué recibe que le resulta más satisfactorio, le gusta más.

• Cómo son las relaciones cotidianas con amigos, vecinos: qué actividades concretas hacen con ellos/as; qué espera de ellos/as que no recibe o que le resulta insatisfactorio, qué recibe que le resulta más satisfactorio, le gusta más.

5.- Qué circunstancias, vivencias, personas, y momentos de su vida actual le producen mayor sensación de bienestar, de felicidad, de sosiego, de

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tranquilidad. Por el contrario, qué circunstancias, vivencias, personas -o ausencia de ellas-, y momentos de su vida actual le producen mayor sensación de infelicidad, desasosiego, de intranquilidad, de angustia, de preocupación. 6.- La soledad. Ahondar en el sentimiento de soledad:

• Cómo y en qué momentos se siente solo/a. • Cómo vive la soledad: con serenidad, sosiego / con angustia, con

desasosiego. • ¿Habla de este sentimiento con alguien? ¿Se siente comprendido/a

respecto a ello? • Qué hace para evitar estar solo/a. • ¿Alguna vez, a lo largo de su vida, se había planteado “la soledad”, había

reflexionado sobre ello? 7.- Expectativas de futuro:

• ¿Qué espera de la vida, de las personas que le rodean, de la sociedad en los próximos años?

• ¿Cómo cree que va a seguir su vida en estos próximos años? • ¿Cómo cree que se va a sentir con sus actividades, su familia, sus

amigos, sus vecinos? • ¿Cómo le va a gustar vivir, qué cree que va a necesitar, qué va a echar de

menos?

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GUIÓN PARA LA MODERACIÓN DE LOS GRUPOS FOCALES CON VOLUNTARIOS

1.- Presentación moderadora y asistentes al grupo: edad, nivel de estudios y profesión; convivencia familiar, qué tipo de voluntariado desarrollan o han desarrollado en los últimos cinco años. 2.- Motivaciones para trabajar como voluntarios: cuando comienzan a tener la “inquietud” para participar en dónde y cómo cada uno/a desarrolla su trabajo. 3.- Las motivaciones específicas para trabajar con colectivos de personas vulnerables: descripción / definición de la vulnerabilidad en sus experiencias concretas como voluntarios y en los colectivos con los que se trabaja o se ha trabajado. 4.- Descripción de las experiencias familiares con personas mayores: si se ha convivido o no con abuelos, padres u otras personas mayores en el seno familiar (propio y/o de su cónyuge, pareja, amigos…), y cómo han sido estas experiencias:

Lo positivo, agradable, satisfactorio Lo negativo, desagradable, insatisfactorio…

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Ahondar en la existencia de algún tipo de rechazo a la relación con estas personas mayores del ámbito cercano / familiar, bien sea por ellos mismos o por parte de las personas mayores

5.- Cómo observan el mundo de las personas mayores en lo global:

Que les resulta lo más tractivo, positivo, interesante, valioso del mundo que actualmente rodea a las personas mayores

Que les produce rechazo, bien sea de manera consciente, como inconsciente, porque aunque racionalmente no crean que deban sentir rechazo, en la realidad lo sienten…; por ejemplo: la vejez, la edad, el deterioro físico, ambiental (la casa en la que viven las personas mayores, su aspecto físico, su manera de comer, su higiene, la manera de hablar, etc…); el deterioro cognitivo, sus hábitos

6.- Las razones reales y conscientes por las que nunca se han planteado el voluntariado con personas mayores: se trata de averiguar si ha sido simplemente una falta de oportunidades, razones puramente logísticas (por razones de lejanía, horarios, etc.) o bien no se ha buscado conscientemente el trabajo con este colectivo. 7.- Cómo perciben la imagen personal y la imagen social del trabajo del voluntariado con personas mayores:

Tiene / no tiene una imagen social devaluada ¿por qué razones? No produce las mismas satisfacciones personales que colaborando con… No se perciben/ven los resultados positivos como en otros colectivos como…

8.- En qué términos, condiciones, por qué razones…, bajo qué circunstancias… se podrían plantear la colaboración como voluntarios con personas mayores, en un futuro próximo.