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RREESSUULLTTAADDOOSS
INVESTIGACIÓN SOCIOLÓGICA SOBRE
“EL VOLUNTARIADO COMO INSTRUMENTO PARA
PROMOCIONAR Y ACTIVAR LA AUTONOMÍA DE LAS PERSONAS
MAYORES SOLAS”
Madrid y Barcelona, 2008
1
INTRODUCCIÓN.................................................................................................. 3
I.- OBJETIVOS..................................................................................................... 8
II.- METODOLOGÍA ............................................................................................. 12
II.1 Análisis de Fuentes Secundarias................................................................ 12
II. 2 Investigación Cualitativa............................................................................. 12
III.- ANÁLISIS DE RESULTADOS III. 1 Análisis de la situación de las personas mayores en España: Hechos y cifras .................................................................................................. 17 III. 1.1 Evolución demográfica de las personas mayores .................................................17
III.1. 2 Las personas mayores que viven solas ................................................................ 20
III. 2 Análisis cualitativo de los discursos de las personas mayores que viven solas .................................................................................................. 25 III. 2. 1 Descripción de las personas mayores que han participado en la investigación ... 25
III. 2. 2 Una descripción de cómo se vive el presente....................................................... 27
III. 2. 3 Actividades cotidianas........................................................................................... 35
III. 2. 4 Relaciones con la familia....................................................................................... 40
III. 2. 5 Relaciones sociales: Los amigos ......................................................................... 47
III. 2. 6 Circunstancias, momentos y vivencias satisfactorias ........................................... 50
III. 2. 7 La soledad. Vivir solo, estar solo .......................................................................... 60
III. 2. 8 Expectativas de futuro .......................................................................................... 68
III. 3 El Voluntariado en España ....................................................................... 74 III. 3. 1 El perfil del voluntariado en España...................................................................... 74
III. 3. 2 El voluntariado de acompañamiento a las personas mayores.............................. 80
III. 4 Las actitudes y percepciones de la población, con una predisposición positiva al voluntariado, hacia las personas mayores.......... 82 III. 4. 1 Perfil de los voluntarios que han participado en los grupos .................................. 82
III. 4. 2 Motivaciones para trabajar como voluntarios........................................................ 83
III. 4. 3 Dónde y cómo desarrollan su trabajo voluntario ................................................... 90
III. 4. 4 Las motivaciones específicas para trabajar con colectivos
Índice Pag.
2
de personas vulnerables ................................................................................................... 91
III. 4. 5 Las experiencias cercanas con personas mayores .............................................. 94
III. 4. 6 Cómo observan los voluntarios el mundo de las personas mayores .................... 101
III. 4. 7 Las razones reales y conscientes para no plantearse el trabajo
voluntario con personas mayores ..................................................................................... 108
III. 4. 8 Imagen personal e imagen social del voluntariado con personas mayores.......... 112
III. 4. 9 Motivaciones para la colaboración como voluntarios con personas mayores ...... 118
III. 5 La respuesta de la Fundación “Amigos de los Mayores”: La visión y evaluación de las personas mayores ............................................ 122
III. 5.1 Introducción. Amigos de los Mayores, qué es y qué hace: datos y cifras.............. 122
III. 5. 2 Perfil de las personas mayores que son atendidas por Amigos de los Mayores .. 124
III. 5. 3 La relación con Amigos de los Mayores................................................................ 130
III. 5. 4 Valoración del servicio que reciben de Amigos de los Mayores ........................... 135
III. 5. 5 Satisfacción de las personas mayores con Amigos de los Mayores..................... 138
III. 5. 6 Expectativas cumplidas......................................................................................... 140
III. 5. 7 Deseos, sugerencias............................................................................................. 143
III. 5. 8 Una valoración global de Amigos de los Mayores ................................................ 147
III. 5. 9 El futuro ................................................................................................................. 155
III. 6 La respuesta de la Fundación “Amigos de los Mayores”: La visión y evaluación de los voluntarios ........................................................ 159
III. 6.1 Introducción. Los voluntarios de Amigos de los Mayores ...................................... 159
III. 6.2 Perfil de los voluntarios .......................................................................................... 160
III. 6. 3 La relación con Amigos de los Mayores................................................................ 162
III. 6. 4 Valoración del servicio que presta a Amigos de los Mayores ............................... 168
III. 6. 5 Expectativas .......................................................................................................... 177
III. 6. 6 Sugerencias para mejorar la organización............................................................ 179
III. 6. 7 Relación con otros voluntarios y trabajadores de Amigos de los Mayores ........... 185
III. 6. 8 ¿Se cumplen los objetivos? .................................................................................. 186
III. 6. 9 Valoración del trabajo de voluntariado: luces y sombras ...................................... 190
III. 6. 10 El futuro, Amigos de los Mayores y el voluntariado ............................................ 201
IV.- CONCLUSIONES .......................................................................................... 209
ANEXO I.- BIBLIOGRAFÍA.................................................................................. 226
ANEXO II.- GUIONES....................................................................................................... 230
3
INTRODUCCIÓN Desde la Fundación Amigos de los Mayores de Madrid y Amics de la Gent Gran en
Barcelona, se ha venido trabajando durante años en el mundo de las personas
mayores solas con el fin de acompañar y paliar la soledad de las personas mayores
a través de visitas y actividades llevadas a cabo por voluntarios. Estas personas
mayores acompañadas son sobre todo mujeres, de una media de edad de unos 80
años aproximadamente que se sienten solas y que contactan con la Fundación a
través de los servicios sociales.
El voluntario, con su labor, además de proporcionarles el acompañamiento afectivo y
favorecer una mejora de su autoestima, trata de ayudar a los mayores para que
ganen en seguridad y consigan el mayor grado de autonomía posible facilitando en
muchos casos la permanencia en el domicilio de estas personas acompañadas.
El grado de satisfacción expresado por las personas mayores que reciben este
servicio es muy elevado. Sin embargo, desde la Fundación Amigos de los Mayores
se ha considerado necesario hacer a modo de un “alto en el camino” para
corroborarlo, por lo que se propuso la realización de este proyecto que ahora se ha
materializado. Lo que se ha pretendido con este trabajo es evaluar el servicio
ofrecido por los voluntarios a los mayores, desde la valoración de todos los
afectados, personas mayores solas y voluntarios, con el fin de determinar el grado
de satisfacción y cumplimiento de las expectativas.
Por otro lado, en este proyecto se pretende ir un paso más adelante y tratar de
conocer cuáles son las tendencias en el ámbito de la soledad entre las personas
mayores que se sienten solas, pero que actualmente están en una situación
inmediatamente anterior a la necesidad de un servicio de acompañamiento, y
también conocer las razones por las cuales las personas con predisposición para la
actividad voluntaria se muestran dispuestas o no a desarrollar su voluntariado en el
ámbito de las personas mayores.
4
El objetivo de este segundo paso es conocer cuáles son los estereotipos y prejuicios
que puede haber por parte de potenciales voluntarios a la hora de elegir o no el
colectivo de las personas mayores para colaborar, y permitir a la Fundación conocer
mejor cuáles y cómo serán los potenciales voluntarios del futuro, para dirigir mejor
las nuevas campañas de captación.
Es ampliamente conocido, y así se expresó en los antecedentes que en su momento
se expusieron en el proyecto, que en la mayoría de los países desarrollados, entre
ellos España, la esperanza de vida ha crecido de manera notable en las últimas
décadas debido a la reducción de la mortalidad en las personas mayores, tendencia
que no parece que se vaya a detener en el futuro, dando lugar al conocido proceso
de envejecimiento. La cifra de personas mayores de 65 años, según el último censo
de población, se sitúa ya cerca de los siete millones de personas. Dentro de este
proceso de envejecimiento, también se está produciendo un incremento del número
de personas mayores que viven solas; algunos datos ilustran cómo este crecimiento
y las características objetivas que presenta:
Mientras que en el Censo de Población de 1991 el número de mayores que
vivían solos era de 868.273 personas, en 2001 este número se elevaba a
1.358.937. Datos más recientes, sitúan la cifra de personas mayores que viven
solas en 1.601.660 (CIS, Encuesta de Condiciones de Vida. 2006).
Sobre los momentos del día en los que más se sienten solos, el 29% señala que
es en ocasiones especiales (cumpleaños, Navidad, etc.), el 20% por la noche y
un 17% cuando están enfermos, según datos recogidos de la Encuesta de
Condiciones de Vida de 2004 (IMSERSO).
La vida en solitario de los mayores forma parte de una tendencia general en la
sociedad española debido a la valoración del mantenimiento de la independencia
personal, siendo más frecuente entre las personas mayores que entre otros grupos
de edades (Pérez Ortiz, L. 2006). Acontecimientos tales como el abandono del hogar
por parte de los hijos, el declive de las capacidades, el fallecimiento del cónyuge o
5
una menor vida social tienen como consecuencia, entre otras, que muchas personas
mayores dejen de vivir en familia para hacerlo solas. Como consecuencia de estos
cambios, suele surgir el sentimiento de soledad: Según el estudio del CIS número
2.279, de febrero-marzo de 1998, dirigido a la población española de 65 y más años
de edad, que medía la sensación de compañía o falta de ella, el 38% de los mayores
que viven solos se sienten muy o bastante solos y el 36,6% regular, de manera que
apenas una cuarta parte restante afirma sentirse acompañada.
La soledad de las personas mayores supone un conjunto de sentimientos negativos
entre los que destacan la tristeza, la sensación de vacío y la falta de comunicación y
se previene o supera cuando se realizan actividades incompatibles con los
pensamientos que la generan, especialmente si éstas favorecen el cultivo de unas
relaciones sociales y familiares satisfactorias (Iglesias de Ussel, 2001).
Uno de los recursos con los que las personas mayores cuentan para paliar los
efectos de la soledad es el del voluntariado. Este es un sector que está en
crecimiento, tal y como lo demuestran estudios como el presentado en
recientemente por la Obra Social de Caja Madrid (2007) “Encuentro y alternativa-
situación y tendencias del voluntariado en la Comunidad de Madrid” según el cual
crece aceleradamente el número de voluntarios, cada vez dedican más horas y
fundamentalmente a actividades orientadas a activar la autonomía personal. Algunos
datos son ilustrativos:
En relación con los datos de la Encuesta 2001 del Voluntariado, ha disminuido el
peso relativo de los voluntarios de ámbito internacional (del 14% al 12%) y estatal
(del 27% al 18%), mientras que los voluntarios de barrio han duplicado su
presencia (15% en 2006 frente al 7% de 2001).
Según el “Diagnóstico de situación del voluntariado en España”, enmarcado
dentro del Plan Estatal de Voluntariado 2005-2009, normalmente las entidades de
voluntariado trabajan varias áreas de actividad simultáneamente. Las distintas
investigaciones consultadas coinciden en que, sobre todas ellas, la de Acción
6
Social es la más desarrollada en España. Le siguen salud y asistencia sanitaria,
cooperación y desarrollo, y educación y cultura. En este sentido, España es uno
de los países europeos donde la atención social está más desarrollada vía ONG.
Las actividades y programas de las ONG de Acción Social van dirigidas en su
mayoría, además de a las personas mayores, a jóvenes, infancia, personas con
discapacidad, mujeres, familias y población en general, si bien también son
bastante frecuentes las organizaciones que trabajan con personas
drogodependientes, reclusos/as, inmigrantes, refugiados/as, enfermos/as de
VIH/SIDA o minorías étnicas.
En cuanto al perfil de los voluntarios en ONG de Acción Social, predominan las
mujeres sobre los hombres, cifrándose la participación femenina en 2001 en el
58% (Pérez Díaz y López Novo, 2002). En cuanto a la edad, son personas
jóvenes (la mayoría no supera los 30 años) y tienen un nivel educativo muy
elevado, superior al del personal asalariado y a la media nacional.
Estos son datos generales del voluntariado en entidades de Acción Social, puesto
que sobre el perfil específico del voluntariado en entidades que acompañan a
personas mayores o las preferencias de los voluntarios o voluntarias sobre los
colectivos con los que colaborar no existe prácticamente documentación.
Entre los objetivos del voluntariado con personas mayores, según el estudio titulado
Calidad de vida en personas mayores (2004) de Gloria Pérez Serrano, se encuentra
el propiciar la integración y participación de los mayores en su entorno para
favorecer su reinserción o permanencia en los contextos de acción y toma de
decisión social, en los que podrán aportar sus experiencias, conocimientos y
habilidades acumuladas a lo largo de la vida, permitiéndoles sentirse útiles y
combatir sentimientos de soledad, baja autoestima y aislamiento. Otro objetivo
señalado consiste en velar para que las personas mayores acompañadas tengan
acceso a un desarrollo integral, de manera que puedan acceder a los bienes y
servicios que les corresponden y a la defensa y disfrute pleno de sus derechos e
7
intereses como medio para elevar su calidad de vida; mejorar las limitaciones
psicológicas, culturales, físicas y sociales que aparecen impuestas por la edad y el
proceso de envejecimiento, brindando toda clase de apoyo y comprensión, así como
estrategias apropiadas para contrarrestarlas.
Desde estos datos, y desde la acción desarrollada por la Fundación Amigos de los
Mayores, se ha planteado la necesidad de valorar si el trabajo que se está
desarrollando es el adecuado, cómo van cambiando las nuevas generaciones de
personas mayores, y de voluntarios, y cual es el camino de futuro que se debe
empezar a abordar.
Desde este trabajo se ha tratado de dar respuesta a estas cuestiones, todos los que
en él hemos colaborado consideramos que se ha conseguido, pero que la sociedad
y las personas evolucionan, las personas mayores de hoy no pueden constituir una
foto fija para el futuro, las nuevas generaciones de mayores no serán iguales a las
de hoy, y una Fundación como Amigos de los Mayores, debe tener siempre presente
el esfuerzo por adaptarse a “la nueva soledad”. El camino trazado es el más
adecuado, ésta es la primera y principal conclusión de este trabajo: trabajar desde la
comunicación y la compañía, en el terreno emocional, subjetivo y personal.
Antes de entrar de lleno en el contenido de este informe, es absolutamente
necesario agradecer infinitamente la colaboración de las personas mayores y de los
voluntarios, de Madrid y de Barcelona, que han colaborado con el equipo de
investigadores aceptando ser entrevistados y/o participando en grupos focales,
porque sin su colaboración este trabajo nunca hubiera podido realizarse. Gracias a
todos ellos y ellas, por su sinceridad, por haber abierto sus corazones hablando
desde lo más íntimo de sus emociones y sentimientos; somos conscientes, porque lo
hemos vivido, que algunos han pasado buenos y malos ratos con nosotros, han
llorado, también han reído, pero lo más importante es todo lo que nos han enseñado.
8
I.- OBJETIVOS
El primer objetivo es desarrollar una análisis de fuentes de datos para contar con
una fotografía de cual es el estado de la cuestión en cifras y publicaciones. Para ello
hemos analizado diferentes estudios relacionados con la situación actual de las
personas mayores, tanto relativos a aspectos demográficos como de condiciones de
vida y relaciones sociales. Por otro lado hemos analizado detalladamente los
estudios disponibles en relación con el voluntariado en general y en concreto el
realizado para personas mayores.
El planteamiento sociológico de esta investigación se ha abordado desde tres
ópticas:
1.- Evaluación de las acciones desarrolladas desde “Amigos de los Mayores”
cuyo objetivo es el acompañamiento de los mayores que viven / se sienten solos.
Se trata de analizar la correlación entre los objetivos, las acciones desarrolladas y
los resultados obtenidos, desde el punto de vista de quienes han sido los
protagonistas: las personas mayores acompañadas y los voluntarios. El objetivo
fundamental de este primer eje es conocer el grado de satisfacción/insatisfacción
que se ha conseguido a través de las acciones de acompañamiento para unos, las
personas mayores, y para otros, los voluntarios, con la finalidad de trabajar para
mejorarlo; en concreto se ha profundizado en lo siguiente:
1.1 En las personas mayores Qué esperaban del “servicio” que reciben de los voluntarios que les acompaña.
En qué medida se han sentido acompañados y para hacer qué cosas.
Les ayudado a sentirse bien, activos, animados.
Quien a tomado las iniciativas de “hacer juntos algo”, ellos, los voluntarios,
ambos.
Se han sentido valorados, apreciados, animados… por los voluntarios.
Qué han echado de menos: más tiempo, más actividades, otras actividades
9
Hay alguna cosa que les haya decepcionado, que no se corresponde con lo que
esperaban
En algún momento han creído ver alguna barrera entre ellos y los voluntarios:
rechazo, aburrimiento, … etc.
Qué es lo que destacarían como más positivo, lo que les gusta de tener a una
persona voluntaria con ellos.
Qué modificaría para sentirse mejor.
1.2 En los voluntarios Qué planteamiento inicial tenían de su actividad como voluntarios acompañando
a personas mayores. En qué medida han podido desarrollar la tarea que se habían planteado. Qué frenos han encontrado para desarrollarlas: de las normas de “Amigos de los
mayores”, de los mayores, de ellos mismos. Quien ha tomado las iniciativas para desarrollar acciones con las personas
mayores: ellos, las personas mayores o ambos. Se han sentido bien acogidos, valorados, apreciados.
Qué han echado de menos, cosas, actividades que podrían desarrollarse ( más
tiempo, más actividades, otras actividades …)
Hay alguna cosa que les haya decepcionado, que no se corresponde con lo que
esperaban
En algún momento han creído ver alguna barrera entre ellos y las personas
mayores, desde ellos: rechazo a la vejez, al entorno físico de la vejez (la casa, la
comida, la ropa, el aseo… etc.), o a aspectos de entorno ambiental (el
aburrimiento, la conversación, la inactividad, las personalidades tendentes al
recuerdo, la depresión, etc…)
Qué es lo que destacarían como más positivo de su actividad que le produce una
mayor satisfacción.
Qué modificaría para sentirse mejor.
Desde la experiencia personal: cuáles cree que puedan ser las principales
barreras que puede tener la población, para desarrollar una labor de voluntariado
con las personas mayores.
10
2.- Investigar las tendencias en el ámbito de la soledad, entre las personas mayores que están solas y/o se sienten solas, estando en una situación inmediatamente anterior a la necesidad de un servicio de acompañamiento. El
objetivo fundamental es profundizar en el mundo de la soledad, desde la vivencia
cotidiana de las personas mayores: cuáles son las sensaciones, emociones,
concreciones y vivencias entorno a los conceptos de “estar solo” - “sentirse solo”-
“vivir solo”. Se ha tratado de profundizar en todos los factores, matices y realidades
que confluyen en el sentimiento de soledad, desde las condiciones objetivas y desde
las percepciones y vivencias subjetivas:
Descripción de cómo se vive, se ha vivido y como sería la situación óptima,
desde la realidad actual, desde el punto de vista de la convivencia.
Cuáles son las vivencias momentos, actividades… cotidianas que se desarrollan
con otras personas, y solos, cómo se sienten en cada circunstancia; en concreto: − Descripción de cómo están las relaciones familiares con hijos, nietos,
hermanos, cuñados, etc..: cuánto se ven, qué hacen juntos, qué
satisfacción / insatisfacción producen las relaciones familiares, qué espera
de ellos que no recibe, que no le dan. − Descripción de las relaciones sociales: amigos, vecinos, actividades que
se hace con ellos, con qué frecuencia, qué satisfacción / insatisfacción
producen estas relaciones sociales, qué espera de ellos que no recibe,
que no le dan. Qué circunstancias, vivencias, personas… les produce bienestar, sosiego,
tranquilidad…
Que circunstancias, vivencias, personas (o ausencia de ellas) les produce
desasosiego, miedo, angustia, preocupación.
Momentos, circunstancias, en las que se siente solo (personificación de la
soledad).
Expectativas de futuro: qué espera de la vida, de las personas, de la sociedad,
cómo cree que va a vivir de aquí a unos años, cómo cree que se va a sentir;
cómo le gustaría vivir, qué cree que va a necesitar, echar de menos.
11
3.- Las actitudes y percepciones de la población, con una predisposición positiva al voluntariado, hacia las personas mayores: las barreras reales y simbólicas. Desde esta tercera óptica se trata de profundizar, para entender las
claves y actuar sobre ellas, en cómo es la percepción real de las personas mayores
entre un determinado segmento de la población que tiene una predisposición
positiva hacia el voluntariado, porque desarrolla o ha desarrollado recientemente
actividades de voluntariado en el entorno de la participación ciudadana sin ánimo de
lucro, y en el ámbito de la ayuda y colaboración con colectivos de población
vulnerable / desfavorecida. Desde este enfoque se ha tratado de ahondar en la
existencia o no de barreras organizadas alrededor del mundo y de la vida de las
personas mayores, que frenan o no incentivan suficientemente, el acercamiento de
una población que desarrolla trabajos de voluntariado y/o tiene una buena
predisposición hacia él. En concreto se han buscado los elementos que confluyen la
creación de barreras reales o simbólicas:
Las motivaciones genéricas que incitan a trabajar como voluntario.
Las motivaciones específicas para trabajar con colectivos vulnerables,
ahondando en los colectivos desfavorecidos en los que existe experiencia.
Las experiencias positivas y negativas como actores del voluntariado, en
distintos ámbitos / colectivos de personas con los que se ha trabajado.
Qué experiencias concretas, positivas o negativas, se tienen en la convivencia
y/o cercanía con personas mayores: abuelos, padres… propios o cercanos (de
cónyuge, amigos…).
Cómo se observa el mundo de las personas mayores: qué resulta positivo,
atractivo, interesante, valioso
Qué produce rechazo, consciente o inconsciente: la vejez, la edad, el deterioro
físico o el deterioro ambiental (la casa, el aspecto, la forma de comer, la higiene,
la forma de hablar, etc.…), el deterioro de la capacidad mental, los hábitos, etc.
Las razones conscientes por las que no se plantea el trabajo voluntario con
personas mayores.
Proyección de la imagen social del trabajo voluntario con las personas mayores.
12
II. Metodología II. 1 Análisis de Fuentes secundarias
Previamente a la realización del estudio cualitativo se ha analizado la bibliografía
existente sobre la materia a abordar en el mismo. En concreto, se ha realizado la
búsqueda por dos vías:
- Información actualizada disponible sobre las personas mayores: demografía,
condiciones de vida, datos comparativos con otros países, etc.
- Literatura existente sobre el voluntariado, por un lado el voluntariado en general -
perfil de los voluntarios, campos de actuación, tipos de organizaciones, etc. -; y por
otro, sobre el voluntariado con personas mayores - qué motivaciones existen,
número y perfil de este tipo de voluntarios, etc.-.
Entre las principales conclusiones tras la realización de este análisis de fuentes
secundarias cabe destacar la menor cantidad de información encontrada en relación
con el ámbito del voluntariado frente al de las personas mayores, en parte debido a
la falta de recursos con los que generalmente cuentan las entidades de voluntariado.
Existen datos generales sobre el voluntariado, sus definiciones y objetivos, incluso
cierta legislación al respecto, sin embargo cuando se precisa la búsqueda en el
voluntariado realizado para personas mayores la bibliografía existente es
prácticamente nula. Se puede encontrar información relacionada con el voluntariado
realizado por personas mayores, pero no sobre el voluntariado cuyos beneficiarios
de la acción sean directamente las personas mayores.
II. 2 Investigación cualitativa
En segundo lugar la aplicación de técnicas cualitativas de análisis sociológico, es la
que se ha considerado que se adapta mejor a una investigación que se plantea
como objetivo ahondar en un mundo de percepciones, vivencias, experiencias… en
una actividad, el acompañamiento a personas mayores, que no se apoya en
13
actividades ni en resultados “medibles” en términos estadísticos, sino en
satisfacciones, vivencias positivas, experiencias satisfactorias, desde el mundo de lo
emocional.
Cada uno de los ejes de objetivos planteados, se ha abordado de la manera
siguiente:
II.2.1.- La evaluación de las acciones desarrolladas desde “Amigos de los Mayores”, se han realizado 16 Entrevistas en Profundidad, de las siguientes
características:
8 entrevistas a personas mayores que reciben el servicio de acompañamiento:
− Ámbito Madrid (4 entrevistas) y Barcelona (4 entrevistas).
− Variables tenidas en cuenta: edad, género, tiempo que lleva recibiendo
el servicio de acompañamiento, estatus socioeconómico.
− Todas las entrevistas se han realizado en el domicilio de la persona
mayor.
− Para la selección de las personas entrevistadas se han utilizado los
listados de personas mayores atendidas por la Fundación Amigos de
los Mayores (en Madrid) y Amics de la Gent Grand (en Barcelona). Por
este motivo, ser conocido/as de los responsable de estas
organizaciones, no es posible poner a disposición de al Fundación, ni
las grabaciones en audio ni las transcripciones de las mismas.
8 entrevistas a voluntarios
− Ámbito Madrid (4 entrevistas) y Barcelona (4 entrevistas).
− Variables a tener en cuenta: edad, sexo, tiempo que lleva de voluntario
en el acompañamiento a personas mayores.
− Las entrevistas se han realizado tanto en el domicilio del voluntario,
como en la sede de su trabajo y en la sede de Demométrica. Siempre
se ha ofrecido que la opción la tomasen los voluntarios entrevistados.
14
− Para la selección de las personas entrevistadas se han utilizado los
listados de voluntarios que trabajan con la Fundación Amigos de los
Mayores (en Madrid) y Amics de la Gent Grand (en Barcelona). Por
este motivo, ser conocido/as de los responsable de estas
organizaciones, no es posible poner a disposición de la Fundación, ni
las grabaciones en audio ni las transcripciones de las mismas.
II. 2. 2.- Las tendencias en el ámbito de la soledad, entre las personas mayores que están solas y/o se sienten solas, estando en una situación inmediatamente anterior a la necesidad de un servicio de acompañamiento. Se han realizado 3
grupos focales, con las siguientes características a tener presentes para su
configuración:
Ámbito: Madrid (2 R.G.) y Barcelona (1 R.G.)
Género: Hombres (1 R.G.) y Mujeres (2 R.G.)
Edad: de 65 a 80 años.
Convivencia: viviendo solos, o con familiar, hijo/a…, que trabaje fuera de casa y
esté ausente la mayor parte del día.
Con un buen estado de salud, independientes a afectos de ayudas y cuidados,
que les permita salir de su casa y realizar por sí mismos cualquier actividad de la
vida diaria.
Estatus socioeconómico: medio y medio bajo.
R.G. Nº 1 ▪ Mujeres que viven solas
▪ Edad: 70 a 80 años
▪ Estatus socioeconómico: medio amplio- medio bajo
▪ Lugar de residencia: Madrid
R.G. Nº 2 ▪ Hombres que viven solos ▪ Edad: 67 a 75 años
15
▪ Estatus socioeconómico: medio amplio - medio bajo ▪ Lugar de residencia: Madrid
R.G. Nº 3 ▪ Mujeres que viven solas
▪ Edad: 70 a 80 años
▪ Estatus socioeconómico: medio amplio
▪ Lugar de residencia: Barcelona
3.- Las actitudes y percepciones de la población, con una predisposición positiva al voluntariado, hacia las personas mayores: las barreras reales y simbólicas. Se han realizado 3 grupos focales, con las siguientes características
para su configuración:
Ámbito: Madrid (1 R.G.) y Barcelona (2 R.G.)
Género: Hombres y Mujeres
Edad: de 20 a 60 años (agrupados en: de 20 a 30 / de 30 a 45 / de 45 a 60)
Nivel de estudios: medio y alto
Personas que, en los últimos cinco años, hayan trabajado como voluntarios en
cualquier tipo de organizaciones de apoyo/cooperación social, con colectivos de
población vulnerable y/o desfavorecida
R.G. Nº 1 ▪ Hombres
▪ Edad: 45 a 60 años
▪ Estatus socioeconómico: medio amplio
▪ Nivel de Estudios: medio y medio alto
▪ En los últimos 5 años han estado trabajando de voluntarios, al menos 2 años,
con personas vulnerables, desfavorecidas, pero no con personas mayores
▪ Lugar de residencia: Barcelona
16
R. G. Nº 2 ▪ Mujeres
▪ Edad: 20 a 30 años
▪ Estatus socioeconómico: medio amplio
▪ Nivel de Estudios: medio y medio alto
▪ En los últimos 5 años han estado trabajando de voluntarios, al menos 2 años,
con personas vulnerables, desfavorecidas, pero no con personas mayores
▪ Lugar de residencia: Barcelona
R.G. Nº 3 ▪ Mujeres y Hombres
▪ Edad: 30 a 45 años
▪ Estatus socioeconómico: medio amplio
▪ Nivel de Estudios: medio y medio alto
▪ En los últimos 5 años han estado trabajando de voluntarios, al menos 2 años,
con personas vulnerables, desfavorecidas, pero no con personas mayores
▪ Lugar de residencia: Madrid
17
III. ANÁLISIS DE RESULTADOS III. 1 ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN DE LAS PERSONAS MAYORES EN ESPAÑA III. 1. 1 Evolución demográfica de las personas mayores
En España la esperanza de vida ha crecido de manera notable en las últimas
décadas debido a la reducción de la mortalidad en las personas mayores, tendencia
que no parece que se vaya a detener en el futuro. La cifra de personas mayores de
65 años, según las Estimaciones de la población actual del Instituto Nacional de
Estadística (INE), se sitúa ya en más de siete millones y medio de personas.
EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN MAYOR, 1900-2050 (miles)
852 973 1074 1264 1476 1750 2136 2767 3512 4222 5429,048 6338,5329886,602
115 133 143 177 224 273 369 524725
11485404,513
5490,621
8025,109
10464,8741903,2191633,04
2294,8593007,423
3659,461
4683,211
5923
0
2000
4000
6000
8000
10000
12000
14000
16000
18000
1900 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970 1981 1991 2001 2005 2010 2020 2030 2040 2050
Año
Mile
s
80 y +
65-79
* De 1900 a 2005 los datos son reales; de 2010 a 2050 se trata de proyecciones; desde 1970, población de derecho.Fuente: 1900-1991: INE: INEBASE: Cifras de población. Población según sexo y edad desde 1900 hasta 1991 . INE, consulta en junio de 2006.2001-2005: INE: INEBASE: Revisión del Padrón Municipal de Habitantes a 1 de enero de 2001 y 2005 . INE, consulta en junio de 2006.2010-2050: INE: INEBASE: Proyecciones de la población calculadas a partir del Censo de Población de 2001. Escenario 1 . INE, consulta en junio de 2006.
En cuanto a la esperanza de vida, las previsiones del INE estiman que para el año
2030, ésta se situará en los 80,89 años en los varones, mientras que la de las
mujeres será de 86,92 años, incrementándose en unos cuatro años en comparación
con datos de 2002. La diferencia entre ambos sexos se reduce, puesto que en 2002
era de 6,73 años y en 2030 se prevé que sea de unos 6,03 años.
18
Además de este incremento de la esperanza de vida, se está produciendo un
envejecimiento de las personas mayores de más edad. Los avances médicos que
permiten vivir más años, hacen que el grupo de octogenarios e incluso las personas
centenarias empiecen a tener cada vez mayor relevancia.
El Censo de 2001 calcula en 4.218 las personas que superan los cien años, de los
cuales 3.310 son mujeres y 908 hombres, y el INE estima que esta cifra llegará a los
7.141 y 55.240 en 2010 y 2050 respectivamente.
La presencia de las mujeres en la población de más de 65 años es predominante.
Según la última revisión del Padrón Municipal de 2007, las mujeres mayores en
España agrupan a más de cuatro millones de personas (4.341.858 mujeres frente a
3.189.968 hombres), lo que supone un 9,6 % de la población total española. Esta
tendencia se presenta creciente según las estimaciones del INE que prevén que
hacia el año 2050 la cifra de mujeres mayores de 65 años supere los siete millones y
medio.
INVERSIÓN DE LA TENDENCIA DEMOGRÁFICA, 1900-2050
0
5
10
15
20
25
30
35
40
1900 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970 1981 1991 2001 2005 2010 2020 2030 2040 2050
Año
%
0-14 65 y más
Informe 2006. Las personas mayores en España* De 1900 a 2005 los datos son reales; de 2010 a 2050 se trata de proyecciones; desde 1970, población de derecho.Fuente: 1900-1991: INE: INEBASE: Cifras de población. Población según sexo y edad desde 1900 hasta 1991 . INE, consulta en junio de 2006. 2001 y 2005: INE: INEBASE: Revisión del Padrón M unicipal de Habitantes a 1 de enero de 2001 y 2005 . INE, consulta en junio de 2006. 2010-2050: INE: INEBASE: Proyecciones de la población calculadas a partir del Censo de Población de 2001. Escenario 1 . INE, consulta en junio de 2006.
Sobre el estado civil de las personas mayores en España, según el Censo de
población de 2001, el matrimonio es la condición mayoritaria. En porcentajes, un
19
59,7% de las personas mayores estaban casadas, un 30,9% eran viudos, un 8,0%
solteros y un 1,4% separados o divorciados. Analizar el estado civil es un factor
importante de cara al estudio de la soledad en las personas mayores puesto que
está estrechamente relacionado la aparición de sentimientos de soledad con la
ausencia de cónyuge.
España, en comparación con el resto de países y en cuanto a las proyecciones de
población, va a seguir estando a la cabeza de los países más envejecidos, como
refleja la revisión 2006 de las Proyecciones de Población de la ONU. A pesar del
aumento de la población inmigrante y el incremento del número de nacimientos, las
previsiones a 2050 sitúan a España como el segundo país más envejecido, por
detrás de Japón. Sin embargo, comparando datos de Eurostat (2008), España es el
quinto país más envejecido por detrás de Alemania, Italia, Francia y el Reino Unido.
PAISES CON MAYOR ENVEJECIMIENTO. POBLACIÓN DE 65 Y MÁS AÑOS, 2005 y 2050
16,83 16,07 16,07
7,655,83
12,26
6,13 5,56 5,52 4,98 4,833,53 3,90
2,93
5,85
10,8211,7113,63
14,46
18,5719,1919,39
21,0321,2223,6823,81
24,0525,9327,58
37,69
30,18
32,6533,22
13,7816,33
18,7819,7419,75
0
5
10
15
20
25
30
35
40
Japó
n
España
Italia
Aleman
ia
Ucrania
Francia
Reino U
nido
RusiaChina
México
EEUUBras
il
Vietnam
Indon
esia
India
Egipto
Bangla
desh
Paquis
tán
Nigeria
Países
%
2050
2005
Fuente: N.U.: World Population Prospects: The 2006 Revision . N.U., consulta en mayo de 2008.
20
III. 1. 2 Las personas mayores que viven solas
Dentro del proceso de envejecimiento de la población y a pesar de que España es
uno de los países de Europa que mantiene con mayor fuerza una red sólida familiar
y comunitaria, también se está produciendo un incremento del número de personas
mayores que viven solas. Mientras que en el Censo de Población de 1991 el número
de mayores que vivían solos era de 868.273 personas, en 2001 este número se
elevaba a 1.358.937. Datos más recientes, sitúan la cifra de personas mayores que
viven solas en 1.601.660 (CIS, Encuesta de Condiciones de Vida. 2006).
Los motivos por los que las personas mayores viven solas, normalmente no se
reducen a uno solo. En general existe una razón principal relacionada con la
voluntad de las personas mayores a mantener su independencia, acompañada por
otros factores relacionados con las circunstancias familiares, el apego a la vivienda o
al entorno en el que han vivido durante años.
Las mujeres viven solas en proporciones más altas que los hombres, (25,91% de
mujeres y 11% de hombres), debido a que las mujeres viven más que los hombres y
a que en los casos de pérdida de la pareja, la falta de preparación de los varones en
materia doméstica hacen que busquen mudarse a casa de los hijos o a una
residencia, o incluso volver a casarse.
21
PERSONAS MAYORES VIVIENDO SOLAS POR FRANJAS DE EDAD
0
50.000
100.000
150.000
200.000
250.000
300.000
65-69 años 70-74 años 75-79 años 80-84 años 85 y másaños
HombresMujeres
Fuente: Censo de Población de 2001 (INE)
En cuanto al estado civil de las personas mayores que viven solas, predomina la
viudedad con un 80%, frente a los solteros/as (11,5%), casados/as (1,7%) y los
separados/as o divorciados/as (6,8%).
Las personas mayores que viven solas son las que peor valoran su situación
económica: el 26,3% se manifiestan poco o nada satisfechos, mientras que el
porcentaje de descontentos entre los que cohabitan no llega en ningún caso al 19%.
Esta valoración es coherente con el hecho de que la mayor parte de las personas
mayores que viven solas son mujeres de edad avanzada, que, por regla general,
tienen menor nivel adquisitivo que los varones, sobre todo si su principal fuente de
ingresos viene de la pensión de viudedad que en diciembre de 2007 la cuantía se
situaba en 500,35 euros de media.
En cuanto al equipamiento de las viviendas las personas mayores que viven solas
son las menos acomodadas, alcanzando los mayores porcentajes de carencia de
equipamientos. El más generalizado es el teléfono fijo, puesto que un 92 % lo posee,
y el menos es la conexión a Internet. Merece la pena destacar que el 54,80 % de los
22
mayores que viven solos no tienen calefacción y que la gran mayoría, el 83,60 %
tampoco tiene aire acondicionado.
PORCENTAJE DE MAYORES SOLOS SIN EQUIPAMIENTOS
34,30%
51,90%
54,80%
83,60%
11,80%
69,70%
97,30%
0,00% 20,00% 40,00% 60,00% 80,00% 100,00% 120,00%
Cuarto de baño con bañera
Cuarto de baño con plato de ducha
Calefacción en toda la casa
Aire acondicionado
Teléfono fijo
Teléfono móvil propio
Conexión a internet
Fuente: IMSERSO-CIS. Encuesta de condiciones de vida de las personas mayores, 2006. Estudio 2.647.
Aunque vivir solo no implica siempre que la persona mayor experimente
sentimientos de soledad, sí que hay una relación entre ambas. Según el estudio del
CIS número 2.279, de febrero-marzo de 1998, dirigido a la población española de 65
y más años de edad, que medía la sensación de compañía o falta de ella, el 38% de
los mayores que viven en hogares unipersonales se sienten muy o bastante solos y
el 36,6% regular, de manera que apenas una cuarta parte restante afirma sentirse
acompañada.
Según datos más recientes de la Encuesta de Condiciones de Vida 2006 citada
anteriormente, un 59,2 % de las personas mayores que viven solas declararon sentir
soledad frente a un 14,2 % de las personas mayores que viven en pareja u otros
familiares.
Para las personas mayores en España el sentimiento de soledad guarda una
estrecha relación con la falta de compañía de otras personas, especialmente de las
personas “queridas” como padres, hijos, parejas, hermanos, etc. con los que
23
estuvieron unidos por profundos lazos afectivos1. Debido a nuestras estructuras
familiares, la percepción y sentimientos de soledad de las personas mayores en
España son muy fuertes, ya que su expectativa de mantener continuamente vínculos
y relaciones afectivas y sociales sigue siendo muy potente, produciéndose un
aumento de los sentimientos negativos entre las personas mayores que viven solas,
como se puede observar en el gráfico.
Fuente: IMSERSO-CIS. Encuesta de condiciones de vida de las personas mayores, 2006. Estudio 2.647
Hechos como el abandono del hogar por parte de los hijos, el declive de las
capacidades, el fallecimiento del cónyuge o una menor vida social son algunas de
las consecuencias de la generación de estos sentimientos.
Sobre los momentos del día en los que más se sienten solos, el 29% señala que es
en ocasiones especiales (cumpleaños, Navidad, etc.), el 20% por la noche y un 17%
cuando están enfermos2.
Los sentimientos de soledad no son tan intensos en otros países. Un estudio
comparativo entre países del sur y norte de Europa revela que los sentimientos de
soledad son más frecuentes entre las personas mayores de los países meridionales.
Las características del contexto cultural y las expectativas sociales, son algunos de
los factores que influyen en la interpretación del sentimiento de soledad.
1 La soledad en las personas mayores, Ramona Rubio Herrera. 2 Encuesta de Condiciones de Vida de 2004 (IMSERSO).
PORCENTAJE DE PERSONAS QUE EXPRESARON DIFERENTES SENTIMIENTOS, SEGÚN FORMAS DE CONVIVENCIA
0102030405060708090
Bien,contento/a
Nervioso/a Aburrido/a Triste Solo/a
Personas mayores queviven solas
Otras formas deconvivencia
24
En España, el arraigo de los valores transmitidos en la educación tradicional
religiosa que convierten en obligatoria la reciprocidad en las relaciones y que asocia
la soledad a situaciones no deseadas de desvalimiento y abandono, influyen de
manera negativa en las percepciones de soledad3.
También se registran diferencias significativas entre la Europa del Sur y del Norte
con respecto a las decisiones de coresidencia, la estrutura familiar, la proximidad y
los contactos. Según datos del Proyecto Share, Encuesta de Salud, Envejecimiento y Jubilación en Europa, en Dinamarca sólo un 13 por ciento de
los entrevistados vive con sus hijos. El dato correspondiente para España es el 52
por ciento.
En términos de la cantidad de contactos entre hijos y padres se produce un
contraste similar: mientras que un 42 por ciento de los daneses ve a sus padres
todos los días, el dato correspondiente para los entrevistados en los países del
Mediterráneo ronda el 86 por ciento.
3 Loneliness among older people in Europe, Gerdt Sundström. 2007
25
III. 2 ANÁLISIS CUALITATIVO DE LOS DISCURSOS DE LAS PERSONAS MAYORES QUE VIVEN SOLAS: EL MUNDO EN SOLEDAD DE LAS PERSONAS MAYORES
III. 2. 1 Descripción de las personas mayores que han participado en la
investigación. Las personas mayores que han participado en las reuniones de grupo como fuente
de información, viven solas, tienen entre 70 y 80 años, poseen unos estados de
salud que les permiten desenvolverse sin mayores problemas en las actividades
propias de la vida cotidiana (asearse, limpiar la casa, hacer la compra, salir a la
calle, etc.), y en general son personas que desarrollan una gran cantidad de
actividades a lo largo de la semana, con amigos, solos, con familiares algunas
veces, etc. Dos son los factores que subyacen a cualesquiera diferencias que
encontramos en las distintas actitudes, posiciones y actividades que unos y otras
personas mantienen ante la soledad, el estar solos, el vivir solos: el género y el estado civil:
Hay diferencias entre hombres y mujeres significativas en cuanto a, por ejemplo
las actividades que cotidianamente desarrollan; así observamos que en los hombres son más habituales las actividades lúdicas no comunitarias, y paseos con amigos o solos, mientras que en las mujeres, además de las actividades que hacen con amigas, hay cierta tendencia a participar en actividades educativas, de aprendizaje, y en general organizadas comunitariamente o institucionalmente. Esta tendencia está ligada a las
diferentes culturas y experiencias vitales de hombres y mujeres de esta
generación: mientras que los hombres han ejercido una profesión hasta la edad
de jubilación / prejubilación, las mujeres dejaron sus trabajos, quienes los tenían,
al casarse, como era “lo socialmente correcto y aceptable”, para centrar sus
intereses, actividades y dedicación al casi exclusivo ámbito doméstico, en el que,
obviamente, tener y cuidar a los hijos era lo realmente prioritario. Por tanto la vida
de los hombres ha estado casi siempre orientada hacia lo público, lo social, y la
26
vida de las mujeres hacia lo privado y lo doméstico. Es posiblemente en la
constatación de la falta de habilidades y recursos hacia lo público, y llegada la
edad de “liberarse” de estas tareas tradicionalmente auto asignadas, donde está
el origen de un toma de conciencia de “lo vitalmente pendiente”: dedicación a sí
mismas, aprender cosas nuevas y descubrir ámbitos de la vida social a los que
no estaban acostumbradas.
Aunque esta distinta manera de afrontar las actividades, pueda resultar
contradictoria, puesto que parte de unos hábitos hacia lo público, los hombres, y
hacia lo privado, las mujeres, no lo es, por cuanto es precisamente en la falta de
herramientas para manejar con destreza actividades, más allá de las
estrictamente relacionadas con el cuidado de la familia y la casa, lo que crea la
tendencia/necesidad en las mujeres a “dejar organizar” su vida de actividades
lúdicas, y participar en ellas con entusiasmo; mientras que los hombres, que han
vivido sus particulares actividades sociales, y no sólo las laborales, han adquirido
las destrezas sociales necesarias para organizarse ellos mismos y/o con sus
contactos sociales, sus propias actividades. Esto no significa que no haya
excepciones, o que los hombres den la espalda a lo institucional, sino que lo que
para las mujeres es un descubrimiento y el centro de sus actividades sociales, en
los hombres es una continuidad y un hábito.
“… Esto que decíais de trabajar, yo siempre digo que me solté de las
faldas de mi madre para cogerme al pantalón de mi marido, porque
fuera de casa yo no he trabajado, yo estaba estudiando,
concretamente estudiaba piano, mi marido, en aquella época mi novio,
porque entonces era el novio…” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona
El estado civil es otro factor que genera diferencias en la percepción de sus vidas actuales, de su soledad, de su futuro, según se trate de personas mayores viudas o separadas; es habitual que la viudedad genere un
sentimiento profundo de soledad, generalmente acompañado tristeza; la muerte
de la pareja es un acontecimiento que suele marcar un antes y un después en la
27
vida de las personas, y más profundamente cuanto más tarde en el tiempo se
produce; mientras que un proceso de separación es algo pensado, querido y
decidido, aunque no siempre lo sea por los dos cónyuges, con procesos en
ocasiones dolorosos pero que provocan, al final, una cierta sensación de
“liberación”.
“… Es que no es lo mismo una separación que quedarte viudo. Una
separación ya viene que no congenias, que si te has jubilado, estás en
el pasillo, la señora la pisas, ya no convives en condiciones. Pero se te
presenta una enfermedad en la mujer y te quedas viudo en el
momento que no lo has pensado y ni lo imaginabas y es
completamente distinto a estar viudo, que no convives, ya no eres feliz
y ya lo tienes que ir asimilando un poco de que puede pasarte eso...”
R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
Estas diferencias sirven para explicar algunas de las diferentes formas de afrontar la
soledad y sus consecuencias emocionales, las posturas vitales ante determinadas
situaciones, los problemas a los que se enfrentan y las formas de solucionaros, las
preocupaciones por el presente y el futuro, etc.
III. 2. 2 Una descripción de cómo se vive el presente.
La vivencia del presente es satisfactoria en términos generales; tras esta percepción
se encuentran algunos elementos ubicados en el ámbito de las emociones, y otros
en el de la realidad económica 4:
En primer lugar hay un sentimiento de independencia muy valorado. Este
sentimiento tiene su concreción en la posibilidad de organizar la vida diaria
independiente y libremente: no tener que cumplir horarios ni imposiciones de
ningún tipo, el decidir por sí mismos las actividades que harán a lo largo del día, 4 Ver la coincidencia de los discursos con los datos que se presentan en el apartado III.1.2 Las personas mayores que viven solas, la referencia al IMSERSO-CIS Encuesta de condiciones de vida de las personas mayores, 2006.Estudio 2.647.
28
de la semana, etc. El sentimiento de libertad e independencia es más explícito en
las mujeres, probablemente se explica en parte por la ausencia en su vida
presente de antiguas restricciones auto impuestas por ellas mismas, o por sus
cónyuges, a lo largo de su vida en pareja. Esta sensación de liberación genera una valoración muy significativa de su independencia, no sólo en el contexto doméstico, sino también, y con especial significado, en el contexto público y social, ámbito en el que de hecho siempre han disfrutado de
menos libertades que los hombres.
“… Que si quiero me acuesto y si quiero me levanto, no tengo que dar
órdenes, ni decir ni pelearme con nadie…
…
… Yo pienso lo mismo, yo vivo bien, vivo bien dentro de la soledad,
porque estamos hablando de que estoy sola pero dentro de la soledad
pues me levanto si quiero más tarde o más pronto, si me quiero
acostar antes, si un día quiero salir, si un día no quiero salir, no suelo
salir mucho, soy más de casa...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
Muy ligado a lo anterior, pero en el ámbito de la economía, la independencia se
puede también sentir porque, sin disponer de unos ingresos/pensión muy altos, si
tienen estas personas mayores una situación económica al menos tranquila, que les permite desarrollar actividades institucionales, incluso privadas, de diversos tipos (viajes, salidas, comidas, etc.). Para quienes
pertenecen en su origen a una extracción social media – baja, la situación
económica actual resulta más que satisfactoria, incluso en algunas de estas
personas “impensable” hace unos años.
“… Lo bueno que tenemos ahora, y perdón que sea la primera, que
somos individuales, como yo digo, y hacemos lo que nos sale de los
cataplines, y perdón también...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
29
“… Lo que pasa es que yo no me voy porque no me quiero ir a vivir
con matrimonios jóvenes, me gusta estar en casa y no molestar a
nadie. Es distinto que sea su cumpleaños y vaya, pero ¿yo meterme
con mis hijos? Con ninguno. De visita sí, pero yo quiero que cada uno
viva su vida, que no tiene obligación conmigo ninguna. Esa es mi
mentalidad...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
Las comparaciones de su calidad de vida actual con la que recuerdan de sus
padres y abuelos, es uno de los elementos de satisfacción, en términos
económicos.
“… Yo soy muy feliz, vivo de maravilla, me encanta viajar, entonces
trato de reunir mi dinero y hacer dos o tres viajes al año de
vacaciones. Tengo que mirar que yo si ahora mismo cuento con la
calidad de vida que tuvieron mis padres y con la que estamos teniendo
nosotros, no se puede mirar no para nada. Y todavía, cuando estás en
grupo, que vamos gente mayor al IMSERSO de vacaciones, o dentro
de los sitios del IMSERSO, que en cada sitio tenemos un edificio
donde tenemos la peluquería muy barata, donde tenemos clases, yo
ya llevo tres años en Internet porque ahí hay señores que dan clases
gratuitas. Entonces todos los días por la mañana, de 10 a 11 de la
mañana, dan clases, te apuntas y ahí tienes unos profesores, que han
sido profesores pero están jubilados, y que las dan gratis. Entonces,
como ha dicho la señora, yo he ido ahí a aprender y ya llevo tres
años…” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
Organizada en torno a estos elementos positivos, la vida transcurre
satisfactoriamente; sin embargo algunos escollos ensombrecen este transcurrir plácido y activo, y significativamente tienen que ver con las relaciones familiares, más concretamente con la interacción con sus propios familiares, que consideran escasa, o muy escasa, en términos que se analizan en capítulos
posteriores, pero que aquí introducimos, porque lo hace necesario la descripción del
escenario global del transcurrir cotidiano de la vida de las personas mayores solas.
En este terreno es importante señalar que, si bien respecto de las relaciones con
30
familiares directos (hijos y nietos específicamente), hay una sensación de que no
son todo lo buenas e intensas como ellos desearían, también lo es el que
emocionalmente se produce satisfacción y tranquilidad cuando hablan de su vida y
de la relación con su familia cercana. Uno de los pilares básicos para su satisfacción
actual es, sin lugar a dudas, el percibir que con sus hijos, nietos, nueras y yernos,
mantienen unas relaciones, si no de cercanía y cariño, al menos de respeto y
cuidado. Más adelante, no obstante, ahondaremos en la consistencia y el significado
de conceptos como cercanía, respeto, cariño, etc., cuando se trata de la relación
persona mayor sola – familia cercana.
“… Yo me siento bien, actualmente estoy contenta porque me
encuentro, dentro de los achaques que más o menos tenemos, tengo
una hija majísima, y tengo un yerno que vale todas las pesetas del
mundo, estoy sola pero no estoy sola, tengo unos nietos muy majos,
tengo uno de 20 años que está haciendo tercero de medicina y es un
chico estupendo...” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona
“… Pero yo soy muy feliz y me organizo muy bien mi vida, y yo con mis
hijos y con mis nueras trato de llevarme de lo mejor, pero que aquí no
haya problemas, igual con mis hijos que con la novia de mi hijo que
con la nuera que tengo, aquí yo no tengo problemas de ninguna clase,
y ellas lo saben y no me voy a enfadar, y yo no me enfado por nada.
Entonces que hablen lo que quieran, hablamos de lo que sea, y luego
cada uno está en su casa. Pero yo tengo plena confianza para decirle
lo que me gusta y lo que no me gusta...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
En el otro lado de la balanza están aquellos que perciben que hay dificultades,
problemas, incomunicación, e incluso desinterés, entre ellos y su familia directa más
cercana, y en la que los hijos son los protagonistas. Padres y madres mayores
sienten que no son retribuidos, tanto en el ámbito emocional como en el de los
cuidados físicos, según lo esperado, y que una respuesta adecuada debería ser la
consecuencia lógica del tiempo y dedicación que ellos y ellas han desarrollado a lo
31
largo de sus vidas para educarlos, cuidarlos, quererlos, etc., pero no sólo a sus hijos,
sino también a “sus propios familiares mayores”. Hay un discurso implícito en los
tres grupos focales, en el que se proclaman la última generación que ha dedicado
una parte de su vida al cuidado de sus mayores, y sienten que van a ser también la
primera generación de mayores que no van a ser cuidados por sus hijos.
“… Sí, es que yo estoy contento con la vida que llevo porque no tengo
más remedio, me aguanto o no me aguanto, porque claro, tú tienes a
los hijos, en el caso mío a los hijos, él te pide x favores y se los haces,
pero si un día te dice una cosa y no puedes ya eres malo, y claro es yo
creo que tenían que tener en cuenta que si tú haces 99 cosas bien y
una mal no eres malo, es que a lo mejor no has podido, pero claro,
ellos no lo tienen en cuenta, mientras tú haces lo que ellos mandan la
cosa va muy bien, pero cuando un día dices no por lo que sea, ya eres
malo, ya lo otro no cuenta. Y claro, eso no puede ser...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
Continuando con las pinceladas que tratan de describir a grandes rasgos el
transcurrir de la cotidianeidad, y sin restar importancia al sentimiento de relativo
bienestar que expresan las personas mayores cuando hacen un balance general de
sus vidas, es importante señalar que se observa y percibe también una cierta fragilidad cuando se ahonda más en sus vivencias y sentimientos. Una de las experiencias de vida que más marcan a las personas mayores, que les deja una huella imborrable, es la muerte de su cónyuge. Quienes han vivido esta
experiencia, consideran su vida actual como incompleta, en cierto sentido vacía,
incluso en aquellos que la llenan de contenido con actividades múltiples. La
desaparición del cónyuge marca un antes y un después, es el hito que marca una
vida anterior en compañía y una vida posterior en soledad.
“... mi vida, antes de mi marido y después de mi marido, yo en el
momento en que lo perdí mi vida perdió motivación, a pesar de que
me pasa como, Trini, me parece que has dicho, de que, considero que
soy una persona activa, hago voluntariado en el barrio del Raval, que
es un barrio marginal de Barcelona desde hace muchísimos años…
32
… … Estoy contenta pero a mí me falta aquello, o sea, yo siempre creí
que envejecería con mi marido, y aquello pues a mí me ha costado, yo
estuve cuatro años en manos de psiquiatra, y el psiquiatra llegó un día
que me dijo, “mira, yo te voy a decir una cosa, enhorabuena, porque tú
te vas a ir con unas manos llenas, tú has tenido una vida llena y la vas
a tener llena, pero tendrás que convivir con esto”, y así lo he hecho, yo
digo, yo he tenido mucha suerte, la tengo, de que tengo mucha fe y
pienso, que bueno, las cosas van por donde tienen que ir, pero decir,
“Ana Maria, que bien estás”, pues mira, no, y eso que tengo dos hijos
que son dos joyas...” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona
Esta sensación de haber perdido el motivo que daba sentido a la vida con la muerte
del cónyuge, se expresa también en un discurso bastante común, y que además no
es exclusivo de las personas mayores viudas, que resalta la idea de verse ya como
actores de una vida ya hecha, ya resuelta. Muchos mayores perciben que su papel
en la vida ya ha terminado, que han hecho lo que tenían que hacer (trabajar,
casarse, tener hijos), y que lo que les resta de vida es ya como un “agregado” que
poco o nada puede aportarles. Obviamente este sentimiento se produce en distintos
grados, y se expresa también de distintos modos, bien de forma clara y explícita,
bien de forma difusa, implícita y hasta engañosa.
“… Estoy pues feliz, tiene que ser la vida así. Ya hemos vivido, ya
hemos tenido nuestros hijos y nos quieren, lo que pasa es que no
pueden estar con nosotros. Mi hija dice que me vaya a vivir con ella,
pero yo no dejo mi casa, no me voy a ir a Toledo a vivir, y ella se va a
trabajar y yo me quedo allí sola. Me quedo mejor en mi casa, porque
no me gusta vivir con nadie...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
Por contra, y como alternativa a este sentimiento de pensarse ya como seres sin
objetivos ni ilusiones, hay una tendencia importante, sobre todo en las mujeres, de
darle una gran importancia al aspecto actitudinal ante la vida, y considerar que tener
33
una actitud positiva, activa, creativa, es uno de los factores fundamentales que
permiten vivir mejor y más satisfactoriamente.
“... bueno, todas a lo mejor estamos muy bien, pero a veces hay
madres que yo las oigo, amigas que yo tengo, "como no venga tal día",
pues no señor, pues si viene mi cumpleaños y no quiere venir y me
felicita y no viene, pues encantada de la vida, agarro a una amiga y le
digo "oye, ¿te vienes conmigo a merendar?", y me voy con ella, pero
no me voy a mortificar la vida porque se hagan las cosas de otra
manera. Entonces eso es una cosa muy de voluntad de cada uno, que
mi hijo no viene, pues ya vendrá otro día si quiere y si no quiere yo le
digo a una amiga "¿vienes conmigo?" y me voy...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
“... he tenido la suficiente inteligencia de vivir para sobrevivir, no es
que no esté llena mi vida, mi vida ha sido muy llena, y ahora mismo
está llena, pues, de cosas, hago reflexología, tengo amigas, muchas
amigas, de todas las edades además, lo mismo más jóvenes que más
mayores, siempre soy una ayuda para aquella gente, una ayuda
porque la gente suele tener una visión negativa de la vida, y a mí no
me pasa esto, yo siempre estoy en positivo, porque veo que es la
solución para mi mente y para mi espíritu…” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona
Esta actitud positiva, esta manera de enfrentarse a la vida, enfatiza no sólo los
logros y realizaciones que se han desarrollado en el pasado, sino también aquellos
que se están realizando en el presente y los proyectos de futuro, desde un cierto
halo de tranquilidad, sosiego, incluso sabiduría, que tiene como consecuencia
abordar los posibles problemas y estado emocionales, dese otra actitud.
“… Pues yo vivo muy bien, o sea, muy pocas veces estoy sola, cuando
estoy sola también estoy a gusto, y yo tuve, o sea, yo me casé, tengo
tres hijos, cuando tenía el pequeño año y medio me dejó mi marido,
¿eh?, pero mira, seguí para adelante, yo dije, “no tienen padre pero
34
tienen madre”, y trabajando y todo, los tres son profesionales, me han
salido unos chicos fabulosos, muy buenas personas, y yo, o sea,
nunca he mirado atrás, ni he tenido resentimiento contra el padre de
mis hijos ni nada...” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona
“... yo sé perfectamente que si hay una pareja que van y vienen, pues
sí, digo, “mira, pues qué bien, y yo no voy, pero es igual, ¿no?”, yo soy
la que me quedo pero no me pasa nada porque tengo otros alicientes,
o me pongo a leer un libro, o me voy…, qué sé yo, a cualquier sitio,
pero creo que es importante saber estar, es lo mejor, lo mismo con la
familia que con los amigos, entonces, no te creas ningún problema, ni
psíquica ni nada, estoy bien...” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona
En síntesis, el cuadro descriptivo de la vida y actitud vital de las personas mayores
que viven solas, presenta como rasgos significativos la apreciación de una calidad
de vida lo suficientemente buena, que se deriva básicamente de una tranquilidad
económica, unas oportunidades materiales (viajes, salidas, aprendizaje, actividades
lúdicas, culturales, etc.) y sociales (amistades, vida social, etc.). El lado menos
atractivo de este cuadro lo representan las personas mayores que consideran sus
vidas como ya realizadas, y sin expectativas de futuro, bien porque la desaparición
de su cónyuge supone un cambio de vida radical que emocionalmente no saben
cómo afrontar, o bien porque no poseen los recursos emocionales, culturales,
relacionales, para generar situaciones y contextos en los que puedan llevar a cabo
proyectos o actividades satisfactorias. Otros, por el contrario, y enfrentándose a
vivencias similares, poseen una capacidad de regeneración emocional encaminado
hacia sentimientos vitales positivos, y se orientan hacia actividades que les reportan
gran cantidad de beneficios sociales y emocionales: aprender cosas nuevas,
reaprender cosas olvidadas, desarrollar y cuidar la amistad, viajar y conocer lugares
lejanos y cercanos, ayudar a otras personas que lo necesitan, etc..
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III. 2. 3 Actividades cotidianas
En este capítulo se profundiza en el análisis de las actividades más frecuentes en la
vida cotidiana de las personas mayores que viven solas, con quiénes las realizan y
qué sentimientos les provocan.
Actividades cotidianas.
El activismo. Las personas mayores que viven solas desarrollan una buena
cantidad de actividades que hacen solas y/o en compañía. En general detrás de
este “activismo” hay una cierta conciencia de que es a través de esas actividades
como se mantienen motivados y satisfechos, cuidan su salud y sus estados de
ánimo, y que es el camino de olvidar o pensar menos en aquellas cuestiones que
les dan tristeza o atraen sensaciones negativas. De ahí el dar una importancia
vital a lo que se viene a llamar “mantenerse ocupados” o “estar distraídos”. Para
algunos de ellos el tiempo que pasan solos sin hacer ninguna actividad en
concreto, es un momento que tiene el riesgo de derivar en recuerdos, tristeza,
sentimientos de soledad, por lo que se esfuerzan en evitarlos. Estas actividades simbolizan el combustible necesario para vivir satisfactoriamente los últimos años de sus vidas, máxime al tener conciencia de que el
envejecimiento es un proceso irreversible, que tarde o temprano desemboca en
dependencia y en el cese de este tipo de activismo.
Qué actividades.
Las personas mayores tratan de desarrollar cualquier tipo de actividades que les
hagan sentir independientes y válidos, con libertad para decidir, tanto en casa,
estando solos, como en la calle, solos o acompañados, las actividades que más les satisfacen son las que potencian esta sensación de independencia.
Cuando se encuentran en casa, los momentos más satisfactorios, los que
proporcionan tranquilidad y bienestar, son los que se dedican a algunas de sus
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aficiones, como leer, escuchar música, escuchar la radio, ver la televisión;
cuando están ocupados en alguna de estas actividades se sienten bien, activos y
positivos.
“…Te voy a explicar los dos momentos, porque has dicho qué
momento es más feliz, entonces, mientras desayuno leer, vamos a
decir los periódicos, porque tenemos 5 ó 6 periódicos gratuitos,
entonces pues me encanta, en ese momento a lo mejor sólo tengo
tiempo de leer los encabezamientos, y luego si algún articulo o algo
me interesa ya me lo leo, pero como tengo que hacer lo de la casa,
pues bueno, por ahí empiezo, ese momento es muy feliz, muy
relajante, yo siempre me levanto de buen humor…” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona
“… Me acuesto, leo, que me gusta leer, y mientras leo, que no sé si
leo, oigo la radio o veo la televisión, porque tengo todo puesto, con lo
cual me acuesto con todo. Y de repente estoy pensando "mañana... a
ver, vamos a ordenarnos, Mercedes, qué vas a hacer: a tal hora tal
cosa, tal, tal, tal...", y entonces digo bueno "me voy a la Caixa" como
me pilla bien me voy a lo del ordenador, siempre encuentras allí
alguien...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
“... cuando estoy en casa pues me gusta, si no pongo música me veo
mis corridas de toros y tal, y la verdad, como dice el refrán "el buey
suelto bien se lame", y no tengo problemas, de momento...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
Sin embargo, la casa es también el territorio donde se viven los momentos menos felices y más duros, sobre todo en situaciones donde acostumbraban a
estar acompañados por sus cónyuges: la noche, las comidas, el despertar. Es en
estos momentos donde surge el sentimiento más agudo de soledad, cuestión que
veremos más en detalle en el capítulo III. 5, y cuando las personas mayores
sienten emociones negativas tales como desdicha, tristeza, desgana, desinterés
y desilusión.
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Estas sensaciones vividas en el territorio tan cercano como la casa, es lo que genera el deseo de evitar estar tanto tiempo en sus domicilios,
intentando realizar actividades fuera para no caer en el precipicio de la angustia y
del sentimiento de soledad. Cuando no se tienen ilusiones o proyectos, la vida
cotidiana puede ser tediosa y aburrida, rutinaria y con pocos estímulos nuevos.
Estos sentimientos son expresados a menudo por los mayores, algunos como
tendencia general de sus vidas, otros como situaciones esporádicas que
combaten realizando actividades.
“… La vida nuestra es una rutina, te levantas, te lavas, te afeitas,
desayunas, haces la cama, te vas a la compra, y luego andar, eso sí, a
mí me gusta andar, los baños no me gustan, entonces andar. Como y
luego vuelvo a salir a andar, pues según me dijo a mí un médico es
que la mejor cosa para adelgazar y mantenerse es comer y salir a
andar, no echarse la siesta, y entonces pues andar. Y luego por la
noche pues bueno, a ver un poco la televisión...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
Uno de los mecanismos más frecuentes utilizados por los mayores para evitar la
sensación de soledad, es el convencerse así mismos de que su situación actual es buena, destacando sobre los aspectos negativos todos los aspectos positivos de su vida actual e intentando llenar el tiempo con actividades placenteras.
“… Yo es que no necesito digamos mucha compañía, o sea, ya me he
acostumbrado y mentalizado a estar solo, que me lo paso muy bien.
De vez en cuando, por ejemplo, me voy de viaje, que suelo ir a
Canarias. Yo no necesito a nadie ni... ¿bailar? Tampoco sé. Pues
entonces soy una joya. Andar por la playa, para arriba, para abajo,
escuchar música, que me gusta la música clásica, y cuando empieza
la temporada de toros pues como ya soy muy mayor pues me hacen
rebaja en los toros. Y así se pasa la vida, pero vamos...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
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“… Hombre, yo desde luego me he hecho a no ver a ninguno, lo tengo
como norma de hacer lo que me da la real gana, entonces yo soy feliz
con un café e irme al cine, con lo cual si quiero me duermo en el cine y
si voy con mi cuñada me dan el brazo y me dice "esta la repites",
porque me he dormido. Con eso, no es que voy a decir que sea
inmensamente feliz, no porque claro, luego llegas a casa y te ves la
realidad de la vida, entonces digo "¿y hoy qué me hago de comida?
¿me apetece, no me apetece? Pues tírate a la calle...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
Fuera del territorio de la casa, los momentos del día más satisfactorios, en los
que se sienten mejor, más tranquilos, son los que transcurren en actividades de
ocio en la ciudad, desarrollando planes culturales, lúdicos, saludables, etc. Los
mayores están descubriendo la ciudad, sus ciudades, que en los últimos años
cada vez más les brindan la oportunidad de disfrutar de multitud de actividades a
precios asequibles o gratuitas, llegando a disfrutar de espacios y lugares que
otros muchos ciudadanos ni siquiera imaginan que existen.
“... y a las 4 y media carretera y manta, que hay por la tarde un
concierto en la Fundación March, en la Casa esta iluminada, que hay
una conferencia en la casa de tal, en la casa de cual, ahí sí me
arreglo, te afeitas, te pones traje, te pones tu camisa, tu corbata...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
“... no vas teniendo un orden, según ves el día, otro día me voy no a
correr ya, porque ya, yo he corrido fondo en la Casa de Campo, pero
eso me parece ya que se me pasa, pero sí me voy a andar a paso
largo, entonces un día tiro por aquí, otro día me voy a ver la encina, "a
ver cómo está la encina tal", la encina de San Pedro que es de las
más antiguas que hay en la Casa de Campo, tiene más de 200 años,
además tiene una copa de 15 metros...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
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Actividades acompañados
Tener vida social es un valor fundamental en las personas mayores solas para mantener y desarrollar su calidad de vida, reforzando su identidad en la independencia. A lo largo del día la mayoría de los mayores tiene una rutina
social semiestablecida, que estipula realizar actividades y compartir momentos
con amigos y amigas. Son estos momentos los que especialmente tienen un gran
valor, en relación tanto al cumplimiento de la premisa de mantenerse activos,
como en relación al cuidado de los lazos de amistad que los unen con otras
personas. Como se analiza más adelante con mayor detenimiento, con las
amistades se comparten muchas horas al día, y en ellas se expresan y
comunican vivencias y sentimientos, penas y dolencias, experiencias y consejos.
“… Sí, sí, hay una bodeguita que tiene dos o tres mesas y nos
juntamos allí los amigos ya normalmente, echo un par de partiditas,
tomo un café y un vinito, y me voy...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
“… En el centro. Y allí me reúno con varias compañeras, que vamos
todas las semanas. Después otro día de la semana me reúno con mis
amigas, que hemos sido voluntarias y por no perder el contacto, ya
somos mayores, y entonces porno perder el contacto nos vemos una
vez a la semana...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
Estos momentos compartidos con las amistades, se complementan con los
momentos y experiencias en que las personas mayores palpan la vida social de
forma más anónima, esto es, cuando realizan actividades como asistir al teatro, al
cine, al gimnasio, al parque, etc. El sentirse parte activa de la sociedad,
conscientes muchas veces, con tristeza, de lo frágil que puede ser su papel
social, de lo poco que les puede quedar de vida social activa en el futuro, se
transforma en un estímulo muy importante para la vida cotidiana. Tanto mujeres como hombres expresan su sensación de bienestar al contar y relatar esos momentos en que viven lo social de una manera más intensa.
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“… Sí, porque me levanto y voy al gimnasio, y entonces esto ya es un
estimulo, entonces estoy a lo mejor una hora, y hora y media, o dos
horas, lo que estoy, veo gente, hablo con la gente y…” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona
“… Es que el paseo yo creo que es la tarea diaria de casi todos,
entonces ya te juntas con un grupo de amigos, que son parecidos a ti,
que sales a dar un paseo, que unas veces se alarga más, otras veces
se alarga menos, hasta la hora de comer. Luego a lo mejor, lo que
decimos, te tomas un vino o una cerveza, comes (...) y por la tarde
ahora a mí me viene bien porque los martes y los jueves los tengo
ocupados con lo del cine de eso y el teatro. Entonces ya vas al cine o
el día de los martes o el jueves al teatro, si puedes sacar la entrada,
que ese es otro problema...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
III. 2. 4 Relaciones con la familia
Las relaciones de las personas mayores con sus familias, cuyo eje central son los
hijos, generan sentimientos contradictorios, tanto positivos como negativos según las
circunstancias. A pesar de un sentir bastante generalizado de cierta tristeza cuando
los mayores hablan de las exiguas relaciones con sus hijos, siempre experimentan
felicidad cuando son atendidos, son requeridos o simplemente “tenidos en cuenta”
por ellos. Aunque con excepciones, estas relaciones, descritas como insuficientes,
habitualmente generan sentimientos de tristeza e impotencia. La percepción de los
mayores es que sus hijos no tienen tiempo, absorbidos por sus propias obligaciones
vitales, el trabajo, estudios y sus propias familias, para dedicarles la atención que
ellos desearían, razón por la que en la gran mayoría de los casos, esta atención se
reduce a llamadas telefónicas y vistas no siempre sistemáticas.
“... el que tengo más cerca es el de Puerta del Hierro, y claro, nos
vemos muy poco porque tiene hijos mayores, tiene que estar
pendiente de ellos, mi nuera está terminado la segunda carrera y
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entonces ya no tengo tiempo de... siempre que llamo siempre tiene
que estudiar mi nuera, mis nietos, mi hijo, no tienen tiempo, voy a
verles de vez en cuando y en fin..
…
... soy viuda, tengo mis hijos, pero no me echan una mano porque no
pueden. Quererme me quieren muchísimo, pero ellos tienen sus
quehaceres y sus hijos tienen que atenderlos, y tienen que estar
haciendo en sus casas y otras cosas que tiene que ir haciendo,
entonces aunque quieran...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
“… Sí, pero realmente tienen su vida montada, los dos trabajan, los
dos están súper ocupados siempre, y entonces yo tengo que vivir
como puedo y nada más, no hay más remedio...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
“… Yo me siento muy feliz, muy feliz, en la noche, porque me llaman
todas los noches mis tres hijos, entonces ellos cuando me llaman ya
sé que están bien, y dicho, “pues ya está, bendito sea dios...” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona
Ante este tipo de actitud de la familia cercana- hijos, las posturas de las personas
mayores solas, son diversos tipos:
De comprensión. Es habitual la interiorización de una actitud compresiva en la
basada en una serie de argumentos sobre el poco tiempo, el trabajo, los hijos
pequeños… las múltiples obligaciones de los hijos, etc., que no siempre se hace
explícita de manera convincente, ni incluso para quienes la formulan.
De resentimiento soterrado. Si bien las personas mayores expresan su
discurso correcto sobre la compresión, también de manera más soterrada suele
aparecer el resentimiento por la sensación de abandono, de no estar presentes
en la vida de sus hijos, de no contar y sentir una cierta “invisibilidad”, que genera
las emociones más negativas ligadas a la “soledad”.
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“… De soledad, quiero decir que cada uno tiene sus obligaciones y
eso, como ahora trabajan tanto, siempre hemos trabajado, pero
ahora...
…
… Está casada, sí, no nos llevamos mal pero ella trabaja, los hijos ya
son mayores, también viven su vida, no la veo casi nada, porque claro,
no puedo ir a su casa si está trabajando, ella no puede venir a la mía
porque está trabajando. Los sábados y los domingos los tiene que
dedicar a la casa y a la compra y a los quehaceres, así que nos
llamamos por teléfono, pero vamos, de contacto, contacto...estoy
sola…” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
“… Sí, sí, sí, lo entiendo, o sea, yo no puedo decir que mis hijas me
tengan abandonado, sí me tienen un poco marginado porque sus
vidas van por otros caminos y yo lo entiendo, a lo mejor estoy
equivocado y me gustaría que siendo hijas piensas que van a estar
más centradas contigo...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
De fortalecimiento de la independencia. Hay quienes responden a estas
situaciones fortaleciendo su independencia aún más, intentando contrarrestar ese
sentimiento de abandono con el auto convencimiento de que son ellos los que no
quieren intensificar las relaciones, con argumentos tales como el no querer
molestar, o porque tienen la vida llena de actividades, o porque quieren guardar
su intimidad. Este tipo de actitud no siempre se basa en argumentos muy sólidos,
pero es una vía de auto convencimiento que emocionalmente parece que
funciona razonablemente bien.
“… No, si yo sí quiero que vengan, pero yo ir a sus casas voy cuando
es un cumpleaños, un santo, pero yo estar metida allí con ellos no me
apetece. No es que no me apetezca, me gustaría mucho, pero no
quiero.
¿POR QUÉ NO QUIERE?
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… Pues porque he nacido muy rara en ese sentido. Yo por ejemplo,
cuando mis hijos iban a veranear conmigo, "mamá vamos a comer
fuera", comemos fuera, y yo en el momento que comía yo me
escapaba a mi casa, porque no me gustaba pasear por el paseo
marítimo con ellos, porque no me gusta, no me... yo soy muy rara en
ese sentido. Y si voy a casa de mi hija...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
El cuidado y atención es cuestión de género
En esta compleja cuestión de las relaciones entre las personas mayores y sus hijos,
existe la idea y el convencimiento tanto por parte de las mujeres y como de los
hombres, que las hijas juegan un rol más importante, más intenso, más apegado, y
deben y suelen ser ellas las que apoyan y acompañan más a viudas y viudos en los
primeros instantes de su nueva vida, dando el apoyo emocional, y ocupándose de
preservar la salud de sus padres y madres, etc. De hecho, es una evidencia en los
discursos de los grupos, que las relaciones con las hijas y hermanas, aunque hay
por supuesto excepciones, son en general más cercanas.
“… Cuando me quedé viudo. Entonces la chica, las hijas, que es lo
que estamos hablando, ayudan más que los chicos, entonces ella me
ha ayudado mucho...
…
… Y lo que estoy refiriéndome es que las mujeres -no es porque usted
esté delante- pero ayudan más que los hombres en esto, las hijas,
vamos. La chica siempre te ayuda más. Y luego mi hermana porque
va a limpiarme y bueno, pues…” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
“… Tengo tres, pero mi hija, que es la que... siempre parece que las
hijas, que mis hijos me quieren muchísimo, pero parece que las hijas
siempre echan más una mano...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
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Las dificultades de comunicación
Con los hijos, sean del sexo que sean, existen algunos problemas y dificultades de
comunicación. Uno de los factores más importantes que agudizan esas diferencias
es el cambio social y económico vivido en España en las últimas tres décadas, y que
ha construido una brecha cultural y social entre las personas mayores que nos
ocupan, mujeres y hombres entre 70 y 80 años, y sus hijos y nietos. Las diferencias
se manifiestan de forma nítida en cuestiones relacionadas con la organización
familiar, los roles de pareja, las relaciones paterno-filiales, la responsabilidad de
cuidar a niños y mayores, etc. Los mayores viven esas diferencias en los modos de
hacer y pensar con sus hijos y nietos, con cierto asombro e incredulidad, que en
ocasiones degenera en tristeza.
“… Bueno, muchas cosas te gustan hacer, pero es que los hijos
piensan diferente que tú. A mí me ha ido muy bien en mi matrimonio y
me he organizado muy bien, un ejemplo, pero estos chicos de ahora,
esta gente de otra generación, si tú le das un consejo así "si lo hicieras
así sería mejor...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
“… Y... bueno, pues vivo solo pero que tampoco echo mucho de
menos el vivir con nadie, o sea me arreglo bastante bien. Y claro, lo
que sí tienes, hablando de los chicos, pues cuando se lleva muy bien
es cuando te piden dinero, eso sí lo noto. Pero vamos, por lo demás, si
te descuidas un poco, te echan alguna cosa en cara, también es
verdad, de alguna manera si te equivocas en algo "claro, es que tal…"
R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
Esta distancia e incomunicación es más intensa en las experiencias de los hombres
separados, que muy a menudo se van sintiendo progresivamente abandonados por
sus hijos, más cerca de su madre, y de aquellos hombres viudos que no tienen
destrezas y capacidad de mantener los lazos familiares y de cuidado, habitualmente
construidos y mantenidos por sus cónyuges.
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“… Sí, vive más en Madrid, pero es más con la familia de la mujer que
con la del hombre, entonces por eso pues yo no me quejo, pero veo
que se despega un poco de mí, y entonces las relaciones son buenas
pero no como yo creo que debían de ser, que a lo mejor estoy
equivocado, pero bueno…
… … Efectivamente los primeros años la cosa marcha muy bien, está
todo muy reciente, hasta que empiezas a tener unos pequeños roces y
tal, se van acumulando, en fin, pero bueno, ya llega un momento en
que también la mujer une mucho ¿no?, a la familia, en cuanto falta
pues de alguna manera pues el hombre parece que le dejan un poco
más de lado, no sé por qué será, por lo menos la sensación es esa. La
sensación es que te dejan un poco de lado...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
De hecho hay algunos hombres que estaban emocionalmente preparados de
antemano a quedarse solos cuando se separaron de sus cónyuges, conscientes de
que las mujeres en general construyen y consolidan los lazos familiares. Estas
habilidades y capacidades no les fueron enseñadas, ni tampoco son las que
necesitaban para desarrollar sus vidas, más orientadas hacia el mundo del trabajo,
donde predominan las habilidades relacionadas con la eficacia, productividad,
concreción, racionalidad, etc.
“… Cuando me separé era una cosa que ya me había mentalizado, de
que me tocaba vivir solo. Tampoco ya me preocupa mucho si tira por
la madre, bueno, pues te vas con tu madre. Y yo hago mi vida y
vosotras hacéis la vuestra, así de claro...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
En el extremo contrario se encuentran tradicionalmente las mujeres mayores
quienes son las que han sido el eje en torno al que se ha aglutinado la familia, han
protagonizado la ayuda y el apoyo familiar a padres, suegros, hijos y nietos, y ahí
está la razón por la cual tienen una mayor facilidad para conservar las relaciones
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familiares, especialmente con los hijos, cuando se quedan solas, frente a las
mayores dificultades de los hombres en su misma situación.
Una de las relaciones que más valoran las personas mayores, incluso cuando son
escasas y poco intensas, son las que tienen con sus nietos; el hecho de compartir
momentos con los nietos, sea en la calle, en su casa o por teléfono, les brinda
grandes satisfacciones. Y más allá de compartir con ellos momentos de
comunicación y contacto, los éxitos de los nietos en todos los ámbitos de la vida,
escolares, de pareja, etc., son el mayor motivo de orgullos y de satisfacción.
“… Sí, me llama por teléfono, me cuenta todo lo del cole, de sus
padres, si se va al cine con su padre, esa te llama y te cuenta todo…
…
… Porque es pequeña, cuando sea grande ya verás qué te cuenta…
… Tiene 10 años…
…
… Sí, con las ganas que tengo yo de ver a mis nietos y que vengan.
Los del mayor me dicen abuela, y me da por reír cuando me dicen
abuela...
…. A mí me gusta mucho abuela…
…. … Estupenda, sí, sí. La mayor del tercero, que tiene 17 años, y ella se
coge su autobús a Moncloa y me viene a ver o si tiene que ir a
comprarse algo la acompaño yo, porque la madre está trabajando, y
eso me encanta. Tengo cuatro nietas ahora...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
No obstante, con los nietos hay circunstancias en las que se agudizan los ámbitos
de incomprensión, ya que los cambios sociales son todavía más acusados entre las
dos generaciones; a pesar de ello hay una mayor comprensión/ tolerancia entre
abuelos –nietos, que entre padres – hijos, con respecto a algunos de estos
fenómenos de cambio social, y ello a pesar de que entre esta generación de
personas mayores y sus nietos, hay un mayor alejamiento real que el pudo haber
entre estos mayores y sus propios abuelos. Es probablemente este modelo de
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“cercanía” que ellos vivieron es la que simbólicamente desearían, la que echan de
menos.
“… La relación con mi nieto me gustaría que fuera mejor porque son
muy independientes, jamás han venido a vernos por su cuenta, ellos
solos. Han venido sus padres a comer y han venido ellos, porque mi
nieto ya tiene 20 años. Yo es que he tenido mucha relación con mis
abuelos, mucha, y los he querido muchísimo, y mi hija con sus abuelos
ha tenido mucha relación y los ha querido, pero en cambio mis nietos
no tienen relación conmigo...
… … Pues la nieta sí, la nieta a lo mejor de vez en cuando llamo por
teléfono a mi hija y lo coge ella, "ay, abuela" y me habla, pero si lo
coge mi nieto "hola abuela, te paso con mamá" y ya está, y no tengo
una conversación, que me gustaría que me contara... claro...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
III. 2. 5 Relaciones sociales. Los amigos
El creciente valor de la amistad
La conciencia de la importancia de las amistades para las personas mayores solas se acentúa en la medida en que las relaciones con los familiares directos se van diluyendo… distanciando con el tiempo. Esta conciencia del valor de la
amistad está presente en la gran mayoría de los discursos de los grupos; al mismo
tiempo que surge la conciencia de que su existencia hay que cuidarla y atenderla, se
va configurando una mentalidad, en ocasiones novedosa, de apertura hacia nuevas
amistades que aparecen alrededor de actividades, y que se suman a las que se
mantienen desde incluso la infancia, o de las de “parejas” cuando se convivía con el
cónyuge.
“… Bueno, yo con mis amigas, tengo amigas desde antes de nacer,
hemos seguido siendo amigas y somos mayores y somos amigas, y
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después he hecho otras nuevas, que me van muy bien porque me han
rejuvenecido, porque son más jóvenes y me hacen tener las ideas más
nuevas…
...
…. yo creo que las amistades tienes la inmensa suerte que las puedes
escoger, o sea, las amistades no te las impone nadie, sino que una
buena amistad la consigues porque tienen alguna afinidad contigo, del
tipo que sea, lo que sí es que, yo hablo por mí, tienes diferentes tipos
de amistades...” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona
Una parte importante de la salud emocional, e indirectamente física, de las personas mayores solas se juega en el grado e intensidad de sus relaciones de amistad. Todos los participantes en las reuniones de grupo expresan, de uno u
otro modo, la gran importancia en sus vidas cotidianas de los momentos y
situaciones que comparten con sus amigos y amigas, máxime cuando están
inmersos de lleno en un proceso que les lleva progresivamente a estar cada vez
menos “cerca” de sus familias directas, y es precisamente en este contexto de
“alejamiento familiar”, donde se sitúa el verdadero valor de las relaciones de
amistad.
Con los amigos se realizan gran cantidad de actividades y de forma cotidiana; se
suele compartir diariamente momentos con amistades, algunas en actividades ya
establecidas en su rutina diaria, y otros momentos compartidos se procuran
generando expresamente actividades para compartir con amigos. Sea como fuere,
los momentos compartidos con amigos son calificados como los de mayor
tranquilidad: donde se relajan y despejan de sus problemas y achaques de salud,
donde se comparten sus preocupaciones, miedos y el placer por realizar una
actividad común.
“... a lo mejor nos juntamos 3 ó 4 de mi trabajo, o sea, donde yo he
trabajado, nos juntamos cada vez y nos vamos a comer, todas las que
ya estamos jubiladas, y las que no están jubiladas, y las que no están
jubiladas, pues, nos encontramos todo el mes un día, si no estoy yo,
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me esperan a mí a que yo vuelva de Londres.” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona
“... porque me llaman "oye, ¿vas a bajar?", "sí, voy a ir", y cuando dos
o tres músicas las baile, u oiga la música, ya me subo, ya charlamos
luego, nos entretenemos por ahí un poquito, y ya me voy para mi casa.
Noto yo que me va bien eso, aunque sea un poquito, pero hay días
que no me dan ganas de salir y no salgo, no salgo, y me quedo allí.”
R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
“… Yo el cine no tengo problemas para sacar las entradas, pero lo que
es en el teatro mucho, y entonces ya tienes dos días ahí o por la tarde
igual, porque a mí las partidas no me gustan, entonces ya somos un
grupo de amigos que nos dedicamos a lo mejor por la tarde a pasear o
a hacer otras cosillas por ahí...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
Las actividades compartidas con los amigos
Tal y como se observa en las anteriores citas, con los amigos se pasea por el barrio,
por la ciudad, se conversa, se comparten momentos lúdicos, se comparten aficiones,
etc. En los discursos en torno a las relaciones con los amigos no se percibe ningún
signo de insatisfacción, de incomprensión o de resentimiento, muy al contrario lo que
se valora de manera muy significativa, tanto explícita como implícitamente, es vivir
una oportunidad de compartir situaciones vitales sencillas, conversar o estar en
silencio, pasear o sentarse a mirar el paisaje, ir al cine o al teatro, tomar un refresco
o una caña en compañía, pero también aficiones, antiguas o nuevas, etc.
“... luego yo tengo también ocupado los lunes y jueves con otros tres o
cuatro amigos, que son más jóvenes que yo, vamos, algo más, no
mucho, por lo menos 5 ó 6 años sí son más jóvenes, y entonces pues
tocamos, tenemos música y...
¿TOCA EN ALGUNA BANDA O DÓNDE?
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… Sí, un grupo musical de los antiguos, tocamos para entretenernos
un par de veces por semana. Normalmente fallamos muy poco…
… … No, no, solo, solo, me voy, vivo en la Dehesa de la Villa, me voy
hasta Cuatro Caminos, vuelvo y luego juego una partida, porque es
que vivimos en una zona que hay muchos árboles y allí se ponen
todos los amigos a jugar en dos mesas, porque eso lo han dejado muy
bien, y entonces nos jugamos una partida allí… …
... y voy siempre con alguien, a lo mejor pues con un par de
matrimonios, que son mayores y son amigos de muchos años. No
mucho, pero de vez en cuando, pues porque te das la vuelta luego con
ellos, luego tomas alguna cosa, ya charlas...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
III. 2. 6 Circunstancias, momentos y vivencias satisfactorias e insatisfactorias
En este capítulo se analizan las circunstancias, momentos y vivencias de la vida de
las personas mayores solas que producen sentimientos positivos y negativos,
satisfactorios e insatisfactorios, de bienestar, de felicidad y de infelicidad, así como
de qué manera inciden en su vida cotidiana.
Circunstancias y vivencias satisfactorias
Tal y como se ha ido desgranando en los capítulos precedentes, las personas
mayores solas desarrollan una gran cantidad de actividades, con diferentes
personas y en diferentes lugares. Entre la variedad de actividades destacan por
producir una buena y destacable sensación de bienestar y felicidad, las siguientes:
Las actividades culturales y educativas de aprendizaje de nuevas destrezas y materias. Se ha hecho ya referencia a como las personas mayores son
grandes consumidores de la oferta cultural y de ocio de las ciudades, tanto la que
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está dirigida específicamente para su edad como cualquier otra destinada a toda
los ciudadanos, bien sea organizada a través de centros de mayores,
instituciones públicas y privadas, educativas y de desarrollo personal, teatros,
cines, encuentros, ferias, museos fundaciones, parques, jardines, etc. Uno de los
aspectos más satisfactorios, porque brinda no sólo bienestar, sino también la
sensación de actividad y creatividad, es esta participación activa en la vida de la
ciudad; a través de ella los mayores se sienten parte más activa de la vida social
y cultural de la ciudad, pueden compartir estas vivencias con otros mayores, sus
hijos, vecinos, amigos, etc.. Y no sólo genera este sentimiento activo y creativo,
sino además existe una importante conciencia de que es una oportunidad
conocer y realizar cosas a las que muchos de ellos nunca antes la habían tenido,
o ni siquiera se lo habían planteado.
“… No, yo fui, me hice un carnet, me dicen "para venir aquí hay que
hacerse un carnet", bien "dónde hay que firmar", pues fui y dije "a ver
qué es lo que más me gusta". No me gusta mancharme las manos,
con lo cual no voy a pintar, y entonces dije "Internet, allá me voy" y
entonces tengo un rato, me voy a la Caixa, me ponen el Internet, que
ya he hecho varios cursos para poder aprender, y entonces llevo la
chuleta, me meto, leo los periódicos, ahora por ejemplo me ha dado
por buscar ciudades donde me iría de vacaciones o me iría a buscar a
ver, entonces me las visito...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
“… Yo creo que se tiene que ser creativo, yo tengo la agenda llena
siempre, o sea, todo lo que yo voy a hacer mañana lo tengo apuntado,
mañana me voy a ir a ver los cerezos en flor en el Valle del Jerte,
entonces me voy temprano…” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona
Hay que destacar que existe una diferencia importante entre hombres y mujeres
en relación al disfrute de actividades culturales y de ocio. Mientras los hombres se decantan más por las actividades lúdicas, las mujeres lo hacen hacia las actividades educativas y de aprendizaje, probablemente, y tal y como se ha
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señalado en páginas precedentes, como una manera de afrontar una “asignatura pendiente” con la instrucción y la cultura; en ellas se percibe con más intensidad un afán de aprender cosas nuevas, de adentrarse en el mundo de la cultura y del conocimiento. La satisfacción de este impulso por
conocer produce en las mujeres sensación de estar realizándose como personas,
de estar aprovechando las oportunidades que en el pasado no tuvieron, o
dejaron atrás para ocuparse del cuidado familiar y el trabajo doméstico.
“… Sí, entonces, en principio, me marché a la Escuela de la Mujer, a la
Escola de la Dona, de la Diputación, y ahí pues encontré muchas
amigas, tengo mucho interés en dibujo y pintura, porque desde joven
había ido a la Escuela de Artes y Oficios y ha sido una asignatura que
se me había quedado, y entonces desde que me quedé viuda me he
dedicado más a hacer pinturas y cosas que me han gustado, ver los
museos, ¿eh?, y las actividades que puedo ir haciendo, hoy en día,
cuando me viene bien aún pinto, me dedico a aprender ahora a hacer
ordenadores, por el día de mañana que no pueda salir mucho de casa
poder estar activa dentro de lo que cabe, lo que es la vida de hoy en
día, porque uno se va quedando atrasado también…
… ... pero actualmente mi vida, o soy muy activa, hago relajación mental,
voy a románico, voy a aulas universitarias… R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona
Tal y como se esta observando, una de las premisas de las personas mayores en
su vida cotidiana es el mantenerse activos, y una manera de darle forma y
concretarse en el esfuerzos por subirse al carro de las nuevas tecnologías y de
sus diversos usos; ser conscientes de que los cambios tecnológicos y de la
necesidad de dominar estos nuevos espacios de comunicación, información e
interacción para no quedarse descolgados socialmente, de ahí el esfuerzo por
aprender a utilizar un ordenador y saber acceder a Internet.
Hacer deporte y actividades saludables encaminadas a mejorar su estado físico y mantener su independencia. Otra de las circunstancias y vivencias que
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producen una buena sensación de bienestar son las que tienen relación con las
actividades físicas, orientadas al mantenimiento de una buena salud, y que van
incorporando a su rutina diaria, fundamentalmente por la buena oferta municipal
y desde los mismos centros de mayores. También en este caso son
significativamente las mujeres quienes más participan en estas actividades y
quienes son más conscientes de la utilidad de las mismas, mientras que a los
hombres les gusta más el “paseo”, caminar por la ciudad.
“… Yo el día lo paso relativamente bien, voy también a un centro de
mayores a hacer gimnasia, porque también me viene bien a los
huesos...
…
…. Sí, también, he estado allí en el polideportivo que tengo cerca de
casa, he estado y lo dejé y voy a volver a ir otra vez porque me están
diciendo que la natación es muy buena y a mí me gusta mucho nadar
y sé nadar, así que me voy a apuntar otra vez…” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
“... yo siempre he vivido en varios sitios, en varios países, y entonces
no he tenido casi tiempo de nada, o sea, la vida se me ha pasado,
pues eso, haciendo actividad siempre, y ahora pues voy al gimnasio
por la mañana, hago tai-chi también, por la tarde, por la noche, soy
reflexóloga, y entonces esto ayuda mucho, a la persona que lo hace y
a la persona que lo recibe, porque es una terapia para gente sana...”
R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona
Las actividades de voluntariado y de ayuda social. Este tipo de actividades de
son casi exclusivamente cuestión de mujeres; son ellas las que se comprometen
a realizar voluntariado, ayudar en la parroquia del barrio, ayudar a vecinos y
amigos de manera desinteresada, etc., produciéndoles una especial sensación
de bienestar y tranquilidad por saberse útiles, solidarias y comprometidas con los
problemas de conocidos y desconocidos. Habitualmente son actividades muy
ligadas a la vida parroquial de barrio.
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“… Yo hasta el año pasado he sido también voluntaria de la parroquia
de Santa Teresa, y entonces he estado casi 30 años pero el año
pasado lo dejé porque ya soy muy mayor y ya me venía muy mal. He
estado trabajando todo lo que he podido, llevándoles alimentos,
haciendo visitas toda la tarde...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
“... así voy haciendo todo lo que puedo, y me llaman, gente que me
conoce que soy enfermera, pues me llaman, para esto, para lo otro, y
yo voy pues encantada de la vida, no tengo ninguna asociación,
porque no me puedo comprometer, porque yo viajo mucho, cuando
menos pienso me llaman, “mama, por favor, ya tienes el billete vente
para aquí, y yo, pues voy, mientras pueda yo me voy...
…
... he hecho algunas cositas, en plan vecinal, a ver si me entendéis, y
me ha sentido…, yo me siento muy llena haciendo el bien, haciendo,
ayudando...” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona
Viajar, el gran descubrimiento. Pasear y viajar, recorrer la ciudad y sus
alrededores, pasar unos días o el verano en el pueblo, conocer o volver a visitar
lugares de interés histórico, cultural, botánico, etc., son todas circunstancias que
producen bienestar y tranquilidad y que también estimulan la capacidad de
aprender y valorar la cultura y la naturaleza. La labor intensa y continuada que ha desarrollado el IMSERSO en las últimas décadas por promocionar los viajes ha sido determinante en romper la barrera de “viajar”, de manera que hoy día es una actividad habitual, muy valorada e incorporada a la rutina anual de las personas mayores.
“… Pero también, como tenemos ya, afortunadamente, los 10,50 euros
que pagamos todos los meses, y podemos viajar, porque la
Comunidad de Madrid da gusto, los fines de semana no porque está
lleno, marcharse por ejemplo a Alcalá de Henares y ver todo el casco
histórico y las iglesias que hay allí, es impresionante, unas capillas que
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hay allí pequeñitas...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
“… Sí, pero eso es una vez al año. En el verano sí, en el verano estoy
más porque tengo una casa en el pueblo y me lleva ahí mi hija, ahí me
aparca, como yo digo, y ahí estoy muy bien porque ahí sí hay..., es un
pueblo pequeño y nos conocemos todos, entonces ahí te juntas y ahí
estoy más distraída...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
Ser útiles a los hijos, fundamentalmente en el cuidado de nietos, es una
actividad que les produce una sensación de visibilidad y utilidad ante su propia
familia, y que en la escala de valores de las personas mayores, resulta de gran
importancia. Los momentos y vivencias en que las personas mayores brindan ayuda y apoyo a sus familiares más cercanos, les proporcionan sensaciones muy positivas, de utilidad, por la capacidad y responsabilidad de ayudar y dar apoyo (económico, de trabajo, de cuidados, etc.). Lo contrario,
sentirse excluidos de este tipo de tareas, es precisamente el origen de los
sentimientos de tristeza, de su sensación de soledad, porque resulta que es la
participación activa en el entorno familiar lo que ofrece ocasiones de manifestar
opiniones, proporcionar soluciones a asuntos cotidianos, estar y ser visibles,
“contar” en la vida de los suyos.
“... como yo creo que la casa de todas vosotras es el hotel de las mil
estrellas, porque allá vienen, van, “ahora me quedo a comer, ahora me
quedo a cenar, ahora pues, ten los niños”, y bueno, las madres
siempre estamos con los brazos abiertos, y aparte de que nos den
trabajo, aún damos las garantías nosotras de que puedan confiar en
nosotras y que piensen que somos valiosas, que esto es muy
importante para el estado psíquico de las personas...” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona
Circunstancias y vivencias insatisfactorias
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El protagonismo de los malos momentos, de las sensaciones de infelicidad, angustia
y preocupación, lo tiene la familia, los hijos y cónyuges, presentes y ausentes, de las
personas mayores solas. A lo largo de las reuniones de grupo se expresaron en este
sentido en muchas ocasiones, transmitiendo explícitamente lo duro y triste que es
para ellos hablar de estos temas. Se puede establecer una o modo de disección de
estas circunstancias.
Percepción del distanciamiento con los hijos. El distanciamiento con los hijos no se produce de manera brusca y tajante; son percepciones de una realidad que van paulatinamente instalándose en lo cotidiano, y que van impidiendo compartir momentos juntos, conocer el día a día de sus vidas, de las de sus nietos, de sus decisiones, les va impidiendo poco a poco ser parte activa de su cotidianeidad. La constatación de esta realidad produce
sentimientos de tristeza, frustración, pena, y de invisibilidad. Hay quienes
digieren esa distancia afianzando su independencia como personas, celebrando
los aspectos positivos de su situación, pero no todas las personas mayores solas
tiene suficientes herramientas emocionales para suplantar estas sensaciones
negativas y transformarlas en positivas.
“... y entonces pues te encuentras más solo que la una. Porque
además no... tú mismo tienes una responsabilidad, que dices "de
acuerdo, es su vida, tiene que vivir", lo comprendes también, aunque
creías que se podía hacer una vida un poco más en común y tal, pero
cada uno tiene su forma de ser incluso, y al final te encuentras más
solo que nadie...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
“… Te da pena pensar lo que he tenido que trabajar con mis hijos y
ahora ya no los tengo, eso es a mí lo que más pena me da. Cuando
pienso en mis hijos y digo "hace unos años yo tenía aquí a los tres
corriendo para acá..., y ahora ya no los tengo", y me da un poquito...,
me da alegría que estén casados y que estén bien, que se quieran,
eso sobre todo. Pero me da pena, digo "con lo que yo los tenía y
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ahora no los tengo", te da como añoranza...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
Esta invisibilidad en las relaciones con los hijos, la sensación de “no contar”,
que se les deja de lado, produce un gran desasosiego, intranquilidad, y
resentimiento, que manifiestan en discursos muy explícitos sobre cómo se
consideran la primera generación a las que sus hijos no cuidarán cuando
llegue el momento de ser dependientes. Y en este discurso se pone de manifiesto las grandes diferencias generacionales, y las contradicciones que generan los cambios sociales que se han producido con respecto a la estructura familiar, el trabajo de las mujeres (que generalmente admiten y defienden en sus hijas), y la consideración social y familiar hacia las personas mayores, contradicciones que los discursos admiten y
tratan de entender desde una posición resignación ante una realidad que se
impone.
“… Los hijos van a lo suyo. Otras veces los hijos, me acuerdo mi
abuela que decía -yo soy de pueblo- y mi abuela decíamos los hijos
con los nietos, “el mejor sitio para la abuela, el mejor rinconcito para la
abuela”. Hoy ya los hijos no miran eso, van, nos han hecho más
egoístas.” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
Estas circunstancias vitales muy comunes, y los sentimientos que generan son
factores que inciden directamente en la progresiva pérdida de autoestima por
parte del mayor, con todas las implicaciones que esto tiene para su salud (mental
y física), sus motivaciones e ilusiones para vivir el presente y el futuro, sus
capacidades y habilidades para generar situaciones que permitan el crecimiento
y desarrollo personal, etc.
“… Porque es lo que he dicho antes, es que por lo menos muchas de
las cosas que te crees que puede ser o por lo menos lo piensas que
es así, digo "yo creo que a mí me están dando de lado y tal", por lo
menos es la sensación que me da, quizá la realidad no sea esa, pero
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claro, hay uno que está casado, el otro está soltero, pero si vas por allí
no le ves el pelo nunca y "oye, quédate un rato", "no, no puedo", o
sea, solamente tienen el momento de estar contigo cuando te van a
pedir algo, eso es lo que está claro… ” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
Quizá los momentos más difíciles de las personas mayores en su vida actual sean los que recuerdan y añoran a sus cónyuges fallecidos. Tanto a
mujeres como hombres les produce sentimientos de infelicidad y tristeza el
pensar en sus cónyuges, en la vida cotidiana con ellos, en los aspectos positivos
de su personalidad, de la convivencia durante años, etc.. Es importante destacar
que ha habido momentos dolorosos en el transcurso de los grupos, precisamente
cuando se ha evocado a las parejas fallecidas, fundamentalmente en los casos
en los que el fallecimiento se ha producido cercano en el tiempo. Este estado de
ánimo se agudiza en circunstancias determinadas en que se comparte ocio,
fiestas, etc., con otras parejas, porque provoca una sensación de estar
descolocado, incompleto…. Cuando las relaciones con la pareja han sido tan
fuertes, intensas y duraderas, la pérdida produce una sensación de vacío que
inicialmente es más difícil llenar cuantos más años se han convivido.
“… Sí, es que te encuentras solo, indudablemente te encuentras solo,
porque piensas en tu mujer. Yo desde luego pienso todavía en mi
mujer...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
“…a los dos años empecé a hablar de mi marido y no tenía angustia,
hablaba de él como de una persona que había querido mucho, que él
me había querido mucho a mí, era atentísimo, muy educado, pero ya
no sentía esa angustia del principio. A parte de que estás obsesionada
con ello, yo iba a salir y siempre miraba para atrás porque venía mi
marido, a veces me iba sin cerrar la puerta porque el que la cerraba
era él, que era el último que salía. Detalles de esos un montón...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
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“… Y yo luego después, cuando voy al paseo, porque nosotros vamos
al paseo cuando terminamos la partida, y vamos los hombres, pero por
ejemplo los domingos, que cierra el de la bodeguita, pues salgo con
los amigos, pero ellos van con sus mujeres y yo voy cortado
totalmente porque efectivamente ellos van con sus mujeres, ellos
hablan, ellos tal, y tú vas allí que parece como un refrán que dice que
parece que vas colgando la cesta allí con ellos. Y eso me corta...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
Por último hay que destacar aquellas circunstancias de la vida actual de las
personas mayores en las que no encuentran motivaciones suficientes para realizar actividades, o para mantener y desarrollar relaciones sociales, quizá
son aquellos momentos en que la rutina y la soledad se hacen más presentes en
la vida del mayor. La pérdida de motivación, la desilusión generan sentimientos
de frustración, angustia y preocupación.
“… Es que el problema para mí es levantarte por la mañana y,
mientras te estás poniendo las zapatillas pensar, "y ya tengo todo
hecho". Es que ese es otro problema gordo, porque cuando tienes la
dinámica del trabajo, lo otro, lo otro, pues estás todo el día ocupado,
pero es que en la edad nuestra te levantas por la mañana y dices "ya
tengo todo hecho". Entonces o te buscas alguna cosa o te entra todo
lo que entre...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
III. 2. 7 La soledad. Vivir solo, estar solo.
El eje central de esta investigación es el análisis del sentimiento de “soledad” en las
personas mayores que viven solas. Como primera premisa es necesario poner de
manifiesto que pocas son las personas mayores que han tomado una decisión firme
de vivir solas; lo más habitual es que el hecho de vivir solos es una situación
sobrevenida, y en muy escasas circunstancias deseada, que se produce por la
muerte, o separación, de la pareja, y la salida del hogar de los hijos, del último hijo.
No obstante, la actitud ante el hecho de vivir solo es lo que genera que la
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persona mayor, tenga un sentimiento, o no, de soledad acompañado de tristeza; y esta actitud no se fragua en el momento en que sobreviene “el vivir solo”, sino que es un proceso personal y subjetivo que tiene que ver con las trayectorias vitales, que en esta investigación no se han contemplado, pero que en
los relatos del presente se vislumbran y afloran. En la capacidad para afrontar mejor
“el vivir solo”, que no significa sino la pérdida de la pareja y la salida del hogar de los
hijos, influyen mucho elementos, pero tal vez el más importante sea el que la
persona mayor cuente con unos recursos afectivos incondicionales, y que no
necesariamente se concretan en una presencia permanente, a los que pueda
recurrir, bien sean hijos, amigos, vecinos… con los que hablar, comunicar y
desarrollar actividades, y/o que cuente con suficiente “capital social personal” para
afrontar la vida solo. Nos estamos refiriendo a herramientas para las relaciones
sociales, actividades, aficiones arraigadas, proyectos personales, etc.
“Vivir sólo” tiene mejores y peores momentos
No obstante, la situación de vivir solo no es lineal en cuanto a las emociones
positivas -negativas que produce, ni en cuanto a la intensidad con la que se vive.
Indudablemente las personas mayores sienten un profunda soledad en el pérdida de la pareja, y reiterando algo que se ha dicho, esta soledad es más
profunda cuanto más tiempo se ha vivido con la pareja, el cónyuge que sobrevive
es más mayor y en el hogar ya no hay hijos conviviendo. El dolor – soledad por la
pérdida de la pareja lo aplaca el tiempo, a la vez que la vida cotidiana se va
llenando de otras actividades. Sin embargo, las actividades que fueron
compartidas evocan en los primeros momentos a la pareja, lo que las transforma
en dolorosas; situaciones tales como simples paseos, comidas o cenas en la
casa son motivo de añoranza y tristeza, o las primeras vacaciones solo.
“… pero lo que ha dicho por aquí alguien, el primer año que te vas de
vacaciones y te vas solo, digo “yo no comparto la habitación con
nadie”, pero es que no es compartir la habitación, es que llegas a la
mesa y estás solo, o estás con un matrimonio o estás con otro…”
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R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
No obstante subsisten momentos en los que el sentimiento de soledad reaparece
con fuerza, cuando acontecimientos especiales, lugares, actividades, etc. evocan a sus parejas porque rememoran acontecimientos pasados que vivieron
juntos, o características más personales, gustos, aficiones, deseos, etc. Surge la
añoranza del pasado, con una mezcla de pena y felicidad, satisfacción y
frustración.
“… Fuimos a Costa Rica, “mamá, mamá, Costa…, Costa Rica”, y yo,
que mi marido era un amante de la naturaleza, le gustaban los bichos,
y yo veía por ahí las iguanas que iban por ahí como si nada, y yo…,
bueno, es una maravilla, es una tierra muy hermosa, “madre mía, lo
que este hombre…”, y entonces me noto aquí el vacío, “¿mamá te
gusta?,¿ mamá los pasas bien?”, “oh, esto es una maravilla”, y yo
pienso, “madre mía, si yo tuviera mi marido acá, mira tú…” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona
“… Pues mira, cuando fuimos de vacaciones en el año 70, " a ver,
dónde estuvimos", entonces empiezo a buscar y ves esas fotos y ahí
sí, ahí sí, ahí sí te ves... que yo a veces pienso, digo "se lo dejo a
alguna de mis hijas, la que quiera", porque se me saltan las lágrimas,
ahí sí es cuando ves cómo lo pasabas, ese es el momento mío de la
soledad, cuando tiro del recuerdo, pero visible, no de memoria, sino la
foto, y digo "figúrate, que aquí estuvimos, y aquí hicimos, y aquí nos
casamos...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
Otro momento en el vivir solo se agudiza y se transforma en un sentimiento
negativo, es la salida del último hijo de la casa, y además se va tomando
conciencia de que la salida de los hijos tiene unas consecuencias que van más
allá de la salida física, porque significa el inicio de una vida nueva y personal
para ellos, en la que los padres – madres dejan de ser protagonistas. La soledad se agudiza cuando se percibe distanciamiento real, físico y emocional.
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“… Para mí sí, esa es la peor, la soledad de que tienes hijos y que no
les puedes ver lo que quieres o que no te hacen el caso que tu
quieras...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
“… Pues que muy mala, muy mala la soledad, se pasa muy mal y yo
no duermo nada más que por eso. Y son buenos, si mis nueras no son
malas y mis nietos son majísimos, los llamo a comer y que no vienen...
eso me duele, pero son grandes, el más pequeño tiene ya 18 años, la
nieta...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
La soledad se siente más profundamente también en aquellos momentos en que la pareja solía estar a tu lado ayudándote, cuidándote, asistiéndote,
como puede ser en momentos de enfermedad, momentos emocionalmente
delicados, en los que el apoyo y el respaldo incondicional son necesarios. Son
los hombres, más cuidados que cuidadores, los que viven peor solos estos
momentos.
“… Yo el peor momento para mí es cuando tú estás enfermo y estás
solo, es que si quieres un vaso de agua te tienes que levantar o lo
tienes que prever, pero eso... yo para mí es de los peores momentos,
porque si tú estás bueno lo pasas mejor o peor o tal, pero cuando
estás enfermo si quieres cualquier cosa te tienes que levantar a por
ello, porque no tienes a nadie que te lo traiga, o tienes que pedir un
favor a algún vecino o a algún amigo o algo, pero claro, es un
momento determinado pero el día son 24 horas. Para mí ese es el
peor momento...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
Pero no sólo hay distintas intensidades en la vivencia de la soledad a lo largo de
un periodo vital, sino que también a lo largo del día, se producen distintas
intensidades: la noche es el peor momento del día, se han dejado atrás actividades, relaciones familiares y sociales, y ahí es cuando el sentimiento de soledad los asalta, sin aviso, implacable; es el momento de enfrentarse de lleno a su vida actual, su vida solos, y para muchas personas mayores
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resulta ser traumático, angustioso y doloroso, pero inevitable. Un libro y/o la
televisión son la mejor compañía
“… Yo la noche, cuando llego por la noche a mi casa y estoy solo.
¿LA NOCHE?
… Yo la noche también.
… La noche es la más, además en invierno más porque como se va la
luz pronto, se te caen las paredes, se te cae todo, porque además
incluso si hace mal tiempo pues no sales, estás en casa. Y por mucho
que te programes para leer, para tal...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
“¿EN QUÉ MOMENTOS DEL DÍA SE SIENTEN SOLAS?
La noche.
La noche.
Hombre, la noche.
Al entrar en casa.
Es muy larga la noche...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
La soledad también tiene “espacios”. Lo vivido con la pareja y los hijos en el espacio doméstico, transforma inevitablemente este espacio que evoca compañía, en espacio de soledad. Sin embargo, es quizá más intenso en los
hombres que en las mujeres, ya que éstas han vivido el día a día solas en sus
casas, trabajando y haciendo las actividades de cuidado y limpieza, mientras que
para los hombres este especio doméstico ha sido concebido como un espacio
menos propio y más concebido para compartir con la mujer; un espacio en gran
medida creado por ellas, cuidado y consolidado por ellas.
“… Cuando entras en la habitación y tú... y yo que estaba
acostumbrado a tener mi mujer allí y me veo solo por todos lados,
pues sí, me es oscura…
…
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... pero yo la verdad es que como paro poco pues tampoco echo
mucho en falta, tampoco la noto, pero ya digo, cuando yo la noto es
cuando estoy en casa, el rato que estás solo yo digo que tendría que
tener a alguien que estuviera, estaríamos hablando o algo, pero...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
La respuesta más frecuente de las personas mayores solas ante estas situaciones y
momentos son el evitarlos; un mecanismo de defensa activado inconscientemente,
es el mantenerse ocupadas, distraídas, activas, haciendo cosas. Mientras menos se
piense en las relaciones perdidas con la pareja, o no satisfactorias con los hijos y
nietos, menos negativa es la soledad, menos es el dolor emocional que produce;
resulta entonces la mejor manera de evitar, pensar, al menos la manera más
accesible y viable, procurando desarrollar actividades de todo tipo, llegado incluso a
un cierto “activismo” indiscriminado”: hacer cosas por no pensar.
“…Yo estoy mucho en la calle porque como soy diabética tengo que
andar, entonces en eso pierdo mucho tiempo, bueno, pierdo, estoy
mucho tiempo en la calle...
… Entretenida.
... porque además cuando no ando lo noto, me hago el control y veo
que eso. O sea que durante el día estoy distraída, pero luego por la
noche... que te da pena...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
¿Se habla de la soledad?
La percepción que se tiene al escuchar a las personas mayores hablar acerca de la soledad es que no es un sentimiento que se comparta mucho, sino que más bien es un sentimiento que, en general, se digiere solo. Sea porque el
entorno no sabe cómo afrontar una situación de soledad, porque la persona mayor
no está acostumbrada a transmitir y compartir sus emociones, la soledad es un
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sentimiento poco comprendido, poco compartido, poco analizado y explicitado. Pero además implícitamente en los discursos sobre la soledad, hay
siempre un fondo de inadmisión, de no reconocimiento de la soledad, como si fuera
una situación “inconfesable”…
Las personas mayores señalan que los hijos e hijas, en general, centran el
“acompañamiento” a la persona mayor, en el momento puntual en el que se queda
solo, por las razones que sean; pero es más complicado entender y admitir que la soledad es un proceso largo, continuado, que hay que afrontar día a día, en
el que los remedios puntuales e inmediatos, o los esfuerzos parciales, ponen
parches puntuales a una situación difícil, para la que probablemente no se está
preparado, ni por parte de quien se queda solo, ni tampoco para las personas
cercanas. Pero a veces los esfuerzos continuados, cercanos, cariñosos, por parte de
los familiares, no significan una garantía de que la soledad desaparezca, porque
quien debe transformar la soledad en un sentimiento positivo es la propia persona
mayor.
“… Con los hijos es la primera parte, o sea, en el momento que tal
pues comentas, y en el momento en que pasa una desgracia tan...
pues toda la familia te arropa, te tal, te cual, eso dura, para el que lo
sufre, nada. Porque a los dos o tres días todo el mundo tiene que
hacer algo y ahí te encuentras más solo que la una, porque la vida es
así, y además tiene que seguir, y además tú mismo lo reconoces,
dices "oye, si mis hijos tienen que trabajar y mi familia tiene que hacer
esto, lo otro. El único que no tiene que hacer nada soy yo", y yo me lo
encuentro todo junto...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
Las personas mayores que viven solas, una vez superado ese freno a reconocer su
propia realidad, manifiestan una necesidad de hablar de sus vidas, de su situación,
de su soledad, de ser escuchados y de escuchar. Esta necesidad no está satisfecha
en la gran mayoría de los casos, porque desde el apoyo institucional y comunitario,
se ha desarrollado mucho la atención a la resolución de las situaciones prácticas,
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concretas, de cuidados, apoyos, etc., que son claramente necesarios, y que como
venimos diciendo a lo largo de estas páginas, puede caer a veces en un activismo
necesario pero no suficiente, porque la soledad es un sentimiento subjetivo en el que está implicado no sólo el uso y paso del tiempo, sino las emociones y los sentimientos, que deben cuidarse, trabajarse y tratar de transformarse con otro tipo de acciones, tal vez menos cerca del “activismo”, y más cerca del lado
del trabajo personalizado, ahondando en el mundo, siempre complicado y difícil de
abordar, como es el mundo de los sentimientos, de las emociones.
Es el entorno de relaciones sociales donde se encuentra el principal apoyo; hay elementos que juegan un papel decisivo en que ello sea así: la cercanía generacional, las experiencias comunes, o el compartir circunstancias de la vida cotidiana. El hecho es que es con los amigos y amigas con quienes más se
habla de la soledad y los sentimientos que provoca.
“… Con las amigas.
… Sobre todo cuando la gente recién nos quedamos viudas, ese
tiempo de adaptarte a estar sola, ese tiempo es muy malo…” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
“… Con los amigos hablas, te vas dando un paseo y te encuentras a
uno y dice "oye, ¿has visto a fulano cómo está?, qué bajón ha pegao",
y luego llegas a casa y te miras tú al espejo y dices "pero cómo estoy
yo ya también, cómo digo de fulano, y yo...", y entonces pues claro,
tienes que hablar...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
¿Se ha reflexionado acerca de la soledad?
No se está preparado para la soledad y sobre ella no se reflexiona hasta que no llega el momento, sólo lo están quienes han decido vivir solos y no compartir su
vida con una pareja, y aunque en bastantes casos se ha convivido con los padres
hasta su muerte o con hermanos y sobrinos, lo cierto es que en esta generación la
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vida solos es una novedad vital sobre la que no se ha pensado ni reflexionado nunca
antes de que ocurra. Por ello, se trata de un momento vital que llega sin aviso, sin
preparación, sin recursos emocionales ni intelectuales para afrontarlo.
“… Yo no.
Qué va.
No.
No.
No se lo imagina.
No se piensa...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
“… Después nos pasó lo mismo, ¿se murió tu mujer?, nunca pensabas
que se iba a morir tu mujer porque normalmente pues es más joven
que tu, pues bueno, y además hay más viudas que viudos, "pues mira,
se va a quedar ella solita pero yo voy a vivir de miedo durante toda mi
vida". Y después la vida es como es, y te llega y te encuentras con el
problema, y ahí lo tienes y tienes que baldearlo, y tienes que tirar para
adelante y punto y no hay más, pero que te encuentras las cosas, que
no las piensas anteriormente, o sea, no haces ningún programa de
decir, "bueno, puede pasar, puede ser, puede tal, voy a hacer", no, te
lo encuentras todo ya ¡pum!, en el momento que surge ya...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
Sólo quienes han vivido largas enfermedades sin expectativas de curación de su
pareja, han llegado a una cierta reflexión sobre el que pasará después, y
probablemente de forma inconsciente se va produciendo en ellos una preparación
para el golpe emocional que sobreviene a la pérdida de la pareja.
“… Y yo me encontré la muerte de mi marido de un infarto, más de
repente... porque en las enfermedades ya te vas haciendo la idea.
Te vas haciendo la idea...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
68
“… Yo creo que en momentos bajos, en algún momento que tengas
así bajo sí, yo por lo menos recuerdo haberlo pensado alguna vez,
pero también lo ves un poco lejano. Yo creo que es un poco de
pasada, hasta que no te llega el momento en que puedes hacer
menos cosas...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
III. 2. 8 Expectativas de futuro Expectativas de vida
Pensando en positivo, y aunque el futuro para las personas mayores es un tema
complejo, del que algunos hablan con cautela e inseguridad y otros con certeza y
concreción, destaca el objetivo “familia” con uno de los ejes sobre los que bascula.
La familia por ejemplo es un motivo importante para algunos de cara a imaginar un
futuro con actividades y tareas que realizar, con un rol que cumplir, aunque sea
secundario. Cuando la persona mayor siente que tiene una utilidad, y sobre todo si está relacionada con sus hijos y nietos, desea seguir ayudando en el futuro y prestando apoyo en la medida de lo posible.
“… Verlas crecer, una tiene 14, otra 9, entonces digo "a ver, a ver", y
las voy viendo cada día más guapas, y eso me da un poco de moral,
esta es la realidad. Pero el futuro mío, mío en sí, qué futuro tenemos…
…
… Yo tengo una frontera, es que la economía mía personal siga
manteniéndose como hasta ahora, que el costo de la vida no te
mengüe demasiado, excesivamente, tu pensión; poder ayudar en lo
posible a los hijos, porque a pesar de todo siempre cuando vienen
"papá"; ver crecer a los nietos; ver que ellos se lleven bien y que de
vez en cuando es el cumpleaños "oye, vente, anda, vente papá", y ya
está...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
“… Yo no me quiero morir pronto, se lo pido al señor que no me quiero
morir pronto, porque quiero a ver si puedo ayudar en lo que pueda a
69
mis hijos, si me llaman para ir a algún sitio o tengo que hacer algo.
Como estoy muy a gusto, porque yo estoy feliz, quiero decir que no
me quiero morir, es lo último que le pido al señor, que no me quiero
morir...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
Otra de las ilusiones y motivos que hace que las personas mayores piensen en las
expectativas de futuro de manera positiva es el mundo de las amistades. El tener
amistades, como vimos en apartados precedentes, es fundamental y constituye uno
de los mayores alicientes para hacer planes y tener proyectos a medio plazo, para
darse posibilidades y oportunidades.
“… Tener amigas es lo más grande en la vida, yo tengo tres hermanas
que están viudas y en el momento en que se mueren sus maridos se
quedan en casa y no tienen amistad con nadie, se quedan en sus
casitas solas. Yo soy distinta, yo tengo muchas amigas y las quiero
mucho, y lo paso muy bien con ellas....” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
“... he vivido 70 años y a partir de ahora me puede pasar de todo,
¿no?, pero sin embargo no lo pienso, siempre pienso en mis amigas,
en que tengo un apoyo en mis amistades, tengo pocas buenas, tengo
muchas pero pocas buenas, buenas, entonces siempre tengo un
recurso de una amiga, de que me acompañe, o de que, si me
encuentro muy mal, si no voy sola al médico, no me pasa nada, ¿no?,
o sea que yo creo que es como todo la vida misma que yo he vivido,
saber estar en el momento que me toca…” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona
La negatividad aparece cuando hay posturas que tienden a no pensar en lo que
viene, en minimizar su papel en la vida, a infravalorar en definitiva su capacidad de
generar situaciones y momentos que les reporten bienestar y satisfacción. Estas
posturas expresan indiferencia ante el futuro, porque en el presente no tienen o no
encuentran tampoco motivaciones suficientes para sentirse bien. Sin embargo es también cierto, que estas posturas ponen de manifiesto que ante la
70
inseguridad de un futuro incierto, es preferible tener en mente un presente relativamente tranquilo, que especular sobre el porvenir incierto.
“… No me inquieta, ¿sabes?, en absoluto. El día a día ya va viniendo,
lo bueno y lo malo, y conforme venga intentaremos superarlo...” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona
“… Sí, pero vamos, tampoco es... o sea, que yo mi vida la verdad que
yo ya sé que cuando sea un poco mayor pues tendré que ir a una
residencia o... y no hay más, porque mi vida ya está hecha o
deshecha.
… … Yo he vivido muy bien, entonces ahora aunque viva un poco así me
aguanto, pero es que ya ves un futuro próximo que cada vez te va a
marcar de alguna forma y qué es lo que haces, qué tomas de decisión,
eso es lo peor. Lo peor es la duda, o sea, cuando no sabes qué
decidir, eso te marca mucho...” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
Los años que vienen.
El pensamiento acerca de los años que vienen está en general teñido de calma,
sosiego, tranquilidad, aunque se expresan con cierta resignación acerca del paso de
la vida y de la realidad de “hacerse mayor”. Del futuro no suele gustar hablar y cuando se hace es para concluir que el paso de los años es a modo de “un agregado” a lo que ya se ha vivido, un periodo de tiempo incierto que hay que
pasar de la mejor manera posible, pero sin planes y con objetivos a corto plazo,
viviendo el día a día, y disfrutando del estado de “independencia”. Esto les ocurre
significativamente más a los hombres.
“… Y luego al final te quedas sin nada, o sea, yo estoy a gusto, dentro
de mi tranquilidad... la generación nuestra terminaremos en un asilo o
nos morimos, la generación anterior a nosotros han estado cuidados
en las casas de los hijos, eso nos ha tocado creo que a casi todos…
71
… … Mientras que haya calidad de vida, de acuerdo, pero en el momento
que no haya calidad de vida, es morirte. Para qué, para estar
sufriendo y ver como, para estar sufriendo…
… … Sí, sí, claro, pero que vives un poco el día, tampoco tienes un futuro
muy largo. Tienes ganas de ir a este sitio, vas a hacer esto o lo otro,
pero tampoco llevas las miras muy para allá…
… ... te gustaría llegar a los 80 y tantos años y seguir paseando y llevar el
mismo ritmo que llevas ahora, indudablemente…” R. G. Nº 2, Personas Mayores, Hombres, Madrid
Las mujeres, sin embargo, tienen una mayor capacidad para visualizar las posibilidades y oportunidades de futuro, capacidad que se expresa en su orientación vital a las actividades relacionadas con las relaciones sociales, actividades educativas y de aprendizaje, las encaminadas al cuidado de su
estado físico, y en el afán por encontrar nuevos espacios de expresión y desarrollo
personal. De esta forma las mujeres, más claramente que los hombres, expresan
algunas intenciones de cara al futuro: seguir construyendo amistades y mantener las
que ya tienen, realizar todo tipo de actividades que les brinden sentimientos de
bienestar, como conversar, viajar, aprender cosas nuevas, etc.; cuidar su cuerpo y
su salud; mantenerse activas, siendo creativas y positivas.
“… Con toda clase de gente.
Yo con mis amigas.
También.
Es que es muy importante charlar, es muy importante salir.
Y viajar...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
“... me siento muy a gusto en Barcelona, entre mis amigas, la casa
donde vivo, siempre tengo recursos de ser creativa, ahora estoy
dedicada a tener una alimentación sana, o sea, como mucho pescado,
menos carne, eh, mucha verdura, o sea, me alimento bien, bien, o
72
sea, estoy metida en el campo de las algas, que es muy bueno, me
siento más enérgica, mejor, no sé, condimento la comida con algas, y
hago mucho ejercicio que es lo que hay que hacer, y ya está, y lo
demás ya vendrá, ya vendrá, como todo en el mundo…” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona
Deseos y preocupaciones
La mayor preocupación por el futuro en las personas mayores solas no es la muerte
ni la soledad, sino la enfermedad y la dependencia. El sentimiento más palpable
en su discurso es el miedo al momento en que tendrán que depender de alguien
para hacer las actividades cotidianas, desde una doble perspectiva: necesitar ayuda
y no obtenerla de su familia más cercana, y por ende tener que pasar el final de su
vida solo y dependiente sin capacidad para decidir sobre su futuro. La opción de permanecer el máximo tiempo posible en su casa, con la ayuda externa que sea necesaria, es la máxima aspiración de la gran mayoría. Sólo algunas
personas barajan la posibilidad de tomar la decisión, por ellos mismos y no por
terceras personas, de pasar el final de su vida en una residencia. Esta opción es
mejor valorada y más tenida en cuenta por quienes tienen la oportunidad económica
de elegir residencia, aunque éstos mismos los que también tienen la posibilidad
económica de pagar una persona que les cuide en su propia casa.
“… A mí no me da miedo la muerte, me da miedo la enfermedad, eso
sí, si me atenderán, dónde podrás ir, todas esas cosas…
… … Que no necesite nada de los demás, que me pueda valer hasta el
último día por mi misma, que no me tengan que limpiar, que no me
tengan que hacer nada... …
… Yo que mi hermana terminó en una residencia con su hija, que era
lo más entretenido, claro, ya al final la pobre no hacía nada pero yo
residencia, desde luego. Y quiero dormir con otra persona, para
charlar hasta que me duerma y por si me pasa algo.
Yo en mi casa mientras pueda, coger a una chica y en mi casa.
73
Yo mientras pueda desde luego mi casa, pero si no puedo porque no
puedo valerme yo lo último es no ir en casa de mi hija...” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
Quienes han pasado por la experiencia de cuidar a personas mayores, padres,
suegros…, tienen un doble sentimiento: el de pertenecer a una generación que ha
cuidado a sus mayores pero que no va a ser cuidada por sus hijos, y,
contradictoriamente, pero al mismo tiempo consecuentemente, el saber lo que
significa cuidar a una persona mayor dependiente en casa y el trabajo y las
renuncias personales que conlleva; lo que han pasado ellos no siempre lo desean
para sus hijos.
“... pues yo también pienso que puedo ser mayor y ser útil, ser,
bueno, una viejecita cariñosa y dulce, y bueno, no lo sé si
necesitaré…, con 6 hijos todos dicen, “ay mama, tú te vendrás
conmigo, tú te vendrás conmigo”, y yo te primero que no tengo ningún
trauma pensando en con quién voy a ir, porque no voy hacer elección,
yo el día que no me valga yo me voy a una residencia pero
tranquilamente, y te lo voy a decir por qué, por no dar trabajo, porque
yo sé lo que es...” R. G. Nº 3, Personas Mayores, Mujeres, Barcelona
Permanecer en casa y contar con la ayuda de una persona para que les acompañe y
asista en el día a día, es la opción más atractiva a medio plazo, mientras que tener
que terminar sus días viviendo con algún hijo, es motivo de preocupación y
desasosiego. Como consecuencia cuidar su independencia y alargarla es la máxima aspiración vital en este momento.
“... yo prefiero en mi casa y tener una persona que me cuide en mi
casa, en mi casa, no siendo que sea una enfermedad que tenga que
ingresar. ” R. G. Nº 1, Personas Mayores, Mujeres, Madrid
74
III. 3 EL VOLUNTARIADO EN ESPAÑA El voluntariado en España es un fenómeno que ha experimentado un importante
desarrollo en los últimos años. Movimientos sociales como la campaña a favor del
0,7% del PIB, o acontecimientos como las Olimpiadas de Barcelona, el hundimiento
del Prestige o los atentados del 11M, han servido para mover a la acción a muchos
ciudadanos hasta implicarse en diferentes entidades no lucrativas.
Como consecuencia, ha surgido recientemente por parte del Estado y de las
Comunidades Autónomas la necesidad de regular este fenómeno, surgiendo
diferentes leyes del voluntariado con distinto ámbito de aplicación pero con un
contenido parecido, que engloban los siguientes aspectos: definición de los
conceptos de voluntario y voluntariado; derechos y deberes de los voluntarios y de
las organizaciones; promoción del voluntariado; control de las organizaciones en las
que se enmarca la acción voluntaria y las medidas de apoyo a estas entidades
desde las diferentes Administraciones.
Asimismo, se han ido publicando sucesivos Planes Estatales de Voluntariado,
actualmente está vigente el Plan 2005-2009 que constituye un conjunto de
actuaciones de las Administraciones Públicas y de las ONGs y del conjunto de la
sociedad para la promoción y desarrollo de la acción voluntaria. Este Plan contempla
el voluntariado desde una perspectiva global, teniendo en cuenta los diversos
ámbitos del voluntariado más allá del enfoque asistencial y promueve tanto las
actuaciones directamente orientadas al fomento del voluntariado y la práctica
solidaria (sensibilización, captación y formación) como aquellas otras que persiguen
la consolidación del movimiento voluntario, a través del fortalecimiento de las ONGs.
Pero a pesar de estas iniciativas para enmarcar y legislar la acción voluntaria, el
hecho de que sea un fenómeno reciente, lleva implícito que no exista abundante
información sistematizada sobre el voluntariado ni a nivel estatal ni de las
Comunidades Autónomas. Además, se trata de un grupo heterogéneo que cambia
constantemente, por lo que resulta complicado encontrar información actualizada de
75
las organizaciones que cuentan con voluntarios/as, dificultando el conseguir datos
representativos. A todo esto hay que añadir el hecho de que, en función de los
estudios que se analicen, tendremos estimaciones del voluntariado en sentido
estricto o en sentido amplio. Como sentido estricto se suele partir de la base de una
dedicación mínima a las tareas de voluntariado de cuatro horas semanales. También
hay que tener en cuenta que no hay una definición única, aceptada y de uso común
que englobe a todas las instituciones que entran en el Tercer Sector.
NÚMERO DE ORGANIZACIONES DEL SECTOR NO LUCRATIVO POR TIPO
1995 2002 Asociaciones 174.916 268.826 Fundaciones 5.698 8.313 Cooperativas 7.822 8.604 Mutualidades de previsión social 400 440 Centros de enseñanza 6.392 6.712 Cajas de ahorro con obra social 58.085 69.582 Hospitales 50 46 TOTAL 253.507 362.654
Por ello, a la hora de detallar el perfil del voluntario/a en España, lo que haremos
aquí será trazar un perfil aproximado de los rasgos que caracterizan a las personas
que realizan tareas de voluntariado en España, con especial incidencia en las
labores relacionadas con y para personas mayores.
Pero antes de pasar a describir estos rasgos, merece la pena señalar qué se
entiende por voluntariado. Según la Ley Estatal, 6/1996 de 15 de enero, es “el
conjunto de actividades de interés general, desarrolladas por personas físicas,
siempre que las mismas no se realicen en virtud de una relación laboral, funcionarial,
mercantil o cualquier otra retribuida y reúna los siguientes requisitos: que tengan
carácter altruista y solidario; que su realización sea libre, sin que tengan su causa en
una obligación personal o deber jurídico; que se lleven a cabo sin contraprestación
económica, sin perjuicio del derecho al reembolso de los gastos que el desempeño
Fuente: Olabuenaga (2007). El sector no lucrativo en España. Una visión reciente
76
de la actividad voluntaria ocasione y que se desarrollen a través de organizaciones
privadas o públicas y con arreglo a programas o proyectos concretos. Quedan
excluidas las actuaciones voluntarias aisladas, esporádicas o prestadas al margen
de organizaciones públicas o privadas sin ánimo de lucro, ejecutadas por razones
familiares, de amistad o buena vecindad. La actividad de voluntariado no podrá en
ningún caso sustituir al trabajo retribuido”.
III. 3. 1 El perfil del voluntariado en España El voluntariado es claramente un sector que está en crecimiento. El número de
personas voluntarias en sentido estricto, es decir, personas con una dedicación de
más de 16 horas al mes, ha crecido un 72 % en 2002, frente a los datos de 1995,
representando 1,76 millones de personas5. El número de voluntarios crece
aceleradamente, cada vez dedican más horas y fundamentalmente a actividades
orientadas a activar la autonomía personal6.
Ahondando en el perfil de los voluntarios en ONG de Acción Social, predominan las
mujeres sobre los hombres, cifrándose la participación femenina en 2001 en el 58%
(Pérez Díaz y López Novo, 2002). En relación a la formación, tienen un nivel
educativo muy elevado, superior al del personal asalariado y a la media nacional,
igual que en el resto de Europa. Casi la mitad de las personas con puestos de
responsabilidad participan activamente o realizan actividades de voluntario (49%),
frente a sólo el 20% de las personas desempleadas7.
Sobre la edad, la mayoría no supera los 30 años, aunque hay una tendencia a que
las personas mayores de 65 años, que todavía se encuentran bien físicamente, cada
vez se interesan más por participar activamente en labores de voluntariado. Las
entidades tienden a acoger positivamente este interés, no sólo por hacerlos
protagonistas de su propio desarrollo, sino por la enorme cantera de recursos
humanos que suponen, con una amplia disponibilidad horaria. 5 Olabuénaga, 2007. El sector no lucrativo en España. Una visión reciente. Fundación BBVA 6 Obra Social de CajaMadrid (2007) “Encuentro y alternativa- situación y tendencias del voluntariado en la Comunidad de Madrid 7 Special Eurobarometer 273 “European Social Reality”. 2007
77
En cuanto a las motivaciones, los estudios realizados parecen demostrar que no
existen motivaciones “puras” que lleven a una persona a hacerse voluntario/a, sino
que existe una mezcla de diferentes factores. En las motivaciones de las personas
que se ofrecen voluntarias se produce una mezcla de altruismo e interés. A raíz de
un amplio estudio sobre el voluntariado en España (EDIS, 1983), se desprenden las
siguientes motivaciones básicas: orientación al otro, con fuerte carga de humanismo;
orientación al yo, con fuerte carga de egoísmo, y comprensión de la realidad
colectiva, con fuerte carga de politización.
Analizando los colectivos atendidos por las diferentes entidades de voluntariado, por
lo general son organizaciones que trabajan varias áreas de actividad y varios
colectivos simultáneamente, aunque se aprecia una creciente tendencia hacia la
especialización. Las distintas investigaciones consultadas coinciden en que, sobre
todas ellas, la de Acción Social es la más desarrollada en España. Le siguen salud y
asistencia sanitaria, cooperación y desarrollo, y educación y cultura. En este sentido,
España es uno de los países europeos donde la atención social está más
desarrollada vía ONG.
ORGANIZACIONES DE VOLUNTARIADO SEGÚN NÚMERO DE COLECTIVOS ATENDIDOS
Fuente: Encuesta Estado y Tendencias del voluntariado en la Comunidad de Madrid 2007
ENCUESTA 2001
34
23
23
20
1 colectivo
2 colectivos
Entre 3 y 5 colectivos
Más de 5 colectivos
ENCUESTA 2007
45
34
183
1 colectivo
2 colectivos
Entre 3 y 5 colectivos
Más de 5 colectivos
78
Sobre los ámbitos de actuación de las organizaciones no lucrativas en Madrid,
comparando los datos de 2001, ha disminuido el peso relativo de los voluntarios de
ámbito internacional (del 14% al 12%) y estatal ( del 27% al 18%), mientras que los
voluntarios de barrio han duplicado su presencia (15% en 2006 frente al 7% de
2001).
Siguiendo con datos relativos a Madrid, las actividades y programas de las ONG de
Acción Social van dirigidas en su mayoría a la infancia y juventud, a las familias en
general, y los colectivos de mujeres, personas con discapacidad, y casi en último
término a las personas mayores.
COLECTIVOS A LOS QUE SE DIRIGEN LAS ORGANIZACIONES DE VOLUNTARIADO (%)
Personas mayores 4,6 Personas con discapacidad 5,8 Jóvenes 11,1 Infancia 14,3 Familia 12 Mujeres 7,3 Inmigrantes, solicitantes de asilo y refugiados 5,2 Población en general 17,3 Personas con problemas de drogodependencias 2,2 Otros 22,4
* Encuesta Estado y Tendencias del Voluntariado en la Comunidad de Madrid 2007
Estos son datos generales del voluntariado en entidades de Acción Social, puesto
que sobre el perfil específico del voluntariado en entidades que acompañan a
personas mayores no existe prácticamente documentación.
En comparación con nuestros vecinos europeos, España es uno de los países con
menor tradición asociativa, en parte porque los ciudadanos suelen atribuir las
responsabilidades sociales al Estado y en parte por la historia política reciente.
Según datos del Eurobarómetro Especial 273, de 2007, cerca de 8 de cada 10
ciudadanos de la UE considera un aspecto importante de su vida el ayudar a los
demás o el trabajo voluntario. Sin embargo, la mayoría de los europeos no participa
79
de manera activa en labores de voluntariado. La media europea oculta grandes
diferencias entre los Estados miembros: En Austria (60%), Países Bajos (55%) y
Suecia (53%), más de la mitad de los encuestados afirman estar activos y realizar
labores de voluntariado o participan en labores para la comunidad, mientras que los
niveles de participación son más bajos en Lituania (11%) y Portugal (12%).
Fuente: Special Eurobarometer 273 “Europena Social Reality”
Como la realidad es cambiante, en los últimos años han surgido también nuevos
escenarios de intervención adaptándose los voluntarios a estos hechos. Entre los
nuevos escenarios cabe destacar el del voluntariado medioambiental y el
voluntariado de emergencias. Asimismo, es importante destacar la aparición en
España a finales de los 90 de la responsabilidad social de la empresa (RSE),
también denominada responsabilidad social corporativa (RSC) que es un término
80
que hace referencia al conjunto de obligaciones y compromisos, legales y éticos,
tanto nacionales como internacionales, que se derivan de los impactos que la
actividad de las organizaciones producen en el ámbito social, laboral,
medioambiental y de los derechos humanos. Enmarcada en la RSC, muchas
empresas promueven actividades con diferentes entidades de voluntariado con el fin
de que sus empleados refuercen el sentimiento de equipo y participen en
actividades de acción social.
III. 3. 2 El voluntariado de acompañamiento a las personas mayores
La soledad de las personas mayores supone un conjunto de sentimientos negativos
entre los que destacan la tristeza, la sensación de vacío y la falta de comunicación y
se previene o supera cuando se realizan actividades incompatibles con los
pensamientos que la generan, especialmente si éstas favorecen el cultivo de unas
relaciones sociales y familiares satisfactorias (Iglesias de Ussel, 2001). Por ello, uno
de los recursos con los que las personas mayores cuentan para paliar los efectos de
la soledad es el del voluntariado. Entre los objetivos del voluntariado con personas
mayores, según el estudio titulado “Calidad de vida en personas mayores” (2004) de
Gloria Pérez Serrano, se encuentra el propiciar la integración y participación de los
mayores en su entorno para favorecer su reinserción o permanencia en los
contextos de acción y toma de decisión social, en los que podrán aportar sus
experiencias, conocimientos y habilidades acumuladas a lo largo de la vida,
permitiéndoles sentirse útiles y combatir sentimientos de soledad, baja autoestima y
aislamiento.
Actualmente no existen estudios que recogan de manera sistemática el perfil de las
endidades dedicadas a las personas mayores ni el de los voluntarios, por lo que es
difícil de analizar. Por la experiencia de Amigos de los mayores, podemos decir que
los voluntarios dedicados a las personas mayores, son mayoritariamente mujeres,
de una edad mayor que la media del total de los voluntarios, entre los 41 y los 70
años. En cuanto al nivel de formación sí que se asemeja al de la media total puesto
que son personas con formación universitaría en su mayoría y que están en activo.
81
Las actividades que realizan los voluntarios generalmente son actividades de
acompañamiento afectivo en domicilio, en residencias y actividades lúdicas.
82
III. 4 ANÁLISIS CUALITATIVO DE LAS ACTITUDES Y PERCEPCIONES DE LA POBLACIÓN, CON UNA PREDISPOSICIÓN POSITIVA AL VOLUNTARIADO, HACIA LAS PERSONAS MAYORES. LAS BARRERAS REALES Y SIMBÓLICAS
III. 4. 1 Perfil de los voluntarios que han participado en los grupos focales
Entre los participantes en las reuniones de grupo se pueden identificar tres perfiles
diferentes de voluntarios, en relación a su edad, su nivel educativo y
fundamentalmente con la orientación de su trabajo voluntario, es decir, hacia dónde
y hacia quiénes desarrollan su voluntariado:
El primer perfil de voluntarios está constituido por mujeres jóvenes, de 25 a 35 años aproximadamente, con un nivel educativo alto: licenciadas universitarias y profesionales cualificadas. Sus actividades de voluntariado tienden a orientarse hacia realidades que se encuentran en países subdesarrollados (Honduras, República Dominicana, Senegal, etc.), y hacia el colectivo de niños desfavorecidos: niños enfermos, niños pobres, niños
huérfanos, etc. Este perfil se caracteriza por desarrollar su trabajo como
voluntarios en diferentes actividades y con diferentes colectivos, pero siempre
tendiendo a primar su enfoque hacia realidades que se encuentran “lejos”, en el
sentido geográfico del término, y en el que sus protagonistas son niños,
adolescentes y/o jóvenes. Tanto si sus actividades son de sensibilización, de
recaudación de fondos, de organización de eventos solidarios, como de
dedicación de tiempo y esfuerzo a transmitir conocimientos, estas voluntarias
orientan generalmente su trabajo fuera de España.
El segundo perfil de voluntarios, y sitúa en el polo opuesto al anterior: está
constituido por adultos, con una edad que fluctúa entre los 45 y 55 años, con un nivel educativo medio: diplomados, profesionales semi-cualificados,
formación profesional, etc. En general este perfil de voluntario orienta su trabajo hacia realidades y situaciones que se generan en su entorno inmediato, como puede ser su barrio, comunidad, ciudad o región; se dirige hacia las
83
problemáticas que se viven en su entorno cercano, y los colectivos en los que su
trabajo se enfoca suelen ser población inmigrante, drogodependientes, enfermos
terminales o con enfermedades graves. Se diferencia del perfil anterior tanto por
la orientación hacia realidades más cercanas, como en los colectivos a los que
se dirige.
El tercer perfil de voluntarios se caracteriza por encontrarse en un punto
intermedio entre los dos anteriores. Con una edad que fluctúa entre los 35 a 45 años, el nivel de estudios tiende a ser medio-alto. En relación con las
problemáticas y los colectivos a los que dirige su trabajo voluntario, la tendencia
de este perfil de voluntario es a estar entre las opciones de los otros dos perfiles
antes descritos; es decir, tanto tienden a enfocar su trabajo hacia realidades que se encuentran fuera de su entorno, fuera de España, como hacia aquellas que les toca más de cerca, en sus barrios y comunidades, fundamentalmente dirigido a niños, que pueden estar “aquí” o “allí”, inmigrantes,
enfermos, etc.
III. 4. 2 Motivaciones para trabajar como voluntarios
Cuándo comienza la inquietud hacia el voluntariado En qué momento de sus vidas los voluntarios comienzan a tener la inquietud por
desarrollar un trabajo como voluntario es una cuestión, cuanto menos, difícil de
concretar. Lo que sí se puede es establecer tendencias que nos expliquen en cierto
modo los caminos que han podido seguir unos y otros en el proceso de hacerse
voluntarios, que desemboca en un trabajo real como voluntarios. Las posibles
tendencias son las siguientes:
La primera de ellas constituye el camino que han seguido muchas de los
voluntarios cuyas características se han descrito bajo el perfil 1, jóvenes con
tendencia a desarrollar su trabajo “fuera”. La principal característica de esta
84
tendencia es que las motivaciones e inquietudes para realizar un trabajo de voluntariado se han gestado en la etapa escolar. Todo el entramado de
trabajo voluntario, de acción social, campañas solidarias y de recaudación,
participación en ONG’s, prácticas voluntarias, que se desarrolla en la mayoría de
centros educativos concertados y privados, como elemento importante de la línea
educativa, va conformando un nivel de conciencia social que más tarde cristaliza
en el trabajo voluntario.
“… tema de voluntariado empecé muy pequeña porque siempre me ha
gustado, en el cole era opcional esto de Raval y más que con
extranjeros era con españoles que viven en el Raval y darles de
comer, viejecitas que viven solas pues incluso sólo darles compañía y
tal, y esto desde hace muchos años con el colegio, que era opcional…
…
… Yo iba a un colegio de jesuitas y también desde 6º habían
asignaturas obligatorias de acción social y tal, ibas a ONG’s y
trabajabas ahí. Era una asignatura, o sea, tenías que ir, era
obligatorio. Empecé a familiarizarme…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona
Muchos de aquellos chavales que comienzan en el colegio a realizar actividades
solidarias, de sensibilización, de trabajo voluntario, como parte del plan educativo
y de formación que les guía, siguen esa línea de trabajo, una vez finaliza el
periodo escolar, y ponen en marcha motivaciones e inquietudes en
organizaciones no gubernamentales o asociaciones que han conocido y/o con las
cuales han colaborado en su período escolar. Esta tendencia se caracteriza por
tanto por seguir unas líneas de actuación definidas por los centros educativos,
ligados en su mayoría a confesiones religiosas, en las que los voluntarios no
hacen sino profundizar aquellas motivaciones y maneras de actuar que ya
aprendieron en su etapa escolar. Esta línea de actuación solidaria y voluntaria,
como la entienden estos centros educativos, si bien no es enteramente nueva sí
que se ha ido consolidando dentro de los planes formativos de los centros
85
educativos, y es por ello que son los voluntarios más jóvenes los que en su
mayoría siguen esta trayectoria de voluntariado.
Otro de los procesos que pueden desembocar en el trabajo voluntario, es aquel que surge de la vivencia de experiencias personales, y/o familiares, en las que han buscado ayuda en grupos, asociaciones, ONG’s, etc., para intentar superar determinadas problemáticas: enfermedad de un familiar,
enfermedad propia, pérdida de un ser querido, etc. Esta vivencia, el contacto con
personas dispuestas a ayudar y entregadas hacia los problemas de los demás,
supone un punto de inflexión en las vidas de los futuros voluntarios. En definitiva
se trata de que aquellos que recibieron ayuda, son ahora los que la brindan a los
que la necesitan.
“… para gente que ha perdido familiares o así, pues ayudas a las
personas, hay grupos, la gente va allí y habla de cómo está. Entonces
si has perdido a alguien pues podías participar, yo primero fui al grupo
porque había perdido a alguien y luego ya empecé como voluntaria
ayudando a los demás…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona
Una vez superados sus problemas o en el camino que los lleva a su superación,
comprenden que la ayuda desinteresada que han recibido tienen que devolverla
de algún modo a otros que la necesiten. Este ayudar después de ser ayudado se
inspira en un fuerte sentimiento de reciprocidad y da lugar a un trabajo
voluntario muy extendido entre grupos y asociaciones que se dedican a
problemáticas específicas con colectivos muy específicos: enfermedades raras,
viudas, huérfanos, alcohólicos, drogodependientes, por ejemplo.
“… es como ayudar al otro ¿no? Es como vale, yo tengo mi vida, mi
trabajo, mi tal, mis amigos, y le quiero dedicar una parte de mi tiempo
a ayudar a los demás ¿no? Y es muy importante además el hecho de
que yo fui a un grupo en el que me ayudaron y entonces a partir de
ahí dije “vale, si ellos me han ayudado a mí, yo puedo ayudar a los
86
demás”. Que yo creo que siempre lo he tenido, pero a partir de aquí
me ha venido como más fuerte...
… … Y contacté con esta asociación porque tengo un problema en mi
espalda, en mi columna, y bueno, ellos me ayudaron en su momento y
consideré que lo que habían hecho conmigo yo tenía que hacerlo con
otras personas, y entonces estoy en la asociación y actualmente soy
el tesorero…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona
Otra de las tendencias es la por los voluntarios cuyas motivaciones e inquietudes
surgen a partir de experiencias y vivencias en el entorno social y cultural cotidiano. El barrio, la comunidad, el pueblo de los padres, son escenarios donde los voluntarios han aprendido en algunos casos valores e ideales,
han desarrollado prácticas, han vivido situaciones, que les han movido a
participar y colaborar a través del trabajo desinteresado en determinadas
iniciativas voluntarias.
“… mis padres eran de un pueblo muy pequeño y en este pueblo el
tema de la ayuda, de los vecinos, de la gente, de cómo la gente se
asocia, eso pues un poco de pequeña lo había mamado, y creo que
eso también me marcó mucho cuando era pequeña. Y a partir de pues
ya toda mi vida ha ido en esta línea…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona
El entorno de relaciones sociales cercano o los entornos que han sido importantes para la experiencia vital de cada persona, pueden ser al mismo tiempo transmisores de valores y prácticas, y receptores u objetivo del trabajo voluntario. Puede ser fuente de educación e inspiración, así como
objetivo prioritario de la actuación del voluntario, pudiendo estar ambas
experiencias muy relacionadas entre sí.
“… yo me he criado en el Raval, he hecho toda mi vida en el Raval,
después ya de más mayor… o sea, en el Raval he vivido mis
compañeros, ha habido compañeros que han muerto, compañeros
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que han estado en la cárcel, a lo mejor a la edad de estar en el
colegio ellos estaban más en comisarías y en la calle pues por
problemas en su casa, no ha sido mi caso, a lo mejor yo he tenido
más suerte en el tema familiar, no me he tirado nunca a la droga, no
me he tirado...” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona
“… Pues en mi caso fue un poco por hacer algo diferente, por estar
con gente, la gente de la asociación yo ya la conocía y aparte de
hacer lo que yo hago, lo que se hace allí es como un lugar de reunión
de gente que toca instrumentos y tal, no sé si conoces el barrio de
Lavapiés pero yo es que vivo en Lavapiés entonces pues conozco a
un montón de gente y allí la gente se reúne pues negros, marroquíes,
y yo toco un instrumento y te llega uno tocando reggae, no sé, yo
conozco mucha gente…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid
Las experiencias y vivencias con familiares es también una vía de toma de
conciencia; el tener familiares cercanos que han desarrollado experiencias de voluntariado o de carácter solidario, así como el tener la oportunidad de
“ver” de cerca el trabajo voluntario de otras personas en relación a familiares o
conocidos, es un estímulo importante para ciertos voluntarios.
“… Pero cuando tenía 8 años nació mi hermano pequeño, que tenía
síndrome de Down, tiene, y entonces mi madre empezó a ir a Lourdes
cada año y yo lo empecé a ver, y fue cuando realmente me empecé a
dar cuenta, y lo empecé a ver allí y luego…
EMPEZASTE A VER ALLÍ PERSONAS ENFERMAS…
… Claro, bueno, y personas voluntarias que ayudaban y la fe de todo
el mundo que va allí, y bueno, lo empiezas a ver, como que antes, no
como que no quieres verlo, pero como que ni siquiera lo piensas…
… … lo que más me marcó fue que mis hermanos se fueron a Honduras
y volvieron y vi las fotos y todo y entonces decidí ir (…), fui allí y me
impactó tanto que estuve allí súper impactada, y luego volví y dije que
esto no se podía quedar ahí, que no era un viaje y ya está…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona
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A menudo el cuándo empezó un voluntario su trabajo, o cuál fue el factor determinante que lo impulsó hacia el voluntariado, tiene su origen en una experiencia personal crítica, límite, que lo remueve sentimentalmente y lo marca
para siempre. El hecho de vivir estas experiencias límite no tiene por qué causar
necesariamente una decisión como la que estamos analizando, sino que en estos
individuos, que tienen una predisposición inicial hacia el trabajo voluntario, actúa
como detonante de un proceso que quizá ya estaba en marcha.
“… empecé a hablar con ellos, los problemas que tenían, porque aquí
se les recepciona de emergencia, se les medio encamina y luego
tienen muchísimos problemas, entonces son gente con muchos
problemas de adaptación porque vienen de ambientes muy, muy
violentos. Entonces eso es lo que más me marcó, y a partir de ahí ya
me empecé a meter y esa es mi experiencia, primero fue la guerra,
que es lo peor, os lo aseguro, no es lo que se ve en la televisión, la
guerra que se ve en la televisión no es la guerra real, es la guerra de
las noticias, entonces a partir de ahí es lo que me marcó…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid
Pero lo que aquí se pone de manifiesto es que muchos voluntarios perciben esas vivencias (unas trágicas, algunas dolorosas, otras incisivas) como el factor decisivo que les impulsa al voluntariado, muy a menudo en relación directa con el
contexto social y cultural en el que se insertaba esa experiencia antes vivida.
“… y yo por ejemplo, el hecho de estar en una escuela, de ser
maestro, ves un poco cómo está las sociedad, los chavales, cómo
tienes las familias, eso tengo en la escuela. Ves la necesidad que
tienen esas personas de cosas y un día pues te encuentras con
alguien que ya está metido y no hace falta que te empuje, tú
mismamente, al saber ya las flaquezas de la sociedad, las flaquezas
sobre todo de los que acaban de llegar de fuera, los extranjeros, los
sudamericanos o cualquier familia, pues te induce a ayudarles…
…
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… Por frustración porque muere una persona muy querida a causa de
las drogas y eso me causa mucho impacto, y a raíz de eso la persona
que lo llevaba a él me dijo si quería echar una mano y de que lo que
hiciera falta y desde entonces. Pero en realidad no es ni bienestar
personal ni egoísmo ni es ponerme una medalla, es frustración, es
porque me sentí fatal, entre todos intentamos ayudarlo y acabó…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona
No obstante, las motivaciones de cada persona que decide voluntariamente brindar
parte de su tiempo, parte de su vida y esfuerzo a ayudar a otras personas, son
extremadamente complejas. Se han descrito ciertas tendencias generales con el fin
de tratar de comprender los factores más importantes que impulsan a un voluntario a
serlo, tendencias que ponen énfasis en estos factores, lo que no implica que otros, a
simple vista menos determinantes, también actúen en estos procesos. Hay
voluntarios que manifiestan que no perciben que haya sido un momento, una
experiencia, una determinada educación o una relación la clave para entender su
decisión de desarrollar un voluntariado. Antes bien, señalan que lo fundamental para explicarla reside en motivaciones estrictamente personales, incluso egoístas, en las que lo que se juega es abiertamente la propia necesidad de búsqueda de nuevas formas de desarrollarse como personas.
“… también a veces es por circunstancias personales, porque
encuentras vacíos, encuentras cosas, que necesitas a lo mejor dar
algo a alguien y no sabes cómo y te orientas hacia el mundo del
voluntariado, porque había estudiado trabajo social y estaba
involucrado…
… … Al final es una cuestión egoísta de bueno, qué vamos a hacer con
nuestro tiempo, yo creo que puedo ser útil y ayudar a otras personas y
ofrecerles aquello que yo puedo dar…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona
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III. 4. 3 Dónde y cómo desarrollan su trabajo voluntario
La variedad de actividades de voluntariado que se desarrollan en España, se
desarrollan bajo el paraguas de asociaciones, instituciones, fundaciones, etc. Es
decir, el voluntariado es una actividad que actúa en un ámbito concreto, enfocando
su acción hacia unos colectivos determinados. Esta subordinación a una
organización, sin embargo, no implica una exclusión de las iniciativas, matices,
orientaciones y particularidades propias de los voluntarios, antes bien, las
presupone. Por tanto, el voluntariado es una actividad organizada, detrás de un trabajo de análisis de la realidad social, y que pone en funcionamiento unas herramientas para cumplir los objetivos planteados; en este contexto, el
voluntariado no es un instrumento más, sino que actúa también como agente de
transformación y análisis de la realidad, sus cambios y su evolución.
Respecto de los voluntarios que pertenecen, grosso modo, al primer perfil descrito
anteriormente, observamos que desarrollan su trabajo en el mundo de la infancia y
está orientado hacia realidades sociales que se encuentran en países del tercer y
cuarto mundo. Es frecuente por ello que estos voluntarios, jóvenes y con altos
niveles académicos, alternen actividades de sensibilización y de recaudación en sus
localidades con actividades más prácticas y “sobre el terreno” en lugares en los que
se encuentran los colectivos objeto de su trabajo. De esta manera organizan su
trabajo dedicando unos momentos concretos, algunas horas semanales, y algunos
periodos del año, generalmente en el verano o periodos vacacionales, fuera de
España, a las actividades que desarrollan con la organización con la que colaboran.
Los otros perfiles de voluntarios en general tienden a desarrollar su trabajo en sus
localidades, enfocando sus esfuerzos en problemáticas muy específicas incluso,
dedicándole por lo general unas horas de un día a la semana. Las actividades que
realizan son muy variadas, y van desde acompañamiento a enfermos terminales o
drogodependientes, hasta asesoramiento en temas jurídicos o legales, pasando por
actividades de entrega de alimentos, ropa, productos de primera necesidad, etc.
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Si bien la variedad en el mundo del voluntariado es la norma, hay una constante en casi todas las experiencias, y es que en general los voluntarios desarrollan su trabajo, es decir, dan su tiempo y su esfuerzo, tratando directamente con las personas “beneficiarias”. El voluntariado es una experiencia personal y social, que
se vive en las relaciones que fomenta y construye, relaciones que pueden ser más o
menos estables, más o menos profundas, más o menos cercanas, pero relaciones al
fin y al cabo.
III. 4. 4 Las motivaciones específicas para trabajar con colectivos de personas vulnerables Las motivaciones para dedicar una parte del tiempo al trabajo voluntario, se inician
con la aparición de sentimientos genéricos, y con el tiempo, a lo largo del tiempo y
paralelamente al desarrollo del trabajo, se van haciendo más específicas, más
cercanas a realidades más concretas. Los testimonios de los voluntarios ponen de
manifiesto que al inicio percibían sus motivaciones e impulsos como un cúmulo, a veces caótico, de sentimientos entrelazados, pero no pueden expresar de
modo explícito las motivaciones más específicas que les llevaron a trabajar con un
colectivo vulnerable, en parte por la naturaleza compleja de los sentimientos que
salen a la luz en esas situaciones, y en parte por la evolución que han ido
experimentando durante el proceso personal de su trabajo voluntario. Posiblemente
por todo ello las motivaciones tienen un carácter más bien complejo, generalista y en
cierto sentido ambiguo.
“… En un momento dado tienes un impulso, tienes una necesidad, o
sea, lo haces un poco también por ti ¿no? Por no sé, porque crees
que lo debes de hacer, estás más satisfecho contigo mismo (…) Por
qué he tenido este impulso, bueno pues no sé, ha sido una motivación
personal de decir “creo que la sociedad no está muy bien, pues habrá
que hacer algo para no solamente quejarnos, habrá que hacer algo
para ayudar, para que las cosas funcionen un poco mejor…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona
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Pero más allá de estas ambigüedades hay una serie de motivaciones específicas
que los voluntarios expresan con mayor concreción:
En el terreno de las motivaciones de tipo más personal, subjetivo, estaría la
necesidad de “devolver, mediante el trabajo voluntario, aquella ayuda que se ha recibido”. Se trata no sólo de la valoración de la ayuda recibida que ha
podido resultar fundamental para la resolución de problemas personales, o
familiares, sino el carácter de esa ayuda, el que haya sido voluntaria,
desinteresada, de gran calidez y cercanía humana. Este tipo de experiencias
marca a los voluntarios que la viven y les motiva a brindar su apoyo, desde su
propia experiencia, a otras personas que la necesitan. En estos casos “la
vulnerabilidad” a la que se desea responder, se entiende como desamparo, falta
de apoyo e información, falta de empatía o de comunicación. Los colectivos
vulnerables estarían conformados por personas enfermas, de patologías graves
y/o raras, o personas que han perdido parientes cercanos, enfermos con
patologías olvidadas o poco estudiadas, drogodependientes o alcohólicos en
proceso de recuperación, etc.
Otra motivación de tipo individual y subjetiva es el deseo de satisfacer la necesidad de ayudar, de sentirse útil socialmente, de saberse capaz de brindar apoyo a colectivos que lo necesitan. Es individual o personal porque
surge del propio estado anímico y emocional de cada persona, de lo que
considera sus carencias, frustraciones y posibilidades, que luego se expresa en
acción dirigida hacia ciertos colectivos sociales. Esta motivación es bastante
habitual entre los voluntarios, sienten la necesidad de ayudar a otras personas y
a menudo es un amigo, una amiga, una compañera, quien los acerca a una
organización donde se desarrolla un tipo de trabajo voluntario destinado a un
determinado colectivo. La vulnerabilidad en estos casos es entendida de manera
más genérica, inconcreta, pudiéndose considerar vulnerables a colectivos que
viven situaciones de marginación social, colectivos en los que recae todo el peso
de los prejuicios sociales, colectivos muy frágiles.
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Dentro de las motivaciones específicas de carácter social encontramos el proceso de toma de conciencia de las carencias que vive gente en su entorno más cercano. Esta especie de “despertar social” está impulsado por lo
que los voluntarios consideran situaciones de vulnerabilidad social: soledad,
dependencia, pobreza, desamparo, tristeza.
“… También es verdad que lo que me impactó mucho, también
supongo que por la edad, fue el Raval, y más ver que la gente
española que vive en mi ciudad y vive así, o sea, yo no me lo podía
creer, era como “no puede ser”. Sí que te hablaban de África, de tal,
de cual, pero con 16 años yo no me imaginaba que en Barcelona
hubiera realmente esta pobreza. La verdad que esto me chocó
bastante…
… “… Soledad para mí, para mí es lo peor…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona
Una última motivación específica de tipo social es la que expresan muchos de
los voluntarios participantes en los grupo, como es el intento de mejorar el barrio, la comunidad o el entorno social más cercano, a través del trabajo
voluntario con personas y organizaciones sociales que se encuentran en el
mismo. Esta motivación tiene como inspiración una fuerte valoración de la importancia de las relaciones sociales cercanas y cotidianas, de la convivencia en armonía, de la posibilidad de trabajar juntos por mejorar el presente y el futuro de lo más cercano. La vulnerabilidad se entiende
aquí en términos ampliados, de grupo o colectivo, y hace referencia al
individualismo extremo, a la incapacidad de diálogo, a las escasas
oportunidades que se brinda a la población, en particular a niños y jóvenes, a
la desaparición de los valores de ciudadanía, vecindad, apoyo mutuo.
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III. 4. 5 Las experiencias cercanas con personas mayores
Cuando se diseñan los grupos focales con voluntarios, se buscan
intencionadamente personas voluntarias que no desarrollen su trabajo con personas
mayores, precisamente para encontrar razones por las cuales los mayores no hayan
sido tenidos en cuenta por los voluntarios, como colectivo objeto de su interés
voluntario. Con el objetivo de “acercar” los discursos de los grupos al mundo de las
personas mayores, se introduce en el debate la descripción de las experiencias
cercanas con este colectivo. Desde este tipo de descripciones, se observa que la importancia de las experiencias familiares con personas mayores para cada voluntario depende de la cercanía o profundidad de la relación que tienen o tuvieron en el pasado con aquellos familiares: abuelos, tías y tíos, tías abuelas,
tíos abuelos, etc. Es evidente que mientras más cercana y fuerte es la relación, con
períodos de convivencia directa, con períodos de interacción intensos, con lazos
sentimentales fuertes, mayor es la huella o influencia que dejan las personas
mayores en los voluntarios. Cuanto menos intensa es la relación, cuando
prácticamente no existe el cariño o el cuidado mutuos, menor es la influencia de ese
familiar mayor en el voluntario. Cuánto más joven es el voluntario más viva tiene su
relación presente y/o pasada con familiares mayores, y mayor importancia de la
influencia recibida de las relaciones humanas que han tenido y que tienen con
abuelos, tías y tíos, influencia que todavía es actual, está presente en lo cotidiano,
como parte importante de sus valores y dinámicas familiares y sociales aprendidas.
Cuando las experiencias con mayores de Amigos de los Mayores han sido positivas,
constructivas, de cariño y cuidado, constituyen unas vivencias que los voluntarios,
sobre todo los más jóvenes, sienten como muy cercanas, ricas, vitales, y como una
de las mejores bases humanas y sociales para la convivencia presente y futura con
personas mayores.
“… Y las personas mayores me inspiran mucha ternura, y yo he vivido
siempre en mi casa con mis dos tías abuelas muy mayores y pues a lo
mejor por eso tengo esa ternura hacia las personas mayores, no lo sé,
pero la tengo…
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… … Viviendo con ellas acaban siendo tus segundas madres, y yo se los
digo siempre a mis amigas, no lo puedo evitar, para mí no es una tía
abuela, ni siquiera una abuela, es mucho más, es como mi segunda
madre, me ha criado, es que me han criado realmente. Yo tengo
imágenes de con ellas haciendo deberes, de enseñándome tal, de
cocinar, de no sé qué, es que me han criado, me han llevado a la
cama, se han quedado leyéndome cuentos…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona
Por el contrario en quienes no las han tenido, o han sido débiles y superficiales,
existe esta carencia, aunque siempre racionalizada, que se transmite en sus
opiniones. Entre quienes las experiencias con familiares mayores han sido pobres o
lejanas, no necesariamente corren el riesgo de no saber acercarse o convivir con
personas mayores de otros ámbitos sociales, aunque lógicamente cuentan con
menos experiencia, menos vivencias y “roce social”, lo que hace necesario un
proceso de aprendizaje, además de una cierta empatía para entender el mundo de
los mayores.
“… Si tú no ves a una persona y no tienes este tipo de contacto, te da
igual que sea tu abuela, vas a decir “muy bien, esta es mi abuela, y
este es un árbol”, es que te va a dar igual. Y nada, cuando los dos
eran mayores, que yo también era mayor, mis abuelos paternos ya
están muertos los dos, y sí que nos turnábamos entre todos, como
somos un montón, pues realmente te tocaba pocas veces al mes, pero
nos turnábamos para ir a comer con ellos y tal, que yo iba más por
obligación que por otra cosa, por obligación y por mi padre…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona
Si los voluntarios más jóvenes tienen más cercanas sus experiencias con familiares
mayores, los voluntarios de más edad subrayan sobre todo las diferencias sociales
entre el tiempo en el que a ellos les tocó vivir y convivir con sus familiares mayores y
el tiempo actual; su convivencia con abuelos, padres, suegros, se organizaba en
torno a unos valores de Amigos de los Mayores, con roles sociales y familiares muy
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marcados para hombres y mujeres, y en el que el cuidado de los familiares mayores
era una obligación del núcleo familiar; desde este tipo de vivencias, la influencia de
las personas mayores fue, y todavía es de enorme importancia. En contraste con
ello, la vida actual se organiza alrededor del mundo del trabajo y del consumo, y los
valores dentro del núcleo familiar de cuidado y apoyo a los mayores cuenta menos.
La existencia de instituciones dedicadas al cuidado de los mayores, el cada vez más
abandono familiar de los mayores, la marginación relativa de mayores por sus hijos
e hijas, etc., son fenómenos que estos voluntarios de más edad juzgan como un
retroceso social y cultural de gran calado en nuestra sociedad.
“… Cataluña tiene fama de que la cuestión familiar está muy arraigada
¿no? Es lo que decía él, antes la abuela vivía en casa, o sea, esto de
las residencias aquí era… vamos, a nadie se le ocurría, enviar a tu
madre a una residencia estaba mal…
… Ni se planteaba.
… ni se planteaba, aparte de que no, que no…
… Lo que pasa es que la sociedad era diferente, antiguamente
trabajaba el hombre y la mujer podía cuidar del padre o la madre.
… Actualmente los dos trabajan y…
… “… Claro, en la época de los abuelos. Y nos hemos criado de una
manera, que tenemos una escala de valores que esa escala de
valores es infranqueable. Mi escala de valores primero eran mis
padres y ahora en la actualidad es mi familia y punto, y por delante de
eso no hay nada, ni el trabajo ni nada de nada de nada. Y me he
criado así, y he vivido con estos principios toda mi vida y con ellos
sigo…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona
Lo positivo, agradable, satisfactorio de la relación con las personas mayores
Las cuestiones destacadas como más positivas, agradables, satisfactorias o
interesantes que surgen o han surgido del contacto con personas mayores familiares
presentan variaciones según la edad de los voluntarios:
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Para los más jóvenes, los aspectos más positivos tienen que ver con experiencias cotidianas en las que abuelos, tías o tíos, les brindan una ayuda, están en disposición para ayudar y solucionar problemas del día a día. Quienes todavía tiene cerca abuelo o abuela, o el recuerdo de su compañía
fresco y reciente, lo que expresan como más positivo y agradable es tener la
sensación de que esas personas mayores están presentes en su vida diaria, y
que se puede contar con ellas para cualquier problema o situación.
“… es una persona súper culta, que se sabe las enciclopedias, vamos,
le preguntas sobre cualquier chorrada y te saca una parrafada que
alucinas. Y le dije una vez “me voy a México”, “sí, ahí hay una fibra
que se llama…”, y yo pensé “dios mío, sabe un montón”, sí, o sea, es
un pozo de cultura. Y la llamo para cualquier duda, cuando trabajaba
para una revista también la llamaba, “hay una palabra que en catalán
se separa, no se separa…” y bueno, cuento con ella, le llamaban la
yaya ortográfica o algo así…
… … Cosas de estética a mi abuela siempre, uñas, todas estas cosas, le
vuelve loca… Y vive al lado de mi universidad, al lado, pero al lado, y
entonces muchas veces que tengo clases justo después de comer y
tal, pues como con ella, que le encanta porque vive sola, y es esto lo
que yo digo quizá…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona
En este contexto, la influencia de los familiares mayores, en algunos más
intensa y en otros más superficial, está muy presente en sus valoraciones y se centran más en cuestiones el día a día. En relación con esto, expresan su
satisfacción al hablar del cariño y la atención que han recibido cuando eran niños
por parte de sus abuelos y abuelas, y este recuerdo agradable es bastante
frecuente.
Otro de los aspectos considerados como positivos y satisfactorios con los
familiares mayores es la riqueza de la experiencia, en historias, en testimonios,
con el contacto de aquellos, que no sólo han vivido más años sino en muchos
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casos han vivido situaciones y momentos sociales e históricos muy importantes
de la vida de España.
Este aspecto es sin duda el mejor valorado porque es uno de los que simboliza la esencia del mundo de las personas mayores: la experiencia de una trayectoria de vida compleja. La valoración de este aspecto, es más intensa y explícita en
aquellos voluntarios que tienen más edad y por tanto han podido analizar las
relaciones con sus familiares desde una perspectiva más madura.
“… y digo “qué experiencias”, poder hablar con ellos, que te
producen… te explican siempre lo mismo, pero es que disfrutas tanto
escuchando, yo, otras personas no lo sé, pero yo te estoy hablando
de mi experiencia…
… … Y lo otro, cosa que tengo de ello muy positivo, es que enriquece
muchísimo, sus historias, sus cuentos, eso es lo que más enriquece a
una persona, todo lo que te explica y todo lo que aprendes. Y los
consejos que te dan “ojo que…”, “cuidado con los hijos, cuidado con
esto…”, eso enriquece más que un libro…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona
En general la valoración de la gente mayor, a través de las experiencias familiares, enfatiza los aspectos que se consideran de alguna manera en declive en la sociedad actual. El hecho de sentirse cuidados y en compañía con
los abuelos, tíos, y tíos abuelos; el hecho de recordar los momentos de conversación
con los familiares mayores, de escucharlos; el hecho de contar con ellos para las
pequeñas cosas de la vida cotidiana, son todas cuestiones que ponen el acento en
maneras de relacionarse que, de una u otra forma, se están perdiendo.
“… pues he tenido más contacto con los maternos, pero es que
incluso una prima de mi abuela venía todas las semanas a vernos y es
que me encantaba estar con ella y todavía me gusta estar con gente
mayor. De hecho mi madre tiene amigas a lo mejor que, bueno, mi
madre muy mayor no es, pero tiene amigas mayores y me encanta
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estar con la gente mayor. No sé, te hablan de otra manera, te dan
consejos, pero no ya que te cuenten batallitas, a mí eso es casi lo que
menos me interesa…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid
Pero lo que se trasluce como fondo de los discursos, es que las personas mayores
son consideradas personas de “otro tiempo”, de un tiempo diferente, con aspectos
positivos y aspectos negativos, y gran parte de las características que se considera
que ellos encarnan se refieren a cuestiones relacionadas con estos valores y
dinámicas del pasado.
Lo negativo, desagradable, insatisfactorio de la relación con las personas mayores.
Entre los aspectos negativos hay algunos que se refieren a la salud y los cuidados
de las personas mayores familiares, y otros que se refieren a su carácter. Es
destacable en todo caso que los aspectos considerados como negativos,
desagradables e insatisfactorios de las experiencias de los voluntarios con familiares
mayores, se refieren de manera fundamental a etapas en que el familiar mayor tiene
una edad avanzada y comienza a ser dependiente.
En relación con aspectos que se refieren a su salud lo que se percibe como
negativo son las situaciones y contextos en los que el familiar necesita mucha
ayuda y cuidado. Lo insatisfactorio no es sólo el hecho de que el familiar se
vuelva dependiente, fruto de un deterioro físico y psíquico inevitable, sino el
esfuerzo que tienen hacer ciertos miembros de Amigos de los Mayores, el
desgaste que sufre la misma en estas situaciones y el cambio que tiene que
afrontar Amigos de los Mayores entera para asumir una situación de este tipo.
Estos sentimientos se mezclan, evidentemente cuando ha habido una relación
cariñosa, con pena de ver a un familiar querido pasando una situación difícil,
impotencia por no poder hacer mucho más ante un proceso irreversible y
frustración cundo se piensa en el futuro inmediato.
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“… Cuando ya se pusieron enfermos pues mi madre tenía Alzheimer y
la verdad es que era muy complicado pues ir a visitarla y que no te
reconociera o no reconociera a mi mujer y es bastante duro…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona
“… Y tienes sus cosas malas, sí. Sobre todo ahora que ya no es tan
independiente, pues, duerme con pañal ahora y tenemos que entre
todos pues un poco que, sobre todo mi madre, porque mi madre
intenta, es su tía, e intenta ella no provocar pues situaciones difíciles
de… por prudencia, vamos. Y pues esto, ahora depende mucho de
nosotros y necesita mucha atención…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona
El carácter. Lo negativo relacionado con la salud, se entremezcla con aquellos
aspectos que hacen referencia más al carácter de los mayores con los que se ha
convivido y se han tenido experiencias. Una vez más son destacadas como
negativas cuando el familiar en cuestión se encuentra en un estado de edad
avanzado, como si la vejez agravara unas características de su personalidad que no eran tan agradables. Sobre todo se señala lo que se percibe como un desarrollo del egoísmo, como una tendencia al ensimismamiento extremo. El
carácter de los familiares mayores se va haciendo más pesado, más áspero,
complicado, y dificulta frecuentemente la convivencia cotidiana.
“… Y lo que sí que veía es que cada vez se iba volviendo más
egoísta, más que pasaba de todo, lo que le importaba era su mundo,
él, él, él y nada más. Pero también hay que ponerlo en perspectiva y
darse cuenta que es una cosa que es normal, natural, que más o
menos, todas las personas mayores pues se vuelven un poquito así
¿no?...” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona
“… se puso enfermo de mayor, no es que tuviera alzheimer ni nada,
un poco la sensación de carga o de que se vuelven un poco egoístas
o de que quizá reclamaba más atención de la que a veces le
podíamos dar. A pesar de todo la relación siempre fue muy buena,
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pero sí que recuerdo un poco eso, que en algunos momentos era duro
para la familia también, para mi padre quizá vivir con el suegro…
…
… O sea tú a lo mejor vas súper rápido y como no le des un beso al
irte de casa se te pone a llorar, te vuelves y te gira la cara por no
haberle dado un beso y esta enfadada dos días. Que son muy… al
menos mis tías abuelas eran las dos muy cabezotas. Y es eso, tienes
que estar súper pendiente, y que también es un poco pesada en el
sentido, por favor con todo mi amor, que te está contando todo el día
lo mismo, todo el día lo mismo…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona
III. 4. 6 Cómo observan los voluntarios el mundo de las personas mayores Lo atractivo, positivo, interesante, valioso del mundo que actualmente rodea a las personas mayores
Valores del pasado, trayectorias vitales. En la línea con lo expuesto en el
apartado anterior, se observa la tendencia a valorar como positivos y valiosos lo
que les caracterizan como personas pertenecientes a un tipo de sociedad diferente, con unos valores específicos, otras formas de pensar y sentir; es precisamente este distinto mundo de valores lo que muchos voluntarios
consideran, desde diferentes ópticas, como interesante y atractivo del mundo de
las personas mayores. Este aspecto que se concreta, por ejemplo, en la
valoración de la experiencia vital de las personas mayores, en su capacidad de
ver el presente con los ojos del pasado y ver el pasado con los ojos del presente,
es lo que resulta más atractivo, sus vivencias, sus historias personales. Atrae
ésto, y atrae también la disposición que tienen a transmitir sus experiencias y conocimientos, su capacidad de contar y relatar sus vidas y su tiempo.
“… A mí me gusta mucho también estar con la gente mayor porque
sobre todo por la simplicidad con que resuelven las cosas, o sea, yo
creo que con la edad me pasará lo mismo, pero como lo tienen todo
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masticado y les ha pasado de todo, tú andas agobiado y dicen “vamos
hijo, si esto es así, así y así…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid
“… A mí me atrae mucho la experiencia de la gente mayor, y eso lo
noto con los años, que antes no lo sentía yo tanto…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona
Capacidad de agradecimiento. Como expresión también de lo que se
considera valores de un tiempo pasado, se aprecia mucho la capacidad de agradecimiento; desde cualquier gesto cotidiano de escaso valor, hasta una
reacción más intensa, los voluntarios señalan esta capacidad de los mayores, la
de reconocer y agradecer, como parte muy valiosa de su personalidad, que no
sólo no se ha perdido con el tiempo sino que se ha acrecentado.
“… A mí me gusta mucho lo agradecidos que son. Tú en una
residencia vas y vas a verlos y ya no es a la persona que vas a ver, yo
iba a ver a mi tía y el grupito de amigas de ella estaban todas
conmigo, bueno, conmigo y con mi hermana…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid
“… Son agradecidos yo creo. Si tú no conoces de nada a una persona
mayor y va por la calle y por ejemplo le aguantas una puerta o le
ayudas a cruzar si la ves un poco apurada y tal, “ay, gracias chata,
poca gente como tú, poca gente como tú, poca gente educada como
tú”, y esto…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona
Sentimiento Comunitario. Otro de los aspectos que incide en este énfasis en
las características de tiempos pasados que se mantienen en las personas
mayores, es la percepción de que conservan un sentimiento vecinal, de ayuda,
de sentirse parte de una comunidad. Para muchos voluntarios este aspecto es no
sólo interesante y atractivo sino digno de recuperarse por las generaciones
actuales. Probablemente, el origen rural o de contextos urbanos pequeños, ha
sido lo que ha generado este hábito no perdido, como es la capacidad de
103
mantener unas relaciones humanas marcadas por la reciprocidad, la ayuda mutua, y la interacción vecinal y comunal.
“… antes un vecino te podía solucionar cualquier avería, cualquier
problema porque era una relación diferente, pero no sólo a nivel de
vecindad, la gente se trataba de otra manera. Y esta gente todavía
conserva algo de eso…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid
La capacidad crítica, otra característica que resulta atractiva, además es un
aspecto de su personalidad que se va acentuando con el tiempo; es la capacidad
de crítica, de ver las cosas de otra manera, bajo otra perspectiva. Esta
percepción considera este aspecto interesante por su carácter rupturista, por
expresar esquemas de pensar diferentes, por poder cuestionar lo que se concibe
como incuestionable.
“… A mí lo que más me atrae de este colectivo es la capacidad crítica
que tienen, o sea, parece mentira que con la edad que tienen se
cuestionen todo. Es muy difícil imponerles una norma, son como un
niño, han rebasado el vaso y ya se han vuelto a desbordar. Antes
había que llenarlo y ahora se ha desbordado. Eso me gusta, porque te
hacen ver cosas que tú ya las das por asumidas…” R. G. Nº 3,
Voluntarios, Madrid
La modernidad de algunas actitudes. Por último destacar una característica
que hace referencia no a la consideración de las personas mayores como
representantes del pasado en el presente, sino a su carácter actual y moderno.
Atrae de los mayores más activos, el que se preocupen por su salud, su bienestar físico y psíquico, que dediquen tiempo a realizar actividades y aficiones entre amigos y amigas. Este aspecto se considera valioso porque
enfatiza las oportunidades de las que gozan las personas mayores y la capacidad
que tienen para aprovecharlas y seguir disfrutando de la vida. Desde esta
perspectiva se observa a las personas mayores como personas con planes e ilusiones, con futuro.
104
“… yo veo que la gente mayor hoy en día está mejor, se cuidan más.
Yo voy al gimnasio y hay un grupo de abueletes que hacen gimnasia y
no veas tú como aguantan, o se van a nadar, que son muy… eso me
gusta…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona
“… Hay diferencia entre las abuelas mujeres y los hombres, las
mujeres son las que más hacen actividades y los hombres a las
cartas. Eso también es culturilla de la mujer, pero es curioso, que la
mayoría de las actividades las hace la mujer, es que los hombres van
a tiro fijo, no les sacas de ahí.
…
… La mujer siempre ha sido más activa en ese aspecto que el
hombre, el hombre es más pasivo…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona
Qué produce rechazo de las personas mayores
Los aspectos que producen rechazo se agrupan, de nuevo, en dos esferas: Aquellos
que se refieren al estado de salud y físico, con todas las cuestiones asociadas que
conlleva, y los que se relacionan con la esfera del carácter.
El deterioro físico. Parece claro que uno de los aspectos que más se rechazan,
si no abiertamente sí de manera implícita, es el fenómeno de la enfermedad y el
deterioro físico de las personas mayores, lo expresan en sus discursos cuando se
refieren a los procesos patológicos y de deterioro físico.
“… creo que rechazamos la enfermedad. Lo que más rechazamos de
una persona mayor es la enfermedad. Da igual el tipo que sea, vale, o
bien demencia o cualquier otro problema físico, yo creo que lo que
rechazamos es la enfermedad…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid
Pero no sólo se rechaza la enfermedad sino también, y con mayor énfasis aún,
las situaciones de dependencia, porque simboliza un mundo en declive, en
105
descomposición, que genera trabajo y dedicación. La dependencia en los
mayores es considerada, de manera quizá inconsciente, como el paso definitivo
hacia la muerte social de esa persona. “… no lo he vivido en mi familia, lo he vivido en amigos, entiendo que
a veces es muy complicado el hecho de tener una persona mayor a la
que se le va la cabeza. Primero, el padre trabaja, tiene un trabajo,
tiene una hipoteca, tiene una serie de gastos, los hijos en el colegio, la
madre trabaja, el padre no le puede dejar con nadie, no tiene dinero
suficiente para meterlo en una residencia, o sea, es un problema muy
grande…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid
Estas percepciones se pueden corroborar cuando contrastamos la manera de
concebir la enfermedad y la dependencia en personas jóvenes, con la de las
personas mayores. Parece que los mayores, incluso teniendo más opciones de
futuro que algunos enfermos jóvenes o adultos, simbolicen la imagen social de
final, de camino ya recorrido, de carencia de futuro, etc. En cambio en adultos,
jóvenes o incluso personas mayores de menor edad, las ideas
inconscientemente asociadas son de curación, de futuro, porvenir, horizonte, etc.
“… cuanto más mayor es la persona yo pienso que esa persona se
integra más difícilmente, por qué, porque es una carga física la que
tiene, que no puede, entonces es el rollo para… “es que tenemos que
coger a la abuela de 97 años y nos la tenemos que llevar a la playa”, y
ya se te plantea el inconveniente, que somos muy egoístas. Mientras
el abuelo dinámico, de 65 años, que todavía monta en bicicleta y… sí,
porque aparte me sirve de canguro para el niño, etc., etc. …” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid
Otro aspecto rechazable de la esfera relacionada con el estado físico y de salud
de las personas mayores es el olor, la higiene, el cuidado personal. El olor de
los mayores, y el que se encuentra en sus casas, es un olor reconocido como
desagradable, persistente, casi connatural al hecho de ser mayor, huelen a viejo.
Muchos voluntarios perciben que el cuidado personal y la higiene es un factor
106
importante de rechazo social en el que se auto reconocen, porque son
conscientes de que ha supuesto para ellos mismos un freno para su
acercamiento en algún momento concreto al mundo de las personas mayores.
“… y esto que has dicho tú del olor también hay algo, cuando entras a
una casa de gente mayor lo noto.
…
… Sí, sí, que yo me acuerdo cuando entraba a casa de mis tías el olor
era como de cerrado, y limpiaban y todo, pero seguía oliendo como a
cerrado o a húmedo, una cosa rara, que eso no me gustaba…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona
“… nosotros teníamos una vecina en el entresuelo, que últimamente
pues se hacía insoportable meterse con ella en el ascensor del olor
que desprendía, y cuando abría la puerta de su casa era algo
increíble, llegamos incluso a llamar al asistente social y tal porque era
una persona muy impedida caminando y yo creo que llevaba meses
sin lavarse. Hombre, esto te produce rechazo y es desagradable
encontrarte con este cuadro ¿no?...” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona
El carácter. En la esfera del carácter, hay una serie de aspectos que son vistos
como desagradables y rechazables. Si bien son variados, todos hacen referencia
a aspectos que hacen complicada la convivencia con personas mayores: el egoísmo, la intolerancia, la prepotencia, el victimismo, que se desarrollan en
el proceso de hacerse mayor, con escasa capacidad de autocrítica, en las
propias personas mayores, y de autoanálisis sobre por qué se producen estos
cambios. Los voluntarios no muestran una gran capacidad de empatía y de
análisis de las condiciones sociales y culturales en las que se mueven las
personas mayores, como elemento de explicación de lo que consideran aspectos
negativos y desagradables de su carácter. Uno de los aspectos más
mencionados es el egoísmo con que algunas personas mayores se relacionan
con el resto de su entorno social, por su tendencia al ensimismamiento a pensar
en su realidad y sus problemas antes que en la de los demás; es, en definitiva,
107
despreciar al otro porque consideran que ellos están primero. Este egoísmo
mantienen que se manifiesta en todos y cada uno de los episodios de la vida
cotidiana, desde el momento de hacer la compra, la convivencia cotidiana con
familiares, hasta el momento de disfrutar de vacaciones.
“… Yo lo que he dicho antes, que van como… la prepotencia.
…
… Yo creo que a veces es egoísmo, porque hay algunas personas
mayores, no todas son iguales, que a medida que se hacen más
mayores se hacen egoístas y no entienden realmente la sociedad de
hoy en día…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid
Además del egoísmo se señalan otras características que también ahondan en
las dificultades para relacionarse con las personas mayores, como son la
prepotencia, intolerancia y el mal humor que manifiestan ante determinadas
situaciones.
“… se vuelven un poco intolerantes yo creo, porque yo por ejemplo en
el gimnasio a veces oigo a las señoras que están criticando un montón
a la gente joven, “ésta ha dejado los pelos allí”, dices “bueno, es que
están en el gimnasio, es que es normal señora”, y creo que se vuelven
un poco intolerantes, pues esto, en el supermercado a la que te
descuidas ya están quejándose de algo y a lo mejor tampoco hace
falta quejarse tanto. Claro, tienen menos aguante quizá, y entonces
como que les cuesta más encajar las cosas, lo llevan un poco mal…”
R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona
Otro aspecto rechazable es lo que los voluntarios consideran “victimismo”. Desde su punto de vista, una de las estrategias de las personas mayores para conseguir mayor atención es el victimizarse, quejarse. Aquí también entran en juego
consideraciones que probablemente tienen más que ver con prejuicios sociales que
con análisis de la verdadera situación de las personas mayores, pero la realidad se
percibe de esta manera, y este tipo de elementos son los que configuran y organizan
la imagen social de las personas mayores. Estos aspectos negativos actúan
108
fuertemente como prejuicios, ya que no sólo interpretan los comportamientos de los
mayores, sino que también consiguen dirigir la mirada hacia esos comportamientos y
no hacia otros.
“… Yo creo que tienden mucho al victimismo, yo es lo que más noto
en las personas mayores.
…
… Sí, típica frase o “es que me duele todo” y a lo mejor no les duele
nada, no sé, un poco esto, yo creo que tienden mucho a hacerse las
víctimas, también para llamar la atención, es que es eso…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona
“… Y lo que no me gusta es, que ocurre mucho, sobre todo en las
grandes ciudades, en los pueblos no, ya vas con bastante prisa y
ariscos que somos, la gente mayor yo los noto como multiplicado, o
sea, el típico de la carrera en el metro, no corren nunca y corren en el
metro para quitarte el sitio, el que te cuelas y te comen vivo… o sea,
“señora, vamos tranquilos, estamos tranquilos todos, no se me excite
usted”. Les veo como quinceañeros pero ya muy desgastados ¿no?...”
R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid
III. 4. 7 Las razones reales y conscientes por las que no se plantean el trabajo voluntario con personas mayores
Las razones por las que los voluntarios nunca se han planteado o no han ejercido su
voluntariado con personas mayores las podemos clasificar en tres grupos, según
una tipología que responde a razones básicamente subjetivas: Un primer grupo, que
aúna todas las consideraciones y percepciones que derivan de prejuicios e
imágenes sociales fuertemente arraigadas; un segundo grupo en las que se reúnen
las razones que, aún siendo personales, tienen también un componente fuerte de
tópicos y prejuicios sociales; y un tercero, que agrupa las razones que son de tipo
más subjetivo, personal.
109
Las razones que se inscriben en imaginarios o percepciones sociales esgrimidas
por los voluntarios, por las que nunca han desarrollado un voluntariado con
personas mayores, son aquellas que se centran en las características socialmente devaluadas del universo simbólico asociado al mundo de los mayores. Se enfatiza la invisibilidad de las personas mayores por su
tendencia a quedarse literalmente encerrados en sus casas; su carácter
problemático, porque esos estados suponen una reorganización de los recursos y
esfuerzos familiares; y se subraya el poco atractivo que tiene el mundo de los
mayores, al que se le asocian una serie de valores contrarios a lo que
socialmente se considera como estimulante, como son la pasividad, la lentitud, el
deterioro, la fragilidad, lo que tiene poco futuro, etc. “… Yo por ejemplo me he planteado alguna vez entrar en alguna
asociación de estas que acompañan una o dos o tres horas a una
persona mayor porque se ha visto bastante, se han hecho bastantes
reportajes en televisión y tal, y me lo he planteado alguna vez, es una
cosa que tengo ahí un poco pendiente. Pero creo que el hecho es que
es una mayoría silenciosa, o sea, los mayores son una mayoría
silenciosa, que está ahí, invisible, que no estorban mucho, y quizá por
esto no llaman mucho la atención…
…No es emocionante el mundo de los abuelos…
…
… Ese supongo que es el planteamiento que se hace mucha gente,
que es el planteamiento de quitarme problemas de encima, y es lo que
hacemos todos. Es que yo creo que todos sabemos que los abuelos
están solos y tal pero no lo queremos ver, porque es un colectivo que
no vende, un colectivo que da mucho trabajo. Mucho trabajo y la
sociedad que ahora huimos del trabajo, o sea, en casa antes vivíamos
con los abuelos, ahora cada niño tiene que tener su habitación, no
metas al abuelo que el niño se sube por la pared…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona
Hay razones que a primera vista tienen un carácter personal, estrictamente
individual, pero que expresan también el poder que tienen las imágenes y
110
símbolos sociales asociados al universo de las personas mayores. Ejemplo de
ello son las opiniones y testimonios que explicitan la diferencia entre el mundo de los mayores y el de los niños, a la manera de opuestos simbólicos, en la que activo se opone a inactivo, divertido a aburrido, fuerte a frágil, alegre a triste, interesante a problemático, etc. No es necesario hacer hincapié en qué
valores se asocian al mundo de los niños y cuáles al de las personas mayores, ya
que es un esquema de pensamiento bien arraigado en nuestra cultura. Lo que
apreciamos es que incluso en aquellas personas que tienen a priori una
predisposición a comprender el mundo de las personas mayores, sus
características y necesidades, mantienen en la base de sus opiniones y
percepciones este tipo de esquemas, basados en prejuicios y estereotipos muy
difíciles de romper.
“… Sí, en el colegio te dejaban escoger en la acción social si niños,
ancianos o no sé qué era, o discapacitados, y entonces la mayoría,
todo el mundo, escogía niños, dos o tres escogían ancianos, y yo
incluso escogí niños, porque te llaman más la atención, es más
divertido, es más activo, haces más cosas…
… … Y es un colectivo que me… lo hice aquella vez porque me llamaron
y lo hice pero ha sido la única vez. Me da más miedo, me da más… no
sé, o sea, me da más miedo que se me caiga un señor mayor a que
se me caiga un niño al suelo…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona
Respecto a las razones que podemos denominar como personales, razones que
por otro lado pueden analizarse desde la óptica de lo social, tenemos que
mencionar sobre todo dos tendencias. La primera de ellas tiene relación con que
no se hayan dado las condiciones necesarias para tener en cuenta el realizar un
voluntariado con personas mayores, y es que en muchos casos, aunque los
voluntarios muestran una buena predisposición inicial, no han tenido la oportunidad, no se ha presentado la opción de ejercer un voluntariado con personas mayores. Otra cuestión es cuando el propio voluntario considera que no está preparado personalmente, porque su contexto familiar y social
111
no es el apropiado, para realizar un voluntariado con mayores. No sólo se
deben tener la oportunidad, sino que además se debe considerar la tarea como
apropiada y necesaria, acorde con las relaciones familiares que se tienen y con el
contexto social en el que se vive.
“… yo no me lo he planteado nunca porque las veces que me lo he
podido plantear he pensado “no me voy a ver a los abuelos, ¿voy a
estar haciendo compañía a otra persona?”, o sea en plan primero me
preocupo por hacerle compañía a mis abuelos y entonces cuando ya
tenga esto avanzado entonces ya me preocuparé de hacer un
voluntariado con personas mayores. Lo veo un poco heavy si me voy
a hacer un…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona
La otra razón por la que los voluntarios no se han planteado hacer un
voluntariado con mayores, o bien lo han rechazado cuando han tenido la
oportunidad de ejercerlo, está íntimamente ligada a la circunstancia personal de rechazar los estados deteriorados de salud, las situaciones de dependencia que requieren cuidados cotidianos, las enfermedades mentales
graves, etc. Es curioso constatar una vez más que las imágenes más arraigadas
de las personas mayores son estos los estados de avanzado deterioro, de
dependencia. “… bueno, la demencia, es superior a mí, yo no podría limpiar a una
persona, a un anciano de estos, limpiarle el culo vamos. Y es una
cosa que hacen allí las monjas y gente que colabora con ellas. Esas
cosas no puedo con ellas…
….
… Me supera porque veo a un señor con un pañal, uno que se está
meando y se está riendo, o sea, no, yo esto no puedo…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid
112
III. 4. 8 Imagen personal e imagen social del voluntariado con personas mayores. El mundo de los mayores tiene / no tiene una imagen social devaluada
Las personas que se encuentran vinculadas al mundo del voluntariado tienen una
visión interesante acerca del valor que tiene el universo de las personas mayores
dentro de este mundo. Lo que ellos perciben es que las personas mayores no
despiertan los mismos sentimientos o intereses que otros mundos sociales, como
pueden ser el de los niños del Tercer Mundo o Cuarto Mundo, o el de los
inmigrantes, porque se asocia a las personas mayores un trabajo más en la sombra,
menos público y publicitado, más silencioso, poco estimulante y menos creativo. La
imagen social predominante del mundo de los mayores está construida a base de
ideas como el que son un grupo que se está apagando, triste, inactivo, en deterioro,
resulta por ello poco interesante, que no ofrece emociones fuertes, etc.
“… creo que hay otros voluntariados que te suben más la “adrenalina”,
o sea, se vende mucho lo que sea sin fronteras, con colectivos más
problemáticos en las que te implicas mucho, y a lo mejor con los
abuelos solamente es un colectivo que tienes que acompañar, o sea,
no es un colectivo de subidones de voluntarios, es un colectivo de
acompañamiento y eso de cara a muchos jóvenes no es atrayente,
parece que es un voluntario que no vende…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona
Estas reflexiones de los propios voluntarios, vuelven a poner de manifiesto la todavía
imagen social devaluada que se tiene del mundo de los mayores y, como
consecuencia, de cualquier trabajo en el ámbito de su mundo; pero también nos
indica que dentro del voluntariado lo simbólico, todo lo que le rodea las imágenes,
las ideas asociadas, los sentimientos que evoca cada colectivo, son tan importantes
como la propia realidad, muchas veces diametralmente opuesta, y que, una vez
más, tampoco el voluntariado escapa a la moda del éxito social.
113
“… decidimos también hacer apadrinamientos y teníamos
apadrinamientos a niños y decidimos hacer apadrinamientos a
ancianos, y una vez lo traes aquí, los niños es súper fácil pero los
ancianos nadie te los apadrina, porque te entra por la vista, que luego
realmente vas allá y yo me sentía mucho mejor con los ancianos que
con los pequeños porque con los ancianos eran como…
…
… Por eso, y el niño te lo imaginas feliz, en cambio el anciano tienes
la asociación de que es triste, de que está apagado, y el niño es vida,
no sé, es la asociación...” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona
Este juego de imágenes contrapuestas se expresa en el valor social asociado a realizar un voluntariado con uno u otro tipo de colectivos. Aquellos
voluntariados en los que hay que “entrar en contacto” con otras culturas, con gente
que vive en otros países, o con colectivos que suponen “más riesgos”, está mucho
mejor valorados socialmente que aquellos que se consideran como más anónimos,
de puertas hacia dentro, íntimos, privados, silenciosos, y el voluntariado con
mayores se caracteriza por tener asociadas estas últimas imágenes y no las
primeras. En síntesis, hay voluntariados que socialmente “venden”, y otros que
socialmente “no venden”, y el de los mayores “no vende”.
“… yo no voy alardeando de mi voluntariado y mucha gente sí, y
cuanto más escabroso y más retorcido sea el tema parece que oye...
entonces yo pienso que ahí tiene desventaja el que dice que trabaja
acompañando a un anciano dándole conversación que el que está con
los gitanillos en Las Mimbreras metido en las chabolas, y a lo mejor es
más importante lo otro pero bueno, que ahora hay mucho rollo de este
"que estoy en una ONG", colaboro con Médicos Sin Fronteras, yo que
sé, hay mucha tontería de esa...” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid
“… quizá hay tantas asociaciones de atención a gente mayor como
puede haber de atención a niños enfermos, pero yo creo que es un
fenómeno más nuevo y también creo que socialmente no es tan
atractivo como irse a Honduras o irse a Senegal, sinceramente…
114
…
… Creo que también hay un tema de que no es tan guay, no sé, y me
parece que el voluntariado a veces también es una cuestión a veces
de modas, a veces de pues de ir de bohemio por el mundo y
demás…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona
Otro aspecto de esta imagen devaluada del mundo de los mayores es su
consideración como un fenómeno ordinario, corriente, inevitable, natural, frente
a otros fenómenos que se asocian a lo extraordinario, evitable, atractivo en suma,
como pueden ser el SIDA, las enfermedades raras, el mundo de la exclusión social,
etc.
“… Un niño con problemas, con deficiencia, parapléjico, tetrapléjico,
no deja de ser algo que no va al lado de la vida normal y corriente. El
ser mayores es ser normales y corrientes, hay gente que no les hace
falta pero hay otros que igual sí les haría falta, pero como mayores de
edad es que es normal y corriente que seamos mayores en algún
momento de nuestra vida. Claro, el SIDA, el SIDA es una verruga que
tenemos ahí en la vida normal y corriente. Lo que es los drogadictos,
otra. No dejan de ser verrugas, que intentamos ese tipo de verrugas
irlas…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona
La conclusión es que el mundo de las personas mayores lleva asociados una serie de imágenes sociales que no tienen la misma fuerza ni atractivo que el de otros colectivos sociales. Lo más grave de este fenómeno es que actúa
directamente en detrimento de las personas mayores, y aunque no siempre ni
inevitablemente, y no a lo largo de todo el proceso vital de envejecimiento, sí ocurre
cuando concurren circunstancias y/o el tiempo, que les transforman en frágiles y
dependientes. Queda mucho trabajo para evitar y transformar toda esta simbología
ligada a “lo viejo”.
“… él dice que está en la edad de la transparencia, dice “cuando yo
creo que me están mirando a mí, dice, no, es al revés, miran a otra
persona que hay detrás”.
115
…
… No es una persona que llame la atención por nada en concreto, ni
llama la atención…, es lo que dijimos antes, si pasa necesidad se
cierra la boquita y van y cogen de la comida que están tirando, lo que
sea…
… … Es que no creemos que tienen necesidades, o sea cuando pasas
de los 70 ya pareces que puedes estar deprimido, ya puedes estar
solo, la abuela arrinconada, por qué joder, esa gente…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona
Lo satisfactorio / insatisfactorio del trabajo voluntario con mayores
Lo insatisfactorio. El mundo que se opone más visiblemente al de las personas
mayores es el de los niños, y paralelamente a las diferencias de valoración social
asociadas al trabajo con unos y con otros, no es difícil comprender que el mundo
de los niños se presenta más satisfactorio.
“… Yo creo que también es mucho más agradable, por poner un
ejemplo fácil, no me quiero referir exactamente a esto, pero es mucho
más agradable cambiarle el pañal a un bebé que cambiarle el pañal a
una persona mayor…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Barcelona
“… Pero supone más satisfacción yo creo, ella por ejemplo con niños,
siente una satisfacción tan increíble cuando un niño sonríe, debe ser
tan increíble, y tú sin embargo una persona mayor, que también son
muy cascarrabias, y que no ves ningún tipo de satisfacción,
simplemente sabes que sirve un montón pero no hay nada que te
demuestre ni que te de esta satisfacción y encima es como lo que
hacía su madre de “cuidaba a este y se murió, ahora me voy a por
otro y se ha muerto, ahora me voy a por otra…”, eso es como llega a
ser tan rutinario que es como “¿o hago o no lo hago? Me da igual”, la
satisfacción continua de…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona
116
Pero profundizando un poco más en las opiniones de los voluntarios se observa
que el factor determinante que sustenta estas diferentes valoraciones en relación
a las satisfacciones personales asociadas, es la edad. El voluntariado con una persona mayor tiene unas limitaciones objetivas de tiempo, que truncarán en cierta medida el trabajo, con un hecho inevitable que es la muerte. Sin
embargo, con un niño o una persona joven las expectativas son de vida, aunque
pueda no ser así, porque se esté ante una enfermedad irreversible.
“… parece que la persona que es joven se le puede recuperar para la
sociedad, se le puede hacer un tratamiento, una serie de cosas para
que esa persona pues el resto de su vida sea autónoma y no sea un
problema para la sociedad. La persona mayor parece que ya le queda
un recorrido muy corto de la vida…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona “… yo me sentiría más motivado trabajando por ejemplo como ella,
trabajando con niños, en el que puedo coger a un… o ayudar a
alguien que está empezando… porque veo más proyección y a lo
mejor me satisface más el que dentro de 10 años decir “mira, este
chaval, que le tutelé yo, se ha sacado una carrera el tío” y se ha hecho
un porvenir. Y el abuelo pues le ayudas a acabar su vida, entonces es
como un poco más… que se te corta la proyección…
... Es un poco egoísta para ti también.
… Es que es más deprimente. Yo creo que para trabajar con personas
mayores tienes que estar más implicada y es más deprimente trabajar
con mayores, que sabes que ese mayor va a tener un final, sea un día
u otro, que trabajar con niños, que realmente es una alegría porque
una sonrisa de un niño, cómo le ves, cómo va creciendo…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid
El trabajo con personas mayores no tiene la continuidad y la proyección que se
puede tener con el trabajo con otros colectivos de menos edad. Si las imágenes
asociadas a las personas mayores es de gente que está agotando sus últimos
117
momentos de la vida, que no tienen oportunidad de proyectarse al futuro, su
físico y su intelecto son a modo de barrera infranqueable, entra dentro de la
lógica el que se presuma que los resultados del trabajo sean socialmente menos
visibles, más allá del día a día; incluso el trabajo con enfermos oncológicos
infantiles simboliza más el futuro que el de una persona mayor sana.
“… Bueno, que a ver, los niños con temas oncológicos a veces
pueden vivir o no, pero claro, la experiencia de mi madre, de esa
mujer a la que cuidaba ya se ha muerto, “voy a cuidar a otra”, siempre
se morían, entonces es como un poco de pena, de aquella persona a
la que le estás dedicando todo tu cariño se muere…
…
… Sí, pero la decepción de pensar “he estado haciendo tanto…”, no
sé, oye, pero esto con cualquier proyecto de la vida, tú quieres hacer
algo y te sale mal, es una decepción, tú empiezas algo y te sale bien
es una satisfacción. Pues esto también un poco…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona
Lo satisfactorio. A pesar de estas valoraciones e imágenes vinculadas al
mundo de los mayores están bastante arraigadas en los voluntarios, existen
por otro lado aquellas que, basadas en la experiencia directa o indirecta, sino
contradicen, las matizan mucho. Una vez que se ha experimentado el trabajo voluntario con mayores, se tiene la sensación de que la satisfacción es igual o mayor que la que se pueda tener con otros colectivos. Fundamentalmente se subraya la capacidad de agradecimiento de las personas mayores, fundamentada en el nivel de consciencia y valoración del trabajo que se desarrolla con ellas.
“… uno de los años enseñábamos por la mañana a leer por ejemplo a
niños y por la tarde a ancianos, y ahí me di cuenta de que es mucho
más satisfactorio con ancianos, porque los ancianos son más
agradecidos y no esperan nada de ti, porque tú le enseñas a leer a un
niño y muy bien, en cambio los ancianos te venían súper contentos,
118
con ganas de aprender, motivados, que no esperaban que nadie les
enseñara a leer en esas épocas de su vida…
… … A mí me compensa desde luego. Y lo que decía ella, que son
mucho más conscientes de que les estás ayudando, de que estás
haciendo algo por ellos, un niño no es tan consciente de eso.
Entonces al revés, cuando un anciano es agradecido, porque los hay
que no lo son, es muy agradecido, porque es consciente…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona
La imagen de las personas mayores está muy arraigada en nuestra cultura, que
incluso los voluntarios, personas que tienen una sensibilidad especial en relación a
las necesidades de los otros, y que han dedicado y dedican años de sus vidas a
ayudar a otras personas, tienen dificultades para no participar de algunos de los
prejuicios sociales que conforman la imagen del mundo de las personas mayores.
Pero también es cierto, algo que se ha analizado en páginas anteriores, y es el
reconocimiento de la tendencia a una cierta modernidad en sus actitudes y hábitos:
actividades de ocio, viajes, aficiones, diversión, cuidado del cuerpo y del estado
físico… etc.. Y todo ello no deja de ser, hasta cierto punto, contradictorio con el peso
específico que todavía tiene lo monótono, lo depresivo, mientras están activas las
condiciones económicas, sociales y culturales para que las personas mayores
disfruten de oportunidades de un envejecimiento activo, exitoso, al menos en una
gran parte del proceso de “hacerse mayor”.
III. 4. 9 Motivaciones para la colaboración como voluntarios con personas mayores. En relación con este tema hay que diferenciar entre las condiciones que los propios
voluntarios consideran como necesarias para plantearse la colaboración en un
voluntariado con personas mayores, y la manera de “ofrecer” o “publicitar”
socialmente este tipo de voluntariado. Lo primero tiene que ver con consideraciones
subjetivas, y lo segundo hace referencia a las posibles estrategias que se pueden
119
llevar a cabo para “vender” o “hacer más atractivo” el voluntariado con personas
mayores:
En primer lugar, y respecto de las condiciones que se deberían dar para que una
persona se planteara seriamente el ejercer un voluntariado con personas
mayores está el tener la seguridad de que esa persona mayor tiene a su disposición una atención sanitaria y médica profesional asegurada; es decir, disipar el miedo de los voluntarios a tener que afrontar situaciones límite sociosanitarias en las que no tendrían los recursos necesarios para
hacerles frente de manera satisfactoria.
“… ese tipo de trabajo no me importaría hacerlo, ir con una persona
mayor a dar un paseo o hacer así, ayudarla. Pero si esa persona tiene
una enfermedad y hay que limpiarla el culo, como tú dices, o hay que
atenderla, yo creo que ya falta una persona…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid “… A mí que me digan que hay una enfermera que en cualquier tipo
de problema que yo no sepa llevar o que no se pueda asumir o bastar
ella, ya sea lo que comentaba antes, que se haga pipí, que haya una
persona del centro habilitada y 100% segura de lo que hace, entonces
que me digan que hay una persona allí, entonces yo
tranquilísimamente, yo a dar mi cariño y a todo…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona
En segundo lugar, y respecto a la estrategia que se debería adoptar para hacer
más atractivo el mundo de las personas mayores, se señalan posibles soluciones encaminadas a hacer más visible el mundo de los mayores y poder transmitir las necesidades y las realidades a las que se enfrentan:
o En primer lugar se valora el publicitar los canales y formas con las que se puede ayudar, sea del modo que sea, a las personas mayores.
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“… Que el problema sea visible realmente y que la gente sepa que se
pueda ayudar…
…
… Que hay unos canales, que hay maneras de ayudarles, y
mentalizar un poquito que el día de mañana nos puede hacer falta a
nosotros…” R. G. Nº 2, Voluntarios, Barcelona
o En segundo lugar se trataría de “mostrar abiertamente” el mundo de los
mayores, visibilizar lo que viene siendo invisible, para hacer el mundo de los mayores público y conocido, llevando sus experiencias hacia al
debate social.
“… Yo creo que la mejor forma de llamar la atención es que la gente a
la que se le informara de eso que se le llevara allí a verlo, porque si no
lo ves no te crees cómo puede ser…
… … Estando un poco dentro del ojo del huracán, viendo pues yo qué
sé, cómo viven en la residencia, de repente empiezas a ver gente
mayor a tu alrededor hasta que digo yo que en ese momento a lo
mejor se te puede encender la bombilla y decir “bueno, creo que hace
falta una colaboración por mi parte…” R. G. Nº 3, Voluntarios, Madrid
“… Creo que tiene que haber imágenes, bueno, si a mí me llevaron las
imágenes a hacer algo… imágenes atrayentes o no, porque ver a un
niño cómo come pan y leche tampoco… pero que alguien te explique
su experiencia en positivo, o que te explique la realidad, o sea, “sí, se
ha muerto, pero se ha muerto feliz”. Es importante la experiencia…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona
o Otro aspecto importante de esta estrategia de visibilización es transmitir garantías suficientes para que el movimiento de voluntariado dé el paso,
experimenten con los mayores.
121
“… Yo en mi vida no he estado con gente mayor, ni he tenido una
relación, o sea, no me llama la atención, o me lo ponen súper bonito o
me lo ponen en un cartel inmenso que me digan “ven y prueba gratis”,
¿sabes?, o sea en plan “ven y pruébalo, verás que te gusta, y
entonces si quieres vuelves, sino no hay ningún tipo de esto…”, y que
en un sitio agradable sobre todo, físicamente, o sea…Un sitio
limpio…” R. G. Nº 1, Voluntarios, Barcelona
122
III. 5 LA RESPUESTA DE LA FUNDACIÓN “AMIGOS DE LOS MAYORES”. LA VISIÓN Y EVALUACIÓN DE LAS PERSONAS MAYORES QUE SON ATENDIDAS POR AMIGOS DE LOS MAYORES III. 5. 1 Introducción. Amigos de los Mayores, qué es y qué hace: datos y cifras Amigos de los Mayores es una organización de voluntariado que tiene por objetivo
paliar la soledad, el aislamiento y las carencias afectivas de las personas mayores
que se sufren de soledad. En España surge en 1987, en Barcelona, y poco a poco
ha ido creciendo e implantándose en diferentes ciudades con el mismo objetivo,
luchar para conseguir que cada vez haya menos personas mayores aisladas y
excluidas. Para ello, desde las diferentes entidades que actualmente componen la
Federación de Amigos de los mayores: Amics de la Gent Gran (Cataluña), Amigos
de los mayores (Madrid), Amics de la Gent Major (Valencia) y Fundación Villa de
Yeste (Albacete), se trabaja en diferentes proyectos que van desde la acción directa
con las personas mayores, la formación y gestión del voluntariado, hasta la
sensibilización a la sociedad en general sobre esta realidad tan invisible para
muchas personas.
En cuanto a la acción directa realizada con las personas mayores, desde Amigos de
los mayores se coordinan una serie de actividades. La principal es el
Acompañamiento a domicilio, que consiste en la visita semanal de un voluntario a la
casa de la persona mayor. Durante unas dos horas el voluntario y la persona mayor
comparten conversación, recuperan aficiones del pasado, pasean por el barrio, etc.
Esta relación continuada en el tiempo se convierte en una amistad que contribuye a
neutralizar el sentimiento de soledad en la persona mayor. Esta actividad se refuerza
mediante un seguimiento telefónico para conocer el estado anímico y físico de la
persona mayor acompañada.
Para las personas mayores que necesitan acompañamiento para la realización de
gestiones se puso en marcha la actividad de los Acompañamientos puntuales, que
permiten potenciar la autonomía de la persona mayor, aumentar su sentimiento de
seguridad y facilitar su contacto con el entorno.
123
Como complemento a estas acciones, y cada vez adquiriendo más fuerza, se
realizan actividades lúdicas y de ocio con el fin de que estas personas mayores
acompañadas a domicilio puedan salir de su aislamiento, conocer a otras personas
mayores y otros voluntarios, y ampliar su red social. Dependiendo en la ciudad en la
que se desarrolle, Amigos de los mayores pone en marcha unas actividades u otras:
fiestas en momentos puntuales del año (San Isidro, Navidad, San Juan, etc), Salidas
de un día (visitas a museos, teatro, etc.), Encuentros en el local, tertulias a domicilio
o Vacaciones en verano.
Durante el año 2007, Amigos de los mayores de Madrid y Barcelona atendieron a un
total de 579 personas mayores. Dentro de este número de personas atendidas, 346
recibieron la visita semanal de un voluntario. Además, se realizaron un total de 933
acompañamientos en la realización de gestiones.
Las personas mayores que llegan a Amigos de los mayores generalmente lo hacen
a través de los trabajadores sociales de los centros de servicios sociales y de salud,
aunque también se observa últimamente un aumento de las derivaciones por parte
de los servicios de teleasistencia. Una vez que tenemos el contacto, un profesional
de la entidad realiza una entrevista a la persona mayor para valorar si encaja en el
perfil, conocerla bien y valorar la asignación a una actividad u otra. Una vez
incorporada la persona mayor a una actividad, periódicamente se realiza un
seguimiento para valorar el grado de satisfacción y evaluar su situación.
Las personas mayores acompañadas por Amigos de los mayores tienen una media
de 82 años de edad, se sienten solas y viven aisladas. La gran mayoría son mujeres,
un 88% , y más del 80% presenta problemas de movilidad.
124
III. 5. 2 Perfil de las personas mayores que son atendidas por Amigos de los Mayores y que han participado en las entrevistas en profundidad.
Las personas mayores que son atendidas por Amigos de los Mayores han
experimentado una serie de situaciones que han motivado que se encuentren en
estado de soledad, a veces absoluta, a veces relativa. El hecho de que los mayores
que nos ocupan en este capítulo, es decir, aquellos que viven solos, en soledad y/o
abandono, hayan experimentado estas situaciones y cómo se han enfrentado a ellas
determina en muchos casos la manera de posicionarse ante su vida actual. Un rasgo común a la mayoría de ellas es la existencia de un momento de quiebra, un punto de inflexión, que marca un antes y un después de manera clara en la vida de estos mayores. Puede tratarse de la muerte del cónyuge, de la separación
o divorcio, o del desarrollo de una enfermedad, del deterioro físico normal en estas
edades, y/o de cambios familiares que modifican las relaciones, etc. Este tipo de
“quiebra” personal se ha analizado en el primer capítulo de este trabajo, y los
mayores a los que en este capítulo analizamos personifican la evolución natural de
situaciones vitales “vivir solos”, cuando realmente desembocan en “soledad”.
Estas situaciones por sí mismas, y/o combinadas, suponen la mayoría de las veces
para las personas mayores el paso desde la independencia (relativa) hacia la
dependencia (relativa). Utilizamos el término relativa porque, si bien las situaciones
de independencia y de dependencia se pueden describir, e incluso medir según
parámetros determinados, y tienen que ver con circunstancias reales y muchas
veces dolorosas, la sensación de independencia y de dependencia tiene relación
también con sentimientos subjetivos, estados de ánimo, recursos intelectuales,
capacidades y habilidades, que forman parte de la subjetividad y que no siempre son
fácilmente “medibles”.
El proceso de envejecimiento es complejo, cambios familiares, sociales y vitales,
desencadenan cambios físicos que detonan a su vez cambios en las relaciones
sociales y familiares. No hay una manera de envejecer, no existe un modo de asumir el hecho de “hacerse mayores”, no hay recetas ni prescripciones
125
infalibles. Hay múltiples maneras, que dependen de la experiencia y sensibilidad de
cada persona mayor, y de su capacidad de crear, cuidar y mantener relaciones
sociales, relaciones familiares, estados físicos y emocionales.
Las mujeres y hombres en España que hoy en día tienen más de 70 años poseen el
conocimiento, más o menos consciente, de cuatro generaciones, es decir, de cuatro
sociedades relativamente diferentes, de cuatro modos diferentes de entender las
relaciones sociales, de entender la familia, los roles de hombres y mujeres, el papel
de los hijos, padres, hermanos, amistades, etc. Una persona mayor ha vivido las
relaciones sociales y familiares de sus padres, las que construyó su propia
generación, las de sus hijos y las de sus nietos; a veces puede parecer que hoy se
encuentran descolgados, sobrepasados por la realidad que observan. Su gran reto
social y personal es entender y superar las contradicciones manifiestas y latentes
entre esos modelos, causantes, en ocasiones, de incomprensión e impotencia, tal
vez como paso necesario para comprender y valorar los aspectos positivos y las
posibilidades abiertas para las personas mayores en la sociedad actual.
Los testimonios de las personas entrevistadas nos muestran el duro momento que
antes hemos llamado de quiebra o punto de inflexión, cuya naturaleza se caracteriza
por un cambio radical de las condiciones de vida: quedarse sola o solo y/o perder
parte de la capacidad de valerse por sí mismo.
¿QUÉ LE PASABA? ¿POR QUÉ ESTABA MAL?
… Hombre, por todo lo que me había pasado…
PERDER LA PIERNA, PERDER EL MARIDO...
… Si, claro. Fue todo muy seguido, y además el primer año te
encuentras... ahora porque ya me voy acostumbrando que no tengo
pierna, pero el primer año fatal, porque tú estás acostumbrada a que
siempre has hecho todo, y tienes que valerte de llamar a alguien que
te lleve ¡Esto te cuesta mucho acostumbrarte!...” EP Nº 16, Persona Mayor, 70 años, Barcelona
126
“… Porque yo antes me valía por mi misma pero tuve una caída y
tengo un pinzamiento en la espalda y no me puedo mover muy bien...”
EP Nº 13, Persona Mayor, 80 años, Barcelona
“... entré en una depresión muy grande porque verme aquí... es que no
salgo de casa, entonces me está tratando el psiquiatra y me dice que
voy a coger una agorafobia, y yo no sé si la voy a coger o la tengo...”
EP Nº 1, Persona mayor, 73 años, Madrid
Este punto de inflexión marca un antes y un después vital, especialmente en relación
a soledad y los intentos por mitigarla. Este momento no sólo supone para la persona
mayor el comienzo de un proceso personal duro y largo de superación, sino que
también desencadena nuevos conflictos, antes latentes y ahora manifiestos, entre
los modos de relacionarse. En estos momentos críticos, de soledad y/o
agravamiento del deterioro físico y mental, saltan a la luz las diferencias, para
algunos irreconciliables, entre los modos de entender y practicar las relaciones
familiares y sociales de la persona mayor, sus hijos y sus nietos. Las personas mayores viven estos cambios con pena e impotencia en algunos momentos, con resignación en otros, pero la tendencia general es que suponen una herida abierta muy complicada y difícil de cerrar. Son conscientes de ello y son los primeros en constatar el tremendo cambio social acaecido en España en
relación con la familia, los roles sociales, las obligaciones de mujeres y hombres, el
mundo del trabajo, etc.; es como si mientras han mantenido su ritmo de vida, con su
pareja y con salud, no hubieran sido conscientes de los cambios que se estaban
produciendo, no sólo en lo social, sino en su mismo entorno familiar.
“¿Y CADA CUÁNTO TIEMPO VE A SU HIJA Y A SUS NIETOS?
¿VIENEN MUCHO A VERLA? ¿VA USTED?
… No, no, nada, todo es telefónico. Este año como yo me encontraba
tan mal que no fui a la Nochebuena…
¿NO FUE A LA NOCHEBUENA?
… No, aquí sola…” EP Nº 1, Persona mayor, 73 años, Madrid
¿POR QUÉ NO VIENEN?
127
… No lo sé, porque dice que tiene mucho trabajo, que la vida ha
cambiado mucho y que ahora no es como antes...” EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona
“… Sí, yo creo que es incordiar, ni yo lo pretendo ni ellos... no, porque
es una época en que, desgraciadamente, las familias hacen una vida
muy... no se hace una vida familiar, y en el único momento en que
pueden hacer vida de familia es en las vacaciones. Entonces yo ya, lo
mismo con mi hijo que con mi hija, ya sería un pegote, ya tendrían que
estar pendientes de mí, y si ellos quieren ir a cenar una noche, o a
bailar, o a tomar el fresco, ya tienen que cargar con la mamá…” EP Nº 2, Persona Mayor, 89 años, Madrid
Estas situaciones afectan la propia autoestima de la persona mayor, para quien la
familia tiene un valor esencial y simbólico en las relaciones sociales; la familia
entendida como hogar, compañía, refugio, apoyo incondicional, lugar de reposo y de
duelo. Cuando experimentan este conflicto, sentido por ellos como rechazo y
abandono, se desencadenan emociones diversas: dolor y pena, cierta perplejidad,
resignación, impotencia, orgullo.
“... es que no puedo irme... porque ninguno quiere... no es como antes,
yo he tenido a mi madre hasta los 92 años, pero ahora no se los
llevan, o los meten en una residencia o están solos ¿Entiende? Si yo
no puedo ir ni a su casa, no voy ni a su casa, porque tienes que pedir
permiso, si puede ser, tengo que pedir permiso “¿Puedo ir a tu
casa?”... ya no voy, porque que yo no tenga franqueza con mi hijo
para ir a verlo, eso te quita las ganas...” EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona
“… Es que ni cinco, ni una ayuda, ni una visita, nosotros tenemos
muchos amigos, pero se han ido retirando, mis hijos trabajan y nos
vienen a ver, pero nada más, estamos más solos que la una, la única
cosa que hemos encontrado han sido los Amigos de los Mayores... yo
128
daría la vida por ellos...” EP Nº 12, Persona Mayor, 78 años, Barcelona
En este contexto, la soledad de las personas mayores tiene rasgos que es posible
identificar, desde la comprensión de que es muy probablemente consecuencia de un
fenómeno social de gran alcance: la distancia social entre generaciones.
Distancia que se manifiesta en cómo se entiende el cuidado de las personas
mayores, no sólo dentro de su familia sino también en la sociedad, en quiénes son
los responsables de ese cuidado, en el modo de plantear las relaciones entre padres
e hijos, las relaciones mujer/hombre, etc. Algunos rasgos identificables son, por
ejemplo, los siguientes:
El deterioro físico y motriz, cuando impide el desarrollo de las actividades
normales, y fundamentalmente el impacto que esto tiene en el mantenimiento de
los vínculos sociales con familiares, amigos, vecinos, etc.
Este aislamiento social puede ser agravado o acelerado si además existen
barreras arquitectónicas que impiden o desalientan a las personas mayores el salir a la calle, ser visitadas por amigos, familiares, vecinos, etc. Este
componente arquitectónico, visto en relación estrecha con los dos anteriores, es
también clave a la hora de comprender y evaluar la complejidad de las
situaciones de soledad que viven las personas mayores.
“... el médico me dice “anda” ¿Cómo voy a andar? Si tengo que bajar
90 peldaños, subirlos luego... mi señora ya ha bajado hoy a comprar
pan y eso, ahora cuando usted se vaya iremos a dar un paseíto de
media hora, pero no es el paseíto de media hora, es subir y bajar...
YO ME HE CANSADO AL SUBIR...
… Sí, sí, es que cansa, los chicos que venían a verme no vienen por la
escalera, dicen “no podemos..." EP Nº 12, Persona Mayor, 78 años, Barcelona
129
Existen modos diferentes de enfrentarse, asumir y superar las situaciones de
soledad. Si bien para todas las personas mayores el sentirse solas y casi
abandonadas les afecta sobremanera, aunque se muestren indiferentes, altivas u
orgullosas ante la cuestión, se pueden apreciar diferencias importantes en cómo
afrontar el proceso de su nueva situación.
Para algunos mayores el hecho de estar solos les brinda unas posibilidades de realizar cosas y actividades que antes no podían hacer, significa ampliar los horizontes, hasta ese momento limitados al espacio de lo doméstico,
hacia el mundo de lo social y su red de relaciones, actividades, estímulos,
experiencias. Lo que puede parecer a simple vista una situación de soledad
puede ser en realidad una apertura a la vida social, antes demasiado restringida.
“… Pues yo desde que me quedé viuda, porque antes no tenía ni idea,
no tenía idea de nada, estaba con mi marido y se acabó, por eso
ahora me voy espabilando más que antes, es por eso que he tenido 5
embolias...” EP Nº 16, Persona Mayor, 70 años, Barcelona
“… Yo ya me he acostumbrado a vivir sola y yo ya no podría vivir
acompañada, me he hecho muy especial, te acostumbras, y a mí me
molestaría tener que compartir mi casa con otra persona, porque te
haces comodona. Yo hago lo que quiero, como lo que quiero, me echo
cuando quiero, veo la televisión que quiero (...) O sea que te vuelves
muy independiente, y muy particular, yo reconozco que soy particular,
pero soy así, no lo puedo remediar, cada uno somos de una manera.
Yo estoy viuda, sin hijos, hace 12 años me quedé viuda...” EP Nº 3, Persona Mayor, 80 años, Madrid
“... hago lo que quiero, cuando quiero y como quiero, porque no tengo
que depender de nadie ni nadie depende de mí, entonces yo me
acuesto muy tarde porque... no sé, me rebelo a acostarme pronto, yo
estoy aquí leyendo, viendo la televisión, haciendo tiempo para
acostarme tarde, y me levanto tarde, desayuno tarde, como tarde
¡Todo lo hago tarde! Digo eso, que hago lo que quiero, cuando quiero
130
y como quiero. Soy relativamente feliz...” EP Nº 2, Persona Mayor, 89 años, Madrid
Por el contrario, aquellas personas mayores que, como consecuencia del
desarrollo del proceso complejo por el cual se encuentran solos, hacen el camino
contrario, desde lo social y público hacia lo doméstico y privado, suelen tener una merma en su calidad de vida mucho mayor que las anteriores.
Aquellos mayores que poseen cierto capital social y cultural se suelen enfrentar de una manera más creativa a la soledad, generando situaciones
que les reportan beneficios intelectuales, espirituales, físicos, etc. Quienes han
cultivado durante su vida alguna afición (leer, escuchar música, pintar, pasear,
viajar, etc.) tienen más recursos de cara a sobrellevar las nuevas condiciones de
soledad.
“… A veces oigo “es que yo no tengo tiempo de leer”, yo siempre he
tenido tiempo de leer... siempre, me lo habré quitado del sueño, me lo
habré quitado de lo que sea pero siempre he tenido tiempo de leer...”
EP Nº 2, Persona Mayor, 89 años, Madrid
En contraste, quienes no encuentran motivaciones ni actividades que
puedan desarrollar tienen más dificultades a la hora de enfrentarse la soledad. Estas personas son las que necesitan un mayor apoyo y atención
porque tienen también una mayor necesidad de comunicarse y expresar sus
sentimientos.
III. 5. 3 La relación con Amigos de los Mayores Todas las personas mayores entrevistadas para esta parte de la investigación, están
actualmente atendidas por Amigos de los Mayores, en el presente capítulo se
analiza cómo entran en contacto con la Fundación, qué actividades realizan y cómo
131
las valoran, todo lo que está alrededor de la relación Mayor-Amigos de los mayores.
Conocimiento de la Fundación
La vía más frecuente a través de la que las personas mayores conocen y entran en
contacto con Amigos de los mayores son los Trabajadores Sociales de los servicios sociales municipales, y de los Centros de Salud de Atención Primaria. Son estos profesionales quienes mejor conocen la situación de soledad de
la persona mayor, su nivel de fragilidad, y personifican el nexo real y más eficiente
entre el mayor solo y Amigos de los Mayores.
“... yo tengo una asistente social y ella se ve que habló con la
coordinadora de los que son del Ayuntamiento de Barcelona y ella me
recomendó...” EP Nº 13, Persona Mayor, 80 años, Barcelona
“... después ella fue la que me dijo “mira, te traigo una niña que por lo
menos te va a hacer un poco de compañía y tal”, estaba yo muy sola y
ella me veía muy desangelada y me trajo una niña, que por cierto va a
venir hoy después del examen, que debe llevar un año conmigo. Viene
una vez a la semana…” EP Nº 1, Persona mayor, 73 años, Madrid
“… Por la asistencia social. Resulta que a mí de la asistencia social me
vienen dos veces a la semana, me vienen el martes y el viernes, el
viernes para comprar porque yo no puedo comprar sola, voy con un
bastón. Entonces me dijeron “M ¿Te gustaría que viniera alguien de
Amics de la Gent Gran…?” EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona
Otras vías menos frecuentes son el conocimiento por proximidad, por el “boca a boca”, esto es, la persona mayor entra en contacto con Amigos de los Mayores por
un conocido o amigo que ya conoce la Fundación o bien, pero con mucho menos
frecuencia, porque se vive cerca de la sede y se interesa por sus actividades.
132
Lo que parece claro es que los mayores en situaciones de soledad, con una familia distante o incluso inexistente, deben ser “buscados” en su contexto doméstico, ya que difícilmente toman la iniciativa ellos mismos de analizar su propia situación y buscar “servicios” como los que ofrece Amigos de los mayores. Las personas mayores sobre las que estamos desarrollando este análisis,
poseen un contacto limitado con el exterior, con el ámbito de las relaciones sociales,
aunque sean grandes buscadores/consumidores de medios de comunicación
audiovisuales, TV y radio, no tienen el hábito de “buscar” información relacionada
con la resolución de sus propios problemas, más aún cuando lo son de tipo
emocional, intimista. La postura de Amigos de los Mayores, como filosofía, debe ser
de “moverse” hacia las personas mayores solas, buscarlas, detectarlas y entrar en
contacto con ellas, en una palabra, Amigos de los Mayores es quien debe acercarse
al mayor, no esperar a que las personas mayores se acerquen a ella.
Actividades de Amigos de los Mayores en las que participan las personas mayores Las personas mayores entrevistadas muestran un gran entusiasmo cuando relatan y
describen las actividades en las que participan o en las que han participado en el
pasado con Amigos de los Mayores; destacan de manera muy relevante las ocasiones en las que se reúnen con más gente, voluntarios y mayores, para compartir “meriendas”, comidas, o algunas de las “celebraciones” que Amigos de los Mayores acostumbra a programar.
“… El primer acto que hicimos me quedé alucinada, esto fue en mayo,
cuando me hicieron de esta fundación, era el mes de San Isidro,
entonces nos hicieron un fiestón, no una fiesta ¡Un fiestón! En una
casa, o un hotel, un chalet fantástico, en un sitio de aquí de Madrid…”
EP Nº 3, Persona Mayor, 80 años, Madrid “… Si, generalmente suele venir un chico o chica a buscarme, pero
vamos, que tampoco tengo inconveniente, muchas veces he ido sola,
133
eso no es ningún problema para mí. Me apetece mucho ir, por
supuesto, porque es una manera de relacionarse con gente...” EP Nº 2, Persona Mayor, 89 años, Madrid
Además de este tipo de actividades, valoran mucho quienes participan en ellas las
salidas culturales (visita a museos, Jardín Botánico, Museo del Traje, etc.) y los
viajes de fin de semana o las “mini-vacaciones”. No obstante, la actividad que está realmente más extendida, y en la que todos están involucrados es la visita que el voluntario realiza al hogar de la persona mayor para simplemente “acompañarle” y charlar un rato a la semana (dos horas habitualmente). Es
realmente el momento más importante de la semana para la mayoría de las
personas mayores, y alrededor de este momento se centra una gran parte de su
vida semanal porque es el momento en el comparten con libertad y tranquilidad sus
aficiones, sus reflexiones, sus penas, sus problemas. Realmente el voluntario se transforma en un amigo-confidente al que no sólo se le relata, sino que también se le consulta sobre una gran diversidad de asuntos de toda índole, incluso sobre decisiones importantes que la persona mayor debe tomar.
“… Viene y yo tengo costumbre de tomar el té, tomamos el té juntos,
incluso me presentó a su madre (...)
(...)
… Hablamos de libros, de pintura, de pintura no tanto, porque le gusta
pero...” EP Nº 13, Persona Mayor, 80 años, Barcelona
“... se sienta donde está usted, y hablamos, le doy un poco de
merienda, merendamos y hablamos, a las 8 viene el marido...” EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona
Impedimentos para participar en actividades La principal razón por la que las personas mayores no participan en las actividades
que tienen lugar fuera de su hogar es el deterioro físico, cuando resta movilidad
134
importante, y a ello se suman barreras arquitectónicas, por ejemplo tener la vivienda
en un edificio sin ascensor.
“... y no puedo salir, porque al no poder subir escaleras me limita
muchísimo, a mi me gustaría poder ir de excursión, la verdad, pero veo
que no puedo, claro, te ponen en una silla de ruedas...” EP Nº 13, Persona Mayor, 80 años, Barcelona
“¿QUÉ OTRAS COSAS LE GUSTARÍA HACER EN ESTA
FUNDACIÓN?
… Ayudar en lo que pudiera.
¿CÓMO?
… Sacando de paseo a las señoras, señoras mayores, ayudándolas
como ellas me ayudan, como hacía el voluntario que venía, pero me
tengo que curar del pie, porque se me hacen unas rajitas en la planta
del pie...” EP Nº 4, Persona Mayor, 76 años, Madrid
Aunque el deterioro físico es determinante a la hora de la participación de las
personas mayores en las actividades que tienen lugar fuera del hogar, hay otro factor, que está de alguna manera ligado al deterioro lo físico, pero no absolutamente, como es la falta de autoestima. Hay personas mayores que,
incluso con problemas de salud y movilidad, están en condiciones físicas de
participar en actividades de Amigos de los Mayores, pero las descartan para sí
mismos por una compleja mezcla de orgullo, vergüenza, pudor, deseo de no
molestar…, que les conduce a su “autoexclusión”; esto ocurre fundamentalmente
con las actividades en las que tienen que permanecer fuera de sus casas por un
período de tiempo (excursiones, viajes, salidas, etc.). Este tipo de persona mayor se
caracteriza por tener en el ámbito de “lo doméstico” su refugio: es el lugar en el que
observan a sí mismos tal como son, donde sienten seguridad y tranquilidad…; salir
de su casa, “lo de fuera”, a la vez que les atrae les produce temor y desasosiego,
sentimiento que resulta más fuerte y poderoso que el atractivo que pueda tener la
actividad en sí misma.
135
III. 5. 4 Valoración del “servicio” que recibe de Amigos de los Mayores Relación con Amigos de los Mayores: compañía del voluntario, ampliación de horizontes, actividades. Los beneficios de las actividades que desarrolla Amigos de los Mayores son
múltiples y complejos, y dependen también de las carencias que tenga cada
persona, de sus motivaciones, de sus ilusiones, etc., de cómo es y de la actitud que
tenga. Sin embargo, podemos destacar dos cuestiones fundamentales que aparecen
siempre en el discurso de las personas mayores a la hora de valorar Amigos de los
Mayores:
La primera de ellas es la importancia de la relación que se establece entre la persona mayor y el voluntario. Para la persona mayor el hecho de tener una
persona que se preocupe por su situación, la escuche, comparta opiniones,
deseos y problemas, aunque sea un breve espacio de tiempo a la semana,
supone una inyección de autoestima muy importante, vuelven a sentirse “algo”
para “alguien”. Las personas mayores que viven en estos contextos de soledad
perciben el distanciamiento de sus familiares en muchos casos como una
consecuencia de su comportamiento personal, y no como la expresión de un
cambio social y cultural; debido a ello, cuando reflexionan sobre su situación /
relación con la familia, se resiente mucho su propia autoestima, el valor que le
dan a su persona. La presencia del voluntario es un aliciente de vital importancia,
sobre todo en las personas mayores que sufren estos “bajones” de autoestima.
“… Sí, hablamos de cosas del barrio, de esto y del otro, o sea que
hemos conectado muy bien, hablamos normal.
DE TODO.
… De todo, sí, sí, muy amable, muy cariñoso, yo he encontrado a esa
gente estupenda, todos...” EP Nº 16, Persona Mayor, 70 años, Barcelona
136
Además del valor concedido a la relación voluntario/persona mayor, hay que
destacar las actividades a las que pueden acceder en su relación con Amigos de los Mayores como una fuente de satisfacción importante. Estas
actividades, muchas de ellas realizadas con el voluntario, suponen un impulso a
su vida social, una ampliación de sus horizontes, confinados muchas veces
solamente al ámbito de lo doméstico. El fomento de la vida social a través de las
actividades programadas por la Fundación y de las salidas a la calle que cada
voluntario realiza con la persona mayor, significa una auténtica reinserción en la sociedad y en su entramado de relaciones sociales.
“... me parece que hace un año y medio que vino el mismo voluntario,
un chico como de unos 49 años, muy amable, muy bien, que yo digo
que gracias a él, y a la otra gente que ha venido, me han ido haciendo
superar todo lo que ha pasado, porque me sacó a la calle, me llevó por
aquí, por allá, venía dos horas una vez a la semana...” EP Nº 16, Persona Mayor, 70 años, Barcelona
“… Sí, sí, es una forma de relacionarme con la gente, y yo, ya le digo,
soy una persona muy sociable, muy extrovertida, y como tengo tantas
horas de soledad, cuando tengo oportunidad de compartir esas horas
de soledad con gente, pues aprovecho...” EP Nº 2, Persona Mayor, 89 años, Madrid
Estos dos componentes, el valor de la relación voluntario/persona mayor y el valor de las actividades sociales, son fundamentales en la relación que se
establece entre “persona mayor”- Amgos de los mayores – “voluntario”. Ahora bien,
aunque lo que resulte fundamental para los mayores sea la “compañía”, y lo sea en
cualquier contexto personal y vital, hay diferencias en la valoración y en el impacto
en función de las características tipológicas personales, las situaciones concretas y
objetivas, las motivaciones, la actitud – predisposición, etc., de cada persona mayor:
La tendencia es que quienes gozan de una vida personal más compleja y rica,
poseen alguna afición o hobbie, realizan alguna actividad que les reporta
137
satisfacción dentro de su casa, son quienes tienden a valorar más intensamente
las actividades “fuera de casa” que les brindan la posibilidad de incrementar sus
relaciones sociales (salir a la calle, participar en fiestas, meriendas, comidas,
celebraciones, etc.). Digamos que son gente que tiende más a orientarse hacia el
exterior y todo lo que ofrece, porque su vida interior, doméstica, transcurre con
cierta calma y satisfacción.
“... ya se los he dicho a ellos también, encuentro a la gente muy
amable pero yo en casa ya me distraigo, tengo la tele o la radio, leo,
para estar hablando con una persona dos horas o así, yo lo que quiero
es salir a la calle, porque con este voluntario íbamos hasta la plaza y
me acompañaba, que yo hacía años que no iba, porque ahora hará
cuatro años que... y como estaba un poco atontada, el que iba a
comprar y pagar y hacía todo era mi marido y yo ni el dinero sabía
contar, porque no lo hacía, si te lo hacen y te lo hacen...” EP Nº 16, Persona Mayor, 70 años, Barcelona
… “Lo que más me gustan son las visitas a museos y a sitios
bonitos...” EP Nº 3, Persona Mayor, 80 años, Madrid
Mientras que quienes que carecen de menor capital personal, familiar y social,
y/o motivación y aficiones que los satisfagan en el día a día, tienden a valorar
más el hecho de tener a alguien con quien hablar y compartir lo cotidiano.
“… Porque me gusta tener compañía, yo necesito hablar con la gente,
aquí me encuentro encerrada, como si estuviera en la cárcel, pero yo
residencia no quiero, yo quiero mi casita...” EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona
III. 5. 5 Satisfacción de las personas mayores con Amigos de los Mayores.
138
Para las personas mayores su relación con Amigos de los Mayores se personifica y concreta en la persona voluntaria que le atiende, quien representa “la cara y los ojos” de Amigos de los Mayores; de manera que
cuando hablamos de valoraciones, beneficios, etc, es muy difícil diferenciar a través
de los discursos, cómo adjudicar a la organización o a sus cabezas visibles, los
voluntarios, la parte que realmente les corresponde; incluso en la propia redacción
de este texto intencionadamente se hace referencia a Amigos de los mayores y
voluntarios de manera intercambiable, porque así se estructura la percepción que las
personas mayores tienen de esta organización y sus cabezas visibles. Desde esta
consideración, cuando una persona mayor desarrolla un discurso en torno a los
beneficios que cree obtener de su relación con Amigos de los Mayores, de manera
inmediata hace referencia a la relación establecida con la persona voluntaria, y con
el hecho evidente de que el principal motivo de satisfacción es sentirse
“acompañado”. No obstante, se pueden establecer tres ámbitos que explican qué es
lo que les aporta Amigos de los Mayores para sentirse satisfechos: el ámbito de la “compañía”, el ámbito del “cambio” y el ámbito de las “motivaciones”.
Estar acompañados: Para las personas mayores solas, la compañía, el sentirse
acompañados, tanto en casa como en actividades fuera de casa, es una de las
consecuencias de la relación con Amigos de los Mayores, que generan mayor
satisfacción, y es lo que de manera inmediata se expresa con mayor claridad y
nitidez en sus discursos. La compañía significa tanto el estar con el voluntario
conversando, como el estar con otras personas mayores durante alguna
actividad, y significa también el participar acompañado en visitas/salidas a
lugares de interés cultural, artístico, etc., en las que, además, hay gente, está el
mundo. Es, en esencia, “estar y compartir con otros” , incluso poder mirar al
pasado y contarlo, compartir las experiencias y trayectorias vitales sin complejos,
expresar pensamientos, recuerdos, deseos, etc.; pero también observar,
comentar y mirar el presente sin complejos, y compartirlo.
“… Vinieron tres a merendar.
¿VINIERON AQUÍ?
139
… Sí, hicimos un té, ellas trajeron unas galletas y yo gracias a Dios
puedo ofrecer cositas en mi casa, hice un té con galletas y estuvimos
hablando, era muy agradable porque sobre todo con una teníamos
juventudes muy parecidas, como es de Barcelona...” EP Nº 13, Persona Mayor, 80 años, Barcelona
“… Pues pienso que uno de los beneficios es ese, que nos benefician
en el sentido que estamos acompañados, que nos relacionamos con la
gente, y pienso que es muy positivo, es una asociación muy positiva...”
EP Nº 2, Persona Mayor, 89 años, Madrid
“… Fiestas, si hay alguna fiesta por ejemplo, entonces me telefonean y
me dicen “M, hacen esta fiesta ¿te interesa venir?” y yo digo “sí, sí,
todas las fiestas que hagan cuenten conmigo”, que yo con tal de salir...
porque me gusta mucho salir, si yo tuviera una persona que me
acompañara yo saldría cada día un rato a pasear, porque no soy de
estar en casa...” EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona
Cambiar la actitud ante la situación de soledad: Otro de los ámbitos que
generan satisfacción, se refiere al proceso de cambio que van experimentando
los mayores desde que entran en contacto con Amigos de los Mayores. La
percepción de que la presencia del voluntario, las charlas, las salidas etc. , van
abriendo un mundo que hasta entonces parecía ajeno; pero además la sensación
de que es éste mundo “propio”, no de sus familias (hijos, nietos…), que han
accedido a él solos, por sí mismos, y que forma parte de sí mismos, de su
privacidad (entendida con relación a la familia), y que incluso pueden “presumir”
de ello; no cabe duda de que desde este proceso de cambio, uno de los mayores
beneficios tienen como protagonista la autoestima.
ESTO HA SIDO COMO UN MUNDO NUEVO PARA USTED...
“… Exacto, mi hijo me dice “¡Mamá, cómo te has vuelto!”, porque yo
siempre estaba en casa, con mi marido ni pensarlo, hija, estoy muy
contenta (...) La gente que me ve ahora, que me ha visto tres años
atrás, me dice “si has cambiado mucho...”, y digo “si estaba tan mal
140
que yo no me daba cuenta que estaba tan atontada” ¡Atontada!. La
gente dice “ahora estás bien”… EP Nº 16, Persona Mayor, 70 años, Barcelona
Sentirse motivado: En tercer lugar, una de las cosas que más satisfacción
brinda a las personas mayores es la inyección de motivación, nuevos incentivos
vitales, que no sólo les transmiten los voluntarios, sino la experiencia de otros
mayores con los entran en contacto a través de las actividades de Amigos de los
Mayores. Lo que se constata en los discursos es que para muchas de las
personas mayores entrevistadas, la relación con la Fundación ha supuesto un
punto de inflexión en su dañada autoestima, un impulso significativamente
importante para generar situaciones sencillas y cotidianas que les reportan
satisfacción.
“… Claro, yo pensaba que a mi edad... y ves que la gente mayor, más
mayor, porque hay de 80 y pico de años, las ves bien, y digo “bueno,
si ellas están tan animadas, tú ahora que te encuentres bien, dentro de
un orden ¿para qué tienes que quedarte en el suelo? Pues subes
arriba”, a animarte, sí, a mí me han ayudado mucho…” EP Nº 16, Persona Mayor, 70 años, Barcelona “… Pues una alegría muy grande, se me quita esta pena que se me
mete a mí aquí, en el pecho, una pena muy grande y me dan muchas
ganas de llorar. Y cuando voy allí ¡Me da una alegría! Cuando llego,
llego con una alegría, digo “que día más bonito he pasado...” EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona
III. 5. 6 Expectativas cumplidas. Lo que las personas mayores reciben de Amigos de los Mayores supera las
expectativas que tenían cuando entraron en contacto con la Fundación. El asombro
ante la diversidad de actividades que desarrolla Amigos de los Mayores, la calidez humana de los voluntarios a la vez que el respeto en el trato, valores
141
que en bastantes casos no encuentran en sus propias familias, además de la buena organización de la Fundación, etc., son algunos de los aspectos positivos
que destacan la práctica totalidad de las personas mayores entrevistadas; en
definitiva, se asombran de que pueda existir un grupo de personas que,
altruistamente, dediquen parte de su tiempo y esfuerzo a contribuir a la mejora de su
calidad de vida, cuando esta realidad no la encuentran, en muchos casos, ni sus
hijos ni en sus nietos .
“... por eso ya le digo que le decía a esta señora “estos chicos se
están ganando el cielo”, porque por ejemplo, ellos en la semana están
trabajando y el sábado y el domingo es el día que tienen libre para sus
diversiones y sus actividades, y que nos los dediquen a nosotros,
caramba, eso tiene un mérito impresionante. Yo por lo menos lo
considero un mérito muy grande, lo valoro mucho...” EP Nº 2, Persona Mayor, 89 años, Madrid “… Por eso digo, que estaba muy bien organizado. Yo ya me he dado
cuenta que esto tiene muchos cooperantes, porque yo decía “¿Y sin
cobrarnos nada? ¿Cómo pueden darnos tanto?”, entonces me estado
ya enterando que tienen muchos cooperantes...” EP Nº 3, Persona Mayor, 80 años, Madrid
Teniendo como fondo este sentimiento general de agradecimiento y superación de
expectativas, que trataremos con más detenimiento en la parte del informe dedicada
a analizar la valoración que hacen los mayores de los voluntarios, se pueden señalar
por lo menos tres cosas que los mayores esperaban recibir y han recibido de Amigos
de los Mayores, que están íntimamente ligadas en la realidad y en los discursos que
la relatan, y que aquí se tratan de diferenciar con el único objetivo de esclarecerlas.
En primer lugar contar con una alguna compañía para hacer las cosas que se hacen cotidianamente, como son pasear, conversar, hacer la compra, etc.
Este deseo es uno de los más simples y al tiempo uno de los más fuertes e
intensos en los discursos de las personas mayores entrevistadas
142
“… De charlar, quería un chico para que me acompañara a pasear,
nomás a pasear, y lo más que podía pedir es que mi señora fuera al
mercado con una persona que le ayudara con el peso, porque claro,
tiene que subir con todo eso, con las bolsas, hay que subirlas...” EP Nº 12, Persona Mayor, 78 años, Barcelona
La segunda expectativa deriva de la anterior y es una complejización de ese
deseo de compartir las cosas cotidianas; se trata de la necesidad de interacción social, de compartir y relacionarse con otras personas y en ambientes diferentes y estimulantes. Este es un deseo tan fuerte como el
anterior, y por tanto todas las actividades y momentos que comparten con otras
personas, sean mayores o no, es un motivo de satisfacción.
“… Bueno, ya no sé quién, no voy a culpar a nadie, pero estamos
alejados de la sociedad, y me pareció... yo soy una persona muy
sociable y me pareció una manera de tener relación con gente...” EP Nº 2, Persona Mayor, 89 años, Madrid
Por último, una de las cosas que buscan los mayores al acercarse a la
Fundación y al entrar en relación con los voluntarios es recibir cariño y atención. Esperan ser tratados no sólo con respeto y cordialidad sino también
con cariño y amor, y esa expectativa se alcanza con creces, ya que los
testimonios de los mayores nos muestran el gran aprecio mutuo que se crea y
consolida entre la persona mayor y el voluntario.
“... yo estoy muy agradecida con lo que me hacen, estoy muy
agradecida con lo que me hacen, porque lo que me hacen a mí es
mucho, eso de que me vengan a buscar, me tratan con aquel cariño,
porque te tratan con mucho cariño, que es lo que necesitamos la gente
mayor: amor y cariño. Yo, cuando me dan cariño, soy la mujer más
feliz del mundo, solo con que me den un poco de cariño, no pido más,
143
ni que me ayuden en nada, que me den cariño y un poco de amor...”
EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona
III. 5. 7 Deseos, sugerencias.
Una de las cuestiones en las que más insisten las personas mayores cuando se les
pregunta por lo que desean recibir de Amigos de los mayores es que se intensifiquen y multipliquen las actividades, sobre todo aquellas que implican salidas, paseos, viajes, etc. Estas personas mayores solas, presentan una carencia importante de relaciones sociales y de situaciones de interacción humana, por lo que anhelan, no sólo conservar los pocos momentos que tienen
gracias a la Fundación y sus voluntarios, sino también incrementarlos. Recordemos
que para muchos de ellos, los momentos compartidos con el voluntario y de
participación en actividades de Amigos de los Mayores, son los que dan, en cierto
modo, sentido a sus vidas.
“… Más fiestas, tratar mejor a las personas, tener más gente para
ayudar y que no les falte nada, porque una persona mayor se merece
todo, algunas han sufrido mucho, hay mujeres que les han pegado, les
han maltratado, y necesitan mucho amor...” EP Nº 4, Persona Mayor, 76 años, Madrid
“… Por Barcelona, o que me llevaran por ejemplo a un cine, o al
teatro, o a un sitio así. Yo estaba en un casal de la amistad de
Cataluña, pero tenía que coger dos autobuses, claro, cuando me
operaron de la rodilla...” EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona
Este deseo de intensificar las actividades se refiere también a que las relaciones con
los voluntarios sean más estrechas, más constantes, menos discontinuas, y
probablemente menos dependientes de la vida profesional y familiar del voluntario,
sino más acordes con las necesidades de los mayores. Especial referencia hay
144
que hacer al periodo vacacional del verano de los voluntarios, en el que las personas mayores se quedan especialmente “solas” en la ciudad, incluso sin
vecinos, y es entonces cuando echan de menos algún tipo de solución para
solventar esta ausencia.
“… Que vinieran una vez al mes estas señoras, o que vinieran dos, no
hace falta que vengan tres, dos o una, pero estamos mucho tiempo sin
esta compañía. Y después quisiera hablarle del mes de agosto, que es
muy duro, porque se marcha todo el mundo, eso sí que lo tendrían que
solucionar, porque incluso ha habido, aquí en el barrio, suicidios de
personas mayores...” EP Nº 13, Persona Mayor, 80 años, Barcelona
Por otro lado se constata que, si bien no se han puesto de manifiesto problemas
importantes de incompatibilidades personales, de personalidad o carácter, entre
mayores y voluntarios, cuestión ésta que se tratará más adelante, los primeros dejan
caer, de manera implícita algunas veces, otras veces explícitamente, que es importante que se tengan en cuenta ciertos lazos o ámbitos/lugares comunes en los que las relaciones mayores/voluntarios puedan desarrollarse en armonía; por ejemplo la edad de la persona voluntaria puede llegar a influir en
círculo relacional; los voluntarios más jóvenes generan un menor grado de confianza
a la hora de que la persona mayor relate sus experiencias o pida consejos que
atañen a su presente y su futuro. El género tiene también alguna influencia en el
clima de confianza: las mujeres mayores tienden a considerar que se entienden
mejor con mujeres voluntarias porque van a tener mejor capacidad de comprender
las cuestiones que atañen al hecho de ser mujeres.
“… No, no, si a mí me gusta tanto un hombre como una mujer, cuando
me preguntó la otra vez la C qué quería yo dije que preferiría que fuera
un hombre, de 40 años por ejemplo, mejor que un chico joven, porque
las ideas serían más...
PARA CHARLAR, PARA HABLAR...
… Sí, para charlar, para hablar, y sobre todo porque hubo un
momento, no ahora, hace años, en que había un montón de óperas,
145
que le gustara la música, la ópera, pero eso es ya pedir demasiado...”
EP Nº 12, Persona Mayor, 78 años, Barcelona “.. Pues me pasa lo mismo, que no encuentro gente para poder
hablar...” EP Nº 4, Persona Mayor, 76 años, Madrid
Si anteriormente se ha hecho hincapié en la relación persona mayor/voluntario,
ahora debemos mencionar la importancia que tiene para los mayores las relaciones
que se establecen entre ellos a través de las diversas actividades en las que
participan. Una de las decepciones es que al ser las actividades tan esporádicas los mayores no pueden consolidar las relaciones y construir verdaderas amistades.
“… Si, la amistad, tener más amistades.
PODER ENTABLAR AMISTAD ENTRE USTEDES ¿NO HA
CONSEGUIDO ENTABLAR AMISTAD CON NADIE?
… No, porque a lo mejor las ves hoy y como no lo hacen seguido
tardas... si lo hicieran siempre las mismas, pero van haciendo grupos y
claro, no te conoces. Estuvimos 15 días en Francia y los 15 días
estuvimos muy bien...” EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona
“… No, porque como es esporádico... si esto fuera más a menudo,
pero claro, de una cosa, una visita... pues son muchos días que no
tengo esta probabilidad, pues echo de menos. Por eso te digo que a
mi me gustaría que estas actividades fueran más cortitas, que de una
a otra no tardaran tanto.
¿QUE CADA SEMANA O CADA 15 DÍAS HUBIERA ALGO POR
EJEMPLO? PORQUE AHORA ES CADA MÁS TIEMPO...
… Claro. Y luego además me pasa una cosa, cuando vas a estas
actividades, pues te arreglas, porque tienes ilusión. El día que nos
llevaron al hotel ese tan fenomenal, que era un hotel de lujo, pues
entonces procuras ponerte lo mejor, vas a la peluquería, te arreglas...”
EP Nº 3, Persona Mayor, 80 años, Madrid
146
En cierto sentido Amigos de los Mayores funciona como una plataforma que
promueve y posibilita el contacto no sólo entre voluntarios y mayores sino también
entre estos últimos, y este contacto actúa como desencadenante del deseo de
mantener y consolidar, hacer más estables, estos contactos entre mayores con el fin
de ir desarrollando una red de relaciones.
El hecho de participar en actividades de Amigos de los Mayores, meriendas, fiestas,
etc., genera que las personas mayores que participan en ellas, vayan consolidando
“otras relaciones” con las personas de Amigos de los Mayores y otros voluntarios;
estas relaciones son muy positivas, y el sentimiento generalizado es de gratitud,
respeto, cariño, incluso de admiración; y realmente constatan las muestras de
reconocimiento y gratitud de las personas mayores hacia quienes les prestan
atención, dedicación, y trabajan para mejorar su calidad de vida.
“… Muy buena, porque son muy agradables, te escuchan, si tú les
preguntas algo te contestan con mucho talento, y luego además, lo
hacen todo muy bien, yo a todos los sitios a donde he ido les doy un
diez porque son ellas las que lo organizan, I y M, que yo sepa son
ellas dos, y lo organizan muy bien...” EP Nº 3, Persona Mayor, 80 años, Madrid
“… Pues yo no sé si hacen esfuerzo o es que les sale de dentro, no
noto que sea con esfuerzo, más bien creo que es con cariño, porque
cuando se hacen las cosas con esfuerzo se nota también y a lo mejor
si lo hicieran con esfuerzo lo harían un fin de semana o dos, pero no
tres. Hay algunos que los conozco desde el principio...” EP Nº 2, Persona Mayor, 89 años, Madrid
147
III. 5. 8 Una valoración global de Amigos de los Mayores En toda evaluación de resultados de una acción social en un colectivo de personas,
hay que conocer bien la realidad social de la que se parte, que en el caso de las
personas mayores solas es la situación física, anímica y emocional, a la que atiende
a través del trabajo y dedicación de las personas voluntarias.
En el primer apartado de este capítulo (III.5.1 Perfil de las personas mayores
atendidas por Amigos de los Mayores), se ha descrito cómo son y en qué situación
se encuentran estas personas que atiende Amigos de los Mayores: los mayores que
están viviendo la soledad de manera cotidiana tienen a modo de “una herida
abierta”, que muy probablemente no se cerrará, aunque sí se pueda mitigar en parte
el dolor que les produce; el dolor de sentirse casi invisibles para su propia familia, como consecuencia de diversas circunstancias (laborales, geográficos,
personales, etc.), pero semi-abandonados al fin y al cabo. Esta herida de soledad
puede apreciarse permanentemente en cada entrevista, en cada discurso, se puede
sentir a través de las palabras, de los gestos, de las lágrimas de las personas
mayores a las que se ha entrevistado, con alguna excepción. Este es el punto de
partida y a partir de ahí es desde donde se debe observar los resultados del trabajo
de Amigos de los Mayores, mediante la compañía de los voluntarios y las múltiples
actividades.
“... ella también trabaja, tiene que hacer la compra, no tiene a nadie
que la ayude, su marido llega a las 8 y media de trabajar, cuando llega
al piso a las 9, 9 y media, viene rendido. Yo de esto me hago cargo
pero en el fondo me duele porque hemos sido una familia muy unida,
no se celebraba nada que no estuviéramos todos y ahora parece
que... mi mujer para animarme me dice “tienes que comprender que
ellos tienen trabajo”, sí, pero llamar por teléfono no cuesta tanto
dinero, digo yo, porque a la noche mi hijo tiene tiempo para ir al cine y
la nuera también... yo me hago cargo pero, hay muchas cosas que mi
mujer dice “eres un rencoroso”, no soy rencoroso, estoy dolido...” EP Nº 12, Persona Mayor, 78 años, Barcelona
148
“… Los nietos no me digas que aunque tengan novia no me pueden
llevar, yo antes los sacaba a todos los sitios, porque cuando tenía la
peluquería tenía un nivel económico distinto, los llevaba a comer a
donde fuera y con los consuegros íbamos al campo, al Escorial, a
hacer las chuletas a la brasa y allí lo pasábamos todos de miedo, pero
ahora resulta que yo he criado a toda esta pandilla y esta pandilla no
mira para mí ahora, y yo no se lo digo, que es lo que me dice P, “¿Por
qué no se lo dices a tu hija?...” EP Nº 1, Persona mayor, 73 años, Madrid
Hay varios elementos que confluyen en la evaluación y la organizan:
En primer lugar hay que destacar el hecho de que muchos de los mayores
entrevistados manifiestan con claridad que han superado momentos difíciles, de crisis personales, en parte gracias a la labor de los voluntarios, fortaleciendo sus debilitadas autoestimas, brindándoles fuerzas y motivos para superar esos malos momentos y transformarlos en momentos de creación y recreación.
En segundo lugar, y estrechamente relacionado con lo anterior, es importante
señalar una cuestión de forma, que se transforma en una cuestión de contenido,
el trato: El hecho de que las personas mayores sean tratadas por los voluntarios con respeto, con cariño, atención, que sean escuchadas y tenidas
en cuenta, que se les hable y que se les aprecie como interlocutores, son todas
cuestiones que poco a poco van mitigando en los mayores la sensación de
invisibilidad social, de ser seres sin importancia social.
Lo anterior, entronca con un cambio de actitud en la predisposición positiva de los mayores a valorar la posibilidad de participar en actividades de tipo social y cultural, donde pueden entablar amistad, donde pueden conversar y
compartir, y pueden, en definitiva, volver a sentirse seres sociales visibles. Ya se
ha dicho anteriormente que este aspecto es uno de los más valorados, porque es
149
el que les devuelve en parte la vida que sienten perdida, y los resitúa ante una
etapa de la vida con oportunidades de disfrute y desarrollo personal.
Sin restarle mérito a lo anterior, es preciso volver a insistir en que estos logros se
relativizan cuando las personas mayores indican que no son lo frecuentes que
debían ser, es decir, generan unas expectativas que luego se ven frustradas al no tener la continuidad deseada y necesaria. Y aquí nos enfrentamos al
punto de partida del que hemos hecho mención anteriormente: las personas
mayores que viven en situaciones de soledad necesitan tal cantidad de estímulos
y compañía que es habitual encontrar situaciones personales en las que el gran
esfuerzo que realiza Amigos de los Mayores y sus voluntarios, resulta escaso,
generando el efecto casi opuesto: desilusión, al saber que lo que viven gracias a
Amigos de los Mayores será una actividad puntual / unas actividades puntuales y
limitadas.
Valoración de los voluntarios
La relación persona mayor/voluntario
La mayoría de las personas mayores entrevistadas describen la relación que se
establece con la persona voluntaria de una manera absolutamente positiva,
constituyendo el principal valor de Amigos de los Mayores; se destaca en primer lugar el trato respetuoso y educado, amable y cordial, de los voluntarios para con ellos, aspecto básico y fundamental como punto de partida para lograr desarrollar una vinculación más estrecha e influyente.
“... es un chico muy educado, muy atento, muy agradable en el trato,
no tengo ninguna queja de él...” EP Nº 12, Persona Mayor, 78 años, Barcelona
“… Era muy majo, me llevaba en su coche, y me enfadaba con él
porque no me dejaba pagar nada, a lo mejor desayunábamos y no me
dejaba pagar, y una vez me enfadé con él, “hombre! Yo quiero pagar”,
150
“no, no, no”, era un bendito...” EP Nº 4, Persona Mayor, 76 años, Madrid
La vinculación afectiva se logra gracias la actitud receptiva y comprensiva del voluntario en la conversación; así, uno de los aspectos
más positivos de la relación mayor - voluntario es compartir un momento de
conversación, sentirse escuchados y comprendidos. La valoración positiva de esta vinculación se expresa de manera clara y contundente mediante las
expresiones, no sólo de gratitud, sino también de admiración por el trabajo que realizan los voluntarios.
“… Poder hablar con él. Porque hablamos de viajes, de libros, hemos
leído libros que yo saco de la biblioteca y él también los ha leído, los
hemos comentado, yo le cuento mucho de mi familia, que tengo una
gran familia en Barcelona...” EP Nº 13, Persona Mayor, 80 años, Barcelona
“… No, no. Ya le digo, es muy amable, que a veces piensas que
parece mentira que con una persona que no es nadie sean tan
amables, tan cariñosos contigo y que no fallen, es que te vienen
siempre, son muy amables, a mi... yo te digo que estoy muy contenta,
porque una estaba acostumbrada a estar encerrada en casa y se ha
acabado...” EP Nº 16, Persona Mayor, 70 años, Barcelona
“… Lo más positivo es que es una chica muy sana y muy abierta, se
puede conversar con ella de todo, es muy adulta para tener 26 años,
no es una niña pija, ni una niña tonta, tiene tres carreras y ahora está
haciendo oposiciones para el Estado...” EP Nº 1, Persona mayor, 73 años, Madrid
Los mayores señalan como positivo también, y que se deriva del desarrollo de
una relación que parte de la educación y el respeto, el hecho de que la vinculación afectiva, que va creciendo poco a poco, resulte tan vitalmente importante y de gran calado, porque se organiza en torno al
151
cariño, la simpatía, la cercanía y la empatía, que muestran día a día los
voluntarios en sus relaciones con ellos.
“... el sábado pasado vino y salimos, nos llevamos muy bien, él es muy
joven y no tiene mucha experiencia pero es más la voluntad, por lo
bien que me trata, mejor que muchas personas de la familia y
amigos...” EP Nº 12, Persona Mayor, 78 años, Barcelona “… La simpatía y el cariño. El cariño que me da y la simpatía que
tiene, porque es muy cariñosa y muy comprensiva...” EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona
Estos tres aspectos positivos de las relaciones persona mayor/voluntario dibujan el
estado de la mayoría de los lazos que unen a voluntarios y persona mayor. Sin
embargo, hay casos en los esta relación, que partiendo de los mismos parámetros
de respeto, educación y trato atento, no se desarrollan hasta construir vínculos afectivos y emocionales más fuertes entre ellos; habitualmente las causas son la existencia de cierta incompatibilidad en el carácter o la mucha diferencia de edad. Es importante que Amigos de los Mayores desarrolle un seguimiento de la
buena marcha de las relaciones persona mayor – voluntario porque está muy claro
que es el eje central sobre el que se organiza el trabajo de Amigos de los Mayores,
de manera que como filosofía se debería contemplar que antes de que una relación
persona mayor – voluntario no se desarrolle positivamente, es mejor “cambiar al
voluntario” que no actuar y dejar que la situación llegue a límites en los que sea
transforme en negativa, bien sea para el voluntario, o para la persona mayor.
Las actividades que realizan juntos
El eje del trabajo de Amigos de los Mayores con las personas mayores solas es la visita del voluntario al hogar de la persona mayor; ahí la principal
actividad es “hacer compañía - la conversación”. Este tiempo de conversación,
de compartir, es quizá lo más y mejor valorado por los mayores y más
satisfacción les proporciona, porque se establece y desarrolla en “su terreno”, en
152
su mundo, desde su intimidad; si además se tiene en cuenta que es
precisamente este escenario, este mundo, el que resulta rechazado, o cuanto
menos invisible para su propias familias, las únicas personas que ”entran en su
casa, en su mundo…”, y muestran interés por él son los voluntarios de Amigos de
los Mayores.
“... es muy amable, muy amable, y a veces me acompaña a la
biblioteca porque soy muy aficionada a leer, pero no salimos mucho,
porque ha hecho frío, prefiero charlar con él porque como no tengo
mucha ocasión de charlar (... ) De viajes hablamos mucho, porque los
dos hemos viajado mucho, en algunos lugares hemos coincidido, él ha
estado mucho por América y yo América no la conozco, he estado más
bien en Europa...” EP Nº 13, Persona Mayor, 80 años, Barcelona
“… Es muy cariñosa conmigo, y hablamos, me hace preguntas, me
pregunta “¿cómo está? ¿cómo ha pasado la semana?”, le explico mis
penas y ella me las escucha con mucho cariño, y me dice “tranquila,
que hoy en día eso pasa mucho, porque hoy en día la vida está así”
(...) y yo le explico mis penas, con toda la confianza del mundo...” EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona
De esta visita semanal pueden surgir y surgen otras actividades alrededor del barrio, e, incluso, en otros lugares no tan cercanos: pasear, despertar
aficiones dormidas en los mayores o fomentarlas, visitas a bibliotecas, museos, ir
al cine o al teatro. La iniciativa para decidir qué actividades se hacen y de qué
manera, surge desde la compenetración entre la persona mayor y el voluntario;
cuando además los deseos del primero encajan con los deseos del segundo,
todas las actividades que se realizan son satisfactorias, son positivas y
enriquecedoras: no hay imposiciones ni obligaciones por parte de los voluntarios ni por parte de los mayores.
Pasear alrededor de la casa, por el barrio, por un parque, es una de las actividades más frecuentes compartidas por la persona mayor/voluntario. Esta
153
actividad supone no sólo el mero hecho de salir a la calle y disfrutar por un
momento del ajetreo de la vida social, que en sí ya sería muy importante y
positivo para el mayor que frecuenta muy poco la calle, sino que también significa
una inyección de estímulos que comporta beneficios generalmente son
difícilmente cuantificables; para algunos puede ser el inicio de un renacer a la
vida social, encontrar vecinos, compañeros…volver a vivir su lugar en el mundo.
“... me ha enseñado todo lo que habían hecho nuevo, que yo la verdad
es que ya no me acordaba, que no lo había visto, porque lo habrán
hecho cuando yo ya estaba mala. Yo estoy muy contenta con esa
gente, son muy amables, y el año pasado ya me vi con fuerzas para ir
de vacaciones...” EP Nº 16, Persona Mayor, 70 años, Barcelona
“… Cuando estamos juntas decimos “¿Dónde vamos?”, entonces si es
verano damos un paseo y nos sentamos en una terraza a tomar algo,
si es invierno damos un paseo y nos vamos a merendar...” EP Nº 3, Persona Mayor, 80 años, Madrid
Esta relación con el voluntario funciona en ocasiones, como revitalizador de aficiones perdidas o dormidas en las personas mayores, porque el voluntario
actúa como catalizador y facilitador del proceso de recuperación, actúa como
detonante del interés de la persona mayor en determinada afición o actividad y, lo
más importante, garantiza de algún modo que se desarrolle. El caso
paradigmático es la lectura, tal y como se puede observar en la siguiente cita:
“… No mucho, me gusta más leer, y el chico este voluntario, me hizo
que me apuntara a la biblioteca, que esto yo ni pensaba, y ahora voy y
me cojo libros, con la chica que me lleva, o él cuando me llevaba, me
cogía libros, música, todo esto pues me ha ido despertando, para ir
leyendo y cosas así, ahora, para hacer cosas de mano...” EP Nº 16, Persona Mayor, 70 años, Barcelona
Las barreras entre persona mayor y voluntario
154
A lo largo de las entrevistas a las personas mayores, encontramos muy escasas
barreras entre el mayor y el voluntario, y quizá la única que se manifiesta de forma
explícita, aunque con un cierto temor a evidenciarla, y a la que se ha hecho
referencia anteriormente, se deriva de la diferencia de edad que puede ser causa de “diferencia de mundos- experiencias” entre el voluntario y el mayor. Esta
barrera parece difícilmente salvable cuando se produce, pero la realidad es que no
imposible, porque existen más casos de relaciones entre personas mayores y
voluntarios jóvenes en las que no se aprecian dificultades de este tipo; posiblemente
ésto es así debido al nivel de concienciación sobre el tipo de trabajo, la voluntad, el
carácter y la sensibilidad del voluntario, que trata de adaptarse para conseguir salvar
la relación, traspasar las dificultades, e ir más allá de la edad y la experiencia de
cada cual, manteniendo un excelente nivel de “compromiso”.
Pero cuando la barrera existe, se concreta fundamentalmente en matices que tienen
que ver con lo siguiente:
Dificultad para encontrar temas o ámbitos en la conversación, que resulten
de interés para los mayores, que no les resulten aburridos e incluso rechazables,
incluso en la manera de afrontar la charla.
La prisa que se muestre por “dar por terminada” la visita, y/o las dificultades para acudir con regularmente el día y horas prefijadas.
La existencia de este tipo de barreras, en ocasiones muy sutil, puede tener como
consecuencia que, por ejemplo, las personas mayores se auto limiten para sugerir
desarrollar otras posibles actividades, como por ejemplo el salir a la calle, pasear por
un parque cercano, etc. Es cierto que tras estas posibles barreras podría haber
personalidades más egocéntricas, egoístas en las personas mayores, pero parece
claro que debe ser el voluntario quien deba adaptarse a la persona mayor, siempre
frágil, y no al contrario. Otra cuestión es que el trabajo de “acomodación” de caracteres y personalidades de personas mayores – voluntarios, deba hacerse
155
desde la propia entidad, y sea una labor de primer orden porque está en juego
que el objetivo de “acompañar” se alcance.
“… Hombre pues no, porque es una niña que tiene 26 años y a pesar
de que es una monada... una monada, pero quiero decir que las
conversaciones con ella no derivan en lo que yo quiero...
… Que coincidiera conmigo, porque con P, como es una niña,
tampoco me apetece mucho ir a la calle, es una niña muy mona y muy
cariñosa conmigo pero yo me siento mejor con otra persona más de mi
edad…” EP Nº 1, Persona mayor, 73 años, Madrid
“… Yo, que quiere que le diga, este chico llegó con mucho cariño,
pero un chico de 24 años igual... yo es la segunda vez que salía con
un acompañante, y no sé yo con los estudios... tendrá que dejarlo por
los estudios o se casará, pero no sé... un chico de 24 años...” EP Nº 12, Persona Mayor, 78 años, Barcelona
III. 5. 9 El futuro La posición vital ante el futuro de las personas mayores entrevistadas, depende
fundamentalmente tanto del estado de salud física y psíquica, como de otros
factores tales como su capital social, esto es los recursos socioculturales, la red de
relaciones familiares y sociales, incluso las barreras del entorno en el que viven.
Desde este panorama, encontramos a quienes se posicionan de manera optimista,
tratando siempre de ver y valorar lo positivo que tiene simplemente vivir, o porque
mantienen motivaciones e incluso pequeños proyectos vitales (seguir leyendo,
seguir pintando, mantener contacto con su familia directa); son personas mayores
que emocionalmente se encuentran bien, y mantienen recursos emocionales,
culturales, relacionales… positivos. No obstante, y sin perder de vista que estamos
ante un colectivo de personas mayores solas y atendidas por Amigos de los
Mayores, siempre planea en la visión de su futuro la soledad, y la tiñe de cierto
pesimismo.
156
“… Pienso que estaré igual que ahora porque seguiré pintando y ahí
tengo un aliento...” EP Nº 13, Persona Mayor, 80 años, Barcelona
La realidad es que esta cierta mirada optimista sobre el futuro es minoritaria, y que los alicientes y apoyos emocionales, desde la propia personalidad y en el entorno, son escasos, y precisamente en este contexto emocional y sociocultural, derivado en este colectivo de la soledad no deseada, donde predomina estados de ánimos tendentes a la depresión, la carencia de autoestima, el sentimiento de invisibilidad, es donde tiene el protagonismo indiscutible y esencial el trabajo desarrollado por Amigos de los Mayores.
“… Pues hombre, mi mayor ilusión sería tener una mujer, una
compañera, para mí eso sería lo ideal. Porque encontrar he
encontrado muchas...” EP Nº 4, Persona Mayor, 76 años, Madrid
“.. Yo cada día me siento más solita, cada día me siento más solita,
esa es la pena que tengo, me veo cada día más sola, y digo “¿a dónde
voy a llegar solita?”. Porque un año lo noto mucho, y a veces estoy
aquí viendo la tele que no me hace ni gracia, y cojo, me visto, y me
voy aunque sea a dar una vueltecita, y me vuelvo para casa, triste,
porque no hablo con nadie. Me vengo para casa y cuando abro la
puerta ya me da una tristeza, porque parece que ya he entrado a la
cárcel, se me caen las paredes encima. Ya no tengo ganas de
hacerme de comer...” EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona
Desde este escenario, lo que desean de Amigos de los Mayores para el futuro es,
básicamente, no sólo el mantenimiento de la relación con la Fundación,
personificada en el voluntario y ampliada a las actividades, sino la intensificación de todo ello; las horas, y las actividades que realizan, “saben a poco”; son
demasiadas expectativas para algo que termina rápido, la visita del voluntario, u
ocurren con demasiada infrecuencia, las actividades. En los discursos, no obstante,
los mayores se guardan bien de cualquier crítica y demanda que no pueda encontrar
157
respuesta: del conocimiento de “su voluntario” deducen que, en muchas ocasiones,
las dos horas semanales que les dedican, las detraen de la dedicación a su familia o
a otras actividades, y desde esta realidad lo que manifiestan es su agradecimiento y
reconocimiento. Lo que no es contradictorio con un comprensible deseo de
intensificar los momentos de bienestar.
“… No sé, no sé, compañía, yo lo que necesito es compañía, porque
mi sobrina es buena pero no puede, y viene, pero yo veo que tiene
niños pequeños que van a la escuela y ella nada más trabaja, yo no le
puedo exigir... vienen, pero vienen el domingo por la tarde, con los
niños, y a veces no pueden venir...” EP Nº 13, Persona Mayor, 80 años, Barcelona
Una variante de la intensificación de la frecuencia de lo que ya reciben, tiene que ver
con la actividad de salir más frecuentemente a la calle acompañado, lugar que
simboliza un mundo relacional porque posibilita el tener, o mantener, el contacto con
la gente del barrio, de las tiendas, que constituyen un entramado de estímulos y
relaciones cotidianas buenas para quien vive solo.
“… A mi me gustaría por las tardes, pero no muy tarde, ir a dar una
vuelta y a lo mejor acercarme hasta el Corte Inglés o Alcampo, mirar lo
que hay por ahí y tomarme un poleo con menta...
VER GENTE.
… Ver gente….” EP Nº 1, Persona mayor, 73 años, Madrid
Otra importante sugerencia, es la creación de un lugar físico donde poder relacionarse con más frecuencia e intensidad con los otros mayores y
voluntarios de la Fundación. Hay personas que participan en actividades con otros
mayores y voluntarios, las meriendas, las fiestas, los fines de semana o las
vacaciones, en las que entablan nuevas relaciones, que se ven frustradas por la falta
de continuidad. En realidad este deseo está más cerca de que la sede de Amigos de
los Mayores se transforme en un centro de personas mayores atendidas por Amigos
de los Mayores, al que puedan asistir con más frecuencia, es decir al que los
158
voluntarios les puedan llevar con más frecuencia porque, no podemos olvidar, que
se trata de personas mayores solas, en ocasiones con problemas de fragilidad y de
cierta dependencia, con escasa o nula red sociofamiliar, con escasos recursos
socioeconómicos, incluso en algunos casos con barreras en el entorno que
dificultan, entre otras cosas, su independencia para moverse solas.
“… Que tuvieran un sitio para ir por las tardes, que tuvieran un centro
para ir por las tardes un ratito y hablar, pero no lo tienen...
NO LO TIENEN...
… No lo tienen, esto iría muy bien, un centro para poder hablar y
conocer y quedar... eso no lo tienen. Es lo único, porque en lo demás
se portan muy bien...” EP Nº 11, Persona Mayor, 84 años, Barcelona
159
III. 6 LA RESPUESTA DE LA FUNDACIÓN “AMIGOS DE LOS MAYORES”. LA VISIÓN Y EVALUACIÓN DE LOS VOLUNTARIOS DE AMIGOS DE LOS MAYORES III. 6. 1 Introducción. Los voluntarios de Amigos de los Mayores La acción voluntaria es la base de Amigos de los mayores. Los voluntarios son los
que hacen posible la consecución de los objetivos propuestos por esta organización.
Se trata de personas comprometidas y especialmente sensibilizadas con los
problemas de soledad que padecen las personas mayores. Esta sensibilidad y su
compromiso social hacen que destinen su tiempo y esfuerzos al acompañamiento de
personas mayores solas.
Durante el año 2007 colaboraron con Amigos de los Mayores 510 voluntarios, de los
cuales un 71% son mujeres. La gran mayoría tiene estudios universitarios y
actualmente está trabajando, tienen una media de edad de 50 años. La forma de
entrar en contacto con Amigos de los Mayores generalmente es a través de Internet
y por la experiencia de personas conocidas.
Amigos de los Mayores dedica una parte importante de sus esfuerzos en la calidad
de la gestión del voluntariado. Todas las personas que muestran su interés en ser
voluntarias participan inicialmente en una de las sesiones informativas que la entidad
realiza cada quince días; posteriormente mantienen una entrevista individualizada
con un técnico coordinador de los voluntarios. En esta entrevista se profundiza en
las motivaciones del voluntario y en diferentes aspectos relativos a la disponibilidad
o sus preferencias de actividades. Una vez que el voluntario es asignado a una
actividad, sigue manteniendo contacto periódico con el responsable de voluntariado
con el fin de realizar un seguimiento continuo.
Anualmente se elabora un Plan de formación para que los voluntarios de la entidad
puedan disfrutar de diferentes acciones formativas, ofreciendo un amplio abanico de
cursos y talleres que se adecuen a sus necesidades.
160
III. 6. 2 Perfil de los voluntarios8 que han participado en las entrevistas en profundidad
El perfil de los voluntarios de Amigos de los Mayores entrevistados para este estudio
es bastante homogéneo. La tipología es la de una persona de mediana edad, con
formación académica media-alta, con un trabajo cualificado, con pareja e hijos;
vemos, por tanto, que los voluntarios tienen en general un nivel cultural y
socioeconómico medio y alto, muchos de ellos poseen titulaciones superiores,
diplomaturas o formaciones específicas, y acorde con estas características, son
personas que en su mayoría están ocupando puestos de trabajo de responsabilidad
que requieren una cualificación y dedicación importantes. Esta descripción nos sirve
para entender el tipo de personas que se sienten atraídas por el trabajo como
voluntarios con personas mayores, y también sus capacidades, posibilidades y
limitaciones.
Si siguiéramos un razonamiento simple, tal vez tenderíamos a pensar que los
voluntarios son personas que se dedican al voluntariado porque les sobra tiempo,
porque en su vida cotidiana están liberados de tareas familiares, laborales, sociales.
Si embargo las experiencias reales de los voluntarios nos ofrecen mayoritariamente
un panorama bien distinto: el voluntariado es una actividad que es asumida por la persona no porque tenga el tiempo libre suficiente como para desarrollarlo, sino que se asume como un compromiso personal, como una tarea ética. Por
este motivo, aunque los voluntarios tienen unas cargas familiares, laborales y
sociales importantes, organizan y priorizan su tiempo con el fin de cumplir con el
compromiso que han adquirido. Unas horas a la semana objetivamente son unas
horas a la semana, medibles y estipulables, pero el valor subjetivo, íntimo y
personal, que tienen esas horas para los voluntarios y para los beneficiarios de ese
voluntariado es incalculable. Los voluntarios son enriquecedores del tiempo, son
8 A lo largo de este documento utilizaremos el término voluntarios para designar tanto a las mujeres como a los hombres que trabajan como tales en la Fundación Amigos de los Mayores en Madrid y en Barcelona.
161
personas que con su actividad llenan de contenido el tiempo, lo intensifican, lo
multiplican, lo extienden hasta hacerlo simbólicamente infinito.
No podemos saber a priori si es porque la experiencia del voluntariado con mayores
cambia la mirada y la reinterpretación del pasado de una manera diferente,
retrotrayendo el deseo de desarrollar un actividad de voluntariado muy hacia atrás
en el tiempo, o si es porque efectivamente el voluntariado con mayores es la
consecuencia manifiesta de una evolución personal de la persona, que encuentra
por fin la manera de expresar y dar cabida a sus motivaciones más íntimas; pero la
realidad es que además de otras experiencias previas como voluntarios, una de las vivencias que actúa como desencadenante del voluntariado con personas mayores, es la experiencia en la convivencia /o relación con familiares mayores con los que han convivido, acompañado, visitado o ayudado en algún momento de su vidas.
“... desde hace casi un año que estoy en este servicio de
voluntariado, no había desarrollado ninguna tarea de voluntariado
anterior, aunque siempre lo había deseado durante toda mi vida de
hecho, pero por A o por B, por una razón o por otra, porque la vida va
transcurriendo no había tomado la decisión, de hecho llegó un
momento en que necesitaba tomar esa decisión, me vino una
necesidad interior que la tenía que resolver...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona
“... yo soy voluntaria como, como yo digo, en mis genes, yo he sido
siempre voluntaria, lógicamente años atrás ni había la red de
voluntariado que hay hoy, pero voluntario se es cuando se tiene
ganas de ayudar a los demás, se ayuda al vecino, se ayuda al amigo,
se ayuda al que lo necesita, al que conoces, al que no conoces, y
eso lo he dicho siempre.” EP Nº 9, Voluntario, 59 años, Barcelona
“… Sí, incluso tengo tíos que yo visito, porque son más mayores y no
tienen hijos o no están casados o lo que sea, por lo menos una vez a
162
la semana hago también una visita...” EP Nº 7, Voluntario, 40 años, Madrid
“… Hace mucho tiempo había estado pero en el Hospital San Juan
de Dios, que es de niños, de niños que estaban solos en la clínica,
acompañándolos, o sea en infantil, pero a mí de toda la vida me
había gustado la gente mayor, siempre, los sé tratar y me gusta. He
tenido mucha gente mayor en mi familia, muchas tías mayores,
encantadoras todas y siempre hemos estado mucho por ellos, tengo
a mis padres que tienen 92 años...” EP Nº 10, Voluntario, 58 años, Barcelona
III.6.3 La relación con Amigos de los Mayores
En este apartado se describen las experiencias sobre el proceso de puesta en
contacto de los voluntarios con Amigos de los Mayores, así como las actividades
que desarrollan en ella y las causas que explican sus dificultades para participar en
determinadas actividades.
Conocimiento y contacto con la Fundación
El conocimiento de la existencia de Amigos de los Mayores se produce
principalmente a través de dos vías: La primera es por un anuncio visto bien en un
periódico o bien en un lugar público, y la segunda es a través de Internet,
directamente en la página de Amigos de los Mayores., o de manera indirecta a
través de otras páginas relacionadas con el mundo del voluntariado y el trabajo
social.
“… La conocí por un anuncio en la universidad, supongo que como la
carrera que yo estudié tiene, entre otros campos como puede ser
minusvalías o inmigración, pues uno de los colectivos que se toca
mucho es la gente mayor. Entonces mediante anuncios en la
universidad, que buscaban voluntarios para esa asociación, luego
163
también buscaban voluntarios para otros campos, pues bueno, los
conocí y entramos en contacto, y a partir de ahí ya empecé...” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona
“... creo que fue en la página esta hacesfalta.org, en un... no sé qué
vi, busqué un epígrafe de mayores, pinché, y la que me parecía un
poco más, a priori, interesante, me puse en contacto con ellos. X en
este caso me comentó un poco el tema, me convenció, yo le conté
cuáles eran mis limitaciones de tiempo también, pero que podía
contar conmigo en otros momentos y les pareció fenomenal, a mí
también, y ahí estamos...” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid
Lo cierto es que los voluntarios son los que, al tener esa necesidad manifiesta o
latente de ayudar y colaborar de alguna forma con otras personas, están
activamente atentos, buscando, algunos conscientemente, otros de manera
inconsciente, la posibilidad de encontrar la vía indicada para satisfacer esa inquietud
personal; son, por tanto, personas activas, abiertas a experiencias sociales y humanas enriquecedoras, con una mirada, un enfoque, particular sobre las cosas y sobre las personas, características que se irán describiendo y sobre las
que se profundizará a lo largo de este análisis.
“... no recuerdo exactamente... fue por un anuncio, entonces yo me
metí en Internet porque claro, al ver algo que yo hacía tiempo que
quería, que era trabajar con gente mayor y al ver Amics de la Gent
Gran, entonces me metí en Internet a ver lo que hacían, los llamé,
pedí una entrevista con ellos y a partir de ahí fui a dos o tres
sesiones, que nos dieron unas conferencias...” EP Nº 10, Voluntario, 58 años, Barcelona
“... como te digo, yo tenía esta necesidad planteada, busqué
diferentes alternativas, me puse a buscar básicamente por Internet
las cosas que había, y enseguida di con esta asociación, la página
web que tienen ellos es bastante... tiene algunas cosas mejorables,
pero es bastante buena, de una forma clara y apropiada del papel
164
que tiene el voluntariado, y la necesidad que tienen estas personas, a
partir de eso ya fue ir a informarme, pero la entrada o la selección fue
por búsqueda mía, por Internet lo encontré y ya fui allá...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona
Actividades en las que participa
Las actividades que desarrollan los voluntarios de Amigos de los Mayores., son el
acompañamiento domiciliario de una persona mayor durante unas horas a la
semana, la participación y/o prestación de ayuda logística en determinadas
actividades que se organizan en la Fundación, así como el acompañamiento de la
persona mayor en actividades personales fuera de casa (vista al médico, por
ejemplo).
“… Llevo casi un año con Amigos de los Mayores, no me acuerdo
cuando empecé, pero más o menos un año, en la primavera,
acompaño a una señora mayor una vez a la semana...” EP Nº 7, Voluntario, 40 años, Madrid
“... he ido a alguna salida a museos, con lo cual he ido a recoger...
normalmente siempre voy a recoger a una señora que es un sol,
entre otras cosas, voy a recogerla a su casa, la acompaño, es una
mujer que tiene dificultades de huesos, la cadera rota, las salidas a
museos y meriendas que se realizan en Amigos de los Mayores cada
15 días, también voy a recoger a una o dos señoras, las acerco...” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid
“… Yo voy a visitar una vez por semana a una persona mayor, o sea,
es domicilio, una vez por semana. Si aparte por ejemplo ella tiene
que ir al médico yo procuro acompañarla, pero lo que se repite es
una vez por semana...” EP Nº 10, Voluntario, 58 años, Barcelona
Las actividades y funcionamiento de Amigos de los Mayores, el cómo se plantean
los compromisos, los tiempos, obligaciones, deberes, etc., encajan muy bien con el
165
perfil de voluntarios que acuden a la Fundación, ya que les permite compaginar y
organizar la actividad de voluntariado de una manera eficaz y satisfactoria. Los
voluntarios en su mayoría trabajan, estudian, tienen familia y compromisos sociales
de diversa índole, y el hecho de que se les ofrezca y facilite el desarrollar el
voluntariado ajustándolo a sus propias posibilidades, es una característica que
destacan como muy positiva, y un aliciente para la participación. Probablemente el perfil de estos voluntarios difícilmente encajaría en actividades que generasen compromisos de más intensidad en cuanto a frecuencia y/o duración. Este realidad contrasta con las deseos de los mayores que precisamente quieren más intensidad y frecuencia.
“… Yo me apunté para acompañamiento, entonces voy una vez por
semana a ver a una persona con la que estoy muy ligada, como si
fuera familia, algo muy cercano a mí, creo que ya hacen tres años
que voy a visitarla, y luego ocasionalmente ayudo en otras
actividades, he colaborado un par de años en organizar la fiesta de
navidad por ejemplo, he acompañado a mi abuelita a excursiones y a
otras, cuando ha habido alguna fiesta, como la de San Isidro, que ella
estaba mala y no fue, pues me han dicho “ve a recoger a dos
señoras a tal sitio” y las he ido a recoger...” EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid
“… Entonces yo he asistido a las reuniones necesarias para poner en
marcha mi servicio de voluntariado, en cuanto a formación, y luego
me han asignado una persona mayor para dedicarle el servicio de
visita semanal y es lo que he ido haciendo durante este año que
llevo. Al margen de este servicio, poca cosa más he hecho, porque
de vez en cuando si que te piden si puedes ayudar en alguna comida
que organizan, o en algún otro tipo de acto, en acompañar a algún
otro anciano a un sitio, o hacer de coordinador, yo la verdad es que lo
tengo muy limitado a esta... y creo además que es bueno, que la
asociación ofrece la posibilidad de respetar tu necesidad, la que
tienes tú como voluntario, en cuanto a la disponibilidad...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona
166
Existe también un tipo de voluntarios, con muchos años de experiencia en Amigos
de los Mayores que desarrollan o han desarrollado otro tipo de actividades, además
de las mencionadas, como son la preparación, formación, acompañamiento,
seguimiento de los voluntarios más nuevos, con el fin de tutelarlos e introducirlos
adecuadamente en las tareas y actividades que tienen que desarrollar.
“… A ver, estuve un tiempo, relacionado con el acompañamiento a
domicilio, a través de la coordinadora, necesitaban un grupo como si
dijéramos de tutoría para los voluntarios que entran nuevos, para que
se vayan adaptando un poco a lo que es el acompañamiento a
domicilio, lo que hicieron fue seleccionar a voluntarios que llevaban
un tiempo en la entidad para hacer de tutores. Entonces durante un
tiempo un voluntario que se acababa de incorporar venía conmigo a
la visita, a una o dos visitas de las que hago semanalmente a la
persona que yo atiendo, y venían una o dos veces para ver un poco
cómo te desenvuelves y para que ellos también fueran conociendo
como funciona...” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona
Impedimentos para participar en actividades
Sin restarle importancia a la descripción del perfil de los voluntarios, uno de los factores que más influyen en que los voluntarios no participen en determinadas actividades que se desarrollan en Amigos de los Mayores es la falta de tiempo, como consecuencia de las obligaciones laborales, familiares y
sociales, y no su nivel de conciencia e implicación. Es habitual que aquellos que
tienen que cumplir un horario de trabajo y/o hijos a los que atender, no puedan
asistir a actividades programadas para llevarlas a cabo en horarios más allá de los
comprometidos, así como que no puedan participar en viajes o excursiones con una
duración media o larga.
“… Bueno, a mí me gustaría ir a una de estas vacaciones que hacen,
lo que pasa es que no he podido porque como cogen también días
167
hábiles y yo trabajo entonces no he podido ir (...) pero quisiera ir a
más visitas, por ejemplo a un paseo que dieron por el Retiro, pero era
por la mañana y entre semana y no pude, si estuviera jubilada podría
ir a más actividades para acompañar, pero con mi trabajo no
puedo...” EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid
“… Hacen viajes pero yo no los he hecho. Es que yo... a ver, es que
por el tiempo... yo con una vez por semana, a mí ya me basta, en
este momento ya me basta, porque tengo esto, porque ayudo a mi
hermano en alguna cosa, ya está, por ahora. Sé que hacen viajes,
porque ella se va afuera a un viaje y yo no he ido, y sé que hacen
tertulias y no voy, pero siempre me han dicho “si quieres ir a tal” o
“¿Puedes recoger a tal?”, “no, no puedo”, o sea que sé que hacen
más cosas que yo no participo...” EP Nº 10, Voluntario, 58 años, Barcelona
Los voluntarios son personas que conocen bien sus limitaciones y obligaciones
objetivas, y desde sus propias realidades vitales, están abiertos a considerar la posibilidad de buscar fórmulas que posibiliten un contacto más frecuente entre persona mayor/voluntario, o la participación más activa en algunas otras
actividades.
“… Sí me gustaría lo que es la asistencia en el domicilio... a ver, una
cosa es que me gustaría y otra que pudiera, yo incluso una de las
cosas que pregunté al principio era si había alguien por Retiro, yo
vivo cercano a Retiro y estoy en una condición que yo pedí que
entendieran...” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid
Tal y como observamos, las limitaciones de participación en algunas actividades
provienen de la falta de tiempo o posibilidades de los voluntarios derivadas de sus
obligaciones profesionales y/o familiares, sin embargo también hay limitaciones derivadas de la persona mayor a quien el voluntario acompaña, ya que, en algunas ocasiones, es la propia persona mayor la que no se anima o no desea
participar en una determinada actividad o, en los casos más graves, en ninguna
168
actividad que se realice fuera de su hogar; y son a estas circunstancias a las que
debe adaptarse el voluntario, a los deseos “de su persona mayor”, aunque desde
este respeto a los deseos manifestados por los mayores, también en alguna
ocasión, el voluntario trata de motivar la participación conjunta en actividades.
Respecto de esta cuestión, el papel que tiene Amigos de los Mayores en la motivación y la invitación a participar en las actividades, tanto a las personas mayores como a los voluntarios, es de una gran importancia para desarrollar al máximo las capacidades y posibilidades de cada uno de los colectivos que tutela,
voluntarios y personas mayores.
“… Sí, siempre nos mandan boletines, el problema es que mi mayor
no quiere ir a nada, ni salir de su barrio y de su entorno, así que a mí
me hubiera gustado ir a la cena de navidad o a lo que hicieron en
San Isidro, yo debo de estar desde abril porque me acuerdo que en
San Isidro le propuse ir pero no quiso...” EP Nº 7, Voluntario, 40 años, Madrid
“… Sí, y por falta quizás de que alguien me apriete, yo a lo mejor
para eso soy más vaga, a mí si alguien me dice “¿Te comprometes a
esto?”, pues seguramente diría que sí...” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona
III. 6. 4 Valoración del “servicio” que presta a Amigos de los Mayores Aspectos positivos de la relación con Amigos de los Mayores Cuando se trata de diferenciar, desde la visión de los voluntarios, los aspectos que
se consideran positivos respecto de su relación con Amigos de los Mayores y el
trabajo de voluntariado, existe la dificultad que se deriva de que, en última instancia,
estamos hablando de relaciones humanas, de percepciones muy personales, de
valoraciones subjetivas, etc. Por ello, aunque se diferencien sobre el papel y para
facilitar el análisis, muchos de estos aspectos se entremezclan, se trasladan de uno
169
a otro según la perspectiva desde donde se los observe, y adquieren más o menos
importancia dependiendo de aspectos subjetivos como son las características
personales y de carácter, de cada voluntario.
“… Es una química, es un feed back, en el intercambio. Cuando yo
estoy con las personas mayores me olvido que son de Amics de la
Gent Gran, son relaciones humanas que yo tengo...” EP Nº 9, Voluntario, 59 años, Barcelona
Partiendo de la anterior premisa, se pueden establecer cuatro aspectos que se
perciben como fundamentales para los voluntarios, en cuanto a ser objeto de la
valoración de su relación con Amigos de los Mayores, y lo que la Fundación les
ofrece, y que se organiza alrededor de la relación personal a tres bandas, con las personas mayores, con los voluntarios y con trabajadores de la Fundación, y de la sensación gratificante que produce desarrollar una labor de ayuda positiva a
otra persona; también sobre el hecho de entrar en contacto con el mundo de las
personas mayores; y por último, sobre la posibilidad de satisfacer una necesidad
vital del voluntario:
Para algunos voluntarios, uno de los aspectos más positivos y gratificantes que
les ofrece la relación con Amigos de los Mayores, es el construir una red de relaciones humanas; se podría describir como la satisfacción de una necesidad
social con personas consideradas importantes en el sentido humano, ya sea por
su propia experiencia pasada y presente (personas mayores), ya sea por la
calidad humana que se desprende de su trabajo (voluntarios y/o trabajadores).
“… Sí, de hecho a mí el mundo de la gente mayor siempre me ha
gustado, me he decantado siempre por ahí, de hecho al final de la
carrera tenía ya bastante claro que me quería dedicar a esto. Y
supongo que de ahí viene el voluntariado relacionado con esto, y
bueno, también de que me ha tocado vivir con una persona de edad
bastante avanzada…” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona
170
“… Pues mira, para mí la mayor satisfacción son los propios
mayores. Yo, aunque conozco a muchos, es verdad que tengo
relación con otros voluntarios, porque algunos pueden ser amigos de
M, familiares, etc. Para mí otra cosa súper importante es la
involucración de M, ahora ya no porque es un número mucho mayor
de mayores, pero en las acciones de voluntariado que yo he ido
todos la conocen, todos la quieren conocer, todos han hablado con
ella alguna vez por teléfono y quizás el resto de los voluntarios no
tengan esa implicación, ese sentimiento que tiene M con la
Fundación Amigos de los Mayores, es un poco parte suya...” EP Nº 6, Voluntario, 33 años, Madrid
Otro de los aspectos positivos percibidos por los voluntarios es el hecho de desarrollar una actividad que es considerada positiva y alentadora para otra persona que lo necesita. Los voluntarios que valoran este aspecto en su
relación con Amigos de los Mayores, en realidad satisfacen una necesidad
personal, aunque altruista, de hacer “el bien” y ser reconocidos en esta tarea.
“… Yo creo que todo voluntario... yo en el altruismo tal cual tampoco
creo en general, creo que todo el mundo lo hace porque se siente
bien haciéndolo, hasta Teresa de Calcuta creo que se sentía bien
haciendo lo que hacía, hasta el más santo en el fondo se siente bien
haciéndolo, y qué más da, si uno se siente bien haciendo bien a otras
personas, dentro de lo que se pueda...” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid
“…Para mí lo más positivo ha sido tener la sensación de que estás
haciendo el bien a una persona, a X, que le estoy ayudando a ser un
poco más feliz, a llevar mejor sus penas, a sentir que tiene una
persona que le comprende, con la que puede hablar y que considera
como su hija, como su consejera. Lo que más me satisface es saber
que la estoy ayudando bastante, porque creo que la ayudo bastante.
Y después, ocasionalmente, organizar estas comidas de navidad y
excursiones y hablar con los otros mayores, porque cuando voy a las
fiestas hablo con otros mayores, a los que ya conozco les saludo, les
171
pregunto, se ponen contentos, eso me produce mucha satisfacción...”
EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid
Desde una perspectiva más compleja y profunda del primer aspecto
mencionado, los voluntarios valoran y sienten como muy gratificante las posibilidades que les abre la entrada en contacto con el mundo de las personas mayores, porque lo observan como un mundo lleno de experiencias,
de sabiduría, de saber hacer, de valores y maneras de ver y vivir la vida. Quienes
conciben este aspecto como fundamental, lo hacen desde su capacidad personal
de mirar, y la voluntad de aprender, de las personas mayores, desde la
consideración de los mayores como personas con un acervo vital rico y complejo,
del que ni personal ni socialmente se puede prescindir.
“... posiblemente tengan la mente mucho más despierta que la gente
más joven, es gente con una mentalidad muy juvenil, y que están
encerrados en su propio cuerpo que es un cuerpo ya viejo... a lo
mejor tienen gustos de la gente de 25 años, de querer salir por ahí,
pero el cuerpo te acostumbra, sino sería un infierno, pero son
personas, con sus insuficiencias, sus dolores, sus historias, no son
más raros, porque a veces la gente los ve medio raros, en absoluto...
los habrá, como hay raros de 20 años…” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid
“... el mundo de las personas mayores es un mundo muy interesante
porque es un mundo donde entras en contacto con una sabiduría,
que yo creo que a cualquier persona que tenga un mínimo de
sensibilidad le llama la atención, y también es un mundo de una
afectividad... hay veces que haces un servicio de voluntariado, que
puede ser muy útil, pero a nivel afectivo no te proporciona resultados,
porque a lo mejor estás haciendo una labor mecánica o material, en
cambio el mundo de la tercera edad es un mundo de personas que
necesitan cariño, y además cuando les das 10 te devuelven 100, eso
es muy grato...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona
172
“… Me enriquece la capacidad que tienen de, estando tan
descapitalizados en el sentido físico, económico, familiar, el anciano
sufre una descapitalización de amigos, que se le mueren, de familia
que se va mermando, económicamente... y no estoy hablando de que
pasen necesidades, pero lógicamente el anciano va perdiendo
posibilidades, porque llega un momento en que te tienen que hacer
las cosas... y para mí ese empobrecimiento, descapitalización, ellos
lo saben manejar, como lo saben gestionar, para mí eso es una
lección que me da unas posibilidades enormes. Cuando veo al
anciano que ha tenido la capacidad de preparar el futuro, de
gestionar el envejecimiento personal para cuando esté solo...” EP Nº 9, Voluntario, 59 años, Barcelona
Por último hay que destacar un aspecto, que tienen su origen en el anteriormente
expuesto, y supone una evolución personal desde ahí; se trata de desarrollar la
posibilidad de satisfacer una necesidad vital de “orientarse hacia otros” como una forma de crecimiento personal. Partiendo de una actitud de
reconocimiento y admiración hacia las personas mayores, como fuente de
conocimiento pragmático y sabiduría vital, el sumergirse en su mundo brinda una
serie de satisfacciones, no sólo positivas, sino que para algunos voluntarios, la
inmersión en este mundo, entra a formar parte de su vida de tal manera que a
medio plazo se cuenta con ello, y se ubica en el mismo plano vital como la vida
profesional y la familiar.
“... a día de hoy es una necesidad de vida, yo ahora si, por ejemplo,
por lo que fuera, esta señora ya no me necesitara, pues yo tendría
que buscar otra persona, porque yo me doy cuenta que hay un
momento en el que tú tienes que definir qué sentido tiene tu vida,
entonces cuando tú vas descubriendo algo que le va dando sentido a
tu vida pues ya lo necesitas, ya no puedes eludirlo, lo tienes que
buscar. Porque de otra manera tú sabes que está ahí, está adentro, y
no puedes vivir sin atenderlo, entonces lo que yo antes tenía adentro,
ahora ya lo tengo fuera, ahora ya lo he puesto en marcha. Yo creo
que lo del voluntariado, una vez que empieza, ya no acabas nunca,
173
es una cosa que tú descubres que allí está el secreto de la vida, en
ayudar a los demás, y no puedes pararlo...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona
Motivaciones El mundo motivacional, desde el análisis de lo que surge en una persona que le
conduce a dedicar altruistamente su tiempo a otras, a personas mayores solas en
concreto, es complejo en la medida en que esclarecer y diferenciar motivaciones en
las que la subjetividad tiene un peso específico importantísimo, resulta complicado.
No obstante, los discursos de los voluntarios de Amigos de los Mayores nos
permiten acercarnos a las motivaciones, y observar que en la mayoría de los casos
basculan o bien hacia motivaciones en las que el peso importante está en el ámbito
socio-subjetivo, o bien hacia lo socio-objetivo. La motivación predominantemente de tipo socio - objetiva tiene su raíz en una toma de conciencia / sentimiento social, que se encauza mediante el trabajo social con un colectivo con tendencia a la marginación social: personas mayores solas con estatus socioeconómico débil. La motivación predominantemente socio – subjetiva, encuentra sus raíces en una tendencia muy personal a la ayuda a “otra” persona concreta para contribuir a mejorar su estado emocional; la primera tiene una mayor dimensión de conciencia social, la segunda tiene una dimensión más personal. Ambas motivaciones pueden ser analizadas
separadamente, pero la realidad es que se entremezclan hasta llegar a difuminar las
diferencias y hacerlas imperceptibles: quien se inicia en este voluntariado con
personas motivado por una fuerte conciencia social, mantiene una tan estrecha
relación con la persona mayor a la que acompaña que adquiere un compromiso
“personal y subjetivo” con ella, quien lo hace desde una postura muy personal, llega
a adquirir una fuerte conciencia social.
A algunos voluntarios lo que les motiva, y por lo que se sienten bien y
satisfechos, es el aspecto más emotivo, sentimental, que surge de la relación entre persona mayor – voluntario, y que se manifiesta en los momentos de felicidad o bienestar que consigue que la persona mayor viva a través de su
174
presencia; el enfoque está centrado en la persona mayor como individuo único e
irrepetible, y en cómo experimenta sensaciones de bienestar.
“… A ver, yo sólo llegar el sábado por la mañana y cuando me abre
la puerta, la sonrisa que me pone, eso para mí es lo más gratificante.
Porque aparte de lo que puedas dedicar de tiempo y demás, es lo
que comentábamos, cuando llevas tanto tiempo es una relación muy
estrecha, entonces tú también cada semana ya la llamas el día
anterior, le preguntas cómo se encuentra, “mañana vendré, no se
preocupe”, y estás bastante encima...” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona
“… Lo gratificante que es hablar con ellos, que te cuentan unas
historias, y además a mí se me parte el alma, cuando pienso que a lo
mejor dentro de unos años el que me esté contando eso puede ser
mi padre... es que es increíble...” EP Nº 6, Voluntario, 33 años, Madrid
Otros voluntarios, consideran como motivo prioritario el hecho de estar ayudando y contribuyendo a mejorar la calidad de vida de un sector de la sociedad que consideran marginado, olvidado y muchas veces abandonado. La diferencia con la motivación anterior es que esta no deriva del
estado singular de una persona mayor, sino que lo hace del sentimiento de influir
y mejorar estado de un colectivo social frágil que es el de los mayores que viven
situaciones de soledad.
“… Pienso que es un colectivo que está bastante marginado,
marginado entre comillas, en el sentido que al niño pequeño todo el
mundo lo adora, pero cuando una persona se hace mayor es como
que queda apartada. Entonces yo creo que es una franja de vida que
está muy apartada de la sociedad, que se siente muy sola y que
queda aparte de la sociedad y que hay muchas cosas que esas
personas necesitan y que no se valoran. Supongo que me tira más
por ahí….” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona
175
“… A mí el mundo de los mayores me gusta, principalmente, me
parece... por lo que te he contado antes, porque son los más
necesitados, los más inválidos, en sentido físico y en sentido
espiritual, es gente que ya sabe que su vida está en los últimos
telediarios y que mucha gente está en una situación que... no lo sé,
no me gustaría encontrarme en esa situación yo cuando sea
mayor...” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid
“… Sí, motivada por el hecho de ayudar a alguien, porque creo que
todos deberíamos ayudar a alguien, creo que si todo el mundo
ayudara de alguna forma el mundo sería mucho mejor, eso es lo que
me motiva, porque si pasa un día tras otro y no ayudas a nadie...
para mí la vida tiene mucho más sentido si ayudas a alguien...” EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid
“... quiero decir que a mí lo que más me motiva es que nadie en el
mundo debería estar solo, no por estar solo, pero sí que tengamos
todo cubierto, que tengamos lo mínimo para poder estar bien, y estoy
segura que todavía debe haber mucha más gente que está sola, y
más sola... pero a mí lo que más me gusta es que las personas
sienten que no están solas en la vida, que en un momento
determinado, cuando necesitan algo, tienen una persona que les
puede solucionar, les escucha...” EP Nº 10, Voluntario, 58 años, Barcelona
Esta empatía social que demuestran los voluntarios no hace más que confirmar que
ambas dimensiones, la social y la personal, constituyen en realidad dos caras de
una misma moneda. En algunos voluntarios la motivación de ver a su persona mayor
contenta y con una actitud positiva ante la vida les hace comprender y valorar su
actividad desde un enfoque más social y abstracto, como voluntario que trabaja por
la mejora de la calidad de vida de un colectivo. Asimismo, aquel que comprende esto
último lo hace sabiendo que este esfuerzo se debe concretar, porque no puede ser
de otro modo, en la acción específica sobre una persona. Por ello es frecuente que
176
estos caminos desde lo abstracto y social hasta lo concreto e individual y vice-versa
se expresen en los discursos de la mayoría de los voluntarios, se entremezclen y
pierdan por momentos su diferencia específica.
“… A ver, por un lado que ellos no tengan tanto sentimiento de
soledad, supongo que es lo que me marcaría bastante el
acompañarles, en esa franja de vida que queda ya a lo último y que
se sienten muy solos. Entonces creo que el acompañamiento de una
persona joven enriquece mucho, tanto por un lado como por el otro,
por lo que te aporta la persona mayor y por lo que tú le puedes
aportar también a ella, porque son mundos bastante diferentes y es
muy enriquecedor en ese sentido...” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona
“... yo creo que hay muy poca sensibilidad con respecto a los
mayores, quizás la mayoría de la gente, de los hijos no se dan cuenta
de la necesidad de ayuda, de acompañamiento y de comprensión
que tienen los mayores. Yo era bastante sensible porque lo veo en
mis padres, y cómo son mis hermanos con ellos, a lo mejor algunos
hermanos son de una forma y otros de otra, entonces me encontraba
bastante sensible con respecto a este tema, me parecía especial, me
pongo en su lugar y siento sus problemas.” EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid
“… Hombre, yo lo hago porque creo que todo el mundo tiene que
hacer algo, o que yo tengo que hacer algo por los demás. Entonces
es verdad que yo con toda mi familia tengo como para ocuparme, y a
veces me siento un poco culpable de que estoy con una extraña y
dejo de lado a gente de mi familia que lo necesita pero también mi
familia está muy arropada, somos muchísimos, vivimos todos cerca,
es más bien por la necesidad de hacer algo. Y es verdad que he ido
descubriendo con el tiempo que a mí me da mucha satisfacción...”
EP Nº 7, Voluntario, 40 años, Madrid
177
III. 6. 5 Expectativas Partiendo desde la certeza de que las expectativas que los voluntarios de Amigos de
los Mayores tenían cuando entraron a formar parte de las actividades han sido
superadas con creces, tanto si se trata de lo que se esperaba recibir de la relación
con la persona mayor asignada, o a nivel global con la Fundación, a nivel personal y
con otros voluntarios, los voluntarios expresan una gran satisfacción, e incluso asombro, al experimentar no sólo “que reciben más de lo que dan”, sino que lo recibido es algo que no esperaban.
Desde esta consideración global, el trabajo de acompañamiento a personas
mayores solas es percibido por los voluntarios como una actividad en la que
“invierten”, hablando en términos económicos, una cantidad X de esfuerzo y
dedicación que les reporta unos “beneficios” personales muy superiores que, según
sus cálculos, superan en mucho lo esperado. Esto se debe a que si la motivación primera, abstracta y general, es el querer ayudar a personas que viven en situaciones difíciles, lo que se encuentran después son relaciones humanas, afectivas y sentimentales, que les devuelven emociones de índole afectivo, sensaciones de bienestar y satisfacción.
“… Es que la verdad yo no esperaba nada, yo sólo quería ayudar,
entonces una vez metida yo creo que me ha dado mucho más de lo
que esperaba recibir, porque yo no esperaba recibir nada, solamente
que estoy ayudando tanto a X, lo agradecidos que son cuando se les
ayudar, pues en el sentido de la satisfacción que me produce saber
organizan fiestas o excursiones, lo que lo agradecen a los
voluntarios, eso me produce mucha satisfacción, entonces he
recibido mucho más de lo que yo esperaba...” EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid
“... quizás lo más importante de eso es el tema afectivo, tú generas
una relación con una persona y te das cuenta que te hace crecer,
entonces inicialmente sería eso, que el motivo viene de dentro, tú
178
necesitas hacerlo, pero luego te revierte de una forma que quizás lo
esperabas, pero que siempre desborda lo que esperabas.” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona
Probablemente, en esta sensación de recibir mucho más de lo que se esperaba,
puede influir el que a priori el voluntario infravalore lo que puede recibir de un trabajo
con un colectivo de personas mayores9, que además son frágiles. Desde este juego
de valoraciones iniciales, surge esta percepción de que las expectativas se superan
muy ampliamente.
Un matiz también importante en el ámbito de lo que reciben, esperan recibir los
voluntarios de Amigos de los Mayores, está vinculado a la propia metodología de la organización del trabajo y actividades, muy bien valorada porque consigue un
buen nivel de profesionalidad junto con otros componentes, muy importantes en este
tipo organizaciones, como es el alto grado de humanidad; se trabaja para seres
humanos frágiles y con seres humanos, los voluntarios, que ponen su tiempo y su
esfuerzo altruistamente, al servicio de la Fundación y de las personas mayores.
“…Totalmente, porque además organizan de todo, te dan la
posibilidad de, si la persona no ha podido o no puedes cualquier
cosa, pues llaman y te suplirían, es decir que por supuesto, lo que
pasa es que cuando yo me responsabilizo de algo ya no es aquello
de “oye, que no puedo”, ya me responsabilizo...” EP Nº 10, Voluntario, 58 años, Barcelona
“… Bueno, yo te diría, en cuanto a expectativa que yo tenía respecto
de la asociación, se han visto ampliamente cubiertas. La valoración
que hago yo del funcionamiento de esta asociación es muy buena, yo
creo que tienen una combinación entre profesionalidad y humanidad
es muy buena, lo tienen muy bien atado, saben tanto pensar en que
hay que resolver de forma profesional los problemas que tiene una
persona anciana como entender que hay detalles, momentos, en los
9 Ver el capítulo III. 4 “Las actitudes y percepciones de la población con una predisposición positiva al voluntariado, hacia las personas mayores”
179
que una frase, un comentario, una llamada, son importantes...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona
III. 6. 6 Sugerencias para mejorar la organización
Desde un tono siempre de plena satisfacción y reconocimiento, y porque lo cierto es
que desde los objetivos de la investigación se trata de buscar el mejorar en lo
posible el funcionamiento de Amigos de los Mayores, se ha tratado de extraer
sugerencias siempre encaminadas a mejorar algo que goza de muy buen estado de
salud. Estas consideraciones se refieren, por un lado a temas de funcionamiento
interno (seguimiento actividad del voluntariado, captación de voluntarios,
evaluaciones, etc.) y por otro lado a cuestiones relacionadas más directamente con
el “servicio” que presta Amigos de los Mayores (actividades, perfil de las personas
mayores beneficiarias, etc.).
Una de las preocupaciones que tienen los voluntarios respecto de la dinámica de
funcionamiento es la cuestión del seguimiento y control de la evolución, problemas, incidencias, etc., que pueden surgir en la relación persona mayor/voluntario. Se sugiere que uno de los aspectos mejorables del “servicio”
podría ser la creación de un “protocolo de seguimiento continuado” en el
tiempo, que involucrara tanto a personas mayores como a voluntarios, de manera
que cada uno, persona mayor y voluntario, pudiera ir informando a la
organización de Amigos de los Mayores, tanto de la buena marcha de la relación
como de posibles incidencias.
“... a mí no me han llamado en todo el tiempo para ver qué tal, me
tuvieron que mandar algo entonces me preguntaron qué tal con esta
mujer, pero nada más, y a ella yo creo que no la han llamado nunca,
eso es lo que yo no entiendo, porque a estas alturas podríamos ya no
vernos, y esta mujer está sola ¿A quién se lo iba a contar? Ella no va
a llamar a Amigos de los Mayores para decir “es que me ha dejado la
voluntaria...” EP Nº 7, Voluntario, 40 años, Madrid
180
“… Sí, el otro tema importante es el seguimiento. Yo lo que ahí he
visto es que hay poco seguimiento, me da la impresión a mí que
están un poco desbordados, yo soy una persona mas bien prudente y
opté por no dar la lata, no le dije al responsable... porque yo si tengo
un problema ya le informaré, pero si no tengo ningún problema...
pero me extrañó porque pasaron bastantes meses y yo no decía
nada porque controlaba la situación, pero lo lógico es que él me
hubiera dicho algo...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona
Como complemento de este seguimiento del desarrollo de la relación persona
mayor/voluntario, también se sugiere la necesidad de establecer reuniones periódicas de evaluación y valoración con los voluntarios, en las que se trabajen cuestiones relacionadas con la evolución de las necesidades de la persona mayor a la que atienden, las respuesta que el voluntario está en condiciones de dar en un momento dado, ofrecer sugerencias, por parte de la organización, etc.; se trata no sólo de mejorar, sino también de respaldar y de
apoyar en lo posible la respuesta del voluntario, y por tanto de Amigos de los
Mayores, a los cambios vitales de las personas mayores, etc. Tanto el
seguimiento como las evaluaciones se conciben como instancias que pueden
contribuir no sólo a mejorar la relación persona mayor/voluntario, sino que
también pueden maximizar los esfuerzos desplegados por la organización.
“... luego hay otro tema que es más importante, que son reuniones de
valoración porque ¿qué ocurre? Dos cosas, una, que cuando vas
haciendo reuniones tienes cierta información que te va entrando
sobre la persona, pero esa información va modificándose con el
tiempo, porque tú vas comprendiendo, porque esa persona se va
abriendo a ti, entonces vas descubriendo cosas, ese es un primer
tema. Y un segundo tema, que también ocurre mucho con las
personas mayores, es que las circunstancias además cambian, no es
sólo que tú descubres cosas sino que a esa persona le pasa algo.”
EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona
181
Otra de los aspectos susceptibles de mejora hace referencia al proceso de captación de los voluntarios, y los primeros momentos en los que la Fundación y el voluntario entran en contacto. Se señala la gran importancia
de brindarle a la persona que acude en un primer momento a Amigos de los
Mayores, y ha dado el paso de entablar contacto, una atención lo más
personalizada posible, ya que de ello dependerá no sólo el que dé el paso
definitivo de trabajar en la organización, sino de la calidad del trabajo que pueda
desarrollar. Se trata de escuchar al futuro voluntario, comprender sus
necesidades, sus deseos, sus miedos y posibilidades, con el propósito de guiarlo
y acompañarlo en el proceso de tomar la decisión de adquirir un compromiso con
una persona mayor. La filosofía de que el voluntario es no sólo la cabeza visible de Amigos de los Mayores, sino la base sobre la cual se organiza toda actividad y trabajo de Amigos de los Mayores, es la que debe tenerse siempre presente a la hora de entender a Amigos de los Mayores. Desde
esta filosofía es desde la que debe organizarse el apoyo y el reconocimiento a los
voluntarios desde el primer instante en el que se “acercan” a la Federación, y
otorgarles el reconocimiento, escuchar sus sugerencias, sus opiniones, y
cualquier propuesta de mejora, debería estar siempre presente en la forma de
trabajar de Amigos de los Mayores. Hay algo bien cierto y es que “sin voluntarios”
difícilmente podría Amigos de los Mayores desarrollar los objetivos que son la
esencia misma de su existencia.
”... yo creo que el protagonista de toda esta historia es el voluntario,
no es la persona mayor, y te voy a explicar por qué. Personas
mayores que tengan el problema de la soledad, las hay a punta pala,
desgraciadamente hay muchas, muchas y cada vez va a haber más
(...) no tenemos que ir a buscar más personas mayores, están ahí, al
que tenemos que ir a buscar es al voluntario. Yo creo que la
asociación tiene que dejar de pensar tanto en la persona mayor, fíjate
lo que te digo, que es muy gordo, y pensar más en el voluntario, el
voluntario es la llave del problema. Yo te voy a decir lo que yo como
voluntario vi... yo creo que hay que cambiar el enfoque totalmente, de
182
la persona mayor al voluntario, si hay que premiar, ensalzar, buscar,
sonreír, llamar y lo que quieras al voluntario...
...
… Entonces lo primero que hay que hacer, es que a la persona que
se presenta ahí con esa inquietud, hay que darle una atención hay
que darle una atención totalmente desproporcionada, hay que
cogerlo, levantarlo, y darle una atención personalizada totalmente. A
esa persona que llega ahí lo tienes que recoger con una cuchara y
ponerlo en el trono, y decir “vamos a escucharte, y ver qué te pasa,
qué ocurre, qué quieres”, hay que ver qué busca esa persona “¿Qué
quieres? ¿Por qué estas aquí?”, no hay que darle tanto la charla,
insisto en que todo lo digo desde el punto de vista constructivo...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona
Un aspecto mejorable relacionado con la actividad misma del voluntariado como
tal, y que se señala con cierta preocupación o inquietud por algunos voluntarios,
es la cuestión del perfil de las personas mayores a las que se atiende; la
percepción de que hay ciertos perfiles de mayores que no se adecuan a los
objetivos de la Fundación, la constatación de esta “desviación” de objetivos, dado
que los recursos son escasos, fundamentalmente los humanos –voluntarios-,
genera una cierta desconfianza en el método de contactación, y sobre todo de la
selección, de las personas mayores solas que realmente necesitan ser atendidas
por Amigos de los Mayores. La sensación que algunos voluntarios han
manifestado es la de que se podría estar dejando sin posibilidades de recibir esta
ayuda a personas mayores muy frágiles, gente que está viviendo una situación
absoluta de soledad, en favor de otras personas mayores que no están en una
situación tan crítica.
“... yo te comento un ejemplo, se hizo una fiesta en navidad, la cual
estuvo muy bien, con gente, en un hotel, magníficamente organizado,
perfecto, yo percibí, a mi entender, yo lo que entiendo que es la
asociación Amigos de los Mayores, que está destinada a gente
realmente necesitada... me pareció que había mucha gente que iba
de merendolas, que realmente no llegaba a necesitar a una
183
asociación como Amigos de los Mayores...” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid
“... gente que vive con su hija, con el yerno y tal, que va bien
sacarlos, por el hijo que tiene a la madre todo el día de carga, pero
también la gente que más me preocupa es la que está realmente sola
horas y horas, días y días, años y años. Y lo que me preocupa es si
estas personas llegan realmente a esos, porque a veces veo que
gente que va y pienso “ostras, estos se valen por si mismos”, yo no
conozco más casos pero me gustaría saber si eso es... si los que
tienen más soledad y tal están cubiertos me parece perfecto, pero si
no están cubiertos... ¿Me entiendes lo que te quiero decir?” EP Nº 10, Voluntario, 58 años, Barcelona
En relación con las actividades que desarrolla Amigos de los Mayores, cabría
deducir de los discursos de los voluntarios que consideran dos aspectos
mejorables. En primer lugar se hace referencia a la posibilidad de desarrollar un mayor esfuerzo de participación de personas mayores en las actividades que se organizan de forma extraordinaria, es decir, se trata de aprovechar al
máximo estas ocasiones centrando los esfuerzos en lograr el mayor número de
personas mayores. Y en segundo lugar se menciona la posibilidad de incrementar la frecuencia y la periodicidad de las actividades, ya que se
considera que este tipo de actividades no sólo se disfrutan en el momento
puntual de su realización, sino que la persona mayor las vive y prepara desde
días atrás, motivándola, ilusionándola y activándola. Recordemos el capítulo
anterior10 para observar que estas sugerencias son coincidentes con las de las
personas mayores, por lo que deben ser tenidas muy en consideración a la hora
de evaluar el funcionamiento de Amigos de los Mayores.
“... yo creo que se podría aprovechar mucho más, igual que en las
meriendas, yo creo que debería haber más espacio para gente mayor
10 Ver capítulo III. 5 La respuesta de la Fundación Amigos de los Mayores. La visión y evaluación de las personas mayores”, punto III. 5. 6 Deseos y sugerencias
184
y menos para voluntarios, porque si cada persona traemos a una
persona, al final hay 4 personas mayores y 4 voluntarios...
(...)
… Sí, que se hagan con mayor frecuencia, cada 15 días, porque si se
hacen una vez al mes, la persona tarda un mes en volver a ir a una
merienda, hacerlo de una manera más continua…
(…) … Todas las personas, y sobre todo las que más solas se sienten,
pero yo creo que todas en general, vivimos un poco en el futuro,
previendo cosas, y eso te hace mover también porque te motiva, te
mueve a la acción “mañana voy a hacer esto”. Pues eso por qué no
hacerlo de una manera que sea más... saber que todos los miércoles
o todos los martes una persona tiene una actividad, tienes la vida
estructurada, no es que me levanto y “¿Qué hago?”, me levanto,
pongo la tele y estoy aburrida, lo que dicen ellas es “estoy aburrida...”
EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid
Un apunte más sobre sugerencias emitidas por los voluntarios, es que en el
futuro se contemple la posibilidad de hacer un mayor esfuerzo por diversificar el tipo de actividades (carácter, duración, contexto, etc.) que se organizan, de
modo que, además de “diversificar motivaciones” para atender a una
multiplicidad de personas mayores con gustos y tendencias diversas, se amplíe
las posibilidades de participación de los voluntarios, que probablemente contarían
de este modo con una gama mayor de posibilidades, y por ello mejor capacidad
de adaptarse (en gustos, horarios, obligaciones profesionales y familiares) para
participar activamente.
“… Yo creo que se pueden hacer más reuniones, no simplemente
meriendas, con un carácter... quizás echarle un poco más de
imaginación, pero tampoco soy yo quien para decirlo. Reuniones a lo
mejor monográficas, por ejemplo “va a venir uno a tocar la guitarra”,
“hoy va a venir uno a hacernos un truco de magia”, “hoy vamos a
hablar todos de cuando éramos pequeños”, no sé, algo como para
185
hacerlo más participativo, un poco más activo...” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid
“... pero a lo mejor lo que les falta es buscar otras alternativas de
voluntariado, que yo entiendo las necesidades de acompañamiento
pero entiendo también que hay que adaptarse al perfil de voluntario
que tienes y buscar otras vías que te puedan ampliar esas bases de
voluntarios…” EP Nº 6, Voluntario, 33 años, Madrid
III. 6. 7 Relación con otros voluntarios y trabajadores de Amigos de los Mayores Fuera de las actividades con personas mayores en las que los voluntarios participan,
no parece que estos últimos desarrollen otros contactos entre ellos, porque en el día
a día de Amigos de los Mayores no se dan oportunidades de establecer algún nivel
de comunicación, intercambio de experiencias.
“… Bueno, experiencias no, es “hola, qué tal”, pero experiencias del
caso concreto, si a alguna se le ha muerto la persona es “ah, que se
a muerto...” pero poquito, en general, pero tampoco son reuniones
para hablar mucho de tú a tú, es muy general, cuando nos vemos,
pero la gente está muy contenta y los usuarios también...” EP Nº 10, Voluntario, 58 años, Barcelona
“… Es puntual, es muy puntual, pero yo creo que tiene que ver
mucho con eso, con el tipo de actividad que yo hago, quedas más
aparte con esa persona y no tanto con voluntarios...” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona
Y, sin embargo, la comunicación entre voluntarios parece necesaria y enriquecedora: compartir experiencias resulta una vía tanto de desahogo, de
empatía, como de intercambio de conocimiento, sensaciones, percepciones de
posibles problemas presentes o de futuro, posibles soluciones que otros han
186
aplicado ante situaciones similares, etc. Conseguir momentos de encuentro entre
voluntarios, con el sólo objetivo de comunicarse y compartir, puede ser un paso
importante para enriquecer la cotidianeidad su trabajo.
“… Sí, yo creo que es bueno intercambiar experiencias, es bonito,
más que nada por la satisfacción personal de relacionarse y de
comunicarse...” EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid
“... es un punto importante, poner en contacto a los voluntarios,
porque yo una sorpresa que me llevé, porque al principio sí tuve más
contacto con voluntarios, en el momento de presentación y tal, y te
llevas la sorpresa que el voluntariado es muy diverso, hay muchos
motivos para hacerse voluntario y es bonito conocerlos, eso
enriquece, yo creo que poner en contacto a los voluntarios es muy
buena idea, organizar actividades en las que estén los voluntarios al
margen de las personas mayores, que vayan allá y cenen o hablen o
lo que sea...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona
III. 6. 8 ¿Se cumplen los objetivos? Si se observa la forma y el fondo de los discursos de los voluntarios, si se atiende lo
que dicen y lo que no dicen, cómo lo dicen, cuándo lo dicen y por qué lo dicen, se
puede deducir que entienden que el objetivo fundamental de la Fundación, la atención-compañía a las personas mayores solas, se cumple en un nivel mucho más que satisfactorio: los voluntarios mitigan la soledad de las personas mayores, se les escucha, se les ayuda a revalorizar sus vidas; pero también se trasluce de los discursos que, en última instancia, es una ayuda muy limitada en el tiempo, insuficiente en cierto modo, incompleta...
“… Se cumple en parte porque yo voy una vez por semana, y hay
algunas semanas que no puedo, el resto del tiempo... se cumple en
parte, no del todo, y ella se sigue sintiendo sola, no tan sola conmigo,
pero sí sola porque el resto del tiempo pues se siente sola. Lo que
187
pasa es que cuando voy yo la animo mucho, la acompaño mucho, la
escucho, me cuenta, llora, se desahoga, entonces sí, se cumple en
parte...” EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid
Desde esta visión ciertamente muy positiva, aunque realista, lo que realmente
aprecian los voluntarios de su trabajo, como contribución al cumplimiento del
objetivo de Amigos de los Mayores, se puede concretar en lo siguiente:
Como uno de los valores más importantes del voluntariado, se señala el hecho
de brindar a la persona mayor la posibilidad de conversar, de desahogarse, de
sincerarse, de contar sus problemas pasados, presentes y futuros: ser escuchados de verdad y con interés, es una de las claves que contribuyen a
mejorar la autoestima de la persona mayor, no sólo revalorizando su lugar y
posición en el mundo y en su propia existencia, sino también como una apertura
a la posibilidad de conquistar nuevos terrenos vitales donde poder desarrollarse.
“… Sí, que le resto soledad y le ayudo cuando necesita desahogo, y
la ayudo incluso a reírse a veces, y a hablar de sus cosas con
alguien más, que a lo mejor no tiene otra persona con quien hablar...”
EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid
“… Lo único que yo veo es que ella ha claudicado un poco en la vida,
o sea, no es un mayor que diga “gracias a esto voy a poder hacer
más cosas”, no, eso no es importante para ella, para ella es muy
importante el que la gente lo sepa, se lo cuenta a todo el mundo...
QUE TÚ ESTÁS AHÍ, QUE ERES SU AMIGA...
… Exacto... y el mantener esa pequeña ilusión por la vida, cuando
ella dice que es una carga, que ya no le queda nada, el saber que
hay alguien que depende de ella, porque yo le he dicho muchas
veces que si se muere me va a dar un disgusto... yo creo que es una
tontería pero creo que eso le da más razones para estar viva,
inconscientemente, no creo que se pare a pensar, pero yo la veo que
hace esfuerzos cuando está conmigo. Luego conmigo tiene también
la oportunidad de llorar, porque con su hijo no lo hace, si quiere
188
hablar de su marido lo hace, que dice que con su hijo no porque si lo
hace se van a poner los dos muy sentimentales...” EP Nº 7, Voluntario, 40 años, Madrid
Es en la conversación, en la escucha activa, en el preocuparse por los
sentimientos del otro, en el compartir las vivencias, en el sentir que hay alguien
que valora tu vida, tu experiencia, tu sabiduría, desde donde se genera un
proceso de recuperación vital en las personas mayores, de superación de
limitaciones personales descubriendo posibilidades, capacidades y habilidades;
es a modo de restitución de la persona mayor a la vida, de volverlas visibles, al menos para un ser humano, el voluntario.
“... yo percibo un cierto alivio mental por su parte, en el momento en
que son capaces de contarle a alguien, sus vivencias, sus problemas,
sus experiencias, y hay alguien que se preocupa, se preocupa de
verdad por ellas, el sólo hecho de preguntarles “¿Qué tal estás?”,
una preocupación real y no solamente “vamos a pasar aquí un rato”,
y eso creo que sí que las alivia. Aceptar mejor su situación de edad,
pues no lo sé, no se lo he preguntado nunca, ellas pues todo lo
contrario, siempre dicen que es un lata ser mayor...” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid
“… Sí, y yo las veo, yo veo mayores, que llevo un contacto con ellos
a lo mejor desde hace 5 años, que los veo una o dos veces al año,
ellos se acuerdan de mí, yo les veo una evolución ¿Sabes qué veo?
Que se hacen amigos entre ellos, y eso es buenísimo, eso quiere
decir que la Fundación consigue hacer piña, y los que van a las
actividades se conozcan y se pregunten que tal están y los que no
van pues se animen a ir más. Yo creo que eso la Fundación sí que lo
ha conseguido, y yo he visto evolución en gente que a lo mejor al
principio era más retraída y al cabo de los años, cuando los he vuelto
a ver... ” EP Nº 6, Voluntario, 33 años, Madrid
189
Pero no sólo la comunicación entre persona mayor – voluntario es lo que genera
un proceso de cambio en la persona mayor, aunque muy probablemente sea el
desencadenante, sino que en este proceso juega un papel muy importante las dinámicas y posibilidades descubiertas a través de las actividades extraordinarias que organiza Amigos de los Mayores, porque a través de
estas actividades se producen progresos importantes en las personas: cambios
de actitud ante la vida, ahora más positiva; interés por realizar más actividades;
ilusión por compartir y relacionarse con otros mayores; confianza para construir
relaciones de amistad.
“… Entonces sí, está muy contenta, ve que puede hacer cosas que
sino no podría hacer para nada, ver una exposición, o se fue a
Lourdes este verano con ellos, con la asociación... y ya me dice “el
año que viene... me gustaría ir a Lourdes...” EP Nº 10, Voluntario, 58 años, Barcelona
“... si no tuviera esa sensación no hubiera llevado adelante esto, yo
tengo la sensación clara que cada día empujo esa vida y de que eso
tiene resultado real sobre esa persona, y sobre mí mismo también, es
algo que no me lo cuestiono. También sé que hay momentos en los
que te puede entrar una duda, pero eso forma parte de cualquier
aventura humana, lo mismo que Cristóbal Colón cuando navegaba
hacia América, creía que iba a llegar allá pero no lo sabía...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona
Por último cabe mencionar que una de las consecuencias no esperadas de la
relación persona mayor/voluntario, es el hecho constatable de que las familias de las personas mayores solas tienen la oportunidad de enfrentarse de lleno a su actitud vital ante “su persona mayor”: El hecho de que un
voluntario, un extraño de Amigos de los Mayores, que se transforme en un amigo
real para la persona mayor, y sea quien asuma de manera totalmente gratuita,
leal y desinteresada, una parte importante del cuidado emocional de la misma,
pone en evidencia a sus familiares más directos, y en algunos casos les hace
190
replantearse su actitud, su dedicación, la forma de querer y acompañar a la
persona mayor miembro de su propia familia.
“... también me he dado cuenta que el nieto ahora la visita mucho
más, antes no la veía en meses... entonces yo creo también que esto
es un toque de atención para esta familia, la sobrina esta cuando me
vio... también les pasa que claro, me ven y, no es para que pienses
que soy una snob o lo que sea, pero les choca mucho...” EP Nº 7, Voluntario, 40 años, Madrid
III. 6. 9 Valoración del trabajo de voluntariado. Luces y sombras
Relación persona mayor/voluntario
La relación de los voluntarios con “su persona mayor” se construye poco a poco, lentamente, a base de comunicación, cercanía, respeto y educación. Una
vez que los lazos de confianza se estrechan, la relación inicial se transforma en
amistad, con algunos rasgos que también la podrían posicionar como “familiar”
entendido este concepto en su acepción más positiva.
“… Es una relación... ahora ya se ha convertido casi como de abuela
y de nieta, por entendernos...” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona
Los aspectos más destacables de la relación voluntario – persona mayor, desde la
vertiente de lo que los voluntarios observan en las personas mayores, se podrían
sintetizar en lo siguiente:
La capacidad que tienen los mayores de agradecer el trabajo del voluntario.
191
La fidelidad que se crea en torno a esta relación y que permite estrechar los
lazos al máximo, llegando incluso, a tener los atributos de una relación familiar. El
voluntario se transforma en muchas ocasiones, en la casi única familia del mayor.
“… Sí, una relación muy estrecha, de muchos años, el saber que esa
persona el momento que estás tú ahí te lo agradece infinitamente, es
una persona que no tiene familia, tiene un sobrino pero es una
relación muy distante, y es una persona soltera, se hace mucho con
los vecinos, es una persona muy abierta a nivel de salidas en el
barrio, es una persona que vas por la calle y la conoce todo el
mundo, pero en el momento en que tú llegas es muy agradecida…”
EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona
Siguiendo en la línea con lo anterior, uno de los aspectos que más valoran de la
persona mayor que acompañan, es, cuando se produce, su actitud positiva ante la vida, su alegría, buen humor. Esta percepción de positivismo es
importante no sólo para el mayor, sino también para el voluntario porque ver y
palpar resultados es una motivación para seguir trabajando y esforzándose por
mejorar la calidad de vida de esa persona mayor.
“… Su positivismo y su alegría.
¿ES UNA PERSONA POSITIVA?
… Sí, y muy alegre, es una persona que se ríe de ella misma y que
cada vez que llegas está con una sonrisa en la cara, no es de
aquellas personas que se quejan, que se encierran en su mundo, en
sus males... no, al contrario, es una persona...” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona
“… Con ella es muy fácil porque tiene buen humor, es positiva con
los problemas que tiene encima, es una persona positiva, fácil de
trato, bromista, estamos siempre de broma, bien, es muy fácil, ha
venido aquí a comer una vez, mi marido que también la conoce se
lleva muy bien... bien, bien...” EP Nº 10, Voluntario, 58 años, Barcelona
192
Desde la vertiente de los propios voluntarios, el proceso que observan en sí mismos,
lo más destacable de la relación voluntario – persona mayor es lo siguiente:
La gratificación personal de saber que las consecuencias de su trabajo como voluntarios transciende este hecho mismo, y se transforma en una contribución concreta para una persona concreta, a la que además se la tiene
cariño, a mejorar su vida, su calidad de vida. Esta es una de las cuestiones más
valoradas de la relación, y quizá el auténtico motor que impulsa y mantiene a los
voluntarios tan motivados, satisfechos e ilusionados.
“… Lo más positivo para mí desde luego es la satisfacción de estar
haciendo un bien en la vida, eso vamos, claro, me llena de alegría
pensar que gracias a lo poquito que hago mejora su vida. Y lo más
positivo para ella es esa sensación que de repente es alguien...” EP Nº 7, Voluntario, 40 años, Madrid
“... si siento que su vida mejora en algún sentido, su calidad de vida
tiene una cierta mejora, no sé si tanto en un nivel espiritual (...) o la
llevo tres revistas y eso ha hecho que esa mujer esa tarde haya
pasado dos horas viendo el Hola...” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid
Hay voluntarios que llegan a concebir su relación con la persona mayor como un vehículo, como una vía de realización personal, como el camino que
les permite crecer como personas y desarrollar y encauzar el deseo de trabajar
en beneficio de otras personas. Algunos muestran en las entrevistas que
realmente es para ellos para quienes resulta realmente enriquecedora a relación
con la persona mayor.
“... la clave es que cuando descubres... creo que es un
descubrimiento universal, por decirlo así, no por decirlo, es así,
cuando descubres que darte en la vida es el secreto, entonces... ya
193
no puedes parar de hacerlo, y la persona a la que tú atiendes, de
alguna forma... de alguna forma no, totalmente, está dando respuesta
a tu vida, con lo cual tú necesitas...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona
La admiración que produce observar y constatar la calidad humana de la persona mayor que acompañan, su capacidad de compartir, de abrirse y mostrarse claramente ante el voluntario tal cual es. Este es uno de los
aspectos que contribuyen a que el voluntario, en el proceso de ejercer su
voluntariado con la persona mayor, perciba que es él mismo quien está creciendo
también como persona, que está desarrollando aspectos de su personalidad que
antes no había podido manifestar.
“… Es que es una persona, para mí, única, es una persona
buenísima, que además tiene una voluntad para ayudar a los demás,
porque en la misma residencia, ella no estando bien, se pone a
ayudar a los que están peor, y cuando entra uno nuevo le lleva, le
enseña, y hasta que no se encuentra ya bien en la residencia no la
deja, a los que andan peor, los coge del brazo y los lleva de un sitio a
otro, es que es buenísima, le llaman sor X. Además es una persona
de mente muy abierta, comprende por ejemplo lo que son las ideas
de los jóvenes, las comprende perfectamente, no es nada cerrada...”
EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid
“… Es un encanto, es muy simpática, muy agradable, otra cosa no
puedo decir, es una persona que tiene mucho sentido común a pesar
de tener una trayectoria vital cultural que a lo mejor no ha podido
superarse mucho, pero a lo mejor hablando y comentando cómo es
la vida y contando cosas de su juventud y de cómo conoció a su
marido, son experiencias vitales muy interesantes….” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid
194
Actividades que realizan juntos, iniciativa, dificultades
Sobre las actividades que voluntario y persona mayor realizan juntos en el rato
semanal en el que se produce el acompañamiento se han hecho ya referencias
anteriormente, en el capítulo III. 5; las siguientes citas ilustran una vez más estas
actividades: desde simplemente charlar, dar una vuelta por el barrio, comer juntos, y
hasta acompañar a la persona mayor al médico.
“… Pues llego, charlamos un poco a ver cómo ha ido la semana,
cómo se encuentra, y luego lo que hacemos es salir, vamos a dar
una vuelta por el barrio, ya tenemos la ruta, y vamos a almorzar, a
tomar un café, y a veces la acompaño porque necesita algo puntual
de compra...” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona
“… Sí, pasear, acompañarla a hacer alguna compra de ropa, incluso
al médico, le he acompañado a hacerse pruebas, al ambulatorio, a
arreglar algún papel... y luego en su casa escucharle, y hablar con
ella, y ver las telenovelas, estar dos horas, dos horas y pico con
ella...” EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid
“… Claro, damos un paseo, nos paramos a hablar con no sé quién,
nos paramos en un banco, es mucho más fácil que se te pasen dos
horas, cuando estamos en su casa llega un momento que no
tenemos mucho que hablar, yo lo que hago es que a veces voy a
comer con ella, llevo la comida y como con ella...” EP Nº 7, Voluntario, 40 años, Madrid
En la toma de decisión sobre qué hacer juntos en el rato de acompañamiento
semanal, son habitualmente los voluntarios quienes toman la iniciativa, una vez que conocen bien los gustos, las aficiones o simplemente las necesidades concretas de la persona mayor a quien se acompaña. A pesar de que la iniciativa
parezca sólo asunto de los voluntarios, el hecho es que es compartida por la
persona mayor precisamente porque, implícitamente, está basada en lo que el
voluntario observa en ella sobre los gustos, apetencias, estados de ánimo. En este
195
sentido el voluntario adopta un papel de psicólogo - observador que aplica en cada
ocasión lo que considera mejor. En obvio que la persona mayor, la parte más frágil
en la relación que se establece entre ambos, se adapte a las propuestas, que, por
otro lado analizadas desde sus discursos, para nada se han criticado sino más bien
lo contrario11.
“… Es que yo creo que depende de la personalidad, es verdad que
casi siempre son los voluntarios, pero hay mayores que están
esperando que tú les digas “¿Salimos a bailar?”, “Si, ya”, pero es
verdad que la mayoría de las veces son los voluntarios, menos esos
mayores que llevan ahí toda la vida y que ya están como Pedro por
su casa... que son ellos los que te levantan de la silla para bailar. En
general son los voluntarios, es gente muy alegre, dinámica...” EP Nº 6, Voluntario, 33 años, Madrid
“… Normalmente suelo ser yo la que le comento “vamos a pasear,
vamos a tomar un café”, pero ella no tanto porque no le apetezca yo
creo sino por no pensar que es una carga para mí...” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona
Desde esta satisfacción explícitamente reconocida por ambas partes, hay algunos
aspectos que merecen la atención, porque son a modo de “sombras” que pueden
ser subsanadas si se reconocen, se ponen encima de la mesa y hay buena
disposición para trabajar con ellas:
Hay voluntarios que manifiestan cierta sensación de monotonía, de cansancio por una situación que se repite una y otra vez, incluso con tintes de
resignación ante una relación que por momentos observan algo estancada. Esta
sensación se manifiesta en voluntarios más jóvenes, probablemente con menos
“recursos personales” para hacer frente a este tipo de sensaciones.
11 Capítulo III. 5, apartado III.5.2 La relación con Amigos de los Mayores… Actividades en las que participan las personas mayores, y apartado III. 5. 3 Valoración del servicio que recibe de Amigos de los Mayores… Relación con Amigos de los Mayores: compañía del voluntario, ampliación de horizontes, actividades
196
“… Sí, porque siempre es lo mismo, eso es así, ha ido a comprar, ha
ido la trabajadora familiar, ha ido a la doctora, ha ido al médico, lo
que sea... luego hablamos mucho de las cosas de antes, ella ha sido
una persona que le gustaba mucho hacer excursiones, te explica
viajes, te explica anécdotas, te explica de cuando trabajaba en las
escuelas, muchas anécdotas de las escuelas, ella también trabajaba
como cocinera, te explica mucho cosas de ese estilo. Yo también le
comento mi semana “he hecho esto, he hecho lo otro....” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona
Otra índole de dificultades son las que se derivan del cansancio que les producen sus obligaciones laborales y familiares, su vida cotidiana; el
voluntario es consciente de que el acompañamiento a la persona mayor requiere
un esfuerzo añadido a su vida profesional y familiar, y por muy gratificante que
sea la relación y el fruto de su esfuerzo, la dedicación y atención son importantes
y requieren tiempo y un buen estado de ánimo.
“… Pero eso me ha pasado no por ella, yo nunca me canso de estar
con ella, es porque salgo tan agotada del trabajo, tan agotada (...)
que digo “ahora tengo que ir a ver a X...”, no por ella, sino porque me
encuentro muy, muy cansada, cuando estoy en su casa estoy muy
cansada, no estoy a gusto, luego digo “tengo que ir a casa, y voy a
llegar tarde...”, pero el problema es por mí, pero por estar con ella no,
no es por estar con ella...” EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid
Por otro lado también hay que destacar la percepción en algunos voluntarios de
sensaciones de verse superados por el compromiso que han adquirido, aunque después lo cumplan sin reservas, se deja ver a través de sus
discursos las dificultad de seguir motivados para continuar con su trabajo como
voluntarios. Probablemente es en esta fase, superada la primera de tomar la
decisión de trabajar como voluntarios con personas mayores, cuando más cerca
del voluntario debería estar Amigos de los Mayores; no se trata de “captar” voluntarios sino también de mantener vivas las motivaciones, los impulsos positivos, trabajando con ellos para que no sientan la sensación de
197
“soledad” ante su trabajo. Es una labor que Amigos de los Mayores debería asumir como propia y de gran importancia porque su existencia y el
cumplimiento de sus objetivos, depende del trabajo buen trabajo de los
voluntarios, son su base más sólida,
“… Me cuesta porque es un compromiso, cualquier compromiso, el
saber que no puedes fallar, estoy pensando toda la semana “a ver
cuándo puedo encontrar hueco”, eso es lo que me cuesta. Luego
estar con ella sí, a veces me cuesta, ella es una persona muy mayor,
se repite mucho...” EP Nº 7, Voluntario, 40 años, Madrid
Una profundización en lo anterior son las manifestaciones alrededor de las
sensaciones confusas que se producen cuando, desde la demanda comprensible de la persona mayor, el voluntario se ve en la tesitura de traspasar los límites de su relación – acción de voluntario, para entrar en
una relación con un nivel de implicación más cercano al ámbito familiar; ahí se
pueden producir dudas sobre hasta dónde se puede o se debe llegar en el
compromiso con la persona mayor, conociendo, además, su demanda es y
probablemente será creciente. De nuevo el papel de Amigos de los Mayores es decisivo, para apoyar, para estar al lado del voluntario y tratar de establecer los límites, revisando la trayectoria concreta, probablemente a la luz de otras trayectorias y experiencias que Amigos de los Mayores posee de lo que el
mayor demanda y el voluntario puede llegar a ofrecer.
“… Sí, es decir “la voy a poner un sistema de calefacción”, bien,
puedes hacerlo, eso está bien, pero tienes que ponerte a ello, a
hacerlo, y lo dejas para mañana, no sabes hasta qué punto es tu
labor o tu misión y por qué esta señora y no otra, al final puedes
tener incluso algún tipo de conflicto, “¿por qué no la doy 100 euros?
Si para mí no representa”, yo de hecho se lo ofrezco “si tu tuvieras
alguna necesidad de alguna cosa… ” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid
198
Barreras entre persona mayor y voluntario
En las líneas anteriores se han analizado las dificultades por la que pueden
atravesar los voluntarios en la relación con la persona mayor; son dificultades de
índole fundamentalmente subjetiva; a continuación se analizan otro tipo de
dificultades que tienen más que ver con “las barreras objetivas” entre persona mayor
y voluntario, y que sin ser unas barreras insalvables, los voluntarios las perciben,
considerando que se derivan de dos causas principalmente.
Las barreras que genera la situación de deterioro físico y vital de la persona mayor, y que requiere un esfuerzo adicional por parte del voluntario para empatizar con ella, y que no siempre resulta suficiente como
para asumir y sobrellevar esta dificultad; a pesar de ello, este tipo de barrera no
es insalvable, sólo exige una dosis mayor de paciencia y comprensión.
“… Sí, a veces sí que me ha pasado, sobre todo porque son
personas mayores, no tienen memoria, entonces esas historias te las
cuentan 10 veces más de lo que ya te han explicado, pero supongo
que es pensar y ponerte en su lugar y... compensar un poco todo.
Igual en un momento ya te aburres de la historia, pero es lógico, la
vuelves a escuchar. Sí que hay determinados momentos en que
pasa, supongo que porque somos personas y tenemos días de todo
tipo, un día te puede costar un poco más y otros no tanto...” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona
Hay otras barreras que se derivan de la diferencia generacional entre la persona mayor y el voluntario12. Los voluntarios son conscientes de que los
modos de entender la vida, la familia y sus obligaciones, de las personas
mayores pueden llegar a ser muy diferentes a los suyos; esta barrera
evidentemente es más frecuente y/o intensa en los voluntarios más jóvenes, o
bien en aquellos que no han conocido ni convivido con las generaciones más
12 Ver capítulo III. 5La respuesta de al Fundación “Amigos de los Mayores”: La visión y evaluación de las personas mayores; III. 5.6 Deseos, sugerencias
199
mayores de su familia, y pueden llegar a tener una cierta dificultad para entender
los códigos, los valores, incluso el entorno y el hábitat, de una generación como
la de quienes está actualmente por encima de los 70 u 80 años.
“... o los abuelos están más lejos, o se ha perdido ese conjunto de
familia en el que se reúnen todos y el abuelo es parte de ellos, yo he
vivido más de 20 años con mi abuelo, en mi casa, entonces eso
quizás me hace verlos como alguien más de la familia...” EP Nº 6, Voluntario, 33 años, Madrid
“… Una cosa que a mí me parece es que para la gente joven es duro
ir a la casa de un mayor y verlo como vive, porque nosotros estamos
acostumbrados a unas comodidades y un diseño de casas moderno,
con todas las funcionalidades y entrar en la casa de un mayor que
ves que la cocina casi es de carbón, que tiene el techo altísimo y no
lo pinta, esas cosas a un voluntario joven le tienen que impactar, no
estamos acostumbrados...” EP Nº 6, Voluntario, 33 años, Madrid
“… A lo mejor por propio prejuicio del mayor que lo ve como su nieto
que no le hace ni caso, “bueno, esta va a ser igual que mi nieto que
viene una vez al año y porque quiere que le de la paga...” EP Nº 6, Voluntario, 33 años, Madrid
Proceso de selección del voluntario/persona mayor Desde la perspectiva de las dificultades subjetivas de los voluntarios, y de las
barreras reales, la cuestión de cómo se “emparejan” voluntarios- mayores, adquiere una relevancia importante, y ahí es decisivo el papel de Amigos de los Mayores debido a que, si se eliminan de antemano posibles problemas que esta
investigación está poniendo de manifiesto y sacando a la luz, se estará trabajando
para garantizar una mejor relación voluntario – persona, cuestión clave y también
puesta de manifiesto por la investigación, para que el objetivo de acompañar a las
personas mayores se cumpla con las mayores cotas de éxito. Aunque no hay
sugerencias concretas sobre cual es la mejor fórmula de “emparejamiento”, si se
200
manifiesta la necesidad de que hay que mejorar este aspecto del funcionamiento de
Amigos de los Mayores. Los voluntarios son conscientes de la importancia de una
buena selección y emparejamiento, porque de ello puede depender la naturaleza
futura de la relación entre persona mayor/voluntario, eje fundamental de todo el
funcionamiento de Amigos de los Mayores, y precisamente por ello, consideran que la responsabilidad de definir los perfiles, tanto de mayores como de voluntarios, para después emparejarlos, recae lógicamente en Amigos de los Mayores. Es por tanto necesario conocer a fondo al voluntario, sus expectativas,
más allá de su disponibilidad real, su carácter, aficiones, gustos, aficiones, etc., para
poner en relación personas y caracteres que, a priori, tengan el máximo en común.
“... yo creo que tiene que haber más de una entrevista para decir
“vamos a entender a este chaval que ha venido aquí, qué quiere”,
ese tipo de situación, porque hay personas que hay cosas que no les
gustan, el voluntariado lo bonito que tiene es que tú te das pero lo
puedes hacer de muchas maneras, entonces pues busquemos la
mejor manera, hay uno que le gusta dar al martillo y a otro le gusta
dar al asador, buscas uno que le de a su manera, hay gente le gusta
mucho hablar, hay gente que le gusta pasear, otra que le gusta salir
a la calle y hay gente que no. Eso hay que aclararlo, parece una
tontería pero no, es crucial...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona
En línea con esta reflexión, no se debe perder de vista que una de las principales
barreras objetivas, y por tanto un importante factor de incompatibilidad, es la distancia cultural y social que separa a la persona mayor del voluntario; sin embargo, más que tratarse de una cuestión que se remite a la edad como factor de mayor peso, esta incompatibilidad es consecuencia de las diferentes experiencias vitales de cada cual, de la capacidad de cada uno de empatizar con
las del otro, de las relaciones que haya podido tener el voluntario con mayores de su
familia (con sus abuelos), de las relaciones que haya podido tener la persona mayor
con miembros más jóvenes de su familia (con sus nietos); elementos todos que
201
pueden ser observados, analizados con anterioridad a establecer la relación persona
mayor - voluntario.
“… Yo creo que sería fundamental, básico, porque tienes de qué
hablar con la persona. Es que un poco hablando de los perfiles de los
voluntarios, yo he visto a los mayores muchas veces casi más a
gusto con personas más mayores que con jóvenes, por lo que tú
dices, quizás las personas más jóvenes, sobre todo las chicas que
son voluntarias, a lo mejor no tienen tantas cosas en común y a los
mayores los he visto más cómodos con una persona de 40 años…”
EP Nº 6, Voluntario, 33 años, Madrid
A pesar de todo ello, la mayoría de los voluntarios señalan que la relación con su
persona mayor es satisfactoria, que sus perfiles son compatibles y que en general
están contentos con la elección.
“... lo que sí es verdad es que congeniamos muchísimo desde el
principio, entonces yo me imagino que debe de haber alguna
evaluación, porque normalmente las acompañantes congenian
mucho con los mayores…” EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid
III. 6. 10 El futuro, Amigos de los Mayores, y el voluntariado Las perspectivas de futuro
En relación con su futuro como voluntarios en el mundo de las personas mayores
que viven en soledad, los entrevistados consideran que desde el compromiso personal adquirido con “su persona mayor”, la relación que los une en estos momentos sólo terminaría por motivos de fuerza mayor, la muerte del mayor; los voluntarios expresan claramente sus motivaciones de cara al futuro: continuar
con su voluntariado con la persona asignada, seguir acompañándola y ayudándola
202
en la medida de sus posibilidades y satisfacer sus necesidades cambiantes,
cualesquiera que sean.
“… No lo sé, yo pienso que es una relación... siempre he pensado
que hacer voluntariado es un compromiso, más cuando estás con
una persona mayor, de una edad avanzada, cuando ya has llegado a
este punto, es ya un acompañamiento hasta el final, como quien
dice... luego, cuando llegue el momento, quizás me lo plantee, pero
por hacer un poco parón...” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona
“... cuando me dijeron que si te comprometes te tienes que
comprometer de por vida me acuerdo que aquello me asustó mucho
porque pensé “yo qué sé dónde va a estar mi vida o mi futuro en
unos años”, pero ahora entiendo perfectamente que si me he
comprometido me he comprometido, yo en muchos años a esta
mujer no la puedo dejar, mi idea es seguir hasta que se muera y
luego ya tendría que ver cómo están mis circunstancias personales
también...” EP Nº 7, Voluntario, 40 años, Madrid
“… Yo esto muchos días no porque te van saliendo cosas o tienes
que hacer... entonces yo con un día por semana me vale, a mi me
gusta la persona, y si esta persona necesitara más porque está en
una edad muy avanzada, pues también le daría más, pero...” EP Nº 10, Voluntario, 58 años, Barcelona
Por tanto, existe la garantía y seguridad de que los voluntarios conciben su actividad
con la persona mayor como una obligación, eso sí, autoimpuesta, que no tienen
disposición de abandonar. Si en primer momento el compromiso pudiera haber
tenido un carácter más de tipo social y abstracto, la evolución generada desde la
propia relación voluntario – persona mayor, deriva en la construcción de lazos
emocionales, que se mueven entre la amistad y lo familiar, que consolidan día a día
una relación duradera en el tiempo. Otra cuestión es las decisiones personales que
203
van más allá de la persona mayor concreta que actualmente, atienden; ahí se
pueden producir dudas, cansancio, etc., tal y como vemos en las anteriores citas.
La formación
Los voluntarios entrevistados manifiestan necesidad de una cierta formación, y que probablemente la formación que demandan no se establezca en los términos en los que se establece “la formación” entendida habitualmente. Los
propios voluntarios diferencian dos tipos de formación: una que proviene, por decirlo
de un modo muy gráfico, de sí mismos, de la experiencia personal de cada uno, de
su historia de vida, de su capital social, de las relaciones sociales y familiares que
haya podido desarrollar; y otra “externa” que proviene del conocimiento de aspectos
específicos del mundo de los mayores, que es transmitida por especialistas y
personal preparado para la formación en este ámbito:
Los voluntarios señalan que hay una preparación, una formación, que proviene del sentido común y de la experiencia vital de cada voluntario. Lo
fundamental según esta opinión es tener una actitud ante la persona mayor de
empatía, respeto y atención, que o bien lo ha dado la experiencia previa y/o
actual con otras personas mayores, habitualmente familiares, o bien es fruto de la
propia capacidad de adaptación y comprensión de las necesidades vitales de
quien tienen delante.
“… Preparación yo creo que no hace falta mucha, yo creo que es
poner la oreja y hacer preguntas, preocuparte de verdad por la gente
que tienes al lado, yo creo que es la única preparación que hace falta
hasta lo que yo entiendo, a lo mejor si yo fuera médico a lo mejor
podría tener otro tipo de preparación. Pero creo que en general es
querer hacerlo y que te guste hacerlo...” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid
“… Yo creo que el que ya viene... si ya viene a una asociación de
gente mayor, ya viene porque ha tenido abuelos o en su familia ha
204
vivido gente mayor, esto se tiene un poco... ya te digo, en mi familia
ha habido gente mayor que ha sido encantadora con nosotros, mis
tías y tal que han vivido hasta los 90 y pico de años y les hemos dado
todo. Entonces esto yo creo que se lleva dentro, yo creo que por las
otras personas que veo cuando vamos a reuniones, todos viven
encantados con sus personas, yo no creo que necesiten mucho...
claro, hay personas con las que no me he relacionado, pero hay
personas que llegan ya sensibilizadas con este tema…” EP Nº 10, Voluntario, 58 años, Barcelona
Pero también se pone de manifiesto la necesidad de obtener una preparación más específica acerca de las características del mundo de los mayores, enfocada tanto al colectivo, como hacia el conocimiento de las características concretas de la persona mayor que es asignada a cada voluntario. La formación centrada en el conocimiento de las características del
colectivo en general, personas mayores que viven en situación de soledad, daría
herramientas a los voluntarios para orientar de manera más certera y global su
voluntariado, así como añadir a su voluntad una mayor sensibilización con los
aspectos más importantes o críticos que rodean a la persona mayor que
atienden. Y la formación centrada en las características específicas de cada
persona mayor atendida brindaría al voluntario más recursos, y sobre todo una
capacidad mayor, para adaptarse a las necesidades de su persona mayor
concreta.
“… El tutor tuyo pues que te prepare, porque a mí la preparación que
me dieron fue que quedé con la responsable que me llevaba a mí 10
minutos antes de subir a la casa y me dio tres datos, yo creo que eso
es pobre, yo creo que te tienen que preparar porque el primer
encuentro con la persona mayor es importante, entonces tener más
información que te de juego es muy útil, yo creo que te la tienen que
dar. Después hay otro tipo de formación personalizada que sería de
seguimiento, de momento te he hablado de formación inicial, muy
bien, formación personalizada inicial, tienen que mejorarla...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona
205
“… El tema de las enfermedades por ejemplo, la última vez que yo
subía a por una persona mayor me tocó calzarla, era una persona
muy delgadita, con su pellejito... pues ese tipo de cosas que a lo
mejor yo no las había hecho ni con mi abuelo, para eso hay que estar
también un poco preparado yo creo, tienes que sensibilizar...” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona
Acerca del futuro de Amigos de los Mayores
La necesidad de la existencia de Amigos de los Mayores es un hecho
incuestionable, pero no sólo su existencia sino la intensificación y profundización de
su esfuerzo: llegar a más personas mayores solas, aglutinar a más voluntarios e intensificar la formación de éstos.
Es por tanto necesario desarrollar más y mejor el trabajo actual, pero además, desde
los voluntarios, se reclama que Amigos de los Mayores asuma un trabajo de
concienciación que va más allá: transmitir a la sociedad, a la opinión pública, los problemas que rodean la vida cotidiana de las personas mayores solas; se trata de dar voz a este colectivo de personas para que se visualicen sus necesidades, sus problemas, pero también sus satisfacciones, lo que les hace felices. El reto es lograr que la soledad de las personas mayores se haga visible, no
quede confinado al ámbito doméstico de cada persona mayor sola, y que la
sociedad asuma como propio un problema de tal gravedad y calado social; el fin
último de colaborar a esta visualización y toma de conciencia social, no es otro que
generar soluciones desde todos los ámbitos, privados –familia, organizaciones
sociales… - y públicos.
“… Yo creo que dar voz a las personas mayores, sobre todo, creo.
Supongo que es a través de este tipo de entidades que, ellos, este
sector, se puede hacer oír más, en el sentido de que no estén tan
excluidos, que se de a conocer más las inquietudes de las personas
mayores.” EP Nº 15, Voluntario, 29 años, Barcelona
206
“… A ver, qué puede aportar, primero, el paliar la soledad de los
mayores, el ayudarles a no sufrir tanto, porque tienen muchas
limitaciones, muchas cosas que no pueden hacer ellos y que no
tienen a nadie que se las haga, y eso les hace sufrir y les frustra
muchísimo. Y luego, que si cada vez hay más gente que comprende
y tiene una sensibilidad hacia los mayores, y comprenden que los
mayores necesitan ayuda, habrá más gente que se porte mejor
incluso con sus propios padres, con sus tíos, con sus familiares,
porque están más sensibilizados... entonces a lo mejor lo que vendría
muy bien es cierta propaganda destinada a la ciudadanía, en relación
con la ayuda a los mayores...” EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid
La evolución del voluntariado
La visión de la evolución del voluntariado desde los propios voluntarios, y
específicamente el relacionado con las personas mayores, no es muy
esperanzadora; la razón se encuentra en las características adversas del contexto social, familiar, profesional actual, bastante adverso a fomentar el voluntariado en general, y el que se puede desarrollar con personas mayores en concreto13.
“… No sé, porque cada vez hay más voluntarios, pero el crecimiento
de voluntarios es muy lento, y no lo sé, porque por ejemplo los de mi
generación, estamos pensando en que nuestros hijos no se van a
ocupar de nosotros, nos vamos a tener que meter en una residencia,
eso es en parte culpa nuestra por cómo les educamos, porque la
educación que les hemos dado les ha hecho en cierta forma
egoístas. Entonces la verdad es que por un lado no lo sé, pero por
otro lado... no sé, yo en esto no soy muy optimista, no creo que en el
futuro haya mucha gente que se quiera ocupar de los mayores, que a
13 Ver capítulo III. 4 Análisis cualitativo de las percepciones y actitudes de la población, con una predisposición positiva la voluntariado, hacia las personas mayores. Las barreras reales y simbólicas. III.4.4 Las motivaciones para trabajar con colectivos de personas vulnerables.
207
lo mejor la juventud está cada vez más sensibilizada que hay que
ayudar, que hay que formar parte de una ONG, entonces por ese
lado puede ser que sí...” EP Nº 5, Voluntario, 53 años, Madrid
Sin embargo, y a pesar del contexto social desfavorable, se aprecian también ciertas
tendencias positivas, sobre todo entre los jóvenes, que permiten pensar con cierto
optimismo en el futuro. Para ello, según la opinión de los voluntarios, es preciso
poner énfasis en la información, difusión y visualización sobre el mundo de posibilidades que se abre en el ámbito del voluntariado, y que, en relación con el focalizado hacia las personas mayores solas, puede ofrecer y explicar los modos concretos de participar y de colaborar a muchas personas que
desconocen estas alternativas, aun teniendo alguna predisposición a ser voluntarios
en este ámbito concreto. La presencia constante en medios de comunicación, y en cualquier soporte, es imprescindible para estar socialmente presente, y éste es un gran reto para Amigos de los Mayores.
“… Yo es que veo que la sociedad ahora mismo, como está el tema
en España, aquí todo el mundo va a lo suyo... no todo el mundo,
desde luego hace unos años no había voluntariados como hay ahora,
que es una maravilla, hay mucha gente ahí, sobre todo gente joven...
yo creo que falta un poco el empujar a la gente a coordinarlo, porque
estoy convencida que hay gente mayor, que no es muy mayor, que
podría estar haciendo esta función y a lo mejor no saben ni por
dónde empezar ni cómo hacerlo, entonces el que tiene su parroquia
en donde existe eso genial, porque ahí se entera y se apunta, pero
hay mucha gente por ahí que está muy perdida que podría estar
haciendo cosas...” EP Nº 7, Voluntario, 40 años, Madrid
“... creo que hay, como en toda la vida, mucha tontería. En el
voluntariado pues hay mucha tontería. Entonces pues en la acera de
al lado hay gente que necesita mucho más tu ayuda que otras cosas
muy aparentemente rimbombantes, por ejemplo “la paz”, esas cosas
que quedan muy bien pero son huecas y vacías totalmente, huecas y
vacías (...) creo que también falta un poco de información, en cuanto
208
a cosas que se pueden hacer en el día a día, yo no sé cómo a la
gente no se le cae el corazón cuando ve que un anciano muere...
porque no somos conscientes, somos una sociedad que vivimos de
espaldas a la muerte, entonces también estamos un poco de
espaldas a la vejez...” EP Nº 8, Voluntario, 38 años, Madrid
Junto a la presencia activa en los medios de comunicación, es precisos desarrollar
un esfuerzo para lograr transmitir cuáles son las realidades sociales que se intentan
transformar, la extrema soledad de algunas personas mayores, identificando y
haciendo, una vez más visibles, las necesidades generales y específicas de
situaciones objetivables y tipificables, con el fin de, no sólo acercar más personas
predispuestas a colaborar como voluntarios, sino también que quien se acerque
sepa qué trabajo puede desempeñar, cómo lo va a hacer, por qué… etc.
“... entonces aquí la clave es que la persona que tiene esa necesidad
vea que hay ahí una utilidad a resolver, una necesidad a cubrir de
forma real, esto que te comentaba antes de la soledad ¿cómo se
transmite eso? Pues eso es lo que hay que conseguir, realmente, el
voluntario tiene que darse cuenta de lo que es la soledad, porque
además hoy en día, el voluntario de la gama joven, mediana, no sabe
lo que es la soledad, hay tanto ruido que nadie vive en soledad, viven
siempre con ruido...” EP Nº 14, Voluntario, 43 años, Barcelona
209
IV.- CONCLUSIONES
IV.1 LOS DATOS
Los datos sobre las personas mayores en España reflejan que: ► El número de personas mayores en España se incrementa, debido a que la
esperanza de vida ha crecido de manera notable en las últimas décadas y se ha
producido una reducción de la mortalidad en las personas mayores. También se
está produciendo un envejecimiento de las personas de más edad. Los avances
médicos que permiten vivir más años hacen que el grupo de octogenarios
empiecen a tener cada vez mayor relevancia. El Censo calcula en 4.218 las
personas que superan los cien años en 2001, y el INE estima que esta cifra
llegará a los 7.141 y 55.240 en 2010 y 2050 respectivamente.
► También se está produciendo un aumento de las personas mayores que viven
solas. Aunque vivir solo no implica que la persona mayor experimente
sentimientos de soledad, sí que existe una relación entre ambas. Según el
estudio del CIS número 2.279, de febrero-marzo de 1998, dirigido a la población
española de 65 y más años de edad, que medía la sensación de compañía o
falta de ella, el 38% de los mayores que viven en hogares unipersonales se
sienten muy o bastante solos y el 36,6% regular, de manera que apenas una
cuarta parte restante afirma sentirse acompañada.
► Debido a nuestras estructuras familiares, la percepción y sentimientos de soledad
de las personas mayores en España son muy fuertes, ya que su expectativa de
mantener continuamente vínculos y relaciones afectivas y sociales sigue siendo
muy potente, produciéndose un aumento de los sentimientos negativos entre las
personas mayores que viven solas.
210
Del análisis del voluntariado en España se desprenden las siguientes consideraciones:
► El voluntariado en España es un fenómeno que ha experimentado un importante
desarrollo en los últimos años. Movimientos sociales como la campaña a favor
del 0,7% del PIB, o acontecimientos como las Olimpiadas de Barcelona, el
hundimiento del Prestige o los atentados del 11M, han servido para mover a la
acción a muchos ciudadanos hasta implicarse en diferentes entidades no
lucrativas. Como consecuencia, ha surgido recientemente por parte del Estado y
de las Comunidades Autónomas la necesidad de regular este fenómeno,
surgiendo diferentes leyes del voluntariado con distinto ámbito de aplicación.
► En relación al perfil de los voluntarios, predominan las mujeres sobre los
hombres, tienen un nivel educativo muy elevado, y se está produciendo un
incremento del voluntariado entre las personas mayores de 65 años. Las
motivaciones son variadas, produciéndose una mezcla de altruismo e interés.
► Entre las organizaciones de voluntariado se está produciendo una tendencia a la
especialización por colectivos. En su mayoría estas entidades se dedican a la
acción social, y, detro de este ámbito, el colectivo de las personas mayores
aparece como uno de los últimos a los que se dirigen, primando la infancia,
juventud, mujeres, inmigración o personas con discapacidad.
► Sobre el voluntariado de acompañamiento a personas mayores no existen
estudios que recogan de manera sistemática el perfil de las entidades dedicadas
a este colectivo, ni el de los voluntarios, por lo que es difícil de analizar. En
general, las actividades desarrolladas por estos voluntarios van dirigidas al
acompañamiento afectivo en el domicilio, acciones grupales en residencias o
participación en actividades lúdicas.
211
IV. 2 LA INVESTIGACIÓN SOCIOLÓGICA CUALITATIVA IV. 2. 1 Desde la investigación cualitativa, las principales conclusiones respecto al mundo de las personas mayores solas son las siguientes:
► El género y el estado civil son las dos variables que influyen significativamente en
las actividades del día a día de las personas mayores solas: en los hombres son
más habituales las actividades lúdicas no comunitarias que enlazan con su vida
anterior (aficiones, hábitos, amigos y compañeros…), mientras que en las
mujeres se produce el descubrimiento de lo público, y especialmente todo un
mundo de actividades de formación y aprendizaje organizadas desde las
instituciones públicas y privadas; ser viudos, solteros o separados es un factor
determinante de como se afronta la etapa vital de la vejez porque la
desaparición de la pareja se vive con un sentimiento profundo de soledad y
tristeza, que genera un importante nivel de vulnerabilidad si ocurre a partir de una
cierta edad, y según y cómo se produzca la desaparición del cónyuge. Del
presente se vive muy positivamente un cierto sentimiento de independencia tanto
en el contexto privado (hacer en casa lo que apetece hacer…), como en el
público/comunitario (hacer fuera de casa lo que apetece hacer); a ello contribuye
positivamente un nivel económico mejor de lo que algunas personas mayores
nunca hubieran imaginado tener. Sin embargo hay sombras que matizan mucho
esta primera visión de un transcurrir tranquilo: las escasas e insatisfactorias
relaciones familiares, y/o algunas actitudes negativas en quienes tienes menos
recursos emocionales, culturales y relacionales para generar contextos en los
que puedan tener y desarrollar proyectos personales satisfactorios.
► Los espacios de vivencias cotidianas juegan un papel importante: la casa como
espacio de intimidad, tranquilidad, pero también de recuerdos; las actividades
placenteras, compartidas con amigos y nuevos compañeros, fuera de casa en
cierto modo “para llenar el tiempo”. En cualquier caso tener vida social intensa, la
recuperación del valor de las relaciones sociales, especialmente el creciente
valor de la amistad, y el mantener unas relaciones familiares satisfactorias desde
212
la comprensión y desde el fortalecimiento de la independencia, facilitando la
comunicación, entendiendo que atención y cuidado no es cuestión de género,
son elementos que contribuyen a vivir satisfactoriamente.
► Las vivencias más positivas son aquellas que se organizan alrededor de hacer lo
siempre ha gustado hacer (recuperar aficiones: leer, cine, música, etc.), del ocio,
del acceso a la cultura, al aprendizaje / formación en nuevas destrezas y
materias, o del cuidado de la salud; entre todas ellas el gran descubrimiento de
viajar ocupa un lugar prioritario; por supuesto que, sobretodo entre las mujeres,
el ser útiles para los hijos y nietos, es una vivencia que emocionalmente restituye
la sensación de “visibilidad”, “de contar” para los demás.
► Las vivencias más negativas están más ligadas al mundo emocional que al de la
actividad; junto a la pérdida de la pareja, es el distanciamiento de los hijos y
nietos, y la falta de autoestima y energía para encontrar motivaciones e impulsos
suficientes para desarrollar alguna actividad placentera, para mantener y
desarrollar relaciones sociales, así como para “encauzar” las familiares, lo que
afecta más negativamente a la etapa vital de “ser mayor”.
► Las trayectorias personales, en las que confluyen factores importantes como el
carácter o el capital social, generan los procesos personales que desembocan en
distintas actitudes ante el vivir solo; el sentimiento de soledad / tristeza no se
fragua en el momento en el que la vida impone el vivir solo, sino que es
consecuencia de procesos vitales. El vivir solos tiene situaciones malas: los
inmediatamente posteriores a la pérdida de la pareja, los acontecimientos
especiales, actividades y circunstancias que evocan a las parejas, la salida
definitiva del último hijo de casa la soledad aflora y se agudiza cuando se
percibe distanciamiento real, físico y emocional; la soledad tiene momentos
peores: la noche; y la soledad tienen espacios peores: los que evocan compañía
en el pasado, la casa (especialmente en los hombres poco ligados a este espacio
en soledad).
213
► De la soledad no se habla, es un estado emocional poco comprendido, poco
compartido y poco analizado; en el entorno social, entre iguales, es donde más y
mejor se comparte la soledad y dónde más apoyo se encuentra, por la cercanía
generacional, las experiencias comunes desde las circunstancias cotidianas
similares. Del mundo de la soledad no se reflexiona hasta que no se
experimenta, y para algunas personas mayores es ya demasiado tarde para
encontrar herramientas con las que afrontarlo.
► La visión de un futuro vital positivo pasa por sentirse útiles, primero con los más
cercanos, hijos y nietos. Pero también consigo mismos, aprendizajes nuevos,
proyectos compartidos, aficiones recuperadas…, y compartiendo la etapa con
compañeros y amigos, recuperados o nuevos. No obstante ante un futuro
incierto… la dependencia, la muerte…, las personas mayores solas optan por
mantener la mente en un presente tranquilo, sin especulaciones inseguras. Las
mujeres son quienes, en todo caso, manifiestan una mayor capacidad para
visualizar las oportunidades de futuro, desde una postura vital orientada a las
actividades sociales, educativas y de aprendizaje, al cuidado de la salud, y a la
prevención de la dependencia, encontrando nuevos espacios de desarrollo
personal. Los hombres solos son la parte más frágil de este colectivo, y la
máxima aspiración de todos, hombres y mujeres, es mantener la independencia
la mayor tiempo posible, vivir en su propia casa y por sus propios medios.
IV. 2. 2 Desde la investigación cualitativa, las principales conclusiones respecto al mundo del voluntariado no ligado a las personas mayores, son las siguientes:
► Las personas llegan al voluntariado a través de tres vías: desde cierta
concienciación en la etapa escolar (los voluntarios más jóvenes y con un nivel
educativo alto), a través de vivencias personales en las que se ha recibido ayuda
de alguna organización de voluntariado, por un sentimiento de reciprocidad, y a
través de experiencias en el entorno social y cultural más cercano (barrio,
214
pueblo…) el entorno de relaciones sociales y las experiencias vitales son
transmisores de valores y/o prácticas relacionadas con los objetivos del
voluntariado.
► Las motivaciones de los voluntarios para desarrollar su trabajo se organizan bien
desde los sentimientos más subjetivos ligados a satisfacer la necesidad de dar
respuesta al impulso de sentirse socialmente útiles, o bien desde una toma de
conciencia “social” para dar respuesta a las creencias y problemas sociales del
entorno.
► El mundo del voluntariado no suele tener en cuenta el mundo de las personas
mayores, como colectivo frágil y necesitado de su trabajo; en cualquier caso las
experiencias personales con personas mayores acerca a este mundo, y desde
estas experiencias familiares lo que más se aprecia del mundo de la personas
mayores es su disposición a ayudar en la resolución de problemas cotidianos, la
experiencia vital y su influencia en una visión más cercana y cálida de las
relaciones personales. La negatividad de este mundo tiene que ver con la
pérdida de salud, física y psíquica porque generan dependencia de la familia, y
con el carácter en exceso egoísta.
► Del mundo de los mayores, observado desde “lo social”, y no desde “lo personal”,
con distancia resulta atractivo en tanto en cuanto evoca valores positivos del
pasado y una capacidad de ver y analizar el presente desde la experiencia; así
mismo se valora la capacidad de agradecimiento en detalles mínimos, el
sentimiento comunitario de colaboración y ayuda mutua, sobre todo en entornos
rurales y vecinales, y la capacidad de integración en su vida de valores modernos
tales como el cuidado del cuerpo y de la salud (alimentación, ejercicio físico…),
la valoración del ocio, y la capacidad de tener ilusión y planes de presente y
futuro (viajar, etc.). La negatividad, desde esta visión social del mundo de los
mayores, se asocia de nuevo al deterioro físico relacionado también con la
higiene personal y del entorno (la casa); los rasgos de carácter victimista, la
215
intolerancia, la prepotencia y el egoísmo se acentúan en esta etapa vital y
generan rechazo.
► Desde esta visión dual del mundo de las personas mayores, los voluntarios
afirman que su alejamiento de este mundo, se debe a la visión devaluada de este
universo simbólico que lo “invisibiliza”; pero también se debe a la percepción de
diferencias entre el mundo de los mayores y otros mundos, por ejemplo el de los
niños, como opuestos simbólicos, que hacen de aquel un mundo inactivo,
aburrido, triste o problemático, frente al segundo activo, divertido, alegre o frágil.
Hay otras razones de índole estratégico, como es la ausencia de experiencias
familiares con mayores, o el que no se haya presentado la oportunidad de entrar
en contacto con las organizaciones que tienen a los mayores como objetivo, o el
miedo a que el trabajo voluntario con mayores conlleve asociados cuidados
físicos no deseados.
► El voluntariado con personas mayores es un trabajo que no goza de los mismos
atributos y valoración sociales que el desarrollado con otros colectivos frágiles:
unos son más creativos, activos y estimulantes, frente a éste que es triste,
apagado, inactivo, poco interesante y carente de emociones fuertes. Unos
simbolizan cierto “éxito social” en el mundo del voluntariado y “vende”, el de los
mayores “no vende”, porque las imágenes sociales del mundo de las personas
mayores no tienen ni la fuerza ni el atractivo de otros colectivos. Pero además
hay una imagen / realidad que se impone fuertemente y es la “limitación en el
tiempo”, porque la vida de una persona mayor está avocada a la muerte, y la
muerte simboliza, en última instancia, final y fracaso.
► Sin embargo no todos son sombras, porque una vez que se conoce y
experimenta el trabajo voluntario con mayores, las cotas de satisfacción son
similares a las experimentadas con otros colectivos socialmente más atractivos,
en otras razones por la gran capacidad de consciencia, valoración,
reconocimiento y agradecimiento de los mayores.
216
► Para fomentar el trabajo voluntario con personas mayores, y desde una
organización con Amigos de los Mayores, habría que trabajar el ámbito de la
comunicación desde varios frentes:
▪ En hacer visible el mundo de las personas mayores, haciéndolo público y
conocido, y más en concreto el de las personas mayores solas, publicitando
los canales y las formas mediante las que se puede colaborar.
▪ En ofrecer garantías suficientes para disipar el miedo de los voluntarios a lo
que produce rechazo, asegurando que las cuestiones de atención y cuidado
físico estás atendidas adecuadamente y no son objeto de su trabajo.
IV. 2. 3 Desde la investigación cualitativa, las principales conclusiones respecto a la respuesta que ofrece Amigos de los Mayores, teniendo en cuenta la valoración de las personas mayores que son atendidas por la Fundación:
► Desde la premisa de que no hay una manera unívoca de envejecer, ni existe un
solo modo de asumir el hecho de hacerse mayores, el proceso de envejecimiento
desemboca de manera muy extendida en el hecho de vivir solos. Desde los
cambios sociales y estructurales en el ámbito familiar, junto a la manera personal
de afrontar y asumir los cambios en la situación personal de convivencia y los
cambios familiares, el vivir solos se puede transformar en un sentimiento de
soledad. Esta soledad puede tener causas concretas que pueden deslindarse:
▪ El deterioro físico y motriz que crea barreras reales entre el mayor y las
familia, amigos, vecinos…
▪ Las barreras arquitectónicas que impiden moverse con facilidad.
No todas las personas mayores se enfrentan de igual modo a la soledad: para
algunos la soledad brinda posibilidades de experimentar una cierta libertad y
ampliación de horizontes limitados al espacio y entorno doméstico; ésto se
produce en quienes han tenido su vida más limitada a este entorno. Por el
contrario, hay quienes recorren el camino contrario, de lo público-profesional a lo
doméstico; son a estos últimos a quienes la soledad les genera una merma en su
calidad de vida. El capital a social acumulado a lo largo de la vida es un factor
217
que influye de manera importante en las herramientas adquiridas para
enfrentarse a la soledad: a mayor capital social más posibilidades de enfrentarse
a la soledad de manera más creativa y menos traumática.
► La puesta en contacto persona mayor - Amigos de los mayores se establece a
través de los servicios sociales municipales o sanitarios; pocos mayores entran
en contacto de manera individual y por sus propios medios. Desde esta realidad
la conclusión es que a las personas mayores solas hay que “salir a buscarlas” en
su entorno, no esperar a que ellas acudan.
► La actividad que está realmente extendida y en la que están involucrados la
mayoría los mayores atendidos por Amigos de los Mayores, es el
acompañamiento semanal en el hogar por un voluntario. Para participar en otras
actividades hay quienes tiene barreras reales, desde arquitectónicas, hasta
personales por escasos recursos personales para la comunicación y la
participación social. ► Los beneficios que aporta Amigos de los Mayores a los mayores, además de los
que son obviamente tangibles, basculan sobre dos ejes esenciales: el valor de la
relación personal que se establece entre persona mayor – voluntario, porque
resulta un aliciente de primer orden para el mayor; pero también el valor de la
participación en otro tipo de actividades organizadas por Amigos de los Mayores,
porque resulta una auténtica “reinserción” social para la persona mayor sola.
► La mayor satisfacción de las personas mayores con Amigos de los Mayores se
personifica y concreta en el voluntario que les acompaña, porque representa “la
cara y los ojos” de Amigos de los Mayores. El hecho de estar acompañados y el
cambio de actitud ante la soledad que van experimentando junto a las
motivaciones que desde ahí van surgiendo (para participar en otras actividades,
para salir de casa, para recuperar aficiones…, etc.), son las distintas vertientes
de la satisfacción que experimentan los mayores.
218
► Desde este sentimiento de satisfacción, las expectativas que se generan cuando
comienza la relación persona mayor – Amigos de los mayores se cumplen con
creces: la diversidad de actividades, la calidez humana de los voluntarios, la
compañía, el respeto en el trato, junto a la calidad de la organización de la
Fundación son aspectos que contribuyen a la satisfacción. Hay otros que matizan
y amplían los citados: contar con compañía para hacer las cosas cotidianas
(conversar, pasear, hacer pequeñas compras…), cubrir la necesidad de tener
una cierta interacción social, compartir y relacionarse con otras personas en
ambientes diferentes y estimulantes, y por supuesto recibir cariño y atención. ► No obstante, las personas mayores manifiestan algunas sugerencias para
mejorar lo ya valorado como muy satisfactorio: intensificar y multiplicar las
actividades (salidas, paseos, viajes…) para mitigar más la soledad, y mejorar sus
carencias de relaciones sociales; buscar soluciones a las carencias que se
producen en el periodo vacacional (carencias de acompañamiento y de
actividades); estudiar mejor las afinidades persona mayor – voluntario para que
el acompañamiento y las relaciones personales entre ambos se establezcan más
armónicamente; y establecer mecanismos para que las relaciones sociales de
amistad que surgen de las actividades organizadas por Amigos de los Mayores,
tengan posibilidades de desarrollarse y ampliarse. ► Desde la realidad social de la que parte Amigos de los Mayores para la atención
a este colectivo frágil, personas que sufren soledad y dolor por sentirse casi
invisibles para su propia familia como consecuencia de circunstancias socio-
personales, los resultados que el trabajo de Amigos de los Mayores pone de
manifiesto son los siguientes: ▪ Superación de los momentos más difíciles de crisis personales,
fortalecimiento de debilidades, autoestima, y más fuerza para la superación y
transformación de los malos momentos. ▪ Reconocimiento del más que buen trato recibido: respeto, cariño y atención,
ser escuchados y valorados como interlocutores.
219
▪ Cambio de actitud y predisposición a la participación en actividades de ocio,
socio-culturales, al mismo tiempo que una cierta insatisfacción por depositar
demasiadas expectativas que luego no tienen viabilidad en el seno de Amigos
de los Mayores.
► El voluntario es la piedra angular de Amigos de los Mayores. La vinculación
afectiva entre los voluntarios y los mayores se organiza en torno a la actitud
receptiva y compresiva, vinculación que crece en la misma medida que el cariño,
al cercanía y la empatía; el eje del trabajo con las personas mayores es la visita
semanal al hogar, y desde ahí surgen otras actividades paralelas (salidas por el
barrio, compras, visitas a la biblioteca, al cine, al teatro…), activándose también
aficiones perdidas o dormidas.
► Las dificultades que existen lo son en tanto en cuanto puedan existir elementos
que disturban la relación: barreras de edad, de diferencias importantes de
mundos y/o de caracteres que pueden derivar en dificultades para encontrar
puntos de encuentro; debido a ello es una labor importante para Amigos de los
Mayores estudiar y valorar que existan las mínimas barreras de este tipo entre
los voluntarios y la persona mayor a que atienden. ► Como expectativas para el futuro los mayores exponen su deseo de que todas
las actividades, desde la visita del voluntario hasta las actividades “extras” sean
más frecuentes; además se vería con buenos ojos que Amigos de los Mayores
tuviera a modo de una sede/centro de reunión y encuentro donde poder
desarrollar más actividades, pero sobre todo poder ser un lugar de
aglutinamiento en el que poder desarrollar más y mejores relaciones con otras
personas mayores.
IV. 2. 4 Desde la investigación cualitativa, las principales conclusiones respecto a la respuesta que ofrece Amigos de los Mayores, teniendo en cuenta
220
la valoración de los voluntarios que trabajan con las personas mayores que son atendidas por la Fundación:
► Los voluntarios que trabajan con Amigos de los mayores son personas de una
edad media con un nivel de estudios medio alto y alto, y un buen estatus
socioeconómico; asumen su actividad de voluntarios desde un compromiso
personal como una tarea ética. Las circunstancias desde las que se
desencadena su actividad de voluntariado son de diversa índole, pero tiene
especial relevancia la experiencia de convivencia con personas mayores en la
familia. Entran en contacto habitualmente con Amigos de los Mayores a través de
Internet. Son en general personas muy activas, abiertas a experiencias sociales y
humanas enriquecedoras, y con un enfoque muy particular hacia las personas
desfavorecidas y frágiles.
► La práctica totalidad de los voluntarios participan en la visita semanal al hogar de
una persona mayor, sin embargo no todos pueden desarrollar otras, o más,
actividades, porque su perfil familiar y profesional difícilmente encaja con los
horarios y compromisos que van más allá de estas dos horas semanales; así
pues resulta contradictorio y tema de reflexión de Amigos de los Mayores, el
hecho de que a lo que los mayores piden, los voluntarios no puedan dar
respuesta: en la falta de tiempo derivado del trabajo y de la atención a Amigos de
los Mayores, y no en su nivel de conciencia e implicación es donde residen las
dificultades; sólo de manera esporádica, las dificultades residen en la falta de
motivación o en el carácter y personalidad de la persona mayor. El papel de
Amigos de los Mayores es importantísimo, tanto en la motivación de las personas
mayores, como en la búsqueda de soluciones para paliar las dificultades
derivadas de estas características de los voluntarios.
► Lo que los voluntarios valoran de su trabajo es tanto la construcción y desarrollo
de una red de relaciones humanas como el hecho de realizar una actividad que
consideran, por encima de cualquier otra consideración, muy positiva y
alentadora para la persona mayor que los necesita; pero además dan gran valor
221
al mundo de posibilidades que se abre con la entrada en contacto con el mundo
de las personas mayores: lleno de experiencias, de sabiduría, de saber hacer y
maneras inteligentes de vivir la vida y el presente; por último existe la satisfacción
por el hecho de realizar una actividad “orientada a otros” como una forma activa
de crecimiento personal.
► Dentro del ámbito motivacional, los voluntarios se mueven entre las motivaciones
estrictamente personales-subjetivas y las sociales, que tienen su origen en una
toma de conciencia social que se encauza mediante el trabajo con un colectivo
muy frágil; mientras que el primer tipo de motivaciones encuentra sus raíces en
una tendencia muy personal y subjetiva a la ayuda a “otra” persona para
contribuir a mejorar su estado emocional, el segundo tipo enraiza con una
dimensión de conciencia social. Ambas dimensiones son dos caras de una
misma moneda, y lo que ocurre habitualmente es que se entremezclan y pierden
su entidad y sus diferencias específicas.
► Las expectativas que los voluntarios ponen en su trabajo y colaboración con
Amigos de los Mayores no sólo se ven satisfechas con creces, sino que
habitualmente se colman de asombro cuando experimentan que “reciben más de
lo que dan”: se les devuelve en forma de emociones de índole afectivo,
sensaciones de bienestar y satisfacción.
► No obstante, y desde un gran nivel de satisfacción, se sugieren algunas posibles
mejoras, tales como el conseguir por parte de Amigos de los Mayores un mejor
seguimiento y control de la evolución de la relación entre el voluntario y la
persona mayor: detección de posibles problemas, pequeñas o mayores
incidencias…. Una buena fórmula podría consistir en establecer reuniones
periódicas de evaluación y valoración con los voluntarios, para conocer la
evolución de las necesidades de la persona mayor y las posibles respuestas que
el voluntario tiene capacidad material de ofrecer. Otra posible mejora se sitúa
tanto en el proceso de captación de los voluntarios como en los primeros pasos
de su trabajo en Amigos de los Mayores; se trata de ofrecer el máximo de ayuda
222
y colaboración para que el voluntario se deslice en el mundo de los mayores
desde la realidad de sus posibilidades, miedos, deseos…., sin traumas,
sabiéndose apoyado en todo momento. Desde este primer momento es
importante también trabajar para idoneidad del “emparejamiento” voluntario-
persona mayor de acuerdo a sus afinidades. Para Amigos de los Mayores esto
debería ser una prioridad puesto que son los voluntarios la cabeza visible y el eje
central sobre el que se organiza y da vida a los objetivos de la Fundación. Otras
posibles mejoras son las que tienen que ver con desarrollar un mayor esfuerzo
en intensificar e incrementar las actividades que van más allá de la visita; los
voluntarios, aunque tengan limitaciones para dar ellos miemos respuesta, son
conscientes de la gran demanda que de ello existe entre las personas mayores.
Hacia el futuro observan que habrá que dar respuesta a nuevas generaciones de
personas mayores desde la diversificación de actividades, porque aunque la
soledad será una realidad y tal vez el centro del problema, el ser tipo de
personas que habrá detrás de esa soledad probablemente no será el mismo de
hoy.
► Todos los voluntarios muestran una gran satisfacción, tanto desde el punto de
visita personal, como desde el punto de vista de objetivos corporativos
cumplidos, porque los cambios en la persona mayor son palpables y objetivables;
pero los objetivos alcanzan también a veces lo inesperado, por ejemplo cuando
ocurre un cambio positivo en la actitud de la familia de la persona mayor, como
consecuencia de observar la labor de Amigos de los Mayores, y del voluntario.
► Pero aquello que indudablemente es especialmente satisfactorio para los
voluntarios se organiza entorno a la relación entre ellos y la persona mayor,
relación que se construye lentamente y a base de comunicación, respeto,
cercanía y educación: la observación y vivencia de la capacidad de
agradecimiento y reconocimiento, la fidelidad en torno a la relación, los cambios
de actitud en la persona mayor (más alegría, sentido del humor…), son algunos
de los elementos que inciden directamente en la satisfacción del trabajo bien
hecho. La relación se transforma poco a poco en un vínculo que incluso va más
223
allá de la mistad y llega casi a lo familiar, porque en realidad es que para muchos
mayores su voluntario es prácticamente su única familia.
► Algunas dificultades que surgen en la relación persona mayor – voluntarios, se
derivan de la aparición de un cierto cansancio debido a la monotonía de la
relación y de las actividades, a veces siempre las mismas, o del cansancio de
sumar a una vida llena de actividades de trabajo y con la familia, las del
voluntariado; otras veces las dificultades se derivan del compromiso adquirido
libremente con la persona mayor y que cuesta cumplir, aunque se cumpla sin
reservas. Posiblemente Amigos de los Mayores debería trabajar en el
mantenimiento de la motivación de los voluntarios, para que nos se encuentren
solos ante los retos personales que supone su trabajo, ofreciendo su apoyo,
respuestas y soluciones a sus dificultades.
► A pesar del cansancio que se transluce en algunos voluntarios, el compromiso
personal con la persona mayor lo es de por vida y de ahí que Amigos de los
Mayores deba aún más apoyar posturas tan valientes y comprometidas. Una
última consideración que los voluntarios formulan para un mejor futuro del trabajo
de Amigos de los Mayores, es el que se tome en consideración un cierto nivel de
formación, no sólo el que proviene de la experiencia de cada cual con los
mayores de su familia, sino una formación en el adiestramiento y comprensión
sobre el proceso de envejecimiento y las peculiaridades del mundo de las
personas mayores, y más en concreto aplicado al mundo particular de la persona
mayor concreta con la que va a trabajar.
► Sobre todo ello es sobre lo que debe reflexionar Amigos de los Mayores, cuyo
futuro pasa, además de por seguir trabajando en la línea actual, por trabajar
también para hacer visible el mundo de las personas mayores, darles voz y
forma; a la vez que trabajar para que el mundo del voluntariado se acerque y
visualice a las personas mayores solas, y vean las posibilidades concretas de
trabajar en él. Posiblemente la presencia activa y genérica en los medios de
comunicación, especialmente Internet, y la presencia concreta e insistente en
224
todo el entramado de la organización del voluntariado, son dos vías necesarias
para comenzar a hacer visibles a los mayores, y hacerlos visibles a los
voluntarios.
IV. 3 REFLEXIONES DESDE AMIGOS DE LOS MAYORES
► Se confirma con este estudio que tiene todo el sentido la existencia de
organizaciones como Amigos de los Mayores, y que cada vez van a tener un
papel más importante como nexo entre las personas mayores que experimentan
sentimientos de soledad, y las personas voluntarias que quieran dedicar parte de
su tiempo a acompañar a este colectivo.
► Las personas mayores que se sienten solas no van a buscar por ellas mismas
recursos para paliar su soledad. Por ello, desde Amigos de los Mayores se debe
realizar el esfuerzo continuo de ir a buscar a estas personas a través de
informadores cualificados como lo son los trabajadores sociales, tanto de los
centros de salud como de servicios sociales, y de nuevos interlocutores como los
servicios de teleasistencia, vecinos, etc.
► Del análisis de las personas mayores que están en una situación previa al perfil
de los mayores acompañados por Amigos de los Mayores, se desprende la
importancia de mantenerse activos y realizar actividades con otros generando
nuevas redes sociales. Amigos de los Mayores deberá continuar su trabajo
centrado en favorecer que este activismo se siga manteniendo en las personas
mayores más frágiles y dependientes, haciendo posible el mantenimiento de su
mismo nivel de ocupación.
► Amigos de los Mayores tiene que realizar un esfuerzo importante de
sensibilización social para acercar y hacer visible la realidad de soledad en la que
viven muchas personas mayores, y que sea tenido en cuenta como un sector
necesitado de atención por parte del voluntariado. Partiendo de las experiencias
225
vividas, de las altas cotas de satisfacción expresadas por los voluntarios que ya
trabajan con este colectivo, se debe promover la acción voluntaria en este
sentido, eliminando posibles barreras y miedos que puedan existir.
226
ANEXO I BIBLIOGRAFÍA
Padrón municipal: explotación estadística. Año 2007. Publicado por el INE el 17/01/2008. Proyecciones de población a corto plazo 2007-2015. Publicado por el INE el 16/01/2008. Sancho M.T., Abellán y L. Pérez Ortiz (2002) Las personas mayores en España. Informe 2002. IMSERSO. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Madrid Sancho M.T., Abellán y L. Pérez Ortiz (2005) Las personas mayores en España. Informe 2004. IMSERSO. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Madrid Sancho M.T., Abellán y L. Pérez Ortiz (2002) Las personas mayores en España. Informe 2006. IMSERSO. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Madrid Vinuesa Angulo, J. Y Abellán García, A. (1993) El envejecimiento demográfico. En R. Puyol et al. Los grandes problemas de la población. Síntesis. Madrid Lourdes Pérez Ortiz (2002) Envejecer en España. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Madrid Lourdes Pérez Ortiz (2004) Envejecer en femenino. Boletín perfiles y tendencias. Observatorio de Personas Mayores. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales Observatorio de personas mayores. A propósito de las condiciones de vida de las personas mayores. Encuesta 2006. IMSERSO GFK Emer Ah HOC Research (2004) Encuesta de condiciones de vida de los mayores. Estudio 4.597. IMSERSO Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) (2006) Condiciones de Vida de las personas mayores. Estudio nº 2.647 IMSERSO Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) (1998) La soledad en las personas mayores. Estudio nº 2.279. IMSERSO Madrigal Muñoz, Ana (2000) La soledad de las personas mayores. : Boletín nº 3 Perfiles y Tendencias del Observatorio de Personas Mayores. IMSERSO Lourdes Pérez Ortiz (2006). La estructura social de la vejez en España. Nuevas y viejas formas de envejecer. Colección Documentos. IMSERSO
227
Rubio Herrera, Ramona (2004) La soledad en las personas mayores españolas. Portal Mayores. Madrid Juan López Doblas. (2005) Personas mayores viviendo solas : la autonomía como valor en alza. Madrid. IMSERSO Julio Iglesias de Ussel (2001) La soledad en las personas mayores: influencias personales, familiares y sociales. Análisis Cualitativo. IMSERSO IMSERSO (2002) Percepciones sociales sobre las personas mayores, Madrid Campo Laredo, Mª J. (200). Apoyo informal a las personas mayores y el papel de la mujer cuidadora. CIS, serie Opiniones y Actitudes, nº 31. Madrid IMSERSO (1995) Cuidados en la vejez. El apoyo informal. Ministerio de Asuntos Sociales. Madrid Requena Santos, F. (1994). Amigos y redes sociales. Elementos para una sociología de la amistad. CIS. Madrid Valles, M.S. (2001) La ambivalente soledad de los mayores. En: Los mayores activos. Seniors Españoles para la Cooperación Técnica (SECOT) Madrid. Bazo M.T. y Maiztegui, C. (1999) Sociología de la vejez, en M.T. Bazo (coord.), Envejecimiento y Sociedad. Una perspectiva internacional, Madrid, Ed. Médica Panamericana Scott, A. Y Wenger, G.C. (1996) Género y redes de apoyo social en la vejez, en Arber, S. Y Ginn, J. (1996) Narcea. Madrid Gibson, H. B. (2000) Loneliness in later life, St. Martins Press, New York, NY. Roach, A. (2000) Loneliness and the life cycle. Psychological-Reports. Vol. 86 (No. 2): p. 629-642. Gloria Pérez Serrano (2004) Calidad de vida en personas mayores. Dykinson. Madrid Davis Smith, Justin; Gay, Pat (2005) Active ageing in active communities. The Policy Press. Reino Unido Erlinghagen, Marcel; Hank, Karsten (2005) Participación de las personas mayores europeas en el trabajo de voluntariado. Boletín nº 17 Perfiles y Tendencias del Observatorio de Personas Mayores. Madrid (2006) Experiencias para iniciativas. Aprovechar el potencial de los mayores en los municipios. Ministerio Federal de Familia, Personas Mayores, Mujer y Juventud. Alemania Knapp, Kenneth; Muller, Charlotte (2000) Productive Lives: Paid and Unpaid Activities of Older Americans. International Longevity Centre. Estados Unidos
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229
Demetrio Casado (2003) Imagen y realidad de la acción voluntaria. Editorial Hacer. Barcelona Antonio Ariño (2007) Asociacionismo y voluntariado en España. Cuadernos de Solidaridad. Nº 6 N.L. Chappell (1999) Volunteering and healthy aging: What we know. Volunteer/Bénévoles Canada. Santos Urbaneja, Fernando (2004) Pautas de actuación en casos de personas mayores que viven solas y no pueden valerse por sí mismas. Portal Mayores. Madrid Bazelle M.-L. , Forcet J-Y (1999). Sortir la personne âgée de son isolement. VIENNE: ADICIFOR Rubio R., Aleixandre M., Prevención del aislamiento social en personas mayores, en “Rev. Espa. Geriatría y Gerontología”, 1997(32), p. 51 Fundación Pere Tarrés (2004) Las personas mayores se implican en la calidad de vida del municipio. Proyecto Implica-acció. http://www.peretarres.org/investigacionaccion/proyecto5.html
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ANEXO II: GUIONES PARA LA MODERACIÓN DE LOS GRUPOS FOCALES Y ENTREVISTAS EN PROFUNDIDAD
GUIÓN ENTREVISTAS EN PROFUNDIDAD A VOLUNTARIOS DE AMIGOS DE LOS MAYORES
1.- Presentación. Descripción del estudio, presentación entrevistadora 2.- Presentación entrevistado/a:
• Edad • Nivel de estudios y profesión • Años que lleva trabajando de voluntario en “Amigos de los Mayores” y/o en
cualquier otra organización • Participa con alguna persona más de su familia • Ha trabajado como voluntario en otras ONG,s, Fundaciones, etc.. ¿con
qué tipo de personas y en qué tipo de actividades? • Que actividades desarrolla en “Amigos de los Mayores”
3.- La relación con “Amigos de los Mayores”:
• Desde cuándo está en contacto con “Amigos de los mayores” • Cómo conoció la asociación • Descripción de las actividades en las que participa: (recordar las que
pueden existir para refrescar la memoria, en caso necesario)
Acompaña/visita algún voluntario en su casa. Qué hacen durante la visita Acompaña a hacer gestiones fuera de su casa (qué gestiones) Otras actividades (en Madrid): meriendas en el local, fiesta de navidad, fiesta de San Isidro, salidas de un día Otras actividades (en Barcelona): acompañamiento al enfermo, tertulias/talleres/salidas, vacaciones adaptadas, actos (San Jordi, San Juan, campaña/comida de Navidad/Una famita por Navidad...) Vacaciones de verano
• Actividades en las que le gustaría participar y que no lo hace: por qué no
participa • A cuántas personas voluntarias ha acompañado / atendido, tienen relación
con Vd. 4.- Valoración del “el servicio” que presta a Amigos de los Mayores”:
• Indagar en profundidad qué aspectos de su relación con Amigos de los Mayores le resulta más positivo, y por qué razones, por ejemplo se trata de averiguar si la satisfacción / lo positivo está relacionado con las relaciones personales que se establecen entre persona mayor – voluntario, voluntario – otros voluntarios y/o es el otro el motivo más profundo de su satisfacción.
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• Qué es lo motiva para participar y sentirse bien: acompañar a personas mayores, el hecho de establecer contacto con el mundo de los mayores (por que lo considera interesante, le enriquece, etc….); o bien es hacer voluntariado y da lo mismo con las personas mayores o con otros colectivos….
• Lo que recibe de “Amigos de los Mayores” es lo que esperaba, o esperaba otras cosas… qué esperaba.
• Que echa de menos de “Amigos de los Mayores”, qué le gustaría hacer, trabajar que ahora no hace, etc.
• Hay alguna cosa que le ha decepcionado, que no le ha gustado, respecto a personas, actividades, etc.
• Qué modificaría, añadiría, sugeriría para mejorar lo que hace en “Amigos de los Mayores”
• Cómo es la relación con otros voluntarios de “Amigos de los mayores” y/o trabajadores de la sede de “Amigos de los mayores”.
• Ahondar en si la finalidad de “Amigos de los Mayores” [mitigar la soledad, la sensación de abandono y ayudar a valorar su vida, redescubrir su potencial, permitir que expresen sus deseos y aspiraciones, aumentar la autoestima, aceptar su etapa vital como ser en evolución y ayudar a aceptar los cambios vitales que se producen, evitar sentirse socialmente excluido] se cumple en los casos concretos de las personas mayores con las que tiene contacto; se trata de ahondar en las emociones y vivencias de la realidad que pe3rcibe en las personas mayores.
5.- Valoración del trabajo de voluntariado
• Cómo describiría su relación con la persona mayor a la que atiende más intensamente: lo más positivo, lo negativo, algún aspecto mejorable
• Qué es lo que más valora de esta persona • Ahondar en cómo se siente con la persona mayor: Siente que le transmite
emociones positivas, que le puede ofrecer aquello que necesita, le crea algún tipo de frustración por no poder hacer más…etc.
• Cuando está con la persona mayor ¿qué hacen juntos? ¿quién toma las iniciativas para hacer cosas juntos? Qué es lo que más le anima y le gusta de su relación a la persona mayor a la que atiende / acompaña
• A notado en alguna ocasión que haya barreras entre Vd. y las personas mayores ¿qué tipo de barreras: edad, emotividad, culturales, etc…? se cansa de estar con él/ella, percibe alguna cosa, actitud que no le guste o le incomode
• Cree que la selección de voluntario- persona mayor se realiza bien, adecuadamente, o podría mejorarse ¿hay alguna sugerencia respecto a cómo mejorar esta selección?.
6.- En un futuro próximo…
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• Cree que va a seguir prestando su colaboración como voluntario e con personas mayores? ¿se siente suficientemente formado/ preparado? ¿cree que sería conveniente recibir algún tipo de reciclaje, formación, información sobre el mundo cambiante de las personas mayores…?
• Qué más puede aportar al mundo de los mayores una fundación como “Amigos de los mayores”…. Y Vd. qué más puede aportar
• Cuál es su visión sobre la evolución del voluntariado en los próximos años.
---------- GUIÓN ENTREVISTAS EN PROFUNDIDAD A PERSONAS MAYORES DE AMIGOS DE LOS MAYORES 1.- Presentación. Descripción del estudio, presentación entrevistadora 2.- Presentación entrevistado/a:
• edad • cómo se encuentra de salud: enfermedades, achaques… que le crean
alguna dependencia • cómo vive en su casa: sólo/a, con su pareja, familia directa (hijos/as,
nietos/as, etc.) • cómo le gustaría vivir • que ha hecho, trabajado, dedicado, a lo largo de su vida (profesión, etc.)
3.- La relación con “Amigos de los Mayores”:
• Desde cuándo está en contacto con “Amigos de los mayores” • Cómo conoció la asociación • Descripción de las actividades en las que participa: (recordar las que
pueden existir para refrescar la memoria, en caso necesario)
Le acompaña/visita algún voluntario en su casa. Qué hacen durante la visita Un voluntario le acompaña a hacer gestiones fuera de su casa (qué gestiones) Otras actividades (en Madrid): meriendas en el local, fiesta de navidad, fiesta de San Isidro, salidas de un día Otras actividades (en Barcelona): acompañamiento al enfermo, tertulias/talleres/salidas, vacaciones adaptadas, actos (San Jordi, San Juan, campaña/comida de Navidad/Una famita por Navidad...) Vacaciones de verano
• Actividades que le gustaría participar y que no lo hace: por qué no
participa
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• Cuántas personas voluntarias han tenido y/o tienen relación con Vd. 4.- Valoración del “el servicio” que recibe de Amigos de los Mayores”:
• Indagar en profundidad qué aspectos de su relación con Amigos de los Mayores le resulta más positivo, y por qué razones, por ejemplo se trata de averiguar si la satisfacción / lo positivo está relacionado con las relaciones personales que se establecen entre persona mayor – voluntario y/o persona mayor - voluntario – relaciones sociales con otros mayores que le proporciona; o bien son las actividades en sí mismas las influyen en la satisfacción.
• Qué es lo que más le ayuda a sentirse bien: estar acompañados / no estar solos, tener cosas / actividades qué hacer, ver a más gente.
• Lo que recibe de “Amigos de los Mayores” es lo que esperaba, o esperaba otras cosas… qué esperaba.
• Que echa de menos de “Amigos de los Mayores”, qué le gustaría hacer, recibir, etc. que ahora no hace, recibe, etc.
• Hay alguna cosa que le ha decepcionado, que no le ha gustado, respecto a personas, actividades, etc.
• Qué modificaría, añadiría, sugeriría para mejorar lo que recibe de “Amigos de los Mayores”
• Cómo es la relación con otras personas de “Amigos de los mayores” que encuentra en las actividades en las que participa (los voluntarios y/o trabajadores de la sede de “Amigos de los mayores”)
• Ahondar en si la finalidad de “Amigos de los Mayores” [mitigar la soledad, la sensación de abandono y ayudar a valorar su vida, redescubrir su potencial, permitir que exprese sus deseos y aspiraciones, aumentar la autoestima, aceptar su etapa vital como ser en evolución y ayudar a aceptar los cambios vitales que se producen, evitar sentirse socialmente excluido] se cumple; se trata de ahondar en las emociones y vivencias de la realidad.
5.- Valoración de los voluntarios
• Cómo describiría su relación con la persona voluntaria que está con Vd.: lo más positivo / algún aspecto mejorable
• Qué es lo que más valora de esta persona • Ahondar en cómo se siente con la persona voluntaria: Se siente valorado,
apreciado, respetado, animados…, etc. • Cuando está con la persona voluntaria ¿qué hacen juntos? ¿quién toma
las iniciativas para hacer cosas juntos? Qué es lo que más le anima y le gusta de su relación con la persona voluntaria
• A notado en alguna ocasión que haya barreras entre la persona voluntaria y Vd., cree que no el entiende, o que se cansa de estar con Vd., o alguna otra cosa, actitud que no le guste o le incomode
• Diferenciación entre voluntario de “Amigos de los Mayores” y la “Atención Domiciliaria municipal”.
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6.- En un futuro próximo…
• Cómo ve su evolución emocional en los últimos cinco años, cómo se siente ahora, cómo cree que va a sentirse, cómo va a estar en un futuro próximo (en relación a sus sentimientos, personas, familia, etc.)
• Qué cree que a va necesitar de una asociación como “Amigos de los mayores”, para sentirse mejor: ideas sobre actividades, relaciones, necesidades, etc.
-------- GUIÓN PARA LA MODERACIÓN DE LOS GRUPOS FOCALES A PERSONAS MAYORES
1.- Presentación. Descripción del estudio, presentación entrevistadora 2 Presentación entrevistada/o:
• edad • cómo se encuentra de salud: enfermedades, achaques… que le crean
alguna dependencia • Estado civil • cómo vive en su casa: sólo/a, familia directa (hijos/as, nietos/as, etc.) • cómo le gustaría vivir • que ha hecho, trabajado, dedicado, a lo largo de su vida (profesión, etc.)
3.- ¿Le gusta cómo viven?, cuál sería la situación óptima en la que les gustaría vivir en su casa, con quién. 4.- Descripción de las actividades, momentos del día a día, que pasan con otras personas, y las que realizan sola/o
• cómo se sienten en cada una de esta circunstancias, momentos del día a día; qué les hace sentirse bien y qué les hace sentirse mal (hay evitar que se hable sólo de achaques y salud )
• Cómo son las relaciones cotidianas con hijos/as, nietos, familia directa: qué actividades concretas hacen con ellos/as; qué espera de su familia que no recibe o que le resulta insatisfactorio, qué recibe que le resulta más satisfactorio, le gusta más.
• Cómo son las relaciones cotidianas con amigos, vecinos: qué actividades concretas hacen con ellos/as; qué espera de ellos/as que no recibe o que le resulta insatisfactorio, qué recibe que le resulta más satisfactorio, le gusta más.
5.- Qué circunstancias, vivencias, personas, y momentos de su vida actual le producen mayor sensación de bienestar, de felicidad, de sosiego, de
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tranquilidad. Por el contrario, qué circunstancias, vivencias, personas -o ausencia de ellas-, y momentos de su vida actual le producen mayor sensación de infelicidad, desasosiego, de intranquilidad, de angustia, de preocupación. 6.- La soledad. Ahondar en el sentimiento de soledad:
• Cómo y en qué momentos se siente solo/a. • Cómo vive la soledad: con serenidad, sosiego / con angustia, con
desasosiego. • ¿Habla de este sentimiento con alguien? ¿Se siente comprendido/a
respecto a ello? • Qué hace para evitar estar solo/a. • ¿Alguna vez, a lo largo de su vida, se había planteado “la soledad”, había
reflexionado sobre ello? 7.- Expectativas de futuro:
• ¿Qué espera de la vida, de las personas que le rodean, de la sociedad en los próximos años?
• ¿Cómo cree que va a seguir su vida en estos próximos años? • ¿Cómo cree que se va a sentir con sus actividades, su familia, sus
amigos, sus vecinos? • ¿Cómo le va a gustar vivir, qué cree que va a necesitar, qué va a echar de
menos?
--------
GUIÓN PARA LA MODERACIÓN DE LOS GRUPOS FOCALES CON VOLUNTARIOS
1.- Presentación moderadora y asistentes al grupo: edad, nivel de estudios y profesión; convivencia familiar, qué tipo de voluntariado desarrollan o han desarrollado en los últimos cinco años. 2.- Motivaciones para trabajar como voluntarios: cuando comienzan a tener la “inquietud” para participar en dónde y cómo cada uno/a desarrolla su trabajo. 3.- Las motivaciones específicas para trabajar con colectivos de personas vulnerables: descripción / definición de la vulnerabilidad en sus experiencias concretas como voluntarios y en los colectivos con los que se trabaja o se ha trabajado. 4.- Descripción de las experiencias familiares con personas mayores: si se ha convivido o no con abuelos, padres u otras personas mayores en el seno familiar (propio y/o de su cónyuge, pareja, amigos…), y cómo han sido estas experiencias:
Lo positivo, agradable, satisfactorio Lo negativo, desagradable, insatisfactorio…
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Ahondar en la existencia de algún tipo de rechazo a la relación con estas personas mayores del ámbito cercano / familiar, bien sea por ellos mismos o por parte de las personas mayores
5.- Cómo observan el mundo de las personas mayores en lo global:
Que les resulta lo más tractivo, positivo, interesante, valioso del mundo que actualmente rodea a las personas mayores
Que les produce rechazo, bien sea de manera consciente, como inconsciente, porque aunque racionalmente no crean que deban sentir rechazo, en la realidad lo sienten…; por ejemplo: la vejez, la edad, el deterioro físico, ambiental (la casa en la que viven las personas mayores, su aspecto físico, su manera de comer, su higiene, la manera de hablar, etc…); el deterioro cognitivo, sus hábitos
6.- Las razones reales y conscientes por las que nunca se han planteado el voluntariado con personas mayores: se trata de averiguar si ha sido simplemente una falta de oportunidades, razones puramente logísticas (por razones de lejanía, horarios, etc.) o bien no se ha buscado conscientemente el trabajo con este colectivo. 7.- Cómo perciben la imagen personal y la imagen social del trabajo del voluntariado con personas mayores:
Tiene / no tiene una imagen social devaluada ¿por qué razones? No produce las mismas satisfacciones personales que colaborando con… No se perciben/ven los resultados positivos como en otros colectivos como…
8.- En qué términos, condiciones, por qué razones…, bajo qué circunstancias… se podrían plantear la colaboración como voluntarios con personas mayores, en un futuro próximo.
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