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Número suelto € 1,00. Número atrasado € 2,00 L’O S S E RVATORE ROMANO EDICIÓN SEMANAL Unicuique suum EN LENGUA ESPAÑOLA Non praevalebunt Año XLVI, número 50 (2.394) Ciudad del Vaticano 12 de diciembre de 2014 El Pontífice para la próxima Jornada mundial de la paz No esclavos, sino hermanos MENSAJE EN PÁGINAS 8 A 10 Fenómeno abominable A un congreso sobre la trata de seres humanos Crimen de lesa humanidad PÁGINA 10 El anuncio en un comunicado de la Secretaría general Publicados los Lineamenta del Sínodo de 2015 PÁGINA 5 En la fiesta de la Inmaculada Concepción Enséñanos a dejar espacio a Dios PÁGINA 3 En febrero el Papa creará nuevos cardenales Y convoca un consistorio de todo el colegio GIOVANNI MARIA VIAN Tiene un tono dramático y abierto a la confianza el mensaje para la Jornada mundial de la paz que el Papa Francisco quiso dirigir a cada mujer y hombre, sin distinción de fe o de ideas. Dramático es, en efecto, el «fenómeno abominable» sobre el cual el Pontífice eligió lla- mar la atención internacional, o sea la llaga de la explotación del hom- bre por parte del hombre, hasta la esclavitud. Con palabras olvidadas pero en los acontecimientos presen- te en muchas sociedades y bajo formas a menudo ocultas o ignora- das. La mirada del Papa está arraiga- da en la visión bíblica pero su pa- labra se dirige a todos, fundándose en la expresión del apóstol Pablo contenida en su texto más breve y conmovedor: la nota dictada a Fi- lemón para pedirle que vuelva a re- cibir a Onésimo, el esclavo que ha- bía huido, acogiéndolo ya no en la condición servil sino «como un hermano querido». Y esta es la raíz de la fraternidad querida por el creador desde los orígenes, pero desde los orígenes opacada por el pecado. Sin embargo, donde «abundó el pecado, sobreabundó la gracia» responde, también con san Pablo, el mensaje papal. No son imposibles, por lo tanto, relaciones dignas del hombre, in- cluso si la esclavitud no es sólo un fenómeno histórico sino una dra- mática y vergonzosa realidad actual sobre la que Bergoglio siempre se ha preocupado y que de nuevo de- nuncia con fuerza como «crimen de lesa humanidad» en perjuicio de millones de seres humanos: mu- jeres y hombres, incluso niños, per- sonas obligadas a prostituirse, ven- didas para la extracción y el tráfico de órganos, mantenidas en esclavi- tud por grupos terroristas, como en regiones de África y del Cercano y Medio Oriente. SIGUE EN LA PÁGINA 2 Para el 14 y 15 de febrero próximo el Papa convocó un consistorio para la creación de nuevos cardenales, el se- gundo del pontificado. Lo anunció el director de la Oficina de prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, en el briefing del jueves 11 de diciembre, sobre la reunión en curso del Consejo de cardenales, el así llamado C9. El próximo encuen- tro del organismo se tendrá del 9 al 11 de febrero y le seguirá, el 12 y 13 de febrero, un consistorio con todo el colegio cardenalicio pa- ra una lectura de conjunto de las orientaciones y pro- puestas para la reforma de la Curia, en un itinerario de participación y verifica- ción. Respecto a los trabajos de la reunión del Consejo de cardenales, que inició el martes 9 en Santa Marta y concluyó el jueves por la tarde, el padre Lombardi destacó la participación atenta del Papa en todas las sesiones, excepto la que coincidía con la au- diencia general. El conse- jo, con la relación del obispo secre- tario Marcello Semeraro, examinó lo que surgió de la reunión de los jefes de dicasterio del 24 de noviembre pasado. En la reunión se profundizaron las diversas propuestas y observacio- nes, en la confirmación de las orien- taciones para la reorganización de algunos dicasterios en torno a dos núcleos: laicos y familia por una parte, justicia, paz y caridad por otra. Es un proceso en curso. No se tomaron decisiones y se prevén tiempos bastante largos. Otra cuestión se refiere a la Co- misión pontificia para la tutela de los menores, coordinada por el car- denal Sean Patrick O’Malley. En la plenaria prevista del 6 al 8 de febre- ro deberían participar también los nuevos miembros. La comisión pa- saría de los actuales nueve a cerca de dieciocho componentes, que re- presenten los diversos continentes y las diversas situaciones.

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  • Nmero suelto 1,00. Nmero atrasado 2,00

    LO S S E RVATOR E ROMANOEDICIN SEMANAL

    Unicuique suum

    EN LENGUA ESPAOLANon praevalebunt

    Ao XLVI, nmero 50 (2.394) Ciudad del Vaticano 12 de diciembre de 2014

    El Pontfice para la prxima Jornada mundial de la paz

    No esclavos, sino hermanos

    MENSAJE EN PGINAS 8 A 10

    Fenmeno abominable

    A un congresosobre la trata de seres humanos

    Crimen de lesa humanidad

    PGINA 10

    El anuncio en un comunicado de la Secretara general

    Publicados los Lineamenta del Snodo de 2015

    PGINA 5

    En la fiesta de la Inmaculada Concepcin

    Ensanos a dejar espacio a Dios

    PGINA 3

    En febrero el Papa crear nuevos cardenalesY convoca un consistorio de todo el colegio

    GI O VA N N I MARIA VIAN

    Tiene un tono dramtico y abiertoa la confianza el mensaje para laJornada mundial de la paz que elPapa Francisco quiso dirigir a cadamujer y hombre, sin distincin defe o de ideas. Dramtico es, enefecto, el fenmeno abominablesobre el cual el Pontfice eligi lla-mar la atencin internacional, o seala llaga de la explotacin del hom-bre por parte del hombre, hasta laesclavitud. Con palabras olvidadaspero en los acontecimientos presen-te en muchas sociedades y bajoformas a menudo ocultas o ignora-das.

    La mirada del Papa est arraiga-da en la visin bblica pero su pa-labra se dirige a todos, fundndoseen la expresin del apstol Pablocontenida en su texto ms breve yconmovedor: la nota dictada a Fi-lemn para pedirle que vuelva a re-cibir a Onsimo, el esclavo que ha-ba huido, acogindolo ya no en lacondicin servil sino como unhermano querido. Y esta es la razde la fraternidad querida por elcreador desde los orgenes, perodesde los orgenes opacada por elpecado. Sin embargo, dondeabund el pecado, sobreabund

    la gracia responde, tambin consan Pablo, el mensaje papal.

    No son imposibles, por lo tanto,relaciones dignas del hombre, in-cluso si la esclavitud no es slo unfenmeno histrico sino una dra-mtica y vergonzosa realidad actualsobre la que Bergoglio siempre seha preocupado y que de nuevo de-nuncia con fuerza como crimende lesa humanidad en perjuiciode millones de seres humanos: mu-jeres y hombres, incluso nios, per-sonas obligadas a prostituirse, ven-didas para la extraccin y el trficode rganos, mantenidas en esclavi-tud por grupos terroristas, como enregiones de frica y del Cercano yMedio Oriente.

    SIGUE EN LA PGINA 2

    Para el 14 y 15 de febrero prximo elPapa convoc un consistorio para lacreacin de nuevos cardenales, el se-gundo del pontificado. Lo anunciel director de la Oficina de prensade la Santa Sede, padre FedericoLombardi, en el briefing del jueves11 de diciembre, sobre la reunin encurso del Consejo de cardenales, elas llamado C9. El prximo encuen-tro del organismo se tendr del 9 al11 de febrero y le seguir, el 12 y 13de febrero, un consistorio con todo

    el colegio cardenalicio pa-ra una lectura de conjuntode las orientaciones y pro-puestas para la reforma dela Curia, en un itinerariode participacin y verifica-cin.

    Respecto a los trabajosde la reunin del Consejode cardenales, que inici elmartes 9 en Santa Marta yconcluy el jueves por latarde, el padre Lombardidestac la participacinatenta del Papa en todaslas sesiones, excepto laque coincida con la au-diencia general. El conse-jo, con la relacin del obispo secre-tario Marcello Semeraro, examin loque surgi de la reunin de los jefesde dicasterio del 24 de noviembrepasado.

    En la reunin se profundizaronlas diversas propuestas y observacio-nes, en la confirmacin de las orien-taciones para la reorganizacin dealgunos dicasterios en torno a dosncleos: laicos y familia por unaparte, justicia, paz y caridad porotra. Es un proceso en curso. No se

    tomaron decisiones y se prevntiempos bastante largos.

    Otra cuestin se refiere a la Co-misin pontificia para la tutela delos menores, coordinada por el car-denal Sean Patrick OMalley. En laplenaria prevista del 6 al 8 de febre-ro deberan participar tambin losnuevos miembros. La comisin pa-sara de los actuales nueve a cercade dieciocho componentes, que re-presenten los diversos continentes ylas diversas situaciones.

  • LOSSERVATORE ROMANOEDICIN SEMANAL

    Unicuique suumEN LENGUA ESPAOLANon praevalebunt

    Ciudad del Vaticanoe d . e s p a n o l a @ o s s ro m .v a

    w w w. o s s e r v a t o re ro m a n o .v a

    GI O VA N N I MARIA VIANd i re c t o r

    Giuseppe Fiorentinosub director

    Marta Lagoredactor jefe de la edicin

    Redaccinvia del Pellegrino, 00120 Ciudad del Vaticano

    telfono 39 06 698 99410

    TIPO GRAFIA VAT I C A N A EDITRICELOS S E R VAT O R E ROMANO

    don Sergio Pellini S.D.B.director general

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    pgina 2 LOSSERVATORE ROMANO viernes 12 de diciembre de 2014, nmero 50

    Videomensaje del Papa para los cristianos de Irak

    Caas al viento

    Un hombre en la ciudad de Aleppo destruida por las bombas auxilia a una nia (Afp)

    La Iglesia es como una caa: cuando viene el viento, la tempestad, la caase dobla pero no se rompe. Al recordar esta imagen de santa Teresa del NioJess, el Papa volvi a expresar su solidaridad a los cristianos, pero tambina los yasides, que son perseguidos en Oriente Medio. Lo hizo en unvideomensaje que hizo llegar a travs del cardenal Philippe Barbarin,arzobispo de Lyon, que el 5 de diciembre inici su segunda visita a Irak.

    Dramtico informe sobre los menores vctimas de los conflictos

    Guerra a los nios

    Fenmeno abominableVIENE DE LA PGINA 1

    Queridos hermanos y hermanas:Quisiera saludaros a todos y a

    cada uno de vosotros, junto con elcardenal Philippe Barbarin, que oslleva nuevamente la preocupaciny el amor de toda la Iglesia. Yotambin quisiera estar all, pero da-do que no puedo viajar, lo hagoas... pero os estoy muy cercano enestos momentos de prueba. Al re-gresar de mi viaje a Turqua dije:los cristianos son expulsados deOriente Medio, con sufrimiento.Os doy las gracias por el testimo-nio que dais; hay mucho sufrimien-to en vuestro testimonio. Gracias!Muchas gracias!

    Parece que all no quieren queestn los cristianos, pero vosotrosdais testimonio de Cristo.

    Pienso en las llagas, los doloresde las mams con sus nios, de losancianos y los desplazados, en lasheridas de quien es vctima de to-do tipo de violencia.

    Como record en Ankara, suscitaespecial preocupacin el hecho deque, sobre todo, a causa de un gru-po extremista y fundamentalista,comunidades enteras, especialmen-te pero no slo los cristianos yyasides, han sufrido y todava su-fren violencias inhumanas a causade su identidad tnica religiosa.Cristianos y yasides fueron expul-sados por la fuerza de sus casas,tuvieron que abandonar todo parasalvar su vida y no renegar de lafe. La violencia afect tambin edi-ficios sagrados, monumentos, sm-bolos religiosos y patrimonios cul-turales, casi como queriendo elimi-nar todo rastro, toda memoria delo t ro .

    En calidad de jefes religiosos, te-nemos la obligacin de denunciartodas las violaciones de la dignidady de los derechos humanos.

    Hoy quisiera estar cercano a vo-sotros que soportis este sufrimien-to, estar cerca de vosotros... Ypienso en santa Teresa del Nio Je-ss, quien deca que ella y la Igle-sia se senta como una caa: cuan-do viene el viento, la tempestad, lacaa se dobla, pero no se rompe.Vosotros sois en este momento esacaa, vosotros os doblis con do-lor, pero tenis esta fuerza de llevaradelante vuestra fe, que para noso-tros es testimonio. Vosotros soislas caas de Dios hoy! Las caasque se abajan con este viento feroz,pero que luego surgirn.

    Quiero agradecer una vez ms.Pido al Espritu que hace nuevastodas las cosas, que done a cadauno de vosotros fuerza y resisten-cia. Es un don del Espritu Santo.Y con vosotros pido con fuerza,como ya hice en Turqua, una ma-yor convergencia internacional pararesolver los conflictos que ensan-grientan sus tierras de origen, paracontrarrestar las otras causas queobligan a las personas a abandonarsu patria y promover las condicio-nes que les permitan quedarse o re-tornar. Os deseo que regresis, quepodis regresar.

    Queridos hermanos y hermanas,estis en mi corazn, en mi oraciny en los corazones y oraciones detodas las comunidades cristianas aquienes pedir que oren, de mane-ra especial por vosotros, el da 8 dediciembre, orar a la Virgen paraque os custodie: Ella es madre, queos proteja.

    Hermanos y hermanas, vuestraresistencia es martirio, roco que fe-cunda. Por favor, os pido que re-cis por m, que el Seor os bendi-ga, que la Virgen os proteja.

    Que os bendiga Dios omnipo-tente, Padre, Hijo y Espritu Santo.

    El ao que est por terminar ha sidoun ao de horror, miedo y desespe-racin para millones de nios impli-cados en los diversos conflictos queensangrientan muchas zonas delmundo. Segn un informe difundi-do por U N I C E F, la agencia de la ONUpara la infancia, quince millones demenores estn directamente implica-dos en las guerras en curso slo enIrak, Siria, Ucrania, Repblica Cen-troafricana y Sudn del Sur. Por nomencionar todas las dems zonas delmundo en las que se suceden con-flictos a menudo desde hace muchasdcadas, como el Cuerno de frica ola regin de los Grandes Lagos, o delos pases, por ejemplo Nigeria, pre-cipitados en los ltimos aos en unabismo de ferocidad. Todas estas

    trgicas situaciones llevan, segn in-formes de U N I C E F, a ms de doscien-tos treinta millones de nios a verseimplicados en conflictos armados.

    Ha sido un ao devastador,dijo el director de U N I C E F, AnthonyLake, al presentar el informe. Mu-chos pequeos fueron asesinadosmientras estaban en la escuela y du-rante el sueo, o quedaron hurfa-nos, fueron raptados, torturados, re-clutados como soldados, violentadosy vendidos como esclavos. Nunca enla historia reciente tantos nios fue-ron sometidos a una tal brutalidad,denunci tambin Lake.

    En Siria, por ejemplo, ms de sie-te millones de nios fueron afecta-dos por el conflicto, mientras que unmilln setecientos mil estn refugia-dos en el extranjero. Segn la agen-cia de las Naciones Unidad, slo enlos primeros nueve meses del ao2014 se verificaron al menos treinta ycinco ataques armados contra escue-las sirias en los cuales se asesinarona 105 nios y otros trecientos fueronheridos, en la mayor parte de los ca-sos muy graves. En Irak las estima-ciones hablan de dos millones sete-cientos mil pequeas vctimas, y deal menos setecientos menores asesi-nados o mutilados, o incluso quepasaron por la experiencia de las ar-mas.

    Lo que aument el panorama deferocidad en los dos pases de mododeterminante ha sido la accin delas llamado Estado islmico (EI). Pe-ro responsables de tanta atrocidaden esa como en otros zonas delmundo son prcticamente todoslos grupos armados de cualquier ori-gen y, en muchos casos, incluso lastropas de los ejrcitos gubernamen-tales.

    Uno de los aspectos que hizo re-gistrar un brusco aumento en 2014es el reclutamiento forzado de niossoldados, una llaga presente en cadacontinente. A esta prctica de losgrupos armados y de los ejrcitos sesuma la prctica similar realizadapor las organizaciones criminales.

    Un fenmeno precisamenteabominable y de dimensionesmundiales, pero que slo raramen-te logra encontrar espacio en losmedios de comunicacin interna-cionales. El panorama trazado porel Pontfice es ntido en sus terri-bles contornos y se completa en elmensaje aludiendo a las causasque lo provocan, desde la pobrezaa la corrupcin: dimensiones queoprimen cada vez ms y que pue-den dar lugar en la vida pblica atramas perversas, como lo est de-mostrando en Italia la investiga-cin en curso en Roma.

    A este panorama desalentadorse suma la impresin denuncia elPapa Francisco, promotor, tam-bin en el Vaticano, de diversosencuentros contra la trata de queeste fenmeno de la esclavitudtiene lugar bajo la indiferenciageneral. E incluso as los signosde esperanza se multiplican, con-firmando tambin de este modo la

    conviccin de san Pablo que don-de abunda el pecado all sobrea-bunda la gracia: enorme es, enefecto, el trabajo silencioso quemuchas congregaciones religiosas,especialmente femeninas, realizandesde hace muchos aos en favorde las vctimas destaca el Pontfi-ce.

    De este modo, son sobre todolas mujeres quienes ayudan a lasvctimas, en su gran mayora mu-jeres y nias, en la accin de soco-rro, la rehabilitacin, la reintegra-cin social, a menudo difcil,mientras que es necesario re p i t eel Papa Francisco que se reco-nozca tambin el papel de la mu-jer en la sociedad. No es, por lotanto, una casualidad que el men-saje para la Jornada mundial de lapaz recuerde a la santa africanaJosefina Bakhita, la esclava quelleg a ser hija libre de Dios,propuesta hoy a la atencin demujeres y hombres de buena vo-luntad para un futuro de esperan-za.

  • nmero 50, viernes 12 de diciembre de 2014 LOSSERVATORE ROMANO pgina 3

    En oracin ante la Virgen en la fiesta de la Inmaculada Concepcin

    Ensanos a dejar espacio a Dios

    Una tardemariana

    Ser una tarde totalmente dedi-cada a la Virgen. El Papa Fran-cisco lo haba anunciado el lunes8 de diciembre en el momento delngelus: la solemnidad de la In-maculada Concepcin mereca unaatencin particular.

    En primer lugar se dirigi a labaslica de Santa Mara la Mayorpara saludar a la Salus PopuliRomani y luego se traslad alcentro de la ciudad, donde unagran multitud lo esperaba desdehaca horas para compartir con lel tradicional homenaje a la Inma-culada. Tras llegar a la Plaza deEspaa se detuvo a los pies de lacolumna mariana, luego se recogien silencio mientras los sediariospontificios acercaban las rosasblancas a la estatua de la Virgen yel coro de la Capilla Sixtina ento-naba las letanas.

    Despus de la bendicin y el sa-ludo a los presentes, el Papa dedi-c un momento para saludar unoa uno a los numerosos enfermosacompaados por los voluntariosde Unitalsi. Para las personas quesufren y para los nios los gestoscon mayor ternura: una sonrisa,una caricia, un beso, la escucha desus historias. Todo estos gestos tu-vieron inmediata respuesta con al-gunos regalos que entregaron alPontfice. Despus de cerca dequince minutos, el Papa sigui sa-ludando desde el coche a las nu-merossimas personas que lo espe-raban por las calles y regres alVa t i c a n o .

    El Pontfice en el ngelus de la solemnidad de la Inmaculada

    La salvacin no se compra

    Durante el tradicional acto de veneracin a laInmaculada en la Plaza de Espaa, el lunes 8 dediciembre, el Papa dirigi a la Virgen esta oracin.

    Oh Mara, Madre nuestra,hoy el pueblo de Dio en fiestate venera Inmaculada,preservada desde siempre del contagio del

    p ecado.Acoge el homenaje que te ofrezco en nombre

    de la Iglesia que est en Roma y en todo elmundo.

    Saber que T, que eres nuestra Madre, eststotalmente libre del pecado nos da gran con-suelo.

    Saber que sobre ti el mal no tiene poder, nosllena de esperanza y de fortaleza en la lucha co-tidiana que nosotros debemos mantener contralas amenazas del maligno.

    Pero en esta lucha no estamos solos, no so-mos hurfanos, porque Jess, antes de morir enla cruz, te entreg a nosotros como Madre.

    Nosotros, por lo tanto, incluso siendo peca-dores, somos tus hijos, hijos de la Inmaculada,

    llamados a esa santidad que resplandece en Tipor gracia de Dios desde el inicio.

    Animados por esta esperanza, hoy invocamostu maternal proteccin para nosotros, paranuestras familias, para esta ciudad, para todo elmundo.

    Que el poder del amor de Dios, que te pre-serv del pecado original, por tu intercesin li-bre a la humanidad de toda esclavitud espiritualy material, y haga vencer, en los corazones y enlos acontecimientos, el designio de salvacin deD ios.

    Haz que tambin en nosotros, tus hijos, lagracia prevalezca sobre el orgullo y podamosllegar a ser misericordiosos como es misericor-dioso nuestro Padre celestial.

    En este tiempo que nos conduce a la fiestadel Nacimiento de Jess, ensanos a ir a con-tracorriente: a despojarnos, a abajarnos, a do-narnos, a escuchar, a hacer silencio, a descen-trarnos de nosotros mismos, para dejar espacioa la belleza de Dios, fuente de la verdadera ale-gra.

    Oh Madre nuestra Inmaculada, ruega porn o s o t ro s !

    SIGUE EN LA PGINA 4

    En el ngelus del lunes 8 dediciembre, solemnidad de laInmaculada, en la plaza de SanPedro, el Papa Francisco explic quela salvacin es un don gratuito delSeor e, invitando a los cristianos atener a la madre de Jess comomodelo, record la actitud de Marade Nazaret que muestra cmo el serest antes del hacer.

    Queridos hermanos y hermanas,buenos das! Feliz fiesta!

    El mensaje de la fiesta de hoy dela Inmaculada Concepcin de laVirgen Mara se puede resumir conestas palabras: todo es don gratuitode Dios, todo es gracia, todo es donde su amor por nosotros. El ngelGabriel llam a Mara llena degracia (Lc 1, 28): en ella no habaespacio para el pecado, porque Diosla predestin desde desde siemprecomo madre de Jess y la preservde la culpa original. Y Mara corres-pondi a la gracia y se abandondiciendo al ngel: Hgase en m

    segn tu palabra (v. 38). No dice:Yo lo har segn tu palabra: no!Sino: Hgase en m.... Y el Verbose hizo carne en su seno. Tambin anosotros se nos pide escuchar aDios que nos habla y acoger su vo-luntad; segn la lgica evanglicanada es ms activo y fecundo queescuchar y acoger la Palabra del Se-or, que viene del Evangelio, de laBiblia. El Seor nos habla siempre.

    La actitud de Mara de Nazaretnos muestra que el ser est antes delh a c e r, y que es necesario dejar hacera Dios para ser verdaderamente co-mo l nos quiere. Es l quien haceen nosotros muchas maravillas. Ma-ra fue receptiva, pero no pasiva.Como, a nivel fsico, recibi el po-der el Espritu Santo para luego darcarne y sangre al Hijo de Dios quese form en ella, as, a nivel espiri-tual, acogi la gracia y correspondia la misma con la fe. Por ello sanAgustn afirma que la Virgen con-cibi primero en su corzn que ensu seno (D i s c u rs o s , 215, 4). Conci-

    bi primero la fe y luego al Seor.Este misterio de la acogida de lagracia, que en Mara, por un privile-gio nico, no contaba con el obst-culo del pecado, es una posibilidadpara todos. San Pablo, en efecto,inicia su Carta a los Efesios con es-tas palabras de alabanza: Benditosea Dios, Padre de Nuestro SeorJesucristo, que nos ha bendecido enCristo con toda clase de bendicionesespirituales en los cielos (1, 3). Co-mo Isabel salud a Mara llamndo-la bendita t entre las mujeres (Lc1, 42), as tambin nosotros hemossido desde siempre bendecidos, esdecir amados, y por ello elegidosantes de la creacin del mundo paraque fusemos santos e intachables(Ef 1, 4). Mara fue p re - s e r v a d a ,mientras que nosotros fuimos salva-dos gracias al Bautismo y a la fe. To-dos, tanto ella como nosotros, pormedio de Cristo, para alabanza dela gloria de su gracia (v. 6), esagracia de la cual la Inmaculada fue

  • pgina 4 LOSSERVATORE ROMANO viernes 12 de diciembre de 2014, nmero 50

    La invitacin del Pontfice en el segundo domingo de Adviento

    Dejaos consolarcolmada en plenitud.

    Ante el amor, ante la misericordia,ante la gracia divina derramada ennuestro corazn, la consecuencia quese impone es una sola: la g ra t u i d a d .Ninguno de nosotros puede comprarla salvacin. La salvacin es un dongratuito del Seor, un don gratuitode Dios que viene a nosotros y viveen nosotros. Como hemos recibidogratuitamente, as gratuitamente esta-mos llamados a dar (cf. Mt 10, 8); aimitacin de Mara, que, inmediata-mente despus de acoger el anunciodel ngel, fue a compartir el don dela fecundidad con la pariente Isabel.Porque, si todo se nos ha dado, todose debe devolver. De qu modo?Dejando que el Espritu Santo hagade nosotros un don para los dems.El Espritu es don para nosotros ynosotros, con la fuerza del Espritu,debemos ser don para los dems ydejar que el Espritu Santo nos con-vierta en instrumentos de acogida,instrumentos de reconciliacin e ins-trumentos de perdn. Si nuestra exis-tencia se deja transformar por la gra-cia del Seor, porque la gracia delSeor nos transforma, no podremosconservar para nosotros la luz queviene de su rostro, sino que la dejare-mos pasar para que ilumine a los de-ms. Aprendamos de Mara, que tu-vo constantemente la mirada fija ensu Hijo y su rostro se convirti enel rostro que ms se asemeja a Cris-to (Dante, P a ra s o , XXXII, 87). Y aella nos dirigimos ahora con la ora-cin que recuerda el anuncio del n-gel.

    Al trmino de la oracin mariana elPontfice pidi a los presentes que seunieran espiritualmente a laperegrinacin de la tarde con la cualrendira homenaje a la Virgen en SantaMara la Mayor y en la Plaza deEspaa.

    Queridos hermanos y hermanas:En es esta fiesta de la Inmaculada

    Concepcin la Accin catlica italia-na vive la renovacin de sua adhe-sin. Dirijo un pensamiento especiala todas sus asociaciones diocesanas yparroquiales. Que la Virgen Inmacu-lada bendiga a la Accin catlica y lahaga cada vez ms escuela de santi-dad y de generoso servicio a la Igle-sia y al mundo.

    Hoy por la tarde ir a Santa Marala Mayor para saludar a la Salus Po-puli Romani y luego a la Plaza de Es-paa para renovar el tradicional actode homenaje y de oracin a los piesdel monumento a la Inmaculada. Se-r una tarde totalmente dedicada a laVirgen. Os pido que os unis espiri-tualmente a m en esta peregrinacin,que expresa la devocin filial a nues-tra Madre celestial. Y no os olvidis:la salvacin es gratuita. Nosotros he-mos recibido esta gratuidad, esta gra-cia de Dios y debemos darla; hemosrecibido el don y debemos devolverloa los dems. No olvidar esto.

    A todos deseo una feliz fiesta ybuen camino de Adviento con la guade la Virgen Mara. Por favor, no ol-vidis de rezar por m. Buen almuer-zo y hasta la vista!

    VIENE DE LA PGINA 3

    ngelus del 8de diciembre

    No podemos ser mensajeros de laconsolacin de Dios si nosotros noexperimentamos en primer lugar laalegra de ser consolados y amadospor l. Lo dijo el Papa en elngelus del 7 de diciembre, segundodomingo de Adviento, en la plaza deSan Pedro.

    Queridos hermanos y hermanas,buenos das!

    Este domingo marca la segundaetapa del tiempo de Adviento, unperodo estupendo que despiertaen nosotros la espera del regreso deCristo y la memoria de su venidahistrica. La liturgia de hoy nospresenta un mensaje lleno de espe-ranza. Es la invitacin del Seorexpresado por boca del profetaIsaas: Consolad, consolad a mipueblo, dice vuestro Dios (40, 1).Con estas palabras se abre el L i b rode la consolacin, donde el profetadirige al pueblo en exilio el anun-cio gozoso de la liberacin. Eltiempo de la tribulacin ha termi-nado; el pueblo de Israel puedemirar con confianza hacia el futuro:le espera finalmente el regreso a lapatria. Por ello la invitacin es de-jarse consolar por el Seor.

    Isaas se dirige a gente que atra-ves un perodo oscuro, que sufriuna prueba muy dura; pero ahoralleg el tiempo de la consolacin.La tristeza y el miedo pueden dejar

    espacio a la alegra, porque el Se-or mismo guiar a su pueblo porla senda de la liberacin y de lasalvacin. De qu modo har todoesto? Con la solicitud y la ternurade un pastor que se ocupa de surebao. l, en efecto, dar unidady seguridad al rebao, lo apacenta-r, reunir en su redil seguro a lasovejas dispersas, reservar atencinespecial a las ms frgiles y dbiles(cf. v. 11). Esta es la actitud de Dioshacia nosotros, sus criaturas. Porello el profeta invita a quien le es-cucha incluidos nosotros, hoy adifundir entre el pueblo este men-saje de esperanza: que el Seor nosconsuela. Y dejar espacio a la con-solacin que viene del Seor.

    Pero no podemos ser mensajerosde la consolacin de Dios si noso-tros no experimentamos en primerlugar la alegra de ser consolados yamados por l. Esto sucede espe-cialmente cuando escuchamos suPalabra, el Evangelio, que tenemosque llevar en el bolsillo: no olvi-dis esto! El Evangelio en el bolsi-llo o en la cartera, para leerlo con-tinuamente. Y esto nos trae conso-lacin: cuando permanecemos enoracin silenciosa en su presencia,cuando lo encontramos en la Euca-rista o en el sacramento del per-dn. Todo esto nos consuela.

    Dejemos ahora que la invitacinde Isaas Consolad, consolad ami pueblo resuene en nuestrocorazn en este tiempo de Advien-to. Hoy se necesitan personas quesean testigos de la misericordia yde la ternura del Seor, que sacudea los resignados, reanima a los de-sanimados. l enciende el fuego dela esperanza. l enciende el fuegode la esperanza! No nosotros. Mu-chas situaciones requieren nuestrotestimonio de consolacin. Ser per-sonas gozosas, que consuelan.Pienso en quienes estn oprimidospor sufrimientos, injusticias y abu-sos; en quienes son esclavos del di-nero, del poder, del xito, de lamundanidad. Pobrecillos! Tienenconsolaciones maquilladas, no laverdadera consolacin del Seor.Todos estamos llamados a consolara nuestros hermanos, testimoniandoque slo Dios puede eliminar lascausas de los dramas existenciales yespirituales. l puede hacerlo! Esp o deroso!

    El mensaje de Isaas, que resuenaen este segundo domingo de Ad-viento, es un blsamo sobre nues-tras heridas y un estmulo para pre-parar con compromiso el caminodel Seor. El profeta, en efecto, ha-bla hoy a nuestro corazn para de-cirnos que Dios olvida nuestros pe-cados y nos consuela. Si nosotrosnos encomendamos a l con cora-zn humilde y arrepentido, l de-rrumbar los muros del mal, llenarlos vacos de nuestras omisiones,allanar las dosis de soberbia y va-nidad y abrir el camino del en-cuentro con l. Es curioso, peromuchas veces tenemos miedo a laconsolacin, de ser consolados. Esms, nos sentimos ms seguros enla tristeza y en la desolacin. Sa-bis por qu? Porque en la tristezanos sentimos casi protagonistas. En

    Congregacin para las causas de los santos

    Promulgacin de decretosEl sbado 6 de diciembre de 2014el Papa Francisco recibi en au-diencia privada al cardenal Ange-lo Amato, S.D.B., prefecto de laCongregacin para las causas delos santos. Durante la audiencia,el Santo Padre autoriz a la Con-gregacin a promulgar los si-guientes decretos:

    un milagro atribuido a la in-tercesin de la beata JUA N A EMI-LIA DE VILLENEUVE, fundadora dela congregacin de las Hermanasde la Inmaculada Concepcin deCastres; naci en Toulouse (Fran-cia) el 9 de marzo de 1811 y murien Castres (Francia) el 2 de octu-bre de 1854;

    un milagro atribuido a la in-tercesin de la beata MARA AL-FONSINA DANIL GH AT TA S , funda-dora de la congregacin de lasHermanas del Santsimo Rosariode Jerusaln; naci en Jerusaln el4 de octubre de 1843 y muri enAin Karem el 25 de marzo de1927;

    un milagro atribuido a la in-tercesin de la beata MARA DEJESS CRUCIFICAD O (en el siglo:Mariam Baouardy), monja profesade la Orden de las CarmelitasDescalzas; naci en Abellin, Gali-lea, el 5 de enero de 1846 y murien Beln el 26 de agosto de 1878;

    las virtudes heroicas de lasierva de Dios CARMELA DE JESS(en el siglo: Francesca Prestigiaco-mo), fundadora del instituto de

    las Religiosas del Sagrado Cora-zn del Verbo Encarnado; nacien Palermo (Italia) el 15 de octu-bre de 1858 y muri en Roma(Italia) el 14 de diciembre de1948;

    las virtudes heroicas de lasierva de Dios MARA SIQUERGAY , fundadora de las Hermanasapostlicas de Cristo Crucificado;naci en Murcia (Espaa) el 12 deabril de 1891 y muri all el 17 dejulio de 1975;

    las virtudes heroicas de lasierva de Dios AD A L B E R TA (VO-JTCHA) HASMAND OV, superiorageneral de la congregacin de lasHermanas de la Misericordia deSan Carlos Borromeo; naci enHutnovice (Repblica Checa) el25 de marzo de 1914 y muri enZnojmo-Hradit (Repblica Che-ca) el 21 de enero de 1988;

    las virtudes heroicas de lasierva de Dios PRXEDES FERNN-DEZ GARCA, laica y madre de fa-milia, de la Tercera Orden deSanto Domingo; naci en Puentede la Luisa (Espaa) el 21 de juliode 1886 y muri en Oviedo (Es-paa) el 6 de octubre de 1936;

    las virtudes heroicas de lasierva de Dios EL I S A B E T TA TASCA,laica y madre de familia; naci enSan Zenone degli Ezzelini (Italia)el 24 de abril de 1899 y muri enVo di Brendola (Italia) el 3 denoviembre de 1978. SIGUE EN LA PGINA 7

  • nmero 50, viernes 12 de diciembre de 2014 LOSSERVATORE ROMANO pgina 5

    Audiencia del Papa a la Comisin teolgica internacional

    Ojos y odos abiertosLa aportacin de las mujeres a la inteligencia de la fe

    Junto con todo el pueblo cristiano, eltelogo abre los ojos y los odos a lossignos de los tiempos, para que laverdad revelada se comprenda cada vezms a fondo: lo dijo el PapaFrancisco a los miembros de laComisin teolgica internacional, aquienes recibi el viernes 5 de diciembreen la sala del Consistorio. Notandouna mayor presencia de mujeres en laComisin, el Pontfice destac que, envirtud de su genio femenino, lastelogas pueden mostrar, en beneficio detodos, ciertos aspectos inexplorados delinsondable misterio de Cristo.

    Queridos hermanos y hermanas:Me encuentro con vosotros con

    agrado, al inicio de un nuevo quin-quenio el noveno de la Comisinteolgica internacional. Agradezco alcardenal Mller las palabras que meha dirigido en nombre de todos vo-sotros. Vuestra Comisin naci pocodespus del Concilio Vaticano II,por una propuesta del Snodo de losobispos, para que la Santa Sede pu-diera valerse ms directamente de lareflexin de telogos provenientesde varias partes del mundo. La mi-sin de la Comisin es, pues, la de

    estudiar las cuestiones doctrinalesde especial importancia, principal-mente aquellas que se presentan co-mo nuevas, para ayudar al magiste-rio de la Iglesia (Estatutos, art. 1).Los veintisiete documentos publica-dos hasta ahora son un testimoniode este compromiso y un punto dereferencia para el debate teolgico.

    Vuestra misin es servir a la Igle-sia, lo cual no slo presupone com-petencias intelectuales, sino tambindisposiciones espirituales. Entre es-tas ltimas, quiero atraer vuestraatencin hacia la importancia de laescucha. Hijo de hombre dijo elSeor al profeta Ezequiel, todas laspalabras que yo te diga, recbelas entu corazn y escchalas atentamen-te (Ez 3, 10). El telogo es, ante to-do, un creyente que escucha la pala-bra del Dios vivo y la acoge en elcorazn y en la mente. Pero el telo-go tambin debe ponerse humilde-mente a la escucha de lo que el Es-pritu dice a las Iglesias (Ap 2, 7) atravs de las diversas manifestacio-nes de la fe vivida por el pueblo deDios. Lo record el reciente docu-mento de la Comisin sobre El sen-sus fidei en la vida de la Iglesia. Eshermoso, me ha gustado mucho ese

    la composicin cada vez ms diversi-ficada de la Comisin, quiero desta-car la mayor presencia de mujeresan no tantas son la guinda delpastel, pero se necesitan ms!, pre-sencia que es invitacin a reflexionarsobre el papel que las mujeres pue-den y deben desempear en el cam-po de la teologa. En efecto, laIglesia reconoce el indispensableaporte de la mujer en la sociedad,con una sensibilidad, una intuicin yunas capacidades peculiares que sue-len ser ms propias de las mujeresque de los varones Reconozco congusto cmo muchas mujeres brin-dan nuevos aportes a la reflexinteolgica (exhortacin apostlicaEvangelii gaudium, 103). As, en vir-tud de su genio femenino, las telo-gas pueden mostrar, en beneficio detodos, ciertos aspectos inexploradosdel insondable misterio de Cristo,en el cual estn ocultos todos lostesoros de la sabidura y del conoci-

    miento (Col 2, 3). Os invito, pues,a sacar el mayor provecho de estaaportacin especfica de las mujeresa la inteligencia de la fe.

    Otra caracterstica de vuestra Co-misin es su composicin internacio-nal, que refleja la catolicidad de laIglesia. La diversidad de los puntosde vista debe enriquecer la catolici-dad, sin perjudicar la unidad. Launidad de los telogos catlicos na-ce de su referencia comn a una solafe en Cristo y se alimenta de la di-versidad de los dones del EsprituSanto. A partir de este fundamento,y en un sano pluralismo, distintosenfoques teolgicos, desarrollados encontextos culturales diferentes, nopueden ignorarse recprocamente, si-no que deben enriquecerse y corre-girse mutuamente en el dilogo teo-lgico. El trabajo de vuestra Comi-sin puede ser un testimonio de di-cho crecimiento, y tambin un testi-monio del Espritu Santo, porque esl quien siembra esta variedad de ca-rismas en la Iglesia, diferentes pun-tos de vista, y ser l quien realice launidad. l es el protagonista, siem-p re .

    La Virgen inmaculada, testigo pri-vilegiada de los grandes aconteci-mientos de la historia de la salva-cin, conservaba todas estas cosas,meditndolas en su corazn (Lc 2,19): mujer de la escucha, mujer de lacontemplacin, mujer de la cercanaa los problemas de la Iglesia y de lagente. Bajo la gua del Espritu San-to y con todos los recursos de su ge-nio femenino, no dej de penetrarcada vez ms la verdad completa(cf. Jn 16, 13). As, Mara es el iconode la Iglesia, que, en la espera impa-ciente de su Seor, progresa da ada en la inteligencia de la fe, tam-bin gracias al trabajo paciente delos telogos y las telogas. Que laVirgen, maestra de la autntica teo-loga, nos conceda con su oracinmaterna que nuestra caridad sigacreciendo cada vez ms en conoci-miento perfecto y todo discernimien-to (Flp 1, 9). En este camino osacompao con mi bendicin y os pi-do por favor que recis por m. Re-zad teolgicamente, gracias.

    Miguel ngel, El profeta Ezequiel (Capilla Sixtina)

    El anuncio en un comunicado de la Secretara general

    Publicados los Lineamenta del Snodo de 2015Se publicaron el martes 9 de diciembre los Lineamentade la XIV Asamblea general ordinaria del Snodo de losobispos que, como ya se anunci, tendr lugar del 4 al25 de octubre de 2015, sobre el tema: La vocacin y lamisin de la familia en la Iglesia y en el mundo con-temp orneo.

    Los Lineamenta es decir el primero de los docu-mentos para la cita del prximo ao, como lo indicel Papa Francisco en el discurso conclusivo de la asam-blea extraordinaria que tuvo lugar el pasado mes deoctubre, lo constituye esencialmente la Relatio synodiredactada por la asamblea misma. As, pues, para faci-litar su recepcin y la profundizacin de los temas queall se tratan, la Relatio va acompaada por una seriede preguntas que ayudarn a seguir el camino sinodalya iniciado y a preparar el sucesivo Instrumentum labo-ris de la prxima asamblea.

    El documento as formado del cual en la fecha an-tes indicada se publica el original en lengua italiana enel sitio web de la Santa Sede (w2.vatican.va) y en el deLOsservatore Romano (www.osservatoreromano.va)se enva a las Conferencias episcopales, a los Snodosde las Iglesias orientales catlicas sui iuris, a la Uninde los superiores religiosos y a los dicasterios de la Cu-ria romana. Tales organismos eclesiales, que en los pr-

    ximos das recibirn el documento traducido en las res-pectivas lenguas de uso ms comn, podrn elegir lasmodalidades adecuadas para verificar la recepcin y laprofundizacin de la Relatio synodi, implicando a losdiversos componentes de las Iglesias particulares e ins-tituciones acadmicas, organizaciones, asociaciones lai-cales y otras realidades eclesiales, con el fin de promo-ver una amplia consulta sobre la familia segn la orien-tacin y el espritu del proceso sinodal.

    Los resultados de la consultacin se debern enviar ala secretara general del Snodo de los obispos antesdel 15 de abril de 2015, para poder ser estudiados yconsiderados en la preparacin del Instrumentum laborisque deber ser publicado antes del verano.

    Las Conferencias episcopales y las dems realidadeseclesiales estn invitadas a acompaar el camino sino-dal con oportunos momentos de oracin y de celebra-ciones por la familia y la preparacin de la prximaasamblea. Esto podr tener lugar, en especial, con oca-sin de la prxima fiesta litrgica de la Sagrada Fami-lia, el 28 de diciembre. Adems se invita a rezar fre-cuentemente la oracin del Papa por el Snodo de lafamilia, cuyo texto se encuentra en w2.vatican.va/con-tent/francesco/it.

    documento, felicita-ciones! En efecto, jun-to con todo el pueblocristiano, el telogoabre los ojos y los o-dos a los signos delos tiempos. Est lla-mado a auscultar,discernir e interpretarlas mltiples voces denuestro tiempo y valo-rarlas a la luz de lapalabra divina es laque juzga, la palabrade Dios, a fin de quela Verdad reveladapueda ser mejor perci-bida, mejor entendiday expresada en formams adecuada (Con-cilio Vaticano II, cons-titucin Gaudium etspes, 44).

    A la luz de esto, en

  • pgina 6 LOSSERVATORE ROMANO viernes 12 de diciembre de 2014, nmero 50

    Carta papal a la plenaria del Consejo pontificio para la unidad de los cristianos

    Oxgeno ecumnicoLa bsqueda de la plena unidad delos cristianos es una prioridad de laIglesia y una de las principalespreocupaciones del Papa Francisco,que relanz en una carta entregada alos participantes en la plenaria deldicasterio vaticano para el ecumenismoque comenz el jueves 20 de noviembre.

    Seores cardenales, queridoshermanos obispos y sacerdotes,queridos hermanos y hermanas:Os saludo cordialmente a todos y

    os agradezco este encuentro, quecoincide con el quincuagsimo ani-versario de la promulgacin del de-creto del Concilio Vaticano II s o b reel ecumenismo Unitatis redintegratio.Aquel 21 de noviembre de 1964 tam-bin se promulgaron la constitucindogmtica sobre la Iglesia Lumengentium y el decreto sobre las Igle-sias orientales catlicas OrientaliumEcclesiarum. El conjunto de estostres documentos, tan profundamenteunidos uno con otro, permite unavisin de la eclesiologa catlica talcomo la propuso el Concilio Vatica-no II. Por eso habis querido dedi-car vuestros trabajos a reflexionarsobre cmo la Unitatis redintegratiopuede seguir inspirando el compro-miso ecumnico de la Iglesia en elescenario de hoy, que ha cambiado.

    Ante todo, podemos alegrarnos deque la enseanza del Concilio se ha-ya recibido ampliamente. Duranteestos aos, a partir de motivacionesteolgicas radicadas en la Escritura yen la Tradicin de la Iglesia, ha idocambiando nuestra actitud como ca-tlicos respecto a los cristianos deotras Iglesias y Comunidades ecle-siales. Ya forman parte del pasado lahostilidad y la indiferencia que ha-ban planteado obstculos aparente-mente insalvables y producido heri-das profundas, al mismo tiempo queha comenzado un proceso de sana-cin que permite acoger al otro co-mo hermano y hermana en la uni-dad profunda que nace del Bautis-mo.

    Este cambio de mentalidad, reali-zado gracias a la Unitatis redintegra-tio y a la accin ecumnica que deri-v de ella, puede y debe penetrarcada vez ms a fondo la enseanzateolgica y la praxis pastoral de lasdicesis, de los institutos de vidaconsagrada, de las asociaciones y delos movimientos eclesiales. Todos losfieles deben mantener siempre vivala conciencia del compromiso quecomporta la voluntad de Jess ex-presada en su oracin al Padre lavspera de su Pasin: Que todossean uno (Jn 17, 21).

    Este aniversario nos invita a dargracias a Dios por los abundantesfrutos que se han recogido duranteeste medio siglo. En particular, se harealizado lo que el Concilio habarecomendado, o sea, el aprecio detodo lo que es bueno y verdadero enla vida de los cristianos de cada co-munidad.

    Todo esto ha permitido profundi-zar los contactos con muchas Igle-sias y Comunidades eclesiales y de-sarrollar nuevas formas de colabora-cin. Al respecto, han sido muy im-portantes las traducciones ecumni-cas de la Sagrada Escritura. Cristia-

    nos de diversas Iglesias y Comuni-dades eclesiales trabajan juntos alservicio de la humanidad sufriente ynecesitada, para la defensa de la vi-da humana y de su dignidad inalie-nable, para la salvaguardia de lacreacin y contra las injusticias queafligen a tantos hombres y pueblos.

    Como obispo de la Iglesia quepreside en la caridad universal, de-seo expresar mi gratitud a todos losque durante estos cincuenta aos sehan prodigado de diferentes modosal servicio de la reconciliacin y dela comunin entre todos los creyen-tes en Cristo, en particular, a cuan-tos han trabajado en el Secretariadopara la unin de los cristianos y enel Consejo pontificio para la promo-cin de la unidad de los cristianos.

    Mientras damos gracias, debemosreconocer que los cristianos an es-tamos divididos, y que divergenciassobre nuevos temas antropolgicos yticos complican ms nuestro cami-no hacia la unidad. Sin embargo, nopodemos ceder al desaliento y a laresignacin, sino seguir confiando enDios que pone en el corazn de loscristianos semillas de amor y de uni-dad para afrontar con renovado im-

    pulso los desafos ecumnicos dehoy: para cultivar el ecumenismo es-piritual, para valorar el ecumenismode la sangre, para caminar juntospor el camino del Evangelio.

    El ecumenismo espiritual, que tie-ne su momento culminante en la Se-mana de oracin por la unidad delos cristianos, vive y se desarrolla atravs de innumerables canales, queverdaderamente slo el Seor ve, pe-ro que a menudo tambin nosotrostenemos la alegra de conocer: esuna red mundial de momentos deoracin que, desde el nivel parro-quial y el internacional, difunden enel cuerpo de la Iglesia el oxgenodel genuino espritu ecumnico; unared de gestos, que nos unen traba-jando juntos en tantas obras de cari-dad; y es tambin una comunin deoraciones, de meditaciones y deotros textos que circulan en la web ypueden contribuir a aumentar el co-nocimiento, el respeto y la estima re-cpro cos.

    Respecto al ecumenismo de lasangre, precisamente la Unitatis re-d i n t e g ra t i o invitaba a valorarlo, reco-nociendo en los hermanos y en lashermanas de otras Iglesias y Comu-nidades cristianas la capacidad do-nada por Dios de dar testimoniode Cristo hasta el sacrificio de la vi-da (cf. n. 4). Dicho testimonio noha faltado jams durante estos cin-cuenta aos y sigue tambin ennuestros das. Nos corresponde anosotros acogerlo con fe y dejar quesu fuerza nos impulse a convertirnosen una fraternidad cada vez ms ple-na. Quienes persiguen a Cristo ensus fieles no hacen diferencia entrelas confesiones: los persiguen sim-plemente porque son cristianos.

    Durante estos meses, encontrn-dome con tantos cristianos no catli-cos, o leyendo sus cartas, he podidover que existe, a pesar de cuestionesabiertas que an nos separan, un de-seo generalizado y fuerte de caminarjuntos, de rezar, de conocer y amaral Seor, de colaborar en el servicioy en la solidaridad con los dbiles ylos que sufren. Estoy convencido deesto: en un camino comn, con lagua del Espritu Santo y aprendien-do unos de otros, podemos crecer enla comunin que ya nos une.

    Queridos hermanos y hermanas:Cincuenta aos despus de la Unita-tis redintegratio, la bsqueda de laplena unidad de los cristianos siguesiendo una prioridad para la Iglesiacatlica y, por tanto, para m es unade las principales preocupacionesdiarias. La unidad es, ante todo, donde Dios y obra del Espritu Santo,pero todos estamos llamados a cola-borar siempre y en toda circunstan-cia. Por tanto, os agradezco todovuestro trabajo y, al encomendaros ala intercesin maternal de la biena-venturada Virgen Mara, os pido,por favor, que recis por m y pormi ministerio, y de corazn os ben-digo.

    Vaticano, 20 de noviembre de 2014

    El Papa Juan XXIII recibe a los observadoresde Iglesias y comunidades cristianaspresentes en el Concilio Vaticano II(13 de octubre de 1962)

    Para el ao de la vida consagrada

    Monasterios contemplativos en accinComenz el lunes 8 de diciembre,solemnidad de la InmaculadaConcepcin, la cadena mundialde oracin en los monasterios. Esla primera iniciativa del Ao de lavida consagrada tras la aperturadel domingo 30 de noviembre.De este modo se implican a lascomunidades contemplativas detodo el mundo, llamadas a ofre-cer su aportacin para este tiem-po especial. La Congregacin pa-ra los institutos de vida consagra-da y las sociedades de vida apos-tlica eligi seis monasterios dediversas rdenes como estacionesde inicio de la cadena mundial.

    En Italia fueron las clarisas delprotomonasterio de Santa Clarade Ass quienes iniciaron la ora-cin. En Estados Unidos, las be-nedictinas de la congregacin hel-vtica-americana de Mount Angelabbey de Saint Benedict. En Eri-trea, los cistercienses de la con-gregacin de Casamari del mo-nasterio de la Asuncin de Asma-ra. En India, los camaldulenses

    de Asharam de Shantivanam. EnPer, las dominicas del monaste-rio de Santa Catalina de Arequi-pa. En Espaa, las carmelitas des-calzas del monasterio de la Encar-nacin de vila. Seis comunida-des unidas para ofrecer oracionesy sacrificios por los consagrados.

  • nmero 50, viernes 12 de diciembre de 2014 LOSSERVATORE ROMANO pgina 7

    La Iglesia crece por atraccin y no por proselitismo

    Valenta para hablar, humildad para escucharEL I S A B E T TA PIQU

    La cita tuvo lugar a las 16,30 del jue-ves 4 de diciembre en Santa Marta.El tiempo vuela. La entrevista con elPapa Francisco dur cincuenta mi-nutos, luego hubo tiempo para ha-blar e incluso para filmar con el m-vil un breve video con un saludo yuna bendicin para los primeros di-plomados del colegio de Alfarcito, laescuela secundaria creada por el pa-dre Chifri en la provincia de Salta.Cuando ya nos bamos, Francisconos sorprendi con una gran bolsablanca. Dentro haba algunos rega-los para nuestros hijos, Juan Pablo yCarolina, para que jueguen.

    Para Amrica Latina es fuente de or-gullo tener al primer Papa no europeo.Qu espera usted de la regin?

    Amrica Latina viene recorriendoun camino desde hace tiempo, desdela primera reunin del Consejo epis-copal latinoamericano [CELAM], des-de la creacin del CELAM. MonseorLarran, el primer presidente del CE-LAM, le dio un gran impulso. Fue laconferencia de Ro, despus Mede-lln, despus Puebla, Santo Domin-go y Aparecida. Son hitos que elepiscopado latinoamericano fue ha-

    gen de la sangra porque es unaimagen muy ligada al proselitismo.No me gusta usar trminos ligadosal proselitismo porque no es la ver-dad. Me gusta usar la imagen dehospital de campaa: hay gente muyherida que est esperando que vaya-mos a curarle las heridas, heridaspor mil motivos. Y hay que salir acurar heridas.

    Esa es la estrategia entonces para re-cuperar a los que se van?

    No me gusta la palabra estrate-gia, sino que hablara del llamadopastoral del Seor, porque si no, pa-rece todo una ONG... Es el llamadodel Seor, lo que hoy le pide a laIglesia, no como estrategia, porquela Iglesia no hace proselitismo. LaIglesia no quiere hacer proselitismoporque la Iglesia no crece por prose-litismo, sino por atraccin, comodijo Benedicto. La Iglesia tiene queser un hospital de campaa y salir acurar heridas, como el buen samari-tano. Hay gente herida por desaten-cin, por abandono de la Iglesiamisma, gente que est sufriendo ho-r ro re s . . .

    Usted es un Papa que suele hablar demanera directa, lo que le ayuda a de-jar en claro el rumbo de su pontificado.Por qu cree que hay sectores que es-tn desorientados, que dicen que labarca est sin timn, sobre todo des-pus del reciente Snodo sobre la fami-lia?

    Me extraan esas expresiones. Nome consta que las hayan dicho. Enlos medios, aparece como que lashubieran dicho. Pero, hasta que nole pregunte al interesado: Ustedha dicho esto?, mantengo la dudafraternal. Pero, generalmente, es por-que no leen las cosas. Uno s medijo una vez: S, claro, esto del dis-cernimiento qu bien que hace, peronecesitamos cosas ms claras. Y yole dije: Mire, yo escrib una enccli-ca, es verdad, a cuatro manos, y unaexhortacin apostlica. Continua-mente estoy haciendo declaraciones,dando homilas y eso es magisterio.Eso que est ah es lo que yo pienso,no lo que los medios dicen que yopienso. Vaya ah y lo va a encontrary est bien claro; Evangelii gau-dium es muy clara.

    En los medios, algunos hablaron del

    fin de la luna de miel por la divi-sin que sali a la luz en el Snodo...

    No fue una divisin tipo estrellacontra el Papa; o sea, al Papa de re-ferente no lo tenan. Porque ah elPapa procur abrir el juego y escu-char a todos. El hecho de que, al fi-nal, mi discurso haya sido aceptadotan entusiastamente por los padressinodales indica que el problema noera con el Papa, sino que era entrediversas posturas pastorales.

    Siempre que hay un cambio de statuquo, como signific su llegada al Vati-cano, es normal que haya resistencias.Despus de poco ms de 20 meses, estaresistencia, silenciosa al principio, pare-ce ser ms evidente...

    La palabra la dijo usted. Las resis-tencias ahora se evidencian, pero pa-ra m es un buen signo, que las ven-tilen, que no las digan a escondidascuando uno no est de acuerdo. Essano ventilar las cosas; es muy sano.

    La resistencia tiene que ver con lalimpieza que usted est haciendo, conla reestructuracin interna de la curiaro m a n a ?

    Considero a las resistencias comopuntos de vista distintos, no comocosa sucia. Tiene que ver con deci-siones que por ah tomo, eso s. Cla-ro, hay decisiones que tocan algunascosas econmicas, otras ms pastora-les...

    Est preocupado?No, no estoy preocupado, me pa-

    rece todo normal, porque sera anor-mal que no existieran puntos diver-gentes. Sera anormal que no salieranada.

    Termin el trabajo de limpieza o si-gue?

    No me gusta hablar de limpie-za. Dira de hacer marchar la Curiaen la direccin que las congregacio-nes generales [las reuniones que an-teceden al cnclave] pidieron. No,para eso falta mucho todava. Falta,falta. Porque, en las congregacionesgenerales precnclave, los cardenalespedimos muchas cosas y hay que se-guir adelante en todo eso...

    Lo que se encontr haciendo limpiezaes peor de lo que se esperaba?

    Primero, no me esperaba nada.Esperaba volverme a Buenos Aires[risas]. Y despus creo que, no s,Dios en eso es bueno conmigo, meda una sana dosis de inconsciencia.Voy haciendo lo que tengo que ha-c e r.

    Pero cmo anda el trabajo en curso?Bueno, es todo pblico, se sabe.

    El IOR [Instituto para las Obras dereligin] est funcionando fenmenoy se hizo bastante bien eso. Lo de laeconoma est yendo bien. Y la re-forma espiritual es lo que en estemomento me preocupa ms, la refor-ma del corazn. Estoy preparando laalocucin de Navidad para losmiembros de la Curia; voy a tener

    Dejaos consolarVIENE DE LA PGINA 4

    cambio en la consolacin es elEspritu Santo el protagonista. Esl quien nos consuela, es lquien nos da la valenta de salirde nosotros mismos. Es l quiennos conduce a la fuente de todaconsolacin autntica, es decir, alPadre. Y esto es la conversin.Por favor, dejaos consolar por elSeor. Dejaos consolar por el Se-or!

    La Virgen Mara es la sendaque Dios mismo se prepar paravenir al mundo. Confiamos a ellala esperanza de salvacin y depaz de todos los hombres y lasmujeres de nuestro tiempo.

    Al saludar a los fieles presentes, trasla oracin mariana, el Pontfice

    repiti: Dejaos consolar por elSeor.

    Queridos hermanos y hermanas:Os saludo a todos vosotros, fie-

    les de Roma y peregrinos llega-dos de Italia y de diversos pases:familias, grupos parroquiales, aso-ciaciones. En especial, saludo alos misioneros y las misionerasIdentes, que son tan buenos y quehacen tanto bien.

    A todos vosotros deseo un felizdomingo. Por favor, dejaos con-solar por el Seor. Entendido?Dejaos consolar por el Seor! Yno olvidis de rezar por m.Buen almuerzo y hasta la vista!Y para maana feliz da de la In-maculada. Que el Seor os ben-diga. SIGUE EN LA PGINA 14

    llamado hoy al catlico, a sa-lir y hacernos prximos de lagente, de sus problemas, desus realidades. El clericalis-mo, se lo dije a los obisposdel CELAM en Ro de Janeiro,fren la madurez laical enAmrica Latina. Donde loslaicos son ms maduros enAmrica Latina es precisa-mente en la expresin de lapiedad popular. Pero organi-zaciones laicales siempre es-tuvieron con el problema delclericalismo. Yo habl de estoen la Evangelii gaudium[la primera exhortacin apos-tlica del Papa].

    La renovacin de la Iglesia ala que usted llama apuntatambin a buscar a estas ove-jas perdidas y a frenar esasangra de fieles?

    No me gusta usar esa ima-

    La NacinPresentamos la entrevistapublicada en el diarioargentino La Nacindel 7 de diciembre.

    ciendo, colegialmente, con metodo-logas distintas, primero tmidamen-te. Pero este camino de 50 aos nose puede ignorar porque es un cami-no de toma de conciencia de unaIglesia en Amrica Latina y de ma-duracin en la fe. Junto con este ca-mino, se despleg tambin una graninquietud por estudiar el mensajeguadalupano. La cantidad de estu-dios sobre la Virgen de Guadalupe,sobre la imagen, sobre el mestizaje,sobre el NicanMopoua, es impresio-nante, es una teologa de fondo. Poreso al celebrar el Da de la Virgen deGuadalupe, patrona de Amrica, el12 de diciembre, y los 50 aos de laMisa criolla, estamos conmemoran-do un camino de la Iglesia latinoa-mericana.

    Un reciente sondeo en la regin certificque, ms all del efecto Francisco,hay catlicos que siguen abandonandola Iglesia.

    Conozco la estadstica que dieronen Aparecida, es el nico dato quetengo. Evidentemente, hay variosfactores que intervienen en eso, ex-ternos a la Iglesia. Por ejemplo, lateologa de la prosperidad inspiramuchas propuestas religiosas queatraen gente. Pero luego la gentequeda a mitad de camino. Pero de-jando afuera lo externo a la Iglesia,me pregunto: cules son las cosasnuestras, dentro de la Iglesia, quehacen que los fieles no se sientan sa-tisfechos? Y es la falta de cercana yel clericalismo. La proximidad es el

  • nmero 50, viernes 12 de diciembre de 2014 LOSSERVATORE ROMANO pginas 8/9

    No esclavos, sino hermanos1. Al comienzo de un nuevo ao, querecibimos como una gracia y un don deDios a la humanidad, deseo dirigir acada hombre y mujer, as como a lospueblos y naciones del mundo, a los je-fes de Estado y de Gobierno, y a los l-deres de las diferentes religiones, mismejores deseos de paz, que acompaocon mis oraciones por el fin de las gue-rras, los conflictos y los muchos sufri-mientos causados por el hombre o porantiguas y nuevas epidemias, as comopor los devastadores efectos de los de-sastres naturales. Rezo de modo espe-cial para que, respondiendo a nuestracomn vocacin de colaborar con Diosy con todos los hombres de buena vo-luntad en la promocin de la concordiay la paz en el mundo, resistamos a latentacin de comportarnos de un modoindigno de nuestra humanidad.

    En el mensaje para el 1 de enero pa-sado, seal que del deseo de una vi-da plena... forma parte un anhelo inde-leble de fraternidad, que nos invita a lacomunin con los otros, en los que en-contramos no enemigos o contrincan-tes, sino hermanos a los que acoger yq u e re r 1. Siendo el hombre un ser rela-cional, destinado a realizarse en uncontexto de relaciones interpersonalesinspiradas por la justicia y la caridad,es esencial que para su desarrollo se re-conozca y respete su dignidad, libertady autonoma. Por desgracia, el flagelocada vez ms generalizado de la explo-tacin del hombre por parte del hom-bre daa seriamente la vida de comu-nin y la llamada a estrechar relacionesinterpersonales marcadas por el respe-to, la justicia y la caridad. Este fenme-no abominable, que pisotea los dere-chos fundamentales de los dems y ani-quila su libertad y dignidad, adquieremltiples formas sobre las que deseohacer una breve reflexin, de modoque, a la luz de la Palabra de Dios,consideremos a todos los hombres noesclavos, sino hermanos.

    A la escucha del proyecto deDios sobre la humanidad

    2. El tema que he elegido para estemensaje recuerda la carta de san Pablo

    a Filemn, en la que le pide que recibaa Onsimo, antiguo esclavo de Filemny que despus se hizo cristiano, mere-ciendo por eso, segn Pablo, que seaconsiderado como un hermano. As es-cribe el Apstol de las gentes: Quizse apart de ti por breve tiempo paraque lo recobres ahora para siempre; yno como esclavo, sino como algo mejorque un esclavo, como un hermano que-rido (Flm 15-16). Onsimo se convirtien hermano de Filemn al hacerse cris-tiano. As, la conversin a Cristo, el co-mienzo de una vida de discipulado enCristo, constituye un nuevo nacimiento(cf. 2 Co 5, 17; 1 P 1, 3) que regenera laf ra t e r n i d a d como vnculo fundante de lavida familiar y base de la vida social.

    En el libro del Gnesis, leemos queDios cre al hombre, varn y hembra, ylos bendijo, para que crecieran y semultiplicaran (cf. 1, 27-28): Hizo queAdn y Eva fueran padres, los cuales,cumpliendo la bendicin de Dios deser fecundos y multiplicarse, concibie-ron la primera f ra t e r n i d a d , la de Can yAbel. Can y Abel eran hermanos, por-que vienen del mismo vientre, y por lotanto tienen el mismo origen, naturale-za y dignidad de sus padres, creados aimagen y semejanza de Dios.

    Pero la f ra t e r n i d a d expresa tambin lamultiplicidad y diferencia que hay entrelos hermanos, si bien unidos por el na-cimiento y por la misma naturaleza ydignidad. Como hermanos y hermanas,

    quienes estn dispuestos a hacer cual-quier cosa para enriquecerse. En efecto,la esclavitud y la trata de personas hu-manas requieren una complicidad quecon mucha frecuencia pasa a travs dela corrupcin de los intermediarios, dealgunos miembros de las fuerzas del or-den o de otros agentes estatales, o dediferentes instituciones, civiles y milita-res. Esto sucede cuando al centro deun sistema econmico est el dios dine-ro y no el hombre, la persona humana.S, en el centro de todo sistema social oeconmico, tiene que estar la persona,imagen de Dios, creada para que fuerael dominador del universo. Cuando lapersona es desplazada y viene el diosdinero sucede esta trastocacin de valo-re s 5.

    Otras causas de la esclavitud son losconflictos armados, la violencia, el crimeny el t e r ro r i s m o . Muchas personas son se-cuestradas para ser vendidas o recluta-das como combatientes o explotadassexualmente, mientras que otras se venobligadas a emigrar, dejando todo loque poseen: tierra, hogar, propiedades,e incluso la familia. stas ltimas seven empujadas a buscar una alternativaa esas terribles condiciones aun a costade su propia dignidad y supervivencia,con el riesgo de entrar de ese modo enese crculo vicioso que las convierte envctimas de la miseria, la corrupcin ysus consecuencias perniciosas.

    Compromiso comnpara derrotar la esclavitud5. Con frecuencia, cuando observa-

    mos el fenmeno de la trata de perso-nas, del trfico ilegal de los emigrantesy de otras formas conocidas y descono-cidas de la esclavitud, tenemos la im-presin de que todo esto tiene lugar

    bajo la indiferencia general.Aunque por desgracia esto es

    cierto en gran parte, quisiera men-cionar el gran trabajo silencioso

    que muchas congregaciones reli-giosas, especialmente femeninas,realizan desde hace muchosaos en favor de las vctimas.Estos institutos trabajan encontextos difciles, a veces do-minados por la violencia, tra-tando de romper las cadenasinvisibles que tienen encadena-das a las vctimas a sus trafican-tes y explotadores; cadenas cu-yos eslabones estn hechos desutiles mecanismos psicolgi-cos, que convierten a las vcti-mas en dependientes de susverdugos, a travs del chantaje

    primognito entre muchos hermanos(Rm 8, 29), se encuentra la realidad ne-gativa del pecado, que muchas vecesinterrumpe la fraternidad creatural ydeforma continuamente la belleza y no-bleza del ser hermanos y hermanas de lamisma familia humana. Can, ademsde no soportar a su hermano Abel, lomata por envidia cometiendo el primerfratricidio. El asesinato de Abel porparte de Can deja constancia trgica-mente del rechazo radical de la voca-cin a ser hermanos. Su historia (cf. Gn4, 1-16) pone en evidencia la dificultadde la tarea a la que estn llamados to-dos los hombres, vivir unidos, preocu-pndose los unos de los otros2.

    Tambin en la historia de la familiade No y sus hijos (cf. Gn 9, 18-27), lamaldad de Cam contra su padre es loque empuja a No a maldecir al hijoirreverente y bendecir a los dems, ques lo honraban, dando lugar a una desi-gualdad entre hermanos nacidos delmismo vientre.

    En la historia de los orgenes de lafamilia humana, el pecado de la separa-cin de Dios, de la figura del padre ydel hermano, se convierte en una ex-presin del rechazo de la comunin tra-ducindose en la cultura de la esclavi-tud (cf. Gn 9, 25-27), con las conse-cuencias que ello conlleva y que se per-petan de generacin en generacin:rechazo del otro, maltrato de las perso-nas, violacin de la dignidad y los de-

    tanto, hijo adoptivo de su Padre (cf. Ef1, 5).

    No se llega a ser cristiano, hijo delPadre y hermano en Cristo, por unadisposicin divina autoritativa, sin elconcurso de la libertad personal, es de-cir, sin convertirse l i b re m e n t e a Cristo.El ser hijo de Dios responde al impera-tivo de la conversin: Convertos y seabautizado cada uno de vosotros en elnombre de Jess, el Mesas, para per-dn de vuestros pecados, y recibiris eldon del Espritu Santo (Hch 2, 38).Todos los que respondieron con la fe yla vida a esta predicacin de Pedro en-traron en la f ra t e r n i d a d de la primeracomunidad cristiana (cf. 1 P 2, 17; Hch1, 15.16; 6, 3; 15, 23): judos y griegos,esclavos y hombres libres (cf. 1 Co 12,13; Ga 3, 28), cuya diversidad de origeny condicin social no disminuye la dig-nidad de cada uno, ni excluye a nadiede la pertenencia al Pueblo de Dios.Por ello, la comunidad cristiana es ellugar de la comunin vivida en el amorentre los hermanos (cf. Rm 12, 10; 1 Ts4, 9; Hb 13, 1; 1 P 1, 22; 2 P 1, 7).

    Todo esto demuestra cmo la BuenaNueva de Jesucristo, por la que Dioshace nuevas todas las cosas (Ap 21,5)3, tambin es capaz de redimir las re-laciones entre los hombres, incluidaaquella entre un esclavo y su amo, des-tacando lo que ambos tienen en co-mn: la filiacin adoptiva y el vnculode fraternidad en Cristo. El mismo Je-ss dijo a sus discpulos: Ya no os lla-mo siervos, porque el siervo no sabe loque hace su seor; a vosotros os llamoamigos, porque todo lo que he odo ami Padre os lo he dado a conocer (Jn15, 15).

    Mltiples rostrosde la esclavitud

    de entonces y de ahora3. Desde tiempos inmemoriales, las

    diferentes sociedades humanas conocenel fenmeno del sometimiento del hom-bre por parte del hombre. Ha habidoperodos en la historia humana en quela institucin de la esclavitud estaba ge-neralmente aceptada y regulada por elderecho. ste estableca quin naca li-bre, y quin, en cambio, naca esclavo,y en qu condiciones la persona nacidalibre poda perder su libertad u obte-nerla de nuevo. En otras palabras, elmismo derecho admita que algunaspersonas podan o deban ser conside-radas propiedad de otra persona, lacual poda disponer libremente deellas; el esclavo poda ser vendido ycomprado, cedido y adquirido comouna mercanca.

    Hoy, como resultado de un desarro-llo positivo de la conciencia de la hu-

    Mensaje del Papa Francisco para la prxima Jornada mundial de la paz de 2015

    No esclavos, sino hermanos

    SIGUE EN LA PGINA 10

    La explotacin del hombre por parte del hombre constituye una llaga y unfenmeno abominable que pisotea los derechos fundamentales de los dems yaniquila su libertad y dignidad. Lo escribe el Papa Francisco en el mensaje para laJornada mundial de la paz de 2015 dedicado al tema No esclavos, sinohermanos invitando a vencer la indiferencia y a realizar gestos de fraternidad conlos que se encuentran en un estado de sometimiento. En especial el Pontfice lanzaun llamamiento urgente a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, y a todoslos que, de lejos o de cerca, incluso en los ms altos niveles de las instituciones, sontestigos del flagelo de la esclavitud contempornea, exhortndoles a que no seancmplices de este mal y a que no aparten los ojos del sufrimiento de sus hermanos.

    Can y Abel (1084, panel de marfil de la catedral de Salerno, Italia)

    sus objetivos, la accin para derrotar aeste fenmeno requiere un esfuerzoconjunto y tambin global por parte delos diferentes agentes que conforman laso ciedad.

    Los Estados deben vigilar para quesu legislacin nacional en materia demigracin, trabajo, adopciones, deslo-calizacin de empresas y comercializa-cin de los productos elaborados me-diante la explotacin del trabajo, respe-te la dignidad de la persona. Se necesi-tan leyes justas, centradas en la personahumana, que defiendan sus derechosfundamentales y los restablezcan cuan-do son pisoteados, rehabilitando a lavctima y garantizando su integridad,as como mecanismos de seguridad efi-caces para controlar la aplicacin co-rrecta de estas normas, que no dejen es-pacio a la corrupcin y la impunidad.Es preciso que se reconozca tambin elpapel de la mujer en la sociedad, traba-jando tambin en el plano cultural y dela comunicacin para obtener los resul-tados deseados.

    Las organizaciones intergubernamenta-les, de acuerdo con el principio de sub-sidiariedad, estn llamadas a implemen-tar iniciativas coordinadas para lucharcontra las redes transnacionales del cri-men organizado que gestionan la tratade personas y el trfico ilegal de emi-grantes. Es necesaria una cooperacinen diferentes niveles, que incluya a lasinstituciones nacionales e internaciona-les, as como a las organizaciones de lasociedad civil y del mundo empresarial.

    Las e m p re s a s 6, en efecto, tienen el de-ber de garantizar a sus empleados con-diciones de trabajo dignas y salariosadecuados, pero tambin han de vigilarpara que no se produzcan en las cade-nas de distribucin formas de servi-dumbre o trata de personas. A la res-ponsabilidad social de la empresa hayque unir la responsabilidad social del con-s u m i d o r. Pues cada persona debe serconsciente de que comprar es siempreun acto moral, adems de econmico7.

    Las organizaciones de la sociedad civil,por su parte, tienen la tarea de sensibi-lizar y estimular las conciencias acercade las medidas necesarias para combatiry erradicar la cultura de la esclavitud.

    En los ltimos aos, la Santa Sede,acogiendo el grito de dolor de las vcti-mas de la trata de personas y la voz delas congregaciones religiosas que lasacompaan hacia su liberacin, ha mul-tiplicado los llamamientos a la comuni-dad internacional para que los diversosactores unan sus esfuerzos y cooperenpara poner fin a esta plaga8. Adems,se han organizado algunos encuentroscon el fin de dar visibilidad al fenme-no de la trata de personas y facilitar lacolaboracin entre los diferentes agen-tes, incluidos expertos del mundo aca-dmico y de las organizaciones interna-cionales, organismos policiales de losdiferentes pases de origen, trnsito ydestino de los migrantes, as como re-presentantes de grupos eclesiales quetrabajan por las vctimas. Espero queestos esfuerzos continen y se redoblenen los prximos aos.

    Globalizar la fraternidad,no la esclavitudni la indiferencia

    6. En su tarea de anuncio de la ver-dad del amor de Cristo en la socie-dad9, la Iglesia se esfuerza constante-

    todas las personas estn por naturalezarelacionadas con las dems, de las quese diferencian pero con las que compar-ten el mismo origen, naturaleza y dig-nidad. Gracias a ello la f ra t e r n i d a d c re ala red de relaciones fundamentales parala construccin de la familia humanacreada por Dios.

    Por desgracia, entre la primera crea-cin que narra el libro del Gnesis y elnuevo nacimiento en Cristo, que hace delos creyentes hermanos y hermanas del

    rechos fundamentales, la institucionali-zacin de la desigualdad. De ah la ne-cesidad de convertirse continuamente ala Alianza, consumada por la oblacinde Cristo en la cruz, seguros de quedonde abund el pecado, sobreabun-d la gracia... por Jesucristo (Rm 5,20.21). l, el Hijo amado (cf. Mt 3, 17),vino a revelar el amor del Padre por lahumanidad. El que escucha el evange-lio, y responde a la llamada a la con-versin, llega a ser en Jess hermano yhermana, y madre (Mt 12, 50) y, por

    manidad, la esclavitud, crimen de lesahumanidad4, est oficialmente abolidaen el mundo. El derecho de toda per-sona a no ser sometida a esclavitud ni aservidumbre est reconocido en el dere-cho internacional como norma indero-gable.

    Sin embargo, a pesar de que la co-munidad internacional ha adoptado di-versos acuerdos para poner fin a la es-clavitud en todas sus formas, y ha dis-puesto varias estrategias para combatireste fenmeno, todava hay millones depersonas nios, hombres y mujeres detodas las edades privados de su liber-tad y obligados a vivir en condicionessimilares a la esclavitud.

    Me refiero a tantos trabajadores y tra-bajadoras, incluso menores, oprimidos demanera formal o informal en todos lossectores, desde el trabajo domstico alde la agricultura, de la industria manu-facturera a la minera, tanto en los pa-ses donde la legislacin laboral nocumple con las mnimas normas y es-tndares internacionales, como, aunquede manera ilegal, en aquellos cuya le-gislacin protege a los trabajadores.

    Pienso tambin en las condicionesde vida de muchos emigrantes que, ensu dramtico viaje, sufren el hambre,se ven privados de la libertad, despoja-dos de sus bienes o de los que se abusafsica y sexualmente. En aquellos que,una vez llegados a su destino despusde un viaje dursimo y con miedo e in-seguridad, son detenidos en condicio-nes a veces inhumanas. Pienso en losque se ven obligados a la clandestini-dad por diferentes motivos sociales,polticos y econmicos, y en aque-llos que, con el fin de permanecerdentro de la ley, aceptan vivir ytrabajar en condiciones inad-misibles, sobre todo cuandolas legislaciones nacionalescrean o permiten una depen-dencia estructural del trabaja-dor emigrado con respecto alempleador, como por ejemplocuando se condiciona la lega-lidad de la estancia al contra-to de trabajo... S, pienso enel trabajo esclavo.

    Pienso en las personas obli-gadas a ejercer la prostitucin,entre las que hay muchos me-nores, y en los esclavos y escla-

    santa Josefina Bakhita

    y la amenaza, a ellos y a sus seres que-ridos, pero tambin a travs de mediosmateriales, como la confiscacin de do-cumentos de identidad y la violencia f-sica. La actividad de las congregacionesreligiosas se estructura principalmenteen torno a tres acciones: la asistencia alas vctimas, su rehabilitacin bajo elaspecto psicolgico y formativo, y sureinsercin en la sociedad de destino ode origen.

    Este inmenso trabajo, que requierecoraje, paciencia y perseverancia, mere-ce el aprecio de toda la Iglesia y de lasociedad. Pero, naturalmente, por s so-lo no es suficiente para poner fin al fla-gelo de la explotacin de la personahumana. Se requiere tambin un triplecompromiso a nivel institucional de pre-vencin, proteccin de las vctimas yaccin judicial contra los responsables.Adems, como las organizaciones crimi-nales utilizan redes globales para lograr

    vas sexuales; en las mujeres obligadas acasarse, en aquellas que son vendidascon vistas al matrimonio o en las entre-gadas en sucesin, a un familiar des-pus de la muerte de su marido, sin te-ner el derecho de dar o no su consenti-miento.

    No puedo dejar de pensar en los ni-os y adultos que son vctimas del t r f i c oy comercializacin para la extraccin de rg a n o s , para ser reclutados como solda-dos, para la mendicidad, para actividadesilegales como la produccin o venta ded ro g a s , o para formas encubiertas deadopcin internacional.

    Pienso finalmente en todos los se-cuestrados y encerrados en cautividadpor grupos terroristas, puestos a su ser-vicio como combatientes o, sobre todolas nias y mujeres, como esclavas se-xuales. Muchos de ellos desaparecen,otros son vendidos varias veces, tortura-dos, mutilados o asesinados.

    Junto a esta causa ontolgica re -chazo de la humanidad del otro hayotras que ayudan a explicar las formascontemporneas de la esclavitud. Merefiero en primer lugar a la p o b re z a , alsubdesarrollo y a la exclusin, especial-mente cuando se combinan con la faltade acceso a la educacin o con una reali-dad caracterizada por las escasas, por nodecir inexistentes, oportunidades de traba-jo. Con frecuencia, las vctimas de latrata y de la esclavitud son personasque han buscado una manera de salirde un estado de pobreza extrema, cre-yendo a menudo en falsas promesas detrabajo, para caer despus en manos deredes criminales que trafican con los se-res humanos. Estas redes utilizan hbil-mente las modernas tecnologas infor-mticas para embaucar a jvenes y ni-os en todas las partes del mundo.

    Entre las causas de la esclavitud hayque incluir tambin la corrupcin de

    Algunas causas profundas dela esclavitud

    4. Hoy como ayer, en la raz de laesclavitud se encuentra una concepcinde la persona humana que admite elque pueda ser tratada como un objeto.Cuando el pecado corrompe el coraznhumano, y lo aleja de su Creador y desus semejantes, stos ya no se ven comoseres de la misma dignidad, como her-manos y hermanas en la humanidad, si-no como objetos. La persona humana,creada a imagen y semejanza de Dios,queda privada de la libertad, mercanti-lizada, reducida a ser propiedad deotro, con la fuerza, el engao o la cons-triccin fsica o psicolgica; es tratadacomo un medio y no como un fin.

  • pgina 10 LOSSERVATORE ROMANO viernes 12 de diciembre de 2014, nmero 50

    Mensaje para la prximaJornada mundial de la paz

    VIENE DE LA PGINA 9

    El Papa denuncia las diversas formas de esclavitud moderna

    Crimen de lesa humanidad

    Trabajaremos juntos para erradicarel terrible flagelo de la esclavitudmoderna en todas sus formas: elPapa Francisco se uni a otros lderesreligiosos con ocasin del congresoorganizado por el Global FreedomNetwork el martes 2 de diciembre enla Casina Po IV en el Vaticano. Latrata de personas, el trabajo forzado,la prostitucin, el trfico de rganos,dijo el Pontfice en espaol, sonun crimen de lesa humanidad.

    Seoras y seores:Agradezco a todos los lderes reli-

    giosos aqu reunidos por su com-promiso en favor de los sobrevivien-tes de la trata de personas, y a to-dos los presentes por su intensaparticipacin en este acto de frater-nidad especialmente para con losms sufridos de nuestros hermanos.Inspirados por nuestras confesionesde fe, hoy nos hemos reunido conmotivo de una iniciativa histrica yde una accin concreta: declararque trabajaremos juntos para erradi-car el terrible flagelo de la esclavi-tud moderna en todas sus formas.

    La explotacin fsica, econmica,sexual y psicolgica de hombres,mujeres y nios y nias actualmenteencadena a decenas de millones depersonas a la deshumanizacin y ala humillacin. Cada ser humano,hombre, mujer, nio, nia es ima-gen de Dios. Dios es amor y liber-tad que se dona en relaciones inter-personales, as cada ser humano esuna persona libre destinada a existirpara el bien de otros en igualdad yfraternidad. Cada una y todas laspersonas son iguales y se les debereconocer la misma libertad y lamisma dignidad. Cualquier relacindiscriminante que no respete la con-viccin fundamental que el otro escomo uno mismo constituye un de-lito, y tantas veces un delito abe-rrante.

    Por eso, declaramos en nombrede todos y de cada uno de nuestroscredos que la esclavitud moderna,en trmino de trata de personas,trabajo forzado, prostitucin, explo-tacin de rganos, es un crimen delesa humanidad. Sus vctimas sonde toda condicin, pero las ms ve-ces se hayan entre los ms pobres yvulnerables de nuestros hermanos yhermanas.

    En nombre de ellos y ellas, queestn llamando a la accin a nues-tras comunidades de fe, y sin excep-cin rechazan completamente todaprivacin sistemtica de la libertadindividual con fines de explotacinpersonal o comercial, en nombre deellos hacemos esta declaracin.

    A pesar de los grandes esfuerzosde muchos, la esclavitud modernasigue siendo un flagelo atroz queest presente a gran escala en todoel mundo, incluso como turismo.Este crimen de lesa humanidad seenmascara en aparentes costumbresaceptadas, pero en realidad hace susvctimas en la prostitucin, la tratade personas, el trabajo forzado, eltrabajo esclavo, la mutilacin, laventa de rganos, el mal uso de ladroga, el trabajo de nios. Se ocul-ta tras puertas cerradas, en domici-lios particulares, en las calles, enautomviles, en fbricas, en cam-pos, en barcos pesqueros y en mu-chas otras partes. Y esto ocurre tan-to en ciudades como en aldeas, enlas villas de emergencia de las na-ciones ms ricas y ms pobres delmundo. Y lo peor, es que tal situa-cin, desgraciadamente, se agravacada da ms.

    Llamamos a la accin a todas laspersonas de fe y a sus lderes, a losGobiernos, y a las empresas, a to-dos los hombres y mujeres de bue-na voluntad, para que brinden suapoyo frreo y se sumen al movi-miento contra de la esclavitud mo-derna, en todas sus formas.

    Sostenidos por los ideales denuestras confesiones de fe y nues-tros valores humanos compartidos,todos podemos y debemos levantarel estandarte de los valores espiri-tuales, el esfuerzo mancomunado, lavisin liberadora de manera de erra-dicar la esclavitud de nuestro plane-ta.

    Pido al Seor nos conceda hoy lagracia de convertirnos nosotros mis-mos en el prjimo de cada persona,sin excepcin, y de brindarle ayudaactivamente siempre que se cruce ennuestro camino, se trate ya de unanciano abandonado por todos, untrabajador injustamente esclavizadoy despreciado, una refugiada o refu-giado atrapado por los lazos de lamala vida, un joven o una jovenque camine por las calles del mun-do vctima del comercio sexual, unhombre o una mujer prostituida conengaos por gente sin temor deDios, un nio o una nia mutiladade sus rganos, que llaman nuestrasconciencias haciendo eco de la vozdel Seor: Les aseguro que cadavez que lo hicieron con uno de mishermanos, lo hicieron conmigo.

    Queridos amigos, gracias por estareunin, gracias por este compromi-so transversal que nos comprometea todos. Todos somos reflejo de laimagen de Dios y estamos conven-cidos que no podemos tolerar quela imagen del Dios vivo sea someti-da a la trata ms aberrante.

    Muchas gracias.

    mente en las acciones de carctercaritativo partiendo de la verdad so-bre el hombre. Tiene la misin demostrar a todos el camino de laconversin, que lleve a cambiar elmodo de ver al prjimo, a recono-cer en el otro, sea quien sea, a unhermano y a una hermana en la hu-manidad; reconocer su dignidad in-trnseca en la verdad y libertad, co-mo nos lo muestra la historia de Jo-sefina Bakhita, la santa provenientede la regin de Darfur, en Sudn,secuestrada cuando tena nueveaos por traficantes de esclavos yvendida a dueos feroces. A travsde sucesos dolorosos lleg a serhija libre de Dios, mediante la fevivida en la consagracin religiosa yen el servicio a los dems, especial-mente a los pequeos y dbiles. Es-ta santa, que vivi entre los siglosXIX y XX, es hoy un testigo ejemplarde esperanza10 para las numerosasvctimas de la esclavitud y un apoyoen los esfuerzos de todos aquellosque se dedican a luchar contra estallaga en el cuerpo de la humani-dad contempornea, una herida enla carne de Cristo11.

    En esta perspectiva, deseo invitara cada uno, segn su puesto y res-ponsabilidades, a realizar gestos defraternidad con los que se encuen-tran en un estado de sometimiento.Preguntmonos, tanto comunitariacomo personalmente, cmo nos sen-timos interpelados cuando encon-tramos o tratamos en la vida coti-diana con vctimas de la trata depersonas, o cuando tenemos queelegir productos que con probabili-dad podran haber sido realizadosmediante la explotacin de otraspersonas. Algunos hacen la vistagorda, ya sea por indiferencia, oporque se desentienden de las preo-cupaciones diarias, o por razoneseconmicas. Otros, sin embargo,optan por hacer algo positivo, parti-cipando en asociaciones civiles ohaciendo pequeos gestos cotidia-

    nos que son tan valiosos, comodecir una palabra, un saludo, unbuenos das o una sonrisa, queno nos cuestan nada, pero que pue-den dar esperanza, abrir caminos,cambiar la vida de una persona quevive en la invisibilidad, e inclusocambiar nuestras vidas en relacincon esta realidad.

    Debemos reconocer que estamosfrente a un fenmeno mundial quesobrepasa las competencias de unasola comunidad o nacin. Para de-rrotarlo, se necesita una moviliza-cin de una dimensin comparablea la del mismo fenmeno. Por estarazn, hago un llamamiento urgen-te a todos los hombres y mujeres debuena voluntad, y a todos los que,de lejos o de cerca, incluso en losms altos niveles de las institucio-nes, son testigos del flagelo de laesclavitud contempornea, para queno sean cmplices de este mal, paraque no aparten los ojos del sufri-miento de sus hermanos y hermanasen humanidad, privados de libertady dignidad, sino que tengan el valorde tocar la carne sufriente de Cris-to12, que se hace visible a travs delos numerosos rostros de los que lmismo llama mis hermanos mspequeos (Mt 25, 40.45).

    Sabemos que Dios nos pedir acada uno de nosotros: Qu has he-cho con tu hermano? (cf. Gn 4, 9-10). La globalizacin de la indife-rencia, que ahora afecta a la vida detantos hermanos y hermanas, nospide que seamos artfices de unaglobalizacin de la solidaridad y dela fraternidad, que les d esperanzay los haga reanudar con nimo elcamino, a travs de los problemasde nuestro tiempo y las nuevasperspectivas que trae consigo, y queDios pone en nuestras manos.

    Vaticano, 8 de diciembre de 2014

    1 N. 1.2 Mensaje para la Jornada mundial de la paz de 2014, 2.3 Cf. Exhort. ap. Evangelii gaudium, 11.4 Cf. Discurso a la Asociacin internacional de derecho penal, 23 de octu-bre de 2014: LOsservatore Romano, ed. lengua espaola, 31 de octubre de2014, p. 8.5 Discurso a los participantes en el encuentro mundial de los movimientospopulares, 28 de octubre de 2014: LOsservatore Romano, ed. lengua espa-ola, 31 de octubre de 2014, p. 3.6 Cf. PONTIFICIO CONSEJO JUSTICIA Y PA Z , La vocazione del leader di m p re s a .Una riflessione, Miln y Roma, 2013.7 BENEDICTO XVI, Cart. enc. Caritas in veritate, 66.8 Cf. Mensaje al sr. Guy Ryder, Director general de la Organizacin inter-nacional del trabajo, con motivo de la sesin 103 de la Conferencia de laO I T, 22 de mayo de 2014: LOsservatore Romano, ed. lengua espaola, 6 dejunio de 2014, p. 3.9 BENEDICTO XVI, Carta. enc. Caritas in veritate, 5.10 A travs del conocimiento de esta esperanza ella fue re d i m i d a , ya nose senta esclava, sino hija libre de Dios. Entendi lo que Pablo quera de-cir cuando record a los Efesios que antes estaban en el mundo sin espe-ranza y sin Dios (BENEDICTO XVI, carta. enc. Spe salvi, 3).11 Discurso a los participantes en la II Conferencia internacional sobre laTrata de personas: Church and Law Enforcement in partnership, 10 deabril de 2014: LOsservatore Romano, ed. lengua espaola, 11 de abril de2014, p. 9; cf. Exhort. ap. Evangelii gaudium, 270.12 Cf. Exhort. ap. Evangelii gaudium, 24; 270.

  • nmero 50, viernes 12 de diciembre de 2014 LOSSERVATORE ROMANO pgina 11

    Misa del Pontfice en Santa MartaSin maquillajesobre la roca

    De la tentacin de mucha gentebuena a ser cristiano slo de apa-riencia, llevando encima el maqui-llaje que se cae con la primera llu-via, alert el Papa Francisco en lamisa que celebr el jueves 4 de di-ciembre en la capilla de la Casa San-ta Marta. Y volvi a proponer el tes-timonio de muchos cristianos confundamento, que construyen su vi-da sobre la roca de Jess y vivenla santidad oculta, da tras da.

    Hoy en ambas lecturas tomadasdel libro de Isaas (26, 1-6) y delEvangelio de san Mateo (7, 21.24-27) la Iglesia, observ inmediata-mente el Papa Francisco, habla dela fuerza de un cristiano y de la de-bilidad; de roca y de arena. Enefecto, el cristiano es fuerte cuandono slo dice que lo es, sino cuandovive su vida como cristiano, cuandopone en prctica la doctrina cristia-na, las palabras de Dios, los manda-mientos, las bienaventuranzas. Elpunto central es, de hecho, poneren prctica.

    En cambio, destac el Papa,existen cristianos de apariencia so-lamente: personas que se maquillande cristianos y en el momento de laprueba tienen solamente el maquilla-je. Y sabemos qu sucede a unamujer maquillada cuando va por lacalle y comienza a llover y no tieneparaguas: todo se cae, las aparien-cias caen por los suelos. La del ma-quillaje, por lo dems, es una ten-tacin reconoci el Papa Francisco.Por ello no es suficiente decir soycristiano, Seor, para serlo verda-deramente. Es Jess mismo quiendice que no basta repetir Seor!Seor! para entrar en su reino. Senecesita cumplir la voluntad delPadre y poner en prctica la Pala-bra. He aqu, por lo tanto, la dife-rencia entre el cristiano coherentey el cristiano slo de apariencia.

    Por lo dems, explic el Pontfice,es claro cmo nos ama el Seor.Ante todo, un cristiano de vida es-t fundado sobre la roca. Por lodems, Pablo lo dice claramentecuando habla del agua que sala dela roca en el desierto: la roca eraCristo, la roca es Cristo. Por lotanto, lo nico que cuenta es estarfundado solamente en la persona deJess, en el seguimiento de Jess,por el camino de Jess. El PapaFrancisco confes que encontrmuchas veces gente no mala, gentebuena, pero que es vctima de estamana de la cristiandad de las apa-riencias. Gente que de s mismadice soy de una familia muy catli-ca; soy miembro de esa asociacin ytambin bienhechor de aquellaotra. Pero, segn el Papa, la verda-dera pregunta que hay que planteara estas personas es: dime, tu vidaest fundada en Jess? Dnde esttu esperanza? en esa roca o en estasp ertenencias?.

    Por eso la importancia de estarfundado sobre la roca. Por lo de-ms, hemos visto a muchos cristia-nos de apariencias que caen ante laprimera tentacin, o sea, ante la llu-via. En efecto, cuando los ros sedesbordan, cuando los vientos so-

    plan las tentaciones y las pruebasde la vida un cristiano de aparien-cia cae, porque all no hay funda-mento, no hay roca, no est Cristo.Por otro lado, en cambio, estn losnumerosos santos que tenemos enel pueblo de Dios no necesaria-mente canonizados, pero santosmuchos hombres y mujeres que rea-lizan su vida en Cristo, que ponenen prctica los mandamientos, po-nen en prctica el amor de Jess.Muchos!.

    El Papa quiso recordar el testimo-nio de ellos. Pensemos dijo enlos ms pequeos; los enfermos queofrecen sus sufrimientos por la Igle-sia, por los dems. Y, tambin,pensemos en tantos ancianos solosque rezan y ofrecen. Pensemos entantas mams y padres de familiaque llevan adelante con mucho tra-bajo su familia, la educacin de loshijos, el trabajo cotidiano, los pro-blemas, pero siempre con la esperan-za en Jess y que no se pavonean,sino que hacen lo que pueden.

    En verdad, afirm el Papa Fran-cisco, existen santos de la vida coti-

    llados. Dice de nuevo Isaas: Haabatido a la ciudad elevada, la haabatido hasta el suelo, hasta tocar elpolvo. Precisamente as terminanlos cristianos de apariencia destacel Papa volviendo a proponer laimagen de Isaas: por una parte lasruinas de una ciudad y despus laotra ciudad, la otra casa, firme, ro-busta porque est fundada sobre ro-ca.

    El pasaje de Isaas sugiri al PapaFrancisco otra reflexin. Los lti-mos dos versculos de la primera lec-tura me hicieron pensar dijo. Lareferencia es a esta ciudad que ca-y, esta ciudad vanidosa, esta ciudadque no estaba fundada sobre la rocade Cristo. Se lee en efecto: La pi-sarn los pies, los pies del oprimido,los pasos de los pobres. Es una ex-presin, afirm, que tiene olor avenganza. S, parece una vengan-za, pero no es venganza.

    Tambin la Virgen, en su canto,lo haba dicho: l ha derribado deltrono a los poderosos, ha humilladoa los soberbios. Y los pobres se-rn los que triunfarn, los pobres de

    lo somos. As, cuando alguno deestos cristianos comete algn pecadograve luego se arrepiente, pide per-dn: y esto es grande. Significatener la capacidad de pedir perdn;de no confundir pecado con virtud;de saber bien dnde est la virtud ydnde est el pecado. Tambin deesto se entiende que son cristianosfundados sobre la roca y la roca esCristo: siguen el camino de Jess, lesiguen a l.

    En la primera lectura, explic elPontfice, Isaas habla de una ciu-dad fuerte que tiene salvacin, quesigue a Dios, que es justa: un pue-blo fuerte. La ciudad es un pueblo.Un pueblo fuerte. Su voluntad esfirme y Dios le asegura la paz: pazpara quien confa en l. Y luegoaade: Confiad en el Seor siem-pre, porque el Seor es la roca per-petua, porque l dobleg a los habi-tantes de la altura. Y, por eso, co-ment el Papa Francisco, los sober-bios, los vanidosos, los cristianos deapariencia sern doblegados, humi-

    espritu, los que ante Dios se sienteninsignificantes, los humildes quellevan adelante la salvacin ponien-do en prctica la Palabra del Se-or. En cambio, repiti el PapaFrancisco, todo lo dems es apa-riencia: hoy estamos, maana ya noestaremos. Y cit a san Bernardo:piensa, hombre, qu ser de ti, co-mida de gusanos. Porque nos co-mern los gusanos a todos y si notenemos esta roca, acabarem