Amor y pedagogía
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Reseña sobre la obra Amor y Pedagogía de Miguel de Unamuno, gran escritor, filósofo y poeta vasco, además de principal exponente de la Generación del 98, que nos deleitó con su sabiduría y pensamiento.
IES Lluís Companys 2º de Bachillerato B
Lengua y Literatura Castellana
2º Bachillerato B Volumen 1, nº 1
Sumario
Para definir de forma clara y breve Amor y
Pedagogía tan solo es necesario utilizar una
palabra: nivola. Este neologismo creado por el
propio autor para definir sus obras de ficción nos
resume la obra a la perfección ya que, según su
significado, se refiere a aquellas novelas donde los
personajes se ven oprimidos por pasiones que les
impiden relacionarse en el mundo con normalidad.
Justamente lo que le ocurre a Apolodoro, que es
educado con el objetivo de que absorba
conocimientos puramente científicos y así poder
llegar a ser un genio, prescindiendo de la parte
sentimental que cualquier persona normal posee. O
su madre Marina, o como generalmente la
denomina el narrador omnisciente, la Materia,
antítesis de Don Avito i que es menospreciada por
este.
En esta obra tienen bastante importancia las
corrientes ideológicas de ese momento (el
positivismo científico, el Krausismo, la teoría de
Mendel, el psicoanálisis de Freud o la eugenesia).
Miguel de Unamuno perteneció a la conocida
generación del 98, que tenía interés sobre las
causas de la decadencia española. Su ideología y
manera de ser le causaron muchos problemas a lo
largo de su vida, y si analizamos las obras escritas
a lo largo de los años, podemos apreciar sus
Sumario
2º Bachillerato B
Amor y pedagogía
fecha
Volumen 1, nº 1
Índice
Editorial………………………………………1
Leer para entender………………………....3
Unamuno al descubierto……………….....4
Los profundos y trascendentales
temas en Amor y pedagogía……………...8
Amor y Pedagogía,
espejo de una época……………………….10
Ambientes personalizados......................12
¿Fracaso de la pedagogía?.....................14
Simples títeres en manos
de su creador……………………………….16
Diálogo, dueño y señor en
Amor y Pedagogía…………………………19
Víctimas del fanatismo……………………21
El arte de criticar…………………………..23
2º Bachillerato B
Para definir de forma clara y breve Amor y
Pedagogía tan solo es necesario utilizar una
palabra: nivola. Este neologismo creado por el
propio autor para definir sus obras de ficción nos
resume la obra a la perfección ya que, según su
significado, se refiere a aquellas novelas donde los
personajes se ven oprimidos por pasiones que les
impiden relacionarse en el mundo con normalidad.
Justamente lo que le ocurre a Apolodoro, que es
educado con el objetivo de que absorba
conocimientos puramente científicos y así poder
llegar a ser un genio, prescindiendo de la parte
sentimental que cualquier persona normal posee. O
su madre Marina, o como generalmente la
denomina el narrador omnisciente, la Materia,
antítesis de Don Avito i que es menospreciada por
este.
Para definir de forma clara y breve Amor y Pedagogía tan
solo es necesario utilizar una palabra: nivola. Este
neologismo creado por el propio autor para definir sus obras
de ficción nos resume la obra a la perfección ya que, según
su significado, se refiere a aquellas novelas donde los
personajes se ven oprimidos por pasiones que les impiden
relacionarse en el mundo con normalidad. Justamente lo
que le ocurre a Apolodoro, que es educado con el objetivo
de que absorba conocimientos puramente científicos y así
poder llegar a ser un genio, prescindiendo de la parte
sentimental que cualquier persona normal posee. O su
madre Marina, o como generalmente la denomina el
narrador omnisciente, la Materia, antítesis de Don Avito i
que es menospreciada por éste.
En esta obra tienen bastante importancia las corrientes
ideológicas de ese momento (el positivismo científico, el
Krausismo, la teoría de Mendel, el psicoanálisis de Freud o
la eugenesia).
Miguel de Unamuno perteneció a la conocida generación del
98, que tenía interés sobre las causas de la decadencia
española. Su ideología y manera de ser le causaron muchos
problemas a lo largo de su vida, y si analizamos las obras
escritas a lo largo de los años, podemos apreciar sus
inquietudes, sentimientos y vivencias.
Unamuno al desnudo
Editorial
Amor y
Pedagogía
es una de
las obras
más
célebres de
Unamuno,
no obstante,
resulta poco
amena y
entretenida para un lector que
busque en ella una obra literaria en
el sentido estricto. El autor no
quería que quienes leyeran la
novela pasaran el rato, si no todo lo
contrario: que reflexionasen sobre la
personalidad del hombre y la
angustia de la existencia humana, y
por tanto, remover conciencias,
propósito fundamental de la
Generación del 98.
El escritor vasco plasma en esta
obra entre el ensayo y la novela una
ciencia exagerada, absurda e
incluso tirana que intenta dominar
nuestros instintos más naturales y
dar explicaciones científicas y
racionales a nuestra parte más
emocional. Y es que este cientifismo
llevado al extremo acaba con la vida
del protagonista, Apolodoro, víctima
indiscutible de la pedagogía
científica impuesta por su padre,
que le ha predeterminado como
persona, o más bien como sujeto de
experimento para obtener un genio,
impidiéndole ser él mismo, ser feliz.
¿Cómo iba entonces a seguir
viviendo el protagonista de su obra,
individuo inseguro y desorientado
por la razón de la ciencia que había
fracasado gracias a lo deshumana y
cruel que era? La única vía de
escape era el cese de la “vida” que
le había tocado tener, una vida
vacía de amor, tan sólo con los
abrazos clandestinos de su madre.
No es hasta el suicidio de su hijo
que Carrascal se da cuenta de la
importancia del amor en la
pedagogía, y más aun en la vida.
De este modo la obra concluye con
la revelación de don Avito: el amor
no puede ser apartado ni
menospreciado ya que es la mejor
manera de crear “genios”.
En todas las obras de don Miguel
aparece la angustia por la creencia
en Dios, ese Dios que los hombres
han inventado para llenar sus
pobres e insuficientes vidas, la
manera más práctica de afrontar a
la muerte pero que Unamuno,
debido a su pensamiento científico y
único, no podía servirse, no sin
ganas, quedándose a
contracorriente entre su propia
moral y la sociedad.
Krauss fue el filósofo que desarrolló
la teoría de la pedagogía moderna.
Ésta tiene como fin influir en la
sociedad a través de la escuela, una
escuela que defiende la
independencia del hombre y la
sociedad, que borra los lazos del
alumno con la religión. Miguel de
Unamuno refleja esta teoría en
Amor y Pedagogía de forma
exagerada a través de la ciencia
extrema, creyendo que ésta puede
resolver cualquier problema sin
tener en cuenta la importancia del
papel protagonista del alumno en el
sistema pero que, en realidad, sigue
sin ser eficaz ya que no se tienen en
cuenta los sentimientos y las
emociones de los estudiantes.
Todo esto tiene máxima actualidad:
la pedagogía utilizada en la
segunda República y en nuestros
días tiene una clara base krausista
ya que los alumnos son los
protagonistas indiscutibles del
sistema educativo. Es más, las
clases intentan contemplar la parte
práctica y de relación social
haciendo excursiones, prácticas en
laboratorios o talleres.
Respecto a la ciencia podemos
decir que ésta aún tiene muchas
cosas por resolver, como por
ejemplo la existencia del hombre,
los sentimientos o qué hay después
de la muerte, tema que
especialmente atormentaba a
Unamuno y que reflejaba en sus
obras. Y es que la ciencia, como la
pedagogía, no tiene las respuestas
a todas las cuestiones que el ser
humano se pueda plantear, y por
más que evolucionen siempre
quedarán preguntas sin responder
porque el hombre es insaciable y
curioso por naturaleza.
Ainhoa López
Paula Rodríguez
Miguel de Unamuno
LEER PARA ENTENDER
UNA VIDA CONTRADICTORIA PLASMADA EN SUS ESCRITOS
Miguel de Unamuno es hombre con carácter y personalidad, hecho que le influye
negativamente a lo largo de su vida, una vida muy contradictoria y infeliz como
consecuencia de no poder creer en Dios.
El escritor bilbaíno Miguel de
Unamuno, uno de los principales
exponentes de la generación del 98,
fue un hombre que tuvo un pánico
absoluto a la muerte, hecho fácil de
entender al vislumbrar con seis
años cómo fallece su padre y pasa
a asumir el rol de padre de la familia
a esto se le añade el posterior
fallecimiento de sus dos hermanas
Jesusa y Mercedes, pero el suceso
cumbre será la muerte de su tercer
hijo Raimundo que le sumió en una
profunda depresión y crisis espiritual
y de valores, que será tema
obsesivo de sus mejores “nivolas”.
Por otro lado, él pensaba que para
ser feliz había que creer en Dios y
envidiaba todo aquel que creía en
Dios ya que él aunque quería no
podía, es decir, era agnóstico. Esta
lucha permanente entre querer
creer y no poder aparece en Niebla
y también en Amor y Pedagogía.
Cabe decir que Unamuno era un fiel
partidario del método científico pero
aún así criticaba a aquellos que
llevaban la ciencia al fanatismo, tal y
como podemos comprobar en una
de sus obras como Amor y
Pedagogía, donde el protagonista
quiere crear a un hijo perfecto
mediante la ciencia, experimento
que al final acaba fracasando ya
que el hijo se acaba suicidando, por
lo tanto la ciencia no proporciona la
felicidad.
Finalmente, decir que fue un
hombre con mucho carácter y
personalidad lo que le provocó
muchas destituciones en cargos,
aspecto que se ve reflejado en un
acto celebrado en la Universidad de
Salamanca cuando Unamuno y el
general de la legión José Millán
Astray tuvieron una gran discusión
tras la frase de Miguel “Venceréis,
pero no convenceréis” la respuesta
a ésta por parte de Astray fue “ Viva
la muerte y muera la inteligencia”
En conclusión, a Miguel de
Unamuno su ideología y su forma
de ser le causaron muchos
problemas, y si hacemos referencia
a sus obras podemos decir que
muchas son reflejo de sus
inquietudes, sentimientos y
vivencias.
Sara Álvarez
Esther Cobas
Unamuno al descubierto
Salen a la luz todas las causas que llevaron al intelectual a escribir Amor y
Pedagogía
Anna Taché Gómez y Susana Martínez Arias
El escritor español Miguel de Unamuno publicó, entre otras novelas,
Amor y Pedagogía en 1902. En ésta, la influencia del entorno es evidente,
así como por el contexto histórico con las diversas corrientes ideológicas
del momento. El libro es el fruto de las duras críticas que el artista, sin
pelos en la lengua, lanzó siempre al mundo.
La ideología de Unamuno no sólo
difería de la del mundo en general,
como muestra en su carácter y en
su obra, sino que también de la su
familia. Ésta era una familia
tradicional católica y conservadora,
hecho que se refleja en Amor y
Pedagogía, de forma evidente,
sobre todo en el personaje de
Marina.
Además, las corrientes ideológicas
que influyeron en dicha obra fueron
básicamente el positivismo
científico, el Krausismo, las teorías
Genéticas elaboradas por Mendel,
el evolucionismo, y por último, el
Psicoanálisis, cuyo padre fue Freud;
todas ellas en boga.
El positivismo científico se basa,
como bien indica el nombre, en la
metodología científica, como la
explicación de todo, es decir,
demostrar todo lo existente a través
de la ciencia. Por tanto, rechaza la
explicación de Dios como causa de
todas las cosas. Unamuno era
agnóstico, es decir, quería creer en
Dios pero no encontraba ninguna
prueba de su existencia.
En segundo lugar, se encuentra el
Krausismo. Krause Fue un filósofo
importante que elaboró una teoría
de pedagogía, en la que, según
Friederich Krause, el alumno debía
ser el protagonista de su
aprendizaje y participar de manera
activa en
él. Este
método
fue
aplicado
por Giner
de los
Ríos
durante la
Segunda
República
y fue apoyado por los políticos, que
creían que la única manera de
regenerar un país era a través de la
educación. De esta manera la
educación se consideró como un
derecho muy importante y
necesario, en el cual el maestro
tenía un papel fundamental. Un
ejemplo de una escuela que
defendió esta ideología fue la
Institución Libre de Enseñanza
(ILE), situada en Madrid. Algunos de
los alumnos fueron Garcilaso de la
Vega, Salvador Dalí…
No obstante, el objetivo de Giner de
los Ríos no se pudo llevar a cabo,
ya que a causa del Golpe de Estado
que realizó Francisco Franco la
evolución de las escuelas se
estancó. Unamuno critica esta
corriente llevada al extremo, difiere
de los krausistas más radicales que
no contemplan la parte emocional,
tan importante para este escritor
vasco.
Se añaden también las teorías
genéticas de Mendel, quien
considera
que la
genética
tiene un
importante
peso en la
creación
de un
genio.
Unamuno
critica de
ellas la
ausencia de la parte emocional, ya
que no se Sigmund Freud
valoran los sentimientos de la
persona en cuestión ni se tiene en
cuenta lo que hay después de la
muerte. Para él no tiene sentido
crear tantos genios, ya que al fin y
al cabo a todos nos depara la
muerte.
Por último, la famosa teoría del
Psicoanálisis. En ésta se encuentra
también la teoría del subconsciente,
considerado como el lugar donde
residen los miedos, las experiencias
vividas, etc. De tal manera, estos
factores se manifiestan en los
sueños, y es a partir de ellos
cuando podemos analizar nuestros
verdaderos deseos.
La famosa obra fue escrita en 1902,
al finalizar el estable período de la
Restauración (1874-1902). En éste,
el hijo de Isabel II, Alfonso XII,
instauró una monarquía borbónica
denominada Reinado de Alfonso
XII, que transcurrió desde 1875
hasta 1885.
No obstante, la prematura muerte
del rey (1885) provocó varios
cambios en el liderazgo del trono,
hasta que finalmente se aprobó la
Constitución de 1876, que reconoció
la soberanía del pueblo compartida
con la Corona. Por otro lado, la
restauración también supuso la
pérdida de territorios americanos,
como Cuba y Filipinas.
En consecuencia, surgieron en
España dos movimientos literarios
que reaccionaron contra la estética
del Realismo y Naturalismo. Uno fue
el Modernismo, que se preocupaba
por el arte y lo consideraba motor
para la transformación de la
sociedad. Otro fue la Generación
del 98, que se interesaba en
analizar las causas de la
decadencia española, además de
denunciar la situación tan
desequilibrada a la que se exponía
el país. Fue en éste último
movimiento en el que se situó
Unamuno, ya que se encontraba en
el grupo de escritores, ensayistas y
poetas españoles que opinaban que
España se encontraba en una
situación de crisis, tanto política
como económica y social.
Generación del 98
Los hechos anteriores que
condujeron a esta situación
remontan en 1833, cuando después
de la muerte del rey Fernando VII
empezó el período Liberal. De este
modo, su hija Isabel II heredó la
Corona, hecho que había supuesto
grandes esfuerzos, porque
previamente Fernando VII tuvo que
eliminar la ley sálica. Ésta consistía
en considerar a la mujer como
último recurso para la sucesión del
trono.
Así Carlos, hermano de Fernando
VII, quedó excluido de la herencia
que en un principio le había
pertenecido. Se originaron así las
guerras carlistas, enfrentamiento
entre los liberales o isabelinos
contra los absolutistas o carlistas,
que finalizaron en 1876.
Miguel de Unamuno nació en 1864,
por tanto, en pleno período de
guerras carlistas. Eso provocó que
se viera rodeado de una sociedad
en guerra des de bien pequeño, lo
cual influyó posteriormente en sus
obras, como Paz en la guerra,
(1897).
Dichas guerras dieron paso a una
inestabilidad política en el país,
iniciándose entonces una revolución
burguesa que conllevó al Período
Revolucionario (1868- 1874).
Además, se aprobó la Constitución
de 1869 y se estableció una
monarquía democrática. No
obstante, los monarcas abdicaron y
se proclamó la Primera República.
Durante este período, en las
corrientes literarias se destacaban
el Naturalismo y el Realismo, junto
al Romanticismo, que siguió
presente en algunas obras. Aún así,
nada de esto repercutió en la obra
de Unamuno, ya que su literatura
fue posterior.
¡Quién iba a imaginar que después
de escribir la novela, en 1902,
empezaría un período absolutista
que trascurriría hasta 1923! Fue
reinado por Alfonso XIII, hecho que
provocó que Unamuno presentara
duras críticas reflejando su
disconformidad contra la monarquía.
En 1923 pues, se estableció la
dictadura de Primo de Rivera, que
permaneció durante siete años y fue
apoyada por Alfonso XIII. En ésta se
declaró el estado de guerra, la
suspensión de las garantías
constitucionales y la disolución de
las Cortes. Por otro lado, la alta
burguesía, gran parte de las clases
medias y el ejército consideraron
que dicha dictadura era la solución
a la situación de crisis del país.
A esta época se la reconoció como
la Edad de Plata, debido a la calidad
y el protagonismo de los
intelectuales, literatos y artistas (en
los que se incluye ya el veterano
Miguel de Unamuno). Al finalizar la
dictadura, concretamente el 14 de
abril de 1931, se proclamó la
Segunda República. En ella se
encuentra, por un lado, el Bienio
Reformista (1931-1933), con un
gobierno presidido por Manuel
Azaña y formado por republicanos
de izquierda y socialistas. Por otro
lado, el Bienio Radical (1934-1936),
donde se fragmentaron los grupos
de izquierdas y adquirieron la
victoria los conservadores.
Por último, se destaca que el 12 de
Octubre de 1936, considerado ya el
día de la Hispanidad, se realizó un
acto de apertura del curso
académico en la Universidad.
En él, hubo un fuerte enfrentamiento
entre Unamuno y algunos de los
presentes, como José Millán-Astray,
militar que fundó la Legión
Española. Se destaca el discurso de
Unamuno, con su famosa frase
“Venceréis pero no convenceréis”.
Finalmente, Miguel de Unamuno
murió el 31 de Diciembre de 1936,
sin saber que tres años más tarde
se impondría la dictadura de
Francisco Franco.
Universidad de Salamanca
Los profundos y trascendentales
temas en Amor y pedagogía
Los temas que más perturbaban a Unamuno extraídos de su
obra maestra para deleite de sus lectores.
En el apasionante libro Amor y pedagogía encontramos tres temas
fundamentales que destacan sobre los demás. Estos son la
contradicción entre la ciencia y la vida, hacer del amor pedagogía y
también que el fracaso de la ciencia en la pedagogía no significa el
triunfo del amor. Por otro lado, además
podemos disfrutar de diferentes subtemas que
nos dan una amplia visión del pensamiento
que Miguel de Unamuno quería transmitir al
escribir este fabuloso libro. Entre estos
variados y profundos temas secundarios
podemos descubrir las propias fantasías y
demonios del autor: el afán por permanecer en
la memoria colectiva, una crítica a lo que sería
la educación apartada del resto de la
sociedad, e incluso los conflictos de
personalidad. Además también destaca el trasfondo filosófico como
por ejemplo la duda sobre si realmente somos libres o concepciones
puramente nihilistas de la vida
“Anda por mecánica, digiere por
química y se hace cortar el traje por
geometría proyectiva” . He aquí la
peculiar forma de vida de Avito
Carrascal, que utiliza la ciencia
incluso para desarrollar acciones de
la vida cotidiana. Esta exageración y
obsesión por el cientifismo es una
constante de la obra del catedrático
y el resultado no será otro que la
aniquilación de todo vestigio de
vida. De este hecho el fabuloso
autor de la generación del 98 acaba
concluyendo que se debe llevar a
cabo una pedagogía amorosa
aunque pese a esta afirmación
tampoco se puede dar por cierto
que el amor venza a la pedagogía
porque la obra culmina con el
suicidio del personaje Apolodoro,
que se deja atrapar por el amor.
El machismo y el erostratismo son
dos tópicos actuales, que también
encontramos reflejados en su obra.
Claro ejemplo de ello lo podemos
observar en el trato que reciben las
mujeres, utilizadas como meros
objetos y en el afán de Apolodoro
por pasar a la posteridad.
Una educación marginal y apartada
del resto de la sociedad marca la
vida del chico evocándole una
personalidad indecisa e insegura
condicionada por el cientifismo
paterno y el amor de su madre.
Enlazado está este conflicto con el
siguiente subtema, que es la
personalidad única que pretenden
infundir a Apolodoro, espetándole
frases con el fin de imprimirle un
carácter propio como ésta:
“Extravaga, hijo mío, extravaga.
Que no te clasifiquen. Sé único,
único e impredecible y cuando
alguien te vea que diga es él,
Apolodoro Carrascal”.
Debemos destacar un subtema que
es tratado superficialmente y desde
una concepción metafísica: el
conflicto de asegurar si existe el
libre albedrío o por el contrario
estamos destinados a vivir nuestra
vida libremente. Analizando el
pensamiento de don Fulgencio
podemos apreciar que le
atormentan sus dudas existenciales
(hecho que también se le atribuye a
la personalidad de Unamuno), que
vienen dadas porque sabe que está
destinado a morir y duda si no será
así también la vida humana.
Por último, encontramos el hecho
de comprender nuestra vida como
un sueño (concepción calderoniana
que afirma que nuestra vida es algo
ilusorio, algo así como un sueño y
que por tanto no tiene ningún valor
o relevancia) o bien con un total
nihilismo.
Luis Miguel Trasancos Marc Pérez
Iván Reynoso
AMOR Y PEDAGOGÍA, ESPEJO DE
UNA ÉPOCA
Un espacio poco concreto para una obra determinada
El espacio en la novela de Miguel de Unamuno no solo sitúa a los
personajes en un escenario preciso, si no, también influye en su
personalidad. Conocemos que las acciones ocurren en la tenebrosa casa
de don Avito, la apacible alameda, el misterioso estudio de don Epifanio y
el chocante despacho de don Fulgencio.
El espacio en la obra Amor y pedagogía de Miguel de Unamuno a pesar de ser
un elemento poco descrito, es capaz de determinar el comportamiento del
protagonista y condicionar su estado anímico. Aún así, a lo largo de la obra
podemos observar que los personajes van variando su ubicación. Los
escenarios son pocos pero claves.
El tenebroso hogar de don Avito preparado para la llegada del futuro genio se
describe como: “La casa está dignamente provista para recibirlo; techos altos,
como ahora se lleva, iluminación, aeración, antisepsia. Por todas partes
barómetros, termómetros, pluviómetros, aerómetro, dinamómetros, mapas,
diagramas, telescopio, microscopio, espectroscopio, que adondequiera que
vuelva los ojos se empape en ciencia; la casa es un microcosmos racional. Y
hay en ella su altar, un rastro de culto, hay un ladrillo en que está grabada la
palabra Ciencia, y sobre él una ruedecita montada sobre su eje”. A medida que
avanzamos en la lectura podemos situar a ésta en una ciudad, que es descrita
por el protagonista, el que la ubica detrás de un río y la describe con la
presencia de unas grandes torres y chapiteles.
Para llegar a conocer la ubicación del lugar principal donde suceden gran parte
de las acciones de los personajes, la casa de don Avito, vemos cómo el
protagonista pasea por la calle hasta llegar a la agradable alameda, un lugar
tranquilo y confundido en medio de la naturaleza. Con la presencia del
protagonista, Apolodoro, en dicha alameda, muestra un cambio de estado
emocional en él. Este parece estar preocupado. Debido a esto, intenta calmar-
se y dejar de pensar en el mundo que le rodea.
Otro de los lugares donde se
desarrollan las acciones es el estudio
de pintura donde nuestro protagonista
recibe clases de dibujo, allí en el
profundo estudio de don Epifanio, un
artista fracasado que ha conseguido el
cariño de Apolodoro. Todos los
consejos que éste pueda darle no son
del agrado de don Avito; todo lo
contrario a todo aquello que pueda
decirle don Fulgencio. Éste, un filósofo
amigo de la familia, el cual influye en la educación del niño. De este personaje
se conoce su despacho. Se dice que en él se encuentra un sillón de vaqueta
junto a un esqueleto de hombre el cual tiene como inscripción “Homo insipiens”
y otro esqueleto, en este caso de gorila, que contiene un escrito “Simia
sapiens”. Con ello el autor de la novela pretendía hacer de nuevo alusión al
evolucionismo de Darwin.
Finalmente se considera que esta obra en conjunto está ubicada en un lugar de
la península española debido a la presencia de nombres propios de la época,
entre otros aspectos.
Nuria Soldevila
Laia Blanco
AMBIENTES PERSONALIZADOS
EN LOS ESPACIOS DE AMOR Y PEDAGOGÍA
Cuando los personajes, en la obra de Amor y Pedagogía, llevan a cabo
una acción, ésta se desarrolla en un espacio determinado que permite
crear el ambiente de la acción mediante la descripción del lugar y también
conocer la personalidad de cada personaje.
El espacio narrativo es el lugar o
lugares donde se llevan a cabo los
acontecimientos de la obra. Estos
lugares pueden ser solamente
mencionados por el narrador o por
los personajes y pueden aparecer
descritos detalladamente. Con todo
esto, el espacio nos permite
conocer el ambiente que envuelve a
los personajes y que, en ocasiones,
los puede condicionar, hasta el
punto de que el mismo personaje se
adapte a un espacio.
Normalmente el espacio suele ser
objetivo pero, en muchos casos,
puede ser descrito de forma
subjetiva. Además, el espacio
también puede reflejar la
personalidad de los personajes y,
en ocasiones, puede tener un valor
simbólico.
En la obra de Amor y pedagogía
observamos cómo el espacio tiene
mucho valor simbólico, como en el
caso del personaje de Don
Fulgencio en la obra, donde su
despacho se describe como un
lugar que irradia un ambiente
filosófico y de reflexión y, además,
se ve reflejada la personalidad del
personaje descrito, como un filósofo
creyente en la idea de Dios y en la
ciencia.
(El personaje de Don Fulgencio está relacionado con la personalidad e ideología del autor, Miguel de Unamuno. Así pues, el despacho de Don Fulgencio se ve influenciado por el ambiente filosófico del estudio del propio autor)
Estudio de Miguel de Unamuno
En el caso de Avito Carrascal, su
espacio resulta ser un laboratorio,
en el que se dedica a estudiar y
llevar a cabo sus experimentos, ya
que en la obra se le define como un
personaje sumergido, por completo,
en el mundo de la ciencia. Su
laboratorio cuenta con ventilación,
unos techos muy elevados y con
numerosos aparatos científicos.
Este espacio transmite un ambiente
de concentración y trabajo, donde
el personaje puede sumergirse en
sus experimentos.
Por un lado, otro espacio que parte
con cierta similitud a los ya
mencionados, es el estudio de Don
Epifanio, ya que, igual que los
anteriores espacios, transmite un
ambiente de concentración y
reflexión. Este espacio, en concreto,
al tratarse de un estudio de dibujo,
transmite un ambiente de
inspiración e intimidad, donde el
personaje puede lograr efectuar
satisfactoriamente sus obras de
arte.
Por otro lado, está el lugar exterior a
estos espacios: las calles de la
ciudad.
En la obra de Amor y pedagogía, la
ciudad transmite, a través de
algunos personajes, un ambiente de
claustrofóbico, están encerrados y
también un lugar donde hay poca
intimidad. Por ello, el personaje de
Apolodoro se refugia en la alameda
para liberarse de esa sensación de
encierro.
Finalmente, hay un espacio que
constrasta bastante con los
anteriores: la alameda. ¿Qué
diferencia hay entre este espacio y
los anteriores?, pues en primer
lugar, se trata de un espacio
exterior, abierto, libre,
completamente opuesto a los
espacios anteriores, todos cerrados
e introvertidos. En este lugar, el sol
lo ilumina todo, hay un césped
verde que denota frescura, una gran
concentración de árboles y,
también, corre un río de aguas
cristalinas. Este espacio transmite
un ambiente de libertad y evasión,
tal y como ocurre con el personaje
de Apolodoro Carrascal, el cual se
acerca a este lugar para liberarse y
evadirse de las presiones y
encerramientos de las que él es
víctima en la ciudad.
Después de todo, un espacio puede
condicionar a los personajes, o
también puede que éste acabe
adaptándose a ellos, como se ha
podido comprobar en esta obra.
Laura Ortega
Yolanda Catalán
¿Fracaso de la pedagogía?
El amor y la pedagogía no son compatibles según Miguel de Unamuno
En 1902 Miguel de Unamuno escribió uno de sus libros más famosos para
remover conciencias, Amor y pedagogía, donde además vuelca sus inquietudes
en esta: la pedagogía, la ausencia de Dios, qué papel tienen los sentimientos en
la vida… son algunos de los temas que trata el escritor bilbaíno en esta nivola.
El famoso libro de Unamuno nos
recuerda al teatro de lo absurdo y
con ello a obras como Tres
sombreros de copa de Miguel
Mihura donde encontramos escenas
irónicas incluso en muchas
ocasiones absurdas, aunque en el
fondo lo que intenta es remover
conciencias. Respecto al
argumento, podemos decir
que está relacionado con
la estructura tradicional, no
pretende innovar, sino
hacer que llegue el
mensaje en esta novela a
caballo entre la literatura y
el ensayo.
Don Avito Carrascal, un fanático de
la ciencia moderna, positivismo y
pedagogía, decide crear un genio.
Este proyecto fracasa y el “futuro
genio” acaba con un final
insospechado. Avito convencido y
entusiasta se propone busca a la
mujer ideal para engendrar dicho
genio. Leoncia es la elegida. No
obstante, el amor, sentimiento no
científico, lo traiciona y se enamora
de Marina o “materia” como la
llamará más tarde. Se acaban
casando y tienen un hijo. En el
matrimonio vemos dos
posturas diferentes: una es
la postura tradicional y
emocional de Marina, y la
otra es la científica de
Avito. Esto queda ilustrado
en el momento de elegir el nombre,
Marina quiere un nombre familiar
como es Luis y, en cambio, Avito
piensa en un nombre más científico
como Apolodoro. Estas dos
posturas se manifiestan de nuevo
cuando Apolodoro debe recibir una
educación, ya que Avito considera
que el niño no va por buen camino y
pide consejo a su amigo Fulgencio.
Avito se propone educarlo en casa
ya que cree que la educación
escolar no funciona, hecho que
provoca que el niño se aísle del
mundo y sea distinto de los demás,
no tiene en cuenta que la
socialización de un niño empieza en
la escuela con sus iguales. Sin
embargo, la pedagogía que no
contempla los sentimientos fracasa
ya que Apolodoro se enamora de
Clarita (compañera de clase). Todo
el proyecto por los aires. El último
mazazo para Apolodoro, que creía
haber encontrado la felicidad, es el
abandono de Clarita por Federico.
Apolodoro hundido por el fracaso va
a visitar a Fulgencio para pedirle
consejo, éste le aconseja que tenga
hijos para perpetuar su obra. El
muchacho siguiendo las palabras
del filósofo deja embarazada a
Petra, su criada. Pero nada le
convence y ante la situación
desordenada de su vida y la presión
que recibe, decide suicidarse
haciendo que “venza el amor”.
La novela de Amor y pedagogía
presenta la estructura tradicional.
Ya lo hemos comentado, no
pretende innovar. Introducción,
nudo y desenlace integran la obra.
La introducción está formada
solamente por el primer capítulo
donde se nos presenta la acción y
los personajes principales.
En cambio, el nudo está formado
por once capítulos, es decir, del dos
al trece. En esta parte encontramos
el clímax es donde vemos como
Apolodoro deja embarazada a su
criada Petra. Finalmente este hecho
desemboca al desenlace en el que
el niño decide acabar con su vida.
Alicia Ruiz
Sandra Gómez
Simples títeres en manos de su
creador
Los personajes de Unamuno enfrentados a la ciencia y la
pedagogía extrema.
En la novela de Amor y Pedagogía encontramos una serie de personajes que
desempeñan la función de soporte de una idea. En torno a estos personajes se
desarrolla la crítica en la que el autor profundizar.
En la obra se presentan
ciertos personajes de interés.
Es don Fulgencio el maestro
encargado de mover los hilos
de los títeres, ya que se
confirma en el debate íntimo
mientras sus discípulos
Apolodoro y don Avito actúan.
A través de ellos influye en
los acontecimientos, es por
eso que son los encargados
de representar la parte exterior del
drama. El filósofo está casado con
doña Edelmira, fiel retrato de la mujer
dominante que considera a su esposo
como un charlatán y desprecia sus
filosofías. Éste es un personaje
redondo, por lo tanto evoluciona a lo
largo de la obra, dónde cada vez es
más racional y menos científico como
se puede observar cuando aconseja a
Apolodoro que tenga hijos.
Don Avito, personaje redondo y de caracterización indirecta, es un monstruo de
la pedagogía y la ciencia, capaz de apartar un bebe del vinculo materno, por el
simple hecho de llevar a cabo su proyecto de crear un genio, su hijo. Para ello
habrá ido en busca de una mujer que cumpla una serie de requisitos. Al
comienzo de la obra se le presenta Leoncia Carbajosa, prototipo de mujer ideal
ya que es una muchacha hecha y derecha, de color sano, amplias caderas y
turgente y levantado pecho. Pero finalmente don Avito se siente desconcertado
porque le falla la ciencia y cae en los encantos de Marina con quien crea el
“genio”. El hijo, Apolodoro, es tratado como un objeto científico por su
progenitor desde que nace, por tanto este representara con tal patetismo el
papel de víctima.
Marina es un personaje femenino por lo tanto carece de profundidad, ésta es la
antítesis de su marido. Durante el transcurso de la obra desempeña la única
función de madre tierna y esposa pasiva y resignada ante Avito, ya que éste
sólo la utiliza como molde para así crear su “genio”, por este motivo Marina
simboliza la materia y representa la emoción frustrada viviendo en un sueño
para no ver la realidad.
Otro personaje femenino es la hija del matrimonio Carrascal, Rosita. Ella es
más inteligente que su hermano, pero por el simple hecho de ser una chica su
padre no le presta la suficiente atención, es por eso que se cría con su madre
de la cual recibe todos los mimos reprimidos de Apolodoro.
Una de las razones que llevan al genio a suicidarse es el fracasado amor con
Clarita, personaje de caracterización indirecta superficial y vulgar, ya que ésta
finalmente escoge a Federico como su pretendiente porqué tiene mejor futuro
económico. Además éste contrasta con la falta de voluntad de Apolodoro.
Clarita es la hija de don Epifanio, profesor de dibujo de Apolodoro. El padre de
la niña a partir de sus intervenciones deja entrever que prefiere a Federico
como pretendiente de su hija.
Otro personaje que desempeña la función de educar a Apolodoro es Menaguti.
La carrera fracasada del genio como escritor, estimulada por Menaguti será
otra de las causantes de su suicidio. El profesor se encuentra ajeno al
desarrollo argumental durante toda la obra. Los personajes menos relevantes
pero no de menos importancia son Petra, sirvienta de la casa de don Avito la
cual mantiene relaciones con Apolodoro; Fructuoso del Valle, hermano de
Marina y Emilio hermano de Clara que actúa de forma dura con la relación
entre su hermana y Apolodoro, aunque al final la comprende.
Saida López y Laura Díaz
DIÁLOGO, DUEÑO Y SEÑOR EN
AMOR Y PEDAGOGÍA
La constante interacción entre diálogo y narración, en el libro de Amor y
Pedagogía de Miguel de Unamuno publicado en 1902, sirve para hacer
más amena la lectura y Unamuno lo realiza mediante una constante
conversación de los personajes, lo cual la hace más parecida a una obra
de teatro que a una novela.
Al leer la obra de Amor y
Pedagogía te percatas del gran
uso de diálogos, tal y como se
produce en las obras de teatro.
Al saber que se trata de una
novela, uno se puede
cuestionar el porqué de este
abuso.
Hay una serie de diálogos que
se repiten constantemente a lo
largo de la obra, como en el
caso de Don Fulgencio y de
Don Avito, que comentan sus
teorías para aplicarlas a
Apolodoro, hijo de Avito. Otro
diálogo, que se produce con gran
frecuencia a lo largo de la segunda
mitad de la obra es el de Apolodoro
y Petra, donde éste resignado por
no haber podido conseguir el amor
de Clarita y siguiendo los consejos
de Menaguti, quiere tener un hijo
con Petra pero ella no le
corresponde.
La combinación de diálogo y
narración es la técnica utilizada en
un gran número de libros, y un claro
ejemplo de esto es el mismo Amor y
Pedagogía de Unamuno. En
ocasiones se lleva a cabo un gran
abuso de ello.
Los lugares y personajes contienen
descripciones. Un claro ejemplo
seria el despacho de Don Fulgencio
o la casa de Don Avito. Por lo que
se refiere a los
personajes, todos los que aparecen
en la obra con una notable
frecuencia son descritos,
generalmente por el narrador.
A lo largo del transcurso de la obra
también hay una notable presencia
de monólogos, el caso más claro es
el de Marina, que realiza algún
monólogo que le permite al escritor
transmitir a los lectores que su vida
es un claro engaño y fracaso.
Las técnicas que utiliza el escritor
para informar al lector sobre el
pensamiento de los personajes, sin
la necesidad de la intervención del
narrador, son los soliloquios y los
monodiálogos interiores.
Juan Manuel Velázquez
Alberto Egea
VíCTIMAS DEL
FANATISMO
Unamuno y Amor y Pedagogía
un “desahogo que le libra de
los malos humores”.
Miguel de Unamuno, escritor de
la “Generación del 98”, escribe
Amor y Pedagogía, obra que
critíca de forma irónica sus
propias ideas, combinando lo
humorístico y lo serio, es decir,
utilizando la ironía (recurso muy
cervantino).
Patricia Antón y Georgiana Budin
En Amor y Pedagogía los
personajes son víctimas del
fanatismo, ya que el estilo combina
lo humoristico y lo serio utilizando
una técnica narrativa deformadora e
hiperbólica. Además encontramos
pasajes de gran lirismo y
tecnicismos de carácter científico
con intención irónica y burlesca,
como también encontramos
recursos propios de la “Generación
del 98”, que más adelante
observaremos, entre otros.
“No le beses, no le beses así,
Marina, no le beses; esos contactos
son semillero de microbios.”
En el estilo, el autor hace cómicos y
exagerados temas que tienen un
carácter serio y no se atreve a
expresar en un ensayo, pues
prefiere expresar dichos desatinos
en esta “nivola”, por lo tanto adopta
el cómodo artificio de ponerlos en
boca de personajes grotescos y
absurdos, afirmando de una manera
burlesca lo que acaso piensa en
serio.
El protagonista de la obra,
Apolodoro, descubre el amor y la
poesía, aspectos antagónicos a la
pedagogía paterna. Mediante la
obra el autor hace burla de los
talibanes científico y pedagógicos
que no contemplan la parte
emocional del ser humano.
Los recursos que utilizaba son la
sencillez expresiva, con una clara
voluntad antirretórica y con un
predominio de un diálogo fluido ya
que lo importante es que se
entienda el contenido. Finalmente,
encontramos un juego literario de
gran originalidad a partir de los
prólogos y epílogos que nos
descubren pistas para poder
interpretar mejor la obra a pesar de
estar ajenos, en apariencia, al
desarrollo argumental de la novela.
“Caíste, y como tú caíste caerá él, y
caerán todos y estaréis cayendo sin
cesar.”
En conclusión, el estilo en Amor y
Pedagogía, combina lo humorístico
y lo serio, dándole un punto de
ironía a la obra mediante la ciencia
de don Avito y la poesía de
Apolodoro, de tal forma que se
oponen el uno del otro, además del
demonio familiar, que actúa de
conciencia reprochando la conducta
delprotagonista.
Y como dijo Unamuno, para él Amor
y Pedagogía era “un desahogo, y
con haberlo escrito me vi libre y
desembarazado de malos humores,
pues no puede usted figurarse la
bilis que he tenido que digerir para
verter este amargo humorismo”.
Nada mejor para definir la obra.
EL ARTE
DE CRITICAR
Cómo y por qué se escribió Amor y Pedagogía, las claves para
entender al autor.
Amor y pedagogía es un libro que recoge las principales ideas que
albergó Miguel de Unamuno. Para poder narrarnos con detalle todas sus
ideas, utiliza el narrador en tercera persona omnisciente, ello nos permite
conocer a fondo los personajes de la obra, entre los que se incluye su
alter ego, don Fulgencio, un extraño personaje que defiende la ideología
del autor.
En esta novela Unamuno recoge los
principales argumentos de sus
teorías, cuyo objetivo es remover
conciencias a los lectores. Para
conseguir sus objetivos critica varias
ideologías filosóficas y científicas
del siglo XIX y XX. Destaca
principalmente la crítica al
krausismo, la sociología positivista y
la eugenesia, aunque también
incluye sus dudas respecto a la
muerte y la necesidad de creer en
Dios cómo salvación.
La crítica al Krausismo es muy
extensa, ésta corriente filosófica de
la pedagogía que se había
propuesto un nuevo concepto de
educación es criticada
positivamente por el autor, cuyo
propósito es remarcar la
incapacidad emotiva resultado de
semejante educación, representado
a través del trágico porvenir y
pésimo final de Apolodoro.
Incluye otra gran crítica contra la
sociología positivista, corriente
filosófica y científica de la segunda
mitad del siglo XIX, cuyo punto
principal es desechar todo
conocimiento subjetivo y sólo
atender a los hechos. La ataca a
través de unos personajes simples y
esquemáticos, apreciable en la
creencia desmedida de Avito por los
hechos.
Por otro lado, critica también a
la eugenesia, corriente científica
creada por Francis Galton, cuya
argumentación defendía que el ser
humano podría acelerar su proceso
evolutivo si llevaba a cabo una
selección racional del matrimonio.
Esto queda reflejado en la obra
cuando Avito decide hacer una
selección racional de su esposa,
eligiendo primeramente a Leoncia
Garbajosa por su correcta
predisposición a la creación de un
genio, debido a sus rasgos.
Además, Unamuno incluye en
su obra sus dudas acerca de la
existencia de Dios, una idea
constante en sus obras, un tema
que le mantiene angustiado ya que
él quiere creer en su existencia,
creyendo así poder salvarse de la
muerte, pero no puede porque no es
demostrable científicamente. Don
Fulgencio es el encargado de
transmitir estas dudas al lector, a
través de su extravagante
personalidad y sus alocadas teorías.
Las críticas están incluidas de en
la forma de actuar y pensar de los
personajes. Con el fin de explicar
toda la psicología de personajes,
recurre al narrador de tercera
persona omnisciente. Por ello,
conocemos los sentimientos,
sensaciones, intenciones, planes y
demás de dichos personajes.
No obstante, las descripciones
son limitadas y hay un predominio
del diálogo, siendo éste ágil y fluido,
dándole dinamismo a la obra. En
ocasiones puntuales la acción
queda interrumpida por los
monodiálogos interiores.
En personajes como Apolodoro,
de un carácter poco emotivo,
Unamuno recurre al soliloquio, es
decir, un discurrir de la conciencia
en que el persinaje piensa en voz
alta, intentando transmitir los
pensamientos del personaje al
lector.
De todo esto, concluimos que el
objetivo principal de la obra es la
crítica hacia la pedagogía racional,
sin tener en cuenta los sentimientos.
Para ello, satiriza las diversas
corrientes ideológicas a través de
personajes llevados al extremo.
Esta crítica no la habría logrado de
no ser que utilizó un narrador en
tercera persona omnisciente,
permitiendo convertir las críticas
directas en sutiles situaciones
cómicas.
Eric Escalona Víctor Martín
Sergio Cabañero