Anexo 8“Hay que entender a los chamacos”

Juan y Nicolás son compadres. Están sentados frente a una tienda, bebiendo un refresco.Varios adolescentes, juegan futbol en la calle haciendo mucho escándalo.

Compadre Juan: ¿Ya vio a esos chamacos, compadre Nicolás?Compadre Nicolás: Si, como siempre, nomás perdiendo el tiempo.Compadre Juan: Ey, chamacos vayan a hacer algo de provecho a sus casas.Adolescente Fer: ¿Cómo se atreve a decirme eso? Ni que fuera mi papá.Adolescente Omar: Déjalos, no entienden nada de la vida loca.Adolescente Yair: ¡Vámonos de aquí! A donde nadie nos moleste. (se retiran).(Pasa frente a la tienda, el compadre vari. viene de la milpa y trae un azadón al hombro).Compadre Juan: Compadre Vari. ¿Cómo está? Tómese un refresco.Compadre Vari: No gracias, quedé de llegar a comer con mis chamacos.Compadre Nicolás: Nomás un refresco.Compadre Vari: Bueno, les acepto uno (Juan le da un refresco)Compadre Juan: Hablando de los chamacos. ¿Ya vio cómo se portan los de la Telesecundaria?Compadre Vari: A que mi compadre. Ya se le olvidó cómo éramos a esa edad.Compadre Nicolás: Pero nosotros no nos portábamos así.Compadre Vari: A nuestra manera hacíamos cosas molestas para los adultos.Compadre Juan: Bueno, ni cómo criticar al compadre. Sus hijos son bien portados.Compadre Nicolás: Eso sí, son bien respetuosos, siempre andan movidos, ya sea en su casa, en la escuela o en los festejos de la comunidad.Compadre Juan: Pero, ¿cómo le hace compadre Vari? Yo no puedo con los míos.Compadre Vari: Pienso que los chamacos son así porque no los entendemos.Compadre Nicolás: Pero ¿qué hay que entender si son unos vándalos? No quieren ir a la escuela, sacan malas calificaciones, le rezongan a los maestros, no ayudan en la casa, ¿cómo entenderlos?Compadre Vari: A ver compadre, ¿usted le pediría un elote a la planta de maíz que tiene un mes de crecimiento?Compadre Juan: Cómo va a ser. Al mes es imposible que dé un elote.Compadre Vari: Claro, el desarrollo de la planta de maíz va pasando por etapas. Así pasa con las personas. Por eso hay que conocer las características de los adolescentes, para entender por qué hacen lo que hacen.Compadre Nicolás: A ver, explíqueme eso.

Compadre Vari: A que mi compadre, los chamacos de la telesecundaria son así porque en esa etapa no saben quiénes son, por qué están aquí o hacia dónde van, es una época de mucha confusión y rebeldía.Compadre Juan: ¿Por eso se juntan con esos amigos que no tienen oficio ni beneficio?Compadre Vari: Tienen la necesidad de sentirse aceptados por sus compañeros y a veces hacen cosas aunque no estén de acuerdo con tal de que no los rechacen.Compadre Nicolás: Pero, ¿por qué se me opone mi chamaco?Compadre Vari: Pues ¿qué no ve usted que está en una etapa de cambios?, crecen, se les desarrollan los músculos, a ratos se sienten poderosos, que todo lo pueden. Lo peor es que sienten que nadie los comprende.Compadre Juan: Pero, entonces ¿qué hay que hacer?Compadre Vari: No hay recetas, sin embargo, es conveniente reconocer que podemos tener influencia en su desarrollo afectivo, hacer que se sientan aceptados como son, que puedan compartir con nosotros sus dificultades, que sientan confianza para expresar lo que sienten.Compadre Nicolás: No creo que eso sea fácil, si no, cualquiera lo haría.Compadre Vari: Ayuda mucho el apoyo de la familia, o que pertenezcan a un grupo deportivo o religioso.Compadre Nicolás: ¿Nada más?Compadre Vari: Bueno podemos hacer actividades entre las familias que tenemos hijos de la misma edad o darles oportunidad de enfrentar problemas y superarlos, procurando que desde esta edad se hagan responsables de su vida.Compadre Juan: ¿Y eso para qué les sirve?Compadre Vari: Eso ayuda a que se sientan seguros, que sepan que son capaces de enfrentar desafíos, que reconozcan sus cualidades y sus defectos, que se acepten como son o que se hagan independientes.Compadre Nicolás: ¿Qué pasa si no hacemos todo eso?Compadre Vari: Muy sencillo, corremos el riesgo de entrar en conflicto con ellos, que saquen su rebeldía y perder la oportunidad de ser una guía para asegurar su desarrollo afectivo.Compadre Juan: Pero, ¿será suficiente con eso?Compadre Vari: Desde luego que no, es muy importante que se relacionen con respeto y confianza con los demás, por eso es necesario realizar acciones conjuntas entre familia, escuela y comunidad. El desarrollo afectivo es una tarea que debemos hacer entre padres, maestros y las demás familias de la comunidad.Compadre Juan: ¡Qué bonito habla compadre! Usted hubiera estudiado para maestro.Compadre Vari: No se crea, son cosas que enseñan los golpes de la vida. Yo nada más le comparto por si les sirve de algo. Finalmente, creo que lo

importante es entender a los chamacos. A propósito, ya se me hizo tarde. Gracias por el refresco.Compadre Nicolás: De nada compadre.Compadre Juan: Hasta luego, compadre.