Ángel C. Colmenares E. - MEDICINA MERCANTIL Y PERIODISMO TERRORISTA

“(...) Comprendemos ahora por qué la honestidad y la sinceridad son rasgos tan raros en el carácter

humano; más aún, por qué tal conducta, cuando predomina ocasionalmente, despierta siempre

sorpresa y admiración. Desde el punto de vista de nuestros ideales 'culturales', cabría esperar que la

honestidad y la franqueza fuesen actitudes cotidianas y naturales. El hecho de que no lo son sino que,

por el contrario, provocan asombro; que las personas sinceras y francas se consideran como algo raro;

que, además, ser honesto y sincero implica tan a menudo un peligro social a la vida; todo esto no

puede comprenderse de manera alguna sobre la base de la ideología cultural gobernante, sino solo con

un conocimiento de la plaga emocional organizada. Sólo este conocimiento permitirá comprender el

hecho de que, siglo tras siglo, fuese imposible que prevalecieran las fuerzas de ningún movimiento de

libertad, sinceridad y objetividad. Debemos suponer, entonces, que ningún movimiento libertario tiene

probabilidades de éxito a menos de oponerse con veracidad, claridad y vigor, a la plaga emocional

organizada."

Wilhelm REICH "ANÁLISIS DEL CARÁCTER",

Editorial "Paidós", España, 1981, página 262.

El cuadro crítico presente en la salud en Venezuela, presentado como si de reciente data

fuera, sirve de marco para una permanente campaña terrorista dirigida por factores político-

económicos con intereses muy concretos en el negocio sanitario y mantenida desde los

altavoces de la Corporación mediática.

Demos un vistazo a los indicadores de los años ochenta:

Ese declive en la salud (también lo hallaremos en educación, recreación y seguridad social)

era consecuencia necesaria del ‚paquete‛ privatizador que los gobiernos de Acción

Democrática y Copei aplicaron por imposición del Fondo Monetario Internacional y con

entusiasta apoyo de FEDECÁMARAS, ante cuya asamblea de mayo de 1976 justificaba el

entonces Ministro de Coordinación y Planificación, Gumersindo RODRÍGUEZ:

MEDICINA MERCANTIL Y PERIODISMO TERRORISTA

ÁNGEL C. COLMENARES E. MARZO 03 DE 2015 PÁGINA 2 DE 21

"... La reducción del gasto público corriente —y su consecuente orientación hacia las actividades

productivas— sólo puede ser posible en la medida en que parte de la sociedad venezolana asuma la

responsabilidad de compartir con el Estado el financiamiento de los gastos de servicios básicos

indispensables, a fin de mejorar la capacidad del Estado para consagrarse al financiamiento de los

grandes programas de naturaleza industrial… quien tenga capacidad económica pague la matrícula de

sus dependientes que van a la Universidad… y que los servicios asistenciales sean igualmente pagados

por aquellos que puedan hacerlo en los hospitales del Estado para así coadyuvar en el costo de

mantenimiento de estas unidades de servicios básicos".

(¿A QUIÉN BENEFICIÓ LA NACIONALIZACIÓN PETROLERA?, en

http://www.rebelion.org/hemeroteca/venezuela/colmenares170203.htm)

Era la ‚Gran Venezuela‛ que Carlos Andrés PÉREZ proclamaba y ejecutaba con sus ‚Doce

Apóstoles‛ para benepl{cito del capital y su Estado, cuya consagración ‚…al financiamiento

de los grandes programas de naturaleza industrial‛ se tradujeron en hechos y cifras como las

que en 1987 mostraba Héctor MALAVÉ MATA en su libro ‚Los Extravíos del Poder, Euforia y

Crisis del Populismo en Venezuela‛, Ediciones de la Biblioteca, UCV, p{gina 351.

No es casualidad que en esos años comenzaran a funcionar esos monstruos de mercadeo de la

salud conocidos como Centros Clínicos (‚Guerra Méndez‛; ‚La Isabelica‛ en 1972; ‚La Viña‛

en 1976), en una carrera que quizá no se ve como [pero es parte de] la lucha capital-trabajo,

mientras el Estado favorece al primero de los contendientes con políticas que alejan cada vez

más la necesaria decisión de establecer un Sistema Público Nacional de Salud que privilegie la

prevención, eduque a la población en cuanto a mantener colectivamente su situación

salutífera y mine las bases del fenomenal negocio hospitalario, los equipos, las medicinas [y

todos los insumos requeridos para los procesos curativos] que siempre son insuficientes

porque el capital es muy voraz y todo lo convierte en mercancía, en ganancia, en acumulación

de riquezas para seguir negociando y acumulando ad infinitum, en un esquema en el cual lo

social es algo inexistente. Y el capital educa para que todos veamos al mundo así.

http://www.rebelion.org/hemeroteca/venezuela/colmenares170203.htm



En trabajo titulado ‚Venezuela. La crisis del rentismo”, firmado por Luis SALAMANCA,

profesor del Instituto de Estudios Políticos de la UCV, y publicado en la revista ‚Nueva

Sociedad‛ número 131, mayo-junio de 1994, el autor parte de una comparación entre el

primer gobierno de CALDERA en 1969, opina acerca de los proyectos presidenciales y

establece diferencias entre el entonces máximo dirigente copeyano y las ejecutorias de su

socio adeco, Carlos Andrés PÉREZ.

Copiamos un párrafo del trabajo citado con cifras que refieren a la realidad entonces

existente:

Efectos del ajuste

El Mapa de la Pobreza elaborado por la Oficina Central de Estadística e Informática, muestra una

geografía nacional crecientemente invadida. Un poco menos de la mitad del país es hoy pobre. Según

la OCEI, más de 8 millones de personas se encuentran en esta situación sobre un total de casi 21

millones; 11 de los 23 estados del país concentran más del 50% de la población en situación de pobreza.

(…) Los técnicos de la Oficina Central de Planificación, al momento de elaborar el Plan de Ajustes

Estructurales, determinaron que los hogares en situación de pobreza crítica, habían pasado de 69.000

en 1981 a más de 600.000 en 1988. El Banco Mundial estimó la pobreza para el año de 1982 en 33%,

mientras que para 1989, incluidos ya los efectos del primer año de ajuste, aquella alcanzó un 53%. Un

estudio de FUNDACREDESA sostiene que los estratos de pobreza crítica alcanzan al 40%, mientras

que el estrato de la clase media había descendido de 14% en 1982 a 13% en 1992. Un dato importante

de este informe es que los estratos I y II, los de más altos ingresos mejoraron en un 3%, al pasar de 5 a 8

por ciento. (…) Según algunos analistas, el salario mínimo real cayó desde 1989 a 1994 en un 56%.

Trabajo referido, páginas 10-19

Tomado de http://www.nuso.org/upload/articulos/2328_1.pdf

A finales de 1991 el diario ‚El Nacional‛, en trabajo firmado por Acianela MONTES DE

OCA, informaba:

Leamos con atención:

a) Cada día moría al menos un niño por hambre;

b) 18% de los menores de quince años mostraban

algún signo de desnutrición;

c) 30% tenía algún retraso en su crecimiento, lastre de

una larga desnutrición que había desmejorado su

potencial genético, y

d) El 60% del ingreso familiar (con salarios mínimos

reales que habían caído en un 56%) se gastaba en

comida.



Pero las castas privilegiadas, especialistas en ceguera, cinismo y mentira, apenas a cinco (5)

días de la rebelión del 04 de febrero, continuaban ocultando al sol con un dedo.

En Carabobo, el gobernador Henrique SALAS RÖMER emite Decreto Estadal 305A el 27 de

diciembre de 1993, publicado en Gaceta Oficial Extraordinaria 490 del Estado Carabobo en la

misma fecha, creando una Fundación denominada INSALUD, presentada como ‚institución

sin fines de lucro, apolítica y eminentemente social...", con rango de Secretaría de Estado.

Era la ‚descentralización‛, en realidad desmembración del país en feudos cuyos estandartes

correspondían a los intereses partidistafinancieros que representaban al capital, como

entendieron dos analistas de la Universidad del Zulia, Jennifer FUENMAYOR y Johnny

PAZ, quienes en trabajo titulado ‚Desarrollo sustentable y sostenible a partir del proceso de

descentralización en Venezuela: El caso de la Gobernación del Estado Carabobo‛ [disponible en

www.scielo.org.ve/pdf/rvg/v11n35/art06.pdf ], proporcionan datos y llegan a conclusiones como

las siguientes:

8 Con la creación del IPAPC, desaparece el Instituto Nacional de Puertos (INP). Para el año 2000 se

había pasado de 5.200 trabajadores cuando era el Instituto Nacional de Puerto a sólo 198 trabajadores,

una vez descentralizado el puerto. El IPAPC, solamente administra los muelles, lo que es

infraestructura, todos los almacenes y la operación portuaria, la realizan operadores privados

(Uzcátegui, entrevista 2003).

Nota 8 de página 10 (429)

http://www.scielo.org.ve/pdf/rvg/v11n35/art06.pdf



19 El gobernador escoge para ejercer el cargo de gerentes y de miembros de la Junta Administradora

de INSALUD a personalidades de los sectores empresarial, universitario, científico, comunitario y

técnico de las filas de Proyecto Carabobo y Proyecto Venezuela, la selección es en base a criterios de

confianza política (Ochoa et al, 2005:449).

Nota 19, página 13 (432), resaltado por nosotros.

Ya en el Decreto de creación de INSALUD, el gobernador SALAS RÖMER, mintió tres veces:

1. la Fundación no era ‚sin fines de lucro‛, pues cobraban por servicios (los pacientes se

convirtieron en ‚clientes‛);

2. nunca fue ‚apolítica‛, ya que era fachada de ‚Proyecto Venezuela‛, y

3. tampoco perseguía fines ‚eminentemente sociales‛, toda vez que su objetivo era

privatizar lo público y cercenar cualquier posibilidad de participación popular en la

gestión, perpetuando el esquema empresarial, ergo la acumulación y reproducción

ampliada del capital.

Una de las principales acciones de la Gobernación en materia económica fue la búsqueda del apoyo

institucional, para ello se apoyó en instituciones como la Cámara de Industriales de Carabobo y el

IESA, quienes patrocinaron el estudio Carabobo: competitividad para el desarrollo, elaborado por el IESA.

Como resultado de dicho estudio, surgen entonces las pautas que orientarían ‚…la gestión promotora

y negociadora con el concurso del Gobierno y los entes privados‛ (Mascareño, 2000: 166), a través del

establecimiento de alianzas estratégicas para impulsar la competitividad, con la empresa privada,

valiéndose de estrategias aplicadas por este sector. El Estado Carabobo se perfila entonces, a nuestro

juicio, como un Estado Empresarial.

Página 14 (433)

Este tipo de Estado se maneja bajo un enfoque empresarial y gerencial, y se constituye en un rasgo

fundamental de las propuestas de la Nueva Gestión Pública, paradigma de gestión que combina los

papeles de empresario y gerente, esto se traduce en la implantación de la imagen empresarial de los

negocios privados dentro del gobierno.

Página 18 (437)

Para el Estado Carabobo, la pobreza se ubicó para el año 2001, en un 30.25% y, la pobreza extrema en

un 8.14% (INE, 2003). En el año 2003, la pobreza se ubicó en un 38% y la pobreza extrema en un 24%

(Huerta, 2004). De acuerdo a éste autor, el 60% de la población pobre de Venezuela, se concentra en

apenas 6 entidades: Zulia, Carabobo, Miranda, Lara, Aragua y Distrito Capital, en orden de frecuencia.

Asimismo, el Coeficiente de Gini, que mide la concentración del ingreso entre los hogares, se ubicó

para el Estado Carabobo, en el año 1996 en 0,41(PNUD, 2002), lo que revela el grado de desigualdad en

la distribución del ingreso presente en este Estado.

Página 23 (442)



En 1996 el presidente CALDERA oficializó la aplicación del ‚paquete‛ privatizador, en esa

ocasión denominado ‚Agenda Venezuela‛, y una de las trampas perfeccionadas era la póliza

de seguros de Hospitalización, Cirugía y Maternidad (HCM), medio de cobro seguro y

constante para el subsistema financiero (banca y seguros) y garantía de ganancias para el

floreciente negocio de la medicina privada.

La inclusión de cláusulas de HCM en las convenciones colectivas fue presentada por voceros

del ‚puntofijismo‛, y particularmente del sindicalismo, como «una victoria de los

trabajadores», negocio redondo para el capital pues además de las ganancias económicas que

se agenciaba, obtenía una clara victoria política toda vez que conciliaba al explotado con su

disfrazada explotación, present{ndose como ‚benefactor‛ del trabajo.

Revisemos los datos siguientes, extraídos del párrafo copiado en la página 3, para hacernos

una idea del desastre que los ‚paquetes‛ o ‚ajustes estructurales‛ aplicados por el capital

causan a la vida de los colectivos en cada país donde ello sucede.

‚Un dato importante de este informe es que los estratos I y II, los de más altos ingresos mejoraron en

un 3%, al pasar de 5 a 8 por ciento. La trayectoria estadística de la pobreza en Venezuela muestra que

ella ha sido una variable persistente en la vida nacional. Sin embargo, sufrió modificaciones

importantes entre 1958 y 1979, pero retomó un impulso en los 83 no revertido sino acentuado por el

ajuste estructural. Según algunos analistas, el salario mínimo real cayó desde 1989 a 1994 en un 56%‛.

Los estratos más altos de la pequeña burguesía (clase media-media y media-alta) mejoraron a

costa del hambre del sector

mayoritario de la población, y ello

explica por qué no se veían

manifestaciones de ‚ollas vacías‛

ni protestas de estudiantes en las

urbanizaciones donde personas de

esos sectores sociales residen,

cuyos «markets» permanecían

abarrotados de alimentos, licores y

‚delicatesses‛ que nunca

estuvieron al alcance de obreros,

desempleados y demás

componentes del Bloque Social

Dominado, siempre excluidos de

los posibles beneficios de la

distribución de la renta petrolera y

por ello presentes en movilizaciones, protestas y manifestaciones contra la intención de hacer

caer sobre ellos el peso de la crisis, como ha sido lo ‚normal‛ bajo condiciones capitalistas.



‚Colas‛ como estas han tenido que hacer siempre los sectores excluidos de la sociedad para

comprar alimentos y otros bienes esenciales, cuya producción y distribución depende de

criterios capitalistas de beneficios económicos y nunca de las necesidades reales de la

población, además de ser utilizados como instrumento para alcanzar fines político-

económicos, como el de obtener

autorización gubernamental para elevar

precios, presionar por mayores

exenciones impositivas, ventajas

crediticias y otras tantas concesiones que

el Estado ha otorgado desde hace mucho

tiempo a los empresarios de maletín y a

‚productores‛ que nada producen. Y

también para manipular precios y

organizar desabastecimiento con el fin de

derrocar gobiernos incómodos o no

completamente sumisos.



La clase media-baja, sin dudas favorecida durante estos últimos quince años de gobierno,

había sido arrinconada por una política económica que la redujo a su mínima expresión, lo

que en aquellos años llam{bamos ‚la proletarización‛ de ese sector de la pequeña burguesía.

Recordemos los créditos ‚indexados‛ (o

‚mexicanos‛) y las ‚cuotas balón‛, recursos

que permitían a la banca incrementar el saldo

de la deuda por adquisición de vivienda o

automóvil mediante un ajuste anual del precio,

—según ellos de acuerdo al índice

inflacionario— bajo promesa de cobro de

cuotas que no excederían al 30% del ingreso,

pero que en realidad se convirtió en

recapitalización de mensualidades no

canceladas a favor de la banca y cobro de

intereses sobre intereses, así que la deuda se convertía en impagable y el deudor en virtual

esclavo de los banqueros.

Los resultados de tal práctica se comenzaron a ver en 1998, cuando muchos deudores

imposibilitados de seguir pagando una cuenta que nunca se extinguía, fueron víctimas de la

ejecución hipotecaria (como actualmente sucede en España) por Tribunales Mercantiles, los

cuales además señalaban a los expropiados para ser incorporados al Sistema de Información

Central de Riesgos (SICRi), es decir, que además de arruinar económicamente al desahuciado

lo degradaban moralmente ‚fich{ndolo‛ como tramposo.

En enero de 2002 y a solicitud del presidente CHÁVEZ, el

Tribunal Supremo de Justicia dejó sin efecto el cobro de

créditos indexados, salvando de la ruina a miles de

compradores de viviendas, quienes así pudieron resolver

el problema en el que habían sido envueltos por la

voracidad bancaria, la complicidad de los partidos

políticos (incluido el Buró Político de la Conferencia

Episcopal) y la indiferencia de los otros sectores de la clase media, que guardaron silencio

ante el despojo pues a ellos no les afectaba.

Muchas de las personas que, gracias a la iniciativa política del presidente CHÁVEZ, pudieron

recuperar el dinero que les habían arrebatado los banqueros –respaldados por diputados de

Acción Democrática y COPEI– y adquirir viviendas sin la amenaza de manipulación de sus

créditos, del endeudamiento permanente y del desahucio ‚legal‛, son actualmente

integrantes activos de núcleos fascistas y enfermos terminales de peste emocional en ‚El

Trigal‛, ‚Prebo‛, San Diego, Naguanagua y otras localidades de Carabobo.



Veamos un cuadro del Informe Económico del Banco Central de Venezuela correspondiente a

1998, página 179, en el que se muestra la evolución de las tasas de interés:

Lo expuesto explica por qué en abril de 2002 el ejecutivo del banco ‚Unión‛ y representante

de la Asociación Bancaria, Ignacio SALVATIERRA

(al centro en la foto cuando celebraba en Miraflores

con Eduardo FERNÁNDEZ y otros), andaba

desesperado buscando la documentación referida a la

prohibición de aplicar créditos indexados y a la de

reducción de tasas activas de interés para que el

‚presidente‛ por ellos designado, Pedro CARMONA

ESTANGA [entonces «capo di tutti capi» en

FEDECÁMARAS] procediera a dejarlas sin efecto y

reanudar, desde ese momento, los cobros correspondientes.

La posición adoptada por la mayoría del Ejército y la toma de calles por millones de personas

exigiendo el retorno del presidente CHÁVEZ frustraron tan piadosos deseos.



Para ejecutar ese golpe, y entre diligencias de otros factores interesados, debemos subrayar el

intenso cabildeo que el gerente de ‚Proyecto Venezuela‛, Henrique SALAS RÖMER, realizó

ante sus monitores estadounidenses.

El señor SALAS, además de reunirse con Otto REICH, también sostuvo conversaciones con

John MAISTO (fue embajador de EEUU en Venezuela) y John H. SUNUNU, quien, como ‘el

zar’ REICH, es de origen cubano, fue gobernador del Estado de New Hampshire y Chief of

Staff --como un Secretario de la Presidencia-- de George BUSH padre.

Pero asuntos de tan elevado interés no se resuelven con sólo una reunión.



Así que un mes después de la visita del señor SALAS a su país-placenta, un nutrido grupo de

‚analistas‛ estadounidenses (incluyendo a un funcionario de la embajada de EEUU) visitó a

Valencia, donde ofreció elaborar un Informe a presentar en abril ante sus senadores.

Vocero del señor SALAS en ese acto fue Pedro DÍAZ BLUM, entonces diputado a la

Asamblea Nacional por ‚Proyecto Venezuela‛.



Como resultado de sus análisis y con informe o sin él, los SALAS participaron activamente en

el golpe de abril de 2002, y acá los vemos celebrando en Miraflores, poco antes de salir

despavoridos, huyendo valientemente y con sus sonrisas convertidas en muecas, de la

concentración de ‚tierrúos‛, ‚desdentados‛, ‚escoria‛ y dem{s ‚hordas chavistas‛ que

comenzaban a tomar posiciones en los alrededores del palacio presidencial.

En el cuadro siguiente podemos ver el efecto deletéreo de la aplicación de ‚paquetes‛ y

‚ajustes‛ en la población mayoritaria en Venezuela. Observamos que hasta 1998 se mantuvo

en 23 fallecidos por cada 1.000, tasa que comienza a descender desde 1999 con repunte en el

año 2003, cuando Tánatos diezma a las ‚víctimas colaterales‛ del golpe de abril de 2002.

Tomado de: Indicadores Básicos de Salud 1990-2011, Instituto Nacional de Estadísticas, 2012.



El 27 de febrero de 1999, el presidente CHÁVEZ había lanzado el Plan ‚Bolívar 2000‛,

mediante el cual cuarenta mil efectivos militares se incorporaban a la lucha —casa por casa—

contra la pobreza de acuerdo a un modelo denominado de Atención Integral (MAI)

brindando atención preventiva y curativa a los miembros de cada familia al momento de

visitarla, eliminando así las barreras de división del trabajo por días y especialidades en los

establecimientos ambulatorios de salud, mejorando notablemente el rendimiento y la calidad

de los servicios.

La fecha escogida tenía una finalidad política explícita, y era como una autocrítica por la

actitud asumida exactamente diez años antes por el gobierno de Carlos Andrés PÉREZ, y

particularmente por el Ejército, contra las barriadas populares alzadas contra el hambre.

La actividad, anunciada como operación cívico-militar, incluía la distribución de alimentos en

los barrios pobres y mantenimiento de

edificaciones de uso educativo, entre otras

labores de apoyo social, con instalación de carpas

sanitarias en diversos lugares.

Para el transporte de personas en situación de

extrema pobreza y enfermos a lugares lejanos de

sus sitios de habitación, el gobierno puso a

disposición aviones militares de carga y

helicópteros.

La justificación del referido Plan descansaba en un diagnóstico que exponía la existencia de:

a) 80% de pobreza:

b) 30% de pobreza extrema;

c) 14% de indigencia;

d) 15% de desempleo:

e) 50% de empleo informal;

f) 37% de desnutrición infantil;

g) 21 por mil de mortalidad infantil, y

h) 30% de deserción escolar, además de un déficit de 1.500.000 cupos para niños en edad escolar.

La respuesta del colectivo a la iniciativa de CHÁVEZ fue de efervescente alegría e irrestricto

apoyo, pues para la mayoría de los favorecidos era primera vez que tenía asistencia médica y

dotación de medicamentos en su propia colectividad, sin las angustias del desplazamiento a

centros de salud en permanente crisis, las colas para obtener un número que teóricamente

garantizaba una cita, ni el viacrucis de comprar medicinas cada vez más caras y difíciles de

hallar.



Después del zarpazo fascista de abril, uno de los cambios más significativos en el área de la

salud fue la constitución de la Misión ‚Barrio Adentro‛, a nuestro entender un paso

estratégico hacia el total desmantelamiento de las burocratizadas y vetustas estructuras

ministeriales y la edificación de una nueva institucionalidad en el esquema gramsciano de la

lucha entre lo nuevo que no termina de nacer y lo viejo que no acaba de morir.

Pero al parecer no estaba claro lo de la parte práctica que implica a un proceso de esa

naturaleza, pues si lo nuevo no nace debe hacerse —por ejemplo— una cesárea; y en el

ámbito social el acervo histórico enseña que lo viejo no muere de manera natural, de allí la

acción revolucionaria para acelerar esa fase.

‚Barrio Adentro‛ se vio inmediatamente bajo ataque, los médicos cubanos eran ‚brujos y

chamanes‛, no habían hecho rev{lida y cobraban exorbitantes montos en dólares, en una

campaña terrorista mediática [cuyo principal laboratorio de guerra sucia era la Federación

Médica Venezolana] que ignoraba pequeños detalles como éstos:

I. Todo médico cubano integrado a ‚Barrio Adentro‛ era especialista en medicina general

integral, con postgrado de tres años y medio que incluía medicina interna, pediatría,

gineco-obstetricia y medicina preventiva;

II. Más del 30% tenía una segunda especialidad (cirugía, traumatología, dermatología,

otorrinolaringología, oftalmología, neurología, urología, nefrología o psiquiatría) y más

del 70% había obtenido diplomas o maestrías adicionales;

III. La mayoría del personal médico llegó a Venezuela con experiencia previa en misiones

médicas humanitarias de Cuba en el exterior, de al menos dos años de duración;

IV. Muchos estaban practicando como médicos y médicas de familia en Cuba cuando se

ofrecieron para trabajar en Venezuela, y

V. El promedio de tiempo ejerciendo la medicina antes de incorporarse a ‚Barrio Adentro‛

era de diez años.

Y como bien es sabido que en toda guerra una de las primeras víctimas es la verdad, ningún

‚periodista‛ al servicio de la corporación mediática investigó, descubrió y mucho menos

informó, que los médicos cubanos están en nuestro país en Misión Humanitaria, actividad

dependiente de la Organización de las Naciones Unidas, como puede cualquier persona

enterarse ingresando a http://www.un.org/es/globalissues/volunteerism/.

Hoy, uno de los íconos de la guerra medi{tica en los Estados Unidos, ‚The New York Times‛,

ha reconocido la inmensa labor de la medicina cubana en la lucha contra las enfermedades

(por tanto contra el hambre y la miseria) en todo el mundo.

http://www.un.org/es/globalissues/volunteerism/



Entonces, a la Universidad de Carabobo llegó ‚El Capit{n América‛ — ¡ni un paso atrás

contra la ‚cubanización‛!— trayendo su oferta de convenio para formación en Salud y

Desarrollo Social con una universidad del estado de Florida, en proyecto parcialmente

financiado por la embajada estadounidense en Venezuela.

Ignoramos si las maravillas de la medicina elitista que propugnan algunos profesores de la

Universidad de Carabobo han dado los resultados académicos y prácticos que de ella podían

esperar.

‛Barrio Adentro‛ sí avanzó y en todo el país fueron edificados Centros de Diagnóstico

Integral (CDI), Centros de Alta Tecnología (CAT) para dar apoyo a los CDI, y Salas de

Rehabilitación Integral (SRI), a la par de un programa de formación de medicina integral

comunitaria (MIC) coordinado por los ministerios de Educación Superior y de Salud,

respectivamente, constante de cuatro ciclos: básico, preclínico, clínico e internado.



El año 2007, con motivo de un referéndum constitucional propuesto por el presidente

CHÁVEZ, la misma gente del golpe de Estado de 2002 se lanza a un nuevo intento de sacar al

gobierno y pone en práctica la insurrección urbana con las guarimbas.

El 19-09-2007, el presidente vitalicio de la Federación

Médica Venezolana declara que solicitarán, por acuerdo

aprobado el día anterior, la intercesión del presidente

colombiano, Álvaro URIBE, a favor de la salud del

pueblo venezolano, como contraparte a la acción política

desarrollada por el presidente CHÁVEZ en pro del cese

del conflicto que ha ensangrentado a Colombia por más

de cincuenta años.

El 23 de ese mismo mes, un diputado a la Asamblea Nacional emitió una serie de opiniones

acerca del estado de la salud pública y las razones de su crisis.



Veamos algunos de los ataques, en su mayoría descalificaciones, contra la organización

popular, contra ‚Barrio Adentro‛ y contra los Médicos Integrales Comunitarios:



El cuadro siguiente muestra el incremento (solo interrumpido en 2004 a consecuencia del

golpe de Estado 2002-2003) que para el año 2011 alcanzaba casi ocho puntos porcentuales del

Producto Interno Bruto, a pesar de la baja en los precios del petróleo durante 2009.

El ataque mediático, que pasa por el ocultamiento de innegables logros del gobierno, no ha

cesado ni un momento, y si observamos con cuidado veremos que hay ‚noticias‛ y titulares

reciclados.



En las portadas de ‚Notitarde‛ (mejor conocido como ‚NotiSalas‛), se puede notar la

aplicación de las lecciones impartidas por la División de Acciones Encubiertas (‚Operaciones

Sicológicas y Paramilitares‛) de la Agencia Central de Inteligencia —CIA— en el manejo

subliminal de las ‚noticias‛ fabricadas de acuerdo al contexto social que se maneje:

a. En el primero la corteza frontal capta, inconscientemente, que es el gobernador de Carabobo

quien da la información del presunto cierre de los módulos de ‚Barrio Adentro‛, y

b. El segundo relaciona inmediatamente la falta de medicinas con la ausencia de las papas fritas

en ‚McDonald`s‛, un verdadero caos para los exigentes paladares que se verían agredidos en

sus derechos humanos por consumir yuca y esas cosas desagradables que comen las ‚clases

baxas y serviles‛, como diría el obispo Narciso COLL y PRAT, jefe de la Conferencia Episcopal

Venezolana en 1812.



Años y millardos de bolívares después, el gobierno bolivariano sigue siendo el principal

financista de la salud privada, ante cuyo poder solo atina a solicitar acuerdos para aplicar

baremos y ‚precios justos‛ en un contexto de profundización de la inequidad y consolidación

del esquema netamente capitalista de la imposición de la medicina curativa, en el cual la

salud es una mercancía.

La estrategia de sustituir la pesada chatarra estatal, insaciable consumidora de recursos y

cada vez menos útil, fue dando paso a un sincretismo *‚lo técnico del capitalismo + lo justo

del socialismo‛, viejo ensueño socialdemócrata] cuyo resultado ha sido un cada vez más

evidente predominio de lo viejo sobre lo nuevo o —expresado en términos de la lucha de

clases— una victoria del capital sobre el trabajo.

Creemos que la contradicción principal en este caso está en la existencia de un poder fáctico

representado por la medicina comercializada y asentado sobre una maraña de intereses

políticos y económicos que piensan y deciden, enmascarados tras la fuerza mediática que

falsifica hechos, impone pautas de comportamiento y defiende esos intereses a toda costa sin

escrúpulo alguno; y por otra parte un gobierno que usando un lenguaje radical aplica una

política decididamente reformista que no profundiza en los cambios y desmoviliza a los

sectores sociales que empujan por el avance tildándolos de radicales y de

contrarrevolucionarios cuando éstos hacen uso de la crítica.

Recordemos a uno de nuestros héroes paradigm{ticos, el Comandante Ernesto ‚Ché‛

Guevara, quien exponía el 24 de febrero de 1965 en su Discurso de Argel:

“No hay otra definición del socialismo, válida para nosotros, que la abolición de la

explotación del hombre por el hombre. Mientras esto no se produzca, se está en el período de

construcción de la sociedad socialista y, si en vez de producirse este fenómeno, la tarea de la

supresión de la explotación se estanca o, aún, retrocede en ella, no es válido hablar siquiera

de la construcción del socialismo”.

Ángel C. Colmenares E. - MEDICINA MERCANTIL Y PERIODISMO TERRORISTA

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