Antígona - Poemas para los campesinos y campesinas en resistencia

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Poemas Resistencia campesinos y campesinas para los en II-2014 | Bogotá, Colombia | Colectivo Antígona

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En Poemas para los campesinos y campesinas en resistencia encontramos crónicas y poemas inspirados en la lucha de campesinos, campesinas, mineras y mineros de Colombia quienes nos alientan y llenan de fuerza para hacer realidad el sueño de todos y todas: Una Colombia participativa, libre, en equidad, con justicia y por consiguiente en paz.

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Poemas

Resistenciacampesinos y campesinaspara los

en

II-2014 | Bogotá, Colombia | Colectivo Antígona

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Poemas para los campesinos y campesinas en resistencia

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Contenido

Voces Campesinas

Taller de mujeres en el Refugio Humanitario de Barbosa Antioquia

De campos y campesinosCrónica Catatumbo resiste

Señores y gobernantes

Refugio humanitario de Barbosa:Un verdadero laboraorio de paz con justicia social

MarchandoCampo

7161723

24262728

Jaime Arturo López Neira.Jaime Arturo López Neira.Jaime Arturo López Neira.

Azael Alba - Jhon Garay

William Ricardo Garavito Garzón

Magadalena Barrero Molina

Magadalena Barrero Molina

Mónica A. Quiroga Ahumada

Dirección

Concejo editorial

Colaboradores

Diseño y diagramación

Agradecimientos

Pemas para los campesinos y campesinas en resistencia

Magdalena Barrero MolinaJaime Arturo López Neira

Fabian Bustos RojasCarolina Sierra Morales

II semestre 2014-500 ejemplaresGrupo de trabajo estudiantil Colectivo Antí[email protected]

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El papel de la mujer dentro la socie-dad es un tema que no se puede de-finir como algo consolidado dada la movilidad y la transformación a la cual ha estado sometido através de la historia. Pese a esto en la sociedad occidental se han producido actual-mente múltiples discursos en de-fensa de la autonomía y el valor de cada una de nosotras dentro los es-pacios en los que nos movilizamos, principalmente el académico, el la-boral, el ciudadano y el familiar. Estas luchas aunque todavía se ven como un proceso lento y a veces sin mucho éxito, principalmente por-que su incidencia es más teóricaque práctica, contienen el trabajo de

pensadores y pensadoras que se han preocupado por visibilizar ante una sociedad machista y misógina que el rol de la mujer no está relega-doa su papel dentro del hogar, sino que precisamente por los cambios económicos y políticos de la socie-dad contemporánea se expande a otros múltiples espacios públicos que inciden en las transformacio-nes sociales que se llevan a cabo en cada uno de sus entornos. Con esto no se quiere decir que den-tro de ese espacio privado la mujer no pueda desempeñar un papel im-portante dentro de la sociedad, pues no es un secreto que en la familia es dondese encuentra el núcleo funda-

TALLER DE MUJERES EN EL REFUGIO HUMANITARIO DE

BARBOSA, ANTIOQUIA.

PROCESO DE TRANFORMACIÓN:

Mónica A. Quiroga Ahumada1

1Estudiante de Literatura y Antropología en laPontificia

Universidad Javeriana, sede Bogotá

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mental de toda sociedad o cultura; pese a esto, el hogar no debería, ser el único espacio en el cual ella se desenvuelva, y si así es, debe ser por su propia decisióny no por una im-posición de clase, género o religión, volviéndose así un tema de cons-cienciay no de obligación. Esta última idea fue la premisa des-de la cual partimos para planificar los 5 talleres de mujeres que se lle-varon a cabo en el refugio humani-

tario de Barbosa, Antioquia, entre los días 22 y 30 de septiembre de 2013, en el marco del paro nacional agrario, étnico y popular. A conti-nuación presentaré el proceso en tres niveles dentro de los cuales se llevó a cabo la propuesta: el proceso personal, familiar y social.

PRIMER DÍA(22 de septiembre)

Desde el día que llegamos al refugio fuimos muy bien recibidos y acom-pañados en todo momento por los líderes campesinos y las personas que desde hacía un mes se encon-traban allí pidiendo garantías al gobierno sobre su reconocimiento y derechos fundamentales. Por esos días las cosas estaban ten-sas porque aproximadamente hace una semana el refugio había sido atacado por la fuerza pública y por personas que vestidas de civiles arremetían contra el lugar tirando

piedras, gases lacrimógenos, balas de caucho y balas de fusil, sin im-portar en ningún momento que en él hubiesen niños, mujeres embara-zadas y personas de la tercera edad. El resultado de dichos actos de vio-lencia fue el aborto de seis mujeres que se encontraban en el refugio y el que varios niños entre 5 y 10 años perdieran la conciencia por aproximadamente veinte minutos a causa del daño que produjo los ga-ses (según cuenta una de las enfer-meras que asistieron el evento). Por su parte, las balas tanto de caucho como de fusil dieron en las piernas de campesinos que por defender el refugio gritando arengas sin nada más que un machete como arma de defensa, quedaron en grave riesgo de no volver a caminar, mientras que las personas que gritaban por los alto parlantes para que todo esto se detuviera tuvieron como resulta-

do que a los pocos días fueran pues-tos en las vallas de los delincuentes más buscados de Barbosa. La reacción de los que llegamos fue de total rechazo ante los actos que veíamos materializados en los relatos de las personas que nos lo contaban con tristeza, miedo e in-dignación lo que había sucedido en esos días. Estábamos ante hechos de violencia a los que la mayoría de nosotros nunca había tenido acceso de forma tan cercana. Fue así como nuestras dinámicas de convocato-ria comenzaron a cambiar para que no sólo las mujeres, sino en general todo las personas del refugio hicie-ran parte de éste proceso.

SEGUNDO Y TERCER DÍA (24-25 de septiembre)

Durante dos días tuvimos que aplazar los talleres por actividades y reuniones que ya se habían

planeado con anterioridad, y a los cuales muchas de las mujeres iban a asistir, lo que nos permitió ver que en este contexto ellas eran un agente activo dentro de la organización campesina. Por nuestra parte no perdimos ningún momento para invitar por medio de afiches y de forma perso-nal a las actividades que teníamos planeadas, y además crear vínculos con las personas de las veredas, es-pecialmente con los niños.

CUARTO DÍA (26 de septiembre)

El cuarto día por fin pudimos ha-cer la gran convocatoria de mujeres en todo el refugio, así que pedimos a las personas encargadas de los medios que nos prestaran un ba-fle para poner música y hacer una jornada de aeróbicos y bailar salsa. Con lo que nunca contamos fue que en este evento no iban a confluir

solo mujeres sino que se converti-ría en un espacio de provecho para todos, además de que la salsa no era su género musical favorito sino el reggaetón y la champeta, por lo que fueron ellos y ellas las que nos terminaron enseñando pasos y vol-viendo los aeróbicos en una gran fiesta matutina. El evento duro aproximadamen-te una hora y media, tiempo en el cual cada vez que podíamos recor-dábamos la hora y lugar de la ins-cripción a los talleres. Vale resaltar que fue gracias al entusiasmo de todos frente al baile que surgió la iniciativa de conformar un grupo de danza que ensayaría después de los talleres y en el cual participaría quien quisiera, icluyendo hombres y niños de todas las edades. Hacia las tres de la tarde nos reuni-mos con las mujeres que atendieron al llamado y algunas se inscribie-

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ron con dudas sobre los temas que íbamos a tratar en los talleres. Lue-go de oírnos algunas se anotaron con mucho entusiasmo y otras con dudas, diciendo que posiblemente no podían asistir porque tenían que lavar la ropa de su familia, o cocinar uno que otro día para la gente de su vereda, etc. Ante eso decidimos ha-blar con algunos líderes de las ve-redas para correr los días de cocina que tenían estas mujeres y trabajar con las que realmente lo deseaban. En todo este proceso no hay que dejar por fuera a los niños, quienes nos acompañaron de comienzo a fin, varios de ellos los hijos de las mujeres con la que hacíamos los ta-lleres.

QUINTO DÍA: reflexión sobre el amor propio (27 de septiembre)

A partir del quinto día comenzamos los talleres con quienes finalmente

conformarían el grupo, los horarios que acordamos fueron el de las 10 de la mañana para los talleres y las 4 de la tarde para el grupo de danza. En este primer día comenzamos por presentarnos, conocer lo que cada una hacía, si tenían hijos o no, y cuá-les eran los sueños por el que lucha-ba para transformar su vida y la de los que las rodeaban. Fue una expe-riencia muy linda ver que cuando terminamos ya habíamos generado un lazo de confianza entre todas, de cierta manera algunas compartía-mos ciertas experiencias y sueños que nos permitieron comenzar la actividad programada para ese día, la cual era evaluar de forma perso-nal y grupal, dependiendo de lo que cada una quería, el amor propio y de qué forma asumíamos los com-plejos que no nos permitían llegar a él, cuáles eran infundidos por la so-ciedad o por nosotras mismas desde

imaginarios de lo que se suponía ser “bella”, “últil” o “productiva” . Para ello la actividad consistió en pintar la silueta de cada una de no-sotras y marcar con una x o un cora-zón aquellas partes del cuerpo por las cuales alguna vez nos habíamos sentido vulneradas, tanto de forma psicológica, como de forma física, para luego reunirnos y hablar de qué cosas habíamos descubierto cada una. Al oír la actividad los ni-ños también quisieron participar de ella y entre todos nos comenzamos a pintar mutuamente. Luego, nos reunimos en círculo y conversamos lo que cada una que-ría decir sobre su dibujo, entre todas nos dimos ánimo para superar cada una de esas marcas que estaban en nuestros cuerpos, muchas veces puestas ahí por nosotras mismas, y llegamos a la conclusión de que el primer cambio que había que hacer

para transformar nuestro entorno era el personal, pues solo desde la autoestima se podían empezar a generar cambios de actitud con res-pecto a la familia y a la sociedad. Fue una experiencia muy bella, todas salimos con una sonrisa, y pensando muchas cosas en cuanto al hecho de ser mujer y en general el de ser persona, cosas que des-de estas actividades pudimos

descubrir conjunta-

mente, y que indudablemente nos harían crecer y creer en nosotras mismas.

SEXTO DÍA (27 de septiembre)

Continuamos con nuestra tarea al día siguiente desde temprano en la mañana, el tema a tratar sería el pa-

pel de nosotras dentro de la familia, ya que si en un primer momento tratamos el amor propio y la auto-estima como el primer paso para lograr nuestros propósitos, por el hecho de que así valoraríamos más nuestra propia opinión y no ten-dríamos miedo a proponer y a ser escuchadas. El segundo paso que complementaría esa participación estaba dentro de nuestra familia. Fue un diálogo entre todas en don-de todas hicimos una reflexión sobre las problemáticas que se evi-dencian dentro de nuestros hoga-res, pues no podíamos desconocer el papel que como madres muchas de ellas tenían en ellos, el cual, y en general era: llevar a cabo nuestros sueños y metas individuales. En la tarde llegaron más personas al grupo de danza, algunos curiosos y otros que se interesaban por lo que hacíamos, incluso comunicadores

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internacionales que nos tomaron algunas fotos durante el ensayo y hablaron con algunos de los que nos encontrábamos allí. Duramos casi dos horas allí, por no decir que un poco más, ya que al final llega-ron algunos hombres que a ritmo de tambores amenizaron mucho más la jornada, a cada uno de estos eventos les sacamos fotos y algunos videos.

SÉPTIMO DÍA (28 de noviembre)

El último taller tenía como propósi-to incentivar la participación de las mujeres dentro de la comunidad,

pues todo el proceso que llevába-mos hasta ese momento iba enca-minado a hacer visible, de la forma más discreta posible, el resultado de las dinámicas machistas en su entorno. Mostrando que finalmente son muchas de ellas las que hacen que usualmente fueran relegadas a lo privado y no tuvieran voz propia en las decisiones políticas y públi-cas en las que deberían tener una gran incidencia por su papel prota-gónico dentro de la familia.La actividad consistió en dividirnos en dos grupos. Mientras uno evi-denciaba las actividades que se ha-cían dentro de la familia, qué papel y decisiones tomábamos dentro de ella, el otro se encargaba de las acti-vidades en la comunidad.Con el primer grupo las activida-des frecuentes eran las de cuidar la casa, hacer oficio y educar los hijos, lo que nos mostró la división de ro-

les presente nuestra sociedad, ha-ciéndose ésta mucho más marcada en el contexto rural. Esto nos dio como resultado que varias de ellas reconocieran que no eran escucha-das por su pareja, pues en su ma-yoría son familias que usualmente comienzan a una corta edad, pues muchas mujeres quedan embaraza-das a los 14 o 15 años, haciéndose todo mucho más complicado si conta-mos con que son familias de muy bajos recursos. A pesar de ello, y de que los proyec-tos que tienen de estudiar y traba-jarse se ven aplazados porque sus familias difícilmente las apoya, las que lo logran superar esta etapa lo hacen con gran esfuerzo pues de por medio también se encuentra con-flicto y la violencia interna del país.Por su parte, el segundo grupo ex-puso las actividades que usual-mente ellas hacían dentro de la co-

munidad, en las cuales estaban las actividades deportivas como jugar fútbol en campeonatos femeninos entre veredas y el de algunas que colaboraban con la salud, hubo el caso específico de María, una espe-cialista empírica en el tratamiento del Dengue, trabajo que desarrolla-ba junto con su esposo.A pesar de ello, y de que la partici-pación de algunas dentro de su co-munidad era visible, todas ellas re-conocían que gran parte de las veces sus propuestas no eran escuchadas en las juntas de acción comunal y en su mayoría eran los hombres los líderes, por lo que finalmente eran ellos quienes decidían.Para culminar este día de trabajo y dar paso a la reflexión, que fue enúltimas nuestra tarea a lo largo de los talleres, dimos comienzo a una actividad que llamamos “la Te-laraña”, en donde las mujeres se pu-

sieron de pie y formaron un círculo. Luego de esto, cada una sostenía la mano de dos de sus compañeras para que sus brazos quedaran alea-toriamente unos con otros. El pro-pósito del juegoera desenredarlo, y para esto tenían que proponer todas esos movimientos que harían que volvieran a quedar como estaban en un principio.En el primer inten-to y por el tropezón de una de ellas todas se cayeron, y muchas de ellas dijeron que no era posible. Mi com-pañera (Diana Rincón) y yo les di-mos ánimo para que entre todas lo volviéramos a intentar y con gusto en el segundo intento ¡lo logramos!, luego lo hicimos una vez más y el resultado fue el mismo, lo cual nos divirtió mucho y nos condujo a al-gunos aprendizajes que socializa-mos enseguida.Algunos de ellos fueron, primero, que con la unión y participación de

todas nosotras podíamos realizar metas que en principio pudieran parecieran difíciles, lo cual se tras-lada principalmente al entusiasmo de intentar y participar en los espa-cios que tenemos como mujeres en cada organización para así poder gestionar y desarrollar las propues-tas que se piensan desde y para la comunidad y sus familias.Ese mismo día se propuso reali-zar una presentación que mostrara el trabajo que estábamos desarrollan-do paralelamente: el grupo de danza de la tarde en el que participaban algunos niños, niñas y las mujeres del taller, así que decidimos bailar Cumbia, Mapale y San Juanero. Al otro día seria el comienzo de un nuevo reto.

SÉPTIMO Y OCTAVO DÍA (29 y 30 de septiembre)

Los días siguientes fueron días de

El no

mbre

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ensayo que no nos permitieron des-cansar en ningún momento, fueron dos días de 12 horas seguidas en los que además de bailar hacíamos el arreglo de algunos vestidos que te-níamos, de esa forma coordinamos-coreografías y arreglos para que pasara por esos tres géneros folcló-ricos.Para el segundo día, el día de la presentación, nuestra preocupa-ción fueron los vestidos, pues para la Cumbia y el San Juanero tenía-mos lo necesario, resaltando que el defensor del pueblo de Barbosa al conocer nuestra iniciativa nos prestó otros vestidos de hombre que nos hacía falta, pero al no tener planeado el Mapalé estos vestidos toco hacerlos con materiales fáci-les de conseguir como papel crepe de colores, papel periódico y cinta. En aquel trabajo manual confluyo muchas otras personas que por di-

ferentes motivos no querían o no podían participar en el baile inclui-da yo que dejé la tarea de la coreo-grafía a los expertos, Diana Sofía, mi compañera de talleres, y Andrés, un compañero del CIR (Colectivo Integración Rural) que acompaña-ba el proceso desde otras áreas pero que se ofreció ayudarnos en ese pro-pósito. Ese mismo día en la tarde nos pre-sentábamos aprovechando que había una actividad cultural y po-lítica de todo el campamento, en lo cual nosotros éramos Show que amenizaría la noche. Y a último momento, cuando ya todo estaba listo algunos de la comisión de co-municaciones llegaron a avisarnos que tenían problemas logísticos con el sonido y que posiblemente no po-dríamos mostrar nuestro trabajo, lo cual representó un “bajón” de áni-mo en todos nosotros.

Nos tropezamos con grandes di-ficultades. Desde las cuatro de la tarde estábamos listos y eran más de las siete de la noche y no podían solucionar el problema. Pero con el pasar del tiempo se me hizo muy emotivo que todos aquellos que tra-taban de conseguir el sonido mos-traban un interés muy particular en esa presentación, lo que nos lle-nó de ánimo porque eso significaba que muchos de los que se encontra-ban allí esperaban que mostrára-mos eso.Afortunadamente, luego de una larguísima espera, a las ocho de la noche nos avisaron que podíamos salir, ya era nuestra hora, y al final todo ello valió la pena. Otros com-pañeros campesinos de veredas cercanas a Medellín y de Medellín, tuvieron presentaciones de Rap y turnábamos con ellos los bailes. Fue una emoción de 15 minutos, pero la

alegría que todas y todos tuvimos fue esa recompensa que nos hacía falta para ver plasmado ese trabajo que hubo detrás de cada baile, todos salimos con una gran satisfacción. Todavía guardo con migo muchas fotos y videos que cuando veo me recuerdan esos momentos en los que uno se siente haciendo parte de un cambio, algo que personalmente da paso tanto a procesos personales como sociales, pues aunque parezca una frase de cajón, aquel que ense-ña es el que más aprende. Hoy no sé realmente sobre el impacto que tu-vimos en todos esos niños, mujeres y hombres, pero sin que ellos ahora estén para contestar esas preguntas, sé que lo que aprendimos allí todos fue y será algo inolvidable. En conclusión la experiencia del Paro Nacional agrario, étnico y Po-pular que duró un poco más de un mes , le mostró incluso más que a el

gobierno, a ellos mismos, que el es-fuerzo de vivir lejos de sus fincas y muchas veces lejos de sus familias para la organización de una meta en común, da argumentos y pasos agigantados para seguir en esa lu-cha de todos aquellos que reclaman por lo que es suyo, por sus derechos, por lo que sus padres y abuelos tra-bajaron, y aunque muchos traten de ignorarlo, para luchar por un nue-vo país y más que todo una nueva sociedad en donde todos y todas tengamos igualdad de oportunida-des, en donde la participación polí-tica no -se quede solo en el papel y que las zonas rurales puedan tener una vida digna en la que hombres y mujeres se respeten y puedan unir esfuerzos para alcanzar la paz.

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Lacónicos paisajes del campo colombiano

Cuánta labor, esperanza e injusticia enmarcan

Siendo quienes esa tierra labranMarginados por personas ajenas a tal

realidadAdemás de ser ignorada su lucha por

la sociedadEra necesario hacer sentir sus voces

Era imperioso bosquejar su dificultosa cotidianidad

Era un compromiso con la bella labor que realizan

Era una apremiante necesidad de supervivencia

Abandonar la infinita espera por un mínimo apoyo

Abandonar la constante paciencia frente a un Estado ausente

Y así, protestar en búsqueda de una buena vida

En batalla por el reconocimiento y apoyo que

Merece el campesinadoPor cultivar, cuidar, invertir y

competir en condiciones adversasPor alimentar a las ciudades

Por proteger el campoPor amar su tierra

Por ser, a pesar de todo, campesinos

Voces campesinas

1 Estudiante de FilosofíaUniversidad Nacional de Colombia.

[email protected]

CrónicaLos campesinos organizados desde ASCAMCAT “Asociación Campesi-na del Catatumbo” deciden realizar un paro general del campesinado del Catatumbo en protesta a la exa-cerbada erradicación forzada de cultivos de coca emprendida por el gobierno de Juan Manuel Santos; la eliminación sistemática de la cultura campesina en el territorio por las políticas petroleras y mine-ro-extractivas y el monocultivo de palma para producir biocombusti-bles. Dentro de las exigencias de los campesinos se encuentra la declara-toria inmediata de Zona de Reserva del Catatumbo frente al desarrollo de las iniciativas bélicas del Go-

bierno como el “plan de consolida-ción militar”; que en palabras de los campesinos es “una herramienta del Gobierno para frenar la creación de las zonas de reserva campesina del Catatumbo y de todo el País”, privi-legiando un sistema económico para la guerra y el mantenimiento del Ejercito que, a su vez, ignora la cultu-ra y la realidad de los campesinos.

Dicha implementación de la con-solidación estatal, en cabeza de la hipocresía armada del Ejercito, es similar a lo que han padecido los ca-tatumbeños con el paramilitarismo, con el fin de establecer un desarro-llo a sangre y fuego, legal e ilegal del

Catatumbo Resiste

“Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la

primavera.” Pablo Neruda

“Tenemos presente la forma en que este Gobierno maneja el país,

conocemos lo que es capaz de hacer por intereses económicos y conocemos muy bien la violencia

que ejercen hacia el pueblo.”Andrés, Campesino catatumbeño

Azael Alba Guaquetá * Jhon Garay **

* Estudiante de ciencia política de la universidad nacional integrante del colectivo antigona

** Estudiante de la universidad Distrital integrante del Colectivo zoolodistri y de la coordinadora

estudiantil de asuntos rurales

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agro-negocio de la palma de aceite; la ganadería extensiva; la futura ex-plotación carbonífera a cielo abierto, en proporciones mayores a las del cerrejón. Cabe recordar que esta fue la zona de influencia de Salvatore Mancuso y su tenebroso bloque Ca-tatumbo de las autodefensas al cual se le atribuyen más de 8000 vícti-mas directas1.

Por otro lado, según los mismos cam-pesinos, se han hecho estudios en la zona por parte del Gobierno en los que el resultado ha arrojado presen-cia de uranio, platino y oro; lo que traduce que son zonas de desarrollo minero propuestas desde la locomo-tora minero-extractiva a partir de los gobiernos de Álvaro Uribe. Esto es para ellos precedente de muerte, de una nueva arremetida armada contra sus formas de vida.Llevando ya varios días de paro en esta región, se vio la necesidad de ge-

nerar un acompañamiento humani-tario para los campesinos presentes en los dos grandes puntos de paro: Ocaña y Tibú.La intención de dicho acompaña-miento es apoyar en Derechos Hu-manos, salud, cubrimiento de pren-sa alternativa y talleres. Cada grupo asiste a una zona específica en Oca-ña o Tibú.Decidimos acompañar la concen-tración de Ocaña, punto crítico da-dos los recientes acontecimientos que dan cuenta de asesinatos en las protestas de cuatro campesinos pre-suntamente a manos de la fuerza pública en días anteriores a nuestra llegada. Fue evidente el impacto que tuvieron estas muertes en cada uno de los dignos luchadores de la re-gión; aunque para el campesino del Catatumbo la muerte no es ajena. Se evidenciaba una lucha interna entre la sorpresa y la ira; nadie esperaba

francotiradores frente a palos y pie-dras y, sumando a esto, el desgaste generado en el ambiente de ignoran-cia y mentira del Gobierno. Existía el miedo a continuar porque, de al-guna forma, intentaron acallar la voz de los campesinos y sus exigen-cias con el negociador más temible del Estado: las armas y la muerte.Al llegar a Tibú encontramos una marcada presencia del Ejército, Po-licía Antinarcóticos y ESMAD; ha-ciendo crítica la seguridad de los campesinos. Los sobrevuelos cons-tantes con descargas de personal armado todos los días, como si estu-vieran organizando una arremetida en la que el objetivo fueran los cam-pesinos, mantenían dicha preocu-pación al límite.Los líderes campesinos de ASCAM-CAT consultan a las comunidades de las veredas allí instaladas y al ver el estado de desgaste y frustración

de los campesinos, contrastado con el aumento constante de fuerza pú-blica en el punto de Ocaña, toman la decisión de despejar esa vía y con-solidar el paro en el punto de Tibú. Esto también fue tomado como un gesto de negociación por parte del campesinado del Catatumbo hacia el Gobierno y como una medida de seguridad, ya que recientemente en un empadronamiento hecho a pe-riodistas de Telesur, se escuchó que “si era necesario diez muertos más, a ellos no les dolería, solo para romper con el paro que los tenia cansados”2.Trocha a trocha se evidencia la gran problemática del Catatumbo. Una tierra rica en su totalidad, donde sus gentes son absurdamente pobres. Nuestro primer encuentro con esta realidad es camino Ocaña, en El Ta-rra, donde desde el principio del via-je experimentamos el abandono en el abrupto y desordenado estado de

las vías. El día siguiente, en la salida de El Tarra, los buses hicieron parte del recorrido sobre un río, dado que el puente está caído hace más de dos años y toda certeza sobre su repara-ción parecía lejana; este camino solo se encontraba pavimentado en al-gunos metros evidenciando el total abandono. ¡Qué contradictorio es observar sol-dados, artillados hasta los dientes, cuidando tubos de petróleo y palmi-cultoras; mientras la gente muere de hambre! Lo único que el campesino conoce del Estado en estos puntos del país, son sus armas y sus balas. Cada intento de los campesinos por querer construir algún tipo de pro-greso obtiene sindicaciones de un supuesto origen guerrillero y los campesinos son asesinados, presun-tamente, por la maquinaria de este Gobierno; quien mantiene la ten-dencia de “invisibilizar” cualquier

exigencia con estas sindicaciones y olvida que propiciar esta polari-zación solo produce muertes, ¿cuál será la responsabilidad que el Go-bierno asumirá como instigador de estas muertes? Solo el tiempo nos lo dirá.La comisión humanitaria resuelve repartir el acompañamiento hu-manitario en las diferentes concen-traciones. Decidimos acompañar el punto de concentración de Campo dos Pategallina, conocido así por ser un cruce de tres caminos; en este lugar se asentaban campesinos ve-nidos de las diferentes veredas de La Gabarra. El líder de este punto nos entrega, en cuestión de minutos, un panorama de la zona y de la dura realidad del Catatumbo. A tan solo 100 metros del pueblo existían cien-tos de hectáreas de palma; donde al parecer eran socios personas como el ex presidente Álvaro Uribe y sus

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hijos, el empresario Luis Carlos Sar-miento Angulo y el difunto Víctor Carranza (zar de las esmeraldas); todo ello contado por los campesi-nos trabajadores de la palmicultora; ya que, según ellos, dichos persona-jes habían asistido en persona a su-pervisar algunos trabajos.Este desierto verde tiene servicios públicos y mucha agua potable para el regadío, mientras en el pueblo solo existe una motobomba para las más de 2000 personas que habitan allí, la cual solo se enciende durante pe-riodos de cinco a diez minutos dia-rios. Además sumaremos a este pa-norama que la palmicultora cuenta (de manera oficial o no) con todo un batallón del Ejército para cuidarla, con pista de aterrizaje incluida sin límites o rejas que indicaran límite alguno con la palmicultora. Mien-tras se daban estas charlas sobre el municipio, nos informaron de que

se movilizarían algunas tropas del Ejército por el pueblo, lo cual nada tenia de raro teniendo el batallón tan cerca. De un momento a otro los campesinos evidenciaron que algu-nas de las tropas no tenían unifor-me, cual si fueran población civil, lo que generó un ambiente de confron-tación que debió ser intervenido de inmediato por el acompañamiento en Derechos Humanos. En dicha interlocución pusimos en evidencia la condición de servidores públicos que obligaba a identificarse a los “soldados” disfrazados de civil. El comandante del batallón nos grabó y nos dijo con simpleza que ni él ni nadie podía identificarlos porque “el no tenia dominio sobre esa tropa”. Todos recordamos los días del para-militarismo.¿Cómo se desarrolla un campesino sin tierra, sin educación, sin salud y sin cultivos? Un campesino que se

convirtió en un jornalero por ausen-cia de todo, en un colono huyendo de la muerte. Los campesinos del Catatumbo son campesinos que no quieren vivir al servicio de alguien, desean vivir bajo sus propios medios y en paz. No buscan grandes conce-siones, realmente es una lucha por lo mínimo que el Estado debe darle a cualquier persona, sin ignorar la deuda histórica que tiene con esta región fruto de la explotación y el des-pojo a los cuales ha sido sometida.El Gobierno que negociaba en la MIA (Mesa de Interlocución y Acuerdos) demostraba que la vida del campe-sino le vale menos que unas balas. Cada vez que quieren se para de la mesa y las represalias se hacen sentir respondiendo a la claridad y sencillez de las solicitudes de los campesinos con la maquinaria de represión. Mientras la atención na-cional de los medios estaba puesta

en el asesinato del agente de la DEA, a nuestra gente se le da la espalda. El mismo presidente se arrodillaba a trabajar por la seguridad de sus estadounidenses en tiempo record mientras disparaba insultos y ame-nazas para los campesinos del Cata-tumbo.El apoyo al paro en diversos secto-res de la sociedad es cada vez más evidente, muy a pesar del cerco me-diático emprendido por los canales y medios tradicionales. La legitimi-dad del Catatumbo levantando su voz para exigir lo que, por derecho y ley merecen, parece despertar de manera lenta a Colombia. En una exigencia compartida por todos los campesinos del País mostrando la fuerza que les entrega su unidad y tenacidad, entregándole iniciativa y moral a cada uno, hablándoles del significado que tiene su lucha para Colombia, de lo importante que son y

del cambio que su ejemplo puede dar. Dentro de los talleres de resistencia en el mundo, los invitamos a pensar qué clase de país es el que imagi-namos y necesitamos; frente al que tenemos y nos entregan nuestros gobiernos. El método fue comparar nuestras exigencias, necesidades y especificidades en la resistencia con las de otros pueblos que en este momento se encuentran en una si-tuación inestable específicamente los casos de Turquía, Egipto y Brasil; mostramos que esta situación por la que ellos vienen luchando trae a su espalda un cambio mayor. El cam-bio que es buscado por todos los marginados y olvidados en este mo-mento de la historia; encontramos que es la transformación de la socie-dad lo que se está jugando, por ello la represión y el miedo estatal a res-ponder será un paso hacia el cam-bio de la sociedad en su conjunto,

hacia la paz con justicia social que tanto deseamos. Pudimos también compartir con ellos charlas de Dere-chos Humanos, dándoles a conocer los medios a los cuales ellos pueden acudir en caso de violaciones; em-poderándolos de este conocimien-to, que si bien no evita los abusos de la fuerza pública les demuestra que existen mecanismos superiores para hacer valer sus derechos como personas de una nación. Algún día, todos esos atropellos serán pagados, porque los campesinos no están so-los y no son ajenos a la verdadera justicia.Cada vez que pudimos les demostra-mos nuestra admiración y compro-miso por colaborar en este cambio, como muchos de los compañeros que trabajan por el campo, por su desarrollo y su dignidad. Somos solo estudiantes, decimos nosotros, pero para ellos somos el futuro y el ejem-

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plo de vida que ellos desean para sus hijos, el futuro del Catatumbo. Para nosotros son ejemplos de amor, vida y dignidadNo podemos olvidar cada historia de lucha, de vida, de tristeza y de cambio. No son sueños, son realida-des; realidades que son violentadas

por las armas, por el control que de-sea tener el Gobierno hacia su gente, por no querer progreso para sus co-lombianos. Nos sumamos a la justa lucha del Catatumbo por la injusta vida en el campo y las medidas de miseria que genera el Gobierno.

Nota al pie1La versión Oficial da cuenta de 8969 víctimas atribuibles a este bloque paramilitar. Consulta-do en : http://www.elespectador.com/impreso/temadeldia/articuloimpreso193643-9000-victi-mas-del-Catatumbo2Declaraciones tomadas secretamente a un agente de policía por un equipo de la cadena venezolana Tele sur. Versión original: https://www.youtube.com/watch?v=GFtYM-92Ojo

Por la justa lucha campesina, por la justa vida en el campo.

¡Catatumbo somos todos!

De

Papas. Arvejas.¿Alguna pregunta por su origen a

punto de comerlas?¿Alguna pequeña cuestión acerca del esfuerzo que han conllevado?

Zanahorias. Yucas.¿Cuál familia habrá cultivado las

que aparecen en el plato?¿Cómo vivirán? ¿Tendrán hijos y

cómo sostenerlos?¿O acaso permanecen en la pobreza,

como la mayoría de las familias campesinas?

Fresas. Lechuga. ¿Cuál será el camino que atraviesan

estos alimentos para llegar a mí?¿Acaso obtendrán un mínimo de

ganancias por ellos?

¿Por qué en general, no se aprecia su labor?

Leche. Tomates. ¿Por qué el Estado no les protege?

¿Tendrán servicios básicos?¿Por qué continuamos adquiriendo alimentos de origen extranjero y no

apoyamos el mercado local?¿Cuántas cosechas habrán perdido

cuando el clima no es favorable?¿Cuántas veces habrán regalado su producto pues los precios son muy

bajos?¿Cómo alimentarán sus mascotas? ¿Con qué adquirirán ropa, libros y

medicamentos?Fríjoles. Repollo.

Entonces, ¿cómo no protestar?

ampC¿?esinosY os

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En Agosto de 2013, comunidades de diferentes partes de Antioquia se dieron cita en la villa olímpica del municipio de Barbosa (Antioquia) en el Campamento Refugio Huma-nitario, donde, dentro del marco del Paro Nacional Agrario y Popular, le exigieron al gobierno nacional la instalación de una mesa de ne-gociación, en la que se debatieran y se solucionaran las problemáti-cas por las que atraviesan mineros y campesinos del Departamento de Antioquia. Como antecedente a esto, tenemos el paro del Catatumbo, donde des-pués de más de 50 días de bloqueos en las vías principales, el gobierno

por fin prestó atención e instalo una mesa de negociación con los lí-deres de la protesta. A dicha mesa el gobierno nacional y los grandes medios la bautizaron muy pompo-samente como “Laboratorio de Paz”. Un laboratorio que costó la vida de cuatro campesinos asesinados por la fuerza pública, más de 60 heridos, algunos de ellos por arma de fuego. Un laboratorio donde hoy el gobier-no solo busca desgastar a los que se movilizaron y a sus dirigentes. Mientras tanto, en el municipio de Barbosa, se empezó a construir por parte de las diferentes asociaciones mineras y campesinas un verdade-ro Laboratorio de Paz en el que, sin

Refugio Humanitario de Barbosa:

William Ricardo Garavito Garzón1

la presencia del gobierno, cada una de las y los campesinos expresaron su descontento y a la vez proponían soluciones para las problemáticas por las que atraviesan. Sin importar la persecución de la que fueron víctimas desde el des-plazamiento de sus lugares de ori-gen, sin importar las agresiones por parte de la fuerza pública (Ejército, Policía y ESMAD) y los intentos de soborno por parte del secretario de gobierno del municipio de Barbo-sa, los integrantes del Campamen-to Refugio Humanitario le dieron una lección de convivencia al país, demostrando que comunidades de diferentes partes de Antioquia, con diferentes problemáticas, pueden

vivir juntos durante varios días en paz y alegría, construyendo por medio del deporte, el arte, y sobre todo, el debate, una sociedad mejor con oportunidades para las mujeres, los niños, los ancianos, los campe-sinos, los mineros, los indígenas y demás comunidades que componen este lindo. Es este Laboratorio de Paz de Barbosa, representado en la Mesa Nacional Agropecuaria y Popular de Inter-locución y Acuerdo (MIA) ha sido el que hizo sentarse en la mesa a la Gobernación de Antioquia y al go-bierno nacional para que escuchen, debatan, den solución, y sobre todo, aprendan como se construye la Paz con Justicia Social desde los campos.

Un verdadero laboratorio de Paz con Justicia Social

1Estudiante de Ciencia política de la Universi-dad Nacional, Integrante del Colectivo Brecha y la coordinadora Estudiantil de Asuntos Rurales

El no

mbre

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Ya los soberbios estadistas, entre remedos y aberraciones,

blasfeman democracia, vulneran derechos y prometeny prometen.

La rebeldía suena en calles y campos,el aire se tiñe con palabras furibundas,

y los matices creativos de nuestros cantosllenan de brío la garganta y de ímpetu el corazón.

Nos juntamos entre muchedumbres altisonantes,ardemos al calor de tiernos y convulsionados cuerpos,

campesinos, mineros, maestros, estudiantes…rebeldes naturales, colombianos sin iguales.

Ya el susurro se hizo voz y la voz grito,trasciende en generaciones sin tiempo,

con rostro terráqueo y razones populares.

Las palabras se tornan verbos,y nuestra boca desata rayos mortales,

y el suelo cruje en el compás de nuestros pasos.Los héroes invisibles abren senderos y portales,

y todos gritamos y juntos marchamos.

MARCHANDO Jaime Arturo López Neira.1

Tomada por: Elmer Micha

Jaime Arturo López Neira.1

Será tu fresco rocío,destilado de tus olores matutinos,

un respiro de tranquilidad,un brillo de paz.

Serán tus ojos labriegos,fragua de papa, arroz y cebada,

sol en los sombreros,sopa en las cocinas.

Serán tus hondas montañas,cual ruana en retazos,

Cam

de relieves variantes,y de juventudes risueñas.

Serán tus exuberantes mujeres,esmeraldas en bruto,

quilates de berraquera,surcos de tierra fértil y próspera.

Será tu alegría hecha gente,alimento de mi pueblo,sangre en mi corazóny grito en mi ciudad.

po.

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y gobernantes.Señores

Jaime Arturo López Neira.1

1 Estudiante Química.Universidad Nacional de Colombia

2 IlustraciónSebastian González

Estudiante de Diseño GráficoUniversidad Nacional.

La colosa y sociable monstruosidad,de rostros y moral impecable o tal vez impúdica,

impuesta por sanguíneos códigos del poder,y repuesta por la ignorancia que nos persigue.

Sangrienta ponzoña en manos y lengua,embrujo de implacable y lujuriosa prosa,reasignando y trastornando la realidad,

envuelta en la red de medios, de sirvientes señoriales y de ridículas democracias.

Señores de sonrisas, miradas y vidas hipócritas,con metas de brillo dorado,

que opacan el verde del bosque,el azul de los cielos,

enturbian la tranquilidad del agua,y destruyen la ética del suelo.

Les damos un páramo y lo hacen inmundicia,les damos oro y embeben nuestra alma en su codicia,

respiramos el purísimo aire de las montañasantes que exhalen putrefacción y miseria,

invocamos palabras sabias y son devoradas por razones punibles y resonantes en cerebros

marchitos,reunimos a nuestra parentela y la besamos y

abrazamos y la olvidamos,nos arrumamos ante nuestro inexorable destino,tragaremos selvas enteras y defecaremos en los

manantiales,y la tierra prostituta que pisamos vomitara agónica

carbón y petróleo,y nuestra química corrupta, cual maligno alquimista,

transmutará nuestro cuerpo en horror y fatalidad,entonces celebraremos el festival del consumismo,

y moriremos dichosos en nuestro paraíso de porquería.

Y si un trozo de mi indigna alma persiste,si un poco de mi ser muerto aún es consciente,

si un infinitesimal y extraviado recuerdo encuentra camino,

gritaré inmortalmente: “A la mierda señores hipócritas”.

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Poemas

Resistenciacampesinos y campesinasenpara los

Porque

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Tenemos el derecho y el deber

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