Antón, Antonio (1996) “Mary E. Richmond y El Trabajo Social”. Departamento de Sociología....

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Mary E. Richmond y el trabajo socialAntonio Antn(Publicado en Pgina Abierta, julio de 1996) Se ha editado por Editorial Talasa, El caso social Individual, de Mary E. Richmond, con un excelente Prlogo de Mario Gaviria. Es un libro clsico del trabajo social de enorme inters y una ocasin de reflexin sobre algunos problemas del trabajo social ms profesionalizado. Siguiendo este prlogo vamos a extractar algunas de las ideas fundamentales de Richmond, para luego destacar algunos elementos sobre su vigencia ante la problemtica del trabajo social hoy. Mary Richmond (1861-1928), norteamericana, public su libro ms famoso Caso Social Individual en 1922 tras 40 aos de experiencia de trabajo social y tras la dcada progresista y ms creativa de 1910 a l920. Mary Richmond no slo practic el trabajo social, sino que le dio su primer contenido tcnico e ideolgico. Fue la inventora conceptual, la que teoriz y sistematiz el Trabajo Social, la que formaliz sus tcnicas y contenidos. Es una mujer al tanto de la teora cientfica en las Ciencias Sociales de su tiempo. A pesar de todo, a pesar de haber definido la actividad del Trabajo Social, las caractersticas de la profesin y las condiciones que requeriran los profesionales del Trabajo Social, su gran aportacin histrica es a la vez su gran paradoja, el defender el Trabajo Social no es slo un proceso educativo para la adaptacin de la gente en la sociedad en que vive, sino, adems, y simultneamente, un proceso de investigacin permanente para conseguir avances y reformas sociales para el progreso de la sociedad. La gran paradoja es que trabajando de uno en uno, con seres dependientes y excluidos, para tratar de lograr que se conviertan en interdependientes unos de otros e integrados en la sociedad, no bastar para lograrlo. Hay que adaptar -dice- no slo las personas a la sociedad, sino la sociedad a las personas. El cambio social, la lucha por los avances y progresos de la sociedad, as como la investigacin social, son formas esenciales del Trabajo Social. El asunto va lejos y todava hoy esta concepcin es vanguardista. Sus libros son perfectamente modernos, seriamente actuales, y su funcin principal es recordarnos que los Servicios Sociales son servicios personales y que el Trabajo Social bien hecho es de boca a boca, de mente a mente, necesita mucho tiempo, mucha paciencia, mucho esfuerzo y mucha formacin. Fue una reformadora social. En su libro insisti en que los trabajadores sociales, adems de llevar casos individuales deban investigar, denunciar los problemas sociales y crear una opinin pblica favorable a la reforma y a los avances sociales. Para ella uno de los elementos permanentes para el Trabajo Social era el proceso de educacin social y de adaptacin que incida sobre la personalidad del cliente (hoy diramos usuario), con el que se diseaba un diagnstico y un plan o programa de integracin o participacin, que era el fin ltimo a conseguir con el cliente. Se adelant a su tiempo y pidi a los psiclogos que descubrieran la dinmica de grupos, cosa que estaban por entonces haciendo. Estaba en contra de los Servicios Sociales organizados en "grandes instituciones cuartelarias", adelantndose a las valoraciones de Foucault. Richmond era evolucionista. El trabajo social para ella era conseguir la adaptacin de los clientes a un mundo y a una sociedad que se ira reformando progresivamente. Por otra parte en el libro de Richmond apenas aparecen los negros ni los hispanos. La droga de la poca es el alcohol, y el gran problema, el hambre y las enfermedades. La idea esencial inicial del Trabajo Social de Casos, consistente en que el individuo y/o la familia se acoplen, afinen, sintonicen, uno a uno, es decir adecuen su personalidad al entorno y ste se adecue al progreso social mediante cambios en la poltica social, es la esencia de la filosofa de Mary Richmond: "La accin directa de mente a mente". Es favorable al empleo de la ayuda o el subsidio econmico. Estando en contra de que el trabajador social sea un expendedor de limosnas "que denigra tanto al que la da como al que la recibe", sin embargo, en ciertos casos y como utensilio de trabajo del caso, el subsidio, la prestacin o la ayuda concreta pueden tener su justificacin. En este tema Richmond est impregnada en la lucha contra la dinmica de beneficencia predominante hasta entonces, y vinculada a los crculos cristianos de quedarse exclusivamente en alguna limosna o subvencin econmica. Sin embargo este aspecto de infravalorar los subsidios econmicos tendr efectos contraproducentes que luego comentamos. Para Mary Richmond el caso social individual tiene poco que ver con el psicoanlisis y con Freud. De los aos 30 a los 80 se produjo un autntico secuestro de Richmond por los y las trabajadoras sociales freudianas. Es evidente que la relacin psicoanaltica es diferente a la relacin de trabajo social. El Caso Social Individual es una creacin de las mujeres. Es un conjunto de mtodos y tcnicas, una forma de hacer, un modelo de intervencin en s mismo, un invento estrechamente relacionado con el gnero femenino. Probablemente se debi a que histricamente, en la divisin sexual del trabajo, a la mujer se le encargaba el cuidar a seres dependientes: nios, enfermos, ancianos, disminuidos, etc. En la historia de la humanidad la mujer (no le queda otro remedio, la especializ el varn para eso) ha desarrollado unos conocimientos y unas habilidades que han sido imprescindibles no slo para la supervivencia de la especie, sino para el mantenimiento de la productividad y la produccin. El Trabajo Social es el ltimo apoyo que asume la comunidad entera. De hecho la clientela de los trabajadores y trabajadoras sociales es vista como residual, lo que tiene como resultado el que los servicios de bienestar social, los servicios sociales, proporcionan el apoyo o la ayuda mnima y como ltimo recurso o como ltima red. Algunos argumentan que los bienes y servicios son proporcionados slo en la medida y con el propsito de que eviten la revolucin social de los que no tienen nada. Evidentemente los servicios sociales tienen un fuerte componente de control social y pueden favorecer la desmovilizacin como todas reformas sociales. Sin embargo es excesivo considerarlos exclusivamente como una fuerza represiva utilizada para mantener el status quo como deca Marcuse en 1964. Al desgajarse el Trabajo Social de la Medicina, Richmond utiliza el lenguaje mdico: Anlisis, diagnsticos, tratamiento... Sin embargo define el Trabajo social no slo por el diagnstico y tratamiento individual sino por dos elementos claves ms: la lucha por los avances o la reforma social y la investigacin social. La confluencia entre Caso Individual y la prevencin y educacin generalizada ser el gran objetivo, tanto de los Servicios Sociales como de los Servicios Sanitarios, en el siglo XXI, no porque los profesionales de haya convencido, sino porque la viabilidad del Estado del Bienestar y su supervivencia habrn exigido la orientacin pedaggica y preventiva para disminuir gastos y trabajo clnico. "La mente del ser humano es la suma de sus contactos, de sus relaciones sociales"... El Trabajo Social debe ser preferentemente social. El trabajo social de Casos es algo distinto de la psicoterapia aunque no se puede separar lo psicolgico de lo social y de lo econmico. El Trabajo Social de Casos intervendr para incidir y modificar el entorno psicolgico y al entorno econmico, con todas las relaciones sociales que ello lleva. Sealaba Richmond, lo que todava hoy es vlido (al valorar los requisitos para las Rentas mnimas), que se daba demasiada importancia a saber si, cuando alguien se dirige a los Servicios Sociales pidiendo algo, este cliente tiene o no recursos propios o su familia, cuando en realidad lo que hay que investigar, y por eso ella invent el Trabajo Social de Caso Individual, son las causas profundas que hacen que esa persona se dirija a los Servicios Sociales a pedir ayuda. En el trabajo social se debe estar atento a escuchar no solo a las personas afectadas y sus familias, sino a todos los testigos de sus vidas que se encuentran en su entorno. M. Richmond no separaba el Caso Social Individual del Caso Social Familiar. El libro El Diagnstico Social se qued corto. Era demasiado tcnico y demasiado concreto. A partir de centenares de casos trat de obtener generalizaciones, abstracciones, recomendaciones sistemticas sobre cmo trabajar los Casos Sociales Individuales. El resultado es a la vez un xito y un escollo; un xito, porque da ocho o diez trucos, pista o consejos; un escollo, porque se limita a principios y consejos tan generales que su xito depende de la inteligencia y sensibilidad del trabajador o trabajadora social al aplicarlos. No son recetas, sino conceptos. En los aos 70 y 80 se ha ido despreciando sin conocerla, la obra de Mary Richmond, acusando al Trabajo Social de Casos Individuales como reaccionario y oo, como pretendiendo nicamente la adaptacin de la gente al sistema social. Con esa excusa, la inmensa mayora de los profesionales espaoles de los Servicios Sociales de los Ayuntamientos e instituciones abandonan el Trabajo Individual de Casos y se abstienen de presionar pblicamente para el avance de las reformas sociales y del Estado de bienestar, que se consolida en Espaa sin su lucha pblica. Por ejemplo el Salario Social en las Comunidades Autnomas naci como consecuencia de la denuncia de Critas y la presin de la huelga del 14-D de 1988. Sin embargo en estos aos la recuperacin del Trabajo Social de Casos en Espaa se est intentando llevar a cabo a travs de la puesta en marcha del Salario Social o las Rentas Mnimas de Integracin o Insercin. Dentro de la valoracin de El caso social individual debemos destacar algunos aspectos que dificultan un traslado mecnico a la sociedad actual. En primer lugar la relacin entre los subsidios econmicos y el trabajo social de integracin es de los ms complejos y necesita un nuevo enfoque. Richmond tiende a infravalorar la importancia de la generalizacin de las prestaciones sociales. En EEUU en esos aos (1900 a 1928) hay casi un pleno empleo y por tanto no hay necesidad de subsidios de desempleo generalizados. La proporcin de pensionistas tambin es muy limitada por la inferior esperanza de vida media. Las bolsas de pobreza eran marginales, y ante la situacin individual de exclusin o marginacin social su expectativa inmediata de integracin era sobre todo a travs de la situacin socioeconmica familiar y con un tratamiento individualizado. La realidad actual europea es completamente diferente y, especialmente, la espaola con ms de 8 millones de pobres y 3 millones y medio de parados y una gran precariedad laboral. Aqu el problema de las prestaciones por desempleo, el salario social, o la problemtica del reparto del trabajo aparecen como elementos centrales. Los resultados de los planes y programas de integracin social a travs del empleo son muy limitados y los problemas de dualidad y segmentacin social mucho ms importantes. Por otra parte en estas dcadas la lucha contra el paro, como fuente de desigualdad social, y la accin contra la pobreza y por la integracin social afecta a ms de un tercio de la poblacin y por tanto al conjunto de la perspectivas de la transformacin social de la sociedad. El asunto no afecta solo el sector ms excluido o de extrema pobreza sino al conjunto de la sociedad que se ve involucrado en su status y comportamiento por estas fuertes lacras sociales. Evidentemente los tratamientos son diversos segn segmentos y condiciones socioeconmicos y grados de marginacin y exclusin social. Hay que considerar que el marco inmediato de integracin es el entorno colectivo mas restringido del mbito familiar para luego plantearse el ms amplio socio-cultural y comunitario. En el tratamiento individual, aunque se cuenta con el entorno social, la relacin directa con la persona concreta es necesaria pero insuficiente. El problema es el estmulo a la participacin colectiva de ellas mismas y la articulacin de mecanismos asociativos y comunitarios. Un aspecto importante a destacar son las diferencias sustanciales entre el trabajo social en EEUU y Europa y el papel de las instituciones y del Estado. En EEUU y ms a primeros de siglo el trabajo social es privado a travs de fundaciones. No es institucional como en Europa. Por tanto no est vinculado y controlado por el Estado. Ello ha contribuido a favorecer el voluntariado y a mantener una dinmica ms libre y antiburocrtica. En Europa y con la implantacin del Estado de Bienestar, las funciones de asistencia y trabajo social han ido siendo asumidas en gran parte por las instituciones pblicas y por otra parte por la gran institucin de la Iglesia. Los profesionales del trabajo social estn ms dependientes ideolgicamente y econmicamente de la jerarqua estatal e institucional. En Europa y en concreto en el Estado espaol, con el desarrollo de este trabajo en los aos 70, se ha ido fortaleciendo la idea que las instituciones son las responsables del trabajo social y los trabajadores sociales pasan a ser meros gestores de los recursos humanos y presupuestarios. Su tcnica ser adecuar los recursos disponibles y no exigir los recursos para cubrir las necesidades. Dejan de ser agentes de trabajo social y de dinamizacin. En este sentido el libro es interesante para el trabajo social semi-institucional de todo tipo de asociaciones y con un enfoque ms antiburocrtico que el actual. Otro de los problemas fundamentales es la relacin entre tcnica/mtodo y los lmites de la transformacin y crtica social. La relacin entre el trabajo social individual y de grupo o comunidad tambin empieza a configurarse de otra forma. Por una parte hay que sealar la experiencia en ese sentido de las llamados nuevos grupos y movimiento sociales diversos, con grandes componentes de trabajo e integracin social. Por otra hay que citar la experiencia comunitaria y de integracin social ms desarrollados en mbitos ms especficos como en el tratamiento de drogodependencia, en el ambiente escolar y en sanidad. Por ltimo citar las experiencias complejas y diversas de integracin cultural y social de diferentes minoras tnicas e inmigrantes. Sin embargo ante la ampliacin y masificacin de los sectores sociales afectados, el trabajo social especializado se ha ido restringiendo a la atencin individual de la gente muy marginada o relacionada con la exclusin total, inhibindose del conjunto de los problemas socioeconmicos. Todava queda la polmica y tensin histrica entre la tradicin privada reformadora y poco institucional de la tradicin de Richmond y la tradicin socialista/marxista de responsabilizar a las instituciones y al estado. Esta tradicin estatalista tiene efectos de desresponsabilizacin de la sociedad civil, de las propias organizaciones sociales y los propios trabajadores y trabajadoras sociales. Igualmente se ha tendido a polarizar la oposicin entre trabajo asistencial y accin preventiva, cuando la prioridad a lo segundo no debe obstaculizar la atencin a la asistencia directa, incluidos los subsidios econmicos necesarios. El neoliberalismo est reduciendo el estado social dejando a la sociedad y especialmente a los sectores ms desfavorecidos abandonados de la proteccin social que los amparaban parcialmente. Ante la crisis del Estado de bienestar se est potenciando la familia y el papel de la mujer como renovada red asistencial y de apoyo. Por otra parte hay que considerar que el voluntariado, las organizaciones sociales y el dbil tejido social no pueden suplir hoy el retroceso en el Estado de Bienestar que se est produciendo en prestaciones, asistencia y servicios sociales comunitarios. Un reto est en frenar los recortes del Estado de Bienestar y en abrir una perspectiva transformadora de las dinmicas socio-econmicas y polticas. Pero, al mismo tiempo, el gran reto para el trabajo social est en estimular la conciencia y la experiencia comunitaria, y la generacin en la propia sociedad y en los sectores ms sensibles, de una nueva dinmica de integracin social, de forma cooperativa y solidaria en una perspectiva ms colectiva e igualitaria.