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  • 8/13/2019 Articulos_Julian_Maras

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    El siglo XIX

    Por Julin Maras, de la Real Academia Espaola

    Publicado en el diario ABC de Madrid, el 27 de mayo de 1999

    El recuerdo del centenario de la muerte, en 1899, de Emilio Castelar, me ha hecho caer en lacuenta de haber sido bastante lector de sus escritos. Creo que son muy pocos los vivientesque han ledo nada suyo; para la inmensa mayora es simplemente un nombre borroso. Y, sinembargo, Castelar tuvo asombrosa popularidad, como nadie tiene ahora, ni puede tener; y nosolo en Espa a, sino tambi!n en "ispanoam!rica y en casi toda Europa. #ue, sobre todo,orador, en una !poca en que la oratoria poltica era decisiva y se e$tenda en buena medida alos escritos, con tanta %recuencia impregnados de ella &pi!nsese en 'ctor "ugo sobre todo&. (o es casual que escribiese yo, hace medio siglo, el artculo dedicado a Castelar en el)*iccionario de +iteratura Espa ola de la -evista de ccidente, con mayor in%ormaci/n dela que puede encontrarse en voluminosas enciclopedias.

    0or cierto, all de ! una semblan2a de su estilo literario, que no resisto a la tentaci/n de citar3)4oda la prosa de Castelar es oratoria; su car5cter primario es la elocuencia; su valor m5salto, la musicalidad. Castelar usa el p5rra%o largo, largusimo, con enumeraciones,reiteraciones, comparaciones, anttesis, que se hincha y retuerce armoniosamente, buscandom5s que otra cosa el cromatismo de las im5genes y la eu%ona de las %rases. En Castelar hayuna 6ltima resonancia, ampli%icada y magni%icada, del estilo rom5ntico, y se anticipa en !luno de los elementos que constituir5n el de -ub!n *aro .#ue Castelar un escritor torrencial, que de / millares de p5ginas de historia, poltica, cr/nicas,novelas interminables. Casi todo olvidado hace muchos a os. Yo lo le en mi primera uventud por mi relaci/n con mi padre, nacido en 187 &de la generaci/n del 98&, con quienhabl! largamente de muchas cosas, que me trans%iri/ una e$tra a %amiliaridad con el siglo

    : . 4ena muy vivas admiraciones3 escritores tan interesantes como os! de Castro y)El *r. 4hebussem ?, os! +/pe2

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    sobrevivi/ a todos los pesares, que todas las !pocas est5n a la misma distancia de *ios, comodi o -an e, que hay valores que se han perdido y olvidado, y que se encuentran con singular%uer2a y brillo en ese siglo.En estos 6ltimos a os se ha redescubierto el valor de +eopoldo @las, sobre todo el de )+a-egenta , tan poco leda hasta 19 &no se pase por alto este hecho&, la escase2 de edicionesy de lectores desde 188D; se han vuelto los o os a la enorme %igura de C5novas, a lo que leg/,a su herencia mal administrada, escasamente poseda. *e 'alera no se recuerdan m5s quenovelas, casi solo )0epita im!ne2 , y pocos conocen su admirable obra de ensayista &qui25 por el a2aroso error de haberla denominado )Crtica , ttulo escasamente incitante&.+a clarividencia que suele mostrar el gran historiador Carlos

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    Vivir contra la verdadPor Julin Maras, de la Real Academia Espaola

    Publicado en el diario ABC de Madrid, el 25 de febrero de 1999

    4engo que remontarme a los primeros das de 19D7, a mi vie o libro ):ntroducci/n a la#iloso%a ; en !l me plante! una cuesti/n importante3 las relaciones del hombre con la verdad.Enumer! varias posibilidades3 vivir en el 5mbito de la verdad, en el hori2onte de la verdad, almargen de la verdad. *espu!s de caracteri2arlas, a ad3Por ltimo, en cuarto lugar, es

    posible una situacin extremadamente anormal y paradjica, que es la de vivir "contra laverdad". Y es -no nos enga emos- la dominante en nuestra !poca. e a#irma y quiere la

    #alsedad a sabiendas, por serlo$ se la acepta t%cticamente, aunque proceda del adversario, y se acepta el di%logo con ella& "nunca con la verdad"... Y 'por qu! vivir contra la verdad('Por qu! esa voluntaria adscripcin a la mentira en cuanto tal( )a ra*n no es demasiadooculta& en el #ondo, se trata simplemente del miedo a la verdad.+ Cuando alguien vive sobre ideas y creencias de cuya %alsedad est5 convencido, siente que la

    presencia de la verdad destruye ese %undamento y con ello su )contra vida , porque lainautenticidad es el modo de )no ser de la vida humana.*ecir esto en aquella %echa era improbable y no careca de riesgos; lo grave es que, al cabo dem5s de medio siglo, esos p5rra%os tengan considerable vigencia. (o total, ciertamente; elhori2onte de la verdad est5 m5s abierto; se han disipado algunas inmensas o%ensivas contra laverdad. 0ero esa actitud persiste, y el temor a la verdad o el odio hacia ella no handesaparecido enteramente.+a verdad se detiene temerosamente ante algunas cuestiones, hechos, personas, que siguengo2ando de un e$tra o )respeto .

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    (o dur/ mucho esta bonan2a.

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    La complacencia en la mentiraPor Julin Maras, de la Real Academia Espaola

    Publicado en el diario ABC de Madrid, el 18 de marzo de 1999

    +a mentira, que se debe distinguir pulcramente del error, es uno de los mayores males de lahumanidad, qui25 el m5s importante, unto a la %alta de amor &o esa variante suya que es eldesamor&. 0or diversas causas, siempre ha abundado; una de ellas la se al/ perspica2mente@ntonio =achado3 )

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    que en otras !pocas no era %recuente& hace que hagan constantemente declaraciones, e$hibansus )desubrimientos , predigan sus inmensas consecuencias.0ierdo toda con%ian2a, de o de interesarme, y esta actitud acaba por deste ir sobre algunasdisciplinas en que esto se generali2a.En el 5mbito de la poltica la cosa es m5s clara a6n, y debera ser m5s e%ica2.

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    El punto de partidaPor Julin Maras, de la Real Academia Espaola

    Publicado en el diario ABC de Madrid, el 16 de abril

    En la vida en general, en la hist/rica, de un modo a6n m5s visible en la cultural, es necesariala continuidad, que es precisamente el imperativo de continuar, lo contrario del)continuismo ; por tanto, la perpetua innovaci/n. +as rupturas son est!riles en el me or delos casos, y casi siempre signi%ican retrocesos.

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    viviendas, lo que haban visto y ledo, de lo que haban nutrido unas vidas y unas obras queapenas se pueden creer.:magnese lo que sera que todo eso %uese posedo, utili2ado, prolongado, por lasgeneraciones que van a dominar el siglo :. Pue todo eso %uese el punto de partida a que seagregara su obra personal. c? 1999 0rensa Espa ola

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    n paso atrsPor Julin Maras, de la Real Academia Espaola

    Publicado en el diario ABC de Madrid, el 6 de mayo de 1999

    Cuando se trata de un asunto importante, antes de hablar o escribir parece conveniente dar un paso atr5s. +o m5s %recuente es que se diga lo primero que se ocurre. =e or dicho, que sediga algo que se ha ocurrido a otros, que se ha recibido como un canto rodado, que se repitesin re%le$i/n ni crtica, y se da por bueno. @s se engendran los t/picos, los lugares comunesque se repiten incansablemente, de los que se nutren innumerables personas, a veces de variasgeneraciones, hasta convertirse en los )errores arraigados contra los que se es%or2/ toda suvida #ei oo.Cuando esto alcan2a una e$tensi/n su%iciente y se perpet6a, se llega a una situaci/ninquietante, que se podra llamar vivir en )estado de error .

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    "ay algo ante lo que siento siempre temor; lo que se llama una )%eli2 idea . El que tiene ladesgracia de que se le ocurra, el que hace un )descubrimiento que le parece interesante, yacaso lo sea reducido a sus lmites, probablemente se embarca en ello y ya no ve m5s all53recuerdo que rtega, tras un breve via e privado a @lemania &que haba de tenerconsecuencias importantes para "usserl, que han llevado a la alteraci/n de su pensamiento por sus continuadores recientes&, nos deca a sus estudiantes de 19LD3)+os alemanes seembarcan en una idea como en un transatl5ntico. (o se olvide que acababa de triun%ar elnacionalsocialismo.@trincherado en su )%eli2 idea , en su )descubrimiento , el autor va cada da un poco m5sle os, e$agera su tesis, la declara incompatible con todas las dem5s, reduce el campo devisi/n, no permite que entre en !l nada a eno, obtura los dem5s elementos que habra quetener en cuenta.

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    La ri!ue"a vitalPor Julin Maras, de la Real Academia Espaola

    Publicado en el diario ABC de Madrid, el 18 de febrero de 1999

    +a creciente atenci/n a lo econ/mico, la propensi/n a su cuanti%icaci/n, hace que se pierdade vista el sentido m5s pro%undo de la rique2a y la pobre2a. 0recisamente en t!rminosestrictamente econ/micos, el mundo ha sido )pobre hasta tiempos no muy le anos. +acreaci/n de rique2a ha sido e$traordinaria desde %ines del siglo '::: o comien2os del : ,se ha acelerado de manera asombrosa despu!s de la

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    @ 5dase, a un nivel m5s pro%undo, el repertorio de creencias, estimaciones, normas vigentes,que con%iguraban la vida y hacan posible su orientaci/n. *entro de cada pas, en ocasionesde grandes con untos de pases, esto haca posible la comprensi/n mutua, la inesperada%acilidad de entenderse. 0ara bien o para mal, no se olvide3 las luchas civiles, tan %recuentes ytan %eroces, se han nutrido de que los combatientes se entendan muy bien, a di%erencia de laidea abstracta y borrosa del propiamente )e$tran ero .4odo eso que he nombrado &apenas eso& ha constituido a lo largo de muchos siglos la rique2avital de millones de hombres, la mayora de los cuales han sido e$tremadamente pobres desdela perspectiva econ/mica actual. *isponan de muy pocas cosas, de escasos )recursos ; estosola parecerles )la realidad , y a gran escala lo era e%ectivamente. "aba una generalaceptaci/n de que la pobre2a era )normal , probablemente inevitable, y ante ella la actitudm5s %recuente era la resignaci/n, acompa ada de )satis%acci/n cuando no era e$tremada.+os desarrollos t!cnicos hicieron entrever la posibilidad de superar la pobre2a, de que !sta no%uera el destino inevitable de la mayora de los hombres. Esto engendr/ una noble y generosavoluntad de que la pobre2a econ/mica %uese eliminada.0arad/ icamente, esta actitud ha estado con %recuencia acompa ada de una hostilidad a lacreaci/n de rique2a. Aran parte de la parcialidad a %avor de los pobres ha insistido en sue$istencia y persistencia, m5s que en su liberaci/n de esa condici/n. Y en gran medida se hame2clado con una voluntad de destruir los recursos &no primariamente econ/micos& que hemencionado antes y que han sido la principal rique2a vital.Esta situaci/n representa una importantsima %racci/n de este %inal del siglo . Aran partedel mundo es incomparablemente m5s rica de lo que ha sido a lo largo de la historia. 0ero lasvidas individuales, personales, Mlo sonN Y Mlo es la instalaci/n en las grandes %ormas de lavida colectivaN M(o e$iste una aterradora pobre2a biogr5%ica, que lleva a la desorientaci/n, lainestabilidad, la miseria ntimaNCuando un espa ol hace la e$periencia de la @m!rica hisp5nica &y podra decirse otro tantode los naturales de todos estos pases respecto de los dem5s&, lo sorprende una comunidadasombrosa con ese inmenso mundo, una amplsima instalaci/n, el hecho de compartir tantascosas &que no son )cosas &, lo que e$plica, por cierto, la inesperada alegra que se encuentraen situaciones mani%iestamente in%eriores a las de otros pueblos en que parece %altar. (o es asunto de estadsticas; se trata de algo cualitativo, m5s %ino, residente en la intimidad.c? 1999 0rensa Espa ola