ASOCIACIÓN DE JUBILADOS Y PENSIONISTAS.º+2... · Antonio Bescós Sánchez ... Se hace saber. Por...

ASOCIACIÓN DE JUBILADOS Y PENSIONISTAS.

OCTUBRE 2011 • NÚMERO 2. EXTRAORDINARIO

Distribución internaEjemplar gratuito

ASOCIACIÓN DE JUBILADOS Y PENSIONISTAS2

Sumario

JUNTA DIRECTIVA:

PRESIDENTE: Ángel Beguería Franca

VICEPRESIDENTE 1º:Antonio Bescós Sánchez

VICEPRESIDENTE 2º: Pablo Borraz Girona

SECRETARIA: María del Carmen Mateos Gil

VICESECRETARIA: Cristina Navarro Pérez

TESORERO: Florencio Polo Ordovás

VOCALES: Vicente Miana RodrigoJosé Luis Sánchez UbauJosé Eusebio Arana Baigorri

EDITA:

Asociación de Jubilados yPensionistas de IbercajaSan Andrés, 12, entlo. 50001 ZaragozaTeléfono: 976 394 892 e-mail: [email protected]

COLABORA

Mariano Lafuente Boj

COORDINA

Rafael José Pellicer Sancho

La Asociación no asume las opinionesexpresadas en los artículos, cuyosfirmantes son los únicos responsablesde los mismos

La Caja. Por la Directora de la Obra Social

Carta del Presidente de la Asociación.

Exposición «Objetos e imágenes en nuestro pasado laboral»

Origen y primeros pasos. Por José Mª Ruiz Navarro

Libro Registro de Asociados. Por Ángel Plou

La amistad. Por Vicente Herrero

Ibercaja «Un Sello». Por Alejandro Abadía

La medalla de los 50 años. Por Luis Lasaosa

Herencia: Legado... ¿Y las joyas? Por Juan José Jiménez

La gratitud. Por Juan Blasco

Consejos de salud. Por Miguel A. Guerrero.

Visitas Turísticas. Alfaro y Sigüenza.

El Rincón. Por Antonio D. Pérez

El Vino y la vid. Por Agustín Muñoz

Hemos hablado con Mariano y Asun. Por Mª Carmen Mateos

Visitas culturales realizadas en Zarag oza capital.

Agricultores meteorólog os. Por José Mª Lacasa

Recuerdos de mi vida laboral. Por Rafael González de Agüero

Recordando… Versos. Por José Egido Navarro

Recuerdos y anécdotas. Por Mª Pilar Paraled Basol

Anécdotas vividas en la Caja. Por Luis Pallarés Zurita

Recuerdos de mi trabajo en la Caja. Por Juan Briz Murillo

Fuimos Campeones de España en 1982. Por Rafael J. Pellicer

Un matrimonio viajero. Por José Izquierdo Aguilar

Vivencias y recuerdos. Por Felipe Morente Horna

Anécdotas: «La astral». Por Fernando Bermúdez Cristóbal

El coleccionista. Por Tomás Asensio

La Asociación en su primera época. Por Ana Mª Aznar Villabona

Recuerdos, anécdotas y sug erencias. Por M. Cuartero CoscollaAtracos con suerte. Por Miguel Lejárraga Laín

Un cazador en la oficina. Por Jesús Sola Piera

Se hace saber. Por Cristina Navarro

Sonría, por favor. Por Vicente MianaPasatiempos. Por Daniel Millera

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La Caja

se a los cambios marcados por lahistoria, y la observancia fiel desus fines, esos objetivos para losque fue creada, de atención y dedi-cación a la sociedad. El espíritu deservicio de La Caja ha sido refe-rencia de gestión como empresa yde generosidad con la colectivi-dad. Hoy más que nunca sentimosvigentes esos valores, apreciadospor igual en estadísticas e infor-mes financieros como en la con-fianza que la sociedad sigue depo-sitando en ella, y sin duda una vezmás, esos valores han sido tam-bién motor de las decisiones aco-metidas recientemente por nues-tra entidad, dando un nuevo pasoadelante y abordando una trans-formación necesaria hoy, comorespuesta a los propios cambiosdel mundo actual.

Queremos operar hoy en el mun-do financiero con el rigor que re-quiere la situación presente, rea-firmando nuestra voluntad deseguir ofreciendo a la sociedad esaatención generosa y vital, que su-pone nuestra Obra Social, nuestrarazón de ser. Es el gran reto que eneste momento abordamos en LaCaja con la creación de Ibercaja

Pertenecer a La Caja es una señade identidad que compartimos to-dos los que la vivimos y aprecia-mos como algo nuestro. Es un ras-go que nos une, y que ha marcadoesencialmente nuestro cometidoen esta institución; da igual en quéépoca y en qué destino: vivimos LaCaja en el día a día, trabajandopara llevar adelante sus objetivos,haciéndolos nuestros. Este hechoque nos une, trasciende más alládel trabajo, estableciendo lazos deamistad sincera entre nosotrosque van más allá de las paredes dela oficina, y más allá también denuestra vida profesional. Sentir yvivir La Caja se sigue experimen-tando también en la jubilación,descubriendo nuevas pautas parael contacto con ella, en la observa-ción, el afectuoso consejo y el de-seo de su constante y exitosa evo-lución.

A lo largo de 135 años La Caja hasabido combinar con inteligenciay habilidad el desarrollo de sus in-tereses como entidad adaptándo-

Teresa Fernández Fortún DIRECTORA DE LA OBRA SOCIAL DE IBERCAJA

Banco SAU y con la adaptación dela Obra Social para servir útilmen-te a la sociedad en las necesidadesque los cambios sociales van mar-cando.

Por eso centramos ahora mismonuestros esfuerzos en favorecer elempleo, la principal preocupaciónde los españoles hoy; seguimostrabajando en el apoyo a la educa-ción en sus diversas fases haciendoespecial hincapié en la prevencióndel fracaso escolar, y nos ocupa-mos de forma especial de la ayudaa los más desfavorecidos, redo-blando los esfuerzos en la aten-ción de necesidades básicas de lapoblación más empobrecida en es-tos momentos. Todo ello, asumien-do también el compromiso con lapropia entidad de servir de nexo deunión, orgullo y complicidad de to-dos los que hemos trabajado jun-tos, para hacer de Ibercaja lo que eshoy, nexo de unión orgullo y com-plicidad de todos NO SOTRO Scomo tan acertadamente recogeesta revista.

Porque si podemos hablar hoy conorgullo de La Caja, es gracias al es-fuerzo de los que habéis entregadovuestro tiempo y vuestros servi-cios en la entidad contribuyendo ala presencia que hoy tiene en la so-ciedad y su hondo calado entre laspersonas. El tiempo anterior siem-pre es referencia para el presente,y en vuestro caso, es también nues-tro modelo, un modelo de entregaprofesional, de honestidad y fideli-dad para seguir formando parte dela identidad común que es La Caja.Sin duda, la hacemos entre todosNOSOTROS, y así deseamos se-guir sintiéndola, nuestra y entre-gada al deseo de lograr una socie-dad cada día un poco mejor.


Carta del Presidente

Querido amigo/a:

En tus manos el número extraordinario de NOSO -TROS. Su razón los veinticinco años de constituciónde la Asociación el 27 de octubre de 1986. Es normalhacer algo «extra» al cumplir unas bodas de plata.

Y toca, en estos momentos, recordar a los compañe-ros que tuvieron la idea de fundar la Asociación yagradecer a cuantos, a lo largo de estos años, han de-dicado una parte de su tiempo a mantenerla y en-grandecerla.

Sería prolijo revivir aquí y ahora lo acaecido en esosveinticinco años y pedante por mi parte hacerlo, contan solo dieciocho meses al frente de la misma.

Sí me gustaría hablaros de NOSO TROS. Vió la luzhace ocho meses y, comprueba amigo, cómo ha creci-do. Pero si el «parto» fue laborioso y requirió la cola-boración de varios especialistas, lo difícil, en mi opi-nión, es que esta criatura que es de todos, crezca sanay vigorosa, consiguiendo la mayoría de edad plena entodos los órdenes. Para ello os invito a todos y a todasa que nos ayudéis. La revista no puede y no debe serpatrimonio o coto de unos pocos asociados, sino lasuma de muchos compañeros que expongan sus ilu-siones presentes y futuras, que cuenten vivencias en-riquecedoras para los demás, que nos trasmitan sucultura (arte, pintura, escultura, poesía, etc.), en resu-

men que la revista sea ese lugar donde todos, en una uotra forma, nos sintamos reflejados.

Quiero agradecer aquí sobre el papel, la labor realiza-da por cuantos compañeros colaboraron en el día fes-tivo y de acción de gracias en Cogullada. Fuimos 450personas que continuamos hoy sintiéndonos felicespor el desarrollo de cuanto allí tuvo lugar –asamblea,eucaristía, almuerzo, entrega de placas, sorteo de re-galos y jotas para remate–.

Asimismo es de justicia dar las gracias a los colabora-dores de la exposición sobre «Objetos e imágenes denuestro pasado laboral» que resultó muy bonita, aun-que no muy visitada, todo hay que decirlo. Confío enque la exposición sobre «nuestro presente», prepara-da con el mismo entusiasmo que la anterior, obtengauna mayor afluencia de visitantes.

Os espero en la comida de Navidad donde celebrare-mos oficialmente el XXV Aniversario, con regalo paratodos y especial recuerdo para promotores y compa-ñeros con 25 años en la Asociación.

Un abrazo.

Ángel Beguería Franca PRESIDENTE


Objetos e imágenes en nuestro pasado laboral

Como veréis en estas instantáneas, en el mes de junioinauguramos una exposición que nos hizo recordarnuestro pasado institucional y laboral. La preparamoscon mucho cariño y esfuerzo, y desde aquí damos lasgracias a todos los que voluntariamente colaboraronen la misma.

Nos hubiera gustado que nuestra sensibilidad llegara amayor número de asociados de los que la visitaron,pues no fueron muchos los compañeros que pasaronpor la sala. Pero no nos desanimamos y queremos par-ticiparos que estamos ya trabajando en la preparaciónde otra para el próximo mes de noviembre que recoge-rá nuestro presente y nuestro futuro.

Todo aquel que quiera exponer algún trabajo perso-nal, que a su juicio podamos disfrutar los compañeros,os rogamos que os pongáis en contacto con nosotros.

Ánimo, os esperamos tanto a expositores como a visi-tantes.


Recordando el origen y primerospasos de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza

La iniciativa de su creación correspondió al ingenierode Caminos, Canales y Puertos, don Mariano RoyoUrieta, que presentó la correspondiente propuesta enla sesión celebrada por la Sociedad Económica el día 9de octubre de 1863.

No obstante hasta 1868 no tomó cuerpo la iniciativa yen ese año comenzaron las gestiones para llevar a caboel proyecto.

Fueron designados para la redacción de los Estatutos:

–Don Mariano Royo Urieta.

–Don Benito Fariña Cisneros.

–Don Joaquín Peirona Ruata.

Los primeros Estatutos fueron aprobados por la RealSociedad Económica Aragonesa de Amigos del Paíscon fecha 7 de septiembre de 1872, pero tuvieron quesufrir algunas modificaciones para adecuarlos al RealDecreto de 29 de junio de 1853 y, sobre todo, a las va-riaciones introducidas por la Real Orden de 22 deagosto de 1872.

La Real Orden por la que se aprobaron estos Estatu-tos fue trasladada al Gobernador Civil de la provin-

cia, don Federico de Sawa, el 28 de enero de 1873 yaparecieron en la Gaceta de Madrid el 6 de febrerodel mismo año.

De acuerdo con ellos la Institución tenía como órganode gestión la Junta de Gobierno, formada por un pre-sidente, dos vicepresidentes, el cura párroco más anti-guo de Zaragoza y doce vocales con igual número desuplentes.

El señor cura párroco tendría a su cargo la presidenciaen las subastas del Monte de Piedad.

Era presidente nato el Gobernador Civil de Zaragoza,correspondiendo la vicepresidencia primera al Alcal-de de la Ciudad y la segunda al Director de la Real So-ciedad Económica Aragonesa de Amigos del País, porser la Entidad Fundadora.

Según el artículo 2º de los Estatutos, «Esta Instituciónes un establecimiento de previsión y asociación bené-fica que hace productivos los ahorros de toda clase depersonas y socorre a los necesitados; con estos finesadmite imposiciones en dinero efectivo y hace présta-mos con garantía».

La primera sesión de la Junta de Gobierno se celebróel 5 de abril de 1876 presidida por el Excmo. Sr. Gober-nador, don Federico de Sawa, y en la segunda, celebra-da el 16 de mayo bajo la presidencia del Sr. Alcalde dela Ciudad, don Francisco de Paula Oseñalde, como vi-cepresidente primero, se leyó la comunicación del Go-bernador, de fecha 9 de mayo, por la que quedabaaprobado el primer Reglamento para el régimen inte-rior del Establecimiento.

En este Reglamento la Entidad quedaba claramente de-finida como un único establecimiento dividido en dossecciones: la Caja de Ahorros y el Monte de Piedad.

POR JOSÉ Ma RUIZ NAVARRO

Creo que es un buen momento para recor -dar quienes somos y de dónde venimos. La Caja de Ahorros y Monte de Piedad deZaragoza, primera denominación de laEntidad, fue fundada por la Real SociedadEconómica Aragonesa de Amigos del Paísque la albergó en su domicilio de ladesaparecida plaza del Reyno, número 5.


Las operaciones de la sección de Caja deAhorros comenzaron el 28 de mayo de1876 y las del Monte de Piedad el 21 de ju-nio.

La necesidad de recoger las primeras im-posiciones para prestarlas con garantía deropas y alhajas, marcó la diferencia de lasfechas de apertura de una y otra sección.También influyó en este retraso la dificul-tad de encontrar tasador-depositario.

El día de la apertura al público se hicieron112 imposiciones por un importe de 12.810pesetas y se recibieron 46 donativos porvalor de 2.470,75 pesetas.

Para depositar los fondos se procedió a laapertura de una cuenta corriente en elBanco de España.

La plantilla inicial la formaban: un conta-dor y un cajero, con un sueldo anual de2.000 pesetas cada uno, un tasador, quepercibiría como salario el importe estable-cido por el Reglamento para cada una delas tasaciones practicadas y un conserjecon la asignación de 450 pesetas anuales.

Manuel Torres y Piso fue el primer conta-dor y Rudesindo Nasarre el primer caje-ro. Pedro Argachal y Toal, que ejercía a la vez las ta -reas de conserje de la Económica, fue el primertasador de ropas.

Estos sueldos fijos no daban derecho absoluto a su de-vengo sino en el caso de que las utilidades del Estable-cimiento permitieran su abono, «pues si así no suce-diera solo tendrán derecho a la remuneración que lasmismas utilidades permitan repartir».

Al cajero se le exigía una fianza de 2.500 pesetas enefectivo que devengarían un 4% a su favor. La Caja co-menzó funcionando solamente los domingos y los díasprimero y último de cada mes. Y las operaciones delMonte de Piedad podían realizarse los lunes, miérco-les y viernes, de nueve a doce de la mañana.

Con motivo de las fiestas del Pilar de 1876 se hizo elprimer desempeño gratuito en testimonio del espíritubenéfico-social de la Entidad. Este beneficio se vio in-crementado con un donativo de 1.000 pesetas, recibi-do para este fin, en nombre de Su Majestad el Rey.

Para defender los intereses del Monte de Piedad antelos tribunales, la Junta de Gobierno nombró un repre-

sentante jurídico. La responsabilidad de este nombra-miento recayó en el procurador Miguel Lezcano Egeay constituye el precedente más antiguo de la AsesoríaJurídica de la Entidad.

Al finalizar el año 1876, la situación era la siguiente:

210 imponentes con 30.401,86 pesetas

Préstamos

497 Préstamos sobre ropas 8.765,00 pesetas

113 Préstamos sobre alhajas 5.567,00 pesetas

4 Préstamos Fondos Públicos 13.575,00 pesetas

TOTAL 624 préstamos, 27.907,00 pesetas

Referencias que dan una clara idea de nuestros oríge-nes.

Satisface comprobar que el autor de la propuesta de lacreación de la Caja, don Mariano Royo Urieta, inge-niero de Caminos, natural de Sallent de Gállego, tienededicada una calle en Zaragoza que va del paseo GranVía a Miguel de Cervantes.

Don Mariano Royo Urieta


cha de ingreso, fecha de baja, cuotay observaciones, donde se anota oanotará el motivo de la baja.En este libro registro también fi-guran los Asociados Honoríficos:D. Fernando Almarza Laguna deRins, D. José Joaquín SanchoDronda, D. José Luis MartínezCandial, D. Amado Franco Lahoz,D. José Luis Aguirre Loaso y D. Manuel Pizarro Moreno.Con independencia al Libro Regis-tro existe un fichero con las solicitu-des y datos de cada uno de los Aso-ciados, donde está la fotografía delAsociado, si la facilitó el solicitante.Conservar el recuerdo de los Pro-motores obliga a mantener igual-

La lista comienza con los ocho«magníficos fundadores» registra-dos por orden alfabético. A conti-nuación, también por orden alfa-bético, los 165 que solicitaron elalta hasta el 31 de diciembre, asis-tieran o no a la Asamblea constitu-yente. De ellos, siguen siendo aso-ciados 39, entre jubilados y pen-sionistas. A partir de enero de 1987la asignación numérica es por or-den de solicitud.En el libro debidamente diligen-ciado por el Gobierno Civil de Za-ragoza figura el número de Asocia-do, nombre y apellidos, edad, do-micilio, profesión (se hace constarsi es Asociado o Pensionista), fe-

mente los nombres de los primerosAsociados, que a los 25 años de lafundación de la Asociación siguenpagando «religiosamente» su cuotade asociado y a los que la revistaNOSOTROS recuerda con cariño.

Libro Registro de AsociadosPOR ÁNGEL PLOU

En los 25 años de utilización del Libro de Registro de Asocia-dos, algunas de sus hojas están desprendidas, pero su lectu-ra recuerda a los compañeros que han pasado por la Asocia-ción. En total están inscritos 1.062, de los que siguen comoAsociados 713, siendo 558 hombres y 155 mujeres.

José Pedro Albir ArsacAna María Aznar VillabonaMaría Dolores Beitia RubioFrancisco Borao PuriMaría Pilar Bueno AnsónConsuelo Burillo GraciaSantos Campos OtínAlfonso Felipe Caño CastilloLuis Casals MarcénÁngel Castilla LozaMaría Pilar Costa MateoMaría Cruz Cuartero BalaguerMaura Duarte TeníasMaría Carmen Duque CallejaMaría Pilar Escudero PérezRosario Espallargas BurrielCarmen Fron MarcoFélix Santos García VicentePilar Gasco Sorribes

Juan José Gómez RomeroAdela Hernández SerranoPedro Latorre OcónDaniel López ValleDemetrio Mozota De BayaSantos Nápoles VillarroyaBárbara Paricio EscrichePlácido Peralta VillanovaFelisa Pinzolas MarínMaría Jesús Portero AtezaVisitación Rezola BengoecheaJulián Ruiz ChuecaFernando Sánchez MiguelAndrés Sinués NovalesGregoria Suárez AlonsoMaría Ángeles Trigo LangaLuis Vela GormedinoJosé María Villarroya GalvePablo Zorita Martínez

Relación de los Asociados el año de constitución de la Asociación que siguen «pagando cuota» en el año del 25 Aniversario


La amistad hace la fuerza

Jubilado el 31 de octubre de 1994, yasociado desde ese día, en marzode 1995 entré a formar parte de laJunta como Secretario, y tres añosdespués, como Presidente, otrosdoce años.Después de este preámbulo, diréque las reuniones de todos los lunes–que en principio me parecían ex-cesivas– pronto comprendí que noera así, puesto que siempre había yhay algo que hacer, además de pen-sar y proyectar actividades diversasy ser un medio de establecer y acre-centar una amistad auténtica, yaque todos los que hemos colabora-do en la Junta, para mí han sido y si-guen siendo auténticos amigos. Soy un enamorado del asociacio-nismo porque, basándome en «laamistad hace la fuerza», se puedenlograr objetivos diversos que seríaimposible conseguir de forma in-dividual; nunca han valido los«francotiradores», pero menos enla actualidad. Sin meterme en pro-fundidades, expongo esta refle-xión: Sin la existencia de nuestraAsociación ¿Nos hubiéramos reu-nido tantos y tantas veces los jubi-lados?, ¿Hubiéramos mantenido laamistad y compartido tantos mo-mentos de alegría? Sirvan comomuestra las «eternas rivalidades»de las partidas de guiñote en lastardes de los miércoles, así comolas tertulias de matrimonios. Sería muy prolijo enumerar las ac-tividades de la Asociación en eseextenso período, pero sí destacolos numerosos viajes realizados alo largo y ancho de España, con

algunas salidas también al extran-jero, como una de las actividadesprincipales. Quiero recordar lasdiversas Asambleas de la Federa-ción, Euroencuentros, etc., y porsupuesto, todos los actos anualestradicionales de la Asociación.Nuestra Asociación de Jubiladoses como una familia que acoge atodos sus miembros con los mejo-res deseos de ayudar a hacer nues-tra vida más llevadera, para ani-marnos mutuamente a superar laspequeñas dificultades de cada día,a sentirnos útiles en la sociedad dela que formamos parte.La Asociación debe servir –de he-cho así es– para fomentar entresus componentes una amistad lealy sincera, mutua y recíproca; esteaspecto puede ser prioritario –me-jor dicho, impulsor– de las demásactividades lúdicas en unos tiem-pos de individualismo, en que pa-rece que no nos necesitamos laspersonas, creyéndonos suficien-tes; la amistad ha de ocupar el lu-gar que facilite una convivenciasencilla, entrañable, de maneraque nos haga vivir más felices, queno dudo es la aspiración de todosnosotros; diría que la amistad esgarantía del afecto y confianza quetodo ser humano necesita dar y re-cibir. Seamos, pues, sembradoresde paz y alegría. La sociedad española tiene unascaracterísticas que hacen que en-tendamos la amistad de una mane-ra más singular. España sigue sien-do una sociedad muy tradicional, yeso potencia la amistad.

Nuestros amigos son como parien-tes que elegimos, y eso hace que,muchas veces, depositamos másconfianza en nuestros amigos queen nuestra propia familia. A estohay que añadir que por nuestrapropia cultura, los españoles da-mos mucha más importancia a losamigos que la mayoría de los paisesoccidentales. No olvidemos que laamistad es fundamental para llegaral corazón de otra persona.En las crisis y en la situaciones lí-mite, las relaciones de amistad seestrechan muchísimo. Las crisisde cualquier tipo son una pruebapara ratificar las verdaderas rela-ciones, porque distancian a los in-teresados y a los que rechazan elcompromiso personal. Ocurre lomismo en dirección contraria:Cuando se necesita ayuda y se re-quieren sacrificios, y el otro nosniega el auxilio, se acrecientan losrencores y hasta los odios.Los jubilados son una gran riquezapara la sociedad, que no siempresabe valorar. Sus conocimientos, susabiduría y, sobre todo, su experien-cia, son un patrimonio para los jóve-nes que necesitan maestros de vida.La familia no se agota en las relacio-nes entre padres e hijos. Ni muchomenos. Los abuelos también jueganun papel fundamental en la vida delos nietos, como transmisores de va-lores imperecederos y como inago-tables fuentes de cariño.Las Bodas de Plata que celebramoseste año son una etapa en el cami-no de la vida de la Asociación quedeseo que continúe por muchosaños con el propósito de ser bene-ficiosa para todos. Lograrlo es ta-rea de los asociados, a los que ani-mo a colaborar en la medida de lasposibilidades personales de cadauno.¡Ánimo y adelante!

POR VICENTE HERRERO HERRERO. EX PRESIDENTE

Me piden que escriba algo sobre la vida/historia de nuestraquerida Asociación, en sus Bodas de Plata, para la revistaNOSOTROS, y gustosamente lo hago, al ver cumplida la ilusiónpersonal como era la de publicar una revista informativapara todos los asociados y que no fue posible editarla antes.


Un «Tu sello» de correos oficial y exclusivo, con un matasellos especial, para el «25 Aniversario de los jubilados de la Caja»

Vamos a poder disponer, pues, de un sello oficial deCorreos y exclusivo para la sociedad, que no deja deser una aspiración legítima y pretenciosa. Pero, ¿por qué un «Tu sello» y un matasellos especialpara celebrarlo?Porque cuando se apagan las luces de toda conmemo-ración, de esa costumbre tan nuestra de celebrarlo enla mesa, días más tarde tan solo queda el recuerdo, ylos recuerdos se diluyen con el tiempo. ¿No es sufi-ciente estar en una misa, hacer unas ofrendas, cele-brar unas exposiciones mostrando nuestras habilida-

des y una comida multitudinaria donde se cantan to-das las jotas? Pero, ¿qué queda de todo ésto con eltiempo?

Dejar constancia del acontecimiento con un «Tu se-llo» es el «permanecer» en el tiempo a través de estarpresentes en las colecciones filatélicas especializadas,que hoy se guardan y mañana estudiarán las genera-ciones venideras. Vamos a permanecer, porque ¿hayen el mundo alguna afición más extendida que el co-leccionismo filatélico, y que sea más universalmenteaceptada?

Es el deseo de la Asociación ir por la vía de la continui-dad y la pervivencia lo que justifica, también, la solici-tud de un matasellos especial que podrá ser recogidopor todos los coleccionistas del mundo. Correos publi-ca y envía a todos los países adheridos a la Unión Pos-tal Universal la información necesaria para que sepuedan enviar sobres y tarjetas a Madrid, hasta tresmeses después de celebrarse el evento en Zaragoza;porque el sello adquiere una dimensión mayor si secancela con una marca especial como Primer Día deCirculación, y «Nosotros» lo vamos a intentar en elpróximo 10 de noviembre. Una iniciativa a la que osinvitamos a participar. Porque necesitamos que nosayudéis a difundirla: Tarjetas, sobres y sellos van aemitirse de forma masiva para todos los asociados.Todos vamos a tener una reserva para que, como decíaCajal, sean como «las mariposas del alma», que sobre-vuelan los espacios y el tiempo.

POR ALEJANDRO ABADÍA PARÍS

La aspiración de un grupo de jubilados y pensionistas de continuar juntos y unidos a todo loque un día formó parte de su vida profesional viene a cumplir ya 25 años. Un tiempo pasa-do del que todavía se guardan recuerdos fundacionales; se mantienen las aspiraciones; per-duran los encuentros; viajan juntos y disfrutan unidos de sus alegrías. Los malos momentos,a veces complicados, se olvidan pronto. Por todo, el próximo día 10 de noviembre la Asocia-ción de Jubilados y Pensionistas de Ibercaja, un grupo que edita la revista «Nosotros», quie-ren cerrar este aniversario solicitando a Correos la emisión de un «Tu sello», además de unmatasellos especial conmemorativo; una tarjeta y un sobre que lo evoque.

BOCETO PARA SELLO. Motivo elegido de la fachada de la Ofici-na de San Jorge, por la calle de San Andrés, para dar imagen al«Tu sello» que conmemore el 25 Aniversario de la Asociación.


La imagen del «Tu sello» elegida nos muestra el bo-ceto de la fachada de la Oficina de San Jorge por lacalle San Andrés –centro de la Asociación–. El mata-sellos especial irá con los mensajes de la conmemo-ración, el logotipo y la cúpula también de San Jorge,para que el aficionado filatélico pueda realizar unaTarjeta Máxima Filatélica (es una TMF aquella quelas imágenes de la tarjeta, el sello y el matasellos con-curren con el mismo motivo) y pueda incluirla en sucolección temática. O, simplemente, disponerla parael recuerdo.

La Junta Directiva tiene la intención de enviar a todosun bloque completo (sello, tarjeta máxima y sobreconmemorativo).

Para poder recoger los efectos postales, se abrirá alpúblico el 10 de noviembre en el Patio de la Infantauna estafeta temporal, exponiéndose la colección fila-télica «Ibercaja en la Historia Postal», que pretenderecoger cartas, sellos y matasellos especiales emitidosen la Entidad durante los 135 años de actividad diariaen más de 1.500 oficinas.Este pequeño artículo es una citación al reencuentro,exponente de una vida profesional nunca acabada,como lo es la de los empleados de la Caja; exégesis tes-tamentaria para generaciones futuras de empleadosque pueden encontrar aquí, en esta pequeña historiaque se presenta, ampliada con un sello y un matasellosespecial, esa rara unión, que algunas veces se produceentre el corazón y el genio.


Matasellos especial conmemorativo del25 Aniversario, concedido por la Socie-dad Estatal de Correos y Telégrafos,S.A., mostrando la cúpula de la Oficinade San Jorge.

IBERCAJA EN LA HISTORIA POSTAL. 25/02/2002. Tarjeta máxima de la conmemora-ción del III Centenario de la Fundación del Sacro y Real Monte de Piedad de Ánimas del Pur-gatorio, en Madrid. Sello de 25 cts. de euro con la imagen del Padre Piquer, matasellada conuna marca especial obra del pintor/escultor turolense Pepe Gonzalvo. La tarjeta recoge elmomento en el que el padre Piquer deposita un real de plata en la cajeta de ánimas, ante susfamiliares y amigos, óleo también de Pepe Gonzalvo, simbolizando el nacimiento de las ca-jas de ahorros. El sello fue presentado en Valbona (Teruel) como primer día de circulación.


La medalla de los 50 años

Todos habíamos conocido las dis-tintas cajas que se habían sucedidoen esos 50 años, aunque tuvierapoco que ver la Caja que cogimoscon la que dejamos. También co-nocimos muchas Zaragozas, mu-chas Españas y muchos mundos,que poco se parecían entre sí unosy otros.En esos años habíamos conocido atres Directores Generales y a mu-chos Directores Adjuntos y Subdi-rectores Generales, pero cada épo-ca no era igual que la precedente.En 1957 la informática era inexis-tente, la mecanización muy escasa,los viajes casi nulos porque los co-ches tenían escasa cilindrada, elestado de las carreteras era muydeficiente y el ferrocarril de escasacalidad. Recuerdo que en Centralno existía el aire acondicionado,pero sí eran obligatorias la cha-queta y la corbata. Teníamos 15días de vacaciones anuales, quemuchos pasábamos en nuestroparque, y la jornada diaria era de 9a 1 y de 4.30 a 7 de la tarde.En nuestros domicilios particula-res, difícilmente disponíamos de

ascensor, de frigorífico o de cale-facción y la propiedad inmobilia-ria era prácticamente inexistente.La ciencia y la tecnología eran muyincipientes. El matador de torosManolete murió en la plaza de Li-nares, 10 años antes, por no dispo-ner de los necesarios antibióticos,no se conocían los trasplantes deórganos, la anestesia epidural, ni laradioelectrología en sus modalida-des de escáneres o resonanciasmagnéticas. El tifus y la tuberculo-sis eran enfermedades muy preo-cupantes y peligrosas.Las únicas ingenierías que se estu-diaban eran la Industrial, la de Ca-minos y muy poco la Aeronáutica.Otras como Telecomunicaciones eInformática, ni se conocían. EnZaragoza no existía Facultad deBiológicas y no se conocían en Es-paña ni la bioquímica, ni la biolo-gía molecular ni la biotecnología.Todos de la misma promoción, yde otras promociones, habíamosconocido los últimos años de la II República, la guerra civil y sutristísima posguerra, la Mundial ylos demás conflictos bélicos que sehan ido sucediendo.

También hemos conocido los no-tables avances científicos y tecno-lógicos, la facilidad de los despla-zamientos y la considerable eleva-ción del nivel de vida. Cuandoingresamos en la Caja, nadie teníatelevisión, ni 600, ni había viajadoen avión, ni disfrutado de otros evi-dentes privilegios burgueses.Acabo de recordar que todos noso-tros habíamos conocido la mismaCaja y la misma vida, pero esto eraen calidad de espectadores, porquecomo actores cada uno, incluido yomismo, había tenido sus vivenciasprofesionales, personales y fami-liares, pero no todos con la mismafortuna. En los momentos de reci-bir la medalla, y ahora también, meacordaba especialmente de loscompañeros fallecidos, principal-mente de algunos con los que ha-bía tenido más relación y proximi-dad. Improvisando, recuerdo conespecial afecto a Miguel Artigas,Álvaro Nogueras y Gregorio Ger-mán, y quizás a algún otro que eneste momento no recuerdo o nopertenecía a mi promoción.Rememoro ahora este acto porqueha sido tradicional de la Asocia-ción y permite reunirnos connuestros compañeros coetáneos ycon los de otras promociones que,amistosamente, se unen a noso-tros, y todos juntos podemos vivirunos momentos llenos de añoran-za y especialmente agradables. Porello, gracias a la Asociación porpermitirlos y fomentarlos.

POR LUIS LASAOSA LITE

Como sabéis, la Asociación tiene la buena costumbre deconcedernos la medalla conmemorativa del ingreso efec-tuado en la Caja 50 años antes de esa fecha. El acto no solotiene importancia por la recepción de la medalla, sinoporque permite reunirnos a los que ingresamos en nues-tra empresa hace medio siglo. Cuando la recibí, compro-baba que con alguno de estos compañeros había tenidouna relación muy próxima, con otros menos y con algunosmuy poca o casi nada. Esto era debido a que nuestro tra-bajo se había desarrollado en distintos departamentos,oficinas, ciudades e incluso comunidades autónomas. Noobstante, utilizando un conocido símil marinero, todoshabíamos navegado en el mismo barco y al mismo tiempo,aunque con distintas singladuras.


Herencia: Legado... ¿Y las joyas?

Todos conocemos que cosa es unarealidad física. Si la cosa nos ofrecealguna utilidad entonces, espontá-neamente, hablamos de bien quees un concepto más amplio que elde cosa y acoge a todos los bienesmateriales e inmateriales comoson los derechos. Una silla, un armario, una mesa,una TV, un coche, es indudable-mente un bien mueble y así lo per-cibimos con naturalidad. Pero tam-bién es BIEN MUEBLE una renta,una pensión –de cualquier clase– ylo es también el dinero, el crédito,valores, alhajas, colecciones dearte, etc. En determinadas situaciones exis-te conflicto con la interpretaciónde que sean bienes muebles. Es elcaso de las joyas, que lo son. Estebien, o los otros citados, nos va aservir de excusa para indicar el tipode conflicto al que nos referimos. Cuando en testamento se hace unlegado de un inmueble «con todolo que en él se halle», la expresiónqueda corta para el derecho y esentonces cuando el propio CódigoCivil y Jurisprudencia, viene a de-cirnos que si transmitimos porcualquier título un bien, indican-do, incluso, con las «cosas que en élse encuentren», en dicha transmi-sión no se entenderán comprendi-dos el metálico, valores, créditos,acciones, ni joyas que se hallendentro de la cosa transmitida.Estos bienes muebles hay que de-tallarlos indicando su existenciaen el interior de la COSA legada.

Veremos más abajo el asunto con elejemplo que da título a estas líneas. Es importante lo anterior porquedecíamos más arriba que los bienescitados lo son muebles, y que elcausante de la herencia, quiso entestamento que el chalet de SierraNevada, con todo lo que en él sehalle, fuera para Margarita. En elcaso del testamento que nos sirvede ejemplo, sería para Margarita:los bienes que allí se encuentren yque no sean dinero, valores, alha-jas, colecciones de arte, etc. Asípues, esos bienes, que tanta alegríamotivaron a Margarita al verlos,

pasarán a formar parte de la he-rencia y para todos los herederos...por no haberlos explicitado el cau-sante.Felizmente, el acto de testar parala mayoría de los mortales, y quizápor carestía de bienes, es muchomás sencillo. Lo triste suele ser notener muchas casas para dejarlesuna a cada uno de los seres queri-dos con «todo lo que en ellas se ha-lle», aunque cometiésemos el errorde no precisar lo de las joyas, dine-ro, etc. para que no ocurriese lo delquebradero de cabeza que debióasumir Margarita.

POR JUAN JOSÉ JIMÉNEZ

El testador había legado a Margarita «LA CASA CON TODO LO QUE EN ELLA SE HALLE», y es desuponer, por tanto, que quería que también las joyas, colecciones de arte, etc., fueran paraella. Pero desconocía el testador lo que propongo recordar leyendo las siguientes líneas.

¿Pero tenemos razones para estaragradecidos? ¿Recordáis aquellacanción «Las mejores cosas de lavida son gratis?». Yo diría que sí.En primer lugar, y a todos noso-tros nos afecta, por haber llegado aser pensionistas. Todos conoce-mos a unas cuantas personas, connombre y apellidos, que sin menosméritos que nosotros no han llega-do porque la muerte les llamo an-tes. Luego, gracias por la vida.

El hombre es un ser social por na-turaleza. Solo no puede realizarse;necesita la ayuda de los otros comolos otros necesitan de la nuestra.Qué sería de cada uno de nosotrossin la ayuda de nuestros padres,maestros, sanitarios, personas quehan cultivado los campos para queproduzcan alimentos…

bemos tener a nadie por enemigo–les debemos gratitud porque nosenseñan, nos ayudan a madurar, aesforzarnos por ser más delicadosen el trato con los demás, a cuidarlos detalles que hacen la vida agra-dable, a no hacer a los demás lo queno nos gustaría que nos hicieran anosotros.Como siempre, debemos empezara practicar la virtud con los máspróximos, que serán los nuestros,nuestra familia. ¡Cómo anima y es-timula que nos digan: Qué bien teha salido hoy el arroz… Está la casaque brilla… Qué melocotones tanbuenos has comprado…Si es tan saludable y facilita tanto laconvivencia la virtud de la gratitud,para los creyentes nuestra primeragratitud deberá dirigirse a Dios quenos ha creado, nos mantiene en lavida y nos ha dado tantos dones denaturaleza y de gracia.Debemos esforzarnos por incorpo-rar a nuestra vida la palabra «gra-cias», acompañada de una sonrisa.Si somos sensibles no nos faltaránocasiones para decir: GRACIAS.


La gratitudPOR JUAN BLASCO

Ante tanta abundancia de dones yayudas se deduce que lo natural ysensato es que, al menos en nues-tro interior, tengamos una actitudde agradecimiento.«Si de la abundancia del corazónhabla la boca», es lógico que tam-bién haya manifestaciones exter-nas. La gratitud a personas concre-tas de las cuales hayamos recibidoayuda –material, espiritual, conse-jo que nos fue tan útil en aquellascircunstancias– en algún momen-to, tiene unas características espe-ciales. Yo diría que a la actitud degratitud se une un afecto especialque estamos como deseando tenerocasión de expresar.También a las personas que en unmomento determinado no se hanportado bien con nosotros –no de-

«De bien nacidos es ser agradecidos». La sabiduría popu-lar, a través de los refranes, nos da a veces la pauta decomportamiento.


GRIPE

Es una enfermedad infecciosa, ví-rica, de carácter leve, autolimita-da, pero que puede producir enocasiones complicaciones, afec-tando al aparato respiratorio, yproduciendo otros síntomas gene-rales característicos.Se presenta en brotes u oleadas,que pueden evolucionar hacia lagravedad en pacientes de edadavanzada, o con enfermedadescrónicas, respiratorias, cardiacas...La causa es vírica (virus de la gripeo de la influenza), de los que exis-ten tres tipos: A, B y C.La mayor parte de las epidemias sedebe a virus del tipo A.Se contagia de persona a persona,habitualmente por las secrecionesrespiratorias, tos y estornudo.Los síntomas son de inicio brusco,con dolor de cabeza, fiebre, males-tar general y dolores musculares yarticulares. Además puede presen-tar síntomas respiratorios (tos,congestión nasal, dolor de gargan-ta...) y digestivos.La complicación más común es laneumonía, así como las sobrein-fecciones bacterianas del tractorespiratorio, siendo más frecuen-tes en enfermos con alteracionescrónicas, cardiacas, respiratorias,renales...El tratamiento es sintomático, dela fiebre, dolores musculares, cefa-

–Evitar los ambientes cargados, eltabaco y los cambios bruscos detemperatura.

–Estar bien hidratado, para man-tener las vías respiratorias húme-das, así como humidificar y reali-zar vahos.

Desde un punto de vista sintomá-tico no es necesario el uso de anti-bióticos, ya que se trata de una en-fermedad vírica, y no bacteriana.Sí que podremos utilizar analgési-cos, antipiréticos, descongestio-nantes nasales, fluidificantes…Como siempre su médico, es quienmejor le aconsejará, y sobre todo,debe acudir a él si se trata de un pa-ciente de riesgo, si existe dificultadrespiratoria, si presenta expecto-ración purulenta, fiebre alta o du-radera, o si tiene malestar general.No me olvido, que nuestra próxi-ma cita, será ya en el año 2012, asíque os deseo Feliz Navidad y queen el Año Nuevo disfrutéis de mu-cha salud.Un afectuoso saludo.

Consejos de saludPOR MIGUEL ÁNGEL GUERRERO CÁSEDAS. RESPONSABLE DEL SERVICIO DE PREVENCIÓN DE IBERCAJA

leas, utilizando preferentementeel paracetamol. Se aconseja reposorelativo y buena hidratación.

En los últimos años se han utiliza-do fármacos antivirales específi-cos, pero no se ha generalizado suuso.

La prevención como todos sabéisconsiste en la utilización de unavacuna contra el virus de la gripe,para determinados grupos de ries-go, como las personas mayores olos enfermos crónicos, y se admi-nistra a finales del mes de sep-tiembre y durante el mes de octu-bre.

CATARRO COMÚN

También es una infección víricaque afecta al aparato respiratorio,pero que no suele cursar con fie-bre, y que se manifiesta con infla-mación de las vías respiratoriassuperiores (nariz, garganta, trá-quea, laringe, senos nasales, oído).

Se contagia a través del contactodirecto con objetos, o por las gotasde saliva lanzadas al hablar, toser,estornudar…

El tratamiento específico no exis-te, pero tanto en los procesos gri-pales como catarrales se aconseja:

–El lavado de manos frecuentecomo medida preventiva eficaz.

–Utilizar pañuelos desechables yproteger la boca al toser o estor-nudar con el antebrazo.

Queridos amigos, ¿qué tal el verano? ¿Han sido saludables las vacaciones? Seguro que sí,y que habréis descansado.

Nos encontramos ya en otoño, y próximos al invierno, y eso quiere decir que debemosestar preparados para afrontar los procesos víricos de esta época, como son la gripe y elcatarro común.


El pasado 28 de septiembre giramos visita turística a Sigüenza. Salimos de Zaragoza en autobús y allí se incor-poraron otros compañeros de Guadalajara, hasta completar un grupo de 56 asociados.Visitamos el Castillo –actual Parador Nacional–, el Museo del Doncel y la Catedral de Sigüenza donde destaca suSacristía y la Capilla-Mausoleo del Doncel y familia. La foto nos hace recordar el magnífico día que pasamos, conbuena comida y en buena compañía. Todo muy gratificante.


EL RINCÓN

NOSOTROS, a caminarPOR ANTONIO D. PÉREZ

El nombre de nuestra publicación me ofrece una puerta de entrada muy oportuna para co-menzar este escrito dirigido a aquellos que decidan leerme. NOSOTROS formamos parte deun colectivo que denominan tercera edad y a los que nos desean, larga vida y SALUD. ¿Perocómo hacerlo? Cómo tener buena salud o al menos no perder la que tengamos, cuando losaños van sucediéndose uno tras de otro y los cambios habidos en nuestra vida laboral, nosinducen al ocio y a pasar a estadios más sedentarios, favorecidos por el incremento de me-dios de desplazamiento que nos ayudan a movernos sin esfuerzo.

Recientemente en un periódico na-cional de muy importante tiradadedicaba un amplio reportaje encantidad y calidad a la «terceraedad», titulaba «La nonagenaria vo-lante». El caso de Olga Kotelko,una canadiense de 91 años con 25récords mundiales, que empezó aentrenarse a los 77 años, puede en-cerrar el secreto de cómo vivir másy mejor. El reportaje abordaba prosy contras del ejercicio, referido éstea una ejecución intensa y ambicio-sa, a la par que reconocía que el casode Olga es excepcional, y no se pue-de generalizar; pero al mismo tiem-po admite que el ejercicio puedealargar la vida, haciéndolo sin exce-sos, y con la medida adecuada.Otro caso de prensa. Este publica-do en Heraldo de Aragón el pasadomes de marzo. «El turiasonenseJ.J. no para de correr. Cumplidoslos 82 años, aún ve lejos el momen-to de retirarse de las pistas». Parti-cipa en los campeonatos de Ara-gón de veteranos en pruebas de800 y 1.500 metros, con ilusión deseguir, al menos, hasta los 90. Co-menzó a correr a los 65 años y ma-nifiesta: «Yo soy el ejemplo de quenunca es tarde».No pretendo que sigamos estosejemplos pero sí que los tomemoscomo referencia. Que podemos y

debemos hacer vida activa. La vo-luntad puede mucho y no debemosconformarnos con el descanso delguerrero: Buena vida, mucho sofáy poca zapatilla. Hoy día están másque admitidos y probados los be-neficios que aporta el deporte y tequiero animar a realizarlo en lajusta medida que cada uno sopor-te, en razón de edad, tono y estadofísico general.Mi propuesta es sencilla, si has lle-gado hasta aquí leyendo, te pro-pongo que camines. No pongas ex-cusas. Los beneficios son notoriossobre circulación venosa, hiper-tensión y mejora de esas cifras deglucosa, colesterol u otras que nospreocupan en cualquier análisisclínico. No me digas que estás «flo-jito» y no puedes, pues puedes.Esta incitación va para tí, sedenta-rio, quejica, que en cuestión demoverte lo pones todo difícil. Estono va dirigido a los que hacen mar-cha, insisto va para tí, deportistade sillón.

El caminar está al alcance de cual-quiera, lo importante perseveran-cia y constancia. No precisas nadaespecial, tu ropa de diario, tu cal-zado cómodo y da un paso seguidode otro, sin pararte durante 20 mi-nutos, cuatro días a la semana y aser posible con un poquito de rit-mo. Si haces este plan ya has ini-ciado hacer deporte y solo te quedaprogresar a tu voluntad. Debes po-nerte la meta de llegar a caminar30 minutos, cinco días a la semana.En cualquier caso, lo importantees ser constante y así favoreceráslos efectos que el ejercicio hace so-bre el organismo, pues debes tenerpresente que tu actitud y tu cuerpono se han jubilado y debes realizarun envejecimiento activo, que es laforma mejor de mantener la men-te y cuerpo sano... Y si esta marchi-ta la realizas acompañado con tupareja, mejor que mejor.Así que NOSOTROS a caminar quepodemos y debemos hacerlo pornuestro bien.


Hoy me desperté nervioso, másbien excitado, un mal sueño, uno deesos pesados sueños que suelen ve-nir de madrugada. Aquella malditabruja de mi infancia, tía Remigia...Me aseo, desayuno, y decido darun paseo para serenarme. Escuchocierto bullicio en un bar, y entro.Dan por televisión un partido de te-nis, una eliminatoria importante.Tomo un vaso de cerveza fría y pare-ce que me sienta bien, me reanima.Miro y observo, y de pronto notouna mano encima de mis hombros.Es Rodolfo, compañero de infan-cia, y brindamos. Observo quequiere decirme algo. Es muy afi-cionado a los chistes y a mí meagrada escucharlo.

«Perdona, esto es una Basílica, no esuna tienda de huevos...».–Eres un exagerado, amigo mío–digo yo– ¿Cómo pudo ocurrireso? Y el pobre chinito, ¿qué dijo?Pues algo tendría que explicar pa-ra justificarse...–Ya lo creo que contestó, y con quégracia: «Perdone, señor, perdone.Es que a la entrada he leído en le-tras grandes: Templo de los Capa-chinos»...No tuve más remedio que taparmela boca con la mano. Y recordar aaquel chiquillo de infancia, un tan-to esmirriado, pero lleno de ener-gía y de gracia, al que llamábamosPascualillo, que andaba siempretras las chicas para verles mear...

Los CapuchinosPOR RAIMUNDO LOZANO

–Hace unos días me contaron algomuy genial, un caso de chinos. Y yasabes que San Antonio es el patrónde mi barrio, Torrero, y la iglesia esmás bien conocida con el sobre-nombre de los Capuchinos. Puesbien, como sabrás, el día más impor-tante es el trece de junio, San Anto-nio. Día grande, muy famoso. Todosa misa. En eso estaban, la iglesia lle-na esperando la salida del francisca-no para celebrar la misa, y he aquíque, de improviso, aparece un chini-to observando altares y santos. Lavista fija, pero la mano izquierda so-bre la bragueta, como sujetandoalgo. Ante el asombro de todos, has-ta que un señor con el sombrero enla mano, se acerca a él y le dice:

Es una grata oportunidad saludaros desde esta provin-cia, a través de este medio puesto en marcha por nues-tra Asociación de Jubilados y que esperamos sirva decontacto y comunicación.Los compañeros jubilados y prejubilados de la provin-cia de Guadalajara, nos ponemos a vuestra entera dis-posición para cualquier motivo ó visita que se haga a es-tos territorios, que algunos conocerán por su estanciaen su carrera profesional. Guadalajara es la primera ex-pansión de la Caja y escuela de «novicios», donde comoya sabéis es una tierra de mucha historia; reyes, prince-sas, cardenales, obispos, literatos y hasta cómicos.Para próximas ediciones aportaremos información delocalidades de la provincia y capital a través de colabo-raciones de compañeros, y así de esta forma haremosuna divulgación de conocimientos y cultura.Aprovechamos esta ocasión para presentarnos 17 aso-ciados de los 35 jubilados existentes en esta provincia,que como podéis observar denota la «juventud» que te-nemos. Un abrazo de los compañeros, jubilados y prejubiladosde la provincia de Guadalajara.

Desde GuadalajaraPOR SANTIAGO ANDRÉS. VOCAL DE GUADALAJARA

Como prólogo a las Fiestas del Pilar, el pasado 7 de octu-bre tuvimos ocasión de asistir a la representación del es-pectáculo BALLET ARAGONÉS BALUARTE que el díadel estreno de su obra «ACORDANZA» (Recuerdos), lafunción se realizó exclusivamente para la Asociación deJubilados y Pensionistas de Ibercaja, de forma que pudi-mos asistir los asociados y nuestros familiares. El salónde actos del Colegio Corazonistas del Paseo de La Mina,lugar de la representación, estuvo muy concurrido casirozando el completo, y una vez más pudimos disfrutardel buen ambiente y de la alegría de encontrarnos denuevo tras el largo verano. Este acto es uno más con mo-tivo del XXV Aniversario de nuestra Asociación.

Ballet AragonésBaluarte


El vino y la vid. Un mundo sorprendente

Comenzaremos por el principio,contestando unas preguntas apa-rentemente simples:

¿Qué es el vino?

El vino es el resultado de la fer-mentación natural, del zumo delfruto de la vid, la uva. A lo largo delproceso de fermentación, los azú-cares contenidos en el mosto setransforman en alcohol, que juntocon el agua son los dos componen-tes mayoritarios.

¿De dónde provienen los distintos colores del vino?

En los vinos podemos establecerdos grandes familias: los blancos ylos tintos. Los denominados blan-cos tienen realmente distintos to-nos amarillentos, a veces cuandoadquieren colores más oscuroscomo los distintos tonos ambari-nos suelen ser por oxidación, biensea al estropearse o por el contra-rio debido a crianzas especiales. Los vinos tintos se producen conmostos amarillentos, el mismo co-lor que la pulpa del grano de uva,que al fermentar junto con el ollejo(la piel del grano aplastado y las se-millas), va disolviendo una serie desustancias que comunican el color.Los vinos rosados parten tambiénde mostos amarillentos, pero to-man menos color al estar menostiempo en contacto con el ollejo.

¿Es el mismo tipo de vino el clarete y el rosado?

No. El vino rosado sería un poten-cial vino tinto en el que el procesode fermentación ha llegado a tér-mino y sin embargo el de toma decolor se ha interrumpido al retirarel hollejo anticipadamente. El vinoclarete es la fermentación conjun-ta de uvas blancas y tintas, contodo el hollejo, o bien la mezcla devinos tintos y blancos elaboradosseparadamente.

¿En qué autonomía española no se produce vino?

La vid es un cultivo mediterráneoy con gran capacidad de adapta-ción. Se produce vino en todas lascomunidades autónomas, y sola-mente Asturias y Cantabria no tie-nen ninguna Denominación deOrigen, pero Cangas de Narcea enla primera y La Liébana en la se-gunda, sí han alcanzado la catego-ría de Vinos de la Tierra.La producción de vinos en todo elterritorio nacional, incluso las is-las, hace que nuestro patrimonioenológico sea el más rico y variadodel mundo. Como ejemplo bastadecir algo poco conocido, en las is-las Canarias hay diez Denomina-ciones de Origen de las setenta yuna existentes en España.

¿Por qué encontramos rosalesen los extremos de las parcelasde vid?

Aunque desde el punto de vista es-tético es un efecto muy agradable,los rosales cumplen una importan-te función. El rosal es más sensibleque la vid al ataque de determina-dos hongos como el del oidium,por tanto cumplen la función dealarma sanitaria al manifestartempranamente el problema, y asípoder realizar los tratamientos an-tes de que la vid sufra daños.

POR AGUSTÍN MUÑOZ MORENO

Con este artículo se inicia una serie de colaboraciones enlas que comentaremos los diferentes aspectos del mundovitivinícola, los tipos de vinos, los factores que definen supersonalidad, los procesos de producción de la uva, los deelaboración del vino, etc. También haremos mención a losmitos, leyendas urbanas, cosas curiosas, y cualquier temaque llame la atención de los lectores.

Rosal y viñedos de Abadía de Retuerta enValladolid (D.O. Ribera del Duero).


HEMOS HABLADO CON…

Mariano Visiedo y Asunción Catalán

POR Ma CARMEN MATEOS

Mariano es una de las personas que ha vivido la Asociación desde sus comienzos. Discretocomo él es, siempre en la sombra, junto con su esposa Asun, son dos testigos importantesde la evolución de la Asociación de Jubilados a lo largo de 25 años.

Mariano y Asun «saltaron» de la Laguna de Gallocanta hasta la calle San Andrés de Zaragoza.

¿Cómo fue el principio de la Asociación?La inauguración oficial se realizó en el patio de opera-ciones de la oficina de San Jorge, y asistieron todas lasautoridades de la Caja de ese momento.Nosotros vivíamos aquí, en Zaragoza siempre hemosvivido en el quinto piso del número 12 de San Andrés,en el edificio donde está la Asociación. Ahora el pisoestá muy arreglado, ha cambiado mucho desde que lle-gamos, y es ahí donde ahora vive nuestro hijo… Locierto es que esto es una gran alegría, porque todo estosigue siendo «nuestra casa».

Al principio la sede de la Asociación estaba en la calleZaporta, pero fue poco tiempo. En el cambio de local,el presidente era D. Francisco Palos, y todos los aso-ciados estaban muy ilusionados porque veían la posi-bilidad de muchas actividades con tanto espacio.

Te uniste a la Asociación en 1998 pero se podría decir que perteneces a ella incluso antes de jubilarte, ¿no?

Yo siempre me he sentido «Caja» (se adelanta Asun, ycasi sin darse cuenta coge en su mano un colgante que


lleva con el escudo de la Caja en un bonito engarce).Vivimos el traslado a la Plaza de Paraíso, y en aquelmomento, todo el mobiliario que salía de San Jorge adistintos destinos tenía que firmarlo Mariano.Algunas cosas vinieron a la Asociación, pero no todas sequedaron; cuando se veía que algo no encajaba en elconjunto o que no podía servir para lo que se pretendíahacer con estos locales, se lo volvían a llevar. Recuerdouna preciosa lámpara que era demasiado grande paralas habitaciones…, o muchas máquinas de escribir, queluego solo quedaron algunas… Ahora solo hay ordena-dores por todas partes, ¡el mundo ha cambiado!Nosotros realmente estábamos echando una mano atodas horas, y eso nos permitió ir viviendo todo casi encada momento…

Mariano, en aquel momento ¿tú ya estabas en la oficina de San Jorge?Sí, yo entonces estaba ya en San Jorge. Para mí fue unagran noticia el pasar a la Caja, aunque aumenté mi ho-rario laboral… (se ríe); tuve que empezar a las seis de lamañana supervisando a las limpiadoras que llegaban aesa hora. Y al mismo tiempo, Asun «heredó» mi pues-to en la portería…Luego, durante una temporada, estuve en el vestíbulode la «nueva urbana» de San Jorge como apoyo de todotipo… hasta que el Sr. Marqués me destinó al ficherocon el Sr. Roche. Yo no sabía nada de la operatoria dela Caja, pero aprendí a familiarizarme con los talonci-llos de ingreso y reintegro, con las fichas-cuenta…;cuando los cajeros nos pedían una ficha la sacábamosy poníamos una «falta» para luego poder volver a po-nerla correctamente… y al final del día había que vol-ver a poner todas las fichas-cuenta en su lugar.Y también me hice cargo de llevar las carteras de co-rrespondencia para las oficinas de Madrid y de Logro-ño a las agencias de transporte correspondientes. Lasvalijas también han cambiado mucho.A una persona que recuerdo con mucho cariño deaquellos tiempos es al Sr. Maza, no quiero dejar denombrarlo…Luego ya me jubilé y en 1998 me uní del todo a la Aso-ciación de Jubilados

¿Cómo fueron los «primeros pasos» en los nuevoslocales?Fueron tiempos muy bonitos. Lo curioso es que lasmujeres tuvieron mucho protagonismo (recuerdo amuchas de ellas con sus nombres, llegamos a tenernoscariño de verdad): participaron mucho en el acondi-cionamiento de los nuevos locales, se reunían muchasveces, venían mucho, organizaban muchas cosas, y sepreocupaban de muchos detalles.

Ellas organizaron partidas de cartas a las que veníamucha gente, y también se tomaron muy en serio laorganización de las distintas fiestas en Santa Águeda,San Valero, Fin de Año…En la preparación de estas fiestas se organizaba unaauténtica «cadena de montaje»: unas abrían los pane-cillos, otras los preparaban, otras los rellenaban, otrasfreían la longaniza (por ejemplo), otras preparaban lasbandejas, otras adornaban las mesas…Hubo quien trajo una freidora y la colocábamos delan-te de la ventana que da al patio interior para que sefueran los humos. Y todas nos sentíamos como una fa-milia.Para los postres solíamos preparar unos platos deco-rados con una rodaja de piña, un trozo de melocotón yun flan que alguna había preparado en su casa. OrestesArbiol también nos enseñó a doblar las servilletas depapel de forma artística, diferente cada vez, y al finaltodo quedaba preciosoMientras tanto, los hombres se ocupaban de montar ydesmontar el mobiliario que hacía falta en cada oca-sión… De verdad que éramos como una gran familia.Y después de estas celebraciones, lo que sobraba sellevaba a centros de caridad y beneficencia. Tambiéneran las mujeres las que se ocupaban de eso, buscandoayuda en amigos y familiares para el transporte.


Vosotros, que habéis estado siempre presentesaunque un poco «en la sombra», ¿cómo habéis visto la evolución de la Asociación en estos años?Lo mejor de la historia fue el principio: había mucharelación, mucha comunicación entre todos. Vuelvo arepetir que éramos una familia.Y creo que no deberían perderse las fiestas de SantaÁgueda, de San Valero, de Fin de Año… También estánmuy bien las comidas sociales (la comida de la amis-tad, la de Navidad…) porque va mucha gente que hacetiempo que no se ha visto, y hay mucha comunicación,que es lo que falta en general. Es cierto que luego cadauno se junta con sus amigos, pero estás con muchamás gente y eso es bueno.Siempre ha habido mucha unión, todos nos sentimosigual, sin categorías ni nada de lo anterior…, todos so-mos jubilados de La Caja y eso es lo importante. Aho-ra quizás hace falta un poco de «calor», quizás sea re-flejo de la sociedad actual, y también que ahora haymuchos locales y lugares donde reunirse distintos ti-pos de personas con distintos intereses…

¿Y los viajes?Sí, los viajes son una buena ocasión para estar conotros asociados, conocer a otros que no conoces… To-dos los viajes que hemos hecho han sido estupendos,la verdad.

En los Euroencuentros siempre lo hemos pasado muybien, han sido viajes muy bonitos que nos han dejadoestupendos recuerdos.

En Islantilla fue «especial»: volviendo del Rocío, Ma-riano fue «carreteando» en una carreta… ¡no puedesimaginarte cómo volvimos llenos de polvo del camino!Pero fue estupendo.

Ha pasado el tiempo… ¿qué creéis que falta actualmente en la Asociación?

Comunicación, básicamente comunicación. La revis-ta puede ayudar a unir a los asociados, pero hay máscosas.

Falta utilización del local, que sigue siendo precioso,aunque se haya hecho viejo; habría que buscar dis-tintas utilizaciones para aprovechar todas las habita-ciones. Hace falta gente que anime a otros a venir ahacer distintas cosas, hace falta más vida en los loca-les, aprovechar todo el espacio para distintas activi-dades…

Hace años se hacían varios grupos de amigos con dis-tintas finalidades, había mucha gente que venía mu-cho por los locales de la Asociación. Casi siempre ha-bía algún grupo haciendo algo... Ahora la gente es muyamable y cariñosa, pero el ambiente es más frío; anteséramos más una gran familia.

Una cosa muy buena que atrae a mucha gente es elcampeonato de guiñote… ¡pues habría que hacer máscosas de esas!, atraer a los asociados, poder dar vida aeste lugar tan bonito…

Sí, eso sería estupendo, pero hicimos una encuestaa casi setecientas personas para conocer sus intereses y poder organizar distintas actividades…¡y nos contestaron 26!. ¿Cómo podemos saber quéquieren las personas a las que queremos unir si nosabemos qué les interesa?

Sí, eso es un problema…, quizás somos muchos en unasociedad que es algo fría… Quizás haría falta una per-sona fija en la Asociación que pudiera encargarse demantener los locales abiertos, con distintos horariospara distintas actividades, atender las máquinas debebidas, y estar al tanto de todo.

Es difícil, pero tendríamos que volver a ser una familiacomo al principio…

¿Quién contesta a una cosa u otra?; en realidad son losdos. En unos casos empieza Mariano y Asun matiza…;en otros empieza Asun y Mariano complementa… ¡Gracias a los dos!


VISITAS CULTURALES REALIZADAS EN ZARAGOZA CAPITAL

El Chocotour o Ruta del Chocolate

Es Zaragoza ciudad de gran tradición cho-colatera, lo cual ha motivado la iniciativaturística de este recorrido visitando y de-gustando chocolate en establecimientostradicionales que forman parte de la vidagastronómica de la ciudad, como son Cho-colatería VALOR, Pastelería FANTOBA–abierta en 1.856–, Pastelería CAPRICHOy Chocolates de LA ABUELA.Realizamos tres visitas guiadas, asistiendoen total 105 asociados.

Museo de la Cerveza «La Zaragozana»

Fundada en 1900, La Zaragozana ha abierto sus puer-tas a los ciudadanos. El conjunto fabril de La Zarago-zana es el único en España donde se contempla todo elproceso de malteado de la cebada. La maquinaria, sal-vo alguna pequeña adaptación, data de principios desiglo y está en pleno funcionamiento, accionada porpoleas de cinta. La sala de cocción o braceado es unode los lugares más emblemáticos de las cerveceras. Esla cocina donde el maestro cervecero aplica sus rece-tas mezclando las maltas seleccionadas con el agua y elaromático y amargo lúpulo. La sala de cocidas de LaZaragozana es excepcional y única en España, por tra-

tarse de las mismas calderas y equipos que se instala-ron en 1900. Forma parte tanto de la historia del sec-tor cervecero, como de la historia industrial de Espa-ña. Manteniendo la decoración y arquitectura his-tórica se han restaurado las calderas de cobre y todossus mecanismos.En la antigua botellería se ha instalado la exposición«Un siglo de cerveza». También destaca un «Bosqueescultórico» formado por unas 25 máquinas represen-tativas de todo el proceso de elaboración de la cervezaen las diferentes épocas.Realizamos cuatro visitas guiadas, asistiendo en total130 asociados.



La Real Maestranza de Caballería de Zaragoza

Desde 1912 tiene su sede en el Antiguo Palacio de Don Lope, en la calle Dormer. Palacio renacentistaconstruído en el 2º cuarto del siglo XVI. Destaca en elinterior la rica ornamentación en yeso del patio y de laescalera, el extraordinario techo de madera, y los ar-tesonados de las salas de la planta noble.Realizamos tres visitas en distintos días, asistiendo entotal 155 asociados.

Puerto fluvial del Ebro y las Termas Romanas

En época romana el Ebro era navegable desde Dertosa(Tortosa) hasta Varela (Logroño) y a lo largo de susorillas se desarrollaba un intenso comercio que favo-reció la aparición de puertos fluviales en varias ciuda-des. De ellas, el de Caesaraugusta era el principal enlos siglos I y II d.C.Las Termas públicas se localizaron en el centro deCaesaraugusta en el espacio existente entre el Foro yel Teatro. De las diversas salas con que contaban estasinstalaciones: vestuarios, salas calientes, templadas yfrias, gimnasio, etc. sólo se conservan restos de unasletrinas con capacidad para más de veinte personas,que fueron derribadas para construir sobre ellas unagran piscina porticada en la que se podía nadar al airelibre.Realizamos dos visitas con más de cien asociados.



Ruta Cofrade

En un recorrido de dos horas por las iglesias de SantaIsabel de Portugal, San Felipe, San Pablo Apóstol ySantiago el Mayor, contemplamos una muestra de lospasos procesionales de diez cofradías, que están ex-puestos al culto durante todo el año. Siendo visitaguiada queda bien explicado el historial de los pasos,así como el de las cofradías e incluso las característicasde sus hábitos, capirotes y/o terceroles.Realizamos tres visitas en distintos días, asistiendo entotal 190 asociados.


E s creencia general suponer que los agricultores en-tienden bastante del tiempo que va a hacer. Pues

bien, a veces, ni con el Calendario Zaragozano a la vistaaciertan.

Recuerdo que, con ocasión de las visitas de propagandaque hacíamos a los pueblos de nuestras zonas, tuve queir a Oliván; pueblo montañoso situado entre Sabiñánigoy Biescas. Comencé las visitas y en el transcurso de lasmismas, observé que el cielo se estaba «encapotando»de forma un tanto alarmante, por lo que al pasar poruna era donde estaban trillando, les pedí su opiniónacerca del tiempo, manifestándome con toda rotundi-dad que no iba a llover, y continuaron su faena con laparva extendida en la era. Eso me tranquilizó de mo-mento, por lo que seguí con mi labor, pero viendo el carizque tomaba el cielo, decidí dar por terminada mi rondade visitas por ese día. Inicié el regreso hacia la carrete-ra, donde había dejado el coche, porque el río Gállego sehabía llevado el puente y en su lugar, habían atravesadodos maderos.

A mitad de camino entre el pueblo y el río y sin ningúnpreámbulo, comenzó a tronar, y a caer rayos y agua ental cantidad que, pienso que en el diluvio universal nocayeron tantos litros de agua y rayos por metro cuadra-do como allí. Llegó un momento en que, aturdido, no sa-bía si seguir adelante o regresar al pueblo. Todo lo veíamal, y sólo deseaba que aquello acabara «como fuera»,daba igual, pero que acabara. Estaba aterrado, todo era

ver caer rayos a menos de cien metros y en todas direc-ciones. Por fin, decidí volver al pueblo ante la imposibi-lidad de poder atravesar el improvisado «puente» en lascondiciones que estaba.

Me refugié en la primera casa que encontré y al vercómo llegaba, me ofrecieron cambiarme «toda la ropa»,así como el alojamiento hasta el día siguiente, cosa estaúltima que no pude aceptar, por la intranquilidad quesupondría a mi familia el hecho de no llegar a casa. Hayque tener en cuenta que no había teléfono fijo, y los mó-viles todavía no se habían inventado.

Cuando cesó de llover ya se había hecho de noche, y tuveque volver. No permitieron que lo hiciera solo y meacompañaron hasta que pasé al otro lado del río, dondetenía el coche. No había linternas eléctricas, así es quecon la luz de un candil de aceite, de los conocidos como«de capilla», hicimos el camino, y con él me iluminaronhasta el comienzo del supuesto puente desde dondearrastrándome por los troncos pasé al otro lado. Paraterminar el día, cuando llegué a casa casi no me cono-cían, tal como iba vestido, y me anunciaron que los ins-pectores me esperaban en el bar, para que les diera lasllaves de la caja fuerte. Menos mal que ante mi «tardan-za» en llevarlas, vinieron a buscarlas.

UN CONSEJO: Del tiempo que va a hacer, no te fíes nide los labradores, ni de la TV y refúgiate en cuanto pue-das, que es lo más seguro.

Agricultores meteorólogos

POR JOSÉ MARÍA LACASA

Cuando el equipo de redacción de esta Revista nos planteamos editar un número extraordinariocon motivo del XXV Aniversario de la Asociación, nos dimos cuenta de que necesitaríamos máscolaboradores de los habituales, y pensamos que si de cada año de los veinticinco convencíamosa un compañero jubilado para que nos contara sus vivencias, sus anécdotas y sus recuerdos desu paso por la Caja, cubriríamos el espacio necesario para obtener una revista presentablecomo extra por su tamaño y por su contenido, pues sabemos que estas historias personales sue-len agradar a nuestros habituales lectores. Así, tras establecer contactos en razón a la antigüedadde su incorporación a la Asociación, obtuvimos respuestas suficientes para cubrir nuestro objetivocon la calidad y emotividad que el lector puede encontrar en los siguientes artículos.


Algunos de los que me conocen saben que, parodian-do al clásico Platón, doy gracias a Dios por haber

nacido libre y no siervo, pero sobre todo le agradezco te-ner unos amigos y compañeros de trabajo ejemplares,por su fidelidad, profesionalidad y entrega a nuestraCaja. Por esto me hice de la Asociación.

De los recuerdos de mi vida laboral he de referirme a mipaso como Responsable de la Obra Social en la décadade los años 70. En aquella época también hubo disminu-ción de beneficios en los entidades financieras, con surepercusión en la Obra Social. Al mismo tiempo se esta-ba produciendo un fenómeno de cambio del área asis-tencial, cubierto por el Estado, al área cultural. Todoello requería un doble ajuste económico y de adapta-ción. Aumentar las cuotas de participación de los usua-rios y eliminar centros sin contenido fueron las accionesa realizar. Se clausuró el Sanatorio de Agramonte, ce-diéndoselo al propietario del suelo que era el Ayunta-miento de Tarazona, y la Escuela General Rañoy al Ar-zobispado de Zaragoza, para Escuela Puente paraGitanos, entre otros centros. Como contrapartida, lainauguración del Museo Camón Aznar, Salas de Expo-siciones, Casas de Cultura, Escuelas de Idiomas, instala-ción y «restauración» del Patio de la Infanta, reiniciaciónde actividades culturales y recreativas para Empleados,por encargo del Presidente Sr. Almarza (primero lascreo el Sr. Gay), con la proyección de eventos como elTorneo Internacional de Ajedrez Memorial Dr. ReyArdid, organizado por Rafael Pellicer. La concesión dela Gran Cruz de Beneficencia fue el reconocimiento delEstado a nuestra Entidad.

Como anécdota de las obras de restauración del Patio dela Infanta, quiero comentar que, al coincidir con lainauguración del Museo Camón Aznar, las visitasacompañando a los Académicos que se habían despla-zado desde Madrid a dicha inauguración, entre los quese encontraban Martín Almagro y Antolín, y al observarque estaban recubriendo las piedras con una especie deescayola, dijeron que si podían parar de hacer semejan-

te ultraje. No fue posible. Pero los que contemplamosaquella joya, con la patina que solamente el tiempo escapaz de cubrir las piedras a la intemperie, no se nos ol-vida después de la rocambolesca historia de trasladarlas piedras, clandestinamente, desde Francia y conser-varlas en un almacén del Arrabal. No puedo dejar de re-cordar con cierta nostalgia, a D. José Sinués, Directorde nuestra Entidad y Presidente de la CECA, por su au-dacia y valentía en defensa de sus representadas; fuequien compró a un anticuario francés el Patio de la In-fanta y durante su mandato nuestra Caja alternaba,con la de Madrid el 2º puesto en el ranking de la CECA.En estos momentos de crisis es preciso defender los esta-tutos fundacionales, pero que no se desvirtuaron losprincipios que inspiraron a los patronos de la Sociedadque fundó nuestra Entidad; ha de recuperarse el autén-tico contenido de nuestras Cajas, de fomentar el ahorroy luchar contra la usura, además de destinar a la ObraSocial parte del beneficio, cuidando que el Gobierno nolas convierta en cajones en beneficio del resto de entida-des financieras. Otro tema es que por una dirección in-eficaz o incluso delictiva, tengan que fusionarse recon-vertirse o desaparecer mediante concurso.

Como sugerencias para la revista, podrían publicar re-portajes de excursiones, artículos de interés sobre cocina,bricolage. Frases célebres, humor, encuestas de los Aso-ciados sobre temas de la Asociación, etc. En otro ordentambién se podría tener algún detalle, con Asociadoscon invalidez permanente, que no pueden asistir en Na-vidad a los actos.

Mi felicitación para todos y en especial para la nuevaJunta, por la celebración de esta efemérides, con el de-seo de que se cumplan muchos más y si es posible, sobre-viviendo nuestras Cajas a este Gobierno como lo hicie-ron a monarquías, validos, dictaduras y republicas.Creo que sería interesante dotar a las Cajas de un siste-ma capaz de optimizar la gestión como cualquier em-presa en orden a estimular la inversión.

Recuerdos de mi vida laboral

POR RAFAEL GONZÁLEZ DE AGÜERO


A José Egido Navarro le solicitamos que escribiera unartículo para este número de la Revista NOSOTROS. Escribió el articulo «con su pluma profesional» y lotenía preparado para que su hija Elena nos lo enviarapor e-mail. A los pocos días de escribirlo nos llamó ella para comunicarnos el fallecimiento de su padre ycumplió su deseo: lo mecanografió y nos lo envió parasu publicación póstuma. Amigo Pepe, gracias por tu colaboración.

Año 1942. Teruel, «Caja General de Ahorros y Mon-te de Piedad de Zaragoza». Allí comenzó mi vida

profesional hasta el año 1989 que pasé a engrosar la lis-ta de jubilados de «Ibercaja».

Hoy, diciembre de 2010, al contemplar estas fechas, 47años de trabajo y 21 años jubilado, la imaginación y elrecuerdo me hacen revivir muchos acontecimientos y fa-cetas de mí vida. Mucho podría contar y escribir, peroseré breve.

Recuerdo los muchos desplazamientos en bicicleta para,desde Alagón, hacer inspecciones –o situar fondos en lasAgencias de Pedrola y Boquiñení–, siempre con montonesde fichas empaquetadas y atadas en el soporte trasero dela bicicleta, y sobre todo a Remolinos, cuyo único puentesobre el río Ebro era una barcaza grande, manejada há-bilmente por el barquero cuando había que pasar a mu-chas personas e incluso caballerías, pero cuando solotenía que pasar una persona con su bicicleta y su co-rrespondiente paquete de fichas o una vieja cartera confondos, el barquero usaba un pequeño pontón que termi-naba de cruzar el Ebro muchos metros más abajo.

Recuerdo también un desplazamiento de Molina deAragón a Peralejos de las Truchas, Solanilla y yo, estavez en taxi. Yo dejaba Molina para desplazarme a minuevo destino en Tauste. Solanilla era el nuevo Directorde la Sucursal de Molina, y visitamos a un señor viudo,alto, delgado y futuro cliente nuestro. Nos recibió en elportal de su casa, rodeados de gallinas y al fondo se oíael ronquido de los cerdos. Quiso invitarnos y bajó las es-trechas y retorcidas escaleras con una botella de aguar-diente y una copa pequeña y sucia. Solanilla, más listoque yo, declinó la invitación alegando que tenía prohibi-do tomar bebidas alcohólicas, y yo me vi forzado a acep-tar. Al darme la copa llena, que estaba muy sucia, nues-tro futuro cliente, sin inmutarse, bebió primero pen-sando, supongo, que así la limpiaría un «poquito».

Cuando en las noches de insomnio mi imaginación recuer-da tanto esfuerzo, tanta entrega, tantas horas extras sinrecibir nada, ni pedir nada, he de confesar que siento unafuerte sensación agridulce pero, claro, siempre superadapor la intima satisfacción de mi deber cumplido.

A estas alturas de la vida, cuando nuestras limitacionesvemos que se van acentuando, más que en el presente sepiensa en nuestra vida pasada, y la posibilidad perdidaque tuvimos de haber hecho las cosas mejor. Más que enel presente se piensa también en llegar a nuestra metacon dignidad y esperanza. Yo he confesar que he supera-do todo, menos el dolor de haber perdido a mi esposa.

Su recuerdo y mis sentimientos hacía ella quise expresar-los en una poesía que adjunto, escrita poco tiempo despuésde haber ingresado ella por enfermedad en una residencia.

QUIERO

Largas noches de insomnio.Melancólicos días vividos

buscando siempre el cariñode mi esposa amada, ya perdido.

Porque tú, Elena, te has ido.

¿Dónde estás? con pena te busco,en casa y en la Iglesia no doy contigo.

Sé que en la residencia «Pirineos» estás,con cariño te han acogido en su centro,

pero tu recuerdo sale a mi encuentro

Cuando con dolor veía tu mente enfermadesde mi ansiedad herida te preguntaba

¿Qué te apetece Elena?, ¿Qué quieres cariño?Tu siempre, con pena, respondías lo mismo:

¡Nada Pepe! Solo quiero estar contigo.

QUIERO ver el sentido de mi soledad. QUIERO que perdure siempre el recuerdo

de tantos amores contigo vividos.¡Quiero que sea el dolor de tu ausencia

el que domine siempre mis sentidos!

QUIERO con inusitada fuerza gritarLo feliz que contigo siempre he sido y que cincuenta años felices, ya idos

me den fuerzas para seguir el camino que con mis hijas me marque el destino.

Recordando… Versos

POR JOSÉ EGIDO NAVARRO


S oy María Pilar Paraled Basols. Me prejubilé en marzode 2008 y solicité el alta en la Asociación ese mismo

mes. He trabajado en «La Caja» 37 años. Mi vida profesio-nal se ha desarrollado toda en Huesca capital: en la Ofici-na Principal, en la Urbana 1 como interventora y en laUrbana 2 como responsable de préstamos.

A los pocos días de mi incorporación a la Asociación asis-tí a una junta general y a una comida; en ésta, se rindióhomenaje a unos compañeros que llevaban 50 años en laEmpresa, y alguno todavía estaba en activo. Recuerdoque me pareció «alucinante», aunque no envidiable.

Mi participación en la Asociación ha sido asistiendo aviajes, excursiones y visitas guiadas, por cierto, muybien organizados y variados. Siempre he ido acompaña-da por mi marido, Carlos Manau Torres, que también esempleado jubilado de Ibercaja. Dos de esos viajes se rea-lizaron a la provincia de Huesca, cuento ésto porque enuno de ellos nos ocurrió una anécdota que paso a rela-tar: Viaje a Jaca (Museo Diocesano recién inaugurado yla Ciudadela) parando en Bolea para ver la Colegiata.Quedamos con la organización que nos recogerían en el

aparcamiento de un hipermercado, donde siempre, diji-mos. El problema es que, aunque Huesca es pequeño,tiene dos hiper, uno a la entrada desde Zaragoza, y otroa la salida, dirección Jaca. Como en un viaje anterior,que fuimos a Ordesa, nos habían recogido en el primero,allí nos fuimos, pero el autobús fue al segundo, pensan-do que era ése al que teníamos que acudir. Unos y otrosesperando, los del bus no sabían mi móvil y nosotros cre-yendo que habían salido tarde de Zaragoza. Cuando mepuse en contacto con ellos, evidentemente, ya se habíanido. Mi enfado fue «morrocotudo» y cuando mi maridome preguntó qué hacíamos, le dije que «a casa»; él, conmuy buen criterio no dijo nada pero me llevó por el ca-mino más largo para que me calmara, y así fue. Contac-tamos con el grupo y nos incorporamos a ellos en Bolea,nos pedimos disculpas mutuamente y pasamos un díaexcelente todos juntos.

Quiero añadir que, a pesar de no conocer a la mayoríade los integrantes de las distintas excursiones, hemossido tratados y acogidos con gran cordialidad, por locual damos a todos las gracias.

Recuerdos y anécdotas

POR MARÍA PILAR PARALED BASOL


A petición de la Asociación de Jubilados escribo es-tas líneas en las que expreso alguna de las viven-

cias, desde mi ingreso en la oficina de Teruel el 21 deenero de 1953 hasta el día de mi jubilación en Zaragozael 2 de abril de 1993.

En el año 1953 la Caja en Teruel, hacía una labor socialque consistía en pasar películas de cine los domingospor la tarde en el Centro Penitenciario. Eran películasde Cantinflas, de El Gordo y el Flaco, y eran, por supues-to, en blanco y negro. Los operadores entre otros, éramosmi hermano, Don Juan Blasco (cariñosamente Juan ymedio) y yo. Y desde luego sin cobrar las horas extras.

Otra vivencia poco conocida, ésta ya en Zaragoza en Se-mana Santa y durante varios años, mi hermano y yo, en-cerrados en Secretaría de Dirección mecanografiába-mos la «Memoria Anual» que se presentaba al Consejode Administración. Teníamos que hacer un ejemplaroriginal para cada Consejero, por no conocerse entonceslas fotocopias. El motivo de la elección fue por ser losmás rápidos mecanógrafos de la Institución.

Otro dato a destacar fue en el año 1964, la máquina deescribir IBM 072. La que tuvimos en Secretaría de Di-rección fue la primera que hubo en Zaragoza y en Espa-ña solamente había tres o cuatro. Se fabricaba en Ho-landa y tan solo hacía un par de años que se habíalanzado en Estados Unidos. Varias eran las novedades

que presentaba aquella máquina: El carro con el papelno se desplazaba, carecía de palancas portatipos y fun-cionaba con una esfera o bola donde estaban todos lostipos de letra, la cinta venía dentro de un estuche de muyfácil colocación. Había varios tipos de bolas con las le-tras, tuvimos inicialmente el modelo «normal», «nota-rio», «delegado» y «alfabeto griego»; no había posibili-dad de que se montasen o machacasen las letras. Lavelocidad de escritura era enorme. Teóricamente, hastamil pulsaciones por minuto, pero ningún mecanógrafopuede mover los dedos a ese ritmo.

También fue una novedad el «Servicio del Telex». Lo te-níamos instalado en la Dirección General Adjunta y ser-vía para transmitir y recibir mensajes escritos entreabonados. Empezó funcionando entre las Cajas, e ini-calmente lo tuvieron el ICA, la Caja de San Sebastián,la Caja de Canarias y nuestra Caja que teníamos dos,uno en Central y otro en la Sucursal de Madrid. Las le-tras se escribían todas en minúsculas, y se empleabapara mensajes confidenciales y para transmitir las coti-zaciones de Bolsa. Pulsando una tecla se recibía en ci-fras y signos. Su funcionamiento al principio tenía ho-rario y era de 8 a 15 horas. Desde el principio lo manejésin dificultad.

Durante mis 40 años de servicio en la Institución

He aprendido a ver, oír y callar.

He aprendido que un cabello, por fino que sea, proyectasombra.

He aprendido que una sonrisa siempre es necesaria.

He aprendido que siendo humilde se es más grande.

He aprendido que la vida es corta y hermosa... y que de-bemos aprovecharla.

Para finalizar, mi recuerdo para Don José Sinués y Ur-biola, Don José María Royo Sinués, Don Benito Gil Ci-rez, Don Manuel González Miranda, Don Enrique Gon-zález Simarro y Don Luis Arturo Lorente Peña, todosellos fallecidos y con los que he tenido una relación espe-cial. Seguiría nombrando compañeros hasta el infinito,pues todas las personas con las que me he relacionadomerecen mi consideración por lo mucho que me hanayudado y enseñado. Para ellos y para todos los compa-ñeros un cordial recuerdo.

Anécdotas vividas en la Caja

POR LUIS PALLARÉS ZURITA


T odo comenzó una mañana en el pabellón francés dela Feria de Muestras antigua, allí estábamos todos

los que aspirábamos a poder trabajar en la Caja, y des-de entonces ha sido una sucesión de destinos. Despuésde hacer el cursillo de entrada en el edificio de la plazade Aragón, mi primer destino de trabajo fue Alhama deAragón por las mañanas, y por las tardes Jaraba y Cal-marza. Las noches después de la cena (estaba hospeda-do en la fonda de Fulgencio), lo clásico era un paseo porlos jardines del balneario Termas Pallarés, o una partidade rabino en la misma fonda, con el mosén del pueblo, eldueño de la fonda, un maestro que también estaba hospe-dado y el dueño de un comercio del mismo Alhama.

No soy cazador porque no me gusta matar animales,pero un día viniendo de noche del trabajo en Calmarza,a un pobre conejo no se le ocurre otra cosa que pasar pordebajo del coche; la verdad es que estaba muy buenoguisado, porque se lo llevé a la señora Carmen en la fon-da y el guiso que hizo al día siguiente estaba delicioso.

El siguiente destino fue San Jorge, hasta que pasamos aParaíso, en un equipo volante que lo componíamos dos,haciendo apoyos en Compensación, UCA, Servicios do-miciliados y Control de Bancos al cabo de unos mesesme destinaron solamente en Control de Bancos. En estosdestinos aprendí muy bien la temática de los mismos enlos que estuve aproximadamente un año y medio. Eneste tiempo me di cuenta que necesitaba estar más encontacto directo con los clientes, por lo que me puse ma-nos a la obra, y solicité destino en la red de oficinas. Asíme llegó el siguiente destino, que fue Pina de Ebro. Loatendía por las mañanas, siendo las tardes para traba-jar en Osera de Ebro, de esta forma estuve un año y me-dio aproximadamente, la competencia en Pina de Ebroera de cuatro entidades, nuestra oficina llevaba abiertaunos dos años. Cuando llegué allí todavía se trabajaba amano, ya que la oficina no estaba informatizada. Sigoguardando buen recuerdo de este destino, a pesar de quesuponía meter muchas horas.

El siguiente y definitivo destino hasta mi prejubilaciónel 30 de noviembre de 1999 fue la sucursal de Alagón, queen aquellas fechas la componían once oficinas, la propiaAlagón como Sucursal, cuatro Delegaciones, Pinseque,Figueruelas, Pedrola y Remolinos, y seis Agencias Ru-rales, Alcalá de Ebro, Cabañas de Ebro, Grisén, Bárbo-les, Bardallur y Plasencia de Jalón; exceptuando la ofi-cina de Alagón, las demás estaban sin mecanizar y se

trabajaba con las fichas-cuenta a mano. En aquellas fe-chas era obligación hacer dos visitas de inspección alaño a cada una de las oficinas dependientes, lo que su-ponía un arduo trabajo de comprobación ficha por fichaen las oficinas que se trabajaba a mano, así que eranveinte inspecciones anuales y algunas de ellas de más deuna día. También nos tocó sufrir más de un atraco. Uncaso insólito me ocurrió en la oficina de Alagón, dene-gué un préstamo y me regalaron un cordero que nos co-mimos todos de la sucursal en la Peña Sajeño.

Esta es una zona rural con mucho peso agrícola en sueconomía. Cuando llegué allí en noviembre del 82, esta-ba recién abierta la fábrica de coches General MotorsEspaña, y aunque todavía el peso agrícola era alto, pocoa poco los salarios de la fábrica fueron sustituyendo aparte de las cosechas agrícolas. Nos supuso mucho tra-bajo la captación de nóminas.

En síntesis esta ha sido mi vida laboral para y por laCaja.

Recuerdos de mi trabajo en la Caja

POR JUAN BRIZ MURILLO


F ue en Canarias, en la isla de La Palma, la más boni-ta del archipiélago, dicen. La Caja de Ahorros In-

sular de La Palma asumió la organización de la fase fi-nal de aquel campeonato al que llegamos siete equipostras superar varias eliminatorias. Caja Madrid, CajaGuipuzcoa, Caja Alicante, Caja Valencia, Caja Asturias,La General de Granada y nosotros. El organizador teníaacceso directo, de tal suerte que ocho Cajas de Ahorrosdisputamos la final del 2º Campeonato de España, cuyainscripción al principio fue de veintiún equipos.

El primer campeonato lo había ganado en 1981 La Cajade Ahorros Provincial de Guipuzcoa, organizado por laProvincial de Alicante desde su Obra Social del Ajedrez,donde José Luis Aracil y Delfín Burdío fueron los pro-motores de aquel movimiento ahorro-ajedrecista.

La competición se estableció a seis tableros, y nuestrogrupo lo componíamos Esaín, Barahona, Santamaría,

Pellicer, Gonzalo, Fabián, Latre, Egido, Berdor, De LasHeras y Valdehíta. Aunque en esta ocasión los tres últi-mos no se desplazaron.

Los ocho equipos se distribuyeron en dos grupos, y en elnuestro vencimos a Valencia, Asturias y La Palma; perodigamos que el encuentro difícil fue contra Caja Valen-cia. Al concluir la primera sesión de juego teníamos elpartido en situación muy comprometida, de forma quecasi nada más podíamos aspirar al empate a tres.Habíamos perdido los tableros 5 y 6, ganado Esaín el 1ºy tablas de Pellicer en el 4º. Barahona y Santamaría tu-vieron que aplazar sus partidas a las 9 de la noche, am-bas en posición de igualdad lo que, de ser tablas, nos ha-cía perder el encuentro. Ante esta situación, ya segurosde su triunfo los valencianos apenas analizaron sus par-tidas y se fueron tranquilamente a cenar, pues a las 23horas se reanudaba el juego en 2ª sesión. Nosotros pre-

ferimos analizar las posibles líneas de continua-ción, pues tanto Santamaría como Barahonaeran especialistas en finales de partida, y supie-ron encontrar soluciones de victoria en ambasposiciones, dándole la vuelta al marcador. Ga-namos 3,5 a 2,5.

El campeón del otro grupo fue Caja Madrid. Dig-nísimo rival al que vencimos en la final, tras el 3-3, por tener mejor desempate, pues el resultado delos tres primeros tableros fue 2,5 a 0,5 a nuestrofavor. Esaín, Barahona y Santamaría fueron consu imbatibilidad los verdaderos forjadores deltriunfo final. Destacando Miguel Esaín que ganósus cuatro partidas y obtuvo el premio a la mejorpartida por su brillante triunfo ante Emilio Sua-rez de Caja Asturias.

Hay que recordar que no todo fue ajedrez, sinoque los anfitriones habían preparado varias vi-sitas turísticas matinales por la isla que resul-taron muy interesantes y bonitas, sobre todo laque nos llevó hasta el volcán Teneguía, al sur dela isla, atravesando el Parque Nacional de LaCaldera de Taburiente. Es un gran valle rodea-do de cumbres que superan los 2.000 metros dealtitud y un solo desagüe natural en el Barran-co de las Angustias. Grandes masas de pino ca-nario cubren las laderas de los barrancos. En el

Ajedrez en las Cajas de Ahorros Confederadas

Fuimos Campeones de España en 1982

POR RAFAEL J. PELLICER SANCHO


P arece ser que por veterano en la Asociación de Jubi-lados y Pensionistas de lbercaja me ha tocado cola-

borar en una publicación que, contados por los propiosasociados, recoja los acontecimientos, anécdotas, even-tos, etc. que configuran, de alguna forma, la historia denuestra joven Asociación. Vaya por delante que de cro-nista y menos de ameno tengo poco, a pesar de ello, meatrevo a comentar las distintas vivencias y experienciassentidas en las diferentes excursiones a las que hemosconcurrido mi «cara esposa» y yo.

Gracias a la dedicación y buen hacer de los directivos dela Asociación Ibercaja y la Asociación Europea, he po-dido realizar y disfrutar de diversos eventos, unos reali-zados en la península ibérica y otros en el extranjero,todos ellos muy interesantes, agradables y con buen ro-llo, que empezaron con buen pie y terminaron mejor.

Recuerdo con agrado la primera vez que asistí a unaAsamblea Nacional, un poco por curiosidad, porquetodo salió muy bien y, en especial, porque hacia un par

de años que se había celebrado en Zaragoza y, al identi-ficarme como jubilado de Ibercaja, fueron varios los co-legas nacionales que habían asistido a la misma, quecoincidieron en lo bien que lo habían pasado y lo bien or-ganizada que les resultó, vaya pues mi enhorabuena yagradecimiento a los organizadores supervivientes dela misma.

Los primeros años se notaba una cierta predisposiciónpor parte de las Cajas a patrocinar y subvencionar loseventos nacionales. Baste recordar entre otras atencio-nes, las cenas de clausura de las Asambleas, en las quelas «benéficas entidades» se esforzaban en superarse; ybien que lo conseguían, para sorprender y agasajar a losasambleístas. Pero apareció la crisis y algún mago sacóde su chistera un «ERB» (Expediente de Regulación deBalance) y en los últimos años el esfuerzo se ha ido debi-litando hasta llegar casi a su agotamiento.

Gracias por vuestra paciencia y benevolencia al leerme,saludos para todas y todos.

Un matrimonio viajero

POR JOSÉ IZQUIERDO AGUILAR

fondo se localiza la más extensa sauceda de sauce cana-rio que hay en el archipiélago. Toda la isla es un vergeldonde destacan las plataneras del inmenso valle de Ari-dane, en contraste con el paisaje volcánico que en el surpresenta el volcán Teneguía cuya última erupción data definales de 1971. Su cráter apagado pero humeante en algu-nos puntos, desprendía el fuerte olor característico de azu-fre, y su inhóspito paisaje de tierra quemada sobrecogía.

Unas y otras cosas nos hacen recordar con alegría aque-llos momentos, y no solo por haber sido campeones, sinoque con motivo del campeonato organizamos un viajeturístico a Tenerife y completamos un avión de 120 pla-zas, por lo que fuimos bien acompañados y muchos delos compañeros que vinieron aún se acordarán. FabiánMartínez con profesional maestría fue quien se ocupóde gestionar todo lo referente al vuelo charter, al aloja-miento en Tenerife del 7 al 14 de noviembre, y los auto-buses hasta Barajas y regreso. Nosotros, que nuestro des-tino era La Palma y éramos quince, cambiamos de avión y

seguimos ruta. El día 12 volvíamos con la Copa de Campe-ones a Santa Cruz de Tenerife, al Hotel Las Aguilas, don-de nos incorporamos a la expedición y recibimos las pri-meras felicitaciones por nuestro importante triunfo.

Mención especial merece la felicitación recibida delConsejo de Administración de la Caja, que en su sesióncelebrada el día 26 de noviembre de 1982 tomó el acuer-do de que constara en Acta y se nos transmitiera la mássincera felicitación corporativa y de la Dirección Gene-ral por nuestro triunfo deportivo. Victoria que colocabaa nuestra querida Institución en primer lugar, y el orgu-llo de tener en nuestra plantilla al mejor equipo de aje-drez de España. Con agradable sorpresa recibimos eloficio firmado por el entonces Presidente D. FernandoAlmarza y Laguna de Rins.

Y para terminar, justo es que tengamos un recuerdopara nuestros dos compañeros, excelentes ajedrecistas,Antonio Latre Betato y José Egido Navarro, que disfru-taron este triunfo pero que ya no están entre nosotros.

(viene de la página anterior)


C uando recibí una invitación de la Asociación de Ju-bilados y Pensionistas de Ibercaja para participar

en el 25 aniversario de su fundación me sentí halagadode poder compartir con vosotros algunas de las viven-cias y recuerdos de mi paso como Empleado de la Cajade Ahorros.

Mi relación laboral con la Caja comenzó en el año 1960,en la Estación Experimental de Aula Dei donde, a travésde su Obra Social, la Caja participaba en la experimen-tación, estudio e incremento de la productividad de losproductos agrícolas (cereales, árboles frutales, etc.) quedespués se comercializaban a través de AGRAR.

De ahí, pasé a la sucursal de Cenicero (1964), al Servi-cio Exterior Agrícola donde ya se puede decir que eramás Caja que Obra Agrícola, permaneciendo hasta laSemana Santa del año 65, fecha en la que fui destinadoa Graus para hacerme cargo de la Agencia Rural deArén, a la que acudía tres tardes a la semana para abrirla oficina y atender a los clientes. En aquella época,donde los coches eran un lujo destinado a unos pocos,me desplazaba en taxi, o en el Seat 600 del Director, queme llevaba y me traía. Cuando esto no era posible me to-caba pernoctar en Arén y madrugar al día siguientepara coger el autobús de línea Pont de Suet-Lérida has-ta Benabarre y, desde allí, el autobús a Graus.

Aunque estuve poco tiempo, recuerdo Cenicero con grancariño. Era un pueblo muy acogedor donde a la gente legustaba relacionarse y donde, además, se podían beberunos chiquitos estupendos por poco dinero.

Después de mi paso por Cenicero y Graus, me traslada-ron a Alagón, justo en el momento en el que se hizo car-go de la sucursal Ángel Plou. La convivencia era tan es-trecha, que se puede decir que éramos como una granfamilia. Compartíamos patrona, lo que nos permitíapasar muchas horas juntos, tomando unas pastas hastala hora de la cena después de cerrar la oficina. Eso, si noteníamos que ir a las Agencias Rurales como Remoli-nos, Luceni o Boquiñeni, por citar algunas. ¡Parecíamosgaiteros, de pueblo en pueblo!.

En octubre del 66 volví a Zaragoza a la Urbana 4 Deli-cias. Allí conocí a Justo Beracierto «el ruiseñor de Jara-ba» quien seguro estará, en estos momentos, contándolechistes o cantándole alguna jota a San Pedro. Cuandome trasladaron a Compensación Central en San Jorge(1968) también coincidí con él, recuerdo haber tenidoque salir corriendo por la oficina más de una vez paraevitar sus «enfados» porque yo era más rápido que élpunteando listados o sumando letras. Al final, todo sequedaba en otro chiste y muchas risas. Aún tengo guar-dado su MACARIO, cuando me marché de interventor ala Agencia 6, unas poesías en las que de forma irónicaretrataba a sus compañeros.

No quiero olvidarme de Demetrio Mozota, alias «el pa-dre Mozota» con el que todavía mantengo una estrechaamistad cultivada a lo largo de muchos veranos en Beni-casim e intercambio de llamadas telefónicas ahora quereside en Madrid.

Mi última salida desde Zaragoza me la comunicó LuisGil, por aquel entonces Jefe de Compensación, quien mepidió que fuera a Madrid para hacer unos cursillos en laCECA sobre la implantación del sistema SICA en lasCajas. A este curso lo llamamos «el curso de llenar el ex-pediente» ya que a ninguno de los dos que fuimos nostocó llevar la sección cuando comenzó a funcionar.

Después de la Agencia 6, vino la 39 y finalmente la Ofi-cina Principal de Paraíso, hasta el 31 de diciembre de1999, fecha en la que me prejubilé. Parece que fue ayer,pero habían pasado ¡40 años!

Vivencias y recuerdos

POR FELIPE MORENTE HORNA


N o preciso el día de marzo de 1958, cuando sustituíamomentáneamente a la profesora de la asigna-

tura del idioma francés e impartía clase de lectura, dedicha materia, a los alumnos de 4° de bachillerato en elColegio de Nuestra Señora de Sancho Abarca. Tenía 14años. Me sentía a gusto pronunciando un francés rayan-do, para mí, a la perfección, y que posteriormente les ha-cia repetir al grupo de la clase. En aquellos momentosera un rey sin trono, cuando de pronto, hace acto de pre-sencia en el aula la profesora titular, doña Matilde. Conrostro emotivo y ojos resplandecientes me coge por loshombros y al mismo tiempo que me da dos sonoros be-sos, me dice: ¡Enhorabuena, Fernando. Has aprobadolas oposiciones de la Caja! No sé que cara puse. ¿Es queno te alegras? –apostilló doña Matilde. –Como las hicehace cuatro meses... –contesté impasible. –Vamos al re-cibidor que está esperando Sánchez Serrano a quien tie-nes que sustituir, porque él se marcha de cadete a laAcademia General Militar. ¡Alé, vamos! –¿Y la clase? Nola hemos terminado. –No te preocupes ya hablaremos detu situación. Sólo quedan dos meses para finalizar elcurso. Tú, tranquilo.

El futuro cadete me recibió con una sonrisa de oreja aoreja. Moisés era parco en palabras. Por supuesto que loconocía. Era una bellísima persona. Pensé en el sacrifi-cio que aquel joven hacía para poder terminar el bachi-ller en horas intempestivas, y que ahora me tocaría a míhacer lo propio. Sánchez, tenía 18 años, era alto y fuerte.Me cogió del brazo y como si fuéramos hermanos me lle-vó a la oficina de la Caja. Me recibió don Luis Martínezde Aguirre, interventor de la oficina. Alto, espigado, ojosexpresivos vestidos con gafas. ¡Enhorabuena, señor Ber-múdez! Usted, a partir de mañana, será el nuevo emplea-do de la Caja. Mañana a las 9 se presenta a trabajar.Don Luis, no tendría más de 25 años, soltero y era muyresolutivo. Se despidió Sánchez, y sentí que me quedabahuérfano. A mi llegada a casa, mis padres estaban muycontestos. Yo, no. Al día siguiente como era habitual, alas 8 de la mañana fui al Convento de las Clarisas, paraayudar a celebrar la Santa Misa. Cuando terminó la ce-remonia, enfilé la calle para ir al colegio. Todos los díasa las 9 había matemáticas. A mitad del camino, me per-caté de mi incorporación a la Caja. A la hora prevista

D. Luis, se presentó en el patio de la casa que daba acce-so a la puerta de entrada a la oficina. –¡Buenos días se-ñor Bermúdez! ¡Qué frío hace! Ahora tendrá usted queencender la calefacción.

¡Mariano, baje! Apareció un señor sesentón, con buencarma. Mire Mariano, le presento al nuevo empleado,Femando Bermúdez. Nos saludamos. Mariano, enséñe-le por favor, cómo se enciende la calefacción. El señor encuestión vivía en la casa, con su esposa, en calidad deencargado de la misma, puesto que había tres viviendasy corrales. Acompañé al bueno de Mariano hasta el corralque estaba en la parte posterior de la casa. Un corralamplio, con sus correspondientes, wateres y aseos, paracada vivienda, y al fondo la leñera. En el rincón de la le-ñera había un hacha, en Tauste dicen «astral», que eraapropiada para los cortadores de troncos de árboles. La«astral» era más alta que yo, y excuso decir lo que pesa-ba. –Ven hijo, vamos hacer «astillas» para que prendamejor el carbón. Sobre un tarugo enorme, el señor Ma-riano cogió un trozo de leña «asequible» y manejaba elhacha con golpes secos para poder hacer «astillas». Elhombre sufría de asma y tenía que pararse de vez encuando. –Ahora te toca a ti. –Me encaré con el hacha, ycomo si ésta tuviera ojos, me quedé mirándola. «Piensohacerme amiga tuya» –pensaba–. Y el filo del astral pa-recía que se carcajeaba de mi. Tomé el hacha levanté loque pude de ella, y cuando el filo le pegó al tronco de lamadera, ésta se quedó impasible. El hacha rebotó en eltronco débilmente, hasta dos veces y se salió del soporte.–Tienes que pegarle más fuerte, si puedes. –Dijo el señorMariano–. Sánchez tenía mucho poder y tu eres muy jo-ven. Tomé nuevamente el hacha y la alcé de tal maneraque Mariano espetó –¡Para, que aún me has de matar!Deja que ya hare «astillas» para varios días, y así evita-remos alguna desgracia.

Las «astral» me había ganado la partida. Aquél día seencendía la calefacción a la hora de comer. No fue unbuen comienzo de trabajo. Fue el presagio de algo quenunca debió sucederme. No culpo a mis padres, porqueen aquel entonces, había mucha necesidad en todos losórdenes. Hoy doy gracias a Dios de que, al final de todosaconteceres, yo le gané el pulso a la «astral» y estoy fe-lizmente jubilado.

Anécdotas: «La astral»

POR FERNANDO BERMÚDEZ CRISTÓBAL


C orría el año 55 del pasado siglo y trabajaba yo enuna empresa de viveros agrícolas; cada sábado te-

nía que ir de Zaragoza a Alagón para pagar a los obre-ros. Me desplazaba en tren hasta Pinseque, y allí me es-peraba el encargado de los viveros con su moto Guzzipara llevarme hasta Alagón. Preparaba las nóminas enel Avenida, y a mediodía concluía mi trabajo entregan-do los sobres a los operarios. Comía en Casa Eladio, ypor la tarde regresaba a Zaragoza en autobús.

En una ocasión, acompañé al encargado hasta el estan-co a comprar un cuarterón, que era entonces lo que todoel mundo fumaba, y el estanquero nos dijo que había re-cibido unos paquetes nuevos de tabaco canario con loscigarrillos ya hechos. Había un ciento de marcas y élcompró uno de ANTILLANA; a mí me llamó la atenciónel colorido que tenían y compré uno de la marca JEAN.

De esta forma y en este momento inicié la gran colecciónde paquetes de cigarrillos que en la actualidad poseo.Son 7.459 paquetes de 159 naciones distintas, y todos,todos llenos de cigarrillos.

Desde entonces, cada sábado me compraba uno en Ala-gón pues, aunque sólo me costaba un par de pesetas opoco más, mi sueldo no me permitía demasiadas alegrías.Un tiempo después, en El Tubo, descubrí el puesto quetenía la señora Serafina, la cigarrera, y allí me compra-ba las cajetillas de tabaco americano procedentes de laBase Aérea.

Cuando posteriormente ingresé en Ibercaja, aprovecha-ba las vacaciones en Isdabe para pasar a Gibraltar don-de encontraba tabaco distinto. Durante 33 años he esta-do viajando a Andalucía y cruzando el estrecho, pues enCeuta también encontraba paquetes de todo el mundo ybaratísimos de precio.

Desde hace varios años pertenezco a una asociación decoleccionistas de diversas y variadas aficiones, y a pesarde los numerosos contactos que tengo me resulta impo-sible completar la colección, pues me falta tener cajeti-llas de Georgia, de Linchestein, de San Marino y de Ga-les, por lo que si alguno de los lectores de esta revistatiene ocasión de visitar estos países, le ruego que seacuerde de adquirir alguna cajetilla para incorporarlaa mi colección. Le quedaré muy agradecido.

El coleccionista

POR TOMÁS ASENSIO


H ace algún tiempo (mejor no hacer referencia histó-rica del evento ya que, para los que nos considera-

mos todavía jóvenes, sería más o menos «anteayer») su-cedió que, como el tiempo no pasa en balde, hubo aalgunos que les llegó la hora de cambiar de status labo-ral, de abandonar la jornada continua o dicho en jergacomún, la hora de la jubilación.Como quiera que todos ellos habían desempeñado a lolargo de toda su vida una intensa actividad matinal (e incluso vespertina, naturalmente), veían con ciertorecelo esa nueva situación de permanentes vacaciones ala que estaban siendo abocados y para la que no estabanexactamente muy preparados.Así pues, combinando sabiamente la necesidad de cier-ta actividad (tampoco hay que ser excesivos en este pun-to, que bien merecido se tiene uno el descanso después detanto trajín), junto con la grata compañía de los quefueron compañeros de fatigas, así como el ardiente de-seo de viajar sin descanso (que para eso se tiene el tiem-po libre, digo yo), fue conformándose la idea de crearuna Asociación en la que los colegas del curro (como di-rían mis nietos) pudieran tener un lugar en el que poderdisfrutar de su merecido descanso y tiempo libre.La Asociación fue adquiriendo forma y llegó el momentode convocar su primera asamblea, con la intención dedarla a conocer a todos los compañeros que pudieran es-tar interesados en formar parte de la misma y de definir yconcretar qué personas podrían estar interesadas en par-ticipar activamente en su organización y funcionamiento.De este modo el 9 de marzo de 1989 se convocó en el Sa-lón Rioja del edificio de la sede de la Entidad, la prime-ra asamblea de la Asociación de Jubilados de Ibercaja.Esa primera asamblea, como suele suceder en estas cues-tiones, suscitó gran interés en todos los implicados tantopor su novedad como por las posibilidades que se nos ofre-cían desde una Entidad que habíamos considerado siem-pre como parte de nuestra familia, como nuestra casa.No sin cierto nerviosismo, D. Luis Arturo Lorente Peña(q.e.p.d.) dio lectura a las bases o estatutos de la Asocia-ción para poder proceder a su aprobación por parte delos miembros de la misma y seguidamente constituir lacomposición de la Junta directiva. Hasta la fecha, ha-bía actuado como secretario D. Antonio Oto, quien ha-bía manifestado previamente su decisión de abandonardicho cargo, por lo que don Luis Arturo solicitó de lospresentes que saliera algún voluntario para suceder alSr. Oto como secretario de la Junta.

Durante el transcurso de la asamblea, a la que asistí encalidad de pensionista, permanecí muy atenta a todo loque se decía y explicaba pensando que aquella propues-ta parecía realmente interesante y que era una granidea que los jubilados de la entidad pudieran tener unaAsociación para ellos, pero siempre considerando que alno ser jubilada de Ibercaja, mi pertenencia a dicha Aso-ciación no tenía un carácter, digamos, «directo», por loque no pensé ni por un momento en presentarme volun-taria al cargo de secretario al que había hecho alusióndon Luis Arturo.Pero hete aquí que como quiera que nadie se presentabavoluntario, D. Luis Arturo Lorente Peña, aludiendo a lagran amistad personal que le ha unido siempre connuestra familia, decide proponerme como secretaria yaque, cito textualmente, «lo aceptará sin ninguna duda».En aquel momento, si me hubieran pinchado, seguro queno sangro... Yo, que me consideraba al margen de la reu-nión, vamos, como «de oyente» ¡Para qué nos vamos a en-gañar!, nombrada secretaria de la Asociación de Jubila-dos… Pero oiga, que yo he venido a ver de qué iba esto, meentraron ganas de gritar… Pero en el fondo don Luis Artu-ro tenía razón, fue una propuesta que no pude rechazar.La idea era tan buena, las posibilidades eran tan gran-des y la junta Directiva eran todos grandes amigos ybuenísimas personas que no pude negarme a colaboraren esta gran labor. Y, ni qué decir tiene que, nunca me hearrepentido de esa decisión.La Junta Directiva, recién nombrada trabajamos (si, si,volvimos a trabajar!) como una piña. ¡Había tanto quehacer…! Desde los más mínimos detalles de infraestruc-tura hasta la compleja pero estimulante labor de diseñartodo un calendario de actividades que respondiera a lasexpectativas de todos los integrantes de la Asociación.Fue una época que recuerdo con gran cariño. Trabaja-mos con gran ahínco para su puesta en marcha y así an-duvimos como locos el día de su inauguración con elPresidente D. José Luis Martinez Candial, y con el Di-rector General D. Amado Franco Lahoz, que nos acom-pañaron en aquel momento tan emocionante en el que,por fín, hacíamos realidad los sueños e ilusiones deaquel grupo de ex-trabajadores de constituir la Asocia-ción de Jubilados de Ibercaja.Que ese sueño perdure muchos años, con las ilusionesrenovadas de todos los nuevos miembros que año trasaño se incorporan sabiendo que siempre hay un lugardonde sentirse «como en casa».

La Asociación en su primera época

POR ANA MARÍA AZNAR VILLABONA


D esde agosto de 1954 a octubre de 1998 pasaronmás de 44 años, toda una vida. Ese es el tiempo que

le he dedicado a la Caja, y una cosa poco habitual, todami vida laboral ha transcurrido en el mismo pueblo, mipueblo, Cariñena.

Puedo decir, y lo digo con orgullo, que a la Caja no le heescatimado esfuerzo, y gracias a este trabajo mi familiay yo hemos vivido bien, francamente bien.

Durante tanto tiempo he conocido muchas personas; enla oficina muchos compañeros que después del trabajohan sido amigos. Amigos que aún perduran, algunos yafallecidos.

Anécdotas podría contar muchas. Desde el 23-F que nospilló a un grupo de interventores en una reunión de tra-

bajo en Paraíso y, con el susto, todos teníamos prisa porvolver a casa, hasta, como cosa curiosa, que de dos atra-cos que ha sufrido la oficina de Cariñena, de los dos mehe librado; el primero me encontraba de vacaciones, y elsegundo me acababa de jubilar. A esto se le llama tenersuerte.

Ahora disfruto de la Asociación de Jubilados con viajesestupendos, euro-encuentros, visitas culturales, etc.,donde además de coincidir con los viejos amigos tengootros nuevos.

Que este año de las Bodas de Plata, sea para disfrutar yrecordar. Que la Asociación continúe durante muchotiempo, y... mientras el cuerpo aguante, y... hasta queDios quiera.

Recuerdos, anécdotas y sugerencias

POR MARIANO CUARTERO COSCOLLA

E n enero de 2006, solicité a Ibercaja la jubilaciónparcial, y el 18 de mayo de dicho año, Ibercaja

acepto mi solicitud. A partir de ese tiempo anduve visi-tando a la familia en Barcelona y Reus, donde residenmis hijos, y a primeros de 2007 me incorporé a la Aso-ciación de Jubilados.

RReeccuueerrddooss yy aannééccddoottaass

Recuerdo un día de mucho trabajo en la Oficina, que seacerco a los puestos de terminales de caja una señora,dejando un sobre cerrado con dinero para realizar uningreso pero sin mencionarlo a ninguno de los dos em-pleados que allí estábamos. Al final de la mañana nossobraban 200.000 pesetas, que se contabilizaron comosobrante de arqueo y se comunicó a Auditoría. Pasados

unos días se pudo aclarar lo ocurrido. Casi a diarioteníamos problemas con el arranque de la red y, al finalde la jornada, los problemas los daba el cuadre con Con-tabilidad.

SSuuggeerreenncciiaass

Me agradaría participar más en los actos y excursionesque se organizan, pero al tener mi residencia vinculada avarios domicilios me dificulta la participación. Aunque amodo de sugerencia pienso que se podría ampliar la ofer-ta a los asociados organizando cursos de pintura, cursosde fotografía, talleres de guitarra y canto de jotas que,con el tiempo podría formarse una rondalla. En la Aso-ciación, sala de lectura y sala de informática con ordena-dores. Fomentar las tertulias y ampliar la cafetería...

Atracos con suerte

POR MIGUEL LEJÁRRAGA LAÍN


E ra una mañana fresca de otoño cuando llegó a laoficina un cliente que aparentaba tener prisa y que

solicitó entrevistarse con el director de la sucursal, delque además de viejos conocidos era compañero de algu-na que otra correría cinegética y hasta furtiva…

Manuel, que así se llamaba el cliente, era agricultor y re-sidente en su finca distante cuatro kilómetros de la pobla-ción a la que solamente se desplazaba por motivos muyconcretos. Esta vez y a juzgar por la alegría que aparen-taba, tenía que tratarse de una razón muy especial.

En su finca estaba preparando un pozo profundo queconvertiría en depósito para almacenar agua para elganado. Este pozo, todavía inacabado, pero ya con unaconsiderable profundidad estaba tapado con un trozo decañizo de los que se utilizaban en aquellos tiempos paraponer a secar los higos y tomates.

En aquella época en la que se recolectaban los maices,los jabalíes bajaban del bosque, para comer tan apre-ciado manjar para ellos. Quiso la suerte que la nocheanterior, un jabalí pasó sobre el cañizo, éste cedió y cayóal interior.

Por la mañana Manuel escucho unos ruidos extrañoscomo de gemidos y descubrió al jabalí en el interior delpozo. El tiempo le faltó para emprender el camino alpueblo y venir a la oficina y ofrecerle a su amigo, nues-

tro director y afamado cazador, la captura de tan apre-ciada pieza.

También le faltó el tiempo a nuestro Jefe para ir a casaa pertrecharse de su equipo de caza y junto con Manuelir en busca de una captura segura. Llegados a la finca,el cazador sacó su rifle Winchester y en unos minutos elanimal dejó de moverse, momento en que, provistos deuna escalera de las utilizadas para cosechar las olivas yde una soga descendieron al pozo, amarraron bien alanimal y lo izaron. Olvidaba relatar que además de losútiles de caza, nuestro Director tuvo la ocurrencia decoger su máquina de fotos.

Una vez el jabalí en tierra, nuestro afamado cazadorpuso la pierna sobre el lomo del jabalí y apoyó el rifle so-bre la rodilla, momento en el que Manuel «disparó» lainstantánea.

La foto se publicó en la prensa regional y el cazador fuefelicitado por las autoridades provinciales y durantemuchos días fue el comentario de casinos y bares de lalocalidad.

La fotografía ampliada y retocada se colocó bajo el cris-tal que cubría la mesa del despacho de forma que losclientes que entraba al mismo forzosamente se fijabanen ella y era motivo de felicitación a la vez que presumíade haber cobrado una pieza, de 80 kgs de un solo tiro.

Un cazador en la oficina

POR JESÚS SOLA PIERA


Conejo marinado con salvia

RINCÓN GASTRONÓMICO

Ingredientes:

1 conejo / ½ litro de vino blanco / 2 zanahorias / 2 cebollas / 18 hojas de salvia / setas variadas / sal, pimienta / aceite de oliva virgen

Elaboración:

Trituramos las cebollas, las zanahorias peladas y una do-cena de hojas de salvia; añadimos el vino, la sal y la pi-mienta, y dejamos macerar el conejo troceado durante unpar de horas, o poco más.

En una sartén con aceite doramos el conejo que previa-mente habremos secado bien para que no salpique.

Una vez dorado, lo ponemos en una olla con el líquido dela maceración añadiendo las hojas de salvia enteras que

nos quedan, y lo dejamos cocer a fuego lento durante unahora, más o menos.

Quince minutos antes de terminar la cocción añadimoslas setas troceadas. Rectificamos de sal, y ya está listo paraservir.

¡Buen provecho!

POR CRISTINA NAVARRO

Se hace saber

NOSOTROS, no hemos variadoapenas en número al día de hoy, yrepresentamos un colectivo de712 asociados, que se desglosa en46 jubiladas, 555 jubilados y 111pensionistas. Se ha incrementadoel número de prejubilados, a losque damos la enhorabuena.

QUEREMOS informaros de quela colecta a favor de Cáritas efec-tuada el Día de Acción de Graciasen Cogullada el pasado mes demayo, ascendió a la cantidad de3.085 euros. Se ha recibido unacarta de agradecimiento de Cári-tas, la cual os hacemos seguir a to-dos vosotros.

NUESTRO buen amigo y asocia-do ENRIQUE USON BERNAL, hadonado a la Biblioteca de la Aso-ciación su colección completa dela Revista Remanso, que todos re-cordareis. Están a disposición detodo el que quiera consultarlas,leerlas o recordar con ellas algúntiempo pasado.

CON UN AFORO de tres cuartaspartes, celebramos en el salón del

Colegio Corazonistas, un espec-táculo de folklore aragonés, si-guiendo con los actos extra -ordinarios del 25 Aniversario.Esperamos fuese del agrado delos asistentes.

Y SIGUIENDO con actividadesespeciales de éstos 25 años, elpróximo 28 de octubre, a las 7 dela tarde y en la Iglesia de SantaEngracia, celebraremos una Eu-caristia para recordar y encomen-dar a todos los socios que han fa-llecido desde el comienzo de suandadura. Recibireis la informa-ción por correo, y esperamosvuestra masiva asistencia.

OTRO ACTO IMPORTANTE enla línea de celebraciones, será lapresentación de un sello y mata-sellos especiales en conmemora-ción del 25 Aniversario, que hapreparado nuestro amigo y aso-ciado Alejandro Abadia.

POR CIERTO , comentaros desdeestas líneas que, Alejandro Aba-dia, con su colección filatélica ypostal ha conseguido el «Gran

Oro» en el Campeonato Nacionalde Filatelia de Valladolid, máximadistinción, cuya medalla le entre-garon el sábado 8 de Octubre en elacto de clausura del Certamen.Vaya desde aquí nuestra felicita-ción para Alejandro.

SE ESTA TRABAJANDO en unaidea para la próxima celebraciónde la Fiesta de la Sagrada Familia,queremos hacer algo distinto delo que ha sido habitual en éstosúltimos años. Os informaremoscuando la idea esté perfilada.

TAMBIÉN os insistimos en quedeseamos vuestra participación,y vamos a crear un BUZON DESUGERENCIAS, para que nos co-muniqueis por los canales habi-tuales, aquellas cosas que se osocurran podamos realizar por serprovechosas, divertidas y novedo-sas. Estamos convencidos de quevuestra colaboración nos ayudaráa diversificar más el abanico deactividades.

¡RECORDAD, SEGUID DISFRU-TANDO DE LA VIDA!


Soluciones al concurso del número anterior «Las Catedrales»: 1. Barbastro / 2. Cádiz / 3. Huesca / 4. Jaca / 5. Tarazona / 6. Teruel.

POR VICENTE MIANA

POR DANIEL MILLERAPASATIEMPOS

Poner en orden los pintores según están sus obras: Valero Lecha, Rivera, Van Gogh, Sorolla, Renoir

¿Qué es la amistad?

Una copa de más–Doctor, me siento mal todo me davueltas, además me arde el corazón…

–Mire señora, en primer lugar no soydoctor, soy cantinero, usted no estáenferma está borracha y en tercer lu-gar no le arde el corazón, tiene unateta en el cenicero.

Se encuentran dos chinos:«El otlo día me complé un coche»

«Ah sí?»

«Sí, mila, es ese de ahí»

«¿Y que malca es?»

«Un Alfa»

«¿Lomeo?

«Lo meas y te lompo la cabeza pol malano»

SonríaPor favor

A qué autores corresponden…

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Amistad entre mujeres Una noche, una mujer no llegó a dormir a su casa.Al día siguiente le dijo a su esposo que se había quedado adormir en casa de una amiga…El hombre llamó a las 10 mejores amigas de su esposa:ninguna de ellas sabía nada al respecto.

Amistad entre hombresUna noche, un hombre no llegó a dormir a su casa.Al día siguiente le dijo a su esposa que se había quedado adormir en casa de un amigo…La mujer llamó a los diez mejores amigos de su esposo:ocho confirmaron que se quedó a dormir en su casa, y dosaseguraron que aún se encontraba allí.¡Eso es amistad, caramba!

Una joven rebelde muy liberada,entra en un bar completamentedesnuda. Se para frente alcantinero y le dice:Deme una cerveza bien helada!El cantinero se queda mirándolasin moverse.¿Qué pasa? –dice ella– Nuncaha visto una mujer desnuda???¡Muchas veces! ¿¿¿Y entonces qué mira???¡Quiero ver de donde va a sacarel dinero para pagar!

Una madre dice a su hija:Mira… dicen las vecinasque te estás acostandocon tu novio!Ay, mami, la gente esmás chismosa… Una se acuesta con cualquiera y yadicen que es el novio.

Excitado…Llega un hombre a su casa, y deun grito le dice a su mujer:–Flora! Prepárate para hacer elamor cinco veces!–Guau!!! Mi amor, si que vienesexcitado!–No. Vengo con cuatro amigos.

Consecuencias del contrato indefinidoEn una obra en construcción tenían un perro de una raza peligrosa comovigilante.Durante mucho tiempo nadie extraño a la obra podía acercarse.Pero un buen día unas personas, no solo se acercan sino que entran en la obrasin que el perro se inmute.El encargado, extrañado, le pregunta al dueño por esta actitud del can, quiencontesta que no le pasa nada al perro, solamente que le han hecho fijo.

La Obra Social de Ibercaja se suma a las actividades que promueven la conservación y el desarrollo de los bosques en el mundo.

Consulta nuestra programación y participa con nosotros.

AÑO INTERNACIONAL DE LOS BOSQUES . 2011

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ASOCIACIÓN DE JUBILADOS Y PENSIONISTAS.º+2... · Antonio Bescós Sánchez ... Se hace saber. Por...

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